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ESCUELA NORMAL OFICIAL DE LEON

“EDUCAR ES FORTALECER”

ACTIVIDAD 2. UNIDAD 1.- Las Implicaciones de la Enseñanza-Aprendizaje de la


Historia.

Licenciatura en Educación Primaria

Grado: 3° grupo: “C”

José Missael Aguilar Pérez

Claudia Berenice Arenas Hernández

Jessica Guadalupe Buzo Gasca

Ana Paola Campos Castro

José de Jesús Martin Capulín Mena

María Estefani Caracheo Becerra

Miguel Ángel Castro Loredo

Claudia Cecilia Caudillo Rodríguez

Luis Donaldo Cerda Sosa

Anhel Valentina Colmenares Aragot

María Fernanda Contreras Barrón

Frida Aidaly Garcia Ordaz

Luz Alejandra Gómez Fuentes

Barrera Zaragoza Josué Ezequiel.

Maestro: Julio Rojas Mata


Entrevista a Díaz Creelman
Para septiembre del año de 1907 el general Porfirio Díaz había cumplido ya 77
años, lógica e inevitablemente ya no gozaba de las energías físicas ni de la
capacidad intelectual de su espléndida madurez.

Sus amigos más cercanos pensaban con inquietud en el futuro de México, cuando
el pulso del viejo autócrata dejará de latir el vicepresidente Ramón Corral impuesto
en tal cargo por don Porfirio no disfrutaba de simpatía popular a pesar de sus
méritos siempre discutidos y discutibles. La inmensa mayoría de las personas
preocupadas por la situación política no veían con buenos ojos que Corral fuera el
sucesor del presidente Díaz.

A fines de este año de 1907 se hablaba en


pequeños círculos de quién debía sustituir a
Corral en las próximas elecciones de 1910.
Entre muchos amigos del gobierno se
pensaba que el general Díaz debía ser
reelecto pero que seguramente no iba a
terminar su periodo de 6 años a causa de su
avanzada edad; y en efecto no la habría
terminado porque si no se hubiera dado la
revolución, Díaz falleció en 1915 entonces el
período era de 1910 a 1916.

De aquí era la importancia del problema relativo a la vicepresidencia, en esos


círculos formados por personas cultas predominaban en forma aplastante los
porfiristas para sustituir primero Don Ramón Corral y después a don Porfirio si el
caso llegara. Se oían los nombres del General Bernardo Reyes, gobernador de
nuevo León; del licenciado Don José Ives Limantour del grupo de los científicos,
ministro de hacienda y de Don Teodoro Dehesa, gobernador de Veracruz.

Pero la verdad era que nadie entre esos amigos del gobierno, cálidos o tibios, se
atrevía a dar el primer paso, todos estaban expectantes a la voz del amo la
rectificación del principio de poca política y mucha administración. Entonces nadie
se animaba a decir “yo me animo” “yo soy” “yo estoy puesto para cargo” porque
eso sería ganarse la enemistad de Porfirio Díaz y con eso perder sus aspiraciones
políticas, sin embargo, habría algo que les daría la pauta para hacerlo para
animarse a hacer públicas sus aspiraciones políticas y sus aspiraciones a la
presidencia que sería la entrevista Díaz Creelman precisamente.
Había viajado casi 4000 millas desde Nueva York para ver al guía y héroe del
México moderno, al líder inescrutable en cuyas venas corre mezclada la sangre de
los antiguos mixtecas y la de los conquistadores españoles, admiré la figura
esbelta y erguida: el rostro imperioso, fuerte, marcial, pero sensitivo. Semblanza
que está más allá de lo que se puede expresar con palabras. Palabras escritas por
el mismo Creelman.

En los comienzos de 1908 aparece publicada en la revista norteamericana


Pearson's Magazine una larga entrevista concedida a su redactor Jeames
Creelman por el presidente Díaz. En ellas se trataron temas políticos de enorme
trascendencia para el país y esta entrevista se convirtió en célebre porque, si bien
el periodista concedió exorbitantes elogios a Porfirio Díaz pues lo presenta como
el hombre más grande de su tiempo como el héroe más grande de América y del
mundo entero, pero lo importante y lo que es acudiría al país y generaría que
muchas personas que no se animaban a hacer públicas sus aspiraciones políticas
respecto de la presidencia fundamentalmente, esta entrevista permitió que lo
hiciera porque se veía aún Porfirio Díaz abierto ya cansado de gobernar y
dispuesto a entregar el poder en 1910.
Porfirio Dìaz dijo "puedo decir con toda sinceridad que el ejercicio del poder no ha
corrompido mis ideales políticos y creo que la democracia es el único principio de
gobierno justo y verdadero, aunque en la practica solo sea posible en los pueblos
desarrollados. puedo abandonar la presidencia en cualquier momento, pero no
dejare de servir a mi país mientras viva.

