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LAS LLUVIAS, TEMPRANA Y TARDÍA, Y EL AVIVAMIENTO MUNDIAL
Índice del Tema
l 1. ¡Avivamiento!
l ¿Avivamiento Mundial Ahora?
l El monstruo de la apostasía
l Entendiendo mal la Escritura
l 2. El nacimiento de la Iglesia
l La venida del Espíritu Santo y las señales
l 3. La lluvia temprana
l Para los judíos, y en Israel
l 4. La lluvia tardía
l Las lluvias temprana y tardía, y el verano
l Israel, el reloj de Dios
l Recapitulando
l De los judíos a los gentiles
l 5. El ejército de Joel
l La salvación a los judíos
l 6. Concluyendo
l Los santos durmientes
“Y en aquel día yo procuraré destruir a todas las naciones que vinieren contra Jerusalén. Y derramaré sobre la casa
de David, y sobre los moradores de Jerusalén, espíritu de gracia y de oración; y mirarán a mí, a quien traspasaron, y
llorarán como se llora por hijo unigénito, afligiéndose por él como quien se aflige por el primogénito. En aquel día
habrá gran llanto en Jerusalén, como el llanto de Hadadrimón en el valle de Meguido” (Zacarías 12: 911)
A raíz del espurio Latter Rain Movement de finales de los 40 (s. XX), y añadiéndose posteriormente otros
movimientos afines de tipo también dominionista , se han estado infiltrando en los medios eclesiales evangélicos y
pentecostales, conceptos que aparentan ser bíblicos y no lo son; otros sí, pero sacados de su contexto, lugar y
tiempo. Uno de estos conceptos, es el llamado “Avivamiento Mundial”.
Algunos, osados, incluso se atreven a afirmar que Cristo no puede volver, y no va a volver a por Su Iglesia, antes de
que tal evento ocurra… Pero, primeramente, y antes de proseguir, ¿Qué significa realmente “avivamiento”? ¿De qué
estamos exactamente hablando?
Algunos, osados, incluso se atreven a afirmar que Cristo no puede volver, y no va a volver a por Su Iglesia, antes de
que tal evento ocurra… Pero, primeramente, y antes de proseguir, ¿Qué significa realmente “avivamiento”? ¿De qué
estamos exactamente hablando?
“William Marrion Branham, nacido en 1909, se autoproclamó profeta de los últimos días, y fue figura clave en el
establecimiento del Latter Rain Movement (Movimiento de La Lluvia Tardía), el cual empezó en los años 40, cuyas
doctrinas espurias retomaron los maestros neopentecostales Kenneth Copeland, Oral Roberts, Pat Robertson, y el
Club 700 entre otros. Branham decía que sanaba por el ángel que vivía dentro de él”
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1. ¡Avivamiento!
Curiosamente en la Biblia, ni en la traducción española, ni en la inglesa, encontramos la palabra
“avivamiento” (“revival” en inglés); sencillamente no aparece en la Escrituras. Tampoco tal sustantivo aparece en el
Diccionario Bíblico. Esta es una de tantas palabras que los evangélicos pentecostales tenemos en nuestros labios,
pero que, como tal, no está en el texto bíblico.
¿Qué deberíamos, por tanto, entender por “Avivamiento” en el cual, tantos han puesto su fe y tantas esperanzas
para el mundo actual?
Lo primero es documentarse. Así que, para empezar, vayamos al diccionario. En él encontramos la siguiente
definición: “Avivamiento es la acción y efecto de avivar o avivarse”. Lo cual, seguidamente, nos lleva a entender el
significado del verbo “avivar”; y encontramos la siguiente definición: Avivar: “Es dar nueva fuerza y vigor”. Otra
acepción es: “Excitar, animar; atizar (el fuego); hacer que la luz artificial dé más claridad”. La última acepción es:
“Cobrar vida y vigor”.
Parece, entonces, que espiritualmente, el término “avivamiento” debería aplicarse a todos aquellos cristianos que,
aunque nacidos de nuevo, no arden con fuerza para el Señor; por lo tanto, necesitan avivarse.
No obstante, después de concienzudamente indagar las versiones de muchos, llegamos a la conclusi ón de que
por “avivamiento” unos y otros entienden cosas muy diferentes.
Se dice, en general, que el “Avivamiento” es una o varias de estas cosas siguientes:
(La lista no es exhaustiva)
l La conversión del mundo entero a Cristo.
l La conversión de gran parte del mundo.
l La “cristianización” del mundo (falsa enseñanza del G12).
l El discipulado de las naciones (falsa enseñanza del G12).
l La conquista de las naciones “para Cristo” (Dominionismo – G12).
l La Iglesia dominando las naciones “para Cristo” (Dominionismo –G12).
l La conversión de una nación determinada (la del creyente, por supuesto).
l La conversión de las gentes en masa.
l La predicación del Evangelio del Reino en todo el mundo para testimonio a todos los ethnos (Mt. 24: 14) (esto
no supone en sí un “avivamiento”; Jesucristo mismo predicó a muchos, y la mayoría no creyeron).
l La Iglesia llena del “espíritu de la risa”; o “ebria en el espíritu”; (siendo tal cosa ajena a la Palabra – G12; D12).
l La Iglesia, en la “nueva” unción (neopentecostalismo –G12).
l La Iglesia entrando en el “nuevo paradigma ” (falsa enseñanza del G12).
l La ansiada conversión de la familia del creyente (cosa a desear).
l El creyente verdadero, creciendo en santidad en toda su expresión.
