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DE LA VIRGEN MARÍA
AL PADRE GOBBI
SOBRE ESTOS ÚLTIMOS TIEMPOS
INDICE GENERAL
Orgullo y soberbia de querer construir un mundo sin Dios. Peor que antes del
Diluvio y de Sodoma y Gomorra
Llamada a la conversión rechazada y con aumento de la perversidad Purificación
necesaria para el comienzo de una era nueva
Advertencias no escuchadas
Dificultades para la difusión de los mensajes divinos Postergado pero irreversible
No tener miedo, al contrario, ¡estar alegres!
Vista la claridad con que las revelaciones habla- ban por sí mismas y sin
necesidad de comentarios o ampliaciones humanas, se optó por preparar un
marco titular a toda la obra de ordenamiento de los mensajes del cielo. Son
tan claros, completos y comprensibles las revelaciones y mensajes de Jesús,
de la Virgen María y de la Biblia que lo mejor para quien hace este tipo de
trabajo pare- ce ser hacerse a un lado y dejar que todos ellos obren por su
cuenta.
Se reducen a un mínimo del total de estas páginas los complementos por parte
del compilador que se disponen en algunos anexos. La obra es, por tanto, una
compilación de profecías hechas a miembros de la Iglesia católica en estos
2000 años a lo ancho de todo el globo, presentadas temáticamente. Viene a
ser como una cátedra sobre los últimos tiempos dada por Jesús y por María,
con la respectiva concordancia bíblica.
Para facilitar su lectura y estudio la obra está dividida en doce libros cuyos
índices vemos más adelante.
Es verdad que frecuentemente las profecías aluden a las tribulaciones por las
que pasará la humanidad como consecuencia del grave y culpable alejamiento
de Dios, de sus mandamientos, de la desatención a las advertencias y de haber
seguido su loco camino hacia el abismo. Pero todo esto, siendo verdad, resulta
ser verdad a medias, y carente de la debida perspectiva puede conducir al
error. Quien observa la gran cantidad de advertencias y de mensajes
proféticos que el cielo ha regalado capta en primer lugar que todo constituye
un llamado a la conversión, así como un más amplio panorama de mensajes.
Atender tan solo a un aspecto de las profecías —de origen católico—, aquel
de “malas noticias” puede inducir al pesimismo, al fatalismo y a algo aún
peor: la desesperanza, todo lo contrario de la intención del Autor de todo
cuanto con- tienen estos mensajes. Como todo Evangelio, el que este mundo
profético contiene es una “Buena Nueva”.
EL MENSAJE ESPERANZADOR
Los mensajes “positivos” y esperanzadores que el Cielo ha dado a través de
revelaciones privadas exceden con creces los negativos. Considérense dos
como ejemplo: cuando hay una tormenta o una larga noche oscura el hombre
se puede mantener firme bajo la seguridad del fin del mal tiempo: finalmente
debe amainar la tormenta o llegar la claridad del amanecer. Así ocurre a quien
estudia cuanto está anunciado. Los mensajes proféticos, tanto los de las
Sagradas Escrituras como los recibidos por distintas personas después del
siglo primero, describen un futuro maravilloso tras la purificación necesaria,
futuro del que podrán gozar en vida los que sean preservados para él por el
poder de Dios. Un conocimiento sin duda esperanzador para quienes vivimos
estos tiempos turbulentos.
De otro lado, en toda situación difícil por la que pasa el hombre bien sea un
peligro físico, bien sea uno espiritual, bien sea de ambos, necesita saber cómo
salir bien de ella. Los mensajes que el Cielo ha enviado ofrecen una guía muy
específica para enfrentar las tribulaciones y pasar airosamente las pruebas. El
conocimiento y la aceptación de ellos trae consigo paz, pues se consolida la
con- fianza en el poder de Dios, que todo lo sabe, todo lo puede, todo lo
dispone para el bien de los fieles. Dios, Padre de Misericordia, ha dispuesto
las armas y las armaduras para sobre- vivir dignamente a las dificultades de
los últimos tiempos anuncia- dos y para “pasar” con los nuestros al reinado de
paz y de amor que Él tiene dispuesto.
Por lo demás, muchas preguntas surgen cuando se busca por estos caminos el
sentido del período que ya se vive, tanto en la Iglesia como en el mundo. Por
ejemplo:
¿Puede un católico respetuoso del Magisterio de la Iglesia creer en las profecías
privadas?
Las profecías bíblicas, ¿no son simples figuras y géneros literarios?
¿La creencia en el milenarismo (la época de paz) no está prohibida por la
Iglesia?
¿Cómo puede un Dios misericordioso permitir tantas tribulaciones?
Si Dios quiere la conversión por amor y no por miedo ¿por qué parece
asustarnos con advertencias de situaciones difíciles?
¿Qué tan cerca estamos del final de los tiempos?
¿Cuál es la diferencia entre el fin de los tiempos y el fin del mundo? ¿Cuál es su
relación?
¿Por qué tiene tanta importancia la Vir- gen María en estos últimos tiempos?
¿Es real la crisis profetizada para la Iglesia Católica para los últimos tiempos?
¿No será el Anticristo una figura literaria bíblica más que una persona histórica
concreta?
¿Deben divulgarse las advertencias y los mensajes proféticos? ¿Quién debe
hacerlo y cómo?
Nadie podría decir con sensatez que toda esta expresión profética —que cubre
los cinco continentes durante dos mil años— sea in- formación sin sentido o
una gran patraña o conspiración para desorientar a los hombres, creyentes o
no, para alejarlos de la verdad proclamada por la Iglesia, cuando
evidentemente se puede deducir lo contrario. Unas cuantas y supuestas
apariciones de la Virgen a presuntos videntes, cercanos geográficamente y
en el tiempo, podrían ser consideradas como histeria o sugestión colectiva.
Pero un conjunto tan grande de fenómenos, tan esparcido en el tiempo y en
la geografía mundial, no puede ser descalificado a la ligera con una acusación
semejante: el asunto adquiere otro cariz y exige otra respuesta.
DEDICATORIA
A los Cardenales, Obispos, Sacerdotes, teólogos, estudiosos del tema y
servidores de grupos de oración y de comunidades a quienes corresponde
discernir los signos de los tiempos y orientar el caminar del pueblo de Dios en
esta turbulenta época de la historia.
DECLARACIÓN
Amparado por el decreto del 15 de Noviembre de 1966 publicado en el “Acta
Apostolicae Sedis” el 29 de diciembre de 1966 (Volumen 58, número 16) este
libro se publica sin necesidad de Censura Eclesiástica. Este decreto se basa en
la derogación que hizo el Papa Pablo VI de los cánones
1.399 y 2.318 del Derecho Canónico que exigían esta censura cuando se
escribiera sobre temas referentes a nuevas apariciones y manifestaciones
Divinas en lo que conocemos como revelación privada.
De otro lado, de acuerdo con el decreto del Papa Urbano VIII al respecto,
declaro que de ninguna revelación privada consignada en este documento
afirmo su origen sobre- natural, y al respecto me atengo al juicio de la
Autoridad Superior Competente. No pretendo, por lo tanto, adelantarme al
juicio definitivo de la Jerarquía Eclesiástica y me someto incondicionalmente
al dictamen final y oficial de este Magisterio
TRILOGÍA DE LA ESPERANZA
Necesitamos urgentemente de esperanza para seguir luchando en la vida, tanto
a nivel humano como a nivel espiritual. En el primer libro La maravillosa
época de paz y amor que se aproxima las revelaciones nos dan la esperanza
cierta de un cielo nuevo y la tierra nueva prometidos luego de esta
purificación. Su cercanía, y su disfrute con los nuestros debe llenarnos de
alegría. En el segundo libro ¿Puede un católico, respetuosos del magisterio
de la Iglesia creer en las profecías bíblicas y privadas? no solo
encontramos respuesta afirmativa a la pregunta, sino la explicación de cómo sí
es lícito de acuerdo con el magisterio creer en un milenio esplendoroso dentro
de la próxima historia de la humanidad. En el tercer libro Revelaciones sobre
la vida después de la vida puede verse la diferencia entre el fin de los
tiempos y el fin del mundo; con ese conocimiento puede renovarse la virtud
teologal de la Esperanza por cuanto se recuerda el Cielo prometido a quienes
acepten la invitación de Dios a compartir su felicidad eterna.
TRILOGÍA DE LA FE
El cuarto libro ¿Como puede un Dios misericordioso permitir tantas
tribulaciones a sus criaturas? puede ayudar a mantener la fe pues ayuda a
comprender cómo esta purificación es permitida —no causada— por Dios
como una expresión de su misericordia, aunque también de su justicia; que Él
no permite o quiere nada que no sea bueno para sus hijos, y si lo permite será
para la salvación de un mayor número de almas, para la gloria de su nombre.
El quinto libro Un gran plan de Dios para la salvación y renovación de
este mundo en crisis ayuda a tomar conciencia de cómo esta etapa de la
historia estaba prevista dentro del plan de Dios para la salvación de la
humanidad, para la segura victoria de la Virgen María y de su linaje sobre
Satanás y sus huestes en la gran batalla final profetizada en el libro del
Génesis (Gen 3, 14-15) y en el del Apocalipsis (Ap. 13, 1-3, 13), base para la
renovación del mundo.
TRILOGÍA DE LA CARIDAD
Los libros octavo La crisis global propicia para el surgimiento de un
Nuevo orden mundial y de una Iglesia ecuménica universal, noveno El
cercano y corto reinado del Anticristo profetizado y décimo La gran
tribulación final antes de la renovación del mundo ofrecen una relación
secuencial de los eventos históricos advertidos por el Cielo para los próximos
años previos a la renovación del mundo. Es la descripción de los duros
hechos que han de ocurrir, usualmente son los más divulgados y su
aceptación es la más difícil. Como dijimos, ellos solos, sin aquello que los
dota del sentido querido por Dios en su plan de salvación, pueden traer mucho
desasosiego. Dios nos da esta información con el propósito de conocer con
anticipación los eventos para entender- los y poderlos manejar
apropiadamente según sus instrucciones. No da Dios sus dones para nuestra
intranquilidad, sino para nuestro bien. Lo nuestro es la correspondencia.
Llamamos a esta trilogía de la Caridad, para hacer ver que esto entra en los
planes misericordiosos de Dios y que durante este período va a ser necesaria
en la Iglesia remanen- te un despliegue especial del amor fraterno tendiente al
apoyo mutuo para pasar la dura prueba a la que vamos a estar sometidos.
TRILOGÍA APOSTÓ LICA
El séptimo libro La profetizada crisis en la iglesia católica y su renovación
está situada dentro de la secuencia anterior de la trilogía de los eventos de las
tribulaciones. Se hace así para mostrar la relación causa - efecto entre esta
descripción de la Gran apostasía profetizada, las tribulaciones y la aparición
del Anticristo (1 Tes 2, 3-4). Son también mensajes de difícil aceptación,
quizás por el amor hacia nuestra Santa Madre Iglesia, y aun así es un canto
a la esperanza pues se cumplirá la promesa del Señor acerca del que “las
puertas del Infierno no prevalecerán contra ella”. La prueba por la que va a
pasar el cuerpo místico de Cristo, a semejanza de la que pasó Jesús, su
Cabeza, tiene un propósito, y, como Él, resucitará hermosamente renovad.
Este ejemplo nos permite también mostrar la seriedad del tema y rebatir
ataques simplistas que descalifican a las personas que creemos en estos
planteamientos, y que nos tildan de ignorantes, fanáticos y des- obedientes a
la Jerarquía cuando los divulgamos.
MENSAJES DE LA VIRGEN MARÍA AL PADRE
GOBBI SOBRE ESTOS Ú LTIMOS TIEMPOS
1 Sobre este tema se transcriben 72 mensajes dados por la Virgen durante los 25 años de las revelaciones y algunas
citas bíblicas en concordancia. El libro No 1 de la serie “La Maravillosa época de paz y amor que se aproxima”
amplía el tema con las revelaciones hechas a los otros 200 videntes del estudio, durante 2000 años en los cinco
continentes.
3 El libro No 6 “Instrucciones del cielo para protegernos durante las tribulaciones de estos últimos tiempos” de la
serie, amplía estos 92 mensajes transcritos con los dados a los otros videntes alrededor del mundo sobre este tema,
estudiados.
UN MENSAJE DE ESPERANZA PARA ESTOS TIEMPOS
TURBULENTOS
Así pues, en esta noche, terminan los mensajes públicos, que desde hace vein-
ticinco años os he dado: ahora debéis meditarlos, vivirlos y ponerlos en práctica.
Entonces las palabras que he hecho des- cender de mi corazón Inmaculado, como
gotas de rocío celestial sobre el desierto de vuestra vida insidiada, producirán fru- tos
de gracia y de santidad.
Esto sucederá en el máximo triunfo de Jesús, que traerá al mundo su Reino glo-
rioso de amor, de justicia y de paz, y hará todas las cosas nuevas.
Abrid los corazones a la esperanza. Abrid las puertas a Cristo que viene a
vosotros en gloria. Vivid la hora vibrante de este segundo adviento. (1238 e/ 98) *
En mi libro ya está revelado todo lo que ustedes deben conocer. Si saben leerlo,
verán en él todo mi designio en su preparación, en su dolorosa actuación, en su
luminoso y victorioso cumplimiento.
Léanlo, hijos míos predilectos, medítenlo, vívanlo. No tengan dudas: Yo les hablo
en él. A través de sus palabras estoy presente y me manifiesto. Solo en el futuro
entenderán el valor de mi mensaje maternal.
Un don de mi Corazón Inmaculado es el designio que les he revelado. Cuando les
hablo, Yo uso palabras humanas; pero, mientras ustedes hablan a través de la
experiencia que tienen de su vida terrenal, Yo les hablo a través de la Luz del
Paraíso. En el Corazón de mi Hijo Jesús y en el profundo misterio de la
Santísima trinidad se contiene una sola realidad que liga, en una verdadera
comunión de vida, el presente, el pasado y el futuro, la Iglesia que triunfa y goza en
el Cielo, la que sufre y se purifica en el Purgatorio y la que lucha todavía como
peregrina en la pobre tierra de ustedes. (520/84)
Aparecí para indicarles el camino que tienen que recorrer, en estos sus últimos
tiempos.
Aparecí para cumplir la tarea de Mamá hacia ustedes, mis hijos, tan insidiados
por vuestro adversario y mío.
En el tiempo de la gran prueba, yo les indico los peligros que los amenazan.
(1006/93)
Con la sencillez de un niño que escucha a la madre. Él no pregunta por qué ella
habla, o cómo habla, o a dónde llevar sus palabras. La ama y la escucha; hace todo lo
que ella dice; entonces el niño es feliz, porque se siente así, guiado e iluminado
por la mamá. Guiado por ella y formado por sus palabras, cada día crece en la
vida.
Así debe ser para ustedes, léanlo con sencillez, sin plantearse tantos problemas;
cómo hablo, por qué hablo, dónde hablo.
A mí sólo me interesa que vivan todo lo que les he dicho. Entonces sus corazones
arderán en amor, sus almas serán iluminadas por mi luz y Yo los transformaré
interiormente para conducirlos cada día a hacer lo que agrada al Corazón de Jesús.
(515/84)
Les enseño cómo se debe vivir; los formo concretamente para vivir Conmigo.
Les digo las cosas que llevo en el Corazón, porque son las mismas que Jesús
les ha dicho en el Evan- gelio, que hoy debe vivirse con la sencillez de los
pequeños, con el ar- dor de los mártires, con la fidelidad de los testigos valientes: ¡debe
vivirse a la letra! (515/84)
Justamente ves tu nulidad y tus debilida- des y me preguntas: ¿Por qué no escoges a
uno más idóneo y capaz que Yo? ¿Cómo puedes fiarte de mí cuando conoces bien
todas mis infidelidades?
Hijo mío, te he elegido a ti, porque eres el instrumento menos idóneo: así nadie
podrá decir que la obra es tuya.
El Movimiento Sacerdotal Mariano debe ser sólo Obra mía. A través de la debilidad
A. Un mensaje de Esperanza para estos tiempos turb
Yo manifestaré mi fuerza; a través de tu nulidad Yo manifestaré mi poder.
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Yo misma seré la conductora de este ejér- cito. Me lo estoy formando ahora en el si-
lencio de la intimidad, así como por nueve meses formé a Jesús en mi seno y por
muchos años le vi crecer día tras día en el silencio y en la vida oculta. (70/73)
Sobre las olas de sufrimientos, hasta ahora jamás conocidos, y de los prodigios
nunca antes realizados, llegarán al puerto seguro de un nuevo cielo y de una tierra
nueva. Una era de gracia, de amor y de paz va a nacer de los días dolo- rosos
que están viviendo. (395/80)
¡De cuántas32
maneras mi adversario tra- ta de llevarlos al desaliento para hacerlos así
inofensivos y restar vigor a la fuerza de mi escuadrón victorioso! No teman
porque Satanás ya ha sido vencido por Jesús, y cada una de sus aparentes victo- rias
prepara para él una nueva y real gran derrota. (462/83)
No se dejen seducir por aquellos que se- ñalan años y días, como queriendo impo-
ner un horario a la infinita misericordia del Corazón Divino de mi Hijo Jesús.
A. Un mensaje de Esperanza para estos tiempos turbulentos
Yo soy la Madre de la esperanza y de la confianza.
Así como fui Madre virginal de la primera venida de Jesús, hoy soy la Madre glorio-
sa de su venida.
A pesar de las dificultades y de los su- frimientos que la Iglesia está llamada a
soportar y de las horas dolorosas de ago- nía y de pasión, que señalan el tiempo de su
sangrienta purificación, ya se prepara para ella el momento de su renovado es-
plendor y de un segundo Pentecostés.
En los tiempos dolorosos de la purifica- ción, Yo les digo. -¡No duden, tengan gran
esperanza!
Yo les he anunciado los tiempos que les esperan, tiempos dolorosos y di- fíciles,
exactamente para ayudarles a vivir en la esperanza y una gran confianza en su
Mamá Celestial.
A. Un mensaje de Esperanza para estos tiempos turb
A medida 34
que entren en el tiempo de la gran prueba, experimentarán, de manera
extraordinaria mi presencia de Mamá al lado vuestro para ayudarlos, defenderlos,
protegerlos, consolarlos, para prepararles los nuevos días de serenidad y de paz.
Al final, después del tiempo de la gran prueba, les espera el tiempo de la gran
paz, del gran gozo, de la gran santidad, del más grande triunfo de Dios en medio de
ustedes. (1004/93 )
Yo estoy siempre con ustedes, para de- cirles que la realización de estos signos
indican la seguridad que se acerca el fin de los tiempos, con el regreso de Jesús en
gloria.
“Aprendan del árbol, hijos, esta parábo- la: cuando sus ramas se vuelven tiernas y
brotan las primeras hojas, ustedes en- tienden que el verano está cerca. De la
misma manera, cuando ustedes vean estas cosas, sepan que su liberación está
cerca” (Mt 24, 32-33) (998/92)
Evangelicen a todos los hombres, predi- cando que el Reino de Dios está cerca.
Anuncien a todos este glorioso re- greso, para que florezca en este mundo la
esperanza y el corazón de los hombres se abra para recibirlo. (954/92)
A. Un mensaje de Esperanza para estos tiempos turbulentos
De ahora en adelante verán, cómo mi Luz se irá intensificando hasta llegar al vértice de
su esplendor, que se reflejará en todas las partes de la tierra. Cuanto más se di- funda
por doquier la luz inmaculada de su Madre Celestial, tanto más la humanidad y la
Iglesia estarán preparadas para reci- bir al Señor en su venida.
A. Un mensaje de Esperanza para estos tiempos turb
Es un mensaje apocalíptico. Se re- fiere al fin de los tiempos. Anuncia y
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prepara el regreso de mi Hijo en la gloria (1072/94)
A. Un mensaje de Esperanza para estos tiempos turbulentos
Si ustedes viven en mi Corazón Inmacula- do, nada los turbará de lo que pueda suce-
der. Dentro de este refugio Maternal esta- rán siempre seguros, envueltos en la luz y
presencia de la Santísima Trinidad, que los ama y los rodea con su Divina protección.
Tienen necesidad, de que mi palabra haga descender a sus corazones resecos una llu- via
de ternura maternal, de frescor, de filial abandono, de esperanza en los bellos días que
les esperan, en la era nueva, que está a punto de florecer en el de- sierto de los
últimos tiempos. (573/85)
Oren, invocando el Espíritu Santo para que se realice lo más pronto posible, el prodigio de
un segundo Pentecostés de santidad y de gracia, que pueda verdaderamente cambiar
la faz de la tierra. (658/86)
La paz vendrá, como don de Amor Mise- ricordioso de Jesús, que está a punto de
derramar sobre el mundo torrentes de fuego y de gracia, que renovarán todas las
cosas.
La paz vendrá, como fruto de una par- ticular efusión del Espíritu Santo, que
será donado por el Padre y por el Hijo, para transformar al mundo en la Jerusa-
lén Celestial y para conducir la Iglesia a la cumbre de su santidad y de su divino
esplendor.
La paz vendrá, después del evento del terrible castigo, que Yo les he predicho
ya en los albores del siglo.
Será el retorno de Jesús en su gloria,
de su última venida para el Juicio F
cuya hora sigue aun escondida en
secretos del Padre.
A. Un mensaje de Esperanza para estos tiempos turb
Y vendrá a ustedes la paz por el triunfo de mi Corazón Inmaculado, mientras está
por terminar38
el espacio de tiempo, conce- dido por el Señor a la humanidad para el
arre-pentimiento y para su conversión.
Hoy les anuncio que está a punto de na- cer la nueva Iglesia de Luz, que mi Hijo
Jesús se está formando en todas partes de la tierra, para que este lista para re-
cibirlo, con fe y con gozo, en el cercano momento de su segunda venida.
El reino glorioso de Cristo que será ins taurado entre ustedes con la segunda
venida de Cristo al mundo está cerca.
Es su retorno glorioso, para instaurar en- tre ustedes su Reino y devolver a toda la
humanidad, redimida por su Preciosísima Sangre, al estado de su nuevo Paraíso te-
rrenal. (878/90)
El glorioso Reino de Cristo que será esta- blecido entre ustedes con la segunda ve-
nida de Jesús al mundo, está cerca, al al- cance de la mano. Este es su regreso en
Gloria, para establecer Su Reino entre ustedes, y para traer a toda la huma- nidad,
redimida por su Preciosísima Sangre, su nuevo paraíso terrenal. Lo que está
siendo preparado es tan grande que no tiene paralelo y nada igual jamás ha existido
desde la creación del mundo. Prepárense con humildad, con fe, con in- tensa
oración. Con un pequeño número de sus Hijos, el Señor pronto restaurará en la
tierra a su glorioso Reino de Amor, de santidad y de paz.
Estos son los tiempos del gran re- torno. Si, después del tiempo del gran
sufrimiento llegará un tiempo de gran renacimiento y todo reflo-
recerá. La humanidad será de nue- vo un jardín de vida y de belleza, y la
Iglesia una familia iluminada por la ver- dad nutrida por la gracia, consolada por la
presencia del Espíritu Santo. Jesús res-
A. Un mensaje de Esperanza para estos tiempos turbulentos
taurará su reinado glorioso. El estará con ustedes y ustedes conocerán los nuevos
tiempos, la era nueva. Verán al fin una nueva tierra y unos cielos nuevos.
Estos son los tiempos de la gran mise- ricordia. El Padre se estremece de ardor y
quiere derramar sobre esta pobre hu- manidad los torrentes de su Amor infinito. El
Padre quiere moldear con sus manos una nueva creación donde su divino se- llo
sea más visible, bienvenido y recibi- do, y su Paternidad exaltada y glorificada por
todos. La respiración de esta nueva creación será el hálito del amor del Padre, que
será glorificado por todos mientras la plenitud de su divino amor se extenderá por
doquiera y de modo más creciente y lleno, como agua que brota de una fuente viva e
inagotable. (693/87)
Isaías Israel, 486 a.c.: Pues Yo voy a crear un cielo nuevo y una tierra nue- va y
el pasado no se volverá a recor- dar más ni vendrá más a la memoria. Que se
alegren y que estén contentos para siempre por lo que voy a crear. Pues Yo voy a
hacer de Jerusalén un Contento y de su pueblo una Alegría. Yo quedaré conten- to con
Jerusalén y estaré feliz con mi pue- blo. Ya no se oirán, en adelante, sollozos ni gritos de
angustia. (Is 65, 17-19)
San Lucas Palestina, 81 d.c.: Enviándo- les al Mesías que les ha sido destinado,
que es Jesús. Pues el cielo debe guar- darlo hasta que llegue el tiempo de la
restauración del universo, según habló Dios en los tiempos pasados por boca
de los santos profetas. (Hch 3, 20-21)
El Espíritu de Amor, con su gran fuerza de santidad y de luz, será quien llevará a
mi Iglesia a un nuevo esplendor y la hará
A. Un mensaje de Esperanza para estos tiempos turb
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San Pedro, Roma, 96 d.c.: Mas noso- tros esperamos, según la promesa de
Dios, cielos nuevos y una tierra nueva en que reine la justicia. Con una
esperanza así, queridos hermanos,
A. Un mensaje de Esperanza para estos tiempos turb
esfuércense44
para que Dios los encuentre en su paz, sin mancha ni culpa. (2 Pe 3,
13-14)
Por fin ha llegado el momento en que Yo, la Mujer vestida de sol, venceré al Dragón
Rojo, lo ataré con una cadena y lo arro- jaré al infierno para que no pueda volver a
dañar a la tierra. Esta en efecto será toda transformada en un nuevo Pa- raíso
terrestre para la perfecta glo- rificación de la Santísima Trinidad. (716/87)
La era nueva que les espera, corresponde a un particular encuentro de amor, de luz y
de vida entre el Paraíso, en el cual me encuentro en beatitud perfecta con los
Ángeles y los Santos, y la tierra en la cual ustedes viven, mis hi-
jos, en medio de tantos peligros y de innumera- bles tribulaciones.
Es la Jerusalén Ce- lestial, que baja del cielo a la tierra, para transformarla
com- pletamente y formar así los cielos nuevos y la tierra nueva.
A. Un mensaje de Esperanza para estos tiempos turbulentos
La era nueva hacia la cual están encami- nados, lleva a toda la creación a la glorifi-
cación perfecta de la Santísima Trinidad.
El Padre recibe su mayor gloria de cada criatura, que refleja su luz, su amor y su
esplendor divino.
El Espíritu Santo se derrama en plenitud con sus santos dones, lleva a la compren-
sión de toda la Verdad y renueva la faz de la tierra. (921/91)
San Juan, Isla de Patmos, 95 d.c.: Después vi un cielo nuevo y una tierra
nueva, pues el primer cielo y la prime- ra tierra habían desaparecido, y el mar
no existe ya. Y vi a la Ciudad Santa,
Y oí una voz que clamaba desde el tro- no: «Esta es la morada de Dios con los
hombres; Él habitará en medio de ellos; ellos serán su pueblo y Él será Dios-
con-ellos; Él enjugará las lágri- mas de sus ojos. Ya no habrá muerte ni
lamento, ni llanto ni pena, pues todo lo anterior ha pasado.» (Ap 21, 1-4)
San Juan, Isla de Patmos, 95 d.c.: No necesita ni de luz del sol, ni de la luna,
porque la Gloria de Dios la ilumina, y su lámpara es el Cordero. Las naciones
caminarán hacia su luz, y los reyes de la tierra vendrán a traerle sus riquezas.
Sus puertas permane- cerán abiertas todo el día, ya que allí no hay noche, y
vendrán a presentarle todo lo precioso y todo lo grande de las naciones. En ella
no entrará nada man- chado. No, no entrarán los que come- ten maldad y
mentira, sino solamente los que están escritos en el Libro de la Vida del
Cordero (Ap 21, 23-27)
A. Un mensaje de Esperanza para estos tiempos turbulentos
La era nueva que Yo les anuncio, coinci- de con el pleno cumplimiento de la Divina
Voluntad, para que se realice finalmente lo que Jesús les ha enseñado a pedir al
Padre Celestial: “Hágase tu voluntad así en la tierra como en el cielo.”
Es el tiempo en el cual en las criaturas se cumple el querer Divino del Padre, del
Hijo y del Espíritu Santo.
La era nueva que Yo les preparo, coincide con la derrota de Satanás y de su domi- nio
universal.
Todo su poder es destruido. Es ata- do, con todos los espíritus malos, y
encerrado en el infierno del cual no podrá salir para hacer daño al mundo.
A. Un mensaje de Esperanza para estos tiempos turb
(922/91)
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A. Un mensaje de Esperanza para estos tiempos turbulentos
Isaías Israel, 486 a.c.: Pero sobre noso- tros se derramará el espíritu desde arriba.
Entonces el desierto se transformará en un vergel, y lo que ahora es llama- do
vergel será tenido por terreno baldío. En el desierto acampará el Derecho; en el
jardín descansará la Justicia. La obra de la Justicia será la Paz y los frutos de
la Justicia serán tranquilidad y seguridad para siempre. Mi pueblo vivirá en habita-
ciones buenas, en barrios seguros, en lu- gares tranquilos. La selva será cortada, y la
ciudad humillada. Felices ustedes, que sembrarán entonces a orillas de todos los
esteros o soltarán sin problemas su buey o su burro. (Is 32, 15-20)
HOMBRES NUEVOS
El reino glorioso de Cristo corresponderá con un florecer general de santidad y de
pureza, de amor y de justicia, de gozo y de paz. Porque los corazones de los
hombres serán transformados por la fuerza poderosa del Espíritu San- to, que
se derramará en ellos con el
prodigio de un segundo Pentecos-
San Juan, Isla de Patmos, 95 d.c.: Y el que está sentado en el trono dijo:
«Ahora todo lo hago nuevo».
Luego me dijo: «Escribe que estas pala- bras son ciertas y verdaderas.» Y aña-
dió: «Ya está hecho; yo soy el Alfa y la Omega, el Principio y el Fin. Al que
ten- ga sed yo le daré de beber gratuitamen- te del manantial del agua de la vida.
Esa será la herencia del vencedor: yo seré Dios para él, y él será hijo para mí.
Pero para los cobardes, los renega- dos, los corrompidos, los asesinos, los
impuros, los hechiceros, los idólatras, en una palabra, para todos los falsos, su
lugar y su parte es el lago que arde con fuego de azufre, que es la segun- da
muerte.» (Ap 21, 5-8)
Ezequiel Babilonia, 597 a.c.: Los rociaré con un agua pura y quedarán purifica-
dos; los purificaré de todas sus impu- rezas y de todos sus inmundos ídolos.
Les daré un corazón nuevo y pondré dentro de ustedes un espíritu nue- vo.
Quitaré de su carne ese corazón de piedra y les daré un corazón de carne.
Pondré dentro de ustedes mi Espíritu y
A. Un mensaje de Esperanza para estos tiempos turbulentos
Ni habrá más, allí, recién nacidos que vivan apenas algunos días, o
viejos que no vivan largos años, pues morir a los cien años será morir
joven, y no llegar a los cien será tenido como una maldición. (Is 65, 20)
haré que caminen según mis manda- mientos, que observen mis leyes y que las
pongan en práctica. (Ez 36, 25-27)
Jeremías, Israel, 665 a.c.: Esta es la alianza que yo pactaré con Israel en los
días que están por llegar, dice Yavé: pondré mi ley en su interior, la es-
cribiré en sus corazones, y Yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo. Ya no
tendrán que enseñarle a su com- pañero, o a su hermano, diciéndoles:
«Conozcan a Yavé.» Pues me conoce- rán todos, del más grande al más chico,
dice Yavé; yo entonces habré perdona- do su culpa, y no me acordaré más de su
pecado. (Jer 31,33-34)
San Pablo, Palestina, 58 d.c.: Estimo que los sufrimientos de la vida presen- te
no se pueden comparar con la Gloria que nos espera y que ha de manifestar- se.
A. Un mensaje de Esperanza para estos tiempos turb
Algo entretiene la inquietud del uni- verso, y es la esperanza de que los hijos e
52se muestren como son.
hijas de Dios
A. Un mensaje de Esperanza para estos tiempos turbulentos
Pues si la creación se ve obligada a no lograr algo duradero, esto no vie- ne
de ella misma, sino de aquel que le impuso este destino. Pero le queda la
esperanza; porque el mundo creado también dejará de trabajar para que sea
destruido, y compartirá la liber- tad y la gloria de los hijos de Dios. (Rom 8,
18-21)
San Pablo, Palestina, 55 d.c.: Luego llegará el fin. Cristo entregará a Dios
Padre el Reino después de haber des- armado todas las estructuras, auto-
ridades y fuerzas del universo. Está dicho que debe ejercer el poder hasta que
haya puesto a todos sus enemi- gos bajo sus pies, y el último de los enemigos
sometidos será la muer- te. Dios pondrá todas las cosas bajo sus pies. Todo le
será sometido; pero es evidente que se excluye a Aquel que le somete el
universo. Y cuando el universo le quede sometido, el Hijo se someterá a Aquel
que le sometió todas las cosas, para que en adelan-
A. Un mensaje de Esperanza para estos tiempos turb
54
Isaías Israel, 486 a.c.: Ni habrá más, allí, recién nacidos que vivan apenas algunos
días, o viejos que no vivan largos años, pues morir a los cien años será morir
joven, y no llegar a los cien será teni- do como una maldición. (Is 65, 20)
Les espera la tarea de reconstruir la Iglesia, ahí donde ha sido tan perseguida y
violada por mi adver- sario.
A. Un mensaje de Esperanza para estos tiempos turb
Así, por medio de ustedes, la Iglesia volverá a resplandecer con una gran luz
para todos 56
aquellos que viven en esta nación.
Les espera la tarea de evangelizar esta pobre humanidad que ha sido engaña- da y
seducida por el espíritu del mal.
Piensen en tantos hijos míos – sobre todo los jóvenes – que desde hace años
han sido formados en la escuela de la negación de Dios y del rechazo de su
Ley del Amor.
Si cumplen esta tarea que les encomien- do hoy, ustedes se convertirán realmen- te
en los Apóstoles de la era nueva que Yo ya he empezado aquí. (924/91)
Quiero indicarles así que mi victoria consistirá, sobre todo, en hacer que la luz
vuelva a brillar sobre el mundo y sobre la Iglesia. El mundo será ilu- minado
de nuevo, porque se ofrecerá totalmente a la adoración y a la glori- ficación de
Dios.
Mira cuantas decenas de millones de hermanos tuyos siguen viviendo envueltos en la tin
del paganismo y esperan el momento de entrar en el único redil, para conocer, nalmen
voz consoladora del único buen Pastor. Hoy les anuncio que este gran milagro se realiz
pronto
y del pecado, que ahora la ensombre- cen, volverá a brillar la luz de la Ver- dad,
de la Gracia y de la Santidad. Jesús resplandecerá tanto en la vida de la Igle- sia que
ella misma será la luz más grande para todas las naciones de la tierra.
El Espíritu Santo vendrá como un rocío celestial de gracia y de fuego, que reno-
vará el mundo entero.
Bajo su irresistible acción de amor, la Iglesia se abrirá para vivir la era nueva
de su más grande santidad y resplandecerá con una luz tan fuerte, que atraerá
hacia sí a todas las nacio- nes de la tierra.
El Espíritu Santo vendrá, para que se cumpla la Voluntad del Padre Celestial y
el universo entero vuelva a reflejar su inmensa gloria. El Espíritu Santo vendrá para
instaurar el Reino Glorioso de Cristo y será un reino de gracia, de santidad, de amor, de
justicia y de paz.
Con su Divino Amor abrirá las puertas de los corazones e iluminará a todas las
conciencias.
A. Un mensaje de Esperanza para estos tiempos turb
Cada hombre se verá a sí mismo en el fuego abrasador de la Divina Verdad.
58 en pequeño. Luego Jesu- cristo establecerá su Reino Glorioso en el
Será un juicio
mundo.
El Espíritu Santo vendrá por medio del triunfo de mi Corazón Inmaculado. Por
eso hoy los invito a todos a entrar en el Cenáculo de mi Corazón. (752/88)
Mira cuantas decenas de millones de her- manos tuyos siguen viviendo envueltos en
la tiniebla del paganismo y esperan el momento de entrar en el único redil, para
conocer, finalmente, la voz consoladora del único buen Pastor. Hoy les anuncio que
este gran milagro se realizará pronto.
y de bondad, los ayudo a observar esa Ley que el Señor grabó en lo íntimo de cada
hombre; despierto en sus mentes el de- seo de la Verdad y los llevo así dulcemente hacia
el encuentro con mi Hijo Jesús. Y, su plena y total adhesión al Evangelio será obra
extraordinaria de mi Corazón Inma- culado. (1032/93)
Jesús, Palestina, 33 d.c. Que todos sean uno como Tú, Padre, estás en Mí, y
Yo en Ti. (Jn, 17, 21)
Vivan en mi Corazón Inmaculado y den a Jesús todos los pueblos de la tierra. Pronto se
realizará el deseo más íntimo de mi Hijo y de todas las partes de los cinco continen- tes,
bajo mi guía, todos correrán para entrar a formar parte de un solo re- dil bajo el
cayado de un único Pastor. (391/80)
Entonces el Padre será glorificado y su Nom- bre será santificado en toda la creación.
Esta creación, renovada por una perfec-ta comunión de vida con el Padre, Jesucristo
instaurará su Reino de gloria, para que la obra de su divina Redención pueda alcan-
zar su cumplimiento perfecto. El Espíritu Santo abrirá los corazones y las mentes, de
manera que todos puedan cumplir perfectamente la voluntad del Padre y
A. Un mensaje de Esperanza para estos tiempos turb
del Hijo, así en la tierra como en el cielo. (986/92)
60
En el momento de la gran prueba el Pa- raíso se unirá con la tierra. Momento en
que se abrirá la puerta luminosa, para ha- cer bajar al mundo la gloriosa presencia de
Cristo, quien instaurará su Reino en el cual se hará la Voluntad Divina de manera
perfecta, así en la tierra como en el cielo. (880/90)
San Pablo, Palestina, 55 d.c.: Luego llegará el fin. Cristo entregará a Dios
Padre el Reino después de haber desarmado todas las estructuras,
autoridades y fuerzas del universo. Está dicho que debe ejercer el poder hasta
que haya puesto a todos sus enemigos bajo sus pies, y el último de los
enemigos sometidos será la muer- te. Dios pondrá todas las cosas bajo sus
pies. Todo le será sometido; pero es evidente que se excluye a Aquel que le
somete el universo. Y cuando el universo le quede sometido, el Hijo se
someterá a Aquel que le sometió todas
las cosas, para que en adelante, Dios sea todo en todos (1 Cor 15, 24-28) En
efecto el dolor inmenso de estos úl- timos tiempos prepara al nacimiento de una
era nueva, de nuevos tiempos, en que Jesús vendrá en el esplendor de su
gloria e instaurará su Reino en el mundo.
San Juan, Isla de Patmos, 95 d.c.: Hará de árbitro entre las naciones y a los
pueblos dará lecciones. Harán ara- dos de sus espadas y sacarán hoces de sus
lanzas. Una nación no levantará la espada contra otra y no se adies- trarán
para la guerra. (Ap 2, 4)
Sofonías, Israel, 640 a.c.: Dejaré den- tro de ti a un pueblo humilde y pobre,
que buscará refugio sólo en el Nombre de Yavé. Aquellos que queden de Israel
no cometerán injusticias; no habla- rán para engañar, ni se hallará false- dad
en su boca. Entonces serán como el rebaño que pasta y que descansa, y no
habrá quién los perturbe.
ni te tiemblen las manos! ¡Yavé, tu Dios, está en medio de ti el héroe que te salva! El
saltará de gozo al verte a ti y te reno- vará su amor. Por ti danzará y lanzará
gritos de alegría como lo haces tú en el día de la Fiesta.» (Sof 3,12-17)
Jeremías, Israel, 665 a.c. Entonces la muchacha bailará de alegría, jó- venes
y viejos vivirán felices; cam- biaré su tristeza en alegría, los con- solaré, los
haré reír después de sus penas. (Jer 31,13)
Jesús que nos enseñó a la oración, a la oración diaria, para implorar la venida
de su Reino a la tierra, verá por fin realizada la súplica de su oración. Él
Reinará, instaurará su Rei- no y esta creación volverá a Él como un jardín donde
A. Un mensaje de Esperanza para estos tiempos turbulentos
Cristo será glorificado, donde su realeza sea acogida y exal-
A. Un mensaje de Esperanza para estos tiempos turb
64
Miqueas, Israel, 745 a.c.: El Señor go- bernará las naciones y enderezará a la
humanidad. Harán arados de sus espa- das y sacarán hoces de sus lanzas. Una
nación no levantará la espada contra otra y no se adiestrarán para la guerra.
Cada uno podrá permanecer senta- do bajo su parrón o su higuera sin que
nadie lo moleste; pues así lo dice el Señor. (Miq 4, 3-4)
El reino de Cristo se reflejará también en una nueva forma de vida para todos.
Porque serán llevados a vivir solamente para la gloria del Señor. Y el Señor será
glorificado cuando cada uno de ustedes, cumplirá perfectamente su Divina Volun- tad.
El Reino glorioso de Cristo coincidirá entonces con el cumplimiento perfecto de la
Voluntad de Dios por parte de todas sus criaturas como en el cielo, así sucederá en
la tierra.
San Juan, Isla de Patmos, 95 d.c.: Vi después a un ángel que bajaba del cielo
llevando en la mano la llave del Abismo y una cadena enorme. Suje- tó al
monstruo, la serpiente anti- gua, que es Satanás o el diablo, y lo encadenó por
mil años. Lo arrojó al Abismo, cerró con llave y además puso sellos para que
no pueda se- ducir más a las naciones hasta que pasen los mil años. Después
tendrá que ser soltado por poco tiempo. (Ap 20, 1-3)
A. Un mensaje de Esperanza para estos tiempos turbulentos
Isaías Israel, 486 a.c.: El lobo habita- rá con el cordero, el puma se acosta- rá
junto al cabrito, el ternero comerá al lado del león y un niño chiquito los
cuidará. La vaca y el oso pastarán en compañía y sus crías reposarán juntas,
pues el león también comerá pasto, igual que el buey. El niño de pecho jugará so-
bre el nido de la víbora, y en la cueva de la culebra el pequeñuelo meterá su
mano. (Is 11,6-8)
Isaías, Israel, 486 a.c. Harán casas y vi- virán en ellas, plantarán viñas y comerán
sus frutos. Ya no edificarán para que otro vaya a vivir, ni plantarán para alimentar a
otro. Los de mi pueblo tendrán vida tan larga como la de los árboles y mis
elegidos gozarán de los frutos de su trabajo. No trabajarán inútilmente ni
tendrán hijos para perderlos, pues ellos y sus descendientes serán una raza bendita de
Yavé. Antes que me llamen les res- ponderé, y antes que terminen de hablar
habrán sido atendidos. (Is 65, 21-24)
La era nueva que Yo les anuncio, coincide con el pleno cumplimiento de la Divina Vo-
luntad, para que se realice finalmente lo que Jesús les ha enseñado a pedir al
Padre Celestial: “Hágase tu volun- tad así en la tierra como en el cielo.”
Es el tiempo en el cual en las criaturas se cumple el querer Divino del Padre, del
Hijo y del Espíritu Santo.
A. Un mensaje de Esperanza para estos tiempos turb
Por el cumplimiento perfecto de la Divina Voluntad todo el mundo es renovado, por-
68
que Dios encuentra en él su nuevo jardín del Edén, en el cual puede vivir en compa-
ñía amorosa con sus criaturas. (922/91)
Daniel, Babilonia 590 a.c.: En tiempos de estos reyes, Dios hará surgir un Reino que
jamás será destruido. Este Reino no pasará a otras manos, sino que pulve- rizará y
destruirá a todos estos reinos y él permanecerá eternamente. Es el significa- do de la
piedra que has visto desprender- se del monte sin ayuda de ninguna mano y que redujo
a polvo el hierro, el bronce, la loza, la plata y el oro. El Dios grande te ha revelado
lo que ha de venir. ¿No es cierto que éste fue tu sueño? Entonces puedes estar
seguro de la explicación.» Al oír esto, el rey Nabucodonosor se arro- dilló delante de
Daniel y ordenó que se le ofreciera un regalo. (Dan 2, 44-46)
La victoria resplandecerá pronto por to- das partes cuando por medio de mi Co-
razón Inmaculado venga a vosotros el Reino Glorioso de Jesús, que su Espíritu
de Amor conducirá a toda la creación a la mayor glorificación del Padre y a renovar
final-mente la faz de la tierra.
El Reino glorioso coincidirá con el triunfo del reino Eucarístico de Jesús. Porque en
un mundo purificado y santificado, total- mente renovado por el amor, Jesús se
manifestará sobre todo en el miste- rio de su presencia Eucarística.
La Eucaristía emanará todo su poder divi- no y llegará a ser el nuevo sol, que refleja sus
rayos luminosos en los corazones y en las almas; y después en la vida de los in-
dividuos de las familias y de las naciones, formando de todos un único rebaño, dócil y
manso, cuyo único Pastor será Jesús.
Es hacia estos nuevos cielos y esta tierra nueva que los conduce su Mamá Celes-
Es hacia estos nuevos cielos y esta tierra
nueva que los conduce su Mamá Celestial,
que hoy los reúne de todas partes del mundo
para prepararlos a recibir al Señor que
viene.
