Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
TEMA: RETRACTO
CASACIONES: 1.- N° 1205-2018 CAJAMARCA (CUADERNILLO NRO 787 - PÁG.139 -16/04/ 2019).
2.- N.º 1334-2019 LIMA (CUADERNILLO NRO 787 - PÁG.233 -18/09/ 2019).
SECCION: ND
2020
1.-CASACIÓN N.º 1205-2018 CAJAMARCA
Materia: RETRACTO
El recurso deviene en fundado por cuanto este Supremo Colegiado, no advierte ningún
acuerdo concertado, o unilateral, que implique la manifestación de voluntad, por parte
de la nueva propietaria del suelo (demandada), respecto a un derecho otorgado a la
demandante, para efectuar construcción alguna sobre el inmueble que estaba
adquiriendo mediante contrato de venta.
Lima, dieciséis de abril de dos mil diecinueve.
LA SALA CIVIL PERMANENTE DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA
REPÚBLICA: vista la causa número mil doscientos cinco-dos mil dieciocho, efectuado
el debate y la votación correspondiente, emite la presente sentencia. I. ASUNTO Se
trata del recurso de casación interpuesto por los codemandados, Segundo Víctor
Vásquez Mires y Celinda Sánchez Blanco, obrante a fojas mil noventa; y, el recurso de
casación interpuesto por BBVA Banco Continental, obrante a fojas mil ciento veintiuno,
contra la sentencia de vista , de fecha catorce de noviembre de dos mil diecisiete,
obrante a fojas mil treinta y nueve, expedida por la Primera Sala Civil Permanente de la
Corte Superior de Justicia de Cajamarca, que revocó la sentencia apelada, contenida en
la resolución número cuarenta y cuatro, de fecha cuatro de julio de dos mil diecisiete,
obrante a fojas novecientos treinta y seis, que resolvió declarar infundada la demanda;
y, reformándola, declararon fundada la misma; en consecuencia, ordenaron que se
subrogue a la demandante, Teresa Violeta Linares viuda de Zambrano, como
compradora, en el contrato de compraventa de acciones y derechos otorgado por Haideé
Teresa Zambrano de Díaz y Juan Manuel Díaz Murrugarra (vendedores) a favor de
Segundo Víctor Vásquez Mires y Celinda Sánchez Blanco (compradores), conforme
aparece en la compraventa contenida en la Minuta N.º 709, contenida en la Escritura
Pública N.º 778, de fecha dieciocho de abril del años dos mil trece, inscrita en la Partida
Electrónica N.º 02107978, en los Registros Públicos de Cajamarca; y ordenaron que se
restituya a los compradores, Segundo Víctor Vásquez Mires y Celinda Sánchez Blanco,
la suma de ciento cincuenta mil dólares americanos (US$ 150,000.00) más el importe de
los gastos notariales, registrales y tributos que hubieran pagado.
II. ANTECEDENTES 1. DE LA DEMANDA
Previamente a la absolución del recurso de casación sub examine, es necesario hacer un
breve recuento de lo acontecido en el proceso. En tal sentido, se advierte que mediante
escrito de fecha veintitrés de mayo de dos mil trece, obrante de fojas cincuenta a
sesenta, Teresa Violeta Linares viuda de Zambrano, interpuso demanda de retracto,
contra la sociedad conyugal, conformada por Haideé Teresa Zambrano de Díaz y Juan
Manuel Díaz Murrugarra y la sociedad conyugal, conformada por Segundo Víctor
Vásquez Mires y Celinda Sánchez Blanco. Bajo los siguientes argumentos: - Que, con
fecha catorce de noviembre de mil novecientos sesenta y nueve, su fallecido cónyuge,
compró un solar urbano de 442.50 m2, ubicado en el jirón Amazonas del Monasterio de
Concepcionistas Franciscanos Descalzos; siendo que, en el año mil novecientos noventa
y ocho, éste se subdividió en dos lotes, asignándose cada uno el cincuenta por ciento del
mismo. Posteriormente, con fecha cinco de diciembre de dicho año, acordaron dar en
simulación de compraventa a su hija, Haideé Teresa Zambrano Linares, el inmueble que
le fue asignado a su extinto esposo. - En dicha compraventa se excluyó una
construcción que corresponde a la demandante, obligándosele a la compradora a
construir en el lote de la recurrente una casa habitación, lo que hasta la fecha no se ha
cumplido; por lo que, ésta sigue ocupando dicha edificación, habiéndose constituido,
por ende, en superficiaria de tal inmueble. - Sin comunicación escrita a la recurrente, en
su calidad de superficiaria y de sus hermanos como colindantes, la demandada no hizo
saber su intención, ni ofrecimiento de venta de dicha área familiar; y, sorpresivamente,
con fecha veintitrés de abril de dos mil trece, recibió una carta notarial cursada por
Segundo Víctor Vásquez Mires y Celinda Sánchez Blanco, quienes le requirieron la
desocupación y entrega de la propiedad en el plazo de diez días, bajo amenaza de iniciar
el desalojo. - Ante tal hecho, haciendo las averiguaciones respectivas, tomaron
conocimiento que la demandada, Haideé Teresa Zambrano de Díaz había transferido
dicha propiedad, a favor de Segundo Víctor Vásquez Mires y Celinda Sánchez Blanco,
por la suma de ciento cincuenta mil dólares americanos (US$ 150,000.00); en atención a
ello, quisieron llegar a un acuerdo con los compradores a fi n de evitar mayores
conflictos en su propiedad, pero éste no se materializó, porque la persona con la que
iniciaron el trato, les pidió la suma de setenta mil dólares americanos (US$ 70,000.00)
por concepto de indemnización; siendo que al ofrecerles la suma por la que se había
realizado la transferencia, estos mostraron su negativa y por el contrario, iniciaron actos
de represalia en su contra. y, por el contrario, iniciaron actos de represalia en su contra.
2. Sentencia de primera instancia Tramitada la demanda según su naturaleza, el juez de
primera instancia, mediante resolución número veintisiete, de fecha diez de julio de dos
mil quince, obrante a fojas quinientos ochenta y nueve, resolvió declarar improcedente
la demanda; sin embargo, ésta fue declarada nula mediante sentencia de vista, de fecha
cinco de mayo de dos mil dieciséis, obrante a fojas setecientos treinta y dos.