Por supuesto, que si tengo que aceptar el término “avivamiento” como tal (y así lo hago), me quedo con la última
acepción: La del creyente verdadero, creciendo en genuina santidad . Esto último sería lo que en la historia de la
Iglesia ha sido constatado una y otra vez en diferentes lugares y momentos; cuando el Señor, usando a los
creyentes llenos del Esp íritu Santo, produjo la conversión y consecuente crecimiento en santidad y pasión por
Cristo de muchos otros hombres, mujeres y ni ños.
Véase que en ese caso, el protagonista fue indiscutiblemente el Esp íritu Santo que, en consonancia con el
creyente, avivó el fuego del don de Dios en él (2 Timoteo 1: 6)
Por lo tanto, la historia nos es testigo: Sí ha habido tales “avivamientos” si lo queremos expresar as í, pero hay un
abismo entre los tales y el pretendido “Big One”, el “Avivamiento y Reforma Mundiales”, que no podemos encontrar
profetizado en la Biblia antes de que la Iglesia parta con el Señor. Decir otra cosa, es engañarse y engañar.
Véase que en ese caso, el protagonista fue indiscutiblemente el Esp íritu Santo que, en consonancia con el
creyente, avivó el fuego del don de Dios en él (2 Timoteo 1: 6)
Por lo tanto, la historia nos es testigo: Sí ha habido tales “avivamientos” si lo queremos expresar as í, pero hay un
abismo entre los tales y el pretendido “Big One”, el “Avivamiento y Reforma Mundiales”, que no podemos encontrar
profetizado en la Biblia antes de que la Iglesia parta con el Señor. Decir otra cosa, es engañarse y engañar.
“El año en que en el que usted y yo vivamos, será el “año del avivamiento” para esos soñadores. Cada año dicen lo
mismo. Ahora bien, lo importante es que para usted y para mí el día en el que estamos lo vivamos ardiendo para
Cristo”
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¿Avivamiento Mundial Ahora?
Uno de los pasajes de la Escritura en los que se basan para afirmar los que defienden que el tal “Avivamiento
Mundial” está a las puertas a modo de la lluvia temprana y tardía (términos, estos sí, bíblicos), es el de Santiago 5:
7, 8, que dice:
“Por tanto, hermanos, tened paciencia hasta la venida del Señor. Mirad cómo el labrador espera el precioso fruto de
la tierra, aguardando con paciencia hasta que reciba la lluvia temprana y la tardía. Tened también vosotros
paciencia, y afirmad vuestros corazones; porque la venida del Señor se acerca”
Pero si lo leemos con cuidado, nos damos cuenta que lo que dice es otra cosa. El autor sagrado exhorta a los
creyentes en Cristo a tener paciencia y a afirmar los corazones, justamente, para esperar ¡La venida de Cristo! En
otras palabras, es una admonición a estar esperando con paciencia y en santidad, el Arrebatamiento de todos los
verdaderos creyentes.
El monstruo de la apostasía
La Palabra nos ense ña todo lo contrario a lo que muchos creen hoy en día. La realidad es que previo al
advenimiento de Cristo, la Biblia enseña que se va a producir una apostasía como nunca antes en el seno de la
Iglesia (2 Ts. 2: 13; 2 Ti. 4. 3, 4). Justamente esto es lo que ya est á ocurriendo, y la siguiente lista no ayuda
precisamente a que las cosas vayan a mejor. Entre otras falsedades, esto es lo que hay en el seno eclesial hoy en
día: (El falso Gobierno de 12 (G12), Dominionismo (Reino Ahora), Positivismo, post Gnosticismo (Nueva Era),
Súperfe (WordofFaith Movement), New Apostolic Reformation (Nueva Reforma Apostólica), Materialismo cristiano
(doctrina de la Prosperidad), Ecumenismo, Carismatismo, Reformismo, Reemplacismo, Cesacionismo, Falso
Mesianismo (judaizantes), Emocionalismo, Falsa Unci ón, Emerging Church (Iglesia Emergente), falta de celo por la
santidad, etc. etc. etc. La lista a pesar de ser larga, no es exhaustiva en modo alguno.
Dentro de los que creen que viene ya ese “Avivamiento”, sustantivo que para muchos por cierto les viene ya corto, y
nos hablan de una Reforma total y mundial (Reformismo), est án aquellos que enseñan y trabajan para que se
levante un ejército de profetas y apóstoles que a modo de “súper hombres y mujeres” de la “nueva unción”,
efectuarán impresionantes manifestaciones espirituales y revelar án doctrinas nuevas y establecerán nuevos
dogmas, cosas todas que la Iglesia jam ás ha visto con anterioridad, haciendo palidecer incluso a los santos de la
iglesia primitiva, para llevarnos al “Nuevo Orden” (mundial).
Entendiendo mal la Escritura
Un error muy común en todos ellos, es el tomar la porci ón escritural de Hechos 2: 17, que dice “En los postreros
días, dice Dios, derramaré de mi Espíritu sobre toda carne”, y con esas palabras del Se ñor fuera de contexto y
sentido, justificar muchos de los supuestos “avivamientos” (como el de la risa, y las caídas, p.e.), que se han
estado produciendo en algunos lugares del mundo a partir, sobretodo de los años 80 (siglo XX) hasta la fecha,
seg ún muchos, como antesala del gran “Avivamiento Mundial”, por el cual la Iglesia “conquistará y dominará las
naciones ”.
Por esa razón, creo que ha valido la pena el esfuerzo de escribir este artículo, en el cual estaremos estudiando, con
la Biblia en la mano, todo lo concerniente al asunto del verdadero Avivamiento (si así se le quiere llamar); como se
originó y como se volverá a producir, y sobre quién, y cuando.
Así que, ¡allá vamos!
originó y como se volverá a producir, y sobre quién, y cuando.
Así que, ¡allá vamos!