A. Un mensaje de Esperanza para estos tiempos turbulentos
tial, que hoy los reúne de todas partes del mundo para prepararlos a recibir al Señor que
viene. (1042/93)
En él, el Padre se refleja con alegría; el Verbo se reclina como en una preciosa
cuna; el Espíritu Santo arde con la purísi- ma luz de su divino Amor.
Lo mismo ocurre con una persona, cuando Dios la llama a rendirle un culto perfecto. Por
eso deben comprender que el verdadero acto de consagración es el bautismo.
Cuando Yo42
les pido la consagración a mi Corazón Inmaculado, es para ha- cerlos
comprender que deben confiar- se a Mí completamente, de manera to- tal y perenne,
para que Yo pueda disponer de ustedes según la Voluntad de Dios.
Deben confiarse de modo completo, en- tregándome todo. No deben darme algo y
quedarse con algo para sí mismos: deben ser verdaderamente y solamente míos del
todo. (528/84)
Es por eso que les he pedido la consa- gración a mi Corazón Inmaculado. Para
formarlos a todos en la docilidad interior que necesito para poder actuar en cada
uno de ustedes, llevándolos a una profun- da transformación, que los prepara para
recibir dignamente al Señor. (843/90)
Con el acto de consagración tú has puesto en mis manos tu vida; ahora ella me
perte-nece, es mía. Yo he tomado posesión de ella y ahora, poco a poco, voy
transformándola según mi voluntad.
Te daré un nuevo modo de ver las cosas: las verás con mis mismos ojos. Todo
lo que es del mundo no podrá in- teresarte: antes bien, dejará en ti como una pena
profunda. Dirás de estas cosas:
A. Un mensaje de Esperanza para estos tiempos turb
¡qué vanas son, qué inútiles!
44
Te daré también un nuevo modo de sentir: sentirás según mi Corazón.
Entonces tu capacidad de amar y sufrir aumentará enormemente, porque ¡senti- rás,
hijo, como siente el Corazón de tu Madre!
A. Un mensaje de Esperanza para estos tiempos turbulentos
Así estoy a su lado en cada instante de sus días; con mi silencio los ayudo a ha-
blar; con mi voz les enseño a orar, con mis manos los guío por el camino verdadero:
con mi presencia los aliento en sus fati- gas; con mi amor maternal los consuelo en
sus penas; con mi poderosa interce-
Como Madre atenta y preocupada, pido para ustedes las gracias que les son nece-
sarias para andar por el camino del bien, del amor y de la santidad.
Para mis hijos pecadores alcanzo la gracia del arrepentimiento, del cam- bio del
corazón, del retorno al Señor
Para mis hijos enfermos les conce- do el don de comprender el signifi- cado
de cada sufrimiento, de acep- tarlo con docilidad, de ofrecerlo con amor, de llevar
su propia Cruz con confianza y con filial obediencia al Querer del Señor.
Son ante todo males de orden espiritual, que pueden dañar la vida sobrenatural de sus
almas.
El pecado se extiende como la peor y la más perniciosa de las epidemias y, por to-
das partes lleva la enfermedad y la muer- te a tantas almas. Si viven habitualmente en
pecado mortal, están espiritualmente muertos; y si mueren en ese estado, los
aguarda la muerte eterna en el infierno.
El infierno existe, es eterno, y hoy mu- chos corren el peligro de caer en él, por
estar contagiados por esta enfermedad mortal. (618/86)
A. Un mensaje de Esperanza para estos tiempos turb
48 de recurrir al gran remedio que el Padre les ofrece para resistir a las
Esta es la hora
seducciones del maligno y para oponerse a la verdadera apostasía que se extiende
cada vez más entre mis pobres hijos.
La obtendrán por mi especial intervención como Madre. Así Yo impediré que puedan
caer en las seducciones de Satanás. Yo misma los protegeré y defenderé; los
consolaré y fortaleceré.
Es como una vacuna que como Madre buena les doy para preser- varlos de la
epidemia del ateísmo que contamina a tantos hijos míos y los lleva a la muerte
del espíritu. (198/76)
De ese modo, me sirvo de vosotros, peque- ños hijos que os habéis consagrado a Mí,
para desenmascarar todas estas insidias disimuladas que la bestia negra os tiende y, en
fin, anular el gran ataque que la maso- nería hoy, ha desencadenado contra Cristo y su
Iglesia. Y al final, sobre todo con su gran derrota, aparecerá en todo su esplen- dor.
(805/89)
Deben ver en todo una señal de la Justi- cia Divina, que no puede dejar impunes
los innumerables delitos que se cometen cada día.
Para protegerse de todos los males, los invito a ampararse en el refugio seguro
de Mi Corazón Inmaculado. (618/86)
Pero en estos tiempos tienen, sobre todo, la necesidad de ser defendidos de las terri-
A. Un mensaje de Esperanza para estos tiempos turbulentos
Es el reino que se opone a Cristo, el rei- no del Anticristo. En el último período del
siglo, su reino llegará a la cumbre de su fuerza, de su poder, de su gran seducción.
Llega la hora en que el hombre inicuo, que pretende suplantar a Dios para ha-
cerse adorar como Dios, se manifestará en todo su poder.
Bajo el flagelo sangriento de esta horrible prueba, ¿cómo podrán evitar la disgrega- ción
y el abatimiento y permanecer fuertes en la fe y fieles a Jesús y al Evangelio?
Por tanto, traed a todos mis hijos al re- fugio de mi Corazón Inmaculado. Llama-
dlos, tomadlos de la mano. No olvidéis a ninguno. Amados hijos, mirad en vuestros
caminos a los alejados, a los pequeños, a los pobres, a los marginados, a los perse-
guidos, a los pecadores, a los adictos a la droga, a los que son víctimas del demonio de
Satanás. Yo quiero salvar a todos mis hijos. Yo tengo necesidad de vosotros.
Quiero salvarlos a través de vosotros.
En el tiempo del castigo deben ser prote- gidos y defendidos, deben ser ayudados y
consolados. ¿Por qué no queréis escuchar mi voz, implorándoos que vayáis a todas
partes a recoger a los más débiles, a los pequeños, a los más frágiles, a los que
más sufre, a los alejados, a los perdidos?
¡Traedlos a todos, a todos! ¡Los quiero a todos en el refugio seguro de mi Co- razón
Inmaculado. (693/87)
A. Un mensaje de Esperanza para estos tiempos turb
52
De hecho el54
Triunfo de mi Inmacula- do Corazón coincidirá con el triunfo de mi
Hijo Jesús en su glorioso Rei- no de Santidad y de Gracia, de Amor y de
Justicia, de Misericordia y de Paz, que será instaurado en todo el mundo.
El triunfo de mi Corazón Inmaculado, coinci- dirá con la segunda venida de Jesús en la glo-
ria, para renovar todas las cosas. (654/86)
LA ORACIÓN
Para vencer en la batalla que se aproxima les quiero dar un arma: la oración.
Olvídense de cualquier otra cosa y acostúmbrense a utilizar sólo esta arma. Los
tiempos decisivos han llega- do y no hay ya más tiempo para ciertas cosas vanas
y superfluas. No hay tiem- po para inútiles discusiones, no hay más tiempo para
charlas y proyectos: ¡éste es sólo tiempo de oración! (98/73)
Hijos predilectos, en la batalla en que es- tán empeñados cada día contra Satanás y
sus insidiosas y peligrosas seducciones, contra el poderoso ejército del mal, ade- más
de la ayuda especial que les dan los Ángeles del Señor, ustedes necesitan usar un arma
segura e invencible. Esta arma es su oración.
perversión, que cada día se hace más violenta y más inhumana. Ya no basta la
acción emprendida por ustedes para po- nerles freno. Están a un paso de su
eterna perdición. Yo sola, con mi intervención maternal y milagrosa, podré
salvarlas a última hora.
Muchos de mis hijos están a punto de perderse eternamente en estos momen- tos
A. Un mensaje de Esperanza para estos tiempos turb
decisivos, porque no hay quien ore y se sacrifique por ellos: ¡Ayúdenme a sal- var a
56 (199/76)
sus hermanos!
Puedo abreviar los tiempos de la gran purificación a través de ustedes, apósto- les
de la Luz de mi Corazón Inmaculado. (300/78)
A. Un mensaje de Esperanza para estos tiempos turbulentos
La purificación todavía puede ser alejada y abreviada. Mucho dolor se les puede
evitar aún.
Oren Conmigo, con el rezo del Santo Rosa- rio. Oren y hagan penitencia para que sean
abreviadas las horas, y el mayor número de mis hijos pueda salvarse eternamente.
Oren para que los sufrimientos sir- van para la conversión de todos aquellos
que se han alejado de Dios.
Oren para que nunca duden del amor del Padre que siempre los mira y provee y
usa del dolor como un medio para curar- los de la enfermedad de la corrupción, de la
infidelidad, de la rebeldía, de la impure- za y del ateísmo.
Multiplique las horas de adoración pú- blica para reparar la indiferencia, los
ultrajes, los numerosos sacrilegios y las terribles profanaciones a las cua- les se ve
sometido durante las misas negras, un culto diabólico y sacrílego que se difunde
cada vez más y que tiene como vértice actos innominables y obsce- nos hacia la
Santísima Eucaristía.
Es por eso que el mundo está sumergido en la noche más profunda, en las tinieblas del
pecado y de la impureza, del egoísmo y del odio, de la avaricia y de la impiedad y
parece que ya nada es capaz de impedir su caída en un abismo sin fin. (742/88)
grado Libro60
de la Divina Escritura, sabo- reen toda su belleza en el Evangelio de mi
Hijo Jesús.
A través de la Sabiduría que les doy, les llevo a comprender más profundamente el
secreto de la Divina Escritura, para que puedan penetrarla, gozarla, custodiarla y
vivirla. (557/84)
EL SANTO ROSARIO
Estas son las horas de la batalla y por ello deben valerse de las armas que Yo
a propósito he preparado.
En estos momentos, en que el peligro de perderse eternamente es tan grave, pon- gan
las almas a salvo, confiándolas a la particular protección de su Madre Celes- tial.
(333/79)
El arma que les doy para combatir es la cadena que los ata a mi Corazón: el San- to
Rosario. Hijos predilectos, récenlo con frecuencia, porque solamente con su ora- ción
sacerdotal, recibida en mi Corazón Inmaculado, podremos en estos tiempos mover
y casi forzar a manifestarse la gran misericordia del Señor.
El estandarte, bajo el cual los reúno, es el de Jesús Crucificado, que debe ser exhibi- do
por ustedes porque, aún para su per- versa generación, no hay más salvación que la
Cruz de Jesucristo.
Por eso los reúno hoy en mi escuadrón y les doy el escudo, el arma y el estandarte
para el combate. A todos los fortalezco y los bendigo. (392/80)
¿Por qué el Santo Rosario es tan efi- caz? Porque es una oración sencilla,
humilde y los forma espiritualmen- te en la pequeñez, en la mansedum- bre, en
la sencillez del corazón.
La soberbia de Satanás volverá a ser ven- cida por la humildad de los pequeños y
A. Un mensaje de Esperanza para estos tiempos turbulentos
¿Por qué el Santo Rosario es tan ecaz?
Porque es una oración sencilla, humilde
y los forma espiritualmente en la pequeñez,
en la mansedumbre, en la sencillez del
corazón.
A. Un mensaje de Esperanza para estos tiempos turb
el Dragón rojo se sentirá definitivamente humillado y derrotado, cuando Yo lo ate,
no con una 64
gruesa cadena, sino con una cuerda fragilísima: la del Santo Rosario.
Cuando me suplican que ruegue por uste- des, Yo accedo a su plegaria con la mía.
De este modo su oración es siempre efi- caz, pues su Madre Celestial es la omnipo-
tencia suplicante. Cuando Yo pido siempre obtengo, porque Jesús nunca puede decir
que no a lo que pide su Madre.
Cuando rezan el Rosario me invitan a orar con ustedes y Yo, cada vez que lo hacen,
me uno verdaderamente a su oración. Así, ustedes son los pequeños hijos que rezan en
torno a la Madre Celestial. Por ello el Santo Rosario es el arma más poderosa que
pueden usar en la terrible batalla que están llamados a librar contra Satanás y su
ejército del mal. (277/78)
Les pido, sobre todo ahora, que oren con fervor y con alegría por medio del Santo
Rosario. Es el arma que deben usar hoy para combatir y para vencer en esta san-
grienta batalla; es la cadena de oro que los liga a mi Corazón; es el pararrayos que
aleja de ustedes y de las perso- nas queridas el fuego del castigo; es el medio
seguro para tenerme siem- pre cerca de ustedes. (478/83)
Cada Rosario que ustedes rezan conmigo, tiene el efecto de reducir la acción del Ma-
ligno, de sustraer las almas de su influen- cia maléfica y de dar una mayor fuer-za a la
expansión del bien en la vida de tantos hijos míos. La cadena del Santo Rosario
tiene también el efecto de encadenar a Satanás es decir de hacer impotente su
acción y de disminuir y debilitar cada vez más la fuerza de su poder diabólico.
A. Un mensaje de Esperanza para estos tiempos turbulentos
Por esto cada Rosario bien rezado es un duro golpe infligido al poder del mal, es
una parte de su reino que es destruida.
La cadena del Santo Rosario logra finalmente hacer a Satanás total- mente
inofensivo.
Ahora entiendan, hijos míos predilectos, por qué en estos últimos tiempos de la
batalla entre la Mujer vestida de sol y el gran Dragón, les pido multiplicar en todas
partes los Cenáculos de oración , con el rezo del Santo Rosario, la meditación de
mi palabra y la consagración a mi Inma- culado Corazón. Con ellos ustedes dan a la
Madre Celestial la posibilidad de inter- venir para atar a Satanás, para que yo
pueda cumplir mi misión de aplastar su cabeza, es decir de derrotarlo para siem-
pre, encerrándolo en su abismo de fuego y azufre. La humilde y frágil cadena del
Santo Rosario forma la fuerte cadena con la que hacen prisionero al tenebroso do-
minador del mundo, el enemigo de Dios y de sus siervos fieles.
Así una vez más la soberbia de Satanás será derrotada por el poder de los peque- ños,
los humildes, los pobres. (979/92)
La llave es el signo del poder que tiene aquel que es señor y dueño de un lugar
que le pertenece.
Solo mi Hijo Jesús posee la llave del abis- mo, porque es Él mismo la Llave de Da-
vid, que abre y nadie puede cerrar, que cierra y nadie puede abrir.
Jesús pone esta llave que representa su poder divino, en mi mano, porque Yo como
Madre suya, mediadora entre ustedes y mi Hijo, he recibido la tarea de vencer a Sata- nás
y a todo su ejército del mal.
Con esta llave es que puedo abrir y cerrar la puerta del abismo.
La cadena con la cual el gran Dragón rojo debe ser atado, es formada por la oración
hecha conmigo y por mi medio.
En efecto una cadena tiene la tarea de limi- tar la acción, y luego de encadenar y hacer
vana toda actividad de aquel que es atado.
La cadena del Santo Rosario tiene ante todo la tarea de limitar la acción de mi
adversario. (977/92)
LA EUCARISTÍA
Les amenaza el peligro de dejarse absor- ber por una acción desordenada, olvidan- do
así la fuerza poderosa que tiene la ora- ción, para obtener la conversión a tantos de
mis pobres hijos pecadores.
No son sus planes pastorales ni sus discusiones, no son los medios huma- nos en
los que ponen tanta confianza y seguridad, sino solamente Jesús Euca- rístico es Quien
dará a toda la Iglesia la fuerza de una completa renovación, la que la llevará a ser
pobre, evangélica, cas- ta despojada de todos los apoyos en que confía, santa bella, sin
mancha ni arruga, a imitación de su Madre celestial.
A. Un mensaje de Esperanza para estos tiempos turb
68
Deseo que este mensaje Mío se haga público y se incluya entre los contenidos
en mi libro. (636/86)
Es el reino que se opone a Cristo, el rei- no del Anticristo. En el último período del
siglo, su reino llegará a la cumbre de su fuerza, de su poder, de su gran seducción.
Llega la hora en que el hombre inicuo, que pretende suplantar a Dios para ha-
cerse adorar como Dios, se manifestará en todo su poder.
Bajo el flagelo sangriento de esta horri- ble prueba, ¿cómo podrán evitar la dis-
gregación y el abatimiento y permanecer
A. Un mensaje de Esperanza para estos tiempos turbulentos
Así quedarán marcados con mi sello de amor que los distingue de todos aquellos
que se han dejado seducir por la Bestia y llevan el número blasfemo. El Dragón y la
Bestia nada pueden hacer contra aque- llos que han sido marcados con mi sello.
La estrella del abismo perseguirá a todos los que han sido marcados con mi sello,
pero nada podrá dañar a las almas a las que Yo misma he impreso mi imagen.
Isaías, Israel, 745 a.c.: Robustezcan las manos débiles y afirmen las rodillas que
se doblan. Díganles a los que están asustados: «Calma, no tengan miedo, porque
ya viene su Dios a vengarse, a darles a ellos su merecido; él mismo vie- ne a
salvarlos a ustedes.» (Is 35, 3-4)
Nahum, Israel, 626 a.c.: Yavé es bue- no; para los que en él confían, es un
refugio en el día de la angustia. Cono- ce a los que en él confían, y los salva de las
aguas embravecidas. Mas extermina a los que se alzan contra él, a sus ene- migos
los persigue hasta en la oscuridad.
¿Qué traman contra Yavé? (Nah 1, 7-9)
Y puesto que ustedes están en mi Cora- zón Inmaculado, nada los puede tocar.
es él, el Dios que me salva! En él confío y no tengo más miedo, pues Yavé es
mi fuerza y mi canción, él ha sido mi salvación.
Robustezcan las manos débiles y afir- men las rodillas que se doblan. Dígan-
les a los que están asustados: «Calma, no tengan miedo, porque ya viene su
Dios a vengarse, a darles a ellos su merecido; él mismo viene a salvarlos a
ustedes.» (Is 33, 14-16)
Hoy, mirando con ojos misericordio- sos a mis hijos pecadores, les digo: Soy
su Madre Celestial que los invita, a todos, a cobijarse bajo su manto Inmaculado
para protegerlos y con- ducirlos a Jesús, su Salvador. (413/81)
¡Cuántas veces los he acogido en mis brazos, después de cada caída; cuántas
veces he vendado sus dolorosas heridas y he dado fuerza a su gran debilidad!
¡Cuántas veces, sin darse apenas cuen- ta, he intervenido personalmente para
sustra-erlos de las peligrosas insidias que todos los días les tiende el adversario mío y
suyo! (401)
Isaías, Israel, 745 a.c.: A ver uste- des que andan con sed, ¡vengan a las
aguas! No importa que estén sin pla-
A. Un mensaje de Esperanza para estos tiempos turb
76
ta, vengan; pidan trigo sin dinero, y coman, pidan vino y leche, sin pagar.
¿Para qué van a gastar en lo que no es
pan y dar su salario por cosas que no alimentan? Si ustedes me hacen caso,
comerán cosas ricas y su paladar se de- leitará con comidas exquisitas. Atiéndan-
me y acérquense a mí, escúchenme y su alma vivirá. (Is 55, 1-3)
Mis sacerdotes deberán ser pobres, a imi- tación de mi Hijo Jesús: pero nunca les
A. Un mensaje de Esperanza para estos tiempos turbulentos
faltará lo necesario para vivir con de- coro.
A. Un mensaje de Esperanza para estos tiempos turb
Yo soy 78
Madre y me cuidaré tam- bién de esto. Haré cosas grandes,
extraordinarias, hasta milagros, cuando sea necesario.
Pero que mis Sacerdotes no estén solíci- tos ni preocupados en cuanto a alimento y
vestido. ¡Como niños dejen que sea su Madre la que provea! (107/74)
Recoge de todas partes a mis hijos predi- lectos. Tienen necesidad de conocerse, de
encontrarse, de amarse como hermanos, de ayudarse mutuamente, de alentarse entre
sí, para ir siempre, con sencillez y abandono, por el camino difícil y doloroso de
este tiempo.
Yo estaré contigo, no temas. Como ma- dre te proveeré de todo: casa, vestido,
alimento, como sólo la Madre lo sabe ha- cer. (117/74)
Sofonías, Jerusalén, 630 a.c.: Busquen a Yavé todos ustedes, los humildes del
país, que cumplen sus mandatos, prac- tiquen la justicia y sean humildes y así,
tal vez, encontrarán refugio el día del furor de Yavé. (Sof 2, 3)
Isaías, Israel, 745 a.c.: Si hubieras estado atento a mis leyes, la dicha te
habría inundado como un río. Habrías sido fuerte como las olas del mar, y
tus hijos, numerosos como los granos de arena, y tu nombre no sería nun- ca
arrancado o borrado de mi vista.»
«¡Salgan de Babilonia! ¡Huyan del país
A. Un mensaje de Esperanza para estos tiempos turbulentos
San Pablo, Palestina, 65 d.c. Pónganse las armas que Dios les da, para poder
resistir a las estratagemas del diablo, porque nuestra lucha no es contra
hombres de carne y hueso, sino contra principados, autoridades y poderes que
dominan este mundo de tinieblas, contra las fuerzas so- brehumanas y
supremas del mal. Por eso, tomen las armas de Dios, para poder resistir en el
día fatal y, des- pués de actuar a fondo, mantener las posiciones.
El desierto donde me retiro (Ap 12, 6) son ustedes, hijos consagrados a mi Corazón
Inmaculado; es su corazón azotado por tantas heridas en un mundo invadido por la
rebelión contra Dios y su ley, marcado por el odio y la violencia que se extiende de
manera amenazadora.
A. Un mensaje de Esperanza para estos tiempos turb
80 la aridez de
Cada día riego sus corazones con la ternura de mi amor Inmaculado, la
aridez de sus almas con la gracia de la que estoy llena, porque, como Madre, debo
distribuirla a todos mis pequeños hijos.
Luego vendo sus heridas con un bálsamo celestial, los limpio ayu- dándolos a
librarse cada vez más de los pecados, de sus numerosos defectos y de las
aficiones desor- denadas. De este modo preparo y hago fecundo el terreno de mi
jardín.
Después siembro en ustedes el amor de mi Hijo Jesús, para que pueda germinar y
florecer de manera cada vez más perfecto y luminoso. Y, en su espíritu de amor, los
abro, como renuevos, al sol de la com- placencia del Padre, de manera que la
Santísima Trinidad pueda resplandecer y reflejarse en la celeste morada edificada en
mi Corazón Inmaculado. (371/80)
Isaías, Israel, 745 a.c.: Él da la fuerza al que está cansado y ro- bus-tece al
que está débil. Mientras los jóvenes se cansan y se fatigan y hasta pueden
llegar a caerse, los que en El confían recuperan fuerzas, y les crecen alas
como de águilas. Correrán sin fatigarse y andarán sin cansarse.» (Is 40, 29-
31)
A aquellos que han caído les daré una nueva pureza, los llamaré a una se-
gunda y más bella inocencia de dolor y de amor (86)
Quiero curarlos del pecado y de las con- secuencias que deja en ustedes: ese sen- tido
de debilidad y de inestabilidad que tantas veces los postra y los desanima.
Se sienten tan frágiles e inseguros, tan inciertos y temerosos de volver a ser víc-
timas del mal que los rodea.
A. Un mensaje de Esperanza para estos tiempos turbulentos
A los peligros que, en estos tiempos, les tienden los malos, tratando de esparcir en el
camino por el que deben andar, obstá- culos, dificultades y astutas oposiciones, los
Santos del paraíso responden con su poderosa asistencia e intercesión.
Las tramas ocultas y obscuras, que la Ma- sonería urde contra ustedes para hacer- los
caer en sus redes, son descubiertas y des-truidas por los Santos, quienes hacen bajar
desde el Cielo una fuerte luz que los envuelve, para perfumar la fe, de espe- ranza, de
amor, de pureza y de Santidad, toda su existencia.
A. Un mensaje de Esperanza para estos tiempos turb
84
La comunión de vida con los Santos del
paraíso es el remedio que Yo les doy contra
los peligros engañosos y muy astutos, que la
bestia negra de la Masonería, hoy les tiende.
A. Un mensaje de Esperanza para estos tiempos turbulentos
La comunión de vida con los Santos del paraíso es el remedio que Yo les doy con-
tra los peli gros engañosos y muy astu- tos, que la bestia negra de la Masonería,
hoy les tiende.
Contra las dificultades, las ironías, las mar- ginaciones que la bestia, semejante a un
cordero, usa en contra de ustedes, mis hijos predilectos, recurran a una perenne
comunión de oración con las almas santas del purgatorio. Esta comunión de oración
con las almas purgantes les da la luz y el alivio de abreviar el tiempo de su purifica-
ción, y concede a ustedes, la seguridad y el valor para realizar en su vida mi designio,
que es el de ayudarlos a cumplir en todo momento la Divina Voluntad del Señor.
Hoy los contemplo con alegría, reunidos juntos en el celestial jardín de mi Cora-
zón inmaculado, viviendo esta estu- penda realidad de la Comunión de los
Santos, que los une, los ayuda, los compromete a todos a combatir por el
pleno triunfo de Cristo, con la venida de su glorioso reino de amor, de santidad,
de justicia y de paz en el mun- do. (831/89)
Muchos se encuentran en el Purgatorio, con la certeza de ser salvados para siem- pre,
pero todavía en el sufrimiento puri- ficador, en una posesión de Dios que no es
plena ni perfecta. Hoy quiero decirles que estos hermanos están muy cerca de
ustedes y forman la parte más preciosa de mi ejército victorioso. Mi ejército es
uno, como una es la Iglesia, reuni- da en la gozosa experiencia de la
Comunión de los Santos.
Los Santos interceden por ustedes, ilumi- nan su camino, los ayudan con su amor
purísimo, los defienden de las insidias que les tiende nuestro Adversario y esperan
ansiosos el momento del encuentro con ustedes.
A. Un mensaje de Esperanza para estos tiempos turb
Las almas 86
purgantes oran por ustedes, ofrecen sus sufrimientos por el bien de
ustedes, y son ayudadas, por las ora- ciones de ustedes a liberarse de las im-
perfecciones humanas, que les impiden entrar en el gozo eterno del Paraíso.
Mi Corazón de Madre los une, hoy, en una extraordinaria comunión de vida, con to-
dos sus hermanos del Paraíso y con los que tienen la certeza de ser salvados,
pero que todavía sufren el tiempo de su purificación personal en el purgatorio.
Por eso nunca deben sentirse solos. Ha- gan más fuertes sus lazos con lo santos del
cielo y con los que se están todavía purificando en el Purgatorio; están muy cerca
de ustedes, ven todas sus dificul- tades, conocen las terribles insidias que les
tiende mi adversario, y los ayudan siempre de manera eficaz. ¡Miren hoy hacia
todos los que los precedieron en la vida terrena con la señal de la fe, y que ahora
los esperan con amor y alegría!
Con ustedes en el combate están también los Ángeles del Señor que, a mis
órdenes cumplen la misión que Yo les he confiado.
Todos los Espíritus Celestiales son seres luminosos y poderosos y se hallan muy
cerca de Dios, a quien aman, sirven, de- fienden y glorifican.
En la Luz de la Santísima Trinidad, Ellos ven todas las insidias peligrosas y enga-
ñosas que les tienden los malos espíri- tus, que luchan contra Dios y contra su
real dominio.
Esta es una batalla terrible, que se libra sobre todo a nivel de espíritus: los buenos
contra los malos, los Ángeles contra los demonios.
A. Un mensaje de Esperanza para estos tiempos turb
Ustedes 88
estántambién comprometidos en esta gran lucha y por esto deben
confiarse siempre a su segura protec- ción e invocar a menudo, con la oración,
su poderosa ayuda.
Cuando se ha dado en estos tiempos gran libertad a los demonios y a todos los es-
píritus del mal para sus diabólicas mani- festaciones, también son estos los días en
que los ángeles del Señor están llamados a llevar a cabo la parte más importante de
mi plan. Cielos y tierra se unen en esta hora de la gran batalla conclusiva.
Y así les pido a todos, que formen una sola entidad con los ángeles y con los santos
del Paraíso. Sobre todo, les pido que rue- guen más a sus ángeles guardianes, por- que
ellos están llamados en estos tiempos a cumplir la tarea particular que se les ha
asignado con respecto a cada uno de mis hijos predilectos. Es el deseo de mi cora-
zón, que en la recitación diaria del Ánge- lus, se incluya la oración al ángel de Dios.
Yo les pido que vivan siempre en intimidad y familiaridad con sus ángeles
guardianes. Llámenlos en las necesidades; invóquenlos en los peligros; asócienlos a
su trabajo, confíenles sus di- ficultades; acudan a ellos en los momen- tos de
tentación. Ellos deben ahora for- mar una entidad con ustedes. (714/87)
Es su hora, pero el tiempo de que dispone es breve y sus días de triunfo están
contados.
Por eso, les tienden unas insidias peligrosas y terribles, que no po- drán eludir
A. Un mensaje de Esperanza para estos tiempos turb
sin una ayuda especial de sus Ángeles Custodios
90
¡Cuántas veces al día ellos intervie- nen para sustraerles de las engaño- sas
maniobras que les tiende con su astucia mi adversario!
Por eso, los invito a confiarse cada vez más a los Ángeles del Señor.
A. Un mensaje de Esperanza para estos tiempos turbulentos
Tengan con ellos una afectuosa intimidad porque están más cerca de ustedes que los
amigos y personas más queridas.
Caminen a la luz de su invisible, pero se- gura y preciosa presencia. Ellos ruegan
por ustedes, caminan a su lado, los sos- tienen en la fatiga, los consuelan en el do- lor,
velan sobre su reposo, los toman de la mano y dulcemente los atraen al camino que
les he trazado.
Rueguen a sus Ángeles Custodios y vivan con confianza y serenidad las dolorosas
horas de la purificación.
Cómo son de fuertes y continuos los ataques de los espíritus malos, para
golpearlos hasta en su vida física, con accidentes, desgracias, atentados, en-
fermedades, calamidades, explosiones de violencia, guerras y revoluciones.
Los Ángeles Custodios tienen la ta- rea de protegerlos de todos estos males,
contra las insidias y para hacerlos caminar en la vida bajo su protección se- gura y
poderosa.
Los Ángeles Custodios tienen, en fin, la tares de luchar con ustedes la misma ba-
talla para conseguir la misma victoria.
En la gran prueba, que ya ha llegado, es aún más fuerte y sangrienta la lucha entre la
Mujer vestida de sol y el Dragón rojo, entre las fuerzas del bien y las fuerzas del
mal, entre Cristo y el anticristo.
Es una batalla que se desenvuelve sobre todo a nivel de los espíritus: los espíritus
A. Un mensaje de Esperanza para estos tiempos turb
92
buenos contra los espíritus malos; los Án- geles contra los demonios; San Miguel
Arcángel contra Lucifer. Ustedes están involucrados en esta lucha, que los supe- ra
inmensamente. Entonces deben estar particularmente unidos a Aquellos que están
cerca de ustedes en la gran batalla, que tienen gran poder en esta lucha, que los ayudan
a luchar y los llevan hacia la victoria segura. (1036/93)
Hijos predilectos, Yo los llamo de todas partes de la tierra. Los Ángeles de Luz de
mi Corazón Inmaculado están reuniendo de todas partes a los elegidos, llamados a
A. Un mensaje de Esperanza para estos tiempos turbulentos
formar parte de mi escuadrón victorioso.
Ellos los están marcando con su se- llo. Ellos los están revistiendo con mi
poderosa coraza para la batalla. Ellos están dándoles el crucifijo y el
A. Un mensaje de Esperanza para estos tiempos turb
94armas que deben esgri- mirse par la gran victoria.
rosario como
Ha llegado ya el tiempo para la batalla de- cisiva. Para ello, los ángeles del Señor es- tán
interviniendo de modo extraordinario, se sitúan, cada día, junto a cada uno de ustedes
para guiarlos, para protegerlos y para confortarlos. (713/87)
Los Ángeles los toman de la mano y los conducen por la senda de la luz, del amor y
de la santidad.
Les dan valor y consuelo en las mu- chas dificultades que deben soportar y los
sostienen en la debilidad humana.
Están al lado de ustedes como verda- deros hermanos que toman a pecho su
persona y su vida.
Los defienden contra los continuos ataques de Satanás, contra sus nu-
A. Un mensaje de Esperanza para estos tiempos turbulentos
merosas asechanzas, contra los obstá- culos que pone en su camino.
La gran batalla que se está combatiendo ahora es sobre todo a nivel de espíritus: los
espíritus malos, contra los Espíritus Angélicos.
Ustedes están involucrados en esta lucha entre el cielo y la tierra, entre los Ángeles y
los demonios, entre San Miguel Arcán- gel y Lucifer. A los Ángeles del Señor ha
sido encomendada la tarea de defender sus persona., la vida de la Iglesia, el bien de
toda la humanidad. (875/90)
A mis órdenes, sientan junto a ustedes los Ángeles del Señor, que serán su de-
fensa y su guía para que cada uno de us- tedes pueda cumplir cuanto Yo he deter-
minado para el triunfo de mi Inmaculado Corazón.
En la lucha96
entre la Mujer vestida de sol y el dragón rojo, los Ángeles tienen la
parte más importante a ejecutar. Por esto, ustedes deben dejarse guiar por ellos.
Los Ángeles, los Arcángeles y todas las milicias celestiales están unidos con
ustedes en el terrible combate contra el Dragón y sus secuaces.
Ellos los defienden de las insidias de Sa- tanás y de los muchos Demonios que se
han desencadenado, ahora, con furia ra- biosa y destructora, en todos los lugares del
mundo. (418/81)
El Arcángel Miguel los defiende de to- dos los terribles ataques de Satanás que se
ha desencadenado particular- mente contra ustedes que integran mi escuadrón y se
dejan guiar dócilmente por su Celestial Conductora. ¡Cuántas veces serían
víctimas de los ataques de Satanás, si el Arcángel Miguel no hubiese intervenido
para su defensa y protección! Invóquenlo a menudo con la oración del exorcismo
contra Satanás y los ángeles rebeldes para que los guíen en esta lucha, de modo que
cada uno de ustedes pueda cumplir la tarea que les ha sido confiada por la Madre
Celestial. (645/86)
Por esto, la batalla es cada día más ás- pera y terrible y también ustedes con los
Ángeles del Señor, están llamados al combate.
Las armas manejadas por los demonios son del mal, del pecado, del odio, de la impure- za,
de la soberbia y de la rebeldía a Dios.
Las armas esgrimidas por los Espíritus Celestiales, que están junto a ustedes en el
combate son el bien, de la Gracia Divi- na, del amor, de la pureza, de la humildad y
de la dócil sumisión a la Voluntad del Señor.
A. Un mensaje de Esperanza para estos tiempos turbulentos
EL CAMINO DE LA CRUZ
El camino de la cruz, mis pequeños hijos, es el único camino que he trazado
para ustedes, porque es el que primeramente recorrió su Ma- dre con su Hijo
Jesús.
Recórranlo sin miedo, porque serán con- du-cidos de la mano por Mí, alentados
con mi afecto de Madre.
Este camino debe ser recorrido por uste- des, porque sólo así podrán ser en todo se-
mejantes a mi Hijo Jesús. Mi misión es ha- cerlos en todo semejantes a Él. (147/75)
Mortifíquense en los sentidos para que puedan ejercer el dominio so- bre
ustedes mismos y sobre sus pa- siones desordenadas. (402/81)
Ofrézcanme la penitencia in
deben cumplir para poder logr
sobre ustedes mismos, sobre s
para volverse verdaderame
humildes, pequeños y pro
designios.
Entonces llegarán a ser interiormente libres y les será fácil ver la Voluntad de
Dios en la luz y se hallarán en mejor dis- posición para cumplirla perfectamente.
A. Un mensaje de Esperanza para estos tiempos turbulentos
(467/83)
Dejen de mirar el gran mal que los rodea y tanta impureza que infecta sus calles.
Renuncien a la televisión para conservar en el alma la luz y para que puedan dedi- car
así más tiempo de sus vidas al recogi- miento, la meditación y la plegaria.
Aprendan a controlar la lengua y guarden silencio dentro y fuera de ustedes para que
puedan así hablar solo de la propa- gación del bien, en espíritu de amor y de
humilde servicio a todos. Huyan de la murmuración y del descontento, de los
chismes y de las conversaciones mali- ciosas. No caigan en la fácil tentación del
juicio y la condena.
Si caminan en esta senda que les es- toy indicando, el Señor bendecirá los días
de su vida y los llevará a la paz del corazón y a la pureza de alma. Se
convertirán ustedes mismos en mi pa- labra vivida y llevarán por todas partes la
luz de mi presencia en medio de la gran tiniebla que se está densificando en el
mundo.
Les pido el ayuno corporal como medio de mortificar los sentidos, como reparación
por el engaño generalizado con que hoy son seducidos tantos hijos míos buscando la
felicidad solamente en el goce de los placeres sensibles y materiales.
¡Cuántos son los que se nutren con el ali- mento venenoso de la impureza y de la
droga! ¡Cómo avanza la llaga pútrida de la prensa inmoral y de la pornografía!
A. Un mensaje de Esperanza para estos tiempos turb
Los medios de comunicación social son a menudo instrumentos de corrupción moral
10 de la difusión del vicio y de la obscenidad, del pecado propuesto
de las conciencias,
hoy como un6 bien y como un valor.
Por esto les pido a ustedes, mis predilectos e hijos a Mí consagrados, que me den una
fuerza de reparación para oponer un dique a la inundación de un mal tan contagioso y
peligroso.
Les pido el ayuno corporal para mortificar sus sentidos, para testi- moniar hoy
la necesidad de poner un límite a la exasperada búsqueda de placer. (579/85)
Deben ser pequeños para llegar a ser ins- trumentos dóciles de mi designio y para
atraer sobre ustedes la complacencia de mi Hijo Jesús.
¡Cuánto los ama Jesús, hijos míos pre- dilectos! Los ama precisamente porque
quieren ser pequeños, pobres, sencillos, humildes.
Deben ser pequeños para enfren- tarse a Satanás, que quiere seducir con el
orgullo y la soberbia.
¿No comprenden que jamás logrará se- ducirlos y engañarlos si ustedes perma-
necen humildes? (215/76)
Mi hijo Jesús no te ama por lo que sa- bes hacer, sino por tí mismo: te ama así
como eres. No son tus méritos, sino sólo su Amor lo que lo atrae fuertemente ha-
cia ti.
También Yo, Madre, te amo tal como eres: aún con tus defectos, siempre que
haya en ti el esfuerzo de corregirlos. Y si te dan la verdadera medida de tu peque-
ñez, también ellos me sirven para hacerte más mío. (160/75)
¡Oh, hijos míos! Mi Corazón rebosa de ternura por ustedes, precisa- mente
porque son pequeños, débi- les, porque a veces han caído, por- que se sienten
frágiles.
Ustedes, mis pequeños hijos, por ustedes mismos no podrán jamás superar lo que los
espera: por esto los quiero encerrar en mi Corazón Inmaculado. Y misma seré su
seguridad y defensa. (149/75)
Los he elegido para un designio que com- prenderán plenamente más adelante.
(290/78)
A. Un mensaje de Esperanza para estos tiempos turb
11 el designio de Dios sólo si
Ustedes realizan corresponden a mi acción ma-
0
ternal que dulcemente los va transfor- mando.
Por este motivo quiero hacerlos pe- queños, cada vez más pequeños, has- ta
reducir a cada uno al total anonada- miento del propio yo. Estimo en todo su
valor su miseria, porque solo ella atrae irresistiblemente sobre ustedes, la
predilección toda misericordiosa de mi Corazón Inmaculado.
Deben ser cada vez más pequeños por- que su Madre los quiere a todos para Sí: los
quiere alimentar, los quiere vestir, los quiere llevar en sus brazos.
Deben ser pequeños porque así dirán siempre sí a la voluntad del Padre.
Pequeños, en fin, para formar este humilde talón que Satanás inten- tará
morder, pero con el cual Yo aplastaré la cabeza.
Deben, por tanto, ser cada vez más pe- queños si quieren preparar el más grande
triunfo de mi Corazón Inmaculado
Con la fuerza del Espíritu Santo, que todo lo quema y lo renueva, vendrá a
ustedes el Reino de Dios, a través de la pequeñez y de la humildad.
Orgullo y soberbia de querer construir un mundo sin Dios. (11) Peor que antes del
Diluvio y de Sodoma y Gomorra (20)
Llamada a la conversión rechazada y con aumento de la perversidad (11) Purificación
necesaria para el comienzo de una era nueva (21)
Por eso Dios ha comunicado a su pueblo su voluntad por medio de los diez
cuernos que han hecho conocer su ley: los diez Mandamientos.
Quien los acepta y los observa anda en la vida por el camino de la Divina Voluntad,
de la alegría y de la paz.
La Bestia Negra (Ap 13, 1) tiene diez cuer-nos y sobre los cuernos diez diade-
mas, que son signo de su realeza.
Si el Señor72
ha comunicado su ley con los diez mandamientos, la masonería di-
funde por todas partes, con la po- tencia de sus diez cuernos, una ley que es
completamente opuesta a la ley de Dios.
Al mandamiento del Señor: “No tendrás otro Dios más que a Mí”, aquella constru-
ye otros falsos ídolos, frente a los cuales, hoy muchos se postran en adoración.
A mandamiento “No tomar el nombre de Dios en vano”, aquella se opone con las
blasfemias contra Dios y contra su Cristo, de muchas maneras engañosas y diabóli-
cas, hasta reducir a un marco indecoroso Su nombre, y hacer películas sacrílegas
sobre su Vida y su Divina Persona.
Al mandamiento: “No cometer actos impu- ros”, aquella justifica, exalta y hace propa-
ganda de toda forma de impureza, hasta llegar a la justificación de los actos contra
natura.
Al mandamiento “No robar”, ella obra para que se difundan cada vez más los
hurtos, la violencia, los secuestros, y las rapiñas.
B. La comprensión del sentido de estos últimos tiempos profetizados
De esta manera, las almas son impulsa- das por el camino perverso y malo de la
des-obediencia a la Ley del Señor, son su- mergidas en el pecado, y así se les impide
recibir el Don de la Gracia y de la Vida de Dios. (802/89)
B. La comprensión del sentido de estos últimos tiempos profetizados
San Pablo, Jerusalén, 60 d.c: Ya que juzgaron inútil conocer a Dios, Dios a
su vez los abandonó a los errores de su propio juicio, de tal modo que hacen
absolutamente todo lo que es malo. En ellos no se ve más que injusticia, per-
versidad, codicia y maldad. Rebosan de envidia, crímenes, peleas, engaños,
mala fe, chismes y calumnias. Son in- sensatos, desleales, sin amor, despia-
dados. Desafían a Dios, son altane- ros, orgullosos, farsantes, hábiles para lo
malo y no obedecen a sus padres. Son insensatos, desleales, sin amor,
despiadados. (Rom 1, 28- 31)
Al Sol divino de los siete Dones del Es- píritu Santo, estas virtudes germinan,
crecen, se desarrollan cada vez más y así conducen a las almas por el camino lumi-
noso del amor y de la santidad.
A las siete 78
virtudes teologales y cardi- nales, que son el fruto de vivir en Gracia de
Dios, la masonería opone la di- fusión de los siete vicios capitales, que son el
fruto de vivir habitualmente en estado de pecado.
Aquel que se hace víctima de los siete vi- cios capitales es conducido gradualmente a
abandonar el culto debido al único Dios, para darlo a falsas vanidades, que son la
personificación misma de todos los vicios. En esto consiste la blasfemia más grande y
horrible. (803/89)
He aquí por qué sobre cada cabeza de la bestia hay escrito un título blasfemo.
Cada logia masónica tiene la in- cumbencia de hacer adorar una di- vinidad
distinta. (804/89)
Hace setenta años (Fátima) que Yo he ba- jado del cielo para estar con ustedes
como la Mujer vestida de sol. Hace setenta años que mi adversario Satanás ha
subido del abismo para estar entre ustedes y mani- festarse como el Dragón Rojo
en todo su terrible poder. De hecho, ha logrado ex- tender su dominio en muchas
naciones y difundir su gesto de negación y rebelión contra Dios en todas las
partes de la tierra. Así, durante el período de estos setenta años, el Dragón Rojo
ha atado a los hom- bres con la cadena de la esclavitud.
Los ha hecho esclavos del orgu- llo y la soberbia, con el engañoso espejismo
de poder prescindir de Dios en todos sus pasos y de po- nerse ustedes mismos
en el lugar de Dios, para que él pueda renovar en ustedes su gesto de rebelión y de
desafío al Señor. Así ha difundido en todas par- tes el error del ateísmo y ha
lanzado a la humanidad a construir una nueva civiliza- ción sin Dios. (716/87)
Yo, que he triunfado sobre todos los erro- res y herejías en el mundo entero, con el
escuadrón de mis hijos predilectos, triun- faré también sobre el error más grande
B. La comprensión del sentido de estos últimos tiempos profe
78
El Espíritu del mal, que se ha levantado contra
Dios para repetir otra vez su desafío: “Non
serviam: no serviré, no reconoceré a Dios.”
que la historia conozca: el error del ateís- mo, que ya ha arrebatado a mi Hijo casi
toda la humanidad. (131/74)
Causada por la rebelión contra Dios, por este orgullo que solo proviene de
Satanás, es la oleada de la nega- ción de Dios, del ateísmo que ame- naza
verdaderamente con seducir a gran parte de la humanidad.
