Está en la página 1de 34

PSICOLOGÍA TRANSPERSONAL.

APROXIMACIÓN ALTERNATIVA DE LA CIENCIA .


Para poder sumergirnos en el campo de lo transpersonal, primero deberemos tratar de definir: ¿Qué es la
ciencia?

Una de las posiciones en contra de Popper más respetadas es la desarrollada por el epistemólogo Paul
Feyerabend. Para este autor, los intentos por delimitar el ámbito de la ciencia se realizan sólo para rechazar
y despreciar todo aquello que no sea científico.

La posición de Feyerabend es que no existe un método que garantice un conocimiento valedero. La ciencia
propone teorías que permiten momentáneamente solucionar ciertos problemas y dominar la naturaleza.
Pero estas teorías son provisorias y no son necesariamente mejores que otras teorías "no científicas".

Los científicos deberían admitir con humildad su papel y no pretender ocupar el centro de la escena. Pero no
se comportan de esta manera. Por el contrario, los científicos se sienten dueños de muchas verdades y
conocedores del único método capaz de obtener un conocimiento seguro de la realidad. Como si esto fuera
poco, se sienten también benefactores de la humanidad.

Hoy la verdad es un patrimonio exclusivo de la ciencia y no existe libertad para que cada individuo desarrolle
su propia visión del mundo, accediendo al conocimiento del modo que mejor le parezca. Feyerabend opina
que no hay razones para privilegiar a la ciencia frente a otras formas de conocimiento como la astrología, la
acupuntura, la homeopatía, la parapsicología o la magia.

En realidad, no hay modo de definir a la ciencia. La historia del conocimiento es tan compleja que no es
razonable pretender reducir la ciencia a un método o a un criterio metodológico. Los epistemólogos suelen
dar por supuesto que la ciencia es superior a otros tipos de saber. Pero no argumentan en favor de este
supuesto. No demuestran que la ciencia es mejor que la sabiduría de los brujos o de los magos. Lo que
sucede es que los que defienden la superioridad de la ciencia desconocen esas otras formas de
conocimiento.

Feyerabend sostiene la necesidad de un "pluralismo teórico", lo que implica no eliminar teorías que puedan
parecer no científicas. El conocimiento de la realidad se ve enriquecido cuando esta realidad puede ser
abordada desde diversas perspectivas. Incluso puede ser provechoso volver a ideas antiguas que fueron
dejadas de lado al ser reemplazadas por otras con más aceptación. Una idea no se examina nunca en todos
sus aspectos y ningún punto de vista recibe todas las oportunidades que se merece: "Las teorías se
abandonan y sustituyen por otras explicaciones más de moda, mucho antes de tener la oportunidad para
mostrar sus virtudes". Podemos encontrar ejemplos en la historia del conocimiento en que una idea
olvidada e incluso despreciada en un momento fue rescatada en otro. Así pasó con la idea de que la Tierra
se mueve, una idea sostenida por el filósofo griego Pitágoras, y que fue vista como extraña y ridícula para
luego ser revivida muchos siglos después por Copérnico. También, la teoría lunar de las mareas fue
rechazada por científicos como Galileo por ser considerada un ejemplo de superstición astrológica. Pero la
teoría de Newton sobre la gravitación universal mostró que la Luna podía influir en sucesos "sublunares".
Newton aceptó, así, una doctrina que había sido rechazada como parte de una pseudociencia.
También puede ser enriquecedor para nuestro conocimiento dar lugar a ideas que son consideradas
absurdas. Éstas suelen ser ideas provenientes de culturas distintas de la occidental. La postura occidental
trata de absurda a una idea que no comprende o la acepta a condición de tergiversarla. Es lo que sucede con
la cultura oriental. O se considera que no debe ser tenida en cuenta porque no es científica o se la acepta
pero occidentalizándola. Por ejemplo, el yoga es aceptado en Occidente como una gimnasia para relajarse y
dormir mejor pero no se la comprende cabalmente como una filosofía de vida.

Feyerabend critica fundamentalmente la actitud fanática respecto de la ciencia. El fanatismo científico


sostiene que "lo que es compatible con la ciencia debe vivir y lo que no es compatible con la ciencia debe
morir". Esta postura no hace más que empobrecer nuestras posibilidades del conocimiento de la realidad.

Para este autor, la ciencia constituye una de las muchas formas de pensamiento desarrolladas por el
hombre, pero no necesariamente la mejor. En realidad, el hecho de que esta forma de pensamiento
prevalezca en la actualidad sobre las demás se debe a hechos históricos y no a una superioridad intrínseca.
Hoy vemos que la cultura occidental es un imperio. Su superioridad está en la fuerza y no en la razón.

Según Feyerabend, lo convincente es ser pluralista. La ciencia debe ser más abierta, más humilde. Y las
demás formas de conocimiento deben tener las mismas oportunidades que la ciencia para desarrollarse.
Incluso critica que la educación sea predominantemente científica. Para Feyerabend, la ciencia debe ser
enseñada como una forma más de entender la realidad que nos rodea, para resolver problemas que surgen
de esta. Pero junto con la ciencia deben enseñarse otros tipos de saber, como la astrología y las medicinas
alternativas.

Dice Feyerabend: "La separación de ciencia y no-ciencia no sólo es artificial, sino que va en perjuicio del
avance del conocimiento. Si deseamos comprender la naturaleza, si deseamos dominar nuestro físico,
entonces hemos de hacer uso de todas las ideas, de todos los métodos, y no de una pequeña selección de
ellos. La afirmación de que no existe conocimiento alguno fuera de la ciencia no es más que otro cuento de
hadas interesado. Las tribus primitivas disponen de clasificaciones más detalladas de animales y plantas que
la zoología y botánica contemporáneas, conocen remedios cuya eficacia asombra a los médicos, resuelven
problemas difíciles de una forma que todavía hoy no se comprende bien, como la construcción de las
pirámides.

En todos los tiempos el hombre ha inspeccionado su entorno con los ojos bien abiertos y una inteligencia
fecunda, en todos los tiempos ha hecho descubrimientos increíbles, y en todos los tiempos podemos
aprender de sus ideas."
INTRODUCCIÓN:
Como ya hemos tratado de definir un concepto más amplio de ciencia, ahora nos sumergiremos en los
orígenes de la Psicología Transpersonal.

Desde los comienzos de la humanidad hasta la actualidad, el ser humano se ha caracterizado por ver una
realidad diferente al resto de sus semejantes, o sea, una realidad divina.

Primero, la filosofía se convirtió en la herramienta más poderosa del ser humano, dándole a este un poder
inimaginable e incomprensible, el cual todavía no hemos aprendido a usar del todo.

Luego, surgieron las religiones, las cuales contribuyeron enormemente al orden social al prometer una
realidad fuera de nuestra imaginación: Dios. Dicho concepto ha sido utilizado para todo tipo de fines,
algunos correctos y otros incorrectos, pero siempre el hombre se caracterizó por su búsqueda, la búsqueda
de la verdad. Y así, finalmente surgió la ciencia, la cual siempre se caracterizó por esta búsqueda.

Pero, esto no es tan sencillo, ya que todo proceso es cíclico, y por ende, en la actualidad la filosofía ha vuelto
a resurgir desde sus cenizas llevándose consigo a los científicos más prestigiosos e influenciando a su vez a
las corrientes espirituales.

Para ser más claro, siglos atrás la ciencia y filosofía eran una hasta que llegó Descartes, el cual trazó una
línea demarcatoria entre mente (espíritu) y cuerpo. Esta división causó la separación (no definitiva) de la
filosofía (psicología) con la ciencia (física).

Luego, la filosofía quedó casi destruida ante la oficialización como ciencia de la psicología. Y a su vez, la
psicología se dividió en varias corrientes opuestas entre sí: 1º Conductismo, 2º Psicoanálisis, 3º Humanismo
y 4º Transpersonal.

Los orígenes de la cuarta fuerza psicológica, la Psicología Transpersonal, se remontan al fin del siglo XIX con
la disciplina esotérica Teosofía, la cual influyó tanto a filósofos y físicos como Max Plank y Albert Einstein,
como también a psicólogos de la talla de William James, Sigmund Freud y Carl Jung. Y este último, se podría
decir que fue el pionero dentro del nuevo paradigma transpersonal.
LA PSICOLOGÍA TRANSPERSONAL
Se ha introducido recientemente en psicología el termino transpersonal para indicar lo que con
normalmente se designa como espiritual. Lo transpersonal es una experiencia, un estado y un movimiento.
La experiencia transpersonal es la posibilidad de vivir estados no ordinarios de conciencia. Al cambiar su
identificación, el sujeto de desindividualiza y se identifica momentáneamente con otras realidades del yo
interno. El estado transpersonal nos traslada desde nuestro ego para unirnos en el absoluto sin nombre,
atman/brahaman, el estado de Budeidad, la conciencia cósmica o como se le quiera denominar.

El movimiento transpersonal trabaja sobre el estudio científico de los estado no ordinarios de conciencia,
continua con el descubrimiento por parte de la psicología de las religiones y el estudio místico comparado.

Sus orígenes se encuentran en los psicólogos influenciados por Oriente (Jung, Assagioli, Desoille, Maslow).
Este estudio ha recibido la confirmación de muchos científicos, que afirman encontrar en sus trabajos la
presencia de una Conciencia-Energía. Propone un nuevo paradigma científico, desarrollando la unidad
subyacente entre el hombre y el universo en una visión holística.

Hay gran cantidad de pruebas, provenientes de gran variedad de disciplinas psicológicas o no, que señalan la
posibilidad de que hayamos subestimado el potencial de crecimiento y bienestar psicológico del ser
humano.

Muchas experiencias humanas no coinciden con nuestros modelos psicológicos tradicionales, y en respuesta
a esta incongruencia surgió la Psicología Transpersonal, como intento de integrar los estados de conciencia
trascendentales. El estudio de estos estados alterados de conciencia indican que existe con seguridad una
mayor capacidad humana que la definida en la corriente principal de las disciplinas occidentales que se
ocupan de la conducta y de la salud mental.

De nada nos sirven ya los antiguos enfoques de la psicología en donde las experiencias místicas, los estados
de éxtasis o de iluminación eran considerados neuróticos o alucinatorios.

El modelo Transpersonal no trata de remplazar ni poner en tela de juicio la validez de los anteriores
modelos, sino ampliar el marco de nuestra concepción de la naturaleza humana, integrando como
saludables las experiencias de conciencia expandida que hasta ahora eran consideradas patológicas,
atendiendo a la necesidad espiritual del hombre, y además, explicar las modernas teorías de la Relatividad y
física cuántica desde una visión psicológica, lo cual deja indudablemente a la Psicología Transpersonal como
el modelo más correcto y completo existente dentro del marco de la ciencia.

La Psicología Transpersonal se interesa por la expansión del campo de la investigación psicológica hasta
incluir el estudio de los estados de salud y bienestar psicológicos de nivel óptimo. Reconoce la posibilidad de
experimentar una amplia gama de estados de conciencia, en algunos de los cuales la identidad puede ir más
allá de los límites habituales del EGO y de la personalidad, algo similar al Budismo.

La psicoterapia Transpersonal incluye los campos e intereses tradicionales, a los que se agrega el interés por
facilitar el crecimiento y la toma de conciencia más allá de los niveles de salud tradicionalmente
reconocidos. En ella se afirman la importancia de las modificaciones de la conciencia y la validez de la
experiencia trascendente.
Parece, pues que la gran variedad de experiencias o vivencias transpersonales representan un aspecto
esencial de la naturaleza humana, por lo que ya es tiempo de que se tomen en cuenta en cualquier teoría
psicológica que intente presentar un modelo más completo de la persona.

Las milenarias Psicologías de Oriente (contenidas en las tradiciones del Taoísmo, el Hinduísmo, el Budismo y
otras) instan a trabajar sobre sí mismo para trascender la yoidad. Pero muchos trabajos preliminares de
estas enseñanzas apuntan a lo mismo que las actuales Psicologías de Occidente: a que uno pueda conocer
palmo a palmo su estructura psíquica, e integrar lo escindido. En términos del Budismo, a establecer maitri, -
que podría traducirse como amistad incondicional consigo mismo;-. Y es que no se puede trascender lo que
no se conoce, lo que no está sólidamente constituido. Por lo tanto, primero se debe constituir un ego sano y
fuerte (psicoanálisis) y luego buscar trascenderlo.

En la Psicología Transpersonal se utilizan distintas herramientas para autoobservarse y llegar a establecer un


buen vínculo con aquello que se es. En términos de Jung (pionero de la Psicología del Espíritu), podemos
decir que se busca estimular el proceso de individuación, que implica desplegar lo más profundo de sí, para
que se manifieste en todo su potencial. Esto implica llegar a ser un individuo: alguien que no está dividido.
En el lenguaje coloquial también hacemos alusión a esta cualidad: respecto de alguien excepcional, decimos
que se trata de una persona íntegra, o de una sola pieza.