“Las caídas y revuelcos de este tipo muchos lo entienden como una manifestación del Espíritu Santo, pero es
imposible que lo sea, toda vez que contradice la norma más elemental de conducta cristiana (1 Co. 14: 40)”
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2. El nacimiento de la Iglesia
Si queremos hablar de un verdadero avivamiento del pasado, debemos hablar entonces del surgimiento de la
Iglesia de nuestro Señor Jesucristo.
El nacimiento de la Iglesia ocurrió cuando en aquel bendito día de Pentecostés, que los disc ípulos estaban en
Jerusalén en aquel aposento alto, el Espíritu Santo vino por primera vez con todo Su poder y llenó a todos ellos
(Hchs. 1, 2).
En un principio, Dios levantó a Israel para llevar Su Palabra a las naciones. Fracas ó Israel en su llamamiento, pero
Dios estaba de nuevo trabajando a través de aquellos primeros disc ípulos de Cristo que eran israelitas. A través de
ellos, estando llenos del Esp íritu Santo, Dios iba a llevar el Evangelio a todas las gentes. Nacía así la Iglesia de
Jesucristo.
La venida del Espíritu Santo y las señales
El Espíritu Santo vino de repente con un estruendo a modo de viento recio, y llen ó toda la casa donde estaban los
discípulos sentados. A todos y cada uno en particular se les aparecieron lenguas como de fuego sobre cada uno
de ellos (Hchs. 2: 2, 3).
Esas manifestaciones sobrenaturales y legítimas de Dios no se ven repetidas en el Nuevo Testamento. La razón
parece ser obvia, fue un acto especial por el cual todos fueron testigos de la manifestación gloriosa del Esp íritu
Santo en su venida a la Iglesia. Ese Espíritu Santo manifestado en poder ha permanecido en ella, y permanece,
hasta el día y hora en que la Iglesia sea arrebatada de este mundo.
Dicho sea de paso, ese mismo Esp íritu Santo volverá con poder sobre Israel en un momento dado, una vez la
Iglesia ya no esté aquí.
En aquel entonces, fueron todos llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en idiomas diferentes. El motivo
por el cual esto último ocurrió, fue para mostrar una señal a los no creyentes (Hchs. 2: 412). Esos judíos estaban
dando testimonio oral del único Dios en las diferentes lenguas que se hablaban entonces. Eso le dio pie a Pedro
para dar su discurso.
La multitud al oír el estruendo se reunió entorno a los discípulos con mucha curiosidad y sintiéndose confusos a
causa de lo que tenían delante, algunos exclamaban: “Mirad, ¿no son galileos todos estos que hablan? ¿Cómo,
pues, les oímos nosotros hablar cada uno en nuestra lengua en la que hemos nacido?”(Hchs. 2: 7, 8) Estaban
atónitos y perplejos (Hchs. 2: 11, 12), pero otros se burlaban diciendo que estaban llenos de vino dulce (gleikus, en
gr.) (v. 13).
Podemos entrever que los que se burlaban lo hacían porque veían a esos galileos hablando en lenguas
desconocidas para ellos y pensarían que estaban haciendo el loco, o estaban borrachos. Muy probablemente los
que se burlaban eran mayormente los habitantes de Jerusal én, eran judíos que no entendían los idiomas de los
jud íos frigios, egipcios, de Capadocia, Panfilia, etc.
Les oían hablar así sabiendo que eran galileos, y al estar llenos del Espíritu Santo, estaban llenos de Su presencia,
de su gozo y de alabanzas a Dios. Seguramente algunos de los discípulos levantarían sus manos limpias sin ira ni
contienda para bendecir al Dios del cielo (1 Ti. 2: 8). Todo ello les debió chocar. Siempre hay burladores que el
diablo envía cuando los hombres adoran al Dios del cielo para intentar desmerecer ese acto.
Curiosamente, muchos defensores del ya desaparecido “Toronto Blessing”, y de las supuestas manifestaciones
del “Espíritu” en forma de caídas por decenas y demás extravagancias, como las “borracheras en el espíritu”, han
citado estos versículos para intentar probar sus experiencias como genuinas, y para convencernos acerca de esos
fenómenos.
“El matrimonio Rodríguez de Bogotá (Colombia), es experto en el tema de ese espurio avivamiento”
Curiosamente, muchos defensores del ya desaparecido “Toronto Blessing”, y de las supuestas manifestaciones
del “Espíritu” en forma de caídas por decenas y demás extravagancias, como las “borracheras en el espíritu”, han
citado estos versículos para intentar probar sus experiencias como genuinas, y para convencernos acerca de esos
fenómenos.
“El matrimonio Rodríguez de Bogotá (Colombia), es experto en el tema de ese espurio avivamiento”
“En uno de los congresos de “avivamiento” de los Rodríguez. “¿Cristianos cayendo como moscas por el piso?
¿Hacían esto los primeros cristianos? ¿Hacían esto Jesús y sus discípulos? ¡No!”
No hay tiempo ni ocasión ahora para entrar en ese debate, pero lo cierto es que si analizamos bien de cerca estos
pasajes, nos damos cuenta de que absolutamente nada de esas cosas ocurrieron a los primeros disc ípulos
cuando descendi ó el Espíritu Santo con todo Su poder.
Todo lo que leemos es:
l a) Los discípulos de origen galileo hablaban en otros idiomas en ese momento (V. 6);
l b) Hablaban en esas lenguas las maravillas de Dios (V. 11).
l c)No se caían, ni estaban borrachos, tampoco “borrachos en el espíritu” como el mismo Pedro les aclaró (v.
15); ni hacían ruidos extraños con la boca, ni se contorsionaban.
l d) Mas bien seguían uno de los principios del amor: No hacían nada indebido (1 Co. 13: 5).
