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ARTICULO 32º.

- ALCANCES DE LA CALIFICACIÓN

El registrador calificará la legalidad de los títulos, para lo cual


deberá:
a) Confrontar la adecuación de los títulos con los asientos de
inscripción de la partida registral correspondiente y
complementariamente con los antecedentes registrales, sin
perjuicio de la legitimación de aquellos;
b) Verificar la validez y la naturaleza inscribible del acto o contrato
que, contenido en el título, constituye la causa directa e inmediata
de la inscripción;
c) Comprobar que el acto o derecho se ajusta a las disposiciones
legales sobre la materia y el cumplimiento de los requisitos
establecidos en dichas normas;
d) Verificar la competencia del funcionario administrativo o notario
que autorice o certifique el titulo;
e) Verificar la capacidad de los otorgantes por lo que resulte del
título o de sus antecedentes registrales.

En los casos de resoluciones judiciales que ordenen una


inscripción, la calificación se efectuará con respecto a su
adecuación con los antecedentes del Registro, la formalidad que
debe revestir, la competencia de la autoridad judicial
correspondiente, salvo los casos de competencia prorrogable, y la
naturaleza inscribible del respectivo acto o derecho. Asimismo, el
Registrador podrá exigir el cumplimiento de la inscripción de actos
previos que resulten indispensables para que se registre la
resolución judicial.

ANTECEDENTES
Articulo 150 del ARGRP
Articulo 32 del Anteproyec:9
Articulo 32 del Proyecto
Articulo 18 de la LH
Artículos Real 1018 y 107 ce RH
CONCORDANCIAS
Artículos 169 y 17 del IRPV
Numeral 4 de la Primera Disposición Complementaria del Decreto Supremo N
04.
95 JUS
Articulo 18 de la Resolución N 004.98 SUNARP
Artículos 35, 38, y 58* de RRPU
Artículos V del TP. 8, 9, 10, 11 y 31 de NAGRP
Artículos 3, 4, 15' 43', 52 y 1:3' del RRS
Artículos 2011, 20:9, 2021 2025 2027 2030 2036 2039 2041, 20451 del CC

Comentario
1.- Este articulo complementa lo dispuesto en el artículo anterior, pues no
sólo señala los alcances de la calificación registral, sino precisa que la
calificación está referida al examen de legalidad de los títulos.
El examen o control de legalidad de los títulos, conforme ya se señaló al
comentar el principio de legalidad, tiene dos aspectos: legalidad interna y
legalidad externa, la legalidad interna, referida a determinar qué es lo que el
Registrador está autorizado a calificar de acuerdo al ordenamiento legal
vigente.
Esto es, los alcances de la función calificadora, que es precisamente lo que se
encuentra regulado en el artículo bajo comentario, haciendo distinción entre
los títulos provenientes de sede notarial o administrativa y, entre los
provenientes ce sede judicial. En este sentido, en los literales a), b), c), d) y e)
se encuentran delimitados aquellos aspectos que corresponden ser
examinados por el Registrador en el primer caso; y, en el último párrafo del
artículo, se encuentran regulados los alcances de la calificación de títulos
judiciales.
2. El literal a) de la norma bajo comentario, establece como deber del
registrador. confrontar la adecuación de los títulos con los asientos de
inscripción ce la partida registral correspondiente, relevando el carácter
complementario de la confrontación con los antecedentes registrales, pues se
precisa que esta última es sin perjuicio de la legitimación de los asientos
registrales.

Al respecto, cabe señalar como antecedentes de la norma contenida en el


literal bajo comentario, el artículo 1515 del ARGRP, el mismo que prescribe:
"La calificación se efectuará teniendo en consideración los asientos
preexistentes que pudieran haberse extendido (...)" y el literal a) del artículo 32
del anteproyecto, el que tiene una redacción similar a la del texto aprobado,
con la única diferencia que no contiene la frase final: "sin perjuicio de la
legitimación de aquellos", que fue incorporada por la Comisión Revisora. El
texto del Anteproyecto era el siguiente: "Confrontar la adecuación de los títulos
con los asientos de inscripción de la partida registral correspondiente y
complementariamente con los antecedentes registrales".
Como puede apreciarse, la norma contenida en el literal aludido, ha ido
evolucionando desde la sola alusión a los asientos preexistentes, hasta la pre-
cisión en el sentido de que también se podrá confrontar con los antecedentes
registrales, pero únicamente de manera complementaria, y siempre que tal
confrontación no perjudique la legitimación de los asientos registrales.
Consideramos que esta última precisión era necesaria, en razón de que solía
ocurrir que algunos Registradores al examinar un título y confrontarlo con sus
antecedentes, en aplicación del artículo 2011 del Código Civil, hacían
prevalecer lo dispuesto en los antecedentes aun en contra del contenido de los
asientos registrales, situación anómala que se pretende corregir con la
regulación actual, pues la confrontación con los antecedentes debe servir para
complementar la información contenida en el asiento o para ayudar a aclarar un
asiente eventualmente dudoso, pero nunca para ir en sentido contrario al
asiento registral. Para que no quepa la menor duda de esto último es que fue
incorporado por la Comisión Revisora la precisión de que la confrontación
complementaria con los antecedentes registrales es sin perjuicio de la
legitimación registral. Consecuentemente, la eficacia legitimadora del asiento
registral no puede ser perjudicada por el título archivado correspondiente, en
tanto no se produzca la rectificación del asiento, si la misma fuese posible, de
acuerdo con las disposiciones establecidas por el Título VI del NRGRP.
3.- El literal b) del artículo bajo comentario establece que el registrador
tiene el deber de verificar la validez y la naturaleza inscribible del acto o contra-
to, que constituye la causa directa o inmediata de la inscripción. De acuerdo
con esta norma, la calificación sólo alcanza a verificar la validez del acto o
contrato que constituye la causa directa o inmediata de la inscripción y, la
naturaleza inscribible de dicho acto o contrato.
La verificación de la validez del acto sólo comprende la evaluación de los
vicios de nulidad o anulabilidad que pudieran afectar al acto, encontrándose