Ya dudan de todo. ¡Pobres hijos míos, cuanto más busquen solos y con sus pro-
pias fuerzas la luz, tanto más caerán en la oscuridad!
Rey David, 445 a.c Guárdame tam- bién de la soberbia, que nunca ins- tale
en mí su dominio. Entonces seré un hombre perfecto y limpio del pe- cado más
grave. (Sal 21, 14)
Los ha hecho esclavos del placer y de la impureza, para sustituir al ver- dadero
Dios con nuevos ídolos, hoy se- guidos y ado-rados por muchos: el sexo, las
diversiones, el dinero, el bienestar. Así el pecado ha extendido su tenebroso velo de
frialdad y de muerte sobre el mundo.
de las cuales hay una corona, signo de poder y realeza. Las cabezas coronadas
indican las naciones en las que el comu- nismo ateo se ha establecido y domina
con la fuerza de su poder ideológico, po- lítico y militar.
La enormidad del Dragón manifiesta cla- ramente la extensión de la tierra ocupada por
el dominio firme del ateísmo comu- nista. Su color es rojo porque usa la gue- rra y
la sangre como instrumentos de sus numerosas conquistas.
San Pablo, Roma, 90 d.c.: Has de saber que en los últimos días vendrán mo-
mentos difíciles; Los hombres serán egoístas, amantes del dinero, farsan- tes,
orgullosos, chismosos, rebeldes con sus padres, ingratos, sin respeto a la
religión; no tendrán cariño ni sa- brán perdonar; serán calumniadores,
desenfrenados, crueles, enemigos del bien, traidores, sinvergüenzas, llenos de
orgullo, más amigos de los placeres que de Dios. Y tanta será la maldad, que el
amor se enfriará en muchos. (2 Tim 3, 1-4. 12)
¡Cuánta maldad existe hoy entre los ricos! Qué grande es el egoísmo que se
difunde entre los que buscan so- lamente el bienestar material y quie- ren
construir una sociedad fundada en la posesión de bienes materiales.
Los pobres consiguen de Mí el gran don del desapego de los bienes materiales, de
vivir confiando en la bondad de la divi- na Providencia, de saber dar a los demás
parte de lo poco que poseen, de acoger
B. La comprensión del sentido de estos últimos tiempos profetizados
a todos con la bondad de los siervos de Señor. (1060/94)
Como Madre estoy al lado de esta pobre humanidad, enferma y oprimida bajo el
peso de su obstinado rechazo a Dios y a su Ley de amor.
Han querido construir una civiliza- ción atea y materialista; han pro- puesto
unos nuevos valores, funda- dos en la satisfacción de todas las pasiones, en la
búsqueda de todos los placeres, en la legitimización de cada desorden moral.
(892/91)
Rey David, Israel, 445 a.c.: ¿Para qué meten ruido las naciones y los pueblos
se quejan sin motivo? Se levantan los reyes de la tierra, y sus jefes conspiran en
contra del Señor y su elegido. ¡Ea, va- mos, rompamos las cadenas y su yugo
quebremos!
Aquel que es el rey del cielo se son- ríe, mi Dios se burla de ellos. Las po- drá
aplastar con vara de hierro y rom- perlas como cántaro de greda.
Y ahora, reyes entiendan, corríjanse los jueces de la tierra. Sirvan a Dios con
temor, besen, temblando, sus pies. Si
Este mundo se aleja cada vez más de Dios y ya no quiere escuchar la palabra
de mi Hijo Jesús. Así cae en las tinieblas de la negación de Dios, en el
engañoso espejismo de poder prescindir de Él.
Casi han logrado construir una civiliza- ción solamente humana, cerrada obs-
tinadamente a cualquier influjo divino.
Y Dios en su infinita majestad no pue- de menos que reírse de esta humani- dad
que se ha conjurado contra Él.
Las tinieblas han invadido también a la Iglesia. Se extiende cada vez más y
B. La comprensión del sentido de estos últimos tiempos profe
86
¡Seducidos por Satanás, cuántos de ellos han perdido la luz para cami- nar por
la senda justa: la senda de la verdad, de la fidelidad, de la gra- cia, del amor,
de la oración, del buen ejemplo, de la santidad! (280/78)
No miren el gran mal que se sigue cometiendo y difundiendo con los más
refinados medios de comunica- ción (404/81)
Ya la Sagrada Escritura los ha advertido que quien peca por medio de la carne, en la
misma carne encuentra su justo castigo.
Y de este modo, ha llegado el tiempo en el que el Ángel del primer flagelo pasa por
el mundo, para que sea castigado según el querer de Dios.
El primer flagelo es la nueva enfermedad del SIDA, que ataca sobre todo a mis po-
bres hijos víctima de la droga, de los vi- cios y de los pecados impuros contra na-
tura. (828/89)
Isaías, Reino de Judá, 736 a.c.: Su ros- tro descarado los denuncia y, como
Sodoma, muestran sus pecados en vez de esconderlos. ¡Ay de ellos que han
preparado su propia ruina! Digan:
«Feliz el justo, pues comerá el fruto de sus obras»; pero: «Pobre del malo,
porque le irá mal, y será tratado según las obras de sus manos.» (Is 3,9-10)
Se comienza con los pequeños a traicionar la inocencia de tantas al- mas. Así,
muchos acaban por ser con- taminados sin darse apenas cuenta. Us- tedes
respondan mirándome a Mí sola. Entonces verán el mal que los rodea, sin mirarlo.
Y caminarán mirando a mi Hijo Jesús, que es su única vía. (243/77)
Cuántas son las insidias que cada día les tienden los espíritus malos, los demonios
que ahora se han volcado en el mundo y actúan por doquier para llevar a las almas a
la eterna condenación.
Su acción se ha vuelto poderosa, porque se han asociado a la fuerza que tienen los
medios de comunicación, como la prensa y la televisión. (1035/93)
Viven en un90 ambiente malsano y corrom- pido, y se les hace muy difícil permanecer
fieles a los mandamientos de Dios, que los lleva a recorrer el camino del amor, a
huir del pecado, a vivir la gracia y la santidad.
Así cada día aumenta el número de los pobres hijos que se dejan seducir por el
egoísmo desenfrenado, por la envidia y la impureza. Las víctimas fáciles, menos
culpables, son los jóvenes que tienen la dolorosa suerte de vivir en estos años en que el
mundo se ha vuelto peor que en los tiempos del diluvio. (446/82)
Miro, con ojos de llanto, los niños iniciados precozmente a las experiencias del mal y
del pecado; los jóvenes engañados y trai-
B. La comprensión del sentido de estos últimos tiempos profetizados
cionados por una sociedad en que viven, a los cuales se le proponen unos falsos valo-
res, y ya se han vuelto víctimas de la im- pureza y de la droga; las familias divididas y
destruidas; los pobres que mueren de hambre; los que son destrozados y mata- dos en
la guerra, los enfermos a los cuales se les niegan los cuidados y la asistencia; los
abandonados, los desesperados, los agonizantes, los moribundos. (973)
San Pablo, Jerusalén, 60 d,c,: Por esto Dios dejó que fueran presa de pasiones
vergonzosas: ahora sus mujeres cam- bian las relaciones sexuales normales
por relaciones contra la naturaleza. Los hombres, asimismo, dejan la relación
natural con la mujer y se apasionan los unos por los otros; practican torpe- zas
varones con varones, y así reciben en su propia persona el castigo merecido por
su aberración. (Rom 1, 26-27)
Ha llegado al mundo la hora de la gran tribulación, porque los Ángeles del Señor
son enviados, con sus flagelos, para casti- gar la tierra.
Cuántas veces los he invitado a andar por el camino del dominio de las pasiones, de la
modestia, del buen ejemplo, de la pu- reza, de la santidad.
Pero
Loslahombres,
humanidad no ha acogido
asimismo, dejan la mi in- vitación y ha seguido desobedeciendo el
relación
sexto mandamiento
natural con la mujerdeylaseLey del Señor
apasionan losque
unosprescribe no cometer actos impuros.
por los otros; practican torpezas varones
Al contrario, han querido
con varones, exaltar tales
y así reciben en sutrans- gresiones y proponerlas como la conquista
propia
persona el castigo merecido por su
aberración.
(Rom 1, 26-27)
-marchas del orgullo gay-
B. La comprensión del sentido de estos últimos tiempos profe
de un valor 92
humano y un modo nuevo de ejercitar su propia libertad personal.
De este modo hoy se ha llegado a legiti- mar como buenos todos los pecados de
impureza.
San Pablo, Jerusalén, 60 d,c, Por eso Dios los abandonó a sus pasiones
secretas; se entregaron a la im- pureza y deshonraron sus propios cuerpos.
(Rom 1, 24)
¿Por qué tanta crueldad? ¿Por qué hoy se han difundido en el mundo tan inhumana
crueldad? La sangre de estos inocentes cada día clama venganza en la presencia
B. La comprensión del sentido de estos últimos tiempos profetizados
También en las naciones de más antigua tradición cristiana se ha llegado a legitimi- zar
el gran delito del asesinato de los ni- ños en el seno materno. Este delito clama
pidiendo venganza en presencia de Dios. (385/80)
Satanás ha engañado a toda esta pobre humanidad llevándola tan lejos de Dios y
construyendo para ella los ídolos de su perversión: el placer, el dinero, el orgullo, el
egoísmo, la diversión y la impureza. Por eso la humanidad es hoy tan amenazada por
la violencia, el odio, la rebelión y la guerra. En estos años ustedes verán el gran
castigo con el cual la justicia de Dios purificará este mundo, que se ha vuelto
mil veces peor que en el tiempo del diluvio y es tan poseído por los espíritus
del mal. Por eso Yo recojo de cada parte de la tierra a mis pe- queños niños y los
encierro en el refugio seguro de mi Corazón Inmaculado, para que sean defendidos y
salvados por Mí en el momento de la gran prueba que ya ha llegado para todos.
(1045/93)
B. La comprensión del sentido de estos últimos tiempos profe
La sangre
96 de estos inocentes cada día
clama venganza en la presencia de Dios
y abre en mi Corazón Maternal unas
heridas de profundo dolor.
B. La comprensión del sentido de estos últimos tiempos profetizados
Ustedes viven bajo mi dolorosa preocupa- ción al verlos aún víctimas del pecado que se
propaga; observando cómo en todas partes, a través de los medios de comuni- cación
social, se propone a mis pobres hi- jos, unas experiencias de vida contrarias a lo que
les indica la ley santa de Dios. Cada día, se les da de comer el pan en- venenado
del mal y son abrevados en la fuente contaminada de la impureza.
De este modo, se llega hasta a per- der conciencia del pecado como un mal; y
la injusticia, el odio y la impiedad cubren la faz de la tierra y la convier- ten en
un inmenso desierto de vida y de amor. La obstinada negación de Dios y de retornar
a Él; la pérdida de la verdadera fe; la iniquidad que se propaga y permite la difusión
del mal y del pecado; ¡He aquí los signos del perverso tiempo que viven! (563/84)
Como mamá les he indicado repetida- mente el camino que deben seguir para
llegar a la salvación.
B. La comprensión del sentido de estos últimos tiempos profe
Pero no he98
sido escuchada.
Han continuado a recorrer el camino del re- chazo de Dios y de su ley de amor. (887/90)
La conversión que les pido es la que Jesús les pidió en su Evangelio. Se-
párense del camino del mal, de la soberbia, del egoísmo y del pecado.
En el mundo en que viven, donde la rebe- lión contra Dios y su ley de amor es acogi-
da, propagada, exaltada y erigida como un nuevo modelo de vida, ¡cuántos de mis hi- jos
se hacen víctimas, cada día, del pecado y del odio, de la violencia y de la corrupción, del
egoísmo y de la impureza! El pecado grave los aleja de Dios, arrebata el precioso regalo
de Su vida y de Su gracia para las almas, los hace esclavos de pasiones y de vicios,
debilita su resistencia a las tentacio- nes, da más ámbito a la acción de Satanás, quien,
entonces toma mayor pose-sión de su vida y hace de ella un instrumento para la
propagación del egoísmo desenfrenado, de la soberbia, del odio y la división, de la lujuria
y la impiedad. (672/87)
La negativa a retornar a D
conversión llevó a toda la
por el árido y frío sendero d
la
violencia y del pecado,
propagación constante de la i
Jeremías, Israel, 665 a.c.: Les dirás: Así dice Yavé: ¿Acaso el que cae no se
levanta, y el que se ha perdido de ca- mino, no vuelve atrás?
Pues ¿por qué este pueblo sigue en su rebeldía, sin querer ceder? Se aferran
fuertemente a la mentira y se niegan a convertirse.
No ofendan más a Mi Hijo Jesús, que ya está demasiado ofendido. Vuelvan a Dios
por medio de la conversión, por el camino de la oración y de la penitencia.
Muchos han perdido la conciencia del pe- cado; por eso los cometen y los justifican
más cada día. Casi ha desaparecido el sentido del arrepentimiento, que es el primer
paso que hay que dar en el ca- mino de la conversión. (384/80)
Jeremías, Israel, 665 a.c.: Se engañan unos a otros, nunca dicen la verdad, su
lengua está acostumbrada a mentir, y no pueden convertirse. Viven en la
mentira y la mentira les impide co- nocerme. (Jer, 9, 4-5)
Un castigo peor que el diluvio está a punto de caer sobre esta pobre y per- vertida
humanidad. Descenderá fuego del cielo y será este el signo de que la jus- ticia de Dios
ya ha sido establecida para la hora de su gran manifestación. (710/87)
En este mundo, que se ha puesto peor que en el tiempo del diluvio, corren
peligro de perderse, en esta vida, por los malos caminos del pe- cado y de la
infidelidad, y en la otra vida corren el peligro de perderse eternamente.
B. La comprensión del sentido de estos últimos tiempos profe
¡Cuántas veces, como mamá preocu- pada y adolorida, he querido invitar a mis
hijos a recorrer al camino de la conversión y del regreso al Señor!
No he sido escuchada.
Ustedes han seguido por el camino del re- chazo de Dios y de su ley del amor. Cada
vez se han difundido más los pecados de impureza, y la inmoralidad se ha extendi-
B. La comprensión del sentido de estos últimos tiempos profetizados
¡Cuántas veces, como mamá preocupada
y adolorida, he querido invitar a mis
hijos a recorrer al camino de la
conversión y del regreso al Señor! No he
sido escuchada. Ya ha llegado el
momento de la justicia
Divina y de la gran misericordia.
Conocerán la hora de la debilidad y de la
pobreza; la hora del sufrimiento y de la
gran derrota; la hora puricadora del gran
B. La comprensión del sentido de estos últimos tiempos profe
do como un mar que ha sumergido todas las cosas; el uso de los medios para im-
106
pedir la vida se ha generalizado, mientras los abortos, estas matanzas de niños ino-
centes que claman venganza ante Dios, se han difundido y son practicadas por
todas partes.
San Pablo, Jerusalén, 60 d.c.: Si tu co- razón se endurece y te niegas a cam- biar,
te estás preparando para ti mismo un gran castigo para el día del juicio, cuando
Dios se presente como justo Juez. Él pagará a cada uno de acuerdo con sus
obras. Dará vida eterna a quien haya seguido el camino de la gloria, del honor y
la inmortalidad, siendo constante en hacer el bien; y en cambio habrá sen- tencia de
reprobación para quienes no han seguido la verdad, sino más bien la injusticia.
Habrá sufrimientos y angustias para todos los seres humanos que hayan hecho el
mal, en primer lugar para el ju- dío, y también para el griego. La gloria, en
cambio, el honor y la paz serán para todos los que han hecho el bien, en pri- mer
lugar para el judío, y también para el griego, porque Dios no hace distinción de
personas. (Rom 2, 5-11)
naciones de la tierra. Pero ahora el período de esta esclavitud babilónica está a punto
de terminarse.
El milagro del sol, que tuvo lugar durante mi úl- tima aparición, fue sola- mente
una señal profética para indicarles que todos deben mirar al Libro que
aun está sellado. Hoy Yo soy enviada por Dios para abrir este libro, para que los se-
cretos les sean revelados.
La iniquidad cubre toda la tierra como una espesa capa de hielo, y la copa de la Divi-
na Justicia ya está colmada y rebosante. (555/84)
Ezequiel, Babilonia, 597 a.c.: Ahora es el fin para ti. Voy a desatar mi cólera
contra ti, te juzgaré de acuerdo con tu comportamiento y haré recaer so- bre ti
todos tus crímenes. Mi ojo no te perdonará, seré inclemente. Haré re- caer
sobre ti tu conducta, y te recorda- ré todos tus crímenes; entonces sabrán que
soy Yavé.
Esto dice Yavé: Ya llega la desgracia, una desgracia única. Es el fin, se acerca
el fin, se muestra aquí y acullá. Es tu tur- no, habitante del país, llegó el momento, se
acerca el día; no faltará, no tardará. Voy a hacer que mi cólera se derrame
sobre ti; se descargará mi cólera sobre ti y te juzgaré según tu conducta. Haré
que pagues todos tus crímenes. Mi ojo no te perdonará, seré inclemente, haré
que pagues tu conducta y me recordaré de tus crímenes; entonces sabrán que
yo, Yavé, soy quien castiga. (Ez 7, 3-9)
Isaías Israel, 745 a.c.: Porque Yavé está saliendo de su morada para cas-
tigar la maldad de los habitantes de la tierra. La tierra
dejará ver la sangre derramada y no esconderá más a los que fueron dego-
llados. (Is 26, 21)
San Juan, Isla de Patmos, 100 d.c.: Y oí al ángel de las aguas que decía: «Tú, el
que eras y eres, el Santo, eres justo al castigarlos de este modo, pues ellos
derramaron la sangre de los santos y de los profetas, y Tú les has dado a
beber sangre. Bien se lo mere- cían.» Entonces oí otro grito que venía del
altar: «Sí, Señor y Dios, Todopode- roso, tus juicios son verdaderos y jus-
tos.» (Ap 16, 5-7)
Mi amor maternal me impele a abreviar estos tiempos. Dentro de poco, comenza- rán
a comprender lo que les estoy comu- nicando desde hace años.
Si el castigo vine, será por una úl- tima y gran exigencia de sufrimien-
B. La comprensión del sentido de estos últimos tiempos profe
110
Rey David, 445 a.c : “Los pobres son despojados, gimen los humil- des,
ahora me levanto - dice el Se- ñor - y prestaré socorro al que es
despreciado.” Las palabras del Señor son palabras seguras, son como plata
pura siete veces purificada en el crisol. Tú, Señor, cuidarás de nosotros; pro-
tégenos por siempre de esta genera- ción. Por doquier se andan paseando los
malvados y cunde el vicio entre los hijos de Adán (Sal 11, 6-9)
San Pablo, Roma, 60 d.c.: Pero tam- bién es justo que Dios devuelva
sufrimientos a los perseguidores y que a ustedes, los perseguidos, les dé el
descanso con nosotros el día en que el Señor Jesús se manifieste glo- rioso y
venga del cielo rodeado de su corte de ángeles. Entonces la llama ar- diente
castigará a los que no reconocen a Dios y no obedecen al Evangelio de Jesús,
nuestro Señor.
B. La comprensión del sentido de estos últimos tiempos profe
(2 Tes 1 6-8)
112
B. La comprensión del sentido de estos últimos tiempos profetizados
Isaías, Israel, 745 a.c.: Y dirás aquel día: Te doy gracias, Yavé, porque esta-
bas enojado conmigo, pero se te pasó el enojo y me levantaste. ¡Vean cómo es
él, el Dios que me salva! En él confío y no tengo más miedo, pues Yavé es mi
fuerza y mi canción, él ha sido mi salvación.
Isaías, Israel, 745 a.c.: El hombre ba- jará sus ojos orgullosos y su soberbia se irá
al suelo; sólo Yavé será exalta- do aquel día. Pues Yavé Sabaot tendrá su día
contra todo orgullo e insolencia y contra todo el que se cree: ¡será rebaja- do!
Pedirá cuentas a los cedros del Líba- no elevados y altaneros, y a las encinas de
Basán, a los cerros altos y las lomas orgullosas, a las torres altas y las mura- llas
fortificadas, a los barcos de ultramar y las naves lujosas. El orgullo del hom- bre
será doblegado y las glorias huma- nas, humilladas Sólo Yavé será exaltado
cuando venga aquel día, y de los ídolos no quedará nada. (Is 2, 11-17)
Jeremías, Israel, 665 a.c. Por eso, así habla Yavé de los Ejércitos: Voy a
probarlos en el fuego del crisol,
¿qué otra cosa puedo hacer con la hija de mi pueblo? (Jer 9, 6)
Ezequiel, Babilonia 597, a.c.¡ Este es el día! ¡La insolencia floreció, el or-
gullo se expandió, la violencia rei- na, castiga perversamente. ¡Llegó el
momento, llegó el día! Que el comprador no se alegre, que el ven- dedor no se
queje,.(Ez 7, 10-12)
Jeremías, Israel, 665 a.c.: ¿Cómo pue- den ustedes decir: «Somos sabios y
B. La comprensión del sentido de estos últimos tiempos profe
114
Isaías, Israel, 745 a.c.: Y desde allí levantará sus brazos como los extien- de
el nadador para nadar. Pero Yavé aplastará su soberbia a pesar de sus
esfuerzos. Tus seguras y elevadas torres, las destruirá, las demolerá y las
echará abajo. (Is 25, 11-12)
En estos días, Jesús está actuando de una manera muy fuerte en todas partes
del mundo para realizar el designio de su Amor Misericordioso.
Con estos pequeños, que El está re- uniendo de todas partes de la tierra. Jesús
instaurará pronto su reino de Gloria.
Isaías, Israel, 745 a.c. Volveré mi mano contra ti y quemaré tus impu- rezas
con la cal, hasta quitarte todo lo sucio que tengas. (Is 1, 25)
Isaías, Israel, 745 a.c.: Robustezcan las manos débiles y afirmen las rodillas
que se doblan. Díganles a los que están asustados: «Calma, no tengan miedo,
porque ya viene su Dios a vengarse, a darles a ellos su merecido; él mis- mo
viene a salvarlos a ustedes.» (Is 35, 3-4)
Hoy quiero invitarles a meditar estas pa- labras pronunciadas por mi Hijo Jesús.
B. La comprensión del sentido de estos últimos tiempos profe
Son palabras graves, que hacen reflexio- nar y logran hacerles entender los tiem- pos
que viven. 118
Se puede preguntar, ante todo, por qué Jesús las pronunció. Para prepararlos a su
segunda venida y para describir una circunstancia que indicará el aproximarse de su
regreso glorioso.
También en otro pasaje de la Escritura Divina, en la carta de San Pablo a los Te-
salonicenses, se anuncia claramente que antes del retorno glorioso de Cristo, debe
manifestarse una gran apostasía.
En esta nación (Japón) les he dado un signo extraordinario, dejando bajar lágri-
mas abundantes, por más de cien veces, de los ojos de una estatua en la cual soy
representada como Madre Dolorosa al pie de la Cruz de mi Hijo Jesús.
Ahora les anuncio que ha llegado el tiem- po de la gran prueba, porque en estos
años se realizará todo lo que les he anun- ciado. (1034/93)
Lucas, Antioquia, 62 d.c.: Escuchen lo que sucederá en los últimos días, dice
Dios: derramaré mi Espíritu so- bre cualesquiera que sean los mor- tales. Sus
hijos e hijas profetizarán, los jóvenes tendrán visiones y los ancianos tendrán
sueños proféticos. En aquellos días derramaré mi Espíritu sobre mis siervos y
mis siervas y ellos profetiza- rán. (Hch 2, 17-18)
Los mensajes que doy por medio de almas sencillas y pequeñas, que yo escojo
por todas partes del mundo, no se tienen en cuenta para nada.
Las apariciones que todavía realizo, a me- nudo en muchos lugares son ignoradas. Y,
sin embargo, están solo a un palmo de su ruina. Cuando todos clamen por la paz, de
improviso, podría estallar una nueva guerra mundial, que sembraría por todas partes
la muerte y la destrucción.
B. La comprensión del sentido de estos últimos tiempos profe
94
¡Cuántos pobres hijos míos veo llorar a causa del azote del fuego, del hambre y
de una terrible destrucción! (508/83)
¡Si supieran el castigo que los espera, si siguen cerrando las puertas de sus cora-
zones a la voz angustiada de su Madre Celestial! Ya que el Corazón Divino de mi
Hijo Jesús ha confiado a mi Corazón In-
B. La comprensión del sentido de estos últimos tiempos profe
maculado el último y extremo intento de conducir a todos a la salvación. (827/89)
96
Amos, Israel del Norte, 81 a.c En reali- dad, el Señor Yavé no hace nada sin
comunicárselo antes a sus servido- res, los profetas (Am 3, 7)
Una profunda herida es causada en mi Co- razón de Madre al ver que los signos ex-
traordinarios no son creídos ni aceptados.
¿Qué más puedo hacer por ustedes mis pobres hijos, tan amenazados y expues- tos
al peligro? (419/81)
Estoy llorando, porque les he hablado y no me han escuchado; les he dado se-
ñales milagrosas y no me han abierto las puertas de sus corazones. (711/87)
¿Cómo es posible esto, cuando Yo, de tan- tos modos y con señales extraordinarias, les
he advertido del peligro que corren y les he predicho la prueba sangrienta, que ya ha
llegado?
B. La comprensión del sentido de estos últimos tiempos profetizados
Es un castigo más grande que aquel del diluvio. Bajará el fuego desde el cielo y
gran parte de la humanidad será destrui- da. (638/86)
Pero ahora vendrán sobre ti gran- des tribulaciones. Serás sacudi- da por el
viento de la tempestad y del huracán; de las grandes obras, construidas en ti
por el orgullo hu- mano, no quedará piedra sobre pie- dra. (435/82)
Con los signos extraordinario que realizo en todas partes del mundo; con mis
mensajes, con mis apari- ciones ahora tan frecuentes, indico a todos que se
aproxima el gran día del Señor.
Pero qué dolor experimenta mi Corazón Inmaculado al ver que estos reclamos,
avisos, súplicas, no son tenidos en cuen- ta; con frecuencia son abiertamente re-
chazados y combatidos, aun por aquellos que deberían ser los primeros en acoger- los,
B. La comprensión del sentido de estos últimos tiempos profetizados
ya que tienen la misión de estudiarlos y quedarse con lo bueno.
Por eso hoy me revelo solo a los peque- ños, a los pobres, a los sencillos, a todos
mis hijos que saben aun escucharme y seguirme. (564/84)
B. La comprensión del sentido de estos últimos tiempos profe
10
0
Ustedes han entrado en los últimos tiempos que les han sido predi- chos.
Han entrado en los últimos tiempos.
Entonces acepten los anuncios pro- féticos que de muchas maneras les han
indicado la cercanía de este segundo Na- cimiento.
Mientras la noche profunda ha bajado otra vez sobre el mundo y tanto hielo
enardece los corazones de los hombres, abran sus almas a la confianza y a la es-
peranza. Escuchen con gozo mi anuncio profético.
B. La comprensión del sentido de estos últimos tiempos profetizados
Como Madre del segundo Adviento Yo los preparo a su nuevo Nacimiento.
B. La comprensión del sentido de estos últimos tiempos profe
Por eso, en todas partes del mundo, estoy formando mi escuadrón de los pequeños, de
los pobres,10 de los humildes, de los puros de corazón, para preparar así una cuna
2 Jesús, que regresa a ustedes en gloria. (887/90).
preciosa para
La paz vendrá, después del gran sufrimiento, al cual están llamados ahora la
Iglesia y toda la humani- dad, para su interior y sangrienta purificación.
La paz vendrá, después del evento del te- rrible castigo, que Yo les he predicho ya
en los albores del siglo.
La paz vendrá, como don de Amor Mise- ricordioso de Jesús, que está a punto de
derramar sobre el mundo torrentes de fuego y de gracia, que renovarán todas las
cosas.
La paz vendrá, como fruto de una par- ticular efusión del Espíritu Santo, que
será donado por el Padre y por el Hijo, para transformar al mundo en la Jerusa-
lén Celestial y para conducir la Iglesia a la cumbre de su santidad y de su divino
esplendor.
Jesús, Jerusalén, 33 d.c.: Aprendan esta lección de la higuera: Cuando es- tán
ya tiernas sus ramas y empiezan a brotar las hojas, ustedes saben que se
acerca el verano. Asimismo, cuan- do ustedes noten todas estas cosas que les
he dicho, sepan que el tiem- po ya está cerca, a las puertas. (Mt 24, 32-33)
B. La comprensión del sentido de estos últimos tiempos profetizados
Les sucede que escuchan a unos herma- nos, culturalmente preparados, que a ve- ces
son expertos y maestros en ciencias teológicas, que rechazan lo que Yo les digo porque
filtran con su mente, repleta de ri- queza cultural, cada una de mis palabras. Así
encuentran dificultades insuperables, aun en aquellas frases que aparecen tan claras
a los sencillos y a los pequeños.
Mi palabra sólo puede ser comprendida y aceptada por aquéllos que tienen la mente
humilde y dispuesta, el corazón sencillo y los ojos límpidos y puros. Cuando la Madre
habla a sus hijos, ellos la escuchan porque la aman, hacen lo que les dice y así crecen en
el conocimiento y en la vida.
No pueden ser sus hijos los que la critican aún antes de escucharla, los que rehúsan lo
que les manda aún antes de ponerlo en práctica. Estos, por más que crezcan en la
ciencia, no podrán crecer en la sabiduría y en la vida. (263/77)
cuanto he dicho en estos años para acudir a sus necesidades y librarlos de los peli-
gros que los amenazan.
Así como en Jerusalén los profetas fue- ron destinados a la muerte, como en esta
ciudad el Hijo de Dios ha sido rechazado, ultrajado y condenado – el Mesías prome-
tido y preparado desde siglos, - también ahora en la Iglesia, nuevo Israel, ha sido
obstaculizada, demasiadas veces con el silencio y el repudio, la acción
salvadora de su Madre ce- lestial, profetiza de estos últimos tiempos. (434/82)
Han llegado los tiempos que Yo os he pre- dicho, en los que todos los sacerdotes que
me veneran, me escuchan y me siguen, son ironizados, vilipendiados y
combatidos por otros sacerdotes que también son hijos de mi Maternal
predilección.
B. La comprensión del sentido de estos últimos tiempos profetizados
Mis lágrimas han sido derramadas en mu- chos lugares para llamar a todos y atraerlos al
Corazón Dolorido de la Madre. Las lágri- mas de una madre logran conmover hasta los
corazones más duros. Ahora mis lágri- mas, aún las de sangre, dejan completa- mente
indiferentes a tantos hijos míos.
Cuanto más se difunde el pecado como una pestilencia y lleva las almas a la muer- te,
tanto menos se habla de él. Hoy tam- bién es negado por algunos sacerdotes.
En este período de diez años se cumplirá la plenitud del tiempo, que Yo les he
indicado desde La Salette hasta mis últimas y actuales apari- ciones.
En este período de diez años se cumplirá el tiempo de la gran tribulación, que les
Mispredicha
ha sido mensajesporselas
multiplicarán cuantoras,
sagradas Escritu- más la de la segunda venida de Jesús.
antes
voz de los ministros se cierre al anuncio de
(765/88)
la verdad … Las verdades más importantes
para la vida de ustedes, hoy, ya no se
anuncian: el Paraíso que les espera; la Cruz
de mi Hijo que los salva; el pecado que
hiere el Corazón de Jesús y el mío; el
inerno en que cada día caen innumerables
almas
B. La comprensión del sentido de estos últimos tiempos profetizados
Actual, porque nunca como en estos mo- mentos la humanidad ha estado al bor- de
de su propia destrucción; y urgente, porque todo lo decretado por la Justicia de
Dios está en vías de su progresiva y rápida ejecución.
Durante este año, que está por termi- nar, he podido detener el castigo por las
oraciones y sufrimientos de muchos hijos míos. Su “si” me ha permitido dar
fuerza a si acción de intercesión maternal por ustedes.
San Pedro, Roma, 100 d.c Consideren que las demoras de nuestro Señor son
para nuestra salvación como lo escribió nuestro querido hermano Pablo con la
sabiduría que le fue dada. (2 Pe, 15)
Aunque les predigo los castigos, recuer- den que, en todo momento, la fuerza de su
plegaria y de su penitencia reparadora puede cambiarlo todo.
Así, pues no digan: ¡Lo que predi- jiste no se ha cumplido más!, más bien den
gracias Conmigo al Padre Celestial, porque por la respuesta de oración y de
consagración, por su sufrimiento, por el inmenso sufrimiento de tantos pobres
hijos míos, él de nuevo ha alejado el espacio de la Justicia para que florezca el de
la gran Misericordia. (516/84)
chos hijos míos, que Yo he podido obtener de la Divina Justicia un nuevo alejamiento
de un gran castigo que ya debería haber caído sobre la humanidad.
Pero ahora, con la clausura de este año mariano, está por cerrarse también el es- pacio
concedido por el Señor a la huma- nidad para su conversión.
Ya están en los umbrales de los acontecimientos que les han sido predichos.
(759/88)
llegue el día del ajuste de cuentas; se encenderá de repente la cólera del Señor y
tú perecerás. No cuentes con las rique- zas mal adquiridas, de nada te servirán el
día de la desgracia. (Eclo 5, 4-8)
Los tiempos predichos por Mí han llegado y deben dejarme a Mí toda preocupación.
Los protejo y los conduzco. Los amparo y los defiendo. No se preocupen por la
suerte que los espera, porque todo ya ha sido dispuesto en mi Corazón Maternal.
Hijos predilectos, acojan todos mi insis- tente invitación porque mi corazón Inma-
culado tiembla; está angustiado por la suerte que les espera. (353/80)
Ezequiel, Caldea, 580 a.c.: Se me diri- gió esta palabra de Dios: Hijo de hom-
bre, ¿qué se oye repetir entre ustedes en tierra de Israel? “Se alarga el plazo, la
visión no vale”? Pues bien, tú les dirás esta palabra de Yavé: Haré que lo que
dicen quede en falso y que no lo re- pitan más en Israel. Y tú añadirás: Han
llegado los días en que se cumplirá toda visión. Porque yo, Yavé, digo lo que ten-
go que decir y mis palabras se cumpli- rán. Ya no habrá más plazo, porque lo
que voy a hablar y a hacer se refiere a sus días, banda de rebeldes - palabra de
Yavé. (Ez 12, 21-23. 24-26)
¿No oyen cómo en todas partes los lla- mo, los reúno y les suplico? Les imploro
con señales cada vez más numerosas y grandes: mis lágrimas, mis apariciones,
mis mensajes.
No puedo sostener por más tiem- po a este mundo, que se precipita hacia el
fondo del abismo. Este es su mayor castigo, porque, si llega a to- car fondo, el
mundo se destruirá por sí
mismo.
En efecto,
En efecto, será será destruido
destruido y consumido
y consumido porporel elfuego del egoísmo desenfrenado,
fuego del egoísmo desenfrenado, del
del odio que lanzará a unos contra otros. Seráodioel que
hermano que matará al herma-
lanzará a unos contra otros. Será el hermano
que matará al hermano, un pueblo que
destruirá a otro pueblo en una guerra de
inaudita violencia, que causará innumerables
víctimas. La sangre correrá por todas partes.
B. La comprensión del sentido de estos últimos tiempos profetizados
no, un pueblo que destruirá a otro pueblo en una guerra de inaudita violencia, que
causará innumerables víctimas. La sangre correrá por todas partes. (272/78)
Están en los umbrales de los más graves y dolorosos acontecimientos para la Igle- sia
y para la humanidad. (601/85)
Ya todo está a punto de cumplirse a fin de que la Iglesia pueda salir del gran dolor
de la purificación, aún más bella y luminosa, en un mundo renovado.
Miren en esta luz todo lo que les su- cede. Todos los detalles del tiempo que
viven sitúenlos en el contexto de este admirable designio.
No se detengan en mirar las tinieblas, que se hacen más densas cada día, el pe-
cado, convertido en norma de conducta humana, el sufrimiento, que está crecien- do
hasta el máximo, al castigo que esta humanidad se está preparando con sus
propias manos. (264/77)
El Señor le ha concedido este espacio de tiempo, para que cuando termine el plazo, la
soberbia del Dragón rojo sea humillada y vencida por la humildad, por la peque- ñez
y por el poder de su Madre Celestial, la Mujer vestida de sol, que ahora reúne a todos
sus hijitos en su ejército, ordenado para la batalla. (552/84)
Puedo abreviar los tiempos de la gran pu- rificación a través de ustedes, apóstoles de
la Luz de mi Corazón Inmaculado.
El año que cierra y el que se abre hacen parte del tiempo de la gran tribulación,
durante el cual se difunde la apostasía, se multiplican las guerras, suceden en mu- chas
partes unas catástrofes naturales, se intensifican las persecuciones, el anuncio del
Evangelio es llevado a todos los pue- blos, unos fenómenos extraordinarios se dan en
el cielo y se acerca cada vez más el momento de la plena manifestación del
Anticristo.
Yo estoy siempre con ustedes, para decirles que la realización de estos signos
indican con seguridad que se acerca el fin de los tiempos, con el regreso de
Jesús en la gloria.
“Aprendan del árbol, hijos esta pará- bola: cuando sus ramas se vuelven tier-
B. La comprensión del sentido de estos últimos tiempos profetizados
nas y brotan las primeras hojas, ustedes entienden que el verano está cerca. De la
misma manera, cuando ustedes vean estas cosas, sepan que su liberación está cerca.
(Mt 24, 32-33)” (998/92)
Todo lo que les he predicho desde hace tiempo, está a punto de realizarse. (288)
Yo les he llamado de cada lugar del mun- do y los he encerrado en mi Corazón In-
maculado.
Ahora, en este día, los invito a confiarse completamente a Mí, sin temor y sin in-
quietud.
Si les he dicho que, en medio de la más grande oscuridad, la luz les vendrá de mi
Corazón Inmaculado, con ello he querido advertirles que, en los momentos decisi-
vos, Yo misma les indicaré cada cosa.
Les diré a quienes tendrán que seguir para ser fieles al Vicario de mi Hijo Jesús y
a mi Iglesia. (265/77)
Tu poca fe, tu desconfianza en Mí me duele, hijo. ¿Qué temes? ¿De qué tie- nes
miedo? Ora y abandónate a Mí: deja que, de veras, yo sola actúe. (83/73)
B. La comprensión del sentido de estos últimos tiempos profe
11
6
Isaías, Israel, 745 a.c.: Robustezcan las manos débiles y afirmen las rodillas
que se doblan. Díganles a los que es- tán asustados: «Calma, no tengan
miedo, porque ya viene su Dios a vengarse, a darles a ellos su merecido; él
mismo viene a salvarlos a ustedes.» (Is 35, 3-4)
Isaías, Israel, 745 a.c.: El da la fuerza al que está cansado y robustece al que
está débil. Mientras los jóvenes se can- san y se fatigan y hasta pueden llegar a
caerse, los que en El confían recupe- ran fuerzas, y les crecen alas como de
águilas. Correrán sin fatigarse y anda- rán sin cansarse.» (Is 40, 29-31)
Debo pedirle lo que más cuesta a su naturaleza humana: les pido que vivan sin
pensar en el mañana, sin preocuparse por el futuro.
Vivan con perfecto amor y con perfecto abandono el presente que Yo –momen-
B. La comprensión del sentido de estos últimos tiempos profetizados
Para ello acostúmbrense a no mirar las cosas, sino a Mí sola. No miren lo que les
espera, las vicisitudes tan angustiosas de su tiempo. No miren lo que muchos hacen
contra mi Hijo y contra Mí y se disponen a hacer contra ustedes.
Se acerca la hora de las tinieblas, la hora en que deberán beber el cáliz que mi
Hijo ha preparado para cada uno de ustedes. Pero ni siquiera miren a esta hora,
para que no sean presa del miedo y la turba-ción.
¡Miren sólo a mi Corazón Inmaculado: re- fúgiense aquí, fortalézcanse aquí! ¡Sién-
tanse seguros aquí. (146/75)
Ni el mundo en que viven, rebelde a Dios, pervertido y en manos del maligno. Jesús ha
vencido al mundo.
Ni los acontecimientos cada vez más alar- mantes; ni las persecuciones y las luchas
fraticidas; ni el fuego y el azote rojo que está avanzando sobre le mundo.
En el amor no hay temor. El amor perfecto echa fuera el temor, pues el temor
mira al castigo. Mientras uno teme, no conoce el amor perfecto. (1 Jn, 4, 17-
18)
Tienen que vencer la tentación del miedo, del desaliento, de la tristeza. La descon-
fianza paraliza su actividad y eso ayuda mucho a mi adversario.
¡No es éste el fin para mi Iglesia; se pre- para el comienzo de su total y maravillosa
renovación!
Aunque hubiesen quedado heridos, aun- que hubiesen caído con frecuencia, aun-
que hubiesen traicionado, no se desani- men porque ¡Yo los amo!
Cuanto más se haya ensañado mi adver- sa-rio contra ustedes, tanto más grande será
mi amor por ustedes. (166/75)
B. La comprensión del sentido de estos últimos tiempos profe
Rey David, Israel, 445 a.c.:¡Gozo en los cielos, júbilo en la tierra, bra- mido
12 mundo marino! Muestren su júbilo el campo y todos sus frutos,
del mar y del
2 los árboles del bosque delante del Señor, por- que ya viene,
lancen vivas
porque ya viene a juzgar a la tierra. Al mundo con jus- ticia juzgará, y a los
pueblos, según su verdad. (Sal 96, 11-13)
Soy la puerta que se abre a la era nue- va que los espera y que está por llegar al
mundo. Por eso, en estos tiempos, Yo soy la llamada a ser la Madre del segundo
Adviento.
Mi presencia entre ustedes debe hacerse ahora más fuerte, continua y extraordi-
naria.
Con ella quiero anunciarles que deben levantar la cabeza del pesado yugo de la
gran tribulación que están vi- viendo porque su liberación está cerca.
Soy la puerta que se abre sobre los tiem- pos nuevos que los esperan.
Isaías, Israel, 745 a.c.: Y dirás aquel día: Te doy gracias, Yavé, porque esta-
bas enojado conmigo, pero se te pasó el enojo y me levantaste. ¡Vean cómo es
él, el Dios que me salva! En él con- fío y no tengo más miedo, pues Yavé es mi
fuerza y mi canción, él ha sido mi salvación.
Robustezcan las manos débiles y afir- men las rodillas que se doblan. Dígan-
les a los que están asustados: «Calma,
B. La comprensión del sentido de estos últimos tiempos profetizados
Una señal perfumada de mi maternal presencia son las apariciones que aún
sigo realizando en muchas regiones de la tierra.
Es para darles un signo seguro de mi ma- ternal presencia, y para darles alegría y
consuelo en medio de sus muchos pade- cimientos, que Yo misma, he elegido esta
tierra para aparecerme de una manera nueva, más prolongada y más extraordi-
naria.
Los puros de corazón me saben ver; los pobres, los pequeños, los sencillos me sa-
ben escuchar; los humildes, los enfermos, los pecadores me saben hallar. (555/84)
A medida que el dominio de mi adversa- rio el Dragón rojo, se haga más grande y
universal, también se hará más grande y universal la presencia victoriosa de la
Mujer vestida de sol. (782/89)
B. La comprensión del sentido de estos últimos tiempos profe
12
6
Comprendan el signica
maternales intervencione
frecuentes, que les doy com
Profetisa de los últimos ti
he multiplicado por doq
manifestaciones milag
Este siglo ha sido marcado por una fuer- te presencia Mía en medio de ustedes y,
para volverla perceptible a todos, he multiplicado por doquier mis mani-
festaciones milagrosas.
¿Por qué, en estos tiempos, Yo me hago presente entre ustedes de una manera
nueva, continua y extraordinaria?
Porque estos son los tiempos del domi- nio de mi adversario, el Dragón Rojo,
Satanás, la antigua serpiente a la que yo aplastaré la cabeza.
Bajo el peso de su dominio aumentan en- tre ustedes las pruebas, los sufrimientos, las
heridas y las caídas, y así se hace cada
B. La comprensión del sentido de estos últimos tiempos profe
108todos, el peligro de per- derse.
vez mayor para
Hoy intervengo de una manera nue- va, fuerte y extraordinaria, como nunca lo
había hecho hasta ahora;
B. La comprensión del sentido de estos últimos tiempos profetizados
como una Madre que quiere ayudar a todos sus hijos y como una profe- tisa
celestial de estos últimos tiem- pos. Mi luz que se está propagando más y más en
las almas y en los corazones
–como aurora que se levanta en la larga y oscura noche en que aún están viviendo- les
anuncia que está ya cerca el gran día del Señor. (67087)
Seré su confianza, su consuelo y su sal- vación es estos últimos tiempos, que es- tán
viviendo. Por eso, yo me manifiesto hoy de una manera más intensa a través de los
mensajes que doy por medio de este mi pequeño hijo, y de las apari- ciones
continuas y extraordinarias que realizo en muchas partes del mundo.
