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Med Clin (Barc).

2019;152(5):185–187

www.elsevier.es/medicinaclinica

Editorial

Papel diagnóstico de los marcadores tumorales


Diagnostic role of tumor markers
Francisco Javier Mérida de la Torre a,c,d,∗ y Elvira Eva Moreno Campoy b,c
a
Unidad de Gestión Clínica de Laboratorio, Área de Gestión Sanitaria de la Serranía de Málaga, Servicio Andaluz de Salud, Ronda, Málaga, España
b
Dirección Regional para la Seguridad del Paciente, Consejería de Salud, Junta de Andalucía, Sevilla, España
c
Comisión de Seguridad del Paciente, Sociedad Española de Bioquímica Clínica y Medicina del Laboratorio, Barcelona, España
d
Asociación Española de Biopatología Médica y Medicina de Laboratorio, Madrid, España

Posiblemente los marcadores tumorales sean una de las prue- antígenos carbohidratados (CA), CA 125 para el cáncer de ovario,
bas del diagnóstico in vitro que más expectativas creó en su inicio, el CA 15-3 «sugestivo» de cáncer de mama, el CA 19-9 enfocado
utilizándose para definir un tipo particular de tumor, diagnosticar, para el cáncer de páncreas y el antígeno prostático específico (PSA)
establecer el grado de extensión, plantear un pronóstico y realizar relacionado con el cáncer de próstata, entre muchos otros.
el seguimiento de algunos tipos de tumores. No obstante, la expe- Fue tan importante el impacto de la aparición de estas técni-
riencia y la investigación han mostrado en el tiempo la necesidad de cas que rápidamente se incorporaron a las carteras de servicios de
revisar la utilidad de los marcadores, resituándolos hasta alcanzar los diferentes laboratorios, compitiendo entre ellos para ofertar el
actualmente el papel que realmente les corresponde según el caso panel más amplio de marcadores tumorales que permitiera, en un
y el tipo de marcador, mejorando su uso y, por tanto, favoreciendo solo acto, poner sobre la pista al clínico en cuanto a la existencia
la seguridad de los pacientes1,2 . de una enfermedad neoplásica. Se podría decir que dichas pruebas
Cuando en la primera mitad del siglo XX aparecieron los prime- llegaron a usarse como pruebas de «cribado», solicitándose, en oca-
ros marcadores tumorales, que se desarrollaron más profusamente siones, sin criterios claros y, lo que era más importante, sin saber
en la segunda mitad de este siglo, la comunidad médica vio una gestionar posteriormente sus resultados.
oportunidad magnífica para hacer frente a una de las enfermeda- No hace falta explicar el impacto que supone para un paciente
des que más impacto tiene en la sociedad. No solo por el número informarle que tiene un «marcador tumoral» positivo, aun sabiendo
de muertes que ocasiona sino por la carga que supone esta enfer- que, aunque una concentración elevada de un marcador tumoral
medad en su evolución para el paciente, su familia, la sociedad y el podría evidenciar la presencia de cáncer, este hecho por sí solo no es
sistema sanitario. suficiente para diagnosticarlo. Además de la angustia del hallazgo,
Básicamente se trataba de medir, a través de un análisis de hay que añadir el riesgo asociado a las pruebas complementarias
sangre, determinadas sustancias (hormonas, proteínas, etc.) que que se prescriben a continuación y la incertidumbre ante los resul-
permitirían «diagnosticar» la enfermedad neoplásica. La ventaja tados de dichas pruebas, siendo en un porcentaje muy elevado
inicial estaba en lo asequible de la obtención de la muestra, negativas3 .
una venopunción simple. Es más, se podía aprovechar cualquier A la vez que se ha ido avanzando en el uso de los marcadores
extracción para la realización de otras pruebas de laboratorio. Era tumorales, aparecían los primeros trabajos de sensibilidad y espe-
una oportunidad que no se podía desaprovechar, convirtiéndose cificidad poniéndose de manifiesto que los marcadores tumorales
en una prueba de rutina, particularmente porque además con el pueden aparecer elevados tanto ante una enfermedad neoplásica
tiempo iban apareciendo diferentes moléculas con perfiles especí- como en enfermedades benignas. Es más, incluso en presencia de
ficos que se relacionaban con un tipo de tumor concreto o de una tumores en estadios iniciales los marcadores tumorales pueden ser
región anatómica determinada. De esta manera se disponía de la negativos.
alfa-fetoproteína (AFP) para los tumores germinales y los hepáticos, Esta forma de actuar, incluyendo los marcadores como prueba
la coriogonadotropina humana (HCG) para los tumores germi- de rutina, ha provocado un número importante de pruebas de labo-
nales y el coriocarcinoma, el antígeno carcinoembrionario (CEA) ratorio innecesarias, prescripción de estudios complementarios,
que orientaba sobre los tumores gastrointestinales, los diferentes mayoritariamente cruentos, orientados a corroborar o refutar ese
hallazgo, exponiendo a los pacientes a numerosos riesgos que en
ocasiones ha derivado en un daño al paciente. En radiología se ha
∗ Autor para correspondencia. descrito el síndrome de VOMIT que significa «Víctima de la tecno-
Correo electrónico: franciscoj.merida.sspa@juntadeandalucia.es logía de la imagen médica» (Victim of Modern Imaging Technology)
(F.J. Mérida de la Torre). y que viene a significar el pronóstico, diagnóstico o tratamiento

