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Autores: OXFAM
Link/doi: https://newlaborforum.cuny.edu/2017/03/03/recognize-reduce-redistribute-
unpaid-care-work-how-to-close-the-gender-gap/
Resumen:
Qué es economía del cuidado:
Esta incluye todos los servicios y trabajo destinado a “proveer cuidado” a otras
personas, actividades asignadas por la mayoría de las sociedades a las mujeres pero que
en realidad podrían ser realizadas por terceras personas o por entidades. Hay elementos
del cuidado, como proveer cariño o apoyo moral que no son delegables al mercado ni a
los servicios de cuidado estatales; sin embargo muchos otros sí. Toda labor de cuidado es
como un aporte "en especie" para la sociedad, lo que tiene un costo porque produce
bienestar. Culturalmente estas labores han sido asignadas a la mujer, como un rol de
género que ha sido dispuesto socialmente. Estas labores de cuidado incluye:
- Análisis Rápido del Cuidado: mediante grupos focales en las comunidades, en los
cuales participaron 83 personas. Mujeres y hombres, jóvenes y personas mayores
reflexionaron en torno a las dificultades asociadas al trabajo de cuidado y
plantearon estrategias para su reducción.
- 138 encuestas de hogar sobre el trabajo de cuidado, las cuales permitieron realizar
un análisis estadístico inicial acerca de la distribución del tiempo entre los
miembros de la familia al inicio del proceso. Posteriormen te se realizaron 145
encuestas para la medición final de los resultados de la intervención. Algunos
resultados:
● Seis de cada diez hombres encuestados nunca habían lavado, secado,
planchado o remendado una prenda de ropa.
● Cada día las mujeres dedicaban tres horas más que los hombres a las
actividades de cuidado en el hogar cinco horas las mujeres respecto a dos los
hombres
● Siete de cada diez mujeres encuestadas declararon realizar ellas solas todas
las tareas de cuidado en el hogar.
Redistribuir la carga del cuidado significa tomar medidas más allá del ámbito doméstico.
El cuidado no se provee solamente en los hogares y las comunidades, sino también en la
Esfera pública de los mercados y el Estado. La redistribución de las responsabilidades del
cuidado exige intervenciones estatales activas y de alcance universal, incluyendo la
cobertura de programas y servicios de atención en las zonas rurales, las políticas sociales,
de salud y de educación, así como la regulación del mercado laboral.