¡Crean en mis invitaciones, acojan mis mensajes, observen mis señales! Soy la
Reina de la Paz; soy el inicio de los tiem- pos nuevos; soy la aurora del nuevo día.
(568/85)
Así como en Jerusalén los profetas fue- ron destinados a la muerte, como en esta
ciudad el Hijo de Dios ha sido rechazado, ultrajado y condenado – el Mesías prome-
tido y preparado desde siglos, - también ahora en la Iglesia, nuevo Israel, ha sido
obstaculizada, demasiadas veces con el silencio y el repudio, la acción
salvadora de su Madre ce- lestial, profetisa de estos últimos tiempos. (434/82)
ARCA DE110
SALVACIÓN PARA ESTOS ÚLTIMOS TIEMPOS (COMO
EN LOS TIEMPOS DE NOÉ)
No miren hacia otro lado. Sucede hoy como en el tiempo del diluvio y nadie
piensa en lo que le espera.
Hasta en la Iglesia, ¡qué pocos son los que se preocupan de mis llamadas ma-
ternales tan dolorosas!
Al menos ustedes, mis predilectos, de- ben escucharme y seguirme. Entonces, por
medio de ustedes, Yo podré lla- mar a todos para que entren lo más pronto, en
el Arca de la Nueva Alian- za y de la salvación, que Mi Corazón Inmaculado les
ha preparado para estos tiempos del castigo. (627/86)
Como Noé, en nombre del Señor, invitaba a subir en el arca a los que debían
salvarse del diluvio, así ahora tú, mi pequeño, en nombre
B. La comprensión del sentido de estos últimos tiempos profetizados
He sido escogida por la Santísima Trinidad para ser la Madre del Segundo Adviento
y, por consiguiente, mi tarea es la de pre- parar la Iglesia y toda la humanidad para
recibir a Jesús que regresa en gloria.
Al final, soy vista como la Mujer vestida de Sol que tiene la misión de
combatir contra el Dragón Rojo y
B. La comprensión del sentido de estos últimos tiempos profetizados
su poderoso ejército, para vencerlo, atarlo y arrojarlo a su reino de muerte, para
que en el mundo pueda reinar sola- mente Cristo.
Véanme entonces presentada por la Sa- grada Escritura en el fulgor de mi mater- nal
realeza: “Y apareció en el Cielo otra señal: una Mujer vestida de sol, con la luna
bajo sus pies y una corona de doce estrellas sobre su cabeza (Ap 13, 1-3)”.
(833/89)
Soy su Madre Inmaculada: déjense con- ducir por Mí, hijos predilectos, al perfecto
cumplimiento de mi designio maternal.
“Pondré enemistad entre ti y la Mujer, en- tre tu descendencia y la suya.” (Gen 3,14-
15) Así dijo de mí el Señor, dirigiéndose a la serpiente, cuando por su medio entró el
pecado al principio de la historia del género humano. Enemistad entre Mí y
Satanás, entre la Mujer y la ser- piente; entre mi ejército y el suyo; entre el
bien y el mal; entre la gra- cia y el pecado. (453/82)
El Yavista, Jerusalén, 900 a.c.: Dijo lue- go Yavé Dios a la serpiente: Por haber
hecho esto, maldita serás entre todos los ganados y entre todas las bestias del
campo. Te arrastrarás sobre tu pecho, y comerás el polvo todo el tiempo de tu
vida. Pongo perpetua enemistad entre ti y la Mujer y entre tu linaje y el suyo; esta
te aplastará la cabeza, y tú le asecharás el calcañal (Gen 3, 14-15)
San Juan, Isla de Patmos, 100 d.c.: Apareció en el cielo una gran señal: una
mujer vestida del sol, con la luna bajo sus pies y una corona de doce es- trellas en
la cabeza. Está embarazada y grita de dolor, porque le ha llegado la hora de dar
a luz. Apareció también otra
B. La comprensión del sentido de estos últimos tiempos profe
116 dragón rojo con siete cabezas y diez cuernos, y en las cabezas
señal: un enorme
siete coronas; Cuando el dragón vio que había sido arrojado a la tierra, se puso
a perseguir a la mujer que había dado a luz al varón. (Ap 13, 1-3. 13)
Estos son mis tiempos. Al recordar hoy la primera de mis apariciones en Fátima en
1917, están viviendo los acontecimientos que Yo les predije entonces.
Están dentro del período en que la lucha entre “la Mujer Vestida de sol” y mi
adversario, “el Dragón rojo”, se encamina ya hacia su conclusión (Ap 13, 1-3).
Por esto me aparezco otra vez de una manera nueva y más extraordinaria, para
confirmarles que es habitual mi presencia en medio de ustedes
Comunico a todos mi voluntad maternal con un mensaje que hoy resulta urgente y
angustioso.
Ahora les anuncio que éste es el tiempo de la batalla decisiva. En estos años he
venido interviniendo Yo misma, como la Mujer vestida de sol, para llevar a cabo
el triunfo de mi Corazón Inmaculado, que he iniciado ya por medio de ustedes, mis
hijos predilectos
Por eso les digo: dentro de poco el de- sierto florecerá y toda la creación se con-
vertirá en aquel jardín maravilloso, que fue creado para el hombre para reflejar
B. La comprensión del sentido de estos últimos tiempos profetizados
No busquen, por ahora, otros pro- digios en el cielo; ¡este será el úni- co
prodigio! (133/74)
Soy la Mujer vestida de sol. Mi cuerpo glorioso es para ustedes una señal de mi
completa victoria. El sol eterno de la gra- cia y del amor ilumina, penetra y circunda
mi cuerpo glorioso, íntimamente asociado en la gloria al de mi Hijo Jesús (378/80)
En torno a mi cabeza hay, pues, una corona de doce estrellas. Las doce estrellas indican las
doce tribus de Israel que componen el pueblo elegido, seleccionado y llamado por el
Señor para preparar la venida al mundo del Hijo de Dios y del Redentor.
Las doce estrellas significan también los doce Apóstoles que son el fundamento
sobre el cual Cristo ha fundado la Iglesia.
Las doce estrellas significan además una nueva realidad. El Apocalipsis, en efecto,
me ve como un gran signo en el cielo: la Mujer vestida de sol, que lucha contra el
Dragón y su poderoso ejército del mal.
Así, todos mis predilectos y los hijos con- sagrados a mi Inmaculado Corazón,
llamados hoy a ser los Apóstoles de los últimos tiempos, son las estrellas más
luminosas de mi real corona. (834/89) De allí, las estrellas en torno a mi ca
indican a aquellos que se consagran
He venido del Cielo a revelarles mi desig- nio en esta lucha que envuelve
Corazón a todos,
Inmaculado, forman parte d
escuadrón victorioso, se dejan guiar p
para combatir esta batalla y para alca
al
nal nuestra más grande victoria
B. La comprensión del sentido de estos últimos tiempos profe
enrolados a las órdenes de dos caudillos opuestos: la Mujer vestida de sol y el Dra- gón
rojo. 120
Ahora les anuncio que éste es el tiempo de la batalla decisiva. En estos años
he venido interviniendo Yo misma, como la Mujer vestida de sol, para llevar a
cabo el triunfo de mi Cora- zón Inmaculado, que he iniciado ya por
B. La comprensión del sentido de estos últimos tiempos profetizados
San Juan, Isla de Patmos, 100 d.c.: Al verse arrojado a la tierra, el Monstruo se
lanzó en persecución de la Mujer que ha- bía dado a luz al Varón. Pero a la Mujer le
dieron las dos alas del águila grande para que volara al desierto al refugio en que.
Lejos de la serpiente, debe ser manteni- da por un tiempo, dos tiempos y la mitad de
un tiempo. Entonces la serpiente vomitó detrás de la Mujer como un río de agua
para que la arrastrara. Pero la tierra vino en socorro de la Mujer, abrió la boca y
se tragó el río vomitado por el Monstruo (Ap 12, 13-16)
El río de aguas está formado por el con- junto de todas las nuevas doctrinas teo-
lógicas que han tratado de oscurecer la figura de la Madre Celestial, de negar mis
privilegios, de redimensionar la devoción para Conmigo, de poner en ridículo a to-
dos mis devotos.
A causa de estos ataques del Dragón, en estos años la piedad hacia Mí ha ido dis-
minuyendo en muchos fieles y en algunos lugares, ha desaparecido por completo.
Pero han acudido en auxilio de su madre Celestial las dos alas del águila grande.
(Ap 12, 14) Las dos alas del águila son la Palabra de Dios acogida, amada y custo-
diada con la fe y la Palabra de Dios vivida con la Gracia y la Caridad.
En el desierto que me encuentro hoy, Yo obro mis grandes prodigios. Los obro en
el corazón y en el alma, es decir, en la vida de todos mis más pequeños niños.
B. La comprensión del sentido de estos últimos tiempos profetizados
(795/89)
En la lucha entre el Dragón rojo y la Mujer vestida de sol, en la que partici- pan
Cielo y tierra, las potencias celestes y las infernales, su Madre y Reina cada día da
un paso importante en la realización de su plan victorioso.
B. La comprensión del sentido de estos últimos tiempos profe
Yo soy la Virgen Madre que trae ayu- da y salvación a todos los pueblos del
mundo. Yo soy el camino abierto para el glorioso triunfo de Cristo. Yo soy la mu-
jer vestida de sol, que está a punto de intervenir de modo extraordinario para
atar al Dragón rojo, a fin de echarlo a su reino de fuego y de muerte. De lo que
está sucediendo aquí debe entender toda la Iglesia que la presencia de la Madre
es indispensable para su uni- versal renovación. (712/87)
Exulta el Dragón frente a la amplitud de su conquista, con la ayuda de la bestia negra (la
masonería) y la bestia semejante a un cordero (la masonería eclesiástica), en estos
sus días, en los que el diablo se ha desencadenado contra ustedes, sabiendo que le
queda poco tiempo. (825/89)
Ahora, por muchos motivos, pare- ciera que el vencedor fuera él, Mi
Adversario; pero están cercanos los tiempos de mi más grande retorno y de mi
completa victoria. (91/73)
Es el momento en que deben saber esto: para prepararse con pleno conocimiento a la
batalla. Es la hora en que comenzaré.
B. La comprensión del sentido de estos últimos tiempos profe
Ante todo es necesario que mi Enemigo tenga la impresión de haberlo conquista-
do todo, de128
tener ya todo en sus manos. Por eso le será permitido introdu- cirse
aún en el interior de mi Igle- sia y llegará a ofuscar el Santuario de Dios.
Cosechará las víctimas más nu- merosas entre los Ministros del Santua- rio.
(165/75)
Miren a su Madre Celestial, que nace “te- rrible como un ejército en orden de bata-
lla.” ¿Qué es lo que hace vana su fuerza y los acobarda y paraliza, ante el gran ata-
que de mi adversario?
Soy terrible, como un ejército listo para la batalla, porque la tarea que me ha
sido encomendada por el Se- ñor, es la de vencer a Satanás, de aplastar la
cabeza de la antigua serpien- te, de encadenar el enorme dragón rojo y precipitarle
en su abismo de fuego, de luchar y de derrotar aquel que se opone a Cristo, es decir
el Anticristo, para prepa- rar la segunda venida de Jesús, quien ins- taurará su Reino
glorioso entre ustedes. Este es mi designio.
Cuanto más mi presencia se hace fuerte entre ustedes, tanto más se alejan de us- tedes
las tinieblas del mal, del pecado, del odio, de la impureza, porque Satanás es cada
vez más sujetado y destruido.
Levanten los ojos de este tiempo tene- broso que están viviendo, y no teman si
Satanás es ahora el dominador incontrastable del mundo y el due-
B. La comprensión del sentido de estos últimos tiempos profetizados
ño de toda la humanidad. Pronto su reino será hecho pedazos y su po- der será
destruido, porque Yo misma lo ataré con una cadena y lo encerraré en su
pantano de fuego eterno y de muerte, del cual no podrá salir.
Y Jesucristo Rey de la gloria eterna, será el que reinará sobre el nuevo mundo
renovado, y así se iniciarán los nuevos tiempos que están por llegar. (946/92)
He sido escogida por la Santísima Trinidad para ser Madre del segun- do
adviento, y así mi tarea maternal es la de preparar a la Iglesia y a toda la
humanidad para recibir a Jesús que regresa a ustedes en gloria.
Por eso hoy, Yo me manifiesto por do- quier por medio de mis numerosas
apariciones y de mis manifestaciones extraordinarias.
Al escuadrón de los soberbios que se re- belan contra Dios, Yo responderé con el
escuadrón de los hijos pequeños, humil- des, despreciados y perseguidos.
B. La comprensión del sentido de estos últimos tiempos profe
132de ustedes, la victoria será, al final, de la humilde “sierva del
Y por medio
Señor”. (170/75)
Sabe bien que, a través de ellos, yo mis- ma he recogido el guante de desafío que ha
osado lanzar de nuevo a mi hijo y sien- te ahora que está ya cercana la hora de la
derrota.
Y llegará entonces la definitiva de- rrota de Satanás y de sus muchos se- cuaces
con el triunfo de los pequeños hijos de mi Inmaculado Corazón.
Así todos podrán por fin comprender a qué incomparable profundidad y univer-
salidad de renovación, los llevará la vic- toria del Amor Misericordioso de Jesús,
victoria que se llevará a cabo por medio
B. La comprensión del sentido de estos últimos tiempos profetizados
Les abro el libro sellado, para que sean revelados los secretos contenidos en él.
Los he reunido desde todas partes y han sido formados por Mi para estar listos para
grandes acontecimientos que los esperan.
Solo así podrán cumplir con su importan- te misión. En la gran apostasía, que se ha
difundido por doquier, ustedes deben permanecer radicados fuertemente en la
verdadera fe y ser testigos valientes de la fe. (768/88)
Así podrán cooperar con el designio de salvación que el Señor tiene sobre uste-
des y que quiere realizar a través de los nuevos días que les esperan. (562/84)
B. La comprensión del sentido de estos últimos tiempos profe
134 presentes, tan carga- dos de oscuridad y amenazas, miren a su
En los momentos
Madre Celestial. Revelará a sus almas el
B. La comprensión del sentido de estos últimos tiempos profetizados
Este regreso glorioso dará cumplimiento a la plenitud del tiempo, cuando iniciará el
tiempo nuevo de los cielos nuevos y la tierra nueva. (1101/94)
Como los retoños que brotan de los árbo- les os anuncian que ha llegado la prima-
vera, así también estas grandes señales que han estado ocurriendo en vuestro
tiempo, os dicen que ya llegan a vosotros los tiempos de la Gran Tribulación, que
prepara para la era nueva que Yo os he prometido con el triunfo de Mi Corazón
Inmaculado en el mundo.
A través de los filósofos, que comen- zaron a dar exclusivo valor a la ciencia y
luego a la razón, se tiende gradual- mente a constituir como único criterio de
verdad a la sola inteligencia huma- na. Nacen los grandes errores filosóficos que
se prolongan a través de los siglos hasta sus días.
Pero hoy se ve rodeada de tantas dudas, que quieren interpretarla según el modo
humano de razonar y de ver, y con más frecuencia deja de ser presentada en
su integridad.
Así los errores se difunden y, cuando us- tedes más se acercan al designio de Dios
son incapaces de comprenderlo en su plenitud, porque se valen de una actitud
demasiado humana, que pretenden en- tenderlo todo a través de la razón.
¡Cuántos son los Sacerdotes que hoy día son víctimas de tantos errores! Los
errores son enseñados, difundidos, pro- pagados bajo forma de nuevas interpre-
taciones culturales de la verdad. Y así son fácilmente acogidos y alejan a un
gran número de hijos míos de la verda- dera fe.
Los tiempos de ustedes son los tiempos anunciados por la Escritu- ra divina.
Surgen así muchos falsos maestros, que enseñan unos cuen- tos y alejan a los
fieles de la verdad del Evangelio.
Es sólo la Palabra de mi Hijo la que Yo les quiero hacer escuchar. Hoy su Voz parece
como oscurecida: es el Verbo del Padre, es mi Hijo Jesús al que ya no escuchan.
Y el Evangelio debe ser predicado a todas las criaturas, como Jesús les ha
enseñado, como el Espíritu Santo lo ha dado a la Iglesia. Y el Evangelio debe
ser conservado a la letra. El Evange- lio debe ser hoy vivido a la letra. El
Evangelio debe ser predicado a la letra.
B. La comprensión del sentido de estos últimos tiempos profetizados
La tentativa, seguida por muchos, de enseñar solo humanamente el Evan-
gelio, de eludir su contenido histórico y sobrenatural, de reducir a interpre-
taciones naturales lo que hay en él de divino y milagroso, ha traído como con-
secuencia enervar el mensaje y debili- tar la eficacia de su anuncio.
Medio muy peligroso, usado en estos tiempos por Satanás, es dar la impresión de
que ya no hay nada que hacer, de que no se puede hacer ningún cambio, de que es inútil
ahora cualquier esfuerzo para que la humanidad retorne a Dios y al bien.
No se turben por la oscuridad que se ha extendido, porque forma parte del plan
de mi adversario; por el con- trario, es parte de mi plan victorioso ahuyentar las
tinieblas para que la Luz pueda volver a todas partes.
Y la Luz resplandecerá en la creación, cuando esta vuelva a cantar al amor y la
gloria de Dios, después de la derrota de toda forma de ateísmo y de soberbia re-
belión. (368/80)
B. La comprensión del sentido de estos últimos tiempos profe
En la lucha124
entre el Dragón rojo y la Mu- jer vestida de sol, en la que participan
Cielo y tierra, las potencias celestes y las infernales, su Madre y Reina cada
día da un paso im- portante en la rea- lización de su plan victorioso.
Por eso les digo: den- tro de poco el desier- to florecerá y toda la creación se
conver- tirá en aquel jardín maravilloso, que fue
creado para el hombre para reflejar de manera perfecta la más grande gloria de
Dios. (345/79)
Lo que ven y están viviendo ahora forma parte de mi plan, escondido en el secreto de
mi Corazón Inmaculado.
Desde este lugar, donde me aparecí como la Mujer vestida de sol, los llamo a todos
para reunirlos alrededor de su Celeste Conductora.
El ateísmo marxista y la masonería guían este ejército reclutado para llevar a toda la
humanidad a negar a Dios y a rebelar- se contra Él.
Con él combaten todos los demonios que desde el infierno se han desparramado
sobre la tierra, en estos tiempos, para llevar a la perdición el mayor número po-
sible de almas.
Con ellos están unidos todos los espíri- tus de los condenados y aquellos que, en
esta vida, caminan rechazando a Dios, ofendiéndolo, blasfemando contra Él, y
recorren la senda del egoísmo, del mal y de la impureza.
El ejército que Yo misma conduzco, está integrado por todos los Ángeles y los
Santos del Paraíso, guiados por San Mi- guel Arcángel, cabeza de toda la milicia
celestial.
B. La comprensión del sentido de estos últimos tiempos profe
En esta tierra mi ejército está formado por todos aquellos que viven amando y
glorificando a Dios, secundan la gracia recibida en el santo Bautismo, y cami-
nan por la senda segura de la perfecta observancia de los Mandamientos del
Señor.
Son humildes, dóciles, pequeños, carita- tivos; huyen de las insidias del demonio y de
las fáciles seducciones del placer, re- corren el camino del amor, de la pureza y de la
santidad.
Este ejército mío está formado por todos mis pequeños hijos que, en todas partes del
mundo, me responden hoy con un sí, y me siguen por el camino que Yo les he
trazado en estos años. (596/85)
Lo atacaré usando la fuerza de los pequeños, de los pobres, de los hu- mildes,
de los débiles.
Yo, “la pequeña esclava del Señor”, me pondré a la cabeza del gran escua- drón
de los humildes para atacar la aguerrida fortaleza de los soberbios.
B. La comprensión del sentido de estos últimos tiempos profe
128
A todos estos hijos míos sólo les pido que se consagren a mi Corazón Inmaculado y
que se dejen poseer por Mí. Así seré Yo misma la que actuaré en ellos.
Usaré las tinieblas que él ha difundido por doquier para escoger las almas de mis
pequeños hijos más pequeños y les daré a ellos mi misma luz.
B. La comprensión del sentido de estos últimos tiempos profetizados
Soy su Conductora., que los guía en la terrible batalla contra Satanás y todos
los espíritus del mal.
Si se dejan conducir por Mí, sentirán siem- pre junto a ustedes la ayuda preciosa que les
dan los Ángeles del Señor, los Beatos y los Santos del Paraíso y todas las almas que se
purifican en el Purgatorio.
Mi escuadrón está formado por los pe- queños, los pobres, los últimos siervos
del Señor, que Yo llamo a entrar en el Ce- náculo de mi Corazón Inmaculado, para
que puedan recibir en plenitud el don del Espíritu Santo.
Si, por divino privilegio, he sido exenta de todo pecado, aún del original, es porque la
Santísima Trinidad me ha constituido Con- ductora de esta terrible batalla que com-
promete a Cielo y Tierra, a espíritus celes- tiales y terrestres. Es una lucha grande y
continua, muchas veces invisible, y que se ha generalizado en estos tiempos.
En el Apocalipsis fui preanunciada como la “Mujer vestida de sol” que guía el com-
B. La comprensión del sentido de estos últimos tiempos profetizados
bate contra el “Dragón rojo” y todos sus secuaces. Si quieren secundar mi plan,
deben luchar, mis pequeños, hijos de una Madre Conductora. Luchen contra el
pecado, contra los compromisos, con
B. La comprensión del sentido de estos últimos tiempos profe
el arma de la oración y del sufrimiento. (454/82)
134
Su Madre y Reina cada día da un paso importante en la realización de su plan
victorioso.
Entonces acepten los anuncios proféticos que de muchas maneras les han indicado la
cercanía de este segundo nacimiento.
Mientras la noche profunda ha bajado otra vez sobre el mundo y tanto hielo enarde- ce
los corazones de los hombres, abran sus almas a la confianza y a la esperanza.
Escuchen con gozo mi anuncio profético.
Por eso, en todas partes del mun- do, estoy formando mi escuadrón de los
pequeños, de los pobres, de los humildes, de los puros de corazón, para preparar
así una cuna preciosa para Je- sús, que regresa a ustedes en la gloria.
Entonces comprenderán los misterios del Reino de Dios que están ocultos a los
grandes y a los soberbios, pero que se re- velan a los pequeños. (437/82)
Esta es mi hora. Nadie podrá estor- bar mi plan que desde hace tiempo he
preparado para la salvación de la Iglesia.
Los puntos estratégicos de este plan son ustedes Sacerdotes, Hijos de mi maternal
predilección.
Mi plan solo se puede realizar por medio de ustedes. Pero a ustedes no les toca
conocerlo en sus detalles. Basta que sea conocido por Mí, que soy su conductora.
Todos ustedes deben obedecer dócilmen- te mis órdenes y dejarse conducir por Mí. No
me pregunten a dónde los llevo.
B. La comprensión del sentido de estos últimos tiempos profetizados
Yo situaré a cada uno en el sitio exacto. Que cada uno trate de cum- plir bien
su parte. De otra cosa no se ocupe ni se pre- ocupe.
Ustedes sean los que amen en Mí y por Mí. Que su amor sea puro y sin reservas,
que sea mi mismo amor.
Aunque parezca que no les responden, en realidad no es así: ¡el amor de ustedes ya es
una fuerza que los sustrae al dominio de Satanás! Es ya una luz que hiende las
tinieblas que los rodean; es la ayuda más preciosa que pueden darles para llevarlos a
la salvación.
Ustedes son míos, y me serviré de us- tedes para hacer volver a casa a todos
aquellos hijos que mi adversario me ha arrebatado para asociarlos a su dominio.
¡Quiero que todos mis hijos perdidos vuel- van, por medio de ustedes, a entrar en el
recinto de mi jardín; así volverán a la sal- vación!
Tengo prisa, hijos predilectos, porque ya han llegado los tiempos. Tengo prisa porque la
batalla, ya iniciada tiene un plan que está en vía de completa actuación. (258/77)
Con mi personal y particular interven- ción, estoy formando en todas partes este mi
ejército, para combatir la par- te final de la batalla y alcanzar mi más grande
victoria. (1059/94)
B. La comprensión del sentido de estos últimos tiempos profe
136
Ellos los están marcando con su sello. Ellos los están revistiendo con mi pode-
rosa coraza para la batalla. Ellos los están cubriendo otra vez con mi escudo. Ellos
están dándoles el Crucifijo y el Rosario como armas que deben esgrimirse para la
gran victoria.
Ha llegado ya el tiempo par la batalla decisiva. Para ello, los ángeles del Señor
están interviniendo de modo extraordina- rio, se sitúan, cada día, junto a cada uno de
ustedes para guiarlos, para proteger- los y para confortarlos. (713/87)
Todos los que aceptan mi invitación y se consagran a mi Corazón, forman parte de mi
escuadrón victorioso. (594/85)
B. La comprensión del sentido de estos últimos tiempos profetizados
El castigo que he predicho en Fátima y que es contenido en esa parte del secreto
que todavía no se les ha sido revelado, está a punto de llegar.
Han sido escogidos para combatir con valor contra las fuerza de aquel que se
opone a Cristo, para lograr mi mayor victoria.
Salgan de este cenáculo con confianza; salgan con gozo y con una gran esperan- za.
Yo estoy con ustedes. Yo me manifies- to por medio de ustedes.
Yo realizaré prodigios en ustedes, para que todos puedan ver mi Luz y sentir mi
presencia maternal. (882/90)
Ustedes han sido escogidos por Mí y llamados a ser parte de mi escua- drón
victorioso.
Muéstrense a todos como mis con- sagrados, como los Apóstoles de estos
últimos tiempos. (916/91)
De hecho el Triunfo de mi I
Corazón coincidirá con el tr
Hijo Jesús en su glorioso
Santidad y de Gracia, de A
Justicia, de Misericordia y de
instaurado en todo el m
-Ver el desarrollo del tema , 1
B. La comprensión del sentido de estos últimos tiempos profetizados
B. La comprensión del sentido de estos últimos tiempos profe
140 RESPONSABILIDADES
DIFERENTES
A ellos les dará luz y fuerza para aniqui- lar los ataques de aquellos que intentarán
destruir toda la Verdad contenida en el Evangelio de mi Hijo Jesús. En su boca
estará la espada de doble filo para desen- mascarar el error y defender la Verdad.
En una mano llevarán la corona del Ro- sario y en la otra la Cruz de mi Hijo, a
quienes atraerán las almas en un número tanto mayor, cuanto más intensa y decisi- va
será la batalla.
Serán revestidos con el fugo de la purí- sima luz del Espíritu Santo, para quemar
toda tiniebla de error. Al fin, por medio de ustedes, vencerá la Verdad.
Otros serán llamados a situarse en la línea de apoyo. Tendrán que orar y sufrir
mucho. A muchos de estos deberé pedirles un sufrimiento tan grande que
culminará con el ofrecimiento de la propia vida.
B. La comprensión del sentido de estos últimos tiempos profetizados
A ellos les daré el consuelo de mi habitual y extraordinaria presencia. Mi Corazón
Inmaculado será el altar en que serán inmolados para la salvación del mundo.
(244/77)
A partir de este año, Yo comenzaré a rea- lizar este triunfo de modo cada vez más
fuerte y extraordinario. La Iglesia y la humanidad mirarán con alegría el
cumplimiento de mi plan maternal.
Mi tiempo ha llegado. Es ahora cuando están llamados a ver las grandes maravi-
llas del Señor, en el triunfo de mi Corazón Inmaculado.
Él trata de convencerlos que son ustedes los que hacen, los que deben organizar y
obrar, que todo depende de ustedes.
Estos fieles hijos míos se- rán llamados y formados por Mí para esta gran
misión: preparar este mundo para la gran purificación que les espera, para que
pueda fi- nalmente nacer un mundo nuevo, totalmente renovado por la luz y el
amor de mi Hijo Jesús, que reinará sobre todas las cosas. (93/73)
B. La comprensión del sentido de estos últimos tiempos profe
No te turbes,142
si ves que por acá o por allá surgen movimientos inspirados por almas a las
que Yo me revelo: todo forma parte de un gran designio mío. Por esto, cada cosa
debe quedar en su lugar. (151/75)
Sean como niños que se dejan llevar en mis brazos maternos, para que mi plan
pueda realizarse a través de ustedes.
Sean mis Apóstoles, viviendo y di- fundiendo todo lo que en estos años les he
dicho.
Yo misma llevo adelante mi Obra del Mo- vimiento Sacerdotal Mariano, por medio
de todo lo que les he comunicado a través del libro de mis mensajes, y del pequeño
hijo que he escogido como instrumento mío, para difundirla en todas las partes
del mundo.
Por esto les suplico que se arrepientan y que vuelvan a Dios. Por medio de
ustedes, hijos míos predilectos y consagrados a Mí, mis Apóstoles de estos
últimos tiempos, quiero que esta llamada angustiosa llegue a los últimos
confines de la tierra. (385/80)
Han sido armados por Mí, para ser apóstoles en este momento. Son, por lo
B. La comprensión del sentido de estos últimos tiempos profe
tanto, los apóstoles de la Luz en la hora en que las tinieblas lo cubren todo.
144
B. La comprensión del sentido de estos últimos tiempos profetizados
Vivan en la luz. Caminen en la Luz. Di- fundan la luz que sale de mi corazón In-
maculado.
Proclamen a todos su próximo regre- so: maranathá: ¡Ven Señor Jesús!
Vosotros estáis aquí porque yo quiero ha- ceros instrumentos de este llamamiento Mío.
Id desde aquí para dirigiros a todos los que encontréis. En todas las naciones a las que
regreséis, vosotros debéis pro- clamar y difundir este mensaje mío Ma- ternal,
ansioso y urgente.
Ustedes están llamados a ser los Apóstoles de estos últimos tiem- pos. Por lo
mismo les incumbe la tarea de proclamar, en todas par- tes de la tierra, el
amor y la gloria de su Madre Celestial. (863/90)
LA SEGUNDA EVANGELIZACIÓN
Que ustedes sean los instrumentos de la renovación interior de toda la Iglesia,
ustedes que son llamados a ser el nue- vo corazón de la nueva Iglesia purificada,
iluminada y santificada. (1080/94)
Deben prepararse, deben estar listos a mis órdenes, porque pronto Yo los llamaré y
todos deberán responderme, dispues- tos a ser utilizados por Mí para la extrema
defensa de mi Hijo, Mía, del Evangelio y de la Iglesia.
Serán la sal en un mundo todo co- rrompido y la luz encendida en las tinieblas
que lo habrán invadido todo.
Pero yo estaré siempre con ellos y los protegeré y defenderé y los consolaré en-
jugando cada una de sus lágrimas como sólo una Madre sabe hacerlo.
A defender al Papa, tan solo para llevar la cruz de la Iglesia; pero llegará el momen- to
en que, como Jesús en la vía al Calva- rio, será abandonado por casi todos.
B. La comprensión del sentido de estos últimos tiempos profe
148hijos míos serán su con- suelo y su defensa, y vencerán Conmigo la
Entonces estos
más grande batalla de la Iglesia.
Por ahora, hijos míos predilectos, oren, ámense, sean como niños: déjense for-
mar y guiar sólo por Mí. (81/73)
Después de casi dos mil años desde el primer anuncio del Evangelio, la humani-
dad se ha vuelto pagana.
En estos años los he formado, con cui- dado particular y a través del don de mis
palabras, para ser los Apóstoles de estos últimos tiempos.
Apóstoles de los últimos tiempos, porque tienen que anunciar a todos, hasta los ex-
tremos confines de la tierra, el Evangelio de Jesús, en estos días de gran apostasía.
Apóstoles de los últimos tiempos, por- que deben anunciar el cercano regreso
de Jesús en la gloria, que introducirá a la humanidad en los tiempos nuevos, en
que finalmente verán los cielos y la tierra nueva. (1100/94)
Vayan y evangelicen.
Evangelicen a esta pobre humani- dad, que ha vuelto a ser pagana, después de
dos mil años desde el primer anuncio del Evangelio.
Que los ídolos que ella ha construido con sus propias manos, sean destruidos: el
placer, el dinero, el orgullo, la impureza, el ateísmo, el egoísmo desenfrenado, el
odio y la violencia. (953/92)
Prediquen a todas las gentes que Je- sucristo es el único Señor, su Salvador y
Redentor y que está por regresar, ya a ustedes, en el esplendor de su glo- ria.
(1084)
Evangelicen la humanidad, que se ha vuelto pagana después de casi dos mil años
desde el primer anuncio del Evan- gelio.
Evangelicen a todos los hombres, que se han convertido en víctimas de los errores,
del mal, del pecado y se dejan arrastrar por el viento impetuoso de todas las fal-
sas ideologías.
Han llegado sus tiempos y Yo los he formado en estos años, para que puedan
dar ahora su fuerte testi- monio de discípulos fieles de Jesús, hasta derramar
su propia sangre.
Cuando, de cada rincón de la tierra, to- dos ustedes, mis pequeños hijos, darán este
testimonio de Apóstoles de los últi- mos tiempos, entonces mi Corazón In-
maculado tendrá su triunfo más grande. (917/91)
Como Apóstoles de los últimos tiempos, deben anunciar con valentía todas las
Verdades de la fe católica, proclamar el Evangelio con fuerza, desenmascarar con
decisión las herejías peligrosas, que se
B. La comprensión del sentido de estos últimos tiempos profetizados
disfrazan de verdades, para engañar me- jor las mentes y de este modo alejar de la fe
un gran número de fieles.
Como Apóstoles de los últimos tiempos, ustedes deben oponerse con el poder
de los pequeños, a la fuerza soberbia de los grandes y de los sabios, quienes
seducidos por la falsa ciencia y por la vanagloria, han desgarrado el Evangelio
de Je- sús, proponiendo una interpretación ra- cional, humana y totalmente
equivocada. Han llegado los tiempos anunciados por San Pablo, en los cuales muchos
anuncian unas doctrinas falsas y peregrinas y así la gente corre detrás de estos
“cuentos” y se aleja de la verdad del Evangelio.
Como Apóstoles de los últimos tiempos, deben seguir a Jesús por el camino del
desprecio del mundo y de sí mismos, por el camino de la humildad, de la oración,
de la pobreza, del silencio, de la mortifi- cación, de la caridad, de una unión más
B. La comprensión del sentido de estos últimos tiempos profe
profunda con Dios. (916/91)
152
B. La comprensión del sentido de estos últimos tiempos profetizados
DIFICULTADES Y AYUDAS
No se dejen sorprender, hijos predilectos, al ver que mi adversario hace todo lo po-
sible para obstaculizar esta Obra mía.
Les sucede que escuchan a unos her- manos, culturalmente preparados, que a
veces son expertos y maestros en ciencias teológicas, que rechazan lo que Yo
les digo porque filtran con su mente, repleta de riqueza cultu- ral, cada una de
mis palabras. Así encuentran dificultades insupera- bles, aun en aquellas
frases que aparecen tan claras a los sencillos y a los pequeños.
Mi palabra sólo puede ser comprendida y aceptada por aquéllos que tienen la mente
humilde y dispuesta, el corazón sencillo y los ojos límpidos y puros. Cuando la Madre
habla a sus hijos, ellos la escuchan porque la aman, hacen lo que les dice y así crecen en
el conocimiento y en la vida.
No pueden ser sus hijos los que la critican aún antes de escucharla, los que rehúsan lo
que les manda aún antes de ponerlo en práctica. Estos, por más que crezcan en la
ciencia, no podrán crecer en la sabiduría y en la vida. (263/77)
B. La comprensión del sentido de estos últimos tiempos profe
156
Hasta les insinúa la duda de haber sido ele- gidos por Mí, como hijos predilectos, los per-
suade tanto de su gran miseria y les hace sentir la medida de su fragilidad humana.
Para llevarlos a la parálisis del espíritu y hacerlos así inofensivos, lanza contra us-
B. La comprensión del sentido de estos últimos tiempos profetizados
tedes toda clase de tentaciones.
Estén alerta, hijos míos predilectos: és- tas son las insidias de mi adversario. Es el
arma secreta que utiliza contra ustedes. Es la mordedura venenosa con que inten- ta
herir mi pequeño calcañal.
B. La comprensión del sentido de estos últimos tiempos profe
Su Madre quiere descubrirles hoy su tra- ma y ponerlos en guardia contra sus insi-
158
dias. Ustedes son mis lirios y por eso los atormenta con imágenes, fantasías y ten-
taciones impuras. (247/77)
Pronto serán llamados a la batalla abierta cuando sean atacados mi Hijo Jesús, Yo
misma, la Iglesia y el Evangelio.
Solo entonces, conducidos de la mano por Mí, deberán salir al descubierto para
dar finalmente su público testimonio.
Por ahora vivan todavía con simplicidad, confiándose todos a los cuidados de este
mi Corazón maternal. (186/76)
Ustedes son desconocidos y despre- ciados por el mundo y por los que los
rodean, con frecuencia son obstacu- lizados, marginados y perseguidos, porque
este sufrimiento es necesario a la fecundidad de su misma misión.
Como Apóstoles de los últimos tiempos ahora deben iluminar la tierra con la Luz
de Cristo.
Muéstrense a todos como hijos míos, por- que Yo estoy siempre con ustedes. Que la
fe sea la Luz que los ilumine, en estos días de apostasía y de gran oscuridad, y que
sólo los consuma el celo por la glo-
B. La comprensión del sentido de estos últimos tiempos profetizados
¡Cuán fatigoso es el trabajo que deben llevar a cabo! Siguen un camino que cada día se
hace más áspero y más difícil.
Hoy están recorriendo la difícil senda de la purificación. ¿Se alarga todavía? ¿Cuán- do
terminará? ¿Debemos sufrir mucho?
¿Qué le tocará a cada uno y quién llegará a la meta?
Sí, hijos, los espera todavía el tramo más doloroso por recorrer; y aún hace falta
tiempo para todo se cumpla.
Sepan leer en el Espíritu de Sabiduría, los signos del momento presente que están vi-
viendo. Por esto los he llamado y traído aquí arriba y los he fortalecido, porque ahora mi
gran designio debe cumplirse.
Así que espero de ustedes una respues- ta completa a mi querer. No más dudas, no
más perplejidades, no más incerti-
B. La comprensión del sentido de estos últimos tiempos profe
160
dumbres. ¡A cuántos de ustedes mi Ad- versario ha paralizado con estas armas tan
sutiles y peligrosas!
No miren a los que los rodean; no pres- ten atención a las críticas que escu- chan,
al escepticismo que con fre- cuencia envuelve esta Obra mía. No se da a todos
comprender mi desig- nio. (411/81)
Estoy junto a la Cruz que hoy llevan los Sacerdotes, mis hijos predilectos, que
están llamados a vivir en absoluta fidelidad a Jesús, a su Evangelio y a su
Iglesia. Con frecuencia ellos tienen que soportar el martirio interior de sentirse
incomprendidos, escarne- cidos y hasta marginados por sus propios hermanos.
B. La comprensión del sentido de estos últimos tiempos profetizados
Estoy junto a la Cruz de las almas consa- gradas que desean vivir con fidelidad su
consagración, oponiéndose al espíritu del
B. La comprensión del sentido de estos últimos tiempos profe
162
Estoy junto a la Cruz de tantos fieles que, con valor y generosidad, han aceptado mi
invitación. En medio de tantas dificulta- des, esperan y confían en Mí, en medio de
grandes pruebas, ellos rezan con fe y perseverancia; en medio de innumerables
sufrimientos, ellos ofrecen con espíritu de reparación lo que el Señor dispone en su
existencia. (495/83)
Denme todo su dolor. Hoy son las in- comprensiones, los ataques, las ca-
lumnias de sus hermanos. Mañana serán las persecuciones, la prisión, las
B. La comprensión del sentido de estos últimos tiempos profetizados
condenas por parte de los ateos y de los enemigos de Dios, que ve- rán en
ustedes los obstáculos que necesariamente deben eliminarse.
B. La comprensión del sentido de estos últimos tiempos profe
Caminen Conmigo y síganme por el ca- mino de mi Hijo Jesús. Por el camino del
164
Calvario, por el camino de la Cruz.
Nunca como en estos momentos debe ser vivida por ustedes, hasta la última con-
secuencia, lo que es la vocación de todo cristiano: “¡Quien quiera venir en pos de
Mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame! (199/76)
Mi adversario logra detenerlos con las dudas y los paraliza con la des-
confianza. Ya les he revelado mi plan de batalla, mientras los he for- mado y
los he llevado de la mano para prepararlos para el gran com- bate que les
espera.
Estarán disponibles si usan las armas que les he dado: la oración, su oración sacer- dotal,
el rezo frecuente del Santo Rosario y el sufrimiento, su inmolación sacerdotal.
Quien es fiel, avanza con confianza y abandono por el camino que eles he tra-
zado, sin mirar a criatura alguna, sin es- perar aprobaciones humanas, sin buscar
apoyos o alientos, sino entrando más y más en lo íntimo de mi Corazón Inmacu-
lado; dejándose guiar por Mí en el cami- no de la Cruz, hasta llegar a la cima del
Calvario. Por el modo que sabrán sufrir, callar y ofrecer, se podrá medir el grado
de fidelidad, que deseo llevar hasta el he- roísmo. (335/79)
Esta, hijos míos predilectos, es para la Iglesia otra vez la hora de Satanás y del
poder de las tinieblas.
También ella será inmolada como Cristo en la Cruz y será llamada a morir por la
salvación y la renovación del mundo.
Esta es para ustedes la hora de la purifi- cación y, sobre todo, del sufrimiento.
B. La comprensión del sentido de estos últimos tiempos profetizados
¡Pero si es para esta hora que el Pa- dre, desde la eternidad, los ha lla- mado
uno por uno! ¡Pero si para esta hora su Madre del Cielo los ha elegido y
preparado desde hace tiempo!
Vivan, entonces, en la serenidad de espí- ritu y sin miedo, a pesar de las inquietu-
des y amenazas de su tiempo. (222/76)
Hace mucho tiempo imprimí mi Imagen en el manto de mi pequeño hijo Juan Die-
go, a quien me aparecí: hoy quiero impri- mir mi Imagen en el corazón y en la vida de
cada uno de ustedes.
Así quedan marcados con mi sello de amor que los distingue de todos aquellos que se
B. La comprensión del sentido de estos últimos tiempos profe
han dejado seducir por la Bestia y llevan impreso el número blasfemo. El Dragón y la
166 contra aquellos que han sido marcados con mi sello.
bestia nada pueden
La estrella del Abismo perseguirá a todos los que han sido marcados
B. La comprensión del sentido de estos últimos tiempos profetizados
con mi sello, pero nada podrá dañar a las almas en las que Yo misma he
impreso mi Imagen.
Con la sangre, que muchos de ellos de- berán derramar, será aplacada la Justicia
divina y se apresurará el tiempo de mi victoria.
Todo lo dispongo para ti como ver- dadera Madre tuya: las personas que debes
encontrar, las circunstancias en que has de hallarte, lo que debes hacer.
Acostúmbrate pues a vivir con confianza el momento presente que el Padre te da y
que la Madre te prepara. (203/76)
Muéstrense a todos como Mis hijos predi- lectos, Mis consagrados, los apóstoles de los
últimos tiempos que Yo, desde hace veinte años estoy formando, por medio de los
mensajes que entrego a través de este hijo mío, el más pequeño. (945/92)
Déjate conducir por Mí en todo momento, hijo, y encontrarás la paz. También en el do-
lor, también en el abandono, también en las contradicciones, también cuando te sientas
como impotente para hacer el bien.
Aun para Mí y para mi Movimiento, cuán- tas veces quisieras hacer algo y no pue-
des. ¡Oh, esta impotencia para hacer, la experiencia de tu fragilidad, la pa- ciencia
que debes ejercitar, esta es- pera, cómo te cuesta a veces, cómo te hace sufrir,
cómo te purifica! (115/74)
Es mi deber de Madre formarlos de un modo del todo particular y personal.
También son diferentes los caminos por los cuales los conduzco, pero todos los
B. La comprensión del sentido de estos últimos tiempos profetizados
llevan a la misma meta, la que mi Hijo Jesús fijó para cada uno de ustedes.
Los quiero humildes, silenciosos, recogi- dos, ardientes en el amor a Jesús y a las
almas. Solo así llegarán a ser grandes a mis ojos.
Los quiero confiados, abandonados, sin preocupaciones humanas. Aún la del
querer “hacer algo” por mi movimiento, puede llegar a ser una preocupación hu-
mana. Solamente así, su espíritu podrá ver la gran obra que estoy realizando entre
ustedes y por medio de ustedes;
Los quiero mortificados en los sentidos, perseverando en la oración, recogidos en
torno a Jesús en la Eucaristía, como lámparas vivas de amor. Solo así me sentirán
cerca de ustedes.
Los quiero cada vez más puros; así us- tedes podrán finalmente verme. Verán con los
ojos del alma, si cierran los ojos del cuerpo a las vanidades de este mun- do. (252/77)
Cada cosa -aun la más insignificante- en sus vidas tiene un preciso y profundo sig-
nificado. Por eso, acostúmbrese cada uno a leer Conmigo en el libro estupendo de su
propia existencia.
Aprendan hoy, sobre todo, a callar. Guar- den silencio en su interior para escuchar
solamente Su Divina Palabra.
