Está en la página 1de 10

“UNIVERSIDAD NACIONAL PEDRO RUIZ GALLO”

FACULTAD DE INGENIERIA ZOOTECNIA

ESCUELA PROFESIONAL DE ZOOTECNIA

DOCENTE:

MSc. Ruth Alva Fernández

INTEGRANTES:

Jhoselin Mondragón Delgado

Brayan Gregory Uceda Paico

Saul Alexander Reinoza Farroñan

David Aron Ruiz Farfan

CURSO:

Enfermedades Parasitarias

TEMA:

Melofagosis ovina (Melophagus ovinus)

CICLO:

2020 – I

Chiclayo, 29 de octubre de 2020


INTRODUCCION

Los artrópodos son animales que se caracterizan por tener apéndices articulados.
El cuerpo y los apéndices están cubiertos por una cutícula con áreas duras que
forman un exoesqueleto, con conexiones flexibles, de membranas entre los
segmentos que permiten los movimientos. La cutícula contiene quitina; poseen un
corazón en posición dorsal en la cavidaad del cuerpo ocupada por hemocele. El
sistema nervioso consiste en un cordón ganglionar ventral, con un ganglio
eslabonado arriba del esófago, haciendo referencia al cerebro.
Los artrópodos forman el grupo más numeroso de especies animales que habitan
en la tierra, incluyen el 85% de ellas, con más de un millón de especies. Este
grupo tiene gran interés para el hombre, algunas especiesson benéficas como los
crustáceos, las abejas, el gusano de seda, muchos otros por su acción de
polinización, otro como importantes fuentes en la cadena alimenticia y un pequeño
número perjudicial al hombre y a los animales domésticos, ejerciendo un
parasitismo temporal o permanente y otros más que inyectan veneno con sus
picaduras.
El phylum Arthropoda está dividido en varios subphyla cuyo número varía segun
los distintos autores y escuelas.
La clase insecta es la más numerosa de lo artrópodos. Los adultos poseen las
siguientes caracteristicas: el cuerpo está dividido en tres regiones, cabeza, tórax y
abdomen; la cabeza posee un par de antenas solamente, un par de mandíbulas y
dos pares de maxilares, el segundo par está unido medialmente y forma el labio.
El tórax tiene tres pares de patas y generalmente uno o dos pares de alas. El
abdomen no tiene apéndices, la respiración es por medio de tráqueas que se
comunican al exterior a través de estigmas situados a los lados del cuerpo
DEFINICION
Es una infestacion causada por Melophagus ovinos sobre la piel y lana.
Clinicamente se caracteriza por la presencia de estos insectos y sus pupas entre
la lana, que ejercen acción hematófoga y son los responsables de la transmisión
de Trypanosoma melophagium en los ovinos. La transmisión se realiza por
contacto directo o por diferentes equipos de manejo que permite la transmisión de
un borrego a otro en poco tiempo.

ETIOLOGIA
Melophagus ovinos
Parásito cosmopolita de los borregos, es un insecto Hipoboscida, sin alas, velludo,
de 4 a 6 mm de largo. La cabeza es corta y ancha y no facilmente movible.; sus
piezas piezas bucales están adaptadas para la punción y succión de sangre; el
tórax es de color café y el abdomen ancho y de color grisáceo. Las patas son
fuertes y tienen ganchos en sus puntas.

Melophagus ovinus. A.Insecto adulto; B. Larvas; C. Pulpa

CLASIFICACIÓN TAXONÓMICA
 Reino: Animal
 Phylum: Arthropoda
 Clase: Insecta
 Orden: Diptera (Linnaeus, 1758)
 Suborden: Cyclorrhapha
 Familia: Hippoboscidae (Latreille, 1796)
 Género: Melophagus (Latreille, 1804)
 Especie: Melophagus ovinus (Linnaeus, 1758)
La familia Hippoboscidae está compuesta por insectos dípteros, parásitos de
mamíferos y aves. Cuenta con aproximadamente 150 especies reconocidas, y se
divide a su vez en tres subfamilias (Maa, 1969):
 Ornithomyinae: Es la subfmamilia más grande, incluye a la mayoría de los
hippobóscidos, casi todos parásitos de aves.

 Lipopteninae: Todos sus miembros son parásitos de mamíferos.

 Hippoboscinae: Incluye 8 especies, 7 de los cuales son parásitos de


mamíferos, entre ellos Melophagus ovinus (Lloyd, 2009).