https://doi.org/10.1016/j.medcli.2018.10.011
0025-7753/© 2018 Elsevier España, S.L.U. Todos los derechos reservados.

Descargado para Luis Taxa (ltaxar@usmp.pe) en San Martin de Porres University de ClinicalKey.es por Elsevier en mayo 12, 2020.
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incorrecto originado por una indicación incorrecta o una interpre- De la misma manera, en la revisión realizada sobre el papel de la
tación fallida de las pruebas radiológicas. Desgraciadamente en el proteína epididimal humana 4 (HE4) en el seguimiento del cáncer
mundo del diagnóstico in vitro, a pesar de las consecuencias que de ovario, se estimó que la utilidad de este marcador debía limi-
a veces ha desencadenado una indicación incorrecta o una inter- tarse a la detección de las recurrencias donde sí ha demostrado su
pretación fallida de las pruebas analíticas, aún no se ha descrito un sensibilidad13 .
síndrome similar4 . Uno de los marcadores más aceptado como es el PSA también
Tuvo que ser en el año 2000 con la publicación del informe «To está siendo revisado y en estudios recientes concluye que, aun-
err is human», del Instituto de Medicina de EE. UU. cuando se pone que este marcador puede reducir la mortalidad, se asocia hasta en
el foco en las actuaciones médicas como causa de fallecimientos y un 50% de falsos positivos, complicaciones con la biopsia poste-
eventos adversos en la práctica médica5 . Cinco años más tarde, en rior y sobrediagnóstico. A pesar de que el tratamiento temprano
nuestro país se puso en marcha el estudio nacional sobre los efectos tras un cribado positivo reduce el riesgo de recurrencia metastá-
adversos ligados a la hospitalización (ENEA) que trató de reprodu- sica, su impacto sobre la mortalidad a largo plazo aún no ha sido
cir los hallazgos del estudio americano. Aunque inicialmente las concluyente14,15 .
pruebas diagnósticas tanto in vitro como in vivo, no suponían un Resulta evidente que el papel de los marcadores tumorales ha
porcentaje importante, apenas el 2,7% del total de causas sí se com- sufrido una evolución a lo largo del tiempo, de la misma manera
paraba con los errores relacionados con la medicación o la cirugía, sí que lo han hecho los hallazgos científicos. Lejos de las esperanzas
llamó la atención que en casi el 90% de los casos todos esos errores iniciales puestas en estas pruebas hemos de hacer una lectura más
eran evitables6 . pausada de sus indicaciones y buscar la utilidad real de estas para
Toda esta información hizo que los sistemas sanitarios pusieran minimizar los riesgos y la ocurrencia de eventos adversos. Ya sea
la seguridad del paciente como una prioridad en su agenda política, desde la perspectiva de la seguridad del paciente o de la calidad
empezando a hacer una lectura crítica de las actuaciones sanita- de la prescripción o de la eficiencia, hay que ser conscientes de
rias en todos los ámbitos, describiéndose los errores humanos y los la trascendencia que tiene para un paciente el hecho de indicarle
fallos del sistema como causantes de estos eventos adversos. Esto este tipo de pruebas. En una sociedad muy conectada y muy infor-
se ha ido complementando con la publicación de trabajos sobre mada, el significado de los marcadores tumorales está al alcance
