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Revista Colombiana de Psiquiatría

ISSN: 0034-7450
revista@psiquiatria.org.co
Asociación Colombiana de Psiquiatría
Colombia

Builes Correa, María Victoria; Bedoya Hernández, Mauricio Hernando


La psicoeducación como experiencia narrativa: comprensiones posmodernas en el abordaje de la
enfermedad mental
Revista Colombiana de Psiquiatría, vol. XXXV, núm. 4, 2006, pp. 463-475
Asociación Colombiana de Psiquiatría
Bogotá, D.C., Colombia

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=80635403

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La psicoeducación como experiencia narrativa:
comprensiones posmodernas en el abordaje
de la enfermedad mental
María Victoria Builes Correa1
Mauricio Hernando Bedoya Hernández2

Resumen

Introducción: A partir de mediados del siglo XX se viene interviniendo la enfermedad mental


desde la psicoeducación, que surgió de la psiquiatría, al convocar diversas disciplinas: psico-
logía, pedagogía, educación, trabajo social y otras. Objetivos: Acercarse a las comprensiones
posmodernas de la psicoeducación. Resultados: Surge una serie de interrogantes acerca de
la labor psicoeducativa: ¿cómo intervenir en la enfermedad mental?, ¿qué profesional ha de
hacerlo?, ¿desde dónde es preciso abordar el problema de la enfermedad mental?, ¿cuáles
han de ser los instrumentos de que se debe aprovisionar el personal de la salud para mejorar
la efectividad de dicha intervención?, ¿sobre quién se interviene: la familia o el enfermo?
Estos interrogantes se han convertido en dilemas para la psicoeducación, y algunos se han
tornado paradojas. Conclusión: La solución a las paradojas emergentes en psicoeducación
proviene de diversos saberes. Se ha elegido la ruta narrativa trazada por la posmodernidad
para construir tentativas de respuesta. De esta forma, pueden modificarse sus premisas y
proponerse como presupuesto básico que la psicoeducación es una experiencia narrativa.

Palabras clave: enfermedad mental, psicoeducación, narración.

Title: Psychoeducation as a Narrative Experience: Postmodern Understandings in Appro-


aching Mental Illness.

Abstract

Introduction: Psychoeducation has been an intervention for mental illness since the middle
of the 19th Century. It derived from psychiatry, bringing together different disciplines such
as psychology, education, and social work among others. Objectives: This article takes a
look at postmodern understandings in approaching psychoeducation. Results: A number
of questions arise regarding psychoeducational work: How to intervene in mental illness?
Which professionals should do so? How should this intervention be approached? What
instruments would help the health personnel improve the effectiveness of such an inter-
vention? Who is being intervened: the family or the patient? These questions have become
real dilemmas in psychoeducation. Some of these dilemmas have turned into paradoxes.

1
Médica, terapeuta familiar, Universidad de Antioquia; coordinadora de la Especialización
en Terapia Familiar, Departamento de Psiquiatría, Universidad de Antioquia.
2
Psicólogo; magíster en psicología, Universidad de San Buenaventura, Medellín; docente
de la Universidad de San Buenaventura y de la Fundación Universitaria Luis Amigó.

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Conclusion: The emerging paradoxes in the y su impacto sobre la comprensión


