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Resumen Cátedra A - Fernandez PDF
Resumen Cátedra A - Fernandez PDF
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Resumen libro 1 HCA
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La incorporación de los territorios americanos a la Corona de Castilla generó la pronta
necesidad de organizar los aparatos político-administrativos y económicos; organizar
los instrumentos para efectivizar el ejercicio del poder colonial en los territorios
descubiertos.
Sobre estas bases se crearon 2 organismos de gobierno que contemplaban las
nuevas condiciones creadas por el descubrimiento, pero antes es necesario estudiar
la institución máxima de gobierno instalada en la península: la Monarquía.
La Monarquía
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Virreinato de Río de la Plata 1776), administrativo (Real Ordenanza de Intendentes
de Ejército y Hacienda – 1782) y económico (Reglamento de Libre Comercio- 1778;
instalación de la Aduana en Bs.As-1778; y creación del Consulado de Bs.As – 1794).
La casa de contratación
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Funciones legislativas: todo lo relativo a la legislación indiana pasaba por el
Consejo, ya que proponía al rey las leyes, ordenanzas, etc, relativas a América, pero
quien legislaba era el monarca.
Funciones administrativas: eran variadas, pero con el correr del tiempo se fueron
especializando. Proponía al rey los funcionarios para América y entendía en todo lo
referente a las cuestiones de jurisdicción en Indias, se ocupaba de la fijación de límites
geográficos de los virreinatos, y dentro de éstos de los límites entre las provincias
mayores y menores, etc.
Funciones eclesiásticas: las disposiciones que emanaban del Papado eran pasadas
en consulta al Consejo; aconsejaba y asesoraba al monarca en todas las cuestiones
emergentes del ejercicio del patronato.
Funciones relativas a los primitivos habitantes del Nuevo Mundo: en el seno del
Consejo se debatieron todas las cuestiones relativas a los primitivos habitantes de
América, su sometimiento, su evangelización y el origen y justificación de los
“derechos” españoles a expropiar de sus tierras a los indios.
Las funciones del Consejo de Indias fueron notablemente mermadas a raíz de las
reformas borbónicas. La existencia del Consejo se prolongó hasta 1812, en que fue
suprimido por la Corte de Cádiz.
El sistema de organización del poder colonial implantado por España en las Indias
respondía a la necesidad de la metrópoli de garantizar la extracción de las riquezas
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americanas en beneficio propio y paralelamente, mantener el control sobre la sociedad
asentada en el Nuevo Mundo.
Es factible distinguir 3 etapas fundamentales: la de la conquista y ocupación (se
identifica con la institución del Adelantamiento); la época de los Gobernadores (que
toma cuerpo con la primera organización político-administrativa dada a estos territorios
luego de estabilizada su ocupación) y la tercera que se construye a partir del
virreinato del Río de la Plata.
Deben ser consideradas también, la institución del Cabildo, la legislación de Indias, el
Real Patronato y la organización de la Justicia.
Los Adelantados
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Hasta el último tercio del siglo XVIII el actual territorio argentino estuvo bajo el mando
de gobernadores administrativos.
La primera organización político-administrativa que existió en la actual Argentina
estuvo compuesta por 2 provincias menores (la del Río de la Plata y la del Tucumán) y
un corregimiento (Cuyo). Estas formaban parte y dependían del Virreinato del Perú,
con sede en la ciudad de Lima.
La provincia del Río de la Plata emerge como consecuencia de la empresa acometida
por don Pedro de Mendoza. Dada la enorme extensión de esta provincia, en 1617 fue
dividida creándose 2 nuevas: la de Guayrá (más tarde Paraguay) y la nueva del Río
de la Plata, estando la sede de sus autoridades en Asunsión y en Bs.As,
respectivamente. La ciudad de Bs.As fue fundada con el fin de resguardar el flanco
atlántico del virreinato peruano.
La provincia del Tucumán fue creada en 1563.
El corregimiento de Cuyo fue creado en 1574.
Esta primera organización político-administrativa estuvo vigente hasta la creación de
las intendencias durante la etapa borbónica.
Cuando los gobernadores eran nombrados, se les expedían instrucciones en las que
se les hacia presente las particularidades del territorio que iban a administrar, que las
riquezas que hallaren pertenecían a la Corona, las que debían cuidar, y que debían
velar por la armonía entre los españoles y los indios (respetando a estos últimos).
Los gobernadores del Río de la Plata y del Tucumán estaban sometidos a la autoridad
del virrey de Lima. Los corregidores de Cuyo eran designados por los presidentes de
la Real Audiencia de la provincia mayor de Chile. Los gobernadores y corregidores
tenían su residencia en las ciudades principales de sus jurisdicciones.
Al título de gobernador que implicaba el mando político y judicial sobre el territorio,
se unía el de capitán general (mando militar). Hasta la sanción de las leyes de Indias
(1680), tenían facultades legislativas. Siempre estuvieron excluidos del manejo de los
fondos de la Real Hacienda.
A lo largo del siglo XVI, los gobernadores eran designados por tiempo indeterminado,
pero a partir del siglo XVII se designaba por 5 años a los que arribaban de España y
por 3 años a los ya radicados en América.
Entre las diversas facultades de los gobernadores, estaba la de nombrar ciertos
funcionarios; entre ellos merece destacarse:
Los cabildos
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simbólico: el conquistador arranca un puñado de hierba, da con su espada 3 golpes al
suelo, y finalmente reta a duelo a quien se oponga al acto de fundación.
A los primeros pobladores se les aseguraba en el Río de la Plata en el momento de la
fundación de la ciudad un solar de tierra en el ejido urbano, un lote para chacra y otro
mayor para la ganadería. Estas ciudades (que inicialmente tenían las características
de un “fuerte”) tenían una base humana y otra jurídica. La primera consistía en la
reunión de pobladores. La segunda era el cabildo (de ahí que son ciudad-cabildo).
Era obligación del adelantado fundar ciudades, y un paralelo privilegio el de designar a
los primeros integrantes del cabildo. En lo sucesivo y anualmente, los integrantes del
cabildo procedían a designar a sus sucesores. En la ciudad de Bs.As y en la de Santa
Fe, la renovación se realizaba el 1º de enero de cada año.
Los Cabildos tenían el privilegio de poder comunicarse directamente con la Corona a
fin de hacer peticiones y realizar presentaciones. No todos los habitantes de la ciudad
podían ser miembros integrantes del cabildo; para ello se debía gozar de la calidad de
“vecino”. Para tener la categoría de vecino se requerían 2 condiciones básicas:
- poseer solar de tierra.
- haber formado una familia.
Se requerían 2 condiciones de índole formal:
- la radicación permanente.
- estar inscripto en el registro o padrón de la ciudad en el que figuraban los
contribuyentes.
Ha existido una evidente confusión entre los cabildos abiertos y los llamados
congresos generales que como el realizado el 22 de Mayo de 1810 iniciaron el camino
de la emancipación e independencia de nuestro país; los cabildos abiertos de los
siglos XVI y XVII nunca pusieron en juicio la autoridad de los funcionarios
representantes de la Corona.
El cabildo se integraba con 3 categorías de funcionarios:
a) Dos alcaldes.
b) Los regidores (al principio designados por los cabildantes salientes, pero luego
se convirtieron en cargos vendibles a partir del siglo XVII).
c) Existían una serie de funcionarios especiales que participaban del cabildo,
pero que eran nombrados por el rey o el gobernador (a partir del siglo XVII
estos cargos se comenzaron a vender).
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que actuaban en cuestiones civiles de poca monta. Otros funcionarios del cabildo eran
el defensor de pobres y ausentes o el defensor de menores.
Las funciones de administración de la ciudad eran ejercidas por los regidores. El
cabildo cumplía las mismas funciones que hoy cumplen las municipalidades.
El cabildo tenía recursos para financiar sus actividades. Las finanzas capitulares se
integraban con los recursos denominados “propios” y “arbitrios”.
Los llamados “propios” comprendían los derivados del patrimonio mismo de la
ciudad (Ej: venta o locación de tierras comunales).
Los llamados “arbitrios” provenían del producido de ciertos gravámenes de carácter
impositivo que el cabildo estaba facultado para establecer (Ej: tasa de pesas y
medidas).
Las funciones de administración de la ciudad no se limitaban exclusivamente al ejido
urbano, la jurisdicción de cada ciudad-cabildo se extendía precisamente hasta donde
llegaba la jurisdicción de la ciudad-cabildo más próxima.
Entre los funcionarios especiales que integraban la institución capitular, y que debían
su nombramiento al rey o gobernador, merecen destacarse:
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a) Era necesaria la autorización del poder político para que pudiera ser
convocado (Ej: gobernador).
b) Los cabildantes estaban autorizados para cursar las invitaciones a los vecinos.
c) Los propios miembros del cabildo lo presidían.
La legislación de Indias
El hecho de que las indias fueran incorporadas a la Corona de Castilla explica que el
derecho castellano fuese el que se proyectase desde España sobre estas comarcas
del Nuevo Mundo.
No siempre el derecho castellano era aplicable a ese nuevo nudo de relaciones de tipo
social, lo que dio lugar a una proliferación y acumulación de normas jurídicas que en
innumerables casos se contradecían entre sí.
El primer intento ordenatorio, en este caso de las leyes castellanas, se llevó a cabo en
tiempos de Felipe II (1567), que no produjo los efectos esperados. Por ello se procedió
a seleccionar y ordenar un grupo de leyes que pudiesen ser sancionadas oficialmente
como las únicas vigentes, así, en 1680 (bajo el reinado de Carlos II) se sancionó la
Recopilación de las Leyes de Indias. En la época de Carlos III se efectuó un nuevo
ordenamiento, conocido como Novísima Recopilación, que sancionada por Carlos IV
(1805) no llegó a regir en nuestro país.
El Derecho de Indias, reunió una serie de características:
- es casuístico.
- con tendencia a asimilar y uniformar.
- con gran minuciosidad reglamentaria.
- imbuida de un hondo sentimiento religioso y espiritual.
No se trata de un código. Está dividida en 9 libros, los que a su vez se dividen en 218
títulos. Contiene un total de 6380 leyes.
El Libro I trata de todo lo relativo a las relaciones entre el Estado y la Iglesia (Real
Patronato).
El Libro II está referido al funcionamiento del Consejo de Indias, de la Reales
Audiencias, etc.
El Libro III contempla los títulos de la Corona castellana sobre las Indias.
El Libro IV trata del régimen de las ciudades, comercio, etc.
El Libro V se ocupa de los límites geográficos de los virreinatos, gobernaciones, etc.
El Libro VI legisla sobre los aborígenes de América.
El Libro VII contempla las normas del derecho penal.
El Libro VIII trata del régimen de la Real Hacienda.
El Libro IX está dedicado a la Casa de Contratación.
El Real Patronato
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El Título VI del Libro I de la Recopilación de Leyes de Indias, trata sobre el Real
Patronato, derecho de la Corona “que no puede salir de ella en todo o en parte y por
gracia, merced, privilegio o cualquier otra disposición”
El Real Patronato es una institución de carácter religioso, regulada por el derecho
canónico y el derecho público, comprende las relaciones entre el Estado y la
Iglesia Católica.
Por esta institución, la Corona de Castilla tenía la prerrogativa de presentar a la Santa
Sede los candidatos para ocupar las altas dignidades eclesiásticas en América, así
como cobrar el “diezmo” (impuesto religioso), con la correlativa obligación de levantar
iglesias y contribuir a su sostenimiento económico.
En su carácter de “Patrono”, el rey estaba facultado para admitir nuevas órdenes
religiosas en América e inclusive, intervenir directamente en su organización, concedía
o negaba el pase de las Bulas, Breves y Rescriptos emanados de Roma.
A partir de los hechos de Mayo de 1810 el ejercicio del derecho de Patronato pasó a
los sucesivos gobiernos patrios.
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La Audiencia de Indias tenía importantes funciones de carácter gubernativo. El
presidente y los oidores, fiscalizaban las altas funciones de gobierno, incluidas las del
virrey, mediante los Acuerdos Reales. Las resoluciones tomadas en estos “Acuerdos
Reales”, tenían un carácter que podría calificarse de obligatorio desde que el virrey, en
cuestiones de importancia y trascendencia se preocupaba generalmente en consultar
la opinión de la Audiencia antes de resolver. En caso de impedimento, muerte o
destitución del virrey, la Real Audiencia lo reemplazaba en forma interina.
Los oidores (designados por el rey) no tenían una limitación temporal, eran
“inamovibles”, sólo la voluntad del monarca podía destituir a los oidores en cualquier
momento.
Los integrantes de la Audiencia se encontraban sometidos a un estricto contralor de
su vida pública y privada, a fin de lograr la mayor imparcialidad posible en el ejercicio
de su gestión.
La economía colonial
El actual territorio nacional, durante los siglos XVI, XVII y XVIII, fue uno de los menos
desarrollados del Imperio de España en América. Esto se explica por la carencia de
grandes centros mineros como en los casos de México y Perú o de una producción
destinada a la exportación. Desde el punto de vista económico, el actual territorio
argentino estaba fuera de los circuitos de gran producción y comercio de la época.
Desde la época colonial, se pueden advertir 2 grandes agrupamientos regionales y
económicos en el país: el Interior (dividido en Centro-Norte y Cuyo) y el Litoral.
El Centro-Norte se corresponde a la gobernación del Tucumán, fue la región de
mayor importancia durante la época colonial, por estar vinculada al gran centro
minero del Potosí, localizado en la actual Bolivia.
Toda producción del Centro-Norte, consistente en alimentos, ganado a pie, así como
artículos artesanales, estaba dirigida directamente y giraba en torno al consumo de las
minas altoperuanas.
Cuyo, producía vinos, alcoholes, etc; colocaba su producción en el Litoral y en el
Tucumán.
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El Litoral, que abarcaba el territorio de la gobernación del Río de la Plata, fue la región
más atrasada y menos poblada de la época colonial; las tribus del Litoral no conocían
la agricultura, eran nómades.
El período se caracteriza por la existencia de economías regionales autosuficientes.
La sociedad colonial
En esta sociedad de castas, los únicos que gozaban de la plenitud de los derechos y
privilegios eran los blancos, españoles europeos o españoles americanos (criollos),
los que constituían la elite social.
En cuanto a la sociedad asentada en el territorio de la actual Argentina se ha señalado
que no había en el Río de la Plata aristocracia de sangre ni títulos nobiliarios (salvo
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excepciones), no existía una verdadera aristocracia, debido a la falta de riquezas de
sus pobladores.
La elite rioplatense se conformó sobre la base de la explotación rudimentaria del
ganado y las ganancias obtenidas por el tráfico comercial; la elite del Tucumán y
Cuyo, se erigieron sobre la propiedad de la tierra y la masiva explotación de la mano
de obra indígena.
La primer relación que se dio entre los peninsulares y los americanos fue del tipo
esclavista. Los conquistadores debían leer a los indios el llamado “Requerimiento”,
una especie de formulación jurídica que daba fundamento a los derechos españoles a
la conquista; según dicha formula, se afirmaba que San Pedro podía ubicar su trono
en cualquier parte del mundo y gobernar a todas sus gentes (cristianas o no) y de
hacer mención de la Bula de Donación del Papa Alejandro, los indios tenían un breve
espacio de tiempo para reconocer a sus nuevos gobernantes, bajo la amenaza de
llevar la guerra contra ellos.
Estabilizada la expropiación de las tierras americanas por parte de España, y luego de
la decisión de que los habitantes de América eran seres humanos puesto que
tenían alma, la relación entre conquistador y conquistados cambió sustancialmente;
por una Real Cédula (1530) se prohibió la esclavitud del indio.
La legislación emanada del Consejo Supremo de Indias, consideró al indio como
persona, vasallo libre del rey, que como tal debía pagar tributo a la Corona. Pero
dicha legislación, limitó la capacidad de los primitivos americanos, su situación en el
plano jurídico quedó equiparada a la de un menor de edad, un incapaz necesitado de
tutela legal.
Se creaba una contradicción entre la igualdad proclamada por la ley y la dependencia
impuesta por la vida; no era suficiente vencer y aprisionar a los indios para hacerlos
fieles vasallos del rey; había que convertirlos al cristianismo e incorporarlos totalmente
a la economía y a la sociedad del conquistador.
Existían diversas formas de explotación del indio:
La Mita: se trataba de turnos obligatorios de trabajo que debían cumplir una parte de
los indios tributarios de una región. Existían varios tipos de mita; la mita minera
(Potosí, duraba 10 meses).
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El Yanaconazgo: los yanaconas eran indios nómades que no estaban sujetos a la
autoridad de un “curaca” (cacique inca). Luego de la conquista del Perú fueron
adjudicados a las españoles en calidad de sirvientes o peones. Su situación era
asimilable a la del siervo de la gleba de la etapa medieoval europea, no podían hacer
abandono de las tierras adjudicadas al conquistador (pasando con éstas a los
sucesivos propietarios).
Dentro del sistema de castas, los negros constituyeron el grupo social de más baja
condición. La legislación establecía que les podían aplicar castigos corporales, pero
debían evitarse las contusiones y los derramamientos de sangre, ya que el negro
debía ser comprado y su precio era elevado.
El negro era, desde el punto de vista jurídico, considerado como una “cosa”, ya que
era el objeto del contrato de compraventa, se lo podía permutar, dar en alquiler, etc. El
negro podía ser esclavo o libre; su liberación podía ser otorgada mediante la “carta de
libertad” (dada por su propietario) o podía ser comprada por el mismo negro. En este
caso pasaba a la categoría de “liberto”.
En el Río de la Plata, los negros fueron utilizados en las tareas domésticas y en los
trabajos livianos de las estancias. En el Tucumán pasaron a suplir la mano de obra
indígena en las tareas agrícolas.
Los Virreyes
Junto con la Real Audiencia, el virrey era la más alta autoridad colonial residente en
América.
El virrey era la personificación del monarca en América. El nombramiento de los
virreyes era atribución exclusiva del monarca, un privilegio real; durante la época de
los Austrias eran designados a propuesta del Consejo de Indias, pero la llegada de los
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borbones le restó a este organismo muchas atribuciones, por lo que comenzaron a ser
nombrados con intervención del secretario de Despacho Universal, y al ser
desdoblada la Secretaría por el secretario de Estado y Despacho Universal de Indias.
Al principio no tenía límite de duración, pero a partir del siglo XVII dicho término se fijó
en 3 años.
Todos los funcionarios en América estaban supeditados al virrey. Se les entregaba a
los nuevos virreyes instrucciones de gobierno a que debían ajustarse los
gobernadores, etc. Eran capitanes generales (mando militar).
Presidían en la Audiencia ubicada en la ciudad sede del virreinato, pero no tenían voto
en los Acuerdos Reales salvo que fuesen letrados; la creación del cargo de Regente
(1776) los eximió de esta tarea.
En caso de impedimento, ausencia, muerte, etc, del virrey, la Real Audiencia asumía
interinamente, a través del oidor más antiguo (decano); al crearse el cargo de
Regente era éste el que provisionalmente pasaba a ocupar el cargo.
Estaban sujetos a una serie de restricciones: no podían contratar, no podían casar a
sus hijos sin consentimiento del monarca, etc. Estaban sometidos al juicio de
residencia y de visita.
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Apareció un nuevo funcionario, el Intendente, que suplió a los antiguos gobernadores
de los Austria. En el Río de la Plata se llamó a estas nuevas unidades administrativas
“gobernaciones-intendencias”, y a sus titulares “gobernadores-intendentes”.
Los gobernadores-intendentes tenían su sede de gubernativa en la ciudad principal de
la gobernación intendencia. Las funciones de éstos eran:
Los borbones querían reconquistar económicamente a las propias colonias, para ello
debían recuperar el comercio de las manos extranjeras ejercidos a través del
contrabando.
El Reglamento de Libre Comercio de España e Indias (1778), produjo un acto
revolucionario, por éste, quedaron habilitados 14 puertos españoles y 19 puertos
americanos (entre los cuales se incluían los de Bs.As y Montevideo).
Establecía una serie de limitaciones:
1) Los extranjeros quedaban excluidos del circuito comercial, el que quedaba
reservado a los españoles.
2) El transporte de mercaderías debía realizarse en buques de bandera española.
3) La tripulación de estos buques debía estar compuesta al menos de 2/3 partes
de españoles.
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Con relación al Río de la Plata, se simplificó el sistema arancelario. Fueron eximidos
de derechos de entrada a España productos como las carnes saladas, las astas, el
sebo, y paralelamente, se redujeron los derechos de entrada de los cueros.
En el Río de la Plata, el Reglamento de Libre Comercio fue precedido por el “Auto de
Internación” del virrey Cevallos, quien dictó un auto inmortal declarando el libre
comercio del Río de la Plata con la península y las demás colonias, abriendo los
puertos a las naves mercantes españolas, etc. Este Auto de Libre Internación (1777),
significó la independencia comercial de Bs.As de Lima; ha sido considerado como
el paso previo y necesario a la independencia política de España.
La idea central de la reforma en el aspecto económico no era beneficiar a las colonias,
sino hacerlas producir más riquezas en beneficio de España. Los españoles europeos
continuaron monopolizando el comercio y la navegación transatlántica, mientras que
los americanos fueron oficialmente confinados al comercio colonial.
La apertura del puerto de Bs.As implicó 2 importantes consecuencias: la creación del
Consulado y la instalación de la Aduana y el Resguardo.
El consulado
Los primeros miembros del Consulado fueron designados por el monarca, pero para lo
sucesivo se dispuso que la elección de los integrantes se hiciese anualmente
mediante una denominada “Junta General de Comercio”.
El prior y los 2 cónsules conformaban el Tribunal de Justicia (conocía en los pleitos
entre comerciantes, etc).
La jurisdicción del Consulado se extendía a todo el territorio del virreinato.
La Junta Económica estaba integrada por todos los miembros del organismo, los que
debían reunirse al menos 2 veces al mes. Gracias a sus gestiones se construyó el
primer muelle del puerto de Bs.As, propició el establecimiento de industrias, etc.
El primer secretario del Consulado fue Manuel Belgrano.
La aduana y el resguardo
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En 1797 fue creado el Resguardo, organismo que fue separado de la aduana y cuya
función principal residía en la persecución del contrabando; dependió directamente
de la autoridad del virrey.
Un mundo en transformación
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partir de la victoria de la flota de Isabel I contra la Armada Invencible de Felipe II
(1588).
En la séptima década del siglo XVIII se produjo otro acontecimiento de trascendencia:
la revolución norteamericana. La república federal norteamericana ejerció una
notable influencia en uno de los más importantes protagonistas de la revolución del
Río de la Plata durante la primera década de vida independiente: José Artigas.
No cabe dudas que la Revolución Francesa acarreó profundas transformaciones
políticas, económicas, sociales, culturales, etc, no sólo en Francia, sino que se
expandieron a todo el mundo occidental.
Se dice entonces, que Inglaterra y Francia son los pilares del Estado.
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En estas milicias así organizadas, los jefes eran elegidos por la tropa y los
comandantes por los jefes (de abajo hacia arriba); Cornelio Saavedra fue elegido
comandante del Regimiento de Patricios. Se trataban de milicias populares
(vecinos y no vecinos).
Los graves sucesos que tomaron lugar en España en 1808, salvaron al Río de la Plata
de una nueva invasión británica que se preparaba en Irlanda al mando de Arthur
Wellesley. Los hechos en cuestión van a culminar con el colapso de la monarquía
española y la consecuente ruptura de la unidad imperial.
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Luego del 1805 la Gran Bretaña quedó como la señora de los mares, pero una serie
de victorias militares de Napoleón dejaron a Francia dueña del continente Europeo.
En medio de este empate técnico, separada Inglaterra del continente por el canal de
la Mancha, la invasión a la isla devenía imposible para el emperador de los franceses,
dado que carecía de la fuerza naval necesaria para transportar y proteger sus ejércitos
en el cruce marítimo.
Napoleón procedió a decretar el llamado “Bloqueo Continental” (el cierre de todos
los puertos europeos al comercio británico, lo que afectó tremendamente la economía
inglesa).
Para completar con total efectividad el bloqueo, Francia debía ocupar a Portugal, la
única aliada de Inglaterra en el continente. La España de Carlos IV y Godoy, accedió
en las exigencias de Napoleón de permitir el tránsito de los ejércitos imperiales por el
territorio español para alcanzar a Portugal.
La ocupación de Portugal por parte de los franceses no ofreció mayores dificultades y
la familia real portuguesa (la Casa de Braganza) hizo abandono de Lisboa bajo la
protección de la flota inglesa rumbo a Río de Janeiro, donde procedió a instalarse,
hecho que no debe tomarse a la ligera, puesto que el regente portugués, Don Juan
evitará la deslegitimación del poder de la Corona portuguesa.
Las tropas francesas además de penetrar en el territorio español procedieron a ocupar
plazas estratégicas en el norte del país. El torpe de Carlos IV, advirtiendo demasiado
tarde el juego de Napoleón, decidió huir de Madrid en marzo de 1808 con el objeto de
instalar la Corte en la ciudad de Cádiz. Sin embargo, Carlos IV y la familia real,
incluido Godoy, fueron detenidos en la localidad de Aranjuez a raíz de un motín
popular y militar. Carlos IV fue obligado a abdicar la Corona de España a favor de su
hijo Fernando VII. Carlos IV alegaba que la abdicación le había sido arrancada por la
fuerza (un acto nulo). La querella familiar adquirió características escandalosas y
fueron sus miembros inducidos a llevarla ante Napoleón (arbitro de Europa), para
darle solución. El emperador citó a la familia real española para que se reuniese con él
en la ciudad de Bayona, donde tuvo lugar la famosa “farsa”, donde Fernando devolvió
la Corona a su padre y éste último la cedió a Napoleón, quien tenía reservada la
corona para su hermano José. Aquí debe advertirse el objetivo de Napoleón: su
hermano José alcanzaba el trono ciñendo la corona de España e Indias; esa era la
manera pensada para adueñarse de las colonias americanas, ligadas por el vínculo de
pertenencia a la Corona española.
En los primeros días de mayo de 1808, el pueblo de Madrid se alzó contra los
invasores franceses. En las principales ciudades se formaron “juntas de gobierno”, las
que a poco tiempo confluyeron en una sola: la Junta Central de Gobierno de
España e Indias que instalada primeramente en Aranjuez, se trasladó más tarde
definitivamente a Sevilla
La Junta Central de Sevilla gobernaba en nombre y representación de Fernando, e
Inglaterra se había convertido en la aliada de España en la lucha contra el invasor.
La designación de Santiago de Liniers como virrey interino del Río de la Plata fue uno
de los últimos decretos firmados por Carlos IV.
En medio de la incertidumbre provocada por las noticias de la abdicación de Carlos IV
a la Corona, en el mes de agosto de 1808 llegó a Bs.As un visitante inesperado: el
marqués Sassenay, enviado especial del Emperador de los franceses ante el
virreinato del Río de la Plata.
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Este representante diplomático traía consigo la documentación de los sucesos de
Bayona y consecuentemente, su misión consistía en obtener el reconocimiento y
jura de José I Bonaparte como legítimo monarca de España.
Santiago de Liniers decidió recibir al marqués de Sassenay públicamente (en
presencia de los miembros de la Real Audiencia, del Cabildo, etc), en dicha reunión se
rechazaron las pretensiones francesas, y se expulsó al enviado Sassenay de la
ciudad.
Liniers cometió 2 graves errores: el primero fue el de entrevistarse privadamente
con Sassenay, a quien le hizo conocer sus sentimientos contrarios a los de los oidores
y cabildantes. Su segundo error estuvo dado por un Manifiesto que hizo público el 15
de agosto por el que instaba a esperar el desenlace de la situación creada en la
metrópoli, para de esa manera “obedecer a la autoridad legítima que ocupase la
soberanía” (la posibilidad de aceptar un cambio de dinastía a favor de Bonaparte).
Hasta su reemplazo por Baltazar Hidalgo de Cisneros, el virreinato del Río de la Plata
vivió una serie de convulsiones que contribuyeron a acelerar el proceso de disolución
del orden colonial. Dos acontecimientos demuestran esto:
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La Revolución de Mayo es el producto de la decadencia de la metrópoli, de la crisis
que sufre la monarquía española en 1808 y de los acontecimientos que toman lugar
en el Río de la Plata a partir de las invasiones inglesas.
La lógica del proceso llevó necesariamente a lograr la prescindencia de la metrópoli
que trababa el contacto directo con los mercados de las naciones que avanzaban
aceleradamente hacia el capitalismo industrial y que estaban capacitadas para llenar
necesidades del mercado local.
Los principios volcados en la Declaración de los Derechos del Hombre y del
Ciudadano ayudaron a insertar a la Revolución de Mayo en la matriz común de los
procesos de transformaciones iniciados en el viejo continente.
Hacendados, comerciantes no ligados al monopolio de las casas de comercio
españolas (el componente material) y los intelectuales (el componente teórico)
constituyeron los primeros ingredientes básicos del bloque social que comenzó a dar
los primeros pasos tendientes a lograr las transformaciones que la sociedad
rioplatense de aquel tiempo comenzaba a reclamar.
El gobierno de Cisneros
Baltasar Hidalgo de Cisneros accedía a sus funciones sin más fuerza moral que la
lejana y debilitada influencia del gobierno vacilante de la metrópoli, ni más fuerza
material que el apoyo militar de D´Elío.
Llegaba con precisas instrucciones de la Junta Central de terminar con la Junta de
Montevideo por disolvente; hacer que Liniers se embarcase en forma inmediata
hacia España para ser residenciado; designar a D´Elío como inspector general de
todas las fuerzas militares del virreinato y desmovilizar y desarmar a los cuerpos
militares criollos creados como consecuencia de las invasiones inglesas.
Sin embargo, Cisneros dejó que Liniers eligiese un lugar de residencia fuera de Bs.As
(el cual se traslado a Córdoba), y dejó en suspenso la designación de D´Elío (algo
inaceptable para las milicias criollas). Pero sí, argumentando falta de recursos
financieros, redujo la cantidad de efectivos de los cuerpos militares.
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En los meses de mayo y julio de 1809 tuvieron lugar los gravísimos acontecimientos
de Chuquisaca y La Paz, en el Alto Perú. El primero, una querella entre las
autoridades locales alrededor del reconocimiento de los derechos de la hermana de
Fernando VII, que invocaba ser la regente del reino frente a la vacancia del trono
español, terminó siendo violentamente reprimida por el rey de Perú. El segundo,
mucho más trascendente por sus proyecciones, ya que al deponer al gobernador-
intendente y crear una Junta Tuitiva tuvo tintes independistas, fue sofocado por las
tropas enviadas desde Bs.As por Cisneros.
La situación financiera era angustiante como consecuencia de la falta de tráfico
comercial con la metrópoli (también por la pésima administración de la hacienda
durante el gobierno de Liniers). Por ello se abrió el puerto de Bs.As al tráfico mercantil
con los ingleses. La libertad de comercio se abría paso en el Río de la Plata y se
transformaría en la doctrina oficial de los gobiernos que sucederían a partir del 25 de
mayo de 1810.
El 13 de mayo una fragata inglesa procedente de Gibraltar trajo la evidencia de la
invasión, la toma de Sevilla y Málaga, la caída de la Junta Suprema y la formación
en Cádiz del Consejo de Regencia. España parecía perdida.
Las noticias arribadas al Plata eran gravísimas: prisionero el rey Fernando VII, disuelta
la Junta Central de Sevilla que había designado al virrey Cisneros, la situación política
del mismo era insostenible.
La sagacidad política de Cisneros se destaca con toda nitidez así como sus
intenciones: ante la crisis general de España trataba de ganar tiempo y de evitar o
dificultar al máximo cualquier posibilidad de gobierno propio.
Pero Cisneros sabía perfectamente, que de nada valdrían las maniobras dilatorias sin
apoyo militar. Luego de una reunión con los principales jefes militares, Cisneros
convocó un Cabildo Abierto.
La idea de convocatoria a un Cabildo Abierto (que el virrey se apresuró en autorizar),
habría surgido de Juan José Lezica (alcalde de primer voto del cabildo porteño).
26
Le tocó al doctor Juan José Castelli, abogado porteño, refutar al obispo. Castelli puso
empeño en demostrar que desde que el señor infante don Antonio había salido de
Madrid, había caducado el Soberano Gobierno de España: que ahora con mayor
razón debía considerarse haber expirado, con la disolución de la Junta Central, porque
además de haber sido acusada de infidencia por el pueblo de Sevilla, carecía de
facultades para el establecimiento del Supremo gobierno de Regencia. Su discurso
fue coronado por vivas y aplausos de una parte de la concurrencia, los patriotas, así
como por el silencio de los españoles europeos.
Las premisas fácticas donde “puso empeño” el abogado patriota fueron:
a) El infante don Antonio de Borbón (otro de los hijos de Carlos IV), que había
presidido una fantasmagórica Junta de Gobierno creada por Fernando VII al
dejar Madrid rumbo a Bayona; desde ese momento preciso “había caducado
el Gobierno Soberano de España” encarnado en la monarquía.
b) La Junta Central de Sevilla gobernaba a nombre de Fernando VII sin
atribuirse soberanía; su caída y disolución implicaba necesariamente que no
existía ya forma de gobierno alguna en la península.
c) Los integrantes de la Junta Central carecían de facultades para crear un
Consejo de Regencia porque:
27
Juan Nepomuceno Solá y José Santos Incháurregui (3 españoles y 2 criollos, y la
resolución deja en esencia al virrey casi todas las facultades).
Pero los acontecimientos se precipitaron ante el rechazo de la maniobra por parte de
los patriotas y los regimientos criollos que se movilizaron en la noche del 24 y las
primeras horas del 25. La junta presidida por Cisneros renunció, con que la intentona
de los cabildantes quedó frustrada, dejando abierta las puertas para la erección del
primer gobierno patrio corporizado en la Primera Junta.
28
Se estableció la residencia del Presidente en el Fuerte; la Junta se reunía en el mismo
en determinadas horas.
Se ordena la división funcional de las tareas de despacho en Departamentos de
Estado (Gobierno, Guerra y Hacienda), a cargo de los secretarios de la Junta, Mariano
Moreno y Juan José Paso.
Se inaugura el siguiente método para el tratamiento de los asuntos entrados: para los
de poca importancia o de urgente despacho, se precisaba la firma del Presidente
autorizada por el respectivo secretario; en asuntos de mediana importancia era
necesaria la firma del Presidente y la de 4 vocales; en los “asuntos de alto gobierno”
se precisaba la firma de todos los integrantes de la Junta Gubernativa.
Se establecía el derecho de petición, cualquier vecino podía dirigirse a cualquiera de
los miembros de la Junta, por escrito o verbalmente, “y comunicar cuanto crea
conducente la seguridad pública y la felicidad del Estado”.
El interior y la revolución
Santa Fe eligió para representarla a quien actuaba como diputado del Consulado, don
Juan Francisco Tarragona.
Fue en la gobernación-intendencia de Córdoba del Tucumán donde la resistencia a la
Junta tomó cuerpo.
29
Al tomarse conocimiento de los acontecimientos de Bs.As, y pese a las reiteradas
intimaciones de la Junta porteña, decidieron desconocerla y juraron obediencia al
Consejo de Regencia.
Cabe recordar que Liniers se encontraba en Córdoba, y esto preocupaba a Bs.As. Así
partió de Bs.As la expedición “auxiliadora”, compuesta de 1200 efectivos bajo el
mando de Francisco Ortiz de Ocampo; que resultó victoriosa. Los prisioneros fueron
enviados a Bs.As. La presencia de Liniers en Bs.As podía acarrear gravísimos
trastornos a la Junta. Fue Juan José Castelli, el encargado de ejecutar la sentencia:
en una paraje conocido como Cabeza de Tigre, el 26 de agosto de 1810, Liniers, el
gobernador-intendente Juan Gutierrez de la Concha, y otros fueron fusilados, sólo
salvo su vida el obispo Rodriguez de Orellana.
Luego de estos acontecimientos, el cabildo abierto de Córdoba eligió diputado al deán
Gregorio Funes; a la vez que los cabildo de Mendoza, San Luis, San Juan y La Rioja,
reconocieron la autoridad de la Junta y designaron diputados.
Salta, Jujuy, Catamarca. Tucumán y Santiago del Estero procedieron a acatar la
autoridad de la Junta y a designar diputados.
El desastre militar de Huaqui ocurrido en junio de1811 tuvo hondas repercusiones en
la Capital, la propia subsistencia de la Revolución quedó en peligro.
Al no obtener el acatamiento de la autoridad de la Junta por parte de Asunción por
vías diplomáticas, se envió una expedición militar a manos de Manuel Belgrano, la
cual fracasó.
En el mes de mayo de 1811 se produjo un movimiento por el que las autoridades
virreinales fueron derrocadas y se formó una Junta Patriótica, que en el mes de
octubre suscribió con el gobierno de Bs.As un “Tratado de Comercio y Federación”.
En síntesis, se pueden sacar las siguientes conclusiones sobre la repercusión de los
hechos de Mayo en el interior del virreinato:
30
Describe con sutileza las diversas corrientes que existen dentro del movimiento
revolucionario. Una vez reunido el Congreso, opina el Secretario de la Junta que los
Diputados debían tratar sobre “la suerte de uno de los pueblos que desean ser felices,
pero que no podían serlo hasta que un código de leyes sabias establezca la
honestidad de las costumbres, la seguridad de las personas, la conservación del
súbdito, los deberes del magistrado y los límites de la obediencia”.
Moreno llegó luego a la tarea central del Congreso: el dictado de la Constitución
política y al respecto reflexionaba: “no tenemos una constitución, y sin ella es
quimérica la felicidad que se nos prometa”.
El dictado de la Constitución implica un acto de soberanía incompatible con el
estado de pertenencia colonial.
Para Moreno, el Congreso soberano representativo de las ciudades cabeceras y
subordinadas situadas en el territorio virreinal debía dar la Constitución con la forma
de gobierno consecuente.
Moreno es consciente de que existe un soberano reconocido, Fernando VII, y debe
fundamentar también frente a la persona del monarca la facultad del Congreso de dar
la Constitución, argumentado que las Américas no se ven unidas a los monarcas
españoles por el Pacto Social.
Mariano Moreno, Secretario de Gobierno y Guerra de la Primera Junta Gubernativa en
La Gaceta de Bs.As, exponía su pensamiento acerca de las tareas que debía
avocarse el Congreso: para dictar la Constitución política, previamente era
necesario declarar su independencia desde que no se había conformado el pacto
social entre los pueblos americanos y los monarcas españoles.
31
En aquellos febriles días de diciembre de 1810, se encontraban en Bs.As 9 diputados,
entre ellos el déan de Córdoba, Gregorio Funes. La disputa entre las facciones de la
Junta entraba en su período más crítico y en camino de resolverse; aconsejados por
los partidarios de Saavedra, los diputados del interior solicitaron por escrito su
incorporación a la Junta, convirtiéndose el deán Funes en el portavoz del conjunto.
La incorporación de los diputados a la Junta tiene un solo objetivo: postergar “sine die”
la reunión del Congreso y evitar la discusión de los candentes tópicos que Moreno y
su facción habían puesto a la orden del día. No habiendo congreso, no habría
constitución ni independencia.
La reunión o conferencia entre los miembros de la Junta y los 9 diputados, tomó lugar
el 18 de diciembre de 1810. Las razones invocadas para avalar la incorporación
fueron:
1) La Capital no tiene títulos legítimos para elegir por sí sola gobernantes a que
las demás ciudades deben obedecer.
2) La Circular del 27 de mayo, en la que se había ofrecido expresamente a los
diputados que apenas llegasen tomarían una parte activa en el gobierno y
serían incorporados a la Junta.
3) La tranquilidad pública gravemente comprometida por un general y público
descontento con la Junta.
32
6) Debían velar por la seguridad, tranquilidad y unión de los pueblos.
33
Bando creó el Triunvirato Ejecutivo “con el objeto de concentrar el poder, teniendo
en consideración la celeridad y energía con que deben girar los negocios de la Patria y
las dificultades que ofrecía un organismo numeroso como la Junta Grande”
Este Triunvirato ejecutivo estaría compuesto por “3 vocales y 3 secretarios sin voto”
(quedando integrado por: J.J.Paso, Chiclana y Manuel Sarratea; como secretarios
quedaron: Pérez, Vicente López y Planes y Bernandino Rivadavia).
La Junta pasó a denominarse “Conservadora”, y estaría compuesta por los diputados
de los pueblos y provincias, en consorcio con los 2 suplentes que eligirá esta Capital.
Ante los requerimientos del Triunvirato, la Junta Conservadora, por mano de Funes,
elaboró el Reglamento Orgánico. Por primera vez en el Río de la Plata aparece un
proyecto que tiende a concretar, una de las bases del constitucionalismo liberal: la
división y balance de los poderes.
Este Reglamento está estructurado en 3 secciones, correspondiendo la primera a la
Junta Conservadora, la segunda al Poder Ejecutivo y la tercera al Poder Judicial.
Entre otras cosas se establecen que: los diputados cesarían en sus funciones en el
momento de la apertura del Congreso; el poder ejecutivo sería ejercido por el
Triunvirato, etc.
Del texto de este Reglamento surge con claridad la voluntad política de la Junta de
mantener sujeto al Triunvirato bajo su poder; las funciones de la Junta cesaban al
momento de la apertura del Congreso, la autoridad del Triunvirato era provisoria y el
ejercicio de sus funciones duraban un año.
34
Sancionado en el mes de enero de 1812, que implicó la supresión de la Real
Audiencia y su substitución por una Cámara de Apelaciones para los negocios
judiciales de suma importancia.
Esta Cámara de Apelaciones estaba integrada por 5 miembros, 3 letrados y 2 vecinos
legos. Los miembros eran nombrados por 2 años y entendían en todos los recursos
que por leyes y ordenanzas conocían las reales audiencias americanas. A diferencia
de la Real Audiencia, sólo gozaba de atribuciones de índole judicial y no de carácter
gubernativo.
35
reglamento electoral, establecer el tiempo de duración del Congreso y ocuparse de las
relaciones exteriores.
Puede decirse que la batalla de Tucumán, desde el punto de vista político, significo
para el Triunvirato lo que la batalla de Huaqui para la Junta Grande: precipitaba su
caída desde el momento en que tomaron estado público las órdenes de Belgrano (jefe
del Ejército del Norte).
El 6 de octubre de 1812 se reunió la Asamblea General. Fue en esas circunstancias
que el vocal del Triunvirato, Chiclana, renunció a su cargo. El 8 de octubre, la Logia y
la Sociedad Patriótica (fuerzas militares y cívicas) acudieron a la plaza de la Victoria
y presentaron al Cabildo un violento petitorio que encabezaba Monteagudo.
En dicho petitorio se exigía la destitución de los miembros del Triunvirato, que el
Cabildo reasumiese el mando al solo efecto de formar un nuevo gobierno, que se
convocase inmediatamente una Asamblea General, etc.
De este movimiento cívico-militar, surgió el Segundo Triunvirato, integrado por
J.J.Paso, Rodriguez Peña y Antonio Alvarez Jonte. Debía reunirse la Asamblea
General, que constituiría el Tribunal Residenciador de todos los ejecutivos habidos
desde el 25 de mayo de 1810; los poderes de los diputados podrán ser extendidos.
Además, la Asamblea tendría a su cargo la redacción de una Constitución de
carácter provisorio.
El Segundo Triunvirato decreto de fecha el 24 de octubre de 1812, convocó a la
Asamblea; la “Soberanía” procedía a instalarse con las solemnidades del caso del 31
de enero de 1813.
36
Resumen libro 2 HCA
Tendencias Internas
37
ciudad de Bs.As para hacerse cargo del Ejército del Norte, no estaban en contra de
la independencia del país, en realidad, su política conservadora llevaba a tomar un
compás de espera a las resultas de los acontecimientos europeos y así a acomodar
su política a los consejos de la diplomacia inglesa.
Por el contrario, San Martín opinaba que la política exterior debía emanar de la
interna y de la guerra de la independencia, únicamente después de declarada la
independencia era cuando el país debía actuar en la esfera internacional.
La convocatoria de la Asamblea tenía como principales motivos: la independencia y
sanción de una constitución (carácter constituyente); tuvo también carácter
legislativo, sancionó innumerables leyes y decretos que revelan esa indudable
voluntad independista, los cuales afirman los principios de soberanía y
nacionalidad, bosquejan las futuras bases jurídico-políticas de nuestra soberanía.
Esas leyes y decretos que afirman los principios de soberanía y nacionalidad, se
reflejan en el Decreto de Instalación, donde se declara depositaria de la soberanía
de las Provincias Unidas del Río de la Plata:
- Se establece que los representantes de “los pueblos” eran diputados de la
nación.
- Se otorgan premios y castigos por la defensa de la patria o por la
deserción de los deberes inherentes al ciudadano.
- Marcha nacional y su creación.
- Establecimiento del sello de la Asamblea (diseño actual del escudo de la
nación).
- Se sustituyen las armas del rey por las de la Asamblea.
- Acuñación de monedas de oro y plata.
- Fiesta cívica declarada el 25 de Mayo y “fiestas mayas”.
38
Asamblea, y que constituyen antecedentes mediatos de la constitución de 1853.
Son:
a) Proyecto de la “Comisión Oficial” (designada “ad-hoc” por el 2do
Triunvirato en noviembre 1812): establecía que las Provincias Unidas
del Río de la Plata “forman una república libre e independiente”, que la
soberanía del estado residía en el pueblo y que éste era “la reunión de los
hombres libres”. Establecía lo siguiente:
• El territorio comprendía las provincias de Bs.As, Córdoba, Salta,
Potosí, Chacras, Cochabamba, La Paz, la de Cuyo, Banda Oriental
y la del Paraguay.
• Territorio del virreinato platense
• La religión oficial era la católica (apostólica-romana?)
• El ejercicio del poder soberano de la república, reside en el
Congreso, en los depositarios del poder ejecutivo y en los tribunales
establecidos por la ley.
• El Poder Ejecutivo: es de naturaleza colegiada, denominado
Directorio. Sus miembros son electos por el Congreso en sesión
secreta y son amovibles, removidos cada 2 años.