Tal como lo señala la Filosofía Perenne, reuniendo las sabidurías de distintos tiempos y culturas de la
humanidad, somos esencia y personalidad. Nuestra esencia es aquello que éramos aún antes de nacer,
nuestro self, el verdadero Sí Mismo. Nuestra personalidad, en cambio, se adquiere en el roce con la vida: es,
básicamente, condicionamiento, como la programación de una máquina que rara vez responde al impulso
de aquella naturaleza esencial. Como dice Ken Wilber, se produce la represión del Atman: eso Sagrado que
nos anima, que es una porción de la Vida, queda subyugado a la prisión de una personalidad que no le
permite expresarse. Esta fricción interna es causa de mucho dolor psicológico, derivado de la sensación de
no ser fiel al Sí Mismo, de estar traicionando lo que nuestro ser necesita expresar; otros tres aspectos en los
que solemos estar divididos son nuestros tres pisos básicos (intelecto, emoción y cuerpo) dado que, con
frecuencia, pensamos distinto de cómo sentimos, y actuamos también en contradicción con ello nuestras
distintas subpersonalidades están entre las escisiones internas más evidentes, puesto que la personalidad
humana está dividida en distintos yoes, muy diferentes entre sí, cada uno con su necesidad, con su impulso,
con su dificultad: dentro de nosotros conviven partes niñas y adultas, partes egoístas y generosas; partes
agresivas y compasivas... Es como una multitud de personajes psicológicos, que muchas veces acaparan el
escenario de nuestra vida, sin el consentimiento de nuestra real naturaleza; también como seres humanos
estamos llamados a integrar dentro nuestro los aspectos del sexo opuesto que anidan en lo íntimo de toda
estructura psíquica: lo femenino en el varón, lo masculino en la mujer. En los vínculos de afecto tendemos a
proyectar estos arquetipos internos, tratando de integrar nuestro opuesto a través de las relaciones de
pareja. Sin embargo, esta integración, para que sea plena, debería ser sobre todo intrapsíquica, no sólo
externa. Si interiormente estamos peleados con nuestras propias partes masculinas (o femeninas), difícil
será que los vínculos extrapsíquicos sean armónicos y satisfactorios. Tener dentro de sí estas partes en
pugna acarrean sensación de incompletud y dificultades relacionales marcadamente detectables, un
conflicto interno universal es el que se establece entre nuestra persona y nuestra sombra, esas dos caras de
nuestra identidad psíquica. Ambos términos nacen también de la Psicología Junguiana, haciendo alusión a
una escisión fundamental. La persona es la máscara social, aquellos de nuestros aspectos que están a la
vista, tanto para nosotros mismos como para los demás. La sombra (inconsciente freudiano), en cambio, es
el conjunto de rasgos psicológicos reprimidos, que no están a la vista; aquéllas partes de sí que rechazamos,
que nos avergüenzan y que, por ende, ocultamos tanto para con los demás como ante la propia
apercepción. Hacer conscientes los aspectos sombríos es un trabajo transformador y profundo, que
posibilita ir teniendo mayor contacto con la realidad interna y externa, sin engañarnos con nuestras
proyecciones y trampas psicológicas.

Esta lista podría seguir (lo consciente y lo inconsciente, lo personal, prepersonal y transpersonal, la razón y
la intuición, etc.)

EL ENFOQUE INTEGRAL
Para explicar qué es la Psicología Transpersonal, primero debemos ubicar esta disciplina dentro de un
contexto más general, o sea, dentro de un enfoque Integral, siendo éste un modo de mirar toda la realidad
(y no sólo lo psicológico). Este enfoque Integral abarca distintas disciplinas: Psicología, Psiquiatría,
Antropología, Sociología, Arte, Educación, Economía, Medicina, Física Cuántica, Sociopolítica, Ciencias de la
Comunicación, etc.). El eje central es el considerar como fundamento de esa mirada la Unidad Trascendente
de todo lo que existe, el Sentido de lo Sagrado que sostiene toda la realidad visible e invisible.

En las últimas décadas, esta mirada trascendentalista o espiritual fue impregnando las diversas áreas del
conocimiento humano, implicando en ello el tener en cuenta las antiguas Tradiciones de Sabiduría de
diferentes culturas (Budismo, Taoísmo, Sufismo, Chamanismo, Misticismo judeocristiano, etc.). Estas
Tradiciones tienen un núcleo de Conocimiento que comparten, más allá de sus diversas formas externas. Ese
núcleo de Conocimiento fue llamado por Aldous Huxley Filosofía Perenne. Los investigadores y científicos
contemporáneos que adscriben a este paradigma han observado que existe un correlato entre las
descripciones de la realidad que ofrece la ciencia moderna, y ese cuerpo de Conocimiento de la Filosofía
Perenne.

Si llevamos estos conceptos al área de la Psicología, nos encontramos con un encuadre que tomará tanto las
investigaciones sobre el psiquismo humano realizadas por la Psicología actual, así como aquéllas que
fundamenta la Psicología de lo Sagrado, representada por las diversas Tradiciones de esa Filosofía Perenne.

Esto implica, entonces, que la Psicología Transpersonal abarcará tanto los procesos del psiquismo egoico,
con sus características propias y sus patologías, como aquel aspecto del universo interno que hace a lo
trans-egoico, o sea, a lo espiritual, a lo Trascendente.

En ese sentido, vemos que la mirada de la Psicología occidental se fue basando desde sus orígenes en el
estudio de lo patológico (neurosis y psicosis), teniendo en cuenta recién hacia la década del 60, los aspectos
sanos del psiquismo humano, al aparecer en el horizonte la Psicología Humanista (Maslow, Rogers, Frankl,
Sutich y otros). El Movimiento Humanista es el antecesor cronológico e ideológico de la Psicología
Transpersonal, dado que, al hacer hincapié en investigar los aspectos más sanos del hombre, y los modos de
estimular el proceso de autorrealización, derivó en forma natural en verter su mirada hacia los aspectos
espirituales del ser humano. Esto coincidió históricamente con la difusión de la Psicología de los monasterios
de Oriente (particularmente acentuada por la diáspora producida por la invasión china al Tibet).

De esta manera, la Psicología Transpersonal fue naciendo como una continuación natural de la Humanista,
adscribiendo a esa denominación en virtud de abarcar aquellos aspectos del universo interno que casi no
habían sido tenidos en cuenta por Occidente: lo que está más allá del Ego, lo Trascendente.
Esta Psicología fue formalmente instaurada por Abraham Maslow y Anthony Sutich en 1969 con la
publicación del Journal of Transpersonal Psychology, seguida de la fundación de la Association for
Transpersonal Psychology en California (EEUU) en 1972.

Posteriormente, destacados terapeutas e investigadores fueron desarrollando sus principales conceptos.


Entre ellos cabría destacar a Ken Wilber, Stanislav Grof, Frances Vaughan, Roger Walsh, Charles Tart, John
Welwood, y otros. Hoy en día, el enfoque Transpersonal se ha expandido por los cinco continentes,
irradiándose a través de Asociaciones y Centros de Estudios en distintos países del mundo. Así, se ha vuelto
el marco de trabajo de profesionales y científicos de las más variadas áreas, a tal punto que los congresos y
convenciones que reúnen a quienes adscriben a este paradigma, convocan a terapeutas, científicos,
filósofos, educadores y hasta a líderes religiosos de los más variados sectores, en consonante búsqueda de
lograr un enfoque integral del conocimiento humano.

NACIMIENTO DE LA PSICOLOGÍA TRANSPERSONAL Y EL SURGIMIENTO DE UN


NUEVO PARADIGMA .
Retomando, al partir del supuesto de que en los últimos años se ha realizado un considerable esfuerzo por
ampliar el conocimiento del ser humano en sus distintas dimensiones, sin lograr aún su total comprensión,
surge un movimiento, dentro del ámbito de la Psicología que supone una expansión del campo de la
investigación psicológica para incluir aspectos de la experiencia y del comportamiento humanos asociados a
la salud y el bienestar. Este movimiento se nutre tanto de los conocimientos de la ciencia de occidente como
de la sabiduría tradicional de oriente, en un intento de integrar ambas fuentes de conocimiento.

La Psicología Transpersonal surge en los años 60, siendo Abraham Maslow uno de los principales
precursores de la Psicología Humanista, quién apuntó la posibilidad de alcanzar un estado del ser más allá
de la autorrealización. Estado que supone la transcendencia por el ser humano de los límites de la propia
identidad y experiencia, alcanzando niveles superiores de conciencia, que estando por encima de las
necesidades e intereses materiales tienen sobre estos efectos muy positivos.

No puede hablarse de Psicología Transpersonal sin hacer referencia al Nuevo Paradigma que viene a
completar y ampliar el Paradigma Convencional en el que se enmarcan los actuales conocimientos
científicos. Este Nuevo Paradigma incluye una dimensión cualitativa que permite abarcar la complejidad y
riqueza de las experiencias humanas. Pone el énfasis en la comprensión de los procesos y resultados de la
compleja y dinámica interacción en el acontecer cotidiano de las circunstancias y las vidas de los individuos,
es decir desde una perspectiva idiográfica, cualitativa, subjetiva y experiencial.

Este Nuevo Paradigma, o Paradigma Transpersonal se centra más en el estudio del todo que en el de las
partes. No se trata por supuesto, de rechazar el planteamiento nomotético, cuantitativo, objetivo y
experimental del Paradigma Convencional, pues lo que se plantea, es ampliarlo integrando ambas
perspectivas para alcanzar un mayor conocimiento de lo universal a través de una profunda e intensa
investigación de lo particular.

Ya sabemos lo difícil que es cambiar un paradigma, ello implica una auténtica revolución, porque “cuando
cambian los paradigmas, el mundo mismo cambia con ellos ... los científicos adoptan nuevos instrumentos ...
ven cosas nuevas y diferentes al mirar con instrumentos conocidos y en lugares en los que ya habían
buscado” (T. S. Kuhn (1962) La estructura de las revoluciones científicas. Ed. CFE).

¿ Acaso no es esto lo que está ocurriendo hoy en el mundo de la ciencia, empezando por la que siempre nos
ha servido de guía : la Física ?. Y por lo que respecta al campo que más nos interesa, el de la Psicología, qué
profesional puede afirmar que no se ha encontrado nunca en su consulta, con un caso que no encaja dentro
de ningún marco conceptual o teórico conocido?. Nuestro compromiso como científicos y como terapeutas,
está en aceptar el reto, investigando de forma lúcida, honrada y sensible, dejándonos guiar por un
escepticismo abierto a lo transpersonal.

La psicología transpersonal es el título dado a una fuerza que emerge en el campo de la psicología por obra
de un grupo de psicólogos y profesionales de otros campos, quienes se interesan en esas capacidades y
potencialidades humanas últimas que no tienen lugar sistemático en una teoría positivista o conductista, en
la teoría psicoanalítica clásica ni en la psicología humanista. Esta emergente psicología se ocupa
específicamente del estudio empírico, y de la implementación responsable de los descubrimientos
pertinentes, del devenir, de las meta-necesidades del individuo y de la especie, los valores últimos, la
conciencia unitiva. La experiencia mística, la autorrealización, la trascendencia del si-mismo, la conciencia
cósmica, los fenómenos trascendentes y la máxima toma de conciencia sensorial, y conceptos, experiencias
y actividades relacionadas con todo ello. En cuanto definición, esta fórmula ha de entenderse como sujeta a
interpretaciones individuales o grupales optativas, sea en todo, sea en parte, con respecto a la aceptación
de sus contenidos como esencialmente naturalistas, teístas, sobrenaturalistas o de cualquier otra
designación clasificatoria. (Sutich, 1969 en Tart 1979).

Es importante advertir, que en ningún caso se trata de descartar lo personal ni de limitar el tipo de
expansión de identidad y que tampoco se trata de ligarse a una filosofía o una visión de mundo particular.
De este modo, las disciplinas transpersonales no excluyen ni invalidan el reino de lo personal sino que, por el
contrario, los integra en el marco de un contexto mayor que reconoce tanto la importancia de las
experiencias personales como de las transpersonales.

En síntesis, podemos decir que la Psicología Transpersonal consiste en el estudio psicológico de las
experiencias transpersonales y sus correlatos, entendiendo estas experiencias como aquellas en las que la
sensación de identidad - el self - se extiende más allá (trans) de la persona, abarcando aspectos de la
humanidad, la vida, el psiquismo y el cosmos, que antes eran experimentados como ajenos. Además se
puede señalar que las experiencias transpersonales suelen ir acompañadas de cambios psicológicos
dramáticos, duraderos y beneficiosos, ya que estas experiencias pueden proporcionar una sensación de
sentido y objetivo a nuestra vida, pueden ayudarnos a superar crisis existenciales y despertar en nosotros
una preocupación compasiva por la humanidad y el planeta. También evidencian la existencia de un amplio
abanico de posibilidades humanas y nos sugieren que ciertas emociones, motivaciones, capacidades
cognitivas y estados de conciencia pueden ser cultivados y refinados hasta grados mucho más elevados de lo
ahora considerado normal. (Wilber, 1994)

Por otra parte, el foco central de la psicología transpersonal es el estudio de la conciencia y los estados no
ordinarios de conciencia, que si bien es un fenómeno difícil de expresar o definir con exactitud a través de
las palabras, ya que involucra una experiencia que va más allá de las categorías verbales y frecuentemente
de las vivencias cotidianas, ésta se refiere a un modo de funcionamiento consiente que trasciende los límites
de identidad individuales y/o del espacio y el tiempo, por lo tanto, la naturaleza última de la conciencia es
intangible e inconcebible, se trata de un aspecto del Absoluto, no es personal ni mental, sino más bien
transpersonal y transmental (Goldmann, 1994).

De esta manera un punto muy importante a recalcar es que las disciplinas transpersonales son disciplinas
multiestado, es decir, que si bien la psicología convencional suelen ocuparse y centrar su atención en un
determinado estado de conciencia (la vigilia cotidiana) y prestan una menor atención e importancia a los
estados alterados de conciencia, las disciplinas multiestado valoran y prestan también atención a estados
alterados de conciencia, tales como los sueños y la contemplación, en consecuencia , su visión de mundo
deriva de una multiplicidad de estados de conciencia.

Uno de los autores que ha desarrollado con mayor profundidad los estudios de conciencia, ha sido Ken
Wilber, el cual propone un modelo exprectal de la conciencia, formado por distintos niveles, que se
caracterizan por poseer una sensación de identidad individual propia y fácilmente reconocible, que,
partiendo de la identidad suprema de la conciencia cósmica va estrechándose progresivamente a través de
una serie de gradaciones o bandas diferentes hasta terminar circunscrita a la sensación de identidad
radicalmente limitada propia de la conciencia egoica. Estos niveles son:

Nivel de la Mente: En este nivel nos identificamos con el universo, con la totalidad, es decir, somos el todo.
Este nivel no es un estado anormal, ni tampoco un estado alterado de la conciencia sino más bien el único
estado de conciencia real. Existen bandas transpersonales que van más allá de experiencias del ego donde la
persona no es consciente de su identidad con la totalidad y en donde se producen las experiencias
transpersonales, como por ejemplo experiencias de muerte y renacimiento, identificación con la consciencia
de otras personas, grupos de individuos o toda la humanidad, e inclusive puede extenderse más allá de las
fronteras humanas.

Nivel existencial: Es en este nivel donde queda trazada la línea divisoria entre el self y el otro, entre el
organismo y el medio, el nivel en que se manifiesta el pensamiento racional y la voluntad personal, en
donde el individuo se identifica exclusivamente con la totalidad del organismo psicofísico existente en el
tiempo y en el espacio. En este nivel se encuentran las bandas biosociales (internalización de
condicionamientos culturales, convencionalidades sociales, relaciones familiares, etc.), las cuales
constituyen los límites superiores del nivel existencia que tiñen y moldean en profundidad la sensación
básica de la existencia del organismo.