fuera de los alcances de la facultad calificadora del registrador las causales


de rescisión, resolución u otros que pudieran afectar la eficacia del acto. En
este sentido, no puede el Registrador examinar--por ejemplo-si existe lesión
en una compraventa.
Otro aspecto que le está permitido evaluar al registrador es la naturaleza
inscribible o no del acto causal: esto es, la trascendencia registral 10 del acto
causal, para lo cual deberá atenerse a lo prescrito por el Código Civil, que
enumera los actos inscribibles en los diversos registros: el Reglamento de las
Inscripciones, el Reglamento del Registro de Sociedades, el Reglamento del
Registro de Propiedad Vehicular, y demás normas que establecen actos
inscribibles. En este sentido, está facultado a rechazar las solicitudes de
inscripción de actos que no tienen mérito inscriptorio, tales como las solicitudes
de inscripción de un embargo de acciones de una sociedad anónima, de
inscripción de contratos de mutuo sin garantía de ningún tipo, de inscripción de
actos referidos a la sola posesión, etc.
4.- El literal c) de la norma bajo comentario, señala tambien como deber
del Registrador, verificar que el acto o derecho se ajuste a las disposiciones
legales sobre la materia y al cumplimiento de los requisitos establecidos en las
mismas, ello no es otra cosa que la adecuación del acto inscribible a la
normativa vigente. En este sentido, el Registrador debe comprobar, por
ejemplo, el cumplimiento de los requisitos formales del documento en cuyo
mérito se solicita la inscripción, teniendo en cuenta las exigencias legalmente
establecidas.