• El Poder Legislativo: está estructurado por un sistema bicameral;
una cámara de representantes y otra de senadores; la elección es
mediante Asambleas electorales (indirectamente).
Como antecedente de la cuestión de la Capital de nuestro país, este
proyecto establecía: “al Congreso corresponde determinar el lugar de
sus sesiones y en el que haya de establecerse la silla del gobierno, el
cual ha de ser precisamente en Bs.As”.
• El Poder Judicial: se creaba una Corte Suprema de Justicia con
jurisdicción sobre todo el país; tribunales superiores de provincia en
cada una de ellas, jueces letrados en los partidos y alcaldes (jueces
legos) en las ciudades.
40
Unidas del Río de la Plata” y tomó posesión del cargo; éste era tío de Alvear, quien
había impuesto su candidatura en el seno de la Logia.
El 2do Triunvirato en noviembre de 1813, ya había creado la provincia de Cuyo, que
comprendía a Mendoza (como ciudad cabecera), San Juan y San Luis, reduciendo
la gobernación-intendencia de Córdoba del Tucumán a su ciudad cabecera
(Córdoba) y la Rioja.
El Director Posadas dispuso la creación de la provincia Oriental del Río de la Plata,
con su ciudad principal en Montevideo, regida por un gobernador-intendente
designado desde Bs.As.
La situación en Europa era negativa, arrastró a las gobernaciones de Bs.AS a abrir
un frente negociador en Europa (misiones diplomáticas, logrando así una protección
respetable frente a las ambiciones de Fernando), se recurre al oportunismo político.
La misión de Sarratea
El negocio de Italia
41
Crisis política: Directorio (concentración del poder, pedido de autonomía de las
provincias). Creación de ellas sin autonomía, subordinadas.
Cuando asume Posadas, el Poder Ejecutivo, la situación interna era grave, las
derrotas de Vilcapugio y Ayohuma en el Alto Perú habían dejado el Norte abierto a
invasiones. San Martín se hace cargo del mando de aquel ejército, esperando
auxilios y refuerzos de Bs.As (que nunca llegaron), reorganizándolo en el Tucumán.
Las vanguardias realistas fueron sometidas a una “guerra de guerrillas” sostenida
por el gauchaje al mando del caudillo salteño Martín Miguel de Güemes.
Alvear consigue que su tío lo designe jefe del ejército de la Banda Oriental
desplazando así a José Rondeau, éste luego suple a San Martín en el ejército del
Norte.
En junio de 1814 la ciudad de Montevideo capituló y Carlos María de Alvear entró
triunfante en la ciudad, éste logra que su tío lo designe inspector general del ejército,
para tener bajo su mando a todas las tropas y disponer de ellas cuando lo quisiera.
Tras estos hechos, Posadas presenta su renuncia, en realidad esa renuncia fue
consecuencia directa de los acontecimientos del Norte y el disgusto generalizado de
la opinión pública por la misión de Belgrano y Rivadavia, enviados para postrarse
ante el “deseado Fernando” y sobre todo, la decisión adoptada por la Logia, de que
Alvear asumiera el mando. La Asamblea acepta la renuncia de Posadas y designa
Director Supremo de las Provincias Unidas el Río de la Plata a Carlos María de
Alvear, que se erigió un verdadero dictador, carente de autoridad y tratando de
ganarla a cualquier precio.
La represión a la creciente oposición no fue suficiente para que Alvear se mantenga
en el gobierno. Alvear decide dimitir ante la Asamblea como Director Supremo, pero
pretendió conservar el mando militar. En estas circunstancias, nuevamente el
Cabildo de Bs.As erigido en autoridad soberana, le exigió también la renuncia del
mando militar. Alvear parte al exilio, también es el fin de la Asamblea, disuelta por
orden del Cabildo de Bs.As.
Federalismo
La otra banda del Río Uruguay y la revolución
42
Abierto por Artigas, quien se dirige a su pueblo y propone los 3 puntos “que deben
hacer el objeto de vuestra expresión soberana”:
- La soberanía particular de los pueblos será único objeto de la revolución
(reconocimiento de la autoridad soberana de la Asamblea)
- Elección de diputados para la representación (5 diputados se resolvió en
el Congreso de las Tres Cruces).
- Establecer una autoridad para restablecer la economía del país destruida
por la guerra e invasiones portuguesas (la idea de gobierno inmediato para
atender necesidades concretas del territorio oriental).
Divididas en 3 pliegos:
- Instrucciones del Congreso de las Tres Cruces.
- Instrucciones de Artigas, propiamente dichas.
- Instrucciones del Cabildo de Soriano a su diputado.
La cuestión de la independencia
43
Eliminación de los derechos de tránsito y de las aduanas interiores; libre circulación
de mercancías y personas; protección de las producciones nacionales.
Provincia de Santa Fe
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En la Bajada ordena a uno de sus subordinados que avance sobre la ciudad de
Santa Fe; el teniente-gobernador no tuvo posibilidad de ofrecer resistencia alguna y
se retiró de la ciudad.
El 2 de abril de 1815 el Cabildo de Santa Fe, gobierno provisorio, designa
gobernador interino a Francisco.A.Candioti (amigo personal de Artigas). El día 26
de ese mes, su elección fue confirmada, Santa Fe se erigió como provincia
autónoma. Un cabildo en Córdoba acepta la renuncia del gobernador designado por
autoridades centrales y lo reemplazan por José Javier Díaz Vélez; el “sistema de
los pueblos libres” se había puesto en marcha, profundizando la crisis y marcando
el camino de la derrota de Alvear y del fin de la propia Asamblea.
45
carácter provisorio la autoridad soberana sobre las Provincias Unidas y procedió a
dictar resoluciones para la conformación de un nuevo gobierno provisional: 12
electores elegidos por vía del reglamento electoral elaborado por el Cabildo
porteño, designaron como Director Supremo provisorio al general José Rondeau,
pero como estaba ausente al mando del Ejército del Norte, se designa como
Director substituto al coronel Ignacio Alvarez Thomas.
Los 12 electores y los miembros del Cabildo nombran una “Junta de Observación”
compuesta por “hombres virtuosos” que tenía por principal cometido elaborar y
dar al nuevo gobierno un estatuto provisional.
Algunos sostienen que este estatuto no es más que una copia del proyecto
constitucional de la Sociedad Patriótica de 1813. Sus fuentes son: Constitución de
Cádiz, Constitución de Venezuela, consagra la división tripartita de poderes:
- El Poder Legislativo: ejercido por la Junta de Observación hasta que el
Congreso General de las provincias determinase al respecto.
- El Poder Ejecutivo: confiado a un Director del estado, su duración era de
1 año. Del juramento que debía prestar surge que en cualquier momento la
Junta de Observación con el Cabildo podían destituirlo; sus facultades
tienen límites expresos.
- El Poder Judicial: ejercido por el Tribunal de recursos extraordinarios de
Segunda Suplicación.
El estatuto provisional de 1815 fue el fruto de una alianza contra natura entre el
federalismo del Litoral.
Las respuestas de las provincias al estatuto fue francamente negativa y de
rechazo.
Este estatuto dado por la Junta de Observación careció de consenso generalizado,
pero una serie de ciudades-cabildos y sus respectivas jurisdicciones dieron su
acuerdo a la convocatoria a un nuevo Congreso (Tucumán).
En el Congreso estuvieron representadas las ciudades-cabildos y sus jurisdicciones,
de Bs.As, Catamarca, Jujuy, La Rioja, Mendoza, Salta, San Juan, San Luis,
Santiago del Estero y Tucumán; también representantes altoperuanos (Charcas,
Chichas, Cochabamba).
Se destacan 3 claras corrientes internas: la diputación porteña, la diputación de
las provincias interiores y la diputación altoperuana.
No asistieron las que estaban bajo el protectorado o de la Liga Federal (Misiones,
Corrientes, Santa Fe, Entre Ríos, Banda Oriental), aunque si lo hizo Córdoba.
Se debe tener presente los constantes intentos de los porteños por invadir Santa Fe,
ocupando ésta no sólo se la substraía de la influencia del artiguismo, sino que los
“anarquistas” eran contenidos en el otro margen del Río Paraná a la par que se
aislaba a Córdoba; Santa Fe era un punto clave de las comunicaciones con el
centro del país (por tierra) y con Corrientes y Paraguay (por agua).
46
Lo que sí es que era notoria la “Vocación Monárquica” y su intento de instalarla en el
Río de la Plata.
El Congreso ejerció funciones legislativas.
Se procede, a los fines de afianzar su autoridad, a la elección del Director de
Estado, designado como tal al diputado por San Luis, Juan Martín de Pueyrredón,
quien apoyó el plan liberador de San Martín, con fuerte oposición al ideario federal
del artiguismo.
La soberanía, sin embargo, seguía residiendo en el Congreso.
Situación internacional
La cuestión de la independencia
Son 4:
- El Acta de la sesión pública del 9 de Julio de 1816.
- El Acta de la sesión secreta del 19 e Julio de 1816.
47
- El Juramento que debían prestar los habitantes de las Provincias
Unidas.
- El Manifiesto dirigido a las naciones de fecha 25/10 de 1817, explicando
las razones móviles de la declaración de la independencia de “Fernando
VII, sus sucesores, la metrópoli y de toda dominación extranjera”.
48
no existían y con su disolución se aventaron para siempre los proyectos
monárquicos del Río de la Plata.
• Religión: católica-apostólica-romana.
• Poder Legislativo: bicameral (Cámara de Representantes y de
Senadores; se establecen las calidades necesarias para ser
diputados, se “exige: un fondo de 4 mil pesos al menos, o arte,
profesión u oficio útil”; sufragio calificado, se establece 1 diputado
cada 25.000 o que iguale el nº de 16.000; 4 años, renovada por
mitades cada 2 años); (el Senado, un senador por provincia, 3
senadores militares, un Obispo y 3 eclesiásticos; 12 años,
renovada por tercios cada 4 años).
• Poder Ejecutivo: Director de Estado; elección a cargo del
Congreso (indirecta), duraban 5 años (10 años si era reelecto), en
caso de acefalía (no existía vicepresidente), asumía el Presidente
del Senado.
• Poder Judicial: Alta Corte de Justicia, compuesta por 7 jueces y
2 fiscales con calidades exigidas.
Apéndice de la constitución:
- Tratamiento: los 3 altos poderes reunidos tendrán el tratamiento de
“soberanía” y “soberano señor” por escrito.
- El Congreso de la Nación, compuesto de las 2 cámaras.
- Insignia: los del Congreso usaran un escudo de oro que diga Ley con
hojas de laurel.
- Los miembros de la Alta Corte vestirán de toga, un escudo de oro que diga
Justicia.
49
Resumen libro 3 HCA
Crisis de 1820
A partir del año 1820, no se va a conocer ni un trazo del estado nacional, no hay
estructura gubernamental; las provincias como entes autónomos de derecho público
se van a relacionar, a unirse a través de pactos.
51
- Se debe convocar a un Congreso general en el cual asistan esas
provincias.
Tratado de Pilar
El Cabildo abierto del 16 de febrero de 1820 designó a los “representantes del
pueblo”; eran 12 que se erigieron en la Primera Junta de Representantes, quienes
van a elegir al primer “gobernador propietario” Manuel Sarratea (había logrado la
confianza de López y Ramírez y su nombramiento como gobernador se debería a tal
apoyo).
El 23 de febrero de 1820, suscriben: Sarratea (Bs.As), López (Santa Fe), Ramírez
(Entre Ríos).
Los temas que tocan son:
- Nacionalidad común, forma de estado (federación), convocatoria al
Congreso general para organizar el país bajo la forma federal.
- Paz entre las provincias y manera de efectivizarla.
- Sobre el régimen depuesto (todos los involucrados en el régimen
depuesto; Directores de Estado, ministros, congresalesTdeberían
responder en juicio público ante el tribunal).
- Sobre la navegación de los ríos interiores y el comercio entre las
provincias.
- Límites interprovinciales.
- Situación de la Banda Oriental y Artigas (frustrado, traicionado por sus
lugartenientes).
- Cláusulas secretas: brindar armas, municiones, por parte de Bs.As a
Ramírez y utilizarlas para combatir a los portugueses, en realidad fueron
empleadas contra Artigas.
52
En el año XX apareció un nuevo factor social en las luchas políticas que había
estado ausente; la Campaña, áreas rurales de Bs.As, milicias rurales bajo el mando
de Rosas.
Leyes mediante se organiza:
- El Poder Ejecutivo: oriundo (nativo) provincial, duraba 4 años y se le
atribuía sus facultades.
- El Poder Judicial: en Bs.As desaparece el Cabildo (anacrónico, sin
funciones) al igual que en Luján. Se crean cargos de jueces (letrado, en
civil-penal) de 1ª instancia, se crean las municipalidades.
Tratado de Benegas
Del conflicto entre Santa Fe y Bs.As surge este tratado, por el cual se establece la
paz entre ambas provincias y se comprometen a enviar diputados a Córdoba.
Las cláusulas secretas:
- Bs.As se compromete a entregar 25mil cabezas de ganado a Santa Fe por
los daños a esa provincia.
- Santa Fe recibía de Bs.As 2mil pesos en metálico mensualmente.
- Santa Fe recibía de Bs.As el auxilio de 2000 efectivos militares, armas,
etc, para enfrentar a Ramírez (y sacarlo).
53
- El número de representantes debía estar regido de acuerdo a la población
(no hay igualdad jurídica).
Del 15 al 22 de enero de 1822, el cual lo forman Bs.As, Santa Fe, Entre Ríos y
Corrientes y que es firmado en Santa Fe.
- Se afirma la amistad y unión entre estas provincias.
- Se conforma una liga ofensiva-defensiva contra ataques exteriores.
Ante la necesidad (acelerada por la invasión de la Banda Oriental por parte de los
portugueses) de un nuevo Congreso, más allá de las objetividades.
Recordemos que en 1820 Artigas se retira a la Banda Oriental (batalla de
Tuacuarembó).
En 1821, el jefe de invasores portugueses convoca a un congreso en la Banda
Oriental apoyado por los terratenientes, y resuelve: que la Banda Oriental se
transforme en una provincia de ellos. El gobierno de Bs.As (Rodriguez) eleva
protesta, pero no fue escuchado; el rey Juan VI vuelve a Lisboa y traslada la corte;
deja a su hijo regente en Río de Janeiro, Pedro.
Grito de Impiranga (independencia de Brasil), las provincias cisplatinas pasan al
imperio de Brasil.
La negociación pacífica de la Banda Oriental; Gómez va a Río de Janeiro; el
emperador no acepta nada y fracasa su misión. La única salida era la guerra.
Se acelera un nuevo congreso, todas las provincias concuerdan en realizarlo;
Rivadavia presenta a la Legislatura de la provincia, un proyecto de ley para
concretar un congreso.
La representación será de 1 diputado cada 15 mil habitantes; todos optaron para
que se lleve a cabo en Bs.As.
La situación de la Banda Oriental se tensaba cada vez más, ya estaba en el borde
de la guerra.
En diciembre de 1824, el nuevo Congreso General Constituyente de las
Provincias del Río de la Plata comienza a sesionar y se instala.
Se eligen a Presidente (Fúnes) y Secretario (Vélez Sarsfield), reunidos en Bs.As (la
situación era crítica, la Banda Oriental es invadida y no se la va a devolver).
54
El Congreso debía definir su finalidad; Acosta, diputado por Corrientes, presentó al
Congreso un proyecto: “la Ley Fundamental”, fundado en el pacto de ley perpetua
(E.E.U.U), recorta las “alitas federales”; ratifica la unión de las provincias; el
Congreso es y se declara constituyente (constitución) y tiene carácter legislativo
(leyes).
Abarca legislativamente sobre muchos aspectos antes de su entrada en vigor debe
ser aprobada por todas y cada una de las provincias.
Hay un reconocimiento al hecho federal (provincias autónomas); se crea un Poder
Ejecutivo Nacional de carácter provisorio encomendado a la provincia de Bs.As,
sus atribuciones son: manejo de relaciones exteriores, representación nacional
hacia fuera (la razón era debido a que la guerra con el Brasil era insostenible).
Durante 1825, el Congreso rige cuestiones internacionales:
- Tratado con Inglaterra (potencia hegemónica del mundo) en el mes de
febrero, es un tratado de amistad-comercio-navegación; porque
reconoce la independencia de las Provincias Unidas del Río de la Plata.
Se le otorga a los residentes de Inglaterra la libertad de culto.
- Bolivia: otro acontecimiento, la batalla de Ayacucho 1825; los alto
peruanos declaran su independencia, Bolivar libertador.
El Partido Unitario
Aparece como tal luego de la caída del Congreso. El divorcio entre los
representantes de las provincias y éstas.
En 1825, tras las crisis, las Heras por Bs.As, argumenta que le es imposible el
manejo de los asuntos exteriores y los provinciales, renuncia, el Congreso rechaza
su renuncia; Bedoya (diputado por Córdoba) propone un proyecto de ley: creación
de un Ejecutivo Nacional Permanente, pero quedó diferido por falta de recursos
financieros.
A principios de 1826 se vuelve a presentar ese proyecto y se argumenta lo mismo
que en el gobierno de las Heras, al que se opone Manuel Moreno, quien decía que
se estaba pensando una constitución y no se tenía en cuenta a las provincias
(violación a la Ley Fundamental).
Luego de deliveraciones, el texto legal fue aprobado, y establecía que la elección del
Poder Ejecutivo era del Congreso, ejercido por un ciudadano con el título de
“Presidente de las Provincias Unidas del Río de la Plata”
55
Sus atribuciones son las que establezcan las leyes y la de los anteriores
gobernadores.
Se crean ministerios.
Rivadavia (con la 1era ley de presidencia) asume el 8 de febrero de 1826 como
“Presidente de las Provincias Unidas del Río de la Plata”. En su famoso discurso
reclama un centro común, establecer la “capital” (2 ley).
En el “Congreso 1824~1827” se discute la forma de estado para la república.
Lo grave de la 2da ley, era que borraba del mapa a las provincias, liquida
instituciones (violación a la Ley Fundamental).
La ciudad de Bs.As se establece como Capital, las provincias quedan bajo el
mando del presidente del Congreso; no mas gobernadores, legislatura, tribunal.
La Aduana y las instituciones de Bs.As pasan a ser nacionales, provocándose así la
ruptura del Partido del Orden. Estas leyes aprobadas por la mayoría absoluta;
hubo resistencias porque el territorio más rico quedaba bajo la jurisdicción del
Presidente del Congreso (todo nacional), se pierde la recaudación de la aduana, se
establecen impuestos para los grandes terratenientes, al romperse el Partido del
Orden, se van uniendo a los federales.
El Congreso va a impedir que las provincias retiren a sus diputados. Se da el
proceso de disolución del Congreso (guerra civil en el interior).
Se crea una Comisión de Negocios Constitucionales en abril de 1825, para que
elaborase y presentase un proyecto de constitución. Aprobada en general y luego
artículo por artículo. Mansilla, expresó que la cuestión de la forma de Gobierno
(republicana) ya no admitía discusión, pero quedaba pendiente la forma de Estado
(federal o unitario).
El Congreso sanciona una “ley de consulta”; un sondeo para saber la forma de
estado que querían las provincias.
Se fue imponiendo, a pesar de que en un principio era se por mayoría la unidad de
régimen.
Alberdi “las provincias descubrieron que canjearon la autoridad de España por la de
Bs.As”.
La Comisión de Negocios Constituyentes argumentó que era mejor la unidad de
régimen, porque:
a) La despoblación de las provincias (número de reducidos
habitantes, jamás podrían mantener una representación
conveniente).
b) El asilamiento (la distancia entre ciudades conspiraba contra la
forma federal).
c) La pobreza de las provincias (falta de recursos, incapaces de
autonomía).
d) Falta de organización de los poderes propios de un componente
del Estado federal (lo poco que han avanzado las provincias en 6
años de separación).
e) La falta de ilustración (la masa de general de sus habitantes
carece de aquella instrucción, que demanda el gobierno federal
para el desempeño de los deberes públicos).
f) Las circunstancias morales del país.
Constitución de 1826
56
Su base es la constitución de 1819. No tiene preámbulo, está dividido en
secciones, capítulos:
- Nación y su culto: libre, tolerancia, la oficial es la católico-apostólica-
romana.
- Ciudadanía: los ciudadanos tienen derechos políticos (elegir y ser
elegidos), excluía y suspendía los derechos de ciudadanía por la
condición de doméstico a sueldo, jornalero, soldado, notoriamente
vago. El 95 % de la población caía en esta caracterización. Manuel
Dorrego se pronunció fuertemente contra la discriminación social y política
y exclamó: “la peor de las aristocracias, es la aristocracia del dinero”.
- Se conceptualiza la forma de gobierno y de estado “forma representativa
republicana, consolidada en la unidad de régimen”.
- Poder Legislativo: bicameral (representantes y senadores; los primeros
elegidos directamente por el pueblo, y duraban 4 años, renovada por
mitad cada 2 años; el senado, eran 2 por provincia y 2 por la capital,
elección indirecta, duración 9 años, renovado por tercio cada 3 años).
- Poder Ejecutivo: “Presidente de la República Argentina”, elección
indirecta por la Junta de electores, duración 5 años.
- Poder Judicial: Alta Corte de Justicia, tribunales superiores y demás
tribunales que estableciere la ley; 9 jueces y 2 fiscales, designados por el
Presidente de la República con acuerdo del Senado, eran inmovibles y
gozaban de una compensación monetaria que no podía ser disminuida
durante el ejercicio de sus funciones.
- Sección de la Administración de las Provincias: el gobernador era elegido
por el P.E de una terna que elevaba el Consejo de Administración
(miembros elegidos por el voto popular, sus funciones no eran
legislativas, organización de la administración). Función del
gobernador: aplicar, hacer cumplir las leyes.
Panorama:
- Guerra civil (centro-norte del Litoral 1825, las fuerzas nacionales
derrotadas por el interior).
- Guerra con el imperio del Brasil
57
Los brasileros consiguen victorias en el mar (bloque del puerto de Bs.As), lo que
provoca una crisis, un obstáculo al comercio.
Los grupos económicos de Bs.As, terratenientes, comerciantes, presionan a al
presidencia para que negocie la paz.
La mediación se lleva a cabo a través de Inglaterra (con claros intereses
económicos).
Ponsomby, trabaja para que la Banda Oriental no quede ni para uno ni para otro,
quiere su independencia.
Rivadavia manda a negociar la paz, pero comete un error, elige de comisionado a
M.J García (quien admiraba a Brasil y a Inglaterra); a pesar de las instrucciones que
le habían dado, suscribe un Tratado Preliminar en el cual reconocía a la Banda
Oriental como parte integrante del Brasil; o sea, parte de las provincias cisplatinas,
también establecía que la isla M.García quedaba desmilitarizada.
Tras estos hechos, Rivadavia presenta su renuncia (desprestigio, situación interior,
rechazo de la constitución) el 27 de junio de 1827, la que fue aceptada.
En el Congreso la situación era terminal, este sanciona una de sus últimas leyes el
3/7/1827, designando a un Presidente provisorio hasta que se convoque a una
Convención Nacional (cuando ésta asuma y designe al presidente definitivo, el
Congreso se disuelve), entonces se establece:
- Un presidente para que maneje las relaciones exteriores (guerra con el
Brasil).
- El Presidente provisorio: Vicente López y Planes.
El Congreso que había disuelto la ley de la capital, la restituye, para elegir una
legislatura que eligiría al gobernador, que resulta ser Dorrego (federal), a quien se le
delega las relaciones extranjeras. El Presidente provisional López y Planes
presentó su renuncia, y tras esta lamentable circunstancia el que fuera “Congreso
General Constituyente de las Provincias Unidas del Río de la Plata” sancionó su
última ley, en la que legitimaba su propia defunción.
Dorrego, como es sabido, asume en un momento tenso; sigue las políticas de
consentimiento con las provincias, suscribe tratados con Santa Fe, Entre Ríos,
Córdoba; se compromete a seguir con la guerra internacional.
Las provincias le delegan el poder extraordinario (relaciones exteriores). Envió
diputados a Santa Fe (último intento de organizar el país); consigue el respaldo de
las provincias.
Quería la paz con Brasil, con la condición de que la Banda Oriental sería parte
integrante de las Provincias Unidas del Río de la Plata. Dorrego para lograr sus
fines debía neutralizar a Ponsomby (mediador) y a la influencia británica.
Suscribe una alianza para conseguir apoyo de la Gran Colombia presidida por
Simón Bolivar, poniendo fin al imperio esclavócrata del Brasil gestando la gran
alianza de las repúblicas americanas, concluyendo con la injerencia de intereses
europeos.
Pero al verse obligado, sin apoyo y con la presión británica, Dorrego designa a
Balcarce para que suscriba la convención preliminar de paz.
Para ratificar la paz bajo la condición de la independencia de la Banda Oriental;
surge la República Oriental del Uruguay (fruto de la política británica). Se
desmembrena el virreinato del Río de la Plata. Al estar disuelto el Congreso,
Dorrego firma (quien recordemos tiene el manejo de las relaciones extraordinarias)
quien es autorizado por la Convención Nacional en Santa Fe.
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El Ejército Nacional regresa de la Banda Oriental; los oficiales de ese ejército, se
sienten defraudados, aumentando el econo de los enemigos de Dorrego.
Los Unitarios (su jefe Lavalle) le acreditan a Dorrego el fracaso de su política.
Otro momento importante de la convención fue consecuencia de la sublevación del
1º de diciembre de 1828 en Bs.As (1er Golpe de Estado), se alzan en bloque
contra Dorrego.
La convención fue declarada en receso sin probabilidades de volver a reunirse.
Tras la sublevación, Dorrego busca apoyo en Rosas, para organizar la resistencia.
Lavalle es nombrado gobernador provisorio, quien delega el mando en el
almirante Brown, salió en busca de Dorrego, quien fue abandonado por Rosas, fue
derrotado y hecho prisionero en Navarro.
El 13 de diciembre de 1828, sin forma alguna de juicio y luego que se le
comunicara que tenía una hora escasa para poner su alma “a bien con Dios”,
Dorrego fue fusilado. Lavalle asumió la plena y exclusiva responsabilidad del
hecho.
En febrero de 1829, conocida ya la muerte de Dorrego y luego de extensos y
titubeantes cabildeos, la Convención Nacional declara: anarquía, sediciosa,
atentadora, la sublevación militar del 1º de diciembre de 1828 encabezada por
Lavalle y también declarando ilegal el fusilamiento de Dorrego.
La situación político-militar de Lavalle se fue deteriorando. El enfrentamiento con las
tropas al mando de Estanislao López, quien designó a Rosas, quedó definido en el
combate del Puente Marquéz; la campaña bonaerense quedó en manos de los
federales, y Bs.As en poder de los unitarios; por otra parte el general José
M.Paz, jefe de la “Rama Cordobesa” del movimiento decembrista, a fines de 1829
se alzó con el gobierno de la provincia mediterránea luego de vencer a Bustos en
San Roque.
Lavalle quiere arreglar la situación con Rosas (cuestión entre porteños),
suscribieron en Tratado de Cañuelas, firman la paz. En junio de 1829 se procede a
reinstalar las instituciones políticas de Bs.As.
Se pone fin a las hostilidades entre “la ciudad y la campaña”.
Éstos convienen una “lista única” de representantes para integrar la nueva
legislatura, mixta (unitarios-federales).
Álzaga como futuro gobernador y ministros: López y Planes y M.J.García.
Lavalle ya vencido, en lo militar, político y moral, suscribe un tratado con Rosas, el
Tratado de Barracas, testificando sobre la victoria de Rosas.
Ponen un gobernador provisorio: Viamonte, al que le otorgan facultades
extraordinarias; se enumeraban las principales obligaciones del mandatario, la de
reunir un Senado Constitutivo (expresión a nivel político-institucional de los sectores
socialmente dominantes en la provincia de Bs.As).
A fines de 1829 se reinstala la Legislatura disuelta por Lavalle, Viamonte disuelve
las sesiones del Senado Constitutivo. El 6 de diciembre de 1829, la Junta de
Representantes elige gobernador propietario y capitán general de la provincia a
don Juan Manuel de Rosas, lleno de “facultades extraordinarias”.
Rosas (Bs.As)
Paz (Interior)
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Compuesto político inestable
El general José María Paz encarnó la “rama cordobesa”; luego de derrotar a Bustos
en la batalla de San Roque se había alzado con el gobierno de Córdoba.
Facundo Quiroga fue derrotado en las batallas de La Tablada (junio 1829) y de
Oncativo (febrero 1830), y se vio obligado a abandonar el interior seguido de
adeptos y refugiarse bajo la sombra de Rosas en Bs As.
El pensamiento de Paz en cuanto a la organización del país puede encontrarse en
sus Memorias Póstumas. Paz no era un hombre de arriesgarse. No era un unitario a
lo Rivadavia o Lavalle sino un político realista que pesaba el pro y el contra antes de
aventurarse.
Vencido Quiroga, Paz procedió a suscribir una serie de tratados de carácter bilateral
con los nuevos gobiernos de corte unitario que se hicieron cargo de las provincias de
Cuyo y del centro-norte del país (Córdoba como cimiento o base).
Estos pactos bilaterales se erigen en calidad de antecedentes que culminan el 30 de
agosto de 1830 con el Tratado de la Liga del Interior (Liga Unitaria), un verdadero
pacto multilateral que refleja la nueva situación política que prevalece en el interior
del país.
Este Tratado, “Pacto Militar”, reunió a 9 provincias argentinas (Córdoba, Salta,
Tucumán, Catamarca, Santiago del Estero, La Rioja, Mendoza, San Juan y San
Luis).
En el tratado, las “9 Provincias Argentinas Aliadas” buscarían como objetivo la
seguridad y común defensa ante las nuevas amenazas de reconquista por parte
del gobierno español (o cualquier otro) y la necesidad de organizar el país “bajo el
sistema constitucional que adoptare la mayoría de las provincias reunidas en
Congreso”.
El Congreso organizativo no tenía ni fecha, ni lugar, ni modalidades de reunión.
Este Tratado crea un “Supremo Poder Militar”, de carácter provisorio, ejercido por el
general Paz. Todas las fuerzas militares quedaban bajo su mando. Se crea una
“Caja Militar” para sostenerlo financieramente. El Supremo Poder Militar quedaba a
cargo de la defensa y seguridad de las provincias integradas de la liga y duraba
hasta la instalación de una autoridad nacional.
Se trata de una verdadera autocracia militar sólo limitada en el tiempo.
En agosto de 1830 se perciben en el país 2 grandes bloques regionales que irradian
poder político y que van a enfrentarse en el campo de batalla para dirimir
supremacías:
Las provincias del centro-norte continuaban sus intercambios con Bolivia y el norte
chileno; las provincias de Cuyo seguían estrechamente ligadas a la economía
60
chilena. Bs As y las provincias litorales continuaban con el desarrollo de la ganadería
y la exportación de productos tradicionales derivados de la misma.
El puerto y aduana únicos manejado por Bs As abría una profunda contradicción con
las provincias litorales (Entre Ríos y Corrientes), que exigían la apertura al comercio
internacional de los ríos Paraná y Uruguay, la habilitación de nuevos puertos y la
instalación de las correspondientes aduanas en los mismos.
Este conjunto de contradicciones quedaron momentáneamente eclipsadas por las
urgencias políticas del momento y la inevitable polarización de las fuerzas. El Pacto
Federal de 1831 es la contrafigura necesaria de la Liga Unitaria del Interior y de la
amenazante presencia del “Supremo Poder Militar” encarnado por José María Paz
(“el manco Paz”), vencedor de Juan Bautista Bustos (San Roque) y Facundo
Quiroga (La Tablada y Oncativo).
Esta presencia amenazante de Paz llevó a las provincias litorales a suscribir una
serie de pactos bilaterales entre octubre de 1829 y mayo de 1830 que se erigen
antecedentes inmediatos del Pacto Federal, son:
Los avances políticos y militares de Paz en el interior fueron los que movieron a la
provincia de Corrientes a acelerar las tramitaciones tendientes a la concreción de un
tratado definitivo que solidificase la unión de las 4 provincias litorales.
61
A. El Memorándum de Roxas Y Patrón
Se centra en 2 cosas:
1) La primera, que Bs As no perciba derechos por los efectos extranjeros
que se introducen a las provincias litorales del Paraná, y por
consiguiente, a las del interior;
2) El que se prohíban o impongan altos derechos a aquellos efectos
extranjeros, que se producen por la industria rural o fabril del país.
B. El proyecto de Ferré
Ferré comienza analizando los “2 puntos importantes sobre los que está
cimentado el comercio de la República y son:
Respecto al primero, sostenía que consideraba a “la libre concurrencia como una
fatalidad para la nación. Los pocos artículos industriales que produce nuestro país,
no pueden soportar la competencia con la industria extranjera”.
Propone la prohibición de importar artículos de comercio que el país produce, y no
los que puede producir, pero aún no se fabrican.
Proponía una política proteccionista que implicaba el establecimiento de nuevas
fuentes de riqueza y, a largo plazo, el logro de una economía diversificada. Ferré fue
un ardiente defensor de las producciones nacionales.
En cuanto a la cuestión de la aduana única y de las rentas provenientes del cobro de
los derechos de importación y exportación manifestaba la ventaja de disminuir las
distancias que corren los artículos de comercio del país hasta su mercado. Solicita
la habilitación de otro u otros puertos que el de Bs As, lo que garantizaba a las
provincias del litoral la salida de su producción hacia el mercado internacional,
evitando gastos de traslado a Bs As y el pago de impuestos (política tendiente a la
libre navegación de los ríos).
62
Las propuestas del artiguismo (1813) eran reeditadas (la libre navegación de los ríos
Paraná y Uruguay, habilitación de nuevos puertos al comercio internacional y la
nacionalización de los recursos aduaneros).
El proyecto de Ferré tiene 19 artículos y devendría en fuente directa del Pacto
Federal.
Creaba una Comisión Representativa de las Provincias con amplias facultades, lo
que era inaceptable para los estancieros y mercaderes bonaerenses, ya que las
cuestiones político-institucionales y las económico-financieras eran presentadas
inescindidas.
63
e- Se fijan normas de excepción con relación al lugar de nacimiento de los
gobernadores de las provincias contratantes a los fines del ejercicio del
cargo en otras;
f- Incorporación de otras provincias a la Liga.
La Comisión Representativa
64
el invitarlas a reunirse en federación con las 3 litorales (a adherir al Pacto
Federal). A convocar a un Congreso General Federativo que era el encargado de
organizar la administración general del país bajo el sistema federal, arreglar el
comercio interior y exterior, la navegación, etc.
Los sectores dominantes de Bs As con Rosas a la cabeza, no dejarían que la
Comisión Representativa tuviese vida.
Consolidación de la hegemonía de Bs As
65
Se intentaba anteponer a la Comisión Representativa una reunión de diputados de
las provincias que tendría por objeto resolver sobre el momento en que debía
convocarse al congreso.
Se comenzaba a avanzar hacia la fijación de la convocatoria a un nuevo congreso,
cuando una circunstancia totalmente fortuita le dio al gobierno de Rosas la excusa
para retirar su diputado y poner fin a la corta vida de la Comisión Representativa.
La excusa fueron unas cartas de Manuel Leyva a Tadeo Acuña (ministro de
gobierno de Catamarca) y de Juan Bautista Marín al mismo destinatario y a Paulino
Orihuela (gobernador de La Rioja), las cuales fueron interceptadas por Facundo
Quiroga.
En manos de Rosas estas cartas se transformaron en el pretexto suficiente para
retirar al diputado bonaerense de Santa Fe, al entender que las conductas de los
representantes de Corrientes y Córdoba eran de manifiesto carácter vergonzoso y
procedió a solicitar enérgicamente a los respectivos gobernadores duros castigos.
El 13 de julio la Comisión Representativa realizó su última sesión: nunca más
volvería a reunirse. Sus atribuciones volverían al gobierno de Bs As, con posterior
confirmación de las provincias, por lo que su gobernador pasaba a detentar, además
del manejo de las relaciones exteriores, la jefatura suprema de la Confederación.
Introducción
La derrota militar y consecuente derrumbe político de la Liga del Interior tradujo el fin
del partido Unitario de la República Argentina y el encumbramiento definitivo del
partido Federal. Hacia fines de 1832 la totalidad de las provincias argentinas se
habían “unido en federación”.
Juan Manuel de Rosas, Estanislao López y Juan Facundo Quiroga se habían
convertido en las figuras dominantes de la política nacional.
Este “período de inconstitución”, es caracterizado por la dominación que los
terratenientes saladeristas y comerciantes ligados al comercio de importación y
exportación porteños ejercitaron sobre el conjunto del país, período que se extiende
por cerca de 20 años.
La derrota unitaria hizo que el debate sobre la forma de Estado que debía adoptar la
República Argentina quedase archivado.
El Pacto Federal de 1831 fue la constitución “fáctica” de la Confederación
Argentina durante el período de la hegemonía del “Restaurador de las Leyes”
(Rosas).
En 1833, el gobernador de Santa Fe (Estanislao López) ante la ocupación de las
islas Malvinas por parte de los ingleses y el fracaso de las negociaciones
diplomáticas realizadas con Bolivia tendientes a obtener la devolución del territorio
de Tarija.
El Pacto Federal de 1831 era sui generis: no participaba por entero de un carácter
federal, tampoco confederacional, pero impone y afirma el federalismo, y al adherir a
66
la totalidad de las provincias a fines de 1832 se transformó en un Pacto de
Confederación.
La acción política de Rosas (gobernador de Bs As) lo desnaturalizó, hecho que
puede visualizarse a través de la disolución de la Comisión Representativa; con el
manejo por parte de Bs As de las relaciones exteriores, con la configuración de un
sistema que si bien proclamaba el federalismo en la práctica centralizaba el poder en
la cabeza de Bs As.
No encontramos las instituciones propias de una Confederación dado que no existió
el congreso o comité de los Estados (organismo que manejase las relaciones
exteriores).
Juan Manuel de Rosas no ocupó otro cargo que el de gobernador y capitán general
de Bs As.
Características político-institucionales de la Confederación Argentina:
67
Con el correr de los años, Entre Ríos se fue transformando desde el punto de vista
económico en la segunda provincia de la Confederación Argentina.
Las provincias cuyanas y del centro-norte del país continuaron en la senda de la
languidez y decadencia (producciones artesanales), por lo que Rosas comprendió la
necesidad de aplicar un cierto nivel de proteccionismo para ganar la adhesión de
dichas provincias. Así la legislatura de Bs As sancionó la Ley de Aduana.
El bloqueo francés (1838) hizo que la ley de Aduana no pudiese ser aplicada con
efectividad y a partir de 1841 fue prácticamente dejada sin efecto.
El partido Federal gozaba de la adhesión de los inorgánicos sectores populares.
Los sectores altos de la sociedad bonaerense (terratenientes, saladeristas y
comerciantes) ejercieron el poder y detentación de la riqueza; los grupos dirigentes
de las provincias se resignaron a ocupar posiciones secundarias.
68
de Representantes procedió a elegir a Juan Ramón Balcarce como nuevo
gobernador.
a) Rosas es electo por el término de 5 años (el término del mandato de los
gobernadores había sido establecido por las leyes organizativas de la
provincia en 3 años).
b) La Junta de Representantes le otorga la “Suma del Poder Público”
(implica una gama mayor de poderes que las “facultades extraordinarias”).
69
A fines de 1833 el agente diplomático argentino en Londres, Manuel Moreno, envió
una serie de informes denunciando al gobierno de Bs As la existencia de una vasta
conspiración urdida por los unitarios exiliados en Montevideo tendiente a desatar el
caos en el país.
En febrero de 1835, en Barraca Yaco (Córdoba) fue asesinado por una partida
Facundo Quiroga cuando regresaba del norte del país donde se había dirigido
enviado por Rosas a zanjar unas diferencias entre los gobernadores de Salta y
Tucumán.
La conspiración unitaria de la que había informado Moreno parecía tomar cuerpo de
la peor de las maneras: el crimen político.
Estas son las razones que llevaron a la Sala de Representantes de Bs As a elegir
como gobernador a Rosas por 5 años y con la “Suma del Poder Público”.
La suma del poder público era la concentración en la persona de Rosas de todos
los poderes (legislativo y judicial, sin perjuicio de sus atribuciones como titular del
ejecutivo) con lo que desaparecía todo atisbo de división y balance de poderes;
desde el punto de vista técnico se trataba de la instauración de la dictadura legal.
La suma del poder público no implicaba, la desaparición de la legislatura o de los
tribunales de justicia; Rosas actuaba como legislador o como magistrado judicial en
casos de suma importancia o de gravedad institucional (no en los casos comunes o
de mero trámite). La Junta de Representantes se ocuparía de legislar en todos
aquellos asuntos que el ejecutivo le girase, el organismo legislativo provincial se
autotransformó en un organismo consultivo. Rosas no debía rendir cuenta a nadie
del uso que hiciese de la suma del poder; tampoco se establecía límite alguno en
el tiempo, como con las facultades extraordinarias. La ley dada por la legislatura
consagraba 2 “limitaciones” al ejercicio de la suma del poder público:
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social, estudio la Ciencia Política del Absolutismo. Rosas era un “reaccionario” (un
adherente de las concepciones filosóficas y políticas de la Reacción, que se asienta
sobre una concepción a ultranza pesimista de la naturaleza humana, negadora del
progreso histórico y aseverativa del inmovilismo político).
El pensamiento reaccionario de Rosas partía de la premisa de considerar “al pasado
prerrevolucionario de la Argentina como estado óptimo, cree que las
instituciones antiguas son buenas por lo mismo que son antiguas. Rosas evidenció
un sentida preocupación por el orden lo que se revela en lo que consideraba la
forma de gobierno más apta.
El apego al orden inmutable, la subordinación social, la autocracia paternalista, la
sociedad jerarquizada, cristalizada e inmóvil, la utilización de la religión como factor
de dominación de las clases inferiores, el respeto al capital y a sus poseedores, no
son más que elementos constitutivos de la filosofía de la Reacción, la filosofía a la
que adhirió desde joven Rosas.
Rosas y su círculo se opusieron tenazmente a la convocatoria y reunión del
congreso general de las provincias que debía organizar la administración general del
país bajo el sistema federal. Su federalismo empírico se trataba de una política
provincialista tendiente a desentenderse de los problemas del resto de las provincias
y que paralelamente mantuviese el privilegio de contar en exclusiva con los recursos
de la aduana.
La conocida “Carta de la Hacienda de Figueroa” que dirigiera a Facundo Quiroga
en diciembre de 1834, es un documento que corona casi definitivamente sus
opiniones sobre la organización de la República (la máxima expresión del
pensamiento de Rosas en materia política).
Rosas no niega abiertamente en forma directa la necesidad de darle al país una
estructura institucional, pero esboza como una necesidad previa que los
componentes del Estado federal (las provincias) debían cada una de ellas estar
debidamente organizadas interinamente.
Y argumenta que no existía la paz interior necesaria para la realización del
Congreso.
No puede dejar de señalarse la identidad de los argumentos vertidos por Rosas con
los que años antes habían vertido Rivadavia y su círculo con relación al frustrado
Congreso de Córdoba: la reunión de las provincias en congreso debía postergarse
hasta que se pudiera superar el estado de agitación en los pueblos y la situación de
pobreza consecuencia de años de disensos.
Para Rosas, el congreso estaría facultado para formular y resolver cuestiones de
mero carácter previo, pero no estaría habilitado para darle al país su articulación
jurídica definitiva sancionando la constitución.
Los diputados asistentes al congreso, además, debían reunir todos tal cantidad de
cualidades personales.
Obviamente no podía eludir el tema del puerto y la aduana únicos: la existencia de
un puerto único y la posibilidad de la distribución proporcional de los ingresos de la
única aduana entre las provincias que pagaban en ellas derechos, tanto de lo que
exportaban como de lo que importaban, eran derechos que quedaban en exclusiva
para Bs As.
En otras palabras, mantener el sistema de pactos interprovinciales sin plazos ciertos,
indeterminadamente y dejando el congresos organizativo para un tiempo lejano.
Ese estado de “inconstitución” benefició precisa y exclusivamente a los sectores
bonaerenses que Rosas representaba desde el ejercicio del poder. El federalismo de
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hecho o empírico se impuso por 2 décadas. Las diversas “reacciones contra Rosas”
encontraron trágico fin en los campos de batalla.
En 1837 se cumplieron 2 años de la llegada por segunda vez de Rosas al gobierno
de Bs As y es entonces cuando un grupo de jóvenes provenientes de las elites
letradas de Bs As y el Interior se proclaman destinados a tomar el relevo de la
clase política que ha guiado al país desde la revolución de Independencia hasta la
catastrófica tentativa de organización unitaria de 1824-27.
La Generación de 1837
Surge una nueva clase social (en Europa): el proletariado industrial, y el surgimiento
de las ideas que conformaron el socialismo utópico, preludio necesario al desarrollo
de una nueva concepción del Mundo y del Hombre: socialismo científico.
En el marco de su desarrollo económico, político y social, la Argentina de los
tiempos de Rosas no podía escapar a estas innovaciones (muy a pesar de los
sentimientos del “Restaurador”); un conjunto de hombres pertenecientes a una
nueva generación nacida en los albores de la Revolución de Mayo tendría la
suficiente lucidez intelectual para escapar tanto a los rígidos esquemas ideológicos
del círculo rivadaviano como a las formas restauradoras impuestas por el círculo
rosista, con un claro y profundo sentido de las realidades materiales de su espacio y
de su tiempo. Las individualidades integrantes de esta llamada “generación de
mayo” nos podrían llevar a caracterizarla como un grupo de individuos básicamente
heterogéneo, si bien todos ellos estuvieron influidos en general por la cultura del
romanticismo europeo especialmente en los aspectos estéticos y literarios, en tanto
se alejaron de la épica y de la lírica, y buscaron los gestos libertarios en las nuevas
expresiones artísticas.
