La Operación Chavín de Huántar fue la operación de rescate más exitosa de las Fuerzas Armadas del Perú. En 1996, miembros del grupo terrorista MRTA tomaron como rehenes a 72 personas en la residencia del embajador japonés en Perú durante 125 días. Mientras el gobierno negociaba, entrenó militares en secreto para excavar túneles bajo la residencia y rescatar a los rehenes. El 22 de abril de 1997, 140 comandos peruanos ingresaron por los túneles y rescataron a los rehen
La Operación Chavín de Huántar fue la operación de rescate más exitosa de las Fuerzas Armadas del Perú. En 1996, miembros del grupo terrorista MRTA tomaron como rehenes a 72 personas en la residencia del embajador japonés en Perú durante 125 días. Mientras el gobierno negociaba, entrenó militares en secreto para excavar túneles bajo la residencia y rescatar a los rehenes. El 22 de abril de 1997, 140 comandos peruanos ingresaron por los túneles y rescataron a los rehen
La Operación Chavín de Huántar fue la operación de rescate más exitosa de las Fuerzas Armadas del Perú. En 1996, miembros del grupo terrorista MRTA tomaron como rehenes a 72 personas en la residencia del embajador japonés en Perú durante 125 días. Mientras el gobierno negociaba, entrenó militares en secreto para excavar túneles bajo la residencia y rescatar a los rehenes. El 22 de abril de 1997, 140 comandos peruanos ingresaron por los túneles y rescataron a los rehen
HUÁNTAR Es la operación más exitosa de rescate de las Fuerzas Armadas del Perú.
El 17 de diciembre de 1996, la residencia del embajador japonés
en el Perú fue tomada por 14 miembros del (MRTA), un grupo terrorista de izquierda. La toma ocurrió cuando se celebraba el natalicio del emperador japonés Akihito, por lo que había varios invitados: políticos, empresarios, diplomáticos, militares, entre otros.
Tras la irrupción del MRTA, a pedido de la Cruz Roja, los
terroristas liberaron a los rehenes que no tenían peso político, a todas las mujeres y a Javier Diez Canseco (hoy fallecido) y Alejandro Toledo, ambos políticos de izquierda.
Luego de liberar a la mayoría de los rehenes, quedaron 72
capturados durante 125 días. Estaban el canciller Francisco Tudela, el ministro de Agricultura Rodolfo Muñante, miembros de la Corte Suprema, incluyendo a Carlos Giusti Acuña, diplomáticos extranjeros, el jefe de la DEA, entre otros. Además, un rehén clave fue Luis Giampietri, almirante de la Marina de Guerra del Perú.
En el tiempo que duró la crisis, el gobierno se mostró dispuesto a
negociar y el ministro de Educación, Domingo Palermo Cabrejos, fue designado para dialogar con los terroristas. Adicionalmente, Juan Luis Cipriani, en ese entonces arzobispo de Ayacucho, fue parte de una comisión negociadora.
Mientras se llevaban a cabo las negociaciones, el gobierno
entrenaba a miembros del Ejército y de la Unidad Especial de Combate de la Fuerza de Infantería de Marina de la Marina de Guerra del Perú (IMAP), para una operación secreta. El plan era infiltrarse en la casa del embajador a través de túneles subterráneos para rescatar a los rehenes.
Para el trabajo de excavaciones, el gobierno había reclutado a
mineros de La Oroya.
Mientras se preparaba la operación, se dijo que los túneles eran
similares a los templos construidos por la cultura preincaica peruana Chavín de Huántar, construidos bajo tierra con varios pasadizos.
Evidentemente, la excavación de túneles bajo la residencia del
embajador de Japón produciría ruidos que revelarían las intenciones del gobierno. Por lo tanto, se ocultó los trabajos a través de maniobras con tanques en las calles aledañas a la casa y con la reproducción de música con el volumen alto.
Los militares se habían enterado, a través micrófonos y cámaras
escondidas filtradas, que ocho terroristas, incluyendo cuatro líderes, jugaban fútbol todas las tardes dentro de la casa por una hora. Ese era el momento clave para entrar. Se logró informar a los rehenes que utilizaran ropa clara, para diferenciarlos de sus captores. A Luis Giampietri se le entregó una radio en miniatura a través de la cual, con un mensaje cifrado, se le dio instrucciones para advertir a los demás rehenes 10 minutos antes de la operación.
El 22 de abril de 1997, a las 15:23, inició la operación, con 140
comandos peruanos. Lograron ingresar a la residencia luego de tres explosiones.
Como resultado de la operación, fueron abatidos los 14
terroristas, el rehén Carlos Giusti Acuña y dos oficiales: el teniente coronel Juan Valer Sandoval y el teniente Raúl Jiménez Chávez. Sobre la muerte de los miembros del MRTA, se dice que hubo algunas ejecuciones extrajudiciales. Sobre ese tema publicaremos otro informe esta semana.