5.- En el literal d), se hace alusión expresa a que el Registrador debe verificar
la competencia del funcionario administrativo o notario que autorice o
certifique el título. Este literal tiene como antecedente inmediato el literal d) del
artículo 32 del Anteproyecto.
En el caso del funcionario administrativo, debe tenerse en cuenta lo establecido
por el artículo 61.1 de la LPAG. que preceptúa que: "La competencia
de las entidades tiene su fuente en la Constitución y en la ley, y es
reglamentada por las normas administrativas que de aquellas se derivan".
Asimismo, la posibilidad de delegación de competencia establecida por el
artículo 67º de la misma LPAG. En este sentido, el Registrador deberá verificar
que la entidad pública que expide el acto administrativo materia de inscripción,
se encuentre legalmente autorizada para tal efecto, debiendo existir norma
expresa que le atribuya la facultad correspondiente. De igual modo, deberá
tener en cuenta la estructura orgánica de la entidad pública respectiva, a los
efectos de determinar cuál de sus órganos internos debe ejercer la
competencia legalmente establecida; para lo cual resulta conveniente tener en
cuenta la presunción de competencia desconcentrada establecida por el
artículo 62.1 de la LPAG. Concurrentemente, en caso de existir diversas
dependencias con competencias territoriales diferenciadas, deberá
considerarse dicha competencia. En este punto es pertinente recordar que si
bien el Registrador no podrá efectuar una revisión unilateral del contenido
mismo de la decisión adoptada por la autoridad administrativa competente, si
se encuentra obligado a verificar que las normas que se invocan en el acto
administrativo atribuyan al funcionario la competencia para dictarlo, lo que
constituye un requisito de validez del acto correspondiente, tal como reconoce
el inciso 1) del artículo 3 de la LPAG , precisando que debe ser "emitido por el
órgano facultado en razón de la materia, territorio, grado, tiempo o cuantía, a
través de la autoridad regularmente nominada al momento de dictado y en caso
de órganos colegiados, cumpliendo con los requisitos de sesión, quorum y
deliberación indispensables para su emisión".
En cuanto atañe al Notario, no debe confundirse su competencia con el
ámbito provincial del ejercicio de su función ni menos aún con la localización
distrital de su oficina, prevista en el artículo 4 de la Ley del Notariado. Así, por
ejemplo, un notario de la provincia de Lima, cuyo oficio Notarial se encuentra
localizado en el distrito de Lince, se encuentra autorizado a extender una
escritura de compraventa de un inmueble ubicado en Tacna, siendo la única
limitación que el proceso de extensión y formalización del instrumento público
debe efectuarse en la provincia de Lima. No es la ubicación del inmueble ni el
domicilio de la persona natural o jurídica los que determinan la competencia del
Notario, sino el hecho que la formalización del instrumento se efectúe en la
provincia en la cual ha sido nombrado como Notario. Obviamente, existen
excepciones, como la establecida en el artículo 6 del Reglamento de la Ley Ne
27157, aprobado por Decreto Supremo N° 008-2000-MTC, que establece la
competencia para el trámite de regularización de edificaciones, respecto al
Notario del Distrito Notarial donde se ubica el inmueble objeto de
regularización, norma ésta que debe interpretarse, concordada con el artículo
48 de la Ley del Notariado y el artículo 5 de la Ley N° 27333, como referida a la
competencia del Notario de la provincia donde se ubica el inmueble. Otro caso
es el establecido por el artículo 38 de la Ley N° 26662, que, respecto al asunto
no contencioso de sucesión intestada, exige que sea tramitada por el Notario
del lugar del último domicilio del causante, lo que equivale a establecer la
competencia del Notario de la provincia donde se ubicaba dicho último
domicilio. Concurrentemente, el Registrador deberá verificar que se encuentre
legalmente establecida la facultad que ejerce el Notario, puesto que este
carecerá de competencia para todo aquello que no encuentre expresamente
autorizado por la normativa vigente, como, p.ej., la tramitación de un divorcio o
la declaración de prescripción adquisitiva de bienes muebles, entre otros
muchos supuestos que son de competencia exclusiva del órgano jurisdiccional.
6.- En el literal e) se establece como deber del registrador, verificar la
capacidad de los otorgantes por lo que resulte del título o de sus antecedentes
registrales. La norma contenida en este literal, tiene como antecedente
inmediato el literal e) del artículo 32º del Anteproyecto, y también se encuentra
contenida en el primer párrafo del artículo 20110 del Código Civil.
Al respecto debe precisarse que, tal como se señala en la Exposición de
Motivos del Código Civil, la calificación de la capacidad de los otorgantes no
sólo debe circunscribirse a la capacidad de ejercicio para la realización de los
actos que se pretende inscribir, sino también a aspectos relacionados con el
estado civil, la nacionalidad, la condición de quebrado y otros factores que
puedan limitar la capacidad de las personas intervinientes en el acto materia
de inscripción. En este sentido, el Registrador debe verificar si en el Registro
correspondiente u otros a los que tiene acceso (Registro Personal), aparecen
inscritas la interdicción o quiebra u otras condiciones que afecten la capacidad
de ejercicio de dichas personas.
Obviamente, como quiera que nuestro sistema legal no exige la comparecencia
personal de los otorgantes ante el Registrador, éste deberá deducirla
en función a los documentos requeridos para extender la inscripción respectiva.
Así, por ejemplo, en el caso de las escrituras públicas, el Notario, conforme
al inciso h) del artículo 54 de la Ley del Notariado, deberá expresar la fe de
capacidad, libertad o conocimiento con que se obligan los comparecientes,
declaración que, en principio, no podrá ser cuestionada por el Registrador,
salvo que pueda ser desvirtuada por la existencia de una inscripción en sentido
contrario existente, p.ej., en el Registro Personal. Sin embargo, en otros
instrumentos, como en el caso de las copias certificadas, en las que no existe
comparecencia personal ante el Notario, el artículo 105 de la Ley del Notariado
expresa que el Notario no asume responsabilidad por el contenido del libro u
hojas sueltas, acto o documento, ni firma, identidad, capacidad o
representación de quienes aparecen suscribiéndolo. Por tal razón, tanto el
Notario o el Registrador, deberán presumir que quienes aparecen suscribiendo
el Acta correspondiente, se encuentran en capacidad para efectuar el acto en
ella contenido, salvo que se encuentre registrado algún acto que desvirtué
dicha presunción.
7.- Finalmente, el último párrafo del artículo bajo comentario, como ya lo
señalamos, establece los alcances de la calificación registral, respecto de
títulos provenientes de sede judicial. La norma contenida en dicho párrafo,
tiene como antecedente el último párrafo del artículo 32 del Anteproyecto. La
determinación de los aspectos sujetos a calificación tratándose de resoluciones
judiciales con mandato de inscripción es una respuesta al clamor que en el
ámbito registral se ha venido manifestando después de la modificación
efectuada al artículo 2011 del Código Civil, por la Primera Disposición
Modificatoria del Texto Único Ordenado del Código Procesal Civil, la que
incorpora un segundo párrafo a dicho artículo. Dicha modificación ha generado
una serie de controversias en torno a los alcances de la función calificadora del
Registrador en relación a títulos judiciales, además se suscitar enfrentamientos
entre registradores y jueces.
En efecto, se han presentado con bastante frecuencia, mandatos de inscripción
que no se condicen con los antecedentes que obran en el Registro (se
ordena la inscripción de un embargo a favor de Juan Pérez, cuando el titular
registral es Juan Ramos), mandatos de inscripción de actos no inscribibles,
etc. En este sentido, se restringe la calificación al examen de la adecuación de
la resolución judicial que ordena la inscripción con los antecedentes que obran
en el Registro, la formalidad que debe revestir el mandato judicial, la
competencia de la autoridad judicial que ordena la inscripción, salvo los casos
de competencia prorrogable y, la naturaleza inscribible del acto o derecho cuya
inscripción se ordena; precisándose, asimismo, que el Registrador podrá exigir
el cumplimiento de la inscripción de actos previos que resulten indispensables
para que se registre la resolución judicial.
Debe señalarse también, que la delimitación de los alcances de la calificación
en relación con resoluciones judiciales que ordenan una inscripción, contenida
en la norma bajo comentario, constituye una ratificación de los criterios
que ya han venido siendo establecidos a nivel jurisprudencial por el Tribunal
Registral de la ORLC. Para los efectos de la redacción de este último párralo
se ha tenido en cuenta lo establecido en el artículo 100° del Reglamento
Hipotecario español, que restringe la calificación de los documentos expedidos
por la autoridad judicial a "la competencia del Juzgado o Tribunal, la
congruencia del mandato con el procedimiento o juicio en que se hubiere
dictado, a las
formalidades extrínsecas del documento presentado y a los obstáculos que
surjan del Registro".
Un antecedente normativo respecto a la posibilidad de la calificación de
mandatos judiciales, es la Directiva N 002-2000-SUNARP/SN, aprobada por