Uno de los aspectos de la cultura del romanticismo era el “historicismo”, una muy
fuerte y decidida rebeldía intelectual contra las abstracciones en materia legislativa:
los legisladores debían tener en cuenta primordialmente las realidades concretas
sobre las que debían trabajar y no solo sus convicciones individuales de índole
ideológica.
Además de caracterizados como miembros de la “generación romántica”, son
conocidos como “generación de los proscriptos”, casi todos ellos padecieron el
exilio en los tiempos de Rosas. Esteban Echeverría fue sorprendido por la muerte
en Montevideo en circunstancias desagradables; Juan Bautista Alberdi pasó la
mayor parte de su vida en el extranjero y Domingo Faustino Sarmiento encontró la
muerte en Paraguay.
La “generación de 1837” atañe al hecho de la fecha de inicio de sus actividades en
el “Salón Literario” de la librería de Marcos Sastre (precaria vida de 4 meses).
Desaparecido el Salón en octubre de 1837, al año siguiente apareció la Joven
Generación Argentina y en 1846, al ser refundada, Echeverría le dio un nuevo
nombre: Asociación de Mayo, con lo que reivindicaba los ideales y trayectoria
democráticas de la anterior generación. En el “Dogma Socialista” escrito por
Esteban Echeverría, a través de una serie de palabras simbólicas se sintetiza el
ideal de la nueva generación:
1) Asociación;
2) Progreso;
3) Fraternidad;
4) Igualdad;
5) Libertad;
72
6) Dios;
7) El honor y el sacrificio, móvil y norma de nuestra conducta social;
8) Adopción de todas las glorias legítimas, tanto individuales como colectivas
de la Revolución;
9) Continuación de todas las tradiciones progresivas de la Revolución de
Mayo;
10) Independencia de las tradiciones retrógradas que nos subordinan al
antiguo régimen;
11) Emancipación del espíritu americano;
12) Organización de la patria sobre la base democrática;
13) Confraternidad de principios;
14) Fusión de todas las doctrinas progresivas en un centro unitario;
15) Abnegación de las simpatías que puedan ligarnos a las 2 grandes
facciones que se han disputado el poderío durante la revolución.
73
5) Organización democrática en oposición a la dictadura de Rosas; se
trataba de organizar al país sobre la base de principios cardinales del
liberalismo (afianzamiento de las libertades, derechos y garantías
individuales junto a la separación funcional del poder; estado de derecho
liberal);
6) Ubicar al país en los derroteros del progreso; los jóvenes de 1837
otorgaban prioridad a las políticas tendientes a colocar al país en la línea
del “progreso material e inteligente” a través del fomento de la
inmigración, la importación de capitales y desarrollo de las industrias, la
construcción de ferrocarriles, puertos, el desarrollo de la educación
popular, etc.
El derrocamiento del sistema que Rosas encarnaba así como la puesta en marcha
del programa para la nueva Argentina sería la resultancia de la acción de las fuerzas
internas del país, sin ayuda de elementos extranjeros. Esteban Echeverría se
dirigió a Justo José Urquiza en una famosa carta, en la que señalaba al caudillo
entrerriano como al futuro ejecutor del programa esbozado, y para ello, le
adjuntaba un ejemplar del “Dogma Socialista”.
74
Resumen libro 4 HCA
Introducción
El Pronunciamiento de Urquiza
En 1850 Juan Manuel de Rosas fue electo por 4 vez consecutiva gobernador y
capitán general de Bs As con la suma del poder público. Desde 1835, cuando por
primera vez se lo eligió con todos los poderes de la dictadura legal, el país atravesó
75
una serie de conflictos que debieron ser enfrentados por la férrea conducción del
Encargado de las Relaciones Exteriores:
- La guerra con la Confederación Peruano-Boliviana del mariscal de
Santa Cruz (1837-1839);
- El bloqueo francés (1838-1840), terminado con el Tratado de Arana-
Mackau;
- El bloqueo anglo-francés iniciado en 1845 y terminado con Inglaterra
en 1849 (Tratado Southern-Arana) y con Francia en 1850 (Tratado
Arana Le Predour);
- El levantamiento del gobernador de Corrientes Genaro Berón de
Astrada (1839) a la par del bloqueo francés y ayudado por éstos el
desembarco de Lavalle en la provincia de Bs As
- Otros.
76
virreinato del Río de la Plata bajo la égida de Bs As, y aplicando el principio del “uti
possidetis juris” del Tratado de San Ildefonso de 1777, se proponía a reconquistar
zonas templadas del sur de Brasil que, por derecho emergente del Tratado,
pertenecían a los Estados sucesores de la soberanía española; de allí el no
reconocimiento a la independencia paraguaya y la constante intervención en los
asuntos internos del Uruguay apoyando al equivalente del partido Federal
argentino, el partido Blanco, al “gobierno del Cerrito” presidido por Manuel Oribe.
Se rompieron las relaciones diplomáticas con el gobierno de Río de Janeiro como
consecuencia de los ataques que desde territorio riograndense efectuaban
elementos uruguayos y brasileños enemigos del general Manuel Oribe, el principal
aliado de Rosas.
La situación uruguaya, las pretensiones rosistas relativas a la reincorporación del
Paraguay a la Confederación, la recuperación de antiguos territorios españoles
ahora en manos de Brasil, y el ahogo de las provincias mesopotámicas ante la
clausura de los ríos interiores y su consecuente dependencia del puerto y aduana de
Bs As, llevaron a la diplomacia brasileña a entenderse directamente con el
gobernador de Entre Ríos, Justo José Urquiza.
En enero de 1851 comenzó a tejerse una alianza secreta entre el Imperio del
Brasil y Entre Ríos cuyo objeto era lograr la derrocamiento del gobernador de Bs
As.
En el plano interno, los sectores dominantes de la provincia de Bs As aspiraban a
seguir consolidando el poder económico, para continuar dirigiendo la vida de la
sociedad. Para 1850, Rosas se ha transformado en el elemento conservador por
excelencia, que no admite cambio alguno, y se opone a reconocer que la realidad
provincial y nacional lo han superado.
Rosas necesitaba de Urquiza para imponer su política en el litoral argentino,
particularmente en Corrientes, y por extensión hacer visualizar sus poderes al
Paraguay, hacer efectivo el apoyo de su aliado Oribe y frenar las apetencias
brasileñas.
Urquiza esperó la ocasión propicia para llevar adelante sus políticas a partir de
una perspectiva estratégica favorable: el caudillo de Entre Ríos era conciente que el
régimen rosista, a pesar de sus victorias militares y diplomáticas y de su prestigio
nacional y americano experimentaba el natural desgaste proveniente de todos
aquellos años de ejercicio ilimitado del poder; que era necesario el apoyo del
Brasil y del Paraguay en cualquier empresa tendiente al derrocamiento del “Ilustre
Restaurador de las Leyes”.
Juan Manuel de Rosas había solicitado a la legislatura de Bs As se le revelara de las
cargas del gobierno local y a las provincias del manejo de las relaciones exteriores
(que fue la clave de su éxito, ya que al reafirmarse la adhesión de los gobernadores
de las provincias, con el rechazo de la renuncia, le permitía consolidarse aún más y
sus mandatos tenían total respaldo).
El 5 de abril de 1851, Urquiza remitió a los gobernadores de las provincias una
Circular en la que sostenía la “necesidad de retirar las facultades delegadas en
la persona del general Rosas para la dirección de los asuntos de la República”,
agregando que el gobernador entrerriano había decidido ponerse al frente de lo que
llamaba el “gran movimiento de libertad con que las provincias del Plata deben
sostener sus creencias, sus principios políticos, sus pactos federativos, no tolerando
por más tiempo el criminal abuso del gobernador de Bs AsT”.
El 1º de mayo de 1851 en la plaza central de Concepción del Uruguay fue
públicamente leído el “Pronunciamiento” de Urquiza. El Pronunciamiento puede ser
77
conceptualizado como aquél documento por el cual el gobernador de Entre Ríos, en
uso de las atribuciones ordinarias y extraordinarias delegadas por la legislatura
provincial, acepta la renuncia de Juan Manuel de Rosas al encargo del manejo
de las relaciones exteriores y asuntos de paz y guerra de la Confederación
Argentina, por lo que la provincia de Entre Ríos reasume su “territorial
soberanía” pudiendo a partir de ese momento entenderse directamente con todos
los gobiernos del mundo.
En los considerandos del Pronunciamiento se hace referencia al estado declinante
de la salud psicofísica del gobernador de Bs As, lo que no le permitiría seguir por
más tiempo al frente de los negocios públicos de la Confederación.
La provincia de Entre Ríos, por decisión de su gobernador aceptaba la renuncia
presentada por Rosas al manejo de las relaciones exteriores de la
Confederación y en consecuencia, la provincia reasumía “el ejercicio de las
facultades inherentes a su territorial soberanía” (reasumía la plena ejercitación de
su soberanía exterior).
El texto (El Pronunciamiento) marca la provisoriedad del gesto de la provincia de
Entre Ríos en cuanto a los acuerdos a que pudiese arribar con terceros países (que
no implicaba la secesión entrerriana de la Confederación Argentina), queda
despejada la firme voluntad de organizar el país mediante un congreso general (la
“Asamblea Nacional de las demás Provincias hermanas..”).
El 1º de mayo de 1851 Urquiza sancionaba un decreto por el que se cambia el
arcaico, gestado y extemporáneo lema rosista de “¡Viva la Confederación Argentina!
¡Mueran los salvajes unitarios!” por otro que dice “¡Viva la Confederación Argentina!
¡Mueran los enemigos de la organización nacional!
El 25 de mayo de 1851 Urquiza dirigió una Proclama a todas las provincias de la
Confederación en la que se expresaba la firme voluntad de organizar
constitucionalmente al país, voluntad que se reitera en la Proclama de misma
fecha dirigida al pueblo y a las tropas de Entre Ríos.
Una sola provincia dio respuesta positiva a la Circular del 5 de abril de Urquiza, el
gobernador de la provincia de Corrientes (Benjamín Virasoro) procedía a aceptar la
renuncia de Juan Manuel de Rosas a la “magistratura nacional” de “Encargado de
las Relaciones Exteriores y Asuntos de Paz y Guerra de la Confederación
Argentina”.
El resto de las provincias optaron por un claro y terminante apoyo a Rosas. La
legislatura de Catamarca, a instancias del gobernador sancionó una ley por la que
se investía a Rosas con el título de “Jefe Supremo de la Confederación” con la suma
del poder público, dejando a su exclusivo arbitrio la convocatoria del congreso
general constituyente “en la oportunidad, tiempo y circunstancias que él mismo
estime convenientes..”.
Juan Manuel de Rosas retiró su renuncia y la Sala de Representantes de Bs As
mediante ley del mes de septiembre de 1851 aceptó dicho retiro. Mediante otra ley
del mismo mes, luego de declarar a Urquiza traidor lo coloca fuera del amparo de
las leyes.
78
La política de Rosas apuntando a la recreación territorial del virreinato del Río de la
Plata que implicaba reintegrar al Paraguay y a comarcas en poder del Brasil a la
Confederación, así como la clausura de los ríos Paraná y Uruguay al comercio y
navegación internacionales con la consecuente sujeción al puerto y aduana de Bs de
las provincias del litoral fluvial, fueron los elementos que encaminaron al
entendimiento entre Urquiza y el gobierno de Río de Janeiro, para desembarazar la
escena política rioplatense de la figura de Rosas, su régimen y lo que ambos
significaban y dieron origen a los Tratados de mayo y noviembre de 1851.
El Imperio se apresuró a ganar la alianza con Urquiza. Las negociaciones secretas
tomaron lugar en enero de 1851 en Montevideo.
El Tratado de mayo de 1851, suscripto entre el gobierno Colorado de Montevideo,
la provincia de Entre Ríos y el Imperio de Brasil tenía por objeto “mantener la
independencia y pacificar el territorio del UruguayT”.
La República Oriental estaba tras una cruenta guerra civil y la existencia de 2
gobiernos: el del partido Colorado, ubicado en la sitiada Montevideo y apoyado por
los emigrados argentinos y en su momento por los franceses; y el del partido
Blanco (“gobierno del Cerrito”), presidido por el general Manuel Oribe y gozaba del
apoyo de Bs As. La pacificación se lograría “haciendo salir de ésta (Uruguay) al
General Manuel Oribe y las fuerzas argentinas que mandaT”
Se hace una invitación al gobierno del Paraguay para sumarse al frente antirrosista,
pero éste declino el ofrecimiento.
La derrota de Manuel Oribe se produjo de forma rápida y silenciosa. Oribe podía
disponer de su persona libremente y además, que “entre las diferentes opiniones en
que han estado divididos los orientales, no habrá ni vencidos ni vencedoresT”,
“un olvido general de todo lo pasadoT” que revelaba la intencionalidad política de
Urquiza inclinado a lograr por vía indirecta el aislamiento de Rosas o al menos la
neutralidad benévola del resto de las provincias de la Confederación.
En noviembre de 1851 se suscribe un segundo Tratado (cuyas cláusulas debían
mantenerse secretas) entre las provincias de Entre Ríos y Corrientes, el Imperio
del Brasil y ahora el único gobierno del Uruguay (Colorado). Se estipulaba que la
guerra no estaba dirigida contra la Confederación Argentina, ya que el único y
exclusivo objeto era “liberar al Pueblo Argentino de la opresión que sufre bajo la
dirección tiránica del Gobernador Juan Manuel de Rosas”. La escuadra imperial
sería ubicada estratégicamente para ayudar al cruce del río Paraná o para cubrir une
eventual retirada de las tropas entrerrianas y correntinas. El Imperio proveía un
empréstito por la suma mensual de “100.000 patacones por 4 meses” el que debería
ser reconocido y honrado por el futuro gobierno de la Confederación.
Urquiza comprometía al futuro gobierno de la Confederación a abrir los ríos
Paraná y Uruguay a la libre navegación, una apetencia del Brasil que encuadraba
en su tendencia expansionista hacia el Matto Grosso y las Misiones Orientales.
Invitando una vez más al Paraguay a integrarse a la alianza, el gobierno de
Carlos Antonio López procedió a refrendarla obteniendo la promesa del futuro
gobierno de la Confederación a reconocer su independencia y la libre navegación
de los ríos.
79
británico rumbo a Inglaterra la misma tarde del 3 de febrero de 1852 luego de enviar
su renuncia apresuradamente escrita a lápiz a una legislatura que jamás llegaría a
reunirse para darle tratamiento.
Se abría una nueva etapa en la vida política nacional y desde ya puede afirmarse
que comienza la historia de la Argentina moderna; pero, a pesar de todos hay que
reconocer que Rosas logró, en los hechos, mantener la integridad territorial y la
unidad política del país.
Introducción
80
En abril de 1852 Urquiza procedió a reunir en San Benito de Palermo al todavía
gobernador provisorio de Bs As (Vicente López y Planes), al gobernador de
Corrientes (Benjamín Virasoro) y al representante de Santa Fe (Manuel Leyva).
La caída de Rosas (Encargado de las Relaciones Exteriores y Asuntos de Pas y
Guerra de la Confederación Argentina) tradujo que el país en su conjunto careciese
de una representación formal ante las demás naciones del mundo.
En la reunión se procedió a corporizar las 3 determinaciones de la conferencia:
81
legislatura solamente un “permiso de asistencia” fue Vicente López y Planes,
temeroso de asumir compromisos que quebrasen el delicado equilibrio político
marcado por el ya patente antiurquicismo dentro de Bs As.
El 29 de mayo de 1852 comenzaron en la histórica “Casa del Acuerdo” de San
Nicolás las deliberaciones; estaban representadas 11 provincias (Urquiza
representaba la propia y a Catamarca). Los gobernadores de Córdoba, Salta y
Jujuy si bien no asistieron, adhirieron prontamente al Acuerdo en julio de 1852.
El 31 de mayo de 1852 los gobernadores provinciales suscribieron el Acuerdo,
caracterizado hoy como una “preconstitución, ya que organiza tanto el poder
provisorio hasta la reunión del Congreso a dictarse, como fundamenta los
lineamientos generales de la Constitución a dictarse, sus temas principales,
bases y motivaciones y determina con precisión de qué manera y cómo deberá
organizarse el Congreso”.
82
b. Una vez sancionada por el Congreso, conjuntamente con las
leyes orgánicas que fuesen necesarias para ponerla en ejecución,
el presidente del cuerpo constituyente debía comunicarla al señor
Encargado de las Relaciones Exteriores, quien procedería a
promulgarla, hacerla respetar y cumplir.
83
a. Se obligaban a mantener la paz interna en sus respectivas
provincias, fomentando la concordia entre los ciudadanos de todas
las opiniones políticas;
b. Se obligan a cooperar con el Director Provisorio de la
Confederación en los términos del Pacto Federal de 1831 en caso
de conflictos interprovinciales o internos de alguna provincia.
84
publicidad y fueron comentados críticamente los términos del Acuerdo de los
gobernadores, con lo que la opinión pública porteña comenzó a ser inquietada antes
inclusive que el gobernador López y Planes regresase de San Nicolás.
El 6 de junio de 1852 la legislatura dirigió al gobernador-delegado por ausencia de
López y Planes una Minuta de Comunicación en la que le exigía la inmediata
remisión de los antecedentes del Acuerdo cuyo reconocimiento y subsecuente
validez era de la exclusiva competencia de la Sala desde que se comprometían en él
intereses de alta jerarquía para la provincia.
El 8 de junio, mediante una nueva Comunicación al gobernador-delegado se le
ordenaba imperativamente no dar cumplimiento ningún decreto u orden originado en
las facultades acordadas a Urquiza en el Acuerdo en su nuevo carácter de Director
Provisorio de la Confederación Argentina hasta que el Acuerdo “sea aprobado por el
cuerpo legislativoT”.
El 15 de junio el gobernador Vicente López y Planes, de regreso de San Nicolás
de los Arroyos, envió a la legislatura las bases del Acuerdo, que tenían un
carácter provisorio pero que apuntaban a estructurar las vías acordes para organizar
el país.
El 21 de junio de 1852 se iniciaron en aquélla Sala de Representantes los
debates en torno a lo acordado por los gobernadores en San Nicolás de los Arroyos
(“jornadas de junio”, el Acuerdo ya estaba rechazado de antemano).
Tocó a Bartolomé Mitre abrir el fuego contra las bases del Acuerdo desde el
ángulo político.
Para la mayoría de los emigrados el caudillo de Entre Ríos era una rémora de los
tiempos de Rosas que representaba el peligro potencial de una nueva dictadura y
para los viejos rosistas, lo primero y principal era la provincia de Bs As.
Juan María Gutiérrez (ministro de Gobierno de López y Planes) se limitó a
responder argumentando sobre la necesidad que el país tenía de un poder
fuerte aunque transitorio (hasta la sanción de la Constitución).
Durante el primer día de los debates se mantuvo un nivel elevado y respetuoso a
pesar de la barra y del público que rodeaba el edificio de la legislatura que aplaudía
o abucheaba a los oradores.
Los debates prosiguieron el día 22; Dalmacio Vélez Sarsfield fue el encargado de
impugnar el Acuerdo desde el punto de vista jurídico. En su opinión el Acuerdo
era algo cercano o parecido a un Tratado, “las legislaturas provinciales no podían
crear poderes nacionales, tampoco los gobernadores; ni constituir gobiernos
provisorios”.
La gran defensa del Acuerdo recayó en la persona del ministro de Instrucción
Pública de la provincia, el Dr. Vicente Fidel López (hijo del gobernador), que
sostuvo que el Acuerdo de San Nicolás considerado históricamente era “un acto de
gobierno emanado de la obligación que él tiene (el gobierno porteño) de cumplir
religiosamente leyes anteriores” (leyes fundamentales). Jurídicamente, el acuerdo no
era un Tratado sino “un reglamento del Ejecutivo por el que allana y consuma el
cumplimiento del pacto fundamental. En cuanto a los poderes de Urquiza, agregaba
“Se pretende, que hay dictadura, porque hay un Ejecutivo Nacional sin un
Legislativo..”
Luego de unas reyertas, la sesión se levantó par no reanudarse más, la legislatura
de Bs As rechazaba el Acuerdo de San Nicolás.
85
Los hechos ocurridos en la Sala de Representantes de Bs As tuvieron repercusiones
inmediatas: los ministros del poder ejecutivo provincial renunciaron a sus
cargos y el propio Vicente López y Planes, solidario con sus secretarios de Estado
y ante la evidente imposibilidad de ejercer el gobierno consecuencia de la feroz
oposición desatada elevó su renuncia a la legislatura, la que fue aceptada sin
mayores trámites.
El poder legislativo de la provincia procedió a designar en carácter de gobernador
interino a sus propio presidente, el general Manuel G. Pinto. Pero el “partido
provincialista” no midió adecuadamente ni la relación de fuerzas existentes ni la
reacción de Urquiza, quien acampado con su ejército en Palermo tomó cartas en
el asunto de forma inmediata y drástica.
A fin de salvar la patria de la “demagogia”, como antes la había salvado de la
“tiranía”, invocando el art. 14 del Acuerdo de San Nicolás el Director Provisorio de
la Confederación decretó la intervención a la provincia de Bs As, disolvió la
legislatura, clausuró periódicos opositores y mandó a prisión o deportó a
Montevideo a algunos de sus ya notables enemigos políticos como Alsina, Mitre y
Vélez Sarsfield. Ante la imposibilidad manifiesta de reponer a López y Planes,
asumió personal y provisoriamente la gobernación porteña; durante el breve
lapso de su gobierno provisorio:
• Creó la municipalidad de Bs As;
• Designó una comisión redactadota de los códigos civil, penal, de comercio y
procesal;
• Reorganizó la Sociedad de Beneficencia;
• Abolió la pena de muerte por causas políticas;
• Sancionó una amplia ley de amnistía.
La sanción más importante fue el decreto del 28 de agosto de 1852 por el que
quedaron abiertos a la libre navegación y al comercio de todo el orbe los ríos
Paraná y Uruguay. Urquiza cumplía el compromiso contraído con el Brasil en los
Tratados de mayo y noviembre de 1851. La aduana de Bs As dejaba de ser la única,
puesto que se crearon 11 nuevas aduanas marítimas, fluviales y terrestres. Se
realizaron las elecciones para designar los diputados porteños al Congreso
Constituyente a reunirse en Santa Fe.
Urquiza era partícipe activo del espíritu liberal y reformista de la época.
Era el mismo Valentín Alsina quien conducía los hilos de la trama antiurquicista.
La creación de la logia secreta de los “Juan-Juan” cuyo objetivo no era otro que
perpetrar el asesinato del caudillo entrerriano.
El 8 de septiembre de 1852 Urquiza se embarcó rumbo a la ciudad de Santa Fe a
los fines de dejar instalado el Congreso Constituyente.
La partida del Director Provisorio de la Confederación Argentina fue el santo y seña
esperado por los conspiradores: 3 días después, el 11 de septiembre, el
porteñismo consumaba el golpe de Estado y se hacía del poder en la ciudad de
Bs As prácticamente sin resistencia alguna. En pocas horas fue reinstalada la Sala
de Representantes disuelta por Urquiza, la que procedió a designar en calidad de
gobernador provisorio al general Manuel G. Pinto quien ubica a Valentín Alsina
en el ministerio de Gobierno.
Urquiza al tomar conocimiento de estos hechos resuelve volver sobre sus pasos
pero al llegar a San Nicolás y aprehender la totalidad de la situación y la magnitud el
movimiento, comprende que está materialmente imposibilitado de dominar al
86
provincialismo porteño y preocupado en lo inmediato por fortalecer el bloque que
componían el resto de las provincias para lo que debía asegurar las labores del
congreso constituyente de Santa Fe, optó por retirarse a Entre Ríos.
En Bs As se tomaron una serie de medidas que modificaron en los años porvenir sus
relaciones con el resto del país: se procedió a negar la calidad de autoridad
nacional al Congreso Constituyente y en consecuencia, ningún acto emanado del
mismo sería reconocido; se ordenaba el retiro de los diputados elegidos en el mes
de agosto para que representasen a la provincia en el Congreso y se revocaban sus
poderes y, se revocaba la delegación hecha en la persona de Urquiza del manejo de
las relaciones exteriores (la secesión de Bs As de la Confederación Argentina).
Los “septembrinos” se avocaron a la inmediata tarea de “nacionalizar” su
movimiento. Se comisionó al veterano general Paz en misión al interior al fin de
explicar en el resto de las provincias los alcances de la política porteña. La
misión de quien encarnara otrora “el Supremo Poder Militar” fue un entero fracaso,
los grupos dirigentes de las provincias decidieron estrechar unión en torno de Justo
José Urquiza, única y real garantía así como efectiva barrera contra el hegemonismo
porteño.
En el mes de octubre de 1852 la Junta de Representantes de Bs As eligió
gobernador-propietario de la provincia a Valentín Alsina, jefe de la política
provincialista y disolvente, quien a su vez designó a Bartolomé Mitre en la cartera
ministerial de Gobierno. Este dinámico dúo gubernativo decidió llevar adelante una
política abiertamente beligerante de agresión armada directa para evitar a todo
trance la instalación y funcionamiento del congreso constituyente.
En diciembre de 1852 dio comienzo el movimiento liderado por el coronel Hilario
Lagos quien sublevó a la campaña bonaerense en nombre de la organización
nacional contra el gobierno y políticas de Alsina.
La ciudad de Bs As quedó sitiada por las tropas de Lagos. La renuncia de Alsina.
Interviene Urquiza directamente en el conflicto en apoyo de Lagos, la escuadra de la
Confederación Argentina completaba el sitio de la ciudad bloqueando el puerto de
Bs As.
El 20 de junio de 1853 el comandante de la escuadra de la Confederación, el
norteamericano John Halsted Coe, entregó los barcos que estaban bajo su mando
previo pago de la suma de 2 millones de pesos en onzas de oro. Comenzaba el
desbande de las tropas de Lagos, fruto también del bolsillo del “patriota”.
De esta forma, el movimiento del coronel Lagos terminó el 13 de julio de 1853, día
en que Urquiza abandonó la ciudad de Bs As escoltado por representantes
diplomáticos extranjeros, enmarcando el nuevo proceso político una extraña
singularidad: la existencia de 2 países dentro de un mismo país.
El Congreso Constituyente reunido en Santa Fe el 1º de mayo de 1853 había
sancionado la Constitución de la Confederación Argentina, la que presentada al
Director Provisorio de la Confederación por una comisión designada por el propio
congreso fue promulgada el 25 de mayo de 1853, siendo jurada por 13 de las
provincias argentinas el 9 de julio de aquél año.
Introducción
87
De todos los países de América Latina, la República Argentina llegaba tardíamente
al dictado de su Ley Fundamental, comparativamente hablando, con respecto de las
naciones del área.
Este retraso se advierte en las “Bases” de Juan Bautista Alberdi, donde el autor
analiza las constituciones ya sancionadas y de alguna manera experimentadas de
Chile, Perú, Méjico, Uruguay, California, etc.
La situación general de la Confederación Argentina en los comienzos de la década
de los años ´50 del siglo XX era harto diferente a la del año 1831 en la que se
suscribió el Pacto Federal.
Se abrió un complejo período de transición que se corporizó alrededor de 2
personajes fundamentales: Justo José Urquiza y Bartolomé Mitre.
Alrededor del primero se nuclearon las provincias, deseosas de participación en un
pie de igualdad con Bs As; Mitre condensará, ahora desde la óptica liberal, los
añejos intereses de la provincia-ciudad-puerto-aduana.
La llamada “revolución” del 11 de septiembre de 1852 significó una profunda
modificación en las relaciones entre Bs As y las provincias.
Los dirigentes porteños declararon que desconocerían cualquier acto emanado del
Congreso General Constituyente desde que no era aceptado como autoridad
nacional; anularon consecuentemente los poderes de los diputados designados para
representar a la provincia en el Congreso y, revocaron la delegación hecha en la
persona de Urquiza para manejar las relaciones exteriores. Se abocaron a la tarea
de “nacionalizar” el movimiento septembrino con el claro designio de frustrar la
reunión del Congreso. Fracasada la misión del viejo general Paz en las provincias se
propusieron subvertir el orden en el interior, llegaron hasta organizar y perpetrar un
ataque armado sobre Concepción del Uruguay que fue rechazado gracias a la rápida
reacción de Urquiza.
En diciembre de 1852, el coronel Hilario Lagos sublevó a la campaña bonaerense
contra la política del gobernador Valentín Alsina y de su ministro de Gobierno,
Bartolomé Mitre. Se dio comienzo a un prolongado sitio a la ciudad que finalizaría
recién a mediados de julio de 1853. Mientras tanto, el Congreso General
Constituyente reunido en Santa Fe había sancionado la Constitución Federal el 1º de
mayo de ese año.
El Congreso Constituyente
88
vida de la vieja Argentina), y los “circuleros” (por integrar el “círculo liberal”, de
ideas más avanzadas y modernas en lo político y religioso).
Fracasada la política de evitar la instalación y funcionamiento del Congreso, la
prensa de Bs As se dedicó en forma sistemática y malévola a desprestigiar a sus
miembros y por elevación a la propia congregación constituyente.
Los convocados en Santa Fe representaban (sin olvidar a los ausentes de Bs As y al
“gran ausente”, Juan Bautista Alberdi) a lo mejor de la intelectualidad y lo más
representativo de la política argentina de la época. Antiguos unitarios y viejos
federales, librecambistas y proteccionistas, católicos practicantes y librepensadores,
sacerdotes y laicos, hombres de escasos años de vida y veteranos de las luchas
políticas argentinas, supieron conjugar el articulado del texto constitucional.
La tarea esencial del Congreso era la de redactar el texto constitucional que reglaría
“la administración general del país bajo el sistema federalT”. En diciembre de 1852
se nombró a los integrantes de la Comisión de Negocios Constitucionales
encargada de redactar el proyecto de constitución, la que fue ampliada en febrero
de 1853. La Comisión de Negocios Constitucionales quedó definitivamente integrada
por Juan María Gutiérrez, Pedro Díaz Colodrero, José Benjamín Gorostiaga, Pedro
Ferré, Manuel Leyva, Juan del Campillo y Martín Zapata. El principal redactor del
proyecto de Constitución fue Benjamín Gorostiaga.
La Comisión de Negocios Constitucionales trabajó durante el verano de 1853. El
general Urquiza dejó en plena libertad de acción a los diputados, sin concurrir ni una
sola vez a sus deliberaciones. Con estricta justicia, el Congreso daría a Urquiza el
calificativo de “coautor” de la Constitución, por todos los esfuerzos que permitieron
ese logro. El 18 de abril de 1853, la Comisión presentó el proyecto de constitución
al Congreso.
El proyecto de constitución, contenía un capítulo especial de libertades, derechos
y garantías de orden individual, y establecía la existencia de los 3 poderes del
gobierno federal (legislativo, ejecutivo y judicial). Se acompañaban, un proyecto de
ley sobre la capitalización de la ciudad de Bs As y otro proyecto de residencia de las
89
autoridades nacionales. Se hace una especial consideración al tema del tesoro
nacional.
El pensamiento de Juan Bautista Alberdi y de la mayoría de los integrantes de la
Generación del 1837 relativo a la inmigración es ampliamente receptado.
Gorostiaga y Gutiérrez fueron los encargados de defender el proyecto
sosteniendo la discusión en los plenarios que celebrase el Congreso.
90
nuevo: la desmembración del territorio de la provincia de Bs As sin su presencia en
el Congreso y, obviamente sin su consentimiento.
Puesto el artículo 3º del proyecto a votación luego de ser considerado lo
suficientemente debatido fue aprobado por mayoría. El espectro de la ley de
Capital de 1826 hizo estremecer a todos los sectores políticos de la provincia de Bs
As.
El artículo 4º del proyecto de constitución, relativo a los rubros integrativos del tesoro
nacional, también fue objeto de un extenso debate. Manuel Leyva vuelve a impugnar
el texto, proponiendo en reemplazo del cuestionado artículo del proyecto de la
Comisión uno nuevo. José Benjamín Gorostiaga se encargó de refutar las
objeciones de Leyva.
De esa manera quedó planteada, por primera vez en la historia del país y que
todavía hoy no está totalmente resuelta, la antinomia recursos nacionales vs.
recursos provinciales. Puesto a votación el artículo fue aprobado por mayoría de
sufragios.
Los artículos 5º a 13º del proyecto fueron aprobados sin dificultades, previas
algunas declaraciones de los miembros informantes Gorostiaga y Gutiérrez. Pero el
artículo 14º provocó una nueva polémica, en cuanto a los derechos civiles
acordados a los habitantes de la Confederación Argentina se establece
expresamente el de la libertad de cultos.
Pedro Centeno atacó la norma relativa a la libertad de cultos, revelando de esa
manera su intolerancia. Respecto de la libertad civil de cultos, manifestaba que el
Congreso carecía de atribuciones para sancionarla.
La respuesta corrió por cuenta de Juan Francisco Seguí. Gorostiaga recordó el
Tratado de febrero de 1825 suscripto con Gran Bretaña que establecía la libertad
de cultos para los súbditos ingleses radicados en el país, agregando que la libertad
de cultos, al igual que los otros derechos consagrados en el artículo 14º serían
reglamentados en su ejercicio por leyes del Congreso. Puesto a votación la libertad
de cultos fue aprobada por mayoría de votos (13 contra 5).
La inmigración, uno de los puntales del pensamiento de la Generación de 1837 que
fuera sistematizado por Juan Bautista Alberdi en su libro “Bases” se subsume en la
siguiente frase: “En América, gobernar es poblar”. Pero lo esencial se centraba en
los países de origen de los eventuales inmigrantes, de qué regiones de Europa
debían proceder. Para Alberdi, los “brazos para trabajar” debían provenir de
aquéllos países europeos que habían atravesado el proceso de la Revolución
Industrial, puesto que sus habitantes conocían el uso de las maquinas y
herramientas (Inglaterra, Alemania, Suecia, Suiza, etc) que eran mayoritariamente
protestantes. Era la verdadera intención que se encontraba en la base de las
disposiciones de los artículos 2º y 14º del proyecto de constitución. Sin embargo,
existía una contradicción en cuanto a una de las calidades exigidas para ser
Presidente de la República (pertenecer a la comunión católica).
El mismo Lavaisse propuso que se agregara como calidad requerida para ser
Presidente y Vicepresidente de la República la de pertenecer a la comunión católica,
apostólica, romana, lo cual fue aceptado sin debate ni observaciones de especie
alguna.
El resto del articulado del proyecto fue aprobado luego de algunas aclaraciones y
agregados y sin debates trascendentes; en 10 días (del 21 al 30 de abril de 1853) el
Congreso dio por terminada la discusión del proyecto en particular.
El 1º de mayo (aniversario del Pronunciamiento de Urquiza) el texto de la
Constitución fue firmado.
91
Sancionada la constitución el 1º de mayo de 1853, el Congreso se aboco
inmediatamente a sancionar las leyes orgánicas necesarias para hacer viable su
aplicación. El 4 de mayo se sancionó la ley de capital reglamentaria del artículo 3º
de la constitución, ley que entraría a regir bajo la condición que la provincia de Bs As
no aceptase la constitución; dio sanción a la ley que establecía el régimen
municipal para la ciudad que se declaraba capital de la Confederación y el 8 de
mayo dio luz a la ley general de aduanas. El Congreso resolvió, designar una
Comisión de Diputados integrada por Salvador María del Carril, José Benjamín
Gorostiaga y Martín Zapata a efectos de presentar la Constitución al Director
Provisorio de la Confederación Argentina para que éste procediese a su
promulgación y la hiciese respetar y cumplir, conforme las pertinentes normas del
Acuerdo de San Nicolás de los Arroyos. Urquiza se encontraba entonces en la
localidad de San José de Flores con motivo del sitio a la ciudad de Bs As.
El 25 de mayo de 1853 el Director Provisorio de la Confederación Argentina dictó
el decreto promulgando la Constitución Nacional, y el 9 de julio de 1853 fue
jurada por 13 de las 14 provincias argentinas.
La Comisión de Diputados tenía otro encargo: el de presentar la Constitución
Federal al gobierno disidente de la provincia de Bs As para “recabar su aceptación
en la forma posibleT”. Gorostiaga y del Carril llevaron a cabo el intento que resultó
infructuoso, con maneras altaneras el ministro de Gobierno de Bs As, Lorenzo
Torres les comunicó que “se les ahorrase el trabajo de intentarlo por tener que
ahorcarlo ante las trincherasT”. La provincia de Bs As continuaba manteniendo
su postura inflexiblemente; ya en enero de 1853 el Congreso Constituyente había
autorizado al Director Provisorio de la Confederación para que hiciese “cesar la
guerra civil en la provincia de Bs As y obtenga el libre asentimiento de ésta al pacto
nacional del 31 de mayo de 1852”. Las gestiones fracasaron ya que los porteños
plantearon concurrir al Congreso con el número de diputados que creyesen oportuno
y se reservaban el derecho de aceptar o no la constitución que en definitiva fuese
sancionada.
La defección del jefe de la escuadrilla naval de la Confederación John Halsted y el
desbande del ejército sitiador del coronel Hilario Lagos definieron el nuevo curso de
la política nacional; el 13 de julio de 1853 Urquiza abandonaba San José de Flores
escoltado por representantes diplomáticos extranjeros ya que se temía un atentado
contra su vida. La secesión de Bs As era un hecho consumado y se sumergió en su
propia vida institucional, marginada de los “13 ranchos” del interior.
En agosto de 1853 el Director Provisorio convocó a elecciones en las provincias
de la Confederación para elegir en los términos prescriptos por la Constitución
Nacional al Presidente y Vicepresidente, agregando que a fin de evitar toda
suspicacia en el sentido que presidiendo el mismo Urquiza las elecciones pudiese
presionar sobre los resultados, se organizaba un gobierno delegado con residencia
en la capital de la provincia de Entre Ríos, en el que recaía el mando político y
administrativo de la Confederación Argentina, hasta la instalación de las autoridades
constitucionales. Este gobierno delegado quedó integrado por Salvador María del
Carril, Mariano Fragueiro y Facundo Zuviría. Las elecciones presidenciales tomaron
lugar el 1º de noviembre de 1853 y el día 20 del mismo mes se reunieron en las
capitales de provincias los electores a fin de expedir sus sufragios.
El 20 de febrero de 1854 el Congreso Constituyente se reunió a los fines de realizar
el escrutinio de los votos de los colegios electorales de las provincias; Justo José
Urquiza obtuvo 94 sufragios sobre un total de 106 siendo proclamado
Presidente de la Confederación. El escrutinio de los votos para vicepresidente no
92
arrojó la mayoría requerida por la Constitución (la mitad más uno), por lo que los
miembros del Congreso, siguiendo las normas constitucionales, procedieron a elegir
entre los 2 candidatos más votados: Salvador María del Carril y Facundo Zuviría.
La votación nominal arrojó un resultado favorable al ex ministro de Bernardino
Rivadavia y de Juan Lavalle, ya que obtuvo 17 sufragios contra 1 de Zuviría.
El 5 de marzo de 1854 Urquiza y del Carril prestaron ante el Congreso General
Constituyente el juramento prescripto en la Constitución.
El 7 de marzo de 1854 el Congreso Constituyente se declaró disuelto al haber
llenado sus cometidos.
Introducción
93
- Los pactos a través de los cuales se ligaron las provincias argentinas
después del año XX, en particular los “preexistentes” y entre ellos la
“Ley Fundamental de la República” (Pacto Federal de 1831);
- La Constitución de 1826 dada por el Congreso General
Constituyente de las Provincias Unidas del Río de la Plata.
94
El poder ejecutivo argentino goza de más poderes o atribuciones constitucionales
que el norteamericano, y que en el sistema federal del país del norte los estados
componentes gozan de mayor autonomía.
95
Octavo Módulo: La confederación argentina y el estado de Bs As. La
unificación definitiva.
Introducción
96
Sala de Representantes se erigía “per se” en convención constituyente al solo efecto
de sancionar un texto jurídico con clara tendencia política.
La discusión del proyecto de constitución en general y en particular en la legislatura
porteña nos revela la existencia de 2 tendencias: los “autonomistas” (inspiradores
de una fuerte corriente provincialista cuyo principal dirigente será Adolfo Alsina),
y los “nacionalistas” (trajinados por el logro de la unidad nacional pero bajo la
conducción de Bs As, cuyo principal referente será Bartolomé Mitre).
Mitre levantó su voz para negar a la Sala de Representantes las atribuciones
constituyentes que ésta se arrogaba procurando el sostenimiento de la unidad
nacional, puesto que consideraba que la sanción de aquél texto constitucional iba a
convertirse en un ingrediente más de la discordia que dificultaría cualquier posible
entendimiento con el gobierno de Paraná. Mitre era uno de los partidarios de la
unidad de la Nación, una vez que quedase consolidada la hegemonía indiscutida
de Bs As sobre el conjunto del país.
De la constitución bonaerense de 1854 (reconoce como modelo a la
Constitución de 1826), interesa que:
A. Reconoce como modelo a la Constitución unitaria de 1826 (carecía de
preámbulo);
B. En el art. 1º perfila a Bs As como un “Estado”, pero dejando abiertas las
puertas para una eventual reunificación con el resto de las provincias;
C. En el art. 2º se establecen los límites geográficos de la provincia que
comprendían, a más la isla de Martín García, los territorios de las actuales
provincias patagónicas “desde el Arroyo del Medio hasta la entrada de la
cordillera en el mar”;
D. El art. 3º establecía la religión católica apostólica romana como la oficial
de la provincia, en contraposición abierta a lo normado por el art. 2º de la
Constitución Nacional;
E. El art. 6º legisla sobre la ciudadanía; eran ciudadanos del Estado de Bs
As “todos los nacidos en él y los hijos de las demás Provincias que
componen la República, siendo mayores de 20 añosT” (se oficializaba la
“ciudadanía bonaerense”).
El proyecto político de los “hombres del Paraná” estaba condenado al fracaso desde
sus inicios, puesto que en el plano económico la Confederación Argentina no
estaba en condiciones de generar los recursos financieros suficientes y
97
necesarios para el sostén de la nueva y complicada estructura y correlativa
actividad estatal que la misma Constitución había creado.
El gobierno de Paraná organizó la promoción de la actividad económica y el accionar
estatal en esta esfera mediante el “Estatuto para la Organización de la Hacienda
y Crédito Público”, obra de Mariano Fragueiro (ministro de Hacienda), y aprobado
por ley del Congreso Constituyente en diciembre de 1853 el que tenía objeto
fundamental la centralización de los recursos nacionales.
El pensamiento del ministro Mariano Fragueiro se centraba en la creación y
desarrollo de un modelo capitalista autónomo y autosustentado en base a la
protección por parte del Estado de la industria (inspirado en las ideas de Saint-
Simón), pero el proyecto fracasó.
Solo Entre Ríos y en menor medida Córdoba proveían de recursos para el resto del
país en tanto el resto de las provincias eran verdaderas cargas. El sistema rentístico
impulsado por el ministro de Hacienda incluía la creación de un Banco Nacional con
la facultad de emitir papel moneda de curso legal, pero el público en general se
negaba a realizar sus transacciones comerciales con los billetes emitidos por el
Banco de la Confederación Argentina desde que carecían de un verdadero respaldo
al no existir una actividad económico-productiva en vías de crecimiento; en el ámbito
de la Confederación circulaba y era aceptado el papel moneda emitido por el Estado
de Bs As, cuyo respaldo residía, precisamente, en las rentas producidas por la
aduana.
No se puede pasar por alto la proficua labor legislativa del “Congreso de
Paraná”, integrado por las mejores inteligencias de la política de las provincias, así
como de varios jefes militares de la guerra de la Independencia. El Congreso
sancionó cerca de 292 leyes desde su instalación hasta el final del mandato
presidencial de Urquiza referentes a diversos e importantes asuntos como: la
aprobación de tratados sobre la libre navegación de los ríos, sobre la creación de la
justicia federal, sobre la colonización, creando una comisión que tenía por objeto la
redacción de los códigos nacionales, ordenando un censo general, estableciendo el
ferrocarril de Rosario a Córdoba, sobre fundación de escuelas, sobre elecciones
nacionales, etc.
El gobierno de Paraná supo sortear las graves dificultades que la secesión porteña
planteó en materia de relaciones exteriores, ya que el gobierno de Bs As solicitó
reconocimiento internacional oficial de las principales potencias europeas.
Del otro lado del Arroyo del Medio, el Estado de Bs As continuaba disfrutando de la
única institución generadora de recursos: la aduana; desde el punto de vista
financiero la provincia disidente no se vio agobiada de la misma forma que la
Confederación, para la Confederación Argentina era una insoslayable necesidad
lograr que Bs As se integrase y participase activamente en la obra de la
organización nacional, no solo en el aspecto económico-financiero sino también en
materia de los recursos humanos necesarios (y preparados) para administrar el país.
La organización nacional plasmada en la Constitución de 1853 estaba basada en
2 principios cardinales: la Capital en y la Aduana de Bs As.
En 1854 era materialmente imposible lograr que la provincia rebelde depusiese su
actitud y se reincorporase a la Confederación. En los meses de diciembre de 1854
y enero de 1855, ambos antagonistas suscribieron lo que en la historia de nuestra
Nación se conoce como los “Pactos de Convivencia”.
En las graves circunstancias de la época, 2 importantes hombres de negocios
santafesinos, José María Cullen y Daniel Gowland, ofrecieron abrir sus servicios
como mediadores ante el gobierno porteño al presidente Urquiza a los efectos de
98
evitar la guerra civil. La mediación fue aceptada por las partes y en diciembre de
1854 firmaron un Tratado Preliminar por el que se establecía un armisticio. Bs As
y la Confederación convenían en cesar inmediatamente los aprestos de índole
militar, a mantener la paz y la buena armonía, así como conservar todas sus
relaciones de comercio en el estado que tenían antes de la invasión.
