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Cuarto viaje[editar]

Artículo principal: Cuarto viaje de Colón

Cuarto viaje

Estrecho de Malaca. Este estrecho era el que buscaba Colón en su cuarto viaje, creía que había
llegado a Asia, y lo necesitaba para llegar a las Indias.

Pese a los problemas por la pérdida de sus poderes, Cristóbal Colón inició el cuarto y
último viaje, aunque con una serie de prohibiciones, como la de tocar tierra en La
Española. El objetivo de este viaje era encontrar un estrecho, el Estrecho de Malaca, que
le permitiera llegar a las Indias, al oeste de las islas Antillas, ya que se veía que éstas no lo
eran aunque no podían quedar muy lejos de las tierras por él descubiertas. Salió del puerto
de Cádiz con dos carabelas y dos navíos: La Capitana, La Gallega, La Vizcaína y
el Santiago de Palos, el día 11 de mayo. Pasando por Canarias, llegó a las Indias en 30
días.25
En su cuarto viaje (1502-1504) Colón exploró las costas de América Central
(Honduras, Nicaragua, Costa Rica y Panamá).
Por los problemas surgidos en La Española, Nicolás de Ovando, nuevo gobernador de la
colonia, no permitió que Colón desembarcase a pesar de una inminente tempestad y que
cambiase uno de sus buques por otro de mejores condiciones. Colón capeó como pudo el
temporal y pasó a Jamaica, aunque la tormenta no le dejó hasta el 12 de septiembre, 88
días de tormenta.26
Siguiendo al oeste, descubriendo la isla de Guanaja, en la costa de Honduras, en América
Central, encontró una embarcación con mercaderes mayas que le ofrecieron cacao. En la
Punta Cajina (hoy Punta Trujillo) los tripulantes descendieron de sus naves para asistir a la
primera misa católica celebrada en la tierra firme de América el 14 de agosto27 Continuó al
este y lo sorprendió un huracán, durante varias semanas las 4 naves fueron sacudidas por
la tormenta y el 12 de septiembre doblaron un cabo. Allí se calmó la tormenta y Colón lo
bautizó como Cabo Gracias a Dios, en la costa de Honduras, por decir «Gracias a Dios
que al fin salimos de esas honduras» y de allí navegó hacia el sur.2829
Varias expediciones siguieron a los cuatro viajes colombinos. Fueron los Viajes Menores,
los cuales permitieron reconocer la existencia del continente Americano y explorar toda la
costa de Venezuela.

Los viajes menores o andaluces[editar]


En 1499 la corona española decidió poner fin al monopolio que tenía Colón sobre las
navegaciones a las Indias y abrió el negocio a otros navegantes y empresarios. Esto dio
lugar a la realización de una serie de expediciones denominadas «viajes menores»,
«viajes de reconocimiento y rescate» o también «viajes andaluces», ya que todos se
organizaron y partieron desde Andalucía y los que participaron en ellos residían
mayoritariamente en esa región de España.30
Entre los muchos marinos se destacaron: Pedro Alonso Niño, descubridor de las costas
de golfo de Paria, en Venezuela; Andrés Niño, descubridor de las costas
centroamericanas; Bartolomé Ruiz, descubridor y navegante del Océano Pacífico que
integró como piloto la famosa expedición de Francisco Pizarro de los Trece de la
Fama; fray Antonio de Olivares, fundador de la ciudad de San Antonio de Texas; Alonso
Vélez de Mendoza, repoblador de la isla de Santo Domingo; Diego García de Moguer que
tomó parte en el primer viaje alrededor del mundo junto a Magallanes; Juan Ladrillero,
considerado el otro descubridor del Estrecho de Magallanes y Vicente Yáñez Pinzón,
descubridor del Brasil,3132 Juan Rodríguez Mafra que participó como piloto de la Nao San
Antonio en el viaje de la primera vuelta al mundo.33

Consecuencias[editar]

Mapa de Martin Waldseemüller de 1507, el primero en incluir el topónimo «América».

