Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
El relato El Rey Lear salió a la luz inicialmente en 1135 en el libro “Historia de los
Reyes de Britania” de Geoffrey de Monmouth y continuó apareciendo con diversas
modificaciones a lo largo de la Edad Media. Sin embargo, el universalmente
conocido dramaturgo William Shakespeare, según el texto Narrative and Dramatic
Sources of Shakespeare (Bullough, 1961) inspiró su brillante tragedia en aquella
primera aparición de la trama del Rey Lear; la cual no guardaba un final trágico y
tampoco incluía en paralelo la fantástica historia del conde de Gloucester. Esta
última, de acuerdo con Bullough, tiene como precedente la obra The Countess of
Pembroke’s Arcadia (Sidney, Sir Phillip, 1590); más aún “Shakespeare enriquece y
complejiza la trama de relaciones entre los caracteres” (López, C, 2014) del
cuento de Sidney, conservando la dicotomía del bien y el mal. Así, la obra de
Shakespeare contiene dos historias que comparten la tragedia de los padres
traicionados por sus hijos a causa de las ansias de poder, en contraposición al
amor de los hijos sinceros, traicionado por el delirio aristócrata de los progenitores.
1
principales” (3 versiones del rey Lear) de la tragedia, son reacciones a: la traición,
al amor filial y al poder monárquico.
2
Tarde se arrepienta Lear por no reconocer los reales sentimientos de sus hijas y
recobra la vista para enceguecerse luego en la locura: “¡Maldito el que se
arrepiente demasiado tarde! ¡Oh, señor, habéis venido ¿Es ese vuestro deseo?
Hablad, señor. Preparad mis caballos. ¡Ingratitud, diablo con corazón de mármol, y
más odiosa que un monstruo marino cuando te muestras en el rostro de un hijo!”
(Shakespeare, 2019, p. 136)
Como historia paralela, se presenta la del conde de Gloucester, quien, antes del
destierro de Kent, le presenta a su hijo bastardo Edmundo, el mismo que quiere
quitar las riquezas del conde de las manos del hijo legítimo Edgar. Para lograr su
cometido engaña a su padre. Es la primera vez que Gloucester se enceguece,
creyendo el ardid, un poco apabullado por la culpa del abandono al “hijo natural” e
impelido por el dolor que le causa la alevosía de parte del hijo a quien tanto ha
amado. Esta es la primera traición de Gloucester a su hijo. La pasión de la ira, la
ceguera, le ganan al amor una vez en la tragedia: “el rey traiciona un instinto
natural: es el padre contra el hijo.” (Bloom, 2014) Edgar se ve impelido a huir
hacia el bosque, dolido, traicionado y confundido, debe encarnar la figura de un
vagabundo que ha perdido el juicio.
3
Por su parte el rey de Francia decide conquistar el reino. Al ser testigo de las
traiciones y el detrimento de cualquier forma de amor filial, el conde Gloucester
siente aversión al ambiente cruel y despiadado que forman las hijas y sus
esposos. Allí, pronostica a manera de oráculo cambios significativos en el orden
de las cosas. Después, confiesa a Edmundo su voluntad de ponerse a favor del
reinado francés, ocasión que el bastardo no desaprovecha para entregarlo al
duque de Cornwall: “cuando caen los viejos, los jóvenes medran” (CITA DE
DHARMA). Derrotado por el cinismo de su hijo ilegítimo e insensible, el Conde de
Gloucester cae en manos de Cornwall y este le arranca los ojos. Es la tercera vez
que enceguece el conde y no recuperará la vista, ya que la impresión de la
revelación de su hijo al final, le causa la muerte.
Gracias a un criado el duque sufre una herida mortal, por tanto, el conde queda
libre y en medio de la desesperanza se encuentra con Edgar, el hijo que por amor
sigue actuando como vagabundo, haciendo lazarillo físico y emocional de su
padre. Finalmente, Lear se encuentra con Cordelia, le pide perdón por su terrible
injusticia para con ella. Sin embargo, el alivio pasa pronto, ya que son apresados
ambos con la orden directa de Edmundo de asesinarlos. Mientras tanto, éste
seduce a las dos hermanas, causando una pugna de ego entre las dos, la cual
logra que se traicionen hasta la muerte. Por último, cuando Edgar revela su
identidad para enfrentar a su malvado hermano, lo hiere de muerte, pero es
demasiado tarde, porque, aunque logra que se arrepienta de su brutalidad,
Cordelia ya ha sido ahorcada.
Ahora bien, es notable que Shakespeare dibujó paralelamente al relato original del
Rey Lear, la historia del Conde de Gloucester por motivos semióticos y
semánticos. En primer lugar, dado que Edmundo es significante de la ruptura del
orden social y su ordenación con los otros signos (encarnados en cada uno de los
personajes), genera el acto que nos convierte en receptores del mensaje
transgresor en la trágica ironía. Así, aunque la obra inicia con un carácter
alegórico moralizante, termina siendo una burla constante al sistema semiótico
4
cultural que reproduce el poder monárquico paternalista. Sumado a esto, el
significado del amor se modifica ampliamente con la actuación de Edgar, no
solamente el aprecio al padre, sino el amor desligado de la vivencia material,
Entonces, el amor de Edgar es de alguna manera apego a la experiencia de la
vida, así lo expresa “No estamos en lo peor mientras podamos decir que algo es lo
peor”. (CITA DE DHARMA)
El filtro del amor y la traición, como elementos literarios hacen referencia a los
sentimientos propios de la especie humana. A pesar de que como hombres 1 nos
resistimos, se plantea en la obra que: “Aunque la sabiduría de nuestra humana
condición puede explicar estos fenómenos, la propia naturaleza queda azotada
por los efectos posteriores. Los afectos se enfrían, la amistad languidece, los
hermanos se separan” (Shakespeare, 2019, p. 127) Y ante la impotencia, gana
nuestro instinto pasional, que también nos traiciona; en el Acto V, Escena III el
Rey Lear, entra con Cordelia muerta y dice “¡Que la peste os alcance a todos,
traidores, asesinos! Yo podría haberla salvado, y ahora se ha ido para siempre.
¡Cordelia, Cordelia! ¡Quédate un poco más!” (Shakespeare, 2019, p. 127)
1
Se trata en este caso del sustantivo general que reemplaza a “humanos” para evitar cacofonía y
que incluye a hombres, mujeres…
5
Referencias
López López, C. (2014). Fuentes y antecedentes en El rey Lear: Del final feliz al
sentido trágico. Revista Eletrônica sobre Antiguidade e Medievo, 3(1), pp.
331-349.
Moliner, M. (2007). Diccionario de uso del español (3ª ed.). Madrid: Editorial
Gredos.
6
7