Al mes siguiente (enero de 1855) se firmaba el Tratado definitivo, por el que
ambos gobiernos se comprometían especialmente:
En materia económica:
El camino a Cepeda
99
La sanción de la ley no era otra cosa que una abierta declaración de guerra
económica al Estado de Bs As; se establecía ley mediante aquéllas mercaderías
introducidas de “cabos adentro” a la Confederación (introducidas desde Montevideo
o Bs As) debían pagar impuestos adicionales que iban desde un 30% hasta el doble
de los impuestos ordinarios, en tanto que las mercancías ingresadas de “cabos
afuera” (introducidas directamente en los puertos de la Confederación) solo debían
abonar los impuesto ordinarios. Se alentaba al consumo de las mercancías
ingresadas directamente activando el comercio internacional de las provincias.
La aplicación de la ley de Derechos Diferenciales fue suspendida con motivo de los
acuerdos suscriptos en San José de Flores en noviembre de 1859.
En 1857 la Asamblea General del Estado de Bs As procedió a elegir en calidad de
gobernador propietario a Valentín Alsina, el antiguo emigrado unitario y el más
tenaz de los opositores del presidente Urquiza.
Con Alsina en la gobernación de Bs As se cerraron todas las puertas a las posibles
soluciones pacíficas; todos los intentos conciliatorios tendientes a acercar a las
partes para dialogar terminaron en sendos callejones sin salida.
En ese marco y con motivo de las festividades de la fecha patria del 9 de julio de
1858 el presidente Urquiza hizo desfilar en la Capital Provisoria de la Confederación
una imponente formación militar de 16.000 efectivos, en tanto quedaban en los
campamentos una reserva de caballería de cerca de 42.000 hombres: era la forma
de mostrar públicamente su poderío y advertir a los liberales porteños.
A pesar de todo, en 1857 el gobierno presidido por Urquiza hizo un nuevo intento
para que Bs As se reincorporase a la Confederación. Otro intento realizado en
1858 corrió igual destino: los hombres del “partido de los principios” querían la
unidad nacional, pero bajo la conducción indiscutida de Bs As.
El mandato de Urquiza terminaba en marzo de 1860 y prohibiendo la Constitución la
reelección inmediata, los aspirantes a sucederlo, el vicepresidente Salvador María
del Carril y el ministro Santiago Derqui se enfrentaban abiertamente contribuyendo a
desestabilizar la retaguardia de la Confederación.
La chispa que encendió los fuegos de la nueva guerra civil saltó en la provincia de
San Juan; en octubre de 1858 fue asesinado el general Nazario Benavídez,
antiguo gobernador de la provincia (que detentaba la comandancia militar de la
región). Benavídez había sido arrestado por orden del gobernador sanjuanino
(Manuel José Gómez) bajo la acusación de estar directamente vinculado al fallido
movimiento revolucionario profederal protagonizado por uno de los jefes zonales de
ese partido, el general Vicente Peñaloza.
Gómez pertenecía al partido Liberal de San Juan, estrechamente vinculado a los
liberales de Bs As.
El crimen fue puesto en la cuenta de los liberales de Bs As, de los hombres del
“partido de los principios”; el Dr. Gómez respondía a la política porteña, en tanto que
Benavides, al mando militar de la región, respondía a las autoridades de la
Confederación.
Los odios personales de Alsina se reflejaron abiertamente en el desafiante
Mensaje que leyera la Asamblea General del Estado de Bs As el 1º de mayo de
1859 al inaugurar el período ordinario de sesiones legislativas. En el mismo, agravió
de palabra a las autoridades confederales y no tuvo ningún reparo en hacer públicos
los aprestos militares en que se hallaba involucrado su gobierno. El 6 de mayo de
1859 el poder legislativo porteño sancionó la siguiente ley: “Art. 1º: Se autoriza al
P.E de Bs As para repeler con las armas la guerra que ha declarado de hecho al
gobierno de las Provincias ConfederadasT”.
100
El gobierno de Paraná no tardó en dar su respuesta: el 20 de mayo el Congreso de
la Confederación Argentina sancionaba una ley del siguiente tenor: “Art. 1: Se
autoriza al Presidente de la Confederación para resolver la cuestión de integridad
nacional respecto de la provincia disidente de Bs As, por medio de negociaciones
pacíficas o de la guerraT”; “Art. 2: podrá movilizar a las Guardias Nacionales sobre
cualquier punto del territorio de la NaciónT”; “Art. 3: quedaba autorizado para hacer
los gastos necesarios a los objetos expresadosT”; “Art. 4: se permite al Presidente
de la Confederación ausentarse del territorio de la Capital para colocarse a la
cabeza del EjércitoT”.
Los agentes diplomáticos extranjeros acreditados hicieron intentos por evitar el
choque armado. La mediación intentada por el representante del gobierno de los
Estados Unidos ante la Confederación, Mr. Benjamín Yancey.
Las pretensiones del gobierno de Alsina se reducían a una sola: el retiro definitivo de
Urquiza de la escena política nacional. Ante la imposibilidad de concretar tan
tremenda propuesta la mediación fracasó. Existió una posibilidad de una mediación
tripartita de los agentes diplomáticos de Francia, Inglaterra y el Brasil, la que no llegó
a cristalizar. En horas previas al combate, Urquiza aceptó los oficios amistosos del
gobierno paraguayo propuestos por Francisco Solano López (hijo del presidente de
Paraguay) pero ello no pudo concretarse.
El 23 de octubre de 1859 nuevamente en la cañada de Cepeda, se enfrentaban
las fuerzas en pugna. Las fuerzas de la Confederación Argentina vencían a las
del Estado de Bs As. El camino hacia la orgullosa ciudad quedaba abierto a las
fuerzas federales.
Tres días después de Cepeda, Urquiza inició su avance sobre la ciudad de Bs As,
donde parecía repetirse el espectáculo de 1820.
Luego de Cepeda, el presidente Urquiza pudo entrar en Bs As, ocupar la ciudad e
imponer sus condiciones a la facción vencida, pero prefirió la negociación,
aceptando la mediación propuesta antes y después de la batalla por el
representante del gobierno de Paraguay, Francisco Solano López (hijo del
“Supremo” Carlos Solano López). A partir del 5 de noviembre de 1859 comenzaron
las reuniones entre los representantes de las partes en San José de Flores.
Urquiza designo a los brigadieres generales Tomás Guido y Juan Pedernera y al Dr.
Daniel Aráoz; el desfalleciente gobierno de Bs As a Juan Bautista Peña, Carlos
Tejedor y Antonio Cruz Obligado.
Las conferencias (5 en total) duraron varios días y estuvieron a punto de naufragar
ante la reticencia del gobierno de Bs As, pero en definitiva, la renuncia del tenaz
enemigo de Urquiza, Valentín Alsina, al cargo de gobernador facilitó y encarriló los
entendimientos y el 11 de noviembre de 1859 se suscribía el Pacto conocido como
“Pacto de San José de Flores” o “Pacto de Familia”, por el que se puso fin a la
secesión porteña iniciada en septiembre de 1852 (pero no trajo el final del conflicto
definitivo, el que sería resuelto a fines de 1861 luego de la batalla de Pavón).
El art. 1º del Pacto de San José de Flores Bs As se declaraba “parte integrante
de la Confederación”, verificando su incorporación a través de la aceptación y
solemne jura de la Constitución sancionada por el congreso constituyente de Santa
Fe en 1853.
Como la provincia “rebelde” no había adherido al Acuerdo de San Nicolás de los
Arroyos ni participado del cónclave constituyente de Santa Fe, se le otorgó la
101
facultad de examinar las cláusulas de su texto. Dentro de los 20 días de firmado el
pacto la provincia convocaría a una Convención Provincial Examinadora de la
Constitución sancionada en Santa Fe el 1º de mayo de 1853 y cuyos integrantes
serían electos conforme a las leyes electorales de la provincia.
En esta Convención Provincial Examinadora podían configurarse 2 situaciones
distintas en relación al texto constitucional:
102
El gobierno de la República del Paraguay quedaba como garante del
cumplimiento de las cláusulas del Pacto.
Introducción
La firma del Pacto de San José de Flores, lograda luego de la renuncia del
gobernador de Bs As Valentín Alsina no fue más que una tregua en la lucha por la
consecución hegemónica total entre los grupos dominantes en la Confederación y en
Bs As. La caída de Alsina elevó a Bartolomé Mitre a la categoría de jefe indiscutido
del “partido provincialista” a pesar de recaer sobre su cabeza la derrota sufrida en
Cepeda.
En marzo de 1860 asumió la presidencia de la Confederación Argentina el Dr.
Santiago Derqui, hombre de actuación en la antigua facción unitaria, amigo y
compañero de otro cordobés, el general José María Paz. Lo acompañaba en el
cargo de vicepresidente Juan Esteban Pedernera (viejo federal). La candidatura
de Derqui se había impuesto sobre del Carril (obtuvo 72 votos contra 4) ya que gozó
del total apoyo de Urquiza.
En mayo de 1860 los liberales porteños impusieron la candidatura de Bartolomé
Mitre a la gobernación de Bs As, en tanto que Justo José Urquiza, una vez más,
era designado por la Sala de Representantes gobernador propietario de Entre
Ríos.
Santiago Derqui (presidente de la Confederación), Bartolomé Mitre (gobernador de
Bs As) y Justo José Urquiza (gobernador de Entre Ríos).
De los integrantes de este “triunvirato” el más débil en términos políticos era Derqui:
elegido con la anuencia y apoyo de Urquiza, era imposible que pudiera liberarse de
la tutela indirecta que sobre él ejercía el caudillo entrerriano. Derqui debía acercarse
a Mitre y los liberales porteños, pero esto constituía un juego sumamente peligroso,
y en consecuencia, terminó siendo utilizado como una pieza más en aquél
complicado mosaico de intereses sectoriales.
La Comisión Provincial Examinadora luego de una demora más que exasperante
terminó al fin sus trabajos y presentó el Cuadro de Reformas que se proponían a la
Constitución federal y el Dr. Dalmacio Vélez Sarsfield, conjuntamente con los Dres.
Benjamín Victorica y Daniel Aráoz suscribieron en junio los Acuerdos de Paraná,
cuyas disposiciones complementarias al Pacto de Familia encarrilaron
definitivamente la realización de la Convención Nacional Reformadora ad-hoc.
Urquiza ya no era el presidente de la Confederación Argentina. Ya no existían más
excusas para evitar la unidad: Bs As presentaba su proyecto de reformas y el
Congreso Legislativo de la Confederación convocaba a la Convención Nacional
Reformadora ad-hoc.
Agregando notas al buen clima político Bartolomé Mitre invitó a Derqui y a Urquiza a
Bs As con motivo de los festejos de la fecha patria conmemorativa de la
independencia. El propio Urquiza, a su vez, invitó a Derqui y a Mitre a su Palacio de
San José para el próximo mes de noviembre a fin de celebrar en unidad el primer
aniversario de la firma del Pacto de San José Flores; el día 11 de septiembre en el
Palacio de San José Mitre le hizo entrega a Urquiza del bastón de mando de los
gobernadores de Bs As, con lo que quedaba atrás definitivamente la desgraciada
denominación adoptada en 1854.
En septiembre la Convención Nacional Reformadora ad-hoc en pocos días
aprobó casi en bloque las reformas propuestas a la Constitución del 1º de mayo
103
por la provincia de Bs As; el 1º de octubre el Presidente Derqui promulgó las
reformas y el 21 de ese mes, solemnemente, Bs As juró la Constitución
reformada. Ese mismo día Derqui expidió un decreto por el que se ascendía al
rango de brigadier general de los ejércitos de la República a Bartolomé Mitre.
Desde los acontecimientos que costaran la vida del general Benavídez en octubre
de 1858 gobernaba en la provincia cuyana el coronel Juan Antonio Virasoro que
manejaba la provincia con mano dura en todo sentido. En noviembre de 1860 se
produjo un movimiento revolucionario protagonizado por los liberales
sanjuaninos que culminó con el asesinato de Virasoro, miembros de su gobierno
e inclusive algunos de sus familiares. Ese mismo día (16 de noviembre) Derqui,
Urquiza y Mitre le habían enviado una carta colectiva desde el Palacio de San José
aconsejándole que renunciara al cargo de gobernador, lo que constituiría una prueba
irrefutable que sus firmantes temían por la vida del gobernador Virasoro y quisieron
evitar el escándalo que se produjo.
La gravedad de la crisis obligó al presidente Derqui a invocar el art. 6º de la C.N y
decretar la intervención federal a la provincia de San Juan, designando
paralelamente interventor al gobernador de San Luis, Juan Saa y secretario al
señor José Manuel Lafuente. El interventor federal sería acompañado en su
gestión por 2 comisionados de Bs As, el general Wenceslao Paunero y el coronel
Eduardo Conesa. Con la intervención federal y la designación de Saa como
interventor Derqui complacía a Urquiza; con la designación de los comisionados
porteños a Mitre.
Los liberales de Bs As se negaban a considerar como crímenes a las consecuencias
del movimiento revolucionario sanjuanino.
Los sucesos de San Juan se transformaron en un verdadero escándalo nacional;
mientras que la prensa liberal de Bs As encontraba todas y cada una de las
justificaciones posibles, la prensa de la Confederación emitía todas las condenas
imaginables.
El grupo liberal de San Juan había pedido asistencia financiera a sus amigos de Bs
As.
Como consecuencia de los hechos de noviembre de 1860 el grupo liberal sanjuanino
se había alzado con las riendas del poder en la provincia y designado a Antonio
Aberstain como gobernador de la provincia. El interventor federal designado por
Derqui, Juan Saa había reunido efectivos militares con el objeto de entrar por la
fuerza en San Juan. Sin embargo, los comisionados porteños (Wenceslao
Paunero y Eduardo Conesa) que debían acompañarlo en la gestión lo disuadieron
de semejante actitud. Convencieron a Saa para que primeramente enviase “notas
amistosas” a las autoridades revolucionarias de San Juan. Saa se conformó con la
propuesta y el gobierno de Aberstain respondió que estaría dispuesto a aceptar una
“intervención pacífica” a la provincia (esto implicaba el reconocimiento de las
autoridades de hecho surgidas del golpe de noviembre). Pero la mano de Urquiza
era muy larga y por intermedio del gobernador de Mendoza cambió las reglas de
juego: convenció a Saa que la única manera de dar forma alguna de solución al
diferendo era por medio de la fuerza. El cambio de postura de Saa tradujo la
renuncia y alejamiento de los comisionados porteños.
Entretanto, el presidente Derqui, encerrado en su propia impotencia continuaba en
sus intentos por conformar por igual a Urquiza y a Mitre.
104
El interventor federal ingresó a territorio sanjuanino al frente de un importante
contingente militar; el gobernador Aberstain opuso resistencia y fue derrotado en
enero de 1861 en la batalla de la Rinconada del Pocito. Luego de ser tomado
prisionero, Aberstain fue ejecutado.
Como consecuencia de éstos hechos los 2 ministros porteños que el presidente
Derqui había designado (Norberto de la Riestra y Francisco Pico) prestaron sus
renuncias con lo que la influencia de Bs As parecía haber quedado neutralizada en
el seno del gobierno nacional.
Los sucesos de San Juan fueron el primer detonante del nuevo estallido que
conduciría a la guerra civil. El segundo detonante fue la cuestión de la elección de
los diputados de Bs As al Congreso Legislativo Nacional.
Los Diputados de Bs As
105
En cuanto a los senadores de Bs As, Valentín Alsina y Rufino de Elizalde
manifestaron a la Cámara que no se incorporarían ante el cuestionamiento de la
forma de elección de los diputados bonaerenses.
La provincia de Bs As se negó terminantemente a efectuar nuevas elecciones,
alegando, que la provincia no podía ser obligada a cumplir una ley en cuya sanción
sus legisladores no habían participado. Alsina y Elizalde, se retiraron definitivamente
de la ciudad de Paraná.
En junio de 1861, el Congreso Legislativo de la Confederación Argentina, a solicitud
del presidente Derqui, sancionaba la siguiente ley:
Retirado del campo de batalla, Urquiza cruzó el río Paraná y se instaló en su palacio
de San José; recién en el mes de octubre Mitre avanzó sobre la provincia de
Santa Fe y ocupó la ciudad de Rosario. A partir de ese momento comenzó un
ininterrumpido intercambio de emisarios y misivas entre Urquiza y Mitre. La política
del gobernador de Bs As se centró en aislar y neutralizar al caudillo entrerriano en su
propia provincia a la par de optimizar los inesperados resultados de Pavón.
El presidente Santiago Derqui buscó afanosamente la manera de reorganizar las
fuerzas militares de la Confederación y de oponerse a Mitre, pero pronto se percató
de la inutilidad de sus esfuerzos ante la inacción de Urquiza. En noviembre de 1861
presentó su renuncia al cargo de presidente y partió con su familia rumbo al exilio
en la ciudad de Montevideo. Pocos años después murió en la ciudad de Corrientes,
en medio de la pobreza total. Ante la renuncia de Derqui, asumió el vicepresidente,
106
el general Juan Esteban Pedernera, quien comenzó por subordinarse totalmente a
Urquiza y pretendió delegar en su persona la conducción de los asuntos nacionales.
Pero Urquiza había decidido abandonar la lucha, tal vez convencido de su
inutilidad, y por otro lado había sido neutralizado por la hábil política mitrista, que
garantizaba la indemnidad de la provincia de Entre Ríos y de su persona.
La legislatura entrerriana, como un eco del pensamiento de Urquiza sancionó el
1º de diciembre de 1861 una ley por la que la provincia “reasumía el ejercicio de
la soberanía que le es propiaThasta tanto que reunidas de nuevo las Provincias
Argentinas bajo la Constitución federal juradaTse encuentre la Nación en estado de
completa paz y quede garantido el cumplimiento de aquéllaT”. Urquiza al
abandonar Derqui abandonaba al partido federal; a sus amigos que seguían
manteniendo en alto la chuza; a todos aquellos que habían puesto su fe y esperanza
en la decisión de su espada.
La ley de la legislatura de la provincia de Entre Ríos dejaba sin asentamiento
territorial al gobierno de la Confederación, sin rentas y sin efectivos militares, en
otras palabras, lo transformaba en un gobierno fantasma, sin cuerpo ni alma. El
vicepresidente Pedernera, en ejercicio del poder ejecutivo desde la renuncia de
Derqui, ante la imposibilidad de convocar a las Cámaras del Congreso Legislativo, el
12 de diciembre de 1861 suscribía un Acuerdo de Ministros por el que se
declaraba “en receso” al Poder Ejecutivo Nacional, “hasta que la Nación reunida
en Congreso, dicte las medidas consiguientes a salvar las dificultades que obligan al
Gobierno a tomar esta disposiciónT”.
El general Pedernera y los ministros homologaban el fin de la Confederación
Argentina y el definitivo triunfo de Bs As sobre el conjunto del país. En 10 meses
Mitre logrará cambiar la situación política de 12 provincias argentinas que le
prestarán apoyo decidido y suscribirán la política liberal; sólo Entre Ríos quedará
en manos del partido Federal.
107
sus propias atribuciones. En materia de relaciones exteriores sus poderes se
limitaban al mantenimiento pasivo de los tratados ya suscriptos con las
potencias extranjeras, sin poder efectuar ningún tipo de innovación o suscribir
nuevos tratados. En lo interno, debía mantener el orden público, hacer observar y
respetar la Constitución federal, atender a la seguridad de las fronteras, etc,
asegurándose para estos fines el mando de las fuerzas militares de todo el país y la
percepción de las rentas nacionales.
Las provincias comenzaron la tarea de elegir sus diputados y senadores. El 25 de
mayo de 1862 se instalaron ambas Cámaras del Congreso Legislativo en la
ciudad de Bs As, ocasión en la que el Encargado del Poder Ejecutivo Nacional
rindió cuentas de las gestiones cumplidas. Entre las primeras leyes del nuevo
Congreso se ubica la que confirma a Mitre como Encargado del Poder Ejecutivo
Nacional con las atribuciones ya señaladas hasta que se procediese a elegir al
nuevo presidente de la República y aprueba las gestiones realizadas por éste.
El nuevo Congreso sancionó otra ley (5 de junio) por la que se procedía a
convocar en todas las provincias elecciones para escoger a los miembros de los
Colegios Electorales que debían votar por los candidatos a ocupar la presidencia y
vicepresidencia de la Nación. El escrutinio efectuado por el Congreso arrojó la
unanimidad de votos de los Colegios Electorales a favor de Bartolomé Mitre
(candidato único). En carácter de vicepresidente fue electo con 91 sufragios (sobre
133) el Dr. Marcos Paz.
El 12 de octubre de 1862 ambos mandatarios prestaron el juramento prescripto
por la Constitución.
108
Resumen libro 5 HCA
Para Max Weber el estado es una empresa institucional de carácter político, “el
Estado es aquella comunidad humana que en el interior de un determinado territorio
reclama para sí (con éxito) el monopolio de la coacción física legítima”.
Desde la óptica jurídica el Estado es (por naturaleza), un sistema de normas o la
expresión para designar la unidad de tal sistema.
Para Hans Kelsen el Estado es el ordenamiento jurídico; por ello, el Poder no es
sino la validez y vigencia del ordenamiento jurídico, el Territorio no es sino el ámbito
espacial de validez y vigencia de dicho ordenamiento y la Población el ámbito
personal de validez y vigencia del mismo orden jurídico.
Introducción
109
las autoridades nacionales residieron en la ciudad-puerto: la Primera Junta, la Junta
Grande, los Triunviratos y Directores Supremos o del Estado.
En la primera década de vida independiente comenzaron los cuestionamientos a la
primacía que ejercía la orgullosa ciudad-aldea y sus pretensiones de “capitalismo”,
recordemos las Instrucciones Orientales del Año XIII (“Que precisa e
indispensablemente sea fuera de Bs As donde resida el sitio del Gobierno de las
Provincias Unidas”), o el proyecto de constitución de la Comisión Oficial de la
Asamblea (“Al Congreso corresponde determinar el lugar de sus sesiones, y en el
que haya que establecerse la silla de gobierno, el cual ha de ser precisamente fuera
de Bs As), o el proyecto de la Sociedad Patriótica (el poder legislativo debía “residir
en la Capital, que será siempre una ciudad que no sea cabeza de ninguna Provincia,
y esté en un centro igualmente distante de los extremos del citado de donde pueda
el gobierno comunicar igualmente su acción a todas partesT”).
La crisis de 1820 determinó profundas transformaciones en el status de la “ciudad-
metrópoli”; la debacle del año XX implicó la desaparición de las autoridades
nominalmente nacionales y como correlato el surgimiento de la provincia de Bs As
gozando de plena autonomía. La ciudad de Bs As se transformó en capital
provincial, residencia del gobernador, de la Sala de Representantes, de la Cámara
de Apelaciones y de las demás autoridades locales, el puerto y la aduana corrieron
misma suerte.
En 1824 se instaló en Bs As el Congreso General Constituyente de las Provincias
Unidas del Río de la Plata como autoridad eminentemente nacional; con la Ley
Fundamental fue creado un poder ejecutivo nacional de carácter provisorio cuyo
ejercicio recayó en el gobierno provincial. Bs As volvió a ser (tácticamente) la Capital
de las Provincias Unidas del Río de la Plata (residían en ella el Congreso y el PE
nacional provisorio). Pero el Congreso violando la Ley Fundamental sancionó la ley
de Presidencia, siendo electo Rivadavia, quien dio a luz la ley de Capital que en
los hechos traducía la desaparición física de la provincia de Bs As y del conjunto de
sus instituciones particulares.
Durante la época de Rosas, la ciudad de Bs As fue la capital de la Confederación
Argentina, desde que el Señor Encargado de las Relaciones Exteriores y Asuntos de
Paz y Guerra residía en ella junto al ministro del ramo, al igual que las
representaciones diplomáticas extranjeras acreditadas ante el titular de esta llamada
“magistratura nacional”.
De los hombres de la generación del 37, Sarmiento postulaba en su “Argirópolis” a la
isla Martín García como capital de los “Estados Unidos del Río de la Plata”. Juan
Bautista Alberdi en su “Bases” (primera edición 1852) proponía a la ciudad de Bs As
como capital de la Confederación, pero en la edición de 1858 decía: “Todo Gobierno
Nacional es imposible con la Capital en Bs As”.
El artículo 3º de la constitución
110
una ley estableciendo la capital provisoria de la Confederación, que estaría
ubicada en aquella ciudad “donde fijase su residencia el Gobierno FederalT”,
agregando que la “provincia que se encuentre en el caso del artículo anterior, será
federalizada por medios constitucionalesT”. En marzo de 1854 Entre Ríos por
intermedio de una ley sancionada por su legislatura prestó formal asentimiento para
que las autoridades nacionales residiesen en la ciudad de Paraná y para que el
territorio de la provincia quedase federalizado.
En 1858 Entre Ríos recuperó su autonomía e instituciones. En junio de 1861 el
Senado de la Confederación dio media sanción a un proyecto de ley por el cual la
ciudad de Paraná se convertía en capital permanente (pero nunca se trató en la
Cámara de Diputados).
Luego de la batalla de Cepeda mediante el Pacto de San José de Flores, Bs As
quedó habilitada a revisar y proponer reformas a la CN (el art. 3º de la CN quedó sin
efecto desde que una de las garantías que se otorgaban en el Pacto a Bs As era que
su territorio no podía ser dividido sin el expreso consentimiento de su legislatura).
En septiembre de 1860, la Convención Nacional Reformadora ad-hoc le dio al
artículo 3º de la CN la siguiente redacción: “Las autoridades que ejercen el Gobierno
Federal, residen en la ciudad que se declare Capital de la República por una ley
especial del Congreso, previa cesión hecha por una o más legislaturas provinciales,
del territorio que haya de federalizarse”.
La República Argentina, desde el punto de vista constitucional, se quedó sin ciudad-
capital, Paraná continuó como capital provisoria hasta la caída de la Confederación
en 1861 (luego de los hechos de Pavón).
Luego de Pavón, Bartolomé Mitre quedó a cargo del poder ejecutivo nacional
por mandato de las provincias metamorfoseadas en partidarias de la política liberal
porteña. En mayo de 1862 se instaló en Bs As el Congreso Nacional. ¿Dónde
residirían las autoridades nacionales? La reforma de 1860 no designaba una ciudad
determinada, sino que dejaba el tema librado a una ley especial del Congreso,
previa cesión del territorio por una o más legislaturas provinciales.
El Congreso Nacional se había instalado en la ciudad de Bs As, capital de la
provincia homónima, lo que fundamentaba predicciones de graves conflictos de
competencia y el eventual afloramiento de nuevas fricciones políticas. Mitre en junio
de 1862 envió al Congreso un Mensaje en el que instaba a los legisladores a
resolver lo que “respecta a la Capital de la República con arreglo al art. 3º de la
CNT”. Tomaba estado público un duro enfrentamiento político dentro y fuera del
Congreso Nacional que provocaría la división del partido Liberal porteño.
El Mensaje de Mitre fue tratado en el Senado de la Nación. Una Comisión fue
creada al efecto, la que integrada por Salvador María del Carril, Valentín Alsina y
Rufino de Elizalde elaboró un proyecto de ley por el cual se federalizaba la
provincia de Bs As por 5 años. Durante ese lapso de tiempo las autoridades
nacionales residirían en la ciudad de Bs As hasta que pudiesen radicarse
definitivamente en la ciudad de San Nicolás, que se convertía por ley especial en
Capital de la Nación, previa cesión por parte de la legislatura bonaerense del
territorio respectivo. 5 años era el tiempo mínimo requerido para la construcción en
San Nicolás de las estructuras edilicias necesarias para las oficinas
gubernamentales (Casa de Gobierno, Congreso, Corte Suprema, Ministerios, etc.).
El proyecto fue duramente atacado por el senador Dalmacio Vélez Sarsfield ya que
111
“eliminaba por un largo período la vida institucional de toda una provincia”
(desapareciendo temporalmente las instituciones provinciales). Propuso el futuro
redactor del CC que se ubicase el asentamiento de las autoridades nacionales en el
cercano pueblo de San Fernando. En julio de 1862 la Cámara alta dio media
sanción a un proyecto de ley por el que se federalizaba la totalidad de la
provincia de Bs As por el término de 3 años, dejando para el año siguiente (1863)
la determinación (ley mediante) del lugar específico y definitivo de residencia de las
autoridades de la Nación. Pero un importante sector de la opinión pública porteña
era contraria a ceder la ciudad para que perteneciese al conjunto del país.
En agosto de 1862 por 20 vs 15 votos se dio sanción definitiva al proyecto de ley
llegado del Senado, en 1863 el Congreso determinaría (ley especial mediante) cuál
sería la ciudad donde definitivamente residiría el gobierno federal, quedando la
provincia de Bs As federalizada por 3 años, con toda una nómina de reservas y
garantías a favor del estado provincial que quedaban expresamente establecidas.
Durante 3 años residirían las autoridades nacionales en la ciudad de Bs As.
La ley sancionada fue elevada al Señor Encargado del poder ejecutivo nacional
(Mitre), quien la despachó a la legislatura de Bs As acompañada de un Mensaje.
La realidad y la necesidad habían trastocado las ideas del antiguo defensor de “los
inalienables derechos de Bs AsT”; sin embargo, no logró convencer al poder
legislativo bonaerense: las cámaras provinciales rechazaron la ley sancionada
por el Congreso nacional.
La Asamblea General de Bs As, junto con el rechazo a la ley propuso una serie de
bases alternativas elaboradas por el diputado Cosme Beccar: las autoridades
nacionales residirían por el término de 5 años en la ciudad de Bs As, con jurisdicción
en el ámbito de su municipio, en tanto que las autoridades provinciales continuarían
asentadas en la ciudad como hasta entonces en tanto no creyesen conveniente
trasladarse a otro punto de la provincia.
Las bases alternativas fueron receptadas por el Congreso Nacional a principios de
octubre de 1862 sancionando la “ley de Residencia” o “ley de Compromiso”. La
cuestión Capital quedaba, al menos por el término de 5 años, solucionada
puesto que el Congreso Nacional, por una ley especial debía designar el lugar de
residencia definitiva de los poderes federales.
Había surgido el partido Autonomista (escisión del partido Liberal porteño)
dispuesto a defender a todo trance los fueros e integridad territorial de la provincia
de Bs As.
Evolución posterior
Durante la presidencia de Mitre varios fueron los proyectos para fijar la ciudad-
capital definitiva de la República Argentina. En 1866 el senador de Córdoba Martín
Piñeiro propuso a la villa Fraile Muerto.
Pasados los 5 años previstos en la ley de compromiso (1867), el gobierno nacional
devolvió a la provincia la jurisdicción sobre el municipio porteño. En 1867 Santa Fe
mediante ley de su legislatura cedió la ciudad de Rosario para que fuese
transformada en sede de las autoridades nacionales, a la par que la legislatura
cordobesa hacía lo mismo con la ciudad capital de la provincia. La cesión
santafesina movió al diputado nacional Manuel Quintana (futuro presidente de la
República) a presentar un proyecto de ley por el que se declaraba capital del país a
la ciudad de Rosario, dentro del espacio físico entre los arroyos Ludueña y Saladillo
(no es casualidad que el Dr. Ovidio Lagos fundase en 1867 un matutino llamado “La
112
Capital”). El proyecto de Quintana, si bien tuvo la aprobación de la Cámara de
Diputados, naufragó en la cámara alta (debido a la cercanía física de Rosario con
Entre Ríos donde estaba Urquiza).
En 1868 el senador por la provincia de Santa Fe Joaquín Granel retomó el
proyecto de Quintana y presentó en la cámara alta un proyecto de ley por el que se
declaraba capital de la Nación a Rosario. Aprobado por el Senado, pasó a la
Cámara de Diputados la que le dio forma de ley en septiembre de ese año. Sin
embargo Mitre “observó” la ley (verdadero veto, “próxima a instalarse la nueva
Presidencia, debía aplazarse la consideración del asunto”) y evitó la capitalización
de Rosario. Vuelto el proyecto a la cámara de origen, no obtuvo la mayoría
requerida constitucionalmente para vencer el veto presidencial.
En 1869 el senador Granel insistió sobre la idea; aprobado en el Senado el
proyecto de ley que capitalizaba a la ciudad de Rosario pasó a la cámara baja que le
dio nuevamente forma de ley con el agregado que el traslado de las autoridades
nacionales fuera recién en 1873 (en vez de 1871). El presidente Sarmiento vetó la
ley sobre la base que la disposición del art. 3º de la CN. Vuelto el proyecto a la
cámara de origen tampoco en esta oportunidad pudo obtener los 2/3 de votos
necesarios para doblegar el veto presidencial.
El senador santafesino Joaquín Granel no se dio por vencido; gracias a su esfuerzo
denodado nuevamente en 1873 el Congreso Nacional dio forma de ley al proyecto
que declaraba a Rosario capital de la República Argentina. Sin embargo, una vez
más Sarmiento vetó la ley argumentando que el texto legal había sido sancionado
en ambas cámaras por “débiles mayorías”. Nuevamente la cámara de origen careció
de los votos necesarios para vencer el veto presidencial. Rosario, a pesar de haber
sido declarada capital del país legislativamente en 3 oportunidades, no pudo adquirir
dicha categoría gracias a los vetos de Mitre y de Sarmiento.
Otros proyectos de capitalización giraron alrededor de Villa María (Córdoba), la que
fue declarada capital por ley del Congreso en 1871 y vetada por Sarmiento.
La solución al problema de la Capital del país de los argentinos salió de la boca de
los fusiles.
La crisis de 1880
113
Los resultados del Colegio Electoral arrojaron 115 votos para la fórmula Roca-
Madero contra los 79 del binomio Tejedor-Laspiur.
Las relaciones entre el presidente de la República, Nicolás Avellaneda, y el
gobernador de la provincia de Bs As, Carlos Tejedor, habían sido sumamente
tirantes. En 1879 Avellaneda había señalado ante el Congreso Nacional que era
necesario en el transcurso del año siguiente dar una solución definitiva al problema
de la residencia de las autoridades de la Nación, que la ciudad de Bs As debía ser
declarada capital de la República mediante la ley especificada en el art. 3º de la CN.
Sin embargo, el ajetreo de la campaña electoral y las inminentes elecciones
relegaron la cuestión a un segundo plano.
Antes que las elecciones tomaran lugar Tejedor comenzó a armar a su provincia
para enfrentar a la todopoderosa liga de gobernadores (que manejaba los
colegios electorales de varias provincias) y al propio gobierno nacional (que
apoyaba la candidatura del “provinciano” Roca). Tejedor puso a Bs As en pie de
guerra y conocidos los resultados de la elección presidencial tachó al triunfo
electoral de Roca como “fraudulento”. En abril de 1880 el domicilio particular del
presidente de la República fue tiroteado.
Inútiles resultaron las gestiones conciliatorias de importantes personalidades de
la época como Alberdi, Sarmiento, Gorostiaga, etc. El 10 de mayo tomó lugar un
crudo fracaso ante la infantil exigencia del gobernador porteño en el sentido que
Roca declinara la presidencia.
En abierto desafía a los poderes nacionales el 2 de junio de 1880 5.000 fusiles
fueron desembarcados y paseados en triunfo por los adictos de Tejedor; el
presidente Avellaneda, amenazado incluso en su integridad física, buscó refugio
dentro de los Cuarteles de la Chacarita y el 4 de junio procedió a instalar (D.N.U
mediante) la sede del gobierno nacional en el pueblo de Belgrano, y declaró
mediante otro decreto el estado de sitio en el territorio de la provincia (Bs As). El
presidente de la República convocó a los integrantes de la Corte Suprema de
Justicia de la Nación y a los miembros de ambas cámaras del Congreso Nacional
para que procediesen a trasladarse al pueblo de Belgrano: la ruptura entre la
Nación Argentina y la provincia de Bs As quedaba de esa manera formalizada.
Los miembros de la Corte se quedaron en la ciudad de Bs As, junto con el
vicepresidente de la Nación, Mariano Acosta, acérrimo autonomista y partidario de
Tejedor; casi todos los senadores tomaron el camino a Belgrano, pero la mayoría de
los diputados no acudieron al llamado del presidente.
La guerra civil no tardó en mostrar su peor rostro: el ejército nacional venció a los
“rifleros porteños” en las feroces batallas de Puente Alsina y de los Corrales de
Mataderos. La derrota militar del tejedorismo, y por ende de Bs As, tradujo la
renuncia del gobernador y el desarme de las milicias provinciales. La derrota
militar porteña pavimentó el camino para llegar a la federalización de la ciudad y
poner fin a la falta de un territorio delimitado constitucionalmente que sirviese de
residencia fija a las autoridades nacionales.
El presidente Avellaneda envió al Congreso un proyecto de ley que federalizaba el
municipio de la ciudad de Bs As.
En agosto de 1880 comenzó en el Senado nacional el tratamiento del proyecto de
ley de Avellaneda; obtenida luego la aprobación en la Cámara de Diputados,
adquirió fuerza de ley, la que fue promulgada por el presidente y que lleva el nº
1.029. También se sancionó y promulgó la ley nº 1.030, complementaria de la
anterior.
114
Las leyes Nºs 1.029 y 1.030
115
En 1884 mediante la sanción de la ley nº 1.585 fueron federalizados el municipio de
Belgrano y parte del de San José de Flores, luego que la provincia de Bs As
cediese los respectivos territorios mediante la ley de su legislatura. En 1887
mediante la sanción de la ley nº 2.089 Flores y Belgrano se incorporaron al
municipio porteño, con lo que la Capital Federal quedó configurada con su actual
superficie y límites.
Las últimas décadas del siglo XIX la ciudad se vio afectada por una inmensa
mayoría de inmigrantes dentro de sus límites en tanto que, ya podía advertirse el
proceso de migraciones internas de las provincias hacia la atrayente urbe.
La crisis económica mundial de 1929 se reflejó también en la Argentina y una de sus
secuelas fue el aumento en la velocidad del despoblamiento de las zonas rurales;
una inmensa masa de inmigrantes se desplazó desde las áreas rurales de las
provincias principalmente hacia la ciudad de Bs As y sus alrededores buscando
trabajo en los nuevos establecimientos fabriles. Así tomó forma y fue creciendo el
“Gran Bs As”, con sus “villas de emergencia” y se configuró la “macroacefalía
argentina” (un país con una inmensa cabeza sobre un cuerpo desecado y
desprovisto de energías).
La idea de trasladar la Capital a otra ciudad o punto del país fue ganando espacio y
adeptos como una solución a la centralización político-económica ejercida desde la
urbe porteña y la consecuente crisis del orden federal normatizado en la CN de
1853.
Leopoldo Velazco sostuvo la tesis no sólo del traslado, sino de que los 3 poderes del
Estado debían residir cada uno en 3 ciudades diferentes en su obra.
Las ideas y proyectos de trasladar la Capital comenzaron a cristalizar años después.
La dictadura militar instaurada en 1966 mediante la llamada “ley 19.610” del año
1972 declaró la necesidad de determinar la conveniencia, oportunidad y factibilidad
del traslado de la Capital de la República.
Fue el gobierno constitucional en diciembre de 1983 el que concretizó la idea del
traslado de la Capital. En 1986 el presidente Raúl Ricardo Alfonsín propició trasladar
la capital argentina al sur del país, a la margen inferior del curso del río Negro, entre
la provincia de Bs As y Río Negro.
La iniciativa presidencia recibió severas críticas de diversos sectores sociales y
políticos; la relación Estado Nacional-Estados Provinciales no cambiará en lo
substancial por el traslado de las autoridades nacionales a otro punto del país. El
proyecto del gobierno radical tuvo su origen en los estrechos ámbitos de la Capital
Federal sin que los representantes de las provincias hayan sido efectivamente
consultados.
La legislatura de Bs As, mediante ley nº 10.454 y la de Río Negro mediante ley nº
2.086 “cedieron parte de sus territorios a la Nación Argentina al sólo efecto de
radicar en ellos la nueva Capital Federal. Bs As cedió territorios del partido de
Patagones y Río Negro, Viedma. En mayo de 1987 el Congreso Nacional dio fuerza
de ley al proyecto del poder ejecutivo por el que se trasladaba la Capital Federal al
complejo de Viedma-Carmen de Patagones-Guardia Mitre (ley nº 23.512). La ciudad
de Bs As con sus límites actuales se transformaría en una nueva provincia. El
territorio federalizado se convertiría en Capital de la República y las autoridades
nacionales se instalarían en la nueva sede.
Acontecimientos políticos posteriores transformaron en no operativa a la ley nº
23.512. El tema de la mudanza de las autoridades nacionales fuera de la ciudad de
Bs As quedó postergado.
116
La CN sancionada en 1853 encomendó el gobierno político de la Capital Federal al
Presidente de la República y al Congreso Nacional, pero el régimen municipal fue
reservado mediante ley del Congreso Nacional para que fuese ejercido por una
Municipalidad.
La reforma constitucional de 1994 ha introducido en el art. 129 para la ciudad de Bs
As un “régimen de gobierno autónomo, con facultades propias de legislación y
jurisdicción, y su jefe de gobierno será elegido directamente por el pueblo de la
ciudadT”, “la ciudad de Bs As adquirió una autonomía política similar a la de las
provincias (su autonomía no es originaria sino derivada).
Introducción
117
Tomando como modelos a las constituciones de 1819 y 1826 los constituyentes
fijaron el número de miembros del más alto tribunal de justicia de la Nación (que
“debía residir en la Capital”). La Corte Suprema de Justicia es el único tribunal de
justicia creado por la Constitución ya que los tribunales inferiores son creados por
leyes del Congreso; además la Corte es el último intérprete de la Constitución, el
órgano de poder que debe efectivizar el objetivo propuesto en el Preámbulo de la ley
fundamental: “afianzar la Justicia” y sostener la supremacía de la Constitución. Los
jueces nacionales eran designados por el Poder Ejecutivo Nacional con acuerdo del
Senado. Los jueces gozan de garantías de inamovilidad en sus empleos y de
intangibilidad de sus remuneraciones.
118
los demás tribunales inferiores que el Congreso estableciese en el territorio de la
Confederación”.
La Convención Nacional reformadora ad hoc reunida en Santa Fe en septiembre
de 1860 no aceptó este temperamento y en definitiva, el art. 91º de la Constitución
quedó redactado así: “El Poder Judicial de la Nación será ejercido por una Corte
Suprema de Justicia, y por los demás tribunales inferiores que el Congreso
estableciere en el territorio de la Nación”. El número de integrantes del supremo
tribunal quedó librado a las leyes del Congreso de la Nación.
La reforma de 1860 en el capítulo relativo al poder judicial reformó el originario
artículo 97º agregando a las “leyes de la Nación” la frase “con las reserva hecha en
el inciso 11 del Artículo 67º”; dio cabal precisión a la jurisdicción federal en lo relativo
a los conflictos “entre una provincia o sus vecinos, contra un Estado o ciudadano
extranjero”.
119
por los tribunales federales, en tanto que la ley nº 50 fue el primer código de
procedimientos en lo civil y criminal. En 1880 se sancionó la ley nº 1.144 por la
que se organizaron los tribunales de la Capital Federal.
120
electo en el caso de sobrevenir una acefalía de carácter permanente (por muerte,
destitución, renuncia o inhabilidad permanente). En 1867 el senador por Santa Fe
Joaquín Granel había presentado un proyecto de ley relativo a la acefalía
presidencial que si bien fue aprobado en la Cámara alta no gozó de apoyo suficiente
al ser tratado en la Cámara de Diputados.
La Guerra del Paraguay generó una situación de crisis gubernamental hasta
entonces inédita: conforme al Tratado de la Triple Alianza el presidente Bartolomé
Mitre había sido designado Comandante en jefe de las tropas aliadas, obligándolo
a trasladarse al teatro de operaciones; en ausencia del presidente de la República,
el vicepresidente Dr. Marcos Paz quedó a cargo del ejercicio del poder
ejecutivo nacional. Tiempo después, Marcos Paz, víctima del cólera que se había
extendido hasta Bs As, murió el 2 de enero de 1868.
La situación creada era en verdad “vidriosa”: el vicepresidente a cargo del poder
ejecutivo había fallecido y el presidente de la República se encontraba a centenares
de kilómetros de la ciudad de Bs As, sin que nadie pudiese legalmente hacerse
cargo de las riendas ejecutivas. El Congreso Nacional, en ejercicio de sus
atribuciones pero a la par, forzado y apremiado por aquel acontecimiento
imprevisible, sancionó en septiembre de 1868 la llamada Ley de Acefalía (ley nº
252).
Esta ley contempla el orden sucesorio en el caso de acefalía. En primer término
debe asumir el presidente provisional (“pro tempore”) del Senado; en su defecto
el presidente de la Cámara de Diputados, y en último término, el presidente de la
Cámara de Justicia de la Nación. En el caso de acefalía de carácter permanente,
los funcionarios antes mencionados deben, dentro de los 30 días de haber
asumido el ejercicio de la presidencia, convocar a elecciones para elegir un
nuevo presidente y vicepresidente (la norma determina que ninguno de ellos termina
el período presidencial en curso).
La ley establece que ambas Cámaras dentro de los últimos 30 días de las sesiones
ordinarias deben elegir a sus autoridades. Los funcionarios llamados a ejercer la
función ejecutiva deben prestar el juramento prescripto en el art. 80º de la CN ante
ambas Cámaras del Congreso. La ley nº 252 fue “invocada” en 1962 al ser
derrocado el presidente Arturo Frondizi para que asumiese el presidente provisional
del Senado, Dr. José María Guido, y “aplicada” en 1973 al presentar sus renuncias
al Congreso el presidente Héctor José Cámpora y el vicepresidente Vicente Solana
Lima.
La ley nº 252 de acefalía del poder ejecutivo estuvo vigente hasta 1975, durante la
presidencia de la Sra. María Estela Martínez de Perón se sancionó la ley nº 20.972,
que derogó la anterior y establece un nuevo sistema sucesorio para el caso de falta
de presidente y vicepresidente de la Nación.
121
Confederación”. Los senadores por la Capital fueron tomados de la Constitución
unitaria de 1826.
La fuente del sistema bicamarista se ubica en la Constitución norteamericana de
1787.
El sistema bicameral era el instrumento indispensable para poner en movimiento el
sistema mixto de forma de Estado que el autor de las “Bases” propugnaba.
