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MINISTRA DE CULTURA
Cannen Calvo Poyato
MUSEO NACIONAL CENTRO DE ARTE REINA soFIA DEPARTAMENTO DE AUDIOVISUALES DEL MNCARS
Directora Dirección y programación
Ana Martínez de Aguilar Berta Sichel
Subdirectora General-Gerente Coordinación
Mercedes Morales Minero Cristina Cámara y Noemi Espinosa
Subdirector de Conservación, Investigación y Difusión Administración
Kevin Power Eva Ordóñez
ConseNadora-Jefe de Exposiciones Temporales Proyección
Marta González Orbegozo Ángel Prieto
ConseNadora-Jefe de Colecciones
Mª José Salazar Herrería En busca de lo sublime: los filmes de Stan Brakhage
Jefe del SeNicio de Gestión de Exposiciones Comisario
Mónica Ruiz Bremón Joseph Jacobs
Jefe de la Sección de Publicaciones
Cristina Torra León
Coproducido con
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Entre los diversos programas que el Museo Nacional Centro de Arte
Reina Sofía lleva a cabo a través de su Departamento de Audiovisuales
destaca el de la presentación de trabajos de cineastas que desde una
posición experimental han abierto nuevas vías en el discurso cinemato-
gráfico. Por sus continuas exploraciones en las posibilidades poéticas de
la imagen en movimiento, Stan Brakhage ocupa un lugar preferente en
el cine llamado "experimental" de los últimos cincuenta años y su huella
está presente en las obras de muchos de los jóvenes artistas visuales.
El amplio programa que ofrecemos permite conocer los difere ntes regis-
tros del corpus tan profundo y diverso de este prolífico cineasta. A
través de 60 películas, seleccionadas entre las cerca de 400 realizadas a lo
largo de su vida, el ciclo En busca de lo sublime: Los filmes de Stan
Brakhage supone una buena oportunidad para introducirnos en la obra
de uno de los creadores más innovadores e ingeniosos del medio audio-
visual. Ya sea con su cámara de 16mrn, con la sencillez de los super 8 mm
o radica lme nte sin cámara, sus trabajos poseen la grandeza, belleza y ori-
ginalidad que sorprenderá nuestra mirada.
38 Mi ojo
Stan Brakhage
67 Filmografía
74 English Texts
Los filmes de Stan Brakhage
En efecto, Brakhage -llamado "el embajador del cine como forma de arte"
por co1npañeros y amigos- investiga la naturaleza misn1a del cine: como
objeto encontrado, como superficie para dibujar o por las propiedades
transformadoras de procesos de revelado experimentales. Tal y como
apunta Joseph Jacobs, comisario del ciclo: "la mis1na superficie de la pelí-
cula ha constituido un terreno muy fértil para la experin1entación, desde
las 1narcas realizadas directamente sobre la película , a rasparla o pintar
sobre ella". Brakhage también juega con el collage y, por ejemplo, en
Mothlight (1963, Programa 1) pegó alas de pohllas sobre la tira de celuloi-
de y la reveló. El resultado transmite una tensión dinámica a través de
pequeños objetos que, encerrados dentro del área del fotograma, centelle-
an sobre la pantalla apenas medio segundo.
Quizás un buen consejo para el espectador que vea sus películas por
primera vez es que acuda a la proyección con una mente abierta,
especialmente porque los filmes de Brakhage rebasan los límites del
fotograma - un modo de cuestionar la idea que tenemos de cine-. En
Mothlight, como en muchas otras obras suyas, el "marco" del fotograma
queda eliminado o redefinido a través de movimientos intermitentes
generadores de una corriente de colores impredecibles. Esta n1anipulación
del fotogratna -normalmente definido por una única imagen (o una serie
de ellas) en un trozo de película- afecta al significado de la obra y, en el
caso de Brakhage, también conduce a una interesante dicoton1ía. Por un
lado, ignora el espacio del fotograma durante el proceso de rea lización del
filme; por otro, la película se proyecta en la pantalla fotograma a
fotogra1na.
Existen otros nluchos artistas y cineastas -Man Ray, Lis Rhodes, Steve
Farrer- que han realizado películas sin cámara o rebasando el fotograma.
Sin embargo, a diferencia de ellos, Brakhage trabaja sobre todo en los difu-
sos límites entre la abstracción y la representación -una diferenciación a la
que, según Hanllyn en Film Art Phenomena (2003), no era n1uy adepto-.
Sus películas no tienen argumento. Con escasas excepciones carecen de
sonido, están realizadas en 8mm o 16mm y el énfasis reside en el compo-
nente visual. Por ello, como Joseph Jacobs escribe en su introducción,
Brakhage es también un pintor. Desde sus paisajes a los tapices en movi-
miento de Persian Series (1999, Programa 8), su relación con la pintura está
sin duda ahí, especialmente con el Expresionismo Abstracto.
Los filmes de Brakhage también hablan de otras cosas: los textos de este
catálogo guiarán a sus lectores a través de la fértil imaginación y la visión
filosófica y social del cineasta, influidas por Dante o Blake -quizás, una
de las razones por las que utiliza la palabra "infierno" en 1nuchos de sus
títulos- .
12
En busca de lo sublime: Los filmes de Stan Brakhage forma parte de una
serie de ciclos retrospectivos que el Departamento de Audiovisuales del
MNCARS ha venido organizando desde 2001 para mostrar la obra de cine-
astas y artistas (otro límite confuso en el arte contemporáneo) que han
expandido el lenguaje estético del cine de modos diferentes e innovadores:
Michael Snow -cuyos trabajos comparten rasgos con los de Brakhage,
como su sentido de la profundidad-, Fluxus Films, Ulrike Ottinge1: Retros-
pectiva y los filmes de Yvonne R ainer y Malcom Le Grice (programados
para 2005-2006). La idea fundamental de estos ciclos es que estos trabajos
de vanguardia -por lo general desconocidos- abran las puertas a un nuevo
conocimiento visual y cultural. Lo que es más, todos estos cineastas/artistas
continúan influyendo en jóvenes artistas de diversas formas. Por ejemplo,
cualquiera que haya tenido la oportunidad de ver las proyecciones de
Je remy Blake en Espacio Uno, una exposición organizada por el
D epa rta1nento de Audiovisuales, probablemente verá la conexión después
de contemplar las películas de Brakhage, aunque Blake utilice un soporte
digital.
Berta Sichel
Directora del Departamento de Audiovisuales del MNCARS
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Stan Brakhage, artista
Aparte de la pintura, utilizó otro medio muy apreciado por los artistas
visuales: el col!age. Su primera incursión en la aplicación de objetos extra-
ños directamente sobre el filme sucedió en Mothlight (1963, Programa 1),
de 3 minutos, en la que adhirió a la película alas ele polillas, hojas y crista-
les. A diferencia de muchos cineastas, Brakhage poseía una gran destreza
manual, bastante similar a la de un pintor. Además, su obra es muy táctil y
esto tenía una gran importancia para él, que adoraba las cosas hechas a
mano. Todavía más importante es su aproximación manual al cine. que le
per1nitió dejar una presencia física en su trabajo e incidir sobre el tema de
la experiencia visceral que domina su obra.
