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QUÉ ES LA CULTURA DIGITAL Y

CÓMO ESTÁ CAMBIANDO NUESTRO


MUNDO
25 FEBRERO, 2019 /POR ANDALUCÍA ES DIGITAL

Vivimos en un mundo cada vez más digital en el que las nuevas tecnologías
están cambiando por completo nuestra manera de relacionarnos y
comunicarnos, de realizar nuestro trabajo, de acceder a nuevas
oportunidades profesionales y, por supuesto, de formarnos
profesionalmente o de facilitar los conocimientos a las nuevas generaciones
de ‘nativos digitales’ ¿Sabes qué es la Cultura Digital y cómo va a cambiar
nuestro mundo?
Artículos relacionados:

 Tendencias tecnológicas que nos cambiarán la vida en los próximos años


 Transformación Digital: el cambio que marcará el futuro de las
empresas 
Qué es la Cultura Digital

Cuando hablamos del concepto Cultura Digital nos estamos refiriendo a un


término que va mucho más allá de su vertiente cultural y nos remite a una
nueva manera de relacionarnos en un mundo cada vez más digital y en en
el que las nuevas tecnologías se han convertido en protagonistas
indiscutibles de nuestro día a día.
De esta manera, Cultura Digital se refiere a todo lo que tiene que ver con las
nuevas tecnologías y su incidencia en nuestra vida cotidiana. En este
aspecto, cuando nos referimos a Cultura Digital podemos establecer un
paralelismo con la transformación digital desde el punto de vista de las
empresas: Un cambio de mentalidad que supone pensar «en digital» a la
hora de afrontar los procesos y mecanismos de toma de decisiones y, por
supuesto, en la relación con el exterior (clientes, proveedores, nuevas vías
de negocio y de comunicación…).
¿Qué cambia en un mundo cada vez más digital? Para responder a esta
pregunta es necesario echar la vista atrás y cuestionarnos cómo era nuestro
día a día antes de la llegada de las nuevas tecnologías: cómo buscábamos
y accedíamos a información, cómo aprendíamos, nos relacionábamos,
comprábamos o cuál era una jornada laboral típica ¿recuerdas?
Todos estos comportamientos han cambiado y, lo que es más importante,
van a seguir haciéndolo en los próximos años a medida que nuestra
relación con la tecnología siga evolucionando y sume cada vez más
protagonismo en nuestra vida y en nuestra manera de encontrar soluciones
para las tareas más cotidianas. Puedes ampliar información sobre este
cambio de mentalidad hacia la Cultura Digital en este enlace.

Cultura Digital: Cómo esta cambiando (y va a


cambiar) nuestro mundo

En este contexto, ¿qué cambios se están produciendo y qué sectores ya


comienzan a desarrollar los postulados de esta Cultura Digital? La lista es
extensa, ya que se refiere a todos los aspectos de nuestra sociedad,
aunque de forma esquemática podemos señalar:

 Educación y formación: Sin duda uno de los puntales de lo que ya


entendemos como Cultura Digital. Nuevos modelos de aprendizaje que
apuestan por la presencia de redes sociales, metodologías basadas en la
integración de elementos audiovisuales (Flipped Classroom), la presencia
de tecnologías como la impresión 3-D, la programación, la robótica… En
definitiva, el impulso de las carreras y conocimientos STEM marcan el
presente de millones de escolares y hacen más necesaria que nunca una
nueva Educación Digital tanto para alumnos como para docentes.
 Empresas: Los procesos de transformación digital que se están
desarrollando en nuestra sociedad ponen el foco directamente en las
estructuras y organización interna de las empresas: nuevos modelos de
liderazgo en la era digital, un nuevo perfil de empleados eminentemente
digitales, la necesidad y la apuesta por la disrupción digital o la
adaptación de los mecanismos y tecnologías presentes en las
organizaciones van a dar un giro de 180 grados en los próximos años
hacia la transformación digital que va mucho más allá de
la digitalización y apuesta por un cambio de mentalidad hacia esa Cultura
Digital de la que todos somos parte.
 Economía: Todo lo que tiene que ver con la Cultura Digital también
tiene su efecto en la Economía: nuevos modelos de consumidores, un
cambio sustancial en la comunicación tanto desde el punto de vista de
los canales, como de la atención y satisfacción de un nuevo modelo de
demanda que precisa de nuevos productos y aplicaciones que van
a cambiar nuestra industria de manera imparable y que, cada vez van a
tener mucho más peso en el PIB de los países. De la misma manera, el
dinero tal y como lo conocemos puede dejar de tener valor en una
sociedad digitalizada en la que ya se ha abierto el debate ¿Es posible una
sociedad sin dinero en efectivo?
¿Qué es la Cultura Digital y cómo está
cambiando nuestro día a día? Claves de un
nuevo modelo de sociedad basado en las
TICCLIC PARA TUITEAR
 Emprendedores: Cambian las relaciones con las empresas, la
formación y las oportunidades de esta nueva economía para los
emprendedores que, al igual que ha ocurrido con otras revoluciones, se
adaptan a los nuevos modelos y adquieren nuevas capacidades y
nuevos hábitos de trabajo y, ante todo, apuestan por la
especialización como vía indispensable para acceder a nuevas
oportunidades profesionales ¿Conoces la comunidad de nómadas digitales?
 Ciudades y relaciones con la Administración: Hablar de Cultura Digital
es referirse a todo lo que rodea nuestra vida y eso incluye, por supuesto,
a nuestra sociedad que, gracias al impulso de las TIC avanza de forma
imparable hacia nuevos modelos de Ciudades Inteligentes que cambiarán
de forma permanente el día a día de los trabajadores y las relaciones con la
Administración tanto desde el punto de vista de la comunicación, como
de los procesos internos y de los requisitos para acceder a un puesto de
trabajo en ella ¿Sabes cuál es el modelo del empleado público digital?
Son solo algunos ejemplos que ponen de manifiesto un profundo cambio en
nuestra sociedad, economía y nuestras relaciones profesionales y
personales que, en los próximos años, van a componer un nuevo modelo
social que sentará las bases de esta Cultura Digital que va a transformar
nuestro mundo.

Cultura digital: ¿cuáles son sus


características e influencias en la
sociedad?

Por Clara Borges

Gerente de Marketing B2B na Rock Content

Publicado el 16 de agosto de 2019. | Actualizado el 20 de agosto de 2019

La cultura digital puede ser definida como el conjunto de prácticas, costumbres


y formas de interacción social que se llevan a cabo a partir de los recursos de la
tecnología digital como el Internet.

El avance de la tecnología, ha logrado un desarrollo mundial en distintos


aspectos y todos hablan de ello.
Precisamente, ha cambiado nuestra forma de ver la vida dando inicio a un
nuevo tipo de cultura, denominada Cultura Digital.

La transformación digital, ha alcanzado cambiar rotundamente distintos


aspectos en las sociedades, ya sean educativos, financieros,
organizacionales, entre otros.

Por este motivo, surge la necesidad de explicar en este artículo qué es la


cultura digital, su importancia y los elementos más relevantes que la
configuran. ¡Continuemos!

¿Qué es la Cultura Digital?


La Cultura Digital, es todo aquel cambio que está siendo generado por la
tecnología e Internet, lo cual, en tan solo pocos años ha transformado al
mundo y la forma como interactuamos en este.

En una sociedad que permanece en constante crecimiento y transformación,


la Cultura Digital emerge con novedosas prácticas sociales que reconfiguran
la mayoría de los aspectos de nuestras vidas.

¿Acaso hace 100 años podíamos interactuar con el otro lado del mundo tan
rápido como ahora? Obvio que no, se habrían burlado de nosotros si tan
solo lo hubiésemos pensado.

Todo es efectuado mediante medios electrónicos, los cuales, nos brindan


infinitas nuevas oportunidades y desafíos que nos han otorgado distintos
beneficios, ya sean educativos, económicos, sociales, entre otros.

Sin embargo, el concepto de cultura digital no hubiese surgido sin la


creación de las TICs (Tecnologías de Información y Comunicación).

Aspectos inherentes de la Cultura Digital


La Cultura Digital tiene ciertos aspectos que, sin estos, no podría
mantenerse en el tiempo y en constante transformación:

World Wide Web


La World Wide Web (WWW) es la forma sistemática como se distribuyen
distintos tipos de documentos, imágenes, hipertextos, entre otros, mediante
la utilización, o no, del Internet.

Es decir, es un servicio que se basa en hipervínculos y páginas para lograr


navegar entre ellas, pueden ser:

 páginas web;
 navegadores;
 vínculos y URLs;
 HTML.

Pero, ¿cómo es que “puede o no utilizar el Internet”?

Si la WWW se encarga de la navegación entre páginas, esto no


necesariamente debe ser mediante el uso del Internet. Pueden estar en un
pendrive y ser vistas en un navegador sin la necesidad del uso del mismo, es
decir, que la información se encuentre guardada en un medio local.

Internet

El Internet, es la infraestructura por la cual viajan los datos a través de todo


el mundo, es decir, es aquello que interconecta a las computadoras en una
sola red global.

Tiene diversos elementos, tales como las conexiones, routers, señales de


radio, WIFI, satélites, entre otros.

Entendamos algo, la World Wide Web no es lo mismo que el Internet, te doy


un ejemplo metafórico:

Si el servicio de agua en una ciudad fuera la tecnología en general, el


Internet serían las tuberías y la Web, sería el agua que pasa por los tubos.

El Internet lo utilizan distintos servicios como WhatsApp, Messenger, juegos


online, buscadores, Facebook, la web, entre otros.

Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC)


Las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), son todas
aquellas herramientas, saberes y prácticas que hacen fluir la información
desde cualquier parte del mundo. Fueron creadas a partir del surgimiento
del internet.

Es así, como las innovaciones tecnológicas han creado una sociedad más


informada, es inequívoco que una noticia hace 70 años tardaba meses en
llegar a distintos países y hoy tarda apenas unos pocos segundos. Te
nombro algunas que seguro conoces:

 pizarras digitales;
 tablets;
 mesas interactivas;
 computadoras;
 comercio electrónico;
 correo electrónico;
 búsqueda de información;

Las TICS, son instrumentos para procesar la información, gestiones


administrativas, comercialización y publicidad de nuevos productos y
servicios, ejecutándose a grandes velocidades y traspasando fronteras.

