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ABEL NARANJO VILLEGAS, FILÓSOFO

DEL DERECHOl

Benigno Mantilla Pineda?

La única razón suficiente para ocupar este sitio esta tarde en la Biblioteca
Luis Ángel Arango de la ciudad de Santafé de Bogotá, es la circunstancia de
haber conocido y tratado personalmente a Abel Naranjo Villegas en Medellín
durante algunos años de la década de los cuarenta y de haber seguido luego
su trayéctoria intelectual y profesional posterior hasta el fin de su existencia.
Empero he de confesar paladinamente que no tuve la suerte de contarme en-
tre sus amigos cercanos ni de compartir los mismos criterios en las discipli-
nas que nos fueron comunes: la sociología y la filosofía del derecho. Ambas
disciplinas las cultivamos independientemente dentro de un mismo ámbito
cultural, pero en círculos e instituciones educacionales que en cierto grado
emulaban entre sí, a saber, la ya centenaria Universidad de Antioquia y la
recién fundada Universidad Católica Bolivariana, elevada más tarde a la cate-
goría de Pontificia.

Mi propósito en esta conferencia no es el análisis profundo y exhaustivo


del pensamiento filosófico y jurídico de Abel Naranjo Villegas, sino la rela-
ción de las circunstancias que acompañaron la producción del mismo a través
de su curso vital. No hablaré como exégeta de su obra, sino como testigo de
su vida y actividad intelectual. Usando el método de un autor que fue muy
grato para él: José Ortega y Gasset, consideraré la circunstancia familiar y
comunitaria, la circunstancia de su formación profesional y el ambiente social
y cultural, la circunstancia general y el espíritu del tiempo, inclusive la cir-
cunstancia política.

Conferencia leída por el autor en la Biblioteca Luis Ángel Arango de Santafé de Bogotá el 18 de mano
de 1993 en acto en homenaje póstumo a Abel Naranjo Villegas organizado por los doctores Luis Villar
Borda, Presidente y Hemán Oniz Rivas, Vicepresidente de la Asociación Colombiana de Filosofía del
Derecho y Filosofía Social. Capítulo de Santafé de Bogotá.
2 Profesor Emérito. Facultad de Derecho. Universidad de Antioquía.

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LA CIRCUNSTANCIA FAMILIAR Y COMUNITARIA les del espíritu, yacen silenciosos entre una tierra fatigada en una ebullición
sorda, desde la cual se desprende súbitamente una chispa lírica que recuerda a
Abel nació en Abejorral, Antioquia, el 24 de junio de 1910. Hijo de don las gentes la dimensión espiritual de la raza.4
Marcial Naranjo, maestro de larga experiencia docente, y de doña Soledad Ville-
gas, dama de acrisoladas virtudes cristianas. Sus hermanos: Jesús, abogado de la Repasando las páginas de la monografía de Abejorral, he encontrado un en-
Universidad de Antioquia, graduado en 1932; Alfredo, médico cirujano de la jambre de varones ilustres que le han dado brillo a la cultura colombiana y que
misma entidad universitaria e historiador por naturaleza y propio impulso vital; le han prestado invaluables servicios en el campo de las artes, las letras, la in-
Rafael, periodista; Juan Bautista, presbítero y graduado en Derecho Canónico y dustria, la economía, la hacienda pública, la educación superior, la ciencia y la
Positivo en la Universidad Pontificia Bolivariana de Medellín y Obispo de Santa filosofía. Creo que enorgullecerían a cualquier conglomerado humano los nom-
Marta hasta su año jubilar. La virtud y el saber ornan y enaltecen esta familia de bres de Pedro Pablo Betancourt, propulsor de la educación femenina; Miguel
varones ilustres y de respetables damas, cuyos nombres ignoro. Abel recuerda María Calle, rector de la Universidad de Antioquia, que dotó al claustro de in-
cómo su padre les ejercitaba con el método socrático en la historia, la literatura fraestructura adecuada y moderna y de un paraninfo de estilo neoclásico; Blanca
nacional y universal clásica y moderna, y la filosofía. El ambiente familiar en Isaza de Jaramillo Meza, poetisa; Roberto Pineda Giraldo, antropólogo, discípulo
que nació fue óptimo para su formación espiritual e intelectual. destacado de Paul Rivet; Luis Ángel Arango, nacido en Medellín (de padres y
abuelos de Abejorral) el día 13 de noviembre de 1903; Jaime Jaramillo Uribe,
Su comunidad no le fue menos favorable. Como Abel lo recuerda, en Abejorral nuestro amigo y colega, historiador de El pensamiento colombiano en el siglo
nunca hubo encomienda de indios; antes por el contrario, fue desde su origen un XIX, profesor de la Universidad Nacional, donde ha forjado muchas generacio-
pueblo trazado a cordel y fundado por libre determinación de don Antonio Villegas, nes de intelectuales de calidad total; Clodomiro Ramírez, jurisconsulto en el sen-
nacido en San Nicolás de Rionegro el 27 de febrero de 1750, hijo de don Felipe tido más estricto del término, político y profesor universitario; y Esteban Jarami-
Villegas, nacido cerca de Burgos, España, quien se trasladó a la provincia de Antio- 110 Gutiérrez, el hacendista sin par en la historia política de Colombia. Se ha
quia entre 1740 a 1742. El grupo de vecinos fundadores se distingue por sus apelli- dicho siempre que dos abejorraleños no fueron presidentes de la República por-
dos hispanos: los Álvarez de Extremadura; los Alzate de Navarra; los Arango de que no quisieron: Esteban Jaramillo y Clodomiro Ramírez.
Asturias; los Bernal de Huelva; los Betancourt de la Islas Canarias; los Cárdenas,
los Gómez, los Villegas, los Vallejo, etc., etc., de Castilla la Vieja. Fernando González, el filósofo de Otraparte, en su Viaje a pie escribe:

