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UNIVERSIDAD PRIVADA DE TACNA

FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS


ESCUELA PROFESIONAL DE DERECHO

MONOGRAGIA:
PRACTICA
FORENSE PENAL DELITO PARRICIDIO

PRESENTADO POR:
o HUANCA CHINO, Leslie de los Ángeles
o QUISPE ROJAS, Judith Guadalupe
o BAUTISTA CHIPANA, Norma Yohanna
o JARECA COAQUERA, Tania Flora

“Añ o de la universalizació n de la salud”

PROF : MAG. ALICIA VICTORIA ABARCA GUEVARA


CICLO : VIII

TACNA - PERU

2020
“Año de
la
universa
lización
“Año de la universalización de la salud”

INDICE
RESUMEN...................................................................................................................4
ABSTRAC....................................................................................................................5
I. INTRODUCCION................................................................................................5
II. MARCO TEORICO.........................................................................................6
DELITO DE PARRICIDIO.........................................................................................6
1. ANTECEDENTES DEL PARRICIDIO (NEVADO, 2019).............................6
2. TIPO PENAL (SICCHA, 2018)........................................................................7
3. TIPICIDAD OBJETIVA..................................................................................8
3.1. Parricidio Simple:..........................................................................................8
3.1.1. Bien jurídico protegido:.........................................................................9
3.1.2. Sujeto activo:.........................................................................................9
3.1.3. Sujeto pasivo:.......................................................................................10
3.2. Parricidio Agravado:...............................................................................10
A. Parricidio por ferocidad...............................................................................11
B. Por lucro......................................................................................................11
C. Por placer.....................................................................................................11
D. Para facilitar otro delito...............................................................................11
E. Para ocultar otro delito.................................................................................12
F. Con gran crueldad........................................................................................12
G. Con alevosía.................................................................................................12
H. Por fuego......................................................................................................13
I. Por explosión................................................................................................13
J. Por veneno...................................................................................................13
4. TIPICIDAD SUBJETIVA..............................................................................13
5. ANTIJURICIDAD..........................................................................................14
6. CULPABILIDAD............................................................................................14
7. CONSUMACIÓN...........................................................................................15
8. PROBLEMAS DE LA PARTICIPACIÓN EN EL PARRICIDIO................15
9. PERSPECTIVA PSICOANALÍTICA, PSIQUIÁTRICA Y
PSICOLÓGICA……………………………………………………………………………………………………..
16
9.1 Perspectiva psicoanalítica del parricidio......................................................16

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“Año de la universalización de la salud”

9.2 Perspectiva psiquiátrica del parricidio.........................................................17


9.3 Perspectiva psicológica del parricidio...........................................................18
10. JURISPRUDENCIA RELEVANTE...........................................................19
III. CASO PRÁCTICO: SENTENCIA........................................................................21
ANÁLISIS DEL CASO RECURSO DE NULIDAD N.° 1191-2018.......................................21
1. Hechos materia del delito............................................................................21
2. Imputación fiscal.........................................................................................22
3. Medios probatorios recabados por la fiscalía.............................................22
3.1. Tesis de la fiscalía....................................................................................22
3.2. Medios probatorios actuados..................................................................23
3.3. Medios probatorios no actuados.............................................................24
4. Sentencia de primera instancia...................................................................24
5. Apelación.....................................................................................................25
5.1. Fundamentos para la reconducción de la pena.......................................25
5.2. Fundamentos para la nueva determinación de la pena..........................26
6. Decisión.......................................................................................................26
III. CONCLUSIONES...........................................................................................27
IV. BIBLIOGRAFIA.............................................................................................28
ANEXOS.....................................................................................................................30
FLUJOGRAMA DE LAS ETAPAS DEL PROCESO...............................................30

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“Año de la universalización de la salud”

RESUMEN
El delito de parricidio al ser un delito especial y reprochable, requiere de un
tratamiento delicado, resulta indispensable abordar e identificar los elementos del
tipo y diferenciarlos de los demás tipos penales con los cuales incide confusiones.
Asimismo, resulta importante identificar las causas que conllevan a este ilícito y
los móviles que lo conducen. El proceso que sigue el agente que comete este
delito, no goza de muchos beneficios por tratarse de una pena elevada. El
desarrollo de un caso práctico referente al tema, nos ilustra el tratamiento procesal
que se le otorga.

ABSTRAC
The crime of parricide, being a special and reprehensible crime, requires a delicate
treatment, it is essential to address and identify the elements of the type and
differentiate them from the other criminal types with which there is confusion.
Likewise, it is important to identify the causes that lead to this crime and the
motives that lead to it. The process followed by the agent who commits this crime
does not enjoy many benefits because it is a high penalty. The development of a
practical case on the subject illustrates the procedural treatment that is granted.

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I. INTRODUCCION
En nuestro sistema jurídico con la finalidad de garantizar el respeto de las
expectativas personales, sociales y estatales frente a los nuevos riesgo que no
pueden ser evitados con el imperativo de no dañar, cuyo deber general solo
fue diseñado para la sociedad liberal, donde la protección de la libertad
individual fue el fin principal del Estado y del Derecho; sin embargo, con el
advenimiento de un modelo de estado como el nuestro, el fin del sistema
jurídico-político no se limita solo a la protección individual, sino que también
es objetivo primordial la protección de las instituciones sociales y estatales.

El presente trabajo monográfico tiene como objetivo describir el delito de


parricidio, puede considerarse como un delito de infracción de deber cuyo
fundamento se encuentra en el respeto a la protección de las instituciones
sociales, como es la patria potestad, la familia y el matrimonio, y es que, al
respecto nuestra Constitución Política, señala que todo los ciudadanos tienen
el deber de contribuir a la protección, promoción y defensa de la salud, del
medio familiar y de la comunidad; asimismo al admitir esta teoría se
delimitaría correctamente la autoría y participación delictiva en la comisión de
dicho ilícito.

