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Contenido
INTRODUCCIÓN .......................................................................................................................... 3
“El tráfico de mujeres: Notas sobre la “economía política" del sexo*” ........................................... 4
PARENTESCO (SOBRE EL PAPEL QUE DESEMPEÑA LA SEXUALIDAD EN LA TRANSICION DEL
MONO Al "HOMBRE") ..................................................................................................................... 6
“VIL Y PRECIOSA MERCANCÍA”: MONIQUE WITTIG ........................................................................ 6
EL PSICOANÁLISIS y SUS MALESTARES ............................................................................................ 7
“PAPÁ, PAPÁ, BASTARDO, ME CANSÉ” - SYLVIA PLATH ............................................................ 8
La economía política del sexo ............................................................................................................ 9
CONCLUSIONES ......................................................................................................................... 10
BIBLIOGRAFÍA............................................................................................................................ 11
INTRODUCCIÓN
Gayle Rubín nos muestra en el ensayo “El tráfico de mujeres: Notas sobre la
economía política del sexo”, la historia y la veracidad de cómo la mujer ha sido
objeto de desprecios, sexismo, discriminaciones, etc., a lo largo de las 42 páginas,
se analizarán bajo las lentes de personalidades como son: Marx, Engels, Freud,
Jaques Lacan y Lévi-Strauss, donde ven a la mujer meramente como un ser que
debe ser por naturaleza “oprimida”, donde la idea del matrimonio funge solamente
para beneficios económicos y se realiza como un "intercambio de mujeres"; nos
relata Rubín que todo el corpus teórico escrito por esas personalidades como es el
Capital de Max, Engels en “El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado”,
Claude Lévi-Strauss con su obra “La familia”, los sistemas de parentesco están en
el intercambio de mujeres entre los hombres, implícitamente construye una teoría
de la opresión sexual. y Sigmund Freud con su psicoanálisis donde menciona los
complejos de Elektra y de Edipo. Considera que la domesticación de las mujeres,
es vista como un sistema de intercambio. La autora expresa su máxima: definir un
"sistema de sexo/género" donde regule, medie y estabilice el trato igualitario entre
el hombre y la mujer, es decir, eliminar el "patriarcado" y quitar el dominio masculino
sobre lo femenino.
Rubín analiza críticamente a diversos autores y nos muestra el camino a seguir en
el sistema de sexo/género.
En las siguientes páginas mostraré cómo desde una visión intercultural, la propuesta
de Gayle Rubín podría ser solucionado de una mejor manera, aplicando la Otredad
y la Alteridad entre hombres y mujeres. Siento y creo firmemente que como
interventores educativos podemos mostrarle a la sociedad que la mujer debe ser
vista de manera horizontal y no vertical, que debemos caminar uno al lado del Otro
y no “Ella” atrás de “Él”. Y como dice Ricardo Arjona, “…hubiese dado mi columna
vertebral por verlas andar”.
De manera personal, les invito a que lean las siguientes páginas…
Julio César López Santiago.
En propias palabras de la autora: “La Literatura sobre las mujeres -tanto feminista
como antifeminista- es una larga meditación sobre la cuestión de la naturaleza y
génesis de la opresión y la subordinación social de las mujeres”. (Rubín, s/a, p.1)
Nos explica Rubín que la opresión de las que sufren las mujeres proviene desde los
principios de la vida humana, de la sociedad primitiva en cuanto comenzó a asignar
los roles que debían cumplir cada sexo, de las asignaciones que se le daba a “ellas”
antes del capitalismo, es decir, en el feudalismo; la autora nos llevará de la mano
para que podamos comprender el por qué a nuestras culturas multiculturales
modernas se le complica aún definir una sociedad sexualmente igualitaria.
A mi opinión personal considero que ser mujer es difícil, ahora, ser mujer indígena
aun es más difícil, sufren de atropellos que nunca se darán a conocer porque son
“las sin voz”, las invisibles, pienso que nuestras autoridades deberían centrarse en
crear políticas públicas que volteen a ver a las mujeres afrodescendientes o
indígenas.
Rubín comienza explicando en su ensayo que las mujeres desde tiempos remotos
no han tenido la oportunidad de ser consideradas en la historia de la humanidad,
todas las batallas a pesar que ellas han estado ahí luchando hombro con hombro,
y que nada hubiera sido posible sin ellas, no se les había escrito sus nombres en
los anales de la historia, siendo considerado todo como historia del hombre y no de
la mujer.
La autora enseña que los personajes como Claude Lévi-Strauss y Sigmund Freud
escribieron y crearon teorías que hablan sobre la domesticación de las mujeres. Se
empieza a vislumbrar un aparato social sistemático que emplea mujeres como
materia prima y modela mujeres domesticadas como producto.