Las palabras de Porfirio Barba Jacob, que Abel cita en su bellísima oración La Eran los días del censo y la población de Abejorral disminuye. Ese Abejorral es
la cuna de los ministros, de los jueces, alcaldes y todos los secretarios de las
parábola del retorrw y que describen la planicie de Santa Rosa de Osos, se puede
oficinas. De Abejorral es Clodomiro Rarnírez, ese Clodomiro lento, suave y
aplicar al Abejorral de la niñez y primera juventud de Abel Naranjo Villegas:
embadurnado de goce, ese Clodomiro que en Grecia hubiera sido con Epicuro
el cura melifica y amenaza, las madres procrean hijos como la caña de maíz los fundador de la filosofía del placer. Nació en Abejorral don Dionisio Arango,
granos y la civilización es dulzura sin inventos, amor al prójimo sin automóvi- presidente de la Corte Suprema y que es el genio del sentido común. ¿Y qué
Gobernador, Ministro o Secretario de Juzgado y Alcaldía no es un Gutiérrez, un
les, obras de misericordia sin locomotoras, castidad sin cinematógrafo y donde
Arango, un Jararnillo de AbejorraJ? El arte de enseñar está monopolizado por
la belleza y el vigor, la salud moral y la esperanza, la inteligencia y la lealtad,
los Betancourt. Todos los de Abejorral son semicachacos y semiletrados....5
son como flores caídas del manto de Jesucristo.3

A esta cita agrega Abel: LA CIRCUNSTANCIA DE SU FORMACIÓN PROFESIONAL

con variantes más o menos fortuitas allí está el paisaje habitual de nuestros Antes de referirme de manera directa a la formación profesional de Abel, descri-
pueblos, sumido en una promisoria actitud de escuchar. Núcleos todavía no biré así sea de modo sucinto la ciudad de Medellin en la década de los treinta. Mi
desprendidos de la aclimatación ibérica. mentalmente adictos a las formas rura-

4 Ibtd.
3 Naranjo Villegas, Abel. Apologia y decadencia del diálogo. Universidad Pontificia Bolivariana. Colec-
ción Rojo y Negro. Medellín, 1963. p. 30. 5 Pbro. Jaramillo R.• Julio César. Apunzaciones para la historia de Abejorral. Medellín. 1961. p. 118.

