El G2 cubano y su impacto en la Venezuela Bolivariana

En la actualidad, todo país cuenta con un servicio de inteligencia o alguna entidad que
se encarga de controlar la información sensible al gobierno o a intereses del pueblo, lo
cual le brinda acceso legal y privilegiado (aunque no siempre ético) a las
telecomunicaciones canales de información, a medios de comunicación y a información
privada de sus ciudadanos, todo bajo la premisa de proteger la soberanía nacional.

En el caso de nuestro país, existe el muy conocido y polémico Servicio Bolivariano de

Inteligencia (SEBIN). Que se inició durante el gobierno revolucionario, y cuyos lasos se
estrecharon con Cuba gracias a la cercanía entre los ya fallecido presidentes Chávez y
Castro. Periodo durante el cual se inició la cooperación y posterior ocupación estratégica
de nuestro territorio por parte del principal organismo estatal de inteligencia del Gobierno
Cubano, conocido como G2.

Según fuentes oficiales, durante la revolución bolivariana, han pasado miles de

cubanos por nuestro país, con el pretexto de dar cumplimiento Convenio Integral de
Cooperación Cuba-Venezuela., pero muchos de estos supuestos profesionales vinieron
con otras intenciones más acordes a los objetivos totalitarios de los gobiernos en cuestión
ya que el 20% de los cubanos que trabajan en el territorio nacional, realizan labores de
inteligencia y seguridad

Lo cual se hizo notorio, debido a denuncias de varios exmilitares como el General

Antonio Rivero, quien en 2010 dio a conocer la participación de militares cubanos dentro
de la Fuerza Armada Nacional y el uso de instalaciones militares para el proselitismo
político, así mismo, se vio la actuación de milicianos cubanos en las represiones a las
protestas de 2014 y 2017, situación que fue reseñada por la Organización Mundial de los
Derechos Humanos.

Pero la influencia y control del G2 se extiende mucho más, ha establecido oficinas en

organismos de alta sensibilidad como Cancillería, el SEBIN, PDVSA, y la Dirección
General de Contrainteligencia Militar (DGCIM), así como también, en cada ministerio de la
nación. La situación ha alcanzado tal nivel, que, según palabras del general Manuel
Ricardo Cristopher Figuera, quien fuera el jefe del SEBIN hasta 2019 cuando salió al
exilio. “La influencia cubana en Venezuela es muy alta en mandos
militares, en la inteligencia y en la contrainteligencia”,
 Gracias al control qué a lo largo de varios años se le concedió sobre nuestro país, fue
un arma muy poderosa utilizada por Chávez durante su gobierno y en la actualidad, según
el mismo Raúl Castro hay 20.000 cubanos sosteniendo al presidente Maduro, quien, al
inicio de su mandato, creó el Centro Estratégico de Seguridad y Protección de la Patria
(CESPPA). Para fortalecer aún más la alianza con el G2 y su control sobre nuestra
nación.

Claro está que nos encontramos en una grave situación en la cual se ha vulnerado
sistemáticamente nuestra soberanía y más grave aún, es el hecho de que nuestro
gobierno sea el principal colaborador de tal situación, hemos sido ocupados
silenciosamente por un gobierno extranjero sin estar en guerra, ni a causa de que alguna
deuda económica nos obligue a hacerlo, Cuba por un lado brindando apoyo a un gobierno
sin apoyo popular, todo sea por seguir exprimiendo los recursos y beneficios que a lo
largo de 21 años han logrado, mientras que por el otro, el gobierno nacional, liderado por
Maduro, ha permitido que seamos controlados por un ente extranjero, que vulnera
derechos humanos, todo con la intención de perpetuarse en el poder y que debemos
reconocerlo, lo han logrado.

Mas de una década bajo el control del G2 como herramienta en todas las áreas
sensibles como petróleo, fuerzas armadas, espionaje de opositores y muy probable
influencia en las elecciones, han sido una fortaleza para el gobierno de turno cuyo final no
se vislumbra en la cercanía, a tal punto ha sido importante para sostener la revolución
bolivariana, que sin la presencia del mismo, es muy probable que ya se hubiese dado un
desenlace en la situación que vive nuestro querido y maltratado país.