La Constitución ha normado las condiciones que deben reunirse para poder ocupar
los cargos de diputados y senador (CN 1853/60 arts. 40º y 47º), así como las
disposiciones a ambas cámaras (CN 1853/60 arts 55º~66º) y todo lo relativo a la
formación y sanción de las leyes (CN 1853/60 arts 68º~73º). El número de
integrantes de la Cámara de Diputados está determinado en función de la población,
en tanto que hay 2 senadores por provincia y 2 por la Capital (CN 1853/60 arts 37º,
46º). El Congreso Nacional cumple la importante función –entre otras- de dar
forma a las leyes, de sancionarlas.
En lo relativo a las atribuciones legislativas del Congreso, el inciso 11 del art. 64º
hace referencia al tema de la codificación del derecho privado: “Dictar los códigos
civil, comercial, penal, de mineríaT”
122
federales o provinciales, según que las cosas o las personas cayeren bajo sus
respectivas jurisdiccionesT”.
A partir de la definitiva unidad nacional emergente del hecho político corporizado en
Pavón, comenzó la fase de concretización de la codificación del derecho privado.
El código de comercio
El código civil
123
Justicia las dificultades que en la práctica ofreciese la aplicación del Código, a fin de
promover las reformas necesarias.
El Código Civil exaltó la autonomía de la voluntad en materia contractual, afirmó el
derecho de propiedad individual y en relación a la propiedad inmueble la rodeó de
una sumatoria de garantías que favorecen a su titular, en desmedro de los derechos
locatarios y arrendatarios. Durante sus años de vigencia ha experimentado
innumerables reformas (Ej: la ley de Matrimonio Civil, la ley 17.711 de 1969, la ley
de divorcio vincular 23.515, la ley de patria potestad compartida 23.264).
El código penal
En base a la ley sancionada por el Congreso Nacional en junio de 1863 (ley nº 36),
el presidente Mitre designó al Dr. Carlos Tejedor, un eminente estudioso y
especialista del Derecho Penal de la época, para que redactase el Código
correspondiente a su especialidad disciplinaria.
En 1865 Tejedor presentó la Parte General del Código Penal, y en 1867 la Parte
Especial del mismo. Para ciertos y determinados delitos Tejedor establecía como
sanción la pena de muerte, pero bajo una serie de condiciones que hacían muy
difícil o casi imposible su aplicación.
Recién en 1886 fue sancionado (ley nº 1.920) el Código Penal.
El Código Penal argentino fue substancialmente reformado en el año 1921, año en
el que fue eliminado de su catálogo de penas la de muerte; sin embargo, de
hecho las dictaduras militares de tiempos no tan lejanos la han aplicado, hoy en día
recordemos también el “gatillo fácil” de las fuerzas de seguridad.
El código de minería
124
definitiva del ejército nacional, y hasta 1862 puede decirse que existieron milicias de
carácter provincial.
Bajo la presidencia de Bartolomé Mitre (1862~1868) comenzaron las tareas de
centralizar la defensa nacional en forma estable. Se organizó el “ejército de línea”
cuyos efectivos recibieron los apelativos de “enganchados” (ingresaban al ejército
mediante la firma de un contrato de 2 a 6 años de duración) y “destinados” (los
condenados por delitos comunes que purgaban las penas impuestas cumpliendo
esta especie de servicio militar forzoso; ej: Martín Fierro), en los hechos no existían
diferencias entre unos y otros.
Durante la presidencia de Domingo Faustino Sarmiento se fundaron el Colegio
Militar de la Nación y la Escuela Naval Militar. En 1901 se da la reforma
(transformación de las instituciones militares argentinas).
La inminencia de un conflicto armado con Chile como consecuencia de las
diferencias sobre los límites entre ambos países, se erige en la causa eficiente de la
reforma, que alcanzó tanto a la oficialidad como a la tropa. Su propulsor fue el
general Pablo Ricchieri, ministro de Guerra del presidente Roca.
A instancia del Poder Ejecutivo nacional y de su ministro de Guerra el Congreso de
la Nación sancionó la ley nº 4.031 que estableció el servicio militar obligatorio,
efectivo y personal para todos los ciudadanos argentinos de 20 años de edad.
La incorporación al ejército de los ciudadanos se efectuaba anualmente, mediante
sorteo. Con la sanción de la ley 4.031 se eliminó el llamado ejército de leva.
Ayudó a la nacionalización de los hijos de inmigrantes, pero con el correr de los
años se transformó en algo substancialmente inútil y perjudicial para los jóvenes que
debían sufrirlo.
En cuanto a la oficialidad, se elevaron de 3 a 5 años los estudios en el Colegio
Militar de la Nación. Se creó la Escuela Superior de Guerra (E.S.G), una instancia
indispensable para los capitanes que aspirasen a alcanzar el grado de oficial de
Estado Mayor y las más altas jerarquías del generalato. En 1904 se creó la Escuela
Sargento Cabral, para la formación de los suboficiales.
Es notable la influencia alemana en la formación e instrucción del cuerpo de oficiales
del ejército argentino de la época.
Con la reforma constitucional de 1898, se creó el ministerio de Marina al ser
desdoblado el ministerio de Guerra. Fueron profundamente influenciados por la
“Royal Navy” inglesa y en menor medida por la marina de guerra norteamericana.
En 1945 se creó la Fuerza Aérea como arma independiente al separársela del arma
del ejército de la cual formaba parte.
Introducción
El actual territorio argentino formó parte durante varios siglos del Imperio Colonial
Español. A la etapa de la conquista siguió la de los Gobernadores: las
gobernaciones menores del Río de la Plata y del Tucumán, y el corregimiento de
Cuyo. En 1776 bajo el reinado de Carlos III fue creado el virreinato del Río de la
Plata: 8 gobernaciones-intendencias y 4 gobernaciones-militares. La Revolución de
Mayo aparejó entre sus múltiples consecuencias la disgregación territorial de la
estructura política ideada por los Borbones: el Paraguay prontamente se replegó
sobre sí mismo y declaró formalmente su independencia en 1842; las provincias
125
altoperuanas liberadas definitivamente por los ejércitos colombianos se declararon
independientes en 1825; el Uruguay es un emergente de la política inglesa.
El territorio es un de los elementos constitutivos del Estado; jurídicamente
“Tdelimita el espacio dentro del cual se ejerce el poder estatal y fuera del cual
carece de eficacia, o sea, el ámbito espacial de validez del ordenamiento jurídico”, el
territorio es el espacio material dentro del cual el Estado ejercita su jurisdicción.
En los siglos XIX y XX, la República Argentina se vio obligada a enfrentar cuestiones
de límites con sus vecinos. Corresponde al Congreso Nacional “arreglar
definitivamente los límites del territorio de la NaciónT” (CN 1994 art. 75º, inc.
15). Las campañas al desierto (campañas contra el indio) no eran novedad en la
historia del país: Martín Rodríguez y Juan Manuel de Rosas, gobernadores de Bs
As, expedicionaron sobre los desérticos territorios del sur de aquella provincia en los
años anteriores a la Organización Nacional con el objeto de ganar tierras propicias
para el desarrollo de la ganadería. En 1857 se marcó el auge de los malones en el
territorio del Estado de Bs As ya que más “Tde 1.000 cautivos y 1.000.000 de
cabezas de ganados fueron el saldo de las ululantes incursionesT”. Los caciques
indígenas supieron aprovechar las diferencias políticas entre los “cristianos” en
provecho propio a través de tratados de alianza con los gobiernos de Bs As o de la
Confederación Argentina.
Mitre comienza a tomar conciencia de la real dimensión del problema y de la
necesidad de ponerle fin. En 1867 la sanción de la ley nº 215 por la que se
ocuparía “por fuerzas del Ejército de la República la ribera del río “Neuquén”, desde
que su nacimiento en los Andes hasta su confluencia con el río Negro en el Océano
Atlántico, estableciendo la línea en la margen septentrional del expresado río de la
cordillera al marT”, y para el caso de resistencia de las tribus indias “se organizará
sobre ellas una expedición general hasta someterlas y arrojarlas al sur del río Negro
y NeuquénT”, pero la guerra del Paraguay y la multiplicidad de los conflictos
políticos internos demoraron hasta las presidencias de Nicolás Avellaneda y de Julio
Argentino Roca las medidas que determinaron con el secular “problema” del indio.
Entre los puntos principales del programa de gobierno del presidente Avellaneda
(1874~1880) estaba el de consolidar las fronteras interiores a los fines de disponer
los inmensos territorios del sur en aptitud de ser explotados económicamente, y
además, consolidar la soberanía nacional sobre la Patagonia, soberanía que era
cuestionada y disputada por la vecina República de Chile. Avellaneda y el círculo
gobernante estaban convencidos que para lograr el diseño territorial definitivo del
país era necesario eliminar aquellas fronteras interiores que trababan el poder
jurisdiccional del Estado Nacional e impedían el desarrollo de programas de
desarrollo económico y poblacional.
En 1875 el Presidente Avellaneda y su ministro de guerra Adolfo Alsina,
elevaron al Congreso un proyecto de ley tendiente a ganar territorios “por medio
de líneas sucesivasT” hasta llegar al río Negro. En los espacios ganados al indio
serían transportados e implantados todos los elementos necesarios para civilizar los
desérticos espacios geográficos del sur, con la idea de integrar al indio a la
civilización de los blancos sin destruirlos (el plan del P.E, es contra el desierto para
poblarlo, y no contra los indios para destruirlos).
126
El Congreso Nacional dio forma de ley al proyecto del ejecutivo (ley nº 752) y
consecuente con estos fundamentos, sancionó también posteriormente la ley nº
817 de Inmigración y Colonización.
El plan consagrado por el poder legislativo con la sanción de la ley nº 752 y por la
que se autoriza a invertir $fts. 200.000, consistía en la construcción de una línea
de fortines unidos por zanjas de 2 metros y medio de ancho por 1 metro y medio
de profundidad, desde Bahía Blanca (provincia de Bs As) hasta Italó (sur de
Córdoba). Los fortines y las poblaciones fronterizas ya estaban comunicadas entre sí
por el telégrafo. La “zanja Alsina” tenía por objeto impedir los grandes ataques
(“malones”) así como dificultar los pequeños, ya que las zanjas no impedían el
ingreso del indio pero sí demoraban su retirada (facilitando la intervención y
represión del ejército).
El Plan Alsina logró avanzar la frontera ganando 56.000 km2 de tierras aptas para
la explotación agropecuaria, se impulsó la colonización a través de la fundación de 5
nuevos pueblos, amplió la red telegráfica, etc.
El Plan Alsina fue objeto de fuertes críticas en razón de sus altos costos
(Estanislao S.Zeballos decía que el país había gastado sumas enormes en el ramo
de la guerra) y además, fue descalificado bajo el término de “defensivo” (Julio
Argentino Roca, ministro de guerra y marina de Avellaneda, decía que se debía “ir
directamente a buscar al indio en su guarida, para someterlo o expulsarlo”).
Al fallecer Adolfo Alsina en diciembre de 1877 le sucedió el ministerio de Guerra
el general Roca. Roca era partidario de una fuerte acción ofensiva que liquidase a
las tolderías y expulsase al indígena llevando la frontera hasta los ríos Negro y
Neuquén. En 1878 el Congreso Nacional sancionó la ley nº 947 por la que se
autorizaba al P.E a invertir la suma de $fts. 1.600.000 para poner en “ejecución la
ley del 13 de agosto de 1867T” (ley nº 215 sancionada en la presidencia de Mitre),
la ocupación militar de los territorios del sur ubicando las fronteras en las márgenes
del río Negro.
La campaña de Roca tuvo varias consecuencias:
- Puso fin al secular problema del indio que se arrastraba de la época
colonial;
- Incorporó 15.000 leguas de tierras feraces y aptas para la agricultura y
la ganadería a la economía nacional, abrió las puertas a la posibilidad de
incorporar a los procesos productivos tanto inmigrantes como capitales
vendidos del exterior.
127
Organización de los territorios nacionales. La ley nº 1.532
El art. 75º, inc. 15 de la CN (CN 1994) dice que es atribución del Congreso de la
Nación “determinar por legislación especial la organización, administración y
gobierno que deben tener los territorios nacionales, que queden fuera de los límites
que se asignen a las provinciasT”. Fueron territorios nacionales los ubicados
fuera de los límites asignados por el Congreso a las 14 provincias “fundantes”,
los que quedaron bajo la jurisdicción y competencia exclusiva del gobierno federal.
Durante la presidencia de Roca, en 1884, se sancionó la ley nº 1.532 que dio
definitiva organización a los territorios nacionales. Los territorios nacionales
fueron divididos en 9 gobernaciones con sus respectivos límites. En el sur del
país se establecieron las gobernaciones de La Pampa, Neuquén, Río Negro,
Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego, en el noreste se establecieron las
gobernaciones de Formosa, Misiones y Chacho. Mediante la ley nº 3.906 se creó la
Gobernación de los Andes, pero por decreto nº 9.375 de 1943 fue dividido su
territorio entre las provincias de Catamarca, Salta y Jujuy.
Al frente de la administración de los territorios nacionales (o gobernaciones)
estaba el Gobernador, designado por el Poder Ejecutivo con acuerdo del Senado,
duraba 3 años y podía ser designado por otro período. El Presidente tenía la
facultad de exonerarlo. El Poder Ejecutivo designaba (a propuesta del Gobernador)
a un Secretario de la Gobernación.
La administración de Justicia: existían jueces letrados en la ciudad-capital de
las gobernaciones designados por el PE con acuerdo del Senado, los que prestaban
juramento al tomar cargo por ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación. A
propuesta del juez letrado el PE designaba un escribano-secretario. Los jueces
de paz; en los distritos de más de 1.000 habitantes eran elegidos directamente por el
pueblo.
El Poder Ejecutivo estaba facultado para dividir los territorios nacionales en
secciones; en aquellas secciones cuya población excedía de 1.000 habitantes se
erigían los Consejos Municipales, de 5 miembros que duraban 2 años.
Al alcanzar los 30.000 habitantes la gobernación podía tener una mal llamada
“Legislatura”. Las atribuciones de estas legislaturas evocan a los Consejos de
Administración contemplados en la Constitución unitaria de 1826.
Cuando el territorio nacional conforme a los censos generales y suplementarios
alcanzase una población de 60.000 habitantes adquiría el “derecho de ser
declarada provincia argentinaT” (art. 4º ley 1.532).
128
Hasta la primera presidencia de Juan Domingo Perón (1946~1952) existieron las
14 provincias argentinas “fundantes” y los territorios nacionales regulados por
la ley nº 1.532. En 1951 se sancionó la ley nº 14.037 por la que se provincializaron
los territorios nacionales del Chaco y La Pampa. La provincia del Chaco se dio su
Constitución en diciembre de 1951 (“Presidente Perón”), La Pampa lo hizo en enero
de 1952 (“Eva Perón”).
En 1953 mediante la sanción de la ley nº 14.294 se provincializó el territorio de
Misiones, adoptando en noviembre de 1954 la nueva provincia su Constitución. El
proceso provincializador continuó en junio de 1955 a través de la sanción de la ley nº
14.408: fueron declaradas provincias Formosa, Neuquén, Río Negro, Chubut y
Santa Cruz.
En 1957 se dieron sus respectivas constituciones provinciales Santa Cruz, Formosa,
Chubut, Nequén, Chaco y Río Negro.
En 1984 comenzó el proceso de la provincialización de Tierra del Fuego (ley nº
23.775) el que culminó en 1990.
El art. 75º, inc. 15 (CN 1994) establece que es atribución del Congreso “Arreglar
definitivamente los límites del territorio de la NaciónT”. Mediante la firma de
tratados, debe tener en cuenta los intereses (legítimos o no) de sus vecinos
territoriales.
En materia de políticas limítrofes la República Argentina invocó el principio del uti
possidetis juris de 1810 “Tla delimitación administración colonial dispuesta por
España, vigente en 1810, debía ser la frontera político entre los estados en el
momento de la emancipación”.
Nuestro país ha debido afrontar sendas cuestiones limítrofes con todos los países
vecinos, en particular con la República de Chile.
129
resultado en Washington, que fue favorable a Brasil y como consecuencia del
mismo cerca de 200.000 km2 de superficie pasaron a integrar definitivamente el
territorio de nuestro vecino.
130
Paraguay de Francisco Solano López, simpatizante del partido Blanco uruguayo
y contrario a los “macacos” (los brasileros) y los “anarquistas” (el liberalismo
porteño). El Paraguay prontamente entró en guerra con el Imperio (1864) y
obtuvo algunas victorias en la disputada zona del Matto Grosso; los ejércitos de
Francisco Solano López tenían necesariamente que cruzar los territorios de las
Misiones Y Corrientes, pertenecientes a la “neutral” Argentina.
El gobierno paraguayo solicitó “permiso de tránsito” para sus ejércitos al gobierno
argentino presidido por Bartolomé Mitre, el cual se lo denegó. En 1865 el
Paraguay declara la guerra a la República Argentina, y las tropas paraguayas
ocuparon la ciudad de Corrientes: nuestro país quedaba directamente
involucrado en la sangrienta guerra de la Triple Alianza.
Solano López terminaba por enfrentarse militarmente a las 2 naciones más
poderosas de la América del Sur.
Se dice que el gobernador de Entre Ríos, aislado en su provincia desde Pavón,
habría dado su “media palabra” a enviados del presidente paraguayo, en el
sentido de “pronunciarse” contra el gobierno de Mitre e iniciar una revolución con
los elementos federales del interior del país que todavía reconocían como jefe a
Urquiza. Este “pronunciamiento” de Urquiza ayudaría a fortalecer la posición de
López, el gobernador de Entre Ríos se pronunció pero a favor de la política del
Brasil, de Mitre y de los colorados uruguayos.
La guerra conoció su fin recién bajo la presidencia de Domingo Faustino
Sarmiento en 1870.
Los gobiernos argentino, brasileño y uruguayo suscribieron en mayo de 1865 el
llamado Tratado de la Triple Alianza, el que debía ser mantenido en secreto
hasta conseguir “el fin principal de la guerraT”; la guerra no se hacía contra el
pueblo paraguayo, “sino contra su gobierno”, la dirección de los ejércitos aliados
recayó en Mitre, en tanto que las fuerzas marítimas “bajo el mando de Vizconde
de Tamandaré”.
El art. 16º del Tratado, la argentina se apropiaba de territorios que nunca antes
habían sido objeto de reclamo, en febrero de 1876, de un tratado de límites
definitivo (Tratado Irigoyen-Machain) entre Paraguay y nuestro país se disponía:
1- El territorio de las Misiones y la isla del Cerrito correspondían a la
Argentina;
2- El territorio del Chaco fue dividido en 3 partes:
a. El Chaco Boreal (entre Bahúa Negra y río Verde) adjudicado al
Paraguay;
b. El Chaco Austral (sur del río Pilcomayo) adjudicado a la
Argentina;
c. El Chaco Central (río Verde y el brazo principal del río Pilcomayo)
que fue sometido al arbitraje del Presidente de los E.E.U.U,
Rutherford B.Hayes. El laudo Hayes fue favorable al Paraguay.
131
Con relación al Río de la Plata, el país vecino sostuvo que la línea divisoria o
demarcatoria era la “línea media entra ambas costas”, nuestro país aspiraba a
que dicha línea fuese la del “thalweg”. La solución en 1973 mediante la firma del
Tratado del Río de la Plata, no dividía el río, por el contrario, establecía
diversidad de jurisdicciones en el Plata inferior, en el medio y en el superior.
Respecto del río Uruguay, en 1961 se fijó como línea demarcatoria la del
“thalweg” (línea del canal más profundo).
Introducción
132
La provincia de Corrientes celebró un contrato con el médico francés Augusto
Brougnes. La iniciativa fracasó por varias razones, entre otras, la pésima elección de
las tierras, el escaso tamaño de los lotes entregados a los colones e inclusive la
inadecuada selección de los cultivos.
La experiencia santafesina fue exitosa: el contrato celebrado con Aarón Castellanos
tradujo la erección de la Colonia Esperanza.
La provincia de Entre Ríos hizo su primera experiencia en las proximidades de
Concepción del Uruguay con tierras donadas por Urquiza. Los contratistas debían
traer a los colonos por su cuenta (pagar pasajes, traslados, alimentos, etc).
Las concesiones de amplias extensiones de tierras abrieron las puertas a la
especulación y los negociados; como consecuencia se elevó considerablemente el
valor de la propiedad inmueble y los especuladores de siempre se quedaron con
los mejores lotes.
El Estado de Bs AS siguió el sistema norteamericano: las tierras públicas eran
vendidas a los inmigrantes a bajos precios y con facilidades de pago.
A partir de 1862 los gobiernos nacionales sancionaron una serie de normas por las
que se crearon una serie de instituciones relativas al tema de la inmigración que
luego serían ordenadas a través de la ley nº 817 del 19 de octubre de 1876.
133
d. Las Oficinas de Trabajo: su función primordial era colocar laboralmente a
los inmigrantes.
e. Los buques conductores de inmigrantes: eran considerados
empleados en el transporte de inmigrantes y sujetos a las normas de la
ley los buques. La ley normaliza en este Capítulo (VI) las fanquicias de que
gozaban así como los requisitos que debían reunir estos buques.
Estas ventajas se hacían extensivas a la mujer e hijos del inmigrante, la ley era
sumamente generosa con el extranjero llegado al país.
La ley nº 817 llenó las necesidades del momento en materia inmigratoria, inducir
artificialmente el ingreso de extranjeros al país, pero en cuanto a la posibilidad
de que el colono-inmigrante accediese a la propiedad de la tierra fue un total
fracaso.
134
La inmensa mayoría de los inmigrantes llegados a la Argentina ante la imposibilidad
de acceder a la propiedad de la tierra se radicaron en la ciudad, particularmente en
Bs As y Rosario. Un cambio cualitativo en la distribución de la población: si en
1869 el 71,4% de la población residía en el campo, para 1895 el porcentaje había
disminuido al 62,6% y al 47,3% para 1914 con el correlativo crecimiento de las
ciudades, lo que reflejaba el proceso de urbanización de la sociedad argentina.
Esto provocó una profunda crisis habitacional. El fenómeno urbanístico elevó
considerablemente el valor de la propiedad inmueble y de los alquileres con la
consecuente especulación que tuvo su máxima expresión con la aparición del
“conventillo”. Los antiguos caserones señoriales de la zona sur de Bs As,
mínimamente reacondicionados para hacinar a las familias obreras en una pieza que
servía de dormitorio, cocina, y comedor a la vez, sin condiciones mínimas de higiene
y salubridad, que enriquecieron aún más a sus distinguidos propietarios gracias al
cobro de altísimos alquileres. La cuestión del alto precio de los alquileres y las
leoninas cláusulas contractuales motivó que en 1907 se produjese en Bs As y
Rosario una huelga de inquilinos: reducción de los alquileres en un 30%, mejoras
en las condiciones de las habitaciones y garantías contra el desalojo.
Una de las principales consecuencias de la inmigración fue la conformación del
primitivo proletariado industrial y de las primeras organizaciones obreras
(anarquistas y socialistas) en nuestro país. Los hijos de la inmigración lograron
ascender en la escala social y pasaron a integrarse a los sectores medios de la
sociedad como comerciantes o pequeños y medianos productores industriales.
135
En 1869 se sancionó la ley nº 346 sobre ciudadanía la que está hoy vigente con
algunas reformas. Conforme a su texto originario son argentinos nativos:
1- Todas las personas nacidas o que nazcan en el territorio nacional, sea
cual fuere la nacionalidad de los padres a excepción de los hijos de
diplomáticos extranjeros;
2- Los hijos de los argentinos nativos que habiendo nacido en el
extranjero optasen por la nacionalidad argentina;
3- Los nacidos en buques de guerra y legaciones del país en el extranjero;
4- Los nacidos en las Repúblicas que antes conformaron las Provincias
Unidas del Río de la Plata antes de su emancipación y hayan residido en
el territorio de la Nación manifestando su voluntad de serlo;
5- Los nacidos en mares neutros en buques de pabellón argentino.
La ley adopta los 2 sistemas de nacionalidad de origen: el jus soli (punto 1) y el jus
sanguinis (punto 2).
En cuanto a las condiciones para que los extranjeros mayores de 18 años
pudiesen naturalizarse la ley establecía:
1- Cuando hubiese residido 2 años contiguos en el país y manifestasen su
voluntad de naturalizarse;
2- Pero antes de transcurridos los 2 años de residencia contigua, si se
configura alguna de estas situaciones:
a. Haber desempeñado con honradez empleos de la Nación o de las
provincias;
b. Haber servido en las fuerzas armadas nacionales o luchado en
defensa del país;
c. Haber establecido en el país una nueva industria o introducido
alguna invención útil;
d. Ser empresario o constructor de ferrocarriles;
e. Integrar una colonia y ser propietario de algún mueble;
f. Habitar en los territorios nacionales en las líneas de frontera o fuera
de ellas;
g. Haberse casado con mujer argentina;
h. Ser profesor en cualquier ramo de la educación o industria.
A pesar de las facilidades que la ley nº 346 ofrecía a los extranjeros para
nacionalizarse, las peticiones fueron escasas o nulas por una sencilla razón: sólo
se obtenía el goce de los derechos políticos cuando ni siquiera los ciudadanos
argentinos nativos gozaban plenamente de los mismos.
Introducción
Había que revolucionar los espacios económicos nacionales y de esa manera los
textos constitucionales debían estar pensados y preparados para “Tpropender a
organizar y constituir los grandes medios prácticos de sacar a la América
emancipada del estado obscuro y subalterno en que se encuentra”. El impulso de las
fuerzas productivas nacionales a través de la presencia activa del Estado-Promotor
del desarrollo económico, junto a la apertura del país a la inmigración, capitales y
136
tecnologías extranjeras, fueron los elementos integrativos de la base estructural
desde la que se lanzó el programa económico.
Los objetos económicos de la CN 1853, eran encauzar al país dentro de los moldes
del desarrollo del modo de producción capitalista (“progreso material e inteligente”).
El primer paso se dio con el Acuerdo de San Nicolás al eliminarse las aduanas
interiores y los derechos de tránsito.
La sociedad argentina dio su salto cualitativo en materia económica en la segunda
mitad del siglo XIX.
La ganadería
137
adquiridos precisamente a los criadores, estaban ligados a los frigoríficos y al
mercado externo).
La agricultura
La conquista del desierto, que incorporó tierras vírgenes sumamente aptas para la
producción agrícola, particularmente de cereales y oleaginosas de clima templado, y
la llegada al país de miles de inmigrantes ávidos de trabajo fueron 2 de los
principales elementos que motorizaron los avances en el área de la agricultura, en
particular del trigo y del maíz.
Si al principio de la presidencia de Nicolás Avellaneda (1874) la Argentina importaba
trigo y harinas, para 1880 el mercado nacional estaba totalmente abastecido con
nuestra producción local y para 1900 el valor en pesos oro de las exportaciones
trigueras ascendía a 48.627.652.
El crecimiento de las áreas sembradas y de los valores de las exportaciones del
maíz y del lino también escalaron durante este período. La revolución agrícola
transformó el rostro de la pampa húmeda que de vasto desierto se transformó en el
“granero del mundo”, hizo su aparición un nuevo actor social: el arrendatario o el
aparcero, trabajadores rurales que alquilaban la tierra a sus propietarios para
trabajarla por su cuenta y riesgo.
La liquidación del indio, la llegada de los inmigrantes y el sistema ferroviario fueron
los factores que posibilitaron el crecimiento del modelo agroexportador.
Los transportes
138
Juárez Celman (1886~1890) comenzó a tomar cuerpo la privatización de las líneas
ferroviarias de propiedad de las provincias (Ej: Ferrocarril Oeste) o del Estado
nacional (Ej: Ferrocarril Central Norte). Estaban exentos del pago de impuestos,
tanto nacionales como provinciales, así como de tasas y contribuciones especiales
de los municipios.
La tendencia en materia de construcción ferroviaria fue la de ubicar las líneas
concéntricamente sobre el puerto de Bs As, y en menor medida sobre otros
puertos como el de Rosario, se completó la anatomía del país agroexportador. El fin
último perseguido no era otro que ubicar la producción exportable en los destinos
de embarque en el menor tiempo y con los menores costos posibles.
La construcción de los ferrocarriles, a pesar de las deficiencias estructurales de su
diagramación y de los privilegios otorgados a las empresas concesionarias, a la par
que redujo las distancias geográficas en alguna medida colaboró también en la
integración de los hasta entonces dispersos espacios geográficos de la Nación y a
sus habitantes.
Antes de 1880, el saladero estaba en plena etapa de declinación; las artesanías del
interior, como las textiles apenas si subsistían.
Al discutirse la ley de aduanas en 1875 y 1876, se planteó la alternativa de la
integración de la Argentina al mercado mundial sobre la exclusiva base del modelo
agroexportador. En 1875 se fundó el Club Industrial, antecedente de la Unión
Industrial Argentina (UIA). El debate se origino sobre la crisis económica del orbe
capitalista europeo de 1873. Superada la crisis y sus efectos, las posiciones
proteccionistas fueron perdiendo fuerza y la industria quedó como un elemento
residual o secundario de la economía argentina.
La tremenda expansión de la ganadería y la agricultura, así como el crecimiento del
transporte ferroviario, a partir de la década del ´80 del siglo XIX, provocaron un
fuerte impacto tanto en la postrada rama industrial de la economía como en las
economías regionales.
El ferrocarril, tradujo la instalación de talleres destinados a la reparación del
material rodante. Aparecieron nuevas industrias ligadas al agro como la harinera,
la lechera, la frutícola, la cervecera, la frigorífica. Afloraron los primeros talleres
textiles, básicamente de confección de ropa.
La extensión de las líneas ferroviarias tradujo la liquidación definitiva de las
artesanías domésticas del noroeste del país. El ferrocarril, al abaratar los costos
de transporte (fletes) trajo como consecuencia que fuesen inferiores los precios
de mercancías importadas que los precios de las producidas localmente, lo
que dio por tierra con la última barrera proteccionista. El ferrocarril coadyuvó al
desarrollo de la industria azucarera en Tucumán y la vitivinícola en Cuyo,
particularmente en Mendoza.
Para el año del Centenario (1910) sólo el 1,1% del total de las inversiones
extranjeras estaban ubicadas en el área de la industria (la frigorífica), en tanto que el
30% correspondía a empréstitos y títulos públicos, el 35% a ferrocarriles y el 14% a
empresas inmobiliarias y crediticias (inversiones dirigidas fundamentalmente a
consolidar la estructura de la economía agroexportadora). En 1914 (inicio de la
1WW) el 62% del capital extranjero invertido en nuestro país provenía de la Gran
Bretaña.
139
La República Argentina creció notablemente en la faz económica entre 1880 y 1910,
pero se trató de un crecimiento desigual que privilegió a las zonas de la pampa
húmeda y en menor medida a algunas regiones del interior como Tucumán o
Mendoza.
Sin embargo, el mítico “granero del mundo” colapsó, víctima de la crisis económica
global de 1929.
Introducción
La ley nº 1.420
140
Una parte mayoritaria de la elite gobernante había hecho suya la línea de la filosofía
positivista en la versión de Herbert Spencer. A partir de 1880 se afianza un proceso
en nuestro país que se caracteriza por el fenómeno de la secularización del Estado y
que se refleja en el ámbito institucional en la sanción de una serie de leyes:
- la ley de matrimonio civil;
- la creación de registros civiles;
- la estatización de los cementerios;
- la ley de educación común.
141
Otros artículos del primer capítulo de la ley tratan de los jardines de infantes, de la
educación para adultos, etc. Otros capítulos de la ley se ocupan de la matrícula
escolar, registros de asistencia, estadísticas en las escuelas, etc.
La sanción y promulgación de la ley no acalló la voz de sus opositores: diversas
pastorales del Episcopado argentino criticaron duramente a la ley. El Obispo de
Córdoba, monseñor Jerónimo Clara calificó a la ley de “impía y atea”. El Presidente
de la República en ejercicio del derecho de patronato lo destituyó y ordenó su
procesamiento por la justicia ordinaria. El Nuncio Papal, monseñor Luis Mattera,
salió públicamente en defensa del controvertido eclesiástico. El ministro de
Relaciones Exteriores exigió las explicaciones del caso y como la respuesta del
Nuncio Papal careció de las formas exigidas por la diplomacia, se le ordenó que en
el perentorio término de 24 horas abandonase el territorio nacional. Las relaciones
con el Papado estuvieron interrumpidas hasta la segunda presidencia de Roca.
La ley de educación común, obligatoria, gratuita y laica, en su ejecución, tuvo 2
consecuencias:
- El drástico descenso en los índices de analfabetismo;
- La incorporación plena a las costumbres y vida del país de los hijos
de inmigrantes.
La universidad
142
4- Universidades estatales y privadas: la expedición de títulos habilitantes;
5- Fondo universitario.
Introducción
143
trabajadores y sus expresiones concretas en la creación de organizaciones
sindicales).
144
(CORA, desaparecida la UGT, manejada por sindicalistas). La coexistencia de la
FORA (anarquista) y la CORA (sindicalista-socialista-autónomos) fueron factores
que “minaban su organizaciónT”.
La expansión de las áreas cultivadas a lo largo de la última década del siglo XIX
obedeció a una coyuntura favorable que determinó un alza generalizada de los
precios de los cereales y de los granos oleaginosos en el mercado mundial.
145
Apareció de esa manera en las zonas cerealeras del país (sur de Santa Fe, norte de
Bs As, sudeste de Córdoba) el arrendatario o el aparcero, trabajador
mayoritariamente de origen inmigrante que alquilaba las tierras a sus dueños para
trabajarlas, pagando con una parte de la cosecha o en dinero.
Todos los beneficios y todas las ventajas estaban acordados al propietario; los
plazos contractuales eran cortos (1 o 2 años máximo), los alquileres sumamente
altos (45% de la producción o $50 por hectárea arrendada).
En 1911 las expectativas depositadas en la producción cerealera se vieron
frustradas por múltiples razones, particularmente por una pronunciada caída de los
precios en el mercado mundial. La crisis se extendió a los comerciantes de los
pueblos de campaña que generalmente vendían los productos de consumo de
primera necesidad al fiado a los agricultores y a los distribuidores mayoristas. A
principios de 1912 comenzó a tomar cuerpo un vasto movimiento de protesta que
tuvo su epicentro en la localidad de Alcorta, provincia de Santa Fe: huelga por
tiempo indeterminado hasta conseguir:
1) Rebaja general de los arrendamientos y aparcerías;
2) Entregar en las aparcerías el producto en parva o en troje, como salga;
3) Contratos por un plazo mínimo de 4 años;
4) Libertar de trillar y asegurar sus sementeras.
Introducción
146
Los primeros agrupamientos políticos que pueden ser analizados después de
Caseros son el partido Liberal y el Federal.
Los principios del partido Liberal se forjaron alrededor de la acción política de los
hombres que separaron a Bs As del resto de la Confederación Argentina en 1852.
los hechos del 11 de septiembre agruparon en el mismo surco a “antiguos unitarios y
a otros grupos diversos (Ej: los rosines)”. El objetivo primario de los liberales era
mantener la primacía de la provincia sobre el resto del país lo que implicaba
sostener los seculares privilegios de la “Atenas del Plata”. La facción liberal careció
de relevancia en el interior del país.
Los liberales porteños se agruparon en el “Club Libertad”. Quien dio coherencia a su
catálogo de principios fue Bartolomé Mitre. El fundador del diario La Nación ha sido
calificado como un “caudillo ilustrado”, Don Bartolo fue un brillante orador en las
lides parlamentarias, periodista de nota, capaz tanto de ponerse el uniforme militar y
conducir a las huestes porteñas a la batalla, como de escribir la historia de San
Martín o Belgrano, etc., fue el dirigente político que pensó la unidad y organización
del país bajo la mano tutelar de Bs As.
El partido Federal, aglutinaba a los distintos sectores dominantes de las provincias
que se mantuvieron fieles a la Confederación y a la conducción de Justo José
Urquiza. Proclamado por el Congreso General Constituyente en 1854, se erigió
representante y defensor de los intereses de los agobiados “pueblos” que buscaban
afanosamente colocarse en un plano de igualdad con la siempre preponderante Bs
As. Urquiza era la única garantía con que contaban las elites provincianas para
evitar ser absorbidas por el avasallante dominio de la elite porteña.
Los federales porteños (“Club de la Paz”) eran satirizados por sus adversarios
liberales como los “chupadinos”; la respuesta federal fue el mote de “pandilleros”
para los liberales (minoría ruidosa).
En 1860 Justo José Urquiza fue sucedido en la presidencia por el cordobés Santiago
Derqui. Bajo la presidencia de Derqui tuvo lugar la reforma constitucional de 1860, la
jura por parte de Bs As de la CN, y un fallido intento de conciliar a federales y
liberales que incluyó la designación de ministros porteños en el gabinete
presidencial. Derqui y Pedernera fueron opacos testigos, a partir del retiro de
Urquiza de los campos de Pavón, del colapso de la Confederación Argentina.
Luego de Pavón el partido “de los principios”, de la mano de Mitre, transformó la
fisonomía política del país. En las provincias donde fue necesario se impuso a las
flacas fracciones liberales mediante el violento expediente de las armas de los
ejércitos porteños. El partido Federal no sólo perdió el control político del país,
sino de todas las provincias, a excepción de Entre Ríos (Urquiza).
En octubre de 1862 asumió la primera magistratura de la Nación Bartolomé Mitre
acompañado por el Dr. Marcos Paz como vicepresidente. La praxis política de
organizar al país sobre la base de los lineamientos liberales con eje en Bs As generó
una importante resistencia en las provincias del noroeste cuyo principal exponente
fue el general riojano Vicente Penáosla (“El Chacho”): las viejas lanzas de la
montonera federal no podían triunfar ante el moderno armamento del ejército de
línea porteño: “El Chacho”, derrotado y hecho prisionero, fue asesinado en la
localidad riojana de Olta, degollado y su cabeza puesta en una pica.
En 1867 un nuevo alzamiento federal reflejó el repudio generalizado que existía en
el interior hacia la guerra del Paraguay: un antiguo lugarteniente de Penáosla, Felipe
Varela enarboló las banderas de “Federación o Muerte”, “Viva la Unión Americana”,
“Viva el Ilustre General Urquiza”. Varela fue derrotado por Antonio Tabeada en la
147
célebre batalla del Pozo de Vargas y debió refugiarse en Chile. En 1870 Justo José
Urquiza fue asesinado en el Palacio de San José por un grupo de partidarios de
Ricardo López Jordán, protagonista y jefe de la revolución provincial contra el viejo
caudillo.
Nacionalistas y autonomistas
148
A lo que debe agregarse la ya calificada opinión de la oficialidad del ejército
nacional.
Las tendencias señaladas se cruzaban entre sí, puesto que ninguna de ellas gozaba
de un claro predominio como para poder sobreponerse a las demás; esto ayudó
para que Domingo Faustino Sarmiento llegase a la primera magistratura nacional.
Sarmiento ocupaba el cargo de embajador del gobierno argentino en Washington (el
sanjuanino no era hombre de partido a pesar de haber sido ministro de Mitre cuando
éste era gobernador de Bs As). Estos inestables equilibrios políticos entre los
nacionalistas que apoyaban a Rufino de Elizalde, de los autonomistas que sostenían
a Alsina y de los federales que levantaban a Urquiza, ayudaron al triunfo de
Sarmiento. Abierta la puerta a un entendimiento en los Colegios Electorales, se
produjo una combinación entre los electores de Alsina y de Sarmiento: los votos
de los primeros ayudaron a consagrar a Sarmiento como presidente (79 votos) y
los votos de los segundos elevaron a Alsina como vicepresidente, (82 votos). El
flamante titular del poder ejecutivo nacional tomó conocimiento de su elección al
pasar por Río de Janeiro en viaje de regreso a la Argentina. Para D. F. Sarmiento el
progreso “Tno era una entidad abstracta. Era una fuerza sujeta a la inteligencia
humana que cobraba forma en escuelas, colegios, universidades, en oleadas de
inmigrantes que llegaban en busca del ascenso social, etc”.
Luego de su histórica reconciliación con Justo José Urquiza, se dedicó con
tenacidad a extirpar los últimos brotes de la montonera (los alzamientos de Ricardo
López Jordán en Entre Ríos) y a establecer casi obsesivamente el orden en todos
los niveles de la geografía nacional. Inició la práctica de utilizar al ejército nacional
(el elemento coercitivo necesario) para asegurar los resultados de las elecciones
tanto nacionales como provinciales siempre que fuese menester, imponiendo a
determinados candidatos y usó con frecuencia del arma de la intervención federal
en varias provincias. Estos fueron los principales caracteres de la gestión de
Sarmiento, el robustecimiento de la autoridad del Estado Nacional en todos los
ámbitos del país. Cabría señalar entre los logros de Sarmiento el haber puesto fin a
la desdichada guerra del Paraguay iniciada en tiempos de Mitre, y la realización
del primer censo nacional: 1.836.40 habitantes.
La renovación presidencial de 1874 se vio conmovida por la revolución
protagonizada por el nacionalismo mitrista. Dos candidatos se enfrentaron en
aquellas elecciones: el Dr. Nicolás Avellaneda (provincia de Tucumán) y
Bartolomé Mitre (por la segunda vuelta).
Avellaneda se había desempeñado como ministro de Instrucción Pública de
Sarmiento, era el candidato del oficialismo, el “hombre” del presidente. El interior y
el autonomismo bonaerense se aliaban contra el nacionalismo mitrista, que, levantó
la candidatura de Mire.
Los resultados de las juntas de electores arrojaron 145 votos a favor de
Avellaneda contra 79 de Mitre. El nacionalismo mitrista había triunfado en Bs As,
Santiago del Estero y San Juan, en los 11 distritos restantes venció la candidatura
de Avellaneda.
En septiembre de 1874 estalló la revolución al frente de la cual se puso Mitre en
persona alegando que pretendía impugnar las elecciones de diputados nacionales
en la provincia, por triunfar el autonomismo con violencia y fraude. El movimiento
sedicioso fue rápidamente sofocado por el ejército nacional y Nicolás Avellaneda
asumió la presidencia el 12 de octubre de 1874.
Vencida la revolución mitrista los partidos triunfantes decidieron fusionar sus
fuerzas creando un nuevo partido político: el Partido Autonomista Nacional (PAN),
149
ya que agrupaba al autonomismo porteño y a los rezagos del federalismo
provinciano (para así asegurar la presidencia de Adolfo Alsina en las elecciones
de 1880, desde que el caudillo porteño era fuerte electoralmente en su provincia,
pero carecía de apoyaturas concretas en el interior del país). La conjunción con los
grupos provinciales del borroso partido Nacional aseguraba esa imprescindible
fuerza electoral en el resto de los distritos electorales. Alsina pasó desempeñarse
como ministro de Guerra de Avellaneda (puesto estratégico del elenco ministerial).
A partir de la década del ´70 las agrupaciones políticas de raigambre exclusivamente
porteña comenzaron a declinar como consecuencia de la derrota de la revolución
mitrista y la influencia de los gobernadores provinciales (verdaderos dueños de los
colegios electorales y árbitros supremos de la elección presidencial).
El período presidencial de Avellaneda (1874~1880) estuvo signado, en lo
económico, por la profunda crisis económica que azotó al país (reflejo de la crisis
económica europea de loas años ´70, caída de los precios de nuestras
exportaciones), y en lo político, por la amenaza de un nuevo levantamiento
armado del mitrismo que estaba inmerso en la conspiración. Ambas circunstancias
(económicas y políticas) llevaron a Avellaneda a instrumentar en 1877 la llamada
“Política de la Conciliación”, que se articuló sobre la base de ofrecer al
nacionalismo mitrista la participación en el gobierno a través de la entrega de 3
de las 5 carteras ministeriales por entonces contempladas en la CN. Mitre aceptó
la oferta y de esa manera, los enemigos de ayer pasaron singularmente a integrar
las filas del oficialismo; la candidatura de Adolfo Alsina aparecía plenamente
consolidada ya que el nacionalismo mitrista aceptaba y en consecuencia todo
parecía indicar que no habría lucha electoral por la sucesión de Nicolás Avellaneda
en 1880: Adolfo Alsina quedaba como único candidato. Las diferencias entre los
“partidos” no eran más que emergentes de personalismos sin substancias
ideológicas, la voluntad popular estaba ausente.
No todos los integrantes de aquella aceptaron la conciliación. El ala popular y
juvenil del autonomismo bonaerense integrada por Aristóbulo del Valle, Leandro
N. Alem, Hipólito Yrigoyen, Roque Sáenz Peña, etc., la rechazaron y animaron y
dieron vida a el partido Republicano, agrupamiento provincial bonaerense que por
primera vez ofreció al electorado un verdadero programa de gobierno. Se
pronunciaban a favor de respetar a “Ttodos los poderes legalmente constituidos,
observancia de la CN y provincia; descentralización política, administrativa y judicial,
dentro de los límites constitucionales; organización de la vida comunal con arreglo a
la constitución; pureza y libertad del sufragio popular, etc. Sarmiento dio
inmediatamente su apoyo a aquel grupo de jóvenes fulminando a la política de
conciliación a través de una de sus famosas expresiones: “Las ideas no se concilian:
las conciliaciones al derredor del poder público no tienen más resultado que suprimir
la voluntad del pueblo para sustituirla por la voluntad de los que mandanT”.
Sarmiento buscaba apoyaturas políticas para arribar por segunda vez a la primera
magistratura nacional en las elecciones presidenciales de 1880.
En los comicios provinciales de 1877 destinados a la elección de un nuevo
gobernador para la provincia de Bs As, el candidato republicano, Aristóbulo del
Valle, fue derrotado por el candidato de los “conciliados”, el Dr. Carlos Tejedor.
La crisis de 1880
150
conciliación “Tse fundaba sobre el acuerdo de ambos partidos (el PAN y el
mitrismo) a su candidatura a la presidencia. Su muerteTimplicaba la quiebra del
pactoT”. Tanto el mitrismo como los autonomistas-nacionales tomaron caminos
divergentes y los años 1878 y 1879 fueron de intensa pugna para asegurar las
situaciones provinciales a favor de los diversos candidatos a suceder a Nicolás
Avellaneda. Así surgen 2 candidatos:
- Julio Argentino Roca (sucesor de Alsina en el ministerio de Guerra)
- Carlos Tejedor (gobernador de Bs As).
