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EULALIA ARES Y LA REVOLUCIÓN DE LAS POLLERAS

La memoria popular del norte argentino resguarda la gesta de la Revolución de


las Polleras, ocurrida en 1862, en Catamarca, que tiene como ideóloga y protagonista a
Eulalia Ares.

Enmarcado en esa geografía agreste, surge la imagen de Eulalia Ares,


perteneciente a una familia española de buen pasar. Pero el destino le ha deparado un
primer zarpazo, que derrumba su tranquilidad. Ante la muerte de su padre, se pierde
la única presencia varonil, poniendo en desequilibrio la organización familiar de su
madre y sus tres hermanas mujeres menores, en una época signada por el patriarcado.

Este hecho empieza a sacar a luz el temperamento de una mujer de armas


tomar. Primero ayuda a su madre en el manejo de los negocios familiares, y luego, ya
casada con el teniente Vildoza, reemplaza a éste en las tareas de campo el tiempo -la
mayoría- que pasa en el frente de batalla. La situación de desamparo de las mujeres
-viudas virtuales, según Pigna- conlleva a una redecilla de ayudas mutuas, para lograr
sostener la economía y el bienestar familiar.

Pero la política seguía siendo cosa de hombres, con guerras intestinas


interminables que diezman todo, y la eterna lucha entre liberales y federales. Tierra
arrasada. Eulalia sigue de cerca las vicisitudes y el campo político de una Argentina
desangrentada. Un gobernador depuesto que no quiere dejar el poder. Su marido y el
gobernador elegido, exiliados y corriendo peligro de muerte. Hastiada, ella decide
tomar el gobierno, apoyada en un grupo de mujeres, a punta de pistola y se
transforma en la primera gobernadora mujer de latinoamericana, gesta recordada
como La revolución de las Polleras.

 De entre las sombras de una fría noche de 1862, surge la figura de Eulalia Ares,
fusil en mano. La siguen otras mujeres y las acompaña el Pollerudo. Traspasan las
oscuras callecitas polvorientas de la ciudad de San Fernando del Valle de Catamarca.
Su objetivo es la casa de gobierno, donde un gobernador depuesto no quiere dejar el
poder. El gobernador elegido, junto el marido de Eulalia y de las otras mujeres,
exiliados y corriendo peligro de muerte. Hartas ya de la desidia, las mujeres deciden
tomar el poder. Golpean las puertas y de adentro se escucha un disparo. Eulalia -la que
bien habla según la etimología de su nombre- logra dominar la situación mientras, por
los fondos, el ex gobernador huye pantalón en mano y se refugia en un convento.

La memoria popular del norte argentino resguardó esta gesta bajo el nombre de la
Revolución de las Polleras o Revolución de las Mujeres

Eulalia Ares, la historia de la primera mujer gobernadora de Argentina y de toda


Latinoamérica.

Por Celia Sarquis

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