Para ello, el trabajo consta de tres capítulos: el primero aborda el marco


doctrinario, donde se desarrolla los elementos del delito; el segundo capítulo,
consta de un flujograma, donde se estructura todo el proceso penal, hasta la
última resolución y el tercer capítulo, trata de un caso práctico, donde se
consolidan los dos capítulos precedentes. Finalmente, los tres capítulos se
articulan para el tratamiento del delito de parricidio.

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“Año de la universalización de la salud”

II. MARCO TEORICO

DELITO DE PARRICIDIO

1. ANTECEDENTES DEL PARRICIDIO[CITATION MarcadorDePosición4 \l


3082 ]
El delito de parricidio en la época republicana del Perú, fue legislado de
una manera más sólida y orgánica a partir del Código Penal de 1863 en
cuyo artículo 231 prescribía: “El que a sabiendas matare a su padre o a su
madre, será condenado a muerte.” Resulta importante advertir que el
legislador de aquella época distingue el parricidio propio e impropio. Por
eso en el artículo citado se trata sobre el parricidio propio, porque el
impropio aparece en el art. 233 del citado Código Penal: “El que a
sabiendas matare a cualquier de sus ascendientes, que no sean padre o
madre; a sus ascendientes en línea recta; a su hermano, a su padre, madre o
hijo adoptivo, o a su cónyuge (…)”

En primer lugar, aquí se advierte que el delito de parricidio estaba


regulado independiente cuando se trata de la muerte en agravio de los
padres y el de los demás ascendientes, descendientes, asimismo se advierte
de dichos articulados, que nuestro código penal regulaba como conducta
parricida la muerte entre los hermanos.
En el Código Penal de 1924, el parricidio es regulado en el art. 151 que
establece: “Se impondrá internamiento al que a sabiendas matare a su
ascendiente, descendiente o cónyuge”.

Aquí evidentemente los agentes cualificados que cometerían el delito está


mayor demarcado y no hay una separación de delito de parricidio propio o
impropio como el código de 1863, y además se suprime como conducta
parricida la muerte entre hermanos. Finalmente, en el Código Penal de
1991, en cuanto a sujetos pasivos se expande incluyendo al ascendiente
adoptivo, concubino.

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Mediante Ley 29819, publicada en el Diario Oficial “El Peruano” con


fecha 27 de diciembre de 2011, se añadió el denominado feminicidio que
normativamente se presentó en ese entonces como una modalidad del
parricidio, cuando la víctima del delito de parricidio es o ha sido la
cónyuge o la conviviente del autor o estuvo ligada al mismo por una
relación análoga. Por su parte el artículo 109 del mismo cuerpo de leyes
establece una atenuante referida a circunstancias de emoción violenta, lo
cual acarrea una pena no menor de cinco ni mayor de diez años para el
parricida.

Luego el delito de feminicidio cobra autonomía con la creación del


artículo 108-B del Código Penal a través de la (Ley N° 30068) en el mes
de julio de 2015, y en el cual se establece que: “Para cometer el delito de
feminicidio se requiere 31 que la agraviada haya sido matada por la
condición de mujer, ya no siendo necesario la existencia de una relación
conyugal, convivencia o relación análoga”.

2. TIPO PENAL[CITATION RAM18 \l 3082 ]


La figura delictiva se encuentra tipificada en el tipo penal del artículo 107
del Código Penal, este artículo ha sido objeto de muchas modificaciones
por parte de los legisladores, siendo la última la Ley Nº 30323 del año
2015, tiene el siguiente contenido:

El que, a sabiendas, mata a su ascendiente, descendiente,


natural o adoptivo, o a una persona con quien sostiene o haya
sostenido una relación conyugal o de convivencia, será
reprimido con pena privativa de libertad no menor de quince
años.
La pena privativa de libertad será no menor de veinticinco
años, cuando concurran cualquiera de las circunstancias
agravantes previstas en los numerales 1, 2, 3 y 4 del artículo
108.

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En caso de que el agente tenga hijos con la víctima, además


será reprimido con la pena de inhabilitación prevista en el
inciso 5 del artículo 36.

3. TIPICIDAD OBJETIVA
Señala dos tipos penales modificados: el parricidio simple y parricidio
agravado.

3.1. Parricidio Simple:


Se configura objetivamente cuando el agente o sujeto activo da muerte
a su ascendiente o descendiente, natural o adoptivo, o a una persona
con quien sostiene o haya sostenido una relación conyugal o de
convivencia, sabiendo o conociendo muy bien que tiene tales
cualidades respecto de su víctima. Es decir, el parricidio aparece o se
evidencia cuando el agente con pleno conocimiento de sus vínculos
consanguíneos (padre, hijo natural, etc.) o jurídicos (hijo adoptivo,
cónyuge, concubino, conviviente, ex conviviente, ex cónyuge) con su
víctima, dolosamente le da muerte.

Es necesario que el autor conozca esa relación en el momento del


hecho, con referencia a la persona que mata. Tal circunstancia hace a
la conducta delictiva independiente, autónoma y diferenciable del
delito de homicidio simple.

El o la parricida tiene una mayor reprochabilidad penal, a esto Peña


Cabrera fundamenta la gravedad del parricidio porque el sujeto activo
revela una mayor peligrosidad, dado que no solo viola y destruye el
bien jurídico de la vida tutelada por la ley, sino que vulnera principio y
sentimientos elementales como el respeto y acatamiento a los
parientes más próximos, provocando una singular alarma social.

El parricidio también puede perfeccionarse por una conducta de


omisión impropia (art. 13 del C.P), debido a que la relación

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interpersonal entre agente y víctima fundamente la posición de garante


del primero respecto del segundo.

3.1.1. Bien jurídico protegido:


Es el derecho a la vida humana independiente, comprendida desde el
instante del parto hasta la muerte natural de la persona humana.
También se incluyen los deberes de asistencia mutua que debe existir
entre cónyuges y el de cuidado que existe entre los padres a hijos y
viceversa.

