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SECCIÓN : 2DA
puno – Perú
2020
DEDICATORIA
AGRADECIMIENTO
ÍNDICE
DEDICATORIA 2
1. ASPECTOS PRELIMINARES
El Título V del Libro II del Código Penal se refiere a los delitos contra el
patrimonio. En otros códigos penales, estos delitos se agrupan en un mismo
capítulo bajo la rúbrica de “Delitos contra la propiedad”. Nuestro legislador, en
el código penal actual, manteniendo la misma rúbrica de 1924, ha sido
consciente de todas las dificultades que conlleva el empleo del término
“Propiedad”, en la medida en que tal concepto no abarca todos los
comportamientos típicos acogidos bajo el Título V, de ahí que en la actualidad,
tanto en el ámbito penal como en el civil, se utilice en cuanto termino más
apropiado el de “patrimonio”.
No obstante, el concepto de patrimonio tampoco presenta un contenido claro
capaz de resolver todos los problemas que plantean estos delitos; es por esto
que se han mantenido diferentes posiciones que tratan de esclarecer su
significado. Sin embargo, no constituye objetivo de esta obra el realizar una
exposición exhaustiva de las distintas tesis doctrinales mantenidas al respecto,
puesto que nos saldríamos de los límites fijados para ésta. De ahí que se
expliquen brevemente, y sin perjuicio posteriormente de tomar una posición
sobre la que se considera más apropiada.
Fundamentalmente, son cuatro las tesis planteadas en torno al concepto de
“patrimonio”.
En el Título V del Capítulo V-X del libro II del código penal se agrupan
todos los delitos conocidos como “defraudaciones”. Con esta expresión se
alude al ataque contra el patrimonio realizado, no por comportamientos o
medios materiales, como por ej., la sustracción del bien o el empleo de
violencia o amenaza, sino por medios intelectuales.
De ahí que el delito de estafa gire en torno al acto de disposición por parte
del sujeto pasivo, en la medida que dicho acto es el que provoca la
afección de su patrimonio.
CAPITULO II
1.2. Definiciones
El delito de estafa consiste en el empleo de artificio o engaño, a fin de
procurar para sí o para terceros un provecho patrimonial en perjuicio
ajeno.
El delito de estafa es una forma de defraudación, vale decir, la
defraudación en el género y la estafa, una de sus modalidades típicas.
En suma, la estafa es la conducta engañosa, con ánimo de lucro
injusto, propio o ajeno, que habiendo determinado un error en una o
varias personas, les induce a realizar un acto de disposición,
1.3. Defraudación
Defraudar es tanto como usar fraude o engaño en las relaciones con
alguno. «En este sentido, dice BERNALDO de QUIRÓS, la
defraudación se opone a la intimidación, en que es la fuerza o violencia
lo que se usa, constituyendo juntas, dos modos opuestos de la actividad
criminal.
“Bajo la palabra defraudación, por consiguiente, podrían comprenderse
cuantos delitos, cualquiera que sea su contenido, se realizasen
mediante esta forma: las falsedades, en general; es estupro y la estafa,
principalmente”.
«Sin embargo, en un sentido más restringido, la defraudación constituye
en la legislación penal un género de delitos contra la propiedad,
comprensivo de dos especies: el alzamiento, la quiebra y la insolvencia
punibles, una, otra, la estafa, como los demás engaños innumerables».
Art. 197: “la defraudación será reprimida con pena privativa de libertad
no menor de uno ni mayor de cuatro años y con sesenta a ciento veinte
días-multa cuando:
1.- se realiza con simulación de juicio o empleo de otro fraude procesal.
2.- se abusa de firma en blanco, extendiendo algún documento en
perjuicio del firmante o de tercero.
3.- si el comisionista o cualquier otro mandatario, altera en sus cuentas
los precios o condiciones de los contratos, suponiendo gastos o
exagerando los que hubiera hecho.
4.- se vende o grava, como bienes libres, los que son litigiosos o están
embargados o gravados y cuando se vende, grava o arrienda como
propios los bienes ajenos.”
2.4. la pena:
Se establece pena privativa de libertad no menor de uno ni mayor de
cuatro años y sesenta a ciento veinte días-multa.
CAPITULO III
3.1. GENERALIDADES:
El Código Penal Peruano de 1991 regula la figura penal de Fraude en
la Asociación de Personas Jurídicas” en el artículo 198°. En el Código
Penal de 1924 se encontraba deficiente contemplado en el art. 248°
“Falsos informes societarios”.
