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Universidad de Chile

Facultad de Ciencias Sociales


Carrera de Psicología

Metas de Vida y su relación con el Bienestar Personal:


Una revisión desde la Teoría de la Autodeterminación

Memoria de revalidación para optar al título de Psicóloga

Autora
Ivette G. Pauliac Pérez

Profesor Guía
Dr. Juan Enrique Wilson Alcalde

Santiago, Diciembre 2013


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“Ser auto-determinado significa

respaldar las acciones que uno elige en el más alto nivel de reflexión;

experimentar un sentido de libertad para llevar a cabo aquello que interesa,

que importa y que vitaliza.”

“To be self determined

is to endorse one’s actions at the highest level of reflection.

When self determined,

people experience a sense of freedom to do what is interesting,

personally important and vitalizing”

Edward Deci & Richard Ryan


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RESUMEN

Investigaciones basadas en la Teoría de la Autodeterminación han demostrado


que el bienestar personal -salud integral, relaciones significativas, sentido de vida- se
relaciona con las metas que busca alcanzar el ser humano en su vida. Este trabajo tiene
como objetivo revisar cómo se asocia el bienestar personal con a) el tipo de metas al cual
aspira un individuo y b) la clase de motivaciones que subyacen a su elección.

Los resultados señalan consistentemente que se alcanzará un mayor nivel de


bienestar cuando el énfasis esté puesto en lograr metas de tipo intrínsecas (desarrollo
personal, intimidad y contribuciones a la comunidad), versus metas de carácter extrínseco
(fama, riqueza e imagen); y cuanto más autónoma sea la motivación que impulsa a
perseguirlas. El fundamento de estos resultados dice relación con el grado de satisfacción
de las necesidades psicológicas básicas de autonomía, competencia y de relación.
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INDICE

 Resumen …………………………………………………………………………………. 3
 1.- Introducción………..………………………………………………………….……..…5
 2.- Desarrollo ….…………………………………………………………...…………….8
2.1.- Teoría de la Autodeterminación…………………………………………...8
2.2.- Necesidades Psicológicas Básicas y Bienestar………………………..12
2.3.- Bienestar y Metas de Vida………………………………………………..15
2.3.1.- Bienestar…………………………………………………………15
2.3.2.- Tipos de Meta de Vida………………………………………….17
2.4.- Contexto Socio-cultural……………………………………………………24
2.4.1.- Interculturalidad………………………………………………....26
 3.- Conclusiones …………………………………………………………………….....32
 4.- Limitaciones y Proyecciones ……………………………………………………..36
 5.- Referencias Bibliográficas ………………………………………………………....37
 6.- Listado de Figuras……………………………………………………………………40
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1.- INTRODUCCION

Uno de los focos de investigación de la Teoría de la Autodeterminación (TAD) ha


sido examinar cómo se relacionan las metas de vida a las cuales aspira el individuo con el
bienestar personal.

A partir del estudio efectuado por Kasser y Ryan en el año 1993, donde
examinaron la hipótesis de que la aspiración al éxito económico se relacionaba
negativamente con el bienestar personal, se ha conformado una línea de investigación en
este tema. Particularmente señalaron que cuando las metas de obtener bienes materiales
exceden a aquellas de afiliación, auto-aceptación y sentido comunitario, se genera un mal
ajuste psicosocial y por ende un deterioro en el bienestar personal (Kasser & Ryan, 1993).

Posteriormente, en 1996, los mismos autores se preguntaron si el contenido de las


metas se asociaba con el bienestar de un sujeto, para lo cual distinguieron dos categorías
de metas en base a su contenido: metas de carácter extrínseco y metas de tipo
intrínsecas. Definieron como metas extrínsecas aquellas que dependen de la reacción
contingente de otros y que son un medio para otro fin, tales como el dinero, la imagen y la
fama. En cambio metas intrínsecas, como la auto-aceptación, afiliación, sentido
comunitario y salud, son expresiones de la tendencia natural al crecimiento individual y
tienden a satisfacer necesidades psicológicas básicas del individuo. Los resultados
indicaron que no todas las metas son equivalentes en términos del bienestar personal; se
encontró que cuando las metas extrínsecas eran centrales en las aspiraciones
individuales en comparación con metas de tipo intrínseco, el nivel de bienestar era menor.
Cabe recalcar que los patrones resultantes fueron similares para muestras de adultos y
universitarios; y no se encontraron diferencias en cuanto a género, ingreso o edad
(Kasser & Ryan, 1996).

Ryan, Sheldon, Kasser y Deci (1996) sustentaron que las metas juegan un rol
importante en la organización del comportamiento humano, al definirlas como direcciones
para la acción ya que representan un estado futuro deseable. Señalaron básicamente que
no todas las metas se generan de la misma forma y que son el resultado de la interacción
de las necesidades psicológicas innatas con las condiciones del contexto cultural y de
crianza.
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Propusieron que una buena comprensión de la dinámica y efectos de las metas


sobre el bienestar se funda en un análisis organísmico, el cual examina tanto las fuerzas
que generan y mantienen el comportamiento en torno a la meta, como la relación entre el
contenido de la meta y la satisfacción de las necesidades psicológicas básicas que
considera la TAD, específicamente la necesidad de autonomía, de competencia y de
relaciones interpersonales. En este sentido, la TAD sostiene que cuanto mayor sea el
nivel de satisfacción de las necesidades psicológicas generado por el proceso de elegir y
alcanzar una meta, mayor será el grado de bienestar alcanzado (Deci & Ryan, 2008a).

Adicionalmente, un tema de permanente interés en la sociedad es buscar


principios y estrategias que faciliten los cambios de conducta que promuevan el bienestar
integral del individuo, hábitos saludables, un desempeño laboral y académico efectivo,
coherencia personal y autorrealización, entre otros. Se ha demostrado que las
características de las metas en la vida de un individuo tienen relación con el desarrollo de
un sentido de sí mismo coherente y bien integrado, y deben ser consideradas más
activamente en la ecuación de cambio de comportamiento, especialmente cuando el
objetivo es un cambio duradero (Teixeira, Patrick, & Mata, 2011).

De acuerdo con lo anteriormente expuesto, un mejor entendimiento de cómo se


generan, cómo se regulan y el impacto que tienen los distintos tipos de metas en relación
a promover el bienestar personal, son de interés en distintos campos del quehacer
humano: educación, trabajo, salud, psicoterapia, etc. En este sentido, este trabajo
pretende ser un aporte en el campo del estudio del bienestar, al presentar una síntesis de
los resultados de la investigación teórica y aplicada desde el enfoque de la TAD, en lo que
dice relación con las metas de vida y el bienestar personal, haciendo especial hincapié en
los trabajos realizados por los doctores Richard Ryan y Edward Deci, fundadores de esta
teoría y sus colaboradores en la Universidad de Rochester. Se mencionarán
simultáneamente otros estudios elaborados por científicos alrededor del mundo, muestra
de la transversalidad de la TAD en el campo de la psicología de la motivación.

Este trabajo tiene como objetivo general revisar las investigaciones efectuadas
desde la perspectiva de la TAD en torno al tipo de metas a las cuales se orienta el
individuo y su asociación con el bienestar personal. En particular, se buscará describir
hallazgos fruto de la relación entre metas de vida y bienestar, con los siguientes objetivos
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específicos: (1) tipo e importancia del contenido de las metas, (2) incidencia del tipo de
motivaciones que regula el comportamiento intencionado dirigido a metas, (3) grado de
satisfacción de las necesidades psicológicas básicas y (4) aplicaciones en diferentes
dominios de la vida del ser humano.

Para dar cumplimiento a estos objetivos, en primer término se presentarán los


principales aspectos que componen la TAD; luego se examinará el concepto de
necesidades psicológicas básicas, base de la integración, explicación y predicción del
comportamiento por la TAD; continuando con el tema central, relación entre metas de vida
y bienestar personal, presentando investigaciones efectuadas en diferentes áreas.
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2.- DESARROLLO

2.1.- Teoría de la Autodeterminación (TAD)

La Teoría de la Autodeterminación (TAD) fue desarrollada por Edward L. Deci y


Richard M. Ryan, en la Universidad de Rochester, EEUU. Los primeros trabajos bajo este
enfoque se realizaron en los años 70; a mediados de los años 80 se consolidaron y
publicaron los principios fundamentales que sustentan la teoría, pero es en la década del
2000 donde la investigación se multiplicó fundamentalmente en estudios empíricos en
áreas tan diversas como deporte, educación, cuidado de la salud, trabajo, sustentabilidad,
y psicoterapia, entre otras (Deci & Ryan, 2008a).

