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Tema 1.

El amor familiar, vocación y camino de


santidad.
Oración a la Sagrada Familia
Jesús, María y José, en vosotros contemplamos el esplendor del
verdadero amor. A vosotros, confiados, nos dirigimos.
Santa Familia de Nazaret, haz también de nuestras familias
lugar de comunión y cenáculo de oración, auténticas escuelas del
Evangelio y pequeñas iglesias domésticas.
Santa Familia de Nazaret, que nunca más haya en las familias episodios
de violencia, de cerrazón y división; que quien haya sido herido o
escandalizado sea pronto consolado y curado.
Santa Familia de Nazaret, haz tomar conciencia a todos del carácter
sagrado e inviolable de la familia, de su belleza en el proyecto de Dios.
Jesús, María y José, escuchad, acoged nuestra súplica.
Amén
OBJETIVO
• Mostrar a las familias que a través del testimonio amoroso, en la vida cotidiana
y en los aspectos más simples de nuestra conducta, podemos alcanzar la gracia
de la santidad.
ILUMINACIÓN BÍBLICA
• Mt 5,12; 1 Co 1,2

• CIC 825 “Todos los cristianos, de cualquier estado o condición, están llamados
cada uno por su propio camino, a la perfección de la santidad, cuyo modelo es el
mismo Padre"
Introducción
• En este tema reflexionamos sobre lo que significa la santidad del día a día,
trabajarla en el contexto actual, con sus riesgos, desafíos y oportunidades.
Porque a cada uno de nosotros el Señor nos eligió, “En Cristo Dios nos eligió
antes de que creara el mundo, para estar en su presencia santos y sin mancha.”
(Ef 1,4)

• Es por ello que les invitamos a responder: ¿Qué es ser santo? ¿Siento que estoy
llamado para ello? ¿En cuáles aspectos de mi vida puedo mejorar para atender
ese llamado? ¿Siento que Dios me ha dado algún don especial para desarrollar
en mí o mi familia? ¿Cuál es ese don?

• Video Estamos llamados a la santidad. https://youtu.be/XJVrwWWiaUo


DESARROLLO DEL TEMA
• El Papa Francisco en su Exhortación Apostólica Gaudete et Exsultate Cap 1, 7
nos dice: “Me gusta ver la santidad en el pueblo de Dios paciente: a los padres
que crían con tanto amor a sus hijos, en esos hombres y mujeres que trabajan
para llevar el pan a su casa, en los enfermos, en las religiosas ancianas que
siguen sonriendo. En esta constancia para seguir adelante día a día, veo la
santidad de la Iglesia militante. Esa es muchas veces la santidad «de la puerta de
al lado», de aquellos que viven cerca de nosotros y son un reflejo de la
presencia de Dios, o, para usar otra expresión, «la clase media de la santidad» […]
“14. Todos estamos llamados a ser santos viviendo con amor y ofreciendo el
propio testimonio en las ocupaciones de cada día, allí donde cada uno se
encuentra.
• Para ser santos no es necesario ser obispos, sacerdotes o religiosas. Muchas
veces pensamos que la santidad está reservada a quienes tienen la posibilidad de
tomar distancia de las ocupaciones ordinarias, para dedicar mucho tiempo a la
oración. No es así. Todos estamos llamados a ser santos viviendo
con amor y ofreciendo el propio testimonio en las
ocupaciones de cada día. (Tomado de la segunda catequesis: “Llamados a
ser Santos” X Encuentro Mundial de las Familias 2022)
• Por eso es importante destacar el Bautismo como fuente de Santidad, y la familia
como comunidad de bautizados, que vive con alegría, esa vocación a la que
fueron llamados en el seno familiar.
¿Quién está llamado a la santidad?
Todo hombre, toda mujer y todo niño de toda época, en todo estado de vida,
condición, grado de talento, profesión y circunstancia.

• ¡Tú estás llamado a la santidad!

