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RESUMEN:
Las quemaduras en las edades pediátricas son un problema de salud pública,
aparte del riesgo de morir, éstas pueden dejar secuelas invalidantes,
funcionales y estéticas, que causarán trastornos psicológicos, sociales-
familiares y laborales serios durante toda la vida. El conocimiento de esta
patología ya sea del punto de vista fisiopatológico y del diagnóstico adecuado
(determinar el agente causal, la extensión y la profundidad), determinan el
enfrentamiento inicial al niño quemado, lo que conlleva a un tratamiento
adecuado, oportuno y que tiene como finalidad el dejar un paciente sin o con la
menor cantidad de secuelas, de manera de reinsertarlo lo antes posible a su
entorno normal.Las quemaduras en la población infantil constituyen un serio
problema debido al alto riesgo de mortalidad y en casos más graves
producen lesiones invalidantes, funcionales y estéticas que causan
desajustes psíquicos, sociales y laborales durante toda la vida del niño y
familia. A pesar de los avances científicos y tecnológicos desarrollados, las
quemaduras siguen provocando la tercera parte de las defunciones en niños
en los países industrializados y en los llamados del tercer mundo, en Estados
Unidos constituyen la segunda causa más común de muerte accidental en
niños menores de 5 años. Las causas de las quemaduras infantiles varían en
los diversos países, sin embargo, la mayoría de los accidentes a esta edad
ocurren en el hogar y tienen como mecanismo de producción la exposición a
líquidos calientes, fuego y conducción eléctrica. La clasificación de las
quemaduras adopta varios mecanismos, pero todas con llevan a realizar una
evaluación de la severidad de las lesiones para dirigir un adecuado tratamiento
a cada uno de ellos. Éste debe ser en primer lugar, en la estabilización del
paciente, que sigue unas líneas generales como a las de cualquier poli
traumatizado; en segundo lugar, se sitúa el tratamiento específico de las
lesiones según su profundidad y extensión, para minimizar las
complicaciones en forma precoz como la infección y las tardías como las
secuelas funcionales.
2. ANTECEDENTES:
Sheridan( 2004) refiere que para lograr una buena funcionalidad a
largo plazo, los esfuerzos de rehabilitación comienzan en el mismo
momento en que se atiende al paciente, por lo que los terapeutas
físicos juegan un importante papel desde el principio.Así mismo
manifiesta que si una parte del cuerpo queda inmó- vil por un periodo
prolongado, ocurre fijación de las cápsulas y el acortamiento de
tendones y músculos
Serradel y Cateura (2007) las clasifica según su profundidad, en tres
grados : primero, segundo y tercer grado; algunos autores consideran
un cuarto grado. Las quemaduras de primer grado se encuentran en la
epidermis: son dolorosas y eritematosas, pero no existe lesión seria de
tejidos, el eritema solar es un ejemplo típico. Las quemaduras de
segundo grado presentan penetración parcial de los efectos lesivos del
calor en la dermis, lo que implica a menudo la destrucción de glándulas
sebáceas, folículos pilosos y otras estructuras de la dermis. Son
exudativas e hiperémicas y muy dolorosas.
(Schawartz,Chirino,Saenz y Rodriguez ,2008).Las quemaduras de
tercer grado también denominadas de espesor total se caracterizan por
la destrucción en profundidad de las estructuras de la piel, y aun
pueden ser tan profundas como para afectar aponeurosis, músculos,
tendones, nervios, periostio o huesos; estas últimas en realidad, serían
las llamadas quemaduras de cuarto grado. Presentan a menudo un
aspecto blanquecino y traslúcido y a través de la piel puede observarse
los vasos sanguíneos, más oscuros, coagulados; el área es indolora por
la destrucción completa de las terminaciones nerviosas. Tales
quemaduras producen cicatrices muy importantes y necesitan
tratamiento de cirugía plástica, en fases posteriores a la curación. La
ausencia de dolor es de utilidad para valorar la profundidad de las
quemaduras en sus primeras 24-48 horas, ya que el edema dificulta
esta apreciación. Es entonces que la prueba de la ausencia de dolor al
pinchazo, nos indicará que la lesión es profunda. Sus agentes causales
pueden ser la llama directa intensa, agentes químicos muy agresivos o
líquidos calentados a gran temperatura durante un período
relativamente prolongado.