Ha gobernado la República Mexicana por veintisiete años con tal energía, que las
elecciones se han convertido en meras formalidades: con toda facilidad podría
haberse coronado.

Puedo abandonar la presidencia de México sin el menor temor -agregó-; pero no


dejaré de servir a mi país mientras viva.

Aquí, en México, hemos tenido condiciones muy diferentes. Yo recibí el gobierno


de las manos de un ejército victorioso en tiempo en que el pueblo estaba dividido y
poco preparado para el ejercicio de los extremos principios del gobierno
democrático. Haber arrojado sobre las mesas desde luego toda la responsabilidad
del gobierno, habría producido condiciones que hubieran quizás desacreditado la
causa de las instituciones
libres.

Aunque en un principio
obtuve el poder del
ejército, tan pronto como
fue posible se efectuó una
elección y entonces mi
autoridad me vino del
pueblo. He tratado de
dejar la presidencia varias
veces; pero se ha ejercido
presión sobre mí para no
hacerlo y he permanecido en el gobierno por el bien de la Nación que me ha
entregado su confianza. El hecho de que el precio de los valores mexicanos bajara
once puntos cuando estuve enfermo en Cuernavaca, indica la clase de prueba que
me persuadió a vencer mi inclinación personal para retirarme a la vida privada."

En la entrevista dio su punto de vista sobre su gobierno, también menciono que el


había hecho grandes avances durante su gobierno.

Esta entrevista apareció traducida al español y publicada en El imparcial de


México y en la ilustración de Bogotá y nunca fueron rectificadas o desmentidas
que causó contento expectación esperanza de un cambio democrático de México
que no llegaría, y se tuvo que impulsar a través de una revolución.
Declaraciones más interesantes de esta entrevista para efectos de la aspiración, el
momento por fin aspirado y esperado por los mexicanos de un sistema
democrático nuestro país:

“Es un error suponer que el futuro de la democracia en México ha sido puesto en


peligro por la prolongada permanencia en el poder de un solo presidente”

El general Díaz decía en aquella ocasión “por mí puedo decirlo con toda
sinceridad, el ya largo periodo de la presidencia no ha corrompido mis ideales
políticos sino antes bien han logrado convencerme y más y más de que la
democracia es el único principio de gobierno justo y verdadero, aunque en la
práctica eso lo posible para los pueblos ya desarrollados”

“Es cierto que cuando un hombre ha ocupado un puesto investido de poder por
largo tiempo puede llegar a persuadirse de que aquel puesto es de su propiedad
particular y está bien que un pueblo libre se ponga guardia contra tales tendencias
de ambición personal. Hemos conservado la fórmula de gobierno republicano y
democrático, hemos defendido y mantenido intacto la teoría, pero hemos adoptado
en la administración de los negocios nacionales una política patriarcal, que ando y
sosteniendo las tendencias populares en el conocimiento que bajó una paz
forzosa, la industria y el comercio desarrollarían elementos de estabilidad y unión
en un pueblo naturalmente inteligente, sumiso y benévolo. He esperado con
paciencia el día en que la República de México esté preparada para escoger y
cambiar sus gobernantes en cada periodo, sin peligro de guerras ni daño al crédito
y al progreso nacionales. Creo que ese día ha llegado”

He tratado de dejar la presidencia varias veces; pero se ha ejercido presión sobre


mí para no hacerlo y he permanecido en el gobierno por el bien de la Nación que
me ha entregado su confianza. El hecho de que el precio de los valores mexicanos
bajara once puntos cuando estuve enfermo en Cuernavaca, indica la clase de
prueba que me persuadió a vencer mi inclinación personal para retirarme a la vida
privada."

Anunciaba que insistiría en retirarse de la presidencia al final de su presente


periodo, de manera que podrá velar porque su sucesor quede pacíficamente
establecido, y que, con su ayuda, el pueblo de la República Mexicana pueda
mostrar al mundo que ha entrado ya a la más completa y última fase en el uso de
sus derechos y libertades, que la nación está superando la ignorancia y la pasión
revolucionaria y que es capaz de cambiar y elegir presidente sin flaquear y sin
guerras.