La llegada de Cristóbal Colón a América está considerada como uno de los hechos más
importantes de la historia universal por las consecuencias que tuvo y debe relacionarse
con el primer viaje alrededor del mundo realizado por la tripulación de Fernando de
Magallanes pocos años después, que abrió paso a la conquista del mundo por parte de
Europa.

Consecuencias a largo plazo[editar]


Artículos principales: Colonización europea de América  y  Colonización española de América.

Américo Vespucci despierta "America", grabado del 1638

La llegada de Cristóbal Colón permitió el comienzo de la conquista de América, cuya


primera campaña fue la que los españoles emprendieron en Cuba, por Velázquez. A ella
siguieron las dos más importantes: la del Imperio azteca, por Hernán Cortés y la
del Imperio inca (por Francisco Pizarro) así como otras hasta su finalización definitiva tras
los decretos del rey Felipe II de abolición de la conquista. A partir de ellos comenzó la
«colonización de América», en la que intervinieron
también portugueses, ingleses, holandeses y franceses.
El contagio de las enfermedades que los europeos llevaron consigo (viruela, tifus, fiebre
amarilla, etc.) produjo un colapso de la población indígena de América, con gran impacto
en la mortandad. Igualmente vinieron enfermedades de las Américas como la en su día
temida sífilis que diezmó la población europea desde las posesiones españolas en Italia en
1494.
Si bien todas las potencias europeas impusieron obligatoriamente sus idiomas en sus
respectivos territorios, debido a la hegemonía que sobre América ejercieron España y
Portugal predominaron el idioma español y portugués en sus respectivas zonas de
influencia. España, empero, permitió la utilización de varios idiomas indios como
el quechua y el guaraní. Por su parte la religión católica pasó a ser oficial y la conversión
de los indígenas fue una de las causas de la conquista; además se generó una población
con altos niveles de mestizaje genético y cultural entre los pueblos originarios, los
europeos y los africanos subsaharianos.
La principal riqueza generada por los territorios españoles en América fue la extracción
del oro y la plata. Inicialmente los españoles encontraron sobre todo oro, y las cantidades
enviadas a España fueron pequeñas: hasta 1514 llegaron unos 40 000 o 50 000 pesos
anuales desde la Española, otros 11 000 desde San Juan y cantidades menores desde
Cuba y Tierra Firme.34 La conquista de los imperios azteca e inca deparó puntualmente
grandes botines de oro. Sin embargo fue la puesta en explotación de minas de plata en
México y, sobre todo, en Potosí a partir de 1545 lo que multiplicó la producción y
exportación de metales preciosos. Se ha calculado que hasta 1660 se enviaron a España
unas 16 600 toneladas de plata y 181 toneladas de oro, incluyendo tanto las remesas de
particulares como los impuestos a la Corona. Esto desató una revolución de precios en
Europa y permitió a la Monarquía Hispánica financiar las numerosas guerras en que se vio
envuelta.3536 No obstante, la mayor parte de la plata y del oro, en torno al 80%, se quedó
en la América española.37
Otra importante consecuencia de la llegada de los europeos a América fue la asimilación y
la difusión mundial de los alimentos que habían sido consumidos por las culturas
americanas y que hoy se estima constituyen el 75% de base alimentaria que consume
la Humanidad. Ellos son el maíz, la batata, la calabaza, el tomate, el chocolate,
el cacahuate o maní, la vainilla, los ajíes, la palta o aguacate, todos estos originarios
de Mesoamérica, con justa razón nombrada por los conquistadores «el cuerno de la