En los momentos que les esperan serán llamados cada vez más a guardar silen-
cio. Hablarán con la vida. (242/77)
Cuando sean más perfectos en la in- fancia espiritual, cuando su sola pre-
ocupación sea la de dejarse conducir por la confianza en Mí, entonces es- tarán
prontos para mi gran designio.
Hijos míos, déjense formar y trabajar por Mí. Sin que ustedes mismos ni los demás lo
adviertan. Yo los transformaré com- pletamente, les daré grandes dones de amor,
los llamaré a una unión cada vez más profunda con Dios y Conmigo.
Por eso les pido que se confíen en Mí: si esta donación no fuese perfecta, me ata-
rían las manos y Yo no podría actuar se- gún mi voluntad. (114/74)
Satanás los seduce haciendo que se sien- tan adultos y seguros, sugiriendo que la
razón de su seguridad está en ustedes mismos, en sus ideas y acciones. Y, como la
confianza y el abandono son cualidades de los pequeños, por eso los tienta aun más,
con la duda y la desconfianza de mi acción en ustedes.
Él trata de convencerlos que son ustedes los que hacen, los que deben organizar y
obrar, que todo depende de ustedes.
Yo no puedo seguir conduciéndolos, por- que, así como van, ya no son capaces de
sumisión y docilidad.
Por eso he elegido como instrumento, un hijo entre los más débiles, humanamen- te
el más desprovisto, y lo he llevado a todas partes del mundo para demostrar a
todos, que lo que está sucediendo se
B. La comprensión del sentido de estos últimos tiempos profe
Ten confianza en Mí: Yo sola soy la Capi- tana en mi ejército; Yo sola soy la Madre
y Reina de mi movimiento.
Yo misma llevo adelante cada día esta obra para la gran batalla que estamos
combatiendo. (553/84)
Ahora comienza a hacerse visible la trama secreta que Yo desde hace tiempo iba te-
jiendo ocultamente para realizar mi gran designio; el Movimiento de mis Sacerdo-
tes: mi escuadrón listo para la batalla de- cisiva y destinada a la victoria. (81/73)
Todo lo que les he dicho se cumplirá al pié de la letra; la Iglesia comprenderá cada
vez más que el movimiento Sacer- dotal Mariano es un don de mi Corazón
Pero sobre todo será un don de mi Cora- zón Inmaculado el nuevo Pentecostés.
Los Cenáculos se han difundido por do- quier, como Yo les pidiera en mi mensaje
del 17 de enero de 1974.
Sepan todos los Sacerdotes de mi Movi- miento cuánto los teme y los odia el Demo-
nio, cuánto deberán sufrir con sus insidias.
Ahora el Maligno comienza a sospechar algo, y se enfurecerá cada vez más. Pero
Yo estaré con mis Sacerdotes para prote- gerlos y defenderlos.
No se les tocará ni siquiera un cabello de la cabeza, porque son mis hijos predilec-
tos y ahora los estoy formando y hacién- dolos crecer; los estoy preparando para
que sean fuertes e invencibles en la hora de la batalla decisiva. (93/73)
A los Sacerdotes del Movimiento les estoy escogiendo y formando Yo misma según
un designio de mi Corazón Inmaculado. Vendrán de todas partes: del Clero Dioce-
sano, de las Órdenes Religiosas y de va- rios institutos. Formarán las filas de “mis
Sacerdotes” que Yo misma nutriré y for- maré, preparándolos para las próximas
batallas del Reino de Dios.
Que no haya un jefe entre ustedes: Yo misma seré su Conductora. Ustedes sean
todos hermanos: ámense, compréndan- se, ayúdense.
La única cosa que importa es que se de- jen formar por Mí: para esto es necesario
que cada uno se ofrezca y se consagre a mi Corazón Inmaculado, se fíe totalmente de
Mí como Jesús se fió; después Yo me ocuparé de todo.
B. La comprensión del sentido de estos últimos tiempos profetizados
Yo los formaré en un gran amor al Papa y a la Iglesia a Él unida. Los prepararé para dar
un heroico testimonio del Evangelio que, para algunos, será hasta el derra-
mamiento de su sangre.
oración, tu 178
sufrimiento, tu confianza en Mí.
Esto Yo te pido: déjate, en cambio, des- pojar de toda otra preocupación. Este no es
uno de tantos movimientos, sino que es mi Movimiento, oh hijo. ¡Dé- jame,
entonces, actuar a Mí.
Así deberán proceder todos mis Sacerdo- tes: lo daré a entender haciendo derribar
todo medio humano en que pongan su confianza. Deben fiarse sólo de Mí. Sé
que esto cuesta mucho a la naturaleza humana. ¡Pero Yo quiero a los Sacerdotes de
mi Movimiento sólo míos! (109/74)
Suponte que con una perfecta organización pudiera despacharse inmediatamente todos los
libros pedidos. ¿Y crees tú que bastaría esto para la difusión de mi Movimiento? No, hijo,
porque los libros, una vez llegados al lugar de destino, podrían quedarse allí; o bien, si
llegan a manos de los destinatarios, podrían quedarse relegados a algún cajón sin ser
leídos, o, si son leídos, dejar indife- rentes a quienes los lean.
Sólo mi acción de Madre es necesa- ria para la difusión de mi Movimien- to.
Sólo mi acción es la que prepara a las almas a recibir este don mío: la que
dispone para cada uno el momento que debe dársele: la que da una gracia
especial para que mis palabras puedan ser comprendidas y puedan producir en las
almas aquella maravillosa realidad que ellas expresan.
Por esto les pido insistentemente que secunden mi acción con su ora- ción.
Esta la reclamo siempre de us- tedes porque ella me es necesaria, y no la
perfección técnica. (157/75)
Si Yo he pedido que no haya ninguna estruc- tura jurídica para mi Movimiento, es porque
quiero precisamente que se difunda en el silencio y en el escondimiento. (168/75)
Jesús que actúa: deben, sobre todo, revi- vir a Jesús en su vida y ser solo Evangelio
vivo.
Por eso, los hago cada vez más pobres, cada vez más pequeños.
Cuando este escuadrón de Sacer- dotes esté listo, entonces, ese será el
momento en que aplastaré la ca- beza de mi adversario y el mundo renovado
gozará de la alegría del triunfo de mi Corazón. (209/76)
Diles a todos que entren en el arca de mi Corazón Inmaculado, para que sean
protegidos y salvados por mí. Les pido que multipliquen sus cenáculos de
oración entre los sa- cerdotes, entre los niños, entre los jóvenes, y
especialmente entre las fa- milias. (1093/94)
Oren más, oren el Santo Rosario, oren en Cenáculos entre ustedes, oren sobre todo en
familia.
B. La comprensión del sentido de estos últimos tiempos profe
182
Ustedes salen de este Cenáculo to- talmente renovados, porque el Es- píritu
Santo, invocado por mi inter- cesión, les ha sido comunicado con sus siete
Dones Santos, que infunden vigor y fuerza al desarrollo de todas las virtudes de
ustedes. (866/90)
1
Sobre este tema se transcriben 128 mensajes dados por la Virgen durante los
25 años de las revelaciones y algunas citas bíblicas en concordancia. El libro
No 7 de la serie “La crisis en la Iglesia Católica y su renovación, profetiza-
das” amplía el tema con las revelaciones hechas a los otros 200 videntes del
estudio, durante 2000 años en los cinco continentes.
2
Número de mensajes citados sobre cada subtema
LA CRISIS EN LA IGLESIA CATÓLICA Y EL SURGIMIENTO DE UNA
IGLESIA ECUMÉNICA UNIVERSAL
LA PROFETIZADA CRISIS EN LA IGLESIA CATÓLICA PARA LOS
ÚLTIMOS TIEMPOS Y SU
RENOVACIÓN
LA GRAN APOSTASÍA ANUNCIADA EN LA BIBLIA HA LLEGADO
Les haré amar mucho a la Iglesia. Hoy la Iglesia atraviesa momentos de
grandes sufrimientos, porque cada vez es menos amada por sus hijos. Muchos
quieren renovarla y purificarla con sólo la crítica, con ataques violentos a su
institución.
¡Nada se renueva ni se purifica sin amor! (173/75)
San Pablo, Palestina, 51 d.c No se de- jen engañar de ninguna manera. Pri- mero
tiene que producirse la apos- tasía y aparecer el adversario de la religión, el
instrumento de la perdi- ción, el rebelde que se pone por en- cima de todo lo
que es considerado divino y sagrado, que incluso pondrá su trono en el templo
de Dios para mostrar que él es Dios” (2 Tes 3-4)
Son los tiempos predichos por la Divi- na Escritura como los de la Gran Apos- tasía
y de la venida del Anticristo.
Son unos tiempos de gran tribulación y de sufrimientos innumerables para todos, que
los llevarán a vivir los últimos acon- tecimientos en preparación de la segunda venida
de Jesús en la gloria.
El Espíritu Santo prepara los corazones y las almas para la segunda venida de Je-
sús. Por eso derrama hoy sus carismas, de una manera aun más fuerte y extraor-
dinaria que en los tiempos de los inicios de la Iglesia.
C. La crisis en la iglesia y el surgimiento de una iglesia ecuménica un
Porque ya ha entrado en los últimos tiempos, que los llevarán a la era nueva.
(915/91) 152
Sepan leer y meditar todo lo que en las Sagradas Escrituras les ha sido claramen- te
descrito, para ayudarlos a comprender el tiempo que están viviendo. Con mi voz
maternal los llevo a todos a comprender las señales de la gran tribulación. En los
Evangelios, en las Cartas de los Apóstoles y en el Libro del Apocalipsis se les ha des-
crito claramente señales ciertas para ha- cerlos comprender cuál es el período de la
gran tribulación. Todas estas señales se están realizando en su tiempo.
Esta es la hora de mi gran dolor por esta pobre humanidad, dominada por los Es-
píritus del mal, porque ya llegó la hora de su gran castigo. (973/92)
En estos tenebrosos tiempos de la gran tri- bulación, si no se dejan llevar en mis bra- zos
con filial abandono y con gran docilidad, difícilmente lograrán huir de las engañosas
insidias que les tiende mi adversario.
Sus seducciones se han vuelto tan peli- grosas y sutiles, que casi no se logra huir de
ellas.
Corren gran peligro de caer en las seduc- ciones que les tiende mi Adversario, para
alejarlos de Jesús y de Mí.
C. La crisis en la iglesia y el surgimiento de una iglesia ecuménica universal
Nunca caen en él aquéllos que –como pe- queños niños – se consagran a Mi Cora-
zón Inmaculado y se dejan llevar en mis brazos maternales.
Ya irá apareciendo cada vez con más cla- ridad ante la Iglesia y el mundo que la
pequeña grey que, en estos tiempos de la gran apostasía, permanecerá fiel a Jesús y a
su Evangelio, estará toda custodiada en el recinto materno de mi Corazón In-
maculado.
La iniquidad cubre toda la tierra. La Iglesia está como oscurecida por la
C. La crisis en la iglesia y el surgimiento de una iglesia ecuménica un
difusión de la apostasía y el peca- do. El Señor, por el triunfo de su mise-
154purificaros ahora con su
ricordia, debe
C. La crisis en la iglesia y el surgimiento de una iglesia ecuménica universal
fuerte acción de justicia y de amor. Se preparan para vosotros las horas más
dolorosas y sangrientas. Estos tiempos están más cerca de los que pensáis. Ya
durante este año tendrán lugar algu- nos grandes acontecimientos referen- tes
a lo que predije en Fátima, y he di- cho bajo secreto a los niños, a quienes aún
me aparezco en Medjugorje.
Cuán gratos me han sido tu oración y tu sufrimiento para reparar el gran ultraje, la
más horrible blasfemia que jamás se haya lanzado contra mi Hijo.
Ni siquiera delante del Sanedrín se en- contraron acusadores; tan limpia y pura
había sido toda su vida.
Ahora se ataca su pureza, se propaga una blasfemia tan horrible y satánica que el
Cielo queda como pasmado e incrédulo.
¿Cómo se ha podido llegar a tanto? ¡Qué tremenda y ya inevitable tormenta está por
abatirse sobre la pobre humanidad!
El Papa sufre y ora; esta es la cruz que lo consume y lo mata. Esta vez también ha
C. La crisis en la iglesia y el surgimiento de una iglesia ecuménica un
156
hablado, pero su voz cae en el desierto. Mi Iglesia se ha convertido en más que
un desierto. (79/73)
Sobre todo ven cómo la Iglesia en sus países es violada por mi adversario, que
trata de oscurecerla con el errór, acogido y enseñado; de herirla con la
autorización moral, que conduce a mu- chos a justificarlo todo y a vivir en pe-
cado; de paralizarla con el espíritu del mundo, que ha entrado en su interior y ha
secado muchas vidas sacerdotales y consagradas.
Tres son las heridas que especial- mente hacen sufrir a mi Corazón
Inmaculado en sus países:
¡Oh, si vieran con mis ojos, qué grande es esta desolación, que golpea tanto a la
Iglesia!
¡Cuántas son las vidas sacerdotales y re- ligiosas secadas por el secularismo, que las
ha poseído completamente! (932/91)
Yo, que he triunfado sobre todos los erro- res y herejías en el mundo entero, con el
escuadrón de mis hijos predilectos, triun- faré también sobre el error más grande
que la historia conozca: el error del ateís- mo, que ya ha arrebatado a mi Hijo casi
toda la humanidad. (131/74)
Rey David, 445 a.c Guárdame tam- bién de la soberbia, que nunca ins- tale en
mí su dominio. Entonces seré un hombre perfecto y limpio del pe- cado más
grave. (Sal 21, 14)
Causada por la rebelión contra Dios, por este orgullo que solo proviene de
Satanás, es la oleada de la nega- ción de Dios, del ateísmo que ame- naza
verdaderamente con seducir a gran parte de la humanidad.
Ya dudan de todo. ¡Pobres hijos míos, cuanto más busquen solos y con sus pro-
pias fuerzas la luz, tanto más caerán en la oscuridad!
C. La crisis en la iglesia y el surgimiento de una iglesia ecuménica un
160
Este mundo está a merced de mi adver- sario que lo domina con su espíritu de so-
berbia y rebeldía y arrastra a un inmenso número de hijos de Dios por el camino del
placer, del pecado, de la desobediencia a la ley de Dios junto con el desprecio a su
voluntad. (457/82) Las fuerzas diabólicas dominan la tierra y llevan a todas partes los
frutos de su dominio de tinieblas. Así esta humanidad se ha vuelto nueva-
C. La crisis en la iglesia y el surgimiento de una iglesia ecuménica un
162 después de casi dos mil años de su Redención y del primer
mente pagana,
anuncio del Evangelio de salvación.
¡Pobres hijos míos, cuán insensa- tos son, cuán ciegos están! ¡Cómo el
demonio ha sabido atraparlos! Han llegado a tan gran ceguedad por no haber
escuchado a Jesús ni a Mí.
C. La crisis en la iglesia y el surgimiento de una iglesia ecuménica universal
¡Se han dejado conducir tan solo por sí mismos, por su inteligencia, por su
soberbia, y así se han pres- tado al juego de Satanás, que era el de lograr –
finalmente- oscurecerme en la Iglesia y borrarme de las almas!
Será necesario que me ponga otra vez en camino para buscar entre los sacerdotes a los
que me son fieles, a los que me es- cuchan, a los que me aman.
Pero tengo necesidad de Sacerdotes humil- des y valientes; prontos a dejarse escarne- cer,
prontos a dejarse pisotear por Mí.
Será con estos Sacerdotes humildes, es- carnecidos y despreciados que Yo forma- ré
el escuadrón que me permitirá llevar a Jesús un innumerable número de hijos,
purificados ya por grandes tribulaciones. (76/73)
Ante todo debería sufrir Mi Iglesia que será llamada a una más intensa y dolo-
rosa obra de purificación. Yo estaré a su lado en todo momento para ayudarla y
Ante todo
confortarla. debería
Cuanto mássufrir Mi Iglesia
la Iglesia que subir al calvario, con mayor intensi- dad
tenga que
será llamada a una más intensa y dolorosa
sentirán mi auxilio y mi extraordina- ria presencia. Debe entrar ahora en el
obra de precioso
momento puricación. Yopasión
de su estaré aredentora
su lado para su más bello rena- cimiento.
en
(352/80) todo momento para ayudarla y
confortarla. Cuanto más la Iglesia tenga
que subir al calvario, con mayor
intensidad sentirán
mi auxilio y mi extraordinaria presencia.
Debe entrar ahora en el momento
precioso de su pasión redentora para su
más bello renacimiento.A
C. La crisis en la iglesia y el surgimiento de una iglesia ecuménica un
164
¿Pobre Iglesia mía! Como Madre me acer- co a ti y te encuentro, oh, hija, tan en-
ferma: como si estuvieras próxima a la muerte…
¡Qué grande es tu aflicción y tu abandono! Mi adversario te hiere más cada día en los
Pastores que te traicionan, en los Sacerdo- tes que se vuelven siervos infieles.
Pero esta grave enfermedad que pade- ces, la aparente victoria de mi Adversario
sobre ti, no es para tu muerte, sino para la mayor glorificación de Dios.
Dentro de poco, nada quedará ya de las grandes tinieblas que han oscurecido a la
Iglesia. Después de su gran sufrimiento se hallará finalmente lista para su renaci-
miento: la nueva Iglesia de la Luz.
Pero la “Mujer vestida de sol” ya ha ini- ciado su gran batalla y la lleva adelante
cada día a través de ustedes, mi pequeño escuadrón fiel.
No se turben por la oscuridad que se ha extendido, porque forma parte del plan de
mi adversario; por lo contrario, es parte de mi plan victorioso ahuyentarlas
tinieblas para que la Luz pueda volver a todas partes.
En la Iglesia, ahuyentadas todas las tinieblas del error, de la infide- lidad y del
pecado, que ahora la en- sombrecen, volverá a brillar la luz de la Verdad, de la
Gracia y de la Santidad. Jesús resplandecerá tanto en la vida de la Iglesia que ella
misma será la luz más grande para todas las naciones de la tierra.
Los tiempos de tu sufrimiento están ya contados. Pronto volverá a brillar con tal
intensidad que atraerá a todos los que vi- ven en este gran continente. (684/87)
Pero Jesús es bien recibido por los pobres, por los enfermos, por los pecadores. Su
voz llega al corazón de los sencillos. En- tonces mi dolor maternal se siente alivia-
do por la respuesta que saben dar a mi Hijo los más pequeños.
Los pequeños son para él la dádiva del Padre. Son los pequeños el “gracias” con
que responde al Padre. Porque solamente los pequeños comprenden los miste- rios
del Reino de los Cielos.
C. La crisis en la iglesia y el surgimiento de una iglesia ecuménica un
170predilectos, mis niños pe- queños. Mi Iglesia debe abrirse a la ac-
Sean hoy, hijos
ción del Espíritu Santo.
Este edificio está construido sobre columnas que desafían a los siglos, contra
los cuales el Infierno no puede prevalecer: el colegio de los Apóstoles fundado
sobre Pedro, que se perpetúa hasta el fin del mundo en los Obispos unidos al
Papa.
Pero hoy, cuando este edificio parece in- vadido por tantas tinieblas, es necesario que
el Espíritu Santo lo haga resplande- cer todo con una nuevísima luz. Por eso, Yo
reúno de todas partes del mundo, el escuadrón de mis hijos predilectos: para que el
Espíritu Santo los transforme y los prepare para cumplir el gran designio del Padre.
(234/77)
La Iglesia es perseguida también en su in- terior, sobre todo por aquellos hijos suyos
que han llegado a un compromiso con su adversario. Este ha logrado seducir a al-
gunos de sus mismos Pastores. También entre ellos existen los que colaboran a
sabiendas en este designio, de interior y escondida persecución de mi Iglesia.
Se preparan también para ustedes, hijos predilectos, las mismas horas de sufri-
miento que ha vivido mi Hijo Jesús: las horas de Getsemaní, en que sentía la in-
terior agonía de verse abandonado, trai- cionado y renegado por los suyos…
Si este es el camino recorrido por el Maes- tro, es también el camino que ahora de-
C. La crisis en la iglesia y el surgimiento de una iglesia ecuménica universal
ben recorrer ustedes sus fieles discípulos, mientras más dolorosa sea la purificación
para toda la Iglesia.
Jesús, Palestina, 33 d.c. Que todos sean uno como Tú, Padre, estás en Mí, y
Yo en Ti. (Jn, 17, 21)
C. La crisis en la iglesia y el surgimiento de una iglesia ecuménica universal
Así encuentro, también hoy, a la Igle- sia, místico cuerpo de Jesús crucifi- cado;
ella también sube al Calvario, llevando una pesada cruz, ella tam- bién conoce
la hora de los abandonos y de las traiciones; igualmente tiene su cuerpo
martirizado por los azotes de los pecados que la hieren
y de los sacrilegios que le abren unas llagas profundas.
Su camino terreno recorre las eta- pas del mismo camino de Cristo.
Pero hoy, abran las puertas de su corazón al gozo conmigo que soy la Madre de su
gozo.
Él, Cristo resucitado y vivo entre nosotros ordena todos los acontecimientos, para el
cumplimiento de su designio divino y
C. La crisis en la iglesia y el surgimiento de una iglesia ecuménica universal
predispone todas las cau- sas para que pronto pueda llegar a ustedes su Reino de
gloria. (910/91)
Por el fuego del Espíritu de Amor se completará pron- to la obra de la gran puri-
ficación. La Iglesia espera gimiendo Su misericordiosa obra de santificación.
Será curada de las llagas del error, que se difunde como un cáncer oscuro y amena- za
al depósito de la Verdad. Será sanada de la lepra del pecado, que obscurece su
santidad. Será purificada de todos aque- llos elementos humanos que la alejan del
espíritu del Evangelio.
Con la fuerza del Fuego y de la Sangre será renovado también todo el mundo.
La humanidad tornará a la glorificación del Padre, por medio de Jesús, que final-
mente habrá instaurado su Reinado entre ustedes. (441/82)
Es mucho el hielo que la recubre (a la Iglesia) y está invadida por una gran os-
curidad. Está viviendo ahora los momen- tos dolorosos de su purificación.
C. La crisis en la iglesia y el surgimiento de una iglesia ecuménica un
176
Asistida y sostenida por su Madre, la Igle- sia está subiendo el duro recorrido hacia
el Calvario, donde todavía de- berá ser crucificada e inmolada para el bien de
tantos hijos míos.
Estoy particularmente cerca de la Igle- sia en estos últimos tiempos, en que ella
debe vivir la hora sangrienta de su purifi- cación y de la gran tribulación.
Para ella también debe cumplirse el de- signio del Padre Celestial y está llamada a
subir el calvario de su inmolación.
Esta, mi amadísima hija, será per- seguida y herida, traicionada y des- pojada,
abandonada y llevada al patíbulo, donde será crucificada.
C. La crisis en la iglesia y el surgimiento de una iglesia ecuménica universal
El objetivo de las logias masónicas hoy es el de obrar con gran astu- cia para
llevar a la humanidad, en todas partes, a despreciar la Santa Ley de Dios, a
obrar en abierta oposi- ción a los Diez Mandamientos, a sustraer el culto debido
solo a Dios para darlo a los falsos ídolos, que son exaltados y adora- dos por un
número creciente de hombres: la razón, la carne, el dinero, la discordia, la violencia,
el placer. (805/89).
Esta Bestia Negra (La Masonería), tiene diez cuernos y sobre los cuernos diez
diademas, que son signo de su realeza. La Masonería domina y gobierna todo el
mundo por medio de los diez cuernos. El cuerno, en el mundo bíblico, siempre ha
C. La crisis en la iglesia y el surgimiento de una iglesia ecuménica un
178
Por eso Dios ha comunicado a su pueblo su voluntad por medio de los diez cuernos
que han hecho conocer su ley: los diez Mandamientos. Quien los acepta y los ob-
serva anda en la vida por el camino de la Divina Voluntad, de la alegría y de la
paz.
de Dios, y 180
para ello difunde el error del ateísmo, el fin de la Masonería no es el
de negar a Dios, sino el de blasfe- marlo. (800/89)
Quien hace la voluntad del Padre, acoge la palabra de su Hijo y participa de la Re-
dención llevada a cabo por Él. Jesús da a las almas la misma vida divina, a través
de la Gracia, que Él ha merecido con su sacrificio realizado en el calvario.
Al Sol divino de los siete Dones del Espíritu Santo, estas virtudes germinan,
crecen, se desarrollan cada vez más y así conducen a las almas por el camino lumi-
noso del amor y de la santidad. (801/89)
C. La crisis en la iglesia y el surgimiento de una iglesia ecuménica universal
A las siete virtudes teologales y cardi- nales, que son el fruto de vivir en Gracia de
Dios, la masonería opone la di- fusión de los siete vicios capitales, que son el
fruto de vivir habitualmente en estado de pecado.
Aquel que se hace víctima de los siete vi- cios capitales es conducido gradualmente a
abandonar el culto debido al único Dios, para darlo a falsas vanidades, que son la
personificación misma de todos los vicios. En esto consiste la blasfemia más grande y
horrible. (803/89)
He aquí por qué sobre cada cabeza de la bestia hay escrito un título blasfemo.
Cada logia masónica tiene la incum- bencia de hacer adorar una divini- dad
distinta.
De esta manera las almas son pre- cipitadas en tenebrosa esclavitud del mal,
del vicio y del pecado, y, en el momento de la muerte y del jui- cio de Dios, en
el estanque de fuego eterno que es el infierno. (805/89)
LA MASONERÍA ECLESIÁSTICA
Desde la tierra, acude en ayuda de la Bes- tia Negra que sube del mar, una bestia
que tiene dos cuernos, semejantes a los de un cordero... Al símbolo del sacrificio
está íntimamente unido el del sacerdocio: los dos cuernos. Un cubrecabeza con dos
cuernos llevaba el Sumo Sacerdote del Antiguo Testamento. La Mitra, con dos
cuernos, llevan los obispos de la Iglesia, para indicar la plenitud de su sacerdocio.
La Bestia Negra, semejante a una pante- ra, indica la masonería. La bestia de dos
cuernos, semejante a un cordero, indica la masonería infiltrada dentro de la
Iglesia, es decir la masonería ecle- siástica, que se ha difundido sobre todo
entre los miembros de la jerar- quía. Esta infiltración masónica dentro de
C. La crisis en la iglesia y el surgimiento de una iglesia ecuménica universal
Se está realizando cuanto está contenido en la tercera parte de mi mensaje, que aún
no ha sido revelado, pero que ya se ha vuelto patente por los mismos sucesos que
estáis viendo... (1020/93)
Hoy las tenebrosas fuerzas del mal la insi- dian por todas partes: las oscuras tramas
entretejidas por la Masonería, por inter- medio de sus numerosos adeptos que se han
introducido en el vértice de la Iglesia, han logrado paralizar su acción y apagar su
ardor apostólico.
La bestia abre la boca para proferir blas- femias contra Dios, para blasfemar su
nombre y su morada, contra todos aque- llos que habitan en el Cielo.
La más grande de las blasfemias es la de negar el culto debido sólo a Dios para dar- lo
a las criaturas y al mismo Satanás.
C. La crisis en la iglesia y el surgimiento de una iglesia ecuménica un
186
Obra para oscurecer la Divina Pala- bra de Dios, por medio de interpre-
taciones naturales y racionales, y con el pretexto de volverla más com-
prensiva y aceptada, la vacía de todo contenido sobrenatural. Así es como
difunden los errores por todas partes dentro de la misma Iglesia Católica. A
causa de la difusión de estos erro- res, hoy, muchos se alejan de la ver- dadera
fe, haciendo una realidad la profecía que les ha sido hecha por Mí
C. La crisis en la iglesia y el surgimiento de una iglesia ecuménica un
en Fátima: vendrán tiempos en los que muchos perderán la verdadera fe. La
pérdida de 190
la fe es la aposta- sía.
Actúa de una manera astuta y diabó- lica para conducir a todos a la apos-
tasía.
Tiene como propósito justificar el pecado, presentado no ya como un mal sino
como un valor y un bien... Fruto pernicioso de este maldito cán- cer, que se ha
difundido por toda la Iglesia, es la desaparición, en todas partes, de la
confesión individual.
Favorece las interpretaciones que dan del Evangelio, interpretaciones
racionales y naturales, por medio de la aplicación de varios géneros litera-
rios, de manera que queda lacerado en todas sus partes. Al final se llega a
negar la realidad histórica de los mi- lagros y de la resurrección, y se pone en
tela de juicio la misma Divinidad de Jesús y su Misión Salvífica.
Trata de destruir el Cuerpo Místico que es la Iglesia.:
Trata de destruir la realidad de la Iglesia Jerárquica, es decir al Papa y a los
Obispos unidos a él, con el falso ecumenismo, que lleva a la acepta- ción de
todas las iglesia cristianas, afirmando que cada una de ellas posee una parte de
la verdad. Cul- tiva el designio de fundar una iglesia ecuménica universal,
formada por la fusión de todas las confesiones cris- tianas, entre las cuales
está la Iglesia Católica.
Trata de atacar de muchas maneras engañosas la piedad eclesial hacia el
Sacramento de la Eucaristía. De esta, solo valoriza el aspecto de la cena,
tiende a minimizar su valor de sacrificio, trata de negar la presen- cia personal
y real de Jesús en las hostias consagradas. Por eso se han ido suprimiendo
gradualmente todos los signos externos como son los in- dicativos de la fe en
la presencia real de Jesús en la Eucaristía, como son las genuflexiones, las
horas de ado-
C. La crisis en la iglesia y el surgimiento de una iglesia ecuménica universal
De este modo, a la tenebrosa fuerza que hoy ejerce la masonería ecle- siástica
para destruir a Cristo y a su Iglesia, Yo opongo el fuerte es- plendor de mi
escuadrón sacerdo- tal y fiel, para que Cristo sea amado por todos, escuchado y
seguido, y su Iglesia sea cada vez más amada. Defendida y santificada. (812/89)
C. La crisis en la iglesia y el surgimiento de una iglesia ecuménica un
INFILTRACIÓN DEL MODERNISMO
¡Cuántos son192
los Sacerdotes que hoy día son víctimas de tantos errores! Los erro- res
son enseñados, difundidos, propa- gados bajo forma de nuevas interpreta- ciones
culturales de la verdad. Y así son fácilmente acogidos y alejan a un gran número
de hijos míos de la verdadera fe.
Los tiempos de ustedes son los tiempos anunciados por la Escritu- ra divina.
Surgen así muchos falsos
San Pablo, Roma 66 d.c.: El Espíritu nos dice claramente que en los últi- mos
tiempos algunos renegarán de la fe para seguir espíritus seductores y doctrinas
diabólicas Aparecerán hom- bres mentirosos con la conciencia mar- cada con la
señal de los infames. Estos prohíben el matrimonio y no permiten el uso de ciertos
alimentos, a pesar de que Dios los creó para que los comamos y luego le demos
gracias. Así lo hacen los creyentes que conocen la verdad. Porque todo lo que Dios
ha creado es bueno y no hay por qué rechazar un alimento que se toma dando
gracias a Dios; es santifica- do por la palabra de Dios y la oración.
Están como sumergidos en un mar de palabras que aumenta cada vez más y
que todo lo cubre. Se repite el hecho de la torre de Babel descrito en la Biblia. Hoy
vuelven a vivir el drama de la confusión de las lenguas.
Les hablo para ayudarlos a salir de la con- fusión creada por sus mismas palabras.
Es solo la Palabra de mi Hijo la que Yo les quiero hacer escuchar. Hoy su Voz
parece como oscurecida: es el Verbo del Padre, es mi Hijo Jesús al que ya no es-
cuchan.
C. La crisis en la iglesia y el surgimiento de una iglesia ecuménica universal
San Pablo, Palestina, 58 d.c Pues lle- gará un tiempo en que los hombres ya
no soportarán la sana doctrina, sino que se buscarán maestros a su gusto,
hábiles en captar su aten- ción; cerrarán los oídos a la verdad y se volverán
hacia puros cuentos. (2 Tim 4, 3-4)
Lleven en el corazón los sufrimientos de Jesús y de los mío por el estado de agonía
que atraviesa la Iglesia actualmente en el mundo entero. Se enseña el error y se
difunde bajo fórmulas ambiguas de nuevas interpretaciones cultu- rales de la
realidad; se acepta el espíritu del mundo cuya maléfica influencia aumenta y
lleva a tantas almas a escoger el pecado, a justi- ficarlo y a vivir en él; crece la
falta de fe y en muchos templos se eliminan las imágenes de los Santos y hasta la
de su Madre Celestial.
Tú, hijito mío, ve una vez más por el mundo entero y anuncia con fuerza a to-
dos mi mensaje. Estos son los tiempos terribles y dolorosos de su purificación.
Nunca como ahora deberán mirar hacia Mí para ser consolados, defendidos y sal-
vados. (491/83)
San Pedro, Roma, 66 d.c.: Con sus dis- cursos altisonantes y vacíos alientan las
pasiones y los deseos impuros en aquellos que acababan de liberarse, y los hacen
recaer en el error. Prometen libertad, cuando ellos mismos son escla- vos de la
corrupción, pues cada uno es
C. La crisis en la iglesia y el surgimiento de una iglesia ecuménica un
198
La difusión de los errores propagados, enseñados a menudo por los profe- sores de
teología en los Seminarios y en las escuelas católicas; de este modo adquieren un
cierto carácter de autenticidad y de legitimidad.
C. La crisis en la iglesia y el surgimiento de una iglesia ecuménica universal
La rebelión abierta y pública contra el Magisterio auténtico de la Iglesia, sobre todo, el
Magisterio del Papa, quien reci- be de Cristo la tarea de preservar a toda la Iglesia en la
verdad de la fe católica.
El mal ejemplo de aquellos pastores, que han dejado que el espíritu del mundo se
apodere completamente de ellos y que llegan a propagar ideologías
C. La crisis en la iglesia y el surgimiento de una iglesia ecuménica un
políticas y sociales en vez de anunciar a Cristo y su Evangelio, olvidando así el
202 por Él: vayan al mundo entero y prediquen el Evan- gelio a
mandato recibido
toda criatura. – De este modo, en estos días, se extiende cada día más la
deserción por parte de tantos pobres hijos míos.
¿Cuándo el Hijo del Hombre vuelva, en- contrará aún fe en la tierra? (847/90)
Ella (la Iglesia) está interiormente dividi- da; está amenazada por la pérdida de la
verdadera fe; muchos errores se difunden en su interior.
Causa de esta situación son los Pastores que ya no están unidos al Papa.
Deben amar a mi Hijo Jesús y a las almas por amor a Él. ¿Se puede amar al próji- mo
sin amar a Dios? Hoy hay la tenden- cia tan falsa y tan extendida aún entre muchos de
mis hijos: tratar de amar al prójimo, ignorando a Dios. Pueden siem- pre hacer el bien
y ayudar a su prójimo. Pero para que su amor sea sobrenatural y perfecto, debe partir
de Dios. Amen a la Santísima Trinidad con el Corazón de mi Hijo Jesús y ámense los
unos a los otros como Él los ha amado. Así su amor será más puro cada día y serán
capaces de que- rer el verdadero bien de sus hermanos.
Sólo quien es puro de corazón puede abrirse a una gran capacidad de amar y
vivir la virtud de la caridad. (237/77)
Se difunden cada vez más, los males que amenazan la integridad moral de los pue-
blos: como la impureza, la pornografía, la droga, los divorcios, el abuso de los medios para
evitar la vida y esos abortos maldecidos que gritan venganza en presencia de Dios.
También la Iglesia, en este continente vive, sufre y es amenazada con una divi-
sión interior, causada por la separación al Papa y por la oposición a su Magisterio de
parte de algunos Obispos, teólogos, Sa- cerdotes y fieles.
Sobre todo mi adversario ha que- rido golpearla con la insidia enga- ñosa de la
teología de la liberación, que es una verdadera traición a Cristo y a su
Evangelio. (951/92)
¡Cuánto hace sufrir a su Divino Co- razón la actitud permisiva de mu- chos
sacerdotes y de algunos Obis- pos que justifican hasta los actos más graves de
impureza!
Justamente aquí en este mismo lugar el Corazón de Jesús ha sido ultrajado y des-
preciado por la conducta de tantos de mis pobres hijos, consumidos en este terrible
C. La crisis en la iglesia y el surgimiento de una iglesia ecuménica un
204
Cada pastor que de cualquier manera justifique estos pecados atraerá sobre sí y
sobre su vida el fuego devorador de
C. La crisis en la iglesia y el surgimiento de una iglesia ecuménica un
206 La copa de la iniquidad está colmada y más que llena está des-
la justicia divina.
bordándose por doquier. (686/87)
Además, con frecuencia, hasta mis imá- genes son retiradas de los lugares de
culto. (746/88)
Si, por divino privilegio, he sido exenta de todo pecado, aún del original, es porque la
Santísima Trinidad me ha constituido Con-
C. La crisis en la iglesia y el surgimiento de una iglesia ecuménica universal
ductora de esta terrible batalla que compro- mete a Cielo y Tierra, a espíritus celestiales y
terrestres. Es una lucha grande y conti- nua, muchas veces invisible, y que se ha
generalizado en estos tiempos. (454/82)
C. La crisis en la iglesia y el surgimiento de una iglesia ecuménica un
208mediadora de gracias en- tre ustedes y mi Hijo Jesús. Mi misión es
Soy verdadera
la de distribuir a mis pequeños hijos esa gracia que brota del seno del Padre, la
merece el Hijo y la otorga el Espíritu Santo.
Mi misión es distribuirla a todos mis hijos, según las necesidades particulares de cada
uno, que la Madre conoce muy bien.
C. La crisis en la iglesia y el surgimiento de una iglesia ecuménica universal
Yo cumplo siempre con esta función mía. Pero sólo puedo ejercerla plenamente en
aquellos hijos que se confían a Mí con perfecto abandono. Puedo ejercerla so-
bre todo en ustedes, hijos predilectos, que con su consagración se han confiado
completamente a Mí. (376/80)
Vivan en la alegría y en la confianza por- que han sido marcados por Mí con mi se-
llo y han entrado a formar parte de mi propiedad. (370/80)
El Dragón Rojo, para llegar a dominar la tierra, se ha lanzado a perseguir ante todo a la
Mujer vestida de sol. Y de su boca ha arrojado la serpiente un río de aguas para
sumergirla y desviarla del camino.
¿Qué es este río de aguas, sino el con- junto de estas nuevas teorías teológi-
C. La crisis en la iglesia y el surgimiento de una iglesia ecuménica un
210
cas con que se intenta desalojar a su Madre Celestial del lugar en el cual ha sido
colocada por la Trinidad Santísi- ma? Así se ha podido llegar a oscurecer- me en el
alma, en la vida y en la piedad de muchos hijos míos, hasta se ha llega- do a negar
algunos de los privilegios con que fui adornada por mi Señor.
Para huir de este gran río de aguas se le dieron a la Mujer “alas de la gran águila”, y
así Ella ha podido encontrar un lugar en el desierto.
C. La crisis en la iglesia y el surgimiento de una iglesia ecuménica universal
¿Qué es el desierto sino un lugar escondi- do, silencioso y apartado y árido?
172
dilectos y de todos aquellos que se han consagrado a mi Corazón Inmaculado.
(369/80)
Cuanto me duele el hecho, hoy frecuen- te, de ser puesta fuera de las iglesias; a
veces en un pasillo, como un adorno cual- quiera; a veces en el fondo de la iglesia,
donde ninguno de mis hijos puede vene- rarme. (516/84)
Por este Divino fuego debe ser renovada y transformada la Iglesia. Por este fuego de
El Cielo todo se estremece de indig- nación, ante este público y grave ultraje
inferido al honor de su Ma- dre, y Jesús en persona, ya está to- mando la
defensa de la Criatura por Él más amada y glorificada.
A. Un mensaje de Esperanza para estos tiempos turbulentos
No pasará mucho tiempo sin que el gran castigo caiga sobre toda su pobre Patria,
tan amada y protegida por Mí, que ha permitido públicamente este sacrílego ul-
traje, inferido a su Madre Celestial.
Pero ningún otro miembro de la Jerarquía ha tenido el valor de hacerlo; antes bien,
algunos Obispos y algunos sacerdotes han tenido la osadía de justificar pública-
mente tan horrible sacrilegio.
Por esto ha llegado ahora para la Iglesia el tiempo de su más grande división, de la
apostasía penetrada en su seno, que la llevará a vivir el momento de su más grave
crisis, de la persecución sangrienta y terrible. (586/85)
Así, todos los días, muchos hijos míos se alejan de la verdadera fe y caen en la
tiniebla profunda de la deserción.
Sean hoy ustedes fuertes testigos de fe, aceptando con docilidad lo que el Papa y
el auténtico Magisterio de la Iglesia si- guen enseñando, predicando todas las
verdades de la fe católica, especialmente aquéllas que han dejado de anunciarse.
(760/88)
Cuando mi 174Papa habla con valentía y re- afirma con fuerza la Verdad de la fe cató-
lica, ya no es escuchado y hasta es criti- cado e ironizado públicamente.
Hay una sutil y diabólica táctica, entrete- jida secretamente por la Masonería, que hoy
se emplea en las confrontaciones con el Santo Padre para poner en ridículo su
persona y su obra y para volver vano su Magisterio.
Víctimas de la gran apostasía son mis hijos que, con frecuencia, inconsciente-
C. La crisis en la iglesia y el surgimiento de una iglesia ecuménica universal
mente se dejan arrastrar por esta ola de error y de mal.
Les he anunciado más de una vez que se está acercando el fin de los tiempos y la
venida de Jesús en la gloria. Ahora quiero ayudarles a comprender los signos des-
critos en la Escritura divina que indican que su retorno glorioso está cerca.
Estos signos son indicados claramente por los Evangelios, las Cartas de San Pe-
dro y San Pablo, y se están realizando en estos años.
Estos errores son propagados por falsos maestros y por teólogos famo- sos que
ya no enseñan las verdades del Evangelio, sino unas herejías pre- tenciosas,
fundadas en razonamientos equivocados y humanos.
Es por la enseñanza de estos errores que se pierde la fe verdadera y se difunde por todas
partes la gran apostasía.
“Tengan cuidado de que nadie los engañe. Porque muchos tratarán de engañar a mu- cha
gente. Vendrán unos falsos profetas y engañarán a muchos.” (Mt 24, 5-9)
El día del Señor no vendrá hasta que se produzca la gran apostasía” (2 Tes 2,3).
Cuando mi Papa habla con valentía y
“En elrearma
pueblo deconIsrael
fuerzahubo tambiéndemu-
la Verdad la chos falsos profetas. De la misma mane-
ra, habrá
fe católica, ya no es escuchado y Ellos tratarán de difundir unas herejías
entre ustedes falsos maestros.
desastrosas y llegarán
hasta a renegar
es criticado del Se-
e ironizado
públicamente.
Hay una sutil y diabólica táctica,
entretejida secretamente por la Masonería,
que hoy se emplea en las confrontaciones
con el Santo Padre para poner en ridículo
su persona y su obra y para volver vano su
C. La crisis en la iglesia y el surgimiento de una iglesia ecuménica un
ñor que los176salvó, atrayendo sobre sí una inminente perdición. Muchos lo escucha-
rán y vivirán como ellos una vida impura. Por su culpa será desprestigiada la fe cris-
tiana. Por el deseo de riquezas, los enga- ñarán con razonamientos erróneos” (2 Pe 2, 1-
3) (994/92)
San Pedro, Roma, 64 d..c.: Así como hubo falsos profetas en el pueblo de Is-
rael, también entre ustedes habrá falsos maestros. Introducirán novedades da- ñinas,
pero sin tardar se perderán por renegar del Maestro que los rescató. Muchos
imitarán sus vicios, y por su cul- pa será desprestigiado el camino de la verdad.
Los inspirará el amor al dinero, y se aprovecharán de ustedes con pala- bras
engañosas. Pero ya fue dictada su condenación, y su destrucción es inmi- nente
(2 Pe 2, 1-3).
Hay verdades reveladas por mi Hijo, que la Iglesia ha definido para siempre con su
divina e infalible autoridad.
San Pablo, 58 d.c. A pesar de que cono- cían a Dios, no le rindieron honores ni le
dieron gracias como corresponde. Al contrario, se perdieron en sus razona- mientos y
su conciencia cegada se con- virtió en tinieblas. Creyéndose sabios, se volvieron
necios (Rom 1, 21-22)
Pero están sobre todos los sacrilegios que forman hoy, en torno a Mi Corazón Inma-
culado, una dolorosa corona de espinas.
En estos tiempos ¡cuántas son las comu- niones y cuántos sacrilegios no se come-
ten! Se puede decir que hoy ya no hay celebración Eucarística en que
C. La crisis en la iglesia y el surgimiento de una iglesia ecuménica universal
Si vieran con mis ojos, también ustedes derramarían Conmigo lágrimas copiosas.
(634/86)
Aún entre los mismos Sacerdotes se di- funden dudas sobre la divina presencia de
mi Hijo Jesús en el misterio de la Eu- caristía.
C. La crisis en la iglesia y el surgimiento de una iglesia ecuménica un
Y así se propaga la indiferencia al Sacra- mento Eucarístico, se apagan la adora-
180 y aumentan cada día los sacrilegios de los que se acercan a este
ción y la oración,
Sacramento en estado de pecado mortal.