field of psychoeducation can be solved from e intervención de la enfermedad
different sources of knowledge. We have cho-
mental. Estos dilemas constituyen el
sen narrative, as proposed by postmodernity,
to tentatively construct some answers. In this segundo foco de este artículo. La pos-
way we can modify our premises and make modernidad ha planteado algunas
as a basic assumption that psychoeducation dudas sobre la manera de concebir
is a narrative experience. al hombre hoy. La psicoeducación
Key words: Mental disorders, psychoeduca- ha sido también sometida a algunos
tion, narration. interrogantes. Cómo pueden “resol-
verse” será el tercer objetivo.
Introducción
Sobre la noción
Las preguntas por la enfermedad de enfermedad mental
mental que emergieron de la filoso-
fía, la teología y la medicina hallaron Según Belloch (1), los griegos
en la Ilustración el terreno positivo y romanos veían la locura como
para su respuesta. Acerca de sus posesión de espíritus malignos en-
orígenes se han dado explicaciones viados por dioses encolerizados.
mágicas, míticas, religiosas, cientí- Los locos eran atendidos en templos
ficas, sociológicas y pedagógicas, dedicados a Esculapio, dios de la cu-
pero aún sin acuerdos es urgente ración. Esta concepción cambia con
intervenir la patología mental. los pitagóricos: Hipócrates, su princi-
Algunos interrogantes articula- pal representante, cree que la locura
dos al objetivo del presente artículo se contrae, como las enfermedades
son: ¿cómo intervenir sobre la en- físicas, debido a procesos naturales
fermedad mental? ¿Quién ha de ha- relacionados con los humores. Se
cerlo? ¿Con qué instrumentos? Las asocia locura con enfermedad men-
tentativas de respuesta han tendido tal. Areteo y Sorano coincidirán en
lazos con la psicología, la farmacolo- el papel que desempeñan las emocio-
gía, las neurociencias, la pedagogía, nes en la enfermedad. La Edad Me-
el trabajo social, la sociología, y con dia mantiene la visión organicista
otras formas de intervención sobre sobre la enfermedad mental, dado
lo psicológico: la psicología clínica, que el alma, por su origen divino, no
el psicoanálisis, la farmacoterapia, podía enfermarse. Para el siglo VII,
la terapia familiar, la psicoeduca- la locura como posesión demoníaca
ción, entre otras. cristalizó nuevamente; el tratamien-
Acerca de la psicoeducación, su to de los poseídos fue realizado por
origen, devenir y los retos que se le la autoridad religiosa (2).
plantean se constituyen en el objeto Los avances técnicos del Rena-
del presente escrito. Ésta posee algu- cimiento conducen a retomar los
nos dilemas que marcan su quehacer planteamientos orgánicos, que insis-

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ten en factores anatomopatológicos trastorno mental o conductual, un


y fisiopatológicos para explicarla millón se suicidan cada año, el 63%
(1). Hacia el siglo XVIII hay médicos de las causas principales de años
neurólogos y psiquiatras centrados vividos con discapacidad resultan
en las enfermedades mentales. En de trastornos neuropsiquiátricos,
el siglo XIX, la locura se define como una de cada cuatro familias tiene
una enfermedad de la inteligencia, por lo menos un miembro con tras-
originada por una alteración en el torno mental. El costo económico
sistema nervioso; la herencia es pri- equivale en los países desarrollados
vilegiada como causa. al 3% o 4% del PIB (3).
Kraepelin formula la primera Según el Estudio nacional de
clasificación de las enfermedades salud mental, de 2003 (5), en Colom-
mentales con base en la evolución y bia, la posibilidad de tener en el trans-
desenlace de varias de ellas, y no a curso de la vida cualquier trastorno
partir de sus causas orgánicas. Dicha es del 40,1%. Los trastornos mentales
clasificación se mantiene en la actua- graves están asociados con una disca-
lidad. Charcot y Janet impulsaron el pacidad importante en los roles y en
estudio de fenómenos mentales no la funcionalidad, con un promedio de
conscientes, como la histeria (1). 27,9 días al año. Esta “discapacidad
En la actualidad, la enfermedad asociada con la enfermedad mental
mental se concibe como una patolo- es superior a la observada para las
gía con causas tanto orgánicas como enfermedades crónicas” (5). El 10%
del entorno. La Organización Mundial de los sujetos con enfermedad mental
de la Salud (OMS) define la salud recibe atención. En el año previo al
mental como el estado de bienestar estudio, el 18% de la población había
que permite a los individuos realizar sufrido algún trastorno mental. La
sus habilidades, afrontar el estrés enfermedad mental se convierte en
normal de la vida, trabajar de ma- prioridad en salud pública. El Estudio
nera productiva y fructífera y hacer indica que es preciso incrementar los
una contribución significativa a sus esfuerzos orientados a diagnosticar e
comunidades (3). intervenir tempranamente la enfer-
medad mental.
El panorama de la salud mental
en cifras Dilemas en la intervención
de la enfermedad mental
Los cambios en el significación
de la enfermedad mental (4) han pro- La necesidad de intervenir la en-
movido diversos abordajes, aunque fermedad mental les han planteado
la patología mental se ha incremen- históricamente a las disciplinas que
tado en las esferas social, económi- se conciernen en ella una serie de
ca, laboral, relacional y familiar. Así, dilemas. Algunos de ellos han de-
450 millones de personas sufren venido paradojas. A continuación

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se enuncian algunos de tales dile- intervenida por un saber diferente.


