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Juan Cabrera Angarita

Reseña Crítica sobre “Por qué la Revolución no será Tuiteada” de


Malcolm Gladwell

Malcolm Gladwell es un sociólogo, autor y periodista canadiense que tiene como


especialidad las relaciones sociales y cómo estas se manifiestan en diferentes espacios
tales como las protestas, la educación y las jerarquías en la sociedad, entre muchos
otros más. Toca un tema en particular muy curioso que es el éxito de cada persona y
como esto es dictaminado y muchas veces mal valorado y despreciado por los
estándares ya impuestos por el sistema. En los últimos años se ha involucrado de
manera casi que necesaria con el tema de las redes sociales y cómo estas afectan a la
sociedad y las interconexiones dentro de ella. De este último tema sale el texto “Por
qué la Revolución no será Tuiteada” el cual reúne los temas de las protestas y las redes
sociales, haciendo una síntesis entre cómo las protestas funcionaban antes de que el
internet existiera y cómo ahora, con la cotidianidad en la que se convive con las redes,
estas se afectan y cambian de una manera algo drástica y negativa.

De manera más detallada y profunda, para dar un contexto para esta reseña, el texto de
Malcolm Gladwell trata el tema de las propuestas llendo por dos direcciones: las
protestas generadas por las redes sociales y las protestas ”naturales”. Se introduce
hablando de una manifestación que ocurrió en los años sesenta por cuenta de un suceso
racista en Greensboro en el que en un restaurante de una universidad, no le permitían
sentarse en la barra de comidas a las personas negras y de manera muy valiente y en
tono de protesta y rebeldía, unos jóvenes negros , junto a algunos pocos otros blancos
universitarios , se sentaron en la barra mientras todos los demás se quedaron atónitos
frente a lo que veían ante sus ojos. Los dueños del restaurante echaron a todos los
jóvenes y les dijeron que no les iban a permitir volver a entrar jamás. Después de ese
día, por cuenta de la gran comunicación y fuerza de la palabra, se empezó a correr este
suceso por los oídos de las personas y sobre todo jóvenes y estudiantes universitarios
en varios lugares de Estados Unidos. Todo daba a parecer que ya las nuevas mentes
estaban cansadas de comportamientos humanos discriminatorios tan absurdos como el
racismo y empezaron a movilizarse en protestas muy grandes con una idea muy clara y
cohesiva de ir en contra de ello y abrirle la puerta de una libertad fresca a los negros.
Haciendo un contraste con la protesta anteriormente mencionada y como esta se dio a
cabo, el autor procede a hablar de protestas generadas por medio de las redes sociales y
como estas no tienen una causa clara que lleve a una cohesión fuerte. Cuenta que antes
las personas tenían causas concisas, cohesivas y muy ligadas a lo personal. De ahí se
generaba un compromiso muy grande con las protestas y cómo estas de manera
incondicional, tenían que generar un gran impacto y hasta que se efectuara el cambio
que estas pedían, no parar de protestar y contar las inconformidades frente a lo que se
protestaba. El autor muestra claramente la gran diferencia de las protestas cibernéticas
y las orgánicas, en las cuales se puede ver un tipo de involución más allá del supuesto
avance que ha habido. Aunque no lo parezca, las redes sociales generan una cohesión
muy fuerte ante casi cualquier causa sin tener algo en común o siquiera con que se está
tratando. Esto hace que el autor afirme al final que las protestas generadas por las
redes sociales son una clara evolución de las protestas “naturales” al generar más
cambios y mover más gente alrededor del mundo.

Malcolm Gladwell en la mayoría de su texto muestra una posición firme en cuanto a


cómo las protestas generadas por medio de las redes sociales son muy diferentes a las
protestas normales y como las primer mencionadas pueden ser consideradas como una
involución frente a las protestas generadas sin la ayuda de internet. Muestra una idea
muy clara y concreta sobre cómo las protestas de las redes sociales les falta una
organización clara, una causa concisa, cohesiva y ligada a los personal y además como
les falta valentía y verdadera acción y fuerza humana, por lo que no llegan a lograr
mucho impacto y si acaso generan algún que otro cambio muy mínimo. De cierta
manera en la conclusión de su texto, se contradice y termina exponiendo que las
protestas cibernéticas son una evolución, cuando realmente son claramente más lo
contrario.