Posteriormente, mediante resolución número cuarenta y cuatro, de fecha cuatro de julio
del año dos mil diecisiete, obrante a fojas novecientos treinta y seis, se emitió
nuevamente sentencia de primera instancia, declarándose infundada la demanda, bajo
los siguientes fundamentos: - Que, revisada la Escritura Pública N.º 2181, de fecha
cinco de diciembre de mil novecientos ochenta y ocho, mediante la cual el extinto,
Arturo Aníbal Zambrano Noriega vendió a su hija (hoy demandada) Haideé Teresa
Zambrano Linares, el cincuenta por ciento, del predio urbano ubicado con frente al jirón
Amazonas; se verifica ca que, en ningún extremo de su cláusula cuarta, se establece el
derecho de la compradora (eventual superficiaria) de mantener la construcción -ya
existente- a título de superficie. - Por el contrario, si bien se anota que la construcción es
de propiedad de la ahora demandante; empero, en la cláusula quinta se precisa que dicha
construcción será demolida para que la compradora construya su casa de material noble;
en todo caso, en la cláusula cuarta se consigna que ésta se compromete a construir dos
habitaciones, pero ello solo en el sub lote 01, que corresponde a la propiedad de la
recurrente; de manera que no se cumplen los presupuestos para el reconocimiento del
derecho de superficie. - Si bien el Código Civil, no prevé una forma ad solemnitatem
para la constitución del derecho de superficie (a diferencia de otros derechos reales), es
necesario identificar por los menos un medio de prueba de la existencia del acto; pero
en el caso que nos atañe, la escritura pública no prueba la constitución del derecho de
superficie entre el vendedor y la compradora, a la par de que tampoco se ha plasmado
en dicho documento público, los requisitos mínimos del derecho de superficie; esto es,
si es a título oneroso o gratuito, el plazo y las obligaciones de las partes . - Lo que se
aprecia de dicho contrato es en realidad la celebración de una compraventa pura, que
incluye el establecimiento de la obligación de la compradora de construir, en el plazo de
un año prorrogable en otro más, una sala comedor y una cocina en el sub lote 1, de
propiedad de la hoy demandante; por lo que, en todo caso, lo que contempla la cláusula
cuarta del aludido contrato, es simplemente una obligación de hacer, cuyo cumplimiento
pudo solicitar oportunamente la demandante. - Agrega que, mediante Escritura Pública
N.º 990, de fecha siete de agosto de mil novecientos noventa y cinco, la hoy
demandante, dio en anticipo de herencia a sus hijos, Socorro Violeta, Arturo Aníbal y
Edmundo Zambrano Linares, el sub lote 1; esto es, el lote donde la hoy demandada,
tenía que efectuar la construcción de la sala comedor y cocina, como condición para
poder demoler la construcción de adobe y construir su casa de material noble; por lo
que, tal situación constituyó una suerte de imposibilidad física de cumplir la obligación
de hacer, a cargo de la compradora del bien. 3. Sentencia de vista Apelada la
mencionada resolución, la Sala Superior, mediante sentencia de vista, de fecha catorce
de noviembre de dos mil diecisiete, obrante a fojas mil treinta y nueve, revocó la
sentencia que declaró infundada la demanda y, reformándola, declararon fundada la
misma; expresando como principales fundamentos: - Los codemandados, han
reconocido la existencia del derecho de superficiaria que poseía la demandante.
Asimismo, el acto de superficie está probado con el contenido de las cláusulas cuarta y
quinta del contrato celebrado entre Arturo Aníbal Zambrano Noriega y Haideé Teresa
Zambrano Linares. - Teniendo en cuenta que en el derecho de superficie, dado que se
trata de un derecho temporal, es usual que como contraprestación se pague una
retribución; en el caso de autos, la retribución se trataba de reconstruir la edificación en
el predio de la demandante; sin embargo, esta retribución puede variar, dependiendo del
acuerdo de las partes, o por defecto, cabe la aplicación de la regla del artículo 1030, del
Código Civil; no obstante, en el caso de autos no se ha observado ninguno de estos
supuestos; por ende, el derecho de superficie de la demandante se encuentra dentro de
las causales que establece el artículo 1599, para interponer la presente demanda. 4.
Recursos de casación Esta Sala Suprema, mediante resolución de fecha once de junio de
dos mil dieciocho, obrante a fojas noventa y siete del cuaderno de casación, declaró
procedente el recurso de casación interpuesto por Segundo Víctor Vásquez Mires y
Celinda Sánchez Blanco, por las siguientes causales: a) Infracción normativa de los
artículos 1030, 2012, 2013, 2014, 2016, 2019, inciso 1 y del artículo 2022, primer
párrafo, del Código Civil, para lo cual sustenta los siguientes argumentos: - Menciona
que se ha infringido el artículo 1030, del Código Civil, pues en el ítem cuatro de la
sentencia de vista, la Sala Superior, reconoce que por el derecho real de superficie, uno
es propietario del terreno y otra persona es dueña de la edificación, más no una persona
puede ser dueña de ambas; sin embargo, en el presente proceso la dueña de la futura
edificación también era del terreno, formulándose la pregunta, si ello constituye derecho
de superficie. Asimismo, del espíritu de la norma, de carácter sustantivo: artículo 1030,
del Código Civil, se puede concluir que la creación de esta fi gura no es propiamente
cuando confluye el suelo y la edificación en la titularidad de una misma persona como
propietaria, tal como ocurre. - Sostiene que en el fundamento décimo primero de la
recurrida, se invoca las cláusulas cuarta y quinta de la Escritura Pública, de fecha cinco
de diciembre de mil novecientos ochenta y ocho, pero de manera mutilada, para arribar
a una motivación con déficit, siendo ello así, se estaría a lo mucho frente a un
compromiso u obligación de hacer, que por el paso del tiempo le permite conservar el
derecho a la demandante, pero legalmente no puede ejercitar la acción ante el órgano
jurisdiccional, por haber extinguido la posibilidad de hacerlo en virtud de haber operado
en su contra la prescripción. - Argumenta que se ha infringido el artículo 2019, inciso 1,
del Código Civil, que en el presente caso no se está frente a un derecho real de
superficie, a lo que se suma que la parte demandante no ha inscrito su derecho, para ser
susceptible de oponibilidad frente a terceros y en particular contra los ahora
demandados; en ese sentido, no existiendo inscripción registral a nombre de la
demandante, mal se haría generarle una inoponibilidad inexistente, por no tener origen
en la seguridad jurídica que brindan los Registros Públicos; por tanto, la pretensión
carece de asidero legal y por ende de pronunciamiento, a fi n de que pueda operar los
principios registrales de publicidad, legitimidad, a lo que se suma la buena fe pública
registral, en tanto solo conocían de la inscripción de la propiedad, más no de la
inscripción del derecho de superficie. - Manifiesta que en el caso sub litis, se advierte
que el artículo 2012, del Código Civil, no ha sido tomado en cuenta, en tanto la Sala
Superior, ha hecho una motivación insuficiente, pues es sabido que la demandada
adquirió a título oneroso y de buena fe el inmueble, por Contrato de Compraventa, de
fecha dieciocho de abril de dos mil trece, de quien aparecía en el respectivo registro
