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En el nombre del amor se han desatado guerras, se han conquistado tierras y se han construido

castillos.

¿Qué no se ha hecho en nombre del amor? ¿Cuál es límite?

Anteponer estas palabras no te disculpa, ni te engrandece. Sin embargo, comprender el verdadero


significado del amor y la entrega que conlleva sí lo hace.

¿A cuánto éstas dispuesto por amor?

Naruto, ¿en nombre del amor guías tus pasos?

Sasuke, ¿cuánto has dado en nombre del amor?

Aunque la vida parezca una perra despiadada, ¿a cuánto estás dispuesto por amor?

Un Hokage con las ideas más claras que nunca y su mejor amigo con un secreto inconfesable
intentarán vivir en el nombre del amor.

#LemonAlert: Habrá bastante lemon como a muchos nos gusta.

Espero contar con el apoyo de ustedes también en este nuevo proyecto.♥️

Buenos días era para pedirle al señor Javier Domínguez que tiene un terreno seca de la escuela
altos de la estancia que lo limpié está muy alto

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El Mortifago & Yo by Genesis Walker

 Books » Harry Potter Rated: M, Spanish, Romance & Drama, Harry P.,


Severus S., Words: 25k+, Favs: 93, Follows: 117, Published: Mar 26,
2016 Updated: Dec 28, 2016

66Chapter 1

Hola a todos y todos para los que siguen mi fic (el fantasma
del espejo) (También snarry), avise que estaría subiendo
otro fic Snarry. Bueno. No tengo mucho que decir. Solo
espero que les guste.

Los personajes de Harry Potter no me pertenece le


pertenecen a J.k Rowling

Capítulo 1.- encuentro

(POV HARRY)

Había decidido escaparme, mientras todos estaban dormidos para


poder inspeccionar la casa de los gritos. Estaba aburrido y según la
historia que había dicho Hermione (amiga y compañera) era la
casa más embrujada de nueva Bretaña.

Lo que ella no sabía era que esa historia, era falsa. En realidad


toda esa historia, era un rumor que había creado el Director
Dumbledore para poder ocultar la licantropía de Remus Lupin, uno
de los mejores amigos de mi padre. Pero según, Remus, a pesar
de que la historia era falsa, la casa de por sí sola era espeluznante.
Además no era lo mismo verla de cerca que de lejos. Como había
tenido la oportunidad ya varias veces este año.

Estaba en mi tercer año en Hogwarts y ya podíamos ir a


Hogsmeade (Cada vez que el colegio decidiera hace una salida y
con el permiso de nuestros padres). Así que decidí dar un paseo y
observar la casa embrujada desde adentro y como en un par de
semanas acabaría el tercer año quería tener una aventura que
contar.

Había una ventaja y una desventaja en esta aventura mía. La


ventaja era que conocía un pasadizo secreto para entrar a la casa
desde Hogwarts, la desventaja era que el pasadizo se encontraba
bajo el sauce voceador. El truco era que… Bueno, tenía dos trucos;
el primero era que sabía un hechizo para hacer que el sauce se
"paralizara", el segundo era que tenía un mapa que me alertaría
de la presencia de alguien.

Así que esta aventura no podía fallar. Me fuera gustado venir con
mi amigo Ron, pero él era…bueno él era alguien con poco sentido
de aventura (Sin decir que el pobre odiaba a las arañas a mas no
poder) y de algo yo estaba seguro. Que ese lugar tendría que estar
plagado de esos bichos de 8 patas que tanto le aterraban. Así que
decidí emprender esta aventura en solitario.

Con el paso más silencioso que podía hacer. Salí de la sala común
y baje las escaleras a oscuras tratando de recordar cual era el
escalón que tenía una pequeña trampa. Me fuera gustado poder
utilizar un  lumos, pero luego los retratos comenzarían a molestar y
chillar y eso llamaría la atención de Flich. Lo bueno, era que Flich
estaba lo bastante lejos para escuchar las molestia de los retratos
pero yo no quería arriesgarme a utilizar el lumos. Todo estaba tan
silencioso que en un momento temí estar cometiendo una locura,
esperaba yo pues, no arrepentirme a mitad de camino, así que
emprendí camino y salí hasta las afueras y bajar la pequeña lomita
que llevaría hasta el sauce.

Y ahí estaba el, tan imponente y violento el sauce voceador. Tengo


que admitir que la vista era horrorosa y de tan solo pensar que
tendría que acercarme unos centímetros para poder hechizarlo
estaba haciendo que me arrepintiera. Pero bueno, era una
aventura y yo era un Gryffindor no me iba a echar hacia atrás.
Hechice a ese maldito árbol y me encamine hacia el sauce,
buscando entre sus raíces el hueco que me llevaría hasta un
pasadizo y de ahí caminar hasta llegar a la casa. Encontré el hueco
y me arrastre dentro de él. Ya adentro me dedique a caminar y
después de no sé cuantos minutos, llegue a la sala de casa de los
gritos.
¿Por qué estaba haciendo esto? Ni yo tenía idea. En cierta parte
estaba esperando que saliera uno de esos "fantasmas", y yo
saliera corriendo y hay terminara mi extraordinaria aventura. Pero
como todavía no había nada alarmante, decidí concentrarme en
observar con detalle cada una de los objetos que contenía la sala
(que por cierto era muy pocos) no había nada emocionante en ese
lugar. Así que subí las escalares hasta el segundo piso, merodee
los cuartos y camine con cuidado, temía que a cada paso que diera
el suelo se rajara y yo terminara muerto en el primer piso.

Tenía que admitirlo la casa si era horrible. Y se podía sentir la


espesura del aire algo así como si costara respirar. También el
rechinido del piso cada vez que mi pie lo tocaba era espeluznante.
Ya que había revisado toda la casa, parecía más terrorífica desde
afuera que desde adentro, pero no dejaba de ser (como había
repetido antes) espeluznante.

Decidir irme, así que comencé bajar las escaleras cuando escuché
un ruido. No era un ruido pequeño, era el reunido de un buen
golpe. Me asuste y me quede congelado en uno de los escalones.
Tal vez era mi imaginación que estaba jugándome una mala
pasada. Si seguro era eso. Entonces, esta vez escuche un pequeño
gruñido de dolor y no pude evitar aterrarme. Joder, joder no…. ¿y
si había entrado alguien? ¿Y si…había en verdad fantasmas
horripilantes? No podía moverme estaba paralizado.

Me aclare la garganta y dije en voz alta. — ¿Hay alguien ahí? —

Nada. Ni siquiera llevaba mi capa de invisibilidad para decir que


estaba "oculto". Todo estaba en silencio de nuevo, no volví a
escuchar el gruñido, saque mi varita y utilice un lumos (y aunque
estaba algo claro) termine de bajar los escalones. Tembloroso
alargue la mano con la que sostenía la varita para nuevamente
observar la sala. Y entonces vi algo que no había estado ahí
cuando llegue. Tirado cerca de un sofá totalmente roto, había un
bulto negro. Con paso cuidadoso me acerque a este y con la luz
que me brindaba el hechizo descubrí que no era un bulto. ¡Era un
hombre! El hombre estaba a boca abajo y su espalda estaba llena
de heridas parecían más bien arañazos y estos estaban sangrando
con abundancia. Me acerque para ayudarlo y el hombre
inconsciente jadeo adolorido.
Me asuste y esta vez de verdad ¿Qué debía hacer? Yo no tenía
nada con que ayudarlo. Tal vez debería regresar y decirle al
Director o a Poppy. Pero eso me llevaría mucho tiempo y tal vez
cuando quisiera regresar el hombre ya estaría muerto. Así que
trate de ayudar con lo que tenía al alcance. Con cuidado comencé
a quitarle la túnica que tenía destrozada. Trate de ser lo más
cuidadoso posible. Cuando por fin pude quitársela, comencé a
quitarle la camisa (Toda su ropa era negra) y entonces vi algo en
su brazo que hizo que me apartara. Ahí en su antebrazo estaba la
marca tenebrosa. El hombre era un mortifago. ¡Un mortifago! Mis
ojos todavía seguían fijos en la marca. Tal vez debería irme y
dejarlo morir ahí. Si eso era lo que tenía que hacer. Tenía que
irme.

Me levante, tome mi varita que había quedado tirada en el piso y


me di la vuelta. Pero no di ni un paso. Me voltee y lo mire. No
podía dejarlo ahí. Pero…pero ¡Era un mortifago! Un seguidor del
que-no-debe-ser-nombra-do. Estaba seguro que ese hombre había
matado a muchas personas pero pero….yo. ¡Maldición!. Regrese y
volvía a agacharme para terminar de quitarle la camisa. También
note que se estaba creando un charco de sangre bajo el mortifago.
Así que tuve que levitarlo hasta el sofá. Rasgue una parte limpia
de su túnica destrozada y la moje de agua, utilizando el
Aguamenti. Le limpie con cuidado la espalda para quitar la sangre.
El mortifago tenía la piel muy pálida. No sé si era por la pérdida de
sangre o porque su tono de piel era así. El hombre tenía el cabello
negro algo largo, que le tapaba el rostro así que después de que le
limpie las heridas le recogí el cabello para poder ver su rostro.

Por un momento temí que hubiera despertado pero todavía seguía


inconsciente así que pude ver su rostro. Tenía las cejas juntas y su
rostro a pesar de estar inconsciente tenía una mueca de molestia
(yo más bien diría dolor) su nariz…bueno su nariz era….olvidemos
su nariz. Volví a utilizar el Aguamenti y con otro trozo limpio de
tela, le limpie lo que pude del rostro. No podía ponerlo a boca
arriba por sus heridas y estaba seguro que el hombre tenía el
pecho sucio de sangre producto del charco. Como no tenía con que
amararle el cabello, me vi en la obligación de trenzarlo. Yo, era
bueno haciendo trenzas, mi madre siempre se las hacía, así que
como siempre la observaba aprendí a hacerlas. (Algo que no me
servía para nada porque yo no tenía el cabello largo como ella y
aunque lo tuviera no me trenzaría el cabello ¿Qué hombre usa
trenzas? Bueno, he visto a algunos utilizándolas).

Hice una pequeña tira con la tela y se la amarre la punta de la


trenza. Agarre la ropa ensangrentada que le había quitado (y
había rasgado, pero bueno ya también estaba destrozada) y la tire
detrás del sofá. Suspire y me volví a preguntar ¿Qué debía hacer?
Sus heridas estaban hinchadas y parecían querer sangrar de
nuevo. Tenía que regresar y conseguir algo para evitar que
volvieran a sangrar. Pero, ¿Por qué debería ayudar a un
mortifago? Corrección, ¿Por qué había ayudado a uno? Era un ser
humano. Eso era lo que tenía que tener presente y olvidarme del
hecho de que era uno de los seguidores del actual mago
tenebroso.