abundancia», y la papa (o patata como se denomina en España) originaria de los pueblos
nativos de los Andes. Otros productos importantes originarios de América son la goma y
el tabaco.38
Por otro lado, los españoles primero y los europeos después llevaron consigo a América
animales tan útiles como el caballo, el burro, el asno y demás ganado como
la vaca castellana, el buey, la oveja y animales de granja como el cerdo, la gallina/gallo,
el conejo... Así como ciertos árboles frutales, la cebada, la avena, el centeno y el trigo de
la península ibérica y la caña de azúcar de la islas Canarias o Madeira, que tanto éxito
tuvo en el Caribe o el mismísimo café de las colonias portuguesas en África.39
La llegada de Colón a América causó también una gran expansión de la navegación y
el comercio entre los pueblos, que se volvió mundial.
Los colonos ingleses en América terminaron organizando a partir de 1776 un nuevo tipo de
sociedad a partir de conceptos novedosos
como independencia, constitución, federalismo y dieron origen a los Estados Unidos de
América que, en el siglo XX, reemplazó a Gran Bretaña como potencia mundial dominante.
No todo fue horror: sobre las ruinas del mundo precolombino los españoles y los portugueses
levantaron una construcción histórica grandiosa que, en sus grandes trazos, todavía está en pie.
Unieron a muchos pueblos que hablaban lenguas diferentes, adoraban dioses distintos, guerreaban
entre ellos o se desconocían. Los unieron a través de leyes e instituciones jurídicas y políticas pero,
sobre todo, por la lengua, la cultura y la religión. Sí las pérdidas fueron enormes, las ganancias han
sido inmensas.
Para juzgar con equidad la obra de los españoles en México hay que subrayar que sin ellos ―quiero
decir: sin la religión católica y la cultura que implantaron en nuestro país― no seríamos lo que
somos. Seríamos, probablemente, un conjunto de pueblos divididos por creencias, lenguas y
culturas distintas.40
Octavio Paz, 1995
El debate terminológico[editar]
La expresión «descubrimiento de América» para referirse a la llegada de Cristóbal Colón al
continente americano es criticada por diversos sectores, culturas y estudiosos, dando lugar
a un amplio y apasionado debate. Esta confrontación ha estado íntimamente vinculada al
uso de los términos Día de la Raza, Día de la Hispanidad, Día de la Resistencia Indígena y
otros creados para referirse al mismo suceso. El debate se generalizó en 1992,con
ocasión del V centenario de la llegada de Colón a América.
El filósofo argentino Santiago Kovadloff dijo a este respecto:
Se aproxima un nuevo 12 de octubre y aún perduran los ecos de la polémica desatada en 1992. Al
cumplirse los quinientos años de la llegada de los españoles a América estalló la discusión, hasta
allí quizá menos estridente pero no menos apasionada. ¿Cómo debía designarse lo sucedido?
¿Descubrimiento? ¿Encuentro de culturas? ¿Usurpación? ¿Conquista? Una gama de posibilidades
e imposibilidades interpretativas se viene desplegando con fervor desde entonces hasta hoy. El
desacuerdo alentó confrontaciones interminables. Si la trascendencia del acontecimiento evocado
resulta indiscutible, su caracterización, por uno u otro motivo insatisfactoria, prueba la dificultad para
generar consenso donde tanta falta hace. Después de todo, si cabe a los nombres, como enseña
Aristóteles, enunciar las propiedades de las cosas, la desorientación para lograr convergencias en
esta materia evidencia que, aún ahora, aquellos a quienes la cuestión compete siguen hablando de
cosas distintas.
Santiago Kovadloff41

