Está en la página 1de 4

UNIVERSIDAD MAYOR REAL Y PONTIFÍCIA

DE
SAN FRANCISCO XAVIER DE CHUQUISACA

FACULTAD DE DERECHO CIENCIAS POLÍTICAS


Y SOCIALES

CARRERA DE CIENCIAS DE LA
COMUNICACIÓN SOCIAL

ANÁLISIS, CONSIDERACIONES Y
CONCLUSIONES SOBRE LA LEY DE
IMPRENTA

ASIGNATURA: Deontología de la Comunicación


DOCENTE: Rodolfo Mérida Rendón
ESTUDIANTE: Ivan Mamani Espinoza
CURSO: 3° “B”

Sucre – Bolivia
-2020-

INTRODUCCIÓN
Lo primero a decir sobre esta ley, es una observación sobre su última actualización hecha en 1925,
dentro de poco se cumplirá un centenario de aquella ocasión. En este mundo cada vez más
acelerado y donde todo cambia tan rápidamente, es prácticamente imposible que esta ley siga
estando acorde al contexto actual. Es evidente que es necesaria una nueva actualización que este
en sintonía con los tiempos actuales, una versión más completa en todo sentido.

Una vez dicho la primera y tal vez más importante observación, es momento de ir a lo más
específico y analizar todos los artículos que componen esta ley y destacar aquellos que en mi
consideración merecen un nuevo análisis cuanto menos, para después lograr sacar algunas
conclusiones en general sobre la misma.

OBSERVACIONES Y ANALISIS DE LOS ARTICULOS DE LA LEY DE


IMPRENTA
1) Como en toda ley, el primer artículo establece el principio fundamental sobre el que esta
basado, en el caso de esta, como no podía ser de otra forma, su artículo primero es una
fuerte y firme declaración: “Todo hombre tiene el derecho de publicar sus pensamientos
por la prensa, sin previa censura, salvo las restricciones establecidas por la presente
ley”. Esta establece y defiende legalmente la libertad de expresión, como derecho
fundamental de todo ser humano.
2) Desde el Art. 2 hasta el 6, se definen las responsabilidades de cada tipo de publicaciones
impresas indicando también la manera en que estas deben identificarse. Un observación
que hago en este apartado es sobre algo definido en el 2do articulo: “La responsabilidad
de las personas señaladas no es conjunta ni mancomunada, sino sucesiva, y se establece
en el orden determinado.” Considero que en el caso de que alguien entrase en
incumplimiento de este artículo, como muchos otros delitos, probablemente tenga
cómplices directos o indirectos que pueden estar en la línea de sucesión que se enmarca
en este mismo artículo, pero al ser la responsabilidad sucesiva y no conjunta, tales
“cómplices” pueden librarse de la pena, este es un punto que creo debería ser revisado
para su consideración caso por caso y no ser tan cerrado en su definición.
3) Sobre el art. 7 que establece que “no hay delito de imprenta sin publicación”, encuentro
un pequeño hueco legal que puede o no ser usado para dañar a quien pretenda realizar
una publicación y es que menciona distintas maneras en que un impreso se considera
“publicado”, entre ellas que lo hayan leído 5 o más personas, que se hayan distribuido
cierta cantidad de ejemplares, entre otras y mi observación radica en que no es necesario
comprobar que los que hayan hecho algunas de estas cosas sean parte del equipo que
creo dicho impreso, por tanto, cualquier persona o grupo de ellas con malas intenciones
puede hacer dicha jugada para perjudicar a los dueños del impreso. Este punto creo
debería ser analizado y no dejar espacio para personas mal intencionadas.
4) En el art. 11 encuentro un detalle de lo que mencione a manera de introducción, la
desactualización de esta ley, en dicho artículo menciona que es un delito contra la
sociedad aquellas publicaciones que sean “obscenas o inmorales”, ambos términos si han
sufrido varias actualizaciones en su manera de entenderse, todo lo que era considerado
obsceno e inmoral en 1925 no es igual en la actualidad, un ejemplo es que en esa época,
que una madre amamantara a su hijo en público era considerado de tal forma y ahora no
es igual. Son a este tipo de cosas cuando me refiero a una actualización necesaria.
5) Entre los art. 12 y 19 existen una serie de observaciones de mi parte que voy a guardarme
para conclusiones generales.
6) Un detalle del art. 20 es que menciona la palabra “Republica”, otra gran razón que
refuerza mi observación de buscar una actualización, ya que actualmente nuestro país ya
no es una república, sino un “Estado Plurinacional”, este detalle pone más en evidencia
todavía la vejez y “caducidad” que tiene esta ley.
7) Respecto al art. 21, referido a la composición del panel de jurados, aunque tal vez con la
visión contemporánea, pueda notarse un tinte discriminatorio (no en mi consideración),
pienso que no es necesario los 40 jurados que establecen, no creo que siempre más
cabezas sean mejores.
8) Un gran problema de todas las leyes es toda la burocracia que se instala en ellas, bajo la
bandera de lograr la máxima transparencia posible, como si a más alto nivel de burocracia
fuera más alto el nivel de transparencia, siempre he pensado que esto solo favorece
“curiosamente” a los que definen toda el proceso, en cual, en su manera de realizarlo, se
define entre los art. 33 y 60 de esta ley. A modo de comentario muy personal y tal vez
chabacano, al observar todo el proceso descrito en estos artículos, me hace pensar en una
vieja película blanco y negro, donde hasta para saludar había un protocolo y donde las
personas respiraban burocracia en cada acto que pretendían realizar.
9) Debo admitir que no soy adepto a la lectura de leyes, pero en las que pude leer, nunca
había leído el termino empate que aparece en el art. 49, como si hubiera un partido de
futbol en medio, si había visto los términos de “conciliación” y “arreglo”, pero nunca
empate, en todo caso si vamos a la comparación con los deportes, considero que un
proceso penal enmarcado en cualquier ley, lo más acertado es la comparación con el tenis,
donde siempre hasta que haya algún “ganador” y un “perdedor”, ya que se sigue jugando
hasta lograr establecer cada uno de ellos. Entiendo que tal vez el término “empate”, tenga
otro significado legal que está a conocimiento de los más instruidos en estas cuestiones y
que no está explicado en esta ley, pero considero aun así que este término debería
analizarse en su uso.
10) En el art. 55 se aparece otra vez el problema de la subjetividad de los términos y su
desactualización, cuando menciona que la publicidad que ofenda las “buenas costumbres”
hará que un juicio sea puesto en secreto, como dije antes los conceptos de estos términos
no son los mismos ahora que hace casi 100 años y no quiero caer otra vez en el tema de la
necesidad de la actualización de esta ley, mencionare en cambio una consideración
personal que es que en la próxima reedición de esta ley se opte por definir concretamente
lo que se entiende por cada termino subjetivo que se use y así evitar problemas el
siguiente siglo que sufra una reforma.