mas y en un apartado posterior se Con ello se fragmenta el tratamien-
plantearán salidas a las paradojas to, se confunde al enfermo y a su
fundadas por ellos. familia, se incrementa el costo y, fi-
nalmente, el pronóstico resulta más
Primer dilema: quién interviene desalentador, en cuanto no se con-
solida en la mayoría de las veces un
Pareciera ser indiscutible que trabajo realmente interdisciplinario,
la intervención sobre la enfermedad sino uno atomizado.
mental ha de estar en manos de la
psiquiatría, por el aporte de Kraepe- Segundo dilema:
lin (6) y porque mucho antes, cuan- desde dónde se interviene
do la locura se tornó enfermedad,
la disciplina autorizada para su La fragmentación del sujeto y el
abordaje fue la medicina. reduccionismo subjetivista origina
Sampson (7) sostiene que en el segundo dilema: ¿cuál es el mejor
la idea de enfermedad se funda la método de intervención en un enfer-
pa radoja cuerpo enfermo-mente mo mental?, ¿el farmacológico?, ¿el
enferma, lo que plantea el debate psicoterapéutico?, ¿el pedagógico?
foucaultiano organogénesis-psicogé- La intervención farmacológica
nesis de la enfermedad mental (8). surge en los años cincuenta con la
Foucault indica la indiscrimina- aparición de los antipsicóticos. Su
ción de conceptos como enfermedad, uso se justifica por una alteración
síntoma y etiología en patología sináptica (10). La premisa subya-
mental y en patología orgánica. La cente es que la enfermedad tiene
enfermedad mental se lee somática- causa orgánica y su abordaje busca
mente. La pregunta que emerge se corregir tal déficit. La necesidad de
refiere a quién debe intervenir el intervenir pedagógicamente al enfer-
problema de la enfermedad mental. mo y su entorno tiene un origen
Diversas disciplinas han sido con- aquí. Si la enfermedad es una forma
vocadas para el abordaje: la psicolo- de déficit, es posible enseñar a los
gía, la terapia familiar, la pedagogía pacientes y sus familias a manejarlo
y la psiquiatría. y a convivir con él, por medio de un
La reunión de saberes ya men- cuidadoso entrenamiento. El trabajo
cionada, heredera de la modernidad del rehabilitador o educador es emi-
(9), ha elegido la vía de la fragmenta- nentemente didáctico y práctico.
ción del sujeto y mantiene el reduc- Finalmente, la intervención psi-
cionismo subjetivista que parte de coterapéutica parte de la premisa de
la convicción de que el ser humano que la enfermedad mental se origina
tiene cuerpo, mente y espíritu. Cada en el alma (pensamiento premoderno)
una de estas “partes” habrá de ser o en el sujeto pensante (modernidad)

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La psicoeducación como experiencia narrativa

(7). Los planteamientos extremos nie- más. La terapia comenzó a incluir a


gan la dimensión orgánica. También dos personas. El intento era ya cam-
aquí, en algunos casos, se acude a la biar las secuencias de conducta entre
intervención pedagógica (pautas de los miembros de dicha díada (18).
crianza, aprendizaje). La familia como unidad de tra-
Las dificultades que conlleva tamiento aparece cuando se incluye
este dilema son manifiestas, máxi- al padre, la tríada. Se inicia así una
me cuando, como ya se ha afirmado, serie de innovaciones terapéuticas
los equipos de salud privilegian una para aproximarse al mundo fami-
forma de intervención, profundizan- liar; se introducen conceptos desde
do, de esta manera, la fragmenta- diversas teorías como la de roles,
ción del enfermo y su entorno. Así, información, comunicación y sis-
el tratamiento y el pronóstico se ven temas, para responder a la nueva
afectados. unidad consultante (18).
El sobre quién se interviene se
Tercer dilema: resuelve desde la polaridad enfermo-
sobre quién se interviene familia. En muchos casos, uno de los
polos es eliminado, lo cual genera la
El enfermo era la unidad de diag- exclusión de algunas dimensiones de
nóstico y tratamiento hasta mediados la enfermedad mental. Esto afecta,
del siglo XX. El diagnóstico clasifica- como es de esperarse, las esperanzas
ba a un paciente en una categoría de mejoría del enfermo (19). Olvidar
patológica y la terapia era el intento el entorno trae consigo riesgos de
de cambiarlo (curarlo). Algunas teo- igual proporción que centrarse ex-
rías psicológicas (11-15) explicaban clusivamente en éste.
—todavía hoy— la patología a partir
del mundo relacional del sujeto, Cuarto dilema:
pero no promovían la intervención el lugar del terapeuta
familiar. Entre hacer consciente lo
inconsciente y la modificación con- En lo que se refiere a la interven-
ductual se disputaban los clínicos la ción individual o familiar de la en-
intervención individual (16). fermedad mental, es fundamental
Hacia los años cincuenta, Frida pensar el lugar que adopta el tera-
Fromm Reichmann acuña la expre- peuta, dado que allí se juega en bue-
sión madre esquizofrenógena (17), na medida el éxito del proceso. Éste
aquella madre agresiva, dominante, puede intervenir, parafraseando a
rechazante e insegura. La presencia Jürgen Habermas (20), desde la
de la psicosis era producto de la acción estratégica o desde la acción
relación madre-hijo. El síntoma en- comunicativa.
tonces comenzó a ser definido como Desde la acción estratégica se
un tipo de comunicación con alguien busca confianza y obediencia del