Nivel de ego: Para esta concepción, el "ego" es lo que en psicología se entiende como "estructura de
personalidad" - o disfraz adaptativo a la realidad física de este mundo-, la construcción personal que nos
sume en la ilusión de la separación, esencia del sufrimiento humano. El "ego" incluye tanto la experiencia de
vida o condicionamiento, la transmisión genética de patrones actitudinales y conductuales de progenitores y
ancestros y, según la teoría de la reencarnación, también los patrones correspondientes a existencias
anteriores, en otros cuerpos y contextos (Celis, 1998). En este nivel, la persona no se halla identificada con el
organismo psicosomático, sino que se identifica exclusivamente con una representación mental mas o
menos aproximada del organismo global, es decir, en este nivel el individuo se identifica con el ego, con una
imagen de si mismo y el organismo queda dividido en una psique y un cuerpo.

Nivel de la sombra (o de la persona): Nivel en que la persona se identifica con una imagen empobrecida e
inexacta de uno mismo, ya que reduce más su identidad a solo parte del ego, relegando al mismo tiempo a
la sombra, aquellas otras tendencias psíquicas que resultan dolorosas e indeseables.
Este modelo es una descripción muy abreviada del espectro de la conciencia y como tal no constituye sino
un reflejo parcial del flujo y la interacción existente entre las diversas bandas que lo componen.

AUTORES RELEVANTES EN LA PSICOLOGÍA TRANSPERSONAL.


Entre los precursores de esta disciplina podemos considerar a:

William James, quién se interesó por el estudio de la voluntad libre, de lo cual extrajo dos conclusiones: una,
que nuestras propias decisiones son creativas y la otra, que en ocasiones es necesario renunciar a nuestra
voluntad. Reconoció la existencia de un self espiritual, más interno, subjetivo y dinámico que self material o
social. Tuvo su propias experiencias místicas y con relación a ese self superior escribió : “Resulta evidente
que el self superior es aquella parte de nuestro ser que es contigua o adyacente a un algo más de cualidad
similar que puede actuar en el universo exterior, que es capaz de mantenerse en contacto con él y en cierto
modo sujetarse a la tabla de salvación mientras el self inferior se hace pedazos y se hunde en el naufragio”.

Le interesaban los aspectos prácticos de la experiencia religiosa y la forma en que actuaba en la vida diaria.
(James, W. (1901) Las Variedades de la experiencia religiosa Ed. Orbis. Barcelona)

Además, William James, el padre de los psicólogos norteamericanos, insistió una y otra vez en que «nuestra
conciencia normal de vigilia no es más que un tipo especial de conciencia, en tanto que en derredor de ella,
y separadas por la más tenue de las pantallas, se extienden formas de conciencia totalmente diferentes». Es
como si nuestra percepción habitual de la realidad no fuera más que una isla insignificante, rodeada por un
vasto océano de conciencia, insospechado y sin cartografiar, cuyas olas se estrellan continuamente contra
los arrecifes que ha erigido a modo de barreras nuestra percepción cotidiana... hasta que,
espontáneamente, las rompen e inundan esa isla con el conocimiento de un nuevo mundo de conciencia,
tan vasto como inexplorado, pero intensamente real....”

Carl Gustav Jung , sus aportaciones a éste campo son muchas, por sus estudios sobre los mitos, los sueños,
los diversos sistemas simbólicos (Alquimia, Tarot, Astrología, I Ching), la idea de inconsciente colectivo, que
él identifica con lo transpersonal, si bien no en el sentido que se le da actualmente a éste término, pues
ahora, se entiende lo espiritual o transpersonal como algo que se sale del marco de lo psicológico y del
inconsciente colectivo. Su idea de los Arquetipos es tal vez la contribución más relevante y sólida de Jung en
éste campo, por ser uno de los principales conceptos de lo Transpersonal. Por arquetipo (1912) entiende
“imágenes que reflejan modalidades universales de experiencia y de comportamiento humano”, también las
llamó imágenes primordiales, y sus características además de universales, siguen unas pautas profundas y
autónomas. Estos arquetipos emergen del inconsciente colectivo, donde se han ido acumulando como
consecuencia de las experiencias vitales de todos nuestros antepasados a lo largo de nuestra herencia
filogenética, quedando impresas en nuestro psiquismo y se manifiestan como pautas de conducta
inherentes a todo ser humano, que pueden describirse simbólicamente como acciones de personajes
mitológicos y situaciones que evocan sentimientos, imágenes y temas universales.
Roberto Assagioli, fue el primero en utilizar el término Transpersonal (1965) en el sentido actualmente
aceptado. Fue el creador de la Psicosíntesis, siguiendo la línea marcada por Jung, pero ampliando sus
conceptos, ya que diferenció el Inconsciente Superior (o Self Transpersonal) del Inconsciente Colectivo. De
esta forma marcaba la diferencia entre los contenidos arcaicos y primitivos del Inconsciente Colectivo -cuyos
arquetipos son prepersonales-, de los contenidos del Supraconsciente -cuyos arquetipos son
transpersonales-.

Abraham Maslow. Fundó el Journal of Transpersonal Psychology en 1968, lanzando así la denominada
Cuarta fuerza de la Psicología. A continuación, abordaré sus principales pensamientos.

El estado de conciencia cósmica ha sido experimentado a lo largo de los siglos por gran número de personas
y ha recibido nombres muy diversos (satori, moksha, atma-bodhi, iluminación, revelación, rapto,
renacimiento, experiencia cumbre y conciencia trascendente). Aunque los términos enumerados no sean
precisamente sinónimos, todos ellos coinciden en que [la conciencia cósmica] es (1) el estado más elevado
de conciencia, (2) una percepción transformadora de unión total con el infinito y (3) una experiencia que
trasciende el tiempo y el espacio cotidianos, una experiencia atemporal que conlleva la unión eterna o
ilimitada con toda la creación.

“La idea de que existe un único estado llamado indistintamente «conciencia unitiva del místico»,
«conciencia cósmica» o «trascendencia» me parece un serio error y una confusión clásica, que se adecua
perfectamente a la visión uno-dos- tres-infinito de la espiritualidad.” A pesar de que concuerdo con esto,
debo decir que la conciencia cósmica, la Totalidad, etc. serían visiones de lo que se ha denominado “Dios”
por todas las culturas de la humanidad. Por eso, se ve a este estado como “infinito” o final, ya que después
de Dios no vendría nada.

La experiencia cumbre podría definirse como una experiencia mística o religiosa, una iluminación, una
revelación, éxtasis, dicha y una intensa lucidez, una unificación con el cosmos. Estas experiencias producen
intensos cambios en la forma de ver y de vivir la vida, ya que nos brindan conocimientos directos del alma,
un “conocimiento del ser” que puede ser facilitado, contribuyendo al desarrollo psicoespiritual.

Estas experiencias de ampliación de la conciencia se caracterizan por la desaparición del ego, del tiempo y
del espacio. Son vislumbres del alma que contribuyen al desarrollo psicoespiritual: prepersonal, personal y
transpersonal. Por supuesto que estas experiencias son sumamente transformadoras y deben ser
acompañadas por la presencia de un terapeuta, el cual facilita la experiencia que de no ser así lo más
probable es que termine reprimida. Con el tiempo y práctica necesaria, es posible que la podamos evocar
(experiencias meseta) y de esta manera provoquemos un cambio radical en nuestras vidas. Cabe aclarar que
este estado no es un estado alterado de conciencia, este es el verdadero estado, ya que produce
familiaridad, obviedad y cotidianeidad. Estas experiencias aparte de favorecer el autodesarrollo y la
autoconciencia, son una clara oportunidad de cambio, ya que al aceptarse y expresarse el núcleo interno del
self se actualiza las capacidades y potencialidades latentes. Este es el Ser auténtico.

Por supuesto que primero para trascender debemos autorrealizarnos, para concluir el proceso con una
unión mística con la totalidad, un encuentro con la conciencia cósmica.

La autorrealización es un proceso de actualización de las potencialidades y no un estado final, es la


autenticidad, la búsqueda y la expresión de los aproximadamente 14 valores b. De su privación resultarían
las denominadas metapatologías. Por eso el consejero debe hacer que el cliente tome conciencia de esas
necesidades en sí mismo. El camino hacia la autorrealización se puede describir mediante los siguientes
pasos: vivenciar sin timidez, elegir opción del crecimiento y no del temor, escuchar voces del impulso, ser
sinceros y responsabilizarnos, descubrir quien es uno, los límites y potencialidades de uno.

Pero la jerarquía de necesidades básicas (necesidades de deficiencia) predomina sobre las metanecesidades
(motivaciones de crecimiento), ya que las ultimas son menos urgentes, aunque ambas estén integradas en
una misma esfera. Una esfera en la cual la vida inferior predomina sobre la superior. Por lo tanto, “la
espiritualidad constituye la consecuencia sumamente probable de un materialismo satisfecho”. Por eso, no
debemos luchar contra el materialismo, ya que, como manifestó M. Harris con su Materialismo cultural,
existen condiciones materiales de existencia que motorizan el cambio, y organizan la sociedad y los valores.

Por otra parte, la satisfacción de las metanecesidades constituiría un metaplacer en el cual la línea entre
placer y deber no existiría (metahedonismo), sería un supremo bien de los demás. Por lo tanto, los valores-b
tendrían su consecuencia en hechos-b o hechos de valor, los cuales favorecerían el desarrollo de la máxima
personalidad. El hecho y el valor se fusionan produciendo la visión perfecta de la realidad, o sea, la devoción
a los hechos. Esto se debe a que se ha introyectado el cosmos como parte definitoria del yo, lo cual podría
explicar el origen de las experiencias cumbre o los estados de meditación profunda e iluminación como el
Samadhi. A medida que se integra el yo a los valores se producen estados de iluminación, serenidad, deber,
responsabilidad y devoción, y poco a poco se va perdiendo el estado de exigencia e indignidad que nos
producen los valores. Estas emociones fuertes se deben a que los valores son diferentes de nuestras
actitudes hacia ellos. Además, los valores b piden ser expresados en conductas, como un deber apremiante
y placentero, debido a que de alguna manera nos impulsan hacia el vivir bien, hacia la vida unitiva o
metavida. Y la falta de cumplimiento de esto podría producir una culpa intrínseca en nuestra conciencia
intrínseca que se encuentra mas allá del superyó, debido a que estos valores intrínsecos exigen adoración,
celebración y sacrificio.

También, Maslow afirma algo que hace unos años he leído y se ha comprobado científicamente. Maslow
dice que los valores intrínsecos (valores B) tienen una base biológica, lo cual me parece totalmente cierto ya
que parece ser que se ha descubierto una zona del cerebro que nos impulsa a creer en lo sobrenatural y en
aspectos metafísicos como la creencia en Dios. Por supuesto que esto no significa que Dios no exista, sino
que nuestro cuerpo nos impulsa hacia su creencia. Podría especular que este factor biológico ha jugado un
papel decisivo en la historia de la evolución humana.

Stanislav Grof, uno de los autores más importantes en el terreno de la Psicoterapia Transpersonal. Empezó
como Psiquiatra y Psicoanalista en 1956, investigando sobre alucinógenos con LSD, para buscar una forma
de acercamiento y comprensión de los mecanismos de la esquizofrenia. El resultado fue totalmente
inesperado, ya que nada tuvieron que ver con la esquizofrenia -que implica aislamiento con respecto al
mundo- sino que logró todo lo contrario -mayor apertura al mundo y mayor relación con los problemas
internos-.

Esto le llevó en el campo de las experiencias transpersonales, a uno de sus descubrimientos más
importantes que fue el de las Matrices Perinatales, en las que describe la transcendencia del marco de la
realidad, del espacio y del tiempo, que nos brinda una visión inestimable de los distintos estadios del
proceso de nacimiento y las huellas que imprime en el psiquismo de los seres humanos, así como de la
psicopatología, destacando del potencial terapéutico de la dimensión religiosa y espiritual. (S. Grof. 1985.
Psicología Transpersonal. Ed. Kairos. Barcelona).

Posteriormente desarrolló la técnica de la Respiración Holotrópica, que permite alcanzar esas mismas
experiencias prescindiendo de los inconvenientes del uso de los psicotrópicos.

"Las experiencias transpersonales implican una expansión o una ampliación de la conciencia mas allá de las
fronteras habituales del ego, y más allá de las limitaciones del tiempo y/o del espacio." (S. Grof)

La conciencia transpersonal según S. Grof es infinita y trasciende los límites del tiempo y el espacio, límites
universales que en realidad son límites de nuestra mente. La conciencia sería transpersonal porque sería
independiente de nosotros, siendo una propiedad del universo trascendería el cerebro y nuestros sentidos
físicos, pero si mediatizado por estos en la experiencia cotidiana. Por lo tanto, la conciencia de uno está
conectada a la de los demás.

Stanislav Grof dijo: "Si queremos comprender el reino de lo transpersonal debemos concebir la conciencia
de una manera completamente nueva. Sólo entonces podremos atisbar más allá de la creencia de que la
conciencia es un producto del cerebro humano, que se halla confinada en el interior de la estructura ósea de
nuestro cráneo y que, en consecuencia, es el fruto de nuestra vida individual. En la medida en que
aceptemos la noción de lo transpersonal podremos empezar a considerar que la conciencia también existe
fuera, que es independiente de nosotros y que no se halla intrínsecamente ligada a la materia.
Contrariamente a lo que parece mostrarnos la experiencia cotidiana, la conciencia es independiente de
nuestros sentidos físicos, aunque se halle, no obstante, mediatizada por ellos en nuestra percepción
cotidiana de la vida."

"Por más que lo intentemos somos incapaces de liberarnos de los prejuicios impuestos por la cultura y por lo
que suponemos que es el sentido común. No obstante, para sostener estas ilusiones debemos seguir
ignorando el amplio cuerpo de observaciones y datos que nos proporciona la moderna investigación sobre la
conciencia y otras disciplinas científicas que parecen confirmar la evidencia de que el universo y el
psiquismo humano carecen de límites. Cada uno de nosotros está conectado y, al mismo tiempo, es una
expresión de la totalidad de la existencia."

