Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Integrante:
Gissel Requena, Exp.48302
Prof. Nathalia Meléndez. Sección: 501.
Técnicas de modificación de conducta Especialidad: Fonoaudiología.
Abril, 2020.
Conducta innata o heredada
Las conductas innatas o reflejas son unas de los primeros tipos de conducta que realizamos en
nuestra vida, y se caracterizan por ser aquellas que aparecen en la persona o ser de manera natural y
derivada de nuestra genética, sin que nadie nos las haya enseñado antes. Pueden aparecer tras el
nacimiento o incluso antes (ya se observan algunas conductas de este tipo en la etapa fetal).
Conducta: Succión digital
La succión es uno de los primeros reflejos que se desarrollan en los bebés, ya desde el útero
materno, y uno de los más importantes. Gracias a él, el recién nacido podrá alimentarse y garantizar así
su desarrollo. Este reflejo se activa de forma espontánea cuando la boca del bebé entra en contacto con
el pecho materno o la tetina del biberón, actos que se denominan de “succión nutritiva”, es decir, que
están destinados a nutrir el organismo del niño.
Pero las succiones también pueden activarse al contacto con otros elementos ajenos a la
alimentación del bebé. Entre este tipo de “succiones no nutritivas” destaca por su prevalencia en un alto
porcentaje de bebés la “succión digital”, que consiste en chupar de manera innata uno de sus pequeños
dedos, en general el pulgar. Chuparse el dedo se considera por tanto un comportamiento natural durante
los primeros años de vida del niño y, en la mayoría de los casos, se supera de forma espontánea antes
de los tres años de edad.
Chuparse el dedo, al igual que succionar un chupete, es un hábito al que recurren los bebés como
método para tranquilizarse en momentos de ansiedad o nerviosismo, como acto reflejo para vencer el
aburrimiento o para buscar conciliar el sueño.
Aunque se considera un acto natural y reflejo del niño en sus primeros años de vida, se considera
que llevarse el pulgar a la boca es "bastante más peligroso" que el chupete, por el riesgo de infección que
puede conllevar chupar un elemento que está en contacto permanente con agentes contaminantes.
Además de este peligro, los perjuicios más notables de succionar un dedo se producen cuando el
hábito se prolonga en el tiempo y se mantiene más allá de los tres o cuatro años. Algunos estudios apuntan
que el 12,5% de los menores de entre tres y cinco años aún se chupan el dedo.
La succión digital, además, implica otros perjuicios importantes para los pequeños cuando se
prolonga, como consecuencias sobre el desarrollo de los huesos maxilares y el mal alineamiento de los
dientes, problemas fonéticos y de pronunciación, en la deglución, alteraciones en los dedos e incluso
trastornos emocionales, afirman los expertos.
Refuerzo positivo, es decir, premiarlo cuando actúe de forma adecuada. Se pueden hacer uso de
una tabla de economía de fichas, que representará para el pequeño un agradable estímulo para dejar
de succionar el dedo.
Puede complementarse con refuerzos negativos para recordar al niño que llevarse el dedo a la
boca no es bueno para él. Como colocarle en el dedo algo con sabor amargo no dañino para él niño o
bien sea un guante o una tirita o trozo de tela.
Se pueden usar actividades alternativas para distraer al pequeño en caso de que esté aburrido.
Algún juego que utilice las manos con el fin de no recurra a ellas durante el juego y se succione
los dedo.
Si se succiona el dedo cuando está cansado a la hora de dormir se le puede colocar un estímulo
que lo reconforte como un peluche o algún juguete que le guste.
SUCCION DIGITAL
MODIFICACION
DE CONDUCTA
CONSECUENCIAS
V