Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Literatura Realismo y Naturalismo
Literatura Realismo y Naturalismo
El Realismo es una corriente estética de las artes que se da en toda Europa en la segunda mitad
del siglo XIX y que tiende a la representación de lo real y lo concreto, evitando cualquier
tratamiento idealizador o subjetivo. Si el Romanticismo buscaba la fuente de inspiración en el
mundo interior (intimismo, subjetividad, sentimentalismo, evasión...), el Realismo intenta reflejar la
realidad externa de forma objetiva y despersonalizada por medio de la observación y la
documentación. Para ello utiliza como género principal la novela.
Para el triunfo del Realismo tienen importancia fundamental las transformaciones sociales
que se van produciendo a lo largo del siglo XIX y que traen como consecuencia el ascenso de la
burguesía, que se confirma como clase dominante. La novela realista está vinculada a un público
burgués, cansado del sentimentalismo y del idealismo romántico, demanda temas más cercanos a
su entorno inmediato y personajes con los que pueda identificarse. Los héroes apasionados e
idealistas de la literatura romántica son sustituidos por personajes comunes, de clase media que
viven conflictos propios de su época y con los que el lector se identifica.
El proletariado, clase social que surge con las revoluciones industriales, aparece
esporádicamente; será la novela naturalista la que dé protagonismo a personajes de la clase
obrera y refleje las situaciones de injusticia en las que vive.
Desde el punto de vista literario, las características del Realismo son las siguientes:
Se intenta reflejar la realidad con exactitud y objetividad imitando el método científico. Para ello se
fundamenta en la observación Los novelistas se documentan sobre el terreno, tomando
minuciosos apuntes sobre el ambiente, las gentes , la indumentaria...Las narraciones no buscan ni
lugares ni tiempos lejanos, sino que abren una ventana al tiempo contemporáneo del escritor. La
descripción detallada es un instrumento fundamental que posee el autor para crear ambientes,
lugares y costumbres determinados, acordes con el individuo.
La novela debe ser verosímil, debe tener apariencia de verdadera. La fidelidad descriptiva se
ejerce en dos direcciones: los ambientes y la psicología de los caracteres.
Los personajes pueden reflejar un grupo social o atender a una intención marcadamente
individualista. En ocasiones aparecen personajes tipo, aunque no son excepcionales. Predominan
los que pertenecen a la burguesía.
El narrador es omnisciente. Conoce todo lo que acontece y puede penetrar en la mente de los
personajes. Intenta ser aséptico y no mostrar ninguna inclinación por unos u otros personajes; a
veces, el autor adopta una actitud de “cronista” y tiende a desaparecer- pero, en otras ocasiones
realiza comentarios que tratan de influir en la opinión del lector.
El lenguaje es una herramienta para narrar. No importa tanto la belleza poética como las acciones
que se cuentan. Se trata de un lenguaje denotativo, con una profunda carga de objetividad y
precisión. Con la descripción detallista del Realismo aparecen dialectos, registros, jergas,
pronunciaciones y modismos propios de diversos lugares, tipos y estratos sociales. Se pone
empeño en adaptar el lenguaje a la índole de los personajes.
Se descubren lacras de la sociedad con una actitud crítica, que responderá en cada caso a la
orientación ideológica del autor. Renace la idea de un “arte útil”: la novela debe contribuir a la
reforma o al cambio de la sociedad, en un sentido o en otro.
El Naturalismo.
Surge como una evolución del Realismo al abrigo de las teorías filosóficas y científicas
revolucionarias de la época. El positivismo de Auguste Comte y el determinismo de Darwin llevan
a que Émile Zola incluya en sus novelas la idea de que los personajes están atrapados por el
medio en el que nacen y crecen. La naturaleza y sus condicionantes genéticos lo van a colocar en
una posición prácticamente inamovible marcada por un hado fatal que recuerda al de los héroes
clásicos. El Naturalismo expone las miserias humanas, dibujando las penurias de las clases más
desfavorecidas en las que brotan los instintos más básicos y primitivos del ser humano. Muchas
veces la narrativa naturalista se transmite mediante las novelas de tesis: se denuncia una
sociedad corrupta, el escritor mira con desencanto el momento en que vive y se culpa a las
instituciones más reaccionarias como la Iglesia y el ejército.