Roca no sólo gozaba con el apoyo del PAN y como es obvio del presidente
Avellaneda así como del entorno oficialista, sino también de la “Tpoderosa e
influyente “Liga de los Gobernadores”. Esta coalición de poderes provinciales
formada durante los años de Avellaneda daba vida a un formidable control de los
colegios electorales respectivos que anulaba, o al menos mermaba el peso político
de Bs As. Roca era el “candidato del interior”, gozaba del apoyo de la oficialidad del
ejército nacional y venía precedido por un alto prestigio como consecuencia de la
campaña del desierto.
Carlos Tejedor fue apoyado por la fracción extrema del autonomismo bonaerense,
por el nacionalismo mitrista. Los resultados de los colegios electorales dieron el
triunfo a la fórmula Roca-Madero (155 votos) sobre el binomio Tejedor-Laspiur (70
votos), en abril de 1880 fue proclamada por el Congreso Nacional la fórmula Roca-
Madero.
El argumento de fraude electoral condujo a los partidarios del candidato
derrotado a la insurrección armada contra el gobierno de Avellaneda.
Fracasadas las tentativas de conciliación Tejedor continuó armando y equipando a
las milicias de Bs As; el Presidente de la República trasladó la sede del gobierno
nacional provisoriamente al cercano pueblo de Belgrano. La mayoría de los
diputados nacionales, así como los ministros de la Corte Suprema de Justicia y
el vicepresidente Acosta se quedaron en Bs As. En junio de 1880 tuvieron lugar
los cruentos enfrentamientos entre los “rifleros” porteños y las fuerzas del ejército
nacional en los Corrales de Mataderos. Tejedor se encontró solitario y extraviad en
la cañada de Cepeda: derrotado renunció al cargo de gobernador. Consecuencia
de los acontecimientos de 1880, la federalización de la ciudad de Bs As que se
transformó en ciudad capital de la Nación poniendo término a un secular conflicto.
El 12 de octubre de 1880 Julio Argentino Roca asumió la presidencia con el
tema de la ciudad capital resuelto.
El régimen (1880~1916)
151
incremento de los saldos de cereales y oleaginosas para exportar. El ferrocarril se
extendió de los 1.131kms. de vías férreas de 1874 a los 5.836kms. de 1885 y
continuaba febril expansión facilitando la colocación de los saldos agrícolas
exportables en los puertos de Bs As y Rosario; comenzaron las primeras
exportaciones de carnes congeladas, especialmente de ovino, gracias a la
instalación de los primeros frigoríficos, etc. Este crecimiento de las fuerzas
productivas promovido por el Estado Nacional convocó la atención de los principales
países europeos. La República Argentina consolidó su integración al mercado
mundial de la época como productora-exportadora de materias primas y alimentos e
importadora-consumidora de productos industrializados. Los tiempos del progreso
lineal, sin quiebres, sin sobresaltos, infinito.
Se produjo un agudo proceso de despolitización de la sociedad argentina: la política
perdió el interés que antes suscitaba en el seno de la elite y en menor medida en el
pueblo llano.
El presidente de la República se transformó en el “gran elector”, el federalismo
político y las autonomías provinciales quedaron suspendidas en algún recodo del
camino. Roca “nacionalizó” a los grupos dominantes de las provincias y los unió con
los grupos dominantes de Bs As; unificó a la Nación “desde arriba” gestando de esa
manera, un poder nacional (y personal) incontrastable.
Las prácticas electorales fraudulentas continuaron. La oposición fue reducida
a la nada, la corrupción comenzó a invadir las esferas oficiales: el dinero y los
negocios fáciles compraron conciencias. Muchos de los hombres que en su
momento habían apoyado la candidatura de Roca pasaron a una írrita oposición o
se retiraron a la vida privada. El hiperpresidenialismo prefigurado en la Constitución
de 1853 se corporizó en la figura de Julio A. Roca.
Los hombres del Régimen hicieron gala de liberalismo, pero un liberalismo
impregnado de la filosofía positivista (Ej: sanción de la ley de educación común,
gratuita y laica, ley de creación del Registros Civil, la reforma del CC a través de la
implantación del matrimonio civil).
La “Pax Roquista” se vio perturbada en contadas ocasiones; fue el conflicto con la
Iglesia Católica como consecuencia de la sanción de la ley de educación común. En
1886 se debía renovar la presidencia.
Desde el arco oficialista 3 postulantes:
- Bernardo Irigoyen (ministro del Interior)
- Dardo Rocha (gobernador de Bs As)
- Miguel Juárez Celman (ex-gobernador de Córdoba)
152
La revolución de 1890
El nuevo equipo gobernante inició una fuerte ofensiva política tendiente a identificar
el ejercicio del poder con la persona del primer mandatario; Roca había ejercido de
manera excluyente el gobierno por lo que para los recién llegados devenía
indispensable “desroquisar” los centros de decisión política. Fueron intervenidas
aquellas provincias cuyos gobernadores no gozaban de la confianza del nuevo
elemento oficialista. El vicepresidente Carlos Pellegrini no podía cruzar las puertas
de los salones donde se tomaban grandes decisiones.
Esa concentración del poder en Celman, se llamó el “Unicato”; jefe indiscutido
del PAN: lo que no podía hacer como presidente lo hacía como jefe del PAN y
viceversa. La apatía hacia la cosa pública creció y la excepcional coyuntura
favorable a la economía nacional facilitó los manejos y desmanejos del juarismo.
Lo que no podían o no fueron capaces de advertir los hombres de la “Generación del
80” era un dato irrefragable de la realidad: la economía argentina se había
transformado en un apéndice de las economías de los países centrales,
particularmente la británica, mediante un articulación fuertemente dependiente de
los precios en el mercado mundial de las exportaciones nacionales (materias primas
y alimentos), y el ingreso masivo de capitales externos por la vía de los empréstitos,
la colocación de títulos públicos y la inversión directa (ferrocarriles, obras de
infraestructura de los puertos, etc), para poder pagar la importación de productos
industriales, los servicios (intereses) de la deuda externa y mantener la balanza
comercial en relativo equilibrio. El país se había endeudado peligrosamente como
consecuencia de una política altamente expansiva del gasto público.
En 1890 los precios de las exportaciones argentinas habían caído en el
mercado mundial más del 35%. Las tentativas de solucionar la crisis por la vía de
contratación de nuevos empréstitos fracasaron.
Se desató un agudo proceso inflacionario como consecuencia de una emisión de
papel moneda totalmente incontrolada que afectó directamente a los sectores
sociales de ingresos fijos. Los gastos del gobierno nacional se solventaban a través
del papel moneda que emitían los llamados “Bancos Nacionales Garantidos”; por ley
de creación, estas entidades financieras podían emitir papel moneda en cantidad
directamente relacionada con el respaldo de bonos emitidos por el gobierno, los que
debían ser adquiridos en oro. Circulaba el papel moneda sin respaldo alguno, por lo
que el público se volcó a la compra de oro. Se movía y se removía una tremenda ola
especuladora en la Bolsa de Comercio donde se realizaban transacciones más que
increíbles a través de las cuales se levantaban fortunas en cuestión de horas.
El juarismo dio vida a “Tun clima que se expandía sobre Bs As a partir de la Bolsa”.
En los primeros meses de 1890 la ciudad de Bs As se convirtió en el teatro de una
incontenible ola de quiebras comerciales, comenzaron a visualizarse “Talgunos de
los errores de cálculo político del régimenT”.
Crisis del sector externo, inflación y especulación financiera y bursátil, generalización
de las crísis económica, corrupción, desnacionalización económica: aquella
sociedad despolitizada desde los años de Roca comenzó a repolitizarse
aceleradamente, comenzaron a conformarse los elementos necesarios para una
gran transformación. El año 1889 fue testigo de la creciente actividad política de
los grupos opositores a través de reuniones, tertulias y banquetes que se llevaban
a cabo con el objeto de unificarlos en un frente común contra el juarismo.
153
El oficialismo programó una estrategia tendiente a retomar la iniciativa. El acto
oficialista, el “Banquete de los Incondicionales”, que fue presidido por el propio
Miguel Juárez Celman.
El clima político y económico en que se encontraba envuelto el país no soportaba
tales actitudes por lo que la reacción no se hizo esperar: en La Nación, un artículo
de Barroetaveña vergajeaba duramente a los elencos oficialistas, artífices y
beneficiarios de la corrupción y el fraude y llamaba a la acción popular contra el
gobierno de Juárez Celman. La “otra juventud”, la opositora, la que negaba las
adhesiones incondicionales que implicaban la renuncia a la vida política activa para
desaparecer instrumentados por la voluntad incuestionada del PE, lo entrevisto a
Barroetaveña para rendirle homenaje, pero éste último declino, a la vez que instó a
los jóvenes a realizar un acto de protesta contra el gobierno.
El encuentro tuvo lugar el 1º de septiembre de 1889 en las instalaciones del Jardín
Florida, asistieron alrededor de 5.000 personas que luego de los calcinantes
discursos de Barroetaveña, Aristóbulo del Valle, Vicente Fidel López y Leandro N.
Alem, marcharon por las calles de Bs As en manifestación. Se declaró fundada la
“Unión Cívica de la Juventud”, que encontró rápidamente en Leandro N. Alem a
su principal propulsor. El programa de la agrupación política constaba en 3 puntos:
- Libertad en el ejercicio del sufragio;
- Moralidad administrativa; supresión de la corrupción;
- Respeto a las autonomías de las provincias.
En mayo de 1890 la crisis económica se agudizó más y con ella la repulsa popular al
gobierno de Juárez Celman; la corriente “alemanista” de la Unión Cívica preparaba
febrilmente la revolución conspirando y logrando el compromiso y adhesión de una
serie de jefes militares. Bartolomé Mitre, sin poder manejar los acontecimientos y
ante la imposibilidad de acordar con el gobierno partió rumbo a Europa.
154
Juárez Celman hizo caso omiso de las recomendaciones que le hiciera el jefe de la
policía. El 26 de julio de 1890 estalló el movimiento revolucionario que tuvo por
jefe civil a Leandro N. Alem y por jefe militar al general Manuel Campos (militar
adscripto a la política mitrista). El antiguo Parque de Artillería fue el escenario de los
enfrentamientos armados que duraron 2 días. Los días del presidente Juárez
Celman estaban contados. Abandonado por quienes otrora lo adularan presentó
su renuncia al Congreso la que fue aceptada el 6 de agosto. Al día siguiente
prestó juramento como presidente Carlos Pellegrini, quien designó en la cartera
de Interior a Julio A. Roca. Así el “Zorro” (Roca) iniciaba los trabajos para volver a
la presidencia.
La revolución había sido derrotada y los que recolectaron sus frutos fueron Pellegrini
y Roca, el “Régimen” continuo indemne bajo la férrea conducción de ambos. La
etapa del fortalecimiento de la soberanía popular se instaló definitivamente en el
escenario político nacional.
El Dr. Carlos Pellegrini (“la gran muñeca”) gobernó el país entre 1890 y 1892.
enfrentó la crisis financiera privilegiando los intereses de los acreedores externos por
sobre los intereses del país: envió a Londreas al Dr. Victorino de la Plaza a
renegociar la deuda con la Baring Brothers. La cuestión terminó con la solicitud de
un préstamo a la Casa Morgan, que fue concedido, para pagarle a la Baring bajo
condiciones lamentables; el gobierno debió depositar durante 15 años diariamente la
parte de capital e intereses correspondientes al día en una cuenta especial del
Banco de la Nación Argenina (entidad financiera creada como consecuencia de la
crisis y para volver a ganar la confianza de los acreedores externos). El gobierno
nacional se comprometió a no contraer ningún nuevo empréstito durante el lapso de
3 años, etc.
Lo peor de la crisis económica fue soportado y sorteado durante el mandato de
Pellegrini y lentamente el país volvió a ritmos económico-financieros más cercanos a
la normalidad. El sistema de “bancos garantidos” fue abandonado y se creó un ente
único, la Caja de Conversión.
Pellegrini debía dejar la presidencia en 1892, el año 1891 se transformó en un
año esencialmente electoral. Los hombres de la Unión Cívica se aprestaban con
entusiasmo a participar en las elecciones presidenciales. Los cívicos, fracasada la
revolución del año anterior, se aprestaron a dar batalla en el plano electoral.
La Unión Cívica fue el primer partido moderno de la Argentina desde el punto de
vista organizativo. Adoptó una Carta Orgánica en la que se establecían los diversos
niveles de autoridades y sus formas de elección, la designación de los candidatos a
cargos electivos, etc. En enero de 1891 el máximo organismo partidario, la
Convención Nacional, fue convocada en Rosario (Sta Fe). La sede de la Convención
Nacional no debía ser en Bs As. El 15 de enero comenzaron las deliberaciones con
la presencia de 111 delegados e inmediatamente se aprobó la fórmula
presidencial: Bartolomé Mitre (105 votos) para presidente y Bernardo Irigoyen
(97 votos) para vicepresidente.
La designación de Mitre (ausente en Londres) como presidente de la Unión Cívica
obedeció a una gama de consideraciones que podrían ser sintetizadas: Mitre era el
hombre más prominente e influyente de los círculos opositores, un verdadero
155
“patricio”, frente al cual Pellegrini y su ministro del Interior (Roca), no se atrevían a
realizar maniobras de carácter fraudulento en las elecciones, los cívicos procuraban
llevar a la superficie el ánimo conciliador que animaba por entonces al ala popular
del partido, deseosa de lograr la unidad de todos los sectores opositores bajo una
sola candidatura. Una sola candidatura opositora era imposible de lograr llevando
adelante la figura intransigente de Leandro N. Alem. Pero los cívicos cometieron el
pecado de inocencia desde que no contabilizaron ni la astucia maniobrera de Roca
ni el pasado político ni las ambiciones personales de Mitre.
El 15 de marzo de 1891 el ya ungido candidato presidencial (Mitre) regresó al país
y fue objeto de un recibimiento en el puerto de Bs As. El ministro del Interior, Julio A.
Roca fue a visitarlo la misma noche de su llegada (“el Acuerdo”).
La base de este “Acuerdo” no era otra que evitar a todo trance la lucha electoral
entre los partidos. Para articular este conjunto de ideas Roca le ofreció a Mitre la
candidatura presidencial (única) en tanto que el candidato a vicepresidente (José
Evaristo Uriburu) saldría de las filas del PAN. Mitre aceptó la propuesta del
roquismo. Mitre, que tuvo la posibilidad de cambiar la política cerrada y exclusiva de
los salones distinguidos, prefirió ser el candidato de la “unidad de todos” antes que el
candidato de los que proponían una nueva forma de hacer política, la política de las
mayorías.
El “Acuerdo” fue el detonante de la ruptura de la Unión Cívica: los seguidores de
Mitre y partidarios del acuerdo adoptaron el nombre de “Unión Cívica Nacional”; los
antiacuerdistas encolumnados tras la figura de Leandro N. Alem hicieron suya la
denominación “Unión Cívica Radical” (pretendían un cambio profundo, de “raiza”).
Los primeros ratificaron la fórmula presidencial del acuerdo (Bartolomé Mitre –
Evaristo Uriburu), los segundos proclamaron el binomio Bernardo Irigoyen – Juan M.
Garro.
El “Acuerdo” con el “Régimen” era ética y políticamente imposible: no podía
concebirse un pacto a espaldas del pueblo con los que detentaban el poder
precisamente a través del fraude. El 15 de abril de 1891 el Comité Nacional de los
cívicos antiacuerdistas fue presidido por Leandro N. Alem. El radicalismo daba así
sus primeros pasos en la política argentina, en tanto que el mitrismo terminó por
convertirse, en uno de los engranajes auxiliares del “Régimen”.
Las maniobras de Roca comenzaron a dar opíparos frutos, en octubre de 1891 la
figura de Mitre se había descascarado ante propios y extraños puesto que las
circunstancias que rodearon al “Acuerdo” así como las profundas resistencias que
provocó aun en los círculos oficialistas, habían rebajado su estatura política ante la
opinión pública: el “Zorro” había conseguido tirar abajo la estatua de “prócer” de
Mitre, y éste pocos meses no tuvo otra disyuntiva que renunciar a su cuestionada
candidatura.
Desde la gobernación de Bs As se prohijaba un nuevo aspirante a la presidencia
de la República: el Dr. Roque Saénz Peña, promisorio político de apenas 40 años.
La candidatura de Sáenz Peña surgida del seno del elenco oficialista, y
caracterizada bajo el apelativo de “modernistas” por sus partidarios, neutralizaba
al mitrismo, a la par que ponía un dique de contención al pujante radicalismo,
pero no estaba bajo la influencia y el control personal de Roca. En diciembre de
1891 la fórmula Roque Sáenz Peña – Manuel D. Pizarro fue proclamada en la
Capital Federal.
Roca no podía asistir impasible a la erección de un candidato que no estuviese bajo
su férula y que como presidente pudiese disputarla la conducción de las estructuras
del PAN y frustrar sus aspiraciones presidenciales para 1898: la experiencia con
156
Juárez Celman, ni en sueños podía permitir la llegada del radicalismo alemanista al
gobierno. El “Zorro” comenzó a trabajar contra la fórmula radical y contra la fórmula
modernista en vista de sus aspiraciones presidenciales del año 1898.
La maniobra orquestada por Roca no puede ser calificada sino de magistral: hizo
aparecer encabezando la fórmula del PAN a Luis Sáenz Peña, ministro integrante
de la Corte Suprema de Justicia de la Nación y padre de Roque. El tablero de
ajedrez político se conmovió: el 19 de febrero de 1892 el candidato de la fracción
modernista hacía pública su renuncia fundándola en que no podía enfrentar a su
propio padre en las elecciones.
En cuanto a la flamante Unión Cívica Radical: el 2 de abril de 1892 el presidente
Pellegrini convocó al gabinete ministerial y le brindó un catastrófico informe sobre el
“Tdescubrimiento de una conspiración, con siniestros planes de matanzas e
incendios. Se decretó el estado de sitio y se apresó al estado mayor de los
dirigentes del partido, que fueron deportados a MontevideoT”. El radicalismo
proclamó la abstención por lo que las elecciones presidenciales se llevaron a cabo
dentro de las clásicas normas del Régimen.
Las elecciones del 10 de abril: la fórmula del PAN integrada por Luis Sáenz Peña –
José Evaristo Uriburu se impuso por la vía de la más escandalosa de las farsas
electorales.
La negación abierta de las libertades civiles tuvo como una de sus consecuencias la
de arrojar a la UCR a la abstención electoral y a la vía revolucionaria para obtener el
derrocamiento del Régimen lo que no hizo más que profundizar las tribulaciones de
la política nacional.
En noviembre de 1892 la Convención Nacional de la UCR decidió no reconocer la
legitimidad del gobierno de Luis Sáenz Peña y proseguir sosteniendo la
legitimidad revolucionaria. La crisis política del país llevó al presidente Sáenz Peña a
convocar en julio de 1893 a Aristóbulo del Valle (opositor al gobierno, no integrante
del partido radical) para que formase el gabinete ministerial de su gobierno. Desde el
ministerio de Guerra del Valle intentó hacer la “revolución desde arriba”. El plan del
ministro comenzaba con el derrocamiento de los gobiernos provinciales producto del
fraude para convocar a elecciones libres y de esa manera sentar nuevas bases de
legitimidad para el mandato de Luis Sáenz Peña.
En agosto de 1893 el gabinete organizado por Aristóbulo del Valle cayó y el nuevo
ministerio estructurado por el mitrista Manuel Quintana sancionó sendas
intervenciones federales en las provincias ganadas por el radicalismo, el Congreso
(ley mediante) establecía el estado de sitio.
Al fracaso de la “revolución desde arriba”, siguió la “revolución desde abajo” que
tuvo su clímax en Santa Fe y en particular en Rosario, donde el 25 de septiembre de
1893 Leandro N. Alem fue proclamado Presidente Provisional de la Nación. La
“revolución desde abajo” del radicalismo carecía de una estrategia coordinada, por lo
que fue fácilmente desbaratada. El 2 de octubre de 1893 Julio A. Roca entró en
Rosario y terminó con la intentona radical.
En enero de 1895 Luis Sáenz Peña elevó su renuncia al Congreso Nacional. Su
sucesor, José Evaristo Uriburu no fue más que el puente para el regreso en 1898
del verdadero detentador del poder: Julio A. Roca. Las disidencias internas
157
habidas dentro del Pan quedaron saldadas ante el temor de perder el control del
Estado.
El país había ido superando la crisis económica y con ello el descontento de la
población se fue evaporando. A principios de 1896 Leandro N. Alem tomó su propia
vida disparándose un balazo.
Desde la presidencia del Comité de Bs As su sobrino, Hipólito Yrigoyen, se
convirtió en el encargado de mantener irreductiblemente la línea de no participar
en comicios viciados de fraude y la revolución armada como medio de
desalojar del poder al Régimen. Será Hipólito Yrigoyen quien frustrará la llamada
“política de las paralelas”, orquestada por los sectores del radicalismo seguidores
de Bernardo de Irigoyen. La “política de las paralelas” consistió en lograr un
entendimiento con la Unión Cívica Nacional de Mitre y con algunos sectores del
modernismo para enfrentar la candidatura de Roca en las elecciones de 1898. La
oposición del sobrino de Leandro N. Alem al entendimiento con el mitrismo, provocó
la primera división importante que regrista en sus anales la UCR.
Partido socialista
158
En 1893 el Dr. Juan B. Justo junto a varios integrantes de uno de los círculos de
pensamiento socialista fundó el periódico “La Vanguardia”, órgano “socialista
científico, defensor de la clase trabajadora”.
Existían a la fecha de aparición del primer nº de “La Vanguardia” en la ciudad de Bs
As 4 agrupamientos socialistas: el “Club Worwärts” (alemanes), “Les Egaux”
(franceses), el “Fascio dei Lavoratori” (italianos) y la “Agrupación Socialista”
(españoles y trabajadores del hable castellana). Estas agrupaciones (menos la
alemana) en junio de 1896 llevaron a cabo el Congreso Constituyente del partido
Socialista.
El programa de máxima del partido Socialista no podría ser otro que llegar a un
nuevo orden social en el que la “propiedad de los medios de producción sea
colectiva o social, en que cada uno sea dueño del producto de su trabajoT”.
Como “partido del proletariado”, en su programa mínimo exigía la jornada de 8
horas de trabajo, la protección del trabajo de la mujer y del niño, el descanso
semanal de 36 horas corridas, la responsabilidad patronal en materia de
accidentes de trabajo, la abolición del trabajo nocturno, el sistema de
representación proporcional para los cargos políticos electivos, la supresión de los
ejércitos permanentes, el divorcio vincular, la enseñanza laica, etc.
El partido Socialista fue la primera organización política del país con claros
contenidos de carácter ideológico y programático. La fuerza electoral del socialismo
quedó circunscripta a la Capital Federal donde en 1902 fue elegido Dr. Alfredo
Lorenzo Palacios como diputado nacional. El partido Socialista fue el gran propulsor
de la legislación protectora del trabajo y sus protagonistas, los trabajadores urbanos
y rurales.
Introducción
159
pero todas las constituciones de la época se limitaban a consignar sumariamente
que se adoptaba el sistema representativo. El presunto hueco legislativo ha sido
cubierto por la reforma constitucional de 1994.
La CN contiene una serie de normas relativas al método de elección de los
miembros del Congreso y del PE. La cuestión del sufragio tiene 2 caras, una activa
(la capacidad de ser ciudadano y elegir) y otra pasiva (la capacidad de ser electo).
El PL se compone de 2 cámaras: la de diputados de la Nación y la de senadores de
las provincias y de la ciudad e Bs As.
La Cámara de diputados de la Nación se compone de representantes elegidos
directamente por el pueblo en las provincias. Para ser diputado se requiere haber
cumplido la edad de 25 años, tener 4 años de ciudadanía en ejercicio y ser natural
de la provincia que lo elija o 2 años de residencia inmediata en ella, duran 4 años y
pueden ser reelegidos indefinidamente.
Conformación de la Cámara de diputados de la Nación:
• Elección de directa;
• Elección a simple pluralidad de sufragios;
• Elección en función de distritos electorales (las provincias, la ciudad de Bs
As y la Capital en caso de traslado);
• Reelección indefinida en el tiempo;
• Sufragio universal en cuanto a la faz pasiva del sufragio, ya que no se
establecen normas que restrinjan la capacidad de ser electo, salvo las
meramente formales.
160
de 2 senadores pro provincia y 2 por la Capital, reitera la elección indirecta y el
sufragio calificado pasivo.
La CN 1853 estableció que el PE nacional es desempeñado por un ciudadano con el
título de “Presidente de la Nación Argentina”. Para ser elegido presidente (o vice) se
requiere haber nacido en el territorio argentino, o ser hijo de ciudadano nativo si se
ha nacido en el extranjero, pertenecer a la comunión católica apostólica romana y
reunir las demás calidades exigidas para ser senador nacional. Duraba 6 años en el
ejercicio de su mandato no pudiendo ser reelecto en forma inmediata, siendo su
elección verificada por una junta de electores o colegio electoral. La reforma
constitucional de 1994, el mandato ejecutivo se ha reducido a 4 años, puede ser
reelecto en forma inmediata por un solo período y su elección es directa.
La institución del ejecutivo se estructura sobre los principios siguientes:
• Elección de primer directa (antes de la reforma CN de 1994 era indirecta a
través de colegios electorales);
• Elección por sistema de segunda vuelta (antes de la reforma CN de 1994
por mayoría absoluta de votos de los colegios electorales);
• Posibilidad de reelección inmediata por un período (antes de la reforma
CN 1994, la reelección inmediata estaba prohibida, no así la reelección);
• Sufragio calificado en su cara pasiva (al igual que los senadores).
Antecedentes legislativos
161
La primera ley electoral (ley nº 140) fue sancionada por el Congreso de la
Confederación Argentina instalado en Paraná en 1857, como consecuencia del art.
37º de la CN (1853) relativa a la elección de los diputados nacionales, norma que se
hizo extensiva más adelante para la elección de los electores de presidente y
vicepresidente. Los preceptos de la ley nº 140 estuvieron vigentes (con algunas
reformas) hasta 1912.
Este régimen electoral reunía las siguientes características:
a) Sufragio universal (activamente – capacidad de elegir): asignar el
sufragio el carácter de universal traduce que no puede condicionarse
al ciudadano del derecho de votar por razones de índole económico-
social o de educación-conocimientos (su opuesto es el sufragio
calificado, ya sea censitario (ser propietario, etc) o capacitario (saber leer
o escribir, etc)).
Formalmente desde la sanción de la ley del 14 de agosto de 1821 en la provincia de
Bs As, el sufragio fue siempre universal desde la faz activa.
b) Sufragio facultativo: el voto no era obligatorio sino facultativo, el
ciudadano para poder sufragar debía inscribirse en los “registros cívicos” o
padrones que eran elaborados por el ministerio del Interior. El manipuleo
de los registros cívicos (Ej: extraños cambios de domicilio a localidades
lejanas, etc) configuraba lo que se conoce como el “fraude preelectoral”,
los padrones eran elaborados para cada elección, los registros electorales
no tenía carácter permanente.
c) Sufragio público o “cantado”: el voto no era secreto sino público o
“cantado”, los actos electorales tenían por objeto esencialmente dominar
las mesas electorales que se ubicaban generalmente en los atrios de las
iglesias o lugares públicos, por medio de la violencia moral o física, para
de esa manera “volcar” el resultado a favor de determinada lista. Los
empleados públicos se veían en la obligación de concurrir y votar por las
listas oficiales so riesgo de quedar cesantes. En las provincias la situación
era parecida o peor, en tanto que en las zonas rurales las cosas eran aún
más graves: era impensable que un peón votase “a viva voz” en contra de
los candidatos del patrón.
Lo facultativo y público del sufragio allanaba las maniobras fraudulentas, tanto las
previas al día del comicio como en el día del comicio mismo, de la misma manera
que la falta absoluta de garantías posteriores en el momento de realizarse el
escrutinio facilitaba el fraude post-comicial; aparejando el descrecimiento
generalizado de la ciudadanía y la apatía hacia los actos comiciales (el nº de votos
era exiguo).
d) Sistema de representación política: la lista completa plurinominal: el
sistema de representación política es el mecanismo legal utilizado para
distribuir los cargos gubernamentales que son sometidos a la
consideración del electorado. El sistema de representación política
implantado por la ley nº 140 fue el de la lista completa plurinominal, que
rigió hasta 1912 (salvo 1902~1905).
De acuerdo a este sistema, el país quedaba dividido en 15 distritos electorales
(14 provincias + Capital). En cada uno de ellos, los ciudadanos votaban por una lista
que contenía la totalidad de los candidatos a ocupar los cargos electivos. El
partido que obtenía la mayoría de los votos emitidos ganaba la totalidad de los
cargos electivos.
162
Ej: en el distrito electoral Santa Fe se elegían 12 diputados nacionales y se
presentaban 3 partidos:
A- 5.000 votos
B- 4.500 votos
C- 4.000 votos
El partido A ganaba las 12 bancas en la cámara de diputados. Este sistema no
dejaba ningún margen para que las minorías tuvieran representación y además,
los 8.500 ciudadanos que votaron por los partidos B y C (más del 60% de los votos)
se quedaban, en los hechos, sin representación política.
En 1902, a instancias del ministro del Interior Julio A. Roca, el Dr. Joaquín V.
González, el Congreso sancionó la ley nº 4.161 que estableció un nuevo sistema
de representación política denominado de circunscripciones o de sufragio
uninominal. Cada distrito electoral era dividido en tantas circunscripciones
(divisiones de carácter territorial) como cargos electivos hubiese que elegir (Ej
anterior: 12 diputados = 12 circunscripciones), en cada una de estas
circunscripciones los ciudadanos votaban por una lista en la que figuraba un solo
candidato.
De acuerdo con la ley nº 4.161 el sufragio continuaba siendo facultativo, el
proyecto del ministro del Interior González propiciaba el voto secreto, lo que
naufragó en el Senado. En 1902 la elite gobernante hacía suyas las palabras de
Alberdi escritas en 1851 puesto que aún había que preparar a las masas “para el
ejercicio futuro del sufragio universalT”
La ley nº 4.161 introdujo un verdadero adelanto: la creación de una “Libreta
Cívica” por la que el votante debía identificarse ante las autoridades de la mesa
electoral al momento de emitir su voto. El fraude y la violencia continuaron a falta de
reales garantías para emitir el sufragio.
El sistema de circunscripciones podía favorecer a ciertas minorías que pudiesen
tener fuerza electoral en determinadas zonas o lugares. El partido Socialista obtuvo
un rotundo triunfo en la circunscripción de la Boca, en la Capital Federal.
En 1905 la ley nº 4.161 fue derogada ya que pesaba sobre ella la imputación de
inconstitucionalidad y se volvió al viejo sistema de la liste completa plurinominal. El
sistema de circunscripciones fue reimplantado en 1951 durante la presidencia de
Perón mediante la sanción de la ley nº 14.032, y nuevamente derogado en 1955.
Antecedentes políticos
163
En 1901 se produjo un profundo cisma en el equipo gobernante: Carlos Pellegrini
(la “gran muñeca”) rompió con el presidente Roca con motivo del proyecto de
unificación de la deuda externa. Este proyecto consistía en fundir en un solo
título los diversos empréstitos contraídos hasta entonces por los diversos
gobiernos del país. Roca, ante el escándalo desatado, retiró el proyecto del
Congreso abandonando a su suerte a Pellegrini; el gringo no pudo perdonarle
semejante maniobra. La ruptura del PAN (consecuencia de este enfrentamiento)
acrecentó el desgaste político de Roca, en tanto que la figura del jefe del partido
Radical (Hipólito Yrigoyen) crecía lentamente.
Para la renovación presidencial de 1904 Roca no pudo imponer a un sucesor
de su agrado (dejar pavimentado el camino hacia una tercera presidencia).
Debilitados sus poderes se vio obligado a convocar a una “Convención de
Notables” integrada por alrededor de 200 miembros entre los que se encontraban
ex presidentes y vicepresidentes de la Nación, ex embajadores, ex gobernadores de
provincia, ex legisladores, etc. (la crema del orden político imperante). Con ella (la
reunión) pudo frustrar la candidatura de Carlos Pellegrini a la presidencia pero no
pudo evitar el tener que entregar, el 12 de octubre de 1904, las insignias del
ejecutivo nacional al Dr. Manuel Quintana (militante desde siempre de las filas del
mitrismo), su compañero de fórmula, el Dr. Figueroa Alcorta (simpatizante de las
ideas de la fracción “modernista” del círculo gobernante).
La crisis de representatividad y legitimidad del Régimen llegó al estado de arrebato:
en febrero de 1905 se produjo una revolución radical, organizada y dirigida por
Hipólito Yrigoyen, marcando uno de los puntos culminantes de las tensiones
generadas por los polos antagónicos de la política nacional: el fraude electoral había
provocado la abstención y la intransigencia llevaba inequívocamente a la
insurrección armada. La “Causa” se levantaba como la antítesis del “Régimen”.
La crisis de representatividad y legitimidad políticas de la Argentina preocupaba
inclusive a los intereses británicos.
El lema con el que Roca había inaugurado su gobierno en 1880 (“Paz y
Administración”), resultaba insuficiente e ineficaz para un sociedad que había
experimentado profundas transformaciones económicas y sociales en menos de un
cuarto de siglo. Los hijos de la inmigración, toda una amplia nueva capa social de
sectores medios que buscaban un lugar bajo el sol de la vida política nacional. El
partido Radical había dejado de ser la originaria expresión política de la fracción de
la elite desalojada de los centros del poder por Roca y su sistema, para convertirse
en el partido que contenía a los nuevos sectores medios; el partido Socialista
penetraba en los sectores ligados al trabajo. La fracción más lúcida de la elite, “los
modernistas”, comprendió que había llegado el momento de cambiar algo para que
en esencia todo quedase igual: no cabía otra alternativa que la e reformar el sistema
electoral imperante en la Nación.
El presidente Manuel Quintana falleció en marzo de 1906 por lo que le sucedió el
vicepresidente José Figueroa Alcorta (sin apoyo alguno). Figueroa Alcorta, desde
la titularidad del PE se dedicó con fuerza y tenacidad a liquidar los restos de la
máquina electoral del roquismo: intervino en aquellas provincias cuyos
gobernantes eran afectos a Roca y contrarios a su persona, clausuró el Congreso
haciendo uso de la fuerza pública cuando la mayoría roquista se negó a aprobarle la
ley de presupuesto, indultó a los revolucionarios de 1905, conferencío con Hipólito
Yrigoyen, tratando de persuadirlo para que la UCR abandonase la abstención y la
conjura revolucionaria. Su gestión presidencial estuvo claramente dirigida a rematar
164
las pretensiones de Roca a una tercera presidencia y allanar el camino de la casa de
gobierno a su amigo (principal figura del mdernismo): Dr. Roque Sáenz Peña.
A lo largo de 1909 se fue fortaleciendo la candidatura de Sáenz Peña entre los
círculos políticos cercanos al oficialismo. La desaparición física de Bartolomé Mitre y
de Carlos Pellegrini no dejaron en el escenario nacional otros políticos de gran talla,
en tanto que el PAN agonizaba junto a las apetencias reeleccionistas de Roca.
Ante la disgregación del PAN se creó una nueva agrupación política, la “Unión
Nacional”, para apoyar la candidatura Sáenz Peña (que gozaba del calor
oficialista). El Dr. Victorino de la Plaza, antiguo gestor y comisionista de la Casa
Baring Brothers, fue designado para acompañarlo como candidato a vicepresidente.
Las elecciones presidenciales de 1910, indicio de la crisis de la representatividad y
legitimidad del sistema político: Roque Sáenz Peña y Victorino de la Plaza fueron
los únicos candidatos que se presentaron a la contienda electoral, ya que el Dr.
Guillermo Udaondo, candidato del exangüe mitrsmo se retiró de la confederación
(abstención radical). Los candidatos de la Unión Nacional obtuvieron la totalidad de
votos de los colegios electorales.
165
El 12 de octubre de 1910 asumió la primera magistratura nacional el Dr. Roque
Sáenz Peña; el radicalismo había abandonado la abstención, las bases de la
reforma electoral habían quedado asentadas. Sáenz Peña debía poner en práctica
su idea de crear un agrupamiento político conservador capaz de vencer al
radicalismo en libres elecciones. Pero su muerte impedirá concretar esta última parte
del plan.
Introducción
Las fuentes legislativas de la reforma electoral de 1912 han sido ubicadas en las
leyes electorales británicas y en la legislación electoral española de 1907.
La reforma electoral se conforma con un plexo integrado por 3 normas:
- La ley de enrolamiento general (nº 8.129);
- La ley de formación del padrón electoral (nº 8.130);
- La ley de elecciones nacionales (nº 8.871), o ley “Sáenz Peña”.
166
La nueva ley establecía que los encargados de la formación del padrón electoral
eran los jueces federales con asiento en la capital de cada provincia, y en la Capital
Federal el juez federal más antiguo.
Cada provincia y la Capital Federal eran divididos en secciones electorales: en
cada sección electoral el juez federal designa a un funcionario, Comisario de
Padrón (uno titular y otro suplente).
El procedimiento para formar el padrón fue:
1. Las listas de los enroladotes eran enviadas por el ministerio de Guerra al
ministerio del Interior;
2. El ministerio del Interior enviaba las listas de los enrolado
correspondientes a cada distrito electoral al respectivo juez federal;
3. El juez federal enviaba la lista de enrolados correspondiente a cada
sección electoral al Comisario de Padrón respectivo.
Los Comisarios de Padrón estaban obligados a fijar las listas de los enrolados en
lugares públicos por un lapso de tiempo conocido como de “depuración” o de
“tachas”; las reclamaciones varias de los ciudadanos (Ej: no encontrarse inscripto a
pesar de haberse enrolado) así como las denuncias sobre irregularidades (Ej: doble
inscripción, etc) debían realizarse ante el Comisario de Padrón quien debía elevarlas
al juez federal del distrito, siendo sus resoluciones inapelables.
Estos padrones elaborados tenían un carácter permanente porque los ciudadanos
figuraban en ellos desde el momento en que se enrolaban al cumplir los 18 años y
hasta su fallecimiento. En el anterior sistema los registros cívicos eran transitorios
(se elaboraban para cada elección), elaborados bajo el contralor del ministerio del
Interior (fraude preelectoral).
167
(existía el voto femenino en provincias como San Juan desde los años ´20). Los
extranjeros carecían de derechos políticos.
b) Sufragio obligatorio: se establece la obligatoriedad del sufragio en las
elecciones nacionales para todos los ciudadanos que figurasen en el
padrón electoral, excluyendo a los mayores de 70 años y a los jueces y
sus auxiliares que deben estar en sus oficinas.
Los ciudadanos que sin causa legítima dejasen de emitir su voto se hacían pasibles
de sanciones; la primera vez y como una especie de censura de índole moral se
publicaban los nombres de quienes no habían emitido el sufragio, y en casos de
reincidencia con multas dinerarias, con las debidas excepciones (electores
analfabetos, residentes a más de 20 kms de la mesa electoral, etc.)
La obligatoriedad del sufragio desató sendas oposiciones en la Cámara de
Diputados; se argumentó en contra de la obligatoriedad sobre la base que
“Timpedía advertir el grado real de adhesión o de la indiferencia de una
convocatoria electoral”.
c) Sufragio individual y secreto: otra de las garantías (la más importante)
establecidas por la ley nº 8.871 es el secreto del sufragio. La ley organiza
una especia de ritual: la apertura del acto electoral en el día y hora
señalados, la verificación de la identidad mediante la exhibición de la
Libreta de Enrolamiento ante la autoridad de la mesa electoral, la entrega
al elector de un sobre abierto y vacío firmado por el presidente de la mesa
electoral, las características que debía reunir el cuarto obscuro (“no debe
tener más que una puerta utilizable y estará iluminado artificialmente en
caso necesarioT”), hasta el depósito del sobre por parte del sufragante en
la urna.
Dentro del recinto del comicio no podía haber aglomeraciones (sólo se admitían 10
personas a la vez), se prohibía a los votantes presentarse en el local ostentando,
aún doblada, la boleta de sufragio, la que podía utilizar exclusivamente en el
momento de encontrarse sólo en el cuarto obscuro. Ninguna autoridad, o persona, o
corporación, o partido, o agrupación política podían obligar al ciudadano a votar en
grupos, cualquiera fuese la denominación o naturaleza que tuviesen.
d) Otras garantías: la ley articula otras garantías a más de las ya analizadas
para proteger al sufragio y al sufragante.
Ningún ciudadano podía ser arrestado en el día del comicio salvo caso de
flagrante delito; las personas bajo dependencia legal de otras tenían acciones para
poder ejercitar su derecho a votar; las elecciones no podían ser interrumpidas y
debían finalizar a las 18 horas.
Los agentes de policía estaban bajo las órdenes de los presidentes del comicio, para
mantener el orden, la seguridad y libertad del acto electoral; el presidente del
comicio estaba facultado para expulsar a los que no guardasen el debido
comportamiento en el ámbito del recinto donde se efectuaban las elecciones; en el
día del comicio estaba prohibida la aglomeración de tropas o cualquier ostentación
de fuerza armada; estaba prohibida la reunión de electores o el depósito de armas
en las inmediaciones de las mesas electorales; no podía haber espectáculos
públicos ni expendio de bebidas alcohólicas en el día del comicio; la publicidad
electoral estaba prohibida desde la noche anterior al acto comicial.
La nueva legislación tendía a corregir las perversiones del pasado y abrir un nuevo y
más amplio cauce a la vida política nacional.
e) Ámbito de aplicación de la ley: la ley nº 8.871 era una ley nacional, de
aplicación exclusiva a las elecciones de carácter nacional.
168
f) Sistema electoral o de representación política: el sistema electoral
aplicado en nuestro país fue el de lista incompleta plurinominal, sin
olvidar el sistema de circunscripciones o de voto uninominal.
El sistema de lista completa plurinominal era esencialmente injusto desde que no
contemplaba la representación de las minorías, la ley nº 8.871 adoptó el sistema
denominado “lista incompleta plurinominal”.
El sistema de la lista incompleta plurinominal funciona de la siguiente manera: se
vota por las 2/3 partes de los cargos a elegir.
Ej: si hay que elegir 18 diputados por Santa Fe, el elector vota por 12, que son los
que figuran en la boleta de sufragio.
Su antecedente mediato ha sido ubicado en la legislación electoral española de
1907. Expuesto el partido que obtiene la mayoría de los sufragios gana 12 bancas
de diputados nacionales, en tanto que el partido que le sigue en nº de votos (la
primera minoría) obtiene 6 bancas de diputados nacionales. El sistema comienza a
funcionar desde el momento que hay que elegir 3 cargos electivos o más, en el caso
de tener que elegirse 1 o 2 el partido que obtiene la mayoría es el que gana el o los
2 cargos electivos.
El sistema de lista incompleta plurinominal propiciado en el proyecto del PE fue
objeto de fuertes ataques tanto en el Senado como en la Cámara de Diputados de la
Nación. Se adujo que el art. 37º de la CN establece que los diputados son electos a
“simple pluralidad de sufragios”, son electos los candidatos más votados. De esa
manera quedarían excluidas las minorías. Tocó al ministro del Interior Indalecio
Gómez asumir la defensa del nuevo sistema de representación política propuesto:
los sistemas electorales no son competencia de la CN, sino de las leyes dictadas en
su consecuencia, por lo que todos los sistemas electorales son admisibles en tanto
devengan de normas que legislen adecuadamente y no burlen el sistema
representativo de gobierno establecido por la Ley Suprema. El sistema de lista
incompleta propiciado en el proyecto del PE estaba limitado a la elección de
diputados nacionales, en tanto que para los electores de presidente y
vicepresidente de la Nación y para los electores de senadores de la Capital
Federal se mantenía el sistema de lista completa. La ley aprobada hizo extensivo
el sistema para la elección de los electores del PE y senadores capitalinos.
La lista incompleta tiende al fortalecimiento del bipartidismo; la intencionalidad
política de la fracción modernista de la elite conservadora era integrar al radicalismo
a la vida política legal (aparentemente asegurada).
g) El escrutinio: terminada la elección (a las 18hs) el presidente de la mesa
electoral debía proceder a cubrir la boca de la urna con una hoja de papel
fuerte, que debía sellar y firmar, invitando a todos los apoderados de los
partidos a hacerlo conjuntamente con él; no existía el recuente provisorio
de los votos en la mesa. La urna, con la documentación correspondiente
era transportada y entregada en al oficina de Correos más cercana, se
entregaba al presidente de la mesa electoral un recibo duplicado, cuyo
original debía ser enviado por el presidente de la mesa electoral a la Junta
Escrutadora.
Las Juntas Escrutadoras estaban asentadas en la Capital Federal y en las capitales
de las provincias; sus miembros eran todos integrantes del Poder Judicial. El
escrutinio se realizaba en sesión pública; en la Capital Federal en el recinto de la
Cámara de Diputados y en las capitales de las provincias en los recintos de las
legislaturas. Tenían derecho a estar presentes y fiscalizar el escrutinio los
apoderados de los partidos.
169
La ley nº 8.871 establecía toda una serie de ilícitos electorales con las penas
correspondientes para los infractores.
Introducción
170
Sur santafesina, al margen del mismo quedaron los conservadores de Bs As y de
otras provincias que seguía las directivas del gobernador bonaerense Marcelino
Ugarte. La plataforma originaria de la democracia progresista “Tdentro de una
marea librecambista generalTfuera la única con un programa económico basado en
la protección a la industria nacional, el desarrollo de la Marina Mercante y la
organización del comercio exterior bajo el control del Estado”.
Aquella conciliación partidista tenía por objeto principal enfrentar al radicalismo en
las decisivas elecciones de 1916 (bastaría con enfrentar la personalidad de Lisandro
de la Torre con la de Yrigoyen). A partir del triunfo radical de 1916 el PDP
comenzó a desgranarse y quedar con fuerzas relativas solamente en Santa Fe,
su principal dirigente y fundador irá tomando posturas de centro-izquierda.