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3. La lluvia temprana
Pedro se levantó, y alzando la voz, se dirige a los “varones judíos, y todos los que habitan en Jerusalén”, y después
de aclararles que ninguno de los discípulos estaban ebrios(Hchs. 2: 14, 15), les cita al profeta Joel (Hchs. 2: 17 21).
Al citarles la profecía de Joel, acerca de lo cual estaremos viendo en un momento, les estaba intentando explicar lo
concerniente al suceso que reci én había acontecido, del cual habían sido testigos, directa o indirectamente
muchos, y que había sido tan prominente: La venida del Esp íritu Santo y Su poder.
Pero atención a esto, Pedro es conocedor de que esa profecía de Joel no tenía su cumplimiento completo en ese
momento. Si ponemos cuidado, nos damos cuenta de que esa profec ía es para el final de los tiempos actuales, ya
que al derramamiento del Esp íritu Santo le sigue inmediatamente el “Día del Señor”, que es el día de la ira de Dios
(por favor, véase Is. 13: 7, 9; Ez. 30: 30; Joel 1: 15; 2: 1; 2: 11; 3: 14; Am. 5: 18, 20; Abd. 15; Sof. 1: 7; Zac. 14: 1, 3; Mal.
4: 5; 1 Ts. 5: 2; 2 P. 3: 10).
El Día del Señor es el evento terrible que está para ocurrir en el contexto de la llamada Gran Tribulación que todavía
ha de llegar sobre este mundo imp ío (Ap.16, etc.). Entonces, ¿cómo entender todo esto?
Veamos, Pedro dice: “mas esto es lo dicho por el profeta Joel” (Hechos 2: 16). Pedro menciona la profecía de Joel
(2: 2832), como precumplimiento de la misma. Lo que Pedro se viene a referir en Hechos 2: 1621, no incluye todo
lo que fue profetizado por Joel (2: 2832). Esto se conoce como la ley de la referencia doble, en la cual una profecía
tiene su cumplimiento parcial en un momento dado, y un cumplimiento completo en otro momento, más tarde.
Como sabemos, de esa profecía sólo se cumpli ó la primera parte, a saber: “Y en los postreros días, dice Dios,
derramaré de mi Espíritu sobre toda carne, y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán; vuestros jóvenes verán
visiones, y vuestros ancianos soñarán sueños; y de cierto sobre mis siervos y sobre mis siervas en aquellos días
derramaré de mi Espíritu, y profetizarán” (Hechos 2: 17, 18)
El resto de la profecía no se cumpli ó en los días de Pedro, y todavía no se ha cumplido; a saber: “Y daré prodigios
arriba en el cielo, y señales abajo en la tierra, sangre y fuego y vapor de humo; el sol se convertirá en tinieblas, y la
Como sabemos, de esa profecía sólo se cumpli ó la primera parte, a saber: “Y en los postreros días, dice Dios,
derramaré de mi Espíritu sobre toda carne, y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán; vuestros jóvenes verán
visiones, y vuestros ancianos soñarán sueños; y de cierto sobre mis siervos y sobre mis siervas en aquellos días
derramaré de mi Espíritu, y profetizarán” (Hechos 2: 17, 18)
El resto de la profecía no se cumpli ó en los días de Pedro, y todavía no se ha cumplido; a saber: “Y daré prodigios
arriba en el cielo, y señales abajo en la tierra, sangre y fuego y vapor de humo; el sol se convertirá en tinieblas, y la
luna en sangre, antes que venga el día del Señor, grande y manifiesto” (Hechos 2: 19, 20)
El cumplimiento a cabalidad de esa profecía de Joel, como ya adelantamos, vendrá a ser en los días de la Gran
Tribulación, y continuará hasta el final de la misma, ya que los datos que aporta acerca del sol convirtiéndose en
tinieblas, y la luna en sangre, son justamente previos a la venida en gloria del Mesías.
“El sol convertido en tinieblas y la luna en sangre son señales que todavía no se han producido”
Para los judíos, y en Israel
Así como Pedro se está dirigiendo a los israelitas, también el cumplimiento total de la profecía de Joel será para
Israel, y en su tierra.
Si prestamos atenci ón, toda la profecía, en su cumplimiento completo, se realizará de una sola vez, y nos da
ubicación precisa en cuanto al tiempo y al lugar. Veremos en un instante que ya estamos cerca del tiempo del
cumplimiento a cabalidad de esa profec ía: Joel 3: 1, 2, “Porque he aquí que en aquellos días, y en aquel tiempo en
que haré volver la cautividad de Judá y de Jerusalén…”
Desde mayo del año 1948, Israel existe de nuevo como nación, cumpliéndose las palabras del profeta Isaías:
“¿Concebirá la tierra en un día? ¿Nacerá una nación de una vez?...” (66: 8)
En un solo día se reestableció la nación de Israel. Desde aquel momento, empez ó la cuenta atrás. El profeta Joel
dijo que Dios reunirá a todas las naciones y las hará descender al valle de Josafat (Joel 3: 2). Ese será el lugar
donde tendrá lugar la batalla de Armaged ón (Ap. 16: 14, 16)
Podemos a ñadir que aquellos discípulos en el día de Pentecostés, experimentaron la mitad de lo que va a ocurrir
por el Espíritu al final del periodo de la Tribulaci ón, cuando la nación de Israel sea verdaderamente convertida y
avivada (Ro. 11: 26, 27). Ellos experimentaron la lluvia temprana; el Israel de Dios del final de los d ías de la
Angustia para Jacob, experimentarán las lluvias temprana y tardía al mismo tiempo.