Es importante resaltar que se trata de un delito especial impropio


debido a que cualquier persona no puede ser autor del delito.

3.1.2. Sujeto activo:


Por tratarse de un delito especial, el sujeto activo solo está limitado a
quien ostenta las cualidades de parentesco consanguíneo, jurídico o
sentimental con el sujeto pasivo de la acción. En cuanto a la
convivencial, incluye a aquella persona que en el pasado ha tenido la
citada calidad respecto de la víctima. Nadie más puede ser autor de
este delito.

Solo puede ser sujeto activo en línea ascendente: el padre, abuelo,


bisabuelo, etc., y en línea descendente, el hijo, el nieto, bisnieto, etc.
También un cónyuge, concubino o conviviente, respecto del otro.

La contribución del participe no es determinante para la realización


del delito. En cambio, en la teoría de los delitos de infracción de
deber, el autor o figura central se concretiza en el criterio de la
“infracción del deber”. Autor será quien infringe el deber especial
penal, y participe quien interviene en el hecho sin poseer el deber
especial.

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3.1.3. Sujeto pasivo:


La situación de víctima en el injusto penal de parricidio también se
encuentra limitado para determinadas personas que ostentan
cualidades especiales que le une con el agente. Sujeto pasivo es
aquella que tiene relación parental o sentimental con su verdugo.
Incluso, en este último supuesto, está incluida como víctima aquella
persona que en el pasado tuvo una relación de cónyuge o convivencial
con el verdugo. Es decir, los ascendientes y descendientes en línea
recta del parricida. También su cónyuge y el hijo adoptivo de acuerdo
con el artículo 377 del Código Civil y, finalmente, actual o pasado, el
cónyuge y conviviente del sujeto activo.

No se configura el injusto penal de parricidio cuando el agente es


hermano, tío, primo, suegro, yerno, nuera, etc., de su víctima.

3.2. Parricidio Agravado:

Se regula en el segundo párrafo, donde se precisa las circunstancias que


agravan la situación jurídico-legal del parricida o si la víctima es mujer, de
la feminicida. El parricidio agravado se da cuando en la muerte de la
víctima (mujer o varón) concurran cualquiera de las siguientes
circunstancias previstas en los incisos 1, 2, 3 y 4 del artículo 108 del
Código Penal:

A. Parricidio por ferocidad: se perfecciona cuando el parricidio es


realizado con absoluto desprecio y desdén por la vida humana de
su ascendiente, descendiente, natural o adoptivo, o ha sido o es su
cónyuge o su conviviente. La realidad presente hasta dos
modalidades del actuar por ferocidad, a saber: Cuando el sujeto
activo concluye con la vida del sujeto pasivo sin motivo ni móvil
explicable. Y cuando el agente actúa con ferocidad brutal en la
determinación del agente, es decir, inhumanidad en el móvil. En
este último supuesto, la ferocidad se evidencia en la determinación
del agente para poner fin a la vida de la víctima con quien tiene

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vínculos sanguíneos, jurídicos o sentimentales o también los ha


tenido.

B. Por lucro: aquí el propósito y objetivo de obtener un provecho o


ganancia patrimonial. Esto es, el sujeto activo actúa porque recibió
o recibirá en el futuro, dinero de un tercero para poner fin a la vida
de su víctima, o porque espera obtener una ganancia o provecho
económico con su actuar ilícito al heredar los bienes del sujeto
pasivo o cobrar un seguro de vida, por ejemplo.

C. Por placer: el agente experimenta una sensación agradable, un


contento de ánimo o un regocijo perverso al poner fin a la vida de
su víctima. En esta modalidad, el único motivo que mueve al
agente es el deleite, complacencia o satisfacción de dar muerte a la
víctima ya sea por lujuria o vanidad. Aparece un gozo inexplicable
en el asesino al ocasionar la muerte de su víctima quien puede ser
si acendiente, natural o adoptivo, o ha sido o es su cónyuge o su
conviviente.

D. Para facilitar otro delito: se da con el objetivo de favorecer la


comisión de otro delito independiente. Se identifica la existencia de
un delito-medio (parricidio) y un delito-fin (cualquier otro delito).
De este modo, el parricidio representa el medio para lograr o
consumar el delito fin. Debe existir conexidad subjetiva o
ideológica que funciona como un eslabón que une el parricidio con
el otro delito. Los dos hechos deben estar conectado
psicológicamente entre sí. Caso contrario, si no hay conexión entre
el delito precedente y el delito fin, se excluye esta modalidad
homicida configurándose un concurso de delitos.

E. Para ocultar otro delito: el agente da muerte con la finalidad de


ocultar la comisión de otro delito, que le interesa que no sea
descubierto o esclarecido. El tiempo transcurrido entre el delito-

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precedente y el delito-consecuente puede ser inmediato o mediato.


Lo importante es determinar que el agente, con su acción homicida,
tuvo el serio propósito de ocultar el delito precedente.

F. Con gran crueldad: cuando el sujeto activo produce la muerte de


su víctima haciéndole sufrir en forma inexplicable e innecesaria.
Resulta indispensable la presencia de dos condiciones importantes
que caracterizan al parricidio con gran crueldad. Primero, que el
padecimiento, ya sea físico o psíquico, haya sido aumentado
deliberadamente por el agente, es decir, este debe actuar con la
intención de hacer sufrir a la víctima. Segundo, que el
padecimiento sea innecesario y prescindible para lograr la muerte
de la víctima. El agente lo hace con la sola intención de hacer
padecer a su víctima antes que se produzca su muerte, demostrando
con ello ensañamiento e insensibilidad ante el dolor humano.

G. Con alevosía: cuando el agente actúa a traición, vulnerando la


gratitud y confianza que le tiene su víctima y a la vez
aprovechando la indefensión de esta al no advertir, ni siquiera
sospechar, el riesgo que corre su vida al brindar confianza a su
verdugo a quien le cree leal. Se requiere la concurrencia de 3
elementos: primero, ocultamiento del sujeto activo o de la agresión
misma (modo o forma de asegurar la ejecución del acto); segundo,
falta de riesgo del sujeto activo al momento de ejecutar su acción
homicida; y tercero, estado de indefensión de la víctima. El
ocultamiento del agente o de la agresión misma se representa con
el acecho o la emboscada.