—Ya regreso—. Dije en voz alta, sintiéndome como un estúpido. El


hombre estaba inconsciente. Pero creo que me sentía un poco más
seguro hablándole.

Me di la vuelta y apresure el paso, prácticamente comencé a correr


y de la nada ya me encontraba arrastrándome por el agujero. El
sauce todavía se encontraba paralizado. Así que me sentí medio
aliviado. Subí con rapidez la loma. Observe mi mapa. Flich al
parecer ya estaba dormido porque su punto no se movía y la
estaba igual junto a él. Camine y llegue hasta la enfermería, abrí
la puerta con cuidado y gracias a Merlín no había nadie adentro.
Fui hasta el estante donde estaban las pociones que se utilizaba
Poppy y lo abrí. Agarre una frasco donde había algo de díctamo,
bueno, yo creo que era díctamo, también agarre otro frasco que
contenía un ungüento para la hinchazón. No recordaba si en
verdad servía para eso, pero de igual lo tome, también tome unas
vendas y vaya…alcohol, lo agarre y también tome algunos
algodones y esponjas.

Todo no me cabía en las manos, así que tuve que agarrar una
sábana y poner todo en la mitad y amarrarla para que quedara
tipo bolsa. Estaba nervioso. No sé por qué me preocupaba tanto
por el mortifago pero sus heridas eran graves y no quería que en
mi conciencia quedara el hecho de que no lo pude ayudar por mi
cobardía o estupidez o lo que fuera. Corrí y baje las escalares para
bajar hasta el vestíbulo del colegio y nuevamente volví a correr
por otro pasillo, salí del colegio y baje la lomita, el sauce voceador
nuevamente estaba moviéndose así que me toco hechizarlo
nuevamente. Me arrastre por el hueco y corrí por el pasadizo,
llegue a la sala agitado. El hombre todavía seguía inconsciente, así
que me acerque a él.

— Ya regrese. — Le dije, me senté en el suelo y trata de


calmarme. Saque las cosas y puse la sabana en un lugar en donde
no se ensuciara. Abrí el tarro del alcohol y humedecí los
algodones. Acerque mi mano a la espalda del hombre y con
cuidado comencé pasar el algodón sobre las heridas. El mortifago
se removió y yo me paralice. El hombre gruño inconsciente,
nuevamente volví a pasar el algodón despacio, esta vez no se
movió pero si gruño un poco, limpie con cuidado y luego con otro
algodón pase el ungüento para quitar la hinchazón de sus heridas.

Estaba cansado y agotado, las heridas del hombre estaban un


poco mejor. Regresaría a Hogwarts y me tiraría a dormir, pero
antes de eso; Lo levite unos centímetros, limpie su pecho y cubrí
las heridas con las vendas. Lo cubrí hasta la cadera con la sabana.
Las otras cosas que traje las guarde en un lugar seguro.

Le eche una última mirada al hombre y entonces me voltee para


regresar a Hogwarts

66Chapter 2

¡Hola a todas(os)! quiero agradecerles por haberle dado


una oportunidad a mi fic, enserio muchas gracias por sus
reviews

Quiero agradecerles a:

Sol Potter

Tainie

Livres et moi
ShirayGaunt

Yessenia Sss

Guest (1)

Guest (2)

Tast Cullen

Por haberse tomado el tiempo para leer el capítulo.

Nota: En este fic los padres de Harry están vivos, aquí no


existe la profecía. (Lo digo porque vi en algunos Reviews
que me hacían la pregunta y pos si, James y Lily están
vivos)

.Capítulo 2.- Despierto.

(POV HARRY)

Me desperté temprano, había logrado dormir unas cuantas horas.


Apenas estaba amaneciendo. Y de paso tenía hambre así que esta
vez utilizando mi capa de invisibilidad volví a salir. Baje las
escaleras y trate de recordar el camino hasta la cocina del castillo.

Encontré el frutero y le hice cosquillas a la pera que segundos


después se convirtió en la manija de la puerta para entrar a la
cocina. Dentro de la cocina había movimiento, ya había algunos
elfos despiertos que estaban comenzando a preparar cosas.

Todos me saludaron y me dijeron que si quería algo. Y por


supuesto pedí bastante comida para llevar (si para llevar) tenía
que pensar en otra boca que alimentar, había un mortifago
esperándome (Esperaba yo pues, que estuviera todavía
inconsciente). Salí de la cocina y repetí todo el proceso de ayer.
Hasta llegar a la sala de la casa de los gritos.
Gracias a Dios lo conseguí dormido. Me acerque a él y le revise los
vendajes, estaban rojizos. Así que debía cambiarlos. Deposite la
taza que me habían dado los elfos con comida en el suelo.

Me quite la capa y busque mi varita en mi bolsillo. Y entonces


sucedió. El movimiento fue tan rápido que grite. Una mano me
apretaba con fuerza el cuello. Con mis manos trate de apartar el
brazo pero este no cedía. Desesperado alce la vista hacia el
mortifago.

— ¡soy bueno! — Le grite y volví a tratar de apartar su brazo. —


¡Yo estoy curado tus heridas! — le dije. —

Los ojos del mortifago eran negros (¿es que acaso todo era negro
en el?) y estos me miraron con desconfianza pero por suerte aflojo
un poco el agarre.

— Yo estoy curando tus heridas. — volví a repetirle con voz


temblorosa. El mortifago se dio cuenta de su situación y comprobó
que yo no mentía, esta vez me soltó por completo y pude respirar
mejor. El hombre se sentó con cuidado sobre el sofá.

— Pues, estás haciendo un horrible trabajo. — Me dijo y ¡Dios! su


voz era gruesa que al escucharla me recorrió un escalofrió por
toda la espalda.

Me sobe mi cuello y le respondí totalmente ofendido. —


Discúlpeme usted, por mi horrible trabajo y haberle salvado la
vida. —

Al escucharme el hombre me miro malicioso y me atravesó con su


negra mirada. — Curioso. — me dijo el hombre, comenzó a
quitarse los vendajes. — ¿Ayudando a un mortifago? ¿O es que un
chiquillo como tu planeaba venderme al ministerio? — me
pregunto con burla su gruesa voz. —

Yo no iba a dejarme aterrorizar a sí que lo enfrente con la mirada.


—Pues, tengo que admitir que no es una mala idea, pero si fuera
sido eso, en vez de ponerme a curar sus heridas, fuera llamado a
alguien para que se lo llevara y ahorita mismo no estuviéramos
teniendo esta agradable conversación. — Le dije.
El hombre me sonrió malicioso parecía estar divirtiéndose con todo
esto. —Cierto. —admitió. —un punto para ti. —me dijo. —

No le quitaba la vista de encima y ahora no sabía qué hacer, el


mortifago ya se había quitado las vendas y parecía querer
comprobar el estado de sus heridas.

— Tengo díctamo. — le dije, hice el ademan para ponerme de pie


y entonces el mortifago se puso en guardia.

— ¿A dónde vas? — Me agarro por el brazo y él se puso de pie y


yo junto con él, puede ver como por sus ojos cruzaba el dolor por
haberse levantado tan rápido.

— Tengo díctamo — le repetí nervioso, tuve que alzar la mirada


para hablarle, el hombre era alto y yo le llegaba más abajo del
pecho me sentí como un completo enano.

— ¿Díctamo? — repitió el, yo asentí. — ¿Dónde está? —me


pregunto, yo le señale donde se encontraba, el me soltó y fue a
buscarlo.

— ¿Es lo único que conseguiste? ¿No tienes pociones? Que es


esto… ¿Alcohol? ¿Enserio? —

Yo me puse rojo de la rabia ese maldito no estaba valorando mi


esfuerzo. — ¡Fue lo único que conseguí!— chille, el me miro y
entorno los ojos, abrió el taro donde se encontraba el díctamo y
saco unas cuantas ramitas

— ¿lo trajiste de tu casa? —me pregunto y yo me quede mudo


¿Qué debía decirle? Obviamente tenía que mentir.

— sí. —respondí.

El me hizo otra pregunta. — ¿Eres del pueblo? —asentí y puede


ver en sus ojos que no me creía pero no me pidió explicación, el
mortifago agarro las ramas de díctamo y la llevo a su boca y
comenzó a masticarlas.

— ¿Para qué haces eso? —pregunte.


El me miro como si fuera dicho una tremenda estupidez. — si se
consume díctamo, este curara heridas poco profundas y evitara
que queden cicatrices. — Me explico y yo me sentí a un más
estúpido al estar recibiendo clases de herbologia por parte de uno
de los seguidores del señor tenebroso.

Siguió masticando y observo las otras cosas que había traído. —


Mira esto. — dijo mirando el ungüento. — ¿Quién hizo esto, tu
padre? — Siguió hablando ahora con algo de molestia. — No es
perfecto, pero creo que un niño de cinco años lo haría mejor. —Me
miro y me pregunto. —o seguro lo hiciste tu ¿Cuántos años tienes?
¿Doce?

¿Doce? Repetí mentalmente mientras la rabia volvía a


consumirme. — ¡Tengo trece! —le grite,  maldito, maldito. Tenía
que haberlo dejado morir cuando tuve la oportunidad.

El hombre rio con humor. — ¿Trece? —repitió, el muy maldito me


miro con burla. —No seas mentiroso.

Estaba seguro que mi rostro tendría que estar rojo por la rabia. —
Como ya veo que se encuentra bien, me largo de aquí. — le dije.

Comencé a caminar y pase por su lado pero él me detuvo


agarrándome por el brazo. —tu no iras a ninguna parte. —

Yo me paralicé pero en la voz del hombre todavía quedaba un


toque de burla, agarrándome por el brazo me arrastro al sofá e
hizo que me sentara. — ¿Qué le hiciste a mi cabello? —me
pregunto, él estaba de pie frente a mi tocándoselo.

Baje la vista algo avergonzado — lo trence. — Dije —me estorbaba


mientras limpiaba las heridas. —

El me miro y luego asintió algo dudoso, se agacho para recoger la


taza que traje con comida, al el agacharse note que las heridas
que tenía en la espalda ya habían desaparecido — ¿Comida? —
Pregunto, yo asentí, el mortifago se sentó a mi lado y le quito la
tapa a la taza. — Huele bien. — Dijo. —

¡Pues obvio que olía bien! El hombre comenzó a comer, y yo lo


observaba, ¡maldito! Esa comida también era para mí y mi
estómago se lo hizo saber retorciéndose. El me miro divertido
comió un poco más y me dejo algo en la taza. Yo la agarre y
comencé a comer ¡Que hambre tenia! La comida estaba deliciosa.

El mortifago se puse de pie y comenzó a buscar con la mirada algo


y al parecer lo encontró, el dio unos cuantos pasos y consiguió una
varita, su varita. — ¿Mi ropa? —me pregunto. —

Yo mastique deprisa y le respondí. —destruida. — Fui sincero. —


cuando te encontré no tenía nada con limpiarte y bueno, tuve que
romperla pero ¡ya estaba rota de igual forma!

