Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
25 de Marzo, La Dignidad en Tiempos Del Coronavirus
25 de Marzo, La Dignidad en Tiempos Del Coronavirus
“En tiempos revolucionarios, millones y millones de personas aprenden en una semana más
que en un año entero de vida rutinaria y soñolienta”. Esto escribía en septiembre de 1917 el de
la perilla, Lenin, el revolucionario innombrable. El confinamiento colectivo va desgranando día
a día sus enseñanzas. Ha bastado apenas una semana para que el retablo de las maravillas del
neoliberalismo se resquebraje. El sacrosanto mercado muestra su incompatibilidad radical con
la salud pública, con el bien público. La sanidad privada desvela su condición de sanguijuela; la
Unión Europea evidencia que es un tinglado al servicio del gran capital financiero, que maniata
pueblos y gobiernos; la monarquía confirma su naturaleza corrupta. Lo real, la verdad que de
ordinario no somos capaces de ver o soportar, se nos revela con nitidez. Y también lo hacen las
otras verdades escondidas: redescubrimos que la invisible clase trabajadora –cajeras,
barrenderos, campesinos, transportistas, enfermeras…- constituye la viga central de la
sociedad y que la comunidad, la familia, el barrio, los balcones, son el asidero irremplazable
cuando naufraga la fantasía individualista y competitiva del capitalista que cada uno hemos
alojado dentro de nosotros.
Nada será igual cuando termine el encierro, cuando la pandemia afloje su cerco mortífero. Los
poderosos intentarán asaltar las haciendas públicas, a costa de arrojar a la marginación y al
sufrimiento más descarnado a millones de personas. Pero llueve sobre mojado y quizás esta
vez los parias del mundo no acepten tan mansamente el desastre social y el nuevo rescate a
los ricos, que ya se insinúa tras los artificios de la propaganda. Porque además, ahora no es
solo una estafa: es una crisis sistémica, una encrucijada, una bifurcación civilizatoria.
1
Pasado que palpita en el presente
A primera vista podría sorprender que en una región gobernada por el PSOE durante 33 de los
últimos 37 años se silencie un hecho tan crucial, protagonizado en gran medida por militantes
de filiación socialista. Pero basta escuchar a Ibarra para entender que no tiene nada de
asombroso. Hace dos años tildaba como “fracaso colectivo” el 25 de Marzo y volvía a defender
como Día de Extremadura la festividad de la Virgen de Guadalupe, por lo que se ve muy
exitosa en sus milagros.
“El humanitarismo hoy dominante sacraliza la memoria de las víctimas”, pero “en su mayor
parte pasa por alto o rechaza sus compromisos”, afirma con lucidez Enzo Traverso,
refiriéndose al momento memorial de nuestras sociedades. Ahí quizás resida una razón
fundamental del ostracismo que venimos mostrando. El 25 de Marzo incomoda, quema, señala
la opresión de nuestro tiempo. No es una fecha manejable, no es pasado muerto ni memoria
impotente. Es “pasado que palpita en el presente”, pasado que nos habla del latifundio de hoy,
de la emigración, del paro, del neo-caciquismo de hoy.
Como señala el historiador italiano, las tragedias y las batallas perdidas del pasado constituyen
un peso y una deuda, pero también “una promesa de redención”. Los muertos nos interpelan,
los oprimidos de ayer nos emplazan y, como escribía Roque Daltón con ironía, “están cada día
más indóciles” y “caen en la cuenta de ser cada vez más la mayoría”.
“El coronavirus nos obliga a decidir entre el comunismo global o la ley de la jungla”, ha escrito
el filósofo Slavoj Zizek. Darwinismo social o comunidad, ese es el dilema. El movimiento del 25
de Marzo ha de incardinarse en esa búsqueda colectiva de una alternativa global al
capitalismo. Pero esa alternativa se construye desde abajo. La lucha contra la precariedad, por
la Reforma Agraria o contra la subalternidad de Extremadura son algunos de nuestros puntos
de partida.
El sistema capitalista cruje. Lo que parecía una crisis sanitaria muta en catástrofe. Viene un
tiempo de convulsión social. Construyamos con otros una vacuna de dignidad contra la
dictadura del dinero. 25 de Marzo o barbarie.