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enfermo para su curación, pero sin al devenir de la intervención de la en-


la participación activa de éste en fermedad mental? Quizá no exista un
las decisiones. El especialista es el único lugar ni una única respuesta.
benefactor. Independiente de que la Uno de ellos es la psicoeducación.
intervención sea individual o fami-
liar, el paciente es enajenado (20); Del origen de la psicoeducación
cuando se convoca a otros (amigos
o familiares) se hace como apoyo Respecto del término psicoedu-
social (21). La intervención resulta cación, Bertrando y Toffanetti han
ser monológica, basada en el control indicado que de ella se hizo un uso
y la dominación (22). psicológico, en primera instancia,
La acción comunicativa en el y psiquiátrico, en segunda (24). En
abordaje de la enfermedad mental psiquiatría, la psicoeducación se lle-
reconoce al paciente como un vó a cabo, inicialmente, como una
sujeto, interlocutor válido con el que nueva forma de trabajo con familias
se puede conversar dialógicamente de pacientes esquizofrénicos. Y aun
(22). Las prácticas del especialista
cuando existen diversas líneas en
cambian: mantiene su rol, reconoce
psicoeducación, hay algunos ele-
el de su paciente (un sujeto o fami-
mentos en común (24):
lia), ya no decide por el enfermo; el
• Se considera a la familia, en
espacio terapéutico es lugar de con-
sí misma, normal. Esto pone
versación, de emergencia de nuevos
fin a la discusión acerca de las
significados (22).
Al respecto, Gadamer (23) plan- familias patógenas, anormales
tea que la verdadera conversación o al diagnóstico familiar.
debe ser hermenéutica, creadora de • Se busca favorecer el desarrollo de
sentidos nuevos. Aquí la interven- las potencialidades familiares.
ción se hace desde el lugar de la • Se hace hincapié en la necesidad
acción comunicativa. La paradoja de informar a las familias acer-
emergente es ¿el terapeuta intervie- ca de la etiología, el curso, los
ne instrumentalmente o interviene síntomas y el tratamiento de la
comunicativamente? Esto será deci- enfermedad.
sivo en el curso de la intervención. • Se explicita, se estandariza y se
le da linealidad a la metodología
La psicoeducación: de intervención. Se enseña cómo
conversación dialógica y resolver problemas asociados
respuesta a los dilemas con la patología de uno de sus
en la intervención miembros. Dichas técnicas se
de la enfermedad mental desarrollan en períodos cortos.
• Se demuestra la eficacia de la
¿Desde qué lugar habrán de ser psicoeducación con criterios de
abordadas las paradojas inherentes investigación empírica.

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La psicoeducación como experiencia narrativa