"No hace más de veinte años que la conciencia transpersonal se ha convertido en objeto de la investigación
científica rigurosa. Antes de esa fecha las experiencias transpersonales sólo tenían sentido dentro del marco
de lo espiritual, lo místico, lo religioso, lo mágico y lo paranormal, un dominio, por tanto, privativo de los
sacerdotes y los místicos y carente de todo interés para los científicos". En la actualidad, la física moderna ha
ayudado a comprender mejor a las filosofías milenarias y dándole un mayor prestigio a la psicología
transpersonal. Por eso, se puede decir “paradigma transpersonal”, porque la comunidad científica poco a
poco comienza a identificarse con lo transpersonal.

Lo transpersonal implica una ampliación de la conciencia que trasciende las fronteras corporales y mentales,
englobando todo el espectro de la existencia. Esto se debe a que es una ilusión mental la diferencia entre
nosotros y el universo. Y como he dicho anteriormente, la física moderna (ej. Einstein) parece estar de
acuerdo en este sentido con las culturas orientales. Por lo tanto, la expansión de la conciencia desdibujaría
la ilusión de la separatividad entre los humanos y el medio, y nos conectaría con la unidad o la totalidad. En
este sentido, podríamos afirmar que la psicología transpersonal es una disciplina que se adecua
perfectamente a los modernos descubrimientos científicos.
Por lo tanto, como dijo Rupert Sheldrake, el cerebro no sería el productor de conciencia como siempre se
dijo, sino un receptor de conciencia.

Ken Wilber, en 1977 en un afán de reconciliar lo psicológico con lo espiritual surge este psicólogo, autor de
una serie de libros sobre misticismo, psicología, desarrollo histórico del mundo, religión y física, plantea de
forma muy esclarecedora sus mapas de los distintos niveles de la conciencia y su evolución, desde una
perspectiva transpersonal, así como las psicoterapias que resultan más convenientes para aplicar en cada
nivel. En su libro El proyecto Atman (1980) plantea el marco conceptual y teórico de la Psicología
Transpersonal. Dada la importancia del autor, repasaremos sus principales ideas.

La filosofía perenne de Wilber se ha encargado de estudiar las diferencias entre los distintos niveles que
posee la conciencia humana. Observando los diferentes límites entre estas y las diferentes causas de estos
límites o demarcaciones de la identidad que nos separan del verdadero ser, la conciencia pura y unitiva (la
conciencia de unidad).

Según Wilber, la conciencia es un espectro en el cual existen diferentes niveles de identidad a los que uno
puede acceder. El nivel básico es el Universo o Todo (conciencia de unidad), en el cual el yo es igual a la
totalidad de la creación. El siguiente nivel es el transpersonal, el cual son procesos que se dan en la persona
pero de origen supraindividual o colectivo, ya que se encuentra entre el nivel de la unidad de conciencia y el
nivel del organismo total. El nivel de organismo total es la unión de la mente con el cuerpo, rompiendo de
esta manera con el paradigma cartesiano, pero sigue siendo imperfecto, ya que el organismo total ve al
medio como su enemigo. El nivel de la mente o ego, es el nivel en el cual la mente no reconoce al organismo
como parte de su identidad. Pero todavía existe un último nivel, ya que también dentro de la misma mente
se pueden trazar líneas demarcatorias entre lo que es uno y lo que no es uno, reprimiendo aspectos de la
personalidad que no son entendidos o aceptados (sombra) que lo único que logran es achicar la identidad o
el yo aun más. Convirtiendo de esta manera al ego en una simple mascara, una imagen falsa de si mismo.

Según Wilber, la conciencia de unidad es la comprensión de la realidad sin demarcaciones, sin fronteras. Es
el estado natural de la conciencia. Es una realidad diferente de las formas y de las ideas, ya que estos
suponen límites. Como no hay demarcaciones, no hay muerte y nacimiento, no hay bien ni mal, no hay
objeto y sujeto, porque se desvanece la identidad, o sea, la ilusoria separación entre lo que somos y no
somos (demarcación primaria). No existe el yo separado, es una ilusión, si existe una identidad suprema, el
Todo. Nuestro verdadero ser es idéntico a la Energía fundamental de la cual son manifestaciones todas las
cosas del Universo. El descubrimiento del mundo real, de lo que carece de fronteras, es la conciencia de
unidad, el eterno presente. Y esta experiencia se produciría ante el desplazamiento de la ilusoria
demarcación primaria, la diferencia entre hombre y medio. Estos estados de iluminación se pueden producir
mediante la búsqueda de esta demarcación y no destruyéndola, porque esta simplemente no existe.

Si observamos cuidadosamente la sensación del «yo interior» y del «mundo exterior», descubriremos que
estas dos sensaciones son realmente uno y el mismo sentimiento. Nuestro problema consiste en que
tenemos tres expresiones -«quien ve», «el acto de ver» y «lo visto»- para una única actividad, la experiencia
de ver, tres factores donde en realidad no hay más que uno.

La conciencia de unidad es el eterno presente porque es intemporal. El tiempo es una ilusión producida por
una demarcación simbólica que nos impide llegar a Dios, al Todo, a la conciencia de unidad. No existe ni el
pasado ni el futuro, existe un eterno presente. Y esto es precisamente otra demarcación de la identidad: la
distinción entre pasado y futuro, ya que limitan a la identidad haciéndola vivir en un presente pasajero.

Y las fronteras desaparecen cuando nos percibimos que los recuerdos y nuestras expectativas futuras son
actividades presentes. Por eso no hay que destruir el tiempo, sino buscarlo, y cuando no lo hallemos nos
daremos cuenta que es una ilusión.

Por eso es que Wilber dice que el presente es un momento sin límites espaciales o temporales y por eso los
místicos abrazan al tiempo en su totalidad. Entonces, la conciencia de la unidad es el ahora eterno. Uno no
tiene experiencias presentes, uno es las experiencias presentes. No hay delante de uno ni detrás. Y uno no
tiene donde quedarse, a no ser en el presente intemporal, en la eternidad.

CAMPOS DE ACCIÓN DE LA PSICOLOGÍA TRANSPERSONAL


A partir de 1969 y en torno al Journal of Transpersonal Psychology se forma la Association for Transpersonal
Psychology en Estados Unidos que aglutina estudiosos y practicantes del tema, además de Maslow, S. Grof,
y Wilber, V. Frankl, Ch. Tart, F. Vaughan, G. Allport (Ram Dass), H. Smith y muchos más.

La Association for Transpersonal Psychology a través del Journal of Transpersonal Psychology que comenzó a
aparecer en 1969, centra su interés en los siguientes puntos:

 Psicología y psicoterapia
 Investigación sobre estados de consciencia
 Adicción y rehabilitación
 Muerte y experiencias cercanas a la muerte
 Publicación de investigaciones teóricas y prácticas
 Trabajos empíricos
 Estudio sobre procesos, valores y estados transpersonales
 Las metanecesidades
 Experiencias cumbre
 El Ser, la esencia, la transcendencia, etc.
 Teoría y prácticas de la meditación
 La cooperación transpersonal

En definitiva, y así se entiende lo transpersonal, es una indagación sobre la naturaleza esencial del Ser.

Uno de los aspectos fundamentales y donde esta rama de la Psicología está profundizando es el campo de
las Emergencias Psico Espirituales, entendidas como crisis de transformación personal, que se presentan de
forma espontánea, cuyo desencadenante suele ser un trauma físico o psicológico y se pueden manifestar de
distintas formas.

Grof descubrió un amplio abanico de experiencias transpersonales y, en uno de sus libros más prácticos, nos
ofrece una lista muy completa de ellos:

EXPERIENCIAS DE AMPLIACIÓN DE LA CONCIENCIA DENTRO DEL MARCO DE LA REALIDAD Y DEL ESPACIO-


TIEMPO CONSENSUAL
1. Trascendencia de las fronteras espaciales
a. Experiencia de unidad dual
b. Identificación con otras personas
c. Identificación con el grupo y conciencia grupal
d. Identificación con animales
e. Identificación con plantas y procesos botánicos
f. Unidad con la vida y con toda la Creación
g. Experiencia de la materia inanimada y los procesos inorgánicos
h. Conciencia planetaria
i. Experiencias extraterrenas
j. Identificación con la totalidad del universo físico
k. Fenómenos psíquicos que implican la trascendencia del espacio
2. Trascendencia de las limitaciones del tiempo lineal
a. Experiencias embrionales y fetales
b. Experiencias ancestrales
c. Experiencias radales y colectivas
d. Experiencias de encarnaciones pasadas
e. Experiencias filogenéticas
f. Experiencias de la evolución planetaria
g. Experiencias cosmogenéticas
h. Fenómenos psíquicos que implican trascendencia del tiempo
3. Introversión física y estrechamiento de la conciencia
4. Experiencias de ampliación de la conciencia más allá de la realidad y del espacio-tiempo consensual
a. Experiencias mediúmnicas y espiritistas
b. Fenómenos energéticos del cuerpo sutil (chakras)
c. Experiencias de espíritus animales
d. Encuentros con espíritus guía y seres sobrehumanos
e. Visitas a otros universos y contactos con sus habitantes
f. Experiencias de secuencias mitológicas o de los cuentos de hadas
g. Experiencias con deidades beatíficas o terribles
h. Experiencias con arquetipos universales
i. Comprensión intuitiva de símbolos universales
j. Inspiración creativa e impulso prometeico
k. Experiencia del demiurgo e intuición de la creación cósmica
l. Experiencia de la conciencia cósmica
m. Vacío supracósmico y metacósmico
5. Experiencias transpersonales de naturaleza psicoide
a. Vínculos sincrónicos entre conciencia y materia
b. Acontecimientos psicoides espontáneos
i. Hazañas físicas supranormales
ii. Fenómenos espiritistas y mediumnidad física
iii. Psicokinesis recurrente espontánea (poltergeist)
iv. Objetos volantes no identificados (fenómeno OVNI)
c. Psicokinesis intencional
i. Magia ceremonial
ii. Sanación y brujería
iii. Siddhis
iv. Psicokinesis de laboratorio

Es importante destacar que todas estas experiencias, en ausencia de una patología confirmada por un
diagnóstico médico, entrañan un gran potencial curativo, una vez superadas y debidamente integradas.
Aunque algunas de ellas tienen unas manifestaciones muy similares, no deben confundirse con crisis
psicóticas, ni tratarse con excesiva medicación represiva. En este sentido el DSM-IV contempla ya una nueva
categoría diagnóstica clasificada como “crisis psico religiosas o espirituales” que no se consideran
patológicas.

LAS TERAPIAS TRANSPERSONALES


Incluye los campos e intereses genéricos de la Psicología a los que agrega el énfasis por el crecimiento y la
toma de consciencia, logrando con ello unos niveles de salud que pueden llegar a ser aún más amplios que
los normalmente aceptados.

Sin embargo, es preciso diferenciar entre el abanico de terapias disponibles, ya que algunas tienen que ver
con lo Transpersonal, pero no de una forma sistemática y planificada, entre ellas están:

La Terapia Gestalt, la psicoterapia Existencial, el Psicoanálisis (Escuela de las Relaciones Objetales), la


Bioenergética, la Terapia Centrada en la Persona, el Psicodrama, el Rolfing ó Integración Postural, el Análisis
Transaccional y Psicointegración, la técnica que logra la unificación de los yoes en un Yo Superior.

Entre las Terapias que reconocen de forma explícita la importancia de lo Transpersonal y han creado
estrategias y técnicas para trabajar en este sentido encontramos: El análisis Junguiano (Escuela de Zurich y
Arquetípica). La Biosíntesis. La Integración Primal. La Psicosíntesis. La Terapia Transpersonal.

Algunas Técnicas:

La imaginación activa, planteada por C.G. Jung en 1935 y desarrolla posteriormente en el Instituto de Zurich
por B. Hannah. La fantasía guiada, o sueño dirigido según Dessoille, basada en las técnicas de visualización y
ampliamente desarrollada en Psicosíntesis. La meditación. Trabajo con los sueños. Técnicas de regresión
hipnótica. Respiración holotrópica.

A continuación voy a adentrarme en el campo de las visualizaciones simbólicas, puntualizando


principalmente tres visualizaciones que tendrían distintos efectos terapéuticos: A- campo psicosomático; B-
campo psicosocial (intelectual); C- campo psicoespiritual.

A: CAMPO PSICOSOMÁTICO

Visualización simbólica de estados somáticos: visualizar cualquier dolor o tensión que experimente (energía
agresiva) y transformarla. Este tipo de visualización puede resultar muy efectiva en clientes con cáncer u
otro tipo de enfermedades. Esto se debe a que, según estudios recientes, la gran mayoría de las
enfermedades son psicosomáticas (83%), y hasta la sabiduría oriental parece concordar con esto, ya que
Buda dijo que las enfermedades son originadas por la mente. Como ejemplo de este trabajo terapéutico voy
a citar a un documental sobre Sanaciones que vi. En este documental un niño con cáncer terminal pudo
sanarse debido a que su terapeuta hizo que él visualice a su enfermedad como naves enemigas poco a poco
vencidas por su sistema de defensa. Resulta increíble que utilizando la metáfora de Star Wars una persona
pueda sanarse, pero tal vez esto demuestre el importante rol que juegan las visualizaciones simbólicas en
nuestras vidas.

B: CAMPO PSICOSOCIAL (INTELECTUAL)

Visualización simbólica de contenidos del pensamiento: traduzca sus pensamientos en metáforas y


visualícelos. Esta práctica potencia la capacidad creativa del ser humano, cambiando nuestra visión de la
realidad y haciéndonos más intelectuales, lo cual beneficia notablemente las relaciones tanto directas como
indirectas de una persona. Por eso, beneficia el campo psicosocial del individuo al estimular la capacidad de
observación y comprensión de la realidad.