La TAD es un enfoque de bases empíricas sobre la motivación humana, que


plantea una amplia comprensión de lo que moviliza al ser humano en sus acciones. Se
focaliza en la interacción resultante de la acción de fuerzas externas sobre el individuo,
los motivos intrínsecos y las necesidades propias de la naturaleza humana. La TAD es así
una macro-teoría que a partir de un marco organísmico y dialéctico, estudia el crecimiento
y desarrollo del ser humano.

Desde una visión organísmica, la TAD concibe al ser humano como un organismo
activo y orientado al crecimiento, que busca de manera innata comprometerse en
desafíos con su entorno para tender hacia la actualización de sus potencialidades. Es
decir, la TAD, considera al ser humano como un organismo que se adapta, se
compromete en actividades interesantes, ejercita capacidades, busca la conexión social e
integra experiencias intrapsíquicas e interpersonales buscando la unidad (Deci & Ryan,
2000). El logro de este objetivo de integración dependerá de nutrientes fundamentales
emanados del apoyo ambiental para experimentar competencia, relación con otros y
especialmente autonomía. La TAD es entonces un planteamiento dialéctico, en el sentido
que esta actualización individual se realiza en una permanente interacción entre el
organismo y su medio ambiente, el cual puede facilitar o entorpecer esta tendencia
individual hacia la integración (Deci & Ryan, 2002).
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A diferencia de lo planteado por otras teorías, donde la motivación o


comportamiento intencionado se estudia como un constructo unitario y lo que interesa es
medir la intensidad de la motivación, la TAD distingue tipos de motivaciones
cualitativamente diferentes explicados por el locus de causalidad percibido para la
iniciación de la conducta. Específicamente, la teoría identifica tres diferentes tipos de
motivación, la motivación autónoma, la motivación controlada y la desmotivación o
amotivación, diferenciación que ha probado predecir importantes resultados en el ámbito
de la salud psicológica, desempeño efectivo, calidad del compromiso y efectos sobre el
funcionamiento de la personalidad en general.

El comportamiento autónomo es aquel donde el locus de causalidad es percibido


interno al sujeto, mientras que la conducta controlada es ubicada en fuerzas fuera del
individuo, o locus de causalidad externo. La motivación autónoma comprende tanto la
motivación intrínseca como los tipos de motivación extrínseca internalizada e integrada en
el sentido de sí mismo. Cuando las personas están autónomamente motivadas
experimentan un sentido de libertad para llevar a cabo aquello que les interesa y actúan
por la satisfacción inherente a la acción o el desafío que ella representa; ejemplos son la
curiosidad, espontaneidad y exploración infantil. En cambio, en la motivación controlada o
heterónoma el comportamiento es función de las contingencias externas de refuerzo o
castigo, de aprobación, evitación de la vergüenza, contingencias de autoestima e
involucramiento del ego; cuando una persona actúa heterónomamente, experimenta
presión para pensar, sentir o comportarse de una determinada manera. La desmotivación
es un estado caracterizado por la falta de intención o inspiración para participar en una
actividad, lo cual puede ser el resultante de una actividad poco valorada, sentido de
incompetencia o ineficacia. Existen variados estudios que examinan las condiciones del
contexto social que apoyan la motivación intrínseca así como la internalización e
integración de la motivación extrínseca, los cuales han sido interpretados en términos de
la satisfacción de las necesidades psicológicos básicas que ha identificado la TAD:
autonomía, competencia y la necesidad de relación, (Ryan & Deci, 2000a; Deci & Ryan,
2008a).

Formalmente la TAD se ha elaborado en base a cinco mini teorías, las cuales en


su conjunto conforman un marco conceptual que explica un conjunto de fenómenos
motivacionales; éstas son: Teoría de la Evaluación Cognitiva, Teoría de la Integración
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Organísmica, Teoría de la Orientación de Causalidad, Teoría de la Necesidades


Psicológicas Básicas y la Teoría del Contenido de las Metas (Ryan, 2009).

La Teoría de la Evaluación Cognitiva estudia cómo el contexto social y la


interacción interpersonal facilitan o deterioran la motivación intrínseca. Específicamente,
analiza la manera en la cual los factores como el refuerzo, plazos, crítica,
retroalimentación negativa y presión, afectan los sentimientos de autonomía y
competencia, e influyen sobre el grado de motivación intrínseca (Ryan & Deci, 2000b).
Esta teoría explica, por ejemplo, cómo los incentivos externos, como es el caso de
recompensas financieras, tienden a contrarrestar el desarrollo de la motivación intrínseca
al socavar el sentido de autonomía (Deci, Koestner, & Ryan, 1999).

La Teoría de la Integración Organísmica describe los diferentes procesos de


internalización que se presentan en relación con la motivación extrínseca. La TAD
sostiene que la motivación extrínseca contempla un continuo en la regulación del
comportamiento involucrado, de acuerdo con el grado de autonomía o de autorregulación
Como se ilustra en la figura 1, los tipos de regulación de acuerdo con un nivel de
autonomía creciente son la regulación externa, la regulación introyectada, la regulación
identificada y finalmente la regulación integrada, que resulta ser la de mayor grado de
autonomía (Deci & Ryan, 2002; Ryan & Deci, 2000b).

La Teoría de la Orientación de Causalidad dice relación con la iniciación y tipo de


regulación del comportamiento intencionado, señalando tres tipos diferentes de
orientación individual: la orientación autónoma, la orientación controlada y la
impersonalmente orientada. Una orientación de característica autónoma dirige a la
persona hacia lo que son sus intereses intrínsecos y actúa en consecuencia. En el caso
de una orientación controlada, las contingencias y recompensas sociales son las que
regulan la conducta; y en el caso de ser impersonal, el comportamiento es resultado de la
falta de competencia y/o control personal.

El desarrollo de la orientación autónoma tiende a la satisfacción de las tres


necesidades básicas y por ende a mayores índices de bienestar y salud. En cambio,
cuanto más controlada sea la motivación, menor será la autonomía y el bienestar; aunque
aún puedan ser satisfechas, parcialmente, las necesidades de competencia y relación
interpersonal. La conducta orientada por la impersonalidad frustrará la satisfacción de las
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tres necesidades y el resultado será un importante malestar general (Deci & Ryan,
2008a).

CONDUCTA No autodeterminada Autodeterminada

Tipo de
Motivación AMOTIVACION MOTIVACION EXTRINSECA MOTIVACION INTRINSECA
Sin Regulación Regulación Regulación Regulación Regulación Regulación
Tipo de Externa Introyectada Identificada Integrada Intrínseca
Regulación

Locus de Impersonal Externo Algo Algo Interno Interno


Externo Interno
Causalidad
Percibido
No intencional Conformidad Autocontrol Importancia Congruencia Interés
Procesos No valorado Recompensas Involucra Ego personal Conciencia Disfrute
Incompetencia y Castigos Recompensas Valoración Síntesis con Satisfacción
Reguladores Falta de control externos y Castigos consciente el self inherente
internos

Figura 1. Continuo de Autodeterminación, Tipos de Motivación, Tipos de Regulación,


Locus de Causalidad y Procesos Reguladores Relevantes (Ryan & Deci, 2000b)

La Teoría de la Necesidades Psicológicas Básicas describe cómo se relacionan


con el bienestar personal las tres necesidades psicológicas básicas identificadas por la
TAD, la necesidad de autonomía, de competencia y de relación. Esta sub-teoría señala
que cada necesidad psicológica básica ejerce un efecto independiente sobre el bienestar
y, más aún, que cualquier comportamiento que impacte el bienestar es función de su
relación con las necesidades psicológicas básicas (Ryan, 2009).

La Teoría del Contenido de las Metas señala que propender hacia metas de
contenido intrínseco, como las que se relacionan con desarrollar relaciones personales
significativas, un sentido de vida propio trascendente, o efectuar contribuciones a la
comunidad, es conducente a la satisfacción de las necesidades psicológicas básicas y por
lo tanto al bienestar personal; en cambio orientarse hacia metas de carácter extrínseco,
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tales como el buscar estatus, atractivo físico y/o poder económico, no se relaciona con la
satisfacción de las necesidades básicas y, como propone la TAD, no conduciría al
bienestar.

La Teoría de la Autodeterminación se ha expandido en el curso de los años tanto


en amplitud de temas investigados como en la profundidad del tratamiento de los mismos.
Una muestra de ello es el estudio del rol del “Mindfulness” en la regulación del
funcionamiento autónomo; el cual se ha definido como plena conciencia y atención
interesada en lo que está sucediendo dentro y alrededor de uno mismo aquí y ahora. Así
también el particular interés de la TAD sobre el concepto de “Vitalidad”, energía que
estimula y empodera a las personas para actuar de manera más autónoma y persistente
en actividades importantes (Deci & Ryan, 2008a).