CONCLUSIONES GENERALES
a) Insisto en lo mismo a mi pesar, esta es una ley que parece escrita en piedra y firmada por
el Mariscal Antonio José de Sucre, con esto no quiero decir que todo este mal hecho o que
todas sus disposiciones hayan caducado y no sean ejecutables, sino, que existen partes
muy arraigadas a la época en la que fue escrito, con términos tan en desuso y diferentes
en su concepto ahora. Me parece que la prensa no puede permitirse que las murallas de
su profesión sigan estando hechas de barro.
b) El sistema pecuniario de castigos y penas es a mi forma de pensar inservible hoy en día,
primero porque el valor de 400 Bs. -que es una de las penas más altas que se establecen
en esta ley- hoy en día no es el mismo de hace 100 años, antes eran una considerable
fortuna y hoy no te alcanza ni para sobrevivir un mes.
Segundo, hay delitos que considero merecen una pena mucho mayor y de consecuencias
más extensas, no puedo definir exactamente cuales podría ser esas penas debido a que no
tengo el conocimiento de la potestad que realmente tienen los jurado y el juez que se
ocupan de ejecutar y hacer cumplir esta ley y sus artículos.
Algo que si propongo en todo caso, es otra modalidad de castigos, que vayan hacia un
aspecto que creo es más importante que el dinero para cualquier profesional, la
reputación. Mi propuesta es que los castigos vayan hacia ese punto, que cualquier
profesional que cometa un delito de prensa agravado, sea castigado en su reputación,
ademas de una pena pecuniaria, esto podría hacerse con una especie de puntuación, que
no necesariamente establezca un tipo de ranking, o a través de un sistema de seguimiento
que sea accesible al público en general.
c) Como ultima conclusión, creo que en la próxima reforma que sufra esta ley, que espero
sea pronto, se considere al menos incluir a las publicaciones no impresas, es decir, las
digitales, bajo el abrigo de las normas de esta ley. En este caso tal vez se necesite un más
amplio estudio de los límites a los que llegar y un mayor número de implicados en su
formulación, ademas de otras grandes complicaciones que seguro llevaría ampliar el
paraguas a otras fronteras, pero considero seria mucho peor ignorar que las fronteras ya
se han ampliado, guste o no.

También podría gustarte