Enarcando una ceja, el me miro ya podía ver su rostro mejor


porque ya está más claro… ¡más claro! ¡El colegio! ¡Tenía que
regresar! Me levante y tape la taza y agarre mi capa.

— Yo….tengo que irme. — Le dije, el seguía mirándome y baje la


vista nervioso ¿y si no me dejaba ir? ¿Y si me mataba? ¡Dios no!
Me aterrorice.

— ¿Irte? ¿A dónde? —me pregunto el acercándose a mí.

— a-a m-i ca-asa —Tartamudee —

— ¿A tu casa? — me dijo con burla.

Yo asentí. — No le voy a decir a nadie — me apure en decirle.

El hizo una mueca extraña en su rostro, tal vez estaba pensando


en cómo matarme, involuntariamente comencé a temblar, el alzo
su mano y cerré los ojos ¡reamente iba a matarme! Pero entonces
solo sentí como me daba dos palmaditas sobre mi cabello.
— Puedes irte a casa — la forma en como me estaba tratando era
como si yo fuera un buen perrito que había hecho todo lo que su
amo había pedido.

Se acercó a mí y me susurro en el oído. —  pero si llegas a decirle


a alguien sobre esto, voy a encontré y te matare ¿de acuerdo? —
violentamente yo asentí y con una ademan me dio permiso de
irme, agarre mi capa, me la puse y salí corriendo aterrado de ese
lugar ¡por supuesto que no le diría a nadie! Había ayudado a un
mortifago y había sobrevivido a la experiencia. Voltee hacia atrás
para ver si no me seguía pero no lo vi, aliviado suspire y continúe
mi camino.

Llegue a Hogwarts, y decidí ir a mi sala común (tenía que


cambiarme para ponerme el uniforme), ya había algunos
despiertos. Cuando me vieron entrar sosteniendo mi capa de
invisibilidad me enviaron una mirada de advertencia algo así
como "espero que no nos hayas echo perder puntos", pero puntos
no perdí. Estuve, pues (según yo) a punto de perder la vida. Pero
todo había resultado bien.

La aventura por la que había ido, había terminado convirtiendo en


otra, ayudando a uno de los seguidores del señor tenebroso. Que
gracias a merlín se había tomado todo con cierto humor (excepto
la parte en la que amenazó con matarme). No me sentía mal por
haberlo ayudado, a pesar que todavía estaba medio aterrado fue
curioso ayudarlo. Ni siquiera le pregunte su nombre (y estaba
seguro que él no me lo diría) y él tampoco me lo pregunto (y yo
tampoco se lo fuera dicho) a pesar de que ayude a un mortifago.
Ya mi cerebro comenzaba a crear escenas en donde me lo
encontraba con en la calle.

Suspire como un estúpido, esperaba que eso no ocurriera. Yo no


quería morir. Subí hasta mi cuarto y decidí por fin ir a cambiarme.

Espero que les haya gustado el capitulo y sigan la historia.

¡Nos vemos el próximo viernes! Y gracias por el apoyo

¿Reviews?

PDT: Lo de severus con el cabello trensado lo utilice por una


vez mientras miraba imágenes en Pinreste conseguí una de
Sev con el cabello así y estaba tan dhsskjdskjskd uwu
hemozo.
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Capítulo 3: Mundial de Quiddicth

(POV HARRY)

Ya había pasado casi un mes y medio desde el encuentro que


había tenido con el mortifago en la casa de los gritos y ahora me
encontraba de vacaciones. El mundial de Quiddicth comenzaría
solo en dos días y mi padre y yo, asistiríamos junto el padre de
Ron y sus hermanos. Mi madre aunque le encantaba también el
Quiddicth había decidido quedarse en casa. Diciendo en broma que
necesitaba un descanso de nosotros dos.

— ¿Ya estás listo, Hijo?— mi padre me apresuro para que


terminara de llenar mi mochila con la ropa que llevaría para los
mundiales, mi padre había logrado comprar unas buenas entradas
a un buen precio junto con Arthur.

— ¡Sí! — Le grite. —
Ya tenía todas mis cosas preparadas, partiríamos un día antes
porque el lugar en donde tomaríamos el traslador estaba bastante
lejos. Usando la red Flu llegamos a la casa de los Weasley, Ron
estaba eufórico y no paraba de hablar de las cosas que iba a
comprarse apenas llegáramos al campamento.

— He reunido toda mi vida para este momento. —Dijo, yo entorne


los ojos. —

— Estas comportándote algo exagerado, Ron. —

Ron me ignoro y siguió parloteando sobre el Mundial, ya que mi


amigo esperaba conseguir aunque sea el autógrafo de Victor Krum
(Buscador del equipo de Bulgaria). Molly la mama de Ron estaba
preparando algo de comida para llevar, ya que la caminata hasta
el traslador era larga y lastimosamente no podíamos ir en nuestras
escobas para no atraer la atención de ningún Muggle.

Me senté en un lugarcito cercano a una de las ventanas que


estaban en la sala para mirar hacia afuera, aunque no había en
realidad una buena vista, lo hacía para poder distraerme porque
tanta habladuría de Ron, sus hermanos y de nuestros padres me
estaba aturdiendo.

Me acorde del mortifago ¿y si por casualidad me lo llegaba a


conseguir en el campamento?, tengo que admitir que eso me daría
miedo, pero a la ves seria curioso ¿Qué me diría? Seguramente
averiguaría mi nombre y me mantendría vigilado o peor aún, tal
vez, él ya sabía quién era yo.

¡Cálmate, Harry! Me dije, ahora el exagerado era yo. ¿De tantas


personas que habría en ese lugar, tendría que conseguirme con él?
Según lo que había escuchado de mi padre, muchas personas,
incluso muchos extranjeros se han movilizado para poder asistir al
partido de Bulgaria vs Irlanda.

— ¡Harry! — Al escuchar mi nombre, me puse de pie


inmediatamente y entonces sentí como alguien me abrazaba, me
di vuelta, dándome cuenta que era Hermione.

— Ah… ¡hola! — Le dije de volviéndole el abrazo. —


Hermione me miro extrañada. — ¿te ocurre algo, Harry?

Yo negó y le sonríe. — No, nada ¡qué bueno que tus padres te


dieron permiso, Mione!

Ella me devolvió la sonrisa y asintió, Hermione comenzó a hablar


de lo mucho que le costó que sus padres la dejaran venir al
mundial con nosotros. La señora Weasley anuncio que ya había
empacado todo y emprendimos el camino hacia el traslador,
cuando escuche a mi padre decir que estaba lejos pensé que se
estaba refiriendo a algo lejos pero de alguna forma moderada,
pero este lejos …era lejos, lejos, lejos, lejos.. Un lejos muy
extremo. No se por cuantas horas camine, cuando por fin
llegamos, el traslador no era nada más ni nada menos que una
bota vieja. ¿Toda esta caminata por una bota vieja? Espera yo
pues, que realmente todo esto valiera la pena y el partido no me
decepcionara de lo contrario todo mi amor por el Quiddicth lo
mandaría a al carajo.

Cuando por fin pudimos trasladarnos y llegar al campamento, la


alegría se podía sentir por todas partes así que olvide mi cansancio
y no pude parar de reír las horas siguientes. Allí nos encontramos
con mi padrino Sirius y también con Remus (Ambos eran aurores
igual que mi padre).

Todos se volvieron locos apostando, yo no aposte dinero, decidí


mejor guardarlo para comprarme algunas cosas que estarían
vendiendo mañana, ya que el partido de Quiddicth se realizaría
mañana en las horas de la noche.

La carpa en donde nos quedamos era pequeña (por fuera) pero


como la magia es magia cuando entrabas se transformaba en un
lugar gigante.

— Amo la magia — Susurre para mí —

Nos dormidos tarde por hablar tanto, pero mi padre, Sirius y


Remus tuvieron que hacer varias rondas por todo el campamento
para que no ocurriera ningún altercado y hacer sentir seguros a
todas las personas que nos congregábamos en este sitio.
Al mañana siguiente cuando desperté, hacia un buen día, Ginny
que había venido con nosotros estaba preparando desayuno junto
con Hermione.

Después de desayunar fuimos hasta el lugar en donde estas


vendiendo cosas sobre el partido. Yo compre un afiche del equipo
de Bulgaria, junto con unos omniculares (Binoculares mágicos que
son capaces de repetir y enlentecer jugadas) y Ron compro uno
donde aparecía Víctor Krum atrapando la Snicht , también compro
unos omniculares junto con Hermione, Ginny y los gemelos.

Luego de curiosear, decidimos regresar para prepararnos para ir al


partido.

— ¡Que emoción! — Ron comenzó a pasearse por toda la


habitación impaciente, estaba sudando y se abanicaba con todo lo
que veía. — ¡Que nervios!

— Pareces tú el que va jugar — Le dije, Ron se echó a reír y siguió


merodeando por toda el lugar impacientándome — Me mareas

— ¿Ya podemos irnos? — Espeto Ron impacienté a su padre, el


señor Weasley asintió y todos comenzamos a salir de la carpa.

Mi papa, Sirius y Remus tenían puesto sus uniformes de auror pero


con bufandas y sombreros de los equipos que apoyaban.

— ¡Esta será mi noche de suerte, Harry! — Dijo mi padrino


haciéndome un guiño — Te comprare una Saeta de Fuego si gana
Irlanda ¿Por qué nadie cree que ganara?

— Por Víctor Krum — Le dije, mi padrino entorno los ojos, se


acercó a mí, deslizo uno de sus abrazos por mis hombros y me
susurro al oído — Ese Víctor Krum es un sobrevalorado.

— Que no te escuche Ron — Dije, entonces mi padrino dejo de


mirarme para mirar a Ron quito su brazo de mis hombros y se
deslizo hasta donde se encontraba Ron.

— Sirius….no lo hagas — Le reprendió Remus pero mi padrino le


devolvió una sonrisa divertido y entonces dijo en voz alta — ¡Ese
Víctor Krum es un sobrevalorado! —
El rostro de mi mejor amigo se tornó de un rojo furioso y comenzó
a discutir con mi padrino sobre todas las habilidades que tenía
Krum. Comenzamos a hacer la pequeña caminata que hasta el
estadio de Quiddicth y ocupamos nuestros puesto.

El ambiente era increíble y la euforia se podía sentir en el aire. Al


comienzo del partido presentaron las mascotas de los equipos, La
mascota o mejor decir "Las macotas" del equipo de Bulgaria no era
nada más ni nada menos que Veelas. Todo el público grito de
emoción, incluso yo grite, aunque había varias personas molestas
por eso. La macota del equipo de Irlanda era un Leprechaun (Una
clase de duende) que crearon usando sus varitas. ¡Todo era tan
maravilloso! El partido comenzó y el estadio parecía querer estallar
de gritos por el apoyo a sus equipos.