Ahora la psicoeducación no se muestras representativas, coinciden


limita a familias de personas con en plantear que la psicoeducación
diagnóstico de esquizofrenia, sino promueve la mayor adherencia al
a todo tipo de trastorno mental u tratamiento farmacológico y dismi-
orgánico crónico. Si bien al princi- nuye la frecuencia de recaídas, al
pio se estableció una ardua disputa mejorar el desempeño social (31).
con la terapia familiar, que tuvo su Otras investigaciones han mos-
nacimiento en la psiquiatría (24), el trado que las familias que reciben es-
diálogo entre psiquiatras, terapeutas te abordaje tienen mayor efectividad
familiares, psicólogos, trabajadores en la reducción de emociones expre-
sociales y otros ha permitido redi- sadas y que disminuye la frecuencia
mensionar la psicoeducación, la cual de recaídas de los pacientes (33).
no se adhiere a ninguna escuela de Algunos defensores de la psico-
terapia familiar en particular. educación sostienen que para poner-
la en práctica es suficiente asistir a
De la eficacia y las objeciones algunos cursos, con poca inversión
a la psicoeducación temporal y económica (24). Además,
es útil en diversos ámbitos, uno el
La psicoeducación resulta ser económico, por su costo-efectividad
un coadyuvante en el tratamiento (34)3. No obstante, se critica que
de los trastornos mentales (25-26). termina dejándose en manos de per-
Diversos estudios han mostrado sonal poco experto la labor psicoedu-
su eficacia en el tratamiento de cativa, con los efectos altamente
la enfermedad mental, en cuanto desfavorables que ello trae para el
a la disminución de recaídas en proceso familiar y para el enfermo.
pacientes esquizofrénicos (27-28). El modelo psicoeducativo pre-
Además, resaltan que se basa en la senta aspectos controversiales. Las
enseñanza que recibe la familia para familias se consideran sanas, pero
comprender mejor la enfermedad y se les atribuye el no saber de la en-
responder apropiadamente a sus fermedad. Entonces se requiere a
manifestaciones. alguien que sepa, el experto (22),
Así mismo, la psicoeducación que genera la sensación de estigma-
ha promovido la mejoría clínica en tización y culpabilidad para la fami-
pacientes bipolares sin comorbilidad lia. Los pacientes, al ser vistos como
(29-31) y con comorbilidad (trastor- sujetos diferentes de sus familias
no de personalidad) (32). Aunque al- sanas, se resisten con frecuencia a
gunos de estos estudios carecen de los tratamientos (24).

3
El estudio de Lehtinen, hecho durante cinco años, con grupos psicoeducativos multifa-
miliares mostró que se reducía de 51% a 18% el pago por incapacidad a los enfermos
luego de recibir el tratamiento; así mismo, si el número de recaídas se disminuye, los
costos sociales, emocionales y financieros pueden verse también aminorados.

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Actualmente se considera que conocimiento como representación


las sesiones educativas son un com- acertada de la verdad absoluta ha
ponente necesario, pero no suficiente fracasado, porque no hay verdad ab-
para provocar modificaciones en el soluta —idea ésta que se comenzó a
clima emocional de la familia o para gestar justo en la modernidad (40) y
prevenir recaídas. La familia consigue se consolidó en la posmodernidad—.
mayor conocimiento de la enferme- Sucede lo propio con el fin de la his-
dad, pero esto no frena las recaídas toria, lo que concuerda con la idea
(35). Montero y Sanz Fuentenebro foucaultiana acerca de la imposibi-
llegan a similares conclusiones (36). lidad de una historia lisa, común
En el caso de pacientes bipolares, al- para todos los hombres (41).
gunos estudios muestran que mejora La enfermedad no existe como
la sintomatología depresiva, pero no idea, como verdad en sí más allá
la maniaca (37). Por lo tanto, varia- de la experiencia que el sujeto, su
bles más decisivas para el cambio se familia y la sociedad tienen de ella.
encuentran en el formato psicoedu- Una de las primeras consecuencias
cativo del grupo y en la actividad de para el abordaje psicoeducativo
los profesionales que lo llevan a cabo, consiste en verificar que el proceso
según Belloso (36). salud-enfermedad debe tener en
cuenta el mundo de significados y
Tejidos posmodernos en creencias construidos por el enfer-
la psicoeducación mo mental, su familia y el equipo de
salud a su cargo. Es decir, la enfer-
La posmodernidad es definida medad mental es lo que el enfermo,
por Lyotard (38) como el fin de los su entorno (la familia) y el equipo
grandes relatos. La modernidad, y de salud significan de ella. Según
particularmente la Ilustración, espe- Kleinman (19), la enfermedad tiene
raron que la razón, la ciencia y la tres niveles de significados:
tecnología lograran la emancipación • Dimensión biológica: descripción
de la humanidad, la libertad, la e interpretación biológica de la
igualdad de todos los seres huma- enfermedad. En este nivel fun-
nos y la fundamentación última de ciona el equipo de salud.
la vida. Estos ideales, estos relatos, • Dimensión simbólica: representa
no sólo no se han logrado, sino que la manera como la familia y el
fracasaron definitivamente, según enfermo viven la experiencia
Lyotard. humana de los síntomas y el
Por su parte, Vattimo piensa sufrimiento. Esta dimensión sin-
la posmodernidad como el fin de la tetiza los aspectos personales,
fundamentación del Conocimiento, familiares, culturales que com-
la Verdad y la Historia (39), todos binados dan una mezcla más o
con mayúscula, lo que indica que el menos coherente.