Desde la antigüedad hasta hoy, las metáforas han jugado un rol importante en la historia de la humanidad,
tanto en las religiones (ej. Biblia) como en la ciencia y filosofía. Como ej de una metáfora en la ciencia se
podría citar a la física moderna en su explicación de la Teoría del Big Ban, ya que según esta teoría el
universo infinito se expande como un globo al inflarse, o sea que, no crece sino que se expande la distancia
entre los planetas y/o galaxias como los puntos de un globo al inflarse. Como ej del uso metafórico en la
filosofía o psicología se podría la teoría de Carl Gustav Jung. En su “Psicología profunda”, nuestras mentes
equivalen a los continentes e islas de un planeta. La conciencia de cada uno de nosotros es lo que emerge
del océano y se encuentra separada por éste de las de nuestros semejantes. Pero a medida que
descendemos bajo su superficie descubrimos que una plataforma continental (inconsciente individual) bajo
el agua. A mayor profundidad, en el fondo, sólo hay una única tierra: todos somos uno y lo mismo
(inconsciente colectivo). A diferencia de nuestro Yo consciente individual, el inconsciente colectivo es
inmortal e “infinitamente sabio y viejo”, según Jung. De hecho, contendría toda la experiencia del Universo.
Jung llegó a preguntarse si dicho concepto equivalía a lo que otros llamaban “Dios”.

Este ejemplo es muy importante y personalmente ha jugado un rol muy importante en mi vida, cambiando
mi visión de esta y de la humanidad, ya que al entrar en la dimensión colectiva la humanidad parece tener
una cierta perfección y armonía propia. Por eso, el uso de metáforas puede ayudar al campo psicosocial del
individuo.

C: CAMPO PSICOESPIRITUAL

Visualización simbólica del proceso psicoespiritual: se toma una de las ideas previas y se profundiza en ella o
se centra concretamente en la sabiduría interior, en la inspiración o en los valores éticos, humanísticos y
altruistas, como el sabio o maestro interior (técnica de la fantasía guiada). Se fomentan las cualidades
deseables directamente a través de formas ideales, a través de la persona ideal o a través de la belleza
interior.

Y luego desarrollar esta imagen ideal (ej. Jesús) hasta que se convierta en una subpersonalidad, para
después introyectar definitivamente estos ideales en un encuentro de subpersonalidades, convirtiendo de
esta manera a la subpersonalidad ideal en el núcleo de la personalidad de la persona.

Mi propuesta terapéutica proviene de una experiencia personal. Hace algunos años yo observaba en mí el
deseo de ser una persona “mejor”, o sea, más armoniosa y pacífica, pero no podía lograrlo. Fui a psicólogos
y tampoco me sirvió, y un día, a pesar de no interesarme el aspecto religioso del hombre, me pregunté qué
haría Jesús en mi lugar. Poco a poco, esta imagen de Jesús fue creciendo de maneras que no podía entender,
aconsejándome antes de actuar y después de mis acciones, siempre mostrándome todo tipo de variantes.
Hasta que de a poco esta imagen de Jesús se convirtió en la imagen de un posible “mi mismo”, o sea, una
posible variante de mi propio ser. Entonces, con el tiempo, comencé a darme cuenta que esa visión ideal se
había convertido en una característica definitoria de mi ser. Fue ahí cuando superé a mis horizontes y me
convertí en lo que había soñado durante años. Pero por supuesto que el camino del autoconocimiento y
perfeccionamiento no tiene fin.

LA NECESIDAD DE DIOS
A continuación citaré un fragmento de la obra de Aldous Huxley, Un Mundo Feliz, en un intento de aclarar
porque es fundamental la creencia en Dios en nuestros tiempos.

- No se pueden crear tragedias sin inestabilidad social. Actualmente el mundo es estable. La gente es feliz;
tiene lo que desea, y nunca desea lo que no puede obtener. Está a gusto; está a salvo; nunca está enferma;
no teme la muerte; ignora la pasión y la vejez; no hay padres ni madres que estorben; no hay esposas, ni
hijos, ni amores excesivamente fuertes. Nuestros hombres están condicionados de modo que apenas
pueden obrar de otro modo que como deben obrar. Y si algo marcha mal, siempre queda el soma. El soma
que usted arroja por la ventana en nombre de la libertad, Mr. Salvaje. ¡La libertad! Éste es el precio que
debemos pagar por la estabilidad. Hay que elegir entre la felicidad y lo que la gente llamaba arte puro.
Nosotros hemos sacrificado el arte puro. Y en su lugar hemos puesto el sensorama y el órgano de perfumes.

- A mí todo esto me parece horrendo.

- Claro que lo es. La felicidad real siempre aparece escuálida por comparación con las compensaciones que
ofrece la desdicha. Y, naturalmente, la estabilidad no es, ni con mucho, tan espectacular como la
inestabilidad. Y estar satisfecho de todo no posee el hechizo de una buena lucha contra la desventura, ni el
pintoresquismo del combate contra la tentación o contra una pasión fatal o una duda. La felicidad nunca
tiene grandeza. Además, debemos pensar en nuestra estabilidad. No deseamos cambios. Todo cambio
constituye una amenaza para la estabilidad. Ésta es otra razón por la cual somos tan remisos en aplicar
nuevos inventos. Todo descubrimiento de las ciencias puras es potencialmente subversivo; incluso hasta a la
ciencia debemos tratar a veces como un enemigo. Sí, hasta a la ciencia. Antes creían que se podía permitir
que siguiera desarrollándose indefinidamente, sin tener en cuenta nada más. El conocimiento era el bien
supremo, la verdad, el máximo valor; todo lo demás era secundario y subordinado. Cierto que las ideas ya
empezaban a cambiar aun entonces. Nuestro Ford mismo hizo mucho por trasladar el énfasis de la verdad y
la belleza a la comodidad y la felicidad. La producción en masa exigía este cambio fundamental de ideas. La
felicidad universal mantiene en marcha constante las ruedas, los engranajes; la verdad y la belleza, no. Y,
desde luego, siempre que las masas alcanzaban el poder político, lo que importaba era más la felicidad que
la verdad y la belleza. A pesar de todo, todavía se permitía la investigación científica sin restricciones. Pero,
¿De qué sirven la verdad, la belleza o el conocimiento cuando las bombas de ántrax llueven del cielo? A la
sazón, la gente ya estaba dispuesta hasta a que pusieran coto y regularan sus apetitos. Cualquier cosa con
tal de tener paz. Y desde entonces no ha cesado el control. La verdad ha salido perjudicada, desde luego.
Pero no la felicidad. Las cosas hay que pagarlas. La felicidad tenía su precio. Y usted tendrá que pagarlo, Mr.
Watson; tendrá que pagar porque le interesaba demasiado la belleza. A mí me interesaba demasiado la
verdad; y tuve que pagar también.

- Arte, ciencia... Creo que han pagado ustedes un precio muy elevado por su felicidad - dijo el Salvaje,
cuando quedaron a solas -. ¿Algo más, acaso?
- Pues... la religión, desde luego - contestó el Interventor – (La Sagrada Biblia, Las Variedades de la
experiencia Religiosa, de William James.)

- Pero si usted conoce a Dios, ¿por qué no se lo dice a los demás? - preguntó el Salvaje, indignado -. ¿Por qué
no les da a leer estos libros que tratan de Dios?

- Por la misma razón por la que no les dejo leer Otelo: son antiguos; tratan del Dios de hace cientos de años.
No del Dios de ahora.

- Pero Dios no cambia.

- Los hombres, sí.

- Y ello, ¿produce alguna diferencia?

- Una diferencia fundamental - dijo Mustafá Mond. Volvió a levantarse y se acercó al arca -. Existió un
hombre que se llamaba cardenal Newman - dijo -. Un cardenal. Y puesto que me viene a mano, sacaré
también este otro. Es de un hombre que se llamó Maine de Biran. Fue un filósofo. Después, leeré una de las
cosas en que este filósofo soñó. De momento, escuche lo que decía ese antiguo cardenal. No somos más
nuestros de lo que es nuestro lo que poseemos. No nos hicimos a nosotros mismos, no podemos ser
superiores de nosotros mismos. No somos nuestros propios dueños. Somos propiedad de Dios. ¿No consiste
nuestra felicidad en ver así las cosas? ¿Existe alguna felicidad o algún consuelo en creer que somos
nuestros? Es posible que los jóvenes y los prósperos piensen así. Es posible que éstos piensen que es una
gran cosa hacerlo según su voluntad, como ellos suponen, no depender de nadie, no tener que pensar en
nada invisible, ahorrarse el fastidio de tener que reconocer continuamente, de tener que rezar
continuamente, de tener que referir continuamente todo lo que hacen a la voluntad de otro. Pero a medida
que pase el tiempo, éstos, como todos los hombres, descubrirán que la independencia no fue hecha para el
hombre, que es un estado antinatural, que puede sostenerse por un momento, pero no puede llevarnos a
salvo hasta el fin... - Mustafá Mond hizo una pausa, dejó el primer libro y, cogiendo el otro, volvió unas
páginas del mismo -. Vea esto, por ejemplo - dijo; y con su voz profunda empezó a leer de nuevo -. Un
hombre envejece; siente en sí mismo esa sensación radical de debilidad, de fatiga, de malestar, que
acompaña a la edad avanzada; y, sintiendo esto, imagina que, simplemente, está enfermo, engaña sus
temores con la idea de que su desagradable estado obedece a alguna causa particular, de la cual, como de
una enfermedad, espera rehacerse. ¡Vaya imaginaciones! Esta enfermedad es la vejez; y es una enfermedad
terrible. Dicen que el temor a la muerte y a lo que sigue a la muerte es lo que induce a los hombres a
entregarse a la religión cuando envejecen. Pero mi propia experiencia me ha convencido de que, aparte
tales terrores e imaginaciones, el sentimiento religioso tiende a desarrollarse a medida que la imaginación y
los sentidos se excitan menos y son menos excitables, nuestra razón halla menos obstáculos en su labor, se
ve menos ofuscada por las lágrimas; los deseos y las distracciones en que solía absorberse; por lo cual Dios
emerge como desde detrás de una nube; nuestra alma siente, ve, se vuelve hacia el manantial de toda luz;
se vuelve, natural e inevitablemente, hacia ella; porque ahora que todo lo que daba al mundo de las
sensaciones su vida y su encanto ha empezado a alejarse de nosotros, ahora que la existencia fenoménica
ha dejado de apoyarse en impresiones interiores o exteriores, sentimos la necesidad de apoyarnos en algo
permanente, en algo que nunca pueda fallarnos, en una realidad, en una verdad absoluta e imperecedera.
Sí, inevitablemente nos volvemos hacia Dios; porque este sentimiento religioso es por naturaleza tan puro,
tan delicioso para el alma que lo experimenta, que nos compensa de todas las demás pérdidas. - Mustafá
Mond cerró el libro y se arrellanó en su asiento -. Una de tantas cosas del cielo y de la tierra en las que esos
filósofos no soñaron fue esto - e hizo un amplio ademán con la mano -: nosotros, el mundo moderno. Sólo
podéis ser independientes de Dios mientras conservéis la juventud y la prosperidad; la independencia no os
llevará a salvo hasta el final. Bien, el caso es que actualmente podemos conservar y conservarnos la
juventud y la prosperidad hasta el final. ¿Qué se sigue de ello? Evidentemente, que podemos ser
independientes de Dios. El sentimiento religioso nos compensa de todas las demás pérdidas. Pero es que
nosotros no sufrimos pérdida alguna que debamos compensar; por tanto, el sentimiento religioso resulta
superfluo. ¿Por qué deberíamos correr en busca de un sucedáneo para los deseos juveniles, si los deseos
juveniles nunca cejan? ¿Para qué un sucedáneo para las diversiones, si seguimos gozando de las viejas
tonterías hasta el último momento? ¿Qué necesidad tenemos de reposo cuando nuestras mentes y nuestros
cuerpos siguen deleitándose en la actividad? ¿Qué consuelo necesitamos, puesto que tenemos soma? ¿Para
qué buscar algo inamovible, si ya tenemos el orden social?

- Entonces, ¿usted cree que Dios no existe? - preguntó el Salvaje.

- No, yo creo que probablemente existe un dios.

- Entonces, ¿por qué...?

Mustafá Mond le interrumpió.

- Pero un Dios que se manifiesta de manera diferente a hombres diferentes. En los tiempos premodernos se
manifestó como el ser descrito en estos libros. Actualmente...

- ¿Cómo se manifiesta actualmente? - preguntó el Salvaje.

- Bueno, se manifiesta como una ausencia; como si no existiera en absoluto.

- Esto es culpa de ustedes.

- Llámelo culpa de la civilización. Dios no es compatible con el maquinismo, la medicina científica y la


felicidad universal. Es preciso elegir. Nuestra civilización ha elegido el maquinismo, la medicina y la felicidad.
Por esto tengo que guardar estos libros encerrados en el arca de seguridad. Resultan indecentes. La gente
quedaría asqueada si...

El Salvaje le interrumpió.

- Pero, ¿no es natural sentir que hay un Dios?

- Pero la gente ahora nunca está sola - dijo Mustafá Mond -. La inducimos a odiar la soledad; disponemos sus
vidas de modo que casi les es imposible estar solos alguna vez.

- ¿Recuerda aquel fragmento de El Rey Lear? - dijo el Salvaje -: Los dioses son justos, y convierten nuestros
vicios de placer en instrumentos con que castigarnos; el lugar abyecto y sombrío donde te concibió le costó
los ojos, y Edmundo contesta, recuérdelo, cuando está herido, agonizante: Has dicho la verdad; es cierto. La
rueda ha dado la vuelta entera; aquí estoy. ¿Qué me dice de esto? ¿No parece que exista un Dios que
dispone las cosas, que castiga, que premia?

- ¿Sí? - preguntó el Interventor a su vez -. Puede usted permitirse todos los pecados agradables que quiera
con una neutra sin correr el riesgo de que le saque los ojos la amante de su hija. La rueda ha dado una vuelta
entera; aquí estoy. Pero, ¿dónde estaría Edmundo actualmente? Estaría sentado en una butaca neumática,
ciñendo con un brazo la cintura de una chica, mascando un chicle de hormonas sexuales y contemplando el
sensorama. Los dioses son justos. Sin duda. Pero su código legal es dictado, en última instancia, por las
personas que organizan la sociedad. La Providencia recibe órdenes de los hombres.

- ¿Está seguro de ello? - preguntó el Salvaje -. ¿Está completamente seguro de que Edmundo, en su butaca
neumática, no ha sido castigado tan duramente como el herido que se desangra hasta morir? Los dioses son
justos. ¿Acaso no han empleado estos vicios de placer como instrumento para degradarle?

- ¿Degradarle de qué posición? En su calidad de ciudadano feliz, trabajador y consumidor de bienes, es


perfecto. Desde luego, si usted elige como punto de referencia otro distinto del nuestro, tal vez pueda decir
que ha sido degradado. Pero debe usted seguir fiel a un mismo juego de postulados.