Eso resultará en una gran cosecha en cantidad de personas y manifestaciones espirituales que serán otorgadas a
las gentes de todas las edades, ambos hombres y mujeres.
“Y luego todo Israel será salvo…” (Ro. 11: 26)
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4. La lluvia tardía
Joel 2: 2832 “Y después de esto derramaré mi Espíritu sobre toda carne, y profetizarán vuestros hijos y vuestras
hijas; vuestros ancianos soñarán sueños, y vuestros jóvenes verán visiones. Y también sobre los siervos y sobre las
siervas derramaré mi Espíritu en aquellos días. Y daré prodigios en el cielo y en la tierra, sangre, y fuego, y
columnas de humo. El sol se convertirá en tinieblas, y la luna en sangre, antes que venga el día grande y espantoso
de Jehová. Y todo aquel que invocare el nombre de Jehová será salvo;, porque en el monte de Sion y en Jerusalén
habrá salvación, como ha dicho Jehová, y entre el remanente al cual él habrá llamado ”
Insisto, si bien esta profecía de Joel 2: 2832 que Pedro citó tuvo su precumplimiento en el nacimiento de la Iglesia
(judía, por cierto en un principio) a modo de lluvia primera, tendrá su cumplimiento cabal y completo para Israel en
los días previos a la venida en gloria del Señor.
hijas; vuestros ancianos soñarán sueños, y vuestros jóvenes verán visiones. Y también sobre los siervos y sobre las
siervas derramaré mi Espíritu en aquellos días. Y daré prodigios en el cielo y en la tierra, sangre, y fuego, y
columnas de humo. El sol se convertirá en tinieblas, y la luna en sangre, antes que venga el día grande y espantoso
de Jehová. Y todo aquel que invocare el nombre de Jehová será salvo;, porque en el monte de Sion y en Jerusalén
habrá salvación, como ha dicho Jehová, y entre el remanente al cual él habrá llamado ”
Insisto, si bien esta profecía de Joel 2: 2832 que Pedro citó tuvo su precumplimiento en el nacimiento de la Iglesia
(judía, por cierto en un principio) a modo de lluvia primera, tendrá su cumplimiento cabal y completo para Israel en
los días previos a la venida en gloria del Señor.
En esos días – digo Israel tendrá la lluvia primera y la tardía al mismo tiempo, cumpliéndose as í lo dicho por el
profeta Joel: “Vosotros también, hijos de Sion, alegraos y gozaos en Jehová, vuestro Dios; porque os ha dado la
primera lluvia a su tiempo, y hará descender sobre vosotros lluvia temprana y tardía, como al principio” (Joel 2: 23)
“Y conoceremos, y proseguiremos en conocer a Jehová; como el alba está dispuesta su salida, y vendrá a nosotros
como la lluvia, como la lluvia tardía y temprana a la tierra” (Oseas 6: 3)
Si prestamos la debida atención, esas profecías no van dirigidas a la Iglesia, sino a Israel. Es un error seguir los
postulados de la “teología del Reemplazo ”, aquella que asegura que todo lo bueno concerniente a Israel, ahora es
para la Iglesia. Dios prometió cosas a Israel que no prometió a la Iglesia. Dios va a ocuparse de Israel, durante los
últimos siete años que quedan por cumplirse de aquellas setenta semanas de años (490 años) (ver con
detenimiento Dn. 9: 24 27), y esto ocurrirá una vez la Iglesia verdadera haya sido sacada de este planeta, y llevada
a los cielos.
Por lo tanto, el “gran Avivamiento” que muchos esperan que vaya a producirse de un momento a otro, b íblicamente:
1. No es para este tiempo (antes de la Tribulación).
2. Es para Israel, y desde Israel, al final de la Gran Tribulación, y cuando ocurra, se cumplirán las palabras de
Zacarías 12: 10, 11
“Pero sobre la casa de David y los habitantes de Jerusalén derramaré un espíritu de gracia y de oración.
Mirarán hacia Mí, a quien traspasaron, y llorarán como se llora por el hijo unigénito, y se afligirán por él como
quien se aflige por el primogénito. En aquel día habrá gran llanto en Jerusalén, como el llanto de Hadadrimón en
el valle de Meguido”.
En ese día, muchos judíos reconocerán al verdadero Mesías, despu és de darse cuenta de que no lo es el Anticristo
(que previamente se hará pasar por el Mesías). En ese día, todo Israel será salvo (Romanos 11: 26, 27).
Las lluvias temprana y tardía, y el verano
Existen dos épocas de lluvias sobre Israel; la primavera y el otoño. En la primavera, por las lluvias de abril y mayo,
se recoge el grano. Luego en el otoño, en septiembre y octubre, por las lluvias, se recogen los frutos.
Así pues, a la primera lluvia se le llama la lluvia temprana, y a la segunda se le llama la lluvia tardía (Joel 2: 23).
Entre medio de ambos periodos est á el verano.
En Israel no llueve en verano. Tanto es así en lo natural, como se corresponde en lo espiritual. La primera lluvia
cayó en aquel bendito día de Pentecostés. Cayó sobre los creyentes en el Mesías Jesucristo, los cuales eran
israelitas. Al poco el Evangelio fue creído por los gentiles, y paulatinamente Israel fue relegado; apartado
moment áneamente por Dios. Entró en su verano espiritual, cuando no llueve.