Después de hablar al periodista de que en México ya existía una clase media


fuerte inteligente y activa, de que los ricos sólo se ocupaban de su dinero y de sus
dignidades y de afirmar que los indios estaban acostumbrados a ser tutoriados y a
obedecer, el anciano caudillo agregó sin embargo creo firmemente que los
principios de la democracia se han extendido y seguirán extendiéndose en México,
tengo firme resolución de separarme del poder al expirar mi período cuando
cumpla 80 años de edad sin tener en cuenta lo que mis amigos y sostenedores
opinen y no volveré a ejercer la presidencia”. Para no dejar ninguna duda agregó
“la nación está bien preparada para entrar definitivamente en la vida libre”.

Al preguntarle Creelman al general Díaz sobre la actitud de su gobierno al


organizarse en el país partidos de oposición respondió lo siguiente: “Si en la
República llegase a surgir un partido de oposición le miraría yo como un bien y no
como un mal, y si ese partido desarrollará poder no para explotar sino para dirigir,
yo le acogería le apoyaría, le aconsejaría y me consagraría a la inauguración feliz
de un gobierno completamente democrático”

En resumen, el general Díaz expresó en esta entrevista la opinión de que el


sistema democrático es el único justo y que la nación en 1908 ya estaba
preparada para entrar de modo definitivo en la vida libre, además aseguró
enfáticamente que se retiraría del poder al término del período presidencial en
1910.

Es imposible poder asegurar que don Porfirio haya dicho lo que dijo ocultando su
pensamiento verdadero o que fue sincero al decir lo que dijo y que la presión de
sus amigos le obligó a traicionar sus buenas intenciones, sea lo que fuere, lo cierto
es que las declaraciones que se comentan animaron a los partidarios y a los
enemigos del régimen a iniciar actividades políticas en todo el territorio de la
nación despertando a las grandes masas aletargadas durante un cuarto de siglo.

“Es verdad que no hay partido oposicionista. Tengo tantos amigos en la república
que mis enemigos no parecen estar muy dispuestos a identificarse con una tan
insignificante minoría. Aprecio en lo que vale la bondad de mis amigos y la
confianza que en mí deposita mi patria; pero esta absoluta confianza impone
responsabilidades y deberes que me fatigan cada día más.

Díaz expuso las razones de su permanencia en la presidencia, los avances de su


gobierno y el deseo de abandonar el poder en las siguientes elecciones, cosa que
no hizo. Es una equivocación suponer que el futuro de la democracia en México
haya peligrado por la permanencia en funciones, de un presidente durante un
largo periodo de tiempo -dijo con calma. Puedo decir con toda sinceridad que el
ejercicio del poder no ha corrompido mis ideales políticos y creo que la
democracia es el único principio de gobierno justo y verdadero, aunque en la
práctica sólo sea posible para los pueblos suficientemente desarrollados.

RAZONES DE SU PERMANENCIA EN LA PRESIDENCIA:

Puedo abandonar la presidencia de México sin el menor temor -agregó-; pero no


dejaré de servir a mi país mientras viva.

Aquí, en México, hemos tenido condiciones muy diferentes. Yo recibí el gobierno


de las manos de un ejército victorioso en tiempo en que el pueblo estaba dividido y
poco preparado para el ejercicio de los extremos principios del gobierno
democrático. Haber arrojado sobre las mesas desde luego toda la responsabilidad
del gobierno, habría producido condiciones que hubieran quizás desacreditado la
causa de las instituciones libres.

Este hombre se halló con un México en bancarrota, dividido, infestado de


bandidos, presa de mil modos distintos de soborno. Actualmente, la vida y la
propiedad están seguras entre las fronteras de la república.
Después de gastar cantidades en millones de dólares para mejorar los puertos,
obras de drenaje y otros vastos proyectos de ingeniería, pagando bonos de la

deuda pública —para no mencionar nada del hecho de haber basado en oro las
finanzas nacionales—, la nación tiene un superávit de 72000000 de pesos en el
erario y esto a pesar de los enormes subsidios gubernamentales que han
producido 19000 millas de líneas férreas.