H. Por fuego: cuando el agente de forma intencional prende fuego al


ambiente donde se encuentra su víctima, poniendo en peligro la
vida o salud de otras personas. Se refiere a que el uso del fuego,
aparte de buscar eliminar a la víctima, debe poner en peligro o
riesgo la integridad de otras personas. No se necesita que el fuego

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lesione la vida o salud de terceras personas, es suficiente que el


curso del acto homicida origine un peligro concreto para aquellas.

I. Por explosión: cuando el agente haciendo uso de medios o


elementos explosivos que ponen en riesgo la vida y la salud de
terceras personas. El sujeto activo logra su fin creando un peligro
concreto de muerte o lesiones para dos o más personas.

J. Por veneno: veneno se refiere a sustancia animal, vegetal o


mineral, sólida, líquida o gaseosa que, al ser introducida en el
cuerpo humano, tiene efectos destructivos en el organismo,
produciendo la muerte de una persona, combinando su naturaleza
por acción química o bioquímica.

4. TIPICIDAD SUBJETIVA
El hecho punible de parricidio se realiza con dolo directo (primero y
segundo grado), así como por el dolo eventual. Mediante la expresión “a
sabiendas”, el legislador excluye la posibilidad del dolo eventual.

El artículo 107, está dirigida a exigir que el agente actúe conociendo


perfectamente la especial relación con su víctima. Si se verifica que no
conoció tal circunstancia, el parricidio desaparece por más dolo directo o
indirecto con el que haya actuado en la muerte de la víctima.

No cabe la comisión por culpa. Si la muerte de la víctima sucediera a


consecuencia de una infracción del deber de cuidado de parte del agente, el
hecho se subsumirá en el homicidio por negligencia.
5. ANTIJURICIDAD

Es el factor que determina si la conducta es contraria al ordenamiento


jurídico o en su caso, concurre alguna causa de justificación de las
previstas y sancionadas en el artículo 20 del Código Penal. De ese modo,
el operador jurídico analizará si en el homicidio concreto concurre la

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legítima defensa o el estado de necesidad justificante o el agente actuó por


una fuerza física irresistible o compelido por un miedo insuperable o en
cumplimiento de un deber.

Si se concluye que en el parricidio concurre alguna causa de justificación,


la conducta homicida será típica pero no antijurídica y por tanto, será
irrelevante pasar a analizar el tercer elemento del delito conocido como
culpabilidad.

6. CULPABILIDAD

Si después de analizar la conducta típica de parricidio se llega a la


conclusión que no concurre alguna causa o circunstancia que lo justifique
frente al ordenamiento jurídico, el operador jurídico, inmediatamente
entrará a determinar si aquella conducta homicida puede ser atribuida o
imputable a su autor. En consecuencia se analiza si la persona a quien se le
atribuye la conducta típica y antijurídica es imputable penalmente, es
decir, goza capacidad penal, para responder por su acto homicida. En este
aspecto, por ejemplo tendrá que determinarse la edad biológica del
parricida. En la (Sentencia Ejecutoria suprema, 1998), la minoría de edad
constituye una causa de inimputabilidad criminal, cuya importancia
normativa supone una presunción legal iure et de jure que incide en una
dimensión biológica de la persona, por lo que bastará la sola constatación
que el sujeto no haya alcanzado la mayoría de edad para fundar la
exclusión de su responsabilidad penal. También deberá determinarse si el
agente no sufre de alguna causa que le torne inimputable jurídicamente.

Luego de verificar que el agente goza de capacidad para responder


penalmente, se determinará si tenía conocimiento que su actuar homicida
era antijurídico, es decir, contrario al ordenamiento jurídico. Este
conocimiento se desprende del sentido común del que gozamos todas las
personas normales.

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Finalmente, cuando se concluya que el sujeto es capaz para responder


penalmente por su acto homicida y se determine que conocía que su acto
era contrario al ordenamiento jurídico, el operador pasará a determinar si
el agente en el caso concreto podía o le era posible comportarse conforme
a derecho y evitar causar la muerte de su pariente. Si se concluye que el
agente no tuvo otra alternativa que causar la muerte de la víctima, no será
culpable de la conducta típica y antijurídica.

7. CONSUMACIÓN

El delito se perfecciona cuando el agente agota los elementos constitutivos


del tipo penal, es decir, da efectiva muerte a su víctima de quien conocía
tener parentesco consanguíneo o jurídico. Resulta trascendente indicar que
el provecho que pueda sacar el agente (la mayor de las veces herencia) con
la muerte de su padre, por ejemplo, es irrelevante para la consumación del
parricidio. Este se agota con la sola verificación de la muerte del sujeto
pasivo a consecuencia del accionar doloso del parricida.

8. PROBLEMAS DE LA PARTICIPACIÓN EN EL PARRICIDIO

Castillo (2000), hace mención que para la solución satisfactoria de los


casos problemáticos que ofrece el parricidio a nivel de autoría y
participación es imprescindible distinguir los supuestos teniendo en cuenta
siempre la calidad de intraneus (ascendiente, descendiente, cónyuge o
concubino) y extraneus. Se debe negar la comisión de parricidio por el
extraneus, el cual sólo podrá responder por homicidio simple o asesinato
en su contra.

Salinas (2013), refiere que teniendo en cuenta que el hecho punible


etiquetado como parricidio es meramente de carácter doloso, es material y
jurídicamente posible la figura de la participación, ya sea en su forma de

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instigación o de complicidad. En definitiva, los partícipes en el delito de


parricidio serán sanciona- dos como partícipes de este delito según las
reglas de los artículos 24 y 25 del Código Penal, así no tengan ni conozcan
la cualidad especial que exige el tipo penal para 75 los autores. Ello en
virtud de dos principios que informan la participación delictiva: el
principio de la accesoriedad y el de unidad de título de imputación. El
primero establece que para hablar de participación es necesaria la autoría.