como anterior propietario, Haideé Teresa Zambrano de Díaz; es decir, que su
adquisición se realizó al amparo del artículo antes mencionado, de lo cual se colige que
adquirió el inmueble en alusión, advirtiendo previamente -según el contenido de la
inscripción registral correspondiente al bien sub litis- es decir, que su vendedor
ostentaba título inscrito al momento de producirse la transferencia a favor del actor, sin
que exista derecho de superficie inscrito. - Aduce que se ha infringido el artículo 2013,
del Código Civil, ya que la información proporcionada por Registros Públicos-
SUNARP Cajamarca, al no existir inscrito el derecho de superficie cie a favor de la
demandante, no puede ser oponible a su persona que adquirió a título oneroso, de buena
fe y de quien aparecía en el Registro como propietaria, ello fue determinante para
finiquitar la transacción de compraventa y realizar el desembolso de dinero como
contraprestación por el inmueble a adquirir, a lo que se suma el préstamo bancario con
el BBVA Banco Continental. - Refiere que se ha infringido el artículo 2014, del Código
Sustantivo, dado que obraron conforme a la buena fe objetiva; es decir, teniendo como
base la información proporcionada por Registros Públicos, respecto del inmueble sub
litis, en virtud a ello consideraron que con la celebración del acto jurídico no se
lesionaba interés jurídico ajeno respecto de la propiedad, pues se estaba contratando con
su titular. Ahora sobre la buena fe pública registral, indican que, por negligencia de
Teresa Violeta Linares viuda de Zambrano, no se puede perjudicar el derecho de
propiedad de los impugnantes, inscrito en SUNARP, quien en todo momento actuó con
ausencia de mala fe. - Indica que se ha infringido el artículo 2016, del Código Civil,
pues en el inmueble, está inscrito el derecho de los ahora impugnantes, así como en su
oportunidad estuvo inscrito el derecho de su vendedora, y tratándose de materia
registral, quien entra primero al Registro es primero en el derecho, admitir lo contrario
sería destruir el sistema registral, el principio recogido normativamente e infringido en
la recurrida; asimismo se parte del hecho cierto, que el título de propiedad del
demandante, a diferencia de los demandados, se encuentra inscrito en el Registro de
Propiedad Inmueble de Cajamarca, como se prueba en la Partida Electrónica Registral
N.º 0210798, cuyas certificaciones expedidas por la SUNARP obran en autos y que han
sido ofrecidas por la parte demandante, con lo cual se verifica el derecho de propiedad
del accionante con indicación del tracto sucesivo, figurando como único propietario
hasta la actualidad la sociedad conyugal conformada por Segundo Vásquez Mires y
Celinda Sánchez Blanco. Además, no existen otras inscripciones que muestren lo
contrario, en atención a dicho dispositivo legal denunciado, evidencia que los ahora
impugnantes ostentan un legítimo derecho de propiedad y, por tanto, inoponible frente a
la demandante y a cualquier tercero. - Alegan que se ha infringido el artículo 2022, del
Código Civil, sustentando que compulsado el principio de rango (recogido por el citado
artículo denunciado) frente a los principios registrales de buena fe y prioridad en el
tiempo, se llega a la conclusión que, en el presente caso, deben prevalecer estos últimos,
en atención a que cuando se inscribió el inmueble a favor de la sociedad conyugal
conformada por Segundo Vásquez Mires y Celinda Sánchez Blanco, no estaba inscrito
el derecho de superficie de la demandada; por lo que, mantienen su derecho de
propiedad sobre el bien sub litis, pues en materia registral, quien entra primero al
Registro, es primero en el derecho. b) Infracción normativa del artículo 139, incisos 3 y
5, de la Constitución Política del Estado y de los artículos I y VII, del Título Preliminar,
del Código Adjetivo. Refiere que se ha emitido una sentencia bajo una motivación
aparente, falta de motivación interna del razonamiento, deficiencia en la motivación
externa y motivación sustancialmente incongruente. Atentando contra los artículos
denunciados, al no aplicar el derecho que corresponde al proceso. Asimismo, mediante
resolución de fecha once de junio de dos mil dieciocho, obrante a fojas ciento cinco del
cuaderno de casación, se declaró procedente el recurso de casación interpuesto por el
BBVA Banco Continental, por las siguientes causales: a) Infracción normativa de los
artículos 141, 168, 1031, 1361, 1428 del Código Civil y del artículo 62, de la
Constitución Política del Estado, para lo cual sustenta los siguientes argumentos: -
Sostiene que el artículo 141, del Código Sustantivo, establece que el otorgamiento de
determinado derecho o facultad debe darse de forma expresa, no podrá considerarse que
dicha manifestación se encuentre implícita en otra, recogido de tal modo en la Casación
N.º 1404-2010-Huánuco. - Asimismo, se remite al artículo 1031, del Código Civil, dado
que se necesita de un acuerdo expreso entre las partes para constituir el derecho de
superficie, por tanto, realizado el análisis en conjunto de los medios probatorios, se
puede advertir que no obra donde ceda el derecho de superficie a la demandante u otra
persona. - Agrega que con la finalidad de realizar una mejor interpretación del acto
jurídico celebrado entre las ahora partes procesales, también se remite al artículo 168,
del Código acotado, que limita la voluntad de las partes respecto de la interpretación
que deba hacerse del acto jurídico celebrado, es decir, según su propio contenido; por lo
que, no es correcto que la sentencia de segunda instancia reconozca por medio de la
interpretación del contrato, derecho de superficie a la demandante, ya que no es parte
del acuerdo de ambos, recogido en la Casación N.º 1713-96-Lima, reforzado además
por la Resolución N.º 400-200-ORLC/TR Lima. - Manifiesta que para referirse a la
obligatoriedad de los contratos se debe remitirse al artículo 1362, del Código Civil, pues
la doctrina civil ha equiparado los efectos vinculantes del contrato con los efectos de la
ley, expresando que los contratos son ley entre las partes; así, si una de las partes no
cumple con sus obligaciones asumidas en el contrato, el Estado bajo el amparo del
artículo 1428, del Código Civil, faculta al contratante perjudicado con el
incumplimiento para que solicite el cumplimiento, la resolución de contrato y/o la
indemnización por daños que eventualmente ha sufrido. - Refiere que para disipar toda
duda que pueda existir sobre el carácter intangible de los contratos se remite al artículo
62, de la Constitución Política del Estado, según esta norma constitucional, los contratos
no podrán ser modificados; por el contrario, el Estado tiene el deber de garantizar la
libertad contractual y el cumplimiento de los contratos. - Realiza esta invocación ya que
a través del presente proceso la demandante pretende que se le reconozca un derecho del
que no goza, y que en ninguna parte del contrato se establece. - Finalmente, se remite al
numeral sexto (numeral cuatro en la minuta) del contrato de compraventa que obra en
autos, que señala: “Sexto: En la venta quedan comprendidos los usos costumbres,
salidas y todo cuanto de hecho y derecho le corresponde al inmueble transferido, sobre
el que no pesa gravamen alguno que pueda limitar su libre disposición” (sic).
