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¿Por qué nos gusta hacer cosas pero no cuando nos

pagan por hacerlas?


Vuelvo sobre un tema de los libros de Dan Ariely: ¡Vivimos en dos mundos!

Uno está caracterizado por los intercambios sociales. El otro, caracterizado por los
intercambios mercantiles. Aplicamos normas distintas a esas dos clases de relaciones…
e introducir las normas mercantiles en los intercambios sociales viola las normas
sociales y daña las relaciones.

Para que surjan las normas mercantiles basta la simple mención del dinero,
aunque en realidad no haya ningún dinero que cambie de manos (por el mero
hecho de pensar en el dinero). Las normas mercantiles hacen a las personas más
autónomas, menos predispuestas a pedir ayuda y menos predispuestos a ayudar a
otros.

Dice Dan: “El software libre constituye un buen ejemplo del potencial de las normas
sociales. En el caso de Linux y de otros proyectos de colaboración, basta con exponer
un problema relativo a un bug en uno de los tablones de anuncios para ver con qué
rapidez hay alguien (a menudo mucha gente) que responde a su petición y aporta la
solución, empleando para ello su propio tiempo de ocio. ¿Podría uno pagar por ese nivel
de servicio? Muy probablemente sí. Pero si tuviera que contratar a gente que de ese
mismo nivel le costaría un ojo de la cara. En lugar de ello, las personas que integran
estas comunidades están encantadas de ceder su tiempo a la sociedad en su conjunto
(por lo que obtienen los mismos beneficios sociales que obtenemos todos nosotros, por
ejemplo, por ayudar a un amigo a pintar una habitación). ¿Qué podemos aprender de
ello que resulte aplicable al mundo empresarial? Pues que hay otras compensaciones
sociales que motivan fuertemente el comportamiento; y una de las menos utilizadas en
la vida empresarial es la de incentivar las recompensas y la reputación sociales.”

“La productividad de un país depende cada vez más del talento, la creatividad, el
compromiso y el esfuerzo de sus trabajadores. Quien recibe un regalo en vez de un
bono de mil euros en efectivo, se esforzará más, mostrará una mayor lealtad y amará
realmente más su trabajo.”

“¡El dinero resulta ser con mucha frecuencia la forma más cara de motivar a la gente!”

 La gente no está dispuesta a morir por dinero (policías, bomberos, soldados,


etc.). Los que sí, lo están porque sienten que su misión vale más que su sueldo, que los
ciudades le honran por realizar un trabajo que no solo estabiliza la estructura de su
sociedad, sino que asimismo salva a sus hijos de toda una serie de peligros.
 ¡El problema de la educación no es de dinero! Altísimos índices de inversión
por alumno no dan resultado. Deberíamos reexaminar el currículo escolar y
vincularlo de una forma más obvia a los objetivos sociales (la lucha contra la
pobreza y la delincuencia, la mejora de los derechos humanos, etc.), tecnológicos
(fomentar la conservación energética, la exploración espacial, la nanotecnología,
etc.) y sanitarios (curas para el cáncer, la diabetes, la obesidad, etc.) que nos
preocupan en la sociedad actual. De ese modo los estudiantes, profesores y padres
podrían ver la importancia de la enseñanza y sentirse más entusiastas y motivados
ante ésta.

ENSAYO “LAS TRAMPAS DEL DESEO”


POR:
NIKOL ANGULO SANTACRUZ
LAS TRAMPAS DEL DESEO
CAPÍTULO 4. EL COSTE DE LAS NORMAS SOCIALES POR QUÉ NOS GUSTA
HACERCOSAS, PERO NO CUANDO NOS PAGAN POR ELLO.
“Vivimos simultáneamente en dos mundos distintos: uno en el prevalecen las normas sociales, y otro donde son
lasnormas mercantiles las que marcan la pauta”. Con esta frase tomada del libro podemos empezar con decir que las
personas tenemos dos mundos para diferentes situaciones, en el mundo social, todo se hace amablemente, sin
necesidad de esperar algo a cambio, a diferencia del mundo mercantil que es el cual nada se hace sin esperar algo a
cambio pues todo tiene definido su precio, valor o intereses muy claros. Aunque esto suene malo es algo positivo,
pues permite que las personas seamos más autónomas e individualistas.