Es impensable la instigación y la complicidad con vida propia e


independiente. En tanto que al no ser un concepto autónomo la
participación, sino dependiente al concepto de autor, se concluye en forma
coherente que solo sobre la base del autor puede enjuiciarse la conducta
del partícipe. Es decir, por el principio de unidad de título de imputación,
el delito por el que pueden ser enjuiciados los distintos intervinientes
(autores y partícipes) en su realización es el mismo para todos. No hay
razón consistente para dividirlos e imputar determinado delito al autor o
coautor y otro distinto al partícipe. Aquí, parricidio al autor directo y
cómplices de homicidio simple a los partícipes.

9. PERSPECTIVA PSICOANALÍTICA, PSIQUIÁTRICA Y


PSICOLÓGICA (Domínguez et al., 2015)

9.1 Perspectiva psicoanalítica del parricidio

Una disciplina que se ha hecho cargo, tanto en teoría como en


práctica, de la investigación y análisis de las implicaciones
subjetivas de los actos del sujeto es el psicoanálisis, demostrando
que estos son producto de mecanismos y dinamismos inconscientes
y que todo obedece a principios y lógicas psíquicas, que incluso el
propio sujeto consciente no sabe que sabe, es decir, se tratan de
deseos reprimidos.

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Se sostiene que el psicoanálisis permite una investigación sobre el


carácter subjetivo y la responsabilidad que cobra para el sujeto
como parte de su estructura el acto parricida. Y para entender mejor
este fenómeno se considera los conceptos de “Tótem y tabú”,
realizada en 1913.

El parricidio, por un lado, viene a dar respuesta al origen de la


humanidad y por el otro, a instaurar la ley de prohibición de un
goce absoluto.

Para poder explicar mejor el “drama” de los deseos inconscientes


parricidas, Freud recurre al mito de Edipo y a los sueños; él
formula que en ambos casos los deseos infantiles subterráneos se
ven traídos a la luz. En una formulación posterior, Freud es mucho
más consistente al decir en el contexto del complejo de Edipo, que
estas mociones ambivalentes estarán presentes en el proceso
edípico completo; también nos permite vislumbrar en esta dirección
lo que será la incidencia del padre en la estructuración psíquica,
alegando que esta tiene su mayor función en la interdicción sobre el
deseo primordial, estableciendo un resorte que le permita al
pequeño una nueva dirección y orientación deseante.

9.2 Perspectiva psiquiátrica del parricidio

Una de las grandes diferencias que se realizan al hacer las


descripciones de perfiles parricidas, tiene relación con el género del
agresor, según los estudios, la gran mayoría de los parricidas son
varones, observándose tasas de hasta un 92%, con una razón de 6 a
1 entre Hombres/Mujeres. Dentro de los hombres parricidas, el
perfil de mayor frecuencia, serían adultos en los que existe una alta
prevalencia de patología psiquiátrica, en especial esquizofrenia y
consumo de drogas o alcohol. El típico perfil de un parricida adulto
correspondería a: un varón joven, soltero, desempleado, que vive

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con la víctima, sufre de esquizofrenia y abusa de alcohol y drogas,


quien ha suspendido el tratamiento, y posee antecedentes previos
de conductas ilegales. En casi todos los estudios se demuestra una
alta prevalencia de psicosis (desde 40%) en parricidas, y por otro
lado, este delito representaría una parte importante (hasta un 30%)
de los homicidios cometidos por personas psicóticas. Como
principales patologías psiquiátricas se encuentran: esquizofrenia
paranoide (56%), trastorno bipolar psicótico (13%), y trastorno
esquizoafectivo (8%). Además hasta un 45% tendría trastorno o
rasgos de personalidad narcisista.

Un segundo tipo de perfil parricida, siendo este menos frecuente


que el anterior, correspondería a sujetos adolescentes en tres
posibles situaciones psicosociales: el niño gravemente maltratado,
que tiene una enfermedad mental grave, como psicosis o retardo
mental, y peligrosamente antisocial. En estos casos es más probable
que los adolescentes cometan el acto solos y en situaciones en que
los padres estén desprevenidos (durmiendo, sentados viendo
televisión, etc).

9.3 Perspectiva psicológica del parricidio

Son pocos los estudios en el ámbito de la psicología que se han


elaborado, y estos han estado dirigidos por la premisa de que ante
todo ha de entenderse el origen de la conducta agresiva.

Se tiene que en la mayor parte de los casos se explica que tal


conducta es derivada de una patología psiquiátrica, o en su defecto
del aprendizaje producto de un ambiente familiar disfuncional.

La idea de que la conducta agresiva que viabiliza el parricidio es el


resultado del aprendizaje vivido en un contexto familiar
disfuncional ha permeado lo suficiente como para buscar allí los

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elementos psicológicos del acto criminal, se sabe que: Estar


presente en una situación de violencia desde el lugar del niño,
genera una profunda irritabilidad, rabia y odio que muchas veces es
dirigido a otras personas, aunque también puede ser hacía el padre
abusador. Los parricidios son una forma de salida para el
adolescente de la situación de testigo mudo de la violencia familiar.
La conducta violenta de los padres se transforma en un modelo de
comportamiento, y varios trabajos confirman esta línea de
pensamiento, en el entendido de que aquellos niños que presencian
el uso de la violencia aprenden a usarla

10. JURISPRUDENCIA RELEVANTE

Parricidio: Los tres presupuestos de la legítima defensa [R.N. 910-


2018, Lima Este]

Fundamento destacado: 8.1. Primer presupuesto: agresión ilegítima. Se


trata de un comportamiento dirigido a lesionar o poner en peligro un bien
legalmente protegido, donde el adjetivo ilegítimo es utilizado en el texto
legal para calificar a la agresión de ilícito e injusto, contrario al orden
jurídico. De tal forma que la agresión debe ser inminente, actual o
presente.