MORFOLOGÍA
El parásito adulto posee un exoesqueleto flexible y muy resistente, de un tamaño
aproximado de 5 a 7 mm. La cabeza es corta y ancha, con ojos facetados
ubicados lateralmente y la pieza bucal es de tipo sucto-picador (Sievers 2004,
Olaechea y col 2007b).
Posee un tórax de color café, el abdomen es ancho y de color gris pardo, y en su
conjunto están cubiertos de abundante cantidad de pelos cortos cerdosos.
En el extremo posterior del abdomen de la hembra, se observa la abertura anal y
el orificio genital, ancho y amplio, mientras en el macho en su lugar se visualiza el
órgano copulatriz, que sobresale parcialmente del orificio genital (Hendrix 1999,
Sievers 2004).
Las patas son articuladas y robustas, y están armadas en su extremo de dos uñas
fuertes y encorvadas en forma de garfios. Las antenas son minúsculas y
desnudas, y actuarían como receptoras para permitir los movimientos de rotación
y otorgar la sensación de gravidez, esencial en su traslado sobre el ovino, para
alimentarse o realizar la cópula (Bulman y Lamberti 2001).
Las pupas pueden llegar a medir hasta 4 mm de largo (2/3 el tamaño del melófago
adulto), son fáciles de observar a simple vista, de forma ovoide y de color rojo
pardo casi negro, y poseen dos series de puntos blancos umbilicados en su cara
dorsal (Bulman y Lamberti 2001, Olaechea y col 2007b)
CICLO EVOLUTIVO
Son parásitos permanentes, es decir, todos sus estados evolutivos se desarrollan
en el huésped. Las hembras ponen sus larvas y las adhieren a la lana por medio
de una sustancia peculiar, proceso que requiere de unos minutos; estas larvas no
tienen movimientos y luego se tornan de color café con su cubierta de pupa, ésta
es de forma ovoide con un extremo ancho y mide de 3 a 4 mm de largo. El
desarrollo del estado de pupa tarde de 3 semanas en verano y de 5 en invierno o
más.
Las hembras viven aproximadamente de 4 a 5 meses sobre los borregos; después
del nacimiento del adulto en un periodo de 3 a 4 días copula y hay una gestión de
10 a 12 días para iniciar la postura; cada hembra pone entre 10 y 15 huevos.
Melophagus ovinus. Basado en Evans (1950) y De Vos et al. (1991).

PATOGENIA
Por otra parte las heces de Melophagus tiñen la lana, dificultando su limpieza. La
acción indirecta de la falsa garrapata es transmitir el Trypanosoma melophagium,
situación que ocurre cuando el borrego se muerde la lana, destruye a algunos
melófagos y tripanosomas que se encuentran en el tracto digestivo penetran por
mucosa oral.

SIGNOS
Algunos de los signos por infestación son prurito, pérdida de peso, estrés, anemia,
irritación y pérdida de lana; son daño en la piel, formación de eritemas, vesículas,
costras e inflamación.

LESIONES
El parásito adulto ejerce una acción traumática al picar la piel de su huésped y una
acción expoliatriz hematófaga. En las infestaciones fuertes son responsables de
cierto grado de anemia. La picadura y sus movimientos sobre la piel causan
intensa irritación que obliga al ovino a morderse en diferentes sitios del cuerpo,
dañando la lana.

DIAGNÓSTICO
Se establece mediante el examen cuidadoso de diferentes porciones de la lana de
los ovinos, dado su tamaño y su forma resulta sencilla su identificación
morfológica de los adultos o de las larvas y de las pupas.
TRATAMIENTO
Los tratamientos clásicos consisten en la aplicación directa o externa (baños de
inmersión o aspersión) de quimioterápicos insecticidas / acaricidas, los que deben
permanecer sobre la piel y vellón para entrar en contacto con el parásito. El vellón
del ovino tiene como característica que es absorbente y su contenido graso retiene
los insecticidas, esto permite que una variedad de compuestos, desde
organofosforados (diazinón, coumaphos, triclorfón), hasta piretroides sintéticos
(decametrina, cialotrina, flumetrina, alfametrina y cipermetrina), tengan efectos
notables en el control de la mayoría de las ectoparasitosis que afectan los
corrales, y que su tiempo de acción se incremente en ovinos con mucha lana.
Actualmente, por su fácil aplicación y su excelente efectividad, están muy
difundidos los medicamentos.