Las circunstancias sociales restringen las opciones del hombre para orientar su vida,
añadiéndose a sus condicionamientos biológicos.
La novela es cientifista. Más que entretener pretende enseñar siguiendo un método científico
basado en la observación, la objetividad y la precisión. El novelista debe experimentar con los
personajes, situándolos en determinadas situaciones y comprobando cómo sus actos se explican
por la influencia de la herencia y de las circunstancias. Influencia de la ciencia experimental de
Claude Bernard : el novelista debe actuar como un médico con sus pacientes o un biólogo con sus
cobayas.
El lenguaje se ve privado de toda su carga poética. Se hace más precisa la reproducción del
lenguaje hablado
Los realistas franceses.
La nueva estética literaria se manifestó en todos los géneros, pero fue en la novela en el que
alcanzó unas cotas más altas. El tránsito entre el Romanticismo y el nuevo movimiento no se
produce de una forma brusca, sino gradual, a través de unos autores y obras que están a caballo
entre Romanticismo y Realismo.
Podemos decir que el movimiento realista surge en Francia con la aparición del novelista
Stendhal, que escribió sus novelas basándose en el análisis psicológico de los personajes y en la
práctica de la observación. Según Stendhal, la novela debe ser "como un espejo colocado a lo
largo del camino". Stendhal es un novelista que todavía está a caballo entre Romanticismo y
Realismo: muchos de sus personajes y ambientes son románticos, pero su técnica es ya
puramente realista: la descripción fiel de la realidad circundante. Aunque podamos considerar a
Stendhal ya como un autor realista, los verdaderos iniciadores del género fueron los novelistas
Balzac y Flaubert
Stendhal (1783-1842)
Bajo este pseudónimo se esconde Henri-Marie Beyle, francés enamorado de Italia que destaca
especialmente por dos de sus obras: Rojo y negro y La cartuja de Parma. Nacido en Grenoble,
abandona su ciudad para instalarse en París, pero en lugar de permanecer allí se enrola en los
ejércitos napoleónicos y con ellos recorre Europa. Finalizado el Imperio, vuelve a la capital gala
movido por sus ansias literarias, pero una vez más sucumbe a su ser nómada: ejerce como cónsul
en varios países del continente. Solo vuelve a París para morir. Personaje casi teatral,
enamoradizo y rodeado de múltiples amantes, emplea numerosos pseudónimos pero sin duda el
que más fama le reporta será el de Stendhal. Intentando una revolución romántica acaba
escribiendo novelas realistas.
Las influencias rousseaunianas se revelan en la actitud de Tolstoi: autor optimista y vitalista, cree
que el ser humano puede transformar el mundo mediante la bondad natural, buscando la forma de
acercarse a la naturaleza y vivir conforme a los dictados de esta.
Fiodor Mijáilovich Dostoyevski. (1821-1881)
Sus andanzas juveniles están marcadas por un hecho excepcional: sus encuentros con grupos
socialistas considerados enemigos del régimen zarista lo llevan a ser condenado a muerte;
minutos antes de la ejecución, la pena es conmutada por trabajos forzados en Siberia. Tras este
exilio es enviado como soldado a Mongolia y solo puede regresar a Rusia con su esposa en 1859.
Viaja por Europa y regresa definitivamente a su país en 1873.
Entre sus obras destacan: El jugador (1866), reflejo de la gran afición de Dostoievski por los
juegos de azar, Crimen y castigo (1866-1867) y Los hermanos Karamázov (1879-1880).
Crimen y castigo es otro ejemplo de cómo los autores rusos muestran en sus novelas la
preocupación por temas morales y filosóficos. En este caso se trata de revelar cómo el crimen,
sea cual sea su origen y finalidad, aun cuando se persiga el bien, es un atentado contra las
normas morales del ser humano y conlleva como penitencia la pesadumbre del alma y la mente.
