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El clima
escolar en el
aula
Esperando que el módulo no sea visto como algo terminado por nuestros
participantes del curso, pedimos que el mismo sea criticado y a la vez mejorado
con sus aportes de mejora.
PRIMERA PARTE
FACTORES QUE INFLUYEN EN EL CLIMA ESCOLAR
I. El clima
II. ¿Qué es el clima escolar?
III. Evaluación del clima
IV. Aportes de un buen clima escolar
V. El clima escolar en el aula
VI. Variables de un buen clima en el aula
SEGUNDA PARTE
EL CLIMA ESCOLAR Y LAS TRANSICIONES
I. Las transiciones
II. El clima escolar y las transiciones
III. Orientaciones para lograr un buen proceso de transición
IV. El papel de los padres de familia en las transiciones escolares
V. Las transiciones en los niveles educativos
TERCERA PARTE
LA FORMACIÓN DEMOCRÁTICA EN LA ESCUELA
I. La convivencia escolar
II. ¿Qué es la convivencia escolar democrática?
III. La implementación de la convivencia democrática
IV. La formación ciudadana en la escuela
V. Teóricos de la formación ciudadana en la escuela
VI. ¿Por qué una formación democrática y ciudadana?
VII. El clima
Por su parte, Cornejo y Redondo (2001), señalan que el clima social escolar
refiere a «la percepción que tienen los sujetos acerca de las relaciones
interpersonales que establecen en el contexto escolar (a nivel de aula o de
centro) y el contexto o marco en el cual estas interacciones se dan» (p. 6).
En este sentido, respecto a los procesos educativos, cabe señalar que para
que estos puedan realizarse adecuadamente, es necesario visibilizar los
factores que lo componen; entre ellos, el clima escolar; es así como la
UNESCO (2000) plantea que «la posibilidad de que la escuela sea significada
por el alumno como una experiencia emocionalmente positiva va a depender
en gran medida del ambiente que logren crear los alumnos y los profesores en
el contexto educacional» (UNESCO, 2000).
Desde otra perspectiva, Mertz (2006) plantea que la escuela «es el ámbito
de intervención privilegiado para la socialización y formación de valores pro
sociales, y para prevenir que los niños y jóvenes sean víctimas o autores de un
amplio rango de conductas negativas, ahora y en el futuro» (p.16)
El clima escolar no se asocia exclusivamente con la disciplina y la autoridad,
sino más bien con la conformación de un ambiente propicio para enseñar y
para aprender, en el que se pueden identificar distintos componentes, entre los
cuales se pueden mencionar:
- La calidad de las relaciones e interacciones entre las personas (entre
todos los miembros de la comunidad educativa).
- La existencia de actividades planificadas en los diversos espacios
formativos (aula, patios, bibliotecas, etcétera).
- Un entorno acogedor (limpio, ordenado, decorado, etcétera).
- La existencia de normas y reglas claras, con una disciplina consensuada
y conocida por toda la comunidad educativa.
- La existencia de espacios de participación.
Grisay, (1993) señala que el clima escolar debe ser considerado como eje
de comprensión, no solo de una estructura de comportamiento, sino como la
forma en la cual la escuela configura su mundo educativo en relación con sus
permiten medirlo:
- Sentimiento de los alumnos de ser objeto de atención.
- Sentimiento de los alumnos de justicia y equidad.
- Sentimiento de los alumnos de competencia (de sentirse competente) y
de capacidad.
- Sentimiento de orgullo de los alumnos por estudiar en esa escuela.
- Sentimiento de satisfacción general de los alumnos por su escuela.
En un clima escolar positivo los acontecimientos de crisis son más
fáciles de gestionar y presentan menos riesgo de tomar decisiones no
deseadas (Gottfredson, 2001). En este sentido, una tarea clave de los/las
profesores es enseñar a sus estudiantes a resolver conflictos de manera no
violenta; desterrando la ilusión de que no van a haber conflictos, puesto que el
conflicto es inherente al funcionamiento social.
Manejar los conflictos es quizás uno de los grandes retos de cualquier
sistema educativo en el mundo. La necesidad de responder a las exigencias de
la sociedad, por parte de la escuela, para por la formación de estudiantes que
propicien a través de su comportamiento la construcción de una sociedad
pacífica.
IX. Evaluación del clima.
Según Milicic (2001), evaluar el clima social de una organización es
fundamental, ya que permite identificar los probables obstáculos del logro de
los objetivos de la institución. El clima escolar como objeto de evaluación es
importante porque permite tener un control del proceso educativo institucional,
lo cual es relevante para el proceso de mejora institucional.
Si bien son muchas las variables que pueden influir, considera cinco en la
evaluación del clima de cualquier organización:
- Estructura de la organización.
- Relaciones humanas.
- Recompensas.