EPIDEMIOLOGÍA
Su prevalencia aumenta durante los meses fríos y disminuye durante los meses
calurosos. Hay una amplia variación en la susceptibilidad de los individuos; en
general, los ovinos jóvenes y los que están en malas condiciones físicas albergan
un mayor número de estos parásitos.
Sobre los ovinos, los melófagos evitan las regiones dorsales, situándose en las
regiones laterales desde el cuello hasta la grupa. En las épocas frías, los
melófagos se localizan en el vellón, cerca de la piel, mientras que con climas más
cálidos o con los animales agitados, por arreos, esquila u otros manejos, los
parásitos se localizan en la superficie del vellón (Tetley, 1958), momento en que
pueden pasar a otro animal o caer al piso.
La supervivencia fuera del huésped, dependiendo de las condiciones ambientales,
es entre 5 a 9 días (Olaechea, datos inéditos). Aunque estos estudios no
determinaron la capacidad de reinstalarse y reproducirse de nuevo en el huésped,
trabajos previos (Strickman et al. 1984) demostraron que en pequeños corrales
artificialmente infectados con melófagos, el 10% de ellos tuvo capacidad de
reinfestar otro ovino. Esto se considera altamente improbable en condiciones
extensivas de pastoreo, por lo que las reinfestaciones o rebrotes de las majadas,
se adjudican a tratamientos mal efectuados o a descuidos en el ingreso de
hacienda portadora de parásitos, dado que al igual que la Phthiriasis y la sarna, el
contagio es fundamentalmente directo (Nelson 1958).
La incidencia estacional, así como el grado de infestación están determinados por
el manejo, las condiciones climáticas y el estado del huésped (nutricional y
fisiológico), habiendo evidencias de resistencia adquirida (Nelson y Bainborough,
1963; Nelson y Kozub, 1980). Las categorías más susceptibles son los corderos
borregos y las ovejas preñadas (Pfadt, 1976; Olaechea y Corley, 2003). En
majadas patagónicas con el 70% de las ovejas parasitadas, se observó al destete
el 100% de los corderos afectados con hasta el doble de carga que sus madres
(Olaechea et al. 2005, 2006).
La esquila es la práctica de manejo que más afecta a las poblaciones parasitarias,
pues con el vellón se van la mayoría de las pupas y los adultos y muchos
melófagos que permanecen sobre el animal, caen de la escasa cobertura de lana,
cuando por las temperaturas de verano buscan regular su temperatura
refugiándose en las zonas más ventrales (con más sombra). Posteriormente,
entrado el otoño, las poblaciones empiezan a tener condiciones de vellón más
adecuadas y en invierno se produce la máxima expresión poblacional (MacLeod,
1948) que es evidente en la primavera con los primeros trabajos de esquila de
ojos o preparto. Observaciones realizadas en Chubut (Piñón, datos inéditos), así
como en Río Negro (Olaechea et al. 2006), confirman la estacionalidad de las
poblaciones parasitarias, así como que la evolución en las majadas es menor al
potencial biótico del melófago debido a las limitantes nombradas de esquila, clima
y condición del huésped.

CONTROL
Uno de los controles más notables lo establece la esquila, su efectividad
dependerá del manejo de los animales, si entran muy agitados se pierden más
parásitos (hasta el 97%) ya que estos se alejan de la piel generadora de calor
hacia la superficie del vellón y la tijera de esquila separa el vellón con gran
cantidad de parásitos. Si el manejo es más “tranquilo”, y el ovino no se agita o la
esquila se hace en un ambiento frío, quedan más parásitos sobre el animal (se
pierde hasta el 34 % de los melófagos con el vellón) pués al no incrementarse la
temperatura corporal, estos quedan cercanos a la piel y la tijera corta por encima
de muchos de ellos. De todas maneras, en cualquiera de los casos, cuando se
realiza una esquila prolija, no quedan pupas sobre el animal (Pfadt, 1976;
Olaechea y Corley, 2003). Esto genera una buena oportunidad de control
postesquila inmediata, ya que la población parasitaria a tratar con melofaguicida,
es sensible a los químicos, sin estadios pupales. Si la esquila es preparto, hay que
tener en consideración que el producto utilizado debe eliminar todos los melófagos
antes que nazca el primer cordero, de otra manera, ese cordero será el reservorio
y continuador de la infestación en la majada (Small, 2005).

Otro de los momentos interesantes para el control parasitario, es el previo al


servicio, pues ya se han vendido los corderos, se efectuaron los refugos de
animales viejos o indeseables y solo quedan en el establecimiento los animales
que pasaran el invierno; si los animales son curados, llegaran a la esquila
siguiente sin indicios de la parasitosis.
Los tratamientos incluyen varios métodos de aplicación con productos que han
demostrado buena efectividad contra melófagos (Tabla 2). Los tratamientos
clásicos consisten en la aplicación directa o externa (baños de inmersión o
aspersión) de quimioterápicos insecticidas/ acaricidas, los que deben permanecer
sobre la piel y vellón para entrar en contacto con el parásito. El vellón del ovino
tiene como característica que es absorbente y su contenido graso retiene los
insecticidas (Sinclair, 1977), esto permite que una variedad de compuestos, desde
organofosforados (diazinón), hasta piretroides sintéticos (decametrina, cialotrina,
flumetrina, alfametrina y cipermetrina), tengan efectos notables en el control de la
mayoría de las ectoparasitosis que afectan las majadas (Bates 1999, Mehlhorn et
al. 2001) y que su tiempo de acción se incremente en ovinos con mucha lana
(Carballo y Fernandez, 2002). En estos casos el periodo de restricción establecido
entre tratamiento y faena es insuficiente y debería extenderse a 10 semanas, por
lo menos para el diazinon, en la región Patagónica (Olaechea et al. 1985).
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

 PARASITOLOGIA – Héctor Quiroz Romero 1990, EDITORIAL LIMUSA,


S.A. de C.V. Balderas 95, Primer Piso, 06040, México, D.F.

 http://www.produccion-
animal.com.ar/sanidad_intoxicaciones_metabolicos/parasitarias/parasitarias
_ovinos/05-phthiriasis.pdf

 http://cybertesis.uach.cl/tesis/uach/2010/fvv855d/doc/fvv855d.pdf

También podría gustarte