Obligándose, no obstante, esta declaración, la entidad vendedora a la evicción y
saneamiento de ley
III. FUNDAMENTOS DE ESTA SALA SUPREMA
Primero.- Estando a los fundamentos del recurso que nos ocupa, es necesario precisar
que, la “casación” es un recurso impugnativo extraordinario, cuya finalidad es la
adecuada aplicación del derecho objetivo al caso concreto y la uniformidad de la
jurisprudencia nacional por la Corte Suprema de Justicia, conforme lo previsto por el
artículo 384, del Código Procesal Civil, modificado por la Ley N.º 29364; por tanto,
resulta importante además destacar que el recurso de casación no tiene por finalidad el
reexamen del proceso, como tampoco la revaloración de los medios probatorios. En
resumen, los fines de la casación, según se desprende del artículo procesal citado, es la
nomofilaquia, la predictibilidad, la dikelogia y la hermenéutica jurídica. Segundo.-
Asimismo, es necesario destacar que, el debido proceso es un derecho complejo que
está conformado por un conjunto de derechos esenciales que impiden que la libertad y
los derechos de los individuos sucumban ante la ausencia o insuficiencia de un proceso
o procedimiento, o se vean afectados por cualquier sujeto de derecho -incluyendo el
Estado- que pretenda hacer uso abusivo de éstos. En ese sentido, es menester recalcar
que el artículo 139, inciso 3, de la Constitución Política del Estado, consagra como
principio rector de la función jurisdiccional, dentro de nuestro ordenamiento jurídico, la
observancia del debido proceso. Éste, conforme a la interpretación que reiteradamente
ha efectuado la Corte Interamericana de Derechos Humanos, exige fundamentalmente
que todo proceso o procedimiento sea desarrollado de forma tal que, su tramitación
garantice a las personas involucradas en él, las condiciones necesarias para defender
adecuadamente y dentro de un plazo razonable los derechos u obligaciones sujetos a
consideración1 . Tercero.- En ese sentido, la motivación de las resoluciones judiciales
constituye un elemento del debido proceso y, además, se ha considerado como principio
y derecho de la función jurisdiccional consagrado en el inciso 5, del artículo 139, de la
Constitución Política del Estado, norma constitucional que ha sido recogida en el
artículo 12, del Texto Único Ordenado de la Ley Orgánica del Poder Judicial, en el
inciso 6, del artículo 50, e incisos 3 y 4, del artículo 122, del Código Procesal Civil,
cuya infracción origina la nulidad de la resolución, conforme lo disponen las dos
últimas normas procesales señaladas. Una motivación adecuada conlleva la justificación
lógica, razonada y conforme a las normas constitucionales y legales, así como con
arreglo a los hechos y petitorios formulados por las partes; por lo tanto, una motivación
adecuada y suficiente comprende tanto la motivación de hecho o in factum (en la que se
establecen los hechos probados y no probados mediante la valoración conjunta y
razonada de las pruebas incorporadas al proceso, sea a petición de parte como de oficio,
subsumiéndolos en los supuestos fácticos de la norma) y la motivación de derecho o in
jure (en la que se selecciona la norma jurídica pertinente y se efectúa una adecuada
interpretación de la misma). Cuarto.- La presente demanda de retracto tiene por objeto,
que se subrogue a la demandante, Teresa Violeta Linares viuda de Zambrano, como
compradora en el contrato de compraventa de acciones y derechos, otorgado por Haideé
Teresa Zambrano de Díaz y Juan Manuel Díaz Murrugarra (vendedores) a favor de
Segundo Víctor Vásquez Mires y Celinda Sánchez Blanco (compradores), conforme
aparece en la compraventa contenida en la Minuta N.º 709, contenida en la Escritura
Pública N.º 778, de fecha dieciocho de abril dos mil trece, inscrita en la Partida
Electrónica N.º 02107978, en los Registros Públicos de Cajamarca. Asimismo, del
análisis de los actuados, así como de las infracciones desarrolladas precedentemente, es
de verse que la controversia principal en el presente caso, consiste en determinar si la
demandante tiene la condición jurídica de superficiaria, y si como tal debe ampararse el
derecho de retracto que invoca. Quinto. - Respecto a la infracción del artículo 139,
incisos 3 y 5, de la Constitución Política del Estado y de los artículos I y VII, del Título
Preliminar del Código Adjetivo, debe señalarse que estos artículos guardan relación con
el deber de motivación de las resoluciones judiciales, que garantiza que los jueces,
cualquiera sea la instancia a la que pertenezcan, expresen el proceso mental que los ha
llevado a decidir la controversia, asegurando que el ejercicio de la potestad de
administrar justicia se haga con sujeción a la Carta Magna y a la ley, pero también con
la finalidad de facilitar un adecuado ejercicio del derecho de defensa de los justiciables.
El análisis de estas normas, en el presente caso, exige que se haga en forma concordada
con el artículo 1030 y siguientes del Código Civil, referidos al derecho de superficie.
