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Ahora bien, otros de los cambios que acontecen a la persona, en esta etapa vital, es
justamente la instancia del Retiro y Jubilación. Dicho en otras palabras, el cese de la actividad
laboral con todo lo que ello implica.
La jubilación toma relevancia en los últimos tiempos, ante los acelerados cambios
demográficos y el aumento de la expectativa de vida. Sin lugar a duda, es un proceso que
requiere de un abordaje integral y de una intervención gerontológica, dado que en algunos
casos puede implicar un factor de riesgo, en especial para aquellas personas que han hecho del
trabajo una fuente de identidad.
“El impacto que puede tener para las personas la transición de una etapa activa a una etapa
menos activa puede desencadenar una serie de afecciones que puede ir en detrimento de la
salud física y emocional de la persona. Esto sucede porque no se ha podido dar el debido
proceso de aprestamiento a la jubilación ni la debida adaptación.”1
Si los hábitos, las rutinas y los roles, nos brindan identidad (¿quién soy?, ¿qué hago?, ¿Cuándo
y cómo?, etc.), imagínense, qué difícil es cambiar uno por otro. Resulta que en un momento
particular de la vida, cambia la organización del día, de las obligaciones, la disponibilidad
económica, los vínculos, las responsabilidades… casi, de un día para el otro. “Un día estas en
actividad y al otro día te llega el telegrama de retiro y chau..” dice una recepcionista que
trabajó 28 años frente al mismo mostrador atendiendo gente.
En Argentina, por ley, existe una edad jubilatoria obligatoria. Con lo cual, la edad cronológica
es el determinante de la capacidad laboral. Dicha edad, no es cambiante, pero así todo,
existen pocos programas de preparación que acompañen a dicha adaptación.
1
JUBILACION Y CALIDAD DE VIDA EN LA EDAD ADULTA MAYOR. Idalia Alpízar Jiménez Universidad
Nacional, Costa Rica, ialpizar@una.ac.cr. Vol. 31, N°.42, (15-26), ISSN: 1409-3928. Enero-Junio, 2011.
http://www.revistas.una.ac.cr/abra
Por supuesto, la adaptación implica tiempo, proceso, soltar e incorporar nuevas actividades,
nuevos proyectos. De lo contrario, llevará exigencia, estrés y angustia. Una buena adaptación
permitirá vivir esta etapa de la vida de manera placentera y con calidad. Logrando de esta
manera un envejecimiento activo y exitoso. Estar activo ofrece un resultado positivo y
satisfactorio: tener salud, relaciones sociales, independencia y autonomía ii.
La Jubilación
Sin más, la jubilación implica un ajuste del individuo a la nueva situación de vida, por eso, es
escencial la prevención y preparación.
Prepararse para el retiro brindará bienestar físico y psíquico en el plano individual y el impacto
sera también a nivel social abarcando a la familia.
El acompañamiento en esta instancia es crucial.
Caso bailarina
A modo de graficar presentamos el caso de Ana una mujer que se dedicó de muy pequeña a ser
bailarina clásica. Para ella, los estándares de belleza, fuerza, agilidad entre otros, eran su eje y
estaban ligados con los estándares de sus valores. Tenía pocos amigos y ningún espacio de
interés fuera de la danza. Al retirarse de la vida profesional éste sentido de continuidad que la
acompaño casi toda su vida y coherencia se rompió. Sentía que no tenía rumbo y que su
sentido de identidad se había fragmentado. No podía integrar su plano nuevo fuera de la
danza. Trataba de evitar los espejos, hasta que un día se vio y se preguntó… ¿Quién es esa Sra.
Viejita y arrugada? ¿Soy yo? Tan linda que fui siempre y ahora quién soy?
Esta transición o adaptación que implica la jubilación, estará condicionada por características
de la personalidad de cada uno, capacidad de adaptación o resciliencia, reserva o capital de
salud de cada sujeto, soporte socioeconómico de cada uno, etc. Los cuales nos aportan o
restan a la hora de enfrentar dicho proceso.
Hay que cambiar la idea tradicional de que aprender es el trabajo de los niños, trabajar es
responsabilidad de los adultos y el retiro el destino de los mayores.
Transformar ese rol sin rol en un rol con rol. Que “les” asigne responsabilidades, status y
prestigio social que no sea laboral.