Resolución de la Superintendente Nacional de los Registros Públicos Nº 006-


2000-SUNARP-SN de 05 de abril del 2000, en la cual se precisó la
responsabilidad del Registrador de observar o tachar los partes que provengan
del fuero judicial, cuando los mismos se refieran a actos no inscribibles a los
que alude el artículo 2021 del Código Civil o exista incompatibilidad entre la
resolución judicial que ordena la inscripción de una posesión y los respectivos
antecedentes registrales.
La Comisión Revisora estimó que la redacción aprobada, precisa la aplicación
del segundo párrafo del artículo 2011 del Código Civil, en el sentido que
esta norma no podía ser entendida en flagrante contradicción con los demás
artículos del Código Civil que establecen los principios registrales, tales como
el de tracto sucesivo, prioridad de rango, prioridad excluyente, titulación
autentica, etc. Por ello, lo que no puede hacer el Registrador es cuestionar el
fondo de la decisión jurisdiccional adoptada, pero si puede y debe denegar la
inscripción cuando esta resulte incompatible con el derecho inscrito (tanto por
inadecuación como por falta de inscripción de actos previos), no contenga acto
inscribible, sea dictada por órgano jurisdiccional no competente o no guarde la
formalidad respectiva.
Así, por ejemplo, la observancia de un mandato judicial no puede dar lugar
a que se inscriba un embargo de acciones de una sociedad anónima, puesto
que dicho acto no es inscribible en el Registro de Sociedades, sino en el de
Matricula de Acciones de la misma Sociedad. En relación con la competencia,
no sería posible que se inscriba un divorcio pronunciado en un proceso penal,
pues la competencia por la materia es improrrogable, a diferencia de la
competencia territorial que si lo es conforme a los artículos 25° y 25 del Código
Procesal Civil. Tampoco sería factible que se inscriba un mandato judicial que
ha sido remitido en copia simple, puesto que la aplicación concordada de los
artículos 148° y 235 del Código Procesal Civil, exige la presentación de un
oficio firmado por el Juez, acompañado de las copias, certificadas por el
Auxiliar Jurisdiccional, de los actuados necesarios para la extensión de la
inscripción.
Respecto a la adecuación con el antecedente registral, un ejemplo típico
es un mandato de anotación de embargo en forma de inscripción, en el cual la
medida cautelar se ha tramitado contra una persona distinta al titular registral
del inmueble. En este caso, el mismo artículo 656 del Código Procesal Civil
prescribe que sólo podrá disponerse la medida cautelar, "siempre que resulte
compatible con el título de propiedad ya inscrito". Nótese, que no se cuestiona
la medida cautelar dictada por el Juez, sino que la denegatoria se sustentaría
en la falta de compatibilidad de misma con el antecedente registral, que en
muchos casos, no obstante la previsión expresa del Código Procesal Civil, ni
siquiera es verificado por el Juez al momento de expedir dicha medida.
Finalmente, con relación a la inscripción del acto previo, un ejemplo ilustrativo
es el caso en el cual el Juez ordena que se inscriba la adjudicación por rema.
te de un departamento ubicado en un edificio, no obstante que en la partida
registral respectiva solo aparece registrado un terreno, sin edificación alguna
Obviamente, previa a la inscripción del mandato judicial, deberá inscribirse la
declaratoria de fábrica, reglamento interno e independización, que den lugar a
la existencia registral del departamento materia de adjudicación. En este caso,
tampoco se cuestiona la decisión adoptada por el Juzgador, sino que se le
hace conocer que para su inscripción es necesaria la previa inscripción de
actos previos, que permitan dar cumplimiento al mandato judicial.
8.- No obstante lo señalado, consideramos que si bien la Reglamentación
aprobada contribuirá a la correcta calificación de los mandatos judiciales que
ordenen una inscripción, la única solución integral pasa por la modificación del
segundo párrafo del artículo 2011'de! Código Civil, a los efectos que se
establezca la instancia que dirima el desacuerdo que pueda existir entre
calificación registral y el criterio de la autoridad jurisdiccional respectiva. De
nada servirá que se establezcan supuestos precisos de calificación registral
restringida, si en muchas ocasiones el Juez o Tribunal, en flagrante violación
de la normatividad que rige el Registro, ampara su desconocimiento o
terquedad no en razones jurídicas sino en una ciega y equivoca aplicación del
artículo 4 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, conminando al Registrador,
bajo apercibimiento de denuncia penal, a extender inscripciones viciadas de
flagrante ilegalidad.
Por ello, si bien por jerarquía normativa resultaba imposible establecer este
procedimiento en la vía reglamentaria, debería preverse legislativamente, que
en caso de desacuerdo entre el Juez y el Registrador, se pueda recurrir
directamente a una instancia superior, no a los efectos de revisar el fondo del
mandato, sino exclusivamente a verificar si el mismo resulta susceptible de
inscripción.
Una norma en este sentido se encuentra prevista en el artículo 136º del
Reglamento Hipotecario español, que prevé la actuación del Presidente de la
Audiencia respectiva, ante el cual pueden recurrir los Registradores en queja
de los apremios que los Jueces o Tribunales, al conocer algún negocio civil o
criminal, les hiciere para practicar cualquier asiento improcedente a juicio de
aquellos funcionarios. Ello, como puede apreciarse en la experiencia
hipotecaria española, no transgrede en modo alguno la autoridad proveniente
del mandato judicial, sino que permite verificar, sin cuestionar el fondo de lo
resuelto, si el mismo resulta o no inscribible.
De permitirse la inscripción de cualquier mandato judicial, muchas veces
dictado con absoluto desconocimiento de los antecedentes registrales y la
normatividad que rige la inscripción respectiva, simplemente la seguridad
jurídica que emana del Registro dejaría de existir. Coincidimos en este sentido
con lo vertido por Silva Díaz, cuando expresa que: "Dentro del mismo
esquema, el principio de legitimación registral protege al titular registral
teniendo en cuenta la legitimación activa y la legitimación pasiva. De este
modo, el titular registral se encuentra protegido por la presunción de certeza de
la exactitud de su derecho, la misma que sólo puede ser enervada por la
rectificación del Registro, por la inscripción de un acto modificatorio posterior o
por mandato judicial expreso, siendo que en los tres casos sentados, las
normas registrales prevén la intervención o el emplazamiento del titular
registral, que debe manifestar su voluntad o ser vencido en juicio a fin de que la
referida titularidad sea anulada total o parcialmente. (..) La inscripción de un
acto o derecho, vulnerando el principio de legitimación registral, aunque esto
fuere el resultado de un mandato judicial, quebrantaría las bases del Sistema
Registral, echando por tierra la seguridad jurídica de quienes se amparan en la
te del Registro").

