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LA VOZ HUMANA UN DON DIVINO

Por: Elizabeth Ramírez Suárez


elyramirezsuarez@gmail.com
Bogotá, Colombia/Junio 2020

La voz es un don, un regalo para la especie humana. Tan pronto nacemos


nuestra voz se estrena, con nuestro primer llanto entregamos nuestro sonido
al universo, así nuestra voz nos acompaña hasta el día que nos vamos y
dejamos salir el último aliento. Es el regalo del sonido hecho lenguaje, palabra,
canto, risa, acción, deseo, sentimiento, emoción, pensamiento; la voz humana
es una vibración única e irrepetible para cada persona en el mundo, no existe
una voz igual a otra, como no hay una persona igual a otra, la voz es nuestra
huella digital sonora.

En muchas tradiciones alrededor del mundo, desde India hasta América el


sonido es el creador del universo, incluso en distintas religiones y creencias
encontramos la importancia del la palabra y sonido, hemos escuchado que
“primero fue el verbo”, conocemos el “Om – AUM” como el inicio de la
creación para la tradición hindú, heredamos de oriente la tecnología del
sonido con los Mantrams, y así muchos ejemplos. Para muchas tradiciones
indígenas de américa existen los ícaros o cantos de sanación, que son sagrados
para sus comunidades, para las tradiciones siberianas, la figura del Chamán es
la figura del sanador, quién con su canto y su tambor, podía sanar a su

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comunidad. Para los griegos, el estudio de la música fue primordial, para la
escuela Pitagórica, el sonido era fundamental en la sanación, y como común
denominador, la voz humana puede ser el sonido o instrumento más
poderoso. Hoy día conocemos la investigación de Masaru Emoto, que nos
brindo esas hermosas fotografías donde pudimos evidenciar el poder que el
sonido, la palabra y el pensamiento tienen sobre la materia. Las
investigaciones con sonido sanador y con musicoterapia siguen mostrando
como hay una evidente y contundente influencia del sonido en la vida misma,
expresada en seres humanos, plantas o animales. Se han hecho diversas
investigaciones para tomar una imagen del bio campo de una persona, y como
este bio -campo se ilumina o cambia al tener una experiencia con sonido, y
como al encontrar “la nota fundamental” de la persona, esta podrá encontrar
la puerta a su autosanación, a sus procesos de homeostasis. La medicina
alopática también esta profundizando en la el uso del sonido, no solo para
exámenes de diagnostico, sino para intervenciones y tratamientos. Los
estudios en Musicoterapia nos ofrecen distintos métodos y caminos como el
Método Tomatis, y la terapia Vibro-acustica. Sin embargo, es la voz humana la
que tiene una dimensión psíquica, emocional, mental, vibracional, al alcance
de todos.

La voz y la palabra están unidad de manera total con la escucha, una escucha
que ocurre en gran medida en el oído, pero que también ocurre en todo el
cuerpo, a lo cual le llamamos escucha kinestésica. El oído es el primer sentido
en formarse completamente en el bebé en gestación, y casi que el oído
humano, el pabellón auricular también parece un embrión. Entre el cuarto y
quinto de mes de gestación, el bebé empieza a escuchar los sonidos de su
entorno, el corazón de mamá, y todo sus sonidos corporales y también los
sonidos que vienen del exterior: la voz de mamá, papá y familia es lo más
familiar y lo que le hace sentir seguro y protegido. Así cuando un bebé nace,
además de estrenar su propia voz y ejercer su expresión con el llanto, identifica
el sonido de las voces que ha estado escuchando ya hace unos meses antes de
nacer, esas voces son muy importantes para el desarrollo psico- físico del bebé.
Podemos decir que a través de ese vinculo de sonido, de la palabra se nutre el
vinculo energético y amoroso del bebé con su familia. En ese contexto la voz
es fundamental.

Para que ese sonido, esa vibración, esa voz salga articulada por la boca,
primero nace un impulso en el sentimiento y/o en el pensamiento, de esta

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manera empezamos a crear nuestra realidad. En la intimidad del pensamiento
ya esta vibrando la palabra, y ese impulso necesita el cuerpo para volverse
palabra, necesita aire, necesita pulmones, músculos, huesos, nervios,
neuronas, ligamentos, dientes, labios, pliegues, necesita piel. Así que cuando
decimos una sencilla palabra nuestro cuerpo entero hace millones de cosas de
las que apenas nos enteramos, nos usamos a nosotros mismos sin apenas
darnos cuenta.

Todos podemos aprender a sentirnos a nosotros mismos con detalle y


conciencia, solo basta decidirlo, y así dejar que nuestra voz encuentre un
instrumento afinado para expresar nuestra mejor creación. Ser consientes de
todo lo que a nivel corporal sucede para que la voz nazca, nos brinda la
posibilidad de darle un espacio cualificado a nuestra palabra, tanto si
necesitamos usar la voz de manera profesional, como docentes, cantantes,
actores, conferencistas, terapeutas, y también en entornos mas privados,
para expresar de manera sana y luminosa nuestro pensamiento y lograr de
esta manera “Impecabilidad con la palabra”, auto- sanación y evolución del
ser.

En mis talleres y clases para el desarrollo vocal, invito a mis estudiantes a


realizar un viaje para habitar, descubrir y nutrir su voz, desde el movimiento
consciente, desde su cuerpo. Integro metodologías y herramientas como:
Método Feldenkrais®, de “Huesos para la Vida”, el uso de Cuencos Cuarzo y
Cuencos tibetanos, ritmos básicos con tambor chamánico, entre otras
posibilidades.

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