2.2.- Necesidades Psicológicas Básicas y Bienestar

Una necesidad básica ya sea de tipo fisiológico o psicológico es un estado


energizante que si es satisfecho proporciona salud y bienestar, por el contrario su
insatisfacción es responsable de patologías y malestar general. Una necesidad de tipo
biológico es aquella condición innata bajo la cual algo crece y prospera; así, el ser
necesita agua, alimentos y calor para estar saludable y seguir vivo. Del mismo modo, la
TAD mediante procesos empíricos de tipo deductivo e inductivo, ha identificado tres
necesidades psicológicas humanas innatas y de carácter universal, la necesidad de
competencia, de autonomía y de relación, las cuales dan cuenta de la nutrición y
crecimiento de la psique humana. En consecuencia, uno de los temas de investigación de
la TAD ha sido examinar el grado en el cual el individuo experimenta la satisfacción de las
necesidades psicológicas básicas, de acuerdo con las diferencias individuales y los
distintos contextos sociales con los cuales interactúa (Ryan & Deci, 2000b).

Concordantemente con la importancia que para la TAD tienen los conceptos de


autonomía, competencia y relaciones interpersonales, éstos se explicarán a continuación
detalladamente.
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Autonomía: Voluntariedad, posibilidad para elegir una dirección en la vida, un


comportamiento o una tarea; relativo al deseo organísmico de auto-organizar experiencias
y conductas, y desarrollar actividades consistentes con el sentido integrado del self (Deci
& Ryan, 2000). Las decisiones autónomas provienen de un nivel personal profundo y son
congruentes con todas las partes del self. Desde esta perspectiva, autonomía no es
sinónimo de individualismo o independencia, de hecho, se puede optar libremente por ser
dependiente de otros. Las personas que actúan autónomamente se sienten responsables
de sus acciones, puesto que las han elegido y expresan los aspectos centrales de su
propia identidad. Los comportamientos autónomos son más permanentes en el tiempo ya
sea porque son interesantes en sí mismos o están bien internalizados en el repertorio de
comportamientos y sentido propio.

Estudios en investigación aplicada han identificado pautas que pueden ser


adoptadas por padres, profesores, jefes, entre otros, para favorecer y estimular la
conducta autónoma de hijos, alumnos, equipo de trabajo, etc. (Schatell & Stec, 2008):

 Ofrecer un claro razonamiento del por qué adoptar un comportamiento específico.


 Reconocer la perspectiva personal del otro sobre el tema y los posibles conflictos
personales, explorando beneficios y barreras percibidas.
 Responder efectivamente dudas o referir para obtener la información solicitada.
 Entregar elecciones más que un ultimátum. Proveer un menú de opciones y
caminos alternativos.
 Favorecer la discusión abierta.
 Apoyar la participación en la toma de decisiones.
 Alentar la iniciativa.
 Minimizar el control, presiones, el exceso de vigilancia o amenazas.
 Evitar los plazos.
 Eludir incentivos externos.

Competencia: Habilidad de producir satisfactoriamente un resultado deseado. Los


individuos estarán mucho más dispuestos a tener ciertos comportamientos si sienten que
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dominan las habilidades o conocimientos requeridos. Algunos señalamientos empíricos


para promover la competencia y confianza de otro, son (Schatell & Stec, 2008):

 Reconocer fortalezas y promover su utilización.


 Educar y/o entrenar para tomar decisiones eficientes con la información relevante
disponible.
 Enseñar las habilidades necesarias para la realización satisfactoria de las tareas
involucradas.
 Favorecer la participación en las tareas inherentes y empoderar al individuo para
que haga lo máximo posible por sí mismo, para alcanzar las metas deseadas.
 Proveer desafíos apropiados y celebrar los éxitos.
 Entregar retroalimentación positiva.
 Evitar descalificar el desempeño.

Relación interpersonal: Se refiere al sentimiento de sentirse conectado o en


armonía con personas importantes para uno. Los individuos están más dispuestos a
adoptar comportamientos auto-regulados si estas conductas son impulsadas, modeladas
o valoradas por otros significativos. Algunos apoyos mencionados en la literatura para que
una persona promueva la satisfacción de esta necesidad psicológica en un tercero son
(Schatell & Stec, 2008):

 Transmitir un genuino sentido de preocupación y entendimiento.


 Evitar críticas.
 Reconocer la importancia de los roles de los miembros de la familia o de la red
social cercana.
 Promover el apoyo a los esfuerzos implicados en la meta, por miembros de la
familia o de la red social.
 Proveer una relación positiva no juzgadora.
 Facilitar ambientes que apoyen la interrelación personal.
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De acuerdo con la TAD, estas tres necesidades psicológicas están presentes en


todo el espectro del quehacer humano, por ende su satisfacción es esencial para el
desarrollo saludable y bienestar de los individuos, sin importar cultura, género o edad. Por
el contrario, la carencia de autonomía, competencia y relaciones interpersonales de
calidad genera la desmotivación, la falta de intención en la acción y se asocia con pobreza
en el desempeño y efectos negativos en la salud en general (Ryan & Deci, 2000b).

En consecuencia, amenazas a la satisfacción de las necesidades básicas puede


conducir al individuo a invertir en actividades compensatorias o sustitutas, ocasionando
significativos costos psicológicos; de hecho, varias psicopatologías tienen su explicación
en carencias en el desarrollo asociadas a la insatisfacción de las necesidades
psicológicas básicas (Ryan & Deci, 2000b). Ambientes parentales y/o escolares de
carácter controlador, caótico, castigador y negligente, derivarán en un menor apoyo a una
regulación autónoma y satisfacción de las necesidades; los resultados esperables
entonces dicen relación con conflictos internos, alienación, ansiedad, depresión,
somatización y acomodaciones individuales en la forma de procesos reguladores
controladores y metas extrínsecas compensatorias.

2.3.- El Bienestar Personal y las Metas de Vida

2.3.1.- Bienestar

El concepto de bienestar se ha estudiado con gran intensidad en las últimas


décadas. Se trata de un constructo complejo cuya investigación se ha efectuado desde
dos perspectivas generales: el enfoque hedónico, que define el bienestar en términos de
lograr el placer y evitar el dolor; y el enfoque eudaimónico, que se centra en el significado
y la autorrealización (Deci & Ryan, 2008b).

Esta segunda perspectiva, cuyo origen se remonta a los tiempos de Aristóteles,


sostiene que la felicidad no se trata sólo de un resultado o un fin en sí mismo sino, más
bien, tiene que ver con un proceso de completitud o realización de los potenciales
personales. Aunque existen diferencias entre ambas concepciones, se observan traslapes
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entre experiencias hedónicas y eudaimónicas. Es así como una persona que experimenta
una vida eudaimónica, necesariamente experimentará disfrute hedónico; sin embargo no
todo goce hedónico proviene de una experiencia eudaimónica (Deci & Ryan, 2008b).

Ryan, Huta y Deci (2008) plantearon que el bienestar no queda bien descrito por la
concepción hedonista de la felicidad. La TAD prefiere emplear el concepto de eudaimonia,
donde el centro está en vivir la vida de una manera plena y profundamente satisfactoria,
generando sentimientos de felicidad y placer, pero al mismo tiempo una sensación de
sentido y plenitud. Además no se trataría solamente de una experiencia subjetiva de
afectos y emociones positivas sino que es una función organísmica en la cual la persona
identifica la presencia de vitalidad, flexibilidad psicológica y profundo sentido de bienestar.

Entre muchos modelos que procuran conceptualizar el bienestar, Carol Ryff ha


planteado uno en la tradición eudaimónica y que se deriva por una parte de la visión
Aristotélica sobre el bienestar como fruto de la realización del potencial humano, así como
del trabajo de psicólogos humanistas y psicodinámicos como Jung, Maslow, Allport y
Rogers. La aproximación de Ryff menciona seis características que estarían involucradas
en el bienestar psicológico: auto-aceptación, crecimiento personal, relaciones
interpersonales positivas, autonomía, propósito en la vida y dominio del entorno. Sus
investigaciones han demostrado que mayores niveles de bienestar, así definidos, se
asocian con una mejor regulación endocrina, bajo riesgo cardiovascular y mejor
funcionamiento del sistema inmunológico (Deci & Ryan, 2008b).

Desde la perspectiva de la TAD, el bienestar psicológico seria en gran parte el


resultado de la satisfacción de las tres necesidades psicológicas básicas de autonomía,
competencia y relaciones interpersonales. El modelo que presenta la TAD de vida
eudaimónica se caracteriza por cuatro conceptos motivacionales: (1) perseguir metas
intrínsecas, incluyendo crecimiento personal, relaciones interpersonales, aportes a la
comunidad y salud, antes que metas de tipo extrínseco, tales como riqueza, fama, imagen
o poder; (2) comportarse de una manera autónoma o voluntaria más que de un modo
heterónomo o controlado; (3) estar alerta al entorno y actuar con un sentido de alta
consciencia reflexiva; y (4) conducirse de modo de satisfacer las necesidades
psicológicas básicas de competencia, intimidad y autonomía. Los estudios indican que la
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gente que tiene una vida eudaimónica tiende a comportarse en una manera prosocial que
beneficia tanto a la colectividad como a sí misma (Ryan, Huta, & Deci, 2008).