Una obra de arte tiene que ser algo con un mundo propio en el cual
lo que existe está interrelacionado de tal manera que forma un
todo, como sucede en los cuadros de Rothko. Y debe expresar un
sentido de sí mismo -por ejemplo, una película debe transmitir en
todo momento que es una proyección de fotogram as que parpadean
cuando se cierra y se abre el objetivo-. Los grandes filmes siempre
lo consiguen -incluso las películas narrativas tienen formas de
hacerlo-. Cuando rayé los títulos de la película sobre el celuloide,
inmediatamente tuve consciencia de que atraían nuestra atención
hacia lo que el cine es. Pintar la película también lo logra por sus
irregularidades y sus ritmos.
Pero por mucho que Brakhage insistiera sobre la necesidad del cineasta de
reconoce r el 1nedio en que trabaja, él mismo era ya un eco lejano del for-
1nalisn10 de los sesenta. Más bien lo que sucedía era que él estaba sólida-
mente atrincherado en el concepto de lo sublime propio del Expresionis-
mo Abstracto, el mismo Expresionismo Abstracto que reconocía en una
cita rnás arriba , cuando hablaba de captar la visión hipnagógica en sus pelí-
culas. Lo sublime es la base de todo su trabajo, la hebra que ensarta toda
su obra con su propio estado emocional y físico. Su obra, si es algo, es refe-
rencial: se refiere al propio cineasta. En efecto, sus películas son el corola-
rio de sus propias emociones, de cómo éstas reverberan físicamente en su
cuerpo y en su mente. Probablemente nunca antes se había hecho un cine
tan visceral.
Brakhage, por tanto, es en gran medida un producto del arte de las déca-
das de los cuarenta y cincuenta, un arte que todavía prevalecía en los años
17
cincuenta y sesenta, período de forn1ación estética del cineasta. Nacido en
1933 en Kansas City, se crió en Denver. Su visión del n1undo ya estaba mol-
deada cuando estaba en el instituto. Por entonces vio la película surrealis-
ta Orphée, de Jean Cocteau, y participó en las obras de un solo acto del
novelista y escritor teatral August Strindberg y en las de Gertrude Stein y
Anton Chejov. Cocteau le inició en el Surrealismo y en el concepto de que
el cine podía ser alta cultura. El simbolista Strindberg y Chejov posible-
mente le familiarizaron con una preocupación que duraría toda su vida, la
de captar el sentido de misterio del universo, la soledad de la existencia
humana y la búsqueda del sentido de la vida. Sería un error decir que esta
inquietud o búsqueda proviene de Strindberg, pero sin duda el escritor
simbolista avivó una inclinación que ya existía en Brakhage. Por entonces
deseaba dedicarse a la poesía, pero pronto se dio cuenta de que nunca sería
un gran escritor y de que tenía más sentido canalizar en el cine su amor por
la poesía. Aquí podía producir poesía visual yuxtaponiendo y montando
imágenes, colores y texturas, por ejemplo, con el mismo estilo no narrativo
de la poesía. Los términos poéticos se limitan a los títulos (aunque ocasio-
nalinente aparecen en las películas mismas, como en Un.titled (For
Marilyn), 1992, Programa 1, y de alguna manera son parte integral de sus
obras: nos dejan acceder a las emociones y temas expresados en la pelícu-
la y la verdadera relación y resonancia de las palabras del título están des-
tinadas a evocar el tono y el tema del filme. Una breve estancia en San
Francisco condujo a su encuentro con el famoso poeta Robert Duncan y a
su amistad con otros poetas como Kenneth Rexroth, Michael McClure,
Charles Olson, Robert Creeley y Robert Nelly. En su adolescencia, estaba
enamorado de la música. Tenía una voz preciosa y cantaba en el coro. El
aspecto no narrativo y abstracto de la música y su capacidad de apelar
directamente a las emociones le atraía enormemente. Era poesía para el
oído y, como la poesía, accedía directamente a la emoción y al sistema vis-
ceral del cuerpo y se apartaba del intelecto puro. De hecho, siempre sostu-
vo que el cine era música visual.
Joseph Jacobs
Comisario del Programa
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Letter to Ed Emshwí/Jer. Stan Brakhage. Cortesía de Anthology Film Archives.
Entrevista con Stan Brakhage
Stan Brakhage: Para empezar ... cuando vivía en Bisbee, en Arizona, había
un hombre cuyo suegro tenía un cine local. .. Este hombre era pintor y,
claro, el trabajo se le hacía cuesta arriba. Así que, para no morirse de abu-
rrimiento, se inventó una cosa que él llamaba "La marcha de los tiempos
en Bisbee". Fotografiaba acontecimientos que sucedían en el pueblo, como
al alcalde poniendo la primera piedra de un edificio y cosas así, pero tan1-
bién iba por ahí fotografiando la vida privada de la gente, entre ellos a mí,
a los cuatro años. cantando en el jardín trasero de mi casa -jugando y can-
tando ...- Así, yo iba al cine y en algún momento entre los episodios de Our
Gang2 y los dibujos ¡salía yo jugando y cantando en mi jardín! Lo que es
fundam ental de esto es que cuando yo era pequeño daba por supuesto que
mi intimidad pertenecía a mi universo privado. Y de repente, aparecía ahí,
en la pantalla. Y eso, sin duda, afectó al tipo de películas que he hecho
durante años.
Desde los nueve años, aproximadamente, me consideré un poeta; es lo
que yo sentía que sería de mayor. Hice mi primera película a los 18 años,
justo después de una depresión que tuve en Darmouth. Esta historia
empieza a sonar como Peyton Place, ¿no?3 Volví a Denver e hice una pelí-
cula pensando que era un poeta que hacía cine, como Jea n Cocteau. Con el
tiempo, lenta y dolorosamente, llegué a comprender que nunca sería poeta,
pero que, afortunadamente, sí llegaría a ser cineasta, lo que es bastante
raro, porque 1ni vista siempre ha sido pésima. Después me he dado cuenta
de que 1nuy a menudo se triunfa o se fracasa justo ahí donde uno experi-
menta este tipo de obstáculos. Yo tuve que lidiar con 1ni vista y esto me
llevó a hacer películas que tenían que ver con la visión y que quizás de otro
modo no hubiera hecho.
BJ: Has mencionado a Jean Cocteau. ¿Existía una escena de cine indepen-
diente en los primeros cincuenta?
BJ: Entonces, ¿la película de Kenneth Anger tuvo un gran impacto sobre
este pequeño grupo de amigos?
SB: ... Kenneth Anger era alguien que obviamente no tenía ningún presu-
puesto, que hacía sus películas en su casa sobre cosas que tenían que ver
con su vida. Y además era un filme muy potente -y también aterrador, la
verdad-. Anger fue quien me hizo comprender lo que sign ificaba ser un
poeta independiente. Cocteau, no obstante, también fue muy importante ...
Y luego, claro, los demás -Maya Deren y Willard Maas, y otros que poco a
poco comencé a ver-. Pero no podías ver sus películas en ningún lado.
Entonces era como ahora: era muy difícil ver cine independiente y había
que viajar. Me acuerdo, de que la razón fundamental para irn1e, por ejem-
plo, de Denver a Los Angeles era ver esta clase de películas, que se anun-
ciaban en el cine Coronel. Luego me fui a trabajar al Coro net como aco-
modador, conferenciante, taquillero y chico para todo.
Entonces tuve la oportunidad de ver toda la Colección Rohauer progre-
sivamente, lentamente ... Rohauer tenía un cine y él era el proyeccionista.
