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Filósofos de la Naturaleza

Tales de Mileto (624 a. C.)


Es uno de los siete sabios griegos. Fue el primero que afirmó que la Tierra era circular
y que el agua es el principio de la vida universal y elemento conductor de la naturaleza.
Fue también el primero en dividir el año en estaciones y en 365 días; se adelantó a la
geometría plana, antes que Euclides, y predijo un eclipse solar en el año 585 a de C.

Anaximandro (610 a. C.)


Afirmó que el universo y la naturaleza están conformadas por el "apeirón" o pequeñas
partículas de materia indeterminada que son infinitas. Este filósofo fue el primero en
postular que la vida se genera en el agua y que los organismos se regeneran y evolucionan
al adaptarse a sus medios ambientes, en la cual nuestros ancestros fueron peces. Se
adelantó a las teorías de Darwin, Lamarck y Oparin.

Anaxímines (585 a. C.)


El cosmos es uno y se renueva constantemente. Fue el primero en introducir en la
cosmología la idea de periodicidad, es decir, el constante movimiento del cosmos; además
habló de la dilatación y condensación de la materia por el calor y frío del aire, es decir,
"condensación" y "rarefacción".

Pitágoras (569 a. C.)


Además de darle el significado a la filosofía (amor a la sabiduría), fue el primero en utilizar
la palabra "cosmos" a partir de la teoría armónica de los números: los números son
principios absolutos en la aritmética, principios aplicados en la música, magnitudes en
estados de reposo en la geometría y magnitudes en movimiento en astronomía.

Anaxágoras (500 a. C.)


Fue el primero en afirmar que la luna brilla con luz reflejada del sol, explicó la teoría de las
fases y eclipses lunares de acuerdo a la geometría relativa de la tierra, y el brillo propio del
sol. Además, afirmó la existencia de montañas en la luna. Su sentencia fue: "nada se crea
ni se destruye, se transforma". Empleó el concepto de panspermia, donde sugiere que las
bacterias o esencia de la vida prevalecen diseminadas por todo el universo y que la vida
comenzó en la tierra gracias a la llegada de estas semillas a nuestro planeta.

Sócrates (470 a. C.)


Filósofo considerado como uno de los más grandes tanto de la filosofía occidental como
universal y como precursor de Platón y Aristóteles, siendo los tres representantes
fundamentales de la filosofía griega. Fue el verdadero iniciador de la filosofía en cuanto
que le dio su objetivo primordial de ser la ciencia que busca en el interior del ser humano.
El método de Sócrates era dialéctico: después de plantear una proposición analizaba las
preguntas y respuestas suscitadas por la misma. Sócrates describió el alma como aquello
en virtud de lo cual se nos califica de sabios o de locos, buenos o malos, una combinación
de inteligencia y carácter.
Fundó junto con Leucipo la escuela atomista. Fue el primero en afirmar la teoría según la
cual la naturaleza está conformada por átomos .La psique o el alma del hombre estaría
formada por átomos esféricos, livianos, suaves, refinados. La teoría del átomo se le
adjudicaría luego a John Dalton. Además formuló el problema matemático de la teoría de
los límites y los primeros postulados del cálculo diferencial, textos que fueron
descubiertos en la época de Newton.

Platón (427 a. C)
Filósofo griego, alumno de Sócrates y maestro de Aristóteles, de familia nobilísima y de la
más alta aristocracia. Platón es quien determino gran parte del corpum de creencias
centrales tanto del Pensamiento Occidental como del hombre corriente. Su influencia
como autor y sistematizador ha sido incalculable en toda la historia de la filosofía, de la
que se ha dicho con frecuencia que alcanzó identidad como disciplina gracias a sus
trabajos.

Aristarco (310 a. C.)


Fue el primero que afirmó que el sol era el centro del sistema solar -el heliocentrismo-,
además fue el primero que desarrolló la teoría de la fuerza gravitacional solar ejercida
sobre las planetas que lo rodean. Muchos de sus conocimientos los adquirió en la
biblioteca de Alejandría. Estos fueron confirmados por Galileo Galilei.

Arquímedes (287 a. C.)


Fue matemático, físico, ingeniero, inventor y astrónomo. Aunque se conocen pocos
detalles de su vida, es considerado uno de los científicos más importantes de la
antigüedad clásica. Entre sus avances en física se encuentran sus fundamentos en
hidrostática, estática y la explicación del principio de la palanca: Dame un punto de apoyo
y moveré el universo, dijo.

Heráclito
Opinaba que tanto Parménides como Heráclito tenían razón en una de sus afirmaciones,
pero que los dos se equivocaban en una cosa. Pensaba que el gran desacuerdo se debía a
que los filósofos habían dado por sentado que había un solo elemento primario. El agua
no puede convertirse en cualquier otra cosa, por lo tanto Parménides tenía razón en decir
que nada cambia. Al mismo tiempo, Empédocles le daba la razón a Heráclito en que
debemos fiarnos de lo que nos dicen nuestros sentidos. Debemos creer lo que vemos y
vemos precisamente cambios constantes en la naturaleza.
Empédocles
Opinaba que la naturaleza está hecha de muchas piezas minúsculas invisibles para el ojo.
Todo puede dividirse en algo todavía más pequeño, pero incluso en las piezas más
pequeñas hay algo de todo. Pensaba que si se separa una célula de la piel de un dedo, el
núcleo de esa célula contiene no sólo la receta de cómo es la piel, sino que en la misma
célula también está la receta de mis ojos, el color de mi pelo, cuantos dedos tengo, etc. En
cada célula del cuerpo hay una descripción detallada de la composición de todas las
demás células del cuerpo
Demócrito

Es el último filósofo de la naturaleza. Demócrito estaba de acuerdo con sus predecesores


en que los cambios en la naturaleza no se debían a que las cosas realmente cambiaran.
Suponía por lo tanto que todo tenía que estar construido por unas piececitas pequeñas en
invisibles, cada una de ellas eterna e inalterable. A éstas piezas más pequeñas, Demócrito
las llamó átomos (indivisible).
Pensaba además que los átomos tenían que ser fijos y macizos, pero no podían ser
idénticos entre sí. Precisamente por tener diferentes formas, podían usarse para
componer distintos cuerpos, pero aunque sean muchísimos y muy diferentes entre sí, son
todos eternos, inalterables e indivisibles.
Cuando un cuerpo, por ejemplo un árbol o un animal, muere y se desintegra, los átomos
se dispersan y pueden utilizarse de nuevo en otro cuerpo, pues los átomos se mueven en
el espacio, pero como tienen entrantes y salientes se acoplan para configurar las cosas
que vemos en nuestro entorno. Demócrito no contaba con ninguna fuerza o espíritu que
interviniera en los procesos de la naturaleza.

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