Las investigaciones realizadas desde la TAD han utilizado una variedad de


instrumentos para medir el bienestar, entre los cuales se pueden mencionar: satisfacción
de vida (Vansteenkiste, Duriez, Simons, & Soenens, 2006), autoestima (Kasser & Ryan,
2001), afectos positivos o negativos (Niemiec, Ryan, & Deci, 2009), ansiedad (Kasser &
Ahuvia, 2002), auto-actualización (Kasser & Ryan,1993, 2001; Schmuck, 2001), vitalidad
(Kasser & Ryan, 1993; Schmuck et al., 2000) y calidad de las relaciones (Kasser & Ryan,
2001) (como se citó en Romero, Gómez-Fraguela, & Villar, 2012).

2.3.2.- Tipos de metas de Vida

La TAD ha establecido empíricamente principios para explorar las experiencias


individuales, y desde esa base, hacer cambios adaptativos en metas, comportamientos y
relaciones para tender hacia un mayor bienestar integral. En este contexto, la
investigación en el tema de las metas se ha enfocado en dos interrogantes, cuáles son las
razones que llevan al individuo en pos de algún tipo de meta en particular y qué tipo de
metas aspira el ser humano, relacionando ambas variables, razones y contenidos de las
metas, con el efecto que tienen sobre el bienestar (Deci & Ryan, 2000).

Razones para seleccionar una meta.

La pregunta del por qué intentar alcanzar una meta en específico apunta a la
fuente del impulso que la origina, es decir, al tipo de motivación que subyace en la senda
de alcanzar el objetivo. Ryan et al. (1996) señalaron que entender el por qué se tiende
hacia una meta, dice relación con conocer dónde se percibe el locus de causalidad que
acompaña la selección y grado de compromiso con la meta; en otros términos, cuán
autónoma o autodeterminada es la fuente del impulso o la conducta regulatoria.

La TAD distingue entre el nivel de autonomía general y el nivel de autonomía en


dominios específicos de acción; a nivel general o de personalidad, se ocupa el término
“orientación de causalidad” y, a nivel especifico, “estilo regulatorio”. El análisis de las
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orientaciones de causalidad tiene que ver con las diferencias individuales en la regulación
del comportamiento. La orientación de causalidad autónoma identifica el grado en que los
sujetos regulan su comportamiento sobre la base de motivaciones intrínsecas y de valores
propios a los cuales adhieren. Cuando la orientación de causalidad es controlada o
heterónoma, son las normas y directrices externas, o presiones internas relacionadas con
la autoestima, quienes regulan la conducta. Finalmente, impersonalmente orientados son
aquellos quienes no se conducen intencionalmente. Estas tres orientaciones individuales
generales se correlacionan de forma diferente con los estilos regulatorios o tipos de
motivación en dominios específicos de acción: la orientación autónoma con la motivación
intrínseca y motivaciones extrínseca del tipo integrada e identificada, la orientación hacia
el control con regulaciones externas e introyectadas, y por último la desmotivación con la
falta de intención en la acción; en consecuencia los diferentes tipos de orientación de
causalidad predecirán generalmente los estilos regulatorios del sujeto en dominios
específicos de actividad. El tipo de regulación, autónoma versus controlada, hace una
importante diferencia en término de la efectividad y satisfacción subjetiva, porque
diferentes modos de regulación generan diferentes niveles de satisfacción de las
necesidades psicológicas básicas (Deci & Ryan, 2000).

Numerosos estudios han comprobado que cuando el locus de causalidad es


interno, o sea cuando las personas actúan de forma autónoma, ellas muestran mayor
creatividad, flexibilidad y profundidad en los procesos cognitivos, más alta autoestima,
tono emocional más positivo, mayor satisfacción y confianza, y mejor salud física y
psicológica (Ryan, Sheldon, Kasser, & Deci, 1996). El aspecto importante en esta teoría
no es la cantidad sino la cualidad de la motivación involucrada; el locus de causalidad
percibido será lo que impactará sobre la calidad del funcionamiento del individuo.

El por qué una persona se compromete con una meta determinada es de una
importancia práctica relevante para clínicos y agentes interesados en el cambio. Un
estudio efectuado con un grupo de personas participantes en un programa de pérdida de
peso demostró que aquellas que participaban por razones autónomas asistían al
programa en forma más regular y mostraban una pérdida de peso más sostenida a lo
largo de los dos años posteriores a la intervención, en comparación con aquellas que
exhibían razones heterónomas. Este estudio sugiere que la TAD, la cual distingue entre
motivaciones autónomas y controladas, resulta útil en predecir una participación continua
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en tratamientos que promueven la salud y en la mantención de los cambios de


comportamiento (Williams, Grow, Freedman, Ryan, & Deci, 1996).

Ryan, Plant y O’Malley (1995) analizaron un programa de tratamiento del


alcoholismo y encontraron que aquellos pacientes que experimentaban un mayor grado
de percepción de locus de causalidad interno, estaban más motivados a permanecer en el
mismo, en comparación con aquellos que participaban por indicaciones externas
provenientes de la familia, de la corte o del equipo de salud. Independientemente de la
influencia de los múltiples factores intervinientes en la participación y efectos de un
tratamiento como el utilizado con alcohólicos, el tipo de motivación inicial es un predictor
significativo de la permanencia y resultados, lo cual pone de manifiesto que los esfuerzos
para promover la motivación autónoma en el paciente pueden ser de gran ayuda.
Ejemplos concretos son presentar a los sujetos opciones, oportunidades para participar
activamente en la planeación de su proceso de rehabilitación y colocar énfasis en su
autonomía durante el curso del tratamiento.

Una amplia gama de estudios sobre la motivación estudiantil realizados con


poblaciones de educación primaria, educación universitaria y perteneciente a diversas
culturas, indicaron que el modelo planteado por la TAD respecto a los estilos regulatorios,
presentaba un considerable grado de generalización. Los estudiantes que aspiraban a
metas estudiantiles por razones de tipo autónomas mostraban mayor adquisición de
valores, persistencia en el comportamiento, comprensión conceptual, ajuste personal y
manejo positivo del fracaso. Por lo cual, el por qué se persiguen determinadas metas, el
tipo de razones subyacentes a su elección, hace una diferencia en los resultados
académicos.

Estudios del estilo regulatorio se han llevado a cabo en muy diferentes dominios
de la actividad humana, como educación, deporte, política, cuidados de la salud; los
resultados muestran consistentemente que cuando el comportamiento del individuo en la
búsqueda de las metas a las cuales aspira es de carácter autónomo más que controlado
externamente, los resultados y consecuencias son más positivos en términos del
bienestar alcanzado. Por lo tanto, el por qué o las razones por las cuales un sujeto
persigue determinadas metas sí importa, y la TAD argumenta que la causa se encuentra
20

en que la regulación autónoma involucra una mayor satisfacción de las necesidades


psicológicas básicas (Deci & Ryan, 2000).

Contenido de las metas..

La otra rama de la investigación en torno a las metas de vida a las cuales aspira
un sujeto dice relación con las consecuencias que tiene el perseguir distintos tipos de
metas; por ejemplo, cuáles son las consecuencias de querer obtener en la vida dinero,
fama o atractivo físico, en comparación con aspirar al crecimiento personal, amor,
relaciones personales significativas, entre otras.

Inicialmente, el estudio de la motivación humana y las metas no había fijado gran


atención en su contenido; las teorías de corte cognitivo, en particular, se preocuparon más
bien de cuán exitoso se percibía el individuo en la consecución de ellas.