C. La crisis en la iglesia y el surgimiento de una iglesia ecuménica universal
Estos errores tienden a difundirse, a pe- sar de que la doctrina sobre la presencia real
ha sido claramente reafirmada por el Magisterio y, sobre todo, por el Papa.
Vendrá el tiempo en que desgracia- damente estos errores se extende- rán aún
más y en la Iglesia se ex- tinguirá el perfume de la adoración y del Santo
Sacrificio. Llegará así a la cumbre la “abominación de la desolación” que ya
ha entrado en el Templo santo de Dios. (267/77)
Hoy es necesario poner de relieve el valor de la Santa Misa como Sacrificio que re-
nueva, de manera incruenta, pero verda- dera, el sacrificio realizado por Jesús en el
Calvario. (538/84)
A menudo son justificados aun los más graves pecados contra la na- turaleza,
como el aborto y la homo- sexualidad.
Den una mano a mis pobres hijos peca- dores para conducirlos a la observancia de
la Ley de Dios. Háganle comprender la
C. La crisis en la iglesia y el surgimiento de una iglesia ecuménica un
182
El pecado ya no es reconocido
A menudo son justicados aun
pecados contra la naturaleza, co
la homosexualidad. Los pecad
confesados.
¡A qué estado de enfermedad
llegado! Vuelvan a enseñar
verdadera moral cató
Aquí está llagada toda la Iglesia a causa de las comuniones sacrílegas. (656/86)
Ayuden a todos a acercarse a Jesús Eu- carístico de una manera digna, cultivan- do
en los fieles la conciencia del pecado, invitándolos a acercarse a la Comunión
sacramental en estado de gracia, edu- cándolos en la confesión frecuente y ad-
virtiéndoles que la confesión es necesaria a quien se halla en pecado mortal, para
recibir la sagrada Eucaristía.
C. La crisis en la iglesia y el surgimiento de una iglesia ecuménica universal
Hijos predilectos, opongan un dique a los sacrilegios; nunca como en estos tiempos se
han hecho tantas comuniones tan in- dignas.
C. La crisis en la iglesia y el surgimiento de una iglesia ecuménica un
184
Pastores de la Iglesia, Obispos estableci- dos por Cristo como guías de su rebaño,
abran los ojos a este mal que se difunde en la Iglesia como un cáncer terrible. In-
C. La crisis en la iglesia y el surgimiento de una iglesia ecuménica un
tervengan con valor y celo, para que el Sacramento de la Reconciliación vuelva a
florecer en 186
toda su plenitud y así las al- mas sean ayudadas a vivir en la Gracia y
la Iglesia sea sanada de las llagas san- grientas de los pecados y de los sacrile- gios,
que la cubren como a una leprosa. (970/92)
Es voluntad de Dios que ustedes ardan de un gran celo por la salvación de las almas y
estén, por lo tanto, siempre dispuestos a la tarea que les ha sido confiada como
ministros de la reconciliación.
La primera cosa que deben hacer es re- conocer el pecado como un mal y arre-
pentirse enseguida, con un acto de amor puro y sobrenatural.
Cuántos hijos míos ya no lo reconocen hoy como un mal, con frecuencia lo acep-
tan como un bien y así se dejan penetrar por él en el alma, el corazón y la vida;
luego se vuelven incapaces de arrepentir- se y viven habitualmente contagiados por esta
grave enfermedad.
También por medio de ustedes, mis pre- dilectos, quiero que en la Iglesia, el Sa-
cramento de la Reconciliación recupere su esplendor. Quiero que todos mis hijos acu-
dan numerosos a esta fuente de la gracia y de la divina misericordia. Y los invito a
ustedes, mis predilectos, a confesarse fre- cuentemente, si es posible cada semana.
Les pido que vayan al confesionario para estar a la disposición de todos los que
tengan necesidad de este sacramento. Eduquen bien a todos los fieles sobre la
necesidad de usar este Sacramento, so- bre todo cuando se encuentre en pecado
mortal. (505/83)
CRISIS EN EL SACERDOCIO
¿Dónde hay hoy un lugar sin peca- do? Hasta las casas consagradas al culto de
Dios son profanadas por los pecados que allí se cometen. Son las personas
consagradas, son los mis- mos Sacerdotes y Religiosos quienes pierden hasta el
sentido del pecado.
Los seduce con el orgullo, y así los hace justificar y legitimar el desorden moral.
Y después de las caídas logra apagar en ustedes las voces del remordimiento, que son
un verdadero don del Espíritu que los apremia a la conversión. ¡Cuán numero- sos
son ya mis pobres hijos que llevan años sin confesarse! (219/76)
¡Cuántas son las vidas sacerdotales y re- ligiosas secadas por el secularismo, que las
ha poseído completamente! (932/91)
C. La crisis en la iglesia y el surgimiento de una iglesia ecuménica un
188
Jeremías, Judá 626 a.c: Los sacerdo- tes ya no se preguntan: ¿Dónde está
Yavé? ¡Los dueños de mi enseñanza no me conocen! Los pastores de mi pueblo se
rebelaron contra mí, y los profetas consultaron a dioses inútiles, dando
respuestas en nombre de Baal. Por eso, les he metido pleito a esa gente
-palabra de Yavé. (Jer 2, 8-9)
C. La crisis en la iglesia y el surgimiento de una iglesia ecuménica universal
Hasta el profeta y el sacerdote se han vuelto impíos, y en mi propia Casa me
he topado con su maldad, dice Yavé. Por eso, su camino se les hará
resbaladizo en la oscuridad; cae- rán y se irán al suelo cuando llegue el año
del castigo y les envíe la desgracia. (Jer 23, 11-12)
C. La crisis en la iglesia y el surgimiento de una iglesia ecuménica un
La confusión190
aumenta también en la Igle- sia y se extiende ya, a todas partes del
mundo. Los primeros afectados son los Sacerdotes. Día a día aumentan los que se
dejan seducir por el error, que los lleva a la infidelidad.
En nombre del progreso algunos han pa- sado a ser sólo ministros del mundo y vi-
ven según el mundo.
Y a veces son precisamente éstos los más estimados, los que logran abrirse
camino, los que son pro- movidos a puestos de responsabi- lidad.
Hoy mi Corazón es nuevamente herido al ver cuántos son, entre mis hijos predilec-
tos, aquellos que viven sin docilidad a la Voluntad de Dios, porque no observan y a
veces desprecian abiertamente las leyes propias del estado sacerdotal.
Esta es una señal que les indica que
llegado para la Iglesia el tiempo concl
Así la indisciplina se difunde en la Iglesia y cosecha víctimasde aún entre sus mismos
su puricación: la indisciplina difun
Pastores. en todos los niveles, especialmente e
clero
Esta es una señal que les indica que ha llegado para la Es Iglesia el tiem-
indisciplina la faltapode docilidad in
conclusivo de su purificación: la indisciplina difundida a laenvoluntad
todos losdeniveles,
Dios, que se mani
especialmente en el clero. al anular las obligaciones propias d
estado: la obligación de la oración, del
ejemplo,
de una vida santa y apostól
¡Cuántos Sacerdotes hay que se de
absorber por una actividad desordenad
que no oran! Descuidan habitualment
Liturgia de las
Horas, la meditación, el rezo del San
C. La crisis en la iglesia y el surgimiento de una iglesia ecuménica universal
Es indisciplina la falta de docilidad interior a la voluntad de Dios, que se manifiesta al
anular las obligaciones propias de su es- tado: la obligación de la oración, del buen
ejemplo, de una vida santa y apostólica.
¡Cuántos Sacerdotes hay que se dejan absorber por una actividad desordenada y que
no oran! Descuidan habitualmente la Liturgia de las Horas, la meditación, el rezo del
Santo Rosario. Limitan la oración a una apresurada celebración de la Santa Misa.
Así estos pobres hijos míos se vuelven in- teriormente vacíos y no tienen ya luz ni
fuerza para resistir a las muchas insidias que los rodean. Por eso, llegan a conta-
minarse con el espíritu del mundo y, por ende, aceptan su modo de vida, compar- ten
sus valores, participan de sus mani- festaciones profanas, se dejan condicio- nar por
sus medios de propaganda y, por fin, se revisten de su misma mentalidad.
C. La crisis en la iglesia y el surgimiento de una iglesia ecuménica un
192 viviendo como ministros del mundo, según su espíritu, que justifi-
Luego terminan
can y difunden, provocando escándalo en medio de tantos fieles. (312/79)
De aquí nace la creciente rebeldía a las normas canónicas que regulan la vida de
los Sacerdotes y la reiterada oposición a la obligación del sagrado celibato, querido por
Jesús por medio de su Iglesia y que, en estos días, les ha sido reiterado nueva- mente
por el Papa, con firmeza.
Es indisciplina la facilidad con que des- cuidan las normas que la Iglesia ha es-
tablecido para regular la vida litúrgica y eclesiástica.
Este desorden, que se propaga en la Igle- sia, les indica con claridad que ha llegado
para ella el momento conclusivo de su purificación. (313/79)
Participa en mi dolor y repara por estas verdaderas profanaciones que cada día se
cometen en este lugar consagrado a Mí.
Por desgracia los mayores responsables son los Sacerdotes. Mira cómo ellos mis-
mos visten de cualquier manera, a veces de modo tan extraño que escandalizan a los
mismos fieles.
C. La crisis en la iglesia y el surgimiento de una iglesia ecuménica universal
Y sin embargo la vigente disciplina de la Iglesia obliga a estos hijos míos a vestir el
hábito eclesiástico. Pero ¿Quién observa todavía esta disciplina? Pocos, y estos las
más de las veces son considerados como retrógrados y anticuados.
Esto del hábito es solo un pequeño ejemplo, pero es claro indicio de una triste
realidad; hoy la disciplina, la desobediencia, la intolerancia hacia toda norma
cunde entre los Sacerdo- tes que, a pesar de todo, son siempre los hijos de mi
predilección maternal.
Por lo menos ustedes, Sacerdotes consagra- dos a Mi Inmaculado Corazón, sean ejemplo por
su interior docilidad y por su obediencia a la disciplina de la Iglesia. (201/76)
No se avergüencen de dar a todos este testimonio público. Por eso les pido que
lleven siempre su hábito eclesiástico, para que se vea por doquier que son Sacerdo- tes
de Dios y mis hijos predilectos.
Causa mucho dolor a mi Corazón Inma- culado el ver que muchos Sacerdotes y
hasta algunos Obispos visten como cual- quier ciudadano, ¡desobedeciendo abier-
tamente las leyes que la Iglesia ha esta- blecido para ustedes! (608/86)
Esta es la hora del error, que logra entrar en todas partes y seducir sobre todo a
muchos de mis hijos sacerdotes.
No se asombren si ven caerse a los que hasta ayer parecían los más fieles, los
más seguros.
Verán caer también, a aquellos que se erigían como maestros de los demás.
No se asombren si en esta batalla caen los que no han querido o no han sabido
usar el arma que Yo misma les he dado: la oración sencilla, humilde y mía del san-
to Rosario.
Es oración sencilla y humilde y, por lo tan- to, es la más eficaz para combatir a Sata- nás,
que hoy los seduce sobre todo, con el orgullo y la soberbia. (199/76)
Yo misma para ponerme a la cabe- za del escuadrón de mis hijos pre- dilectos,
y destruiré sus maquina- ciones.
Para este momento, Sacerdotes míos predilectos, los he llamado uno por uno, de
todas partes del mundo y los he pre- parado. (149/75)
Ahora están viviendo los momentos en que el Dragón Rojo, es decir, el ateísmo
marxista, se ha propagado por todo el mundo y hace estragos cada vez mayo- res
entre las almas.
Estas estrellas, en el firmamento de la Iglesia, son los Pastores: son us- tedes
C. La crisis en la iglesia y el surgimiento de una iglesia ecuménica universal
mis pobres hijos Sacerdotes.
¿Acaso no les ha confirmado también el Vicario de mi Hijo que hoy son los amigos
C. La crisis en la iglesia y el surgimiento de una iglesia ecuménica un
más queridos, incluso compañeros que se sientan en la misma mesa, Sacerdotes y
200 traicionan a la Iglesia y se ponen contra ella?
Religiosos, quienes
Esta es, pues, la hora de recurrir al gran remedio que el Padre les ofrece para re-
sistir a las seducciones del maligno y para oponerse a la verdadera apostasía que se
extiende cada vez más entre mis pobres hijos.
Pero los que permanecen fieles son en general los más perseguidos, los más
desdeñados y a veces intencionalmente marginados.
Así las tinieblas se extienden y el humo de Satanás trata de envolverlo todo: la apos-
tasía aumenta cada día. (239/79)
Ha oscurecido la Obra del Padre, sedu- ciendo a las otras criaturas hacia la re-
beldía contra Dios, a través de la difusión del ateísmo en tal medida, como nunca la
humanidad había conocido.
Para hacer estéril la obra redentora del Hijo ha intentado obscurecer su Iglesia,
infiltrando en su interior el error y difundiendo la infidelidad, como un terrible
cáncer. Ha encen-
C. La crisis en la iglesia y el surgimiento de una iglesia ecuménica universal
Ha oscurecido la obra del Espíritu Santo, logrando apagar en muchas almas la luz de
la Vida Divina a través del pecado. Mu- chos lo cometen fácilmente y hasta lo jus-
tifican, y algunos ni siquiera se confiesan (368/80)
Ahora el Papa sufre por la traición y el abandono de muchos: hasta algunos de sus
más cercanos colaboradores a menudo le desobedecen y lo obs- taculizan.
Muchos Sacerdotes por Él tan amados Lo hostilizan; muchos hijos míos, víctimas de
Satanás, Lo ridiculizan y Lo condenan.
Cuántos que aún diciéndose cris- tianos y católicos, Lo critican cada día, Le
contradicen, Lo juzgan. Verdade- ramente para mi Iglesia esta es la hora del poder
de las tinieblas.
Estarán siempre con Él aún en el mo- mento del gran abandono; llevarán con Él
su cruz también cuando, como mi Hijo, deban subir por el camino del calvario.
(89/73)
Hoy, ¡cuán herido y afligido está mi Corazón de Madre al ver que hay
Sacerdotes y hasta Obispos que ya no obedecen las órdenes del Vica- rio de
mi Hijo Jesús!
Hasta les hace pensar que Yo misma no comparto su modo de actuar. Así, en mi
nombre, se propagan críticas desagrada- bles contra la persona y la obra del Santo
Padre. (213/76)
C. La crisis en la iglesia y el surgimiento de una iglesia ecuménica un
204
La causa de tan vasta difusión de errores y de esta apostasía son los pastores
infieles. Ellos guardan si- lencio cuando deben hablar con va- lentía para
condenar el error y para defender la Verdad. No intervienen cuando deben
desenmascarar a los lo- bos rapaces que se han introducido en el rebaño de Cristo,
disfrazados con piel de corderos. Son perros mudos que de- jan despedazar su
rebaño.
Ustedes, en cambio, deben hablar con fuerza y con valentía, para condenar el
error y para defender solo la verdad.
Jeremías, Judá 626 a.c.: «¡Ay de esos pastores que pierden y dispersan las
ovejas de mis praderas!» Así ha- bla Yavé, el Dios de Israel, contra los pas- tores
que pastorean a mi pueblo: «Uste- des han dispersado mis ovejas y las han echado
C. La crisis en la iglesia y el surgimiento de una iglesia ecuménica universal
en vez de preocuparse de ellas. Pero ahora me voy a preocupar de uste- des por
todo el mal que cometieron -pala- bra de Yavé. (Jer 23, 1-2)
C. La crisis en la iglesia y el surgimiento de una iglesia ecuménica un
Cuánto sufre mi Corazón de Madre por- que frente al desbordamiento de errores y
206 de los escándalos y de los malos ejemplos, se mantiene un pro-
de las herejías,
fundo silencio, cargado de indiferencia y de complicidad, por parte de todos los
que tienen el deber de hablar.
Nunca como en sus días, muchos Pas- tores se convierten en “perros mu- dos”
que no defienden la grey a ellos confiada, de la amenaza, de la seduc- ción y del
peligro de ser devorada por muchos lobos rapaces.
Es por eso que el Evangelio de mi Hijo Je- sús es herido y desgarrado en todas sus
partes. (1108 e/97)
Los Pastores son responsables de esta si- tuación dolorosa, porque muchos de ellos
no defienden con valor a la Verdad, a me- nudo se callan y toleran toda clase de
abu- sos y así, la integridad de la Fe Católica es cada vez más amenazada. (877/90)
Está lacerada (la Iglesia) por una profunda e interior división; está golpeada en sus
Pastores que, por temor a exponerse a las críticas, hacen silencio y ya no defienden la grey
que les ha sido confiada por Cristo.
Yo dirijo hoy el afligido reproche de mi Co- razón maternal por su falta de fe, de celo,
de oración y de santidad.
El Señor está por pedirles cuenta acerca de cómo han administrado su viña y
por qué han permitido que en- traran en ella los lobos rapaces, dis- frazados de
ovejas, para devorar una grey aplastada y dispersa. (767/88)
El ver hoy a su Iglesia tan violada y de- sierta, es para Jesús, un nuevo Getsema- ní,
donde la mayor parte de los Pastores duerme en la indiferencia y en la tibieza,
C. La crisis en la iglesia y el surgimiento de una iglesia ecuménica universal
mientras otros repiten el gesto de Judas y traicionan por sed de poder y de dinero.
(825/89)
¡Cuántos son hoy los pastores que ya no defienden la grey que Jesús les ha
confiado! Algunos guardan silen- cio cuando deben hablar con valor para defender
la verdad y condenar el error y el pecado. Toleran para no arriesgar- se, se rebajan
al compromiso con tal de no perder sus privilegios. Así el error es difundido con
fórmulas ambi- guas y el pecado ya no es reparado, en una progresiva apostasía de
Jesús y de su Evangelio. (449/82)
Entonces ustedes deben testimoniar esta unidad, con una firme actitud de unión
con el Papa y con los Obispos a Él uni- dos.
Miren a su Madre Celestial, que nace “terri- ble como un ejército en orden de batalla.”
¿Qué es lo que hace vana su fuerza y los acobarda y paraliza, integran el ataque de mi
adversario? (595/85)
Esta división, que ha penetrado en el in- terior de la Iglesia, es una señal que les
indica con seguridad, que ha llegado para ella, el momento conclusivo de su doloro- sa
purificación.
Pero en estos tiempos mi adversa- rio, con su humo, ha logrado tam- bién
oscurecer la luz de esta divina prerrogativa.
Esta división interior lleva también a unos Sacerdotes a enfrentarse contra otros,
Obispos contra obispos, Cardenales con- tra Cardenales, porque nunca como en
estos tiempos ha logrado Satanás intro- ducirse en medio de ellos, lacrando el
precisos vínculo de su mutuo y recíproco amor. (314/79)
Mi Corazón maternal se aflige al ver que hasta algunos Pastores rehúsan dejarse
guiar por su Palabra luminosa y segura.
Es una división cada vez más profunda, y de una obstinada oposición al Papa.
Esta se concreta en ignorar su Magisterio, más aún, en difundir doctrinas opuestas al
mismo y abiertamente contrarias a la fe católica.
Obispos de la Santa Iglesia de Dios, vuel- van a una plena, humilde y total unidad con
el Papa, porque hoy corren el peligro de un gravísimo cisma, y por esto ¡cuán grande
es su responsabilidad ante Dios! (684/87)
En apariencia todo permanece tranquilo y parece que todo va bien. En realidad está
invadida por una falta de fe, que crece de día a día, extendiéndose a todas partes la gran
apostasía.
Muchos Obispos, sacerdotes, Religiosos y fieles no creen ya, han perdido la verda-
dera fe en Jesús y en su Evangelio. Por eso, la Iglesia debe ser purificada con la
persecución y con la sangre.
Las fuerzas del ateísmo y de la maso- nería, infiltrada en su seno, han logrado
romper su unidad interior y obscurecer el esplendor de su santidad.
Estos son los tiempos, por Mí predi- chos, en que Cardenales se oponen a
Cardenales, Obispos a Obispos, Sacerdotes a Sacerdotes y la grey de Cristo es
despedazada por lobos rapaces que se han introducido, disfrazado de
inofensivos y mansos corderos.
Entre ellos figuran algunos que ocupan puestos de gran responsabilidad, y por
C. La crisis en la iglesia y el surgimiento de una iglesia ecuménica universal
Arrepiéntanse, imploren perdón, reparen y, sobre todo, vuelvan a ser fieles al mi-
nisterio que les fue confiado. (638/86)
C. La crisis en la iglesia y el surgimiento de una iglesia ecuménica un
214 y afligido está mi Cora- zón de Madre al ver que hay sacerdotes y
Hoy, ¡cuán herido
hasta Obispos que ya no obedecen las órdenes del Vicario de mi Hijo Jesús!
Estos pobres hijos míos que no obedecen, que se rebelan, ya son víctimas de
la forma más sutil e
insidiosa de la soberbia y caminan hacia la muerte.
¡Cómo Satanás, mi adversario desde el prin- cipio, logra hoy engañarlos y seducirlos!
Los hace ver que el Papa traiciona la Ver- dad y así destruyen el fundamento sobre le
cual se sostiene la Iglesia y por el cual la Verdad se mantiene íntegra a través de los
siglos.
Hasta les hace pensar que Yo misma no comparto su modo de actuar. Así, en mi
nombre, se propagan críticas desagrada- bles contra la persona y la obra del santo
Padre.
¿Cómo puede la Madre criticar pública- mente las decisiones del Papa, cuando Él
solo tiene la gracia especial para el ejerci- cio de su excelso ministerio?
Las tinieblas caerán sobre la Iglesia, y serán más densas después que tu Madre
Celestial haya acogido el alma de su pri- mer hijo predilecto, el Papa Pablo VI, que
está consumado en la cruz de su supre- mo sacrificio.
Serán heridos los pastores y la grey a ellos confiada; por un momento el Señor
permitirá que la Iglesia se vea como abandonada por Él.
Las tinieblas se harán más densas en el mundo, que llegará al extremo de la per-
versión. Cuanto más se pervierta, más se aferrará al camino de la rebelión contra
Dios, de la idolatría, de la blasfemia y de la impiedad.
Así atraerá por sí mismo lo que la Divina Justicia ha decretado para su total puri-
ficación con218
las tinieblas, con el fuego, y con la sangre.
Será el momento de los mártires que, en gran número derramarán su sangre, y de los
sobrevivientes que envidiarán a los perseguidos y matados.
Ahora se está cumpliendo lo que predi- je aquí en el tercer mensaje a una hija
mía. Entonces para la Iglesia ha llegado el momento de su gran prueba, porque el
“hombre de iniquidad” se establecerá en su interior y la abominación de la desola-
ción entrará en el templo santo de Dios (711/87)
666 en su tercera manifestación (666 por 3) expresa el año 1998. En este período de
la historia, la Masonería, asistida por su versión eclesiástica, tendrá éxito en su
creación, al levantar un ídolo que será co- locado en lugar de Cristo y de su Iglesia.
lación, dando así cumplimiento al horrible sacrilegio, del cual habló el profeta
Daniel. (Mt 24,15) (1089e/96)
Estoy junto a la Cruz que hoy llevan los Obispos que permanecen fieles, mientras
aumenta el número de los que quieren seguir su propio camino, sin escuchar ni
seguir al Santo Padre, a quien Jesús ha puesto como fundamento de su Iglesia;
están preparando otra Iglesia, se- parada del Papa, y que provocará de nuevo
el escándalo de una dolo- rosa división. (495/83)
Mi tercer secreto que yo revelé a los tres niños a quien me aparecí y que hasta
ahora no os ha sido revelado, será ma- nifestado a todos por el mismo desarrollo de
los acontecimientos.
C. La crisis en la iglesia y el surgimiento de una iglesia ecuménica un
La Iglesia conocerá la hora de mayor apostasía. El hombre de la iniqui- dad,
222penetrará hasta
el Anticristo,
C. La crisis en la iglesia y el surgimiento de una iglesia ecuménica universal
En estos tiempos quedará en la Igle- sia Católica un pequeño resto que será fiel a
Cristo, al Evangelio, a toda su Verdad.
Esta pequeña grey estará formada por aquellos Obispos, sacerdotes, religiosos y
fieles que permanecerán firmemen- te unidos al Papa, todos reunidos en el
Cenáculo de mi Corazón Inmaculado, en acto de oración incesante, de inmolación
perenne, de ofrenda total, para preparar la vía dolorosa para la segunda y gloriosa
venida de mi hijo, Jesús. (755/88)
¡Cuántos son los sacerdotes que hoy día son víctimas de tantos errores! Los erro-
res son enseñados, difundidos, propa- gados bajo forma de nuevas interpreta-
ciones culturales de la verdad. Y así son fácilmente acogidos y alejan a un gran
número de hijos míos de la verdadera fe.
Los tiempos de ustedes son los tiempos anunciados por la Escritura Divina. Sur-
gen así muchos falsos maestros, que en- señan unos cuentos y alejan a los fieles de
la verdad del Evangelio.
Hoy os confirmo que este es el Papa de mi secreto; del Papa de quien hablé con los
niños durante mis apariciones; el Papa de mi amor y mi dolor.
Con mucho valor y fortaleza sobrehuma- na, él va a todas partes del mundo sin pre-
ocuparse por el cansancio ni los peligros innumerables, para confirmar a todos en la fe,
cumpliendo así con su ministerio apos- tólico como sucesor de Pedro... (913/91)
Él avanza por doquier sin miedo, con la fuerza de su gran amor de Pastor Univer-
sal y de vicario de mi hijo Jesús. No teme ni críticas ni obstáculos; no se detiene
ante las amenazas y los atentados.
En la persona y en la obra del Santo Padre Juan Pablo II, Yo irradio mi gran Luz, que
será tanto más fuerte cuanto más las ti- nieblas lo envuelvan todo. (307/79)
C. La crisis en la iglesia y el surgimiento de una iglesia ecuménica un
196
Para estos momentos os he preparado un auxilio seguro en mi Corazón Inmacula-
do. Es el Vicario de Jesús, el Papa, que os es dado para que sea amado, escuchado y
seguido por vosotros. También para él se acercan ya las horas de Getsemaní y del
calvario, y vosotros, hijos míos predi- lectos, debéis comprenderle y defenderle.
(353/80)
Hay una sutil y diabólica táctica, entretejida secretamente por la Ma- sonería,
que hoy se emplea en las confrontaciones con el Santo Padre, para poner en
ridículo su persona y su obra, y para volver vano su Magisterio.
Rezad por el Papa. Este Papa es el don más grande que mi Corazón Inmaculado
ha dado para el tiempo de la purificación y de la gran tribulación. Parte impor-
tante de mi mensaje y de mi secre- to que aquí revelé a los tres niños a los que
me aparecí (Fátima), se re- fiere especialmente a la persona y a la misión del
Papa Juan Pablo II.
¡Qué grande es su sufrimiento! A menudo está como aplastado por el peso de una
cruz, que se ha hecho tan pesada.
El Papa da a todos la luz de Cristo en es- tos tiempos de gran oscuridad. Confirma
con vigor en las verdades de la fe en es- tos tiempos de apostasía general...
C. La crisis en la iglesia y el surgimiento de una iglesia ecuménica universal
Por eso hoy mi Iglesia es lacerada por una profunda división, amenazada por la
pérdida de la verdadera fe, y es invadida por una infidelidad que se hace cada día
mayor.
Cuando este Papa haya cumplido la misión que Jesús le haya enco- mendado
y Yo baje del cielo para acoger su sacrificio, todos seréis envueltos por una
densa tiniebla de apostasía que entonces llegará a ser general. (914/91)
Por eso, ustedes están llamados a gran- des sufrimientos, siguiendo a mi primer hijo
predilecto, el Papa, que recorre ahora el camino, bañado en su propia sangre, hacia
el Calvario, al cual, junto con Él, los conduce su Madre Celestial. (412/81)
C. La crisis en la iglesia y el surgimiento de una iglesia ecuménica un
198
CON LA MUERTE DE JUAN PABLO II SE ABREN LAS ESCLUSAS
DE LA GRAN APOSTASÍA
Están viviendo en una humanidad que ha creado una civilización atea y antihuma-
na. Los hombres ya no se aman los unos a los otros; ya no respetan la vida ni los
bienes de los semejantes; las llamas del egoísmo y del odio están extinguiendo
esas semillas de bondad que todavía flo- recen en los corazones de los hombres.
Los pobres son abandonados; los peque- ños son insidiados y alimentados con el
alimento envenenado del escándalo; la juventud es traicionada y conducida hacia las
experiencias precoces del mal; los ho- gares son profanados y destruidos…
ley de amor. Ella conocerá horas de ma- yor castigo, que ya os predijo el profeta
Zacarías (Zac 13, 7-9) (1089/94)
Hace 73 años bajé del cielo en esta Cova de Iría para indicar el camino que debéis
recorrer en este difícil siglo...
Mi tercer secreto que yo revelé a los tres niños a quien me aparecí y que hasta ahora
no os ha sido revelado, será ma- nifestado a todos por el mismo desa- rrollo de los
acontecimientos. La Iglesia conocerá la hora de su mayor apostasía, el hombre de la
iniquidad se introducirá en el interior de ella y se sentará en el mismo templo de Dios,
mientras el pequeño resto que permanecerá fiel será sometido a las mayores pruebas y
persecuciones.
Mi tercer
Como Noé, secreto
en nombre delque yo revelé
Señor, invitabaa alos tresen el arca a los que debían salvar- se
subir
niños a quien me aparecí y que hasta
del diluvio, así ahora tú, mi pequeño, en nombre de tu Madre celestial debes
ahoraennoelosrefugio
invitar a entrar ha sidoderevelado,
mi Cora-será zón Inmaculado a aquellos que deben ser
manifestado
protegidos, defendidos y salvados de la gran prueba que ha llegado para la Iglesia y
para todaa la
todos por el mismo desarrollo de los
humanidad.
acontecimientos. La Iglesia conocerá la
hora de su mayor apostasía, el hombre de la
iniquidad se introducirá en el interior de
ella y se sentará en el mismo templo de
Dios, mientras el pequeño resto que
permanecerá
el será sometido a las mayores pruebas y
persecuciones
C. La crisis en la iglesia y el surgimiento de una iglesia ecuménica universal
Te he querido aquí, porque debéis co- municar a todos, que ya desde este año,
habéis entrado en los aconte- cimientos que os han sido predi- chos por mí y
que están contenidos en la tercera parte del secreto que todavía no os ha sido
revelado. Aho- ra serán hechos patentes por los mismos acontecimientos que están
por suceder en la Iglesia y en el mundo.
La lucha entre la Mujer vestida de sol y el Dragón rojo, en estos años, ha al-
canzado su vértice más alto...
¿Por qué lloro aún? Lloro porque la hu- manidad no acoge mi maternal invi-
tación a la conversión y a su retorno al Señor. Ella continúa corriendo con
obstinación por el camino de la rebe- lión a Dios y a su ley de Amor. Abier-
tamente se reniega del Señor, se le ul- traja y se le blasfema. Se le vilipendia
públicamente y se pone en ridículo a vuestra Madre Celeste. Mis llamadas
extraordinarias no son acogidas; los signos que doy de mi inmenso dolor no se
creen. Vuestro prójimo no es amado; cada día se atenta contra su vida y sus
bienes. El hombre se vuel- ve cada día más corrupto, más impío, más perverso
y más cruel.
C. La crisis en la iglesia y el surgimiento de una iglesia ecuménica universal
Un castigo peor que el diluvio está a pun- to de caer sobre esta pobre y pervertida
C. La crisis en la iglesia y el surgimiento de una iglesia ecuménica un
206
Ahora se está cumpliendo lo que pre- dije aquí en el tercer mensaje a una hija
mía. Entonces para la Iglesia ha
C. La crisis en la iglesia y el surgimiento de una iglesia ecuménica un
llegado el momento de su gran prue- ba, porque el “hombre de iniquidad” se
establecerá 208
en su interior y la abo- minación de la desolación entrará en el templo
santo de Dios (710/87)
El Señor le ha concedido este espacio de tiempo, para que cuando termine el plazo, la
soberbia del Dragón rojo sea humillada y vencida por la humildad, por la peque- ñez
y por el poder de su Madre Celestial, la Mujer vestida de sol, que ahora reúne a todos
sus hijitos en su ejército, ordenado para la batalla.
Estos son mis tiempos. Al recordar hoy la primera de mis apariciones en Fátima en
1917, están viviendo los acontecimientos que Yo les predije entonces.
Están dentro del período en que la lucha entre “la Mujer Vestida de sol” y mi ad-
versario, “el Dragón rojo”, se encamina ya hacia su conclusión (Ap 13, 1-3).
Por esto me aparezco otra vez de una manera nueva y más extraordinaria, para
confirmarles que es habitual mi presencia en medio de ustedes (533/84)
“El sol se oscurecerá, la luna perderá su bri- llo, las estrellas caerán del cielo y las poten-
C. La crisis en la iglesia y el surgimiento de una iglesia ecuménica universal
cias del cielo se conmoverán” (Mt 24, 29). El milagro del sol, sucedido en Fátima
durante mi última aparición, quiere in- dicarles que ya han entrado en los últi- mos
tiempos en los cuales se realizarán estos acontecimientos, que los preparan para el
regreso de Jesús en la gloria.
Ya están a punto de llegar al término más do- loroso y sangriento de la purificación, que se
desarrollará en estos años, antes del triunfo de mi Corazón Inmaculado, con la venida del
Reino glorioso de Jesús a ustedes.
La paz vendrá, después del gran sufri- miento, al cual están llamados ahora la
Iglesia y toda la humanidad, para su inte- rior y sangrienta purificación.
La paz vendrá, después del evento del te- rrible castigo, que Yo les he predicho ya
en los albores del siglo.
La paz vendrá, como don de Amor Miseri- cordioso de Jesús, que está a punto de de-
rramar sobre el mundo torrentes de fuego y de gracia, que renovarán todas las cosas.
La paz vendrá, como fruto de una particular efusión del Espíritu Santo, que será donado
por el Padre y por el Hijo, para transformar al mundo en la Jerusalén Celestial y para
conducir la Iglesia a la cumbre de su santi- dad y de su divino esplendor.
por terminar el espacio de tiempo, conce- dido por el Señor a la humanidad para el
arrepentimiento y para su conversión.
Dos ángeles recogen la sangre de los mártires. Bajo los dos brazos en de la
Cruz había dos ángeles, cada uno de ellos con una jarra de cristal en la mano,
en las cuales recogían la sangre de los Mártires, y regaban con ella las almas
que se acercaban a Dios”
Si hacemos un resumen de los mensa- jes al Padre Gobbi sobre el tercer secreto
transcrito arriba, y lo cruzamos con esta
C. La crisis en la iglesia y el surgimiento de una iglesia ecuménica un
214 por la Iglesia, vemos como todo adquiere perspectiva:
visión divulgada
El importante papel del Papa Juan Pablo II y Benedicto XVI en este drama
C. La crisis en la iglesia y el surgimiento de una iglesia ecuménica un
“Este es el 216
Papa de mi secreto”. Juan Pa- blo II, uno de los más grandes y santos
Papas de la historia, luchó en forma mo- numental para detener esta apostasía,
viajando por todo el mundo y defendien- do las doctrinas tradicionales de la Iglesia
contra tantos embates e intentos de dis- torsión. Fue protegido sobrenaturalmente por
la Virgen María de los muchos atenta- dos de los que fue víctima. “¡Qué grande es
su sufrimiento! A menudo está como aplastado por el peso de una gran cruz, que
se ha hecho pesada.” Logró detener temporalmente el cisma, y murió dejando un
cirineo que le ayude a cargar la cruz fi- nal. Entonces todas las profecías se cum-
plirán y tendrán sus desenlaces.
El papel que jugó el Santo Papa Juan Pablo II, y el que posiblemente desem-
peñará Benedicto XVI, se desarrollan en otra parte de este libro y en forma más
amplia en el libro No. 7 sobre la crisis en la Iglesia.
Como consecuencia de esta apostasía vendrá una época de unas densas tiniebla
para la humanidad total, en la que la Ley del Amor será olvidada. La rebelión con-
tra Dios se manifestará en que el hombre se vuelve cada día más corrupto, más
impío, más perverso y más cruel. Llegan
C. La crisis en la iglesia y el surgimiento de una iglesia ecuménica universal
las guerras, la caída de la economía, epi- demias, hambrunas, y demás tribulacio- nes
predichas por los profetas de la Biblia, como Daniel y Zacarías. Y estos son solo el
principio de los dolores. Ya estamos en el cumplimiento de los acontecimientos
predichos en el tercer mensaje, hayan sido estos divulgados o no, sea este el
mensaje completo, o falte todavía una parte por divulgar.
El desarrollo del inicio de este drama his- tórico en sus hechos por cumplirse, se
consigna en el libro 8 La crisis mundial propicia para el surgimiento de un Nuevo
orden mundial y una Iglesia ecuménica universal, y en los capítulos que siguen.
La principal catástrofe será que el Anti- cristo aprovechará la situación para to-
C. La crisis en la iglesia y el surgimiento de una iglesia ecuménica un
218en el mundo y se sentará en el mismo Templo de Dios. Dirigirá des-
marse el poder
de el mismo Vaticano. Será el culmen de la apostasía, la abominación de la desola-
ción. Vendrá una gran persecución a los católicos auténticos y firmes en la verdad,
como se simboliza en el quinto y último párrafo de la visión. Pero serán protegi-
dos por María “el arca de la salvación de estos tiempos”. Luego vendrá un gran
castigo para la humanidad por medio de grandes cataclismos. “Será de este modo
preparada para recibir al Señor Jesús, que volverá a nosotros en gloria.”
De otro lado vemos que todo esto ha sido profetizado por la Virgen en la Salette, en
revelación aprobada por la Iglesia, como vimos en el Anexo del libro No. 2. Todo
tiene congruencia perfecta y se ajusta a lo permitido de ser creído por el Magiste- rio
de la Iglesia.
MENSAJES DE LA VIRGEN MARÍA AL PADRE GOBBI SOBRE ESTOS
ÚLTIMOS TIEMPOS
D. EL NUEVO ORDEN MUNDIAL, LA APARICIÓN DEL ANTICRISTO
PROFETIZADO Y LA
RENOVACIÓN DEL MUNDO
ÍNDICE DETALLADO
1Sobre este tema se transcriben 167 mensajes dados por la Virgen durante los 25
años de las revela- ciones y algunas citas bíblicas en concordancia. En los libros 8, 9
y 10 de la serie se amplían los temas con las revelaciones hechas a los otros 200
videntes del estudio, durante 2000 años en los cinco con- tinentes.
ANEXO 2: LA SALETTE
275
D. NUEVO ORDEN MUNDIAL, LA APARICIÓN DEL ANTICRISTO
PROFETIZADO Y LA RENOVACIÓN DEL MUNDO
EL COLAPSO MUNDIAL Y LA ANARQUÍA PROPICIA PARA EL
ASCENSO DE UN “SALVADOR”
Por otra parte, sus días están marcados por continuos rumores de guerras, que se
multiplican y cosechan, cada día, innu- merables víctimas. Crecen lasSabed
discordias y
leer y meditad todo l
disensiones dentro de los países; se propagan las revueltas y las luchas entre los
Sagrada Escritura os ha sido
diversos pueblos; guerras sangrientas siguen extendiéndose, a pesardescrito,
de todosparalos
ayudaros a com
esfuerzos que se hacen por lograr la paz. (723/87) señales de la Gran Tribulac
Evangelios, en las cartas de los
en el Libro del Apocalipsis
descrito claramente señales
haceros comprender cuál es el
Gran Tribulación
Todas estas señales se están c
este su tiempo
Mis tiempos han llegado ya.
Están en los umbrales de los aconteci- mientos graves y dolorosos para la Iglesia y
la humanidad. (601/85)
terremotos 210
y hambre en diversos luga- res. Estos serán los primeros dolores del
parto.(Mc 13, 7-8)
Durante este año, que está por terminar, he podido detener el castigo por las oraciones y
sufrimientos de muchos hijos míos. Su “si” me ha permitido dar fuerza a si acción de
intercesión maternal por ustedes.
Zacarías, Palestina, 520 a.c.: Vienen los días en que yo haré que Jerusalén sea
para todos los pueblos una copa de vino que hace perder los sentidos. Jerusa-
lén, en ese entonces, será como una piedra que tratarán de levantar to- dos los
pueblos; pero cuantos lo hagan quedarán desgarrados. (Zc 12, 2-3)
San Lucas, Antioquía, 81 d.c Haré prodigios arriba en el cielo y seña- les
milagrosas abajo en la tierra. (Hch 2, 19)
Como los retoños que brotan en los árboles les anuncian que ha llegado la
primavera, así también estas grandes señales que están ocurriendo en su
tiempo les dicen que ha llegado ya a ustedes la gran tribulación, que los
D. El nuevo orden mundial, la aparición del anticristo y la renovación del
prepara para la era nueva, que Yo les he prometi- do con el triunfo de mi
Inmaculado212
Corazón en el mundo. (724/87)
Jesús, Jerusalén, 33 d.c.: Aprendan esta lección de la higuera: Cuando es- tán
ya tiernas sus ramas y empiezan a brotar las hojas, ustedes saben que se
acerca el verano. Asimismo, cuan-
D. El nuevo orden mundial, la aparición del anticristo y la renovación del mundo
do ustedes noten todas estas cosas que les he dicho, sepan que el tiem- po ya
está cerca, a las puertas. (Mt 24, 32-33)
Aunque les predigo los castigos, recuer- den que, en todo momento, la fuerza de su
plegaria y de su penitencia reparadora puede cambiarlo todo. (516/84).
Pero ahora, con la clausura de este año mariano, está por cerrarse también el es- pacio
concedido por el Señor a la huma- nidad para su conversión.
Ya están en los umbrales de los acontecimientos que les han sido predichos.
(759/88)
Porque la prueba que está a punto de lle- garles es tan grande y todos están llama- dos
a sufrir conmigo. Pero su sufrimien- to es como el de una madre que va a dar a
luz su hijo. (872/90)
Ya todo está a punto de cumplirse a fin de que la Iglesia pueda salir del gran dolor
de la purificación, aún más bella y luminosa, en un mundo renovado.
Miren en esta luz todo lo que les su- cede. Todos los detalles del tiempo que
viven sitúenlos en el contexto de este admirable designio.
No se detengan en mirar las tinieblas, que se hacen más densas cada día, el pe-
cado, convertido en norma de conducta humana, el sufrimiento, que está crecien-
D. El nuevo orden mundial, la aparición del anticristo y la renovación del
214
do hasta el máximo, al castigo que esta humanidad se está preparando con sus
propias manos. (226/77)
que aparecía216
evidente la gran lucha entre la Mujer vestida de sol y el Dragón rojo,
que habría de durar durante todo el siglo, como soberbio desafío a Dios por parte de mi
adversario, en la certeza de que logra- ría destruir la Iglesia y llevaría a toda la
humanidad a un universal rechazo a Dios.
El Señor le ha concedido este espacio de tiempo, para que cuando termine el plazo, la
soberbia del Dragón rojo sea humillada y vencida por la humildad, por la peque- ñez
y por el poder de su Madre Celestial, la Mujer vestida de sol, que ahora reúne a todos
sus hijitos en su ejército, ordenado para la batalla.
Los grandes ni siquiera se acordarán de Él, los ricos le cerrarán las puer- tas,
mientras los Suyos estarán muy ocupados en buscarse y afirmarse a sí mismos.
(302/78)
LA GRAN SEÑAL
Con Su Divino Amor, abrirá las puertas de los corazones e ilumi- nará a todas
las conciencias. Cada hombre se verá a sí mismo en el fuego abrasador de la
Divina Ver- dad. Será como un juicio en pe- queño. Luego Jesucristo
establece- rá su Reino Glorioso en el Mundo. (753/88)
Cuanto vendrá será una cosa tan grande, que no ha estado desde el principio del
mundo. Será como un juicio en pequeño y cado uno verá su propia vida y todas
sus obras en la misma luz de Dios.
D. El nuevo orden mundial, la aparición del anticristo y la renovación del mundo
Jesús, Jerusalén, 33 d.c.: Habrá gran- des terremotos, pestes y hambre en di-
versos lugares. Se verán también co- sas espantosas y señales terribles en el
cielo. (Lc 21, 11)
critos en la 218
Escritura Divina que indican que su retorno glorioso está cerca.
Estos signos son indicados claramente por los Evangelios, las Cartas de San Pe-
dro y San Pablo, y se están realizando en estos años.
Un signo será las guerras y las luchas frati- cidas que llevarán al predominio de la vio-
lencia y del odio y a una disminución ge- neral de la caridad, mientras aumentarán las
catástrofes naturales como epidemias, carestías. Inundaciones y terremotos.
El mal será tan difundido que el amor de muchos se enfriará. Pero Dios salvará a
quien persevere hasta el fin.” (Mt 24, 6-12) (995/92)
¡Cuántos pobres hijos míos veo llorar a causa del azote del fuego, del hambre y
de una terrible destrucción!
Los mensajes que doy por medio de al- mas sencillas y pequeñas, que yo escojo
por todas partes del mundo, no se tienen en cuenta para nada.
Las apariciones que todavía realizo, a me- nudo en todos los lugares, son ignorados.