- Pero el valor no reside en la voluntad particular - dijo el Salvaje -. Conservar su estima y su dignidad en
cuanto que es tan precioso en sí mismo como a los ojos del tasador.

- Vamos, vamos - protestó Mustafá Mond -. ¿No le parece que esto es ya ir demasiado lejos? - Si ustedes se
permitieran pensar en Dios, no se permitirían a sí mismo dejarse degradar por los vicios agradables.

Tendrían una razón para soportar las cosas con paciencia, y para realizar muchas cosas valor. He podido
verlo así en los indios.

- No lo dudo - dijo Mustafá Mond -. Pero nosotros no somos indios. Un hombre civilizado no tiene ninguna
necesidad de soportar nada que sea seriamente desagradable. En cuanto a realizar cosas, Ford no quiere
que tal idea penetre en la mente del hombre civilizado. Si los hombres empezaran a obrar por su cuenta,
todo el orden social sería trastornado.

- ¿Y en qué queda, entonces, la autonegación? Si ustedes tuvieran un Dios, tendrían una razón para la
autonegación.

- Pero la civilización industrial sólo es posible cuando no existe autonegación. Es precisa la autosatisfacción
hasta los límites impuestos por la higiene y la economía. De otro modo las ruedas dejarían de girar.

- ¡Tendrían ustedes una razón para la castidad! - dijo el Salvaje.

- Pero la castidad entraña la pasión, la castidad entraña la neurastenia. Y la pasión y la neurastenia entrañan
la inestabilidad. Y la inestabilidad, a su vez, el fin de la civilización. Una civilización no puede ser duradera sin
gran cantidad de vicios agradables.

- Pero Dios es la razón que justifica todo lo que es noble, bello y heroico. Si ustedes tuvieran un Dios...

- Mi joven y querido amigo - dijo Mustafá Mond -, la civilización no tiene ninguna necesidad de nobleza ni de
heroísmo. Ambas cosas son síntomas de ineficacia política. En una sociedad debidamente organizada como
la nuestra, nadie tiene la menor oportunidad de comportarse noble y heroicamente. Las condiciones deben
hacerse del todo inestables antes de que surja tal oportunidad. Donde hay guerras, donde hay una dualidad
de lealtades, donde hay tentaciones que resistir, objetos de amor por los cuales luchar o que defender, allá,
es evidente, la nobleza y el heroísmo tienen algún sentido. Pero actualmente no hay guerras. Se toman
todas las precauciones posibles para evitar que cualquiera pueda amar demasiado a otra persona.

»No existe la posibilidad de elegir entre dos lealtades o fidelidades; todos están condicionados de modo que
no pueden hacer otra cosa más que lo que deben hacer. Y lo que uno debe hacer resulta tan agradable, se
permite el libre juego de tantos impulsos naturales, que realmente no existen tentaciones que uno deba
resistir. Y si alguna vez, por algún desafortunado azar, ocurriera algo desagradable, bueno, siempre hay el
soma, que puede ofrecernos unas vacaciones de la realidad. Y siempre hay el soma para calmar nuestra ira,
para reconciliarnos con nuestros enemigos, para hacernos pacientes y sufridos. En el pasado, tales cosas
sólo podían conseguirse haciendo un gran esfuerzo y al cabo de muchos años de duro entrenamiento moral.
Ahora, usted se zampa dos o tres tabletas de medio gramo, y listo. Actualmente, cualquiera puede ser
virtuoso. Uno puede llevar al menos la mitad de su moralidad en el bolsillo, dentro de un frasco. El
cristianismo sin lágrimas: esto es el soma.

- Pero las lágrimas son necesarias. ¿No recuerda lo que dice Otelo? Si después de cada tormenta vienen
tales calmas, ojalá los vientos soplen hasta despertar a la muerte. Hay una historia, que uno de los ancianos
indios solía contarnos, acerca de la Doncella de Mátsaki. Los jóvenes que aspiraban a casarse con ella tenían
que pasarse una mañana cavando en su huerto. Parecía fácil; pero en aquel huerto había moscas y
mosquitos mágicos. La mayoría de los jóvenes, simplemente, no podían resistir las picaduras y el escozor.
Pero el que logró soportar la prueba, se casó con la muchacha.

- Muy hermoso. Pero en los países civilizados - dijo el Interventor - se puede conseguir a las muchachas sin
tener que cavar para ellas; y no hay moscas ni mosquitos que le piquen a uno. Hace siglos que nos libramos
de ellos.

El Salvaje asintió, ceñudo.

- Se libraron de ellos. Sí, muy propio de ustedes. Librarse de todo lo desagradable en lugar de aprender a
soportarlo. Si es más noble soportar en el alma las pedradas o las flechas de la mala fortuna, o bien alzarse
en armas contra un piélago de pesares y acabar con ellos enfrentándose a los mismos... Pero ustedes no
hacen ni una cosa ni otra. Ni soportan ni resisten. Se limitan a abolir las pedradas y las flechas. Es demasiado
fácil.

El Salvaje enmudeció súbitamente, pensando en su madre. En su habitación del piso treinta y siete, Linda
había flotado en un mar de luces cantarinas y caricias perfumadas, había flotado lejos, fuera del espacio,
fuera del tiempo, fuera de la prisión de sus recuerdos, de sus hábitos, de su cuerpo envejecido y abotagado.
Y Tomakin, ex director de Incubadoras y Condicionamiento, Tomakin seguía todavía de vacaciones, de
vacaciones de la humillación y el dolor, en un mundo donde no pudiera ver aquel rostro horrible ni sentir
aquellos brazos húmedos y fofos alrededor de su cuello, en un mundo hermoso...

- Lo que ustedes necesitan - prosiguió el Salvaje - es algo con lágrimas, para variar. Aquí nada cuesta lo
bastante. Atreverse a exponer lo que es mortal e inseguro al azar, la muerte y el peligro, aunque sólo sea
por una cáscara de huevo... ¿No hay algo en esto? - preguntó el Salvaje, mirando a Mustafá Mond -. Dejando
aparte a Dios, aunque, desde luego, Dios sería una razón para obrar así. ¿No tiene su hechizo el vivir
peligrosamente?

- Ya lo creo - contestó el Interventor -. De vez en cuando hay que estimular las glándulas suprarrenales de
hombres y mujeres.

- ¿Cómo? - preguntó el Salvaje, sin comprender.

- Es una de las condiciones para la salud perfecta. Por esto hemos impuesto como obligatorios los
tratamientos de S.P.V.

- ¿S.P.V.?
- Sucedáneo de Pasión Violenta. Regularmente una vez al mes. Inundamos el organismo con adrenalina. Es
un equivalente fisiológico completo del temor y la ira. Todos los efectos tónicos que produce asesinar a
Desdémona o ser asesinado por Otelo, sin ninguno de sus inconvenientes.

- Es que a mí me gustan los inconvenientes.

- A nosotros, no - dijo el Interventor -. Preferimos hacer las cosas con comodidad.

- Pues yo no quiero comodidad. Yo quiero a Dios, quiero poesía, quiero peligro real, quiero libertad, quiero
bondad, quiero pecado.

- En suma - dijo Mustafá Mond -, usted reclama el derecho a ser desgraciado.

- Muy bien, de acuerdo - dijo el Salvaje, en tono de reto -. Reclamo el derecho a ser desgraciado.

- Esto, sin hablar del derecho a envejecer, a volverse feo e impotente, el derecho a tener sífilis y cáncer, el
derecho a pasar hambre, el derecho a ser piojoso, el derecho a vivir en el temor constante de lo que pueda
ocurrir mañana; el derecho a pillar un tifus; el derecho a ser atormentado.

Siguió un largo silencio.

- Reclamo todos estos derechos - concluyó el Salvaje.

Mustafá Mond se encogió de hombros.

- Están a su disposición - dijo...”

DIOS EXISTE
"Mi religión consiste en una humilde admiración del espíritu superior ilimitable que se revela a sí mismo en
los menores detalles que somos capaces de percibir con nuestras mentes frágiles y endebles. Esta
convicción profundamente emocional de la presencia de un poder razonador superior que se revela en el
universo incomprensible, forma mi idea de Dios". "Todo está determinado... por fuerzas sobre las que no
tenemos ningún Control. Tan determinado para un insecto como para una estrella. Los seres Humanos, los
vegetales o las partículas cósmicas... todos bailamos al Ritmo de una tonada misteriosa que toca en la
distancia un gaitero Invisible." Albert Einstein.

Una disertación que dió el conocido premio Nobel Max Planck en un Congreso de Ciencias Físicas en
Florencia, Italia, fue totalmente increíble.

Cuando hace aproximadamente 100 años, el místico Jacob Lorber dijo prácticamente lo mismo, al publicar
las revelaciones que le había dado su "voz interior", la gente lo tomó por un fantasioso, un soñador.

Sobre Max Planck, Premio Nobel Física 1918, dijo el científico Werner Héinsenberg, otro premio Nobel
(Física 1932) lo siguiente: "Max Planck fue el último gran representante de la época clásica de la física, y al
mismo tiempo el que comenzó todo lo nuevo; en cierto modo actuando bajo la presión ejercida por las leyes
naturales. Max Planck se vió inducido a apartarse de ciertas categorías de pensamiento, consideradas como
evidentes hasta entonces".

Estas pocas palabras de Werner Héinsenberg nos caracterizan a Max Planck quien, cuando fue estudiante,
recibió de su profesor el consejo de no estudiar física "porque en este campo ya no queda nada nuevo para
descubrir". En diciembre del año 1900, luego de su histórica disertación sobre la teoría de los Cuantos en la
Sociedad Alemana de Física en Berlín (en la fórmula de Planck: E = hxv para las fases energéticas del
oscilador Hertz, está expresando la ruptura radical con la tradición científica), Planck fue atacado de manera
muy agresiva por sus colegas, burlándose unos de él, mientras otros rompieron su amistad con él, para no
quedar en ridículo. Tenían que pasar 18 años para que ellos entendieran su teoría, reconocimiento que
culminó con el otorgamiento del Premio Nobel.

Existen fotografías que nos muestran la estructura atómica de una punta de alfiler, observada a través de un
microscopio electrónico con un aumento de dos millones de veces; esto confirma la existencia de otra
realidad detrás del mundo que nuestros sentidos perciben.

He citado estos detalles para entender mejor al hombre Max Planck y sus conceptos, que desarrolló en el ya
citado Congreso Internacional de Ciencias Físicas de Florencia:

La materia concreta es mera apariencia.

"En mi carácter de Físico y como hombre que ha dedicado su vida a la ciencia auténtica, a la investigación de
la Materia, me creo a salvo de la sospecha de un fantasioso irresponsable. Por ello, y a raíz de mis
exploraciones en el campo atómico, declaro lo siguiente:

No existe la materia en sí.

Toda materia nace y permanece únicamente en virtud de una Fuerza que pone en vibración las partículas
intraatómicas y las mantiene vinculadas semejando al más pequeño sistema solar del mundo. Siendo que en
el Universo no existe fuerza inteligente ni fuerza eterna (abstracta) alguna (la humanidad nunca pudo
inventar un "perpetum mobile"), debemos admitir detrás de la Fuerza mencionada la presencia de un
Espíritu consciente inteligente, o sea que EL FUNDAMENTO ESENCIAL DE LA MATERIA ES DICHO ESPIRITU.

Ya que según vimos la Materia no existe sin este Espíritu, lo real, cierto y efectivo no es la Materia visible y
transitoria, sino el Espíritu invisible e inmortal. Pero siendo que no puede haber espíritu en sí por pertenecer
cada espíritu a un ser, debemos forzosamente admitir seres espirituales.

Ahora bien: como a su vez los seres espirituales no pueden ser por sí mismos, sino que deben ser creados,
no vacilo en denominar a ese misterioso Creador como lo han nombrado todos los pueblos cultos de la
Tierra en los pasados milenios: Dios".

Hasta aquí la disertación del Profesor Max Planck. No sería correcto que, relacionado con el tema,
solamente cite a Max Planck.

La mayoría de los Filósofos antiguos, desde Anaxágoras hasta Epicuro, Lucrecio y finalmente hasta Galileo,
creían en los Atomos con alma propia (Cosmogénesis I, de H. P. Blavatsky).
Para Gottfied Wilhelm Leibwitz (1646 - 1716) la materia no era inactiva y muerta, sino todo es movimiento
animado, energía activa: "Las partículas elementales son fuerzas vivas, las que no actúan mecánicamente
sino por un principio propio; son unidades espirituales".

Ernst Haeckel (1834 - 1919): "Las discusiones sobre las particularidades de los Atomos podemos aclararlas
con la suposición de que estas pequeñísimas partículas, en su calidad de centros de fuerza, están dotadas
con alma, que da a cada Atomo su sentido y movimiento".

Lord Ernest Rutherford (Premio Nobel 1908), luego de haber publicado en 1911 su teoría de que el átomo
consta de un núcleo central, con carga positiva, y electrones con carga negativa, que giran alrededor del
núcleo de una especie de nube, compara el átomo con el sistema solar. Así como giran los planetas
alrededor del Sol, en órbita elíptica, así también giran con increíble velocidad los electrones alrededor del
núcleo del átomo.

El conocido físico Murray Gell-Mann, del Instituto Tecnológico de California, quien se dedicó durante los
últimos años al desintegrador de átomos más grande del mundo (una máquina de 200.000 millones de
electro-voltios que está en Weston, Estado de Illinois, dijo en una disertación: "Creo que la Física de las
Partículas se encuentra donde se encontraba la Física Atómica a principios de este siglo.

Tenemos un esquema de las estructuras, pero no existe aún una teoría completa de las interacciones que
nos permita comprender lo que está sucediendo en el fondo de todo. En un experimento llevado a cabo por
los Físicos de Princeton se demostró la violación de otra ley: la de Simetría. Algunos teóricos llegaron a
especular sobre la posibilidad de que se trataba de una quinta fuerza natural.... Estamos en el umbral de un
acontecimiento increíble".

Muchos conocen al Dr. Gustav Stromberg a través de sus publicaciones, que aparecieron en el transcurso de
sus 30 años de trabajo en el Observatorio Mount Wilson en California. Otros lo conocen por su libro "The
Soul of the Universo" (El alma del Universo), con prólogo de su amigo Albert Einstein.