Y tenía micrófonos y gafas infrarrojas para espiar al público. Era el arque-
tipo del proyeccionista. Se sentaba ahí y ... -qué tipo más raro-. Mientras
tanto proyectaba películas que no se podían ver en ningún otro lugar del
país excepto en su cine, como Ciudadano Kane. No se atrevía a mostrarla
públicamente, pero decía "¿te gustaría ver Ciudadano Ka11e?" Tú tenías
que ponerte a jadear de emoción y contestar "Raymond, ¿de verdad me
dejas verla?" y estar muy excitado y mearte encima y todo lo que puedas
imaginar. Y entonces él decía "Bueno, ya veremos si estoy de humor".
,
BJ: El es quién, según la leyenda, fue a casa de Buster Keaton y descubrió
que Keaton tenía copias de todas sus películas en su garaje y le convenció
para que le permitiera distribuirlas.
SB: La gente quizás no se lo crea, pero yo nunca había visto ninguna pelí-
cula de Buster Keaton. Y voy, me siento, y Raymond está proyectando
Stean1boat Bill, Jr (1928). La mayoría de la gente allí no la había visto nunca,
o al rnenos no desde hacía años, y todo el mundo se moría de risa y algunos
se caían literalmente de la silla, yo incluido. Excepto un hornbre que estaba
sentado delante que no se movía en absoluto. No le temblaban los hombros.
No se estaba riendo. No se estaba divirtiendo. Y al final de la película se
levanta y se va, y era Buster Keaton. Más tarde tuve largas conversaciones
con Buster Keaton. Y también tuve otro golpe de suerte fantástico ... que
era acomodador cuando R ohauer estaba comprando esas películas. sus
derechos, y las estaba transfiriendo de nitrato a película no inflamable ...
SB: ¿Quieres que te diga lo modesto que era? Estaba sin blanca: vivía
en el Lower East Side en un edificio que se había incendiado. Una parte
había ardido desde el techo al tejado y la otra estaba carbonizada. Y
Auggie, el carnicero de la esquina, nos ofreció un apartamento a Jim
Tenney y a mí para mantener alejados a los vagabundos. Jim Tenney había
escrito la música de mi primera película y estaba estudiando en Yarese, en
Nueva York, e intentando entrar en Julliard 5. Así que ahí estamos y no
tengo forma de hacer una película.
Había unas chicas que vivían a la vuelta de la esquina que querían ser
actrices e intentaban hacerse un camino en el teatro, y que también cono-
cían a una bailarina que luego se haría muy conocida, una bailarina inde-
pendiente bastante famosa en Nueva York ... Así que cometin1os la teme-
ridad de preguntar a toda esta gente si pondrían diez dólares cada uno por
aparecer en una película. Y dijeron que sí. Diez dólares. Y eran siete. Por
aquel entonces, con 70 dólares podías comprar mucha película en blanco y
negro ... Me costó años poner la banda sonora y otras cosas. Todo se hizo
poniendo poco dinero y poco a poco, y la película sa lió a flote porque esta
gente pagó por aparecer en una película.
BJ: ¿Cuándo proyectaste esta película por primera vez después de haberla
terminado?
SB: La primera vez que la enseñé fue en el apartamento de Ana is Nin e Ian
H ugo, durante una reunión de Cineastas Independientes de Nueva York.
Fue una proyección estupenda y la gente reaccionó muy bien. Y, luego, la
primera vez que la mostré públicamente fue ... probablemente en casa de
los Becks [Judith Malina y Julian Beck, fundadores de The Living Theater].
Yo no podía pagar las facturas del gas, incluso las del tugurio donde vivía,
una pequeña cúpula en un edificio hecho polvo, así que los Becks accedie-
ron a dejarme hacer una proyección de películas para que la gente me ayu-
dara a pagar la cuenta del gas.
SB: ¿Sabes?, su 1novin1iento corporal era tan bello -el de Don Redlich- tan
bello y tan increíble. Pero cuando levantaba los ojos, no tenía una tnirada
que pudiera hacer avanzar el drama. No era un actor profesional y yo esta-
ba simple1nente desesperado ... No tenía más material filmado ... Durante
años había raspado los títulos de crédito sobre la película y me encantaba
porque significaba que el espectador se podía involucrar directamente con
el ritn10 del proyector. Y también se veía sumergido en la luz -en la vibra-
ción de la luz ... - Y así de repente se me ocurrió, ¿y por qué no los ojos?
Así que comencé a raspar los ojos.
Yo nunca he inventado nada del tipo "mira, mamá, sin manos". No me
interesa en absoluto. Casi todos los artistas que he conocido, de cualquier
medio, son gente esencialmente conservadora ... Quieren preservar las
cosas. Para empezar, se sienten implicados con la tradición y con toda la
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genealogía del arte. Así que nunca hay experimentación, nunca hay inven-
ción. Yo nunca me he sentido al frente de un batallón. Para n1í, avant-garde
es una palabra francesa completamente engañosa que no tiene nada que
ver con1nigo ni con mi vida.
BJ: En una ocasión dijiste que para los artistas de tu generación que cre-
cieron en el interior [de Estados Unidos], San Francisco era Oz. Y Nueva
York, sin duda. era La Meca de los poetas y los pintores. ¿Qué te hizo
rechazar Nueva York y San Francisco y terminar viviendo, durante años, en
una ciudad fantasma en las Rocosas, a las afueras de Boulder?
BJ: Te diste cuenta de que la foto fija -en especial la fotografía estática en
blanco y negro- era todo lo contrario a lo que tú deseabas hacer. Me gus-
taría que fuéramos a una de tus películas clave del siguiente período,
Window Water Baby Moving, para observar el modo dian1etralmente
opuesto que adoptaste desde el melodrama o psicodrarna en blanco y
negro de Reflections on Black a una forma muy diferente de cine en color.
Háblanos un poco sobre la acogida de esta película.
SB: Bueno, hay que decir que la primera reacción fue de Eastman Kodak,
que me envió una carta diciendo que era pornográfica y que por favor fir-
mara la parte inferior de un papel para que pudieran destruirla o, de lo
contrario, transcurrido un mes, se la enviarían a la policía y sería procesa-
do. Y también, creo, explicaba en detalle que podía correr el riesgo de
pasar muchos años en la cárcel si eso sucedía. Afortunadamente, tenía la
excusa del médico. Un médico había estado durante el parto y dijo que
la película tenía fines médicos. Y esa es la única razón de que pudiera estre-
narse.
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Window Water Baby Moving, Programa 1. Cortesía Legado Stan Brakhage y Fred Calr4Jer.
BJ: Creo que la fuerza de esta obra reside en que no sólo has dejado la fic-
ción atrás sino que es una confluencia extraordinaria entre lo que es un
parto doméstico y tu perspectiva personal, a través del cine, de tus propias
.
reacciones.
SB: Primero, fue una forn1a de poder estar allí, porque en aquellos tiempos
en ningún sitio se permitía que los hombres estuvieran presentes durante
el parto. El hospital primero accedió y más tarde dijo que no y, luego, el
médico - que tenía muchas ganas de que se hiciera la película- accedió a
venir a casa ... Y después la película comenzó a ser utilizada en las clínicas
para ayudar a mujeres y a hombres a superar su temor al parto ... Así que
lo que el filme hizo realmente fue dar una idea, sin eludir el dolor y la difi-
cultad del parto - Jane siempre dice que no era dolor, sino una especie de
maravillosa agonía-, [de lo maravilloso] que es tener un niño y del porqué
se puede desear tener un niño. Porque antes de lo que habéis visto aquí,
había imágenes de Jane y yo besándonos. A lo largo de la película [persis-
te] la sensación de la bañera, de lo cotidiano, de las cosas de la vida ...