El radicalismo en la legalidad
171
convirtió en el blanco receptor de las presiones del grupo que respondía a las
directivas del gobernador de Bs As, Marcelino Ugarte: el ugartismo pretendía sino la
derogación, al menos la modificación substancial de las normas electorales
sancionadas en 1912, lo que fue desechado por el primer mandatario de turno, el Dr.
De la Plaza.
El resultado de las elecciones abría las puertas a una grave crisis política e
institucional: en 1916 el Colegio Electoral se componía de 300 miembros (el
duplo del total de los diputados y senadores). La mayoría absoluta de votos era
requerida para ser consagrado presidente (y vicepresidente) de la Nación, para
alcanzar dicha mayoría absoluta se requerían 151 sufragios en el Colegio
Electoral. Las cifras transcriptas revelan una contradicción: la UCR, a pesar de
haber resultado triunfadora en el voto popular, podría llegar a ser la gran perdedora
en el Colegio Electora porque no tenía los 151 votos requeridos constitucionalmente.
Y si ningún candidato alcanzaba la mayoría requerida constitucionalmente la
172
decisión pasaba a manos del Congreso Nacional, que debía elegir entre los 2
candidatos más votados en el Colegio Electoral: la Cámara de Diputados y la de
Senadores del año 1916 estaban dominadas ampliamente por las fuerzas
conservadoras. En función de la legalidad la “razón colectiva” podía imponerse a la
“voluntad colectiva” en detrimento de la legitimidad, ya que es factible pensar que los
diputados y senadores de raigambre conservadora jamás votarían por el “Peludo”
radical.
La clave de la elección se trasladaba a los 19 electores del radicalismo
santafesino. Yrigoyen se negó a negociar terminantemente con los disidentes. El 10
de junio de 1916 se reunió la Convención del radicalismo de Santa Fe y se
acordó que sus electores votasen la fórmula Yrigoyen-Luna.
Los últimos intentos efectuados en el Congreso Nacional por parte de los
conservadores para evitar el acceso del radicalismo al gobierno fracasaron. El 20 de
julio de 1916 el Congreso procedió a escrutar los votos de los Colegios
Electorales: la candidatura radical obtuvo 15 sufragios. Se puede analizar el
resultado de los comicios en la provincia de Santiago del Estero donde el
radicalismo se impuso en el voto popular por 12 votos. De haberse invertido el
resultado, los 14 votos electorales de esa provincia se hubiesen distribuido a su vez
en forma diferente, 10 para los conservadores y 4 para los radicales, por lo que ni
aún con los 19 votos del radicalismo santafesino la fórmula Yrigoyen-Luna hubiese
obtenido la mayoría absoluta requerida por la CN. Ha desaparecido el peso político
de las llamadas “provincias chicas” al eliminarse los colegios electorales, en
detrimento del sistema federal.
El 12 de octubre de 1916 asumió el primer presidente consagrado en las urnas
por la voluntad mayoritaria del pueblo. La normativa electoral sancionada en los
años 1911~1912 le ha ahorrado al país momentos desagradables de violencia
política.
Introducción
La política (1916~1922)
Hipólito Yrigoyen recibió las insignias del mando de manos de Victorino de la Plaza
en medio de una situación política poco propicia en el orden interno (sumado a la
guerra mundial iniciada en 1914).
173
Al 12 de octubre de 1916 el PL nacional estaba dominado por las fuerzas
conservadoras; en la Cámara de Diputados, gracias a su renovación parcial por
mitades cada 2 años, recién en 1922 el radicalismo pudo obtener mayoría propia,
pero en la Cámara de Senadores, cuya renovación era (antes de la reforma CN
1994) indirecta, trabajosa y lenta, el radicalismo nunca pudo contar con la mayoría
propia: al finalizar el mandato de Yrigoyen en 1922, sobre un total de 30 escaños
senatoriales, se encontraban 8 senadores frente a 20 conservadores, 1 radical
disidente y 1 socialista. La oposición en el Congreso Nacional pudo ejercer una
clara política obstruccionista e innumerables proyectos legislativos quedaron
sin sanción (Ej: el Código de Trabajo, el del Banco Agrícola).
Las relaciones PE-Congreso nacional eran tirantes o poco cordiales. Los
legisladores de la oposición promovieron innumerables incidentes políticos que
derivaban en fallidos pedidos de interpelación a los ministros del PE, éstos se
abstenían de concurrir a las cámaras a dar las explicaciones solicitadas.
La relación Estado federal-Estados provinciales fue en el período en
consideración tremendamente conflictiva: entre 1916 y 1922 se produjeron 20
intervenciones federales, 5 fueron ordenadas por leyes del Congreso y el resto
mediante decretos del PE basados en la “política de la reparación”, con
fundamentos de orden ético-político, pero no jurídicos. Debe recordase los reclamos
que Yrigoyen le hiciera a Sáenz Peña fue la intervención federal de todas las
provincias, gobernadas sobre la base de la práctica constante del fraude electoral.
Los gobiernos provinciales eran, en lo formal legales, pero en lo substancial eran
ilegítimos, no eran el resultado de la voluntad popular sino del fraude. La política
“reparadora” pretendía colocar a los pueblos de las provincias en condiciones
óptimas para que pudiesen elegir en total libertad a sus gobiernos inmediatos, y
su fundamentación puede encontrarse en el Mensaje que en enero de 1917 el PE
nacional dirigiera al gobernador de Bs As, Marcelino Ugarte, ante el cuestionamiento
que el dirigente conservador hiciera ante la intervención decretada a la provincia.
En orden a estas consideraciones de orden ético (la intervención federal a las
provincias encuentra su fundamento en el art. 6º de la CN) la provincia de Bs As
fue intervenida por decreto así como el resto de las provincias gobernadas por los
saldos políticos del Régimen lo que desató las iras de la oposición conservadora
para la cual las intervenciones a las provincias fueron “Tuno de los motivos más
señalados de agitación política y protestaT”. Esta práctica ha sido uno de los
elementos que más han ayudado a subvertir las autonomías de las provincias y al
régimen federal de nuestro país.
El presidente Yrigoyen fue un hombre respetuoso, en general, de las normas
constitucionales. No transgredió el principio de inamovilidad de los jueces, ni
se intentó aumentar el número de integrantes del alto tribunal. A pesar de la dura
oposición que se hacía contra el gobierno hubo un acendrado respeto hacia “Tlas
libertades y garantías individualesT; no se realizaron persecuciones políticas y
policiales y el poder judicial actuó con plena independencia. Otro aspecto importante
fue la no aplicación del estado de sitio”.
Durante estos años comenzó a desintegrarse el PDP como consecuencia de la
suerte de contradicciones internas que pueden rastrearse hasta sus mismos
orígenes, reflejándose en la pérdida de su representatividad parlamentaria. A los
conservadores les costó reponerse de la derrota electoral de 1916, continuaron sin
poder consagrar una fuerza política en el ámbito nacional. Los socialistas
mantuvieron una dura puja con el radicalismo por la mayoría en la Capital Federal.
El partido Socialista experimentó una importante escisión en 1918 consecuencia de
174
los hechos acaecidos en Rusia en 1917: apareció el partido Socialista Internacional
(luego partido Comunista); todos los partidos socialistas del mundo experimentaron
esta división por aquellos años en que hizo su aparición la Tercera Internacional en
Moscú.
Lo económico y social
175
Más graves fueron los acontecimientos ocurridos en el territorio nacional de Santa
Cruz en 1921. El pliego de reivindicaciones presentado por la “Sociedad Obrera de
Oficios Varios” de Río Gallegos. Las reivindicaciones giraban alrededor de las
condiciones de trabajo de los peones de estancia durante la zafra lanera:
habitaciones limpias para los peones, pago de la luz eléctrica a cargo de los
patrones, una tarde libre para el lavado de la ropa, 3 platos en las comidas, etc.
Estas reivindicaciones fueron rechazadas por la Sociedad Rural y la respuesta fue la
huelga general por parte de las organizaciones obreras. En enero de 1921 llegó a
Río Gallegos el Regimiento 1º al mando del coronel Héctor B. Varela, quien medió el
conflicto y ante la aparente aceptación de las demandas obreras por parte de la
Sociedad Rural la huelga fue levantada y el Regimiento 1º abandonó Río Gallegos.
Los estancieros lanzaron una fuerte contraofensiva: no sólo incumplieron los puntos
acordados, sino que procedieron a despedir a los peones considerados como los
cabecillas del movimiento. Esta denuncia fue la coartada para justificar el
orquestamiento de una represión ejemplificadota: la policía comenzó a detener a los
principales dirigentes obreros y la respuesta, no fue otra que al declaración de una
nueva huelga general en todo el territorio de Santa Cruz. El gobierno nacional envió
nuevamente al Regimiento 1º a Río Gallegos y el coronel Varela inició una siniestra
cacería y matanza de trabajadores en toda la geografía del territorio: más de 1.500
muertos en el “campo subversivo” y 1 sólo muerto entre los partidarios del “orden”.
El gobierno nacional ni admitió ni negó sus compromisos por los actos del coronel
Varela. Ante la falta de justicia apareció el inevitable correlato: la violencia individual.
El 27 de enero de 1923, un joven obrero de origen alemán, Kart Gustav Wilckens,
terminó con la vida de Varela arrojándole una bomba a los pies.
Se dictó una importante legislación laboral: si bien el Código de Trabajo no fue
aprobado por el Congreso nacional en 1921, pueden mencionarse las siguientes
leyes: la ley de trabajo a domicilio (1918), la ley prohibitiva del trabajo nocturno en
las panaderías (1924), la ley que eliminó el vale como forma de pago de los salarios
(1925), la ley de limitación de la jornada de trabajo a 8hs diarias o 44hs semanales
(1929) y otras. Esta legislación demostraba la preocupación por lo social de los
gobiernos radicales.
Durante la presidencia de Marcelo Torcuato de Alvear (1922~1928) el ciclo
depresivo de la economía tocó su fin y un nuevo ciclo de crecimiento hizo su
aparición por lo que la Argentina pareció recuperar su condición de “granero del
mundo”.
La reforma universitaria
176
En 1918 al terminar la 1WW, el mundo había quedado totalmente transformado: la
humanidad observaba con profundo asombro los cambios revolucionarios que
aceleradamente tomaban lugar; el cambio político de 1916 transfiguró el rostro de
nuestro país, por lo que la universidad argentina no podía quedar marginada de
aquel formidable haz de transformaciones.
El conflicto cordobés encuentra sus orígenes a fines de 1917, cuando el Centro
de Estudiantes de Ingeniería elevó una protesta formal a las autoridades en razón de
un nuevo reglamento de asistencia a clases, los estudiantes de medicina solicitaban
la supresión del internado del Hospital de Clínicas. En marzo de 1918 el Consejo
Superior de la Universidad decidió no hacer lugar a los reclamos estudiantiles;
el 31 el comité pro-reforma constituido poco antes en el teatro Rivera Indarte declaró
la huelga estudiantil. En abril fue solicitada al PE nacional la intervención a la
universidad, la que fue decretada, designando Yrigoyen como interventor al
procurador general de la Nación, Dr. Nicolás Matienzo. La intervención decretó
una serie de reformas entre las que merece destacarse la participación de todos
los profesores en la designación de consejeros, la ley 1.597 limitaba el derecho a
elegir a 1/3 de los docentes.
El 15 de junio de 1918 se reunió la asamblea universitaria para designar al nuevo
rector. La Federación Universitaria de Córdoba (FUC) apoyaba al Dr. Enrique
Martínez Paz; la Corda Frates se pronunció a favor del Dr. Antonio Nores, con la
votación a su favor (por la presión clerical). Los estudiantes sintiéndose burlados,
invadieron la sala y la elección no pudo consumarse; se declaró la huelga general y
la ciudad de Córdoba se transformó en el escenario de permanentes
manifestaciones estudiantiles. El 21 se publicó el “Manifiesto Liminar de la Reforma
Universitaria”, redactado por el estudiante de derecho Deodoro Roca. A pesar de
todo el Dr. Nores asumió el rectorado.
En agosto el PE nacional intervino nuevamente a la Casa de Trejo, poniendo al
frente de la misma al Dr. José Salinas, ministro de Instrucción Pública. Salinas no
asumió el cargo inmediatamente, en septiembre los estudiantes ocuparon la
universidad, asumiendo la Federación cordobesa su conducción provisoriamente
hasta el arribo del interventor. La huelga fue levantada y se reiniciaron las clases, se
designaron decanos en las facultades de medicina, derecho e ingeniería a
estudiantes avanzados de dichas carreras y se integraron las mesas de examen.
Intervino entonces el ejército y la policía: las puertas de la universidad fueron
cerradas y sus ocupantes resistieron hasta que fueron finalmente desalojados y
detenidos imputándoseles el delito de sedición. El presidente Yrigoyen recibió a una
delegación de la recientemente fundada Federación Universitaria Argentina (FUA).
La Reforma Universitaria de 1918 consagró para nuestras universidades
nacionales una serie de principios:
1) Participación de los estudiantes en el gobierno de la universidad,
junto a los profesores y egresados (gobierno tripartito)
2) Provisión de las cátedras por concurso de oposición y antecedentes y
periodicidad de las mismas para eliminar “el derecho divino del
profesorado universitario”
3) Docencia libre, a través de las cátedras paralelas, para garantizar la
exposición de todos las corrientes del pensamiento académico en el
proceso de aprendizaje
4) Libre asistencia de los estudiantes a clase, de esa manera eligen a los
mejores profesores y auténticos maestros.
177
5) Autonomía universitaria, que garantiza la no intromisión del poder
político en las clases de estudio, así como el atributo de darse sus
estatutos, elegir sus autoridades, proveer los planes de estudio de las
diversas carreras, etc.
La política internacional
178
relaciones diplomáticas con Alemania y sus aliados, pero la política de neutralidad
fue vigorosamente mantenida por el gobierno radical.
En julio de 1917 el gobierno nacional fue notificado por el comandante de una flota
norteamericana que sus buques de guerra entrarían “incondicionalmente” al puerto
de Bs As. El presidente de la República exigió el retiro del término “incondicional”
puesto que lo consideraba agraviante. El Secretario de Estado del presidente
norteamericano Woodrow Wilson aceleradamente presentó todas las excusas del
caso y la entrada “incondicional” se transformó en una “visita de cortesía”.
Terminada la guerra se suscribió el Tratado de Versalles, contemplando la
creación de la Liga de las Naciones o Sociedad de Naciones. Este tratado, dictado
por los vencedores a los vecinos, establecía una serie de discriminaciones entre las
naciones vencedoras, las derrotadas y aquellas que habían mantenido una política
de neutralidad. “La República Argentina hizo fundar su derecho sobre el triunfo de la
fuerza, y así proclamó el principio de que ´la victoria no da derechos´”. Pero la
postura no fue siquiera escuchada por los poderosos del mundo. La Argentina no se
incorporó a la Sociedad de Naciones hasta después de 1930.
Presidencia de Alvear (1922~1928)
El triunfo radical de 1922 fue sumamente holgado tanto en el voto popular como en
los colegios electorales. Alvear era todo lo contrario de Yrigoyen, expresaba en su
figura a los sectores conservatistas de la UCR (los “galeritas” o “azules”) que no
veían con buenos ojos a las “chusma” y a la política yrigoyenista.
Prontamente comenzó a dimensionarse un enfrentamiento interno en la UCR que
culminó en 1924 con la formal división del partido en 2 grandes fracciones: la UCR
Antipersonalista (a la que adhirieron básicamente los grupos socialmente altos de
la agrupación política que impugnaban la política “personalista” y “populchera” de
Yrigoyen) y la UCR que siguió bajo la conducción del sobrino de Leandro N. Alem y
cuyos componentes sociales mayoritariamente eran de extracción netamente
popular: el partido radical contenía en su seno a sectores sociales claramente
diferenciados.
La división del radicalismo se reflejó también en el Congreso Nacional, ya que los
legisladores (senadores y diputados) adhirieron a una u otra de las fracciones. La
escisión antipersonalista de 1924 fue el reflejo de profundas contradicciones internas
179
del radicalismo, relativas a concepciones e interpretaciones divergentes sobre al
derrotero a seguir en la política nacional e internacional de aquellos años.
El período de Alvear se caracterizó por la tranquilidad interna, tanto en lo político
como en lo social, con claros signos de bonanza económica; los años que van de
1922 a 1928 se constituyeron en la última expresión de la Argentina próspera forjada
a partir de la presidencia de Roca.
Desde el punto de vista político, el partido Socialista experimentó una nueva
división en este período; si en 1918 la fractura se había producido desde la
izquierda, la de 1927 se produjo desde la derecha con la conformación del partido
Socialista Independiente, muchos de cuyos integrantes jugarían importantes roles
a partir de 1932 durante la presidencia de Agustín P. Justo.
La renovación parcial de la Cámara de Diputados en 1926 mostró guarismos
favorables en todo el país para los sectores antiyrigoyenistas. Ante las próximas
elecciones presidenciales, los dispersos grupos conservadores, los
antipersonalistas y los socialistas independientes conformaron el “Frente
Único”, cuyos candidatos fueron, 2 hombres del antipersonalismo: los Dres.
Leopoldo Melo y Vicente Gallo. El radicalismo postuló a Hipólito Yrigoyen –
Francisco Beiró; los socialistas a Mario Bravo – Nicolás Repetto; el partido
Comunista a Rodolfo Ghioldi – Miguel Contreras; el minúsculo partido Comunista de
la República Argentina a José F. Penelón – Florindo Moretti; en la provincia de San
Juan, donde el radicalismo se abstuvo, se presentó un agrupamiento accidental, la
UCR Ferrocarril Jachal, postulando a José Nicolás Matienzo – Manuel Carlés. Los
resultados fueron:
180
Resumen libro 6 HCA
Introducción
Los sucesos que tomaron lugar el 6 de septiembre de 1930 merece ser objeto de
análisis partiendo de 2 premisas básicas: la primera, que el Estado de Derecho
consagrado en la C.N de 1853, tuvo relativa poca o ninguna vigencia, y la segunda,
que se presenta como una constante, es la preponderancia de los hombres de
armas, tanto el ejercicio del poder o asociado a éste.
Desde el punto de vista económico la Argentina estructurada desde los años 80 del
s. XIX, como exportadora y productora de materias primas e importadora
consumidora de manufacturas, quedó relegada a la historia como consecuencia
directa de la crisis de acumulación capitalista a nivel mundial (1929).
No es posible catalogar de la misma manera a todos los gobiernos que manejaron la
cosa pública durante el período 1930-1983: Algunos emergieron de golpes de
Estados y otros de elecciones. Desde 1928 (2da elección de Yrigoyen) hasta 1946
(1era elección de Perón) los comicios estuvieron viciados por el fraude; desde 1955
cuando cae Perón hasta 1973, elección de Cámpora y Perón, los comicios
estuvieron trampeados por proscripciones.
181
Puede afirmarse que la práctica de violar los derechos humanos de la ciudadanía
tuvo sus inicios en la dictadura septembrina. La noche cayó también sobre las
universidades nacionales que fueron intervenidas y por ende perdieron su
autonomía a la par que la censura cayó sobre los medios de prensa independientes.
La conspiración cívico militar que derrocó a Yrigoyen tenía dos claras corrientes
ideológicas: la primera que se identificaba con la persona de Uriburu, la segunda,
representada por el general A. Justo. La corriente uriburista- minoritaria- ha sido
calificada como “nacionalista”; se trataba de un nacionalismo de derecha,
influenciado por los movimientos fascistas en pleno auge en la Europa de posguerra.
La corriente de Justo –mayoritaria- estaba vinculado con los partidos del
“contubernio” que era la vieja elite conservadora. Derrocado Yrigoyen debía
retornarse a los parámetros anteriores a 1916 sin ninguna clase de reforma
constitucional y sin tocar la ley Sáenz Peña. Se propiciaba una nueva convocatoria
electoral.
El régimen Uruburista se vio precisado a convocar a elecciones para normalizar en
un solo y mismo acto al país y a sus instituciones, y archivar sus planes de reforma
constitucional corporativa.
182
Nacional (PDN). Conjuntamente con los socialistas independientes y los
antipersonalistas que no regresaron al viejo tronco radical, ahora bajo la conducción
de Alvear, dieron vida a la Concordancia, que proclamó la candidatura de Agustín
Justo para la presidencia de la nación y a vice fueron Julio Roca hijo por los
demócratas nacionales y Nicolás Matienzo por los antipersonalistas. El PDP y el
partido Socialista se unieron bajo la alianza denominada Alianza Civil. Sus
candidatos fueron Lisandro de la Torre y Nicolás Repetto.
En septiembre de 1931 se reunió la Convención Nacional de la UCR, por primera
vez en su historia el partido radical, se dio una plataforma política, un programa
electoral concreto, donde quedó esbozado un verdadero esquema de gobierno. La
fórmula presidencial no pudo ser otro que Alvear y Adolfo Güemes.
El gobierno de Uriburu vetó la candidatura de Alvear con una singular
fundamentación de orden constitucional: Se adujo que el Dr. Alvear había finalizado
su mandato en 1928 y que no habían transcurrido los 6 años prescriptos por el Art.
77º de la CN.
Las elecciones tuvieron lugar el 8 de noviembre de 1931; la Concordancia triunfó en
todos los distritos electorales salvo en Sta Fe y en la Capital Federal, por lo que el
binomio Justo-Roca (hijo) tuvo Colegio Electoral propio. La abstención radical
benefició a los candidatos de la alianza. Antes de entregar el gobierno Uriburu
indultó a Irigoyen de su condición de procesado, el anciano caudillo rechazó el
indulto del dictador, tuvo que abandonar Martín García y trasladarse a Bs. As donde
fallece el 3 de julio de 1933.
El 20 de febrero de 1932, asumió la presidencia el general Agustín Justo (último
gran político de la derecha argentina), acompañado en la vicepresidencia por el Dr.
Julio A. Roca (hijo). Comenzaba la década infame: los años preñados de fraude para
las mayorías y de privilegio para las minorías oligárquicas.
La Concordancia en el Poder
El fraude electoral se erige en uno de los instrumentos políticos básicos del gobierno
conservador de Justo el cual es practicado de forma descarada y sin pudor. El otro
instrumento político de la Concordancia fue la intervención a las provincias y también
se ha destacado la violencia política.
Retomando del tema del fraude electoral, debe tenerse en cuenta que la ley Sáenz
Peña (nº 8.871) continuaba en plena vigencia. En las grandes ciudades en
determinado momento aparecía el montaje oficialista bajo la protección policial y a
punta de pistola el ciudadano era obligado a votar bajo amenaza por los candidatos
de la Concordancia. En las pequeñas localidades la cosa era más simple, en el
cuarto obscuro el ciudadano se encontraba con la amenazadora de alguien que le
indicaba como debía votar o se encontraba con que ya había votado.
A principios de 1935, la UCR, ya plenamente bajo la conducción de Alvear procedió
a levantar la abstención electoral con la fundamentación de que dicha medida
estaba dada en las promesas del gobierno nacional de garantizar la normalidad de
los comicios y por la necesidad de organizar una verdadera oposición legislativa que
fuese ocupando espacios parlamentarios y así tener una adecuada mayoría para
1938, cuando la UCR volviese al gobierno. Las elecciones continuaron siendo
fraudulentas. La conducción alvearista comenzó a ser objeto de durísimas críticas
por la parte de los sectores irigoyenistas del partido, y prontamente se fueron
generando grupos internos opositores.
183
En definitiva, el liderazgo alvearista vació de contenidos populares al partido de
Alem e Irigoyen y lo encaminó a su paulatina pero segura declinación, a la par que le
fue restando credibilidad dentro de los sectores medios y postergados de la
sociedad. Consecuentemente, el antipersonalismo recalcitrante se convirtió en un
agrupamiento anacrónico y sin sentido, como consecuencia del giro a la derecha
impreso a la UCR por la conducción de los “galeritas”.
La Economía de la Concordancia
184
- El 15% restante se distribuiría entre los frigoríficos argentinos sin fines de
lucro;
Este convenio fuera del tema de carnes, implicaba obligaciones de la Argentina:
- Se debía mantener libre de derechos de importación el carbón de origen
ingles; a dar un trato benévolo a las inversiones británicas;
- Las divisas libras esterlinas debían ser utilizadas dentro del área de la libre
esterlina (en el mercado británico).
Debe recordarse que la crisis económica mundial aparejo para la Argentina una
brusca disminución de su capacidad adquisitiva en el exterior por el
estrangulamiento experimentado por el sector exportador, por lo que muchos
artículos industriales que no precisaban de tecnologías sofisticadas comenzaron a
producirse en el país, dando comienzo al proceso de “industrialización por
sustitución de importaciones” que tendría su culminación en las décadas de los 60 y
70 del siglo XX. En la década del 30 se trataba del desarrollo de la industria liviana
de bienes de consumo inmediatos (textiles, artefactos eléctricos, etc) pero no una
industria de bienes de capital intensivo (acerías). Paralelamente la crisis aceleró el
proceso migratorio del campo hacia las grandes ciudades.
El 27 de septiembre de 1930 se constituyó la Confederación General del Trabajo
(CGT) con motivo de la fusión de la Unión Sindical Argentina dirigida por
sindicalistas, controlada por los socialistas.
La CGT durante los años 30 fue el escenario de la lucha entre las corrientes internas
del movimiento obrero (socialistas, comunistas, sindicalistas) por prevalecer y ganar
la conducción del organismo.
185
Introducción
En la política de Castillo las prácticas de fraude volvieron por sus fueros con toda la
crudeza y en todos los niveles que puedan imaginarse. El radicalismo,
desprestigiado ante los ojos de la opinión pública, se quedó sin condición activa
luego de la muerte de Alvear; los radicales alvearistas pensaron en algún momento
en ofrecer a Agustín Justo la candidatura presidencial, la muerte del general
ingeniero (Justo) evitó un nuevo bochorno para los seguidores de Alem e Yrigoyen.
Las instituciones políticas del país se transformaron en una verdadera cloaca
pestilente cuyas emanaciones disgustaban al conjunto de la opinión ciudadana. El
país real estaba viviendo ya una situación PRE-Revolucionaria.
La guerra mundial se convirtió en el eje de la política nacional. La línea de
neutralidad al inicio de la guerra comenzó a ser duramente cuestionada en diciembre
de 1941, el 7 de ese mes los japoneses atacaron Pearl Harbour, por lo que los
EE.UU. fueron lanzados al conflicto bélico mundial.
El gobierno neutralista de Castillo comenzó a experimentar en 1942 su etapa más
dura en las relaciones internacionales. La presión de EE.UU. en el sentido que la
Argentina quebrara sus vínculos con los países del Eje iba aumentando. En tanto los
partidos de la oposición (radicales, demoprogresistas, socialistas y comunistas)
bregaban por la ruptura de relaciones con las potencias del Eje Nazifacista y el
ingreso a la guerra en el bando Aliado.
Esta neutralidad argentina era apoyada tanto por Inglaterra como por Alemania,
puesto que favorecía a ambas naciones en guerra. Para la primera, porque el flujo
de materia prima y alimentos transportados en buques de bandera argentina no eran
186
víctimas de ataques por parte de submarinos alemanes; para la segunda, porque la
Argentina era la única puerta que le quedaba abierta con el resto de las naciones del
área.
Los partidos opositores decididamente aliadófilos y rupturistas arman una especie de
entente bautizado como Unión Democrática.
Fuerzas Armadas
187
experimentó el rigor de las medidas gubernamentales, que se basaban en una
estricta disciplina social y obediencia rigurosa.
En noviembre de 1943 el antiguo e ineficaz Departamento de Trabajo se transforma
en la Secretaría de Trabajo y Previsión, a cuyo frente quedó el coronel J. D. Perón.
La Relación Estado-Sindicatos
El golpe de estado del ´43, sorprendió al movimiento obrero con su central sindical
partida en dos: la CGT nº 1 y la nº 2; esta división era el reflejo de viejos
enfrentamientos internos de corte político- ideológico que databan desde los
orígenes mismos del movimiento obrero.
En un principio, las relaciones entre el régimen militar y los sindicatos fueron
conflictivas: una de las primeras medidas que tomó el régimen juniano fue la
intervención de la CGT nº 2, en razón de considerar que el gobierno militar inviste un
carácter netamente comunista. Sin embargo, a partir de agosto de 1943 ésta
situación comenzó a variar con motivo de una gran huelga habida en los frigoríficos.
La creación de la Secretaría de Trabajo y Previsión marca otro hito importante en
este cambio de relaciones, tenía por función la dirección de la actividad estatal en
materia de política laboral y colocaba al estado como árbitro de los conflictos obrero-
patronales y en contralor de la aplicación de la legislación social vigente.
Las conquistas obreras impulsadas por Perón fueron en aumento. Éste se convirtió
en el adalid de los trabajadores no sólo porque éstos obtuvieran una serie de
beneficios inmediatos, sino porque ganaron por primera vez un sentimiento de
dignidad, respeto del patrón hacia el obrero. Para el año 1945 el movimiento obrero
argentino estaba encuadrado tras la figura del coronel JD Perón.
188
Los partidos políticos opositores al régimen militar de facto (UCR, partido Demócrata
Progresista, Socialista, Comunista) concretaron al fin la Unión Democrática, cuyos
candidatos designados por el Radicalismo fueron: Tamborini- Mosca. La totalidad del
arco trozado por los partidos políticos tradicionales estaba contra Perón que era el
otro postulante. Para apoyar a su candidatura en noviembre de 1945 se creó el
partido Laborista.
El escrutinio de las elecciones del 24 de febrero de 1946, duró quince días, pero en
definitiva el triunfo le correspondió a la fórmula Perón- Quijano; el fracaso de la
Unión Democrática, tradujo su rápida desintegración.
Introducción
El régimen militar surgido del golpe de estado de 1943 implicó para el devenir del
país y su sociedad un verdadero corte histórico: del gobierno fraudulento de las
minorías conservadoras se saltó a la democracia de masas o plebiscitaria encarnada
en el movimiento peronista.
El 4 de julio de 1946 Perón asumió por 1era vez la presidencia Constitucional de la
República, abriendo una nueva etapa que culminaría con los hechos de sep de
1955.
189
apoyo. Perón gobernó con y sobre la base de la opinión de la mayoría de los
oficiales de las fuerzas armadas.
La Iglesia Católica: en las elecciones generales de 1946 la iglesia reitero
que los católicos no debían votar por candidatos que auspiciasen el divorcio
vincular, la enseñanza laica y la separación de la Iglesia del Estado. La Iglesia
Católica apoyó a la gestión de Perón por dos razones: a) el gobierno militar
en Diciembre de 1943 había instituido como obligatoria la enseñanza de la
religión católica en las escuelas públicas, lo que fue ratificado sobre la base
de las promesas electorales de Perón; b) en el marco de la guerra fría el
peronismo se conformo en la Argentina, en la visión de la curia como una
barrera de contención dentro del movimiento obrero ante el posible avance de
los partidos de izquierda (socialistas y comunistas). La ruptura de las
relaciones de la Iglesia y el Estado se produjo a fines de 1945.
El Movimiento Obrero: las políticas sociales llevadas a cabo por Perón
desde 1944 le ganaron el apoyo de la mayoría de la dirigencia sindical y de
los trabajadores. Disuelto el partido Laborista, los trabajadores fueron
perdiendo su autonomía de clase y la propia Confederación General del
Trabajo. Provocó una centralización burocrática dentro del sindicalismo que
coloco a la máxima organización de los trabajadores dentro de la
organización estatal del peronismo. A pesar de las huelgas que
protagonizaron los trabajadores, este movimiento obrero fue el más fiel a
Perón. Esta fidelidad va a durar hasta después de la caída de 1955.
Los industriales ligados al mercado interno: como consecuencia de la
quiebra del sistema económico mundial en la década del año ’30, apareció en
nuestro país innumerables talleres y fabricas representativos de una industria
liviana y media que producían bienes de consumo inmediato para el mercado
interno. “Esta burguesía industrial” necesitaba el apoyo del Estado para su
desarrollo y encontró ese soporte en las políticas industriales del peronismo.
Se nuclearon en la Confederación General Económica (CGE).
190
“Los gobiernos cambian, la policía queda..”Esta frase hace referencia a que los
cuadros opositores debieron sufrir persecuciones y en algunos casos torturas por
parte de las “fuerzas del orden”.
Se termino dividiendo artificialmente a la sociedad argentina por un lado se
encontraban los no peronistas que debían enfrentarla falta de libertades individuales,
el manipuleo de la información pública, las afiliaciones obligatorias al partido
oficialista, la enseñanza en las escuelas primarias con contenidos de adhesión a
Perón y su esposa, la declaración por ley del Congreso que el “justicialismo era la
doctrina nacional”; Y por otra parte los peronistas cuya realidad era distinta, ya que
gozaban de altos salarios, vacaciones pagas, aguinaldo, altas indemnizaciones por
despido, a lo que se le debe agregar la Fundación Eva Perón.
El movimiento estudiantil reformista también fue un activo opositor. Con respecto a
la Universidad Nacional si bien se suprimieron los aranceles y el examen de ingreso
se lleno de mediocres, en tanto que la Federación Universitaria Argentina fue
ilegalizada.
En el año 1947se sanciono la ley nº 13.031, la cual establecía que el gobierno de la
universidad quedaba a cargo del rector y del Consejo Universitario. El rector era
designado por el Poder Ejecutivo y duraba tres años en el ejercicio de sus funciones.
El Decano era elegido por los consejeros docentes de una terna enviada por el
rector. Los profesores eran designados por el Poder Ejecutivo de la nación, previo
concurso. Este sistema de elección de autoridades y profesores estaba en manos
del Estado, la participación estudiantil era nominal y nula la de los egresados, por lo
que no existió una autentica autonomía universitaria. El gobierno peronista,
mediante la ley nº 14.297 promovió la creación de su propia organización estudiantil,
la Confederación general Universitaria (CGU). Los estudiantes universitarios
continuaron siendo un sector social opositor al gobierno. La “peronización” de la
universidad fue un fracaso.
A pesar de lo negativo de estas políticas universitarias hay que señalar como
positivo que el presupuesto dedicado a las altas casas de estudio se elevo y la
matricula creció como consecuencia de la eliminación de los aranceles, permitió
acceder a los estudios universitarios a los hijos de los sectores de la baja clase
media y en menor medida de los sectores obreros especializados y de mayores
ingresos. En 1949 se creo la universidad Obrera Nacional (U.O.N.) cuyo objetivo era
la formación de técnicos. En el interior del país funcionaban las facultades
regionales. Luego de caído el régimen peronista, la Universidad Obrera Nacional fue
transformada en lo que hoy se conoce como Universidad Tecnológica Nacional
(UTN)
Una de las más fuertes críticas desde el punto de vista institucional, que recibió el
régimen peronista fue el juicio político intentando contra cuatro de los cinco ministros
de la Corte Suprema y su Procurador General. Se trató de una maniobra a fin de
obtener un tribunal superior adicto a las políticas del gobierno.
En efecto, los miembros del Alto Tribunal eran hombres de la “vieja familia judicial”.
El fundamento básico o más importante del juicio político a estos fueron las
acordadas de 1930 y 1943, por la que los miembros del Alto Tribunal habían
reconocido y legitimado a los gobiernos emergentes de golpes de Estado a través de
la doctrina del gobierno de facto, y de ese manera se habían inmiscuido en
cuestiones políticas ajenas a sus funciones específicas.
191
La Cámara de Diputados aprobó el encauzamiento y el Senado, Tribunal de
enjuiciamiento, modificó el reglamento del juicio político para evitar que se convierta
en un juicio al gobierno.
Dicho juicio hizo un tremendo daño al sistema institucional porque era la primera vez
que se atacaba a la cabeza del poder judicial de la Nación.
192
nueva guerra mundial, a un conflicto total entre la URSS y EE.UU. para dirimir
supremacías en forma terminante. Para fines de la década del 40 la crisis económica
estaba instalada en el país.
Los años 1950/1952 se pasa a una etapa de austeridad que se tradujo en aumento a
los precios de los campos para estimular la producción agrícola y se difundió el
discurso “producir más y consumir menos”.
La aparición del fenómeno inflacionario así como las tremendas sequías que
azotaron el agro, ayudaron a torcer el rumbo nacionalista del primer gobierno de
Perón.
La falta de divisas para importar materias primas y productos semielaborados
necesarios para el funcionamiento de la industria media y liviana así como la
necesidad de renovación del utilaje industrial se tornó crítica. Uno de los puntos
neurálgicos de la economía nacional era la dependencia emergente de la compra de
petróleo y derivados en el exterior. Para afrontar este problema (principios de 1955),
el gobierno suscribió el contrato con la California Argentina de Petróleo, una
subsidiaria de la Standar Oil Norteamericana. Este contrato levantó la oleada de
protestas opositora. El PE envió al Congreso Nacional el contrato para su ratificación
mediante ley, quedando empantanado en la Cámara de Diputados y nunca fue
aprobado; Perón recibió su primera derrota política en los casi 9 años que llevaba
gobernando el país.
Para fines de 1954 el gobierno peronista había logrado superar lo peor de la crisis.
En estas circunstancias se llevó a cabo “Congreso de Productividad”, donde el
empresariado nacional nucleado en la CGE pretendió arrancar a la CGT la
racionalización de las normas del trabajo para arrojar una mayor productividad del
trabajo.
Introducción
193
versión del orden constitucional lo que demuestra una vez más que el derecho es la
forma normativa (actual) de la existencia de las relaciones sociales.
El Constitucionalismo Social
Terminado el primer conflicto bélico mundial en 1918, se hizo claro y evidente que
las nuevas condiciones económicas, sociales y políticas generadas en su
consecuencia hacían necesario tomar nuevos rumbos en el ordenamiento de la cosa
pública a implementarse.
La crisis estructural de todo un sistema edificado a lo largo del siglo XIX, que
azotaba a todas las naciones en aquellos días, abrió las puertas a nuevas
concepciones e instituciones jurídicas.
Podrían sintetizarse en los siguientes puntos:
Los derechos sociales
El ejercicio del derecho de propiedad en función social
El Estado interventor en el proceso productivo.
La Argentina de 1946
El 4 de junio de 1943 fue derrocado por las Fuerzas Armadas el presidente Ramón
S. Castillo, último mandatario surgido del fraude electoral orquestado por la
Concordancia.
Las elecciones llevadas a cabo el 24 de febrero de 1946, dieron el triunfo por un
estrecho margen a la coalición integrada por el Partido Laborista, nueva fuerza
política formada pocos días después de los acontecimientos del 17 de octubre de
1945 e integrada sobre la base de los sindicatos adictos a la acción desarrollada por
Perón desde la Secretaría de Trabajo y Previsión.
La Argentina iniciaba una nueva etapa histórica que se extendería hasta 1955; la
producción industrial superaba a la agropecuaria en el marco de producto bruto
interno.
El país comenzaba a recorrer un camino de importantes transformaciones. En ese
momento histórico la carta de mayo de 1853 iba a sufrir su cuarta reforma.
194
permanencia a las reformas que había llevado a cabo y que todavía pretendía
plasmar. Se aducía que era necesario poner a tono con los tiempos que transcurrían
al texto constitucional, es decir, no se podía continuar hablando de “postas de
bueyes y carretas” en la época de transporte aéreo.
Pero la oposición sostenía que la verdadera y única intención del oficialismo residía
en eliminar la traba impuesta por el artículo 77 de la CN: la no reelección inmediata
del presidente.
Este artículo no prohibía la reelección presidencial; lo que impedía es la reelección
inmediata.
Es así como la reforma constitucional comenzó a tomar cuerpo; ya en 1947 un
diputado presentó un proyecto de ley propiciando la necesidad de la reforma parcial
de la CN a fin de posibilitar la representación en el Congreso de los territorios
nacionales, consagrar los derechos del trabajador en el artículo 14, así como la
elección directa del PE y la posibilidad de su reelección inmediata. Dicho proyecto
quedó sin tratamiento legislativo aquél año, pero en mayo de 1948 ese mismo
diputado (Colom) volvió a insistir con el proyecto apoyado por varios diputados del
oficialismo.
En agosto de 1948 comenzó el tratamiento del proyecto de necesidad de
declaración de la reforma en la Cámara de Diputados, según artículo 30 de la CN;
Luego de su media sanción pasa al Senado quien convirtió en ley el proyecto de
reforma sin debate alguno (se trataba de un cuerpo monocolor, integrado
exclusivamente por senadores oficialistas). El P.E. promulgó la ley en septiembre de
1948 bajo el número 13.233.
La Ley 13.233
195
El debate doctrinario es fruto del propio silencio de la propia claridad del texto del art.
30, ya que este no especifica sobre cual de las hipótesis antes planteadas debe
computarse los dos tercios.
La Constitución de 1949
196
una ley especial. Se establecen cursos de formación política y se tutela el patrimonio
cultural de la Nación-Capítulo 4, función social de la propiedad, el capital y actividad
económica, sometidos al bien común. En el art. 40 se establecía los fundamentos
del modelo económico nacional que tenía como fin el bienestar del pueblo. El Estado
podía intervenir en forma directa en el proceso económico y monopolizar
determinadas actividades. Salvo la importación y exportación la económica giraría
entorno a la iniciativa privada. Se nacionalizaban las fuentes naturales de energía
(petróleo, gas, carbón, ya que éstas eran propiedad de las Pcias.). Se estatizaban
los servicios públicos, podían ser enajenados o concedidos a particulares para su
explotación; Y los que estaban concesionados a particulares serían transferidos al
estado mediante compra o expropiación con indemnización previa. Antes había 1
solo capítulo se incorporan 3 más, con los derechos sociales o humanos de 2da
generación ya mencionados.
c) Reforma en la parte Orgánica: trata de la función del aparato estatal,
gubernativo; Todos los mandatos van a durar 6 años, se renovarán las cámaras
cada 3 años, elección presidencial directa, supresión de colegios electorales. Se
sanciona reelección inmediata indefinida. Elección de senadores directa,
eliminándose la legislatura como colegio electoral; para ser ministro el requisito es
ser nativo y los demás para ser diputado. La CSJN se erige en tribunal de casación.
– sobre disposiciones transitorias: la CN entraba en vigencia a partir de su
publicación en el diario de sesiones de la Convención Constituyente. El juramento
establecido en el art. 32 de la CN. Debía ser prestado por todos los empleados
públicos. El poder Judicial de la nación fue declarado en “Comisión”. Se termina con
la inamovilidad, todos los jueces debían prestar juramento a la constitución (se
exigía para ingresar a la carrera judicial el certificado de afiliación al partido peronista
esto revela los rasgos autoritarios del régimen). Las provincias debían adecuar sus
constituciones a la nueva ley suprema.
197
Capítulo 3: La Caída del Peronismo
Introducción
La Conspiración Golpista
El amplio apoyo estuvo demostrado en las elecciones de principio del ´54 (Quijano
había fallecido poco tiempo después de asumir como vice), el candidato que lo
sustituye fue Tesaire.
El conflicto con la Iglesia Católica iniciado a fines del ´54, fue el determinante de una
profunda crisis que el gobierno de Perón no pudo sobrellevar con éxito.
En junio de 1955 en el marco de una sociedad cada vez más tensionada, tuvo lugar
en Capital Federal la tradicional procesión religiosa de Corpus Christi, a pesar de la
prohibición expresa emanada del ministerio del Interior.
En julio de ese mismo año se hizo lugar el ensayo golpista, con características
criminales: aviones de la marina de guerra bombardearon y ametrallaron la Casa
Rosada al mediodía, el objetivo era asesinar a Perón quien se había refugiado en los
sótanos del ministerio de ejército, la plaza (de Mayo) estaba llena de inocentes;
causando así la muerte de centenares de éstos. Esa misma noche comenzó el
saqueo e incendio de las Iglesias de Bs. As. Y del edificio de la curia (biblioteca y
objetos religiosos y artísticos de gran valor). Perón llamó la calma, culpó a la marina
de guerra y desmovilizó a la clase obrera. Buscó un acuerdo con la oposición,
ofreciendo diversas concesiones. Para conseguir la pacificación de la Nación, el
gobierno abrió las radioemisoras a las voces de la oposición, hecho inédito desde
1946. en los principales matutinos de agosto junto a titulares catrastóficos apareció
publicada la carta de Perón dirigida a las 2 ramas del partido Peronista y a la CGT,
ofreciendo su retiro del gobierno, no la renuncia. Para los trabajadores Peronistas la
noticia era movilizadora, se dirigieron a la plaza de Mayo, mientras que la CGT
decretaba un paro general. El discurso de Perón del 31 de agosto constituyó un
tremendo error político: Salpicado de agresividad, amenazante: sólo tuvo por
resultado amalgamar aún más a la oposición, se trataba de amenazas de
cumplimiento imposible puesto que para llevar a cabo era necesario armar a los
trabajadores, formar milicias obreras, algo que el cuadro de Oficiales del Ejército
jamás permitiría.
198
Consideraciones Finales
El golpe de estado del ´30 sancionó el inicio de la crisis del Estado de Derecho o
Proceso de desconstitucionalización en la Argentina; los gobiernos conservadores,
fruto del fraude y de la violencia desprestigiaron a las instituciones representativas
de la república.
El Peronismo, por su parte, sumó a lo anterior su confusión conceptual entre Nación-
Estado-Partido y sus arrebatos autoritarios e intolerancia política, una profunda
división de la sociedad Argentina.
Introducción
Las bases de la Junta Militar: “no hay ni deberá haber vencedores ni vencidos”;
“imperio de la CN del ´49”; “Gobierno Militar a instalarse sería de transición”;
“mantenimiento de las conquistas laborales y sociales”; “caducidad de los poderes
Ejecutivos y Legislativos, intervención de poder Judicial de la Nación y de las
Pcias.”.
Caía el telón sobre la democracia plebiscitaria o de masas y un nuevo período se
abría en la historia del país.
Los enfrentamientos que se consolidaron produjeron la pérdida de varios centenares
de vidas.