8.2. Segundo presupuesto: necesidad racional del medio empleado para


impedirla o repelerla. Se trata de una apreciación de valor con referencia a
la justicia y la equidad. La racionalidad de la defensa se determina
apreciando la proporcionalidad entre el peligro propio a la agresión y la
acción de defenderse; es decir, entre las condiciones, instrumentos y
riesgos de la agresión y los propios del comportamiento defensivo.

8.3. Tercer presupuesto: falta de provocación suficiente de quien hace la


defensa. Se trata de una actitud especial de quien se defiende, esto es, de
poner cuidado en comportarse de manera tal que no origine, de parte de

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“Año de la universalización de la salud”

cualquier persona, una reacción contra él. La apreciación del carácter


suficiente de la provocación debe hacerse mediante un juicio objetivo de
valor, no puede depender, por ejemplo, de la extremada susceptibilidad o
irritabilidad del sujeto en cuestión.

Diferencias entre parricidio y lesiones graves seguida de muerte [RN


1092-2018, Lima Norte]

Fundamento destacado: Sexto. Por tanto, este Supremo Tribunal verifica si


los hechos materia de imputación se subsumen en el delito de parricidio, o
se trata de lesiones graves seguidas de muerte, y a partir de ello,
determinará si se han actuado las pruebas idóneas y suficientes para dar
por acreditado el ilícito correspondiente.

Un primer nivel de análisis constituye la discusión sobre el tipo subjetivo


de la conducta, y en puridad, la concurrencia de los elementos subjetivos
distintos al dolo, esto es, los animus -o intenciones-. Pues, para la
comisión del delito de homicidio se verifica un animus necandi o intención
de matar, mientras que, en el delito de lesiones se verifica un animus
laedendi o intención de lesionar. La tipicidad del comportamiento en uno u
otro delito, se adecuará en la medida en que se actúe con uno u otro
animus. Además que, en el delito de lesiones graves seguidas de muerte,
supone que el sujeto activo haya actuado con culpa respecto al homicidio.

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III. CASO PRÁCTICO: SENTENCIA

ANÁLISIS DEL CASO RECURSO DE NULIDAD N.° 1191-2018

1. Hechos materia del delito

Los hechos incriminados ocurrieron el 21 de junio de 2015, aproximadamente a las 10


p.m. cuando el acusado JOSÉ CARLOS UCANCIAL ARÉVALO y JASENKA
KAROL GUERRA PONCE (su conviviente) se encontraban dentro del domicilio de
ambos ubicado en la manzana T, lote 37 del asentamiento humano Las Casuarinas en
San Juan de Lurigancho, ambos se encontraban en una reunión familiar en la que había
consumo de licor.

Horas después, aproximadamente a las 04:00 a.m. del 22 de junio de 2015, la


agraviada le reclamó al encausado la pérdida de su cartera que, presuntamente,
contenía S/ 750 soles y responsabilizó de la pérdida del dinero a los familiares del
acusado JOSÉ CARLOS UCANCIAL ARÉVALO, lo que ocasionó que ellos se
retiraran del domicilio.

Cuando se quedaron a solas continuó la discusión y llegaron a forcejear; en esas


circunstancias, el procesado UCANCIAL ARÉVALO arremetió contra su víctima y le
propinó golpes en la pierna derecha; cuando ella le expresó su deseo de retirarse de la
vivienda, el procesado, con la intención de acabar con la vida de su conviviente, tomó

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un cuchillo metálico de los cajones del repostero de la cocina y lo introdujo en el


vientre de la víctima, pese a que ella trató de defenderse.

Al recibir la agresión con el arma punzocortante, la víctima cayó sentada sangrando


sobre una silla, y fue trasladada a Emergencias del Hospital de San Juan de
Lurigancho, donde quedó internada por las heridas inferidas que pusieron su vida en
peligro inminente.

2. Imputación fiscal

Según la acusación fiscal al procesado JOSÉ CARLOS UCANCIAL ARÉVALO se le


imputa haber pretendido matar a JASENKA KAROL GUERRA PONCE por su
condición (de mujer).

3. Medios probatorios recabados por la fiscalía


3.1. Tesis de la fiscalía

El procesado sostiene que luego de la discusión verbal se puso a forcejear con la


víctima en la cocina, y que ella tomó un tenedor para amenazarlo: “Por lo que al ver
que sobre el clóset de cocina estaba un cuchillo lo cogí y le inferí un corte en su
abdomen (vientre) y luego boté el cuchillo al piso de la cocina” asimismo indicó: “En
un momento me ganó el impulso, habrá sido de la cólera que tanto me estaba hablando
y como estaba con el alcohol”. A nivel de instrucción, el procesado aceptó su
responsabilidad por las lesiones inferidas a la agraviada GUERRA PONCE debido a
que estaba ebrio. Sin embargo, a nivel de juicio oral el relato vertido por el procesado
no resulta del todo lógico y coherente, pues sostiene que, aun estando mareado por la
ingesta de alcohol, cuando la agraviada tomó el tenedor para agredirlo, él le dijo:
“¿Cómo vas a hacer eso?”; además, señala que la agraviada insistía en agredirlo y que
no pudo contenerla, a pesar de ser una persona que trabaja en el rubro de construcción
civil y ser más alto que la víctima. Posteriormente, cambia de versión y sostiene que se
dio cuenta de que la víctima miraba el pelador de papas y que él lo cogió para botarlo,
pero que ella se le lanzó encima y la agredió de manera fortuita. Lo cual para el
Supremo Tribunal existe un indicio de mala justificación en la versión exculpatoria.
Asimismo, el Certificado Médico Legal número 017660-L-D, practicado al procesado
JOSÉ CARLOS UCANCIAL ARÉVALO descarta su versión de una pelea de lesiones
mutuas, pues no presenta ningún signo de lesiones traumáticas externas recientes.