Ahora ya viene el momento cuando Israel va a recibir lluvia por partida doble, la temprana y la tard ía al mismo
tiempo. Se cumplirá espiritualmente tambi én lo dicho por el profeta Joel: “… y hará descender sobre vosotros lluvia
temprana y tardía como al principio. Las eras se llenarán de trigo, y los lagares rebosarán de vino y aceite. Y os
restituiré los años que comió la oruga, el saltón, el revoltón y la langosta, mi gran ejército que envié contra
vosotros” (Joel 2: 24, 25)
Israel, el reloj de Dios
Israel es definitivamente el reloj para las naciones. Ese reloj todavía está parado en cuanto a Israel espiritualmente
hablando. Todavía estamos en el tiempo conocido como el de los gentiles (Lc. 21: 24), y se corresponde con el
verano seco de Israel. Este ha sido el tiempo de la Iglesia, y el tiempo de muy escasa lluvia para Israel hasta la
fecha.
Muchos judíos fueron salvos cuando vino la lluvia primera (Hchs. 2 etc.), al comienzo de la Iglesia, pero así como
Dios ha prometido que sobre Israel vendrá la lluvia temprana y la tardía al mismo tiempo, sobre esa bendita naci ón
vendrá el Gran Avivamiento, el único del que la Biblia hace menci ón explícita para antes de la venida gloriosa de
Cristo el Rey. Leemos en Romanos 11: 25, 26 “Porque no quiero, hermanos, que ignoréis este misterio, para que
no seáis arrogantes en cuanto a vosotros mismos: que ha acontecido a Israel endurecimiento en parte, hasta que
haya entrado la plenitud de los gentiles; y luego todo Israel será salvo…”
La lluvia tardía será tan abundante sobre Israel, que será como la lluvia de las dos estaciones mencionadas
juntas.
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Recapitulando
Tal y como dice Joel, y luego Pedro, Dios va a derramar de Su Espíritu sobre toda carne (Joel 2: 28; Hchs. 2: 17). Lo
hizo como precumplimiento de esa profecía el día de Pentecostés, ¿sobre qui én? Insistimos en esto porque es
menester que lo entendamos bien.
Esa primera lluvia, es decir, el poder del Espíritu Santo cayendo, fue sobre la casa de David y sobre los moradores
de Jerusalén. Zacarías 12: 10, dice; “Y derramaré sobre la casa de David y sobre los moradores de Jerusalén,
Espíritu de gracia y de oración…”. Ese es el Espíritu Santo.
Ahora bien, ¿a quién se dirige Pedro con los once en su discurso? (Hchs. 2: 14); se dirige a los varones jud íos, es
decir, la casa de David, y a los moradores de Jerusalén (Hchs. 2: 14) Esa lluvia temprana vino sobre Jerusal én a
los que estaban all í, bien porque moraban all í, bien porque estaban de paso a causa de la fiesta de Pentecost és.
Pero ese sólo fue el precumplimiento de esa profecía joeliana, no lo olvidemos.
¿Cuándo se cumplir á a cabalidad la profecía completa de Joel, y sobre quién? El derramamiento del Espíritu Santo,
como verdadera lluvia temprana y tardía, se producirá al final de la Gran Tribulación, en los días del sexto sello,
cuando se produzcan señales muy especiales en la tierra, el sol se ponga negro, y la luna se vuelva toda de
sangre, y sobre Israel (Ap. 7: 48). Leámoslo:
Ahora bien, ¿a quién se dirige Pedro con los once en su discurso? (Hchs. 2: 14); se dirige a los varones jud íos, es
decir, la casa de David, y a los moradores de Jerusalén (Hchs. 2: 14) Esa lluvia temprana vino sobre Jerusal én a
los que estaban all í, bien porque moraban all í, bien porque estaban de paso a causa de la fiesta de Pentecost és.
Pero ese sólo fue el precumplimiento de esa profecía joeliana, no lo olvidemos.
¿Cuándo se cumplir á a cabalidad la profecía completa de Joel, y sobre quién? El derramamiento del Espíritu Santo,
como verdadera lluvia temprana y tardía, se producirá al final de la Gran Tribulación, en los días del sexto sello,
cuando se produzcan señales muy especiales en la tierra, el sol se ponga negro, y la luna se vuelva toda de
sangre, y sobre Israel (Ap. 7: 48). Leámoslo:
“Miré cuando abrió el sexto sello, y he aquí hubo un gran terremoto; y el sol se puso negro como tela de cilicio, y la
luna se volvió toda como sangre”(Ap. 6: 12)
Compararlo ahora con Hchs. 2: 19, 20 o Joel 2: 3032 “Y daré prodigios arriba en el cielo, y señales abajo en la
tierra, sangre y fuego y vapor de humo; el sol se convertirá en tinieblas , y la luna en sangre, antes que venga el día
del Señor, grande y manifiesto”.
Todo esto acontecerá justo antes de la venida gloriosa del Señor a este mundo imp ío; y será terrible para todos sus
enemigos (Ap. 19: 1121).
Esa lluvia temprana y tardía, caerá esta segunda y definitiva vez también sobre la casa de David y sobre los
moradores de Jerusalén, cumpliéndose as í a cabalidad la profecía de Zacarías “Y derramaré sobre la casa de
David, y sobre los moradores de Jerusalén, espíritu de gracia y de oración; y mirarán a mí, a quien traspasaron, y
llorarán como se llora por hijo unigénito, afligiéndose por él como quien se aflige por el primogénito. En aquel día
habrá gran llanto en Jerusalén…” (Zacarías 12: 10, 11)
En aquel tiempo también se cumplirá a cabalidad la última parte de la profecía de Joel: “Y todo aquel que invocare
el nombre de Jehová será salvo; porque en el monte de Sion y en Jerusalén habrá salvación, como ha dicho
Jehová, y entre el remanente al cual él habrá llamado ” (Joel 2: 32) Ese remanente será básicamente de la gente de
Israel (Hchs. 2: 17, 18). Esto también nos habla de una muy poderosa palabra del Evangelio hacia los gentiles, y su
resultado en ese tiempo (ver Ap. 7: 9ss).
