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1º-Los cambios en la red urbana europea en la Edad Moderna.

Por regiones, por


periodos y por tipos de ciudades.

El análisis de los cambios en la red urbana europea durante los siglos XVI y XVIII se debe
realizar bajo 3 perspectivas: las distintas regiones en las que está dividida Europa, los
tipos de ciudades que se pueden encontrar y los diferentes periodos a lo largo de esta
etapa.

En primer lugar, la red urbana europea presenta variaciones regionales a lo largo de la


Edad Moderna. Las áreas privilegiadas para la expansión comercial fueron las del mar
del norte y el Mediterráneo, ya que el medio de transporte privilegiado era el barco, el
cual constituía el principal medio de comunicación de la época. El crecimiento de la edad
moderna era muy débil incluso en momento de crisis; las zonas del mar del Norte y el
Mediterráneo siguen trayectorias demográficas distintas. Por tanto, en esta época, nos
encontramos con una Europa dividida en 4 regiones principales: Europa central (Francia
y Alemania), Europa oriental, Europa mediterránea (España, Portugal e Italia) y Europa
noroccidental (países que rodean el mar del norte).

Igualmente, en segundo lugar, es necesario destacar 3 tipos de ciudades:


1. Pequeñas ciudades (Entre 10.000 y 40.000 habitantes). En este tipo de ciudades ya
se veían funciones urbanas en la Edad Media y fueron focos de concentración de la
industria. Eran ciudades de influencia comarcal y en el ámbito comercial se organizaron
en mercados locales donde se organizaban ferias cada cierto tiempo para intercambiar
productos de campo por manufacturas. Sin embargo, experimentaron un débil
crecimiento durante la Edad Moderna ya que no fue la función industrial la que
protagonizó la Revolución.

2. Las ciudades medias o grandes (Entre 40.000 y 160.000 habitantes). Tenían influencia
regional al ser capitales de reinos medievales como Nápoles, Barcelona o Zaragoza. Éstas
tampoco experimentaron un gran cambio.

3. Las grandes metrópolis (Más de 160.000 habitantes). La novedad de la Edad Moderna


europea fue la aparición y el auge de las grandes metrópolis. En ellas se concentraba el
25% de la población lo que generaba problemas de abastecimiento y organizativos.
Además, la función comercial incrementó su crecimiento, convirtiéndose en las grandes
ciudades de la época.

En tercer lugar, el crecimiento urbano se produjo de la mano de la función comercial


que predominó frente a la actividad industrial, pasando de un 6% a un 10% en la tasa de
urbanización entre 1500 y 1800. La mayor urbanización en Europa tuvo lugar en torno a
sus dos mares interiores, ya que estas eran las zonas por donde pasaban las rutas
comerciales destacando la importancia del transporte marítimo, el cual constituía el
principal medio de comunicación de la época. Entre las cuatro regiones en las que se
dividía Europa, hubo dos regiones que destacaron por encima de la tasa de urbanización
media: la zona Mediterránea (España, Portugal e Italia) y la zona Noroccidental (Países
que rodeaban el mar del Norte). No fue un desarrollo paralelo, primero se dio el
desarrollo del Mediterráneo y posteriormente se pasa al mar del Norte.
Al comienzo de la Edad Moderna, la Europa Mediterránea tenía la hegemonía, liderando
todo el proceso, concentrando casi al 50% de la población. Sin embargo, tras la crisis de
siglo XVIII, se produjo una crisis en el mediterráneo provocando la caída en picada de su
crecimiento. De esta forma, la urbanización más elevada pasó a ser de la zona
noroccidental. En 1800, de hecho, el Mediterráneo aún no se había recuperado. La tasa
de urbanización más alta empieza a darse en la zona del noreste, que, gracias a la
expansión comercial de Holanda e Inglaterra, llegó a convertirse en el nuevo líder, con
mayor tasa de urbanización y mayor productividad.

Por lo tanto, podemos concluir que a lo largo de la Edad Moderna hay un


desplazamiento de la red urbana del Mediterráneo al mar del norte.
2º-Cómo crecen demográficamente las metrópolis. El ciclo de la peste: aparición,
difusión y extinción.