JURISPRUDENCIA

Res. N347-96-ORLC/TR de fecha 30-09-96. Tomo III, fojas 40...Que, la


función calificadora del Registrador, limitada en cuanto se trata de títulos
provenientes en sede judicial según lo dispuesto en el segundo párrafo del
artículo 2011 del C.C., se constriñe a verificar si él manda rento judicial
efectivamente se ha producido, no padece de vicios que atente contra su
validez, la competencia del Juzgado o tribunal que lo expida, las formalidades
del documento y los obstáculos que se pueden presentar en cuanto a la
incompatibilidad entre la resolución judicial y los antecedentes registrales, no
comprendiendo el verificar el fundamento o la adecuación a la ley en cuanto al
contenido de la Resolución..."
Res. N° 452-98-ORLC/TR de fecha 04-12-98. Tomo VII, fojas 100 "Los
registradores examinan los documentos presentados preciando su legalidad, la
competencia y facultades del funcionario que autentica el título, la capacidad de
los otorgantes, la observancia de las formas legales y la licitud del acto, no
siendo de aplicación esta calificación, bajo responsabilidad del registrador
cuando se trate de parte que contenga una resolución judicial que ordena la
inscripción.
“..Que en tal sentido la función calificadora del Registrador, limitada en cuan-
to se trata de títulos provenientes en sede judicial, se constriñe a verificar si el
mandato judicial efectivamente se ha producido, no padece de vicios que
atentan contra su validez, la competencia del juzgado o tribunal que lo expide,
las formalidades del documento y los obstáculos que se pueden presentar en
cuanto a la incompatibilidad entre la resolución judicial y los antecedentes
registrales, que dando fuera del ámbito de calificación la congruencia del
mandato con el procedimiento o juicio en que se hubiese dictado, los
fundamentos o el contenido de la resolución así como su adecuación a la ley..."
Res. N°259-98-ORLC/TR de fecha 30-07-98. Tomo VII, fojas 125 "Que, en
este sentido debe tenerse en cuenta igualmente el primer párrafo del artículo 4
de la Ley Orgánica del Poder Judicial que establece que toda persona y
autoridad está obligada a acatar y dar cumplimiento a las decisiones judiciales
o de índole administrativa, emanadas de autoridad judicial competente, en sus
propios términos, sin poder calificar su contenido o sus fundamentos, restringir
sus efectos o interpretar sus alcances, lo que resulta aplicable al presente caso
por constituir la validez y eficacia del citado contrato un aspecto sobre el cual la
autoridad jurisdiccional a emitido pronunciamiento con declaración sobre el
fondo...."
Res. N$ 271-98-ORLCITR de fecha 31-07-98 Tomo VII, fojas 130 "Que, en
tal sentido la función calificadora del registrador, limitada en cuanto se trata de
títulos provenientes de sede judicial, se constriñe a verificar si el mandato
judicial efectivamente se ha producido, no padece de vicios que atenta contra
su validez, la competencia del Juzgado o Tribunal que lo expide, las
formalidades del documento y los obstáculos que se pueden presentar en
cuanto a la incompatibilidad entre la resolución judicial y los antecedentes
registrales, quedando fuera del ámbito de calificación los fundamentos o el
contenido de la resolución así como su adecuación a la ley...".
Res. N$ 068-99-ORLC/TR de fecha 29-03-99, Tomo VIII, fojas 350 "Que,
puede apreciarse también que el recurrente ha omitido el cumplimiento de lo
dispuesto por el artículo 148 del Código Procesal Civil que dispone: 'A los fines
del proceso, los jueces se dirigen mediante oficios a los funcionarios públicos
que no sean parte de el”, no existiendo de este modo, un mandato expreso
emitido por el respectivo Juzgado que ordene a los Registros Públicos los
extremos contenidos en la rogatoria del apelante".
Res. Nº 055-97-ORL CITR de fecha 26-02-97, Tomo IV, fojas 207 "Que al
señalar las facultades concedidas a los Registradores precisan que dichos
funcionarios examinan los documentos presentados en el Registro y los
antecedentes que constan en este, no estando en aptitud de enervar la validez
de los asientos conformantes de la partida ni de invadir campos reservados a la
decisión de los tribunales, negando o suspendiendo el acceso al Registro, de
derechos nacidos en virtud de contratos o actos válidos y al amparo de las
leyes..."
Res. Nº 232-97-ORLC/TR de fecha 20-06-97, Tomo IV, fojas 337 "Que, la
función calificadora del Registrador, limitada en cuanto se trata de títulos
provenientes de sede judicial según lo dispuesto en el segundo párrafo del
artículo 2011 del Código Civil, se circunscribe a verificar si el mandamiento
judicial efectivamente se ha producido, no padece de vicios que atenten contra
su validez, la competencia del Juzgado o Tribunal que lo expide, las
formalidades del documento y los obstáculos que se pueden presentar en
cuanto a la incompatibilidad entre la resolución judicial y los antecedentes
registrales, no comprendiendo el verificar el fundamento o la adecuación a la
ley en cuanto al contenido de la resolución..."
Res. N° 024-98-ORLC/TR de fecha 22-01-98, Tomo VI, fojas 353, "...Que, es
principio normativo que sustenta la función de los Registradores Públicos el de
legalidad consagrado en el artículo 2011 del Código Civil, numeral IV del Título
Preliminar y artículos 150, 151 del Reglamento General de los Registros
Públicos, en virtud del cual dichos funcionarios examinan los documentos
presentados al Registro y los antecedentes que constan en este, teniendo en
cuenta los demás principios registrales, específicamente en cuanto a los
documentos, deben apreciar su legalidad, la validez del acto y la capacidad de
las personas intervinientes en los actos o contratos cuya expresión se
encuentra contenida en tales documentos, así como también las nulidades de
pleno derecho que ostensiblemente aparezcan, bien en los elementos
constitutivos del acto o contrato, bien en los pactos y condiciones estipuladas,
documentos únicos y suficientes que contiene la solicitud o rogatoria de
inscripción formulada por el interesado ante los Registros Públicos, referida a
uno o más actos jurídicos incluidos en un documento denominado título- como
un todo único sujeto a calificación en un momento determinado, generando el
correspondiente asiento de presentación. (...) Que, habiendo definido la ley los
alcances de la función registral, los Registradores Públicos no están en aptitud
de calificar en base al conocimiento personal que tengan de la situación,
realizando una labor de indagación personal y extrarregistral sobre el acto cuya
inscripción se pretende, o en base a la información que haya venido por vía
diferente a los documentos que conforman el título, como son los documentos
ingresados a través de la Oficina de Trámite Documentario....”
Res. Nº 238-98-ORLC/TR de fecha 30-06-98, Tomo VI, fojas 537"... Que, en
consecuencia, no procede que el Registrador deniegue la inscripción de un
mandato judicial por motivos distintos a los antes señalados, ya que no está en
aptitud de cuestionar el contenido de los mandatos judiciales..."
Res. NP 452-93-ORLCITR de fecha 04-12-98, Tomo VII, fojas 100 "Los
registradores examinan los documentos presentados apreciando su legalidad,
la competencia y facultades del funcionario que autentica el título, la capacidad
de los otorgantes, la observancia de las formas legales y la licitud del acto, no
siendo de aplicación esta calificación, bajo responsabilidad del registrador
cuando se trate de parte que contenga una resolución judicial que ordena la
inscripción. "(...)
Que, en tal sentido la función calificadora del Registrador, limitada en cuanto se
trata de títulos provenientes en sede judicial, se constriñe a verificar si el
mandato judicial efectivamente se ha producido, no padece de vicios que
atentan contra su validez, la competencia del juzgado o tribunal que lo expide,
las formalidades del documento y los obstáculos que se pueden presentar en
cuanto a la incompatibilidad entre la resolución judicial y los antecedentes
registrales, quedando fuera del ámbito de calificación la congruencia del
mandato con el procedimiento o juicio en que se hubiese dictado, los
fundamentos o el contenido de la resolución así como su adecuación a la
ley...."
Res. Nº 188-99-ORLC/TR de fecha 27-07-99, Tomo IX, fojas 162 "... Toda
inscripción o anotación debe extenderse únicamente cuando el título respectivo
sea compatible con los antecedentes que obran en el Registro..."
Res. N° 202-99-ORLC/TR de fecha 23-08-99, Tomo IX, fojas 285"...Que,
respecto a lo manifestado por el apelante en cuanto a que el registrador
excedió su función calificadora al cuestionar una supuesta transgresión al
derecho preferencial de adquisición de los socios, cabe señalar que de
conformidad con lo establecido en el artículo 2011 del Código Civil concordado
con los artículos 150 y 1512 del Reglamento General de los Registros Públicos,
los registradores califican la legalidad de los documentos en cuya virtud se
solicita la inscripción, la capacidad de los otorgantes y la validez del acto, por lo
que resulta de ellos, de sus antecedentes y de los asientos de los Registros
Públicos, por lo que verificar que los títulos presentados cumplan con los
requisitos legales correspondientes no constituye un exceso a la labor
calificadora del Registrador sino, por el contrario, se encuentra enmarcada
dentro de esta