En cierto modo, el autor critica al hombre revolucionario de su época.
En Los hermanos Karamázov, recupera la figura de su propio padre, una persona alcohólica y
despótica que tiraniza a sus hijos. Del mismo modo la novela presenta la confrontación de Fiodor
Karamázov con sus cuatro hijos, uno de los cuales acaba asesinándolo. Es el dilema entre el bien
y el mal, la idea de moral y de libertad, y el sufrimiento como camino hacia la salvación.
El realismo en Inglaterra.
El movimiento literario del Realismo coincide con lo que en el ámbito anglosajón se denomina Era
Victoriana. Los autores de esta época están íntimamente implicados en los acontecimientos
contemporáneos. La sociedad industrial crea numerosos conflictos sociales y políticos en los que
se ven involucrados de manera personal numerosos escritores. Las nuevas teorías científicas de
Darwin revolucionan la manera de pensar la religión, la moral y la concepción de la naturaleza y
del mundo. Ligadas a las condiciones de los obreros surgen las teorías del alemán Karl Marx que
obtienen numerosos seguidores en la industrializadísima Gran Bretaña. También es la etapa de un
arraigado puritanismo religioso que defiende las posturas más conservadoras en lo moral y ético.
Además de Thomas Carlyle , John Ruskin (1819-1900) y Matthew Arnold (1822-1888),
destacamos a:
Charles Dickens. (1812-1870)
Constituye uno de esos autores que crea su propio mundo, donde los personajes se mueven con
una vitalidad, leyes, y atmósfera propias. En sus novelas refleja su profunda implicación en la
causa de la pobreza y la injusticia en que viven determinadas clases sociales inglesas. El crimen y
las situaciones de desigualdad parece que no pueden ser mejoradas mediante los movimientos
reformistas o los cambios legislativos, dichas modificaciones semejan proceder solo del impulso
individual, una especie de retorno a la picaresca hispánica donde la salvación del héroe está solo
en su capacidad de supervivencia.
Dickens tiene que trabajar desde muy joven debido a la precaria situación económica de su
familia. Su primer éxito literario le llega con Las aventuras de Pickwick. Realiza numerosos viajes
y se casa; tras su separación sufre un aparatoso accidente que lo deja parcialmente inválido. Sus
tres grandes novelas son : Oliver Twist (1837-1839), David Copperfield(1849-1850) y Grandes
esperanzas (1860-1861).
Oliver Twist nos narra la historia de un huérfano que tras pasar por innumerables penurias logra
realizarse como persona. Esta novela es un cuadro perfecto de la sociedad victoriana, donde se
ensalzan las virtudes de la vida rural frente a la urbana, esta última dominada por la prostitución,
el crimen, la delincuencia y la marginación.
David Copperfield describe la precaria situación de los niños en Inglaterra donde el protagonista
logra superar la terrible experiencia de los internados para construirse un futuro como escritor.
En Grandes esperanzas el protagonista también es un huérfano educado por su hermana. Un
golpe afortunado en la vida permite al protagonista, Pip, recibir una esmerada educación y heredar
una inmensa fortuna. Reniega de su anterior posición y de sus antiguos amigos para conquistar a
su antes inalcanzable dama. Cuando descubre quién ha sido el que ha propiciado ese cambio de
rumbo en su vida, sus ilusiones y esperanzas se diluyen regresando a su casa más maduro.
Literatura española
Los máximos exponentes de la novela realista española son Benito Pérez Galdós (Fortunata y
Jacinta, Los episodios nacionales…) y Leopoldo Alas Clarín (La Regenta). Este último, junto a
Vicente Blasco Ibáñez, participa de rasgos del Naturalismo.
Literatura norteamericana
Cuando la novela se instala en los Estados Unidos este es un país aún en fase de construcción, la
inmensidad de sus paisajes invita más a la descripción que la narración de historias con
protagonistas bien definidos. La novela de carácter europeo no se adapta bien a la realidad de lo
norteamericano, por ello las narraciones serán menos sociales que las europeas y más dedicadas
a lo trascendental que a la observación de la realidad contemporánea.