Se puede decir que la vida de las personas transcurre bastante bien si se sabe
mantenerse parado el mundo social del el mundo mercantil, pues si en algún momento
llega a cruzarse puede afectar notoriamente el mundo social de esta persona.
El autor del libro nos presenta un experimento que se realizó con el fin de ver los efectos del
mundo social y el mercantil se chocan, el experimento fue el siguiente: “se presentó un círculo
enla parte izquierda de una pantalla de ordenador, y un cuadrado que representaba una caja
en laparte derecha. La tarea consistía en arrastrar el círculo utilizando el ratón del ordenador
hastameterlo en la caja. Una vez que el círculo se había insertado convenientemente en el
cuadrado,desaparecía de la pantalla, y a continuación aparecía un nuevo círculo en el punto
de partida.Pedimos a los participantes que arrastraran el mayor número posible de círculos, y
nosotrosmedimos cuántos círculos arrastraban en un período de cinco minutos. Ésa era
nuestra medida desu productividad laboral, es decir, del esfuerzo que ponían en su tarea”.

Este experimento realizo resultados sobre el contacto entre las normas sociales y
lasmercantiles por que se vivieron los participantes en cuatro grupos y a tres se les
ofreció ciertomonto de dinero uno más bajo que otro y al último no se le ofreció nada,
dando así como resultadoque los participantes de mejor esfuerzo fueron los que
recibieron el mayor monto de dinero y losque menos esfuerzo hicieron fueron los del
bajo monto de dinero. Sin embargo el mayor esfuerzose vio reflejado en los que no
recibieron nada de dinero, pues aquí se vio reflejada la ayudamediante la norma social
y no la monetaria. Sin embargo la monetaria se vio un poco reflejada enlos
participantes que recibieron dinero.
Todas las personas cuando se nos habla de dinero utilizamos las normas mercantiles,
así seauna pequeña cantidad, automáticamente se nos activa este mundo, pero cuando
la palabra dinerono se toca en cualquier situación, las normas sociales siempre van a
estar presentes. Pero caberesaltar que cuando las normas mercantiles son activadas,
las normas sociales son desechadas.Todo esto se pudo concluir mediante el anterior
experimento.
Con el dinero se pudo deducir tantas cosas del experimento anterior, pero se quiso
saber quépasaría si se reemplazara el dinero por regalos, si causaría el mismo efecto, o
seria todo locontrario. Por esto se realizó el mismo experimento pero ahora ofreciendo
a sus participantesregalos con el mismo valor del dinero que dieron en el anterior
experimento y los resultadosfueron prácticamente los mismo y se llegó a la conclusión
de que La conclusión: nadie se sienteofendido por un pequeño regalo “aun los regalos
más pequeños nos mantienen en el mundo delintercambio social y apartados de las
normas mercantiles”.
Continuando con el experimento y sus interrogantes, decidieron hacer un
experimentomezclando tanto el dinero con el regalo, y este arrojo los mismos
resultados que losa anteriores,por lo que se pudo llegar a la conclusión final de que las
personas están dispuestas a trabajar gratispero también lo que están al ganarse un
salario minino.
Por otra parte también nos mencionan otro experimento en el que se puede evidenciar
lacompetencia en el que a un grupo se le menciona algo con respecto a la competencia
salarial y alotro no, se pudo evidenciar que todos trabajaron bien, sin embargo los que se les
menciona lacompetencia salarial se vieron más autónomos, individualistas y egoístas esto
quiere decir que solocon pensar en el dinero nos comportamos más egoístas y como la
mayoría de economistas noscreen y menos como personas sociales, que es lo que en realidad
somos en la día a día.

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