Los equipos comenzaron a usar sus tácticas y muchos estaban


eran pendientes a los buscadores yo estaba usado los omniculares
aunque en algún momento del partido tuve que dejar de usarlos
porque los omniculares me mostraban una cosa y en el partido
estaba sucediendo otra. Irlanda iba ganado 130 a 10 tantos, Victor
Krum se rompió la nariz al no poder esquivar una blugger que iba
director hacia él. Se sitio la conmoción en ese momento muchos
pedían una falta por lo sucedido pero el árbitro decidió no pitar
falta a favor de Bulgaria, Victor Krum se encontraba desubicado y
parecía mareado sobre su escoba todo el mundo comenzó a gritar
y Ron que estaba a mi lado comenzó a insultar al árbitro, todos
comenzaron a hacerlo (bueno yo no lo hice) incluso mi padrino
Sirius comenzó a vociferar maldiciones al pobre árbitro. Victor
Krum parecía recuperado y entonces todos comenzó a gritar y o
esta vez no era por Krum al parecer el buscador de Irlanda había
visto la Snitch y fue tras ella, Víctor Krum no se quedó atrás y
persiguió la Snitch peleándose con el otro buscador.

— ¡No la puede atrapar! — Grito Ron casi en mi oreja — si la


atrapa no ganaran el partido igual, todavía le faltan 10 tantos o 20
diferencia para que el puntaje no quede a la par.

Pero Víctor Krum no parecía importarle eso, le gano la carrera al


otro buscador y atrapo la Snitch. Los de hinchas del equipo de
Irlanda gritaron de emoción por el hecho que aunque su buscador
no había atrapado la Snitch, Irlanda igual forma había ganado 170
a 160 tantos.

— ¡JA! — Mi padrino grito de alegría en su asiento y comenzó a


brincar de un lado a otro como si fuera un niño — ¡Te lo dije,
James! ¡Te lo dije! — Grito —

— ¡Fue suerte! — Grito mi padre que estaba a su lado —

— Eres un mal perdedor amigo, tienes que ser como Remus —


Todos miramos a Lupin que tenía una suave sonrisa en el rostro —
Perdió su dinero pero no se enoja ¿Vez?, ¡Ya tienes tu escoba
asegurada, Harry!

Después de un par de bromas más, todos regresamos al


campamento y decidimos festejar por la victoria de Irlanda, al
principio costo convencer un poquito a Ron pero luego de varios
intentos acepto y todos nos divertimos. Nos dormimos a altas
horas de la noche. Yo me acosté contento por lo había vivido esa
noche. Había sido un día fantástico y nada podía dañarlo. Y con
una sonrisa me quede dormido.

Horas después me desperté por el ruido que había, mi padre, el


señor Weasley, Remus y Sirius también estaban despiertos con
varita en mano.

— ¿Qué pasa? — Pregunte.

Ellos se sobresaltaron al escuchar mi voz, mi padre me miro y


respondió. — Eso es lo que queremos saber.

Sirius decidió salir primero y todos nos quedamos dentro de la


carpa, el señor Weasley me pidió que lo ayudar a despertar a Ron
y a los otros. Mi padrino entro de nuevo algo pálido.

— ¿Qué está sucediendo haya a fuera, Sirius? — Le pregunto mi


padre impaciente —

— Mortifagos — se apresuró a decir — hay un caos horrible y


gente lanzado señales de auxilio.
Mi padre se apresuró en salir para volver a entrar — Tenemos que
irnos de aquí al parecer se están acercando — Dijo — ¡Rápido!
¡Salgan! ¡Salgan!

Ron y Ginny salieron de primeros junto con el señor Weasley luego


salieron los gemelos y mi padrino y por ultimo salí yo con mi padre
y Remus. Al salir alce la vista y mire al cielo y me quede hecho
piedra, alto en cielo estaba la marca de los mortifago, verde y
luminosa.

— ¿Ahora qué hacemos? Tenemos que asegurar a los chicos pero


no podemos irnos con ellos — Dijo Sirius — Tenemos que auxiliar a
la gente.

— ¿Estas pretendiendo que deje a mi hijo solo y desprotegido? —


Espeto agresivo mi padre —

Al notar que probablemente comenzaría una discusión Remus


decidió intervenir — Somos aurores, James.

— ¡Lo sé! — Grito mi papa —

— Hagamos algo — Dijo Remus calmado — Tú, Sirius y Arthur irán


ayudar y yo me ocupare de cuidar los chicos ¿Oke?

Mi padre, Sirius y el señor Weasley asintieron y se marcharon


enseguida y Remus nos pidió que lo siguiéramos. Todos teníamos
las varitas afuera y estábamos juntos. Pero en un momento mucha
gente comenzó a correr a nuestra dirección aterrada, al parecer en
la dirección contraria habían mortifagos y por ende a la gente
correr a nuestro dirección decidimos de volvernos, pude escuchar
como Ginny y Hermonie comenzaron a llorar quise acercarme a
ellas pero no pude un monto de gente comenzó a empujarme y
jalarme y en un momento a otro estaba solo y desorientado y
había gente que corría a otras partes.

— ¿Remus? ¿Ron? — Comencé a gritar pero nadie me respondió


así que decidí orientarme un poquito, comencé a caminar a la
dirección que creí correcta—

— ¡Ahí viene uno! ¡ahí viene uno! —


Vi como una mujer ya algo mayor comenzó a correr hacia mí, me
agarro la mano y me jalo para que corriera con ella — ¡Ahí viene
uno! — volvió a repetir —

— ¿Un qué? — Pregunte aterrado y trataba de seguirle el paso


pero comencé a tropezarme —

— ¿Qué más muchachito? ¡Un mortifago! — Me dijo la señora al


borde del miedo —

Cuando la mujer me dijo eso, hay si no puede evitar tropezarme


con una raíz de un árbol, me caí y en el proceso se me cayeron los
lentes y me golpe el tobillo.

— ¡Ay! — Eso me había dolido, no podía ver — ¿Señora? — La


llame en voz alta pero no me respondió — ¿Señora está ahí? —
Volví a decir pero nada, estaba seguro que me había dejado atrás
¿Cómo puede existir gente así? Palmee el piso en busca de mi
lentes y varita, cuando conseguí los lentes me los puse y entonces
note que el vidrio de uno estaba roto aun así podía ver más o
menos, decidí ponerme de pie y cuando apoye la planta de mi pie
sobre el suelo chille de dolor, me dolía y no podía caminar, volví a
caerme y me arrastre hasta el árbol que estaba más próximo a mi
¿ahora que iba a hacer? No podía caminar y me dolía el pie.

Y entonces escuche un ruido, alce la vista y a unos cuantos metros


de mi había un mortifago que estaba de espaldas, ahogue un grito
y trate de levantarme de nuevo ¿pero qué mierda estaba haciendo
si no podía correr? Tal vez podía esconderme detrás del árbol pero
incluso arrastrarme me dolía.

El mortifago noto mi presencia y se volteó hacia mí y no pude


evitar preguntarme ¿y si era él? ¿Y si era el mortifago al que había
ayudado en esa ocasión? ¡Pues ojala y lo fuera! Porque él podía
ayudarme ¿cierto? Él no me haría nada malo ¿cierto?

El mortifago comenzó a caminar hacia mi dirección y me rendí en


tratar de arrastrarme, me quede ahí esperando tal vez mi muerte
o mi salvación, cuando él ya estuvo frente a mí pude escuchar su
voz y mi corazón se tambaleo al conocerla.
— ¿Pero que tenemos aquí? — Dijo con su gruesa voz, se agacho y
quedo a mi altura, se quitó la máscara de hierro que tenía puesta

Pude ver su rostro con su piel pálida, su boca con una sonrisa de
burla, su cabello negro suelto y sus ojos negros me miraban
interrogantes. — Chiquillo — Me dijo.

No sé por qué pero me sonroje — ¡No me digas así! ¡No soy


ningún chiquillo! — le chille, su sonrisa se ancho más —

— ¿No? — Dijo el —

— No — Repetí yo —

El estallo en una carcajada y se puso de pie — En todo caso ¿Qué


haces aquí? — me pregunto —

— Pensé que todo el mundo podía ver Quiddicth

— Chiquillo ...

¡Lo había vuelto a decir el muy…..!Enojado trate de ponerme de


pie pero volví a chillar de dolor, me había olvidado de mi pequeño
problema.

— Oh ya veo ¿Estas lastimado? — El mortifago se volvió a agachar


— Estas de suerte, ha llegado tu mortifago favorito — Dijo y me
giño el ojo —

— Que suerte — Repetí entornado los ojos pero volví sonrojarme


un poquito —

El mortifago me remango la pierna del pantalón donde tenía el


golpe — De algo estoy seguro — Comenzó a decirme mientras toco
con delicadeza mi tobillo adolorido — No te morirás por esto
chiquillo — Dijo malicioso —

Chiquillo repetí mentalmente ¿siempre iba a decirme así? En un


impulso de idiotez le dije mi nombre — Harry —

El dejo de ver mi tobillo para mirarme a mí — ¿eh?—


— Harry — Le repetí y esta vez totalmente sonrojado ¿Por qué lo
estaba? No lo sabía ¿Por qué le decía mi nombre? Tampoco lo
sabía — Así me llamo no chiquillo.

Se quedó observándome unos segundo y la burla de su sonrisa


desapareció para solo convertirse en una sonrisa suave — Está
bien,  Harry—

Mi corazón se agito cuando dijo mi nombre y estaba seguro que mi


rostro no podía estar más rojo pero él no parecía notarlo — Muy
bien,  Harry — Comenzó a decir sacado algo de su túnica — esto si
es un ungüento de verdad, no esa porquería que me aplicaste en
aquella ocasión — Dijo algo resentido, entre sus manos había un
pequeño frasquito lo abrió y agarro con sus dedos un poquito del
ungüento que había y comenzó aplicármelo con delicadeza sobre
mi tobillo, chille un poquito de dolor — Listo — Dijo — solo no
muevas el pie ¿Dónde está tu varita? — Se volvió a poner de pie y
tapo su rostro con la máscara —

¿Ya se iba a ir? no sé por qué sentí una pequeña decepción, pero
bueno, tampoco se iba a quedar aquí conmigo esperando que
apareciera mi padre y los demás, ¿Para qué quería mi varita?
¿Para matarme? No, no iba matarme porque me había ayudado
con mi golpe — No lo sé, tiene que estar por aquí en alguna parte

El mortifago suspiro pesadamente y miro alrededor para ver si


encontraba mi varita, al parecer la consiguió porque se agacho y la
recogió y entonces apunto con ella al cielo — ¡Periculum! — De la
punta de mi varita salieron disparadas un centenar de chispas
rojas que centellaron en el cielo, estaba pidiendo una señal de
auxilio, él se acercó a mí y me tiro la varita — Adiós, Harry — Me
dijo, vi cómo se a volteo para irse pero agarre la punta de su
túnica.

