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R.A.McWilliams
Traducido por:
Asunción González del Yerro
Universidad Autónoma de Madrid
En lugar de ser, como las entrevistas tradicionales IFSP o IEP, en las que los
profesionales presentan, habitualmente, los informes de evaluación, la IRB empieza con
un informe familiar sobre sus rutinas.
El entrevistador repasa los ítems subrayados para refrescar la memoria de los padres,
enseñándoles el papel en el que están escritos.
El entrevistador debe estar preparado para recordar a los padres las áreas de
preocupación, sin presionar (ej., “Mencionaste que no acepta los chips en el desayuno,
¿es esto algo que te gustaría tratar?” El entrevistador deberá animarlos especialmente a
tener en cuenta sus necesidades (ej., tratar con los doctores, pasar tiempo solo, pasar
tiempo con la pareja). Muchos padres sitúan sus propias necesidades detrás de las del
niño. Desde la perspectiva del sistema familiar estas distinciones son más bien
académicas.
La lista de “resultados” debería ser lo más parecida posible a la forma en la que los
padres la enunciaron. Éste no es el momento apropiado para preocuparse por ajustarte al
formato propio del IFSP o IEP.
Con esto concluye la entrevista. El siguiente paso es redactar los resultados y explorar
las estrategias con el resto del equipo. Sólo cuando la lista haya sido revisada podrán los
miembros del equipo, incluyendo a los padres, discutir los servicios necesarios.
La entrevista basada en rutinas sustituye la discusión sobre los ítems que acierta o no pasa en los
tests como base para decidir las prioridades de intervención. O reemplaza la cuestión indefinida,
“¿En qué te gustaría que trabajáramos?”, de la que se obtiene también una respuesta vaga.
Las familias que están acostumbradas al método basado en los tests o a tratar temas de carácter
general, se sorprenderán con la IBR. Más sorprendente incluso puede ser empezar a preguntar
sobre temas familiares que parecen estar sólo tangencialmente relacionados con el “cliente
identificado”.
Por otra parte, un padre al que entrevisté identificó lo que más le gustaba de la IBR “No quiero
que toda mi vida esté centrada sólo en uno de mis niños, por eso me encantó que me preguntara
que estaba haciendo la otra hermana también”.
“Para diseñar un plan para ayudaros a vosotros y al niño, me gustaría preguntaros sobre vuestra
vida diaria. Hablar sobre ello, os permitirá encontraros en la posición adecuada para determinar
lo que es más importante en vuestra familia, incluyendo al niño. Si nos centramos en lo que
ocurre en el día a día, podemos ajustar nuestras sugerencias en lo que ya estáis haciendo
realmente”.
Cuántos profesionales de Atención Temprana son necesarios para…?
Durante la intervención basada en rutinas pasan muchas cosas. Alguien entrevista a los
cuidadores, alguien toma notas, alguien entretiene a los hermanos, alguien pasea al perro….
Entonces cuántos profesionales se necesitan para realizar una IBR?
Es una buena idea tener a dos profesionales en la IBR, uno se centra en hacer las preguntas y el
otro en hacer lo que haga falta. Generalmente, esto va a ser tomar notas, pero si surge otra cosa
que tenga que hacer, entonces el entrevistador tomará las notas.
Si el niño pasa muchas horas en una guardería, la persona que lo atiende tiene la oportunidad de
tener un impacto significativo sobre el desarrollo del niño. Por ello, esa persona debe
proporcionar información y participar en la intervención.
Idealmente, los cuidadores del niño deberían estar presentes en la entrevista basada en las rutinas
y deberían ser entrevistados sobre las rutinas del aula después de que la familia haya hablado
sobre las rutinas del hogar. Como muchos cuidadores no pueden abandonar sus clases para asistir
a estos encuentros, se deben realizar algunos ajustes.