Discurso Jorge Eliecer Gaitán

En el actual contexto producto de esta pandemia, nos han limitado la libertad de locomoción,
economía, calidad de vida, y otros derechos que se han visto afectados so pretexto de salvaguardar la
vida y la salud pública, lo que conlleva necesariamente a un estado de desequilibrio, y no hay nada tan
caótico en la crisis como el efecto no solo aquel que tiene en nuestras mentes sino que tiene en nuestros
cuerpos, en los otros y más cuando esos otros tienen el poder para limitarlo, sin embargo como
individuos es pertinente recordar aquella frase “quien no sabe lo que busca no entiende lo que encuentra”
…. y en ello la búsqueda en una crisis requiere de manera infalible una voluntad que tenga claridad
sobre el objetivo, comprender lo que busca, la superación de los limites interpuestos por la misma crisis,
de esta manera revaluar nuestros criterios y trazar nuevos objetivos que conlleven a mejores resultados.

La problemática presente lleva inevitablemente a mirar sabiamente el pasado y al surgimiento de un

líder que marcó la historia, que es el caso de Jorge Eliécer Gaitán, situarnos en 1920, en un contexto de
crisis de la primera posguerra cuando este personaje era un estudiante que preparaba su tesis de grado en
la cual manifestaba ideas socialista que tenían como objetivo eliminar la miseria social, implementa
conceptos en su momento novedosos como democracia, oligarquía, libertad e injusticia social, conceptos
que hoy pueden ser muy comunes pero que sin embargo aún después de tantos años sigue manifestando
a una Colombia dividida en dos países: el país ensimismado en su poder, y el país nacional que piensa en
su trabajo, en su salud, desatendido por el político.

Por lo anterior, quiero traer a colación la figura de Jorge Eliecer Gaitán, un líder que se destacó en un
momento coyuntural nos puede servir de modelo a seguir para construir nuestro proyecto de vida como
estudiantes y es a través de la Universidad Libre donde encontramos los medios para lograrlo.

Gaitán en ejercicio de los principios sociales comprometido por razones humanísticas, éticas, ideológicas
y estrictamente democráticas, haciendo un llamado a la unión de toda una nación, ante la realidad
evidente de separación de la política nacional que se encuentran desligadas las necesidades sociales
yendo en contra del fundamento real del estado que es el servicio de la sociedad, por lo cual luchaba.

Cómo bien lo decía: […] No somos enemigos de la riqueza sino de la pobreza. No aspiramos a la
destrucción sino a la construcción de un robusto poder económico de la nación, pero sabemos muy bien
que todo incremento por los medios individualistas actuales, no es el progreso de la nación que solo con
criterio colectivo podrá lograrse […]

Para Gaitán, el país nacional tiene una gran voluntad de progreso, mientras que el país político es
conformista y no aspira a un cambio sino al mantenimiento de la situación para continuar disfrutando de
sus privilegios. De otra parte, el país nacional está lleno de deseos, de esperanza, de confianza o fe en
que algún día podrá satisfacer sus necesidades, al tiempo que el país político no goza de ese mismo
deseo, movido por las ambiciones personales, exclusivamente particulares.

Tal contraposición —dirá él en su análisis sociológico— surge del contraste “entre lo que podríamos
realizar y lo que estamos haciendo”, siendo el país político el principal culpable de la pobreza, de la
miseria que azota a la gran mayoría del país, por estar entregado a la burocracia, la corrupción, al
clientelismo y demás, en medio de su desinterés por los asuntos sociales que se traduce en la no
realización de las obras requeridas por el pueblo para su desarrollo. ¿En qué posición estamos nosotros?
¿Dónde nos situamos? ¿Qué podríamos realizar y que estamos haciendo?

Manifiesto lo dicho por Gaitán en su momento en aras de tener en cuenta la realidad política en la cual
vivimos, existimos y así mismo buscar soluciones, no se trata de buscar culpables y cruzarnos de brazos,
sino de que manera a través de mi educación mejoro mi calidad de vida, pero sólo con la finalidad de
servir a la sociedad e influenciar en ella para mejoría de toda una nación porque la respuesta siempre
será la educación.