Stromberg se apoyaba en sus investigaciones sobre datos científicos y en su concepto de que un mundo
espiritual dirige y guía el desarrollo de las formas vivientes y de la denominada materia inanimada.

Stromberg suponía que toda Vida, toda Materia, tiene su origen en un mundo inmaterial y queda arraigado
con aquel mundo. Pensaba en campos estructurales, que dan la forma a la materia inanimada y a los seres
vivientes. Cuando se publicó su libro en 1940, su concepto sobre campos organizados como fuerzas
conductoras de las formas aún no había sido confirmado en ensayos de laboratorio. Luego el Dr. H. S. Burr,
de la Universidad de Yale, demostró en una serie de ensayos la realidad de la teoría de Stromberg. H. S. Burr
constató: "Debemos suponer que el campo eléctrico de un organismo es más esencial que éste mismo,
determinando la estructura biológica".

Estas deducciones, como cita J. Crenshaw, "Fate" Nro. 254, son de una enorme importancia para nuestros
Biólogos y otros científicos, porque si las mismas son correctas, significaría esto que toda materia animada,
en todos sus estadios de crecimiento, es mantenida en su forma a través de un campo de fuerza eléctrico,
que debe poseer una inteligencia propia, que deja el cuerpo al desintegrarse el mismo.

Stromberg decía que estos campos venían de un mundo inmaterial y también volvían hacia allí. El desarrolló
un mundo de formas físicas como estructuras de energías, provenientes de un mundo no físico, que tiene su
propia estructura inmaterial.
La estructura y la composición del organismo viviente es conducida, según su opinión, por: "Sistemas de
ondas inmateriales" o por "Campos de Vida", con la propiedad de construir, con ciertos tipos de moléculas,
formas altamente organizadas de plantas y animales.

Stromberg creía que los campos estructurales tienen su origen en un plan infinito, creado por el "Alma del
Universo" y que aquel mundo inmaterial es el dominio de Dios y el hogar del alma inmortal del hombre, una
vez que dejó su cuerpo físico, lugar donde puede seguir su desarrollo espiritual y ético, fuera de espacio y
tiempo, hasta que haya cumplido su misión, para la cual ha sido creado.

El ya citado Jakob Lorber (1800 - 1864), cuando tenía 40 años comenzó a recibir de su "Voz Interior"
revelaciones que coinciden sorprendentemente con los descubrimientos que conocidos Físicos han realizado
100 años más tarde.

De su inmensa obra queremos citar solamente algunos conceptos contenidos en su libro "Productos
Naturales": "Si han sido descubiertas fuerzas que actúan dentro o sobre la materia, ellas no son muertas,
sino vivas e inteligentes. Tal como puede reconocerse una fuerza a través del efecto, también es posible
reconocer la inteligencia de una fuerza a través de la regularidad de su efecto. De esta conclusión será
comprensible que toda la materia está constituida en realidad de nada más que inteligencias, que son
guiadas a través de Inteligencias Superiores, según ordenamiento y necesidad".

En otra parte dice Stromberg: "Allí donde Uds. descubren en una gota de agua bajo el microscopio,
infusorios (animales de una sola célula, como primitivas formas de vida, el mundo animal ya se encuentra
sobre el milésimo escalón de su desarrollo. El primer escalón está formado por los infinitamente pequeños
habitantes del éter y son más o menos lo que Uds. llaman los átomos y sus partículas, encontrándose sobre
un punto por trillones. Se forman estos "animalitos atómicos" a través de la fusión de los rayos solares, que
se encuentran en el espacio. Su forma es esférica y su alimentación es la esencia de la luz.

Su vida dura solamente la trillonésima parte de un segundo".

Es muy fácil deducir que estos "animalitos atómicos", cuya vida solamente tiene tan corta duración, son los
"Mesones", descubiertos en 1937 en los rayos cósmicos por el Físico japonés Hedeki Yukawa. En el año
1952, Yukawa recibió el Premio Nobel por el descubrimiento de los "Mesones", cuya vida el calcula en una
trillonésima parte de un segundo. Con profundidad espiritual se refiere al tema William Walter Atkinson,
autor de una serie de libros estimulantes de carácter mental, como así también sobre yoga y temas
metapsíquicos, en su obra "El realismo de la confianza", al decir: "La Naturaleza Matriz", cuando comienza a
revelar sus actividades, opera sobre el desarrollo de la idea en la Mente Infinita o Espíritu. Los cambios,
alteraciones y combinaciones de la energía que evoluciona, producen partículas infinitesimales de algo que
no es propiamente energía ni materia y que, no obstante, posee las cualidades características de ambas.
Estas partículas están en íntima vibración, como todas las cosas creadas de energía o materia. En cada una
existe la posibilidad de vida y mente. Estas partículas rodease unas a otras y constituyen universos en
miniatura, que tienen una unidad de actividad y se forman en una partícula mayor, constituyendo lo que la
ciencia llama electrón, protón y neutrón, que percibimos como fin de la agrupación del átomo (Aclaración: el
núcleo del átomo es un pequeño grupo de protones y neutrones íntimamente unidos. La carga positiva de
los protones está compensada por un enjambre de electrones negativos que gira alrededor del núcleo a tal
velocidad que las partículas forman como una partícula sólida, del mismo modo que el ventilador que gira a
altas velocidades se nos parece como un círculo sólido).
Conviene tener en cuenta que este proceso es puramente mental en su carácter, porque es crecimiento y
evolución de la idea de la Naturaleza formada en la Mente Universal.

Con el origen del átomo, aparece la materia. La materia que las mentes poco cultivadas consideran como la
substancia más real en la Naturaleza, no es más que el resultado del pensamiento creativo de la mente
Universal o Espíritu".

Finalizaré con las palabras del padre del proyecto espacial de los Estados Unidos, Dr. Wernher von Braun,
publicadas en la revista "Zait" Febr. 66:

"Más conocemos la complicidad de la estructura de los átomos, el sentido de la vida o el plano fundamental
de la Vía Láctea, más debemos sorprendernos de las maravillas de la Creación; a pesar de toda la ciencia del
mundo necesitamos la creencia en Dios".

Las teorías modernas son el legado de la filosofía antigua, desde la manifestación de Aristóteles acerca de
que la materia y el espíritu son uno solo, hasta Descartes y la duda metódica. Se podría afirmar que
Descartes dijo que menos la existencia de Dios y del espíritu, todo puede ponerse en duda. "La idea por la
cual concibo un Dios soberano, eterno, infinito, inmutable, omnisciente, omnipotente y universal, creador
de todas las cosas, que están fuera de él; esa idea, digo, tiene ciertamente en si más realidad objetiva que
aquellas otras que me representan sustancias finitas".

Siguiendo esta línea, Hegel manifestó que el mundo material es un producto de la conciencia suprahumana.

Como dijo Jacobo Feldman: "Existe una luz que funda y sustenta el Universo, y que nosotros no podemos
ver. Existe un sonido que llena el universo y que nosotros no podemos captar con nuestros oídos. Existe una
presencia que impregna el universo y que nosotros no podemos percibir con nuestros sentidos. Existe un Yo
que es la raíz y el fundamento de nuestras pequeñas yoes, que nosotros no podemos conocer a través de
nuestra mente perceptiva. Y esta luz, esta presencia, este sonido, este Yo, cuya invisible realidad es más
intensa, es Dios mismo, el Uno, el real. ¿Hemos pensado que dada la estructura íntima del universo, todo es
luz, que sus invisibles átomos son luz pura? Nuestro cuerpo es luz, el aire que respiramos es luz, las cosas
que tocamos son luz, el pensamiento es luz, la emoción que nos embarga, nuestras palabras, nuestros
movimientos... La vida misma es Luz. Somos seres de luz en un universo luminoso. El Dios en nosotros es el
espíritu de amor y verdad, de justicia y sabiduría, de bondad y poder, ha de ser nuestra única fe, que firme
como una roca nos sirve de apoyo; nuestra sola esperanza, que nunca nos engañará, aunque todo perezca.
Todo es ilusión, hermanos. Somos vacío, nada, todo, aquello que juega repetidamente por eones al ser y no
ser, desaparecer y emerger, proyectarse y reabsorberse en el seno de lo absoluto. Y eso soy yo, eso eres tú,
eso somos todos, eso es Dios."...

Parece increíble que las tradiciones sagradas hayan visto a la realidad como una ilusión (Maya), cuando en la
actualidad sabemos que el Universo es una ilusión óptica, compuesto por la interacción de átomos de luz
regidos por una energía mater desconocida, esta fuerza creadora es el Dios omnipresente de todas las
religiones del mundo.

"Él es el Eterno... Sus manos y sus pies están en todas partes, sus cabezas, sus ojos y sus caras se encuentran
por todos los sitios a donde dirijamos la mirada, su oído todo lo oye; llena en su inconmensurabilidad todo el
Universo, es el Ser Universal. Él es el origen de los sentidos y de sus propiedades, pero carece de ellos; Él no
está ligado a nada, pero es el fundamento de todo; Él se manifiesta en los modos de ser, aunque no está
limitado por ellos. Él es todo lo que hay en nosotros y fuera de nosotros. Él es lo interior y lo exterior, lo
lejano y lo próximo, lo móvil y lo inmóvil. Él es tan abstracto que no podemos llegar a conocerlo. Es
indivisible y es Uno, más se manifiesta en diversas formas, mostrándose como uno de los seres existentes;
de Él se originan eternamente todos los seres y también eternamente vuelven a Él. Es la luz de las luces, de
un resplandor superior a las tinieblas de nuestra ignorancia; es el conocimiento y el objeto del conocimiento
y habita en el corazón de todos los hombres"... Bhagavad Gita (canto del Bienaventurado).

Recordemos que para la religión hindú, Dios está en todo el Universo, ya que la vida es un drama cósmico en
el cual Dios desempeña todos los papeles a la vez.

"Ninguno de nuestros pensamientos puede concebir a Dios, ni lengua puede alguna puede definirle. Lo que
es incorpóreo, invisible, sin forma, no puede ser percibido por nuestros sentidos, lo que es eterno, no puede
ser medido por la corta regla del tiempo: Dios es, pues, inefable". Hermes Trimesgisto.

HACIA UNA MIRADA ANTROPOLÓGICA


... "Los humanos son por origen materia primordial, una antiquísima porción de niebla cristalina, ni más ni
menos material que la que compone cualquier nebulosa: una extraña composición inestable de partículas
subatómicas. Obsérvense como una radiante, inestable, informante e indestructible composición de
elementos que ora son ondas vibrantes, ora ínfimas e infinitas burbujas de energía que duran una
millonésima de fracción de segundos, para adoptar enseguida otra forma. Un tramo de la Fuerza en su
aspecto más íntimo: radiante, potente, inconsciente, mutable e imperecedero. ¿Has pensado alguna vez en
tu cuerpo de esa manera? En esta condición el ser es inmortal. Es la visión de lo inmanifestado lo que da al
hombre la justa percepción de las cosas manifestadas, meditando sobre la vacuidad de lo lleno, y la plenitud
de lo aparentemente vacío. El hombre es una masa de átomos que gravita a gran velocidad, este parece
sólido, ya que es imposible hundir el dedo entre la carne y el hueso. No obstante, esa solidez es una ilusión.
Tome una criatura infinitamente pequeña que se ubicaría a alguna distancia de un cuerpo para observarlo.
Vería soles arremolinados, nebulosas en espiral, estelas brillantes semejantes a la Vía Láctea. En las partes
blandas del cuerpo, como la carne, las moléculas aparecen dispersas mientras que en las sustancias duras,
como los huesos, ellas serian densas y darían la impresión de una pila compacta de estrellas"... Jacobo
Feldman y Lobsang Rampa indagan en esta poética descripción de la naturaleza humana la teoría metafísica
del Microcosmos.

Además, también uno podría ser el centro del Universo o de la realidad misma como diría Descartes, ya que
si medimos la distancia de nosotros (centro) hacia cualquier punto de los confines del cosmos el resultado es
el mismo, infinito.

"El hombre ha inventado numerosas máquinas, pero olvida que él mismo es una máquina mucho más
compleja que todas las que ha creado.."

"Y dijo Dios: Hagamos al ser humano a nuestra imagen, como semejanza nuestra.”

"Hay muchas maravillas en el mundo, pero nada es más admirable que el hombre. Él se traslada en el
encrespado mar llevado del impetuoso viento, atravesando el abismo de las rugientes olas. Y a la Tierra, la
excelsa, eterna e infatigable diosa, le arranca el fruto año tras año con su arado y con sus mulas. Se apodera
de las leves y rápidas aves tendiéndoles redes y apresa a las bestias salvajes y, los peces del mar con mallas
debidas a su habilidad. El ingenio del hombre le permite dominar a las bestias que pueblan los montes,
domestica al caballo salvaje y le impone el yugo a la cerviz del indómito toro. Con el arte de la palabra y el
pensamiento, sutil y más veloz que el viento, pergeño en las asambleas las leyes que gobiernan las ciudades.

Maestro de sí mismo, aprendió a evitar las molestias de la lluvia, de la intemperie y del crudo invierno.

Se creó recursos para todo y por estar bien provisto no ha de hallarlo desarmado el futuro. Solamente
contra la muerte no tiene defensa, aunque supo hallar remedios para incontables males.

Dueño de su ingeniosa inventiva que supera toda ambición, el hombre se encamina por momentos hacia el
bien o hacia el mal, y así suele violar las leyes de la patria o quebrantar el sagrado juramento a los dioses."

Sófocles, 440 a.C.

En Protágoras, una obra del filósofo griego Platón, puede leerse un mito que se refiere al origen de los seres
vivientes. En este mito se muestra por qué, para los griegos antiguos, el ser humano es superior a los demás
animales: "Era el tiempo en que existían los dioses, pero aún no existían los seres mortales. Cuando llegó el
momento de sacarlos a la luz, Zeus ordenó a los dioses Epimeteo y Prometeo que distribuyesen entre todos
seres las cualidades que pudieran convenirles, Epimeteo se encargó de la distribución, y Prometeo, de
inspeccionar la tarea una vez realizada. Epimeteo atribuyó a unos la fuerza sin la velocidad; a los más
débiles, los dotó de ligereza; a algunos les concedió armas defensivas. A los más pequeños, les dio alas y
viviendas subterráneas. Luego se ocupó de abastecer a todos los seres mortales con lo necesario para
defenderse de las inclemencias climáticas. A algunos les dio pieles gruesas para el frió; a otros, pieles
resistentes al calor. A continuación, procuró distintos tipos de alimentos para cada especie: a unos, las
hierbas de la tierra; a otros, los frutos de los árboles; a otros, las raíces. Pero Epimeteo, que no era muy
sabio, había consumido todas las propiedades y se había olvidado de la especie humana.