Sexto.- Precisamente, en virtud a lo previsto en el artículo 1030, del Código Civil, a
través del derecho de superficie se produce jurídicamente, aunque de forma temporal,
un desdoblamiento de la propiedad predial, otorgando al superficiario la propiedad
sobre las edificaciones que se hubieran construido sobre o bajo la superficie del suelo,
quedando este último en manos del dueño del predio. Hay una yuxtaposición transitoria
de titularidades vinculadas al dominio que resquebraja el derecho ordinario que tiene
todo dueño sobre lo edificado en su suelo. Asimismo, respecto a esta fi gura, Gunter
Gonzales Barrón, señala: “La superficie es un derecho subjetivo, de naturaleza real, de
disfrute sobre suelo ajeno y de objeto limitado, pues recae exclusivamente sobre
predios. La superficie, como ya se ha visto, es de carácter instrumental, pues su
finalidad es proporcionar al superficiario un derecho a la construcción”2 . Cabe precisar
que este autor, distingue el derecho de superficie cie, de la propiedad superficiaria,
precisando: “Ya hemos aclarado que la superficie es un derecho real de construcción,
instrumental; mientras que la propiedad superficiaria es el resultado de la ejecución del
título de superficie, que se concreta en el edificio”3 . Asimismo, respecto a su
constitución, tal como este autor ha señalado, el propietario del suelo constituye el
derecho de superficie por virtud de alguno de los modos adquisitivos del artículo 1031,
del Código Civil: acto inter vivos (contrato, acto unilateral) o por testamento. Sétimo.-
Ahora bien, en el presente caso, la Sala Superior, ha sostenido, que el derecho de
superficie que invoca la demandante, ha sido reconocido por los demandados y, además
se encuentra reconocido en las cláusulas cuarta y quinta del contrato de compraventa
celebrado entre Arturo Aníbal Zambrano Noriega y la hoy demandada, Haideé Teresa
Zambrano Linares, contenido en la Escritura Pública N.º 2181 de fecha cinco de
diciembre de mil novecientos ochenta y ocho. Así, de las citadas cláusulas se advierte
que lo estipulado ahí, es lo siguiente: “[…] CUARTO: Por la construcción de una sala-
comedor y una cocina de adobe, mandados construir por mi esposa doña Teresa Violeta
Linares Tirado de Zambrano, la compradora se compromete hacer construir las
mencionadas habitaciones en el terreno que queda a favor de doña Teresa Violeta
Linares Tirado de Zambrano, en plazo de un año, a partir de la fecha, prorrogable a otro
más si fuera necesario o convenir en un acuerdo que satisfaga ambas partes”. QUINTO:
El vendedor deja constancia que no vende la construcción por la razón anotada en el
numeral anterior y porque es de adobe que será demolido para que la compradora haga
construir su casa de material noble, tal como desea” (sic). Octavo.- A fi n de determinar
si en estas cláusulas se ha celebrado un contrato sobre derecho de superficie, debemos
concluir primero que, según la legislación y la doctrina especializada, la finalidad de la
superficie es provocar una construcción nueva (facultad de tener una construcción)
sobre suelo ajeno4 ; y este se constituye por acto inter vivos (contrato, acto unilateral) o
por testamento. En ese sentido, del análisis de las cláusulas precitadas, este Supremo
Colegiado, no advierte ningún acuerdo concertado, o unilateral, que implique la
manifestación de voluntad, por parte de la nueva propietaria del suelo, respecto a un
derecho otorgado a la demandante para efectuar construcción alguna sobre el inmueble
que estaba adquiriendo mediante contrato de venta; pues en todo caso, si bien ahí se
estipula una construcción, esta estaba a cargo de la nueva propietaria pero en un
inmueble distinto al que estaba adquiriendo. Noveno.- De otro lado, aun cuando
interpretemos la superficie, como el derecho de un edificio ya existente sobre el suelo
de un propietario distinto; en el presente caso, esto tampoco se evidencia en las
cláusulas acotadas; pues, ahí solo se estipula una obligación por parte de la compradora,
de hacer una edificación igual, en un inmueble distinto, para que la ya existente sea
demolida; por lo que, en todo caso, lo que le asiste a la demandante, es una obligación
de hacer por parte de la compradora, ahora demandada; pero de ningún modo, se
evidencia la celebración de un contrato sobre un derecho de superficie a favor de la
demandante, que permita verificar las condiciones del mismo. Décimo.- Si bien se
advierte que la sentencia de mérito vulnera el contenido esencial de la garantía
constitucional de la debida motivación contemplada en el inciso 5, del artículo 139, de
la Constitución Política del Estado, por lo que correspondería anularse la sentencia de
vista y reenviarse a la Sala Superior, a fi n de que emita nuevo pronunciamiento; sin
embargo, en aplicación de los principios de economía y celeridad procesal,
contemplados en el artículo V, del Título Preliminar del Código Procesal Civil, y,
habiendo esta Sala Suprema, verificado que en el presente caso la demandante no
ostenta la calidad de superficiaria en que se ampara para interponer la presente
demanda, corresponde emitir pronunciamiento actuando en sede de instancia, afectos de
poner fi n a la presente litis. IV. DECISIÓN Por las razones anotadas, y en aplicación
del artículo 396, del Código Procesal Civil, declararon: FUNDADO el recurso de
casación interpuestos por Segundo Víctor Vásquez Mires y Celinda Sánchez Blanco,
obrante a fojas mil noventa; y, el recurso de casación interpuesto por BBVA Banco
Continental, obrante a fojas mil ciento veintiuno; por consiguiente, CASARON la
sentencia de vista, de fecha catorce de noviembre de dos mil diecisiete, obrante a fojas
mil treinta y nueve, expedida por la Primera Sala Civil Permanente de la Corte Superior
de Justicia de Cajamarca; y actuando en sede de instancia, CONFIRMARON la
sentencia apelada de fecha cuatro de julio de dos mil diecisiete, obrante a fojas
novecientos treinta y seis, que declaró INFUNDADA la demanda de retracto,
interpuesta por Teresa Violeta Linares viuda de Zambrano, contra la sociedad conyugal
conformada por Haideé Teresa Zambrano de Díaz y Juan Manuel Díaz Murrugarra y, la
sociedad conyugal conformada por Segundo Víctor Vásquez Mires y Celinda Sánchez
Blanco; DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el Diario Oficial
“El Peruano”, bajo responsabilidad; y los devolvieron. Por licencia del señor Juez
Supremo Távara Córdova, integra esta Sala Suprema, el señor Juez Supremo Lévano
Vergara. Interviniendo como ponente el señor Juez Supremo Ordóñez Alcántara. SS.
HURTADO REYES, SALAZAR LIZÁRRAGA, ORDÓÑEZ ALCÁNTARA,
ARRIOLA ESPINO, LÉVANO VERGARA.