el uso inadecuado de las pruebas y de la necesidad de la correcta todos. Un resultado positivo no significa la existencia de un tumor,
indicación para garantizar una correcta y segura praxis. de la misma manera que la negatividad no lo excluye. Mientras
Los marcadores tumorales tampoco escapan a esta necesidad y que, en el primer caso, el número de pruebas que debemos poner
aparecen estudios en la misma línea, no solo analizando la indi- en marcha para concluir que hay o no enfermedad neoplásica es
cación adecuada de los mismos, sino las implicaciones que su muy importante y que implican numerosos riesgos para el paciente,
prescripción pueden tener en otros tipos de estudios. en el segundo caso, una incorrecta indicación o interpretación del
Las diferentes sociedades científicas tanto a nivel internacional, resultado negativo nos puede llevar a una falsa sensación de segu-
europeo como nacional también se han hecho eco de esta tenden- ridad y relajar el nivel de alerta ante el seguimiento de un paciente
cia y han profundizado en estas indicaciones, sentando las bases determinado pudiendo derivar en una omisión de diagnóstico.
de un uso correcto y, por tanto, más seguro. Así cabe resaltar el Estrategias adoptadas por algunos centros de cambiar el nom-
European Group on Tumor Markers (EGTM), que en sus recomenda- bre de «marcadores tumorales» por el de «marcadores específicos»
ciones generales señala que la utilidad de los marcadores tumorales como se ha pretendido en algunos laboratorios para reducir la carga
reside en el seguimiento de la enfermedad y monitorización de los de ansiedad en el paciente no resuelve el problema.
tratamientos7 . En el mismo sentido lo hace el National Cancer Insti- Un correcto conocimiento de las limitaciones de las pruebas,
tute (NCI) que desaconseja su uso como pruebas de cribado y reitera sus indicaciones, el valor semiológico y la utilidad diagnóstica es
las indicaciones del EGTM, incluyendo también en estos términos el único camino para hacer un uso seguro de las mismas. Existe
algunos biomarcadores8 . suficiente cuerpo de conocimiento como para obtener el mejor ren-
A nivel nacional y dentro del ámbito del diagnóstico in vitro hay dimiento de estas pruebas si nos ajustamos a sus indicaciones. Solo
que citar el proyecto de benchmarking de la Asociación Española así obtendremos los mejores resultados para el paciente.
de Biopatología Médica «Decisiones inteligentes desde el Labora-
torio: de elegir sabiamente a no hacer», donde participan más de Bibliografía
70 laboratorios de toda España y donde entre las recomendacio-
nes figura la no realización de marcadores tumorales séricos como 1. Merida FJ, Moreno EE. Fundamentos de Seguridad del Paciente. Madrid: Editorial
Panamericana; 2011.
cribado poblacional. Siendo el resultado óptimo la no inclusión de 2. Moreno-Campoy EE, Mérida-de la Torre FJ, Martos-Crespo Plebani M. Identifying
estas pruebas en perfiles como cribado poblacional9 . risk in the use of tumor markers to improve patient safety. Clin Chem Lab Med.
Dentro de la literatura internacional y por solo destacar algunos 2016;54:1947–53.
3. Merida FJ, Palacios S, Moreno E, Bel N, Perez M. Increase in positive biopsies and