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primera incursión en esta ciudad tuvo lugar en octubre de 1938 a julio de 1939. región y del País en menor grado, en busca de trabajo la mayoría y en pro de
Según el censo de población de 1938, Colombia tenía ocho millones setecientos un formación profesional los jóvenes con inquietudes y aspiraciones intelectuales.
mil ochocientos dieciséis (8.701.816) habitantes. El 71 % de la población era rural y La Universidad de Antioquia les ofrecía la oportunidad de cursar las llamadas
solamente el 29% urbana. Todavía era un país pastoril o patriarcal, como suele profesiones liberales: medicina y abogacía. A Medellín llegó Abel para ingresar
decirse. Bogotá tenía más o menos trescientos mil (300.000) habitantes y Medellín, al Liceo de Bachillerato de la Universidad de Antioquia con el fin de comple-
la segunda ciudad del país, tenía menos ciento cincuenta mil (150.000) habitantes. mentar sus estudios secundarios y obtener título de Bachiller, que le permitiría
Por su limpieza y aseo se le llamaba La Tácita de Plata. Era pacífica: se le podía luego iniciar los estudios profesionales. El pensum de bachillerato comprendía
atravesar a pie desde El Poblado hasta Berlín sin riesgo de ser atracado. En su río se varias disciplinas filosóficas como la lógica, la ética, la metafísica y la historia
podía pescar. Era la época del tranvía que, pasando por el Parque de Berrio, recorría de la filosofía y la apologética y por lo menos dos lenguas distintas del castella-
los barrios periféricos: Robledo, La América, Belén, El Poblado, Buenos Aires, no: una clásica, el latín, y otra moderna, el francés.
Manrique y Aranjuez-Berlín.La carrera Bolívar no estaba asfaltada frente a la Go-
bernación ni la carrera Carabobo frente a la Alcaldía. La carrera Junín tenía puente El Liceo mencionado era un semillero de jóvenes talentosos, que descolla-
sobre La Playa, porque la quebrada que cruza la ciudad desde La Toma hasta el río rían más tarde en la vida nacional tanto del sector público como del privado.
Medellín no estaba canalizada ni cubierta. La vida social y cultural eran normales. Es el caso por ejemplo de Joaquín Vallejo Arbeláez, que fue alumno primero
Se editaban dos periódicos matutinos: El Colombiano y El Heraldo de Antioquia, y y después profesor y director del Liceo. Justamente en el tomo III del libro
dos vespertinos: .El Diario y La Defensa. Funcionaban dos universidades: la de de Joaquín Vallejo Arbeláez: Las fronteras de la libertad (s/f), titulado La
Antioquia ya centenaria y la recién fundada Católica Bolivariana,escuelas normales libertad ante la ética y el derecho, el prologuista, que es nadie menos que
para la preparación de maestros, colegios de bachillerato, teatros, plaza de toros, Abel Naranjo Villegas, destaca la juventud universitaria de aquél llena de
clubes -el Unión y El campestre-, hoteles de calidad como El. Europa en la entusiasmo científico y de una vocación definida por la filosofía. A través de
carrera Junín con la playa, ete., ete. su larga vida (nacido en 1912), Vallejo Arbeláez no ha discontinuado el culti-
vo de la filosofía y la producción filosófica como lo acreditan sus libros de
En la ciudad de Medellín repercutían los hechos nacionales e internacionales madurez sobre el tiempo y la eternidad y las fronteras de la libertad. Tras de
de interés general. En 1930 se produjo el cambio de régimen político en la este empresario y hombre público, pulcro y eficiente está a media luz el filó-
orientación y administración del Estado. Hubo en consecuencia cambios sensi- sofo serio, laborioso y fecundo.
bles en la legislación, como la Ley 28 de 1932 que reconocía la plena capacidad
civil de la mujer; la Ley 200 de 1936, que fue sin duda un principio de reforma El interés profesional de Abel era el estudio de la filosofía, pero por falta de
urbana; la reforma constitucional de 1936, que transformó el Título Tercero de una institución donde cursarla, se matriculó en la Escuela de Derecho de la Uni-
la Parte Dogmática de la Constitución de 1886, y la Ley 95 del mismo año que versidad de Antioquia, durante los años lectivos de 1934, 1935 Y 1936. En este
adoptó como Código Penal el proyecto preparado por la Comisión inspirada en último año interrumpió sus estudios para cooperar con un grupo de profesores y
los principios del positivismo penal italiano. Y la educación media y superior no estudiantes inconformes de aquél claustro, que se retiró y fundó la Universidad
fue ajena a los ímpetus innovadores. Católica Bolivariana. Abel fue uno de los protagonistas de ese fecundo movi-
miento universitario y, según algunos de sus compañeros, fue él quien sugirió el
Repercutieron también en Medellín los grandes eventos internacionales: la re- nombre que tomó la novel universidad. Sobresaliente papel desempeñó también,
volución de octubre de 1917, la marcha sobre Roma de Musolini en 1922, el con el mismo propósito fundacional, Cayetano Betancur.
ascenso de Hitler al poder el 20 de enero de 1933, la guerra civil española de
1936 y el comienzo de la Segunda Guerra Mundial en 1939. Es típico el caso de En 1936 la.revista Estudios de Derecho, fundada por profesores y estudiantes
María Cano, la agitadora comunista que conmovió a la ciudad con sus declara- de la Escuela de Derecho de la Universidad de Antioquia, en 1912, interrumpió
ciones y manifestaciones en pro de la revolución proletaria, donde prácticamente su publicación y no la reanudaría hasta 1939 para continuar sin solución de
no había aún proletariado. continuidad hasta el presente. 1939 es también el año de la iniciación de la
Revista Universidad de Antioquia, donde han publicado ensayos de interés per-
A Medellín, capital del departamento de Antioquia y ya entonces centro co- manente Abel Naranjo Villegas, Cayetano Betancur y Luis Eduardo Nieto Arte-
mercial, industrial y cultural de importancia, afluían gentes de otros lugares de la ta, jusfilósofos, y muchísismos escritores nacionales y extranjeros.