Redes sociales

Las redes sociales, como su nombre lo indica, es la una estructura social


que facilita la interacción e intercambio de información entre individuos
mediante el uso del Internet alrededor del mundo.

Hoy en día existen innumerables tipos de redes sociales que han facilitado
el proceso de globalización social, entre las más importantes se
encuentran:

 Facebook,
 Instagram,
 Snapchat,
 Twitter,
 YouTube,
 Tumblr,
 Pinterest,
 entre otros.

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¿Qué ha cambiado con la Cultura Digital?


A lo largo del artículo te he comentado sobre los cambios que ha generado
la cultura digital. Veamos algunos:

Educación

A la hora de la incorporación de las TICs en el ámbito educativo, este ha


demostrado un enorme crecimiento. Agregando en el pensum de estudio
materias análogas a la tecnología como la informática y, además, una
información más accesible para todos sus alumnos.

La tecnología llegó a los centros educativos para lograr capacitar de mejor


forma a sus estudiantes.

Organizaciones

Tanto las organizaciones privadas y públicas, se han desarrollado de una


manera más rápida y exitosa mediante la planificación en base a la cultura
digital.

Los Estados que se han adaptado a ella (Gobiernos digitales), han


experimentado un mayor acercamiento hacia las personas de su comunidad
y viceversa. Obteniendo mayor inclusión en pro del avance de la sociedad.
En el sector privado, las organizaciones han alcanzado un mayor nivel
de competitividad respecto a sus semejantes.

Finanzas

Con la implementación de estructuras novedosas y altamente globales, la


Cultura Digital cambió la forma de acercar nuestros productos y servicios al
mundo.

Las estrategias de mercadotecnia han cambiado, basándose en la


actualidad en crear un vínculo con enormes cantidades de usuarios
mediante el uso de medios tecnológicos, obteniendo una relación empresa-
consumidor que genera un mayor volumen de ventas.

Emprendimientos

La Cultura Digital por medio del Internet, ha servido como estructura


fundamental para lograr materializar los sueños y estructuras de negocios
que han nacido por ímpetu propio de los emprendedores.

Con el uso de las redes sociales, las personas tienen acceso a una
novedosa forma de marketing denominado, marketing digital.

Es evidente entonces, como la Cultura Digital es la base del Marketing


Digital, ya que, este es sinónimo comercialización electrónica con el uso de
medios tecnológicos.

¡Hemos finalizado!
Al haber finalizado el artículo, seguro has notado que la Cultura Digital es
todo aquello que nos rodea cibernéticamente. Logró en tiempo récord
globalizar la economía, tecnología, política y cultura generando una
creciente intercomunicación entre todos los países del mundo.

Si te gustó y quieres hacerte un experto en el tema, te invito que descargues


nuestro E-book sobre la transformación digital. ¡Te va a encantar!

La Cultura Digital
Blanca Suazo Debernardi

  Administración
  Tecnología
  04.06.2018
  21 minutos de lectura

ciencia tecnología y gestión tecnológica páginas web e Internetredes socialestecnologías de


información y comunicacióntendencias sociales

La cultura digital es un concepto general que describe la idea de que la tecnología e Internet
configuran significativamente la forma en que interactuamos, nos comportamos, pensamos y
nos comunicamos como seres humanos en un entorno social. Es el producto de la tecnología
penetrante y el acceso ilimitado a la información, resultado de la innovación tecnológica
disruptiva en nuestra sociedad.

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6:00 a.m. La alarma del teléfono suena. 5 minutos más… ¿Dónde está el botón de repetición?
Descargué una nueva app despertador porque siempre voy tarde al trabajo. Es de esas que te
piden resolver una operación matemática. Voy a eliminarla, ¡Odio las matemáticas!

Los 12 países con más PIB per cápita del mundo


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Salgo de la cama y me preparo para ir al trabajo. Mientras desayuno reviso el estado del
tiempo y el reporte del tráfico. No carga, el Wi-Fi ha estado fallando en los últimos días, ¡qué
horror! Ojalá no se caiga mientras juego Clash Royale.

Por fin estoy lista, cierro mí casa, no sé si tomar metro o pagar Uber. Checo la app en mí
Smartphone, no hay UberX cerca, UberBlack es muy caro. Tomo el metro, en el camino,
abro Instagram, Facebook, Snapchat y Twitter; reviso todo lo que me perdí desde la noche
anterior: aparecen más Youtubers colgando videos tontos, memes en Facebook del debate
presidencial, spoilers hablando de los posibles capítulos de la siguiente temporada de Game
of Thrones, Selfies, historias subidas de mí hermano de fiesta anoche.

Me rio un poco y levanto la vista, todo el mundo está con la cabeza gacha haciendo algo en el
teléfono celular, hay espectaculares que anuncian el nuevo IPhone. Me vibra la muñeca, es mí
reloj inteligente que me anuncia que estoy recibiendo una llamada de mí mamá. Calculé que
llegaré un poco tarde al trabajo, así que pido el desayuno a mí oficina desde mí celular.
Decido en lo que queda del viaje escuchar la música que descargué anoche. Justo cuando
salgo del metro, veo una tierna escena de una pareja de abuelitos besándose y hago un video
que subo a mí perfil de Facebook. Likes instantáneos.

Cultura Digital
El prefacio anterior describe la mañana típica de alguien que vive en una cultura en la que las
personas están rodeadas y consumidas por la tecnología: una cultura digital.

La cultura digital es un concepto general que describe la idea de que la tecnología e Internet
configuran significativamente la forma en que interactuamos, nos comportamos, pensamos y
nos comunicamos como seres humanos en un entorno social. Es el producto de la tecnología
penetrante y el acceso ilimitado a la información, resultado de la innovación tecnológica
disruptiva en nuestra sociedad.

La cultura digital es Internet, transhumanismo, inteligencia artificial, ética cibernética,


seguridad, privacidad y política. Es piratería, ingeniería social y psicología moderna; la cultura
digital está utilizando las redes sociales como nuestro principal modo de interacción
con los demás; compartiendo cada momento de tu vida en Internet; el fenómeno de selfie; la
obsesión de transmisión en vivo; Apple Pay y Android Pay; tecnología usable; el uso de emoji
para mejorar la comunicación; adicción a internet, al teléfono celular; computación y
almacenamiento en la nube; Internet de las cosas.

La cultura digital es muchas cosas y aplicable a múltiples temas, pero todo se reduce a uno: la
relación entre los humanos y la tecnología. Estas ideas a menudo se pasan por alto ya que la
tecnología se convierte en una segunda naturaleza para nosotros. Los seres humanos están
utilizando tecnología moderna para mejorar o alterar la calidad de vida para adaptarse a
nuestro entorno cambiante y las necesidades humanas. Por ejemplo, hemos creado la
economía a pedido para adquirir los bienes y servicios que necesitamos de forma instantánea
y la computación en la nube para trabajar sobre la marcha. A medida que nuestras vidas se
vuelven cada vez más rápidas, innovamos para adaptarnos. Y debido a que la tecnología no
se detiene, como lo explica la ley de Moore [1], tenemos que compensar desarrollando nuestra
cultura según sea necesario.

Este artículo pretende llevarnos en un “viaje” por todos los actores que tienen que ver en la
Cultura Digital, conoceremos un poco de qué se está desarrollando en el mundo utilizando la
tecnología y también cuál es el futuro y las oportunidades laborales del futuro.

Conceptos inherentes de la Cultura Digital


Para entender el concepto de cultura digital, es necesario conocer los siguientes términos que
posteriormente nos ayudarán a tener una concepción de lo grande del término que estamos
abordando.

Internet
Fue en 1969 cuando se realizó la primera conexión de computadoras entre tres universidades
de California, Estados Unidos aunque fue hasta los 90´s que la internet (como también es
llamada) llegó a los hogares de la gente común

“Superó ampliamente las expectativas que se tenía de el al principio, ya que revoluciono a la


sociedad moderna, a nivel mundial es la columna vertebral de las comunicaciones, el
entretenimiento, la educación y el comercio principalmente. En 2006 los internautas superaron
los 1,100 millones de personas y para 2013 eran más de 2,500 millones la mayoría residentes
de China, gracias a la innovación en la velocidad y la implementación de nuevos medios de
transmisión (banda ancha o fibra óptica).” (Castro Arroyo, 2015)
Pero siempre se confunden internet con la Web, siendo esta última sólo una parte de la
internet:

“Uno de los servicios que más éxito ha tenido en internet ha sido la World Wide Web (WWW o
la Web), hasta tal punto que es habitual la confusión entre ambos términos. La WWW es un
conjunto de protocolos que permite, de forma sencilla, la consulta remota de archivos de
hipertexto (…) Existen, por tanto, muchos otros servicios y protocolos en internet, aparte de la
Web: el envío de correo electrónico (SMTP), la transmisión de archivos (FTP y P2P), las
conversaciones en línea (IRC), la mensajería instantánea y presencia, la transmisión de
contenido y comunicación multimedia —telefonía (VoIP), televisión (IPTV)” (Wikipedia , 2018)

La Web
Hace 15 años parecía imposible que pudiéramos estar globalmente conectados. La web ha
evolucionado de manera asombrosa, tanto que muchas de las actividades que realizamos son
por medio de la web. Actividades como comprar comida, leer noticias, pagar servicios, entre
otros.

“World Wide Web” es un sistema de distribución de documentos de hipertexto o hipermedios


conectados vía Internet. Fue desarrollada entre 1989 y 1990 por Tim Berners-Lee y Robert
Cailliau en el CERN, en Suiza. Su trabajo se hizo público en 1993, suponiendo un hito en la
forma de transmitir datos de cualquier índole”

(Belloso, 2018)

La Web, como muchos otros avances tecnológicos ha evolucionado con el paso del tiempo,
actualmente de habla de Web 3.0 pero cada Web está marcada por algunos acontecimientos:

 Web 1.0: es la primera web conocida, donde las páginas eran estéticas y planas, no
había mucha interacción entre ella y el usuario así mismo los contenidos no se
actualizaban.
 Web 2.0 con las mejoras de velocidad del internet, transmitir datos de un tamaño
mayor es posible así que se empiezan a transmitir datos de mayor tamaño. Justo en
esta web aparecen las redes sociales.