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“Año de la universalización de la salud”

Si bien no se aprecia circunstancia alguna que permita apreciar que el procesado


realizara actos de premeditación o planificación e hiciera todo lo necesario para
quitarle la vida a su conviviente, sí se evidencia que en ese momento el acusado tuvo
una intención (dolo) contra la víctima, que tuvo como directriz producir su muerte; el
procesado asumió que el cuchillo pelador de papas (un arma punzocortante) era idóneo
para producir la muerte. Por otro lado, es necesario considerar que la lesión fue
ejercida en el abdomen de la víctima, zona donde están ubicados órganos vitales para
mantener la vida humana; adicionalmente, se aprecia la vulnerabilidad de la víctima,
quien pudo ser controlada por el procesado sin causar las lesiones que pusieron en
peligro su vida, pues mide 1.55 metros y es de contextura delgada.

Respecto al estado de embriaguez que alega el procesado, se debe señalar que si bien
tanto el procesado como la agraviada, lo mismo que los testigos que acudieron a la
reunión previa a la agresión que puso en inminente peligro la vida de la víctima,
refieren que el acusado JOSÉ CARLOS UCANCIAL ARÉVALO habría estado bajo
los efectos del alcohol, lo cierto es que no existe medio de prueba que acredite que
estuvo incurso en alguna causal de inculpabilidad, como lo es la grave alteración de la
conciencia. En ese sentido, argumentar que las lesiones fueron ocasionadas debido al
estado de embriaguez no encuentra sustento.

3.2. Medios probatorios actuados

En el presente caso, se ha determinado la responsabilidad del procesado José Carlos


Ucancial Arévalo a través de los órganos de prueba directos e indicios, en la medida
en que él habría intentado quitarle la vida a la agraviada su conviviente.

Por otro lado, tanto por las declaraciones de la agraviada a nivel judicial y plenarial
como las declaraciones preliminares, judicial y a nivel de juicio oral del procesado y
las manifestaciones a nivel policial y judicial rendidas por CARMEN UCANCIAL
LÓPEZ, madre del incriminado, lo que sí se encuentra acreditada sería la relación de
convivencia de la agraviada GUERRA PONCE y el procesado UCANCIAL
ARÉVALO, los cuales son pareja desde el dos mil trece.

La realidad del delito no está en discusión y se acredita con el Certificado Médico


Legal número 017637-VM, practicado a la agraviada, el cual, tras detallar las lesiones
y órganos comprometidos por la agresión del procesado hacía la víctima, concluye:

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“Por lo descrito en la historia clínica, las lesiones que presentó producto del trauma
abdominal que presentó, motivo por el cual fue intervenida quirúrgicamente pusieron
en peligro inminente la vida de la evaluada y el pronóstico aún es reservado. Debe
requerir, atención facultativa de 10 días e incapacidad médico legal de 40 días”.

3.3. Medios probatorios no actuados

Declaración preventiva de JASENKA KAROL GUERRA PONCE, quien refirió:


“Estuvimos celebrando el cumpleaños de mi pareja hoy procesado […] pero a las
cuatro y media de la mañana tuvimos una discusión y como estaba mareada
empezamos a discutir y me fui al cuarto y le escondí la billetera donde teníamos dinero
guardado […] yo le dije que quería dejarlo mal con su familia y me preguntó por qué
me comportaba así si su familia no me ha hecho nada”. Asimismo, al ser interrogada
sobre si era víctima de violencia familiar y si fue amenazada de muerte por parte del
procesado, respondió: “Era la primera vez que se suscitó este hecho y nunca me ha
amenazado de muerte”; además, afirmó que luego de los hechos suscitados continuó
su relación con el acusado.

Lo señalado en el párrafo precedente fue ratificado a nivel de juicio oral por la


agraviada Guerra Ponce quien señaló: “Le dije que como estábamos muy alterados me
fui a la cocina y agarré un tenedor y en eso forcejeamos”, al responder la pregunta
¿Cuántas veces ha tenido este tipo de discusiones?, afirmó: “Nunca esa fue la primera
vez”, luego indicó que no ha sido amenazada para rendir su declaración, que sigue
viviendo con el procesado, que nunca ha tenido una mala relación con él ni la ha
amenazado ni maltratado psicológica o físicamente, tampoco lo ha denunciado
anteriormente por violencia familiar.

4. Sentencia de primera instancia

La sentencia del 11 de octubre de 2017 condenó a JOSÉ CARLOS UCANCIAL


ARÉVALO como autor del delito contra la vida, el cuerpo y la salud en la modalidad
de feminicidio en grado de tentativa, en perjuicio de JASENKA KAROL GUERRA
PONCE, a quince años de pena privativa de libertad y fijó en S/ 1000 (mil soles) el
monto que por concepto de reparación civil deberá pagar a favor de la agraviada.

5. Apelación
5.1. Fundamentos para la reconducción de la pena
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“Es el ámbito probatorio en donde el recurrente pretende cuestionar la vinculación


con el delito, pues sostiene que las lesiones fueron producto de un forcejeo, que no
hubo dolo homicida y que hubo amenazas previas de la agraviada contra él, con un
tenedor”

Según el Acuerdo Plenario número 4-2007/CJ-116 el cual estableció los criterios de la


desvinculación procesal, por la cual la tipificación del hecho punible también puede
ser alterada de oficio en alguna medida, ya sea porque exista un error en la subsunción
normativa según la propuesta de la Fiscalía o porque concurra al hecho una
circunstancia modificativa específica no comprendida en la acusación.

Por lo que la Sala Penal consideró que sin modificar los hechos imputados al
procesado se debe reconducir la imputación al delito de parricidio, previsto en el
artículo 107 del Código Penal, puesto que no se pudo comprobar la circunstancia que
configura el delito de feminicidio por el que fue condenado.