- Reconocimiento.
el éxito en la escuela.
VII. El clima escolar y las transiciones.
El clima escolar juega un papel importante en los momentos de las
TRANSICIONES, eventos claves o procesos que ocurren en determinados y
específicos momentos, ligados a cambios en la persona. En el caso escolar,
nos referimos al tránsito que experimenta el estudiante entre un nivel y otro de
su etapa escolar.
La influencia de familia es medular en la primera infancia. Por ello, cuando
el niño/a ingresa al centro de cuidado o a la escuela, es necesario incorporar a
los padres en el proceso que se inicia, promoviendo la comunicación y el
intercambio entre padres y maestros para favorecer la continuidad de las
experiencias del niño/a. La orientación a la familia, la participación y la
articulación de las acciones entre la familia y la institución educativa, son
inquietudes que han estado presentes desde el origen de la educación
preescolar. El esfuerzo y compromiso por involucrar a los padres en el proceso
educativo de sus hijos, es un factor que contribuye a facilitar las transiciones y
se evidencia en los documentos de política.
A partir de la información proveniente de los países de la OCDE se
evidencia como un elemento favorable a las transiciones, la existencia del
marco curricular que permite ser adaptado al contexto local. Entendiendo dicha
adaptación no como una simple diversificación de contenidos, sino como el
desarrollo mismo del currículo a nivel del centro o programa, permitiendo así
que el currículo se ajuste a las necesidades, intereses, y características
específicas de los niños/as. Ese es el caso de Suecia donde el currículo es
desarrollado por cada centro o programa con base en principios generales; y
de otro lado, en América Latina, el caso del Perú se plantea la diversificación
curricular.
monitoreo y supervisión.
X. Las transiciones en los niveles educativos.
A. Transiciones en el nivel inicial.
Antes de entrar a tratar el proceso de transición en el nivel inicial es
importante considerar el análisis de lo que es el aprendizaje. Los niños que
inician la escuela van a experimentar una determinada forma de
aprendizaje, en algunos casos similar y, en otros, muy diferente de
situaciones de aprendizaje que ya han vivido. Partimos de un concepto de
aprendizaje que lo comprende como una práctica socialmente situada, que
involucra la progresiva participación de quien aprende en las prácticas
socioculturales de una determinada comunidad (Lave y Wegner 1991,
Rogoff 1990).
Rogoff y sus colaboradores entienden la cultura como una constelación
integrada y dinámica, históricamente constituida, de las prácticas de una
determinada comunidad (Rogoff y Angelillo 2002: 212). Es por ello que
consideran el aprendizaje como un proceso de «participación guiada»
(Rogoff 1990), en la medida en que quienes aprenden se van incorporando
a una determinada comunidad a través de la participación y en interacción
con otros más experimentados. Desde esta perspectiva no se trata, por
cierto, de que la cultura implique un todo necesariamente consistente,
homogéneo o separado de otras entidades. Por el contrario, existen
discrepancias y contradicciones, y es, por lo mismo, más un proceso que
una entidad (Rogoff y Angelillo 2002:
217).
La transición a primer grado parece ser clave ya que los niños que se
adaptan mejor a dicho grado tienden a mostrar un mejor desempeño en los
años siguientes que aquellos que no se adaptaron bien. También hay
evidencia que muestra que los niños con acceso a educación inicial
tienen más posibilidades de experimentar una transición exitosa al primer
grado (Margetts 1999; Rodrígues 2000; Le Roux 2002; Save the Children
2003, 2004). A pesar de que existen aún pocos estudios en esta línea en
América Latina, el inicio de la escolaridad no deja de ser relevante en la
región. Durante los años noventa, se hizo evidente la importancia de este
período al constatar que las más altas tasas de repetición ocurren en el
primer grado: al comienzo de dicha década 42% de los niños inscritos en el
primer grado repitieron, mientras que el promedio en primaria era 29%. Las
tasas de repetición variaban entre los diferentes países, pero la cifra más
alta se encontraba siempre en primer grado. Ello contribuyó a resaltar la
importancia de estos primeros años y la necesidad de actuar sobre ellos.
Una década después la mayoría de países en América Latina muestran una
tasa de repetición en el primer grado de entre 10% y 15% —aunque Brasil y
Guatemala tienen aún una tasa más alta, de 29% y 27% respectivamente—
(UNESCO 2006).
TERCERA PARTE
B. Chaux (2012)
Actividad:
En base a la lectura elabore un cuadro comparativo entre clima
organizacional y clima escolar.
Elabore un ensayo sobre la importancia del proceso de transición de los
estudiantes del nivel inicial ó un ensayo sobre la importancia de la
formación democrática en la escuela.
Los productos serán enviados al correo del centro de capacitación Jean
Piaget; para su evaluación respectiva.