Al igual que en el ´30 o ´43, el Congreso Nacional fue disuelto y clausurado, los
gobiernos provinciales corrieron la misma suerte, las provincias fueron intervenidas.
La presidencia compuesta provisionalmente por Lonardi-Rojas. Por primera vez un
golpe de estado depuso a los ministros de la CSJN designados en el ´47 luego del
juicio político.
El movimiento Cívico-Militar que había derrocado a Perón tenía dos claras
tendencias: una, Católico-Nacionalista, que lideraba Lonardi; y la otra, Liberal,
encabezada por Rojas y la Marina de guerra junto con el sector liberal del ejército.
199
En noviembre del ´55, mediante un golpe palaciego Lonardi y su equipo fueron
desalojados del poder. Asumió provisionalmente Aramburu-Rojas. Comenzaron a
tomar medidas para rectificar el rumbo de la Revolución e higienizar al país de la
infección Peronista: -Intervención de la CGT y Sindicatos; -Disolución y proscripción
del partido Peronista; - Inhabilitación de las personas que actuaron en cargos
electivos, políticos o gremiales entre 1946/1955; -Disolución de la Fundación Eva
Perón; - Prohibición de la utilización de emblemas del régimen depuesto y; -
Creación de la junta de recuperación patrimonial.
Medidas Concretas del gobierno de facto:
o Proscripción del partido Peronista, mediante Decreto-Ley;
o Intervención a la CGT y Sindicatos (por Decreto-Ley);
o Depuración Castrense;
o En economía el gobierno de la Revolución Libertadora, promocionaba las
exportaciones agropecuarias con un limitado industrialismo, atacando a la
inflación con medidas de corte ortodoxo.
200
La oposición sufre una serie de mutaciones tras la caída de Perón, a partir de marzo
del ´57, la UCR quedó dividida formalmente en la UCRP (pueblo; Balbín) y la UCRI
(intransigente; Frondizi).
Con el partido Peronista proscripto, toman lugar las elecciones. Cuyos resultados
demostraron que el Peronismo aún proscripto conservaba una importante fuerza
electoral.
Dicha Convención se reunió en Santa Fe.
201
Resumen libro 7 HCA
Introducción
El golpe de estado de 1955 abrió una compleja etapa que tiene su primer punto
culminante en 1966. La inestabilidad política como fruto de 3 circunstancias claves;
la primera el fracaso de los 2 partidos que se alternaron en el gobierno (UCRI y
UCRP), que intentaron consolidar una democracia, pero la negaron al no atreverse a
incorporar plenamente al Peronismo. La segunda de las causas, el poder militar que
se reservó y ejerció poderes de veto y tutela, pero sin instaurar un régimen
autoritario dominado por las fuerzas armadas; Y la tercera fue el sindicalismo
peronista posterior a 1955, que ante la proscripción del movimiento liderado por el ex
– presidente recurrió al quebrantamiento de las reglas formales del sistema.
La llegada de A. Frondizi a la primera magistratura del país (1958), se produjo
intransigencia y Perón. Por el cual Perón se comprometía a volcar los votos de sus
203
ferroviarios; Judiciales, bancarios), enfrentados a las políticas económicas de
estabilización monitoreadas por el Ing. A. Alzogaray, ministro de economía. El
gobierno respondió con la implantación del estado de sitio, que perduró hasta
la llegada de Illia al gobierno en 1963, y ante a los actos de contenido
insurreccional protagonizados por los sectores duros de peronismo
(resistencia peronista), con la aplicación del Plan de Conmoción Interior del
Estado (CONINTES), creado por ley durante la segunda presidencia de Perón,
cuyas autoridades de ejecución eran las fuerzas armadas.
En marzo de 1961 comenzó el proceso definitivo de normalización de la CGT,
intervenida desde 1955, el que culminó con su entrega mayoritariamente a
dirigentes trabajadores peronistas.
204
Crisis de 1962
Partido Votos
Partido Óficialista 295.973
Partido Laborista (peronismo) 241.304
UCR Pueblo 138.291
PDP 134.620
Estos resultados, unidos a los de Catamarca y San Luis parecían predecir un cambio
en el comportamiento del cuerpo electoral a favor del partido gobernante, lo que
pareció quedar confirmado en las elecciones que tuvieron lugar en las provincias de
la Rioja y Formosa, donde el triunfo correspondió a la UCRI. En marzo de 1962 el
peronismo se impuso en Bs. As (“Unión Popular”); en Neuquen (“Movimiento
Popular Neuquino”); En Misiones (“Partido Justicialista”).
El análisis de los comicios de 1961/62 a nivel de la elección de diputados
nacionales, para la que se utilizó el sistema de lista incompleta plurinominal arrojó
los siguientes resultados: para los diversos agrupamientos peronistas 45 bancas;
para la UCRI 34 bancas y para la UCRP 7 bancas, esto marca una gran paridad de
fuerzas; sin embargo, era la victoria de la Unión Popular en Bs. As, su candidato
Framini (dirigente sindical de los textiles e integrante del ala dura de la resistencia).
Para las fuerzas armadas, la victoria de este dirigente en Bs. As, facultaba a predecir
que las elecciones presidenciales de 1964 serían ganadas por el movimiento
derrotado en el ´55, y para la mentalidad de la FFAA, aquello era intolerable.
En noviembre del ´58, en medio de una de las tantas crisis que azotaran al
gobierno frondicista, Alejandro Gómez presenta su renuncia al cargo de
vicepresidente. Aceptada por el Congreso Nacional, no se convocó, como hubiese
correspondido, por mandato constitucional, a comicios tendientes a la elección de
un nuevo vicepresidente. El doctor José María Guido, ocupaba desde entonces
el cargo de presidente de la Cámara Alta, respondiendo a las previsiones de la
ley de acefalía, éste invocando el Art. 75º de la CN y los arts. 1º y 4º de la ley de
acefalía (nº 252), prestó juramento como presidente provisional ante la Corte
Suprema de Justicia de la nación. Durante 12hs el país careció de titular del PE,
por lo que Guido estuvo escondido esas horas en un departamento de un barrio de
205
congreso, hasta que pudo ser conducido a la sede de la Corte a prestar el juramento
de ley.
Los ministros de la Corte Suprema, por su parte, actuaron indebidamente al tomar
juramento a Guido, bajo la argumentación que el Alto organismo no le correspondía
pronunciarse acerca de las causales de acefalía por tratarse de una cuestión política
y por ende no justificable. Una vez más, desde el punto de vista constitucional, los
ministros de la Corte dejaron mucho que desear.
Como gobernante de ipso, Guido asumió las facultades legislativas por la vía de
los decretos-leyes, como todos los gobiernos usurpadores precedentes; En
cambio, no se destituyó a los miembros de la Corte Suprema ni se prohibió la
actividad de las agrupaciones política. Pero si se dieron los enfrentamientos
armados ocurridos en septiembre del ´62 y abril del ´63, entre los 2 bandos
castrenses conocidos como “azules” y “colorados”.
La crisis orgánica de representatividad y legitimidad había calado hondo en el
seno de las fuerzas armadas, particularmente en el ejército lo que provocó su
división: por un lado la oficialidad autotitulada “Legalista” (estos visualizaban en
Guido prenda o vestigio de normalidad cívica), entre estos se destacan los generales
Juan Carlos Onganía y Julio Alsogaray. El otro polo era el agregado de oficiales
“Gorila” (sector claramente alineado con la Marina de Guerra, donde la
influencia la ejercía Isaac Rojas). Los primeros se autotitularon como “azules” y
los segundos como “colorados”. La aeronáutica se ubicó con el sector azul.
En septiembre del ´62 ambas partes se enfrentan cruentamente; Derrotados los
colorados, el bando azul que había ganado ciertas simpatías en la población,
en particular por los contenidos del comunicado 150, abrió las puertas para la
convocación a elecciones generales (comunicado ampliamente difundido a través de
emisoras controladas por el bando azul, redactado por el entonces joven abogado y
funcionario del ministerio del Interior, Mariano Grondona).
A partir desde ese momento desde el ministerio del Interior se bosquejó un plan
político tendiente a integrar al peronismo en un amplio frente electoral. Pero una vez
puesto en marcha provocó la reacción de los colorados, que no admitían ninguna
participación “entre los partidarios del cobarde tirano prófugo”, ni siquiera diluidos,
descoloridos y bajo el control de un frente pluripartidista. En abril de 1963 se da un
nuevo alzamiento de los colorados que sufren una nueva derrota, pero
paradojalmente y como fruto de sus propias contradicciones los victoriosos azules
terminaron en violetas.
Frente a estas elecciones Perón da la orden terminante de que sus partidarios
debían volcarse a la “abstención revolucionaria”, y los partidos de los
integrantes del Frente Nacional y Popular (frondicistas, conservadores populares)
declararon la abstención 4 días antes de las elecciones. La ciudadanía arribó el acto
eleccionario el 7 de julio del ´63, mediante el cual el conjunto del país debía
“normalizarse” institucionalmente; en verdad, no era más que un punto final
de un proceso político que con las proscripciones e inhabilitaciones a flor de
piel, demostró que la epidermis militar, a pesar de su adornado discurso
aperturista, no podía soportar la posibilidad de que los justicialistas pudieran
tener espacios propios de poder como consecuencia de la decisión popular.
En estas elecciones generales se utilizó el sistema de representación proporcional
para la elección de presidente y vice y los diputados nacionales; los candidatos de la
UCRP (Arturo Illia y Peretti, 25,15%); la UCRI (Alende-Gelsi, 16,40%); la
candidatura al general Pedro Aramburu, apoyado por el nuevo partido creado a ese
fin (Unión del Pueblo Argentino- UDELPA), el PDP, la federación de partidos de
206
centro y demás agrupaciones menores obtuvieron en total el 13,87%; los votos en
blanco sumaron el 19,72%.
La UCRP obtuvo un total de 169 sufragios necesarios para consagrar al titular del
poder ejecutivo en los colegios electorales, pero los partidos minoritarios que habían
ganado electores (socialistas democráticos, democristianos, etc.) decidieron apoyar
en los colegios electorales a los candidatos mas votados y consecuentemente
volcaron sus electores a favor de la formula Illia-Perette, en tanto que los electores
de la UCRI y de UDELPA votaron por sus propios candidatos. Debe recordarse que
paralelamente, en el peronismo fue tomando auge el llamado “neoperonismo”, son
partidos provinciales que bajo distintas denominaciones enarbolaron las banderas
del movimiento caído en 1955, se autonomizaban y desoían las ordenes
votoblanquista de Perón, el paradigma de los partidos neoperonistas fue el
movimiento popular neuquino, fundado por la familia Sapag. La rama sindical del
movimiento peronista a su vez comenzó a autonomizarse de las directivas del
exiliado líder, particularmente con la conducción del dirigente Augusto Vandor,
secretario de la unión obrera metalúrgica (UOM).
La UCRP cumplió con algunos puntos de su plataforma electoral: los contratos
petroleros suscriptos durante el período de Frondizi fueron anulados, se puso
termino al stan by suscripto con el FMI y se rechazaron las pretensiones del
Banco Mundial de intervenir en las cuestiones de la empresa de electricidad
del Gran Buenos Aires. Las mejorías del sector externo mejorada por el aumento
del valor del volumen de las exportaciones agropecuarias ayudó a enfrentar la
creciente deuda externa, lo que promovió el crecimiento de la economía con un
aumento del consumo de la población y una baja de los índices inflacionarios.
A pesar de la indudable legitimidad de su origen el gobierno del doctor Illia se
respetaron las autonomías provinciales y se levanto el plan Conintes. Por otra parte,
legislativas de 1965.
eclesiástica, así como las expresiones políticas sindicales del peronismo adhirieron
unánimemente al cuartelazo.
207
Capítulo 2: “La Revolución Argentina”
Introducción
208
poder ejecutivo nacional al día siguiente (29 de Junio de 1966), prestando juramento
ante los comandantes en jefe, sus circunstanciales pero unánimes “electores”.
Conforme al acta de la revolución argentina las Fuerzas Armadas “en
cumplimiento de su misión de salvaguardar los más altos intereses de la nación”
(frase que surge del Acta, desde que la misión de las FF. AA.) que resolvía:
Destituir al presidente y vice de la nación, así como a todos los
gobernadores y vice delas pcias.;
Disolver el Congreso Nacional y todas las legislaturas provinciales;
Separar de los cargos a los integrantes de la CSJN y al procurador
general de la Nación;
Disolver todos los partidos políticos del país;
Designar a los nuevos miembros de la Corte Suprema y al procurador
general;
Ofrecer el cargo de presidente a Juan Carlos Onganía.
209
Se comentaba que la gran transformación requerida por el país tomaría un lapso de
tiempo que osaría entre los 10 y 11 años; primero habría un tiempo económico,
luego un tiempo social.
A partir de 1969, año que ha sido graficado como el espacio-tiempo en que se han
creado las condiciones de una situación revolucionaria, se puso en tela de juicio el
principio básico de la autoridad del estado, colocándose en entredicho a quienes
detentaban el poder y las razones mismas de tal detentación. Comenzaron a ser
jaqueados los dirigentes sindicales más propensos a la negociación y más
dependientes de la tutela estatal, los profesores y autoridades de universidades y
escuelas que se habían respaldado en, y habían sido promovidos por las
orientaciones tradicionalistas y jerárquicas del gobierno de Onganía, la jerarquía
conservadora de la Iglesia Católica y los gerentes y empresarios que, debido a las
limitaciones impuestas a la acción de los jefes sindicales, las comisiones de fábrica y
los delegados obreros, se habían sentido con mayor respaldo para reorganizar
procesos de trabajo, “racionalizar” la producción y restaurar la disciplina laboral.
La República Argentina vivió acontecimientos de una magnitud y de una
naturaleza no conocidos hasta ese año de 1969; los hechos de la ciudad de
Corrientes, el “Rosariazo” y particularmente el “Cordobazo”, marcaron el
principio del fin del régimen presidido por Onganía. En medio de aquellas
puebladas que revelaban la cristalización de un movimiento político gestado
desde los inicios de la década del ´60, y el repudio generalizado a la dictadura
militar, Onganía sólo antinó a peregrinar a la basílica de Luján y consagrar el país al
inmaculado corazón de María: tan devota demostración señalaba que la dictadura
estaba herida de muerte y efectivamente sobrevivió apenas un año más en el medio
de diversas conducciones sociales.
En mayo de 1970 tuvo lugar un hecho de suma gravedad que marcaría a fuego la
política nacional en los años subsiguientes: fue secuestrado, juzgado, y
posteriormente asesinado, el ex – presidente provisional Pedro E. Aramburu
por una nueva organización guerrillera los “montoneros”. Con relación a este
hecho que no puede encontrar justificaciones, se ha escrito acertadamente que el
espesor de la historia permite, cuando es adecuadamente desarrollado, arribar a
determinadas conclusiones que son fruto de su cauteloso análisis: la violencia en la
Argentina, no comienza en junio de 1970, no comienza con el asesinato de
Aramburu. Aramburu formaba parte, como elemento responsable substancial,
de un período antidemocrático, violento y criminalmente represivo. Aramburu
es una figura inescindible del bombardeo de Plaza de Mayo y de los
fusilamientos de José León Suárez. Esto no legaliza su asesinato, opinión que
compartimos plenamente, y mucho menos disfrutar la descripción que de la
ejecución hicieron posteriormente con jactancia morbosa sus autores.
Como se consignara con anterioridad, durante la etapa de Onganía hicieron su
aparición grupos armados de diversa extracción ideológica, que reivindicaban
sus raíces en el Marxismo o en el Peronismo; al respecto se ha expresado que
aquellos jóvenes que se unieron a las actividades guerrilleras, lo hicieron porque no
había otros canales para expresar sus demandas de cambio. En este sentido, la
naturaleza autoritaria de Onganía debe ser considerada como históricamente
responsable del surgimiento de este tipo de conducta política. En efecto al
cancelarse las vías normales de la vía política (el debate, el acuerdo o el disenso),
sumando a la proscripción del movimiento peronista de 1955, con su correlato de
anulación de elecciones en las que los proscriptos habían ganado, así como el
210
triunfo de la revolución cubana, son algunos de los elementos que hicieron que la
lucha armada se abriera rápidamente paso, en un sector de la juventud peronista.
El secuestro y ejecución de Aramburu fue un intenso revulsivo que conmovió
a las fuerzas armadas, lo que unido al estado de virtual insurrección que vivía el
país, hizo que el 8 de junio de 1970 Onganía fuese obligado a renunciar por los
comandantes en jefes de las 3 armas que directamente retomaron el ejercicio
del poder. La designación del nuevo presidente recayó en un ignoto general
radicado hasta ese momento en Washington: Roberto Levingston.
A pesar de la tremenda crisis política que azotaba el país, el nuevo presidente
sostuvo al que el remedio a la misma no era otra que la profundización de la
revolución. Prontamente Levingston entró en conflicto con los miembros de la Junta
Militar. El final era previsible: una nueva poblada ocurrida en la ciudad de
Córdoba, conocida como el “Viborazo”, llevó a la destitución de este
presidente militar en marzo del ´71. El general Lanusse se convirtió en el tercer
protagonista de la experiencia política iniciada en el ´66, su arribo a la Casa
Rosada tradujo el comienzo del fin de la denominada Revolución Argentina.
Lanusse asumió en medio de una crisis política muy profunda. Las medidas
tomadas en los gobiernos de Onganía y Levingston habían contribuido a radicalizar
al conjunto de la sociedad civil en rebelión contra el régimen instaurado en el ´66, de
trabajadores, intelectuales, amas de casa, estudiantes, jóvenes, etc.
En el campo gremial, las direcciones burocráticas de los principales sindicatos
quedaron en entredicho, la integración de la CGT de los argentinos (CGTA). La
aparición de los sacerdotes para el tercer mundo sacudió a la jerarquía
conservadora de la Iglesia Católica Argentina.
Las universidades nacionales, y en alguna manera las privadas, se convirtieron
en centros de resistencia de los estudiantes y su accionar. Así como también
como el surgimiento de los grupos armados – montoneros, fuerzas armadas
revolucionarias (FAR), fuerzas armadas peronistas (FAP), ejército
revolucionario del pueblo (ERP).
En síntesis, se atravesaba por una crisis de hegemonía o crisis política global.
Lanusse invitó a todas las fuerzas políticas a suscribir como el Gran Acuerdo
Nacional (GAN), dicho documento tenía como objetivo lograr una convivencia
apoyo de todas las fuerzas socio-políticas para aunar esfuerzos en procura de salvar
211
En éste escenario de inestabilidad política, Perón regresó a la Argentina. Este
recompuso sus relaciones políticas y personales con arco partidista, en particular
con el radicalismo del pueblo reconciliándose públicamente con su viejo adversario
Balbín. Designó a H. Cámpora como candidato a la presidencia por el FREJULI.
En enero del 73 la fórmula Cámpora- Solano Lima fue oficializada.
Antes del acto electoral, el régimen militar había resuelto “enmendar” la C.N
para adecuarla a los tiempos políticos que se avecinaban. Una vez más la junta
de comandantes expropiaba el poder constituyente.
de 1994.
212
septiembre de 1973; también se eligieron tres senadores por provincia y tres por la
capital federal (dos para la mayoría y uno por la minoría).
Introducción
213
El sistema de doble vuelta instaurado por el régimen militar tenía un muy claro
objetivo: evitar que el Peronismo llegase al gobierno. En efecto, Perón excluido de la
contienda electoral, se calculaba que los candidatos del frete justicialista no
obtendrían la mayoría absoluta de los votos, y que en la segunda vuelta, una
eventual alianza de las fuerzas no y ante peronistas triunfarían. Pero más de una
vez la historia ha demostrado que la simple aritmética y los deseos subjetivos de los
actores políticos no se comparecen con la aritmética electoral y con las realidades
subjetivas.
FREJULI..................................................................... 49,56%
UCR............................................................................ 21,29%
Alianza Popular Federalista........................................ 14,90%
Alianza Popular Revolucionaria................................. 7,43%
Nueva Fuerza.............................................................. 1,97%
Partido Socialista de los Trabajadores........................ 0,62%
Votos en blanco.......................................................... 1,69%
214
Cámpora y el Ocaso de la Izquierda Peronista
Designado delegado personal del exiliado líder durante la última etapa del régimen
militar, se había convertido, por la fuerza de las cosas, en el hombre de la
izquierda peronista, o sea, de la mayoría de la juventud y de las formaciones
especiales. Cámpora delineó una política que podría ser calificada
genéricamente como de centro – izquierda: afirmó los objetivos de liberación y
reconstrucción nacional, llevó una tregua económico social con empresarios y
trabajadores; prometió pleno respeto a la CN. Éste ejerció la presidencia
durante 49 días.
Pasado el tiempo electoral y ganado el gobierno había llegado la inevitable hora de
las definiciones entre los partidarios de la “patria socialista” y los partidarios de la
“patria peronista”, la que tomó cuerpo a través de un amargo enfrentamiento que
tuvo por finalidad resolver la posesión de los ámbitos de decisión política dentro del
gobierno constitucional incluida la violencia armada. Se desató así una lucha feroz
por el poder, pero en esa lucha, el que inclinaría la balanza para un lado u otro sería
Perón. Por eso la juventud peronista llevaba desde el comienzo las de perder.
El 20 de junio de 1973 Perón regresó definitivamente al país aproximadamente
tres millones de personas se movilizaron hacia el aeropuerto de Ezeiza para recibir
al líder; pero lo que debió ser una fiesta popular se transformó en une tragedia.
Desde el palco montado para el discurso de perón un grupo fuertemente
armado con el apoyo logístico del ministerio de bienestar social a cargo de
López Rega comenzó a disparar sobre las columnas del movimiento peronista
y con los montoneros. Ezeiza marca un punto de inflexión: cierra un ciclo de
la historia argentina y prefigura los años por venir, comenzó a manifestarse la
alianza entre la derecha peronista y no peronista.
Perón flaqueado por el presidente Cámpora, su tercer esposa y el exótico López
Rega dirige un mensaje televisado a todo el país avalando la ortodoxa doctrinaria:
los peronistas tenemos que retornar a la conducción de nuestro movimiento, somos
lo que las 20 verdades dicen.
En junio de 1973 Cámpora- Solano Lima presentan sus renuncias al Congreso
nacional.
215
El proyecto político pensado por Perón pasó a ser una consigna sin que nadie
precisase alguna vez su contenido ni alcance y puesta en práctica la idea de la
Argentina en potencia desde el plan de la economía se formuló el pacto social, una
gran entente entre sindicatos obreros y corporaciones empresarias, bajo la dirección
y tutela del estado, a fin de lograr el congelamiento de los precios y salarios (la
“Gran Paritaria Nacional”) haciendo a un desarrollo capitalista relativamente
autónomo basado en la exportación de carnes, granos y oleaginosas como también
de bienes industriales.
La estrategia de éste gobierno se articuló privilegiando las relaciones con el
principal partido opositor, la UCR.
Dos días después de las elecciones ya mencionadas, los montoneros asesinaron al
216
Isabel Conducción
Luego de las elecciones de marzo del ´73 el péndulo comenzó a voltear hacia el
centro y la derecha, y apareció el auténtico, el verdadero Perón, el pragmático
conductor. La organización montoneros pasó a constituirse en el eje aglutinante
del ala izquierda del peronismo y su juventud, y peor aún, terminó por
empujarlo hacia el camino del militarismo elitista, y, por consiguiente, a la
catástrofe. En efecto, la conducción de montoneros encorsetó a la juventud
peronista como así a los otros sectores del campo popular, los que fueron
sometidos. Los errores estratégicos y tácticos así como la soberbia de unos pocos
fueron pagados, a la larga, con la vida de decenas de miles.
El pacto social, el corazón de la política- económica del tercer peronismo,
comenzó a hacer agua, dado que el congelamiento de los precios comenzó a
experimentar una transgresión por parte de los grupos empresarios, dando lugar al
desabastecimiento de productos de consumo masivo y al mercado negro.
Perón laudó a favor de la central obrera otorgando un aumento salarial del 13 %.
Pero los dueños de las empresas trasladaron el aumento salarial a los precios, en
tanto que persistían los conflictos sindicales y el poderoso sector agropecuario
profundizaba su oposición a las políticas de gobierno que afectaban sus intereses.
En junio del ´74 la vice M. E Martínez habló por radio atacando con dureza a
quienes conspiraban contra el pacto social y calificó de inmorales a los
especuladores.
Perón hizo su última aparición en los balcones de la casa rosada en junio del
´74 llevando adelante un encendido ataque contra los que desde distintos
ángulos conspiraban contra su gobierno. Calificó de irresponsables a los
sindicalistas y empresarios que violaban el pacto social. Y pronunció que: “ mi
único heredero es el pueblo...”.
El 1º de julio de 1974 Perón falleció; el país quedó huérfano de conducción.
Asume la presidencia de la república la frágil y poco lúcida “Isabelita”; el entorno
Lopezrreguista y el sindicalismo burocrático se aprestaron a consolidar su
poder.
Los primeros pasos del gobierno de ME Martínez se encaminaron a “peronizar” el
gabinete ministerial.
Las relaciones con los partidos opositores (UCR) comenzaron a enfriarse, con
lo que el gobierno presidido por ésta mujer con una total falta de capacidad
política, comenzó a transitar el camino de su propio aislamiento.
Va a tomar cuerpo la “lógica de la intolerancia”, con relación a los medios de
comunicación social, se clausuraron.
Las universidades nacionales fueron intervenidas a través de la denominada “misión
217
El Primer Gran Plan de Ajuste Económico de la Historia Argentina
La Ley 20.972
Esta nueva ley de acefalía, al igual que la ley nº 252 de 1868, fue sancionada en
el marco de una situación vidriosa que tendría una desdichada culminación con el
golpe de estado de marzo de 1976. Al igual que su precedente legislativo, pasó a los
anaqueles de la historia de la legislación, pero no tuvo que esperar tantos años para
218
salir nuevamente a la luz pública: nunca pudo imaginar el entonces presidente de la
Comisión de Asuntos Constitucionales que ésta ley devendría operativa ante su
renuncia a la titularidad del PE en diciembre de 2001.
El Desenlace
219
Resumen libro 8 HCA
Introducción
221
El Proceso de la Reorganización Nacional sancionó sus propias normas
funcionales relegando a la Constitución Nacional a un segundo plano. Estas
normas fueron:
La Proclama del 24 de marzo de 1976: se enunciaban las razones que
habían impulsado a las Fuerzas Armadas a tomar el poder.
Acta para el Proceso de Reorganización Nacional: los comandantes de las
tres armas procedieron a hacerse cargo del gobierno nacional y resolvieron: -
constituir la Junta Militar; - declarar caducos el PE Nacional y provincial; -
disolver el Congreso Nacional y las legislaturas provinciales y organismos
municipales; - destituir a los miembros de la Corte Suprema; - suspender la
actividad de los partidos políticos; - designar al presidente de la Nación.
Acta de Propósitos y Objetivos del Proceso de Reorganización Nacional:
restituir los valores esenciales que sirven de fundamento a la conducción
integral del Estado, erradicar la subversión y promover el desarrollo
económico de la Nación.
Estatuto para el Proceso de Reorganización Nacional: establece que:
1) La Junta Militar era el órgano supremo de la Nación;
2) Designaba al presidente, a los miembros de la Corte, al Procurador
General y al Fiscal General de investigaciones administrativas.
3) El presidente designaba a los gobernadores provinciales con acuerdo
de la Junta Militar;
4) El gobierno nacional y los provinciales debían ajustar su cometido a los
objetivos básicos de la Junta Militar.
222
En septiembre de 1979 nuestro país fue visitado por la Comisión Interamericana de
Derechos Humanos (CIDH). En el mismo mes la dictadura sancionó una ley por la
que se declaraba el presunto fallecimiento de todos aquellos cuya desaparición
hubiese sido fehacientemente denunciada entre el 6 de noviembre de 1974 y el 6 de
septiembre de 1979, lo que no fue aceptado ni por los familiares de los
desaparecidos ni por los organismos defensores de los derechos humanos. En abril
de 1983 el Proceso publica el llamado documento final de la Junta Militar en la que
decretaba que se consideraran muertos aquellas personas que figuran en las
nóminas de desaparecidos y no se encuentran exiliadas o en clandestinidad.
En septiembre el Proceso hacía público una ley por la que sancionaba una amplia
amnistía que abarcaba a los elementos subversivos y a los militares comprometidos
en violaciones a los Derechos Humanos, que recibió el repudio de las
organizaciones defensoras de los Derechos Humanos, religiosas, sociales, etc.
Desde el punto de vista económico los esfuerzos fueron dirigidos “a curar” el país de
las consecuencias del estatismo, a sanear la moneda y las finanzas públicas, lograr
la competitividad y eficiencia de la industria y distribuir los ingresos en base a la
productividad y de esa manera obtener el crecimiento de la tasa de ganancias de
las grandes empresas, reemplazando la economía de la “especulación” por la
economía de la “producción”.
Consecuencias de la política económica de la dictadura militar:
Se tiraron abajo las barreras arancelarias que protegían la producción
industrial nacional. Apareció de esa manera la desocupación. Uno de los
objetivos no declarados era liquidar a las empresas ligadas al mercado
nacional y acelerar el proceso de concentración y acumulación del capital en
torno a las multinacionales. Es por eso que se eliminó a la Confederación
general Económica.
Crecimiento inusitado de la deuda externa.
El alza de los precios del petróleo a principios de la década del 70 generó una
tremenda masa de dinero disponible. Esta masa de dinero fue colocada a
través de préstamos por dichos bancos en los países del Tercer Mundo.
Desindustrialización, altas tasas de interés en el orden interno, dólar barato.
Se fugaba de esta manera los capitales de la Argentina.
Aparecieron “inversionistas extranjeros”.
Se obligó al Estado Nacional a endeudarse en el exterior: YPF fue la única
empresa petrolera del mundo que originaba pérdidas.
Tremendos gastos en armas y equipos militares.
La base del modelo agro exportador siguió inmune, en detrimento de la mano
de obra nacional y en beneficio de la mano de obra estadounidense.
223
(MID), que jugó un importante papel en la recuperación de las instituciones
democráticas.
Se prohibieron las actividades gremiales, se intervino la CGT y diversos
sindicatos; se suspendió el derecho de huelga. Se reformó la ley de contrato de
trabajo, sancionada por el Congreso Nacional en el 74; se sancionó una nueva “ley”
de asociaciones profesionales que si bien no prohibía la formación de organismo de
tercer grado los actuales existentes cesarán a su personería gremial y jurídica. Se
sancionó la ley de prescindibilidad para los empleados públicos ayudando para una
profunda limpieza tanto en la administración pública nacional como de las provincias
así como la eliminación del fuero sindical.
Las universidades nacionales fueron intervenidas y “purgadas” de docentes
sospechosos de subversión, de ideología marxista y erradicada la actividad política.
Se procedió a allanar librerías, editoriales y bibliotecas, secuestrando y
quemando libros y revistas “peligrosos”, se expulsaron muchos alumnos no
permitiendo su reingreso a las universidades. Mediante la “ley” 21.276 las
universidades perdieron totalmente su autonomía; rectores y decanos eran
designados por el ministerio de educación; los estudiantes no participaban en el
gobierno universitario prohibiéndose los centros de estudiantes, federaciones locales
y la federación universitaria argentina (FUA).
Videla ejerció el poder ejecutivo hasta el mes de marzo del 81; lo sucedió Viola
electo por la Junta Militar.
Existía en el seno mismo del Proceso una especie de Estado deliberativo: la Marina
de Guerra se abocó a impulsar la candidatura del almirante Massera como
continuador de Videla quien era portador de un proyecto político propio, crítico de la
política económica de Martínez de Hoz y cuyo meridiano era heredar la conducción
del movimiento peronista. Sus ambiciones no prosperaron y Viola asumió la
presidencia, la jefatura del ejército pasó a ser desempeñada por Galtieri.
Las peleas internas no cesaron dentro de la Junta Militar, tomando como base una
dudosa enfermedad de Viola lo remueven y designan en su lugar a Galtieri, quien
asume en diciembre del ´81. Esta deposición de Viola hizo a la crisis del poder
militar.
Para poder retomar la iniciativa política era necesario provocar un golpe de efecto
que debía provenir necesaria y únicamente del orden interno, bajo la absurda
creencia que la colaboración prestada a la estrategia contra insurgente del gobierno
norteamericano (Reagan) en América Central haría que los Estados Unidos
apoyasen la movida argentina o se mantuviesen neutrales ante él recupero bélico de
las islas.
El 2 de abril de 1982 la cadena nacional de radio y televisión informaban a la
población que “las Fuerzas Armadas en acción conjunta con el fin de recuperar para
el patrimonio nacional los territorios de las Islas Malvinas, las Georgias y Sándwich
del Sur, se hallan empeñadas en combate para alcanzar el objetivo señalado”.
Cabe destacar el apoyo moral y diplomático que nuestro país y el pueblo recibieron
de los países latinoamericanos.
El 14 de junio del 82 el general Menéndez, gobernador militar de las Islas se
rendía incondicionalmente: el Proceso de Reorganización nacional enfrentaba su
crisis terminal.
224
Decimoquinto Módulo: La Recuperación de las Instituciones Democráticas y
sus Paradojas. Reforma Constitucional de 1994
Introducción
225
oposición de la opinión pública y la renuncia de otro integrante de la cámara federal,
por la que se establecía la extinción de la acción penal respecto de toda
persona por su presunta participación en cualquier grado, que no estuviere prófugo,
o declarado en rebeldía, o que no haya sido ordenada su citación a prestar
declaración indagatoria por tribunal competente, antes de los sesenta días corridos a
partir de la fecha de la promulgación de la presente ley. En verdad, la ley de punto
final no era otra cosa que una amnistía encubierta: si en el lapso de sesenta días
corridos no se convocaba a los imputados a prestar declaración indagatoria, la
acción penal se extinguía.
Paradojalmente, la ley de “punto final” produjo un efecto totalmente inverso a lo
esperado: las cámaras federales de apelaciones de Bahía Blanca, Córdoba,
Rosario, Tucumán, La Plata, Comodoro Rivadavia y Mendoza suspendieron la
feria judicial de Enero de 1987 y se abocaron al rápido tratamiento de las
causas pendientes: para el 23 de febrero del ’87, dentro del plazo de sesenta días
previsto por la ley, más de 300 oficiales de alta y media graduación quedaron
procesados. La situación militar se agravo aún más. Puede decirse que la ley de
punto final fue una especia de bomba de tiempo que se activo en la semana santa
de 1987.
En abril de este mismo año se produjo la negativa del mayor Ernesto Barreiro (“el
nabo”, jefe de interrogadores del campo de detención cordobés conocido como “la
perla”) de presentarse ante la cámara de apelaciones de Córdoba a prestar
declaración indagatoria y su paralelo refugio en las instalaciones del tercer cuerpo
del ejército con la complicidad de los principales jefes del mismo; es así como el 17
de abril, se produjo el alzamiento de Campo de Mayo bajo las ordenes del teniente
coronel Aldo Rico (alias “el ñato”, supuesto héroe malvinense y cuyo jefe real era el
coronel Mohamed Alí Seineldín, en su momento nexo entre el ejercito y las tres A del
tercer peronismo). Los insurrectos (carapintadas) reclamaban una solución política al
tema de los juicios, la renovación de la cúpula castrense, el cese de lo que llamaban
campaña de desprestigio de los medios informativos hacia las Fuerzas Armadas y
que no se sancionase a los participantes de la rebelión.
La sociedad civil en una amplia y profunda movilización repudió a la rebelión
carapintada. El “felices pascuas”, los “héroes de Malvinas” y “La casa está en
orden” del famoso discurso de Alfonsín fue la respuesta de dio ante la multitud
reunida en la Plaza de Mayo el 19 de abril.
El 13 de Mayo, menos de un mes después de finalizada la rebelión, el poder
ejecutivo envió al congreso el proyecto de ley de obediencia de vida, que fuera
sancionada el 4 de Julio del ’87 (ley 23.521). Conforme a su texto se presumía “sin
admitir prueba en contrario, que quienes a la fecha de comisión del hecho revistaban
como oficiales jefes, oficiales subalternos, suboficiales y personal de tropas de las
fuerzas armadas, de seguridad, policiales y penitenciarias no son punibles por los
delitos por haber obrado en virtud de obediencia de vida”.
226
marco de creciente desindustrialización, regresión del ingreso de los asalariados y
endeudamiento externo.
El gobierno Radical heredó un aparato económico devastado por las políticas
implementadas por Martínez de Hoz y sucesores. Por su parte los grupos
empresariales económicos más concentrados disfrutaban de las subvenciones que
el propio Estado Nacional les otorgaba, absorbiendo los recursos que pertenecían a
toda la sociedad.
A partir de junio de 1984 comenzó el proceso de normalización de las
asociaciones gremiales de trabajadores. Paralelamente se inician los planes de
lucha de la CGT que enfrentaban al nuevo orden económico: el Plan Austral.
En cuanto a las Universidades Nacionales, se rescata la autonomía que habían
perdido y muchos docentes e intelectuales marginados desde 1966 o 1976
volvieron a sus cátedras y a las tareas de investigación, dándose los primeros
pasos en un camino de recuperación que todavía está siendo trabajosamente
transitado.
227
que ya había presidente y vice electos (Menem-Duhalde), procedió a designarlos. El
traspaso del mando se adelanto 6 meses: el 9 de julio de 1989 Menem recibió
los atributos del poder constitucional del renunciado primer mandatario y asumió
la titularidad del Poder Ejecutivo nacional de la República.
Introducción
El gobierno de 1989, desde sus inicios, goza del apoyo de grandes grupos
económicos nacionales e internacionales.
En abril de ’91 D. Cavallo asumió la conducción de la Economía, este sancionó
la Ley de Convertibilidad del Austral, la que luego de eliminar como unidad
monetaria al Austral a partir de abril del ’91 fijo la paridad cambiaria del nuevo
peso con el dólar estadounidense, “el 1x1” o “1 a 1”.
228
El agotamiento de los fondos provenientes de las privatizaciones y las crisis
financieras internacionales provocaron la necesidad de allegar fondos externos para
alimentar la convertibilidad. La obligación de no emitir asumida la ley de
convertibilidad implicaba articular una drástica reducción de gastos estatales, para
ello se recurrió a la privatización y/o cierre de las empresas del estado.
Las privatizaciones de las empresas de servicios públicos (teléfono, ferrocarril,
aerolíneas, etc.) se llevaron adelante aceleradamente.
Por otra parte, se inicio una reestructuración de las empresas del Estado por la
vía de despidos masivos instrumentados a través de la figura del “retiro
voluntario” (alrededor de 100 mil trabajadores); se renegociaron los contratos
colectivos de trabajo liquidando numerosas conquistas laborales (en muchos casos,
con el silencio cómplice de la burocracia sindical).
Por eso no es casual que las empresas privatizadas defendieran la convertibilidad
hasta último momento, puesto que realizaban sus ganancias directamente en
dólares girados sin más tramite a sus países de origen. Es así como la Argentina se
vio invadida, al igual que en los tiempos del Proceso, por los productos
importados desalojaron a los nacionales del mercado interno.
El caso de YPF es emblemático: su nueva propietaria, la empresa española
REPSOL ha formado a España en un país con petróleo, en tanto la Argentina ha
perdido el dominio y control de un bien escaso y no reproducible.
El crecimiento de la medicina privada o de la educación privada, rubros que en
general están orientados hacia unos pocos. En relación a las jubilaciones y
tensiones bajo el argumento de crear un mercado, de capitales local, se crearon las
administraciones de fondo de jubilaciones y pensiones (AFJP) que manejan un
negocio muy concentrado que quedo en manos de un grupo de bancos, a todo lo
cual hay que agregar que el estado, a pesar de haber perdido a favor de las AFJP la
recaudación de los aportes de los trabajadores, debió continuar abonando las
jubilaciones y pensiones ya otorgadas, con lo que a contrapelo del discurso
oficialista por esta razón el déficit fiscal aumentó.
El modelo imperante en los años ’90 implicó un manifiesto deterioro de los derechos
sociales de la población y de su nivel de vida de manera tal que a fines del 2002
más de la mitad de los habitantes de la Argentina vivía bajo la línea de pobreza. Ese
ha sido el resultado final del eje convertibilidad + privatizaciones + apertura
comercial sin restricciones + renta financiera.
Introducción
229
Desde que recuperamos la democracia en 1983, o sea, que la CN nuevamente en
vigencia, surgieron motivaciones tendientes a la modificación y actualización de
ésta.
El presidente Alfonsín a fines del ´85 creó mediante decreto el Consejo para la
consolidación de la Democracia, órgano consultivo del gobierno que se encargó del
estudio de viabilidad, oportunidad y alcances de una reforma constitucional integrado
por prestigiosos juristas de todo el país y de diferentes ideologías y partidos
políticos, podemos mencionar al Dr. Nino quien trabajó sobre la consigna
presidencial, recurriendo a las provincias para consultar a los constitucionalistas más
experimentados.
En octubre de 1986, fueron presentados los resultados de la investigación mediante
un examen preeliminar que fue publicado por la editorial universitaria de buenos
aires (EUDEBA).
A pesar de todo con este proyecto como guía y anhelo, el presidente Alfonsín se
propuso llevar a cabo la reforma. Es así como este y Cafiero (quien había ganado la
gobernación de Bs. As y era el presidente del PJ) mantuvieron una serie de
reuniones, Alfonsín, presidente de la Nación y de su partido; Cafiero, principal
figura de la oposición. Quienes trataron de buscar acuerdos sobre una nueva
Constitución. Todo parecía indicar que el proyecto del Consejo con el acuerdo de
los dos partidos mayoritarios se vería homologado por un verdadero consenso y la
constitución seria la verdadera prenda de unión de los argentinos.
Pero no fue así, ya que nuevos protagonistas irrumpieron en el juego. Menem
derrota a Cafiero en las internas del Justicialismo y por el lado de la UCR emerge
Angeloz. En esta mesa de negociaciones Menem comenzó a sentirse molesto. No
le seducía la atenuación del régimen presidencialista, no quería limitaciones al
poder del presidente.
Una vez que Menem asumió, en 1992 lanzo la propuesta de la revisión
constitucional con un pronunciamiento favorable del Consejo Nacional del PJ. Su
propósito: su reelección.
El justicialismo designa una comisión de juristas, quienes presentaron un proyecto
similar al del consejo para la consolidación de la democracia. En el cual no sé
hacia mención a la atenuación del régimen presidencialista. Y ante la oposición
del radicalismo al proyecto, el PJ amenazo con una consulta popular para presionar
al radicalismo.
En el Senado se aprobó el proyecto de la ley declarativa de la reforma
constitucional. Pero no seria tan fácil en la Cámara baja donde el PJ no tenía la
mayoría requerida constitucionalmente. El gobierno anuncia la realización de un
plebiscito no vinculante para noviembre de 1994 que en realidad era una forma de
presionar a los diputados de la oposición para que aprobasen el proyecto con media
sanción ya del Senado. La oposición con su máximo órgano se reunió en Santa
Rosa, luego de un debate que duro 12 horas resolvió con el voto de la mayoría de
esta convención nacional de la UCR apoyar la posición de Alfonsín y así, se firma el
acuerdo preliminar en la quinta presidencial de Olivos, fruto de la voluntad
excluyente de Menem y Alfonsín.
Se conoce como el “Pacto de Olivos”, en el que no se tocaría la primera parte de
la CN (declaraciones, derechos y garantías). Se establecía un “Núcleo de
Coincidencia Básicas” que envolvía el paquete de un acuerdo cerrado respecto de
algunos puntos, el cual debía ser aprobado y sancionado en la Convención
Reformadora conjuntamente y había otra parte, los “temas habilitados”, en los
230
cuales cabía en disenso y sobre ellos cada partido podía hacer su particular
interpretación en su plataforma electoral, aprobados y sancionados separadamente.
La Ley 24.309
Poder Legislativo:
Tres senadores por provincia y tres por la ciudad de Buenos Aires,
elegidos directamente. Dos bancas pertenecen al partido político
mayoritario y una a la primera minoría (Art. 54);
231
El mandato de los Senadores se reduce a 6 años (art. 56);
Las sesiones ordinarias del Congreso se extienden del primero de marzo
al 30 de noviembre de cada año;
El control externo del sector público recae en el Poder Legislativo a través
de la Auditoria General de la Nación (art. 85);
Se instituye como órgano independiente en el ámbito del Congreso la
figura del Defensor del Pueblo (art. 86).
Poder Judicial:
Se crea el Consejo de la Magistratura (art. 114);
Se crea al Ministerio Público como órgano independiente (art. 120);
Se ha eliminado el juicio político con relación a los integrantes de los
Tribunales Inferiores estableciéndose para ellos el jury de enjuiciamiento
(art. 115). El juicio político ha quedado reservado para los miembros de
la CSJN (art. 53)
Se han establecido también nuevos derechos y garantías, como el
reconocimiento expreso del derecho de resistencia a la opresión (art. 36), la
garantía del pleno ejercicio de los derechos políticos (art. 37), la
constitucionalización de los partidos políticos (art.38), derecho de iniciativa (art.
39), consulta popular (art. 40), derecho a un ambiente sano (art. 41), derecho de
los consumidores y usuarios (art. 42), constitucionalización del amparo, del
habeas corpus, y habeas data (art. 43). Se ha establecido un nuevo régimen de
coparticipación federal (art. 75, inc.2), reconocimiento de la preexistencia cultural
y étnica de los pueblos indígenas argentinos (art. 75 inc. 17). La ciudad de Bs.
As ha obtenido un nuevo régimen que le garantiza su plena autonomía (art.
129). Se le ha dado rango constitucional a una serie de pactos
constitucionales sobre Derechos Humanos suscriptos por la República
Argentina (art. 75, inc.22).
Entre los aspectos negativos de la reforma, podemos señalar, la
constitucionalización de los decretos de Necesidad y Urgencia (art. 99, inc
3), la delegación legislativa (art. 76) y el veto y promulgación parcial de las
leyes (art. 80), esto, no ha hecho otra cosa que aumentar los poderes del
Ejecutivo.
232