“Mapa de la Jerusalén del siglo primero”
De los judíos a los gentiles
Así como cuando cayó la lluvia temprana aquel día de Pentecostés, poco más tarde también alcanzó a los gentiles
(Hchs. 10) formándose la Iglesia en su totalidad, es decir, compuesta por judíos y en ese momento por gentiles,
también eso ocurrirá cuando caiga la lluvia temprana y tardía al mismo tiempo durante la Tribulaci ón. Pero antes,
hagamos una reflexión sobre todo esto:
Claramente la Escritura nos enseña que nosotros, los creyentes de origen gentil, vamos a remolque de los jud íos
creyentes; estamos unidos, o injertados en ellos. Eso no ha cambiado.
Así como la bendición del Cielo por la persona del Espíritu Santo vino sobre la casa de David y los moradores de
Jerusalén, es decir, los judíos, y luego pasó a los gentiles, de la misma manera, cuando el seco verano acabe para
Israel y vuelvan las lluvias otoñales, que serán de enorme intensidad, también salpicarán en gran manera a los
gentiles que Dios llame para s í en ese tiempo, llegando la salvación:
l I) A aquellas ovejas, todavía vivas sobre la tierra, de entre las naciones gentiles (ethnos), cuando vuelva el
Señor y las ponga a su derecha (ver Mt. 25: 3146)
l II) A aquella multitud que Juan ve; “la multitud vestida de ropas blancas, la cual nadie podía contar, de todas
naciones y tribus y pueblos y lenguas, que estaban delante del trono y en la presencia del Cordero” (Ap. 7: 9
17).
Nos dice la Palabra que “son los que han salido de la gran tribulación, y han lavado sus ropas, y las han
emblanquecido en la sangre del Cordero” (Ap. 7: 14). Aunque mueren, van al cielo.
Estos son el resultado indirecto del efecto de la suma de las lluvias temprana y tardía sobre Israel (Joel 2: 23b; 28
32).
Ese ser á el “gran Avivamiento”, el cual muchos, equivocadamente, esperan para ahora, como antesala del
equivocado e inexistente “establecimiento ” del Reino por parte de la Iglesia.
Por lo tanto, ese “Avivamiento” o mejor, despertar espiritual y conversi ón al Mesías Cristo, el único del que habla la
Biblia como tal, no tendr á lugar en este tiempo actual, sino en el tiempo de la Tribulación, y al final de la misma, y
estará centrado en Israel.
32).
Ese ser á el “gran Avivamiento”, el cual muchos, equivocadamente, esperan para ahora, como antesala del
equivocado e inexistente “establecimiento ” del Reino por parte de la Iglesia.
Por lo tanto, ese “Avivamiento” o mejor, despertar espiritual y conversi ón al Mesías Cristo, el único del que habla la
Biblia como tal, no tendr á lugar en este tiempo actual, sino en el tiempo de la Tribulación, y al final de la misma, y
estará centrado en Israel.
Importante: Nótese también que ese aludido “Avivamiento” significará que por volverse al Mesías Jesucristo
recibiendo Su salvación, muchos, si no la mayor ía, darán su vida en martirio a causa de su fe (Ap. 20: 4). Por lo
tanto, no debería entenderse tal avivamiento como muchos lo entienden hoy en día, que ha de ser un evento que va
a transformar la sociedad, destruyendo al Anticristo y a su sistema. Eso sólo ocurrirá con la venida gloriosa del
Mesías desde los cielos, y el consiguiente establecimiento de Su Reino Milenial o Mesi ánico (Ap. 19: 1121; 20: 16)
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5. El ejército de Joel
Leemos en el libro de Joel: “Proclamad esto entre las naciones, proclamad guerra, despertad a los valientes,
acérquense, vengan todos los hombres de guerra. Forjad espadas de vuestros azadones, lanzas de vuestras hoces;
diga el débil: Fuerte soy. Juntaos y venid, naciones todas de alrededor, y congregaos; haz venir allí, oh Jehová, a tus
fuertes. Despiértense las naciones, y suban al valle de Josafat; porque allí me sentaré para juzgar a todas las
naciones de alrededor” (Joel 3: 912)
En muchas congregaciones se cantan coros de alabanza utilizando estos versículos. Uno de ellos se llama
“Clamor de guerra”, y dice “Despertad a los valientes, despertad a los valientes y vengan los hombres de guerra ” etc.
Nosotros mismos en nuestra congregación hemos cantado ese coro muchas veces, y otros por el estilo, basados
en ese pasaje de Joel, hasta que nos dimos cuenta de que era un error tal y como estaba planteado el corito.
Era un error porque la profecía aludida de Joel, no está hablando de lucha espiritual, es decir, contra las huestes
del diablo realmente (Ef. 6: 12), sino de otra cosa. Si nos fijamos, esos “valientes”que han de ser despertados son
el enemigo de Dios, las fuerzas del Anticristo que intentarán destruir definitivamente a los judíos, y son el enemigo
que será destruido ¡por el mismo Se ñor en el Armagedón!
La letra de ese coro, invariablemente está inspirada en la “teología del Dominio ”. Incluso existe un movimiento
carism áticoneopentecostal llamado en ingl és “Joel´s Army” (el ejército de Joel) *, que sacando de su contexto la
profecía mencionada de Joel, cual es, que ese ejército será erigido para destruir Israel, nos quiere hacer creer que
ese ejército es el compuesto por hombres de Dios, supuestos grandes ap óstoles y profetas, que harán
impresionantes se ñales y maravillas, destruyendo a los enemigos de Dios, con la finalidad de establecer el Reino
en la tierra.
¡Nada de eso último es, sino todo lo contrario!