Cuando llegó al poder, el comercio exterior anual de México llegaba a 36 111600


pesos en total. Hoy día su comercio con otras naciones alcanza la enorme suma
de 481 363 388 pesos con un balance de venta a su favor de 14 636612 pesos.

“¿Y cuál es, en su opinión, la fuerza más grande para mantener la paz: el ejército
o la escuela?” pregunto Creelman y respondió con un semblante rígido: “La
escuela. No cabe la menor duda acerca de ello. Quiero ver la educación difundida
por todo el país, llevada por el gobierno nacional. Espero verlo antes de morir. Es
importante para los ciudadanos de una república el recibir toda la misma
instrucción, de modo que sus ideales y sus métodos puedan armonizar y se
intensifique así la unidad nacional. Cuando los hombres leen las mismas cosas y
piensan lo mismo, están más dispuestos a actuar de común acuerdo.”

Aunque en un principio obtuve el poder del ejército, tan pronto como fue posible se
efectuó una elección y entonces mi autoridad me vino del pueblo. He tratado de
dejar la presidencia varias veces; pero se ha ejercido presión sobre mí para no
hacerlo y he permanecido en el gobierno por el bien de la Nación que me ha
entregado su confianza. El hecho de que el precio de los valores mexicanos bajara
once puntos cuando estuve enfermo en Cuernavaca, indica la clase de prueba que
me persuadió a vencer mi inclinación personal para retirarme a la vida privada.

“Éramos duros. Algunas veces, hasta la crueldad. Pero todo esto era necesario
para la vida y el progreso de la nación. Si hubo crueldad, los resultados la han
justificado con creces.”

“Fue mejor derramar un poco de sangre, para que mucha sangre se salvara. La
que se derramó era sangre mala; la que se salvó, buena. “La paz era necesaria,
aun cuando fuese una paz forzada, para que la nación tuviera tiempo de pensar y
actuar. La educación y la industria han llevado adelante la tarea emprendida por el
ejército.”

Aquel niño oaxaqueño, delgado, de grandes ojos oscuros, con sangre española y
mixteca en las venas, que había de hacer estas cosas admirables por su país, y
cambió a México de la debilidad y la vergüenza a un sitio de honor y fuerza entre
las naciones americanas, no podía vislumbrar el importante papel que más tarde
desempeñaría en la historia.

Y para los indígenas americanos Porfirio Díaz es algo menos que un dios, pero
algo más que un hombre. Si ha derramado sangre, si ha gobernado con mano de
hierro, si por momentos parece que ha negado los principios democráticos por los
que peleó en el frente, si se ha mantenido en funciones cuando deseaba retirarse,
ha sido principalmente por las clases oprimidas, para que, con la ayuda de la
educación y de la industria en una paz firme y duradera, aun cuando las
condiciones para lograr todo esto sean impuestas por la fuerza de las armas, ellos,
los humillados, los despojados herederos de la primera civilización de América,
puedan elevarse y permanecer libres para siempre en una atmósfera de luz, para
que algún día, después de todo, cada voto gane y cuente y el país sea gobernado
por sus propios hijos

CONSECUENCIAS:

Consecuencias de la entrevista Díaz- Creelman, el estallido de la Revolución de


1910, el Caudillaje, las regiones de lucha, el Movimiento Revolucionario de 1910 a
1917 que no llegó a consolidarse.

La etapa Maderista reclamaba el establecimiento de un régimen democrático -que


después pensaría el también no cumplir “sufragio efectivo, no reelección”-, así
como La revolución Constitucionalista que resulta como consecuencia del
asesinato de Madero. El alza por parte de Zapata pretendía restablecer el orden
constitucional. Carranza y los caudillos, principalmente como lo son el Grupo de
Sonora: Obregón, Calles, De La Huerta, y otros que destacaron en la campaña
militar no tenían claro un nuevo proyecto de Estado.

El centro nacional de la resistencia a la transacción burguesa de ciudad Juárez fue


el Edo de Morelos, allí se combinaban una buena cantidad de pueblos libres que
no habían sido absorbidos por las haciendas y que defendían sus tierras o
trataban de recuperarlas, con la presencia de un proletariado agrícola numeroso
concentrado en los ingenios azucareros, estas masas, crearon el Zapatismo
además que todos se lanzaron a la guerra revolucionaria, inventaron una variedad
de formas de combate para derrotar a los ejércitos federales.