estudios, donde destaca la revisión realizada por el grupo de tra-
the safe use of tumor markers. Clin Chem Suplemment. 2012;58:A101.
bajo japonés para el cáncer gástrico que concluye tras la revisión 4. García-Núñez LM, Cabello PR, Lever RCD, Rosales ME, Padilla SR. Síndrome de
de numerosos artículos que la combinación de CEA, CA 19-9 y CA VOMIT. Papel de la mala interpretación radiológica y qué podemos hacer para
evitarlo. Trauma. 2006;9:21–6.
72-4 han demostrado solo su utilidad en la recurrencia del tumor
5. Institute of Medicine. 2000. To Err Is Human: Building a Safer Health System.
y en la estimación de la supervivencia no siendo válidos para los Washington, DC: The National Academies Press; 2000.
tumores en estadios iniciales10 . 6. Ministerio de Sanidad y Consumo. Estudio Nacional sobre los Efectos Adversos
Por otro lado, en la revisión sistemática realizada sobre el papel ligados a la Hospitalización. ENEAS. Madrid: Ministerio de Sanidad; 2005.
7. European Group on Tumor Markers. [consultado 7 Oct 2018] Disponi-
de los marcadores séricos en la detección de la recurrencia del cán- ble en: https://www.egtm.eu/about-tumormarkers/general-information-on-
cer pancreático, se determinó que, a pesar de las limitaciones, el CA tumour-markers.
19-9 es el marcador más usado para determinar la supervivencia 8. National Cancer Institute. [consultado 7 Oct 2018] Disponible en:
https://www.cancer.gov/about-cancer/diagnosis-staging/diagnosis/tumor-
tras la resección quirúrgica11 . markers-fact-sheet#q6.
El alcance de los hallazgos no solo redefine la utilidad de los 9. Asociación Española de Biopatología Médica y Medicina del Laboratorio. Decisio-
marcadores, sino que cuestiona que uno solo de ellos sea suficiente nes inteligentes desde el Laboratorio: de elegir sabiamente a no hacer. Madrid:
AEBM; 2015.
y en la revisión Cochrane sobre niveles de CEA en el estudio de la 10. Shimada H, Noie T, Ohashi M, Oba K, Takahashi Y. Clinical significance of serum
recurrencia del cáncer colorrectal se concluye que por sí mismo tumor markers for gastric cancer: A systematic review of literature by the Task
dicho marcador no es suficiente12 . Force of the Japanese Gastric Cancer Association. Gastric Cancer. 2014;17:26–33.

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11. Daamen LA, Groot VP, Heerkens HD, Intven MPW, van Santvoort HC, Molenaar 14. Fenton JJ, Weyrich MS, Durbin S, Liu Y, Bang H, Melnikow J. Prostate Specific Anti-
IQ. Systematic review on the role of serum tumor markers in the detection of gen Based Screening for Prostate Cancer: A Systematic Evidence Review for the
recurrent pancreatic cancer. HPB (Oxford). 2018;20:297–304. U.S. En: Preventive Services Task Force. Rockville (MD): Agency for Healthcare
12. Nicholson BD, Shinkins B, Pathiraja I, Roberts NW, James TJ, Mallett S, et al. Blood Research and Quality (US); 2018.
CEA levels for detecting recurrent colorectal cancer. Cochrane Database Syst Rev. 15. Merriel SWD, Funston G, Hamilton W. Prostate Cancer in Primary Care. Adv Ther.
2015;10:CD011134. 2018;35:1285–94.
13. Piovano E, Attamante L, Macchi C, Cavallero C, Romagnolo C, Maggino T, et al.
The role of HE4 in ovarian cancer follow-up: A review. Int J Gynecol Cancer.
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