Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
4. Imagina que eres invisible y narra tus aventuras desde este estado. (10
líneas)
Desde muy pequeña he querido ser una persona normal pero por alguna razón,
soy invisible. Muchos pensaran que fabuloso y quisieran pasar por lo mismo pero
claramente no han vivido lo que yo. No he podido ir a la escuela, ni siquiera mis
padres me podían ver, no tenía amigos y siempre estaba sola. Claro que no todo es
tristeza, había cosas muy interesantes para hacer como por ejemplo; viajar gratis,
ya que nadie me veía podía esconderme en los aviones e ir al lugar que yo
quisiera y gracias a eso conozco todo el mundo; he logrado ingresar a tantos
lugares gratis eso me favoreció bastante, aprendí de la vida.
El invierno era mi etapa favorita del año, tenía que andar tan abrigada que nadie
sospechaba que bajo toda esa ropa no había nadie. En esa época jugaba, salía a
conocer personas y mis padres por fin se comunicaban conmigo. El invierno era
perfecto para mí.
Era una noche normal, sinceramente no sentí que fuera a ocurrir algo en especial.
Recuerdo que tome un café un poco amargo y un pan que quedó de ayer, no
sentía mucha hambre ya que venía cansado del trabajo por lo cual lo más
importante era ir y acostarme a descansar. Recuerdo también que durante la
noche despertaba con escalofríos, pero era tanto el sueño que sentía que volvía
rendida de sueño. Al despertar con la hermosa luz de la mañana desperté mejor,
me sentí distinto, demasiado distinto ahora que lo pienso. Normalmente duermo y
despierto boca abajo o de lado. Por alguna extraña razón desperté viendo el techo,
realmente a ese techo le faltaba una pasada de pintura, al intentar voltearme de
lado para poder proceder a levantarme de la cama, sin entender el porqué, mi
cuerpo no podía volverse de lado como quería ya que al hacerlo volvía a la misma
posición boca arriba de la cama. Como estaba recién despertando tampoco me
había percatado de lo extraño que sentía mi cuerpo, sentía que no solo era mis dos
brazos y piernas, había más, sentía una especia de joroba y otras cosas, pero no
era tiempo de pensar, trate de girar mi cabeza para observar mi cuerpo y era… era
como la de una cucaracha.