Las aplicaciones en la Web 2.0 forman lo que comúnmente se conoce como software social,
pues los internautas se comunican de forma inmediata mediante canales de chat, redes
sociales o microblogging, producen contenidos en conjunto, sin límites de tiempo o espacio, y
a través de herramientas web. (Belloso, 2018). 

 Web 3.0, está web tiene la característica de ser más natural para ingresar a los
contenidos de internet, es decir, en las web anteriores debías conocer el lenguaje para
poder acceder a toda información.

TIC´s
Las Tecnologías de la Información y la Comunicación son un grupo de tecnologías creadas
para gestionar información y mandarla de un lugar a otro. Esto toma en cuenta actividades
como almacenar, procesar y elaborar reportes con los datos que se alimentan
“Entre las más destacadas se encuentran: el internet de banda ancha y fibra óptica, los
teléfonos inteligentes de última generación, los televisores también inteligentes y de alta
definición, las bandas magnéticas de las tarjetas de crédito, los códigos QR, cámaras
digitales, reproductores de música, etc.

Con el veloz avance de la tecnología ahora es muy común encontrar institutos con los mejores
dispositivos para el manejo de la información, gracias a la tecnología digital cada día se
desarrollan nuevas formas de compartir conocimiento.” (Castro Arroyo, 2015)

Gracias a las TICs las empresas ahora tienen una herramienta muy fuerte para hacer
negocios y es que facilitan la comunicación con el cliente, se encargan de los pedidos, dan
promoción a los productos o tienen un mejor lazo con la administración pública. También
ayudan en el trabajo diario al optimizar recursos y tiempo.

Las TICs entonces son una herramienta que facilita el uso de la información, se pueden
aplicar en varios ámbitos como el comercial, laboral, educativo, entre otros.

Brecha Digital
La página  Wikipedia (2018) dice que la brecha digital es la distancia en el acceso, uso y
apropiación de las tecnologías en varios niveles como el geográfico y el socioeconómico; así
mismo tienen que ver el género, la desigualdad, la cultura, entre otros factores. La brecha
digital también está relacionada con la calidad de la infraestructura, los dispositivos y las
conexiones así como el conocimiento del manejo de las herramientas. Lo más importante es
saber transformar la información circulante en conocimiento relevante.

“La brecha digital hace referencia a la «distinción entre aquellos que tienen acceso a Internet y
pueden hacer uso de los nuevos servicios ofrecidos por la World Wide Web, y aquellos que
están excluidos de estos servicios». Este término también hace referencia a las diferencias
que hay entre grupos según su capacidad para utilizar las TIC de forma eficaz, debido a los
distintos niveles de alfabetización, carencias, y problemas de accesibilidad a la tecnología.
También se utiliza en ocasiones para señalar las diferencias entre aquellos grupos que tienen
acceso a contenidos digitales de calidad y aquellos que no.” (Wikipedia, 2018)

AL es una de las regiones donde se han hecho políticas públicas que incluyen las tecnologías
en los sistemas educativos. Esto señala una mejora en la inclusión social, la democracia del
conocimiento y recudir la brecha digital

Redes Sociales
Los seres humanos siempre se han relacionado entre ellos: familia, amigos, pareja, y demás;
en redes sociales, las personas están interconectadas, interactúan y pueden tener varias
relaciones entre ellos. Las redes sociales en el internet son aplicaciones web que ayudan al
contacto entre personas. Estos individuos pueden ya conocerse o hacerlo mediante una red
social. Existen tres tipos de redes sociales:

1. Redes Sociales Genéricas: son las más conocidas y las más usadas por la gente:
Facebook, instagram, Google+, Twitter, entre otras.
2. Redes Sociales Profesionales: los miembros están relacionados técnicamente por su
perfil académico. Pueden servir para encontrar trabajo, ofrecer trabajo. Las más
populares son Linkedln, Viadeo y Xing.
3. Redes Sociales Verticales o temáticas: se basan a un tema concreto, puede ser un
hobbie, un rol o una actividad. Son famosas Pinterest, You Tube, Flickr, entre otros.
(Foto Nostra , 2018)

Las generaciones Y y Z
Se habla específicamente de ésas generaciones porque son las más estrechamente
relacionadas con la Cultura Digital, de hecho es uno de los factores que marcan la diferencia
entre estas:

Generación “Y” o Millennials 

Nacimos (sí, soy millennial) entre 1982 y 1994, estamos muy adaptados a la tecnología y la
vida virtual es parte de nuestra vida real. Somos un poco más cuidadosos que los centennials
de la privacidad. Los Millenials somos multitasking [2]y no  workaholics[3] como nuestros padres
GenX

“Su motivación es diferente a lo que otras generaciones buscan, ya que a comparación de sus
sucesores, la generación X, ellos no están interesados en cumplir en el clásico modelo del
trabajo a la casa y de la casa al trabajo, pues sus intereses se ven reflejados en cumplir un
propósito más significativo para ellos: ser feliz.” (AIESEEC México, 2016)

Fans de la tecnología del entretenimiento, usamos salas de chat, pasamos por todos los
avances tecnológicos, el ladrillo-teléfono, los SMS, los reproductores de CD, MP3 y 4, DVD´s.
Una persona Ygen suele durar en su trabajo en promedio 2 años

Generación “Z” o Centennials


Nacieron entre 1995 y el presente, los llamados “Nativos Digitales” (porque desde su niñez
usan internet) son autodidactas, ya que aprenden en tutoriales, son creativos y están
sobreinformados ya que son muy propensos al consumo de información y al entretenimiento.
Estudios aseguran que están cuatro veces más tiempo del recomendado en los dispositivos.
Miden su éxito en “compartidos” y “likes”. Aún no ingresan al mundo laboral pero quieren
encontrar su perfil de acuerdo a sus gustos siendo tolerantes a las diferencias del mundo
globalizado.

“El 60% quiere un empleo que impacte al mundo, el 26% hace algún tipo de voluntariado y el
76% se preocupa por el impacto que tiene el ser humano en el planeta. Están acostumbrados
a solucionar problemas y necesidades de manera personal y enfocada. El acceso a la nube
les ha dado las herramientas necesarias para encontrar la manera de construir su propio
mundo. Son un poco soberbios; el 80% piensa que es una generación mejor adaptada a
cualquier situación. Ojo: el 72% no piensa recibir órdenes de un jefe, nunca. Están dispuestos
a emprender y ser sus propios jefes.” (Matesanz, 2015)

Cultura Digital en el mundo actual


Como ya se ha visto, estamos en una era digital en la que diariamente surgen nuevos
inventos o aplicaciones que facilitan nuestro día a día. A continuación, se describen algunos
de ellos:
Pagos Digitales por We Chat en China
¿Olvidaste la cartera en casa? Ése ya no es problema para los chinos, ellos ahora usan su
celular para pagar cualquier cosa, desde comida callejera hasta su despensa en un súper. La
nueva forma de pago facilita la vida del usuario y del vendedor al ya no tener que hacer el
cobro desde su tienda.

El procedimiento de pago es muy sencillo. Cuando alguien va a comer a un restaurante, saca


su móvil, abre la aplicación y, con un lector QR, en un segundo se cobra la cantidad exacta
sin comisiones y se evita ese tortuoso momento de dar las vueltas contando hasta el último
céntimo o de rebuscar entre las innumerables tarjetas. (Cardona, 2018)

Esto ha sido logrado mediante códigos QR que la aplicación de We Chat (una especie de
Whats app chino) escanea y que obviamente está ligada a las tarjetas del usuario. Este
método de pago ya se empieza a usar en Italia, algunas galerías en París, Francia y un
supermercado de Londres, UK. Sobre todo para promover el turismo de los chinos. (Savio,
2018)

Robot para las personas de la tercera edad


Hace 60 años, la esperanza de vida era de 55.70 años en AL[4], hoy es de casi 75 años
gracias a los avances en salud pública que se han tenido. Una realidad que tristemente viven
los ancianos es la soledad. Sólo en México, el 20% de los ancianos se enfrentan a este
problema.

Una compañía israelí creo Ellie Q, un robot que es inteligente e intuitivo. Algunas de las
funciones que puede hacer por los ancianos es dar un paseo, programar música, recordarles
la hora de sus medicinas o conectarlos a contenido multimedia o con sus familias a través de
las redes sociales. (Tecnológico de Monterrey, 2017)

Telepatía artificial: Neurolink.


En 1993, se publicó la aplicación de estimulación cerebral en personas con Parkison donde se
implantaba un dispositivo en el cerebro que enviaba estímulos eléctricos a áreas específicas,
se bloquea la comunicación neuronal anormal que genera el parkinson y el paciente puede
controlar sus movimientos de manera normal.

Ahora, ante el dilema de que el humano se fusione con las máquinas o permitirles que nos
gobiernen, el empresario sudafricano Elon Musk apuesta por lo primero creando Neurolink,
proyecto que espera poder conectar el cerebro humano a una interfase con una computadora
mediante una capa de inteligencia artificial.

La tecnología leería los pensamientos y los ejecutaría sin necesidad de oprimir botones. Se
espera que en 4 o 5 años este proyecto sea una realidad. Se espera que esto facilite manejar
un automóvil, redactar un documento, controlar maquinaria de las fábricas, controlar sistemas
de riego en los cultivos o incluso  llegar a casa y activar dispositivos electrónicos como la
cafetera. (Jimenez, 2017).

Espejito, espejito…
Su nombre es Naked y escanea el cuerpo de la persona que se coloca frente a él mientras
crea una imagen 3D en un Smartphone o tableta.

“Ahí se puede ver qué partes del cuerpo se han ejercitado bien y cuáles necesitan mayor
trabajo en el gimnasio. Los ingenieros Farhad Farahbakhshian y Ed Sclater, fundadores de
Naked Labs , ofrencen una solución a un mal que afecta gravemente a la población mundial:
la obesidad” (Tecnológico de Monterrey, 2018)

Según datos de la OMS[5], la obesidad se ha triplicado en el planeta desde el año 1975. En


2016 1,900 millones de adultos y 41 millones de niños menores de 5 años tenían sobrepeso o
eran obesos.

Lo anterior son sólo algunos ejemplos de lo que se está haciendo en el mundo usando la
tecnología e insertándola en nuestro cotidiano día a día.