Todos estos valores ... , muchos de ellos, de nuevo, provienen de Gertrude
Stein. Se convirtió en algo muy importante. Leerla constantemente y en
alto. Y cuando realicé esta película me había hecho muy consciente de lo
cotidiano. Por entonces estábamos leyendo a Proust, En busca del tien1po
perdido - todo el proceso de la men1oria-. Así que es una pieza sobre la
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memoria donde se recuerdan cosas como estar en la bañera, estar enamo-
rado, por qué tener un niño.
BJ: Juegas con el tiempo y juegas con el espacio. Hay flashbacks y flash-for-
wards. También haces algo muy diferente. Sacas la cámara del trípode. Hay
mucho movimiento y es como si hubieras cambiado tu entendimiento de lo
que es rodar, de lo que la imagen es esencialmente. También inicia el que
probablemente es el gran tema de la siguiente década, tu familia y tu casa.
BJ: Pero una de las grandes luchas que documentas de diversas formas en
los pri1neros sesenta es la que tu has llamado Dog Star Man.; la lucha con
la vida diaria, la lucha con la naturaleza, con las estaciones. Decides vivir
fuera de un centro urbano; vives en un mundo especial que tú has creado.
En Dog Star Man se aprecia que es algo más que una elección de estilo de
vida: es toda una forma de ser que tú has elegido y que en aquella época se
salía de la norma para un artista y para la gente en general.
SB: Hay que decir dos cosas: existen dos grandes malentendidos sobre mí.
Durante todos esos años, por mucho que yo lo explicara, la gente conti-
nuaba equivocándose porque deseaban verme como un artista paterfamí-
lias, un amante de la naturaleza, un eremita o un hombre casado. Y me
endosaron ese papel. Y, además, yo siento la más profunda reticencia hacia
la naturaleza como tal. El tipo de películas que me gustan son del estilo de
Deliverance, que muestran lo que es la naturaleza de verdad; a gente que
vive en la naturaleza, lo que hacen. Y todas mis experiencias de vivir a
9.000 pies en las montañas lo confirman. El tipo que vivía al lado criaba
Pitbulls para luego poder irse a apostar a Chicago, y ponía en peligro la
vida de todos nosotros -la de los niños, la de los perros-. Montaba trampas
para capturar los animales de sus vecinos y así alimentar a sus Pitbulls.
SB: Y este es un pobre hombre lidiando con todo esto, es decir, con tener
una pesadilla increíble que da inicio a un filme colmado de belleza ... Si te
paras a pensarlo, el lado de Samuel Becket que tiene Dog Star Man toda-
vía no ha sido reconocido.
BJ: Así que estás rebobinando las imágenes y averiguando todas esas rela-
ciones en un estado de profunda concentración.
BJ: Me gustaría hablar acerca de un filme que hiciste cuando estabas termi-
nando Dog Star Man y que también proviene de elementos de ese mundo
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que te provoca ataques de asma. ¿Cuál fue el prin1er elen1ento de Mothlight
que elegiste y a partir del que decidiste "voy a hacer algo con esto"?
SB: Estaba mirando unas polillas volar hacia la luz, co1no sucede en verano,
y cómo quedaban atrapadas hasta morir a causa del calor. Creo que la pri-
mera que vi estaba revoloteando alrededor de una vela que teníamos sobre
la mesa. Y pensé, esto es lo que me está matando: mi amor por la luz. Y
seguía rumiando cómo iba a alimentar a mi familia, cómo iba a continuar.
Estaba desesperado. Y de repente no podía soportar la idea de que todo se
fuera al garete, de vivir la vida en vano. Me sentía cada vez más identifica-
do con las polillas, así que empecé a observarlas. Y comencé a recoger todas
sus alas y a ponerlas sobre celuloide, y también a incorporar el universo por
el que volaban: las flores y plantas de su mundo. Y así se hizo. Tardé más o
menos seis meses en hacerla. Necesitaba recoger 24 alas din1inutas y trozos
de flo res, entre otras cosas, para realizar una segunda película.
BJ: Hiciste algunos retratos muy tiernos en 8mm que luego ampliaste en
l6mm. Hay uno precioso de Jonas Mekas.
32
SB: El cine es un can1po maravilloso para el retrato que apenas se ha utili-
zado ... La parte que más me gusta es cuando [Mekas] hace esto [pone una
mano enciLna de la otra] y luego levanta las manos así, juntándolas, y se las
retuerce más o menos así. Esa parte, su ritmo, su forma , su acción -eso no
lo puedes lograr con la pintura- . Sólo lo puedes hacer e n cine. El movi-
miento corporal, los pequeños signos que la mayoría de las veces sólo cap-
tamos -si acaso- inconscientemente es lo que el cine, efectivamente, revela.
SB: En algunos casos con gran dificultad. Yo diría que la hice porque tenía
la necesidad de ver. Es decir, yo tenía cuarenta y tantos, y a medida que
envejecemos comenzamos a darnos cuenta de que no vamos a vivir eter-
namente ... De hecho, la palabra "autopsia" significa el acto de ver con
nuestros propios ojos, lo cual es muy interesante si te paras a pensarlo -en
la Edad Media se decía que éste era el acto por el cual uno miraba con sus
propios ojos: el simple acto de observar un cadáver, abrirlo y ve r sus entra-
ñas. Lo cual, entonces, estaba terminante1nente prohibido por la Iglesia.
Pero yo no había visto un cadáver excepto de lejos. Toda rni vida n1e había
protegido ante la muerte en este sentido. Y necesitaba verla.
SB: Empecé con Dog Star Man para intentar captar la visión hipnagógica
o la visión con los ojos cerrados, que no sabía representar de otra manera.
Pe ro gradualmente llegó a adquirir vida propia dentro de mi obra. [La pelí-
cula] Está todavía relacionada con la visión de ojos cerrados o con el pen-
samiento visual en movimiento, un tipo de visión más interna -es decir, no
tanto del globo ocular en sí como del ojo de la niente: corrientes de formas
y contornos que carecen de nombre a los que la mayoría de la gente no
p resta atención ...- Y, muchas veces, lo que nos están diciendo es" ¡Socorro,
socorro! ", o " ¡Detente!", o "¡Cuidado! ". Y por eso deberíamos prestarles
1nás atención. Pero también constituyen un placer, como la música: son
música visual.
SB: Estoy seguro de que se debe a que de alguna manera existe un estilo,
y ese estilo es mi estilo ... El poeta Charles Olson solía llamarlo "la mani-
festación visible del espíritu" , que es una forma maravillosa de calificarlo.
E sto tiene n1ucho que ver con el ritmo. Y existe un ritmo concreto. Por cier-
to, yo siempre soy capaz de reconocer la música de John Cage .. . Porque
intuitivamente reconozco su estilo, su espíritu. Y eso que utiliza operacio-
nes azarosas, pero a pesar de ello siempre termina transluciendo su espíri-
tu, absolutamente único e individual. Desde mi punto de vista, la cosa más
grande que las a rtes aportan es transmitir lo terrible y 1naravilloso que es
que cada persona sea completamente única. No nos parecemos en absolu-
to ... Somos to talmente únicos ... Como decía Gertrude Stein, no existen
dos personas que hayan oído la palabra "rojo" en el mismo contexto. Así
que, ¿cómo nos comunicamos? En su opinión, no lo hacemos sino que lee-
mos al otro entre líneas. Y lo más inspirador que e l arte puede lograr es
ofrecer a las personas ese sentido de ser completamente únicos. Y así pode-
mos comenzar a ser conscientes del estilo y del espíritu de cad a uno.