Como se mencionó en la introducción de este trabajo, Kasser y Ryan (1993, 1996)


distinguieron dos categorías de metas, las de tipo extrínseco y las de carácter intrínseco.
Las metas de tipo extrínseco (fama, riqueza y atractivo físico) están enfocadas en obtener
recompensas y evaluación positiva externa, tendiendo a una menor satisfacción de las
necesidades básicas y más bien actuando como distractor de este objetivo. Las metas
intrínsecas (afiliación, crecimiento personal y contribución a la sociedad) son aquellas
cuyo logro es inherentemente gratificante porque están asociadas con la satisfacción de
las necesidades básicas de autonomía, competencia y de relación. Metas éstas últimas
congruentes con los movimientos de auto-actualización y teorías organísmicas propuestas
por Fromm, Rogers y Maslow, así como con la teoría integradora de la autodeterminación
de Deci y Ryan. De acuerdo con esta asociación entre metas y satisfacción de las
necesidades básicas, se desprende que aspirar a metas intrínsecas producirá en el
individuo mayores niveles de bienestar en comparación con el perseguir metas
extrínsecas. Enfocarse en metas de carácter extrínseco se asocia con baja autoestima,
mayor consumo de televisión, ingesta de drogas y baja calidad en las relaciones con
amigos y parejas (Rijavec, Brdar, & Miljković, 2011).
21

Kasser y Ryan (1996) analizaron tres diferentes explicaciones para la relación


entre metas extrínsecas y bajos índices de bienestar. Mencionan en primer término que la
búsqueda de metas extrínsecas es un indicador de inseguridad emocional y tipos de
neurosis; de este modo, aspirar a metas de tipo económico compensaría sentimientos de
inseguridad engendrados probablemente en la infancia temprana con padres fríos y
controladores, conduciendo hacia la necesidad de refuerzos externos para sentirse
valorado y apreciado. La segunda explicación señala que las metas de tipo extrínsecas
llevan a los individuos a adoptar más frecuentemente comportamientos controlados,
impulsivos y egocéntricos, y a comprometerse menos con conductas auto-actualizantes,
por lo cual disminuyen las experiencias que apoyen el crecimiento y que conduzcan al
bienestar e integración. Las dos explicaciones anteriores tienen que ver con el mantener
un self falso y alienado. Una tercera explicación se relaciona con la dificultad y estrés que
se experimenta en alcanzar exitosamente las metas de tipo extrínseco. Tener un buen
nivel socio-económico, ser famoso y ajustarse a los estándares estéticos de la sociedad
puede ser difícil; bajos índices de éxito de logro traería como consecuencia altos niveles
de estrés e importante deterioro del estado psicológico y físico (Kasser & Ryan, 1996;
Deci & Ryan, 2000).

El foco en metas extrínsecas, como lo son adquirir riqueza, fama e imagen


personal, se ha asociado en diversos estudios con comportamientos más riesgosos y
menos saludables. Kasser y Ryan (1993, 1996) encontraron que aspirar con mayor
énfasis a metas de tipo extrínseco versus metas intrínsecas se relacionaba positivamente
con depresión, ansiedad, narcisismo, afectos negativos y síntomas físicos; así como
también la asociación era negativa con la auto-actualización, vitalidad y afectos positivos.

Vansteenkiste, Simons, Lens, Sheldon y Deci (2004) realizaron tres estudios de


campo con estudiantes de colegio y universidad para analizar cómo afecta enmarcar el
aprendizaje dentro de metas de carácter intrínseco junto con un clima académico de
apoyo a la autonomía personal. Los resultados indicaron que efectivamente el aprendizaje
es más profundo, el desempeño en los exámenes es mejor, y se observa una mayor
persistencia, cuando las metas planteadas por los profesores son de tipo intrínsecas
versus extrínsecas, dentro de un contexto de soporte autónomo.
22

Una intervención clínica con adolescentes obesos mostró que el enfocarse en


metas intrínsecas de salud más que en una extrínseca de atractivo físico como razón para
el cambio, resultó no tan solo en una importante pérdida de peso inicial sino también una
mejor mantención del peso en un periodo de dos años (Vansteenkiste, Simmons, Braet,
Bachman, & Deci, 2007).

Para analizar el tema de la expectativa del individuo en relación a su eficacia en el


logro de las metas, tema que enfatizan muchas teorías cognitivas, Kasser y Ryan (1993)
evaluaron las creencias de los sujetos respecto a alcanzar las metas planteadas y
encontraron que la expectativa de que era posible alcanzar metas de tipo intrínseco se
correlacionaba positivamente con el bienestar, mientras que la expectativa de que era
más fácil alcanzar aspiraciones extrínsecas se asociaba negativamente con índices de
bienestar. Estos hallazgos apoyaron la relevancia de considerar la diferencia entre metas
de acuerdo con su contenido intrínseco o extrínseco.

Niemiec, Ryan y Deci (2009) examinaron las consecuencias de perseguir y


alcanzar determinadas metas durante el transcurso de un año, en una muestra de
profesionales recién egresados. Los autores encontraron que la relación entre el logro de
las metas y la salud psicológica difería como función del tipo de metas a conseguir. Lograr
metas de tipo intrínseco tales como crecimiento personal, relaciones significativas,
involucramiento comunitario y salud física, se relacionaba positivamente con la
satisfacción de las necesidades psicológicas básicas y con la salud psicológica. En
cambio alcanzar metas extrínsecas como dinero, fama e imagen no se asociaba con la
satisfacción de las necesidades psicológicas básicas y se relacionaba de manera
levemente negativa con la salud psicológica.

Romero, Gómez-Fraguela y Villar (2012) se plantearon los siguientes objetivos:


examinar cómo se relacionaban los tipos de metas que el individuo persigue con las
diferentes facetas del bienestar subjetivo; determinar si la hipótesis de Kasser y Ryan
(1996) sobre la preferencia por metas intrínsecas o extrínsecas y su asociación con el
bienestar, se sostenía en una cultura mediterránea como la española; analizar la conexión
entre aspiraciones y el modelo de los cinco factores o dimensiones de la personalidad:
neuroticismo, amabilidad, responsabilidad, extroversión y apertura a la experiencia; y
finalmente analizar la contribución de las aspiraciones intrínsecas/extrínsecas en predecir
23

el bienestar más allá de los cinco rasgos de la personalidad. Los resultados mostraron en
primer término que, como en otras culturas, las metas intrínsecas son más valoradas y
más alta la percepción de probabilidad de logro. Luego, el estudio demostró que dar
mayor importancia a conseguir metas intrínsecas se relacionaba con un más alto grado de
satisfacción subjetiva, ya que predecía afectos más positivos, mayor satisfacción con la
vida y mayor bienestar en general. En relación con los rasgos de personalidad, se
observó: individuos con altos puntajes en neuroticismo mostraron mayor tendencia hacia
las metas extrínsecas; alta extraversión se relacionó con mayores grados de preferencia
por las metas en general, cualquiera sea su carácter; la apertura a la experiencia se
asoció con un mayor grado de importancia por metas intrínsecas y baja importancia por
las aspiraciones extrínsecas; altos puntajes en amabilidad se asoció con una mayor
preferencia por metas intrínsecas; finalmente individuos con alto puntaje en
responsabilidad arrojaron un alto grado de aprecio por ambas metas.

Un aspecto interesante de revisar es por qué en algunas circunstancias pareciera


que el individuo prioriza la búsqueda de metas de tipo extrínsecas sobre las intrínsecas, si
de acuerdo a lo planteado por la TAD ello actuaría en dirección contraria a la obtención
del bienestar personal. Los resultados de tres estudios experimentales efectuados por
Sheldon y Kasser (2008) mostraron que cuando existen amenazas de tipo psicológico se
incrementa la prioridad que el individuo asigna a la persecución de metas de carácter
extrínseco sobre las intrínsecas. Es así como se observó que cuando las personas
experimentan amenazas existenciales, económicas o interpersonales, se orientan
mayoritariamente hacia metas que dicen relación con el éxito financiero, popularidad o
imagen y menos hacia metas como el crecimiento personal, la afiliación o contribuciones
a la comunidad. Aunque no es posible saber cuáles mecanismos psíquicos son los
responsables de este proceso, se especula que las amenazas activarían las necesidades
de seguridad conduciendo al individuo a enfocarse en satisfacer las necesidades de tipo
primarias y de subsistencia tal como lo han sugerido humanistas como Maslow y Rogers;
dicho de otra manera, las amenazas gatillarían la búsqueda de seguridad a expensas de
auto-actualización.

Los estudios mencionados arrojan una amplia y contundente evidencia sobre la


propuesta de la TAD; priorizar la consecución de metas de carácter intrínseco por sobre
las metas extrínsecas favorece el bienestar personal y lo contrario puede tener efectos
24

negativos, a pesar de que las metas sean logradas. Estas ideas son consistentes con los
modelos clásicos de Rogers y Fromm; Rogers señaló que las metas y los valores pueden
ser más o menos fundamentados organísmicamente y que esta relación se asocia con la
salud mental. Fromm sugirió que estar enfocado en “tener” más que en “ser”, reflejaba
alienación personal (Romero et al., 2012).

2.4.- Contexto Socio-cultural

El ser humano ha demostrado que puede ser activo, comprometido, eficaz, y


aplicar una buena cantidad de esfuerzo en conseguir su bienestar; sin embargo, en otras
circunstancias puede aparecer pasivo, irresponsable y sin motivación para lograr las
metas anheladas. El contexto social es un importante factor a considerar en el estudio del
proceso a través del cual se adquieren las metas personales y cómo se tiende a su
consecución. Muchas aspiraciones personales provienen del medio cultural en el cual el
sujeto se desarrolla, pero hay una gran diversidad en el rango en que estas metas son
adoptadas plena y consistentemente con el self del individuo.