Industrias 4.0 y 5.0


El panorama del trabajo y la automatización son parte importante de la cultura digital ya que
actualmente las máquinas están desplazando al hombre del trabajo “como lo conocemos” y
están dando paso a nuevas oportunidades que como profesionales podemos aprovechar.

Para comenzar, daremos un pequeño repaso a las características de las revoluciones que ha
vivido el hombre –hasta ahora-

 1er Revolución Industrial: producción utilizando energía del vapor de agua.


 2da Revolución Industrial: introdujo la producción en masa con la ayuda de la potencia
eléctrica.
 3er Revolución Industrial: también es llamada Revolución Digital, usando tecnologías
de información TI para automatizar aún más la producción.

Industria 4.0
Llamada también Cuarta Revolución Industrial, consiste en la automatización de los procesos
gracias al uso de internet y de información en la “nube”. El término fue utilizado por primera
vez en el 2011 en la Feria de Hannover.

Las características de esta industria se encuentran la personalización de productos, mucha


flexibilidad en la producción en masa, la tecnología automatizada mejorada al introducir
métodos de optimización, autoconfiguración, autodiagnóstico, conocimiento y apoyo a
trabajadores en trabajos cada vez más complejos.

“El principio básico de la Industria 4.0 es que al conectar máquinas, piezas de trabajo y
sistemas, creando redes de sistemas inteligentes a lo largo de toda la cadena de valor, los
cuales se pueden controlar de forma autónoma. 

Algunos ejemplos en la Industria 4.0 son las máquinas que pueden predecir fallas y poner en
marcha sistemas autónomos de mantenimiento o logísticas autoorganizadas las cuales
reaccionan a los cambios imprevistos en la producción.” (Wikipedia, 2018).
La cuarta revolución industrial influye en áreas como: servicios y modelo de negocios,
seguridad, productividad, ciclo de vida del producto, cadena de valor en la industria, educación
y habilidades de los trabajadores, ámbitos sociales y económicos, entre otros. Así mismo
puede tener efectos positivos en países en desarrollo como México o India.

Industria 5.0
En mira al futuro ya se prepara la Quinta Revolución Industrial, sus principales herramientas:
el internet de las cosas (IoT) y la computación cognitiva, en este sentido, se pretende que las
máquinas por medio de la Inteligencia Artificial puedan hacer procesos similares al
pensamiento humano.

“Si bien es cierto que el avance tecnológico implícito en esta quinta revolución industrial
destruirá puestos de trabajo, se reestructurarán algunos empleos para facilitar el trabajo
humano.” (Tech Talent Industry, 2018)

Algunas características de la Industria 5.0 son: uso de cobots[6] para poder producir de manera
personalizada y los ciborgs[7] que serán pieza clave de la industria 5.0; se dará
empoderamiento al humano ya que las máquinas harán las tareas peligrosas mientras él se
dedica a hacer actividades que sólo la razón humana entiende; rapidez y calidad al combinar
lo mejor del humano y las máquinas; se pretende usar energías renovables, lo que ayudará al
cuidado del ambiente.

De aquí se desprende el siguiente subtema, el mundo laboral en un mundo cada vez más
digital ¿Qué pasará con nosotros?

El futuro de mundo laboral en un mundo digital


Unimate, inventado por el estadounidense Giorge Charles  Devol, fue instalado en la cadena
de montaje de la planta automotriz de General Motors y costó 5MDD [8] fue la “gran promesa”
de eficiencia industrial de los 60´s; tenía impactado al mundo y no era más que un simple
brazo con poca estética pero algunos otros veían el mal sabor de boca de la Revolución
Industrial del siglo XIX. Toda esta ola de preocupación estuvo algunos años en pausa hasta
que apareció la cuarta revolución industrial o industria 4.0 (ya mencionada anteriormente).

“En este Siglo XXI, hay muchas voces que se alzan para decirnos que, como anticipó el
economista norteamericano Jerey Rifkin en un famoso ensayo de 1995, “El fin del trabajo”
llegó. O está por llegar, según anuncia Klaus Schowab, director ejecutivo del Foro Económico
Mundial (WEF, por sus siglas en inglés), en su libro

La cuarta Revolución Industrial: “Nos encontramos al principio de una nueva revolución que
está cambiando de manera fundamental la forma de vivir, trabajar y relacionarnos. Los
cambios son tan profundos que, desde la perspectiva de la historia humana nunca ha habido
una época de mayor promesa o potencial en peligro.”” (Baltazar & Linares, 2017)

Los jóvenes, los más afectados: un 30% en edad productiva ya están sin empleo y esto
golpea a los más preparados. La Organización Internacional del Trabajo prevé que pronto
aparecerá en desempleo tecnológico y que las principales causas son el aumento de los
robots y el salario. Es una preocupación real ya que el WEF calcula que sólo entre en 2015 y
2020 desaparecerán 7 millones de trabajos a consecuencia de las transformaciones
tecnológicas en la industria, servicios y los negocios. También se dice que 35% de las
habilidades profesionales van a cambiar; la Organización para la Cooperación y el Desarrollo
Económicos (OCDE) dice que el 9% de los trabajos está en “alto riesgo” de automatización.

Caminamos hacia un nuevo modelo económico que considera nuevas líneas económicas
donde el 65% de los niños que cursan la primaria tendrá trabajos en áreas que aún no existen
y aquí surgen preguntas del cómo podemos las generaciones de ahora garantizarles un
trabajo a las próximas.

“El presidente de Estados Unidos Donald Trump culpa a China, Japón, México y el TLC[9] de
las pérdidas de trabajos en su país, pero la tendencia se repite en todas las naciones de la
OCDE. Las International Comparisons of Anual Labor Force Statistics[10], por su parte,
demuestran que entre 2000 y 2010 la pérdida en el sector industrial varió de 35% en el Reino
Unido – el mayor- a 11% en Alemania – el menor-. En Japón fue de 20% y de 18% en
Corea” (Baltazar & Linares, 2017)

Una estimación a 2050 de la pérdida de los actuales trabajos reemplazados por robots se
presenta en la siguiente gráfica:

  TRABAJADORES  

  SUSTITUIDOS (CIFRAS PORCENTAJE DE LA

PAÍS EN MILLONES) POBLACIÓN

China 395.3 51%

India 235.1 52%

Estados Unidos 60.6 46%

Brasil 53.7 50%

Rusia 52.6 50%

Japón 35.6 56%

México 25.5 52%

Las revoluciones industriales indican que la tecnología no sólo trae desempleo y


desocupación porque como desaparecen trabajos, aparecen otros. Rogelio Garza, el
subsecretario de Industria y Comercio de México dice que la automatización va a cambiar la
naturaleza de los trabajos pero que en sí mismos no están en riesgo. Una problemática actual
es que la industria de alta tecnología no absorbe la demanda y es ahí donde los servicios (que
son los principales generadores del PIB nacional) juegan un papel importante.

En el siglo XXI donde la automatización basada en sistemas digitales está a la orden del día,
siempre alguien debe desarrollar, construir, mantener y reparar las máquinas inteligentes. La
potencialización del internet, la industria 4.0, entre otros, aumentan la demanda de
construcción de infraestructura funcional que traerá consigo el aumento  de oportunidades en
electrónica, física, matemáticas, estadística y big data.

Si México quiere ser parte de la Cuarta Revolución Industrial y garantizar mejores y más
trabajos, debe invertir más en ciencia y tecnología, ya que actualmente sólo el .57% del PIB
está destinado a ello. Así mismo, debe impulsar a las universidades a desarrollar
conocimiento y de esta manera puedan crearse empresas y emprendimientos que ofrezcan
mejor paga. Lo anterior no se va a lograr si solamente dos o tres universidades en México
hacen investigación de primer mundo y mientras el 16% de la población económicamente
activa tiene una carrera universitaria.

Conclusión
Como vimos, la cultura digital va de la mano con nuestra vida cotidiana y es pieza clave en el
futuro, las personas estamos cada vez más acostumbradas a hacer menos y utilizar los
dispositivos electrónicos para ejecutar una acción o comunicarnos. Pronto, el cambio en
nuestras vidas será radical gracias a la tecnología. La cultura digital se expresa más en el uso
de las redes sociales, pero no es sólo eso, hay mucho a su alrededor como los avances
tecnológicos que pretenden fusionarnos con las máquinas y la creación de robots inteligentes.

Parece que cada vez más nos acercamos a una realidad parecida a un capítulo de la serie
Black Mirror. Solo esperemos que seamos una sociedad consciente que utilice de buena
manera la tecnología.

Debemos estar preparados cada día más y sabedores de que el uso de las herramientas
tecnológicas no es malo, es un avance al progreso que puede mejorar la calidad de vida,
empezando por las condiciones laborales y el bienestar. Como se menciona, sí,
desaparecerán trabajos pero eso dará pie a la nueva aparición de trabajos por eso hay que
ser competitivos.

Propuesta de Tesis

“Mejora y automatización de procesos en la industria del zapato.” Partiendo de la idea de que


los productos que se utilizan en la elaboración de zapatos son muy fuertes (como resistoles),
implementar maquinaria automatizada que pueda hacer estas tareas sin dañar la salud de los
trabajadores.

Agradecimientos

Al Tecnológico Nacional de México, al Instituto Tecnológico de Orizaba: mí actual casa de


estudios, a mí profesor de Fundamentos de Ingeniería Administrativa el Dr.

Fernando Aguirre y Hernández por motivar nuestro pensamiento disruptivo.

A mis padres, Blanca Nieves y Francisco por ser el motor de mí vida; a mis hermanos
Francisco y Erick; a mí nonna Cristina por quererme tanto. A Joaquín

Ruíz, por el apoyo que me dio y sigue dando para cumplir el objetivo de desarrollarme. A mis
amigos y equipo de FIA: Alejandro Luna, Aldo Pedraza, Erick Acosta y Martín Baranda

Gracias a Dios por permitirme cumplir mis sueños


Bibliografía

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[1] El cofundador de Intel, Gordon Moore, predijo en 1965 que el número de transistores por
pulgada en los circuitos integrados se duplicaría cada 18 meses y que esa tendencia
continuaría al menos durante dos décadas. Hoy, la Ley de Moore sigue vigente y se espera
que continúe estándolo con el desarrollo de nuevas tecnologías que permitan fabricar chips de
cinco nanómetros. Así, hasta que la miniaturización de los componentes alcance su límite.
Cuando Moore hizo sus declaraciones, el chip más complejo contaba con 64 transistores.
Hoy, un Pentium IV tiene 55 millones. (Muy Interesante, 2018)

[2] Aplicado a las personas, se usa para definir a aquellos empleados que consideran que
pueden realizar varias tareas en a la vez con eficacia. A efectos prácticos, en las
organizaciones, la multitarea se refiere a a la capacidad humana de llevar a cabo muy
distintas actividades de forma prácticamente simultánea. (Barceló, s.f.)