____________________________________
1 corte IDH. OC-9/87 “Garantías Judiciales en Estados de Emergencia”, párrafo 28
2 GONZALES BARRÓN, Gunter, Tratados de Derechos Reales, Tomo II, Jurista
Editores (Tercera Edición), Lima 2013, p. 1837.
3 Ob. Cit., p. 1849.
4 Ob. Cit, p. 1834
C-1866779-47
COMENTARIO:
En este proceso de retracto se analizó el recurso de casación interpuesto por los
codemandados y el recurso de casación interpuesto por BBVA Banco Continental, los
fundamentos del recurso se ocupan, precisar que, la “casación” es un recurso
impugnativo extraordinario En este caso hay varios puntos que llaman mi atención:
- Si en el contrato de compraventa de un inmueble solo se estipula una obligación de la
compradora de hacer en un inmueble distinto al comprado una edificación a favor de la
vendedora igual al que se transfiere, entonces lo que le asiste a la demandante es una
obligación de hacer por parte de la compradora; pero de ningún modo, se evidencia la
celebración de un contrato sobre un derecho de superficie a favor de la demandante.
- Conforme al artículo 1030 del Código Civil a través del derecho de superficie se
produce jurídicamente, aunque de forma temporal, un desdoblamiento de la propiedad
predial, otorgando al superficiario la propiedad sobre las edificaciones que se hubieran
construido sobre o bajo la superficie del suelo, quedando este último en manos del
dueño del predio. Esto es, se produce una yuxtaposición transitoria de titularidades
vinculadas al dominio que resquebraja el derecho ordinario que tiene todo dueño sobre
lo edificado en su suelo.
- Por consiguiente la Sala Suprema tras análisis de las cláusulas precitadas determinó
que existe ningún acuerdo concertado, o unilateral, que implique la manifestación de
voluntad, por parte de la nueva propietaria del suelo, respecto a un derecho otorgado a
la demandante para efectuar construcción alguna sobre el inmueble que estaba
adquiriendo mediante contrato de compraventa; pues en todo caso, si bien ahí se
estipula una construcción, esta estaba a cargo de la nueva propietaria pero en un
inmueble distinto al que estaba adquiriendo.
COMENTARIO:
En este proceso de retracto se analizó el recurso de casación interpuesto por el
demandante contra la sentencia que confirma la resolución apelada que dispone la
caducidad del presente proceso sobre retracto.
En este caso hay varios puntos que llaman mi atención:
- se verifica que el recurso de casación cumple con los requisitos para su admisibilidad,
conforme lo exige el artículo 387 del Código Procesal Civil, modificado por la Ley
número 29364.
- el impugnante no ha cumplido con los requisitos de procedencia establecidos en los
incisos 2° y 3° del artículo 388 del Código Procesal Civil, al no haber descrito con
claridad y precisión las infracciones normativas invocadas; menos aún ha demostrado la
incidencia directa que tendría aquélla sobre la decisión impugnada.
- al no haber descrito con claridad y precisión las infracciones normativas invocadas;
menos aún ha demostrado la incidencia directa que tendría aquélla sobre la decisión
impugnada. Finalmente, si bien es cierto, cumplen con señalar la naturaleza de su
pedido casatorio como anulatorio y/o revocatorio, debe considerarse que, en virtud a lo
dispuesto en el artículo 392 del Código adjetivo, los requisitos de procedencia de este
recurso extraordinario son concurrentes
CASACIÓN N.ª 3114-2019 LA LIBERTAD
Materia: RETRACTO
Lima, tres de diciembre de dos mil diecinueve.-
VISTOS; y, CONSIDERANDO: Primero.- Viene a conocimiento de este Supremo
Tribunal, el recurso de casación de fecha dos de mayo de dos mil diecinueve,
interpuesto a fojas cuatrocientos cuatro por el demandado Roy Melvin Bejarano
Rodríguez, ingresado a Mesa de Partes de esta Sala Suprema el seis de junio de ese
mismo año; contra la sentencia de vista de fecha diecisiete de enero de dos mil
diecinueve, obrante a fojas trescientos ochenta y uno, que Confirmó la sentencia apelada
de fecha diez de agosto de dos mil diecisiete, obrante a fojas doscientos cuarenta y seis,
que declaró Fundada la demanda, con lo demás que contiene; en los seguidos por
Antonio Carlos Lagos Oscos y otros, sobre Retracto; por lo que deben examinarse los
requisitos de admisibilidad y procedencia de dicho medio impugnatorio, conforme a lo
previsto en los artículos 387° y 388° del Código Procesal Civil y su modificatoria por la
Ley N° 29364. Segundo.- Verifi cando los requisitos de admisibilidad regulados en el
artículo 387° del Código mencionado, se advierte que el presente recurso cumple con
tales exigencias, esto es: i) Se recurre una resolución expedida por la Sala Superior que,
como órgano de segundo grado, pone fi n al proceso; ii) Se ha interpuesto ante el órgano
que emitió la resolución impugnada; iii) Fue interpuesto dentro del plazo de los diez
días de notificado el recurrente con la resolución recurrida, pues se verifica que el acto
de notificación se realizó el veintidós de abril de dos mil diecinueve y el recurso de
casación se interpuso el dos de mayo de ese mismo año; y, iv) Cumple con presentar el
arancel judicial respectivo. Tercero.- Que, previo al análisis de los requisitos de fondo,
es necesario precisar que el recurso de casación es un medio impugnatorio
extraordinario de carácter formal, que sólo puede fundarse en cuestiones eminentemente
jurídicas y no en cuestiones fácticas o de revaloración probatoria, es por ello que este
recurso de casación tiene como fines la adecuada aplicación del derecho objetivo al caso
concreto y la unificación de la jurisprudencia nacional por la Corte Suprema de Justicia;
en ese sentido, debe fundamentarse de manera clara, precisa y concreta, indicando en
qué consiste la infracción normativa y cuál es la incidencia directa de ésta sobre el fallo,
así como precisar cuál sería su pedido casatorio, si es revocatorio o anulatorio. Cuarto.-
En ese orden de ideas, corresponde verificar el cumplimiento de los requisitos de
procedencia, con arreglo a lo dispuesto por el artículo 388° del Código Procesal Civil. 1.