Llegó Prometeo a realizar la inspección. Vio a todas las especies convenientemente equipadas, pero al
hombre lo vio desnudo, descalzo, sin lecho, sin defensas. Y era el día marcado para salir a la luz desde el
seno de la tierra. Prometeo, ante la dificultad, y queriendo salvar al hombre, robó a los dioses Hefesto y
Atenea la sabiduría técnica y el fuego y se los regaló al ser humano. Así, el hombre entró en posesión de la
sabiduría útil a la vida.

Puesto que el hombre participaba de lo divino, se distinguió entre todos los seres por su culto a los dioses.
Empezó a construir altares e imágenes divinas. Enseguida, adquirió el arte de articular sonidos y palabras e
inventó la habitación y el vestido, el calzado y la cama, y los alimentos sacados de la tierra.

En un principio, los hombres vivían dispersos: no había ciudades. Eran destruidos por los animales salvajes,
siempre más fuertes que ellos. Buscaron, pues, reunirse y salvarse mediante la construcción de ciudades;
pero, una vez reunidos, se peleaban entre ellos porque no poseían la técnica política.

Entonces Zeus, temiendo que la especie humana desapareciera del todo, envió a Hermes para que llevara a
los hombres el pudor y la justicia, para que en las ciudades hubiese armonía."
CARTA DE WILLIAM SHAKESPEARE
“Después de algún tiempo aprenderás la diferencia entre dar la mano y socorrer a un alma y aprenderás que
amar no significa APOYARSE, y que compañía no siempre significa SEGURIDAD.

Comenzaras a aprender que los besos no son contratos, ni regalos, ni promesas.

Comenzaras a aceptar tus derrotas con la cabeza erguida y la mirada al frente, con la gracia de un niño y no
con la tristeza de un adulto y aprenderás a construir hoy todos tus caminos, porque el término mañana es
incierto para los proyectos y el futuro tiene la costumbre de caer en vacío. Después de un tiempo
aprenderás que el sol quema si te expones demasiado. Aceptaras incluso que las personas buenas podrían
herirte alguna vez y necesitaras perdonarlas.

Aprenderás que hablar puede aliviar los dolores del alma...

Descubrirás que lleva años construir confianza y apenas unos segundos para destruirla y que tú también
podrás hacer cosas de las que te arrepentirás el resto de tu vida.

Aprenderás que las nuevas amistades continúan creciendo a pesar de las distancias y que no importa que es
lo que tienes en la vida sino a quien tienes en la vida, y que los buenos amigos son la familia que nos
permitimos elegir. Aprenderás que no tenemos que cambiar de amigos, si estamos dispuestos a aceptar que
los amigos cambian.

Te darás cuenta que puedes pasar buenos momentos con tu mejor amigo, haciendo cualquier cosa o
simplemente nada, solo por el hecho de disfrutar su compañía.

Descubrirás que muchas veces tomas a la ligera a las personas que más te importan y por eso siempre
debemos decirles a esas personas que las amamos, porque nunca estaremos seguros de cuando será la
última vez que las veamos. Aprenderás que las circunstancias y el también que nos rodea tiene influencia
sobre nosotros, pero nosotros somos los únicos responsables de lo que hacemos.

Comenzaras a aprender que no nos debemos comparar con los demás, salvo cuando queremos imitarlas
para mejorar. Descubrirás que se lleva mucho tiempo para llegar a ser la persona que quieres ser, y que el
tiempo es corto.

Aprenderás que no importa a donde llegaste sino adonde te diriges y si no lo sabes cualquier lugar sirve
Aprenderás que sino controlas tus actos ellos te controlan y que ser flexible no significa ser débil o no tener
personalidad, porque no importa cuán delicada o frágil sea una situación: siempre existen dos lados

Aprenderás que héroes son las personas que hicieron lo que era necesario, enfrenando las consecuencias...

Aprenderás que la paciencia requiere mucha práctica. Descubrías que algunas veces la persona que esperas
que te patee cuando te caes, tal vez, sea una de las pocas que te ayuden a levantarte.

MADURAR tiene más que ver con lo que has aprendido, que con los años vividos.

Aprenderás que hay mucho más de tus padres en ti que lo que supones. Aprenderás que nunca se debe
decir a un niño que sus sueños son tonterías, porque pocas cosas son tan humillantes, y sería una tragedia
que se lo creyese porque le estarás quitando la esperanza
Aprenderás que cuando sientas rabia, tienes derecho a tenerla, pero eso no te da derecho a ser cruel.
Descubrirás que solo porque alguien no te ama de la forma que quieres, no significa que no te ame con todo
lo que puede, porque hay personas que nos aman, pero que no saben como demostrarlo...

No siempre es suficiente ser perdonado por alguien, algunas veces tendrás que aprender a perdonarte a ti
mismo. Aprenderás que con la misma severidad con la que juzgas, también serás juzgado y en algún
momento ordenado

Aprenderás que no importa en cuantos pedazos tu corazón se partió, el mundo no se detiene para que los
arregles.

Aprenderás que el tiempo no es algo que puedes volver atrás, por lo tanto debes cultivar tu propio jardín y
decorar tu alma, en vez de esperar que alguien te traiga flores.

Entonces y solo entonces, sabrás realmente lo que puedes soportar, que eres fuerte y que podrás ir, mucho
más lejos, que cuando creías que no se podía más.

Es que realmente la vida vale más cuando tienes valor de enfrentarla.” (W. Shakespeare)

CARTA DE DIOS
Si fuese Dios te diría: “Camina plácido entre el ruido y la prisa y piensa en la paz que se puede encontrar en
el silencio. En cuanto sea posible y sin rendirte mantén buenas relaciones con todas las personas. Enuncia tu
verdad, en una manera serena y clara; y escucha a los demás, incluso al torpe e ignorante, también ellos
tienen su propia historia. Esquiva a las personas ruidosas y agresivas, pues son un fastidio para el espíritu. Si
te comparas con los demás te volverás vano y amargado; pues siempre habrá personas más grandes y más
pequeñas que tú. Disfruta de tus éxitos lo mismo que de tus planes. Mantén el interés en tu propia carrera,
por humilde que sea; ella es un verdadero tesoro en el fortuito cambiar de los tiempos. Se cauto en tus
negocios, pues el mundo está lleno de engaños. Más no dejes que esto te vuelva ciego para la virtud que
existe. Hay muchas personas que se esfuerzan por alcanzar nobles ideales. La vida está llena de heroísmo. Se
sincero contigo mismo, en especial no finjas el afecto y no seas cínico en el amor, pues en medio de todas
las arideces y desengaños, es perenne como la hierba. Acata dócilmente el consejo de los años,
abandonando con donaire las cosas de la juventud. Cultiva la firmeza del espíritu para que te proteja en las
adversidades repentinas. Muchos temores nacen de la fatiga y la soledad; sobre una sana disciplina, se
benigno contigo mismo. Tú eres una criatura del Universo, no menos que las plantas y las estrellas, tienes
derecho a existir, y sea que te resulte claro o no, indudablemente el Universo marcha como debiera. Por eso
debes estar en paz con Dios, cualquiera que sea tu idea de Él, y sean cualesquiera tus trabajos y
aspiraciones, conserva la paz con tu alma en la bulliciosa confusión de la vida, aún con toda su farsa,
penalidades y sueños fallidos, el mundo es todavía hermoso. Se cauto. Esfuérzate por ser feliz.”
(“Desiderata”).

Si fuese Dios, lo que más me sorprendería de los hombres es que se aburren de ser niños, apurados por
crecer, pero luego suspiran por regresar a ser niños. Que primero pierden la salud para tener dinero y
enseguida pierden el dinero para recuperar la salud. Que por pensar ansiosamente en el futuro, descuidan
su hora actual, con lo que no viven ni el presente ni el futuro. Que viven como si no fueran a morir, y se
mueren como si no hubieran vivido.
Si fuese Dios les diría que se ha abierto un vacío que era necesario y son llamados a una revisión profunda
de su surco por la vida. Este instante es para algunos una crisis y una confrontación, un momento de oleajes
y zozobras, pero no olviden que está destinado a abrir el portal de un cambio hacia una nueva visión de la
realidad. Ahora, que se ha abierto este horizonte, tendrán que poder comprender cómo el mundo interno
no puede ser sólo una pieza de engranaje. El mundo humano necesita orden y claridad y abrirse a esta
fuerza vital que busca la Alianza con la totalidad de la Naturaleza.

Si fuese Dios les pediría, que aprendan que toma años construir la confianza y sólo segundos destruirla.

Que aprendan que lo más valioso no es lo que tienen en sus vidas, sino a quién tienen en sus vidas. Que
aprendan que no es bueno compararse con los demás, siempre habrá alguien mejor o peor que ellos. Que
aprendan que “rico” no es el que más tiene, sino el que menos necesita. Que aprendan que hay gente que
los quiere mucho, pero que simplemente no sabe como demostrarlo. Que aprendan que a veces cuando
están molestos tienen derecho a estarlo, pero eso no les da derecho a molestar a los que los rodean. Que
aprendan que amigos de verdad son escasos, quien ha encontrado uno, ha hallado un verdadero tesoro.
Que aprendan que no siempre es suficiente ser perdonados por otros, algunas veces deben perdonarse a sí
mismos. Que aprendan que son dueños de lo que callan y esclavos de lo que dicen. Que aprendan que la
verdadera felicidad no es lograr metas sino aprender a ser felices con lo que tienen. Que aprendan que la
felicidad no es cuestión de suerte sino producto de sus decisiones; ellos deciden ser felices con lo que son y
tienen, o morir de envidia y celo por lo que les falta y carecen. Que aprendan que dos personas pueden
mirar una misma cosa y ver algo totalmente diferente. Que aprendan que el cielo y el infierno se encuentran
en el corazón del ser, estos son estados psicológicos, es nuestra elección de como vivir (Juan Pablo II). Que
aprendan que la gran tragedia no es la muerte sino lo que muere en tu interior cuando estás vivo (Gari
Busey). Que aprendan que el ego es una imagen falsa de nuestra verdadera esencia. Que aprendan que el
ignorante trabaja para su propio bienestar y el sabio trabaja para el bienestar del mundo (Bhagavad Gita).
Que aprendan que los labios de la sabiduría permanecen cerrados, excepto para el oído capaz de
comprender (el Kybalion). Que aprendan que la imaginación es más importante que el conocimiento (Albert
Einstein). Que aprendan que conocerse interiormente es tan importante como saber caminar o emplear las
manos. La sabiduría real surge del conocimiento de uno mismo. (Philip Turbis). Que aprendan que tendrán
que ver a Dios a través del hombre (Jose Narosky). Que aprendan que ustedes dioses sois (Jesús). Que
aprendan que el reino de Dios está dentro de ti y a tu alrededor, no en mansiones de madera y piedra. Corta
un trozo de madera, levanta una piedra y ahí estaré.

Que aprendan que Dios está en su corazón. Que aprendan que retener a la fuerza a las personas que aman,
las aleja más rápidamente de ellos, y al dejarlas ir, las deja para siempre al lado de ellos. Que aprendan que
a pesar de que la palabra “amor” pueda tener muchos significados distintos, pierde valor cuando es usada
en exceso. Que aprendan que amar y querer, no son sinónimos sino antónimos, el querer lo exige todo, el
amar lo entrega todo. Que aprendan que la violencia es la prostituta de los débiles.

Si fuese Dios te diría que “Los colores hacen que los hombres tengan ojos y no ven. Los sonidos hacen que
los hombres tengan oídos y no oyen. Los sabores hacen que los hombres tengan paladar y no disfrutan. La
acción y el deseo hacen que los hombres tengan corazón y no sienten”. (Tao Te King).

Si fuese Dios te diría: Elige amar, en lugar de odiar. Elige reír, en lugar de llorar. Elige crear, en lugar de
destruir. Elige perseverar, en lugar de empeorar. Elige alabar, en lugar de criticar. Elige curar, en lugar de
herir. Elige dar, en lugar de quitar. Elige actuar, en lugar de postergar. Elige crecer, en lugar de consumirte.
Elige bendecir, en lugar de blasfemar. Elige vivir, en lugar de morir. Pero claro, están tan ocupados de en
buscar valores externos, que no se dan cuenta de lo que realmente importa. El hombre nunca podrá
despertarse de la ilusión de la vida, sin antes haberse dado cuenta de que está dormido.

Si fuese Dios te diría que, La vida es una oportunidad: aprovéchala. La vida es una hermosura: admírala. La
vida es una beatitud: gózala. La vida es un sueño: haz de ella una realidad. La vida es un reto: enfréntalo. La
vida es un deber: cúmplelo. La vida es una fiesta: celébrala. La vida es preciosa: cuídala. La vida es una
riqueza: guárdala. La vida es amor: vívela. La vida es un misterio: descúbrelo. La vida es una promesa:
respétala. La vida es tristeza: debes superarla. La vida es felicidad: debes merecerla. La vida es vida: debes
respetarla (Madre Teresa).

Si fuese Dios te diría que practicando esto, el hombre será invulnerable e invencible en todos los momentos
de la vida, ni pobreza ni infortunio podrán atormentarla.

Si fuese Dios les diría a ustedes a quien tanto amo, ustedes no pueden verme, no pueden oírme. Me
imaginan tan lejos, y estoy tan cerca. Soy el mensajero para acercar a quienes están lejos. No soy el
mensaje, soy el mensajero. El mensaje es el amor. No soy nada, pero ustedes lo son todo para mí.
Permítanme que viva en sus ojos, vean su mundo a través de mí. Recuperen por medio del amor esa mirada
apacible, una vez más.

Si fuese Dios te diría que no olvides que el proceso de evolución, perfeccionamiento y autodescubrimiento
es eterno.

Como dijo John Lennon, “Tal vez digas que soy un soñador, pero no soy el único. Espero que un día te unas a
nosotros y el mundo será uno solo”.

Recuerda: Ni los hombres ni el tiempo desaparecen sin dejar huellas, quedan fijados en nuestras almas.

También podría gustarte