Bruce Jenkins
D ecano de Undergraduate Studies, School of the Art Institute of Chicago.
Fue conservador de los Archivos Audiovisuales de Harvard.
l. Deseo dar las gracias a Sheryl Mousley y a Dean Otto del Walker Art Center por ayudar-
rne a preparar este texto, y a Dan Satorius, que filmó el evento.
Notas de la traductora:
2. 0 11r Gn11g, tarnbién conocida como Little Rasca/s, era una serie episodios cóniicos realiza-
dos para el cine y protagonizados por una banda de niños. Se iniciaron en 1922 y fi nalizaron
en 1944.
3. Telenovela estadounidense en antena desde 1964 a 1969.
4. Et corto de Kenneth Anger. Fireworks (1947), describe la brutal violación y tortura del
propio Anger.
5. The Julliard School: prestigiosa escuela de música. da nza y teatro de Nueva York.
6. Canción de John Denver que habla de la vida del las Rocosas como algo auténtico y puro.
7. El documental de Jim Shedden forma parte de este programa.
&. '"Id, desnudas e impúdicas cancioncillas, llamad a las puertas de la burguesía, decidles 'no
trabajéis', y viviréis eternamente".
34
Stan Brakhage con Jonas Mekas, Clfca 1960. Fotógrafo desconocido. Cortesía Anthology Fim Archives.
35
Mi ojo 1
Todo empieza con el arte, la necesidad de crear -¿para qué?- esa explica-
ción que cambia el tiempo en Tiempo, el hombre joven que sueña con la
deificación, al no verse a sí mismo como una simple estrella -la inmortali-
dad arrojando su nombre entero a las luces astrales, bien deletreado para
todos los tiempos- comenzando esta empresa que otros han modelado, en
una era esencialmente no religiosa "Las vidas de los artistas" se convierte
en la Biblia de los iniciados, y todo termina cuando la juventud pierde el
sentido del crecimiento para siempre, percibe el aron1a de su decadencia, y
llega a saber, a pesar de sus muchos recuerdos de él, que niorirá. En ese ins-
tante, bien cae espiritualmente en el acto o empieza a doblar las rodillas.
Airado por esta ausencia de lo eterno, porque nunca verá su biografía a no
ser que el autor sea él mismo, el esteta empieza a envolverse en el capullo
de sus tripas exigiendo respuesta inmediata, liberación en la creación, a uto-
conocimiento, etc. Cuando cada expresión se niega a ser eco y él descubre
que el arte no hace de espejo, este Narciso en cierne bien construye una
barca, bien se sienta en la orilla a esperar su reflejo, o se arroja a las aguas.
A partir de este momento todo esfuerzo depende de la profundidad, y todo
í
razona1niento no hace más que embrollar las cosas. El agota las excusas
hasta que cada obra de arte parece más un estornudo que una declaración.
Pues todo su ser se convierte en un instrumento de expresión de fuerzas
incomprensibles. encuentra que estas expresiones, no las suyas, le modelan
de la misma manera que lo harían con cualquier público atenuado. Sin
embargo, siendo el médium, conoce mejor el material que la mayoría, here-
da mundos de palabras si es un poeta, sonidos si es un compositor, etc.,
38
estos regalos, sólo dados cuando no son pedidos, excluyen del prime r "cho-
que" epiléptico, el punto negro en la visión, y el reflexivo. Pero todo cae,
quedando e l artista, único medio por el que sobrevive, "en" una resistencia
formal que concede la ilusión de un descenso sin fondo.
Mi ojo entonces, mirando al cielo, relajado, libre de nubes, la rnente tan irre-
fl exiva con10 sea posible, (dónde encontraría las palabras para describirlo) ,
mi conciencia despierta ... no-azul, casi de oro, Dios e n e lla, con10 si flecos
de oro de Dios cayeran en mis ojos desde ella. En una pequeñez no cobar-
de, n1i ojo se abre a ella, ahora la cerca, le da nombre, el ojo de la 1nente la
limita, destruyéndola. Imaginad el titular: EL crELO NO ES AZUL, descubier-
to por -en- mientras-etc. Imposibilidad de todo ello. Yo, hipnotizado por el
cielo, mi ojo involucrado sin visión, viendo a través de su presunto color,
descubriendo la luz, reduciéndola ahora con la vista a "flecos", "oro de
Dios", "cayendo'·. "hacia abajo" . Metáforas -plumas, nieve, reinado, todo
dorado-. Describo mejor en negativo, sin embargo -"no-azul"-. El mejor
sentido -"descubriendo la luz"-. La mejor frase -"Imposibilidad de todo
ello "-. Sin embargo, es posible que algo venga antes, incluso históricamen-
te, i.e. que haya una " realidad" humana, creadora del mundo, en todo esto.
H ay culturas cuyos extensos garabatos no hacen nunca referencia al azul
cuando hablan de cielo, de hecho algunas sólo hablan de luz cuando a él se
refi eren. Míralo, si quieres; o, mejor, admíralo, velo por ti mismo. (En su
sentido más profundo eso significaría, olvídate de todo lo que aquí he escri-
to.) Nota adicional para padres o profesores: Por favor no impongan a la
fu erza su cobalto nulitantemente prusiano o de trasgo ni ningún tipo de pas-
tel azulado sobre el cielo amarillo de los dibujos de los niños felices, respe-
ten a los jóvenes que usan todos y cualquiera de los colores del espectro de
la cera, y maravíllense ante aquellos a los que la representación sigue sin
dejar satisfechos.