Res. N9180-99-ORL CITR de fecha 27-07-99, Tomo IX, fojas 356 "Que,
constituyen antecedente registral aquellos títulos que han tenido acogida en el
Registro; es decir, que en un momento determinado fueron examinados por el
Registrador dando merito a una calificación positiva, generando por ende una
inscripción amparada con una presunción de veracidad y exactitud, que sólo
pueden ser enervadas por el Poder Judicial
Que, aquellos títulos que luego de haber sido objeto de una calificación
negativa por el Registrador, no han sido acogidos en el Registro por adolecer
de defectos, ya sean insubsanables o que pudiendo ser subsanados no lo
fueron por el interesado dentro de la vigencia de asiento de presentación, no
pueden ser tomados en cuenta por el Registrado: en el proceso de la
calificación, toda vez que la seguridad del tráfico no puede tener como base un
título fachado, más aún si se tiene en cuenta que ello implicaría que se le dé
mayor importancia a los títulos que no han tenido acceso al Registro que
aquellos que reúnen los requisitos de legalidad consagrados en el artículo 2011
del Código Civil y el artículo 151 del
Reglamento General de los Registros Públicos;
Res. Nº 251-99-ORL CITR de fecha 30-09-99, Tomo IX, fojas 425 "Que, a
mayor abundamiento resulta de aplicación igualmente lo previsto en el artículo
4 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, por el cual toda persona y autoridad
está obligada a acatar y dar cumplimiento a las decisiones judiciales o de
índole administrativo emanadas de la autoridad judicial competente, en sus
propios términos sin poder calificar sus contenidos o sus fundamentos,
restringir sus efectos o interpretar sus alcances bajo responsabilidad civil, penal
o administrativa que la ley señala;
Que, en tal sentido el Registrador no puede cuestionar el fallo expedido al
interior de un proceso judicial, asi éste no se encuentre ajustado a las normas
legales pertinentes, por constituir el fondo de la resolución, aspecto que no es
materia de calificación registral el examinar los fundamentos o la adecuación a
la ley en lo que respecta al contenido de la resolución..."
Res. N° 041-2000-ORLC/TR de fecha 17-02-2000, Tomo X, fojas 43 "...Que.
en relación a la interpretación de los testamentos, Lohman Luca de Tenna
(Derecho de Sucesiones. Vol. XVII- Tomo II, p. 241, Fondo Editorial, 1996,
PUCP) señala que "siempre supuesta la existencia de la duda en la
interpretación gramatical de un testamento, debe preconizarse una
interpretación más restrictiva que extensiva, porque de lo último acaso puede
aparecer una voluntad donde tal vez no existiera en lo absoluto", y más
concretamente, vinculado al tema de la calificación registral señala J.E.
Castañeda (Derecho de Sucesiones, Editorial Imprenta Amauta S.A., Tomo II.
p.44) que "la interpretación del testamento corresponde hacerla al Poder
Judicial. Por tanto, los Registradores no pueden inscribir los derechos
testamentarios confusos y oscuros, con el sentido subjetivo que ellos atribuyan
las disposiciones testamentarias ininteligibles".
ARTICULO 33º.- OBLIGACIONES ADICIONALES DEL REGISTRADOR
EN LA CALIFICACIÓN
Como parte del procedimiento de calificación, el Registrador, de ser necesario,
efectuará la búsqueda de los datos en los índices de la Oficina Registral
respectiva, no pudiendo exigir información con que cuente la misma Oficina
Registral o que se encuentre accesible a través de interconexión con otras
Oficinas Registrales. De igual modo, de advertir la existencia de errores
materiales en los asientos registrales que pudieran generar la denegatoria de
inscripción del título objeto calificación, deberá rectificar de oficio, los asientos
respectivos.