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1936 es año memorable. En ese año recibió don Tomás Carrasquilla, quien a de tapia y la construcción de edificios de cemento y hormigón. Las vías férreas
la sazón residía en Medellín, el Premio Nacional de Literatura en Santafé de eran las mismas: de la Pintada en el sur y de Puerto Berrío en el Magdalena
Bogotá de manos de Alberto Lleras Camargo, Ministro de Gobierno del Presi- Medio. Los tranvías recorrían las mismas rutas. El progreso material, empero,
dente López Pumarejo. De vuelta de Italia residía en Medellín Pedro Nel Gó- era evidente. También el cultural. Notables personalidades de fama mundial visi-
mez, restaurador del mural clásico y, por tanto, del desnudo en las artes plásti- taron la Universidad de Antioquia y hablaron en su Paraninfo: Paul Rivet, André
cas, pero no del desnudo de Grecia ni del Renacimiento, sino del desnudo del Maurois. Pablo Neruda recitó en el viejo Teatro Bolívar. Le conocí y escuché.
trópico, como se puede admirar en sus madonas, en sus mineros y barequeras. León Felipe no pudo recitar en El Paraninfo, como era su deseo. Hubo temor de
De vuelta de Egipto y Alemania residía en Medellín Fernando Estrada, optóme- su ataque al generalísimo Franco. Le conocí y escuché en otro recinto, casi pri-
tra, egiptólogo y germanista, que embelleció la ciudad con el Palacio Egipcio y vado. Estaba fresco el recuerdo de Porfirio Barba Jacob. León de Greiff, poeta
deleitó a sus contertulios con el conocimiento de Federico Nietzsche. Y en el inmenso y estilista de la lengua, publicaba fuera de Medellín, donde nació y
vecino municipio de Envigado, cuna de grandes hombres de la patria, residía vivió, su Antología poética (1942). Edgar Poe Restrepo, una promesa de la poe-
Fernando González, el filósofo de Otraparte, escritor polémico y autor de bio- sía, moría trágicamente en plena juventud; asomándose apenas a la vida y a la
grafías sumamente discutidas. Y fuera de su Antioquia natal y de Medellín, a gloria (1919-1942). Carlos Castro Saavedra salía a la palestra con Fusiles y luce-
donde retornó para pasar los últimos días de su ilustre existencia, publicó L. E. ros. Jorge Montoya Toro daba rienda suelta a su lirismo.
López de Mesa en 1934 De cómo se ha formado la nacionalidad colombiana y
El mercado de libros abría sus puertas en varias librerías de calidad: La Plu-
en 1939 la Disertación sociológica, que le situó entre los grandes ensayistas y
ma de Oro, la Librería Marín, la Librería Voluntad y la Librería Siglo :XX. En
sociólogos de Iberoamérica.
esta última conocí a Naranjo Villegas. Él era su propietario y a la vez contertulio
"En los años treinta, dice Cayetano Betancur, surgieron unos cuantos colom- con sus clientes y amigos. Ya tenía fama de escritor, profesor universitario, ora-