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La psicoeducación como experiencia narrativa

• Dimensión social: representa los do ya hecho de sí; de ahí parte y por


significados sociales, económi- eso se siente él mismo. Pero con cada
cos, políticos o institucionales nueva narración cambian aspectos
asociados con la enfermedad. de su tejido. Cuando el sujeto se na-
Es preciso que el equipo de sa- rra, todo su tejido personal, allí donde
lud, la familia y el enfermo promue- se inscribe su enfermedad, se está
van conversaciones entre los tres ni- poniendo en escena y se está cuestio-
veles de significado. De esta forma, nando, sin saberlo; está cambiando, y
la aproximación a una experiencia con él su padecer. La psicoeducación
ecológica de la enfermedad pasa como renarración cura incompren-
por la construcción de un vínculo sión de saber qué está pasando, por
recursivo entre ellos. ello el paciente mejora su calidad de
Las narraciones que la familia, vida (37). Sentirse acompañado y
el enfermo y el equipo de salud tejen comprendido son también efectos de
conducen la relación que los actores la experiencia psicoeducativa pensa-
sostienen con la enfermedad. Aquí da como posibilidad narrativa.
se plantean cuatro hipótesis que Respecto de los dilemas plantea-
ofrecen algunas respuestas a las dos se dirá que todos los implicados
paradojas ya enunciadas. en el proceso psicoeducativo son
sujetos narrativos y que, indepen-
Primera hipótesis: el espacio diente del lugar desde donde se inter-
psicoeducativo como espacio narrativo venga, la psicoeducación buscará
promover nuevas conversaciones y
El experto tendrá que posibilitar significados.
no solamente la información, las
herramientas para el manejo de la Segunda hipótesis:
enfermedad, sino fundamentalmen- el espacio psicoeducativo debe ser
te que el enfermo y su familia se un espacio de historización
narren, que tejan nuevas líneas de
sentido sobre su padecer. Este es el La historia lisa, común para
gran cometido de la experiencia psico- todos los hombres, no va más (41).
educativa y repercute en las nuevas Así emerge una nueva hipótesis: el
comprensiones que el enfermo y su espacio psicoeducativo debe ser un
familia tienen de la enfermedad; espacio de historización. La conver-
además, influye positivamente en la sación dialógica permite que el su-
alianza terapéutica, en la adherencia jeto, su familia y el equipo de salud
al tratamiento y en la solicitud de ayu- destejan la urdimbre del padecer.
da en situaciones complejas (37). En cuanto destejida, pueden tejer
Ricoeur (42) ha dicho que na- una historia nueva (menos dolorosa)
rrarse siempre es renarrarse. Cuando alrededor de la enfermedad (21).
alguien se narra, lo hace sobre el teji- Las conversaciones así concebidas

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promueven nuevos significados (22) De esta forma, la psicoeduca-