Podemos ver como la autora explica a Marx y el Capitalismo como una obra que no
tiene ningún interés en el sexo, la teoría marxista destaca el papel económico, y
sostiene que más que los símbolos, lo importante es considerar qué es lo que hacen
las mujeres y los hombres y dicho hacer se relaciona con la división sexual del
trabajo. Expone el cuestionamiento de una subordinación universal de las mujeres
por su ahistoricidad y no consideración de los efectos de la colonización y el
surgimiento del capitalismo. Esta corriente de pensamiento, parte de una revisión
de la obra de Engels y argumenta que el origen de la subordinación de las mujeres,
el matrimonio monogámico y el desarrollo de la familia, se hallan en relación directa
con el surgimiento de la propiedad privada. Plantea, además, la complementariedad
de los sexos y uno de sus principales aportes, reside en el descubrimiento de la
contribución económica femenina en todas las sociedades, el valor del acceso a los
recursos, las condiciones de trabajo y la distribución de los productos de él.
La construcción de una sociedad más igualitaria y menos sexista será tarea no solo
de Gayle Rubín (1986), quien propone una revisión crítica a través del sistema
sexo/género “como categoría para el análisis de los sistemas sociales y las distintas
relaciones que se desarrollan en su seno. Plantear como definición preliminar: “un
sistema sexo/género? es el conjunto de disposiciones por el que una sociedad
transforma la sexualidad biológica en productos de la actividad humana, y en el cual
se satisfacen ésas necesidades humanas transformadas.”
Las aportaciones de Engels al analizar la desigualdad basado en la familia, la
economía y el sexo. La teoría de Engels es de importancia crucial porque no sólo
destacó los determinantes económicos de las relaciones familiares y de género,
sino también reconoció el fenómeno de la propiedad sexual, es decir, la índole de
los controles sobre la sexualidad misma, que se asemeja a los de propiedad.
La autora escribe sobre Monique Wittig, quien enseña que las mujeres son
entregadas en matrimonio, tomadas en batalla, cambiadas por favores, enviadas
como tributo, intercambiadas, compradas y vendidas. Lejos de estar limitadas al
En mi opinión personal, considero que la autora Gayle Rubín analiza desde una
mirada profunda lo que es la opresión de la mujer, como lo expresa en sus propias
palabras: “En este ensayo he tratado de construir una teoría de la opresión de las mujeres
tomando conceptos de la antropología y del psicoanálisis, pero Lévi-Strauss y Freud
escriben dentro de una tradición intelectual producida por una cultura en que las mujeres
son oprimidas.” (Ibid., s/a, p. 29)
Personalmente, pienso que el movimiento feminista tiene que soñar con algo más
que la eliminación de la opresión de las mujeres: tiene que soñar con la eliminación
de las sexualidades y los papeles sexuales obligatorios.
“El sueño que me parece más atractivo es el de una sociedad andrógina y sin
género (aunque no sin sexo), en que la anatomía sexual no tenga ninguna
importancia para lo que uno es, lo que hace y con quién hace el amor.” (Ibid.,
s/a, p. 32)
un análisis de los sistemas de sexo/género visto y analizado por Gayle Rubín desde
las perspectivas teóricas de Marx, Engels, Freud, Jaques Lacan y Lévi-Strauss,
donde ven a la mujer meramente como un ser que debe ser por naturaleza
“oprimida”, donde la idea del matrimonio funge solamente para beneficios
económicos y se realiza como un "intercambio de mujeres"; por todos estos males
que han sufrido las mujeres a lo largo de la historia, Rubín expresa su utopía de un
mundo sin género, opino que no es necesario desaparecer los géneros, al contrario,
la diversidad es riqueza, como sucede en el Istmo de Tehuantepec, Oaxaca,
México, donde se considera a la población homosexual como un “tercer género”,
por lo tanto, de manera personal considero que, para dejar de ver a la mujer como
mercancía, objeto sexual, carne, producto, etc., debemos de adoptar la ideología
de un género intercultural, donde no existen seres superiores, donde el hombre no
será el macho opresor, el ser dominante; sino, que todos, hombres y mujeres cual
sea su preferencia sexual, debemos de mirarnos con equidad, como seres “iguales”
el uno al otro desde la alteridad y la otredad.
Considero que nosotros hemos estado permitiendo que esas ideas arcaicas donde
la mujer vale menos que el hombre sigan floreciendo aun en nuestros días, donde
la aldea global ya está presente. Desde mi punto de vista y como estudiante y futuro
interventor, aplicaría las ideas de autores como Berlanga que invita ya no a
intervenir en la manera tradicional sino como un trato, como un proceso donde
ambos nos complementamos y necesitamos. Considero que la visión intercultural
ayudaría a minimizar los efectos negativos de los errores que hemos cometido
contra las mujeres.
CONCLUSIONES
Aplaudo a las jovencitas estudiantes de los subsistemas COBAO por alzar la voz y
denunciar los acosos sexuales a los que han sido sometidas por muchos años, veo
que las sin voz ya están siendo escuchadas y eso es un paso a un mundo de libertad
para nuestras mujeres del Istmo de Tehuantepec, Oax.
Concluyo que todos, hombres y mujeres, cual sea nuestra preferencia sexual,
debemos de mirarnos con equidad, como seres “iguales” el uno al otro desde la
alteridad y la otredad.
Por último, una revolución feminista completa no liberaría solamente a las mujeres:
liberaría formas de expresión sexual, y liberaría a la personalidad humana del
chaleco de fuerza del género.
BIBLIOGRAFÍA
Rubín, G. (s/a), El tráfico de mujeres: Notas sobre la “economía política" del sexo.
Pp. 42