— ¡Espera! — me apresure en decirle —

Él se volteó hacia mí y me miro expectante — ¿Qué?

— ¿No vas a decirme tu nombre? — le pregunte, ¡por supuesto


que no me diría su nombre!¿porque se lo estaba preguntado?¡me
había vuelto loco! Seguramente ahora si iba a matarme, pero él se
quedó ahí en silencio y luego hablo —

— Si estas alerta la siguiente semana lo sabrás — Me respondió,


yo asentí y él se volvió a dar la vuelta alejándose de mí, ya unos
metros más adelanté se volvió a mirarme y yo no pude evitar alzar
la mano haciendo un gesto de despedida, él lo vio y entonces se
desapareció, abatido suspire, ahora me encontraba solo ¿Dónde
estarían Remus y los demás?—

— ¡Harry! — Escuche mi nombre, mire hacia donde provenía la voz


y Remus y los otros corrían hacia mí — ¿Por qué te alejaste?
¿Estás bien? — me pregunto—

— No me aleje fui empujado por la multitud y luego no los


encontré — Dije, hice el esfuerzo para ponerme de pie y al apoyar
la planta de pie en la pierna donde me había lastimado me di
cuenta que ya no me dolía — y si estoy bien —

Remus asintió y pidió que lo siguiéramos, esta vez yo iba a su


lado, mientras caminábamos repetía mentalmente la última frase
que el mortifago me había dicho.

"Si estas alerta la siguiente semana lo sabrás"

¿Cómo lo sabría? ¿Cómo descubriría su nombre? No sabía cómo lo


haría pero lo iba a descubrir.

:c como se llamara ese mortifago joder joder joder (?)


xDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDD jajajajaja

Bueno ¿que tal les pareció el cap? espero su opinión los


reviews.

Nos vemos el ...¿viernes o jueves...o tal vez miércoles!

Bye
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El Mortifago & Yo by Genesis Walker

 Books » Harry Potter Rated: M, Spanish, Romance & Drama, Harry P.,


Severus S., Words: 25k+, Favs: 93, Follows: 117, Published: Mar 26,
2016 Updated: Dec 28, 2016

66Chapter 4

HOLAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA
A! ¿Como están? Lamento por no haber actualizado antes!
pero ahí vamos! espero que les guste! Gracias por los
Reviews y no dejen de seguir la historia.

Capítulo 4: El torneo de los tres magos

(POV HARRY)

Ya habían pasado varios días desde lo sucedido en el mundial de


Quiddicth, obviamente se formó la grande en el ministerio por todo
lo sucedido con los mortifago y todos estaban preocupados de un
siguiente ataque. Y de lo único que yo estaba preocupado era de
como averiguar el nombre del mortifago que conocía.

— Alerta. Alerta — me repetía siempre esas palabras tratando de


encontrarle sentido ¿Cómo me iba a enterar de su nombre?
¿Cómo?

Cuando baje a la cocina para desayunar, mi madre me informo


que ya había llegado mi carta de Hogwarts con la lista de libros
que debía comprar. ¡Joder no! ¡El colegio! ¡Lo había olvidado! Ya lo
otra semana entrabamos a clase y tenía que descubrir el nombre
del mortifago antes de entrar al colegio o de lo contrario nunca me
enteraría y además al entrar al colegio no tendría oportunidades
de volver a encontrarme con él (Aunque en el mundial fue una
casualidad) además ¿para qué quería volver a encontrarme con un
seguidor del señor tenebroso? ¿Por qué me esforzaba tanto en
descubrir su nombre? Debería dejar las cosas y seguir con mi vida
pero no…. ¡Tonto Harry! ¡Tonto! ¡Tonto! Tal vez…podría volverlo a
encontrar en la casa de los gritos, tal vez lo vuelva a conseguir
herido y puedo ayudarlo de nuevo, Tal vez podría volver a
trenzarle el cabello porque me había dado cuenta que no lo lleva
trenzando esa vez.

Sentí un cosquilleo en mi estómago al pensar en eso. Pero si lo


encontraba nuevamente herido tendría que conseguir ingredientes
y bueno… díctamo. El había dicho que el díctamo era bueno para
las heridas, tendría que conseguir un buen libro donde enseñaran
hacer ungüentos curativos pero él decía que el ungüento que le
aplique esa vez era un asco…aunque no lo había hecho yo, lo había
hecho el profesor de pociones y lo había robado del estante de
Poppy. Así que yo mismo haría un ungüento y le demostraría que
sería tan bueno como el que él me aplico en la pierna.

— ¿Iremos hoy a Diagon a comprar mis libros? — Le pregunte


ansioso a mi madre que estaba leyendo el profeta —

— ¡SI! — Grito ella, yo me impresione por el grito — ¡Hoy estará


Severus Snape firmando libros!

¿Severus Snape? ¿Quién era ese? Bueno, no me importa, lo único


importante ahora es ir a Diagon y conseguir el libro de ungüentos
curativos.

— ¿Iremos a Diagon hoy? — Volví a preguntarle a mi madre —

— Claro, amor, claro — Respondió mi madre emocionada — Hoy


será un día espectacular

— Dijo ella llena de felicidad —

Mentira.

Hoy no sería ningún día espectacular, Diagon estaba a reventar,


tal vez era por ese tal Severus Snape, lo poco que se es que es un
gran pocionista... y que ha escritos muchos libros sobre pociones y
ungüentos. Algo que yo necesitaba con urgencia en ese momento.

— ¿Iremos a la librería Flourish y Blotts o a otra? — Dije —

— ¡a Flourish y Blotts! — respondió mi madre ansiosa —

Nos dirigimos hacia ya pero la librería como todo Diagon parecía


reventar, había tanta gente que fue imposible entrar, al parecer el
tal Severus Snape estaba adentro firmando autógrafos y lo único
que yo necesitaba era un libro de ungüentos. Mi mama si se hizo
un espacio y comenzó a escabullirse entre la gente para poder
entrar a la librería, Yo le dije que iría a ver otras cosas y ella
asintió.

Gracias a Merlin. Flourish y Blotts no era la única librería que


existía en Diagon, encontré otra aunque era un poco más
pequeñita y se notaba que ya eran libros usados (algo que no me
importaba no necesita un libro nuevo, lo que necesita era el
contenido) ahí atendía una señora ya bastante mayor. Muy amable
ella me ayudo a buscar el libro que necesitaba. No costaba mucho.
Así que salí de ese lugar feliz con el libro que tanto necesitaba.
Decidí regresar a la librería ya había menos gente y se podía
entrar en ella.

— ¡Harry! — Vi a mi madre, a la señora Weasley y a Hermione


Juntas con un montón de libros entre sus manos. —

— ¡Harry te lo perdiste! — Dijo mi amiga acercándose a mí


brincando de la felicidad—

— ¿El qué? — Pregunte desinteresado —

— ¡La firma de libros! — Dijo mi madre suspirando encantada —


Te compre todos tus libros y el de pociones hice que te lo firmara.

— ¿Firmar? ¿Quién? — Pregunte esta vez confundido —

— Severus Snape — Respondió mi madre — Es un muy amable y


eso que aparece tan intimidante — La señora Weasley asintió al
comentario de mi madre — ¿No es emocionante, Hijo?

— Súper emocionante — Entorne los ojos fastidiado — ¿Ya vamos


a regresar a casa?

Mi madre negó — Todavía falta comprarte algunas cosas más —


Dijo ella — ¿Por qué la prisa? — me pregunto, yo no sé por qué
pero me sonroje y apreté con fuerza la bolsa en la llevaba el libro
de ungüentos — eh….estoy cansado. — Le dije —

Mi madre no se creyó el cuento y miro el libro que yo había


comprado — ¿Qué es eso? — Pregunto —

— Ehhhh….pues que más un libro — Respondí evitando mirarla —

— ¿Qué tipo de libro es? — Volvió a preguntarme esta vez


exigente —

— ¡sí que libro es Harry! — Dijo Hermione interesada, O gracias


amiga por apoyarme —
— De ungüentos — Respondí, Pues, no había nada malo en el —

— ¿Tu? — Mi madre soltó una carcajada — ¿Tu leyendo un libro


que no sea de Quiddicth?

¡Mi madre estaba avergonzándome frente a Hermione y la señora


Molly! — ¡Pues, por eso! ¡Siempre dices que lea una cosa distinta!
y….y conseguí el libro y me pareció interesan — le mentí, bueno,
no era en si una mentira, el libro lo necesitaba, lo necesitaba para
él.

Mi madre puso en el suelo los libros que ella estaba cargando y me


arrebato la bolsa — ¿Para qué quieres un libro de ungüentos? —
Pregunto mi madre curioseando las páginas del libro —

— Lo vi y me gusto — Respondí eso solamente — ¿Qué falta por


comprar?— Insistí, quería regresar a casa de inmediato –

— Si estas tan desesperado — Dijo mi madre me devolvió el libro y


se agacho para recoger los otros — Puedes regresar tu solo a casa,
toma — Tuve que agarrar todos mis libros — Llévatelos

Yo asentí y me despedí de Hermione y la señora Weasley, encontré


la red flud y viaje a casa por ella.

Los siguientes días previos al inicio de clase, la pase leyendo el


pequeño libro, habían cosas muy interesantes y decidí intentar
hacer algunos ungüentos, no sé si me habían quedado buenos, no
tenía con que probarlos…a menos que yo mismo me hiriera y era
algo que no iba hacer. También me mate tratando de encontrar el
nombre del mortifago pero no lo descubría ¿Era que su nombre me
iba a caer del cielo? Lo dudaba bastante. Así que me resigne un
poquito pero no me di por vencido.

Me sentía decepcionado, ya estaba en Hogwarts y no pude


descubrir el nombre del mortifago, tan decepcionado estaba que
hasta mis padres se dieron cuenta días antes de entrar a
Hogwarts, mi padre me dijo que este año en Hogwarts ocurriría
algo sensacional y pues yo esperaba que fuera verdad.
Los primeros días en el colegio fueron los mismos de siempre y el
cuarto año parecía ser aburrido, aunque en el colegio parecía ver
un cierto ambiente de misterio, como había dicho mi padre, tal vez
si ocurriría algo sensacional este año. Con respecto al mortifago,
tenía yo planeado ir hoy en la noche a la casa de los gritos, el
lugar en donde nos encontramos por primera vez, tal vez era algo
estúpido ir pero yo tenía esperanza…esperanza de encontrarlo ahí
de nuevo.

Ya había anochecido, con capa en mano y observando el mapa del


merodeador me encamine al sauce voceador como ya lo había
hecho antes hechice al árbol y me arrastre por el túnel que llevaría
a un pasillo de la casa de los gritos. Me sacudí el polvo y respire
hondo antes de encaminarme a la sala. Cuando llegue, como temía
la sala está vacía.

