¿Se siente representado por la gestión actual?

La crisis política que vive nuestro país es necesaria, los órganos e instituciones “autónomas” del
Estado fueron cooptados con el tiempo desde el inicio de la “era democrática”, en la actual
coyuntura, quienes se han infiltrado a través de cargos públicos y se han beneficiado por medio de
acuerdos y negociaciones a través de contratos con los distintos gobiernos de turno, tienen miedo.
El ver tan cerca la amenaza de perder la mina de riqueza que perpetua las condiciones de
desigualdad en un Estado aun con rasgos colonialistas es preocupante para ellos, no cabe duda
que, estos actores se arriesgan a no perder lo que les mantiene activos, el objetivo de todo intento
que transgredir la democracia es, no ceder el mando a quienes no sean parte del grupo de poder.

Guatemala históricamente se articuló de una manera compleja, en la modernidad, vemos figuras

representativas cuyos inicios se cimentaron desde la colonia hasta lo que conocemos del Siglo XXI.
La estructura social, política, económica y religiosa a pasando por el legado “criollista”, la
intencionalidad de “asimilación” o “ladinización” a través del liberalismo, la mentalidad de
“exterminio” desde la máxima expresión del racismo en Siglo XX y actualmente la indiferencia
social a través de la desarticulación de su tejido, nuestro tejido.

La ciudadanía se construye a través de las personas y el reconocimiento de sus derechos, muchas

luchas se han presentado para llegar a ser reconocidos como sujetos de derechos, esa doble lucha,
la realizaron nuestras antecesoras también, gracias a esas movilizaciones, manifestaciones,
exigencias y organización tenemos código de trabajo, tenemos IGSS, tenemos educación pública,
tenemos derecho a voto, tenemos participación política.

A pesar que muchos de los logros sociales reconocidos, tenemos que ser conscientes que estos no
bastan y que estos no son realmente incluyentes. Es por ello que la interrogante que expongo es
¿Cuál es nuestro papel ante la crisis actual?

Nuestro papel es hacer valer los logros plasmados a través de la Constitución Política de la
República de Guatemala; exigir que se cumplan los convenios y Acuerdos internacionales suscritos
por nuestro país para el resguarde, desarrollo y respeto de los derechos humanos principalmente;
es ir perfeccionando esta joven “democracia” la cual a través de estos puntos de inflexión nos
muestra las vulnerabilidades que presenta y los abusos a los cuales ha sido expuesta.

Nuestro momento como ciudadanas y ciudadanos, es ahora y en las calles. Necesitamos alzar la
voz sin llegar a la violencia. Necesitamos manifestar sin alterar los ánimos de manera innecesaria.

Los 48 cantones nos han dado un ejemplo de ciudadanía un ejemplo de conciencia social, un
ejemplo de búsqueda del bien común. Se han sumado otros sectores rurales y urbanos que ven en
la coyuntura lo mismo que se trata de plasmar a través de esta columna de opinión.

No olvidemos que somos “pueblo” y como “pueblo” debemos ser conscientes que la coyuntura
actual nos lleva a la necesidad de exigir una mejor gestión pública y un sector político probo. El
Estado es para todas y todos y el Gobierno debería ser el representante del “pueblo”, ¿Se siente
representado por la gestión actual?