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Gruñido

Un estudio reciente en Budapest, Hungría, ha encontrado que los perros son capaces
de saber el tamaño que otro perro tiene con solo escuchar su gruñido. También que
un gruñido específico es utilizado por los perros para proteger su comida. La
investigación mostró que los perros no mienten sobre su tamaño, siendo esta la
primera vez que una investigación ha puesto de manifiesto que los animales pueden
determinar el tamaño de otro por el sonido que producen. La prueba utilizó imágenes
de muchos tipos de perros, mostrando un perro pequeño, después uno grande y
reproduciendo el gruñido de cada tipo. El resultado demostró que —20 de los 24
perros del ensayo— miraban primero a la imagen del perro de tamaño apropiado
durante los períodos más largo de tiempo.54

Salud
La salud de los perros, igual que la humana, está relacionada con el tipo de vida
que lleve —alimentación, ejercicio físico, educación—, sobre todo durante los
períodos de mayor vulnerabilidad: crecimiento, gestación, amamantamiento, trabajo y
vejez. Son susceptibles a diversas enfermedades, trastornos y venenos, algunos de
los cuales afectan a los humanos de la misma manera y otros que son exclusivos de
los perros.

Los perros y los humanos han evolucionado conjuntamente durante los últimos 12.000
años, compartiendo la exposición a las mismas condiciones ambientales y la
modificación de la alimentación ancestral.1614 El ser humano pasó de una
alimentación basada en la caza y la recolección a una dieta con un alto contenido
en cereales. De la misma forma, el perro pasó de un alimentación carnívora a una
dieta rica en cereales.1655565758 Este cambio de la alimentación se ha producido a
un ritmo muy rápido en un plazo de tiempo muy corto desde el punto de vista
evolutivo. La humanidad existe desde hace unos 2,5 millones de años y los cánidos
desde hace 34 millones de años, pero los cereales se introdujeron en la dieta de
ambos hace unos 10 000 años, durante la revolución neolítica y el desarrollo de la
agricultura.56585960 Las evidencias históricas y arqueológicas muestran que
previamente, los seres humanos en general no mostraban signos ni síntomas de
enfermedades crónicas y que, coincidiendo con la inclusión de los cereales en la
dieta, se produjo una serie de consecuencias negativas sobre la salud, muchas de
las cuales continúan presentes en la actualidad.615758 Entre ellas cabe destacar
múltiples deficiencias nutricionales, trastornos minerales que afectan tanto a los
huesos (osteopenia, osteoporosis, raquitismo) como a los dientes (hipoplasias del
esmalte dental, caries dentales), y una alta incidencia de trastornos neurológicos,
enfermedades psiquiátricas, obesidad, diabetes tipo 2, ateroesclerosis y otras
enfermedades crónicas o degenerativas.61575856 En qué medida ha ocurrido lo mismo
en el caso de los perros y hasta qué punto el perfil de nutrientes de la dieta de
sus antepasados los lobos (claramente carnívoros) es el óptimo para los perros
domésticos, son objeto de estudio. Los alimentos comerciales para perros contienen
sustancias que no pueden digerir o no digieren completamente, tales como tejidos
animales de baja calidad (por ejemplo, huesos), fibras de origen vegetal y
proteínas indigestas, que son un sustrato para la fermentación por la flora
intestinal. También contienen altas cantidades de almidón procedente de los
cereales y, si bien se ha demostrado que el perro doméstico ha desarrollado una
mayor capacidad digestiva y de absorción del almidón, no se ha determinado el
impacto sobre la salud y la esperanza de vida de esta alta cantidad constante de
glucosa absorbida por el perro.61 Muchas de las enfermedades inflamatorias e
inmunológicas que desarrollan los perros son provocadas por alteraciones de la
flora intestinal como consecuencia de una dieta inadecuada o el uso de
antibióticos, tales como enfermedades digestivas crónicas, alergias respiratorias,
asma, enfermedades de la piel (especialmente dermatitis atópica) y trastornos
autoinmunes.19

Junto a los humanos, los perros domésticos tienen la mayor diversidad fenotípica y
enfermedades naturales conocidas de todos los mamíferos. Aproximadamente 400
enfermedades hereditarias similares a las de los humanos se caracterizan en los
perros, incluidos trastornos complejos como cánceres, enfermedades
cardiovasculares, enfermedades autoinmunes y trastornos neurológicos.1718 Entre
estos últimos, destaca especialmente la enfermedad de Alzheimer. Los perros
muestran muchas similitudes con el deterioro cognitivo humano, incluyendo la
acumulación en el cerebro de placas amiloides. Esto los convierte en el mejor
modelo animal de investigación de la enfermedad de Alzheimer.16

Como todos los mamíferos, son susceptibles a la hipertermia cuando hay niveles
elevados de humedad y/o de temperatura.62

La longevidad media de un perro varía mucho en función de la raza, y oscila entre 8


y 15 años, si goza de buena salud puede vivir hasta 20 años, o incluso más; el
perro más longevo que se conoce llegó a los 29 años.63 Las razas pequeñas suelen
tener una esperanza de vida mayor que las grandes y las gigantes.64