Y nuevamente llego la decepción ¡Ya averiguar su nombre no me


importaba! ¡Quería verlo! ¡Quería verlo de nuevo! Pero era obvio
que él no se iba aparecer por aquí ¿cierto? Sería mucho pedir, así
que me quede por unas cuantas horas con la esperanza de que el
mortifago se apareciera pero no ocurrió, así que regrese a
Hogwarts con la esperanza esta vez de que apareciera el día
siguiente en la noche. Pero no ocurrió. Dure yendo a la casa de los
gritos por varios días y regresaba a mi dormitorio decepcionado.

Sobre la cosa sensacional que iba a suceder en Hogwarts, ya lo


había descubierto, lo habían anunciado el día de ayer en la noche y
ayer mismo en las horas de la tarde fuimos testigos de la llegada
de otros dos colegios de magia que eran la Academia de
Beauxbatons y el Instituto Durmstrang.

Y hoy anunciarían a los jueces y a un invitado especial, yo había


planeado ir hoy a la casa de los gritos en la noche…para…para
seguir con mi rutina (una rutina que no tenía sentido, estaba
obsesionado con un mortifago) pero era obligación asistir al
anuncio de los jueces, así que no podría ir en la noche a la casa de
los gritos, así que decidí ir ahora en la tarde.

Algunas veces sentía que estaba perdiendo el tiempo al ir a la casa


de los gritos y no encontrarlo pero también tenía que aceptar que
me estaba haciendo ilusiones. De igual forma decidí ir.
Cuando pise la sala, no podía creer lo que mis ojos estaban viendo
¡tenía que ser una ilusión! ¡Era el! Sentí como de la nada un
cosquilleo en mi estómago se formó y también sentí como me
ruborizaba, él se dio cuenta de mi presencia y se volteó hacia mí,
el mortifago estaba vestido completamente de negro, estaba muy
elegante y tenía el cabello suelo.

— ¿Pero que tenemos aquí? —Dijo, recuerdo que el había dicho lo


mismo cuando nos habíamos encontrado en el mundial de
Quiddicth —

— Ehhhhh — Ni siquiera sabía que decir me sentía como un idiota


— Entonces Harry ¿Cómo estás? — Pregunto burlonamente


mientras caminaba hasta donde me encontraba —

— B-bien — Tartamudee — ¿y tú? — Le pregunte, estaba seguro


que más rojo yo no podía estar —

— Bien, Bien — Dijo, él ya estaba frente de mi — ¿Entonces? ¿Ya


sabes mi nombre?

Baje la mirada al suelo — No.

— ¿No? — El sonaba sorprendido — ¿Enserio?

— ¡Enserio! — Chille — ¡No pude descubrirlo! —

De la nada el comenzó a carcajearse — Oh vamos… ¿Enserio,


chiquillo?

— ¡No soy ningún chiquillo! — Espete rojo de la vergüenza — ¡Me


llamo Harry! ¡Harry!

— ¿Cuentos años tienes? — Dijo el divertido — ¿Doce?

— ¡Tengo catorce! — Dije yo furioso —

— Mentiroso….esa vez me dijiste que tenías trece — El mortifago


parecía estar divirtiéndose conmigo —
— ¡Cumplí años! —

Yo aún tenía la mirada fija en el suelo pero podía sentir que estaba
mirándome fijamente — Feliz cumpleaños, Pues, Harry.

¡Arggggg! ese maldito iba matarme de una rabieta, decidí


serenarme y preguntar — ¿No vas a decirme tu nombre? —

— Mmmmm — Comenzó a menearse de un lado hacia el otro —


¿Por qué tendría que decírtelo? — Pregunto el — Podrías delatarme
ante el ministerio

— ¡Yo te dije el mío! — Le respondí yo, no me iría de ese lugar sin


saberlo — ¡Además yo te dije que no diría nada!

— Pero tú no me has dicho tu apellido — Dijo el dirigiéndose hacia


el sofá viejo que había en la sala —

Yo lo seguí, él se sentó — ¡¿Qué?! ¿Por qué tendría que decirte mi


apellido? — ¡Seguro quería saber mi apellido para investigarme y
mantenerme vigilado! Además…si le decía mi apellido, el
terminaría muerto de la risa ¡Era una trampa! pero…aun así…—
¿Qué gano yo si te lo digo? —

— Te diré mi nombre — Me dijo el tranquilamente — Entonces


Harry ¿Cuál es tu apellido?

— Potter — me sorprendí como mi apellido abandono mi boca con


rapidez —

— ¿Cómo? — Dijo, quería que lo repitiera, me senté al lado de el


— Dilo más alto

— Potter

— ¿Potter? — Repitió el enarcando una ceja —

— Mi nombre es Harry Potter — Le dije ruborizado mirando las


puntas de mis zapatos —

El mortifago volvió a estar en carcajadas a mi lado — ¡El hijo de un


auror! — el siguió riéndose a mi lado. Por eso no quería decírselo,
porque sabía que sucedería esto —Ay…. El hijo de un auror —
volvió el a repetir, continuo riéndose — Que diría tu padre, Potter,
si te viera en estas andanzas

— Yo no he hecho nada malo — Dije muerto de vergüenza pero


había cumplido mi palabra — Entonces… ¿Cómo te llamas? — Le
pregunte totalmente rojo —

El calmo su risa y me miro — No voy a decírtelo —

— ¿Qué? — casi grite — ¡Lo prometiste! — Argg maldito eso me


pasa por confiar en un mortifago —

— Dije que iba a decírtelo, pero no dije que te lo diría hoy — me


sonrió de manera maliciosa —

¡JA! Tenía el que ser un mortifago al jugarme esa jugada ¡Yo


quería saber su nombre! ¡Lo quería!

Él se puso de pie — Tengo que irme — Dijo

¡No! Chille mentalmente ¡No te vayas! Te he…te he esperado por


mucho tiempo — ¿Ya te vas? — Era obvio que iba a irse, las
cosquillas que todavía sentía se transformaron en un nudo
doloroso —

— Si — Dijo — ¿Puedes trenzarme el cabello como lo hiciste esa


vez? — Me pregunto —

Yo de inmediato asentí, el volvió a sentarse en el sofá y yo me


puse de pie y me coloque de tras del sofá para poder peinarlo —
Ammmm ¿Cuándo ….— No termine la pregunta ¿Qué le iba
preguntar? ¿Cuándo vas a pasarte por aquí otra vez? —

— No volveré por aquí — Dijo respondiendo a la pregunta que no


llegue a formular —

— Oh... — Fue lo único que pudo salir de boca, por alguna razón el
nudo de mi estómago me dolió aún más, tal vez por eso no quería
decirme su nombre, me di cuenta que no había tenido oportunidad
de hablarle de los ungüentos pero…ya no importaba —
No dijimos nada más, yo termine de trenzarle el cabello, cuando
termine, él se puso de pie y miro — Gracias — Me dijo, él se veía
tan…tan...bien, le había dejado unos mechones sueltos de su
cabello en la frente —

— De nada — le dije, el me sonrió y se volteó —

— Adiós Harry — Me dijo, yo alce la mano y me despedí de él y el


despareció —

No me quede ni un segundo más ahí cuando lo vi desaparecer, me


voltee y comencé a caminar por el pasillo que me llevaría al túnel.
Me detuve al darme cuenta que algo estaba bajando por mis
mejillas, al tocarme, me di cuenta que estaba llorando ¿Por qué
estaba llorando? No sabía la razón, trate de calmarme y evitar
llorar y encontrar la razón pero no podía, así que decidir llorar. Me
sentía triste. No había nadie que me pudiera escuchar. Nadie.

Cuando por fin me calme, limpie el resto de mis lágrimas y me


deslice el por el túnel. Quería tirarme en mi cama y no salir jamás
de ella. Cuando ya me encontraba por subir las escaleras hacia el
retrato de la señora gorda, Hermione y Ron bajaban por ella.

— ¿Adónde vas Harry? — Me pregunto Hermione mirándome


detenidamente — ¿Te sientes bien? — Me pregunto —

Yo asentí — Sí..ammm voy a subir — Dije —

Hermione me detuvo — ¿Qué? ¿Subir? ¡Harry! Tenemos que estar


presente en el anuncio de los jueces — Me dijo ella, yo lo había
olvido por completo, así que Hermione y Ron me arrastraron hasta
el gran comedor donde la gran mayoría estaba reunida.

Cuando el director Dumbledore comenzó hablar sobre el torneo de


los tres magos y los colegios participantes no presente atención, ni
siquiera tampoco cuando comenzaron a anunciar los jueces. Yo
estaba en otro mundo.

— Y ahora damas y cabellos — Pude escuchar al director


Dumbledore anunciar al invitado especial — ¡Severus Snape!
Escuche muchos chillidos de emoción, incluso los de Hermione y
Ginny y yo entorne los ojos fastidiados, O través el nombre de ese
tipo, alce la vista para por fin conocerlo y entonces me quede
hecho piedra. Era….Era….Era ¡El! ¡El mortifago! ¡Maldito mentiroso!

El comenzó a caminar entre el espacio que daban las mesas de


Hufflepuff y Ravenclaw hasta el director Dumbledore.

— Señor Snape — Comenzó a decir el director — quiero


agradecerle por su presencia y haber aceptado la invitación —

— Yo le agradezco a usted por invitarme — Respondió el con su


rostro de seriedad, no parecía ser el mismo con el que había
hablado antes, aquí no sonreía —

El director Dumbledore sonrió y continúo hablado sobre el torneo.


El mortifago…o ahora Severus Snape comenzó a buscar
disimuladamente algo entre la multitud. El cosquilleo regreso
¿Seria a mí? Su mirada negra choco con la mía y entonces el
rápidamente me hizo un guiño.

¡Era a mí! Instantáneamente una sonrisa se plasmó en mi rostro


¡Era a mí al que buscaba! El cosquilleo se hizo más fuerte. Todo
este tiempo tuve su nombre frente a mi ¡incluso yo ya lo sabía!
Argggg me sentía como un estúpido pero ya sabía su nombre.

Severus Snape

:V ERES UN CIEGO HARRY! Ok ya

uwu espero que les haya gustado

;w; ¿Reviews? si dejas uno me motivas a continuar la


historia

sjdjskjsks Gracias por leer ¡Hasta la proxima!

PDT: Algun error lo siento

Bye
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Capitulo.-5: Severus Snape

(POV HARRY)

Después que el director Dumbledore dio por finalizado las


presentaciones por fin dio el inicio para la cena, tengo que admitir
que me costaba algo de trabajo comer por que el cosquilleo que
sentía en el estómago no me dejaba, era como si tuviera el
estómago lleno de….mariposas.

Me costaba un poco respirar, también estaba un poco rojo. Trate


de concentrarme y olvidarme que el mortifago estaba sentado en
la mesa de profesores, trataba de evitar mirar ahí y dejar de
pensar poco en él, pero en la mesa no se paraba de hablar de otra
cosa que no fuera del torneo de los tres magos y de él.