ANTECEDENTES
Artículo 159 del ARGRP
Artículo 33 del Anteproyecto
Artículo 33 del Proyecto
Artículo 2139 de la LH
Artículo 321 del RH
CONCORDANCIAS
Artículos 40° y 2010 de la LPG
Artículo 76.819.82 y 175 ded NRGRP
Comentario
1.- El texto bajo comentario, establece, como obligación del Registrador, al
calificar un título, realizar las búsquedas necesarias en los índices de la Oficina
Registral correspondiente; y, complementando dicha obligación, le prohíbe,
exigir a los presentantes, la información que se encuentre en la propia Oficina
Registral, o la información que pese a encontrarse en otras oficinas registra-
les, el Registrador tenga acceso a ella, por encontrarse interconectadas di.
chas oficinas.
Lo dispuesto en esta norma, tiene como fundamento la racionalidad y
proporcionalidad de los requisitos a exigirse en relación con el fin perseguido,
que constituye también el fundamento del principio de simplicidad, regulado en
el numeral 1.13 del artículo IV del Título Preliminar, de la LPAG. En este
sentido resulta absurdo, que el Registrador exija al usuario, por ejemplo, que a
la solicitud de inscripción de una compraventa inmobiliaria, en la que el
vendedor intervino a través de su apoderado con poder inscrito en el Registro
de Mandatos y Poderes de la misma oficina, se acompañe la vigencia de dicho
poder.
2.- El artículo 40 de la LPAG, enumera las informaciones o documentos
cuelas entidades están prohibidas de solicitar a los administrados, señalando
en su numeral 40.1.1. "Aquella que la entidad solicitante posea o deba poseer
en virtud de algún trámite realizado anteriormente por el administrado en
cualquiera de sus dependencias, o por haber sido fiscalizado por ellas, durante
cinco (5) años anteriores inmediatos, siempre que los datos no hubieren sufrido
variación ni haya vencido la vigencia del documento entregado. Para
acreditarlo, basta que el administrado exhiba la copia del cargo donde conste
dicha presentación, debidamente sellado y fechado por la entidad ante la cual
hubiese sido suministrada".
Como puede apreciarse, la norma glosada es mucho más rigurosa en cuanto
a la prohibición aludida; sin embargo, debe precisarse que en el ámbito
registral no es posible aplicar esta norma en toda su extensión, pues a
diferencia del trámite administrativo común, en el procedimiento registral cada
una de las inscripciones realizadas tienen como antecedente el título archivado
respectivo, él que tiene que contener toca la documentación que dio mérito a la
inscripción. De manera que, no podría, por ejemplo, un usuario solicitar la
inscripción de la compraventa de un inmueble, en la Oficina Registral de Lima,
señalando en el formato de solicitud de inscripción, que la escritura pública
correspondiente, ya fue presentada con anterioridad, en la Oficina Registral de
Cañete. al solicitarse la inscripción de la compraventa de otro inmueble, puesto
que ambas transferencias constan en el mismo documento. En este supuesto,
como quiera que el titulo archivado obrante en el Registro de Cañete, solo dio
mérito a la inscripción correspondiente al inmueble ubicado en dicha ciudad,
para la inscripción de la transferencia del ubicado en la provincia de Lima, no
podría invocarse la existencia de una inscripción en otra oficina registral, sino
que deberá presentarse el traslado instrumental correspondiente.
En cambio, cuando se cuente con una total interconexión entre todas las
Oficinas Registrales, en relación con las partidas registrales, ya no será
necesario que se solicite la vigencia de poder de un representante de una
sociedad anónima inscrita en otra oficina registral, para calificar las facultades
con que cuenta dicho representante respecto, p.ej., a una compraventa
inmobiliaria.
En este caso, el Registrador que califica la inscripción de la compraventa en la
Oficina Registral de Lima y Callao, vía interconexión, podrá verificar los pode-
res de dicho representante, directamente en la partida registral de la Oficina
Registral (de Tacna p.ej..) no siendo necesario que el presentante aporte
documento adicional alguno. La Comisión Revisora, teniendo en cuenta que
dicha interconexión no se encuentra aún accesible, ha condicionado dicha
obligación del Registrador, a la existencia de un acceso real a la citada
interconexión, que según se nos ha informado, deberá encontrarse
implementada en, aproximadamente, dos años.
3.- Respecto a la obligación de la búsqueda en los índices de la Oficina
Registral respectiva, no obstante la obligación del solicitante de indicar la
partida registral donde debe efectuarse la inscripción, conforme a lo establecido
en el tercer párrafo del artículo 13 del NRGRP, se establece como deber del
Registrador efectuar todas las búsquedas que resulten pertinentes respecto a
los antecedentes registrales que pudieran ser necesarios para la calificación
del título presentado. Así, por ejemplo, en el caso de la inscripción de una