Considera que el modelo que tiene el Código Penal peruano es más
parecido al de la legislación italiana; en la que se regula todo un
conjunto de conductas concretas que -se considera- producen un
fraude en la administración de las sociedades.
La regulación del fraude en la administración de las personas jurídicas
no establece la protección de un interés colectivo, sino de intereses
patrimoniales concretos. Por esta razón, y en virtud del principio de
lesividad (art. IV del Título Preliminar del Código Penal) no podrá
sancionar conductas que no pongan en peligro cuando menos intereses
patrimoniales de la persona jurídica, socios o terceras personas
vinculadas patrimonialmente a ésta.
3.3. Concepto:
Una conducta fraudulenta persigue fracturar los fines de la Ley o
perjudicar lo derechos de un tercero. Hay dos especies de fraude: El
fraude a la Ley y el fraude a los acreedores. El fraude consiste en el
comportamiento malintencionado de quien se aprovecha de otras
personas, manteniéndolas en engaño y suponiéndolas en su honradez
o buena fe.
se tipifica un supuesto de abuso de confianza, más que una
defraudación, de ahí que algunos autores denominan esta figura como
“estafa impropia” en la medida en que nos exige engaño para configurar
CAPITULO IV
4.5. Penalidad:
La pena para este tipo base será de privación de libertad en un marco
jurídico de no menor de diez ni mayor de quince años.
CAPITULO V
CAPITULO VI
6.3. La Pena:
Se castiga con pena privativa de libertad no menor de uno ni mayor
de tres años. La concurrencia de cualquier agrávate se reprime con
pena privativa de libertad no menor de dos ni mayor de seis años.
CAPITULO VII
7.4. Consumación:
No exige que el autor obtenga la utilidad prevista.
CAPITULO VIII
8. DAÑOS:
8.1. Consideraciones y bien jurídico protegido:
El bien jurídico protegido en el Capítulo X del Título V del Libro II del
Código Penal es la propiedad. se protege la propiedad ante actos que
tienden a la destrucción o inutilización tanto de bienes muebles como
inmuebles.
En el delito de daños, la destrucción o inutilización de los bienes no va
precedida de una acción que pueda calificarse de apoderamiento.
Desde este punto de vista, cuando media apoderamiento el hecho ya se
ha consumado, siendo indiferente si posteriormente el bien es destruido
o inutilizado, habrá un delito de hurto o robo, según corresponda, pero
nunca un delito de daños; así por ej., Juan sustrae un carro, y al no
poder venderlo, lo destruye, Juan habrá cometido un delito de hurto,
pero no un delito de daños.
Otra diferencia fundamental con los delitos de hurto y robo se plantea
en relación con el objeto material, en la medida en que el delito de
daños puede recaer sobre bienes muebles e inmuebles.
CAPITULO IX
Los incisos 1, 2,4 y 5 del artículo 206 del CP, aquí el agente merece
mayor sanción punitiva por la naturaleza o clase del objeto del injusto
penal.
Del inciso 1 se evidencia que estamos ante cuatro circunstancias
agravantes por la cualidad del objeto del daño.
1º. Bienes con Valor Científico: serán maquinas o instrumentos
médicos de alta precisión, riñones o corazones artificiales,
microscopios o telescopios electrónicos. No interesa tanto el valor
económico sino el valor científico.
2º. Bienes de Valor Artístico: Ej. Las pinturas, estatuas, etc. Habrá
delito de daños agravado cuando el agente deteriore o destruya un
cuadro del pintor costumbrista del siglo XIX, Pancho Fierro
Del inciso 3 del artículo 206 se agrava la conducta del agente y por
tanto merece mayor sanción punitiva cuando para la comisión del delito
hace uso de la violencia o amenaza sobre las personas. )
1º. Empleo de Violencia Contra las Personas: se entiende por
violencia aquella energía física mecánica que ejerce el sujeto activo
sobre su víctima con la finalidad de vencer por su poder material su
resistencia natural evitar la materialización de la resistencia que hace la
victima ante el eminente daño a sus bienes.
9.4. La Pena:
Se reprime con pena privativa de libertad no mayor de dos años y de
treinta a sesenta días- multa.
En el caso de que concurra alguna agravante, se establece pena
privativa de libertad no menor de uno ni mayor de seis años.