D. El nuevo orden mundial, la aparición del anticristo y la renovación del mundo
¡Cuántos pobres hijos míos veo llorar a causa del azote del fuego, del hambre y
de una terrible destrucción! (508/83)
San Juan, Isla de Patmos, 95 d.c.: Cuan- do abrió el segundo sello, oí al segundo
Viviente gritar: “Ven”. Salió entonces otro caballo color fuego. Al que lo
montaba le ordenaron que desterra- ra la paz de la tierra, y que hiciera que se
mataran unos a otros; para esto se le dio una gran espada. (Ap 6, 3-4)
D. El nuevo orden mundial, la aparición del anticristo y la renovación del
Jesús, Jerusalén, 95 d.c. Habrá con- flictos: nación contra nación, y reino
222No se asusten si oyen hablar de guerras y disturbios, por- que
contra reino.
estas cosas tienen que ocurrir primero, pero el fin no llegará tan de
inmediato. (Mc 13,8. Lc 21, 9)
D. El nuevo orden mundial, la aparición del anticristo y la renovación del mundo
Te he querido aquí, porque debes comuni- car a todos que a partir ya de este año, han
entrado ustedes en los acontecimientos que les he anunciado y que son contenidos en
la tercera parte del secreto que aún no les ha sido revelado. Ahora éste se mani- festará
por los acontecimientos que van a realizarse en la Iglesia y en el mundo.
Todos ustedes mis pobres hijos de- berán llevar el peso de grandes sufri- mientos
y de dolores indecibles, porque a todos se manifestará el gran milagro de la Justicia
Divina y de la Misericordia.
Por eso hoy, desde mi Santuario de Fáti- ma, renuevo con insistencia la invitación a
refugiarse en Mí, con su consagración a mi Corazón Inmaculado, y a multiplicar
en todas partes los Cenáculos de oración que les he pedido, entre sacerdotes, los
pequeños, los jóvenes y en las familias.
No tengan miedo. No se dejen lle- var por el desánimo. Yo estoy siem- pre con
ustedes.
La gran prueba ha llegado para toda la humanidad, ya desgarrada por la violen- cia
que se propaga, por el odio que des-
D. El nuevo orden mundial, la aparición del anticristo y la renovación del
224
truye, por las guerras que se extienden con amenaza, por los grandes males que no
logran ser sanadas. Al iniciar este nue- vo año se fortalece y se hace más preocu- pante
la amenaza de una terrible tercera guerra mundial.
Muchos tendrán que sufrir el azote del hambre, de la carestía, de la discordia, de las
luchas fratricidas que derrama- rán tanta sangre por sus caminos.
Ezequiel, Babilonia, 537 a.c.: Tirarán por las calles su plata y arrojarán su
oro a la basura. Esto no calmará su hambre ni llenará su estómago, ya que
todo eso solamente los conducirá al mal. En su “Joya”, que constituía su
orgullo, pondrán sus miserables ídolos, y por ello yo se la convertiré en algo
horroroso. (Ez 7, 19-20)
Ezequiel, Babilonia 537 a.c.: Así dice Yavé: Quitarán el turbante y la corona;
todo cambiará. Lo humilde será enalte- cido y lo alto humillado. Será una rui-
na tan grande como jamás se vió. Arruinaré todo hasta que llegue Aquel a
quien pertenece el juicio y al que yo reestableceré. (Ez 21, 31-32)
Jeremías Babilonia, 570 a.c.: Todo su pueblo gime y busca pan. Entregan sus
joyas a cambio de comida, para conser- var la vida. «Mira, ¡oh Yavé!, y observa a
qué humillación he llegado.» (Lm 1, 11)
Mi petición de que Rusia sea consagra- da a mí por el Papa en unión de todos los
Obispos no ha sido escuchada y por
D. El nuevo orden mundial, la aparición del anticristo y la renovación del mundo
Siempre he permanecido
ustedes, en los momentos d
los cuales el comunismo er
por ustedes, e intervine per
para que
esto sucediera sin luchas fra
derramamiento de sang
ulteriores destruccio
tanto ella ha esparcido sus errores por todas partes del mundo.
Están viviendo en una humanidad que ha creado una nueva civilización atea y anti-
humana.
Satanás ha226
triunfado en extender por doquiera su reino de tinieblas y gobierna
como un seguro vencedor. (682/87)
del Papa en unión con todos los Obispos del mundo. (690787)
Le pido ante todo al Papa Juan Pablo II, primer hijo predilecto, que con motivo de
esta fiesta la realice de manera solemne (la consagración expresa de Rusia al In-
maculado Corazón de María), después de haber escrito a los Obispos del mundo, pi-
diéndole que la hagan en unión con él.
Por desgracia, no todos los Obispos han aceptado su invitación. Unas circuns- tancias
particulares no han permiti- do la consagración expresa de Rusia, como he pedido
tantas veces. Como ya les he dicho, esta consagración será hecha cuando ya
estarán a punto de ocurrir unos sucesos sangrientos.
Bendigo este acto de valentía de “mi” Papa, que ha querido confiar el mundo y
todas las naciones a mi Corazón Inmacu- lado; lo recibo con amor y gratitud y por
eso prometo intervenir y abreviar mu- cho las horas de la purificación y hacer la
prueba menos dura.
Pero Yo pido esta consagración también a todos los Obispos, a todos los Sacerdotes, a
todos los Religiosos y a todos los fieles. Esta es la hora en que toda la Iglesia debe
reunirse en el seguro refugio de mi Co- razón Inmaculado. (527/84)
sucediera sin luchas fraticidas, sin derra- mamiento de sangre y sin ulteriores des-
trucciones. (926/91)
Así aumentarán por doquier el mal, el pe- cado, la violencia y el odio, la perversión y
la incredulidad.
Así la paz nunca ha sido tan amena- zada como en estos días.
Empieza este año nuevo bajo la gra- ve amenaza de un conflicto (Irak, 1991),
que podrá llegara a ser la chispa que hará explotar la terrible tercera guerra
mundial. (894/91)
San Juan, Isla de Patmos, 95 d.c. Cuando abrió el tercer sello, oí gritar al
tercer Ser Viviente: «Ven.» Esta vez el caballo era negro y el que lo montaba
tenía una balanza en la mano. Enton- ces se escuchó una voz de en medio de
los cuatro Seres que decía: «Una medida de trigo por una moneda de plata;
tres medidas de cebada por una moneda también; ya no gastes el aceite y el
vino.» (Ap 6,5-6)
¡Cuánto dolor veo regado por todos los caminos del mundo, al iniciarse este año
nuevo!
Los sufrimientos de los niños, privados del alimento y asistencia; de los jóvenes,
abandonados y desilusionados; de los hombres, vejados en su dignidad y con-
vertidos en instrumentos de dominio y de opresión; de las mujeres, llorando sus
hogares destruidos…
¡Cuán grande es mi angustia por todo lo que les espera, pobres hijos míos, tan
amenazados por el ham- bre, la guerra, el odio y la violencia! (431/82)
¡Qué grande es el peligro que la humani- dad llegue a destruirse con sus propias
manos!
Pero ni siquiera miren a esta hora, par
Yo veo sus calles bañadas por la sangre y la violencia y el odio ca- yendo
no sean presa del miedo y la turbac
como un terrible huracán so-
¡ Miren sólo a mi Corazón Inmacul
refúgiense aquí, fortalézcanse aqu
¡Siéntanse seguros aquí. ¡Nada turbe s
D. El nuevo orden mundial, la aparición del anticristo y la renovación del
bre la vida de las familias y nacio- nes. (1104/94)
234
Joel, Palestina, 620 a.c.: ¡Ay, qué día! Se acerca el día de Yavé! Es como una
devastación mandada por el Todopode- roso. Ya no vemos con qué mantener-
nos y toda alegría ha huido de la casa de nuestro Dios. La semilla se secó de-
bajo de los terrones, los graneros es- tán vacíos y las granjas arruinadas
porque no hay grano. ¡Cómo mugen los animales!
Las manadas de bueyes andan locas porque no tienen pasto, y perecen los
rebaños. Oh Yavé, a ti clamo, porque el fuego ha consumido los árboles del
campo. Hasta las bestias del campo se vuelven a ti ávidas porque se han seca-
do los arroyos y el fuego ha devorado los prados del llano. (Joel 1, 15-20)
D. El nuevo orden mundial, la aparición del anticristo y la renovación del mundo
No miren lo que les espera, las vicisitudes tan angustiosas de su tiempo. No miren lo
que muchos hacen contra mi Hijo y contra Mí y se disponen a hacer contra
ustedes.
Se acerca la hora de las tinieblas, la hora en que deberán beber el cáliz que mi Hijo
ha preparado para cada uno de ustedes.
D. El nuevo orden mundial, la aparición del anticristo y la renovación del
Pero ni siquiera miren a esta hora, para que no sean presa del miedo y la turba-
ción. 236
¡Miren sólo a mi Corazón Inmaculado: re- fúgiense aquí, fortalézcanse aquí! ¡Sién-
tanse seguros aquí. (146/75)
San Juan Isla de Patmos, 95 d.c.: Pero los sobrevivientes, los que no fue- ron
exterminados por estas plagas, no renunciaron a sus prácticas; con- tinuaron
adorando a los demonios, con esos ídolos de oro, plata, bronce, pie- dra y
madera, que no pueden ver, oír ni caminar. No se arrepintieron de sus
crímenes, ni de sus brujerías, ni de su inmoralidad sexual, ni de sus robos.
(Ap 9, 20-21)
La “Mujer vestida de sol” combate abier- tamente con su escuadrón, contra el es-
cuadrón que está a las órdenes del Dra- gón Rojo, a cuyo servicio se ha puesto la
Bestia negra venida del mar.
Sientan con pena el gran sufrimiento que cubre a este inmenso País.
San Pedro, Roma, 66 d.c.: Con sus discursos altisonantes y vacíos alien- tan
las pasiones y los deseos im- puros en aquellos que acababan de liberarse, y
los hacen recaer en el error. Prometen libertad, cuando ellos mismos son
esclavos de la corrupción, pues cada uno es esclavo de aquello que lo domina.
Y si éstos, que se ha- bían liberado de los vicios del mundo por el
conocimiento del Señor y Salva- dor Jesucristo, vuelven a esos vicios y se
dejan dominar por ellos, su situación actual resulta peor que la primera. Más les
valdría no haber conocido los cami- nos de la santidad, que después de ha-
berlos conocido, apartarse de la santa doctrina que les fue enseñada. Se les
aplica con razón lo que dice el prover- bio: «El perro vuelve a su propio vómi-
to», y «el cerdo lavado se revuelca en el barro.» (2 Pe 2, 18-22)
Como Madre estoy al lado de esta pobre humanidad, enferma y oprimida bajo el
peso de su obstinado rechazo a Dios y a su Ley de amor.
Han querido construir una civilización atea y materialista; han propuesto unos nue-
vos valores, fundados en la satisfacción de todas las pasiones, en la búsqueda de
todos los placeres, en la legitimización de cada desorden moral. (892/91)
Rey David, Israel, 445 a.c.: ¿Para qué meten ruido las naciones y los pueblos
se quejan sin motivo? Se levantan los reyes de la tierra, y sus jefes cons-
D. El nuevo orden mundial, la aparición del anticristo y la renovación del mundo
piran en contra del Señor y su elegi- do. ¡Ea, vamos, rompamos las cadenas y su
yugo quebremos!
Aquel que es el rey del cielo se son- rie, mi Dios se burla de ellos. Las podrá
aplastar con vara de hierro y romperlas como cántaro de greda.
Y ahora, reyes entiendan, corríjanse los jueces de la tierra. Sirvan a Dios con
temor, besen, temblando, sus pies. Si él se enojare, ustedes morirán, pues su
cólera estalla en un momento. (Sal 2, 1-4. 9-12)
Han llegado los días predichos por el Evangelio y por el Apocalipsis. Las
fuerzas del mal, unidas al po- der de quien se opone a Cristo ha- rán grandes
prodigios en el cielo y sobre la tierra, hasta seducir a gran parte de la
humanidad.
Permanezcan firmes en su heróico testi- monio de Jesús y luchen conmigo con- tra
la fuerza poderosa de aquél que se manifestará como el enemigo de Cristo.
(819/89)
San Pablo, Palestina 51 d.c.: ¿No re- cuerdan que se lo decía cuando esta- ba
con ustedes? Además, saben lo que ahora detiene al misterio de la maldad, de
manera que se manifieste a su debi- do tiempo. Ya está obrando, pero falta que
desaparezca lo que lo retiene. En- tonces se manifestará el Rebelde que el
Señor ha de barrer con el soplo de su boca y al que destruirá con el esplen- dor
de su venida.
D. El nuevo orden mundial, la aparición del anticristo y la renovación del mundo
Jesús, Jerusalén, 33 d.c.: Jesús les con- testó: «No se dejen engañar cuando
varios usurpen mi nombre y digan: Yo soy el Mesías. Pues engañarán a mu- cha
gente. Aparecerán falsos profetas, que engañarán a mucha gente. Pero el que se
mantenga firme hasta el fin, ése se salvará. Entonces, si alguien les dice: Miren, el
Mesías está aquí o está allá, no le crean. Porque se presentarán falsos mesías y
falsos profetas, que harán cosas maravillosas y prodigios capaces de enga- ñar, si fuera
posible, aun a los elegidos de Dios. Miren que yo se lo he advertido de antemano. (Mt
24, 4-5. 11-13. 23-25)
San Pablo, Roma 66 d.c.: El Espíritu nos dice claramente que en los últi- mos
tiempos algunos renegarán de la fe para seguir espíritus seducto- res y
doctrinas diabólicas Aparecerán hombres mentirosos con la conciencia
marcada con la señal de los infames. Estos prohíben el matrimonio y no
permiten el uso de ciertos alimentos, a pesar de que Dios los creó para que
los comamos y luego le demos gracias. Así lo hacen los creyentes que conocen
la verdad. Porque todo lo que Dios ha creado es bueno y no hay por qué re-
chazar un alimento que se toma dando gracias a Dios; es santificado por la pa-
labra de Dios y la oración.
Son los tiempos predichos por la Divina Escritura como los de la gran apostasía y
de la venida del anticristo.
Son unos tiempos de gran tribulación y de sufrimientos innumerables para todos, que
los llevará a vivir los últimos aconte- cimientos en preparación de la segunda
venida de Jesús en gloria. (915/91)
D. El nuevo orden mundial, la aparición del anticristo y la renovación del
228
Un falso Cristo y una falsa Iglesia. Por lo tanto, la estatua construida en honor de
la primera bestia, para ser adorada por todos los habitantes de la tierra, y que
marcará con su sello a todos aquellos que quieran comprar o vender, es la del
Anticristo.
D. El nuevo orden mundial, la aparición del anticristo y la renovación del mundo
La apostasía, será entonces generalizada, porque casi todos seguirán al falso Cristo y a
la falsa Iglesia.
D. El nuevo orden mundial, la aparición del anticristo y la renovación del
230abierta la puerta para la aparición del hombre o de la persona
Entonces será
misma del Anticristo.
He aquí, hijos predilectos, porqué les he querido iluminar sobre las pági- nas del
Apocalipsis, que se refieren a los tiempos que ustedes viven.
Para prepararlos conmigo a la parte más dolorosa y decisiva de la gran lucha que se
está combatiendo entre la Madre Ce- lestial y todas las fuerzas del mal que se han
desatado. (817/89)
San Juan Isla de Patmos, 95 d.c. Los diez cuernos son diez reyes que to- davía
no han recibido el reino, pero tendrán poder por una hora junto a la bestia.
Persiguen todos una sola meta, y pondrán su autoridad y sus fuerzas al
servicio de la bestia. (Ap 17, 12-13)
Pero en estos tiempos tienen, sobre todo, la necesidad de ser defendidos de las
terribles asechanzas de mi adversa- rio, que ha logrado instaurar su reino en el
mundo.
Bajo el flagelo sangriento de esta ho- rrible prueba, ¿cómo podrán evitar la
disgregación y el abatimiento y perma- necer fuertes en la fe y fieles a Jesús y al
Evangelio?
San Juan Isla de Patmos, 95 d.c.: Una de sus cabezas parecía herida de
muerte, pero su llaga mortal se le curó. Entonces toda la tierra se maravilló, si-
guiendo a la bestia. Se postraron ante el dragón que había entregado el pode-
río a la bestia, y se postraron también ante la bestia, diciendo: «¿Quién hay
como la bestia? ¿Quién puede competir con ella?»
D. El nuevo orden mundial, la aparición del anticristo y la renovación del
232 lo adivinan. Las siete cabezas son siete colinas sobre las que
A ver si ustedes
la mujer está asentada. Y son también siete reyes, de los cuales cinco han
caído ya, uno está en el po- der y el otro no ha llegado aún, y cuan- do llegue,
habrá de durar poco tiempo. La bestia que era y ya no es, hace el octavo, pero
es uno de los siete, y ca- mina hacia su destrucción. (Ap 13 3-4. 9-11)
Para lograr este objetivo ella quiere cons- truir un nuevo ídolo, es decir, un falso
Cristo y una falsa Iglesia.
Sin rodeos, la masonería eclesiástica llega hasta a construir una estatua en honor a la
bestia y obliga a todos a adorar esta estatua.
Pero según el primer mandamiento de la Santa Ley del Señor, solo Dios debe ser
adorado y a Él solo se debe tributar culto. (813/89)
San Juan Isla de Patmos, 95 d.c.: Vi luego otra bestia que surgía de la tie- rra
y tenía dos cuernos de cordero, pero hablaba como un dragón. Esta
D. El nuevo orden mundial, la aparición del anticristo y la renovación del
234 está al servicio de la primera, y dispone de todo su poder y
segunda bestia
autoridad; hace que la tie- rra y todos sus habitantes adoren a la primera
bestia, cuya herida mortal ha sido curada. Realiza grandes pro- digios,
incluso hace descender fuego del cielo a la tierra en presencia de toda la
gente. Por medio de estos pro- digios que le ha sido concedido obrar al
servicio de la bestia, engaña a los habitantes de la tierra y los persuade a que
hagan una estatua en honor de la bestia que, después de ser herida por la
espada, se recuperó. Se le con- cedió dar vida a la estatua de la bes- tia,
hasta el punto de hacerla hablar y que fueran exterminados todos los que no
la adorasen. (Ap 13, 11-15)
Ahora se está cumpliendo lo que predije aquí en el tercer mensaje a una hija
mía. Entonces para la Iglesia ha llegado el momento de su gran prueba,
porque el “hombre de iniquidad” se establecerá en su interior y la
abominación de la de- solación entrará en el templo santo de Dios. (711/87)
Lucifer, la serpiente antigua, el diablo o Satanás, el Dragón rojo, se vuelve, en es- tos
tiempos el Anticristo.
El Apóstol San Juan ya afirmaba que cual- quiera que negara que Jesucristo es Dios es
el Anticristo.
La estatua o el ídolo construido en honor de la bestia para ser adorado por todos
los hombres, es el anticristo.
D. El nuevo orden mundial, la aparición del anticristo y la renovación del mundo
El 333 es el número que indica el mis- terio de Dios. Aquel que quiere poner-
se por encima de Dios lleva el signo de 666; por lo tanto este número indica el
nombre de Lucifer, Satanás, es decir, de aquel que se pone contra Cristo, del
anticristo.
D. El nuevo orden mundial, la aparición del anticristo y la renovación del mundo
Mi tercer secreto que yo revelé a los tres niños a quien me aparecí y que hasta
ahora no os ha sido revelado, será ma- nifestado a todos por el mismo desarrollo de
los acontecimientos. La Iglesia co-
D. El nuevo orden mundial, la aparición del anticristo y la renovación del
nocerá la hora de su mayor apos- tasía, el hombre de la iniquidad se
introducirá238
en el interior de ella y se sentará en el mismo templo de Dios,
mientras el pequeño resto que permanecerá fiel será someti- do a las mayores
pruebas y perse- cuciones.
Daniel, Babilonia 590 a.c.: Llevará a cabo sus engaños, (el Anticristo) se
creerá mucho y, en plena paz, destrui- rá a muchos. Incluso se alzará contra el
Príncipe de los príncipes*, pero, sin que intervenga mano alguna, será des-
truido. (Dan 8, 25) (*Denominación frecuente del Papa)
Mi escuadrón está formado por los pe- queños, los pobres, los últimos siervos
del Señor, que Yo llamo a entrar en el Ce- náculo de mi Corazón Inmaculado, para
que puedan recibir en plenitud el don del Espíritu Santo.
Ahora que están viviendo todo cuanto les he predicho, ¿qué deben hacer, mis po-
bres hijos, para su defensa y seguridad?
Recurran ante todo a la oración. Oren más: oren con mayor confianza, oren con
humildad y con supremo abandono.
Con su fuerza impiden que el error se di- funda con fuerza; detienen la acción del
maligno, pasan al contraataque y limitan cada vez más su margen de acción.
Al final, con su oración podrán obtener la victoria: Será solo Dios el que vencerá
por medio de ustedes.
Ofrezcan el holocausto de su sufrimiento. Las horas que viven son en verdad difíci-
les y dolorosas. Lo que les espera es un dolor que el mundo jamás ha conocido.
Pero, por medio de este holocausto, us- tedes pueden salvar a los que tratan de
D. El nuevo orden mundial, la aparición del anticristo y la renovación del
240
perderlos y pueden hacer bien a aquellos que son para ustedes un flagelo.
Así al final, podrán también ser salva- das estas grandes naciones que se han
rebelado abiertamente contra Dios y se tornaron un verdadero azote para toda la
humanidad. (287/78)
D. El nuevo orden mundial, la aparición del anticristo y la renovación del mundo
A. Un mensaje de Esperanza para estos tiempos turbulentos
Un ídolo tan fuerte y dominador que hace que todos, pequeños y grandes, ricos y
pobres, libres y esclavos, re- ciban una marca sobre la mano de- recha o en la
frente, de manera que ninguno pueda comprar o vender sin tener esa marca, es decir,
el nombre de la bestia o el número de su nombre.
Este gran ídolo, construido para ser ado- rado y servido por todos, como ya les he
revelado en el mensaje precedente, es un falso Cristo y una falsa Iglesia.
Pero, ¿cuál es su nombre?
En el capítulo 13 del Apocalipsis está es- crito: “Aquí se requiere sabiduría. El que
tiene inteligencia calcule el número de la bestia; el mismo representa la cifra de un
hombre. Tal cifra es 666 (seiscientos se- senta y seis).”
Con la inteligencia, iluminada por la Di- vina Sabiduría, se logra descifrar del nú-
mero 666 el nombre de un hombre y este nombre, indicado por tal número, es el
del Anticristo. (813/89)
San Juan, Isla de Patmos, 95 d.c.: Hace, pues, que todos, grandes y pequeños,
ricos y pobres, libres y esclavos, se pon- gan una marca en la mano derecha o
en la frente; ya nadie podrá comprar o vender si no está marcado con el
nombre de la bestia o con la cifra de su nombre. ¡Vean quién es sabio! El que sea
inteligente, que interprete la cifra de la bestia. Es la cifra de un ser humano, y su
cifra es 666. (Ap 13, 16-18)
Por lo tanto, son los tiempos en los que se construye una civilización sin Dios y se con-
duce a toda la humanidad a vivir sin Él.
Un ídolo tan fuerte y dominador que hace
Son los tiempos en lospequeños
que todos, que Satanás y las fuerzas
y grandes, ricos ydiabólicas se hacen adorar por un
número cadapobres,
vez mayor deyhombres
libres y, reciban
esclavos, así se hace
unamás vasta la difusión del culto satá-
nico, de las marca
sectas ysobre
de laslamisas negras.
mano derecha o en la
frente, de manera que ninguno pueda
comprar o vender sin tener esa marca, es
decir, el nombre de la bestia o el número de
su nombre
D. El nuevo orden mundial, la aparición del anticristo y la renovación del
232 en los que se constru- ye un ídolo para poner en lugar del ver-
Son los tiempos
dadero Dios y de la verdadera Iglesia, y este ídolo es un falso Cristo y una falsa
Iglesia.
Son los tiempos en los que to- dos aquellos que sigan a este ído- lo serán
marcados con su sello en la frente y sobre la mano. Son los tiempos en los que
los fieles segui- dores del Cordero serán sometidos a marginaciones, a
persecuciones, a prisiones y a la muerte. (820/89)
Estos son los tiempos en los que los se- guidores de aquél que se opone a Cristo
son sellados con la marca en la frente y en la mano.
Por lo tanto es la persona la que es mar- cada con el sello del Anticristo en su inte-
ligencia y voluntad. Quien permite ser sellado con la marca en la frente, es
conducido a acoger la doctrina de la negación de Dios, el rechazo de su Ley,
del ateísmo que en estos tiempos es cada día más difundido y propagado. Y
así es impulsado a seguir las ideologías hoy de moda, y a hacerse propagador
de todos los errores. (822/89)
Quien permite ser señalado con la marca en la mano es obligado a actuar de una
manera autónoma e independiente de Dios, ordenando la propia actividad a la
búsqueda de bienes solamente materia- les y terrenales. De este modo sustrae su
acción al designio del Padre, quien quiere iluminarla y sostenerla con su Divina Pro-
videncia, al Amor de su Hijo, quien hace la fatiga humana un medio precioso para
su misma redención y santificación, al po- der del Espíritu Santo que actúa por do-
D. El nuevo orden mundial, la aparición del anticristo y la renovación del mundo
Quien está sellado con la marca en la mano trabaja sólo para sí mismo, para
acumular bienes materiales. Hace del dinero su Dios y se vuelve víctima del
materialismo. Quien está sellado con la marca en la mano obra solo para la
satisfacción de sus propios sen- tidos, para buscar el bienestar y el placer, para
dar plena satisfacción a todas sus pasiones, especialmente a la de la impureza,
y se hace vícti- ma del hedonismo.
Quien está sellado con la marca en la mano hace de su propio yo el centro de todo su
obrar, mira a los demás como objetos para usar y explotar para su provecho propio, y se
hace víctima del egoísmo desenfrenado y de la falta de amor. (823/89)
San Marcos, Palestina 66 d.c.: Pues el que quiera asegurar su vida la perde- rá,
y el que sacrifique su vida por mí y por el Evangelio, la salvará. ¿De qué le
sirve a uno si ha ganado el mundo entero, pero se ha destruido a sí mis- mo?
¿Qué podría dar para rescatarse a sí mismo? Yo les aseguro: Si alguno se
avergüenza de mí y de mis palabras en medio de esta generación adúltera y
pecadora, también el Hijo del Hombre se avergonzará de él cuando venga con
la Gloria de su Padre rodeado de sus santos ángeles.» (Mc 8, 35-38)
Aquí debe mostrarse la constancia de los que llevan escrito en la frente el nombre del
Cordero y el nombre del Padre, porque no han traicionado a su Dios, y en su hablar
nunca han dicho una mentira, y siguen al Cordero donde quiera que Él vaya.
Aquí debe mostrarse la constancia de to- dos mis pequeños niños que Yo llamo a
consagrarse a mi Corazón Inmaculado, para vivir conmigo los momentos conclu-
sivos de la batalla y de la caída de Ba- bilonia, cuando la viña de la tierra sea
vendimiada y los racimos sean arrojado al tonel del prensado, que representa el
gran castigo de Dios. (821/89)
D. El nuevo orden mundial, la aparición del anticristo y la renovación del mundo
San Juan, Isla de Patmos, 95 d.c.: Un tercer ángel pasó después, clamando
con voz fuerte: «Si alguno adora a la bestia y a su imagen y se deja mar- car
la frente o la mano, tendrá que
D. El nuevo orden mundial, la aparición del anticristo y la renovación del
238el vino embriagante de Dios, que está preparado, puro, en la
beber también
copa de su enojo. Será atormenta- do con fuego y azufre ante los san- tos
ángeles y ante el Cordero.» No hay reposo, ni de día ni de noche, para los
que adoran a la bestia y a su imagen, ni para quienes se dejan marcar con la
marca de su nombre. El humo de su tormento se eleva por los siglos de los
siglos. Este es el tiempo de aguantar para los san- tos, para todos aquellos
que guar- dan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús. (Ap 14, 9-12)
Si mi adversario marca con su sello a to- dos sus secuaces, ha llegado el tiempo en
el que Yo, vuestra Celestial Capitana, marco con mi sello maternal a todos
aquellos que se han consagrado a mi Corazón Inmaculado y forman parte de
mi escuadrón. (823/89)
Así quedarán marcados con mi sello de amor que los distingue de todos aquellos
que se han dejado seducir por la Bestia y llevan el número blasfemo. El Dragón y
la Bestia nada pueden hacer con- tra aquellos que han sido marcados con mi
sello.
D. El nuevo orden mundial, la aparición del anticristo y la renovación del mundo
San Juan, Isla de Patmos, 95 d.c.: Lue- go vi a otro ángel que subía desde el
oriente y llevaba el sello del Dios vivo. Gritó con voz poderosa a los cuatro án-
D. El nuevo orden mundial, la aparición del anticristo y la renovación del
geles autorizados para causar daño a la tierra y al mar: «No hagan daño a la
tierra ni al 240
mar ni a los árboles hasta que marquemos con el sello la frente de los
servidores de nuestro Dios.»
Tuve otra visión: el Cordero estaba de pie sobre el monte Sión y lo rodeaban
ciento cuarenta y cuatro mil personas,
D. El nuevo orden mundial, la aparición del anticristo y la renovación del mundo
Hijos predilectos, Yo los llamo de todas par- tes de la tierra. Los Ángeles de Luz de mi
Corazón Inmaculado están reuniendo de todas partes a los elegidos, llamados a for- mar
parte de mi escuadrón victorioso.
Ellos los están marcando con su se- llo. Ellos los están revistiendo con mi
poderosa coraza para la batalla. Ellos están dándoles el crucifijo y el ro- sario
como armas que deben esgrimirse para la gran victoria.
D. El nuevo orden mundial, la aparición del anticristo y la renovación del
Ha llegado ya el tiempo para la batalla de- cisiva. Para ello, los ángeles del Señor es- tán
interviniendo242
de modo extraordinario, se sitúan, cada día, junto a cada uno de ustedes
para guiarlos, para protegerlos y para confortarlos. (713/87)
En estos tiempos los Ángeles de Luz recorren el mundo para marcar con el signo
de la Cruz a todos los que forman parte de mi escuadrón victorioso.
En contra de estos, la estrella del abismo no tendrá ningún poder, aunque estén lla-
mados a grandes sufrimientos y algunos de ellos a derramar su sangre.
Hoy los invito a mirar hacia Mí, como a la gran señal que aparece en el cielo, para
vivir en la confianza y en la serenidad, mientras son iluminados por mi Luz y son
marcados por mi sello maternal. (931/91)
Hijos míos predilectos, déjense marcar, todos, en la frente y en las manos con mi
sello maternal en este día. (824/89)
Hace mucho tiempo imprimí mi Imagen en el manto de mi pequeño hijo Juan Die-
go, a quien me aparecí: hoy quiero impri- mir mi Imagen en el corazón y en la vida de
cada uno de ustedes.
Así quedan marcados con mi sello de amor que los distingue de todos aquellos
que se han dejado seducir por la Bestia y llevan impreso el número blasfemo. El
Dragón y la bestia nada pueden contra aquellos que han sido marcados con mi
sello.
D. El nuevo orden mundial, la aparición del anticristo y la renovación del
La estrella del Abismo perseguirá a todos los que han sido marcados con mi
sello, pero 244
nada podrá da- ñar a las almas en las que Yo mis- ma he impreso
mi Imagen.
Con la sangre, que muchos de ellos de- berán derramar, será aplacada la Justicia
divina y se apresurará el tiempo de mi victoria.
Corromperá con halagos a los violado- res de la alianza; pero el pueblo de los
que conocen a su Dios se mantendrá firme. (Dan 11, 31-32)
Llegó incluso hasta el jefe del ejército, le quitó el sacrificio perpetuo y sacudió los
cimientos de su templo y al ejército; en el lugar del sacrificio puso la abominación y
echó por tierra la verdad. Y cualquier cosa que emprendiera, tenía éxito.
Jesús, Palestina 30 D.C. “Un día uste- des verán en el lugar santo aquel que
comete el horrible sacrilegio”. El Profeta Daniel ha hablado de él. El que lee trate
de entender (Mt 24, 15)
Hijos predilectos, para entender en que consiste este horrible sacrilegio lean lo
que dijo el Profeta Daniel.
“Anda, Daniel, porque estas palabras es- tán cerradas y selladas hasta el fin del
tiempo fijado. Muchos serán purificados, blanqueados y probados; los impíos se-
guirán haciendo el mal; ninguno de ellos comprenderá nada; sólo los entendidos
entenderán. Contando desde el momento en que sea suprimido el sacrificio perpetuo e
instalado el abominable ídolo devasta- dor, mil doscientos noventa días. Dichosos el
que sepa esperar y alcance mil trescien- tos treinta y cinco días. (Dn 12, 9-12)”
Aún entre los mismos Sacerdotes, se di- funden dudas sobre la divina presencia de
mi Hijo Jesús en el misterio de la Euca- ristía.
limitarla al 248
momento de la celebración de la Santa Misa, otros la reducen todavía a
una presencia espiritual y simbólica.
Estos errores tienden a difundirse, a pe- sar de que la doctrina sobre la presencia real
ha sido claramente reafirmada por el Magisterio y, sobre todo, por el Papa.
Vendrá el tiempo en que desgracia- damente estos errores se extende- rán aún
más y en la Iglesia casi se extinguirá el perfume de la adoración y del Santo
Sacrificio. Llegará así a la cumbre de la “abominación de la desolación” que
ya ha entrado en el Templo santo de Dios. (267/77)
En ella entrará el hombre de la ini- quidad, que se opone a Cristo y que llevará
a su interior la abominación de la desolación
San Juan, Isla de Patmos, 95 d.c Se postraron ante el dragón que había
entregado el poderío a la bestia, y se postraron también ante la bestia, di-
ciendo: «¿Quién hay como la bestia?
¿Quién puede competir con ella?
Un signo (del fin de los tiempos) es el horrible sacrilegio cumplido por aquel
que se opone a Cristo, es decir el anticristo. Entrará al tem- plo santo de Dios
y se sentará en su trono y se hará adorar él mismo como Dios. “Este vendrá a
oponerse a todo lo que los hombres adoran y llaman de los falsos milagros y falsos
prodigios. Usará toda clase de engaño maléfico para hacer daño” (Tes 2, 4-9)
(996/92)
Sobre esta Iglesia, oscurecida y herida, golpeada y traicionada Yo derramo los ra-
yos de amor y de luz de mi Corazón In- maculado
Daniel, Babilonia, 590 a.c.: Este rey in- sultará al Dios Altísimo y perseguirá a
los santos del Dios Altísimo. Tratará de cambiar las fiestas y las leyes. Los san-
D. El nuevo orden mundial, la aparición del anticristo y la renovación del
tos serán entregados a su poder por un tiempo, y dos tiempos y mitad de un
2527, 25)
tiempo. (Dan
Aquí debe mostrarse la constancia de los que llevan escrito en la frente el nombre
del Cordero y el nombre de su Padre, porque no han traicionado a Dios, y en su
hablar nunca ha habido una mentira y siguen al Cordero dondequiera que Él
vaya.
Aquí debe mostrarse la constancia de to- dos mis pequeños niños que Yo llamo a
consagrarse a mi Corazón Inmaculado, para vivir conmigo los momentos conclu-
sivos de la batalla y de la caída de Ba- bilonia, cuando la viña de la tierra sea
vendimiada y los racimos sean arrojados al tonel del prensado, que representa el
gran castigo de Dios. (821/89)
San Mateo, Palestina, 85 d.c.: Enton- ces los denunciarán a ustedes, y serán
torturados y asesinados. Todas las naciones los odiarán por mi causa... (Mt
24, 9)
Ya han llegado al momento de su inmo- lación, están llamados a sufrir cada vez
D. El nuevo orden mundial, la aparición del anticristo y la renovación del mundo
más.
Denme todo su dolor. Hoy son las incom- prensiones, los ataques, las calumnias
de sus hermanos. Mañana serán las persecuciones, la prisión, las con- denas
por parte de los ateos y de
D. El nuevo orden mundial, la aparición del anticristo y la renovación del
256
Caminen Conmigo y síganme por el ca- mino de mi Hijo Jesús. Por el camino del
Calvario, por el camino de la cruz.
Nunca como en estos momentos debe ser vivida por ustedes, hasta su última con-
secuencia, lo que es la vocación de todo cristiano: “¡Quien quiera venir en pos de
Mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame!”
Síganme, hijos predilectos; hoy es ne- cesario que sigan a su Madre, si quieren
D. El nuevo orden mundial, la aparición del anticristo y la renovación del mundo
recorrer sin miedo el camino de mi Hijo Jesús. (199/76)
¡Yo veo qué grande es la cruz que hoy de- ben llevar y estoy al lado de cada uno de
ustedes con mi ternura de Madre!
D. El nuevo orden mundial, la aparición del anticristo y la renovación del
No se dejen agarrar por el desaliento.
258
Con frecuencia mi adversario los hiere, valiéndose de personas buenas a las que
ustedes, incluso, han beneficiado de mu- chas maneras. A veces se sirve precisa-
mente de sus mismos cohermanos.
Han llegado los tiempos, que Yo les he predicho, en los que los Sacerdotes
que me veneran, me escuchan y me siguen son ironizados, despreciados y
combatidos por otros Sacerdotes, que también son hijos de mi maternal pre-
dilección.
San Mateo, Palestina, 85 d.c : Mi- ren que los envío como ovejas en medio de
lobos: sean, pues, preca- vidos como la serpiente, pero senci- llos como la
paloma. ¡Cuídense de los hombres! A ustedes los arrastrarán ante sus
consejos, y los azotarán en sus sinagogas.
Satanás se desata contra ustedes porque forman mi talón, es decir, la parte más
débil y frágil de Mí misma y porque son mi estirpe.
Así, hoy, los asecha fuertemente y se desata contra ustedes toda clase de ten-
taciones y de persecuciones. (818/89)
San Juan Isla de Patmos, 95 d.c: En- tonces el dragón se enfureció contra la
mujer y se fue a hacer la guerra al resto de sus hijos, es decir, a los que
observan los mandamientos de Dios y guardan el mensaje de Jesús. Y se que-
dó a orillas del mar. (Ap 12, 17-18)
Jesús, Palestina 33 d.c.: Ustedes serán entregados por sus padres, hermanos,
parientes y amigos, y algunos de uste- des serán ajusticiados. Serán odiados
por todos a causa de mi nombre. Con
D. El nuevo orden mundial, la aparición del anticristo y la renovación del
260
Sí, poco falta para que se cumpla el tiem- po que el Padre ha establecido, y luego, la
batalla entre mi adversario y Yo se des- encadenará de modo terrible y entrará en su
fase conclusiva.
A muchos de ustedes los he prepa- rado para la prueba suprema; se- rán
inmolados en mis brazos como pequeños corderitos, para que su sangre con la
sangre de Jesús, sir- va también para purificar a la Igle- sia y renovar el
D. El nuevo orden mundial, la aparición del anticristo y la renovación del mundo
mundo.
Otros tendrán que padecer persecuciones y sufrimientos que ahora no pueden ima-
ginar; pero tengan confianza porque Yo estaré, de manera extraordinaria, junto a
D. El nuevo orden mundial, la aparición del anticristo y la renovación del
262
cada uno para ayudarlo a cumplir a la per- fección mi designio hasta el final. (337)
Jesús, Palestina 33 d.c.: Pero antes de que eso ocurra los tomarán a ustedes
presos, los perseguirán, los entregarán a los tribunales judíos y los meterán en
sus cárceles. Los harán comparecer ante reyes y gobernadores por cau- sa de
mi nombre, y ésa será para ustedes la oportunidad de dar tes- timonio de mí.
Tengan bien presente que no deberán preocuparse entonces por su defensa.
Pues yo mismo les daré palabras y sabiduría, y ninguno de sus opositores podrá
resistir ni contradecir- les. (Lc 21, 12-15)
Cuando sean arrestados, no se pre- ocupen por lo que van a decir, ni cómo
han de hablar. Llegado ese mo- mento, se les comunicará lo que ten- gan que
decir. Pues no serán ustedes los que hablarán, sino el Espíritu de su Padre el
que hablará en ustedes. (Mt 10, 18-20)
San Pablo, Palestina, 50 d.c. ¿Cuán- do sucederá eso? ¿Cómo será? Sobre
esto, hermanos, no necesitan que se les hable, pues saben perfectamente que
el día del Señor llega como un la- drón en plena noche. Cuando todos se
sientan en paz y seguridad, les caerá de repente la catástrofe enci- ma, lo
mismo que llegan los dolores de parto a la mujer embarazada, y nadie podrá
escapar. (1Tes 5, 1-3)
D. El nuevo orden mundial, la aparición del anticristo y la renovación del
PURIFICACIÓN DELMUNDO
LA GRAN264 TRIBULACIÓN FINAL
La Cruz sangrienta, que hoy contem- plan llorando, será la causa de su ma-
yor gozo, porque se transformará en una gran cruz luminosa.
Jesús, Jerusalen, 33 d.c.: “El sol se os- curecerá, la luna perderá su brillo, las
estrellas caerán del cielo y las potencias del cielo se conmoverán” (Mt 24, 29)
El milagro del sol, sucedido en Fátima durante mi última aparición, quiere indi-
carles que ya han entrado en los últimos tiempos en los cuales se realizarán estos
acontecimientos, que los prepara para el regreso de Jesús en la gloria.
Jesús, Jerusalen, 33 d.c.: “Entonces ve- rán en el cielo el signo del Hijo del Hom-
bre. Todos los pueblos de la tierra llorarán y los hombres verán al Hijo del Hombre
en las nubes del cielo con gran poder y esplendor” (Mt 24, 30)
D. El nuevo orden mundial, la aparición del anticristo y la renovación del mundo
Pequeño hijo mío, este lugar (Nagasaki) y este día son para ti una señal y, por medio
tuyo, quiero hoy, desde aquí, darla tam- bién a todos mis hijos predilectos.
Cuanto ha ocurrido aquí en este lu- gar, podría suceder pronto en cada parte
del mundo, si mis hijos no acogen mi invitación para el retor- no a Dios.
Miren mi Corazón Inmaculado: tiembla y se angustia por la suerte que ahora los
aguarda, si no aceptan la urgente invita- ción de nuestra Madre. (286/78)
Abdías Israel, 486 a.c.: Ya viene, para todas las naciones, el día de Yavé: como
tú has hecho, así se te hará; so- bre tu cabeza recaerá tu merecido. Así como
ustedes bebieron sobre mi monte santo, así van a beber, naciones que me
rodean; beberán hasta que pierdan los sentidos, y serán luego como si no
hubieran sido (Ab 1, 15-16).
con sus propias manos. Ya empezó en Fá- tima para el último período de este
siglo.
¿Cómo podré seguir deteniendo la mano de la Justicia Divina, si cada día es más
D. El nuevo orden mundial, la aparición del anticristo y la renovación del
grande la perversión a la cual llega la hu- manidad, caminando por la vía de su obs-
268 contra Dios? ¡Cuántas naciones podrán verse envueltas en ella
tinada rebelión
y cuántas personas muertas, mientras otros muchos deberán pa- decer indecibles
sufrimientos!
El hambre, el fuego y una gran des- trucción: ¡he ahí lo que les traerá el azote
que está a punto de caer sobre la humanidad!
D. El nuevo orden mundial, la aparición del anticristo y la renovación del mundo
Jesús, Jerusalén,
33 d.c.: ¡Pobres de las que, en esos días, se hallen em- barazadas o estén
criando! Rueguen para que no les toque huir en in-
vierno o en día sábado. Porque será una prueba tan enorme como no ha
habido igual desde el principio del mundo hasta ahora, ni jamás la vol- verá a
haber. (Mt 24, 19-21)
San Juan Isla de Patmos, 95 d.c.: El sexto ángel derramó su copa en el gran río
Eufrates, y sus aguas se secaron, dejando un paso libre para los reyes de
oriente. Y vi que de la boca del dra- gón, de la bestia y del falso profeta sa-
lían tres espíritus inmundos que tenían aspecto de ranas. Estos son espíritus
diabólicos que pueden hacer milagros, y se dirigen a los reyes del mundo
entero para convocarlos para la ba- talla del gran día de Dios, el Todo-
poderoso. (Ap 16, 12-14)
San Juan Isla de Patmos, 95 d.c.: El ángel prosiguió: «Las aguas que has
visto, a cuyo borde está sentada la prostituta, representan pueblos, multi- tudes
y naciones de todos los idiomas. Los diez cuernos y la misma bestia pla- nearán
maldades contra la prostituta, la arruinarán y la dejarán desnuda, co-
D. El nuevo orden mundial, la aparición del anticristo y la renovación del
270
merán sus carnes y la consumirán por el fuego. Porque Dios se vale de ellos
para ejecutar su plan, y les ha inspi- rado la misma intención de poner sus
fuerzas al servicio de la bestia hasta que se cumplan las palabras de Dios. Esa
mujer que has visto es la Gran Ciu- dad, la que reina sobre los reyes del mundo
entero.» (Ap 17, 15-18)
Jeremías, Israel del Norte, 665 a.c.: Gente de Israel, Yavé les habla: Es- toy
trayendo de muy lejos una na- ción contra ustedes. Es una nación invencible y
muy antigua, cuyo idioma desconoces. Son arqueros certeros, todos ellos
valientes, ellos co- merán tu cosecha y tu pan, devorarán a tus hijos y a tus
hijas, se comerán tus carneros y tus vacas, tus viñas y tus higos, destruirán tus
plazas fuertes en las que tanto confías. Sin embargo, dice Yavé, ni siquiera en
aquellos días los voy a destruir completamente. (Jer 5, 15-18)
Por eso te he querido aquí una vez más, mi pequeño niño: porque tienes que
decir a to- dos que la hora del castigo ha llegado y que para ser protegi- dos
y salvados, deben entrar lo más pronto posible en el refugio
de mi Corazón Inmaculado. (1034/93)
San Juan Isla de Patmos, 95 d.c.: El sexto ángel derramó su copa en el gran río
Éufrates, y sus aguas se secaron, dejando un paso libre Para los reyes de
oriente. Y vi que de la boca del dragón, de la bestia y del falso profeta salían
tres espíritus inmundos que tenían as- pecto de ranas. Estos son espíritus dia-
bólicos que pueden hacer milagros, y se dirigen a los reyes del mundo entero
para convocarlos par la batalla del gran día de Dios, el Todopoderoso. (Ap 16,
12-14).