que transforman la historia y el sí ción descentra el modelo patológico
mismo de todos los implicados en y en su lugar se privilegia una rela-
el proceso psicoeducativo. ción fundamentada en la colabora-
El sí mismo es un acontecimien- ción, la información y la confianza
to de narración. Suponemos que un (37). Así, el lugar del terapeuta es
sujeto tiene un sí mismo, una trama el conferido por la relación con el
subjetiva que le permite explicarse enfermo, su familia y el equipo de
y nombrarse. El sí mismo narrativo salud. En este sentido se ha dicho
es historia en devenir, es un entra- que la psicoeducación es una expe-
mado tejido con cada nuevo relato riencia de acción comunicativa.
de sí.
De esta forma, el sí mismo na- Cuarta hipótesis:
rrativo integra tanto lo permanente lo educativo de la psicoeducación
como lo cambiante y los convierte
en devenir (42). El enfermo no esta- Lo más propio de la relación
rá condenado a una sola historia psicoeducativa es que si bien a ella
de su enfermedad, porque podrá cada uno acude con su historia,
construir, mediante la labor psico- adoptando un lugar particular y
educativa, una nueva historia de sí ofreciendo una peculiar narración
y de su padecer. de sí —muchas veces promotora de
Se interviene, entonces, sobre significados que tornan en círculo
el sujeto histórico, historizador, sin vicioso el dolor familiar—, ella misma
recurrir a su fragmentación. puede fomentar nuevos relatos de sí
en todos sus participantes; relatos
Tercera hipótesis: posibilitadores de nuevos tejidos de
el espacio psicoeducativo como sentido y nuevas historias subjetivas,
experiencia de relación familiares y profesionales. Para ello,
el experto ofrece, además de informa-
Lo dicho anteriormente acon- ción, una relación psicoeducativa. Y
tece en el ámbito de una relación habrá de convertirse en guardián de
completamente simétrica entre el esa relación, en su cuidador.
sujeto, su familia y el equipo de En la conversación dialógica
salud. En una auténtica relación es imprescindible que el experto
humana el poder no es dominación adopte una actitud de constante
de uno por el otro, sino rol en ejer- sorpresa frente a las historias que
cicio y vivencia de cada uno en ella. relatan los consultantes, tal que sus
Cada uno es imprescindible en la preconcepciones también sean des-
relación psicoeducativa, la cual se tejidas en la conversación (22).
torna historizante y hermenéutica La labor pedagógica dentro de
para todos. la relación psicoeducativa llevará

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La psicoeducación como experiencia narrativa

a que todos los implicados no sólo 2. El experto reconoce que la familia


aprendan de la enfermedad, sino vive en la dimensión simbólica
que logren establecer con ella una de la enfermedad; sólo podrá
relación diferente, menos dolorosa, tomar noticia de ella si se invo-
teñida de nuevos significados. De lucra en su curso, puesto que su
esta forma, la enfermedad misma experticia, al ser narrativa, exige
se convierte, gracias a la labor psi- relación, relato e historización.
coeducativa, en posibilidad de cons- 3. Las emociones suscitadas por
truir nuevas relaciones familias y la vivencia cotidiana con el en-
nuevas tramas relacionales de la fermo y las creencias que tienen
familia con el equipo de salud. éste y su familia nacen del mun-
Se interviene en todos los impli- do simbólico creado alrededor de
cados en el proceso psicoeducativo: la enfermedad, el cual emerge
el equipo de salud —que sale forta- de la experiencia y la historia
lecido—, el enfermo y su familia. subjetiva y familiar, así como de
La intervención se hace desde los la urdimbre cultural de la que
lugares que hagan posible crea hacen parte.
nuevas comprensiones de la enfer- 4. El experto reconoce que su ex-
medad; por su parte, el lugar del perticia es conversacional, lugar
terapeuta está fijado por la relación desde donde aprende a conocer
psicoeducativa. Estas son algunas la vivencia que tiene la familia
de las respuestas a los dilemas y el sujeto de su enfermedad.
planteados. 5. El objetivo de la estabilización
de los síntomas y la rehabilita-
Las premisas ción posible del enfermo en su
de la psicoeducación contexto familiar, social, laboral,
etc. se logra mediante la relación
La psicoeducación así plantea- entre experto, sujeto enfermo y
da tendría premisas diferentes de familia. Este nexo posibilita tejer
las que emergieron en sus inicios: una nueva historia del padecer.
1. La experiencia psicoeducativa Todos saben que cada uno pue-
es un evento de narración que de aportar cuando conversa. Ello
persigue el tejido de una nueva justifica la psicoeducación.
historia para el sujeto que sufre, 6. La calidad de las conversacio-
para su familia y para el equipo nes es develada por la emergen-
de salud. Esto articula con la idea cia de historias de posibilidades
de Hoshmand, quien indica que particulares a través de la in-
“las narrativas son unidades de tegración de los tres niveles de
discurso organizadas que tienen significado de la enfermedad.
como función interna central el 7. El enfermo es restituido a la
relato de una historia” (43-44). familia y al proceso. Él se resig-

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Recibido para evaluación: 18 de agosto de 2006


Aceptado para publicación: 14 de noviembre de 2006

Correspondencia
María Victoria Builes Correa
Calle 49B No. 64B-37, consultorio 209
Medellín, Colombia
mbuiles_correa@hotmail.com

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