En la edad moderna, el mismo factor que genera el crecimiento económico es el


causante de la expansión de la peste. Cuanto mayor es el tráfico marítimo, mayor era el
contagio de las enfermedades infecciosas. Es decir, el mayor desarrollo del comercio
servía como una de las principales formas de difusión de la peste.

La Peste fue determinante en esta época acabando con un tercio de la población y


afectando sobre todo a las ciudades donde se desarrollaba el comercio. Esta se extendió
desde Constantinopla, donde aparece por primera vez siguiendo las rutas comerciales
por el Mediterráneo. Además de las ciudades que acabaron desarrollando sistema
inmune contra la peste, las zonas aisladas también resultaron muy afectadas. Al no
haber estado en contacto antes, no habían desarrollado sistema inmune.

En la lucha contra las enfermedades resultó clave la intervención del Estado. Su labor
consistía en:
• Cordón sanitario: se comienzan a aislar aquellas ciudades infectadas para
evitar la difusión. Cuando había conocimiento de una ciudad infectada, el
Estado mandaba a ejército para aislar la ciudad durante 40 días, después de
este periodo, los infectados habían muerto y quiénes eran portadores de la
enfermedad se habrían vuelto inmunes. Periodo de cuarentena.

• Boletines sanitarios: se debe asegurar la limpieza de cada buque que sale de


un puerto mediante certificado médico. Si no se asegura, el barco deberá
permanecer atracado 40 días en el puerto destino para acabar con el riesgo.

Así, en el siglo XIX se había vencido prácticamente la Peste. No obstante, mientras que
en el Norte de África existía hasta el 1850, en el Norte del Mediterráneo desapareció en
1820*.
3º-El papel económico de las grandes ciudades en la Edad Moderna: comercio
y protoindustrialización.

El modelo urbano medieval era totalmente diferente del modelo urbano moderno. El
modelo urbano medieval constaba de unos 500 mercados locales (ferias y mercados
locales) y tenían influencia comarcal. La ciudad producía productos artesanos para los
labradores de la comarca y los campesinos vendían sus productos agrarios y comparaban
manufacturas. En resumen, en la Edad Media existía el dominio de la pequeña ciudad de
influencia comarcal (villas).

Sin embargo, el modelo urbano moderno se caracteriza por el predominio de la función


comercial sobre la industrial. Para entender este cambio es necesario entender el
fenómeno de la Protoindustrialización.

La Protoindustrialización hace referencia al conjunto de cambios anteriores a la Revolución


Industrial. Dichos cambios son necesarios, pero no suficientes para explicar el estallido de
la Revolución.

 Una de las características de la Protoindustrialización es la nueva división de tareas


entre la ciudad y el campo.

• Metrópolis: Tareas complejas de altos capitales. Las ciudades se convirtieron en


grandes mercados.
• Campo: tareas sencillas y masivas, de bajos capitales.

 Se crean también grandes mercados internos

• Incorporación masiva de la población “rural” al mercado. Cubriendo así los periodos


de no trabajo en el campo.
• El control del proceso productivo por los mercaderes. Surge la figura de los
empresarios.

Estos nuevos cambios cualitativos y cuantitativos en la red urbana dan lugar a la aparición
de las primeras metrópolis.

• Por un lado, destacan los grandes puertos comerciales que organizaron los mercados
desde el punto de vista económico. A su alrededor se forman ciudades con grandes
construcciones navales y empresas marítimas que captan capital de nuevos inversores,
mediante el abastecimiento de flotas, allí se produjo la formación de pilotos y marinos.
Unido a esto, se produjo la creación de empresas comerciales además de un sistema
financiero: bancos, seguros…

• Por otro lado, las capitales de las nuevas monarquías que organizaron los mercados
desde el punto de vista político institucional. Adquirieron importancia debido a la creación
de un sistema judicial común (ley, tribunales de justicia, jurisprudencia…), además de
intentar eliminar las barreras comerciales interiores para favorecer el comercio.

Desarrollaron también una lengua y una moneda común que permite la expansión a
mercados internacionales. Varios estados pequeños se juntan en uno solo para tener un
mercado común, una misma fiscalidad, moneda, etc.
En conclusión, la función comercial predomina sobre la industrial. Esto, unido a la proto
industria y la y mejora del nivel de vida de capas amplias de la población rural, provoca el
desarrollo de grandes metrópolis y la creación de grandes mercados internos.

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