Mi ojo, otra vez, orientado al exterior (sin palabras) lidiando con estas
vibraciones "indescriptibles" , "imaginarias", produciendo los colores clasi-
ficados, que se conocen mejor de forma negativa, esta sensibilidad que
trata con este fenómeno, una apuesta irresponsable que desactiva el víncu-
lo de respuesta adiestrado entre la retina y el cerebro, rompiendo la cade-
na asociativa, esta sociedad entre el ojo y la mente jugando la partida con
una baraja que no está marcada, como al principio, dándole al ojo de la
1nente una oportunidad de cambiar, y sin embargo esta baraja tan1bién
tiene la for1na de la cubierta de un barco, con fines exploratorios, no como
un trofeo e1nbotellado. (Trenzando la cuerda del lenguaje, que se ha vuel-
to tan iinposible1nente rígida como las cartas de bridge en co1nparación
con sus antepasadas del Tarot, adorno mi prosa con todos los juegos de
palabras que se cruzan en mi camino, buscando una ambigüedad delibera-
da, con la esperanza de crear de esta manera una falta de fe e n la rigidez
de cualquier declaración lingüística, sabedor de que sólo la poesía es lo
suficientemente inmortal para liberarse de la rigurosa creencia en cual-
quier palabra-mundo único y su finalidad, asesina de todo significado.)2 Mi
ojo, otra vez, entonces, emprendiendo su curso sin color, dador de vida,
continuamente creado, sigue arcos irises, sin permitir que la mente piense
en vasijas de oro, en pos de la luz, persiguiendo mirar fijamente al sol, pero
sin rehuir ningún reflejo, buscando incluso filamentos eléctricos, todos los
fuegos. Un tubo negro doblado, un estereoscopio de juguete, deshizo un
rayo de luz para dar carpetazo a la disposición de los colores en hileras pul-
crfsimas, listas para una presentación formal, tan hipócrita y carente de
rigor como las historias que leemos en las lápidas; sin embargo empecé a
diferenciar en la mezcla de las disposiciones, el cambio de espectro, de
fuente a fuente de luz, llegué a conocer como mínimo cada máscara, la
máscara del sol, la máscara del neón, etc. Entonces co1nenzó la identifica-
ción de la fuente de luz a través de la apariencia de la refl exión, rayos de
sol vestidos de hierba, bombilla casera por la alfombra, e tc. Finahnente
vino el descubrimiento de la contribución de la vestimenta al carácter de la
fuente de luz, la sutileza de las disposiciones en la fusión de la n1ancha de
una gama de "color" con la mancha de una gama de "otro-color" dentro
del sistema de tubos doblados, y la de la cognición de las vibraciones entre
y dentro de ellos, que una vez consideráramos sólidos de "color" dominan-
te, al descubrimiento de la transformación que de los rayos solares hace la
luna, el hechizo que ejerce la fuente de luz del fuego sobre los muebles bar-
nizados de "marrón", etc. Archivamos entonces el espectroscopio mismo,
excepto para hacer alguna referencia ocasional dentro del juego contem-
poráneo de también-ser-algo-científico, del que afortunadamente sólo soy
presa a la manera de un niño, y el descubrimiento que hace el vuelo del ojo
de su facultad interna de producir sensaciones prismáticas directamente,
41
sin el concurso de instrumentos ajenos. Esta en1presa añadida sufrió la
influencia primordial del prisma, que fue rápidamente descartado en el
juego y reen1plazado por el estrabisn10, prestación que perrnite a las pesta-
ñas difractar la iluminación de manera prismática. Finalmente, con los ojos
bien abiertos, la estructura, semejante al rayo, de la senda de la luz, obvia-
mente todavía muy influida por el sentido occidental de la perspectiva. al
encontrar un punto de fuga entre los filamentos de una bombilla o en el
centro del sol y emitir radiaciones horizontales a las cuatro esquinas de
ojos adiestrados-en-duplicado, y otras verticales que se hacen añicos entre
las pestañas, contiene dentro de su red arcos irises indescriptibles, todavía
demasiado influidos por el espectroscopio y el prisma , imitándose unos a
otros en el orden de los colores-"rojo-amarillo-verde-azul-morado"- y sin
embargo mostrando rarezas de color cuando el ojo ha estado un tiempo sin
sufrir la influencia del escopismo. Bajo una no-concentración extrema , fija-
da por una fascinación que no requiere esfuerzo, semejante a la auto-hip-
nosis, mi ojo es capaz de retener para su cognición incluso esos arcos irises
con1pletan1ente desbandados que reflejan los n1ás obscuros de los objetos,
tan transitorio que es completamente imposible instruirlo, y sin e111bargo
conservando en el orden alguna semblanza con la fuente de iluminación,
guarda ndo semejanzas increíbles con la visión del párpado, danzando su
suave claqué tonal al ritmo de los armónicos de toda visión cerrada, pero
difiriendo precisamente en ese orden de espectroscopio. Estoy declarando
la facultad que me ha sido dada, galardón que está por encima de toda bús-
queda, de transformar, sin ninguna parafernalia científica, las formas que
esculpe la luz en una habitación casi completamente a oscuras en los
modelos de luz de color arco iris. Soy incluso capaz de imponer una selec-
ción arbitraria sobre este recientemente descubierto sentido facultad , de
elegir una tonalidad de color, el ojo simplemente filtra todas las demás, y
percibir toda la luz, bien fuente bien reflejo, en relación con la inclinación...
esta coloración por medio de la acción del ojo guarda un paralelismo con
la visión ordinaria cotidiana debido más a una carencia perceptiva que a la
capacidad de selección -i.e., la contemplación de una escena de nieve
durante el crepúsculo como algo esencialmente blanco y negro o blan-
quiazul y negro con la exclusión de toda otra coloración- . Ahora estoy
con1probando que todas mis investigaciones, de carácter aparentemente
especulativo, en torno al color han sido prioritarias en mis declaraciones
fíl111icas, invitaciones subconscientes que por desgracia necesitaban una
aprobación consciente, dándose el caso de que mi poca pericia me llevó a
trabar un n1ayor conocimiento del artilugio, el juguete científico, que de mi
propio visionario estímulo estético. A medida que los ojos se liberaban de
sus influencias preliminares, se volvían cada vez n1ás susceptibles a la ins-
piración del arte. Muchos considerarán esto simplemente un intro-espec-
tro. Yo digo que todo lo es.
Si tuvié ramos que dirigir nuestro ojo aventurero hacia una correspondencia
lite raria, haciendo de la aventura visual un facsímil literario no 1nenos aven-
turero, transformando las impresiones ópticas abstractas en un lenguaje no
figurativo, convirtiendo las no-visiones en no-palabras mediante un encan-
tamiento, sólo podríamos escribir poemas sonoros, la manifestación auditi-
va de las letras cuando éstas no se limitan a una lógica pre-determinada y
en su lugar establecen una comunicación sobre un plano emocional que
sólo guarda una relación remota con todos los orígenes conocidos de las
palabras de cualquier sonido escrito. En esa relación distante se halla la
forma embrionaria de un arte puramente onomatopéyico. El análogo visual
de este arte está siendo creado por unos hombres que ya han sido llamados
"expresionistas abstractos", quienes están diseñando las letras-símbolos-
cuneiformes-jeroglíficos de la comunicación futura. La imagen en movi-
miento hace posible el desarrollo de una continuidad y por consiguiente
una evolución del lenguaje con respecto a la forma en que hoy lo conoce-
1nos. Todo lo que este libro contiene ha muerto en el útero. Lo aborté para
salvar el organismo vivo, sus orígenes... un espécimen en sí 1nismo... como
míni1no una pieza de n1useo... sólo de valor para el ojo anatómico.
Stan Brakhage
47
En busca de lo sublime: los filmes de Stan Brakhage
65 Documentales
Window Water Baby Moving. Cortesía Legado Stan Brakhage y Fred Camper.
de que no estaba proyectada por los árboles sino de que era una puerta a otro
espacio, como si yo estuviera contemplando una dimensión que no había visto
antes. Así que, volví a la casa y cogí un cristal, lo lleve al bosque y empecé a
pintarlo y a filmarlo". Stan Brakhage
51
1••• Dreamlng , 1988. 16mm, color, sonido (música de Joel Haertling y Stephen
Foster) 7'
"/ ... Dreaming ... parte de un collage maravilloso de Joel Haertling ... basado en
unas piezas musicales de Stephen Foster extraordinarias y muy tristes. Tomé esa
pieza musical y transformé la música en cine. Es una película extremadamente
autobiográfica y me muestra en uno de los peores momentos de mi vida, cuando
sobrevivía a duras penas. Es un verdadero psicodrama narrativo. Pero tiene algo
maravilloso, el contrapeso de la hermosa tristeza de Stephen Foster". SB
Crack Glass Eulogy, 1992. 16mm, color, sonido (música de Rick Corrigan), 6'
Brakhage describe esta película como "una visión nostálgica de la vida urbana
-posibles retazos de la memoria retratados como si siempre estuvieran a punto
de cortar la mente en pedazos-". La cámara vuela por encima de la ciudad
durante la noche, reduciéndola a titilantes diagramas abstractos que simbolizan
la condición humana. Sentimos cómo esa condición, cuya máxima representa-
ción es la ciudad, se disuelve en el cosmos.