Tocó el sexto ángel su trompeta. Enton- ces oí una voz que salía de las cuatro
esquinas del altar de oro que está de-
D. El nuevo orden mundial, la aparición del anticristo y la renovación del
272
lante de Dios. Decía la voz al ángel de la sexta trompeta: «Suelta a los cua-
tro ángeles inmovilizados a orillas del gran río Éufrates.» Y fueron soltados
los cuatro ángeles que esperaban la hora, el día, el mes y el año, para ex-
terminar a la tercera parte de la hu- manidad. El número de los soldados de a
caballo era de doscientos millones; es el número que oí. Así vi a los caballos y a
los que los montaban: tenían corazas color fuego, jacinto y azufre; las cabe- zas
de los caballos son como cabezas de leones y de sus bocas sale fuego, humo y
azufre. (Ap, 9, 13-17)
Ezequiel Babilonia, 597 a.c.: Haré que te pongas en marcha con todo tu
ejército, tus caballos y tus caballe-
D. El nuevo orden mundial, la aparición del anticristo y la renovación del mundo
Joel, Israel, 609, a.c: Ahí viene un pueblo numeroso y fuerte, como ja- más
hubo otro ni lo habrá después de él, avanza y se extiende como una sombra
sobre los cerros
Yavé hace oír su trueno, al frente de su ejército: numerosos son sus soldados,
poderosos los que cumplen sus órde- nes. Porque grande y temible es el día
de Yavé. ¿Quién podrá soportarlo? (Jl 2, 2. 11)
Para alcanzar estos cielos nuevos y tierra nueva, es necesario pasar por la
prueba dolorosa y sangrante de la purificación, de la gran tribu- lación y del
castigo. Hijos predilectos consagrados a mi Corazón Inmaculado, escuchen las
palabras de su Madre Ce- lestial, que los prepara dulcemente y los lleva a vivir
estos acontecimientos, por- que ya han llegado los tiempos que les han sido
preanunciados por el profeta Zacarías.
“Oráculo del Señor. Golpearé al pastor y la grey será dispersada, entonces exten- deré
mi mano sobre los débiles”.
Haré pasar a ese tercio por el fue- go; lo purificaré como se purifica la pla- ta y
lo probaré como el oro en el crisol. (986)
D. El nuevo orden mundial, la aparición del anticristo y la renovación del
San Juan, Isla de Patmos, 95 d.c.: Cuando el Cordero abrió el séptimo se- llo,
se produjo274en el Cielo un silencio como de media hora. Y vi a los siete
ángeles que están de pie delante de Dios; se les entregaron siete trompe- tas.
Después, el ángel tomó su incen- sario, lo llenó con brasas del altar y las
arrojó sobre la tierra: hubo tre- mendos truenos, relámpagos y terre- motos.
(Ap 8, 1. 2-5)
Tocó el segundo ángel su trompeta, y algo así como un inmenso cerro fue
echado al mar: la tercera parte del mar se convirtió en sangre. Tocó el tercer án-
gel su trompeta, y una estrella grande, que parecía un globo de fuego, cayó del
Isaías, Israel, 549 a.c.: La tierra estalla en pedazos, la tierra cruje y se agrieta,
la tierra tiembla y se sacude, la tierra se bambolea como un borracho, se
balancea como una hamaca; es tan- to el peso de sus faltas con las que debe
cargar, que cae al suelo sin po- der levantarse. (Is 24, 19-20)
Jeremías, Israel, 665 a.c.: Miré a los montes, y temblaban; a los cerros, y se
sacudían. Miré y me di cuenta que no había un alma, y que todos los pájaros del
cielo se habían ido.( Jer 4, 24-25)
San Pedro, Roma, 96 d.c.: Llegará el día del Señor como hace un ladrón, y
D. El nuevo orden mundial, la aparición del anticristo y la renovación del
278cielos se desarmarán en- tre un ruido en- sordecedor, los
entonces los
elementos se de- rretirán por el ca- lor y la tierra con todo lo que hay en ella
se consumirá.
Las tinieblas serán vencidas por una luz que cubrirá todo el mundo; el hielo
del odio, por el fuego del amor; la gran rebelión contra Dios, por el retor-
D. El nuevo orden mundial, la aparición del anticristo y la renovación del mundo
Padre.
Sofonías, Israel, 640 a.c.: Es un día de cólera aquel día, de angustia y de con-
goja; día de destrucción y de ruinas, de sombras y tinieblas; día de nuba-
D. El nuevo orden mundial, la aparición del anticristo y la renovación del mundo
rrones y neblina.(Sof 1, 15)
Joel, Israel, 609 a.c.: Daré a ver se- ñales en el cielo, y en la tierra habrá
sangre, fuego y nubes de humo. El sol se cambiará en tinieblas y la luna en
sangre cuando se acerque el día de Yavé, día grande y terrible. (Jl 3, 3-4)
D. El nuevo orden mundial, la aparición del anticristo y la renovación del
El sol y la luna se oscurecieron y las estrellas retiraron su resplandor. Yavé
ruge desde284
Sión y desde Jerusa- lén hace oír su voz. Los cielos y la tierra se han
conmovido. (Jl 4, 15-16)
Ezequiel, Babilonia, 597 a.c: Cubriré los cielos y oscureceré las estrellas, cubriré
el sol con nubes y la luna no alumbrará más. Por culpa tuya apagaré todas las
estrellas del cielo y extenderé sobre tu país las tinieblas, palabra de Yavé. (Ez
32, 7-9)
Isaías, Israel, 486 a.c.: Pinto a los cielos de negro y los visto de luto. (Is 50,3)
Las estrellas del cielo y sus constelaciones han dejado de alumbrar, el sol ha salido negro y
la luna no envía más su luz. (Is 13, 10)
Jeremías, Israel, 665 a.c.: Miré a la tie- rra, pero estaba vacía y llena de con-
fusión. Miré a los cielos, y eran sólo ti- nieblas. Por eso, la tierra se viste de
luto y los cielos se oscurecen, por- que yo lo he dicho y no me arrepentiré; lo he
resuelto y no me volveré atrás.» (Jer 4, 23.28)
¡Oigan, pongan atención, no sean tan creídos, pues es Yavé el que habla! Re-
conozcan a Yavé, su Dios, antes que llegue la noche y sus pies tropiecen en las
oscuras montañas. Ustedes espera- ban la luz, pero Él la cambia en sombra de
muerte y, luego, en total oscuri- dad. (Jer 13, 15-16)
D. El nuevo orden mundial, la aparición del anticristo y la renovación del mundo
Zacarías, Palestina, 520 a.c.: Hiere al pastor para que se dispersen las ove-
jas, que yo me encargaré de matar a los corderitos. Y en todo el país, ame-
naza Yavé, dos tercios serán exter- minados, y sólo se salvará un tercio. Echaré
ese tercio al fuego; lo puri- ficaré como se hace con la plata, lo pondré a
prueba como se prueba el oro. Él invocará mi Nombre y yo lo escucharé.
Entonces yo diré: ¡Este es mi pueblo!, y él, a su vez, dirá: ¡Yavé es mi Dios!
(Zc 13, 8-9)
Lo que más enternece mi Corazón es cuando los siento llorar como niños. ¿Pue- de
la madre no conmoverse frente al niño que llora?
Mira: cuando todo se haya derrum- bado, solo quedará la fuerza de su llanto
que me obligará a intervenir de manera prodigiosa y terrible. Y mi triunfo
comenzará con los hijos predilectos, con mis Sacerdotes. (112/74)
Será entonces la definitiva derrota de los soberbios y el triunfo mío y de mis peque-
ños hijos. (126/74)
D. El nuevo orden mundial, la aparición del anticristo y la renovación del mundo
Eran muy superiores en fuerza, en nú- mero y armas, y sentían que su victoria
estaba asegurada.
Pero Yo fui públicamente invocada y Me ora- ron. Mi Nombre fue escrito en los estandartes,
gritado por los soldados y así por mi interce- sión, sucedió el milagro de esta victoria que
salvó al mundo, cristiano de su destrucción.
Por esta razón, el Papa instituyó es este día, la fiesta del nombre de María.
No fue por los movimientos o por los hombres políticos, sino por mi interven-
ción personal que finalmente ocurrió la liberación de ustedes.
San Juan, Isla de Patmos, 95 d.c.: Pero la bestia fue capturada y con ella el
falso profeta que había realizado ma- ravillas al servicio de la bestia, enga-
ñando con ellas a los que habían acep- tado la marca de la bestia y a los que
adoraban su estatua. Los dos fueron
arrojados 290
vivos al lago del fuego que arde con azufre. Todos los de- más
fueron exterminados por la espa- da que sale de la boca del que monta el
caballo, y todas las aves se hartaron de su carne. (Ap 19, 20-21)
Cristo reinará en él, Jesús regresará en la gloria, para devolver la la creación entera el
pleno esplendor del nuevo Paraíso terrestre.
La ciudad pecadora habrá desaparecido y así toda la creación se abrirá con gozo
para acoger la Ciudad santa, la nueva Je- rusalén bajada del cielo, la morada habi-
tual de Dios con los hombres. (991/92)
San Juan, Isla de Patmos, 95 d.c.: Vi después a un ángel que bajaba del cie- lo
llevando en la mano la llave del Abismo y una cadena enorme. Su- jetó al
monstruo, la serpiente antigua, que es Satanás o el diablo, y lo encade- nó por
mil años. Lo arrojó al Abismo, cerró con llave y además puso se- llos para que
no pueda seducir más a las naciones hasta que pasen los mil años. Después
tendrá que ser sol- tado por poco tiempo.
D. El nuevo orden mundial, la aparición del anticristo y la renovación del mundo
Y cuando se terminen los mil años, Sa- tanás será soltado de su prisión, saldrá
a engañar a Gog y Magog, es decir, a las naciones de los cuatro extremos de
la tierra, una multitud tan numerosa como las arenas del mar. Invadieron el
país entero y cercaron el campamento de los santos, la Ciudad muy amada,
pero bajó fuego del cielo y los devoró (Ap 20, 1-3. 7-9)
Oí entonces una fuerte voz en el cielo que decía: Por fin ha llegado la salva-
ción, el poder y el reinado de nuestro Dios, y la soberanía de su Ungido. Pues
echaron al acusador de nuestros her- manos, el que los acusaba día y noche
D. El nuevo orden mundial, la aparición del anticristo y la renovación del
ante nuestro Dios. Ellos lo vencieron con la sangre del Cordero y con su pa-
labra y con292
su testimonio, pues habla- ron sin tener miedo a la muerte. Por
D. El nuevo orden mundial, la aparición del anticristo y la renovación del mundo
eso, alégrense cielos y ustedes que ha- bitan en ellos. (Ap 12, 10-12)
Todos los demonios y los espíritus de los condenados que en estos años se han
derramado en todas partes del mundo, para ruina y con- denación de las almas,
serán arro- jados al infierno de donde salieron y ya no podrán hacer más daño.
El segundo Ángel tendrá la tarea de dar este anuncio. “Ha caído, ha caído la gran
Babilonia, la que hizo beber a todos los pueblos del vino embriagante de la pros-
titución”.
La liberación de ustedes coincidirá sobre todo con el premio concedido a todos los
que en la gran prueba permanecieron fie- les, y con el gran castigo dado a aquellos que
se dejaron arrastrar por el pecado y por el mal, por la incredulidad y la impie- dad, el
dinero y el placer, el egoísmo y la impureza. (975/92)
La cadena del Santo Rosario logra final- mente hacer a Satanás totalmente in-
ofensivo.
Ahora entiendan, hijos míos predilectos, por qué en estos últimos tiempos de la
batalla entre la Mujer vestida de sol y el gran Dragón, les pido multiplicar en todas
partes los Cenáculos de oración, con el rezo del Santo Rosario, la meditación de
mi palabra y la consagración a mi Inma- culado Corazón. Con ellos ustedes dan a la
Madre Celestial la posibilidad de intervenir para atar a Satanás, para que yo pueda
cumplir mi misión de aplastar su cabeza,
D. El nuevo orden mundial, la aparición del anticristo y la renovación del
294
Así una vez más la soberbia de Satanás será derrotada por el poder de los pe-
queños, los humildes, los pobres. (979/92)
En el mismo momento en que Satanás se haya sentado como Señor del mundo y se
crea ya vencedor seguro, Yo misma le arrebataré la presa de sus manos. Se en-
contrará como por encanto con las manos
D. El nuevo orden mundial, la aparición del anticristo y la renovación del
296la victoria será sólo de mi Hijo y Mía: este será el triunfo de mi Co-
vacías y al final
razón Inmaculado en el mundo. (97/73)
Mis tiempos han llegado y ahora estoy por salir del desierto, en el cual me en-
cuentro, para cumplir mis más grandes prodigios y para obtener mi anunciada
victoria. (748/88)
Cuando venga el Hijo del Hombre, ¿En- contrará todavía fe en la tierra? Ven-
drá de improviso y el mundo no esta- rá preparado para su venida. Vendrá
para un juicio para el cual el hom- bre no se encontrará preparado. Vendrá
para instaurar su Reino en el mundo, después de haber derro- tado y
aniquilado a sus enemigos. (302/78)
Después del actual triunfo del mal, que ha logrado dominar el mundo, al final
la victoria será sólo de mi Hijo Jesús.
¡Sólo Él es el vencedor!
La conclusión de la gran batalla que es- tamos viviendo será su Reino glorioso de
D. El nuevo orden mundial, la aparición del anticristo y la renovación del mundo
Es el tiempo en el cual en las criaturas se cumple el querer Divino del Padre, del
D. El nuevo orden mundial, la aparición del anticristo y la renovación del mundo
La era nueva que Yo les preparo, coin- cide con la derrota de Satanás y de su
dominio universal.
Todo su poder es destruido. Es atado, con todos los espíritus malos, y encerrado en el
infierno del cual no podrá salir para hacer daño al mundo. (922/91)
Jesucristo, rodeado por el coro de los Án- geles, sobre las nubes del cielo formando un
trono real bajo sus pies, en el esplendor de su Divinidad, regresará para llevar a la
humanidad a una vida nueva, las almas a la gracia ya al amor, la Iglesia a la cumbre
más alta de la santidad, y así, instaurará en el mundo Su Reino de gloria. (858/90)
Pronto la victoria resplandecerá en todas partes. Por medio del triunfo de mi Cora-
zón Inmaculado vendrá a ustedes el reino glorioso de Jesús, que en su Espíritu de
Amor, conducirá a toda la creación a la glorificación del Padre; finalmente será
renovada la faz de la tierra. (485/83)
Permanecerá fiel solamente ese pequeño “resto” que en estos años, aceptando mi
invitación maternal se ha dejado encerrar en el refugio seguro de mi Corazón In-
maculado.
Y este pequeño resto el, que Yo preparé y formé, tendrá la tarea de recibir al Cris-
to que volverá en la gloria, iniciando así la era nueva que los espera. (912/91)
D. El nuevo orden mundial, la aparición del anticristo y la renovación del
300
El glorioso Reino de Cristo que será es- tablecido entre ustedes con la segunda
venida de Jesús al mundo, está cerca, al alcance de la mano. Este es su regreso en
Gloria, para establecer Su Reino entre us- tedes, y para traer a toda la humanidad,
redimida por su Preciosísima Sangre, su nuevo paraíso terrenal. Lo que está sien- do
D. El nuevo orden mundial, la aparición del anticristo y la renovación del mundo
preparado es tan grande que no tiene paralelo y nada igual jamás ha existido desde
la creación del mundo. Prepáren- se con humildad, con fe, con intensa oración.
Con un pequeño número de sus Hijos, el Señor pronto restaura- rá en la tierra a
su glorioso Reino de Amor, de santidad y de paz.
D. El nuevo orden mundial, la aparición del anticristo y la renovación del
302
Por eso, la reunificación de todos los cristianos en la Iglesia Católica coincidirá
con el triun- fo de mi Corazón In- maculado en el mundo. Esta Iglesia,
reunificada en el esplendor de un nue- vo Pentecostés, tendrá la fuerza de renovar
a todos los pueblos de la tierra. (388/80)
Al final la victoria será de vuestra Mamá Inmaculada, quien con su pie virginal,
aplastará la cabeza de la serpiente, y con sus manos atará al dragón, para que
vuelto impotente ya no pueda ha- cer daño al mundo. Y la humanidad y la
Iglesia conocerán es era nueva que ahora ustedes esperan en la confianza y la
oración, en el sufrimiento y la espe- ranza. (1046)
Entonces la Iglesia volverá a ser toda her- mosa, sin mancha y sin arrugas, a imita-
ción de su Madre Inmaculada.
No todos los teólogos, y exégetas bíblicos aceptan la realidad de las profecías que in-
dican la cercanía de unos últimos tiempos de tribulaciones y un paso a una época ma-
ravillosa denominada el milenio. La mayo- ría cree que todas las advertencias de cata-
clismos, guerras, anticristo y cosas de esta línea, son simples estilos y figuras literarias.
Creen por ejemplo que la descripción de una época de paz y amor profetizada para esta
humanidad aquí en la tierra, en la Bi- blia o en las revelaciones privadas es una simple
utopía o expresiones del género lite- rario, y que aceptarlo equivale a caer en la herejía
denominada milenarismo.
Hay por lo menos dos escuelas her- menéuticas (El arte y la ciencia de la
interpretación correcta de la Biblia): la alegórica y la literal. El estilo judío de
escribir está lleno de descripciones en- riquecidas con poesía, con metáforas y
alegorías, íntimamente entramadas con mensajes e ideas específicas, lógicas y li-
terales. ¿Cómo distinguir, cuándo la Biblia está dando un mensaje literal y cuando se
debe interpretar alegóricamente?
* Por el autor.
San Juan en la Isla de Patmo
los mensajes del Apoc
Por ejemplo Jesús dice: “Por eso, si tu ojo derecho es ocasión de pecado para ti,
sácatelo y tíralo lejos; porque es más provechoso para ti perder una parte de tu
cuerpo y que no seas arrojado entero al infierno” (Mt 5, 29). No podemos tomar
esto literal sino alegóricamente.
Otro ejemplo que viene totalmente al caso, es más complicado. En el libro del
Apocalipsis de Juan, capítulo 20 versículos 1 a 7 se afirma, entre otras cosas, que:
- De una época de tribulaciones, so- brevivirán solamente los eles a Dios que
no se hayan dejado colocar la
El dilema del milenarismo herético vs. el milenismo aceptable por el Ma
marca en la260mano que el anticristo impondrá para poder comprar y ven- der en
su nuevo sistema económico (hoy entendido como un chip inteli- gente
implantado, forma de transac- ciones nancieras).
Surgirá una nueva civilización mara-
villosa, realizada por este grupo de preservados, que durará mil años.
Satanás será neutralizado durante este período, no teniendo poder de tentar
hacia el mal a esa civilización, como lo ha estado haciendo con la actual.
Al final de ese largo período de la histo- ria, Satanás volverá a entrar en acción y el
hombre tendrá un último ciclo de decadencia, trayendo su propia des- gracia.
Concluye la historia del mundo con la segunda venida de Jesucristo, anunciada,
para el juicio final.
Este predominio de la interpretación ale- górica sobre la literal fue tan fuerte que
los últimos papas tuvieron que reorientar la hermenéutica, y equilibrarla hacia lo
literal, que ha sido mantenido en el ma- gisterio de la Iglesia durante siglos, como
parte muy importante para el resguardo de sus verdades de fe. León XIII en la
encíclica Providentísimus Deus y Pío XII en la encíclica Divino afflante Espiritu re-
cuerdan la regla de oro de la her- menútica: la interpretación literal debe tener
preminencia inicialmen-
El dilema del milenarismo herético vs. el milenismo aceptable por el Ma
Hoy día domina la interpretación alegó- rica, que es la que asume el ala libera-
lizante, racionalista y modernista de la Iglesia católica. Estos teólogos, jerarcas y
católicos estudiosos, tienen más dificul- tad para aceptar la posición obviamente
literalizante de esta compilación de profe- cías privadas y bíblicas. El ala tradicional y
conservadora de la Iglesia tiende a acep- tar con más apertura los planteamientos de
esta obra y las obras afines.
Aunque él plantea esta interpretación solo como una idea personal, su fama
monumental hizo que su interpre- tación fuera rápidamente aceptada por la
mayoría de los estudiosos y desde
El dilema del milenarismo herético vs. el milenismo aceptable por el Magisterio
Estos últimos dos mil años de historia no son el milenio profetizado en la Biblia
No hay cómo hablar todavía del Reino de Dios, hoy, en esta pobre humanidad
envenenada como lo está por el ateísmo teórico y práctico y puesta en un cami-
no sin salida, bajo el temor espantoso de una tercera guerra mundial, que de esta- llar,
cuando será muy difícil poder evitar el uso de armas bioquímicas, ya listas para el
exterminio general. ¿Cómo es posi- ble hablar de un Reino de Dios en la tierra
desde la Resurrección de Cris- to hasta la Parusía? ¿No es evidente por el
contrario un reino de Satanás? Sí, el enemigo de Dios y de los hom- bres no está
todavía derrotado. Cris- to ha redimido al mundo, y ha puesto las condiciones
indispensables par la derrota de Satanás, pero su cuerpo místico no ha sido todavía
crucificado del todo, no ha muerto aún y resucitado, como su adora- ble cabeza que
es Jesús. La Iglesia sigue luchando contra el Dragón y el choque decisivo no ha
tenido lugar todavía.
Interpretar el comienzo del milenio con la paz concedida por Constantino a la Igle- sia,
no cambia la veracidad de la historia. Constantino inaugura un tiempo de paz con el
Imperio Romano, no con el dragón,
El dilema del milenarismo herético vs. el milenismo aceptable por el Ma
268
que sigue impertérrito con su furia enga- ñosa y homicida.
Todas estas dificultades (de interpreta- ción), se pueden fácilmente obviar to-
mando con sencillez los datos del Apoca- lipsis así como están, sin hacer esfuerzos
para intentar hacerles decir lo que no dicen.
De otro lado la simple reflexión teológi- ca nos lleva a las mismas condiciones. Si
Cristo ha redimido a la humanidad, la hu- manidad es suya, adquirida con el precio de
su sangre. Sobre ella pues tiene que reinar. Y el Reino de Jesús Redentor no se
El dilema del milenarismo herético vs. el milenismo aceptable por el Magisterio
¿Por qué ha estado Satanás suelto durante estos dos mil años?
El dilema del milenarismo herético vs. el milenismo aceptable por el Magisterio
Este reino todavía no es realidad; la mar- cha para conquistar al género humano
todavía no ha terminado. En el lapso del siglo XX, y exactamente en las regiones
donde el cristianismo ha puesto sus sóli- das raíces, parece más bien que Satanás esté
dominando sin resistencia alguna en la cultura, en las artes, en la economía, en los
comercios, en las industrias, en la política. Por doquier reina el ateísmo teó- rico y
práctico, la corrupción de las cos- tumbres, el engaño, el asesinato, las abe-
rraciones de la mente y del corazón de los hombres. Satanás parece triunfar. Ha
llegado a hacerse adorar como un Dios.
El dilema del milenarismo herético vs. el milenismo aceptable por el Ma
272
Entonces él será atado y arrojado al abis- mo, donde deberá gemir por el tiempo de
“mil años” durante los cuales Jesús reinará finalmente sobre la humanidad renovada.
Será la llegada de la Era nueva
El dilema del milenarismo herético vs. el milenismo aceptable por el Ma
El capítulo 20 del libro del Apocalipsis ha- bla de un reino de Dios durante mil años.
Por eso se le ha dado el nombre a este período de “El Milenio”. Hay al menos tres
interpretaciones de este: el carnal, el mi- tigado y uno que podemos llamar mile-
nismo católico.
Cuando se piensa en el “milenio” del que habla el Apocalipsis (20, 1-34), la men- te
corre espontáneamente al así llamado “milenarismo” condenado por el Magiste- rio, y
se rehuye casi por instinto tomarlo en consideración y aceptarlo como verda- dera
profecía todavía no verificada.
Este miedo es irracional y por lo tanto tie- ne que ser eliminado y sustituido por un
fuerte examen crítico del “milenarismo” confrontándolo por el “milenio” del Apo-
calipsis.
El “milenarismo”, llamado también “Qui- lianismo” (del griego kilias = mil), es una
concepción escatológica según la cual Cristo deberá reinar visiblemente en la
tierra por mil años al final del mundo.
El dilema del milenarismo herético vs. el milenismo aceptable por el Ma
276 ha tomado distintas formas según los varios autores que la han
Esta concepción
defendido. Para los más antiguos el reino terrenal de Cristo se debería insertar
entre la primera resurrección reservada a los justos y la segunda resurrección
reservada a los condena- dos, inmediatamente antes del juicio universal.
Entre los milenaristas posteriores está quien pone el Reino de Cristo después del
juicio universal. Según algunos el reino de los mil años consistiría en el goce de
los bienes materiales, según otros en dis- frute de los bienes espirituales.
Una versión de este milenio, mitigada en lo hedonista y carnal, tomó mucha im-
portancia desde los primeros siglos en los intérpretes católicos. En los últimos
años estaba tomando bastante fuerza y se hizo una consulta a la Sagrada Con-
gregación para el Santo Oficio sobre su ortodoxia, en 1944. El Santo Oficio que
contestó: “El sistema de milenarismo mitigado no puede enseñarse con se-
guridad” y se refiere a que “el que Cris- to Nuestro Señor, antes del juicio final,
previa o no la resurrección de muchos justos, ha de venir visiblemente para rei-
nar en la tierra..” O sea, se aconseja pru- dencia y hay algo de reserva al respecto,
pero no está prohibido.
No hay duda alguna sobre la naturaleza erótica del milenarismo carnal, y de algu- na
manera también del espiritual.
Análogamente la teoría de la edad áurea de la Iglesia, considerada como una espe- cie
de democracia universal civil-religiosa, no perturbada por ningún mal físico ni
moral, llena de gozo por los bienes te- rrenales precedidos por el progreso de la
ciencia y las artes, como es concebido por el anónimo anglicano de la obra “Of the
state of de Church to future age”, impresa en Londres en 1664, puede ser admitida.
Igual sucede con el sistema de renovación escatológica propugnada por el canónigo
E.A. Caubaty en tres volúmenes, puestos al índice en 1896, según el cual al final del
mundo los hombres que sobrevivirán a la conflagración general final prevista por el
Evangelio, darán origen a una raza pura y sin pecado original. Esta raza, según
Caubaty, estaría destinada a construir la Nueva Jerusalén en la cual reinará visi-
blemente Jesucristo. Todo lo anterior no puede ser aceptado como acorde al con-
cepto evangélico del Reino de Dios.
También algunos intérpretes confunden el milenio con la gloria eterna del cielo.
Por eso Aldo Gregori hace el siguiente co- mentario:
Vemos la descripción clara y distinta del milenio en el libro “La Maravillosa época
de paz y amor que se aproxima”.
El milenismo católico es el qu
sús y María en todos los
proféticos transcritos en esta
congruente con el magisterio
Católica
El dilema del milenarismo herético vs. el milenismo aceptable por el Magisterio
El milenismo católico
Esta versión que henos presentado en las transcripciones no riñe con el Magisterio de la
Iglesia. Es la que llamamos mile- nismo católico, consecuencia de una in-
terpretación literal pero realista, y equili- brada con lo obviamente alegórico. Es la
versión aceptada históricamente por los Padres de la Iglesia en los primeros siglos, en
personas y obras como los siguientes: los escritores de la Didajé o doctrina de los
Apóstoles, la epístola de San Bernabé, San Papías, San Justino, San Ireneo, Ter- tuliano,
Nepote, San Victorino, San Meto- dio, Commodiano, Lactancio, Quinto Julio
Hilariano, San Zenón, y San Ambrosio.
Esta versión interpreta el milenio como un reino de Dios o civilización del amor en
la que por fin se va a aplicar durante un período de la historia de la humanidad las
leyes espirituales y de convivencia con- signadas en el evangelio, con todos los
beneficios para los habitantes de la tie- rra. Esta vendrá después de unos últimos
tiempos llenos de tribulaciones purifica- doras y sería disfrutada por las personas
que sean milagrosamente preservadas, y sus descendientes.
Un problema que en ocasiones confunde a los intérpretes tiene que ver con la veni- da
de Cristo para este milenio. Sabemos por las Sagradas Escrituras que Cristo
vendrá por segunda vez a la tierra al fin
de la historia para el Juicio Final, para juz- gar a los vivos y a los muertos, al fin
de la historia, como rezamos en el Credo. Pero las profecías bíblicas y las
revelaciones privadas hablan de una venida de Cristo ya al inicio de este
milenio. ¿Cómo se en- tiende esto?
El dilema del milenarismo herético vs. el milenismo aceptable por el Ma
282
La Era nueva estará caracterizada, enton- ces, solamente por la ausencia del ene-
migo infernal, por fin fuera de combate, vencido y encarcelado en el abismo sella-
do. La redención conlleva necesariamen- te la completa liberación de la humanidad del
poder de Satanás.
Al finalizar la lucha, con la plena victoria del Redentor y de su Iglesia, nos parece
que el perturbador del plan de la Creación tenga que ser reducido a la impotencia
total, como le corresponde al enemigo vencido, encadenado y encarcelado.
Dios será conocido por todos como el Creador y Señor del Universo, Cristo
como Dios Encarnado y Redentor de la humanidad, la Iglesia por Él fundada será
vista y amada como una gran madre que engendra una multitud de hijos de Dios, los
hace crecer en la virtud y los lleva a la salvación eterna.
Hay una triste realidad, que nos ha sido revelada por la Sagrada Escritu- ra,
que pesará siempre sobre la vida de los hombres, también durante los “mil
años” previstos por el Apocalipsis: es el pecado original. También durante los
“mil años” el género humano será oprimido por esa pesada herencia.
El pecado de Adán ha contaminado en esta tierra a la raza humana para siem-
pre. Es la doctrina de la Iglesia sancio- nada por el Concilio de Trento. Con su
redención Cristo nos ha alcanzado, a tra- vés del bautismo, la remisión del
pecado original, no la libe- ración de las conse- cuencias que son la pérdida de
las cua- tro inmunidades (del dolor, de la muerte, de la ignorancia y de la
concupiscencia).
El dilema del milenarismo herético vs. el milenismo aceptable por el Ma
Estas consecuencias han quedado después de la muerte y de la Resu- rrección
de Jesús y286
quedará después del encadenamiento de Satanás, has- ta el fin del
mundo, de modo que al hombre le queda la necesidad de la lucha espiritual
para mantenerse dig- no de Dios.
No será una era de solo bienestar así como fue concebida por los varios mi-
lenaristas. No será pues un reino he- cho de bienes materiales, no un reino de
Dios que ignore el esfuerzo ascéti- co de la lucha espiritual, no un tiempo
áureo afianzado por un poder político directo o controlado por la Iglesia, no
un reino visible de Dios a la Chaubaty sobre una humanidad pura, sin pecado
original.
Todo esto quiere decir que continuará la posibilidad de pecados y sufrimientos. Lo que
ha sido alejado de los hombres, dice Adrienne von Speyr, no ha sido el pecado de las
personas, ni las tentaciones al pe- cado, sino el demonio en persona”. Los mil años
del encadenamiento ofrecen a los hombres “una ocasión para vivir por un cierto
tiempo sin Satanás: como si las pasiones se vieran sustraer su alimento, sin ser
eliminadas como tales”.
Sus pecados sin embargo no crearán fo- cos de escándalo, sino que pronto serán
borrados por el arrepentimiento, porque en una sociedad verdaderamente cristia- na los
pecadores se sentirán fuertemente impulsados hacia el arrepentimiento.
No ignoramos la advertencia del Concilio Vaticano II: “Toda la historia humana está
invadida por una lucha tremenda contra las potencias de las tinieblas; lucha co-
menzada desde el origen del mundo, que durará, como dice el Señor, hasta el últi- mo
día” (Gaudium Spes, 37). No nos pa- rece que este texto esté en contradicción con
todo lo que estamos diciendo a costa del encarcelamiento de Satanás predicho por el
Apocalipsis. Pues, permaneciendo también durante los “mil años” los efectos del
pecado original, los hombres deberán
El dilema del milenarismo herético vs. el milenismo aceptable por el Ma
288
La concupiscencia, afirma el
Trento, permanece en los hom
lucha, y por lo tanto para la c
mérito y del premio a favor de
han sabido vencerla, puesto q
Pa- blo. “No será coronado si
haya luchado legítimamente”
todavía luchar contra las malas tenden- cias y, por lo tanto, siendo éstas, conse-
cuencias de la victoria inicial de Satanás, se puede siempre decir que la lucha contra el
poder de las tinieblas sigue todavía. Que esta lucha tenga que durar hasta el último día,
es cosa reconocida por todos, porque Satanás, al finalizar el período de los “mil años”,
va a ser liberado de nuevo.
de Jesús es clara y amonestadora: “el que quiera seguirme que se niegue a sí mismo, que
tome su cruz de cada día y me siga” (Lc 9. 23). Pensar en el Reino de Dios como
una especie de país solo de placeres sin luchas, hedonista, es una aberración.
La Era nueva deberá ser el Reino de Cris- to Redentor instaurado por fin en toda la
humanidad.
El dilema del milenarismo herético vs. el milenismo aceptable por el Ma
Como consecuencia de este clima de elevada vida espiritual disminuirán las
angustias y290
los sufrimientos, desapa- recerán las enfermedades incurables o se
encontrarán fármacos de pronta y enérgica eficacia; será resuelto el problema
ecológico, el desarrollo de las ciencias entrará en el orden que- rido por Dios,
mientras que los des- cubrimientos de las nuevas fuentes de energía pura
asegurarán el progreso material sin temor de consecuencias dañinas al
ambiente.
Pensemos además de que Dios sos- tendrá al hombre también con medios
extraordinarios, a través de la ayuda de almas místicas que sabrá crear centros
de alta espiritualidad e irradia- rán en la sociedad la atracción hacia la sincera
piedad, una ferviente oración, una unión íntima con Dios.
Los varios “Movimientos” que han surgido en los últimos años, no programados, no
promovidos por la “Autoridad Eclesiásti- ca”, sino suscitados por la acción escon-
dida y fecunda del Espíritu Santo, como reconoce explícitamente el Cardenal Ra-
tzinger, se caracterizan exactamente por una especial devoción a la tercera Perso- na.
Ellos infundirán en la cristiandad un
El dilema del milenarismo herético vs. el milenismo aceptable por el Ma
renovado amor y una más ferviente de- voción al Espíritu Santo.
292
Tendremos con su acción una humani- dad renovada, el fruto de la redención
que Jesús ha conseguido con el precio de su sangre: será la Era nueva, el Reino de
Dios que los cristianos esperan e invocan desde hace dos mil años.
ANEXO 2: LA SALETTE Y SUS MENSAJES PARA HOY
EL ARDUO CAMINO
El dilema HASTA
del milenarismo EL MILENIO
herético CATÓLICO
vs. el milenismo aceptable por el Magisterio
Primero les habló en francés, pero como no le entendían bien, les siguió
hablan- do en su dialecto, el patoi. Les dio a cada uno por separado, un mensaje
“secreto”. Finalmente dejó de llorar, y se desvaneció lentamente envuelta en su
globo lumino- so hacia el firmamento.
El mundo no hizo caso a sus mensajes y sobrevino la gran hambre del siglo, no
hubo patatas en Irlanda, ni trigo en Euro- pa, y las uvas se pudrieron, y vino la gran
peste de tifus. Pero en el pueblo de Corps, de donde eran Melania y Maximino, no
hubo hambre ni murió nadie, porque se convirtieron y rezaron. Ante el hambre y la
peste, entonces sí, se convirtió y rezó toda Europa…
Fue sólo una aparición de un par de ho- ras, pero es una de las más importantes y
controversiales en la historia de la Iglesia. después de la publicación del “secreto”, se
ocasionó una tremenda oposición en
La Salette y sus mensajes para hoy. El arduo camino hasta el Milenio
toda Europa por las palabras duras que contenía sobre el futuro de la Iglesia y so-
bre el clero. Sólo fue aprobada cinco años después, en 1851, aprobación en la que se
dice “presenta todas las características de verdadera, y los fieles tiene fundamento para
creerla indudable y cierta”.
Es la única aparición que ha hecho surgir cuatro órdenes religiosas, con los estatu- tos
que dio la Virgen a Melania: la orden de Sacerdotes de La Salette, de monjas, de la
Confraternidad Seglar de Apóstoles de los Últimos Tiempos, y la Asociación de
Nuestra Señora de la Reconcilicación de La Salette, extendidas en todo el mundo.
Las palabras tan concretas y sinceras so- bre hechos históricos en el próximo futuro,
especialmente sobre la gran crisis y la no- che oscura por la que va a pasar la Iglesia,
todavía despiertan resistencia en algunos sectores del clero. Igual ha sucedido con
otras profecías en posteriores apariciones alrededor del mundo, en las que se habla con
igual claridad. Algunos obispos y sa- cerdotes no tienen el valor de aceptar la llamada
de atención que les hace la Virgen
La Salette y sus mensajes para hoy. El arduo camino hasta el Milenio Católico
a parte del clero que ha apostatado de los principios eternos, abandonando sus res-
ponsabilidades pastorales. Por esta razón han sido atacadas tantas revelaciones pri-
vadas en los cinco continentes en los últi- mos ciento cincuenta años. Pero el Papa
Juan Pablo II, refiriéndose a estos mensa- jes, dijo en 1992: “Estamos en el corazón de
las profecías de La Salette…”.
COLAPSO MUNDIAL
Melania, lo que te voy a decir ahora, no será siempre un secreto; podrás publi-
carlo en 1858.
Desastres “naturales”
Las estaciones serán alteradas, la tierra no producirá más que malos frutos.
Temblad tierra, y vosotros, que hacéis pro- fesión de servir a Jesucristo, pero que ínti-
mamente os adoráis a vosotros mismos.
La tierra será azotada por toda clase de plagas (aparte de la peste y el hambre que
serán generales).
Los gobernantes civiles tendrán todos un mismo designio, que será el abolir y
hacer desaparecer todo el principio religioso, para dar lugar al materialismo, al
ateísmo, al es- piritismo y a toda clase de vicios.
Los poderes civiles y eclesiásticos serán abo- lidos, y pisoteados serán todo orden y
toda justicia. No se verán más que homicidios, odio, envidia, mentira y discordia,
sin amor por la patria ni por la familia.
Olvidada la santa fe en Dios, cada indivi-duo querrá guiarse por sí mismo y ser su-
perior a sus semejantes. Y muchos se dejarán se- ducir porque no han adorado al
verdadero Cristo que vive entre ellos.
Antes que esto ocurra, habrá una especie de falsa paz en el mundo; no se pensará
más que en diversiones; los malos entregarán a toda suerte de pecados.
Un precursor del anticristo, con sus tro- pas de muchas naciones, combatirá con-
tra el verdadero Cristo, el único Salvador del mundo; derramará mucha sangre y
La Salette y sus mensajes para hoy. El arduo camino hasta el Milenio Católico
querrá destruir el culto de Dios para ha- cerse contemplar como un dios.
Francia, Italia, España e Inglaterra esta- rán en guerra; la sangre correrá por to-
das las calles; el francés luchará contra el francés; el italiano contra el italiano y
a continuación habrá una guerra general que será espantosa.
Italia será castigada por su ambición de sacudir el yugo del Señor de los Señores;
también será entregada a la guerra; la sangre correrá por todas partes.
LA GRAN APOSTASÍA
Decadencia espiritual de muchas co- munidades religiosas y sacerdotes
serán difundidos por toda la tierra. Muchas casas religiosas perderán totalmente la
fe, y perderán muchas almas.
Los sacerdotes, ministros de mi Hijo, los sacerdotes, por su mala vida, por sus
irre- verencias y por su impiedad en celebrar los santos misterios, por su amor al
dinero, a los honores y a los placeres, se han conver- tido en cloacas de impurezas.
Sí, claman venganza, y la venganza está suspendida sobre sus cabezas. ¡Maldición
a los sacer- dotes y a las personas consagradas a Dios, que con sus infidelidades y
su mala vida crucifican de nuevo a mi Hijo! Los pecados de las personas
consagradas a Dios claman al cielo y claman venganza, y esa se halla suspendida
sobre sus cabezas, porque na- die implora ya misericordia y perdón para el pueblo,
porque no hay almas generosas, no hay ya personas dignas de ofrecer la Vícti- ma
Inmaculada al Eterno favor del mundo.
Los malos libros abundarán sobre la tierra y los espíritus de las tinieblas difundirán
por todas partes un relajamiento universal para
La Salette y sus mensajes para hoy. El arduo camino hasta el Milenio Católico
todo el que se relacione con el servicio de Dios.
Adquirirán un enorme poder sobre la natu- raleza; habrá iglesias al servicio de esos es-
píritus malos, y hasta sacerdotes, porque ellos no serán guiados por el buen espíritu
del evangelio, que es espíritu de humildad, caridad y celo por la gloria de Dios.
La Iglesia pasará por una horrorosa cri- sis. La Iglesia será eclipsada, el
mundo estará consternado.
El Santo Padre sufrirá mucho. Los malva- dos atentarán muchas veces contra
su vida, sin poder hacerle daño. Pero ni él ni su sucesor verán el triunfo de la
Igle- sia de Dios. Yo estaré con él hasta el fin, para recibir su sacrificio.
SUBE EL ANTICRISTO
Subida del anticristo, gobernante totalitario
Será en esa época que nacerá el anti- cristo, de una religiosa hebrea, de una
falsa virgen que tendrá trato con la vieja serpiente, señora de la impureza; su
pa- dre será obispo; al nacer vomitará blas- femias y tendrá dientes; en una
La Salette y sus mensajes para hoy. El arduo camino hasta el Milenio Católico
palabra, será el diablo encarnado; lanzará gritos horripilantes, hará
prodigios, sólo se nu- trirá de impurezas.
La Salette y sus mensajes para hoy. El arduo camino hasta el Milenio
Ha llegado la hora; el abismo se abre. He aquí el rey de reyes de las tinieblas.
He ahí la bestia con sus vasallos diciéndose el salvador del mundo.
La sociedad está en vísperas de los más terribles azotes y de los más grandes
acontecimientos; se debe aguardar a ser gobernados por una barra de hierro y
be- ber el cáliz de la cólera de Dios.
Las iglesias serán profanadas; los sacer- dotes, los religiosos, serán expulsados; se
les hará morir y de una manera cruel.
Los justos sufrirán mucho; sus oraciones, supervivencia y sus lágrimas subirán has- ta
el cielo, y todo el pueblo de Dios pedirá perdón y misericordia y buscará mi ayuda y
mi intercesión.
AYUDAS FINALES
Apóstoles de los últimos tiempos
El evangelio será predicado por todas par- tes: todos los pueblos y todas las
nacio- nes tendrán conocimiento de la verdad.
y los crímenes de los hombres traspasa- rán las bóvedas de los cielos. París
será incendiado y Marsella engullida. Muchas grandes ciudades serán
sacudidas y se- pultadas por terremotos; se creerá que todo está perdido, no
se verán más que homicidios; no se oirá más que rumor de armas y de
blasfemias.
Los astros perderán el ritmo de sus movi-mientos y la luna sólo reflejará una
claridad rojiza; el agua y el fuego darán al globo terráqueo movimientos
convul- sivos y horribles terrores que harán des- aparecer montañas, ciudades,
etc.
Entonces, por un acto de justicia y de misericordia infinita, para con los jus-
tos, Jesucristo ordenará a sus ángeles que den muerte a todos sus enemigos.
De pronto, los perseguidores de la Igle- sia de Jesucristo, y todos los
pecadores perecerán, y la tierra quedará como un desierto.
Se remontará soberbio por los aires para llegar al cielo; será ahogado por el
alien- to de San Miguel Arcángel. Se precipita- rá, y la tierra, que habrá estado
tres días en evoluciones, abrirá su seno en llamas; será sumido para siempre, con
los suyos, en los abismos eternos del infierno. En- tonces, el agua y el fuego
purificarán la tierra y consumirán todas las obras del orgullo de los hombres,
y todo será re- novado.
Porque te amo te castigo. El Cielo nos avisa, Agustín Acosta y Padre Antonio
Etika http://www.etika.com/index.htm
Marian Apparitions
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