Un interés relevante en la TAD ha sido estudiar las condiciones del contexto social
que facilitan y aquellas que se oponen a los procesos de auto-motivación y desarrollo
psicológico saludable. Las características del entorno social pueden facilitar la motivación
autónoma, por ejemplo, proporcionando al individuo la oportunidad para tomar sus propias
decisiones, limitando el uso de la presión y el control, creando desafíos óptimos, y
proporcionando un ambiente cálido y de aceptación interpersonal (Teixeira et al., 2011).

Dos dimensiones se han estudiado en torno a la influencia del contexto social en el


campo de las metas individuales, uno es el apoyo a la autonomía del sujeto y el otro
aspecto es el grado de involucramiento de los otros significativos. El apoyo a la autonomía
ocurre cuando otros cercanos, significativos para el individuo (padres, jefe, profesores), se
ponen en el lugar de la persona y entregan opciones, alientan iniciativas y minimizan el
control. Involucramiento, por su parte, se refiere a la cantidad de tiempo, atención, y
recursos que se ponen a disposición del sujeto en cuestión. Cuando el contexto social que
25

circunda al sujeto entrega tanto apoyo a la autonomía como involucramiento, los


resultados serán un real soporte a la regulación intrínseca y la facilitación de los procesos
de integración de las conductas extrínsecamente motivadas (Ryan, Deci, & Grolnick,
1995; Ryan & Stiller, 1991, como se citó en Ryan et al., 1996).

Situaciones que no facilitan la satisfacción de las necesidades psicológicas


básicas, conducirán al sujeto a emprender respuestas defensivas y protectoras,
desarrollando motivos sustitutos, estilos regulatorios no autónomos y patrones de
comportamiento rígidos, lo cual le protegerá de las amenazas y dolor inherente. Sin
embargo, al mismo tiempo, provocarán un círculo vicioso, donde las metas
compensatorias impedirán poder satisfacer realmente las necesidades básicas y, de este
modo, el desempeño no será optimo y tampoco el nivel de bienestar (Ryan & Deci,
2000b).

Un ambiente parental que no provea el sentido de valor y autoestima personal es


probable que dé como resultados niños que se enfoquen en metas de tipo externo, que
compensen con valores sustitutos sus carencias intrínsecas de falta de satisfacción de
sus necesidades psicológicas básicas. Entonces, para entender la funcionalidad de las
metas en la vida de un individuo, es necesario analizar no tan solo por qué algunas metas
son elegidas, sino que además cuáles necesidades psicológicas serán satisfechas con el
logro de las aspiraciones seleccionadas.

Kasser, Ryan, Zax y Sameroff (1995) estudiaron una muestra de adolescentes de


18 años, planteando la hipótesis de que una orientación hacia metas del tipo éxito
financiero era fruto de haber experimentado un entorno social y maternal menos
sustentador de metas intrínsecas como desarrollo personal, auto-expresión y afiliación. Se
verificó efectivamente que las madres de individuos orientados hacia metas materialistas
arrojaban índices de crianza menos cálida y más controladora. La importancia relativa
asignada a metas de tipo intrínseco es predicha positivamente por una paternidad que
entrega apoyo autónomo, involucramiento y calidez; mientras que metas extrínsecas
como la aspiración de bienestar económico, se asocian negativamente con este tipo de
crianza. Estos estudios expusieron claramente que padres que otorguen apoyo autónomo,
involucramiento y calidez crían hijos que priorizan metas intrínsecas; en cambio padres
26

fríos, controladores y no involucrados promueven que sus hijos valoricen metas de


carácter extrínseco.

Williams, Cox, Hedberg y Deci (2000) efectuaron dos estudios examinando


comportamientos de riesgo en adolescentes como una función del énfasis en aspiraciones
de tipo extrínsecas (fama, riqueza e imagen), en comparación con metas de tipo
intrínseco (crecimiento, relaciones y comunidad); además se analizó cómo se asociaban
estas variables con la percepción del apoyo de sus padres a su autonomía. Los
resultados confirmaron que el apoyo parental a la autonomía se asociaba con
adolescentes que tenían mayores aspiraciones de tipo intrínsecas que extrínsecas,
presumiblemente porque este tipo de apoyo facilitaba experiencias para satisfacer las
necesidades psicológicas básicas. Así mismo, los resultados arrojaron que aquellos
adolescentes que se enfocaban en mayor grado en metas de tipo extrínseco se
involucraban en comportamientos de mayor riesgo; lo cual se explicaría porque el tender
hacia metas extrínsecas los haría enfocarse hacia valores externos, mirar más hacia
afuera que dentro de ellos mismos, ocasionando adolescentes más vulnerables al tabaco,
alcohol y presiones de los pares para usar drogas.

Diversos estudios muestran resultados coincidentes en la inhibición del desarrollo


de la autodeterminación en niños criados en una atmosfera de alto control y baja
autonomía y, por lo tanto, más propensos a depender de controles y refuerzos externos
que aquellos criados en ambientes protectores y de apoyo a la autonomía.

En suma, la promoción de la autonomía por el contexto social en el hogar, escuela,


lugares de trabajo, centros de salud y áreas de actividad física, minimiza la alienación y
otras consecuencias de la falta de integración en la regulación de la conducta.

2.4.1.- Interculturalidad

Investigaciones con diversas culturas han arrojado coincidencia de resultados, en


cuanto a que el contenido de las metas y las razones por las cuales se aspira a ellas
pueden afectar el bienestar, y que esto se debe al efecto subyacente de la relación que
ambos parámetros tienen con la satisfacción de las necesidades psicológicas básicas.
27

Estos hallazgos se fundamentarían en la perspectiva organísmica que sustenta la TAD, la


cual sugiere que todas las personas tienen necesidades psicológicas innatas, las cuales
deben ser satisfechas para aspirar al bienestar (Ryan, 1995).

Sin embargo, como el significado y/o funcionalidad específica de determinadas


metas pueden variar dependiendo de la cultura, no es seguro que el tipo de meta se
asocie de la misma forma con los índices de bienestar en diferentes ámbitos culturales.
Por lo cual se requerirá de pruebas adicionales en cuanto a la relación entre metas,
necesidades y bienestar en culturas que adscriben a diferentes valores, prácticas de
socialización y, por ende, donde las aspiraciones pueden tener diferentes significados. Es
así como la expresión de la autonomía en Norte América, donde las personas tienden a
sentirse libres y autónomas cuando toman decisiones por sí mismas, difiere del concepto
de algunas culturas de oriente donde los individuos se sentirán más autónomos cuando
adhieren a valores compartidos por aquellos con quienes se identifican. En ambos casos
la autonomía es crucial para el bienestar, sin embargo la forma que toma la autonomía
puede variar de acuerdo al significado que cada cultura le atribuya.

Ryan, Chirkov, Little, Sheldon, Timoshina y Deci (1999) investigaron la relación


entre el tipo de metas y el bienestar en dos muestras de estudiantes universitarios de
Estados Unidos y Rusia. Los resultados confirmaron la relevancia de la distinción entre
metas extrínsecas e intrínsecas en ambas poblaciones y que una mayor importancia en
metas de tipo extrínseco se correlacionaba con menores índices de bienestar. Además,
se señaló que la percepción de lograr metas de tipo intrínseco se relacionaba en forma
positiva con el bienestar.

Schmuck, Kasser y Ryan (2000) replicaron el estudio realizado por Kasser y Ryan
(1996), con dos muestras de estudiantes universitarios en EEUU y en Alemania. Esta
investigación se proponía examinar las aspiraciones y el bienestar en poblaciones
pertenecientes a dos culturas diferentes. Los resultados señalaron que la estructura del
sistema de metas en cuanto al contenido era similar en ambas culturas, lo que apoya la
perspectiva organísmica de que las necesidades representadas por las metas intrínsecas
son transculturales. Además, se comprobó la hipótesis de que la preferencia por metas
intrínsecas se asociaba con mayor bienestar, mientras que el estar enfocado en metas de
28

carácter extrínseco se relacionaba con un pobre ajuste personal y deterioro de la salud


mental.