52
Programa 2: Dog Star Man
Dog Star Man, que también existe en una versión de cuatro horas titula-
da The Art of Vision, trata del esfuerzo, el significado y complejidad de
la vida y de nuestra relación con el universo. En la película vemos a
Brakhage, hacha en mano, escalando con dificultad una montaña cubier-
ta de nieve. Su perro, instintivamente más cómodo en la naturaleza, corre
alegremente e n círculos a su alrededor. Intercaladas con imágenes del
macrocosmos formado de vastos bosques, montañas, planetas y estrellas
aparecen imágenes microcósmicas de plantas, del cuerpo y de vasos san-
,
guineos.
Dog Star Man se estructura como una obra musical, comenzando con un
preludio al que suceden cuatro partes. E l Preludio liga al director y a su
fan1ilia con las fuerzas universales, representadas por los cuatro elemen-
tos y el cosmos. L as cuatro partes siguientes se despliegan como las cua-
tro estaciones o estadios vitales.
53
Programa 3: Anticipation of the Night
Vida, muerte y lo espiritual, 1958-1979
54
Slrlus Remembered , 1959. 16mm, muda, color, 11 '
Sirius, la mascota de Brakhage, acababa de morir. "Estaba intentando aceptar el
deterioro de las cosas muertas, los recuerdos de un ser querido que había
muerto, lo cual socavaba toda idea abstracta sobre la muerte. La forma
probablemente salió de la misma necesidad física que hace a los perros bailar y
aullar alrededor de los cadáveres. La música me sirvió de inspiración; en cuanto
a la estructura rítmica, cuando los perros bailan y brincan alrededor de un
cadáver, aullando en estructuras rítmicas o a intervalos rítmicos, es como si
asistieran al nacimiento de un hijo o algo parecido".
55
Programa 4: Self Song/Death Song
Vida, muerte y lo espiritual, 1981-2002
56
Chrlst Mass Sex Dance, 1991. 16mm, color, sonido (música: James Tenney), 5'
Consiste en seis rollos de imágenes superpuestas al ritmo de la música
electrónica de James Tenney, compositor y amigo de la infancia de Brakhage.
El cineasta se refiere al filme como "una celebración de las restricciones
balletísticas de la sexualidad adolescente".
Stellar, 1993. 16mm, muda, color, 2 '30"
Esta película pintada asemeja un cielo nocturno de suntuosos colores cuyas
estrellas están representadas por círculos blancos de distintos tamaños. "~ste
es un filme pintado a mano que ha sido impresionado fotográficamente para
conseguir diversos efectos de breves fundidos y fluidez de movimiento, y que
hace un uso parcial y repetido de fotogramas pintados (para lograr 'primeros
planos' de texturas). El tono predominante del filme es el azul oscuro y la pintura
se ha compuesto de tal modo que sugiere las formas galácticas de un espacio
estrellado". SB
Chartres Serles, 1994. 16mm, muda, color, 9' 30"
" Hace un año y medio el cineasta Nick Dorsky, al oír que me iba a Francia,
insistió en que tenía que ver la catedral de Chartres. Yo había estudiado durante
años sus magníficas vidrieras, esculturas y arquitectura .. . y leído tres veces el
excelente libro de Henry Adams, así que seguí encantado su consejo y pasé allí
varias horas .. . , lo cual sin duda afectó mi sentido estético más que cualquier
otra experiencia. En ese momento, la hermana de [mi mujer] Marilyn falleció y no
pude ir al funeral. Un día, y con esa muerte en la cabeza, me senté a solas y
comencé a pint ar la película. Ocho meses después había terminado de pintar
cuatro pequeñas películas que forman una suite en homenaje a Chartres y
dedicada Wendy Jull". SB
Self Song/ Death Song, 1997. 16mm, muda, color, 4'30"
"Self Song documenta un cuerpo asediado por el cáncer. La luz ambarina de
minúsculas capas de carne y piel en primer plano sugieren al tiempo la victoria y
el sometimiento ante la muerte. Los colores cálidos de los pliegues de la carne y
las texturas de la piel reflejan un cuerpo lleno de vida. Y, sin embargo, siempre
existe una oscuridad inminente. La oscuridad rodea la imagen y en ocasiones la
inunda por completo. Lo que es más, las complejas ondas y dibujos de la carne
parecen luchar por mantenerse enfocadas, lo que recuerda el efecto
desintegrador y difuminador del cáncer''. SB
Yggdraslll Whose Roots Are Stars in the Human Mlnd, 1997. 16mm, muda,
color, 17 '
"Esta película, que combina pintura y fotografía, es una antítesis de los temas de
Dog Star Man. En aquella épica representé al Árbol del Mundo [llamado
Yggdrasill en las religiones germánicas] como algo muerto que sólo servía para
hacer leña y al final lo corté en pedazos en medio de una nube de estrellas
(finalmente, Casiopea): ahora, después de tantos años, me siento inclinado a ver
que las raíces de Yggdrasill están en las complejas sinapsis eléctricas de los
procesos mentales y siento que hoy está tan vivo como cuando lo forjó la
leyenda nórdica". SB
Stately Manslons Dld Decree, 1999. 16mm, muda, color, 5' 30"
"Esta película... comienza con fragmentos de pergamino que parecen estallar
hacia arriba. De ellos surgen diversos paisajes, jardines, mansiones, castillos ... ;
después, (predomina el color amarillo sobre los verdes del paisaje y el intenso
rojo de las flores, rojo sangre) los pasillos interiores y las habitaciones parecen
iluminarse por arañas y candelabros, los cuales acaban por estallar en llamas y
explosiones que actúan como ecos visuales del principio del filme". SB
Lovesong 4, 5, 6, 2001-2002. 16mm, muda, color, 7'
Entre 2001 y 2002 Brakhage realizó seis filmes pintados a mano y titulados
Lovesong.
57
Programa 5: The Pittsburgh Trilogy
58
Programa 6: Visión hipnagógica
Visualizando lo visceral, 1952-1970
59
Programa 7: Visión hipnagógica
Visualizando lo visceral, 1972-1999
60
The Process, 1972. 16mm, muda, color, 13' 30"
"Yo tenía claro que la luz era prioritaria. Todo el sentido de 'proceso' (para mQ
reside primordialmente en el 'proceso mental'; y el 'proceso mental' reside
primordialmente en 'activar la memoria'; y eso, como cualquier proceso de la
memoria (o como todo proceso, en definitiva), es eléctrico (disparar sobre las
terminaciones nerviosas), lo cual se expresaría mejor diciendo que son las
terminaciones nerviosas las que disparan en el interior del ojo, como diría
Michael McClure. Cuando no estamos re-construyendo una escena (recordando
algo que ya hemos visto), entonces estamos mirando (en la pantalla de nuestros
párpados cerrados) ese proceso mismo". SB
The Garden of Earthly Dellghts, 1981. 16mm, muda, color, 2' 30"
Esta película se hizo de la misma forma que Mothlight (ver Programa 1) y es un
collage formado por plantas de la montaña. Brakhage decía que era un
homenaje a El Bosco, a las pinturas de flores de Emil Nolde y a The Tangled
Garden, de J. E. H. Macdonald.
