ORACIÓN PARA ESTE FINAL DE CURSO COVID-19

Monición: 
Llegamos ya a final de curso, el cual, termina de una forma diferente. A lo largo de todos estos meses
hemos intentado encontrar el sentido de nuestra vida. Quizá este lema nos ha venido muy bien para lo que
estamos experimentado. El Covid-19 vino a descolocar todo cuanto teníamos organizado y planificado. Llegó
como un ladrón sin avisar y nos colocó ante una situación complicada para todo el mundo. Pero, este
acontecimiento lo vivimos cada uno de manera diferente y en medio de esta situación muchos hemos tenido
que encontrar el verdadero sentido de nuestra vida y apoyarnos en Dios. Y es que “solo Dios” da sentido a
nuestra vida y es quién nos ayuda a responder con creatividad ante estas situaciones. En él encontramos
fortaleza, refugio y sobre todo la esperanza para seguir avanzando con valentía.
Por ello, queremos dar las gracias, porque ante esta situación vemos la mano de Dios ayudándonos a
superar nuestros miedos e incertidumbres. Así mismo, le pedimos nos mantenga la fe y la esperanza para
seguir luchando y valorando nuestra vida y la de los demás.

Lectura de la 1ª carta del apóstol San Pablo a los Tesalonicenses (1ª Tes. 5, 16-24)
16
Estad siempre alegres. 17Sed constantes en orar. 18Dad gracias en toda ocasión: esta es la voluntad de Dios en
Cristo Jesús respecto de vosotros. 19No apaguéis el espíritu, 20no despreciéis las profecías. 21Examinadlo todo;
quedaos con lo bueno. 22Guardaos de toda clase de mal. 23Que el mismo Dios de la paz os santifique
totalmente, y que todo vuestro espíritu, alma y cuerpo, se mantenga sin reproche hasta la venida de nuestro
Señor Jesucristo. 24El que os llama es fiel, y él lo realizará. 

Reflexión
Parece contradictorio estar alegres cuando el mundo está sufriendo debido a la pandemia. No obstante, la
alegría es un aspecto que los cristianos mantienen aún en los momentos de dificultad. Y esa alegría es la que
brota de la esperanza en un Dios que es misericordia y que camina y sufre a nuestro lado. Debemos
permanecer alegres y con la esperanza en Él para poder transmitir a este mundo un poco de fe y esperanza
donde todo parece desesperanza, dolor y sufrimiento. Así mismo, San Pablo nos insiste en la oración y es que
hoy más que nunca necesitamos de ella. La oración es la que nos permite mantener nuestra fe y esperanza en
medio de las dificultades y también debemos recordar orar unos por otros. Todos necesitamos de oración.
Por último, debemos dar gracias a Dios por tanto bien recibido, ya que, no todo son males. A veces, hay que
cambiar la perspectiva para ver un poco de luz en la oscuridad y ver que en el mundo también hay muchas
cosas por las cuales debemos dar gracias. Y por ello, estamos hoy aquí. Para agradecer a Dios por ser el
sentido que mueve nuestra vida.

Oración
Señor, ahora que el curso termina
miramos hacia atrás y queremos decirte,
en esperanza, GRACIAS.

Gracias por estos meses de travesía,

gracias por tantos días luminosos,
gracias por las jornadas llenas de pruebas, problemas y desafíos.

Gracias por lo enseñado y educado,

pero sobre todo por lo aprendido
y por lo que nos queda por aprender.

Gracias por los éxitos,

sobre todo, por los logros compartidos
fruto del trabajo común y la colaboración.
Gracias por los momentos duros
y por los espacios de aprendizaje,
por las oportunidades y por las posibilidades de crecimiento.

Gracias por la vida y la esperanza.

Gracias por ese ¡JUNTOS PODEMOS! que ya no nos es extraño,
sino un modo de ver y vivir la vida, nuestra profesión y vocación.

Gracias por este claustro: porque fuimos capaces, en tiempo récord,

de reinventarnos, de formarnos, de ayudarnos,
de reunirnos a cualquier hora y cualquier día
para poder seguir dando respuesta, en calidad, a nuestra labor educativa…

Gracias por nuestro Equipo Directivo Coordinador,

que ha tenido que afrontar, día a día, esta situación cambiante e incierta,
tan desconcertante y desconocida como el “virus” que nos amenazaba.

Gracias por el personal de portería, secretaría, mantenimiento,

por los que se han visto afectados en su jornada laboral
al desaparecer los servicios y actividades extraescolares…
y también gracias porque seguimos manteniendo nuestro trabajo.

Gracias por los alumnos, por su esfuerzo y adaptación a las nuevas circunstancias,
gracias por las familias que confían lo mejor de su vida en nuestras manos,
y que, durante este tiempo, han apoyado desde casa la difícil tarea de enseñar.

Gracias por la comunidad religiosa que anima y sostiene la misión,

con la oración y la implicación en diferentes servicios.
Gracias por los sacerdotes que se han hecho presentes en nuestras celebraciones
y nos ayudan a crecer en la fe, por todas las personas de bien
que bien nos quieren y nos bendicen con su cariño, estima y cercanía.

Gracias porque fuimos capaces de entrar cada día en cada casa,

como Comunidad educativa, llevando razones para ESPERAR,
y motivar a nuestros alumnos para que se implicasen desde sus casas,
respondiendo a las diferentes iniciativas planteadas.

Gracias por lo vivido, lo soñado,

lo compartido, lo trabajado,
lo reflexionado, aprendido
y lo que no hemos logrado aún.

Gracias por contar con nosotros.

Gracias por estar siempre cerca.
Gracias por este curso, que nunca olvidaremos,
por nuestra preciosa vocación de educadores.

Señor, ahora que el curso termina, te decimos juntos:

Habíamos soñado con otro final de curso,
pero ésta es la que ha sido y el covid 19 entrará también en nuestra cápsula del tiempo.
Gracias por contar conmigo, con nosotros, con todos.
En esperanza, gracias, Señor, y aquí estamos para SEGUIR HACIENDO EL BIEN. Amén