Se han desarrollado diversas posiciones sobre la manera de denominar el acontecimiento:

 Postura tradicional: es la postura mayoritaria, que se ha usado desde fines del


siglo XVI, primero en la cultura occidental y luego se ha extendido en todo el mundo,
que utiliza el término «descubrimiento de América», para referirse exclusivamente al
acto realizado por Colón el 12 de octubre de 1492, al llegar a la isla Guanahaní
conduciendo la expedición española embarcada en las famosas tres carabelas, en su
primer viaje. La postura tradicional tiene su origen en el «mito del piloto original» ya
presente en los testimonios del padre Bartolomé de las Casas, luego modificado
por Fernando Colón en la biografía de su padre, Vida del almirante, publicada
en 1571 (ver O’Gorman).
o Postura tradicional ampliada: sin abandonar la postura tradicional,
discute el alcance original, y sostiene que el término debe extenderse a todos los
viajes de Colón a América, o sea, a sus cuatro viajes ya que entiende el término
«descubrimiento de América» no como un acto sino como una etapa, la primera
de la expansión ultramarina de Europa, sucedida luego por otras dos etapas:
la conquista y la colonización.
o Postura tradicional modificada: sostiene que es incorrecto aplicar el
término «descubrimiento de América» a ninguno de los actos realizados por Colón
y sus hombres, y que dicha denominación debe reservarse al momento que el
primer europeo «descubrió» que Colón había llegado a tierras desconocidas hasta
entonces para las culturas europeas, africanas, asiáticas y polinésicas del siglo XV.
Este momento también se encuentra discutido, pero existe cierto consenso en
atribuírselo al italiano Américo Vespucio a partir de cuyo nombre los europeos
denominaron «América» a ese continente.
 Postura cronológica: sostiene que el término «descubrimiento», a secas, o
«primer descubrimiento», debe ser reservado para el primer ser humano en realizarlo,
y en el caso en debate, para los primeros seres humanos en poblar el continente
americano y es la utilizada por algunos arqueólogos, antropólogos e historiadores,
como por ejemplo William Dancey (de la Universidad de Ohio).42 y que admite
denominaciones sucesivas como «primer descubrimiento», «segundo
descubrimiento», «tercer descubrimiento», «cuarto descubrimiento», de América, para
referirse a las llegadas de los primeros seres humanos, y luego de
los inuit, vikingos/europeos y españoles/europeos, respectivamente.
o Postura cronológica modificada europea vikinga: rechaza la aplicación
del término «descubrimiento de América» para la llegada de Colón porque
sostiene que los primeros europeos en llegar a América fueron los vikingos,
debiendo aplicarse el término a la llegada a América de Leif Eriksson en 985 (ca.).
o Postura cronológica modificada europea moderna: sostiene que hubo
otros europeos modernos que descubrieron América antes de la llegada de Colón,
como la hipótesis de Alonso Sánchez de Huelva.
o Postura cronológica modificada no europea: sostiene que antes que
ningún pueblo europeo hubo otros pueblos no europeos en llegar a América luego
de los siberianos e inuit. Los casos varían entre chinos,
polinésicos, fenicios, egipcios, mandingos y marroquís.
 Postura etnológica: sostiene que puede considerarse «descubrimiento» al
realizado por cada cultura o etnia en condiciones de aislamiento. De este modo tanto
la llegada original de los siberianos a América y eventualmente de otras etnias, como
las posteriores de los inuit, los vikingos y los españoles, significaron un
«descubrimiento» para cada una de esas etnias o culturas. En este caso, propone
adicionar al término «descubrimiento» la etnia o cultura para la que es significativa,
hablando de «descubrimiento de América por los vikingos» o «descubrimiento de
América por los europeos medievales», etc.43 Un ejemplo de esta postura es el
libro The American Discovery of Europe (El descubrimiento americano de Europa), de
Jack D. Forbes, 2006. Esta postura abrió camino también al concepto de
«descubrimiento de Europa» por parte de las culturas indígenas, cuya existencia
también desconocían, concepto que utilizan algunos historiadores como Daniel Richter
(Universidad de Pensilvania, en Native American Discoveries of Europe) o el Estado
de Chile que denomina al 12 de octubre como Día del Descubrimiento de Dos
Mundos.
 Postura pluralista: acepta que para diversos grupos sociales, étnicos, lingüísticos
y culturales, el término «descubrimiento de América» tiene múltiples acepciones, sin
tomar partido por ninguna.
 Postura indígenista/anticolonialista: es sostenida por varios pueblos indígenas
americanos que cuestionan el término «descubrimiento de América» por considerarlo
una denominación eurocéntrica, que ignora la presencia de sus antepasados en
América al momento de la llegada de los españoles, dando prioridad a la idea de
América como «tierras» antes que como pueblos, con el fin de legitimar culturalmente
la posterior dominación y colonización de la que fueron objeto. Con esta postura
coinciden los sectores opuestos al colonialismo y al neocolonialismo para quienes el
término es una expresión de colonialismo cultural. En general han propuesto términos
alternativos como «invasión de América», o «Día de la Resistencia», entre otros.
 Postura hispanista: rechaza como acto de «indigenismo» (en sentido peyorativo)
y considera un ataque contra la Hispanidad, todo cuestionamiento al término
«descubrimiento de América» que no signifique llegada de los españoles a América
con Colón. Para esta postura el término y el hecho que expresa, está vinculado a la
superioridad de la cultura hispana, occidental y cristiana, sobre las demás. Estuvo
originalmente vinculada a la invención en 1915 del controvertido «Día de la Raza»
como Día de la Hispanidad y de la Raza Española, para el 12 de octubre, aunque
luego varios países atemperaron su significado para relacionarlo con una
supuesta raza mestiza. Fue difundida intensamente por algunos gobiernos
latinoamericanos en los años setenta.
 Postura conciliatoria: propone conciliar las posturas indigenista/anticolonialista
con la hispanista, sosteniendo que antes que poner el acento en la mayor o menor
violencia que pudiera haber caracterizado la llegada de los españoles a América, lo
que se debe destacar es el hecho del encuentro entre dos grupos de culturas
humanas que habían vivido separados por milenios. Propone denominar «Encuentro
de Dos Mundos» o «Encuentro de Dos Culturas», al hecho de la llegada de Colón a
América.44
 Posturas nacionales: estas posturas han comenzado a aparecer como posturas
oficiales frente al 12 de octubre de 1492 y su denominación, en muchos casos
rechazando o limitando la denominación «descubrimiento de América». En Argentina,
por ejemplo, para el INADI (Instituto Nacional contra la Discriminación) «la idea de
descubrimiento y el elogio de la conquista española» es violatoria de la Convención
sobre Eliminación de toda Forma de Discriminación Racial y constituye un acto de
discriminación.45