[3] En español, Trabajólico: una persona adicta al trabajo (Wikipedia, 2018)

[4] Siglas América Latina

[5] Siglas de Organización Mundial de la Salud

[6] Robots colaborativos

[7] organismo cibernético;  es una criatura compuesta de elementos orgánicos y dispositivos


cibernéticos generalmente con la intención de mejorar las capacidades de la parte orgánica
mediante el uso de tecnología

[8] Siglas Millones De Dólares

[9] Siglas, Tratado de Libre Comercio.

[10] Comparaciones internacionales de estadísticas anuales de la fuerza de trabajo


3+

¿Qué es Cultura Digital? Es la


expresión que nace por el
hecho de vivir en un entorno
influido por las TICs
By Comunidad RIIALaccess_time4 años agochat_bubble_outlineComentar

La Cultura Digital es toda expresión que nace o se ve afectada por el hecho de vivir
en un entorno influido por las tecnologías de información.
 
(CEDAL – Gladys Daza Hernández, Colombia) –  “La cultura abarca toda la realidad
y las relaciones que el hombre establece con ella y surge como respuesta del
hombre mismo a sus necesidades y aspiraciones desde las más elementales
hasta las más sofisticadas” (P. Carlos Bravo).
 
La cultura es por su naturaleza un fenómeno social y su actualización es posible a
través del individuo y de las relaciones intersubjetivas. Es un fenómeno complejo,
cuyas manifestaciones en el orden material, espiritual o simbólico están
sometidas a un proceso, o sea, se forma y modifica con base en la dinámica
histórica y vital de los pueblos.
 
Aunque se suele hacer la distinción entre cultura y civilización, configurada esta
última por la técnica al servicio de necesidades externas y utilitarias, sabemos que
cuando la civilización contribuye a un auténtico desarrollo del ser humano, pasa a
ser factor cultural.
 
La cultura es un proceso dinámico de construcción permanente a través de la
historia, en el cual los entornos materiales técnicos han tenido su repercusión en
las simbologías, creencias y valores de los pueblos. Y en este cambio de época del
siglo XXI, lo más característico de la ciencia y la tecnología es que se han
fusionado como un sistema ciencia-tecnología. Por ello algunos analistas hablan
de la tecnociencia y de cómo la educación es para una ciencia y una tecnología
responsable.
 
La revolución de la tecnología digital y la información modifican la relación con el
conocimiento, con el espacio y el tiempo. La compleja interacción socio – técnico
cultural que integra la idea de cultura digital exige investigar adecuadamente sus
consecuencias. (Lêvy Pierre, 2007, 9), de tanto o mayor alcance y trascendencia
que la revolución cultural operada por la escritura. Se considera la cultura digital
como un híbrido inseparable de entornos materiales electrónicos y entornos
simbólicos digitales. Así se diluye la frontera ente civilización y cultura, en la
medida que la educación de las tecnologías digitales se oriente hacia la
emancipación del ser humano.
 
Las tecnologías no sólo transforman al mundo, sino que influyen en la percepción
que los sujetos tienen de ese mundo (Scolari, 2008, 273).
 
Se crean nuevas subjetividades espacio – temporales.
 
Ese espacio resignificado donde interactúan comunidades virtuales y la distancia
se mide en clics, es el lugar donde evolucionan las nuevas formas de
comunicación; las tecnologías móviles están transformando nuestras
percepciones del tiempo y el espacio. Las tecnologías de la información y la
comunicación unidas a otros factores son mediadoras de la percepción del
mundo. Así, la cultura digital en construcción, es un fenómeno de cambio
informacional, comunicacional, cognitivo, emocional, sensorial, interactivo y de
comportamiento humano social provocado, dinamizado y promovido por el
desarrollo tecno científico y otros múltiples factores. En ese cambio de
comportamiento se resaltan las maneras de conocer, de ser, de hablar, de escribir,
de leer, de creer, de sentir, de ser y de estar en el mundo. Ese nuevo espacio de
pensamiento de la dimensión humana es, a la vez, un nuevo espacio de
construcción social de la realidad, de comprensión de los nuevos lenguajes.
 
La digitalización y la interactividad han planteado un desafío a la hegemonía del
lenguaje y la escritura como únicos medios de expresión de la racionalidad (Vizer,
2009, 240).
 
La cultura digital así entendida se populariza en la medida en que se amplíe la
inclusión digital, o sea, se generen propuestas que no marginen a diferentes
integrantes de la comunidad de escasos recursos. Para ello, se requieren políticas
públicas relacionadas con la construcción, administración, expansión,
ofrecimiento de contenidos y el desarrollo de capacidades locales y apoyos
cognoscitivos en las redes digitales públicas, académicas e inalámbricas en cada
país o región.
 
Esta inclusión digital no se reduce a la disponibilidad de computadores y teléfonos,
sino a la capacitación de las personas para el uso efectivo de estos recursos
tecnológicos mediante una educación tecnológica con sentido. Así se puede
realizar el acceso a la sociedad del conocimiento como un derecho universal.
 
La inclusión digital implica la conjunción de diversos mecanismos originados en
organizaciones, sector público, sector productivo, instituciones educativas y la
comunidad misma (Vega, 2009, 120).
 
El trabajo activo del usuario de la tecnología suele pasar por cuatro etapas:
 
La adquisición del artefacto tecnológico, la ubicación en un espacio físico y
mental, la interpretación, como construcción de significado del artefacto dentro del
contexto del usuario y el valor simbólico que le otorga, y por último, la integración,
o inserción de la tecnología en las prácticas sociales. Esto no se da en forma lineal
consecuente, sino que estas etapas pueden superponerse y demostrar una
dimensión compleja de las funciones cognitivas, prácticas y simbólicas del sujeto.
 
De este modo, la cultura digital supone una apropiación técnica, como dominio de
la información y el control sobre técnicas y objetos, así como una apropiación
simbólica, o sea, dominio de la expresividad y la comprensión, como formación de
la intersubjetividad.
 
El mundo simbólico expresivo implica una relación entre sujetos, relación
intersubjetiva, eminentemente comunicativa.
 
La mutua afectación entre sociedad, tecnología y cultura requiere una reflexión
más allá de la imagen instrumentalista que ha imperado, concibiendo las
tecnologías como simples herramientas o artefactos para unas determinadas
tareas (Rueda, 2007, 28).
 
Un análisis filosófico y antropológico cultural más profundo permite estudiar esta
afectación desde tres dimensiones: ontológica, pragmática y fenomenológica.
 
 
¿Qué hacemos con la tecnología? ¿Qué capacidad tienen las tecnologías para
impregnar el conjunto de todas nuestras dimensiones sociales y culturales?
 
La cultura es vida y es, por tanto, dinámica, en movimiento y transformación
permanente, tiene la propiedad de conservar, innovar, desechar y renovar los
elementos que la constituyen en el devenir histórico de las comunidades, de los
pueblos. Al no ser lineal, ni estática como el mundo mismo, no puede ser
comprendida la identidad cultural como lo inmutable, lo inamovible, sino todo lo
contrario, como lo que permanece cuanto todo se destruye.
 
La cultura digital no abarca sólo los nuevos medios de información y
comunicación como Internet, el correo electrónico, las redes sociales, etc., sino a
todos los medios tradicionales, ahora digitalizados, TV, radio, prensa, cine. Las
nuevas comunidades comunicativas que nacen por la universalización del acceso
a Internet presuponen la ocupación de nuevos espacios sociales cada vez más
diversificados (Wilches, 2001, 12).
 
 
¿Es la cultura digital una amenaza para la identidad cultural de las comunidades?
Sabemos que las culturas evolucionan de acuerdo con la capacidad crítica de las
diversas generaciones que ejercen una actividad selectiva, generalmente polémica,
respecto a lo transmitido; rechazan ciertos valores tenidos en gran estima por las
generaciones precedentes y desechan diversos puntos de vista, criterios y formas
de convivencia que quedan sometidos a la prueba de la experiencia histórica, que
hará posible valorar su autenticidad (Bravo, 1993, 75).
 
Por tanto, es todavía prematuro hacer un juicio sobre lo que significa esta prueba
de la experiencia histórica, aunque algunos estudios empíricos realizados en
diversas latitudes permitan aproximaciones sobre los cambios que ya se
experimentan, incluida la concepción de identidad, por su complejidad y evolución
dinámica. Ni la cultura objetiva como suma de realizaciones del ser humano, ni la
cultura subjetiva como formación y capacitación de individuos y grupos pueden
separarse entre sí, ni del proceso histórico en que surge, evoluciona y se transmite
y que constituye la tradición. De otra parte, la identidad se concibe hoy como raíz
en movimiento, en permanente cambio.
 
El eje transversal de la cultura digital es la comunicación, más allá del intercambio
de la información y del paso de lo analógico a lo binario de 0 y 1 de lo digital.
 
Es la capacidad humana del encuentro, la relación expresiva, la búsqueda del
sentido del ser solamente en comunicación con el otro. Nos dice Manuel Martín
Serrano que todos los comportamientos comunicativos son actuaciones
expresivas, es decir indicativas y que la experiencia comunicativa se convierte en
el objeto de la interacción comunicativa, de modo que no se concibe la posibilidad
de intercambiar con otras personas sin que intervenga la comunicación (Martín
Serrano, 2007, 190).
 
Aunque en la comunicación se maneje información, no todas las informaciones se
obtienen por vía comunicativa. Según este autor, cuando cualquier relación se
considera pertinente para construir modelos de la comunicación, se hace
todología de la comunicación.
 
Mientras que la información materializa la realidad, la espacializa, la comunicación
la desmaterializa, transformándola en un proceso eminentemente intersubjetivo,
regido por otras modalidades de tiempo.
 