Dellcac les of Molten Horror Synapse, 1991 . 16mm, muda, color, 8'
Delicacies Molten Horror Synapse (exquisiteces de la sinapsis del horror
incandescente] está inspirado en la televisión. Brakhage decía que "el principal
'horror incandescente' es la televisión - aunque existen metáforas de otros
horrores en la película-. He montado cuatro rollos pintados superpuestos y
negativos de imágenes de la televisión para aproximarme al proceso de visión
hipnagógica, por el cual el nervio óptico aguanta una aplicación grotesca de
luminiscencia".
Coupllng, 1999. 16mm, muda, color, 5'
La película capta la naturaleza física y orgánica de los cuerpos durante el acto
sexual.
A Chlld's Garden and the Serious Sea, 1991. 16mm, muda, color, 74'
La primera película de Vancouver /stand Quartet, una serie de poemas visuales
que ocupan la década final de la vida de Brakhage, A Child's Garden es una
meditación visual sobre el paisaje y el mar de Victoria lsland (British Columbia) y
una biografía imaginaria de su segunda mujer, Marilyn Brakhage, a través de la
evocación de su infancia.
61
Atabic 1. Cortesia Legado Stan Brakhage y Fred Camper.
Programa 8: Música visual
63
Programa 9: Los últimos filmes
The Jesus Trllogy and Coda, 2001. 16mm, muda, color, 20'
Ascenslon, 2002. 16mm, muda, color, 2'30"
Resurrectus Est , 2002. 16mm, muda, color, 8'
Dark Nlght of the Soul, 2002. 3'
Chlnese Serles, 2003. 16mm, muda, b/n, 2'30"
Panels for the Walls of Heaven, 2002. 16mm, muda, color, 31'
64
Documentales
Brakhage. Jim Shedden, 1998. 16mm transferido a DVD sonido, color, 80'
Shedden mezcla entrevistas al cineasta, familia, amigos y colaboradores con
imágenes de las obras clave de Brakhage y de otros directores de vanguardia,
como Jonas Mekas, George Kuchar y R. Bruce Elder, que experimentaron su
influencia.
--..
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....
..
A Vlslt to Stan Brakhage. Pip Chodorov, 2003. Beta, sonido, color, 15'
Breve conversación entre Pip Chodorov y Stan Brakhage realizada en 2003,
poco antes de su muerte, en la que el cineasta habla de su trabajo.
65
Filmografía
1953 The Boy and the Sea. 16mm, muda, color, 2'
Unglassed Windows Casta Terrible Retlection. 16mm, muda, color, 35'
Stan Brakhage en Cambridge, 1995. Foto: Robert Heller. Cortesía Anthology Film Archives. 67
1967 Eye Myth . 16mm y 35mm, muda, color. 0'9"
Scenes From Under Childhood, 1967-1970. Serie de cuatro pelfculas en 16 mm,
mudas, color
1968 The Horseman, the Woman, and the Moth. 16mm, muda, color, 19'
Lovemaking. 16mm, muda, color, 36'
1975 Short Films: 1975. Serie de diez películas en 16mm, mudas, color, 38'
1976 Short Films 1976. Serie de diez películas en 16mm, mudas, color, 25'
Tragoedia. 16mm, muda, color, 35'
68
1978 Bird. 16mm, muda, color, 4'
Burial Path. 16mm, muda, color, 15' (18 fotogramas por segundo)
Centre. 16mm, muda, color, 13' (18 fotogramas por segundo)
Nightmare Series. 16mm, muda, color, 20'
Purity and After. 16mm, muda, color, 5' (18 fotogramas por segundo}
Sluice. 16mm, muda, color, 6'
Thot-Fa/'N. 16mm, muda, color, 9' (18 fotogramas por segundo}
Duplicity, 1978-1980. Serie de tres películas en 16 mm, mudas, color
1988 I ... Dreaming. 16mm, sonido (música: Joel Haertling y Stephen Foster}, color, 7'
Marilyn's Window. 16mm, muda, color, 9'
Matins. 16mm, muda, color, 2'30"
Rage Net. 16mm y 35mm, muda, color, 1'
1989 Visions in Meditation , 1989-1990. Serie de cuatro películas en 16mm, mudas, color
Babylon Series , 1989-1990. Serie de tres películas en 16 mm, mudas, color
69
Passage Through: A Ritual. 16mm, sonido (música: Philip Corner), color, 49'
Glaze of Cathexis. 16mm, muda, color, 3'
Three Hand-painted Films. 16mm, muda, color, 4'
1992 Crack Glass Eulogy. 16mm, sonido (música: Rick Corrigan), color, 6'
lnterpolations 1-5. 35mm, muda, color, 12'
Untitled (For Marilyn). 16mm, muda, color, 11'
1993 Boulder Blues and Pearls and... 16mm, sonido (música: Rick Corrlgan), color, 23'30"
Blossom Gift Favor. 16mm, muda, color, 2 '
Autumnal. 16mm, muda, color, 5'
Ephemeral Solidity. 16mm, muda, color, 4'30"
The Harrowing. 16mm, muda, color, 2 '
Tryst Haunt. 16mm, muda, color, 30'
The Harrowing and Tryst Haunt. 16mm , muda, color, 4'30"
Stellar. 16mm, muda, color, 2'30"
Study in Color and Black and White. 16mm, muda, color, 2 '
Three Homerics: Diana Holding Back the Night, The Rolling Sea y Love Again.
16mm, muda, color, 6'
1995 Trilogy
I Take These Truths . 16mm, muda, color, 18'
We Hold These . 16mm, muda, color, 12'
I . . . 16mm, muda, color, 27'
In Consideration of Pompeii. 16mm, muda, color, 4'30 (1 8 fotogramas por segundo)
Paranoia Corridor. 16mm, muda, color, 3'30"
The "b" Series. 16mm, muda, color, 12'30"
Earthen Aerie. 16mm, muda, color, 3'
The Lost Films. 16mm, muda, color, 45'
Spring Cycle. 16mm, muda, color, 11 '
... Preludes, 1995-1996. 16mm, muda, color, 40'
70
Last Hymn to the Night - Nova/is. 16mm, muda, color, 19'
Divertimento. 16mm, muda, color, 2'30"
Se/f Song/Death Song. 16mm, muda, color, 4'30"
Yggdrasill Whose Roots Are Stars in the Human Mind. 16mm, muda, color, 17'
Commingled Containers. 16mm, muda, color, 3'
2002 Dark Night of the Soul. 2002. 16mm, muda, color, 3'
Song of the Mushroom (con Joel Haertling). 16mm, muda, color, 2'
Ascension. 16mm, muda, color, 2'30"
Resurrectus Est. 16mm, muda, color, 8'
Max. 16mm, muda, color, 3'
SB (One Minute for Vienna) . 16mm, muda, color, 0'30" minute
Seasons... (con Phll Solomon). 16mm, muda, color, 15'
Panels for the Walls of Heaven . 16mm, muda, color, 3 1'
2003 Stan's Window and Work in Progress. 16mm, muda, color, 13'
Chinese Series. 16mm y 35mm, muda, b/n, 2'30"
71