Como aún se mantenía la organización comunal los campesinos la utilizaron y la


convirtieron en el centro político de toda la guerra campesina mexicana de 1910 a
1920. Fue allí donde las masas campesinas tenían su forma de organización
tradicional, donde surgió el programa agrario de la revolución, es precisamente ahí
donde surgió el dirigente Emilio Zapata.

Las diferencias entre Zapata y Madero cedieron porque el primero provenía del ala
radical que luchaba por la devolución de tierras a los campesinos y Madero
provenía del lado burgués cuyo programa era el plan de San Luis. Madero
prometía que a través de las leyes se devolverían las tierras pero nunca lo hizo en
cambio traiciono a la revolución declarado en el plan de Ayala donde se le
desconoce como presidente. La muerte de Zapata sería la interrupción de toda la
revolución.

La división del norte es, de más, sorprendente en el pueblo mexicano. Su


organización fue un punto de viraje en la guerra campesina y en la revolución. Las
masas del norte del país además de las que se sumaban en su avance, se
incorporaron integras en ella, la organizaron de la nada y contra todos, le dieron
un tremendo empuje, alzaron a uno de sus propias filas, Francisco Villa.

Revolución Cristera

Pugna ideológica con la iglesia, 1926-1929, estallo como consecuencia de la


disputa entre el gobierno federal y la alta jerarquía de la iglesia católica, pedían la
modificación de algunos artículos de la constitución. Esta rebelión se extendió en
los estados de Jalisco, Colima, Michoacán, Guerrero, Durango, Nayarit y
Zacatecas, el ejército nacional no logro sofocarla, pero los cristeros no lograron
derrocar al gobierno.

El conflicto termino en junio de 1929 con la firma de los arreglos entre el gobiernos
de Emilio Portes Gil y el arzobispo Leopoldo Ruiz Flores, prometían la amnistía a
los rebeldes así como la restitución de la iglesia y el regreso de los párrocos que
habían abandonado el país pero no se reformo la constitución vigente como lo
pedían los cristeros.

La conjugación entre el ejército campesino que bajaba desde el norte encabezado


por Villa y el ejército campesino que desde el sur amenazaba a la ciudad de
México, dirigido por Zapata, significaba unir la mayor capacidad militar con la
mayor capacidad política alcanzados por las direcciones campesinas.

CONCLUCIONES:

El contexto en el que surge la entrevista es uno en el que las constantes


reelecciones que tuvo el entonces presiente hacía cuestionar la supuesta
democracia que se pregonaba. Para combatir esta situación, Díaz, acepta recibir a
Creelman, con la finalidad de reafirmar que en su gobierno reinaba la democracia
y que, con aires de egocentrismo, aseguró que el país ya estaba apto para ejercer
sus derechos, dejando así su puesto y dando espacio a partidos de oposición, sin
una intención de reelección. Lo anterior no fue dicho sin antes asegurar y justificar
su instancia por tantos años, ya que él creía que el país lo necesitaba. También,
aceptó la reunión, debido a los lazos de los que contaba con el gobierno
estadounidense.

Díaz menciona que su gobierno ha traído al México de aquel entonces, una clase
media, la cual no existía y deja entrever que también hizo más ricos a los que ya
contaban con la bonanza económica. Pero su visión respecto al poder, la riqueza y
su desdén a la pobreza se hace notar cuando exclama “ los individuos de la clase
del pueblo son, por desgracia, bastante ignorantes para aspirar al poder”.

Creelman se aprovecha de su posición de entrevistador para dar un punto de vista


en el que se descontextualiza de manera garrafal las palabras de Díaz, palabras
que hablaban de abusos de poder, violencia y sangre y lo coloca como vaca
sagrada en el poder y como asesinatos, poco faltaba por decir, necesarios.
Resalta el acto “patriótico “que ofreció en todo su mandato.

Existe una constante subestimación de la clase obrera para ejercicio de poder, su


visión afrancesada de progreso es centralista, por tratar de nombrarlo de alguna
manera.

La educación es una ruta de progreso para el mandatario, es prioridad, muestra


interés en el que llegue a todo el pueblo.
Creelman cree, de manera tendenciosa, que Díaz es un héroe nacional. Incita a
que nación, casi casi, se le debería rendir culto.

Esta entrevista fue una esperanza para la democracia mexicana, fue un proceso
que llevo a levantarse y reunirse en diferentes estratos políticos, estos con la
finalidad de alcanzar la anhelada silla presidencial.

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