• No pensemos solo en los ya beatificados o canonizados. En aquellas imágenes


“tipo estampitas” que miran al cielo; el Espíritu Santo derrama santidad por
todas partes. El Señor, ha salvado a un pueblo, por eso nadie se salva solo,
como individuo aislado, sino que Dios nos atrae tomando en cuenta la compleja
trama de relaciones interpersonales y familiares que se establecen en la
comunidad humana: Dios quiso entrar en la dinámica de un pueblo, de una familia.
• Todos estamos llamados a ser santos. A pesar de nuestras
equivocaciones y errores, a pesar de que mostremos un lado
egoísta y no nos pongamos en los pies del otro. Dios nos
perdona y nos da la capacidad de elegir, he allí lo que
llamamos discernimiento y ÉL respeta nuestra decisión.
• ¿Por qué? ¡Porque Dios te ama! Tú eres precioso para Él. Tú le perteneces a Él
.- ¿Cuándo? ¡Ahora! Hoy, en este momento y todos los días de ahora en adelante. Su gracia te basta.

-¿Dónde puedo practicar la Santidad? En el hogar, en el trabajo, en el descanso, en la escuela, en


una multitud, sólo, en tu familia, en la prisión, en tu comunidad, en tu parroquia. Es decir, en
cualquier lugar y circunstancia de vida. Tú puedes ser Santo en todas partes

.-¿Es esto posible? Sí, Jesús dará frutos en ti si tú cooperas con Su gracia que se recibe con los
sacramentos: la Confesión, la Comunión, el arrepentimiento, la oración y las buenas obras.

.-¿Qué debo hacer? Sé fiel a tu estado de vida (casado, soltero, religioso, trabajador, ama de casa,
estudiante) Ama e interésate por tu familia, amigos y comunidad. Permite que Jesús resplandezca a
través de ti. Y sobre todo ORA.
• .-¿Algunas de las sugerencias prácticas? Busca a Cristo en momentos de
tribulaciones, cambia toda situación desagradable para bien de tu alma,
adáptate y aprende del temperamento de tu esposo, hijo, padres y
prójimo,
• .-¿Veré los resultados? Sí, verás más armonía en el hogar, más paciencia
con tu prójimo, más fortaleza para vencer la debilidad, serás más
compasivo y misericordioso con otros, por lo tanto habrá más gozo y
paz en ti.

• ¿Cuánto tiempo tomará este cambio? El tiempo que necesites. Es una


lucha diaria y constante cultivar estas actitudes puesto que no somos
perfectos. “No creo haber conseguido ya la meta ni me considero un
'perfecto', sino que prosigo mi carrera hasta conquistarlo, puesto que
ya he sido conquistado por Cristo. No, hermanos, yo no me creo todavía
calificado, pero para mí ahora sólo vale lo que está adelante; y
olvidando lo que dejé atrás” (Filipenses 3,12-13).Fuente Catholic.Net
• Ahora les invitamos a reflexionar de manera individual:
• - ¿Cuándo me he sentido guiado en este camino hacia la santidad?

• - ¿Qué puedo hacer de manera personal para despertar la conciencia del


llamado a la santidad en mi familia y comunidad?
CONCLUSIÓN
• La vida de la familia está llena de relaciones complejas y no siempre fáciles, por
ello es el lugar adecuado y propicio para contemplar la acción del Espíritu de
Dios, que puede cambiar el corazón del hombre, hacerle mejorar sus actitudes y
de este modo cada miembro de la familia sea capaz de amar y comenzar su propio
camino de santidad.

• La santidad en el ámbito familiar sí es posible de alcanzar, debemos verla como


un estilo de vida donde diariamente demos pequeños pasos que nos permitan ser
mejores personas y que mejor ejemplo que seguir las virtudes de Jesús. Ver a
Jesús como hijo que amo a María y a José debe inspirar a los hijos en el trato
hacia los padres, ver como Jesús actuó durante su vida con gentileza, bondad,
perdón, mansedumbre y justicia debe darnos luz en el trato hacia el esposo,
hacia los hijos, hacia el hermano. Ser compasivos, misericordiosos y amorosos,
ponernos en el lugar del otro es el primer paso a seguir para atender ese
llamado a ser santos en nuestro entorno y en la cotidianidad de nuestras vidas.
COMPROMISO
• Abrir mi corazón, mi entendimiento y
todo mi ser para actuar de manera
positiva y amorosa con mi familia y con
el prójimo todos los días, a imagen y
semejanza de Jesús.

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