Las redes sociales en su mayoría, solo motivan a un cambio pero no son realmente
claras frente a las causas de las protestas que aspiran generar. Esas causas generadas
por medio de esa herramienta, que en algunos casos funcionan como tal y en otros no,
para generar protestas, son normalmente muy vacías y no tienen prácticamente algo
ligado a las personas y sus motivaciones. Esto genera que la gente no tenga una
cohesión entre si y no haya una fuerza humana que aliente y tienda a generar un
impacto llegando si es posible a un cambio. Gracias a lo anteriormente mencionado, la
gente no tiene claridad y una fuerte convicción que los lleve a luchar para llegar a
generar un cambio por un objetivo conciso. Si el asunto de la protesta llega a salir
hasta unas movilizaciones sociales, el objetivo de ellas será prácticamente nulo y muy
débil y la falta de fuerza por la ausencia de lazos personales y cohesivos generarán algo
que no tiene grito ni mucho menos un eco para el cambio.

En diferentes países, las protestas, que en su mayoría son generadas actualmente por
las redes sociales y en diversas plataformas, no generan el impacto esperado y son
bastante inconsistentes y débiles. Las protestas más recientes de los últimos años, han
sido impulsadas fuertemente por medio del uso de internet y las influencias que se
mueven por medio de el. Se ha vuelto muy notorio que la gran mayoría de ellas no
generan un cambio sustancial y llegan a pasar prácticamente desapercibidas en la
mayoría de los casos. Un ejemplo de ello es en Colombia y como los paros nacionales,
que en su mayoría fueron generados por medio de las redes sociales y todas las
propagandas, si así se pueden llamar, no llegaron a prácticamente nada de lo exigido
por las protestas y sus causa tales como la atención frente a los asesinatos de líderes
sociales, subir el salario mínimo, parar o regular el fracking, entre muchas otras
causas. Es muy factible que la gente no tenga muy claro el por que de las
manifestaciones y no tenga lazos personales fuertes involucrados en ellas. Los
colombianos en su gran mayoría se unen a una protesta sin saber muy claramente sus
causas y alo que se quiere llegar y simplemente se unen a ellas más por una
cooperación. Otro ejemplo de esto fue en una protesta generada por las redes sociales
en Irán, la cual tuvo una gran repercusión mundial. En esta protesta, los iraníes iban en
contra del impuesto al combustible impulsado por el gobierno de Hassan Rohani con el
acompañamiento de las redes sociales, las protestas en contra del impuesto parecían
tener algo de fuerza y cohesión por cuenta de los sucesos ocurridos en las calles en los
cuales se veía un número considerable de ciudadanos, pero después con la falta de las
plataformas por cuenta de la sanción de ellas en ese país por cuenta del gobierno,
aparecieron sin algún orden y perdieron toda la envergadura que parecían tener.

Las redes sociales además generan que las personas se escondan detrás de ellas. Cómo
dn la mayoría de las interacciones generadas por las redes sociales, la gente se
envalentona sin tapujos en los comentarios que hacen y las diferentes conversaciones
que se generan a partir de ellos. Allí en muchos casos no se muestra ni mucho menos se
logra ver la realidad de la persona y cómo pensaría, actuaría y hablaría en situaciones
reales. Las personas en las redes se agreden y se dicen cosas que en muchos casos
afectan la integridad de las personas y no hay ninguna consecuencia. Por querer darse
a notar o poder entrar dentro de algún círculo social, muchas veces las personas se
esconden detrás de sus comentarios y cuando salen a la luz pública no logran expresar
eso y cómo con las protestas en las redes sociales, no logran hacer mucho.
Las protestas generadas por las redes sociales escasean de una organización clara, que
no permite que la idea y la fuerza que la mueva, genere un cambio. A diferencia de
como dice el autor, que hubo una evolución a partir de las protestas sin el soporte de la
herramienta del internet, ahí se puede ver una contradicción mostrada por medio de los
argumentos anteriores. Anteriormente las protestas tenian un orden muy específico
mediante el cual se generaba una idea muy clara y un liderazgo de alguien que le
llevara al lugar al que querían llevarla, que también generaba que hubiera una gran
cohesión ciudadana por medio de las lazos personales fuertemente ligados a las causas
de las protestas. Todo esto partiendo de una idea muy clara, concisa suficientemente
convincente para luchar por ella y sobre todo que se supiera por lo que se iba a luchar.
Las protestas actuales son un simple disfraz para las verdaderas protestas y peticiones
humanas de ellas, generadoras de un gran impacto y un posible cambio. El cambio
generado por ellas está en no esconderse detrás de una plataforma cibernética que no
lleve a nada, todo simplemente está en la esencia humana de expresar con ideas y por
supuesto con palabras lo que se piensa y se siente con una organización, lógica, fuerza,
clara y concisa que promueva un verdadero cambio. Que viva la revolución sin twitter !

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