La realidad del delito no está en discusión y se acredita con el Certificado Médico


Legal practicado a la agraviada, en el cual se detallan las lesiones y órganos
comprometidos por la agresión del procesado hacía la víctima. El recurrente pretende
cuestionar la vinculación con el delito, pues sostiene que las lesiones fueron producto
de un forcejeo, que no hubo dolo homicida y que hubo amenazas previas de la
agraviada contra él, con un tenedor.

A nivel de instrucción, el procesado aceptó su responsabilidad por las lesiones


inferidas a la agraviada debido a que estaba ebrio. Sin embargo, en el juicio oral el
relato vertido por el procesado no resultó lógico y coherente, cambiando su versión
posteriormente. Para la Sala Penal existe un indicio de mala justificación en la versión
exculpatoria. Además, que el Certificado Médico Legal practicado al procesado
descartó su versión de una pelea de lesiones mutuas, pues no presentó ningún signo de
lesiones traumáticas externas recientes.

Se evidenció que en ese momento el acusado tuvo una intención contra la víctima, que
tuvo como directriz producir su muerte; el procesado asumió que el cuchillo pelador
de papas era idóneo para producir la muerte. Por lo que no ampararon el extremo de
reconducir la conducta al tipo de lesiones graves.

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Respecto al estado de embriaguez que alega el procesado, no existe medio de prueba


que acredite que estuvo incurso en alguna causal de inculpabilidad, como la grave
alteración de la conciencia. Por tanto, su argumento de que las lesiones fueron
ocasionadas debido al estado de embriaguez no tuvo sustento.

5.2. Fundamentos para la nueva determinación de la pena

El parricidio por ser un delito de resultado lesivo al bien jurídico tutelado: la vida, es
posible que la conducta del autor se quede en una realización imperfecta y le sea
aplicable lo establecido en el artículo 16 del Código Penal (grado de Tentativa).

El artículo 107 del Código Penal sanciona el parricidio con una pena privativa de
libertad no menor de quince años, sin embargo, debe existir una proporcionalidad
entre la gravedad del injusto y la pena, por lo que la Sala Penal consideró que la pena
que se imponga debe graduarse por debajo del marco punitivo establecido en el tipo
penal.

Se tomó en cuenta las carencias sociales del procesado, su nivel de instrucción y la


rapidez con la que actúo para trasladar a la agraviada a un centro de salud, por lo que
se fijó la pena para el acusado en ocho años de privación de libertad, manteniéndose el
monto fijado por concepto de reparación civil.

En esa línea de ideas, la nueva calificación del injusto penal (parricidio) no genera
indefensión al acusado y como los términos de su defensa se orientaron implícitamente
a demostrar que no tuvo voluntad de quitarle la vida a su conviviente, esta nueva
configuración del tipo penal resulta más favorable con relación al delito de
feminicidio.

6. Decisión

Los integrantes de la Sala Penal Permanente de la Corte Suprema de Justicia de la


República DECLARARON:

I. HABER NULIDAD en la sentencia del 11 de octubre de 2017, en el extremo que


condenó a JOSÉ CARLOS UCANCIAL ARÉVALO como autor del delito contra la
vida, el cuerpo y la salud en la modalidad de feminicidio en grado de tentativa, en
perjuicio de JASENKA KAROL GUERRA PONCE, a quince años de pena privativa
de libertad; y, REFORMÁNDOLA, recondujeron el tipo penal a parricidio en grado
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de tentativa, previsto en el artículo 107 del Código Penal, debiendo ser este el tipo
penal por el que el procesado se encuentra condenado; en tal sentido, corresponde
imponerle ocho años de pena privativa de libertad, la que con el descuento de
carcelería que sufrió, del 21 de junio de 2015 al 04 de mayo de 2016, momento en el
que fue puesto en libertad, comenzaría a computarse desde el 10 de octubre de 2017 el
cual vencerá el 26 de noviembre de 2024.

II. NO HABER NULIDAD en el extremo que fijó la reparación civil de S/ 1000 soles
a favor de la agraviada.

III. CONCLUSIONES

PRIMERA: El ilícito penal de parricidio es un homicidio de autor. Las calidades


o cualidades de quien puede ser autor o sujeto activo viene precisado en forma
textual por el propio tipo penal.

De los términos del tipo penal se desprende que se exige la existencia de una
cualidad personal en el sujeto activo que lo relacione con su víctima, sin el 
cual eldelito de parricidio se desvanece para dar paso a la figura del homicidio.

SEGUNDA: El delito se perfecciona cuando el agente agota los elementos


constitutivos del tipo penal, es decir, da efectiva muerte a su víctima de quien
conocía tener parentesco consanguíneo o jurídico.

TERCERA: Diversos estudios relacionados al perfil psicológico de los


parricidas, demuestran una alta prevalencia de psicosis, y por otro lado, este delito
representaría una parte importante de los homicidios cometidos por personas
psicóticas. Como principales patologías psiquiátricas se encuentran: esquizofrenia
paranoide, trastorno bipolar psicótico, y trastorno esquizoafectivo.

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IV. BIBLIOGRAFIA

- DOMÍNGUEZ, S., Pablo, J., Parricidio, P. Y., Críticas, P., La, S.,
Subjetiva, E., Pablo, J., Domínguez, S., Autónoma, U., & Carmen, C.
(2015). SOBRE LA INCLUSIÓN Y EXCLUSIÓN SUBJETIVA *.
- CASTILLO, A. J. (2008). Derecho penal, parte especial I. Lima: Grijley

- NEVADO, C. E. (26 de MARZO de 2019). REPOSITORIO. Obtenido de


http://repositorio.unprg.edu.pe/bitstream/handle/UNPRG/4477/BC-TES-
TMP-3299.pdf?sequence=1&isAllowed=y

- SICCHA, R. S. (2018). DERECHO PENAL PARTE ESPECIAL. LIMA:


IUSTITIA SAC.

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ANEXOS

FLUJOGRAMA DE LAS ETAPAS DEL PROCESO

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