— ¡Qué maravilla! — Chillo Hermione a mi lado totalmente


encantada — ¡El señor Snape dará tutorías!
— Totalmente genial — Dije dejando comer — Maravilloso —
Repetí —

Hermione me miro y arrugo un poco el ceño — ¿te pasa algo


Harry? — Me pregunto ella —

Yo negué y sonreí un poco .El cosquilleo era tan fuerte que no me


dejaba comer — No me pasa nada — le respondí — Estoy cansado
— Bueno, lo estaba un poquito pero primero quería hablar con el
mortifago ¡El muy mentiroso me hizo creer que no lo vería mas!
Pero…ahora que sabía su nombre ¿Cómo le diría? Bueno… ¿cómo
lo llamaría?, porque, nos tuteábamos ¿Tendría yo ahora que
tratarlo de usted? ¿Tendría que decirle Señor Snape? o ¿me
dejaría llamarlo por su nombre?...Severus…. No pude evitar
sonreír ¿me dejaría llamarlo así? El me llamaba por mi nombre.

Estaba tan concentrado tratando de responder esas preguntas en


mi mente que no me había dado cuenta muchos habían
abandonado su lugar en el comedor.

Hermione me dio unos toquecitos en el hombro — ¡Vamos! —


Volvió a chillar —

— ¿Qué? ¿Adonde? — Pregunto Ron, Hermione lo tenía agarrado


fuertemente por el brazo —

— Si ¿adonde? — Dije yo, Hermione me agarro también por el


brazo —

— ¡Vamos a saludar al señor Snape! — Dijo ella con tono de


emoción —

— ¡¿Qué?! — Ron y yo gritamos —

— ¿Estás loca? — Dije nervioso, sentí como me ruborizaba al


instante — ¿Para qué quieres saludarlo?

— Para agradecerle por haber aceptado la invitación del director


Dumbledore y para decirle lo mucho que lo admiramos —
Respondió ella en tono natural como si fueran obvias sus razones

— Queras decir…lo mucho que tú lo admiras, Hermione. — Dijo
Ron, yo asentí —

Hermione nos miró furiosa a ambos pero aun así tuvimos que
acompañarla. El mortifago…bueno, el señor Snape estaba
platicando con un par de estudiantes que contemplaban admirados
a su ídolo frente a ellos, Hermione, Ron y yo nos acercamos a él.
El par de estudiantes termino de conversar con el cuándo nosotros
ya estábamos ahí.

— Muchas gracias, señor Snape por habernos permitido hablar con


usted —Dijo uno de ellos, el asintió e hizo un gesto para
despedirlos —

A pesar de que lo tenía frente a mí, decidí fijar mi mirada al suelo,


Hermione fue la que comenzó hablar — Señor Snape ….— Dijo ella
— Yo….ammm…Nosotros...ammm — La voz de Hermione se tornó
temblorosa —

Snape la seguía mirando con su expresión seria — ¿Si? — Dijo el,


el tono de su voz hizo temblar un poquito más a Hermione, incluso
a Ron, si no lo conociera estuviera seguro que yo también fuera
temblado —

Parecíamos un trio de idiotas frente a él, así que yo decidí hablar


aun mirando el suelo — Mi amiga quiere agradecerle por haber
aceptado la invitación del director Dumbledore — Dije — y que
también ella le admira mucho a usted.

Por el rabillo del ojo mire a Hermione que tenía la miraba en


Snape — Yo…amm como dijo mi amigo. Soy una seguidora de sus
libros y también estuve en la firma de libros que hizo en Diagon —
Dijo por fin ella —

El señor Snape asintió y entonces dijo — ¿Mi seguidora tiene


nombre? — le pregunto el cortésmente a Hermione, yo alce la
mirada —

Ella asintió y temblorosa estiro su mano hacia el — Hermione


Granger es un placer conocerlo, Señor — el tomo la mano de
Hermione y la apretó ligeramente — Igualmente, señorita Granger.
— Dijo el, entonces miro Ron — ¿y usted? — le pregunto el a mi
amigo —

— R-ron W-weasley — Tartamudeo Ron y presuroso estiro la mano


hacia el — es un gusto, señor.

Snape soltó con suavidad la mano de Hermione y apretó con un


poco más de fuerza la de Ron — Igual, señor Weasley — Dijo él y
entonces soltó la mano de Ron para fijar su vista en mi — ¿y
usted? — Volvió a preguntar — ¿Cuál es su nombre? —

¿Era una broma? ¡El muy maldito, me estaba haciendo una broma!
A pesar de que su voz estaba en un tono normal, podría jurar que
percibí un tono de burla en la pregunta, fije mi mirada en él y su
rostro estaba completamente serio como si en verdad quisiera
saber mi nombre, cuando el muy maldito ya lo sabía ¡me vengaría
por esto! Hermione me dio un pellizco con disimulo, yo la mire y
ella hizo un gesto con la cabeza para que me presentara —

Estire mi mano hacia él y lo miraba fijamente a los ojos, a pesar


que ya el sabia mi nombre y yo ya se lo había dicho, no pude
evitar ruborizarme — Harry Potter — Le dije y entonces sonreí —
Un gusto conocerlo, Señor Snape.

El tomo mi mano y la apretó, pero no tan fuerte como lo había


hecho con Ron, ni tan suave como lo había hecho con Hermione—
Es un placer conocerlo, señor Potter — me dijo mirándome
fijamente y cubrió mi mano que tenía agarrada con su otra mano

Era como si el mundo se fuera detenido cuando mire sus ojos


negros, el cosquilleo regreso intenso, pero no me molestaba…me
gustaba el cosquilleo, me gustaba el cosquilleo que sentía cuando
estaba con él, ensanche mas la sonrisa y el apretó un poquito más
el agarre que tenia de mi mano, se veía tan bien con la trenza que
le hice. Aunque su rostro serio también era algo nuevo para mí,
porque, bueno, las pocas veces que nos conseguimos, él siempre
sonreía. Pero aquí no. Aquí él era tan intimidante.
— ¡Señor Snape! — La profesora Minerva se acercó a nosotros,
pude ver como el frunció el ceño molesto por la interrupción, me
soltó la mano —

— ¿Sí? — Dijo el mirándola —

— El director Dumbledore quiere hablar sobre las tutorías que dará


durante su estadía — Le dijo ella, el asintió —

— Bueno — Dijo el, volviendo la mirada hacia nosotros, pero solo


me miraba a mí — fue un gusto conocerlos — hizo un breve
inclinación y se marchó junto con la profesora Minerva —

Hermione en su puesto dio unos cuantos brinquitos de alegría —


¿Vieron que no era tan difícil, chicos?

— Por su puesto que no — Dijo Ron — tú te quedaste hay


petrificada —

— ¡Claro que no! Es solo que….que…se me fue la voz — Hermione


se justificó y entonces dijo — ¿Cierto, Harry? — Escuche como me
pregunto, pero yo aún continuaba mirando el lugar por donde él se
había marchado — ¿Harry? — Hermione me sacudió —

Ron comenzó reírse — al parecer Hermione no fue la única


petrificada — Bromeo —

Yo lo escuche perfectamente así que voltee hacia el — C-cie-er-to,


Señor Weasley — dije imitado su tartamudeo para molestarlo, Ron
se puso rojo de la vergüenza y Hermione y yo estallamos en risa.

Después de eso tuvimos que regresar a nuestra sala común por


que ya era de hora de dormir. Yo, por supuesto quería hablar con
Snape y yo sabía que Snape quería hablar conmigo. Pero no sabía
dónde se estaba quedando, aunque podría buscarlo por el mapa
del merodeador no quería aparecer de la nada ahí.

Decidí, yo, pues, dormir y esperar al día de mañana pero horas


después de que me había dormido fui despertado por varios
picoteos. Molesto yo me desperté y trate de encontrar la razón que
evitaba que durmiera cuando sobre mi encontré un cuervo ¡un
cuervo sobre mi cama! Trate de espantarlo y que saliera de la
habitación, evitando que despertara a mis amigos pero cada vez lo
intentaba el cuervo me picoteaba y entonces lo note. El cuervo
llevaba en una de sus patas una pequeña nota. ¿Era para mí?
Tembloroso me acerque al cuervo (que no me picoteo esta vez)
quite la nota de su pata. No era tan extensa, solo había una
palabra.

"chiquillo"

Involuntariamente sonreí, eso quería decir que él quería hablar


conmigo ¿Cierto? ¿Cierto? Pero…. ¿ahora? De la nada me puse
nervioso, tenía que salir de aquí. Me puse mi capa de invisibilidad,
baje las escaleras hasta la sala y salí por el agüero que daba la
salida/entrada de la casa común.

Comencé a bajar los escalones con cuidado recordando cuál de


todos era el que tenía una pequeña trampa. ¿Ahora que debía
hacer? En mi rapidez no había traído el mapa del merodeador
conmigo y no sabía a donde ir. Suspire molesto por lo despistado
que había sido, así que decidí subir de nuevo las escaleras para
entrar y buscar el mapa del merodeador. Cuando comencé a subir
las escaleras sentí como de la nada uno de mis brazos fue
atrapado, aterrado me voltee ¿Acaso era Flich? ¿Cómo pude
verme? ¡Tenía mi capa de invisibilidad puesta!

— Eres muy ruidoso, chiquillo — sentí como mi capa de


invisibilidad fue quitada sobre mí y quede al descubierto, él me
sonreía —

— Harry, Harry — le repetí mi nombre — mi nombres es Harry —


podría jurar que estaba ruborizado —

— Por supuesto, Harry — Dijo el, agarrándome de nuevo por el


brazo y haciéndome caminar con el — ¿y mi nombre? — me
pregunto —

— Eh…..Severus Snape — Le dije yo —

— Correcto — susurro el —
Llegamos a un librero que estaba en una de las esquinas y el jalo
un libro verde, el librero se movió y dejo al descubierto una
puerta, la abrió y me jalo para que entrara junto con el —

Al parecer era el lugar donde estaba quedándose, la salita en la


que me encontraba era elegante debía admitirlo.

— Es una sorpresa encontrarlo aquí en Hogwarts, señor Potter —


Dijo el con aire de burla mientras se sentaba en un gran sofá
azulado que se encontraba en medio de la sala —

— ¡No me diga usted señor Snape! — Lo seguí la corriente, el hizo


un gesto para que también me sentara así que me acerque y lo
hice —

Él se rio — ¿sorprendido ehhh? — me pregunto —

— Muy sorprendido — le respondí — dijiste que " no volverías por


aquí" —

— Dije que no volvería a la casa de los gritos — saco su varita y


formulo un hechizo que provoco que un vaso lleno de whiskey
volara hacia el —

Bueno, eso era verdad pero yo había pensado que…..no lo volvería


ver más.