Proyecto de Vida
A lo largo de nuestra vida, todos vamos construyendo nuestro propio proyecto de vida. El
mismo está relacionado por nuestra experiencia y biografía, pero también por nuestra
situación actual, nuestras expectativas de futuro y por los apoyos con que contamos. Las
personas mayores, aun estando en la última etapa del ciclo vital, también tienen sus
propios proyectos de vida. El proyecto vital solo concluye con la muerte.
En la vejez, tiene gran importancia poder continuar con el proyecto singular de vida así
como lograr dar valor y un significado positivo a lo vivido. Los diferentes recursos
asistenciales y los equipos técnicos deben convertirse en apoyos que permitan que las
personas usuarias continúen y completen sus proyectos de vida.
La continuidad del proyecto vital, evitando rupturas no deseadas con los hábitos y estilos
de vida, resulta entonces esencial.
Participación social
Participar contiene en esta visión dos elementos centrales: “Es una acción colectiva
dirigida a lograr cierto objetivo común en el sentido de involucrarse, de formar y tomar
parte del proceso”. Es decir que es un proceso en el cual diversos actores diseñan,
cooperan, colaboran e implementan objetivos comunes.
Hablar sobre las formas de participación, implica interrogarnos sobre qué tipo de sujeto
queremos promover y particularmente quién es el adulto mayor que participa.
A la hora de analizar y planificar actividades con y para adultos mayores las cuestiones que
hacen a su dificultad para que la sociedad los tenga en cuenta como actores relevantes no
puede obviarse, por tanto, las diversas formas suelen tener como eje común la integración
social.
Sin embargo, nos preguntamos si el resguardo de los adultos mayores entre pares no
profundiza su aislamiento con respecto al resto de la comunidad. Es decir, que la solución
a la problemática de la exclusión deberá tener en cuenta la paradoja que encierra en sí
misma e idear nuevas formas que sumen a otros actores y generaciones en su estrategia.
Cabe destacar que estas categorías no son necesariamente excluyentes y pueden darse en
forma combinada, es así que las organizaciones de personas de edad -llámese Centros de
Jubilados, Club de Abuelos, Redes de Personas Mayores, etc. – cuentan con actividades de
diverso tipo entre su oferta.
La cuestión de ocupar el tiempo libre con tareas pretexto, tales como manualidades o
artesanías que nadie consumirá y que no representan significatividad para quien las realiza
es habitual entre las personas de edad.
También resultan interesantes las propuestas donde son los mismos mayores, junto a
personas de otras generaciones, quienes deciden cuáles son los proyectos comunitarios
que quieren desarrollar.
La autoestima se ve fortalecida cuando las personas encuentran un sentido que trasciende
sus propias necesidades para incluir al otro en su proyecto personal. Que la actividad sea
verdaderamente requerida por otros, esto realmente confiere a sostener este sentido de
utilidad y de ser necesarios para otros.
Envejecimiento Activo
• actividades recreativas
• actividades educativas
Género y cultura
Sistemas sanitarios y sociales
Factores económicos: Ingresos, trabajo y protección social
Factores del entorno físico
Factores comportamentales
Factores del ambiente social
Factores personales
A modo de Conclusión
Sin una nueva rutina el sujeto puede sentir un vacío, desorientación, no saber que hacer, con
la consecuente baja en su autoestima, viviéndolo como un castigo en lugar de una
recompensa.
Pensar y ayudar a pensar ésta instancia con mucho tiempo de anticipación, posicionándose a
transitar un proceso de búsqueda de nuevos objetivos, nuevas faceta, verse a uno mismo más
allá que como un trabajador y encontrar una nueva dirección y sentido a la vida, un nuevo
proyecto vital permitirá afrontar la etapa de la vejez de manera activa y con bienestar.
i
Del Barrio E. Uso del tiempo entre las personas mayores[en línea]. Madrid: Ministerio de trabajo y
asuntos sociales; 2007. URL disponible en:
http://www.imsersomayores.csic.es/documentación/perfiles/index.html
ii
Del Barrio E. Uso del tiempo entre las personas mayores[en línea]. Madrid: Ministerio de trabajo y
asuntos sociales; 2007. URL disponible en:
http://www.imsersomayores.csic.es/documentación/perfiles/index.html