Así, comunicación y cultura son dos dimensiones indisolublemente unidas, ya que
la cultura se constituye a base de comunicaciones repetidas; es preciso buscar la
cultura en la comunicación y no a la inversa, por cuanto es la capacidad simbólica,
expresiva la que configura el ser cultural.
 
El debilitamiento de las identidades puede verse también como la posibilidad de
transitar al establecimiento del diálogo intercultural, interreligioso, interdisciplinar,
interideológico, intergenérico, etc. (López, 2009, 12).
 
Es innegable que las tecnologías digitales ofrecen a los individuos una mayor
amplitud de opciones para comprometerse social y culturalmente, y tienen acceso
a elementos culturales que les llegan del todo el mundo.
 
Así, Internet es más que un medio, es un nuevo modo de relacionarse con los
públicos y en él prima el diálogo, se ha pasado progresivamente de las
transacciones a la relación, de la información en una dirección a la conversación,
del control a la participación, del video doméstico al video on line y de entornos
reducidos a la eclosión de las redes sociales.
 
Todos estos cambios exigen la intervención educativa para humanizar las
tecnologías y ponerlas al servicio de la emancipación del ser humano en su
interacción comunicativa.
 
En síntesis, más que una definición reduccionista de la cultura digital, necesitamos
una conceptualización holística del fenómeno inscrito en este mundo complejo,
cambiante y caótico, como posibilidad de entender la renovación creativa de la
realidad y de la íntima conexión entre comunicación y ética.
 
Es una relación intrínseca y esencial que las debe mantener como necesariamente
complementarias. De allí los esfuerzos de reflexión que se han dado en el mundo
académico en lo referente a la tecno ética, net ética, ciber ética, etc., para llegar al
gran consenso de que el punto de partida de toda ética es el reconocimiento del
otro como diferente. (Hoyos, 2009, 22).
 
Ese reconocimiento en la diferencia nos conduce a la esencia de la dignidad
humana que subyace en la interacción comunicativa independientemente del
medio a través del cual se establezca la relación o diálogo.
 
Manuel Castells nos llama la atención sobre la galaxia Internet como nuevo
entorno de comunicación, considerando ésta como la esencia de la actividad
humana. Así una nueva estructura social, la sociedad red se está estableciendo en
todo el planeta en formas diversas y consecuencias diferentes para la vida de las
personas, según su historia, cultura e instituciones (Castells, 2001, 305).
 
Aquí la diversidad cultural marca la diferencia y el temor a la homogenización
carece de sentido, por cuanto, la cultura es una construcción colectiva que
trasciende a las preferencias individuales, a las imposiciones del mercado y a las
modas del momento.
 
Desde la década de los ochenta, la tecnología electrónica condujo a todos los
sistemas de comunicación a un gran sistema convergente, según analistas como
Ithiel de Sola Pool, y ahora que hablamos de convergencia digital, se está
reafirmando que la digitalización ha facilitado la convergencia tecnológica como la
capacidad de las infraestructuras para adquirir, procesar, transportar y presentar
simultáneamente voz, datos y videos sobre una misma red y un terminal integrado
y así surgen aplicaciones y servicios que confluyen en los sectores de la
informática, las telecomunicación y el audiovisual (García, 2009: 105).
 
En todos los medios hay sitios para las culturas locales y también para las
expresiones de la cultura transnacional, conformando un entorno plenamente
convergente en el que se puede acceder con gran variedad de contenidos.
 
Para los analistas del fenómeno de la cultura digital, nos encontramos ante
transformaciones tecnológicas de la cultura contemporánea en un proceso de
fuerte individualización de la subjetividad. Somos parte de la mundialización de la
cultura digital, no es un fenómeno externo, lejos de nosotros, sino que somos parte
de ella en la medida en que penetra la vida cotidiana de la gente. Es un proceso
que se hace y se deshace incesantemente desde las propias dinámicas y
transformaciones de las culturas nacionales o locales.
 
Conclusión
 
Este acercamiento a una conceptualización de la cultura digital conduce a unos
planteamientos conclusivos.
 
La peculiaridad de la revolución digital no reside tanto en la cantidad de máquinas
que se han introducido en la sociedad, sino en la configuración de nuevos entornos
comunicativos y simbólicos, en los nuevos modos de percepción, lenguaje,
sensibilidades y escrituras y en las nuevas formas de circulación del saber.
 
Está en proceso de cambio la capacidad de la humanidad para procesar símbolos.
Ni el determinismo tecnológico, ni el pesimismo cultural ayudan a comprender el
fenómeno en profundidad.
 
Una cultura digital centrada en una visión humanista y emancipadora exige una
educación permanente de las personas que se mueven en los flujos migratorios
digitales (nativos y emigrantes) para que la apropiación de la tecnología conduzca
a la promoción, a la equidad de oportunidades y a una convivencia social de
calidad.
 
Investigar cómo incide esta nueva cultura en construcción en nuestras sociedades
latinoamericanas es una tarea inaplazable de las ciencias sociales, de las
instituciones educativas y evangelizadoras para responder más acertadamente
con nuevas estrategias pedagógicas a las exigencias de las nuevas generaciones.
Hoy se hace ineludible una nueva forma de ejercer la docencia, de comprender la
mutua afectación entre tecnología, sociedad y cultura.
 
 

Claves de la nueva cultura digital


JOSÉ DE LA PEÑA AZNAR

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José de la Peña Aznar es miembro del patronato de la Fundación España
Digital.

El poder de las redes lleva a una reducción natural de las jerarquías.


Las relaciones tanto en la empresa como en el ámbito privado se darán
en un entorno de más igualdad y mutuo respeto. Hoy un bloguero
puede tener tanta fuerza como un medio de comunicación centenario.

Vivimos una época en que la tecnología es ubicua y pervasiva. Existe una


enorme capacidad de procesamiento a nuestro alrededor en objetos de la
vida cotidiana en los que no pensamos, como el coche, la lavadora, el
frigorífico, la televisión, etcétera. La tecnología es, en muchos momentos,
tan invisible que casi parece “ambiental”. Además de toda esa tecnología,
fruto de la evolución electrónica desde los años cincuenta del siglo XX, el
final de siglo añadió la capacidad de comunicación de la naciente telefonía
móvil de tercera generación, la banda ancha y toda la explosión comercial
de Internet.

El nuevo mundo tecnológico, con la preponderancia de Internet, ha


modificado hábitos de vida de gran parte de los habitantes de este planeta,
al tiempo que en la economía ha alterado modelos de negocio establecidos
durante décadas. En suma, Internet y toda la tecnología digital han creado
una nueva cultura, un conjunto de creencias y pautas de conducta que han
variado con las innovaciones y su extensión en la sociedad.

Habrá quien considere que solo hay una cultura, la dominante en la


sociedad, y que la tecnología solo aporta matices, pero yo estoy en
absoluto desacuerdo. Creo que Internet, la movilidad y la creciente
capacidad de procesamiento y de almacenamiento, está cuestionando la
raíz de nuestra actual cultura empezando por asuntos como el valor de la
memoria en la educación y pasando por los conceptos de propiedad
intelectual, privacidad, identidad o tipos de organizaciones y modelos de
negocio de empresas y sectores económicos.

Hay generaciones enteras nacidas a finales del siglo XX, que formarán la
fuerza de trabajo en los próximos años. Estas generaciones han crecido
con más influencia de cultura digital que dominante y la trasladarán a la
actualidad, haciéndola prevalecer poco a poco, al menos en algunas de sus
manifestaciones, alterando así empresas y relaciones económicas
tradicionales.

En Internet nos asombramos de que tanta gente dedique tanto tiempo a


compartir vídeos, textos, etcétera, la mayor parte sin mucho valor es
verdad, pero algunos de ellos con una calidad y un trabajo de elaboración
enorme, sin recibir ninguna remuneración a cambio. ¿Por qué lo hacen?
¿Ego? ¿Promoción? Esta “generosidad” no se puede entender si aplicamos
las reglas de la cultura dominante, pero sí a la luz de la nueva cultura
digital. Para ello hay que remontarse al origen de Internet, donde
encontramos muchas de las fuentes.

Y entonces nació Internet

A finales de 1969 cuatro ordenadores diferentes, uno en cada una de las


cuatro universidades participantes (Utah, UCLA, Stanford y Santa Barbara)
en la costa Oeste de Estados Unidos, se conectaron a través de la naciente
red Arpanet (Advanced Research Projects Agency Network). Este fue el
comienzo de Internet. La red Arpanet fue financiada por el Pentágono como
una de las muchas investigaciones para conseguir nuevos modelos de
redes de comunicación. Sin embargo, pese a esta participación del ejercito,
la red y la posterior Internet no se han visto influidas por la cultura militar.
Fue un experimento financiado pero no controlado por los militares. A
diferencia de la Unión Soviética, donde proyectos similares se realizaban,
pero el control militar anuló cualquier capacidad de salto a la vida civil de
esos avances y murieron víctimas de su propio secreto.

Lo que sí influyó en la cultura digital fue la esencia universitaria, en la raíz


de los equipos que trabajaron en Arpanet. En concreto, la cultura tecno-
científica. La ciencia es una de las ramas del saber humano que más se
parece a la cultura del Internet actual. A lo largo de la historia se ha
realizado en comunidades internacionales y todos los avances científicos
que se publican, son debatidos y aprobados o refutados por la comunidad.
Solo es ciencia lo que la comunidad científica considera ciencia, tras haber
reproducido los resultados en diferentes laboratorios, o confirmado los
cálculos tras su publicación y debate. Esta cultura científica es un mundo
aparte y contrastaba tanto con la cultura dominante, que se daba el caso
de que en plenas guerras napoleónicas entre Francia e Inglaterra, había
científicos que recibían premios del país contrario e incluso tenían libertad
para transitar entre ambos países por autorización expresa de Napoleón,
admirador de la ciencia. Así, las comunidades científicas estaban tan
relacionadas, que un naturalista como el científico alemán Alexander von
Humboldt escribió a lo largo de su vida unas 50.000 cartas y recibiría una
cantidad similar, lo que si lo mutiplicamos por los cientos o miles de
científicos de la época, da idea de la poderosa interacción de estas redes
cientificas, todavía en los siglos XVIII y XIX y sin más medio de
comunicación a distancia que el correo.