compraventa de un inmueble, efectuada por el representante del vendedor


(persona natural) a favor de una sociedad anónima representada por su
Gerente General, puede ocurrir que en la Escritura Pública:
a) No se indique la partida registral correcta donde corre inscrito el inmueble
materia de venta.
b) No se precise la partida registral donde corre inscrito el poder otorgado por
el vendedor a favor de su representante.
c) No conste la partida registral donde conste la inscripción de la persona
jurídica y del nombramiento de su Gerente General.
En este supuesto, como parte del proceso de calificación, el Registrador
deberá efectuar la búsqueda en los índices respectivos del Registro de la Pro-
piedad Inmueble, Registro de Mandatos y Poderes y Registro de Sociedades,
que se encuentran organizados en función al nombre de los propietarios,
poderdante y sociedad, respectivamente, a los efectos de establecer la
existencia del antecedente registral pertinente. Sólo una vez efectuada la
búsqueda, de no encontrar el dato en los índices correspondientes, procederá
la observación del título, a los efectos que previamente, se indique el
antecedente registral(de existir) o que se inscriba el acto correspondiente
(compraventa a favor del vendedor, poder o constitución de la sociedad
anónima, según sea el caso).
Si, contrariamente, el Registrador a través de la búsqueda en los índices
respectivos puede ubicar todos los antecedentes registrales, no efectuará
observación alguna por el hecho que los datos no consten en el instrumento
presentado, en la medida que constituye información con la que cuenta el
mismo Registro Público. Nótese, que el primer párrafo del artículo 175 del
NRGRP,se establece que el derecho de calificación comprende, entre otros, el
correspondiente a la búsqueda de los antecedentes registrales previos a la
inscripción.
4.- En su segunda parte, la norma bajo comento, establece la obligación
del Registrador de rectificar de oficio los asientos con errores materiales,
cuando con ocasión de la calificación del título advierta dichos errores y éstos
pudieran dar lugar a la denegatoria de inscripción del respectivo título. Con la
disposición aludida, se pretende evitar denegatorias de inscripción por
discrepancias entre los datos contenidos en el título y los asientos registrales,
cuando dicha discrepancia es originada por uno o más errores materiales en
estos últimos.

Como puede apreciarse, a través de esta norma, que contiene una clara
tendencia a allanar el camino a la inscripción, se obliga al registrador a
proceder a la rectificación de oficio para viabilizar la inscripción. Sin embargo,
cabe precisar que esta norma debe ser aplicada en concordancia con lo
dispuesto en el artículo 82 del NRGRP, en cuya virtud la rectificación de los
errores materiales se realiza en mérito del respectivo título archivado; de
manera que, si el titulo archivado no se encontrará en la Oficina Registral
respectiva, deberá procederse previamente a la reconstrucción del mismo.

Asimismo, debe indicarse que no sólo será obligatoria la rectificación de


errores materiales, sino que también procede y debe efectuarse) la rectificación
de errores de concepto, "cuando con ocasión de la calificación de una
solicitud de inscripción, el Registrador determine que ésta no puede realizarse
si previamente no se rectifica al error en mérito al título ya inscrito", como
establece el segundo párrafo del artículo 76 del NRGRP. Sobre la diferencia
entre los errores de concepto y los errores materiales, nos referiremos con
mayor amplitud al comentar el Titulo VI del NRGRP.
5.- Este artículo, tiene como antecedente el artículo 33 del Anteproyecto

2), cuyo texto fue modificado por la Comisión Revisora, precisando que la
prohibición de exigir información que recae en el registrador-, está referida a
la información con que cuenta la propia oficina registral o a la que tenga acceso
en virtud de la interconexión, pero no a la información con que cuenta el
"Registro" en abstracto. Es evidente, que no puede exigirse una obligación al
Registrador, si éste no cuenta con la información requerida para cumpliría, lo
que, como se ha indicado anteriormente, será solucionado con la efectiva y
real interconexión de información entre las Oficinas Registrales conformantes
del Sistema.
Cabe indicar, que en aplicación de Directivas internas de las diferentes
Oficinas Registrales, ya se venía efectuando de oficio y como parte de la labor
de calificación, la búsqueda obligatoria en los índices respectivos. De igual
modo, dentro de la misma Oficina Registral, resultaba procedente que la
calificación se efectuase en base de un título ya inscrito en ella. Todo ello, se
venía efectuando de conformidad con el artículo 8% de la Ley N° 25035, cuya
plena observancia en el procedimiento registral consagra el articulo materia de
comentario.

JURISPRUDENCIA
Res. Nº 195-2000-ORLC/TR de fecha 19-06-2000, Tomo X, fojas 461 "Que,
de lo expuesto se colige que todas estas oficinas forman parte de la Oficina
Registral de Lima y Callao, las cuales además se encuentran interconectadas a
través del Sistema de Información Registral; en consecuencia, en el presente
caso, no podría el Registrador de conformidad con el artículo 8 de la Ley de
Simplificación Administrativa N° 25035 que dispone 'En aplicación del principio
de eliminación de las exigencias y formalidades costosas, a partir de la entrada
en vigencia de la

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