“(* Joel´s Army, también llamado “Manifest Sons of God”, es el movimiento dominionista que ense ña que en los
últimos tiempos se levantará una nueva generación de cristianos, encabezada por líderes impresionantes, que
tendrán un poder sobrenatural con el cual sojuzgarán la tierra)”
Están equivocados en cuanto al texto y al contexto. Ese ejército no estará compuesto por “cristianos invencibles ” (la
Iglesia ya hará tiempo que habrá sido arrebatada), sino que, contrariamente, serán las hordas del Anticristo, que en
ese tiempo marchar án contra los judíos que se esforzarán en el Mesías Jesucristo, que recién estarán
descubriendo y aceptando para sí (Zac. 12: 8, 10; 13: 1; Ro. 11: 26, 27).
Por lo tanto, no es para este tiempo, sino que su actuación será en el contexto de la guerra del Armagedón (Zac. 12:
9; Joel 3: 1215; Dn. 2: 44; 9: 27; 7: 26, 27; Ap. 16: 13, 14, 16; 19: 1121, etc.), la última y más devastadora de las
guerras, la cual algunos la llaman la Tercera Guerra Mundial.
Nótese que esa profecía de Joel (3: 912), es un llamamiento a las naciones para que se congreguen en Har
Meggido con el fin de ser destruidas por el mismo Señor en su venida. Lo leemos as í en Zacarías 12: 9, según su
contexto: “En aquel día yo procuraré destruir a todas las naciones que vengan contra Jerusalén”
Esa es una de las acepciones principales del llamado “Día del Señor” (Am. 5: 1820).
El profeta Amós exclama: “¿No será el día de Jehová tinieblas y no luz; oscuridad, que no tiene resplandor?”. Y
ahora compárese con Joel 2: 10, 11;
“Delante de Él temblará la tierra, se estremecerán los cielos; el sol y la luna se oscurecerán, y las estrellas retraerán
su resplandor. Y Jehová dará su orden delante de su ejército; porque muy grande es su campamento; fuerte es el
que ejecuta su orden; porque grande es el día de Jehová, y muy terrible; ¿quién podrá soportarlo?”
Hermanos, no nos dejemos engañar. Como miembros del cuerpo de Cristo, nuestra ciudadan ía y esperanza no
está en la tierra; está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo (Fil. 3: 20) para
así estar siempre con el Señor (1 Ts. 4: 17b)
La salvación a los judíos
Así que, habrá un cumplimiento final de esta profecía de Joel 2: 32, la cual dice: “… en el monte de Sion y en
Hermanos, no nos dejemos engañar. Como miembros del cuerpo de Cristo, nuestra ciudadan ía y esperanza no
está en la tierra; está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo (Fil. 3: 20) para
así estar siempre con el Señor (1 Ts. 4: 17b)
La salvación a los judíos
Así que, habrá un cumplimiento final de esta profecía de Joel 2: 32, la cual dice: “… en el monte de Sion y en
Jerusalén habrá salvación, como ha dicho Jehová, y entre el remanente al cual él habrá llamado ”. Como vemos,
tendrá lugar en Jerusalén, y para los judíos, que serán salvados de este ejército de destrucción que marchará por
la tierra de Israel. Será la manera de Dios para quebrantarles y llevarles al arrepentimiento.
Así pues, ese “ejército de Joel” no es de Dios sino del diablo, para intentar destruir la nación de Israel al final de los
días (Joel 3: 915), pero será destruido por el propio Señor en su venida gloriosa, y la Iglesia glorificada con Él.
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6. Concluyendo
Los santos durmientes
Hablando de coros de alabanza, todos conocemos el célebre “O, when the saints come marchin’in”. Ese era un coro
que hablaba del Arrebatamiento de los santos, de la bendita esperanza de la llegada de Cristo a por Su amada
Iglesia. En estos días apenas encontramos ese tipo de mensaje en las alabanzas.
Entre otros muchos, oímos otro tipo de mensaje a través de los coros: “Marchando sobre la tierra para
conquistarla”. Todo se reduce a esta tierra, que a modo de “ejército sobrenatural triunfante e invencible
destruiremos a nuestros enemigos y a todos los opositores al Reino ”.
Según los maestros dominionistas, las naciones y los gobiernos se someterán a la Iglesia, así como los reyes y
príncipes, y la paz y el bien serán establecidos en este mundo.
En vez de tener la meta de esperar la venida de Cristo, ahora la meta es establecer el Reino, sin el Rey presente.
¡Que gran engaño y trampa existen detrás de esa seductora filosofía!
Pero pensemos esto bien, sin una tribulación pendiente de producirse, no hay necesidad de estar vigilantes; si
no hay apostasía, no hay necesidad de discernir el engaño, ni preocuparse por el error, sólo esperar la
“bendición”. Y así, a modo del “flautista de Hamelín”, muchos cristianos ingenuos y enga ñados corren un tremendo
peligro actualmente, porque est án poniendo su mira en las cosas de esta tierra, y no en las cosas de arriba (Col. 3:
2); están preocupados en ver cómo transformar este mundo y gobernarlo “para Cristo”, en vez de realmente
considerar y vivir en este mundo como extranjeros (He. 11: 9, 10), como ciudadanos del Cielo (Fil. 3: 20), esperando
el retorno del Amado a por Su amada.
Les recomiendo que lean el artículo de mi amigo el Dr. Antonio Bolainez “Avivamiento o Apostasía 1ª. y 2ª Partes”
www.bolainez.org que nos ayudará a entender mejor lo explicado aquí.
Dios les bendiga
© Miguel Rosell Carrillo, pastor de Centro Rey, Madrid, España
Marzo 2006 /Revisado Agosto 2009
Fin