bianos con notorio interés por la filosofía y el filosofar.,,6 dor, filósofo y conversador. En 1943 se graduó de abogado en la Universidad
Católica Bolivariana con la tesis Filosofía del derecho. Antes de emigrar a Bo-
El Notorio interés ... era respuesta de unos cuantos colombianos al estímulo gotá, Cayetano Betancur, coetáneo de Abel, se había graduado de abogado tam-
procedente del exterior, principalmente de España. Antes de la guerra civil espa- bién en la Universidad de Antioquia con la tesis Ensayo de una filosofía del
ñola, don José Ortega y Gasset era ya la cifra más alta de la filosofía en los derecho (1936), y como profesor fundador de la Universidad Católica Bolivaria-
pueblos de habla castellana y era a la vez el gran propulsor del pensamiento na regentó la cátedra de la misma disciplina filosófica. Supongo que Abel fue su
científico a través de la Revista de Occidente y de la Biblioteca de ideas del discípulo y colega. En el lapso de siete años se escribieron en Medellín dos
Siglo XX. "La influencia de Ortega y Gasset en nuestro medio, escriben Germán textos de filosofía del derecho, lo que nos permite medir el pulso intelectual de
Marroquín y sus colaboradores, desde la década de los años treinta brindó a entonces.
nuestros inquietos intelectuales la apertura al pensamiento alemán".? Un año
El Ensayo de una filosofía del derecho de Cayetano y la Filosofía del derecho
después de la muerte de Ortega y Gasset -1955-, tres profesores universita-
de Abel, no son hechos insólitos en el mundo jurídico. Rodolfo Stammler y
rios y filósofos -Abel Naranjo Villegas, Cayetano Betancur y Alfredo Tren-
Giorgio del Vecchio son considerados con justicia como los renovadores de la
dall- publicaron el libro: Ortega y Gasset en Colombia, seguido de una antolo-
filosofía del derecho: el primero en el ámbito cultural germano y el segundo en
gía de textos.
el latino. La tercera edición del Manual de filosofía del derecho de Stammler es
de 1928; y la primera edición de las Lecciones de filosofía del derecho de G. del
LA CIRCUNSTANCIA GENERACIONAL
Vecchio es de 1930. Y en otras latitudes de nuestra América se escribía y publi-
caba filosofía del derecho con el mismo fervor de los dos jus-filósofos colom-
Mi segunda incursión en Medellín tuvo lugar en marzo de 1943. La moderni-
bianos. La primera edición de Vida humana, sociedad y derecho de Luis Reca-
zación de la ciudad estaba iniciándose con la demolición del las viejas casonas
séns Siches data de 1940; los Fundamentos del derecho de Miguel Reale, cuyo
capítulo VID contiene in nuce la teoría tridimensional específica y concreta del
6 Betancur. Cayetano. Filósofos y filosofías. Ediciones de la Revista Ximenes de Quesada. p. 7. derecho se editaron en 1940; y la Teoría egolágica del derecho y el concepto
juridico de la libertad de Carlos Cossio es de 1944. Y no se olvide que en 1934
7 Lafilosofía del derecho en Colombia. USTA. Bogotá. 1985. p. 89.