Respecto a lo establecido en el inciso 1 del artículo señalado, el recurrente no dejó
consentir la sentencia de primera instancia que le fue adversa. 2. En cuanto a la
descripción con claridad y precisión de la infracción normativa o el apartamiento del
precedente judicial, referido en el inciso 2 del artículo 388° citado, se tiene que el
impugnante denuncia: a) Infracción normativa del artículo 139° incisos 3 y 5 de la
Constitución Política del Estado y de los artículos 122° incisos 3 y 4, 197° del Código
Procesal Civil. Señala que en la sentencia de vista se ha realizado una indebida y
deficiente valoración de los medios probatorios como la declaración de la testigo Rita
Lagos Rengifo, el certificado de numeración de finca, sosteniendo que debido a que
para obtener nueva numeración, en donde, el trámite que se sigue es la constancia y/o
inspección del inmueble, que es realizado por los funcionarios de dicha comuna
provincial, las fotografías aportadas por su parte, demuestra que los demandantes, al
vivir en el mismo predio, si pudieron tener conocimiento de que su persona fue quien
adquirió en compraventa las acciones y derechos de esa propiedad, algo que es conocido
por todos; se ha realizado actos de propietarios en ese predio, hecho a la vista de los
demandantes, y han sido testigos de las remodelaciones y las labores que allí realizaban;
estas razones pueden hacer suponer a los actores que se trataba de nuevos
copropietarios, pues por razones de vecindad dicho conocimiento estaba a su alcance. b)
Infracción normativa de los artículos 1597° y 1569° del Código Civil. Señala, que existe
interpretación errónea de ese dispositivo sobre el plazo especial en el retracto cuando
señala: “Si el retrayente conoce la transferencia por cualquier medio distinto del
indicado en el artículo 1569°, el plazo se cuenta a partir de la fecha de tal
conocimiento...’’; siendo que la sentencia recurrida contiene una interpretación errónea
pues se exige un documento de fecha cierta sobre la transferencia para el cómputo del
plazo. c) Infracción normativa de los artículos 374° y 502° del Código Procesal Civil.
Afirma, que en su escrito de apelación presenta y sustenta nuevas pruebas, las cuales
fueron obtenidas después de la emisión de la sentencia, esto a razón de una carta
notarial enviada por el codemandado Juan Lagos Oscos, Donde le hace saber de la
existencia de dichos documentos, y que no le permitieron presentar en primera instancia
debido a que se le notificó erróneamente y ante su nulidad la declararon improcedente,
por lo tanto, tenía la condición de rebelde. En esa carta se le hace saber la existencia de
un documento denominado carta de preaviso de denuncia penal, diligenciado por el
Juzgado de Paz de Vista Alegre de distrito de Víctor Larco, el que contiene el
emplazamiento contra los hermanos del codemandado, en el cual se señala que a fi n de
evitar cualquier acto hostil contra su persona a raíz que vendió sus acciones y derechos,
empezará una serie de denuncias; una notificación y sus anexos emitido por el
Ministerio Público, el cual contiene una disposición fiscal N° 2 de archivo por el delito
de violencia familiar en agravio de las hermanas del codemandado, el cual afirma que la
pericia psicológica de una de ellas se realizó por la venta de las acciones y derechos del
recurrente (Carpeta Fiscal N° 1297-2017); una notificación y sus anexos del Poder
Judicial, en donde citan al codemandado como presunto agresor en el delito de lesiones
leves para llevarse a cabo una audiencia en agravio de sus hermanas contenidas en la
resolución N° 01 del expediente judicial N° 5637-2016; y una notificación y sus anexos
del Poder Judicial, en donde se emite medidas de protección a favor de sus hermanas
sobre la violencia familiar, contenidas en la resolución N° 3 del expediente judicial N°
5637-2016. Entonces, al ser claro que el recurrente nunca tuvo acceso a esos
documentos, se pretendió que en vía de apelación el superior jerárquico valore estos
nuevos medios probatorios, lo cual no ocurrió y se rechazó por extemporáneo.
Asimismo, señala que se vulnera el artículo 502° del Código adjetivo, pues a pesar de
que al tomar conocimiento sobre la existencia del documento de fecha cierta donde se
pone de conocimiento a los demandantes sobre la venta del porcentaje del inmueble hoy
en litigio, y más aún haberlo ofrecido fue rechazado. d) “Infracción normativa por
interpretación errónea del artículo 170 del Código Civil” (sic). Quinto.- Que, en cuanto
a las denuncias descritas en los literales a) y c), del considerando que antecede, este
Colegiado Supremo estima necesario indicar que el modo en que ha sido propuesta por
la parte recurrente evidencia que lo pretendido a través de ella no es obtener una
correcta aplicación del derecho objetivo al caso concreto o la uniformidad de la
jurisprudencia nacional, sino más bien acceder a una revaloración del material
probatorio. En efecto, el recurrente sostiene que la Sala Superior no ha tenido en cuenta
los medios probatorios presentados en su recurso de apelación que demostrarían el
conocimiento de la venta por parte de los demandantes del bien sub-litis; sin embargo,
se puede observar que esos documentos que señala en su recurso de casación fueron
rechazados por extemporáneos mediante resolución de fecha nueve de octubre de dos
mil dieciocho, obrante a fojas trescientos setenta y cuatro, habiendo concluido en el
considerando 2.3 de esa resolución lo siguiente: “Asimismo, cabe precisar que glosados
documentos ofrecidos como medios probatorios extemporáneos, no cumplen con los
requisitos de forma del Artículo 374 del Código Procesal Civil porque bien pudieron
presentarse en su oportunidad procesal por el codemandado Juan Enrique Lagos Oscos,
quien se encuentra en la condición jurídica procesal de rebelde pero se apersonó al
proceso formulando nulidad y bien pudo ofrecerlos antes de emitirse sentencia a fi n de
ser sometidas al contradictorio; además, los documentos ofrecidos tampoco resultan
pertinentes ni útiles al proceso porque no guardan relación con los hechos que son
materia de controversia fijado como punto contradictorio mediante Resolución N° 09
(…)” (sic), resolución judicial que ha quedado firme; pretendiendo el impugnante que
se vuelva a analizar este tema, el cual se encuentra resuelto y no puede ser ventilado en
sede casatoria, por contravenir los fi nes del recurso. Siendo así, no se aprecia
vulneración al debido proceso, al deber de motivación de las resoluciones judiciales, ni
al derecho a la prueba, razón por la cual estos extremos del recurso no pueden
ampararse. Sexto.- Que, con respecto al cargo descrito en el literal b), este Supremo