¿Qué aporta la cultura tecno-científica de las universidades donde surgió


Internet a la actual cultura digital? La respuesta sería que varias cosas, por
una parte de idea de comunidad abierta. Este término, abierto, es una de
las características sobre las que trataremos más adelante, pues es
esencial en la cultura digital, y está teniendo ya, e irá a más, un fuerte
impacto en asuntos como la política o el mercado. Otro elemento de esta
cultura tecno-científica que ha pasado a la cultura de Internet es el “mérito
por la aportación”. Esto se traduce en las redes sociales actuales, unos de
los mayores centros de difusión de esta cultura digital, en el hecho de que,
excepto los famosos, las personas más seguidas son quienes más aportan
de forma desinteresada, las que más comparten, las que más trabajan para
otros. Curiosamente, y como ya ocurría con la ciencia, cuanto más aportas
más grande es tu red y más recibes de los participantes en la misma, ya
que tu conocimiento en esta etapa social estará cada vez más en tu red
que en ti mismo. Se puede decir que “eres tan listo como lo sea tu red de
contactos”, en la que siempre podrás apoyarte.

De hackers, emprendedores y comunidades virtuales

Pero, como escribió Manuel Castells en su libro La Galaxia Internet


(Barcelona, Areté 2001), existen otras tres fuentes, además de la
universitaria tecno-científica, que dan origen a la cultura Internet por estar
presentes en sus orígenes y que, por tanto, pasan de algún modo,
mezcladas, en un mix, a veces contradictorio, a la incipiente cultura digital.
Estas otras tres fuentes son: la cultura hacker, las comunidades virtuales y
los emprendedores. Cada uno de ellos ha aportado algo cuya mezcla hace
tan singular los usos habituales de lo que llamamos cultura digital, y tan
diferente de la cultura social y económica dominante.
La cultura hacker –entendiendo como tal a aquel amante de la tecnología y
sus posibilidades y no, como erróneamente se denomina a aquellos que
quieren hacer daño a otros con virus, robos de información, etcétera (mejor
usar con estos la denominación de crackers)– aporta sobre todo un ideal
de libertad de uso de la tecnología sin cortapisas. Surgidos del mundo
universitario, pero en gran parte sobre todo autodidactas, este grupo posee
entre sus valores fundamentales la pasión y la libertad que llevan a la
creatividad y la innovación, en la base de esta cultura y de muchos de los
avances de los que ahora disfrutamos. Así se describe en un magnifico
libro de Pekka Himanen La ética del hacker: y el espíritu de la sociedad de
la información. Es un tipo de cultura que tiene mucho de primitiva, de tribu
en la que el reconocimiento y el castigo proviene de tus iguales. El castigo
por infringir las normas normalmente se concreta en la expulsión de la
comunidad, el exilio de antaño. Motivados por un celo interno (motivación
intrínseca) y no premios o remuneraciones externas (motivación
extrínseca): los frutos del trabajo son donados a todo el mundo para sus
avances y futuros desarrollos. En esta ética está basado todo el
movimiento de software libre, alrededor de sistemas operativos como Linux
(con código abierto) y de todo el movimiento de copyleft (con derechos de
copia y reproducción de las obras).

Podría parecer que esto es una utopía sin consecuencias en la vida real,
pero piense el lector que fenómenos como Wikipedia están basados en
esta filosofía de la generosidad y realizada por voluntarios, y que la
extensión de Linux ha supuesto que el mayor porcentaje de servidores web
en la red tenga sistema operativo Linux o Unix, como los famosos
servidores Apache; o que sitios como Google posean en sus servidores
sistemas operativos Linux, así como los más de 60.000 servidores de
Facebook. Es decir, gran parte del tráfico de Internet transita hoy por
servidores con sistema operativo de fuente abierta, el mayor ejemplo de
trabajo colaborativo y abierto en el mundo tecnológico. Pura cultura digital
en el corazón mismo de la infraestructura de Internet.

Esta idea de compartir, de apertura del acceso a la creación, choca


directamente con una de las grandes ideas de la cultura dominante, la
propiedad intelectual, y es una de las mayores fuentes de conflicto en
estos años. El copyleft es una alternativa al vigente copyright, una manera
diferente de ejercer el derecho de autor en la que “se permite la libre
distribución de copias y versiones modificadas de una obra u otro trabajo,
exigiendo que los mismos derechos sean preservados en las versiones
modificadas” (definición en Wikipedia). Uno de los principales impulsores
del copyleft es el académico y activista Lawrence Lessig, quien afirma que
el sistema de propiedad intelectual actual mata la creatividad con sus
cortapisas: “está ignorado todo el potencial de Internet para permitir la
creatividad de los ciudadanos”. De hecho, la organización que fundó en
2001, Creative Commons, se ha convertido en una enseña en la batalla por
la propiedad intelectual y uno de los símbolos de esta nueva cultura digital.
No se renuncia nunca al derecho de autor, pero se permite que la obra se
extienda, se utilice y fertilice otras creaciones. Una de sus frases más
descriptivas del cambio cultural actual la he obtenido de una entrevista
suya en el @Ciberpais: “Crecimos consumiendo pasivamente las
tecnologías, pero ahora la creatividad es algo que surge gracias las
tecnologías digitales. La creatividad para remezclar la cultura”.

Por concluir con este repaso a la influyente cultura hacker, alguien


describió muy acertadamente la diferencia entre, por ejemplo, un hacker y
un informático, basado en ese elemento de pasión. Un informático ve en un
ordenador una herramienta de trabajo, con la que ganarse la vida, un
hacker lo ve como un elemento lúdico, en el que experimentar, divertirse y
crear, y tal vez ganarse la vida, pero esto último no es lo primordial. Para
uno existe un domingo a la semana y para el otro existen muchos. La
diferencia está en la pasión por esa actividad. Como decía Confucio: “elige
un trabajo que ames y no trabajarás un día más de tu vida”.

La otra gran influencia en la actual cultura digital desde su origen son los
emprendedores. En aparente contradicción con la descripción anterior de
los hackers, la verdad es que muchos de los emprendedores que han dado
vida a las grandes empresas del universo Internet actual eran realmente
hackers como Bill Gates, Mark Zuckerberg, Steve Jobs, Steve Wozniak.
Sergey Brin, Larry Page, Jack Dorsey, Chad Hurley, etcétera. Empresas
que ahora están entre las 10 primeras por capitalización bursátil nacieron
en habitaciones de universidad, garajes… Esta es la nueva mitología de la
época, apasionados de la tecnología que se convierten en magnates a
través del emprendimiento. La aportación de esta visión a la cultura digital
es la del derecho a una compensación por el trabajo bien hecho, con
tecnología. La capacidad de cambiar el mundo con tecnología y redefinir
las reglas. Ha cambiado más nuestra manera de entender la intimidad y la
identidad digital el uso de redes sociales que todos los cambios legislativos
de los últimos cinco años. Lo que se puede hacer presiona constantemente
con lo que se debe o no hacer, esta es la tensión constante en esta época
entre tecnología y legislación.
La idea de hacerse rico con tecnología, con creatividad basada en la
tecnología, es también parte de la mitología de esta nueva etapa. Personas
como Steve Jobs se han convertido casi en seres de culto, y con cuya
biografía, comprada por millones de personas en todo el mundo, está a
punto de estrenarse incluso una película. Su muerte prematura, lo colocó
definitivamente en el imaginario del siglo XXI como el arquetipo de la
genialidad.

La otra gran idea que aportó el emprendimiento de todos estos pioneros


fue la existencia constante de oportunidades, y el método para
aprovecharlas era siempre la pasión, el trabajo y la tecnología. Cada
trabajo ha de tener un propósito y el emprendimiento implica autonomía,
aunque al final el éxito dé lugar, de modo casi contradictorio, a grandes
organizaciones.

Por último, la otra gran influencia de la cultura digital fueron las


comunidades virtuales. Surgidas desde el comienzo de toda esta revolución
informática, primero con sistemas tan primitivos como el Bulletin Board
System o BBS (Sistema de Tablón de Anuncios), pasando por los foros,
chat, listas de correo electrónico, grupos de noticias, etcétera. En en su
momento estas comunidades se formaron entre los radioaficionados con el
desarrollo de la radio. Se calculaba que en 2000 (casi cinco años antes de
la existencia de las redes sociales como las conocemos ahora) había unas
40 millones de comunidades virtuales en todo el mundo.

Pero, ¿qué es una comunidad virtual? Básicamente, un grupo de personas


que empiezan a relacionarse por tener un interés común, algo que les une,
y esto se traduce en cuatro objetivos: intercambiar información sobre su
área de interés; conversar, socializar con gente que te va a comprender
mejor que otros pues poseen tu misma pasión; ofrecer apoyo (emociones,
empatía) y debatir (generalmente con moderadores).

Las comunidades virtuales aportaron varios elementos importantes a la


creciente cultura digital, la idea de red, de inteligencia distribuida: la idea
de que existe un poder colectivo que puede ponerse en marcha, la fuerza
del grupo, de las comunidades unidas por un interés y también un concepto
de horizontalidad. En la red no hay jerarquías, se aporta y se recibe y,
sobre todo, se participa. Las comunidades no hacen usuarios pasivos sino
activos, y con la fuerza que da el saber colectivo.
 

La generación milenio

Descrito en los términos que introdujo Marc Prensk, autor de Enseñanza de


nativos digitales, la mayoría de nosotros no somos “nativos digitales”, no
hemos nacido como los más jóvenes, cuando toda esta tecnología forma
parte del ambiente. La hemos visto llegar y crecer y conocimos otro mundo
tecnológicamente más austero. Nos hemos tenido que adaptar a un nuevo
país tecnológico, con avances que no existían en nuestra juventud como
los móviles, la banda ancha, los buscadores, las redes sociales, la compra
online, las identidades digitales, las tabletas, etcétera. Sobrevivimos en
este nuevo universo como inmigrantes digitales. Esto no dice nada en
contra, al contrario, hay muchos estudios que muestran como en conjunto
los inmigrantes digitales, siguiendo con la terminología de Prensky, sacan
mejor partido y son más expertos en el manejo de todas estas tecnologías,
en especial para aplicaciones productivas, que los nativos digitales. Pero
es cierto que tenemos referencias anteriores y siempre nos acercamos a
estas innovaciones con un cierto recelo propio de la nueva tecnología.
Pues como se dice “solo es tecnología para cada uno aquello que se
inventó después de que uno naciera”. Si te la encuentras al nacer pasa a
ser ambiente y no intimida, sino que intimas con ella desde un principio.