Conmemoraciones del descubrimiento[editar]


Hasta el siglo XIX la efeméride del descubrimiento pasó relativamente desapercibida. La
primera gran celebración oficial internacional tuvo lugar en 1892, con la Celebración del IV
Centenario del Descubrimiento de América.
Un siglo más tarde, en 1992, tuvo lugar la Celebración del V Centenario del
Descubrimiento de América concentrando gran número de actos conmemorativos y
debates sobre el significado y consecuencias del acontecimiento. España organizó
la Exposición Universal de Sevilla, que coincidió en el tiempo con la celebración de
las Olimpiadas de Barcelona. Los Lugares colombinos protagonizaron actuaciones de
restauración en sus principales monumentos y se hizo un viaje repitiendo el primer viaje de
Cristóbal Colón a América con réplicas de los navíos originales (la Pinta, la Niña y la Santa
María) construidos en los astilleros de ribera españoles de Isla
Cristina, Cartagena y Barcelona respectivamente, con métodos artesanales.
En el año 2017 se desarrollaron las celebraciones del 525º aniversario del Descubrimiento
de América. Para tal fin, la Diputación de Huelva organizó una Comisión 46 encargada del
desarrollo de actividades culturales, deportivas, académicas, turísticas, institucionales y de
sensibilización ciudadana, bajo la denominación de 525 aniversario del encuentro entre
dos mundos. En los Lugares colombinos las celebraciones locales se denominan 525
Aniversario del Descubrimiento de América y contempló multitud de actos
conmemorativos, rememorando la participación clave de Palos de la Frontera,
su monasterio de La Rábida y Moguer en el Descubrimiento de América.

Véase también

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