— ¿Entonces estas aquí para…..? — Pregunte curioso mirándolo—

El tomo un poco de su vaso y me respondió con una pregunta —


¿no prestaste atención a lo que dijo Dumbledore? —

Aparte la vista avergonzado en realidad no había prestado


atención a nada de lo que había dicho el director —

— Chiquillo — susurro el divertido —

— ¡No preste atención! — espete rojo de la vergüenza — ¡no lo


hice!

— ¿Por qué? — pregunto ¡ahora el curioso aquí era el! —


— ¡A ti no te importa! — le dije ruborizado —

El deslizo uno de sus brazos sobre la espalda del sofa — Estoy aquí
porque me invitaron y porque también daré algunas tutorías de
pociones para los estudiantes mientras transcurre el torneo de los
tres magos. — me explico —

¿Estará aquí durante casi todo el año escolar? El cosquilleo se hizo


se presente en mi estómago — ¿Te quedaras aquí? —

El esbozo una sonrisa — Si — volvió a beber un poco más de


whiskey y me miro — ¿Me aras compañía durante toda mi estadía
en Hogwarts? —

— ¿Ehhhhh? — cualquiera cosa que estuviera en mi estómago


comenzó a saltar pero no pude evitar asentir —

— Bien — el brazo que el había deslizado por el sofá cayó sobre


mis hombros— y puedes decirme Severus, Harry.

Eso por alguna razón, me hizo estallar de felicidad.

Bueno espero que les haya gustado y en esta semana


actualizare el fantasma del espejo ;o; (es otro fic mio
snarry) Espero que les haya gustado y les haya alegrdo el
dia por que a mi D: me acaba de pasar algo horrible en el
trabajo y tengo ganas de sjdksjdksjsk c: *se calma* Besitos

Algun error, lo siento.

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Capitulo.-6: El cáliz de fuego

(POV HARRY)

No sé en qué momento me había quedado dormido mientras


hablaba con él, cuando me desperté todavía seguía en el sofá
sentado y mi cabeza estaba sobre su pecho, al parecer él también
se había quedado dormido y no me había apartado. Eso me hizo
sonreír. A pesar que él estaba dormido tenía el rostro fruncido, lo
observe unos segundos antes de moverme.

Trate de separarme un poco de él, pero tenía un brazo rodeando


mi cintura y eso evitaba que pudiera separarme, un suspiro raro
salió de mi boca y las cosquillas hicieron su aparición

— Severus — le llame, me gustaba como sonaba su nombre —


Severus.

El abrió los ojos y los fijo en los míos, un saltamontes comenzó a


saltar dentro de mi estómago — ¿P-puedes soltarme? — casi
tartamudee, el aflojo el agarre pero no lo hizo.

— buenos días para ti también — me dijo, me ruborice al instante


y me sentí un maleducado.
— Buenos días — repetí yo — ¿puedes soltarme? — volvía a
preguntarle — me tengo que ir — fije mi mirada en el reloj que
había sobre la puerta —

El volvió a fruncir el ceño — ¿irte? ¿A dónde? — pregunto


confundido —

— Tengo que irme a cambiarme porque tengo que ir a clase — por


fin pude separarme de él y ponerme de pie —

— Oh...si, cierto — Dijo el —

Le sonreí un poquito — ¿me ayudas a salir? — Él se puso de pie,


camino hasta la puerta y la abrió — espera un momento — me dijo
y el salió. Yo asentí y al cabo de unos segundos regreso — Nos
vemos Harry — me dijo —

Yo asentí y volví a sonreír.

Regrese a mi habitación rápido porque ya estaba siendo hora del


desayuno, cuando puse un pie en mi habitación, Ron me interrogo
— ¿Dónde estabas?

— Por ahí... — le respondí, el me miro incrédulo pero no me exigió


más respuestas y tampoco yo iba a dárselas, entre al baño y me
cambie luego baje junto con Ron y los otros hasta el comedor, de
camino nos encontramos a Hermione, como siempre con un libro
entre las manos.

— Quiero estar preparada cuando comiencen las tutorías

— Uhg…. — Tanto Ron como yo hicimos una mueca asquienta —


Pociones…

— Ya teníamos que soportar al profesor actual y ahora nos van a


dar tutorías — Chillo Ron mientras ocupaba uno de los asientos del
comedor — ¿Merlín, Porque nos castigas así?

— Si quieres ser auror es mejor que las tomes, Ron — Le dijo


Hermione — Para que en pociones obtengas buenas notas y te
dejen entrar a la academia
Ron arrugo la cara, Hermione tenía razón pero Ron bufo fastidiado
— No quiero — chillo como si él fuera un niño pequeño —

Yo me reí bajito e imite su bufido — Yo tampoco quiero —

Divertido Ron me dio un codazo suave y comenzamos a disfrutar


nuestro desayuno. No pude evitar mirar hacia la mesa de
profesores para poder verlo, y ahí estaba el, con el ceño arrugo y
asqueado como si le molestara estar en ese lugar rodeado de
gente que quería entablar una conversación con él, para mí era
algo gracioso, tal vez por el hecho de que la primera vez que lo vi
así fue cuando lo conocí (recuerdo que pensé que iba a matarme)
pero después de eso (las pocas veces que lo había visto) siempre
estaba sonriente (para molestarme).

Después de desayunar, seguimos la rutina de siempre; ir a clases,


hacer tarea, ir a la biblioteca con Hermione y aguantar su
efusividad con algún libro nuevo que consiguió, la cosa era que al
parecer gran parte de la escuela estaba emocionada con eso de las
tutorías de pociones y yo en lo personal no lo
estaba ¿Pociones? Incluso me lo repetí mentalmente para ser
Auror tienes que tener buenas notas en pociones y defensas contra
las artes oscuras (en defensas no me preocupaba) en pociones un
poco pero últimamente me preguntado si en verdad quiero ser
Auror, ósea esperaba que mi padre no se enojara (si llegaba a
enterar) Ser Auror se ve fascínate pero no para alguien como yo,
había descubierto hace un mes que me gustaría ser Medimago, lo
había descubierto mientras hacia el ungüento (Que todavía no le
había mostrado a Severus) y me gustó tanto como quedo que
busque mucha información y termine leyendo un libro sobre
Medimagia, me gustaría ser Medimago no Auror.

Llego la noche y me debatí si quedarme en mi sala común o ir a la


habitación de Severus.

¿Debería ir? ¿Debería? El saltamontes que estaba alojado en mi


estómago salto exigiendo que me decidiera ya, bueno, él me había
dicho que le hiciera compañía ¿Cierto? ¡Cierto! Respire profundo y
calme al saltamontes, tome mi capa de invisibilidad pero antes de
salir mire en el mapa del merodeador para ver si se encontraba
solo (y de paso si Flich no estaba por ahí) volví a respirar y me en
camine hacia su habitación. No me demore casi en llegar por que
ya sabía el camino aunque con el mapa del merodeador podía
encontrar hasta con los ojos cerrados.

Mirando la puerta me encontré con un gran dilema ¿le toco? ¿Lo


llamo? Creo que la acción más sensata era tocar la puerta, sin
quitarme mi capa de invisibilidad la toque y espere a que abriera
(algo que hizo de inmediato) alce la vista y él tenía un mueca de
estar aburrido.

— Hola Harry — Me dijo haciendo una seña para que entrara —

Cruce la puerta y me quite mi capa — Hola .. — El saltamontes


regreso — Severus

El me miro y me sentí ruborizar ¡Joder! ¡No! ¡Un hombre no se


ruboriza por otro! ¿Qué te está pasando Harry? Me pregunte, el
saltamontes que vivía en estomago chillo y salto con más fuerza,
entre en pánico durante unos segundos ¿Qué mierda tenía en el
estómago? ¿Por qué siempre sentía algo raro cuando estaba con
él? Cálmate Harry, respire profundo ¡cálmate! Me grite.

— ¿Te pasa algo chiquillo? — su voz profunda me hizo volver a la


realidad —

— Ammm — Lo mire — No..Nada.. — Mi voz solo realmente débil


— ¿En serio? — Me pregunto —

Asentí sin poder quitar mi rubor — ¿Entonces, profesor Snape,


cuando comienzan sus clases? — Le pregunte yo, sentándome en
sofá —

El me miro sonriendo malicioso — En unos días, el viejo anuncia el


comienzo — me dijo agarrando un vaso de whiskey y tomando de
el — ¿Te vas a inscribir en mi clase? —

— ¿El viejo? — Repetí yo —


— Sí..sí ..Dumbledore — Dijo el sin importancia tomando un poco
más de su Whiskey — ¿Te vas a inscribir en mi clase? — Me volvió
a preguntar —

— Uhgggg — Dije arrugando el rostro — No

— ¿No? — La mueca de aburrido fue remplazada por una de


seriedad — ¿Por qué? — Me pregunto demandante —

— Veras … — Comencé — Pociones y yo …Bueno, no se me dan


bien, sabes, así que es mejor evitar — le dije con total sinceridad

— Pero con las tutorías podrás mejorar tus notas si son pésimas —
Me dijo tratando de convencerme —

— Te lo digo — Observe sus ojos negros que estaban fijos en mi —


Es mejor evitar, no sé cómo es que no he perdido pociones pero
en lo general odio esa asignatura — Le respondió y trate de no
mostrarme dolido por decirle el a mis notas pésimas ¡tenía unas
notas! Bueno. No tan buenas pero al menos eran decentes — y
terminaras perdiendo la paciencia conmigo y entonces me gritaras
y yo te gritare y terminare expulsado.

— ¿Crees que voy a permitir que me grites, mocoso? —

— Tengo un nombre ¿Recuerdas?

— Por supuesto chiquillo

— Severus…

— Harry …

— ¿No se supone que quieres ser Auror? — Me pregunto — Para


eso tienes que tener buenas notas en pociones — ¡Dios! Mi
saltamontes parecía un tambor ¡Snape me estaba insistiendo —

— No quiero ser Auror — Dije bajito, pero el escucho


perfectamente —
— ¿No quieres ser Auror? ¿No quieres atrapar a los malos y
burlarte de ellos?

Acomode mi brazo sobre el sofá y le dije — ¿y no se supone que si


me vuelvo Auror eso sería malo para los malos? ¿Y si atrapo un
mortifago?

— Dudo que atrapes uno — me dijo malicioso — tal vez el


mortifago te atrape a ti —

— ¿Atraparme? ¡Jamás!

Severus sonrió y entonces rápidamente paso su brazo derecho


alrededor de mi cadera pegándome hacia el — Acaba de atraparte
uno — Me susurro en el odio —

¡Dios! Un estremecimiento se escurrió por todo mi cuerpo —¡ E-e-


so n-no se vale! — Soné como un estúpido —

Entonces con la mano que el tenia libre agarro su vaso de Whiskye


— Perdiste — Y entonces volvió a tomar —

JSKSJSK Quiero un Severus :c

Quiero agradecerle a todas por sus Reviews! ;O; Gracias!

PDT: Harry :v todo eso significa algo

Estúpido, el amor, idiota

¿Severus no es hemozoooo ;o;?

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