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la generación modernista, así llamada por él mismo. Y escribe a principios de la
publicó Hans Kelsen la Teoría pura del derecho, que divide en dos el pensa-
miento jurídico contemporáneo. década de los cuarenta:

Pero volvamos al Paraninfo de la Universidad de Antioquia, donde en nombre Desde 1950 Y sospecho hasta 1980, prevalece y prevalecerá la generación so-
cialiradora, consciente o inconscientemente, como actitud profunda de todos
del Alma Máter se entregaba el título de Doctor Honoris Causa a dos eminen-
los estratos sociales, cuya vigencia social es el antiburguesismo. Su estilo de
cias y lumbreras de la cultura colombiana: Luis E. López de Mesa y Baldomero
vida es el reformismo social, la secularización filosófica, la densidad intelectual
Sanín Cano. Don Baldomero, casi nonagenario, recibió el título con las palabras: y reacción contra la retórica. El problema nacional que encaran es el antibur-
A todo he llegado tarde! He participado, como mero espectador, en estos actos guesismo. Su estilo vital es el reformismo social, la secularización filosófica, la
emocionantes y sublimes. densidad intelectual y reacción contra la retórica. El problema nacional que
encaran es el desequilibrio económico, la agitación de las masas, la desintegra-
En 1943 la Universidad creo el Instituto de Filología y Literatura con los ción de partidos, la planificación administrativa, la educación popular. Su senti-
departamentos de lenguas clásicas: hebreo, griego y latín; de lenguas modernas: do es la existencia.
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inglés, francés, italiano, ruso y castellano de Andrés Bello; y de filosofía y cien-


cias sociales. El rector de la Universidad era Hernán Posada, médico cirujano y No tuvo tiempo de avizorar lo que será la generación de 1980 a 2110.
humanista, y el director del Instituto, Julio César García, exalumno del Colegio
del Rosario de Santafé de Bogotá, historiador y humanista también. Recuerdo la Sin ignorar ni mucho menos pasar indiferente frente a la realidad natural o
nómina de profesores nacionales: Antonio Panesso Robledo, Pbro. Marco Tulio cósmica, hizo de la realidad humana, social e histórica, la realidad por excelen-
Zuluaga, Graciliano Arcila Vélez, Miguel Roberto Téllez, Alfonso Mora Naran- cia de su observación, de su diagnosis y predicción. Sus libros: Filosofía del
jo, Lucrecio Jaramillo Vélez, Joaquín Pérez Villa, Ricardo Uribe Escobar, Darío derecho, Sociología y Morfología de la nación colombiana; y las varias decenas
Mazo, los hermanos Cecilia y Jaime Quijano; hijos del escritor Quijano Manti- de ensayos publicados en revistas nacionales y extranjeras, persiguen como obje-
lla; y la nómina de profesores extranjeros: Jan de Grott, holandés, Paul Morgant, tivo arrojar luz sobre el conocimiento, el comportamiento y destino humanos. En
francés, luan de Garganta, catalán, Clarence Finlayson, chileno de origen irlan- este aspecto fundamental era orteguiano. Para Ortega y Gasset la realidad era la
dés y varios profesores de los recién fundados Instituto Colombo Británico e realidad histórica. Con su múltiple actividad de profesional del derecho y de
Instituto Colombo Americano. educador, de pensador y escritor, de político y diplomático, enriqueció justamen-
te esa realidad histórica.
En esta atmósfera universitaria de la ciudad vivía Naranjo Villegas. y pensa-
ba y escribía. En el número 53 de la Revista Universidad de Antioquia publicó CONCLUSIÓN
El método de generaciones en la historia colombiana, que lo estimo como el
prospecto de su Morfología de la nación colombiana, volumen XXII de la Gran La vida y el pensamiento de Abel Naranjo Villegas son paradigmas dignos de
Historia de Colombia. Es un trabajo de neta inspiración orteguiana. En oposición imitarse por la juventud que se prepara ahora para dar respuesta a los retos que
al positivismo, considera la historia como ciencia del espíritu y no de la natura- le depara el comienzo del tercer milenio, cuya puerta de entrada tenemos a la
leza. Con el concepto de generación se propone esclarecer un poco la intrincada vista: el reto de la ecología, el de la organización social internacional, el de la
y enmarañada historia de Colombia. Según su hipótesis generacional, Colombia justicia social no resuelto todavía y el de la realización de los derechos funda-
nace biológicamente en el año 1760, socialmente en 1790 y políticamente en mentales, siendo el primero el de la dignidad de cada hombre.
1819. ¿A qué generación pertenece Naranjo Villegas nacido en 191O? La gene-
ración de 1930 a 1950 impone vigencias sociales de inconformismo. "Su estilo
vital es una bohemia rebelde, el preciosismo literario. La erudición. Su tema o
problema nacional es el reajuste de las clases sociales en erupción. Su sentido de
la vida, el vivencial. ,,8 En 1950 está Abel en la mitad de su vida y participa de

8 Naranjo Villegas, Abel. El método de las generaciones en la historia de Colombia. Revista Universi-
9 Ibíd. p. 36.
dad de Antioquia. Medellín. No. 56. p. 27.

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