Kim, Kasser y Lee (2003) estudiaron cómo se relacionaban las dimensiones de


individualismo versus colectivismo (contexto cultural), auto-concepto independiente versus
interdependiente (creencias sobre sí mismo), y metas de tipo intrínseco versus
extrínsecas, con el bienestar personal en dos muestras de estudiantes universitarios de
Korea del Sur y de Estados Unidos. Este fue uno de los primeros trabajos en examinar la
relación entre metas intrínsecas y extrínsecas en una cultura asiática, así como el aporte
específico de cada una de las variables citadas en el bienestar personal. Como se
esperaba, los sujetos con auto-concepto independiente asignaron mayor importancia a las
metas de corte intrínseco y menos a las de tipo extrínseca; el auto-concepto
independiente, con una regulación de carácter más autónomo enfocará al sujeto hacia
metas congruentes con la satisfacción de sus necesidades psicológicas y lo alejará de
metas que se centren en la participación de otros. Los resultados obtenidos para el auto-
concepto interdependiente fueron más complejos. En relación con las metas intrínsecas,
las personas interdependientes valoraban más las contribuciones a la comunidad y menos
la auto-aceptación. En cuanto a las metas extrínsecas los individuos con auto-concepto
interdependiente se sentían más cerca del reconocimiento social y menos del éxito
financiero; es decir, independientemente de si las metas son intrínsecas o extrínsecas,
valoran más aquellas metas orientadas socialmente que aquellas de carácter individual.

Los resultados apoyaron la hipótesis de que vivir en una nación individualista,


creer que uno es independiente y autónomo para perseguir aspiraciones intrínsecas
asociadas con las necesidades psicológicas, se correlacionaba con un mayor nivel de
bienestar. En cambio, vivir en una nación colectivista, concebirse a uno mismo como
altamente involucrado en los roles y estatus sociales e intentar alcanzar metas diseñadas
para obtener premios y elogios, se asociaba con menor bienestar. Los autores explican
los resultados obtenidos argumentando que el contexto brindado por culturas de corte
individualista promueve el enfocarse en necesidades propias y permite lograr los medios
para satisfacerlas; el auto-concepto independiente lleva a la gente a creer que sus propias
necesidades son importantes y el perseguir metas de tipo intrínsecas permite al sujeto
tener experiencias que satisfacen sus necesidades psicológicas básicas. En cambio las
naciones colectivistas, con auto-conceptos interdependientes y metas extrínsecas, están
29

más enfocados en otros y preocupados de que el comportamiento sea acorde a las


normas del grupo más que a las propias, lo cual provee menos elementos para satisfacer
las necesidades psicológicas, disminuyendo el grado de bienestar personal.

Rijavec, Brdar y Miljković (2011) exploraron si era factible clasificar a los


participantes de un estudio empírico realizado en una universidad de Croacia en grupos
de acuerdo con la importancia que asignaban a las metas de vida intrínsecas y
extrínsecas. Se preguntaron cómo diferían estos grupos en la satisfacción de sus
necesidades psicológicas básicas y niveles de bienestar. Se constituyeron cuatro grupos:
el 1° grupo con sujetos con altos índices en metas extrínsecas y bajos en metas
intrínsecas, el 2° grupo con individuos que marcaron alto en metas intrínsecas y bajo en
extrínsecas, el 3° con altos índices en ambas metas, y el 4° grupo con bajos índices en
ambas metas. Los resultados indicaron el mayor grado de bienestar para el grupo 3°, con
altas preferencias por ambos tipos de metas, seguido del grupo 2°, con mayor
predilección por metas intrínsecas. Estos dos grupos también registraron altos puntajes
en la satisfacción de las necesidades psicológicas básicas comparado con los otros dos
grupos. Lo anterior sugería que ambas metas contribuyen al bienestar.

Un aspecto interesante de este estudio es la clara diferencia que marcan las


mujeres en la alta preferencia por las metas intrínsecas, en comparación con los
participantes hombres. Otro resultado llamativo de esta investigación fue que los mejores
índices de bienestar se obtenían para una combinación de altas preferencias tanto en
metas intrínsecas como extrínsecas; la explicación estaría en que Croacia no es un país
rico, y un mejor estado financiero representaría un medio para alcanzar otras metas
posiblemente de carácter intrínseco, como una mejor educación.

Grouzet et al. (2005) plantearon un modelo que organiza de modo coherente el


contenido de las metas a las cuales aspiran los individuos, encuestando a un grupo de
1854 estudiantes universitarios pertenecientes a 15 culturas diferentes alrededor del
mundo. A partir del trabajo de Kasser y Ryan de los años 1993 y 1996, quienes
distinguieron entre metas intrínsecas (auto-aceptación, afiliación, sentido de comunidad y
salud física) y extrínsecas (éxito financiero, imagen y popularidad), señalaron que esta
diferenciación claramente no representa la completa gama de las aspiraciones del ser
humano, probablemente porque algunas metas no son extrínsecas ni intrínsecas en su
30

naturaleza. De este modo y basados en estudios anteriores, formularon otra dimensión


incluyendo cuatro nuevas metas: conformidad, seguridad, metas de carácter hedónico y
espiritualidad.
En su trabajo demostraron mediante un análisis escalar multidimensional y un
modelo estocástico circular, que los once tipos de metas evaluadas se organizaban
consistentemente de una manera circumplexa; lo cual era bien descrito posicionando
ortogonalmente dos dimensiones: intrínsecas versus extrínsecas y auto-trascendencia
versus físicas (ver Figura 2). Este modelo demostró ser válido tanto en culturas ricas
como pobres con algunas ligeras variaciones.

Figura 2. Representación circular de los tipos de metas (Grouzet et al., 2005)

Un aspecto controversial en las investigaciones del bienestar personal desde la


perspectiva de la TAD, ha sido determinar si la influencia del contenido de las metas de
vida y las motivaciones subyacentes a su elección y persecución, representan un aporte
independiente o combinado en relación con la salud psicológica y el bienestar integral.
Sheldon, Ryan, Deci y Kasser (2004) analizaron cómo contribuían al bienestar personal el
tipo de metas y los tipos de motivaciones en su origen. Los resultados reportaron efectos
independientes del contenido de las metas sobre el bienestar, después de controlar el
31

efecto de las motivaciones. Esta investigación aportó clara evidencia sobre la importancia
en la predicción del bienestar tanto del contenido de las metas, el qué, como del por qué
se persiguen. Además, los resultados comprobaron una vez más que las personas que
buscan el bienestar deben enfocarse en tender hacia metas que involucre crecimiento,
intimidad y contribución a la comunidad, es decir metas intrínsecas más que metas que
involucren dinero, belleza y popularidad. En este mismo sentido señalaron que las metas
que son interesantes y personalmente importantes, contribuyen de forma más relevante
en el bienestar integral del individuo en comparación con metas que involucran presión o
control externo.

Tal como se ha expuesto, la TAD ha generado una considerable investigación


aplicada e intervenciones en diversas áreas del comportamiento humano: educación,
cuidado de la salud, trabajo, crianza, religión, sustentabilidad y psicoterapia. Una muestra
de la amplitud de la investigación bajo este enfoque teórico se puede revisar en la edición
especial publicada por la revista Canadian Psychology, el año 2008 (Deci & Ryan, 2008a).

De esta forma parsimoniosa la investigación se ha ido engrosando, replicando y


sofisticándose a lo largo de los años, estudiando diferentes muestras de población,
diversos aspectos del quehacer humano, diferentes culturas y proyectando su aplicación
hacia una amplia gama de actividades humanas.
32

3.- CONCLUSIONES

Las investigaciones efectuadas desde la perspectiva de la Teoría de la


Autodeterminación (TAD) han determinado que el tipo de regulación del comportamiento y
el contenido de las aspiraciones a las cuales se orienta el individuo, se relacionan con el
bienestar personal. En específico, las razones por las cuales se persigue una determinada
meta así como el contenido de la misma, tienen que ver con el nivel de bienestar
alcanzado.

Según los estudios efectuados por Kasser y Ryan (1996) las metas pueden
agruparse en dos grandes categorías, las de tipo intrínseca y las de carácter extrínseco.
Las aspiraciones intrínsecas comprenden metas como la afiliación, servicio a la
comunidad y desarrollo personal; mientras que las metas extrínsecas se relacionan con la
fama, riqueza y atractivo físico. La TAD ha verificado que un indicador de la integración
psicológica y predictor del bienestar personal es el valor que las personas otorguen a la
consecución de metas de tipo intrínseco.

Además, los resultados muestran consistentemente que cuanto más autónomas


sean las motivaciones que conduzcan la acción intencionada, mayor será el bienestar
personal. El tipo de regulación, autónoma versus controlada, hace una importante
diferencia en términos de efectividad y satisfacción subjetiva, porque diferentes modos de
regulación generan diferentes niveles de satisfacción de las necesidades psicológicas
básicas.

Estas afirmaciones se fundamentan en que tanto la motivación de tipo


autodeterminada, como las metas de carácter intrínseco, satisfacen más plenamente las
tres necesidades psicológicas básicas propuestas por la TAD, la necesidad de autonomía,
competencia y de relación. La necesidad de autonomía tiene que ver con la capacidad de
elección y volición en la regulación del comportamiento, la de competencia con la
interacción efectiva con el entorno, y la necesidad de relaciones significativas con el
sentimiento de conexión y cuidado de y por otros importantes.