Valores orientativos caninos


Temperatura corporal:
38,5-39,5 °C
Frecuencia respiratoria:
20-40 respiraciones / min
Frecuencia cardíaca:
70-180 latidos / min y hasta 220 en cachorros
Duración del crecimiento:
Razas pequeñas: hasta los 10 meses
Razas medianas: hasta los 12 meses
Razas grandes: hasta los 15 meses
Período de vejez:
Razas pequeñas: desde los 8 años
Razas medianas: desde los 7 años
Razas grandes: desde los 5 años
En ocasiones es el médico veterinario quien recomienda qué tipo de vacuna se debe
aplicar, es importante que el propietario tenga en conocimiento que en cuanto a
aplicaciones víricas, funciona mejor en el organismo del animal una vacuna de virus
atenuado o modificado, ya que este tipo de biológicos dan un incremento paulatino
de anticuerpos, logrando una protección muy eficaz sin los efectos adversos
postinoculación que pueden existir con la aplicación de una vacuna a virus activo;
los efectos con este tipo de vacunas pueden ir desde simple fiebre y vómito hasta
un choque anafiláctico o la muerte.

Enfermedades

Perro obeso.

Beagle bicolor hembra de 10 años con un tumor en la mandíbula.


El perro, igual que el resto de seres vivos, es susceptible de enfermar. Los perros
pueden ser una fuente de contagio de determinadas enfermedades para el hombre. Por
esta razón, y por la propia salud de la mascota, es muy importante la correcta
vacunación y desparasitación interna y externa regular.

Algunas razas de perro son propensas a determinados trastornos genéticos, tales


como la displasia de cadera, luxaciones rotulares, paladar leporino, ceguera,
sordera o enteropatía sensible al gluten. También son susceptibles a trastornos
como la diabetes, la epilepsia, el cáncer, la artritis y la obesidad.

La obesidad es una patología frecuente. Se considera que un perro tiene sobrepeso


cuando su peso está por encima del ideal, dependiendo también del tipo de raza; sin
embargo se considera un perro como obeso cuando sobrepasa más del 20 % su peso
ideal, la obesidad debe considerarse como una enfermedad consecuencia de la
alteración de las funciones normales del organismo. Para su solución es preciso
diagnosticarla, conocer las causas que la han producido y proponer soluciones. La
frecuencia de obesidad aumenta con la edad, y es más frecuente en hembras que en
machos y es dos veces más elevada en perros castrados. Las razas de perros con más
tendencia a engordar son el Labrador Retriever, Cocker Spaniel, Dachshund, Pastor
de Shetland, Collie, Basset hound y Beagle. La causa de la obesidad es que se
almacena más energía de la que se consume. Un perro que consuma un 1 % más de la
energía que necesita puede aumentar su peso hasta un 25 % más de lo debido.

La torsión gástrica y la meteorización son un problema serio en algunas razas de


pecho ancho.

Las enfermedades infecciosas habitualmente asociadas con los perros incluyen la


leptospirosis, el parvovirus canino y el moquillo. Para protegerlos de ellas los
perros deben ser vacunados, así como también contra la rabia, enfermedad que se
transmite al ser humano y es altamente mortal.

Las enfermedades heredables de los perros pueden incluir una gran variedad, desde
la displasia de cadera y las luxaciones rotulares mediales hasta epilepsia,
diabetes y estenosis pulmonar. Los perros pueden contraer enfermedades que afectan
cualquiera de sus órganos, como el hipotiroidismo, cáncer, enfermedades
periodontales, enfermedades cardíacas, insuficiencia renal, etc.

Es de destacar la piómetra, que afecta a las hembras no esterilizadas de todas


clases y edades que no han tenida una vida reproductiva, cuya remedio suele ser
quirúrgico. El meteorismo gástrico y la torsión estomacal afectan a las razas más
grandes y los perros de pecho ancho, y son un trastorno agudo que puede matar
rápidamente.

Los parásitos externos más comunes del perro son la pulga, la garrapata y el piojo,
mientras que los internos son diferentes cestodos, nematodos, como áscaris,
anquilostomas, dirofilarias, diversas tenias y otros. Entre estas últimas se
encuentra el Echinococcus granulosus, cuya forma evolutiva intermedia es
responsable de la hidatidosis humana.

Ejemplares híbridos de la raza pekinés.


Los perros pueden sufrir alergias, que pueden afectar a la piel o provocar
alteraciones digestivas. Los alimentos que más frecuentemente producen alergias son
carne de res, lácteos, trigo, huevo, cordero, pollo y soja.65

El setter irlandés puede desarrollar enteropatía sensible al gluten, una enfermedad


similar a la enfermedad celíaca o la sensibilidad al gluten no celíaca de los seres
humanos.66 Se trata de una enfermedad inflamatoria crónica del intestino delgado,
determinada genéticamente y causada por el consumo de gluten.66

Las enfermedades pueden tener un origen viral, bacteriano, parasitario, genético,


alérgico o inmunitario, o varios de ellos a la vez. Entre ellas pueden citarse:

Alergias cutáneas
Criptorquidia
Diabetes
Displasia de cadera
Parásitos externos
Epilepsia
Parásitos intestinales
Hepatitis canina
Leptospirosis
Moquillo o distemper
Otitis infecciosa
Parvovirosis
Piómetra
Piorrea
Rabia
Reumatismo
Sarna
Torsión gástrica
Toxoplasmosis
Reproducción

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