Afirma Ortiz (2008) que las causas de las quemaduras en el tercer
mundo están directamente relacionados a las condiciones de vida de la
población. A pesar de los avances cientí- ficos y tecnológicos
desarrollados, las quemaduras siguen provocando la tercera parte de
las defunciones en niños en los países industrializados y en los países
llamados del tercer mundo, en EE.UU. constituyen la segunda causa
más común de muerte accidental en niños menores de cinco años . En
Latinoamérica, las estadísticas de Chile presentan a las quemaduras
como la mayor causa de muerte entre niños de uno a cuatro años, en
República Dominicana, también son causa importante de
morbimortalidad, con una mortalidad del 18 al 26% en el 2002.
En el Perú, según datos estadísticos proporcionados por el Ministerio
de Salud (MINSA, 2008) los pacientes accidentados por quemaduras, a
nivel nacional, constituyen el 4% en menores de 1 año, de 1 a 4 años el
32%; de 5 a 9 el 5%; de 10 a 14 años 11%. Lo que sig nifica que los
niños de 1 a 14 años constituyen el 62% de la población con
quemaduras. De los 36,420 pacientes registrados en el (MINSA) en el
año 2008: 44% son niños de 0 a 9 años, 18% son jóvenes de 10 a 19
años, 31% son adultos de 20 a 59 ,7% son personas de 60 años a más.
De los niños que se accidentan, aproximadamente, 70% corresponde a
quemaduras por líquidos calientes, 28% quemaduras por fuego directo,
2% quemaduras por electricidad y otros. De los niños quemados, el
70% es menor de cinco años.
3. JUSTIFICACIÓN
Debido a la gravedad del trauma, los niños quemados requieren un manejo especial,
rápido y oportuno, cuya reanimación inicial influye en el pronóstico y evolución. en un
paciente quemado los mediadores inflamatorios tras la lesión producen dos tipos de
respuesta: afectación local y general o también llamado síndrome de respuesta
inflamatoria sistémica (sris), pudiendo llegar a una etapa final la sepsis que es la causa
más frecuente e importante de mortalidad en los niños quemados. El tratamiento
basado en el conocimiento de la fisiopatología está determinando el aumento en la
supervivencia de los pacientes quemados. Por lo que es importante la implementación
de un protocolo de atención médica para que se adopten conductas más apropiadas
ante el niño quemado.
4. OBJETIVOS:
5.1. DEFINICIÓN:
Son lesiones corporales graves provocadas en los tegumentos por
‘’alteraciones térmicas en los tejidos’’, por diversos agentes físico,
químicos y biológicos provocando alteraciones a partir de los 40°C que
varían desde el simple cambio de coloración, hasta la destrucción
parcial o toral de las estructuras afectadas y progresa logarítmicamente
conforme la temperatura aumentada.
5.2. EPIDEMIOLOGIA:
El niño entre 0 y 4 años se quema con una frecuencia tres veces
superior a la de todas las demás edades consideradas conjuntamente.
Un estudio epidemiológico realizado en 1995 da una idea de la
particularidad desde aparición de las quemaduras en el niño seis veces
sobre diez, se trata de varones de una edad media de dos años, con un
pico de frecuencia en las horas de las comidas.
Las quemaduras superficiales (61 %) son mayoritarias, causadas
principalmente por líquidos calientes (73 %) y en la cocina.
Las quemaduras por llama son menos frecuentes (8,7 %) pero
más graves: en el 60 % de los casos son profundas y requieren
injerto. Los encendedores y los líquidos inflamables para encender
barbacoas y lumbres de leña son generalmente los responsables
y deben ser objeto de campañas de prevención.