Por eso hay toda una generación, la denominada generación del milenio,
que ha crecido en medio de este ambiente tecnológico. Ya hay estudios
sobre cómo se comportan sus miembros, que han incorporado a su vida
todas las posibilidades de la tecnología existente, de la movilidad, del
acceso a la información en todo tiempo y lugar, de la comunicación
continua y la incorporación al mercado de trabajo (si tienen suerte) en las
próximas décadas. Traerán consigo esa cultura digital adherida al
desarrollo de servicios, tecnologías y aplicaciones actuales. Se calcula que
hacia 2014, el 47 por cien de la fuerza de trabajo pertenecerá a esta
generación del milenio (artículo de Andrés Hatum en la Harvard Business
Review de noviembre de 2011). Repasemos lo que según Hatum aportarán
estos nuevos trabajadores y dónde encontraremos muchas de las claves de
la cultura digital, que se irá imponiendo en los próximos años en ámbitos
ya fuera de los puramente tecnológicos, como los de la cultura hacker.

Son empleados más multitarea que los anteriores, su experiencia en


videojuegos y en redes sociales les hace capaces de atender muchas
cosas al mismo tiempo (algunos estudios muestran, sin embargo, que lo
hacen con menor atención). La anterior generación lo considerará en cierto
modo una conducta impetuosa, pero esta generación del milenio se ha
criado en un entorno en que la experimentación y la prueba-error era el
mejor método para enfrentarse a los problemas, por encima del análisis y
la reflexión. Les cuesta sentarse a analizar y son más dados a hacer,
fracasar y volver a intentarlo. Esto es muy propio de un entorno como el de
los videojuegos, donde el paso de una pantalla a otra superior se hace
mediante la superación de muchos fracasos, sin consecuencias, pero que
van directos al aprendizaje. Hay toda una línea de pensamiento en
educación que considera que aprender haciendo es la manera más eficaz
de encarar la educación frente al pasivo modelo actual de aprender
recibiendo conocimiento o información.

Otra característica de estos nuevos trabajadores que presionarán a las


empresas es su necesidad de un propósito, de un sentido del trabajo. A
diferencia de la anterior generación, que necesitaba una muy buena razón
para irse de una gran corporación, la generación del milenio necesita tener
una buena razón para quedarse (si el contexto es rico en oportunidades,
obviamente). Para generar lealtad, la empresa ha de crear una oferta de
valor para sus empleados. Pero esas razones no serán solo económicas,
pues la cultura digital de la generación del milenio, lleva implícita el gusto
por administrar sus horarios, con el compromiso de trabajo prácticamente
en todo momento, pero a su ritmo. Flexibilidad es la palabra junto con
cumplimiento de objetivos. Esto lleva a otro tipo de gestión de los recursos
de la empresa.

Pero estos elementos de la cultura digital llegarán también a otros ámbitos,


no solo a la empresa, llegarán también al consumo, al mercado. Alguien
habituado a las redes sociales sabe que no existe una voz privilegiada, no
existe esa autoridad que daba el tamaño, sino el que da el valor que
aportas. La comunicación unidireccional propia de los anuncios de
televisión y de otros medios, en la que uno dice y miles escuchan, propia
de las tecnologías de difusión “de uno a muchos”, queda rota por medios
como Internet, donde la comunicación es “muchos a muchos” y donde
cualquier mensaje puede ser cuestionado, sea cual sea el tamaño
económico del emisor. El usuario, el consumidor, esperará que se le
escuche, esperará respuesta, interacción, compromiso. Esto ya lo intuyeron
los creadores del influyente Manifiesto Cluetrain de 1999, cuando
comenzaron el mismo con una frase cada vez más acertada: “los mercados
son conversaciones”. No son una sucesión de monólogos y cada vez será
más difícil que lo sean pues es incompatible con la nueva cultura digital
más participativa y que poco a poco lo impregnará todo.

Otra característica de esta nueva época es la inmediatez, ya no hay


razones para esperar, no las encontramos. Tenemos tecnología y cobertura
de comunicación para poder saber, hacer o responder a lo que nos pidan
aquí y ahora. Es cada vez más normal que aquellas clásicas
conversaciones de amigos que llegaban al punto de ¿cómo se llamaba esa
actriz que salía en tal película? se resuelvan ahora en un instante, cuando
uno saca su smartphone y realiza la búsqueda en Internet. Ahora
tendremos que ver a qué dedicamos el tiempo que pasábamos teniendo el
nombre en la “punta de la lengua”…

La conversación, el poder de las redes, etcétera, nos llevan a una


reducción natural de las jerarquías, las relaciones, tanto en la empresa
como en el ámbito privado se habrán de dar en un entorno de mayor
igualdad y respeto mutuo. Hoy un bloguero con seguidores puede tener
tanta fuerza en sus opiniones como el editorial de un medio de
comunicación centenario y con cientos de redactores y su red de apoyo
seguro que le da acceso a una información suficiente para tener una
opinión de calidad.

La sociedad será más móvil, pero no solo en el sentido obvio de la


tecnología, sino también de las interacciones y las oportunidades de
trabajo. Cada vez será más normal agruparse por proyectos y disolverse al
acabar estos. Un mayor numero de autónomos y freelances será la base de
la nueva economía y los proyectos y los contactos de las redes serán el
cauce para la continuidad del trabajo. Esto lleva a otro de los elementos
básicos de la cultura digital, el denominado crowdsourcing, traducido como
el “poder de las multitudes” (siguiendo el titulo del libro de Jeff Howe y
también definido en el best seller Wikinomics de Don Tapscott). Las
empresas tradicionalmente han estado limitadas por el conocimiento y las
habilidades de sus empleados y, en casos excepcionales, pedían ayuda a
un consultor externo. Los esquemas de colaboración externa o de lanzar
problemas a la red para acceder a todo ese conocimiento que no reside en
la empresa son un modelo incipiente pero que gana peso. Esta
externalización al grupo, seria la definición de crowdsourcing. El
reconocimiento y aprovechamiento de esa inteligencia colectiva. Algunas
empresas, como Lego, ya lo están experimentando con sus seguidores, los
fans de sus productos. Y en un nivel más elevado, surgen compañías
farmacéuticas que lanzan retos valorados en una cantidad de dinero en
webs como Innocentive, para dar con los expertos que puedan ofrecerles
una solución que no conseguirían con sus recursos de I+D internos. Estos
mercados de ideas globales proliferan como un desarrollo natural de la
cultura digital.

En resumen

La proliferación de nuevas tecnologías y servicios no afecta solo a qué


cosas podemos hacer sino a cómo las hacemos las cosas e incluso por
qué. La tecnología cambia la cultura y viceversa. La cultura digital recoge
estos cambios y se basa sobre todo en un enfoque más social de todas las
actuaciones, más centrado en el poder de las redes. Las personas van
adquiriendo la fuerza del grupo o los grupos y las comunidades a las que
pertenecen, pero al mismo tiempo, para ser relevantes, han de contribuir
en ellas, han de conversar y han de compartir. La cultura digital da lugar a
ciudadanos más activos, a diferencia del modelo de cultura anterior más
basado en los medios de comunicación de masas y en la figura del
consumidor pasivo, cuya mente había que conquistar a través de la
publicidad.
El perfil de los nuevos ciudadanos también se traslada al mundo de la
economía, al mundo del trabajo y al mercado, aportando menos jerarquía,
más flexibilidad y una economía de la creatividad, anclada en la tecnología
pervasiva.

Los conceptos que han sido la base de la anterior cultura, los valores
básicos de propiedad intelectual, identidad y privacidad, se están
redefiniendo por la práctica y por las posibilidades de la tecnología, y serán
objeto de controversia y de debate en los próximos años, hasta encontrar
un término adecuado a la nueva etapa y que mantenga aquellas
características que estimulen el crecimiento de ideas y negocios y aporten
seguridad a todas las partes. Conceptos como el creative common,
entornos abiertos de desarrollo y copyleft son manifestaciones de esta
tendencia. En suma una mayor apertura y transparencia que irá
extendiéndose a todos los ámbitos será otra de las características que se
impondrá con la nueva cultura digital y que afectará a ámbitos tan alejados
de la tecnología como la participación política o el comportamiento social
de las empresas.
El análisis frente a la experimentación de bajo coste será otra de las
tensiones de esta etapa de transición. La cultura digital en cuestiones de
proyectos empresariales está marcada por la máxima de “fracasa rápido,
fracasa pronto… pero fracasa barato” , esto da mucha plasticidad al
entorno empresarial de esta nueva etapa, y debería enlazar con un cambio
en la educación adecuado a esta nueva cultura, más centrado en el
aprendizaje por proyectos, en el aprender por el hacer (learning by doing).
Las nuevas generaciones son mas activas pero más impacientes frente a
nuestra parálisis por el análisis, y se enfrentan a la incertidumbre haciendo
algo, frente a nuestro tradicional análisis para prever lo que viene. Esta
actividad también lleva a que el trabajo ocupa casi todo el tiempo
disponible, pero con una distribución administrada por el trabajador, más
en línea con la tendencia hacia modelos de autónomos y freelances que se
unen por proyectos y trabajan más enfocados en los objetivos y los plazos
que en los horarios.

Entramos en una nueva etapa económica, que año tras año estará más
marcada por esta cultura digital, que es nuestra mejor oportunidad de salir
de la crisis y que ofrece nuevos territorios, nuevas habilidades y nuevas
profesiones que desarrollar. Solo la cultura digital tiene hoy la capacidad
de regenerar nuestra sociedad de sus viejos vicios económicos mediante
esta renovación de valores y, sobre todo, de actitudes frente al trabajo, las
relaciones y el consumo. En ese mundo digital necesitamos una “España
digital” y eso pasa por renovar nuestra cultura dominante. Ese es nuestro
reto para los próximos años, hacer bien y con pocas tensiones esta
transición entre culturas, pues es algo que sucederá inevitablemente,
aunque solo sea, por pura renovación generacional

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