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1. INTRODUCCIÓN
El objetivo del presente informe jurídico, es analizar a este grupo de atención prioritaria,
en base a la normativa ecuatoriana, a las diferentes perspectivas que tienen los
diferentes países en base a los datos proporcionados, y analizar de manera minuciosa lo
establecido por la Convención Interamericana sobre Protección de los Derechos
Humanos de las Personas Mayores.
2. DESARROLLO
Si bien el objetivo del presente informe es analizar de una manera compleja acerca de
los derechos humanos y su aplicación en cuanto a la protección de los grupos de
atención prioritaria, el mismo va a enfocarse específicamente en los adultos mayores
como parte de este grupo y para realizar una comparación con las diferentes
legislaciones de los demás países existentes, considero necesario en primera instancia
analizar la perspectiva del estado ecuatoriano acerca de los adultos mayores, analizando
la Constitución de la República del Ecuador del año 2008, específicamente en su tercer
capítulo y sección primera, en el artículo 36 se considera a los adultos mayores como un
grupo de atención prioritaria, por lo que deberán tener una atención especializada en
cuanto a los ámbitos tanto públicos como privados, el artículo 37 de la ley suprema
analiza alrededor de 7 derechos que poseen los adultos mayores al ser considerados
como grupo de atención prioritaria, entre los cuales destaca la atención gratuita dentro
del área de salud, la jubilación universal, misma que, conforme a la página web del
Ministerio de Inclusión Económica y Social, es una transferencia de carácter no
condicionado de 35 dólares mensuales, la rebaja del coste en cuanto a los servicios de
transporte y espectáculos y el acceso a una vida digna, velando no solo por la seguridad,
también por la dignidad de las personas con más de 65 años.
El estado ecuatoriano, el 9 de mayo del año 2019 lanzó una normativa denominada
“Ley Orgánica de las Personas Adultas Mayores, misma que conforme a su artículo 1
busca garantizar los derechos a las personas adultas mayores, busca que exista un
cumplimiento en cuanto a los derechos de este grupo de atención prioritaria, en base a
una participación tanto social como del estado, la búsqueda de la participación
ciudadana con el fin de integrar a los mismos y establecer un marco jurídico para las
personas adultas mayores, en cuanto a los deberes del estado para facilitar la seguridad
de este grupo, se establece en el artículo 9 de la normativa el establecer y ejecutar
diferentes políticas públicas buscando una garantía a la seguridad social de las personas
adultas mayores, en base a la planificación institucional y tomando en cuenta a los
diferentes tratados y convenios internacionales tal como lo establece el artículo 425 de
la Constitución de la República del Ecuador.
Cabe destacar que el deber fundamental de esta normativa es garantizar una vida
prospera y digna para los adultos mayores, no solo desde un ámbito político o del
estado, también tomando como punto importante a la sociedad, misma que tiene el
objetivo de contribuir en cuanto a la integración de dichas personas, buscando la
seguridad de dichas personas, un punto que considero interesante de la Ley Orgánica del
Adulto Mayor es la denominada “Corresponsabilidad de la familia” , donde se analiza
que la familia de un adulto mayor es igual de responsable que la sociedad al buscar la
integración y la integridad tanto física como emocional de las personas adultas mayores,
donde se debe tener en cuenta el apoyo en sus diferentes habilidades, brindar un entorno
afectivo, cubrir necesidades como su desarrollo físico, salud o alimentación, fomentar la
recreación deportiva y atender a sus necesidades viviendo en el entorno familiar o no.
Uno de los países con mayor cantidad de adultos mayores en el mundo es el país del
continente asiático, Japón, un alrededor del 28.7% de su población es mayor de 65 años,
por lo cual de igual manera ha adoptado diferentes medidas para la protección de este
grupo, estableciendo la “Ley de Prevención del Abuso y Apoyo para Ancianos,
legitimada en el año 2015 tomando como objetivo principal la protección frente al
abuso y la denigración a este grupo de atención prioritaria, donde debe existir una buena
calidad de vida para los adultos mayores, además de buscar establecer un tutor o
profesional que cuide del mismo, desafortunadamente con el paso de los años, Japón ha
demostrado la existencia de diferentes vulneraciones de calidad de vida a este grupo
dentro de las diferentes casas de acogida establecidas en su estado.
La legislación chilena por su parte tiene un recurso interesante que busca la creación de
una denominada “Cuarta Edad”, un aspecto que ningún país posee, tomando en cuenta
que una persona de 65 años de edad es menos vulnerable que una de 85 años, por lo
que, si bien se busca la protección de la integridad de dichas personas, se tiene como
prioridad la seguridad y bienestar de estas últimas buscando una mejor repartición de
recursos para evitar la escasez de los mismos.
Para culminar con el presente informe jurídico, es importante hablar del siguiente
apartado, tomando en cuenta que nuestra normativa reconoce a los tratados y convenios
internacionales como apartados dentro de la normativa vigente, siendo estas de un
mayor rango que las leyes orgánicas y ordinarias pero que se encuentran por debajo de
la constitución, tal como lo establece el artículo 425 de la misma, por su parte y como
ha sido objeto de análisis dentro del documento, el objeto de dicha normativa es el
mismo, la búsqueda y el reconocimiento de los derechos de los adultos mayores en la
sociedad, un aspecto importante es el que se encuentra en el CAPÍTULO I ARTÍCULO
II, donde la Convención en general establece diferentes definiciones en base a las
necesidades de los adultos mayores y los diferentes peligros de los cuales puede ser
parte, como es el caso del abandono, la discriminación, misma que se encuentra dividida
en discriminación múltiple, en base a dos o más factores de discriminación, y la
discriminación por la edad en la vejez, la cual, como su nombre lo establece, se basa en
la edad de la persona en si.
3. CONCLUSIÓN