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Alighieri, Dante, La Divina Comedia, Atena, Florencia, 1472, 131 págs.

LA COMEDIA QUE NO ES COMEDIA

Dante Alighieri escritor italiano (1265-1321). Nació en Florencia en mayo de 1265 en

una familia de la pequeña nobleza. A pesar de su modesta condición pudo atender a

sus estudios. Dedicó rimas de amor a una tal Beatriz, muerta en 1290.

La Divina Comedia es una obra de género Épico que expone la sensibilidad del

hombre, grietas y todo aquello relacionado con aferrarse a su vida pasajera. Su

inspiración fue Beatriz, la dama florentina o Bice. Influyó en la creación de otras

obras literarias como el poemario Siete Caminos para Beatriz de Ernesto Pérez

Zúñiga inspirado en la figura de Beatriz, El poemario El Dante en Toledo de Juan

Antonio Villacañas, igualmente estructurado en cantos.

La obra se centra en la visita de Dante al infierno acompañado de su guía Virgilio.

En este poema épico, Dante, pretende sorprender al lector a través de su viaje por

el infierno y purgatorio, para llegar al cielo y advertir del pecado y la gloria.

La Divina Comedia de Dante es el comienzo de la literatura italiana y la obra

más significativa de la Edad Media porque se simboliza en enfatizar la

importancia de la salvación y el amor divino en una obra inclusiva y

estrechamente estructurada. Está tan profundamente impregnada de la ética

cristiana que todo el argumento y los diferentes temas que toca están

relacionados con ella, comenzando con la trama que se establece durante la

semana de Pascua de 1300.


La obra es una narrativa compleja con muchas alusiones a historias bíblicas,

mitos clásicos, historia y política contemporánea por lo que es recomendable

siempre leer una edición comentada o tener a mano un buen análisis de la

obra. Por otro lado, el simbolismo de la trama celebra el ideal del

universalismo, donde todo tiene su lugar en el mundo de Dios, y su meta final

de salvación triunfa sobre la realidad contemporánea de la lucha de poder

entre líderes mundanos y religiosos.

El primer canto del Infierno, está considerado como una introducción a toda la

obra porque las tres partes de La Divina Comedia están presentes en el

paisaje simbólico del primer canto. Dante se encuentra perdido en un bosque

oscuro. Buscando orientación, decide subir una montaña, cuya cima

iluminada por el sol representa el Purgatorio, mientras que el cielo y el sol

representan el Cielo. Sin embargo, el camino de Dante está bloqueado por

tres animales en la ladera de la montaña: un leopardo, un león y una loba,

que representan los tres tipos de pecado que corresponden a las tres

divisiones principales del infierno.

El espíritu de Virgilio aparece y promete llevar a Dante a la salvación por el

largo camino: a través del infierno, el purgatorio y el cielo. Las dudas de

Dante se disipan porque Virgilio ha sido enviado por tres señoras celestiales

(la Virgen María, Santa Lucía y Beatriz); esto representa la combinación entre

la razón humana con la gracia divina, demostrando que la salvación de Dante


todavía puede alcanzarse. Después de entrar en el infierno en el tercer canto,

Dante aprende a través de sus conversaciones con Virgilio y con otras almas

individuales que cada pecado es castigado de acuerdo a su severidad,

pasando sistemáticamente de los pecados más ligeros en los que el pecador

cede a sus propios deseos a los pecados más severos cargados de violencia

(querer activamente el mal) y el fraude (añadir malicia). El infierno, que se

presenta como una enorme cueva subterránea en forma de embudo, se

extiende en círculos cada vez más pequeños y estrechos hasta el centro de la

tierra; allí, en el pozo del infierno, se sienta Satanás, atrapado para siempre y

congelado en el hielo del lago Cocytus, eternamente masticando a los tres

peores traidores de la historia: Judas, Bruto y Casio.

Pasando por delante de Satanás, Dante se dirige hacia la salvación. Sin

embargo, todos los pecadores en el Infierno permanecerán allí para siempre

para sufrir los horribles castigos que acarrean sus pecados. Así, entra en el

Purgatorio, donde las almas ya están salvadas y eventualmente irán al Cielo

porque confesaron sus pecados antes de la muerte. Por lo tanto, el estado de

ánimo ha cambiado completamente: las almas no están atrapadas en un

aislamiento eterno, sino que aprenden en grupos de los ejemplos de virtud y

vicio que corresponden a su penitencia. El Purgatorio se presenta como una

enorme montaña en forma de cono. El purgatorio propiamente dicho está

organizado en siete anillos de acuerdo a los siete pecados capitales


tradicionales (orgullo, envidia, ira, pereza, avaricia, glotonería y lujuria). En la

cima de la montaña está el paraíso terrenal (el Jardín del Edén); Hasta aquí

puede acompañarle Virgilio, que tiene prohibida la entrada al paraíso. Por eso

a partir de ese punto, le guiará Beatriz, el amor platónico de Dante.

Limpio de sus propios pecados, Dante se eleva naturalmente hacia el Cielo.

De acuerdo con la cosmovisión de Claudio Ptolomeo, el Cielo está

organizado en esferas con la tierra en el centro. Dante identifica diez esferas

que él relaciona con las llamadas cuatro virtudes paganas de fortaleza,

justicia, templanza y prudencia en diversos grados (del primer al séptimo

Cielo), las tres virtudes cristianas de fe, esperanza y caridad (octavo Cielo), el

Primum Mobile (noveno Cielo, que mueve a todos los demás), y el Empyrean

(décimo Cielo fuera del tiempo y del espacio, donde Dios habita). El

Empyrean como un estado de ser también contiene la Rosa Celestial, donde

todas las almas benditas residen. Las almas no residen en los cielos

individuales donde Dante se encuentra con ellas, sino que las ponen allí para

que pueda comprender más fácilmente su lugar en el orden divino. Las almas

bienaventuradas del Cielo forman una comunidad verdadera, aunque

estrictamente jerárquica, que existe con un sentimiento mutuo de amor y

bienaventuranza, cargado de alegría y la paz de estar en el lugar apropiado

en la creación de Dios. Dante evoca en imágenes de luz lo que está más allá
de la experiencia humana, como el resplandor de las almas benditas y la

visión de Dios de Dante.

La divina comedia es un viaje al alma del ser humano, narrado con un tono de voz

dulce e interesante, sacar la opinión de este poema épico es tener una opinión hacia

la vida, pero más que nada, es un viaje hacia el misterio de la vida y de la muerte,

algo que escapa todas las definiciones.

La Divina Comedia también es un puente entre nuestra era, cada vez más cínica y

superficial, y otra época más consciente de lo metafórico, lo espiritual, lo invisible.

Valeria Del Carmen Bustos Jimenez

Administración De Empresas

Semestre I

14/Septiembre/2020

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