Desde esta perspectiva, vivir bien contempla aquellos motivos, objetivos, y


comportamientos que satisfagan las necesidades psicológicas básicas de competencia,
relación y autonomía. Una consecuencia natural del enfoque que plantea la TAD es que
33

los individuos tenderán a buscar metas, dominios y relaciones que permitan y apoyen la
satisfacción de sus necesidades.

En este contexto, el foco de investigación de la TAD ha sido la conducta volitiva o


autodeterminada y las condiciones sociales y culturales que la promueven. Se ha
verificado que las condiciones que apoyan la autonomía, la competencia y las relaciones
interpersonales, promueven el crecimiento humano y el bienestar psicológico.

La Teoría de la Autodeterminación sostiene que los seres humanos, naturalmente,


tienden a asumir nuevas responsabilidades, cuando han llevado un proceso progresivo de
interiorizar razones para hacerlo. Cuando los comportamientos humanos son
autodeterminados, éstos se mantendrán en el tiempo fruto de ser parte integrante del
cuerpo de valores propios del individuo. Por el contrario, si el cambio de comportamiento
se efectúa mediante el uso de refuerzos y castigos, esto funcionará sólo mientras tales
contingencias externas se mantienen en su lugar, luego volverán los patrones anteriores.

Adicionalmente, la mirada de la TAD sobre las metas de vida es una


conceptualización dialéctica entre la tendencia natural hacia la integración organísmica y
el proceso de socialización en un determinado contexto cultural (Ryan et al., 1996). El
aprender/enseñar cómo incrementar la motivación autónoma tiene potentes implicaciones
para lograr cambios permanentes. Los contextos que apoyan la autonomía, fomentan una
mayor internalización e integración que aquellos que se oponen a la satisfacción de estas
necesidades vitales; importante consideración para lograr una motivación que promueva
compromiso, esfuerzo y desempeño de calidad.

Existe abundante evidencia que demuestra que no sólo la motivación intrínseca


sino que también las formas de motivación extrínseca bien internalizadas o integradas con
la identidad, están asociadas con una experiencia humana más positiva, mejor
desempeño y salud integral; los estudiosos de la TAD han efectuado un considerable
esfuerzo por determinar aquellas condiciones del entorno que facilitan tal integración, y
con ello el comportamiento de tipo autónomo. Específicamente, las condiciones que
apoyan la internalización o integración de la motivación dice relación en primer término
con sentirse involucrado con la familia y grupo cercano, luego sentirse competente para
ejecutar los comportamientos deseables y en tercer lugar el ser genuinamente apoyado
para pensar en el valor de las conductas que se desea adoptar. Estas tres condiciones
34

promoverán la identificación con valores y regulaciones que satisfagan las necesidades


psicológicas básicas, dando como resultado un mayor bienestar personal. Ejemplos más
concretos de estos condicionantes son: brindar al individuo buenas y auténticas razones
para realizar una actividad que en principio parecería poco interesante, reconocer la
perspectiva y sentimientos del participante sobre la actividad y apoyar la experiencia de
elección mientras se minimiza el uso de presiones y críticas para llevar a cabo el
comportamiento (Deci & Ryan, 2008c).

El control externo, los desafíos inadecuados y la falta de conexión social


ocasionan falta de iniciativa, irresponsabilidad, estrés y angustia; de ahí la conveniencia
de desarrollar la motivación intrínseca y la motivación extrínseca del tipo identificada e
integrada, para favorecer conductas auto-determinadas.

El modo en que las metas de vida están conceptualizadas tiene implicancia en la


calidad del cambio que experimenta un individuo sometido a algún tipo de intervención
tendiente a mejorar su calidad de vida. Un problema significativo en la salud pública es la
baja adherencia a los tratamientos médicos prescritos y/o cambios en los hábitos para
mejorar la salud física. De acuerdo con la TAD, la mantención de cambios en el
comportamiento a lo largo del tiempo requiere que el sujeto internalice valores y
habilidades. En este sentido la naturaleza de las aspiraciones del paciente importará en
cuanto a las prioridades y valores que asigne en su comportamiento.

Las investigaciones y contribuciones de la TAD, y en específico el estudio de las


metas y el bienestar personal se han desplegado en los más variados campos de la
actividad humana, educación, salud, trabajo, relaciones personales, espiritualidad, etc; así
mismo han sido replicadas en diferentes contextos culturales, determinándose que hay
consistencia en los hallazgos y generalización en los resultados.

Los hallazgos resultantes de las diversas investigaciones realizadas desde la


perspectiva de la TAD, han demostrado que este enfoque teórico provee un claro soporte
en la resolución de variados problemas que requieren promover cambios permanentes de
comportamiento y son la base para futuros estudios en los distintos campos de la
actividad humana.
35

Continuar en la senda de la profundización del conocimiento sobre los factores que


nutren la motivación para el incremento del desempeño satisfactorio y el bienestar
psicológico es del mayor significado e interés en las distintas aéreas del ámbito humano.

Finalmente, una representación general y simplificada del modelo de la TAD,


donde se incluye las sub-teorías que la conforman y su relación con el bienestar personal,
es propuesto por la autora de este trabajo, con base en el modelo para cambios en
comportamientos relacionados con salud, ver Figura 3 (Ryan, Patrick, Deci, & Williams,
2008).

Teoría Evaluación Cognitiva


BIENESTAR PERSONAL
Apoyo del entorno a la
Motivación Intrínseca
SATISFACCION DE Integridad del Self
NECESIDADES BASICAS
Salud Mental
Teoría de la Orientación de Causalidad
Diferencias Individuales en la AUTONOMIA
Orientación Autónoma versus
Salud Física
Controlada
Vitalidad
COMPETENCIA
Teoría de la Integración Organísmica Relaciones Significativas
Grados de internalización de la
Motivación Extrínseca Contribuciones a la
INTERRELACION sociedad
Teoría del Contenido de Metas Sentido de Vida
Metas Intrínsecas vs Extrínsecas

Figura 3.- Representación general y simplificada del modelo de la TAD y su relación con
el bienestar general.
36

4.- LIMITACIONES Y PROYECCIONES

Si bien se espera que este trabajo sea un aporte tanto en el ámbito académico
como clínico y/o terapéutico de habla hispana, debe tenerse en cuenta las limitaciones
inherentes por constituir un primer acercamiento al tema.

De acuerdo con los resultados de algunos estudios, entre ellos el realizado por
Rijavec et al. (2011), los participantes femeninos de las muestras experimentales marcan
mayor preferencia por metas de tipo intrínseco. Como generalmente las muestras de
estudio están conformadas por un mayor número de mujeres sería relevante examinar
cómo este factor puede sesgar los resultados encontrados en la relación entre metas y
bienestar. Del mismo modo, podría constituir un tema de análisis el impacto que sobre los
resultados encontrados pudiera ejercer el tipo de estudios superiores que haya cursado el
sujeto experimental, en atención a que se observa un alto número de individuos
estudiantes de psicología.

En base a los argumentos explicitados por Sheldon y Kasser (2001), quienes


señalaron que la motivación intrínseca es un concepto similar al de “flujo” enunciado por
Csikszentmihalyi, o aspectos tratados por Sheldon y Ryan (2011) en un capítulo titulado:
“Positive Psychology and Sel-Determination Theory: A natural interface”, un futuro canal
de investigación constituiría analizar similitudes y diferencias entre la Psicología Positiva y
la Teoría de la Autodeterminación en torno a sus concepciones y aportes al bienestar
eudaimónico.

Otra línea de investigación que presenta un desafío de interés a nivel país, lo


constituiría el revisar cómo dar respuesta a las inquietudes que plantean nuestros
estudiantes en la búsqueda de reformas académicas que resuelvan las carencias
observadas en el sistema educacional. Tal vez una mirada desde el modelo que propone
la TAD, con énfasis en satisfacer las necesidades psicológicas básicas de autonomía,
competencia y de relaciones interpersonales, serviría de apoyo en la configuración de los
complejos cambios que parece inminente efectuar para lograr mayor bienestar integral en
el ámbito educacional.
37

5.- REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

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40

6.- LISTADO DE FIGURAS

Figura 1. Continuo de Autodeterminación, Tipos de Motivación, Tipos de Regulación,


Locus de Causalidad y Procesos Reguladores Relevantes (Ryan & Deci, 2000b)
………………………………………………………………………..…………………….11
Figura 2. Representación circular de los tipos de metas (Grouzet et al., 2005)…………..30
Figura 3. Representación general y simplificada del modelo de la TAD y su relación con
el bienestar general……………………………………………………………………...35

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