Las quemaduras eléctricas conciernen al 6,4 % de los casos. El
niño pequeño se quema los dedos en las tomas de corriente. En el
adolescente, se contabilizan varios casos de quemaduras
eléctricas a partir de catenarias que generan arcos eléctricos de
15 000 a 25 000 voltios, por ejemplo, cuando el
joven sube para jugar al techo de un vagón de tren. Estas
quemaduras son entonces frecuentemente profundas y
responsables a veces de amputaciones o de lesiones
neurológicas.
Detrás del accidente por quemadura, se esconde a veces un
problema de malos tratos: el 8 % de las quemaduras está causado
por sevicia y el 11 % de los niños maltratados es víctima
de quemaduras. Se debe pensar en ello cuando las circunstancias
de aparición no sean claras y cuando exista retraso en la consulta
después del accidente.
5.3. ETIOLOGIA:
5.3.1. Agentes físicos:
• Térmicos: solidos, líquidos, gases, vapores, llama o fuego
directo
• Eléctricos: industrial, medica , atmosférica
• Radiantes: sol , radiación , rayos X, energía atómica
5.3.2. Agentes químicos:
• Cáusticos : ácidos y álcalis
5.3.3. Agentes biológicos:
• Seres vivos, insectos , medusas, peces eléctricos, batracios
5.8.1.2.
Extensión: Son
más
graves
cuando
más extensas son, la determinación de la superficie corporal
quemada debe ser determinada en el niño, con mucha
exactitud, ya que expresa el pronóstico vital de la lesión.
Esta regla no puede ser aplicada en niños ya que la
superficie de los segmentos corporales varía de acuerdo a
su edad. Un método útil y práctico en los pequeños, consiste
en aplicar la regla de la palma de la mano para medir la
extensión de la superficie quemada, se considera que la
superficie de la palma equivale al porcentaje igual a 1%.
5.9. NIVELES DE ATENCIÓN
La rehabilitación se integra en un programa de atención pluridisciplinar
durante toda la evolución de la quemadura, hasta la maduración
cicatricial. El tratamiento se inicia en un centro para agudos. No debe
dificultar la reanimación y debe respetar el estado local (de tersión de
las cicatrices, injertos, sobre infecciones). Se trata sobre todo de una
«actitud mental» que consiste en considerar, desde el principio, la
prevención de las secuelas (instalación, apósitos adecuados, ortesis
simplificadas) y que debe ser compartida por el conjunto del equipo
(reanimadores, cirujanos, enfermeros, rehabilitadores).
Cuando el niño sale del centro para agudos, puede: volver a su
domicilio con atención ambulatoria (atención de enfermería,
kinesiterapia); ser trasladado a un centro de rehabilitación. La
especificidad del tratamiento requiere entonces, como en el centro para
agudos, la especialización del conjunto del equipo. El traslado a otro
centro de rehabilitación no especializado más cercano al domicilio,
cuando es deseable, es secundario y es objeto de un
trabajo preparatorio. Tras la estancia en rehabilitación, el niño regresa
habitualmente a su domicilio, con tratamiento ambulatorio y seguimiento
en consulta externa. Este seguimiento es asegurado a nivel del centro
para agudos o del centro de rehabilitación por el médico de medicina
física y de rehabilitación o por el
cirujano o por ambos conjuntamente en el mejor de los casos. Las
prescripciones de curas termales o las indicaciones de cirugía
reparadora se establecen con ocasión de las consultas de seguimiento.
Para el niño y su familia, recorrer estos niveles de atención es una
verdadera carrera de obstáculos que incluye inquietudes y actos
dolorosos; es fundamental que el conjunto de personas que intervengan
colabore para actuar de forma coordinada y coherente. El
kinesiterapeuta ambulatorio, a menudo poco habituado a este tipo de
patología, puede ser contactado por teléfono o mejor aún, invitado a
desplazarse al centro de rehabilitación para una mejor transmisión de
las técnicas de rehabilitación.
5.10.7.2. Educación
MEDIOS FÍSICOS