Tribunal no advierte infracción normativa alguna respecto de los artículos 1597° y
1569° del Código Civil, pues la Sala de mérito correctamente con relación a estos
dispositivos ha determinado en el considerando noveno de la recurrida lo siguiente:
“(…) al no haberse acreditado fehacientemente la comunicación de fecha cierta a los
demandantes sobre la intención del codemandado, Juan Enrique Lagos Oscos, de
disponer de sus acciones y derechos del inmueble sub litis, conforme lo establece el
artículo 1596 del Código Civil, corresponde aplicar lo dispuesto por el artículo 1597,
del citado Código, es decir, que los comandantes tenían expedito su derecho a
interponer la acción de Retracto dentro de los treinta días a partir de haber tomado
conocimiento por cualquier medio distinto, siendo que la presunción contenida en el
artículo 2012, del mismo cuerpo normativo, será oponible después de un año de haberse
inscrito la transferencia. Asimismo, debe tomarse en cuenta que según el referido
artículo 2012, prescribe que: “Se presume, sin admitirse prueba en contrario, que toda
persona tiene conocimiento del contenido de las inscripciones”; siendo que en el caso
concreto, dicha presunción sólo es oponible después de un año de la inscripción de la
trasferencia del 58.33% de las acciones y derechos del inmueble sub litis, esto es,
habiéndose afectado la inscripción el 03 de Agosto del 2015 (según se aprecia de la
copia literal de folio quince), a partir del 03 de Agosto del 2016. Sin embargo, y
conforme se advierte del escrito postulatorio, los comandantes han señalado que
tomaron conocimiento de la transferencia de acciones y derechos del bien inmueble sub
litis, correspondientes al copropietario Juan Enrique Lagos Oscos, con fecha catorce de
Marzo de dos mil dieciséis, a través de la Copia Literal de Dominio del referido bien,
por lo que al haberse interpuesto la demanda de Retracto el 31 de Marzo del 2016, se
determina que se ha ejercido el derecho de accionar dentro del plazo señalado en el
artículo 497 del Código Procesal Civil. (…)” (sic). Siendo ello así, lo que en realidad
quiere el recurrente es imponer su especial parecer que tiene sobre los hechos,
pretendiendo que se le reconozca que los demandantes tomaron conocimiento de la
compraventa mucho antes de lo señalado por la Sala de mérito, pretendiendo modificar
las cuestiones de hecho establecidas por las instancias, sin tomar en cuenta que la sede
casatoria no puede constituirse en una tercera instancia en donde se pueda debatir lo que
ahora cuestiona en casación, razón por la cual este extremo del recurso tampoco puede
prosperar. Sétimo.- Que, en cuanto a la denuncia descrita en el literal d), esta Sala
Suprema advierte que adolece de claridad y precisión, incumpliendo con la exigencia
del artículo 388° inciso 2 del Código Procesal Civil, pues solo se limita a mencionar el
artículo 170° del Código Civil sin sustento alguno, dispositivo que además no guarda
relación con el caso de autos. En suma, se advierte una resolución suficientemente
motivada que se sujeta al mérito de lo actuado y al derecho, en consonancia con los
puntos controvertidos fijados en autos, habiéndose resuelto la causa de conformidad con
el artículo III del Título Preliminar del Código Procesal Civil, que señala: “El Juez
deberá atender a que la finalidad concreta del proceso es resolver un conflicto de
intereses o eliminar una incertidumbre, ambas con relevancia jurídica, haciendo
efectivos los derechos sustanciales, y que su finalidad abstracta es lograr la paz social en
justicia”; razón por la cual este extremo del recurso igualmente no puede ampararse. Por
tales consideraciones, y de conformidad con lo previsto en el artículo 392° del Código
Procesal Civil, declararon: IMPROCEDENTE el recurso de casación de fecha dos de
mayo de dos mil diecinueve, interpuesto a fojas cuatrocientos cuatro, por el demandado
Roy Melvin Bejarano Rodríguez; contra la sentencia de vista de fecha diecisiete de
enero de dos mil diecinueve, obrante a fojas trescientos ochenta y uno, MANDARON
publicar la presente resolución en el Diario oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad;
en los seguidos por Antonio Carlos Lagos Oscos y otros, sobre Retracto; y los
devolvieron. Intervino como ponente el Señor Juez Supremo Távara Córdova.- SS.
TÁVARA CÓRDOVA, HURTADO REYES, SALAZAR LIZÁRRAGA, ORDÓÑEZ
ALCÁNTARA, ARRIOLA ESPINO. C-1866779-127.
COMENTARIO:
En este proceso de retracto se analizó el recurso de casación contra la sentencia que
Confirmó la sentencia apelada que declaró Fundada la demanda
En este caso hay varios puntos que llaman mi atención:
- los comandantes han señalado que tomaron conocimiento de la transferencia de
acciones y derechos del bien inmueble sub litis, correspondientes al copropietario
- se advierte una resolución suficientemente motivada que se sujeta al mérito de lo
actuado y al derecho, en consonancia con los puntos controvertidos fijados en autos,
habiéndose resuelto la causa de conformidad con el artículo III del Título Preliminar del
Código Procesal Civil.
- la Sala Suprema advierte que adolece de claridad y precisión, incumpliendo con la
exigencia del artículo 388° inciso 2 del Código Procesal Civil, pues solo se limita a
mencionar el artículo 170° del Código Civil sin sustento alguno, dispositivo que además
no guarda relación con el caso de autos.
COMENTARIO:
En este proceso de retracto se analizó el recurso de casación y tres interpuesto por el
demandante contra la sentencia
En este caso hay varios puntos que llaman mi atención:
- A que, antes de revisar el cumplimiento de los requisitos necesarios para el recurso de
casación, se debe tener presente que éste es extraordinario, eminentemente formal y
técnico, por lo que tiene que estar estructurado con estricta sujeción a los requisitos que
exige la norma procesal civil para su admisibilidad y procedibilidad
- la parte recurrente cumple con señalar la naturaleza de su pedido casatorio como
revocatorio, debe considerarse que, en virtud a lo dispuesto en el artículo 392 del
Código adjetivo, los requisitos de procedencia de este recurso extraordinario son
concurrentes; en consecuencia, el incumplimiento de cualquiera de ellos da lugar a la
improcedencia.
- si bien es cierto, la parte recurrente cumple con señalar la naturaleza de su pedido
casatorio como revocatorio, debe considerarse que, en virtud a lo dispuesto en el
artículo 392 del Código adjetivo, los requisitos de procedencia de este recurso
extraordinario son concurrentes; en consecuencia, el incumplimiento de cualquiera de
ellos da lugar a la improcedencia.