Ética y Valores 9 Docente: Aymer Tijo Rincón

EL SER HUMANO Y SU PERFECCIONAMIENTO

LA EXISTENCIA DEL SER HUMANO: El hombre existe, es decir, es y es persona, irrepetible,

única, autónoma; es un ser que no se identifica con ningún otro ser, ni siquiera con los seres de
su misma especie. Su individualidad no es sólo en el campo meramente físico o material, en ese
campo que se puede apreciar a través de los sentidos, pues esto también lo comparte con las
plantas, los animales y hasta con los minerales; nunca un árbol es idéntico a otro, en el estricto
sentido de la palabra, aunque todos tengan raíz y tallo, hojas, flores y produzcan frutos; un árbol
de mango no es otro árbol de mango sino ese, el que él es, y así sucede con todos los seres.

Pero ya en el hombre esa irrepetibilidad se acentúa muchísimo más, pues aunque todos los
hombres tienen en su cara ojos, nariz, oídos, cejas, sin embargo ninguno es idéntico a otro; y si
no son idénticos en ese aspecto material o físico, cuánto menos idénticos serán en el campo
personal.

Esto nos lleva a pensar lo siguiente: Si

en la producción de nuevos seres
podemos hablar de reproducción o
generación por transmisión de genes,
no podríamos hablar de generación o
reproducción en un ser personal pues
la genética, o las leyes de la
reproducción, sólo alcanzan a
explicarnos el fenómeno en cuanto
material y no en cuanto que es
espiritual o racional. En consecuencia,
¿cómo aparece un ser espiritual y
racional?, que eso es lo que es una persona; si no es por vía de generación, debe serlo por vía
de creación nos explicamos más fácil irrepetibilidad, su unicidad, su propia identidad, la posesión
de su propia existencia.

Así pues, en la existencia de todo ser personal humano concurren dos principios distintos: En
cuanto que es persona el de la creación, y en cuanto es humano o poseedor de un cuerpo
material, el de la reproducción; pero siendo que la racionalidad es la nota diferencial específica
del ser humano con relación a los demás seres, su existencia sólo puede entenderse como dada
por acto de creación, es como si se le entregase el ser total y la persona aceptara esa entrega
sin que ella hubiese tenido nada que ver en su propia hechura, ni en su forma de aparición en el
mundo, ni en el momento de esa aparición.

Otra cosa le ha sido dada con su ser y es la vida, es decir, su ser implica la vida, su ser es un ser
activo, lo que significa que posee en sí mismo un principio activo, causa de sus movimientos
interiores o exteriores que es el origen y la explicación de toda su actividad, o ser personal que
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es lo mismo que ser racional, tiene también la capacidad de conocer su entorno u orientar su
actividad propia, no sólo en cuanto a la dimensión de su entorno. La vida del ser personal une su
espíritu y su cuerpo, unión que es independiente de la voluntad humana; se trata de un perfecto
hombre, no de un hombre perfecto.

Hablamos de dos maneras distintas de perfección o de la perfección de distinta manera; la

primera es que el hombre ha sido creado espiritual, racional, material, nada le falta para ser
perfecto hombre, es decir, la existencia de ser humano en cuanto hombre es perfecta, su ser es
perfecto; la otra manera de perfección se refiere a la actividad de la persona, esta será más
perfecta en cuanto sus actuaciones en su vida responden a lo que es su ser.

Expresado de otra manera diremos que sin la primera perfección el hombre simplemente no
existe y sin la segunda perfección el hombre no es todo lo que debe ser según su naturaleza.
Pongamos un ejemplo: Un aparato de radio tiene dos perfecciones distintas, la primera
perfección, en cuanto a su ser, que consiste en tener todos los elementos indispensables para
recibir ondas sonoras y amplificarlas; la segunda perfección es en cuanto a su operación, es decir,
que reciba y emita bien el sonido porque sus instrumentos estén en perfectas condiciones de
funcionamiento; si alguno de esos elementos llegara a descompensarse, no dejaría de ser un
radio, pero tampoco prestaría todo el servicio que según su naturaleza debe prestar. Así sucede
con él hombre y con todos los demás seres.

Pero aquello que en el radio es mecánico, en el hombre no lo es, es decir, el hombre actúa
libremente. Antonio Millán lo explica más o menos así: Somos, luego todo no está por hacer, pero
somos libres, luego todo no está hecho.

Actividad de control

1. En pocas palabras explique por qué razón es más fácil comprender que la persona humana es
creada y no reproducida.
2. Diga tres características del ser personal.
3. Diga cuál es la nota diferencial específica del ser humano con respecto a los demás seres.
4. Explique brevemente en qué consiste la perfección en el ser y la perfección en la operación.

LA PERSONA HUMANA Y LA PERSONALIDAD: Podríamos iniciar este tema con una frase de
José María Cabodevilla, quien dice: “la vida que comienza con muy precarios ensayos en el
mundo vegetal y animal, alcanza en el hombre y sobre todo en el espíritu puro, un valor
sobresaliente, pues en ellos tornase más pura y poderosa esta automoción, esta inmanencia del
movimiento “(Cabodevilla, José María. Cristo Vivo. Edit. BAC, tercera edición, Madrid, pág. 402).

La vida que ha sido otorgada al ser humano junto con su personalidad es de tal modo suya, con
tanta fuerza, que si se pretende modificar se destruye el ser humano. Cuando la persona usa de
su vida en beneficio de su ser personal, la vida se va haciendo cada vez más una misma cosa
con su propio ser, la va poseyendo más íntimamente, va haciendo cada vez más su propia
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historia. Si la persona hace que sus potencias y facultades propias se orientan a su ser,
utilizándolas conforme a su naturaleza y a su fin, va abriendo la puerta para fijarse definitivamente
y de manera más radical en la existencia, al mismo tiempo que se va apartando de la posibilidad
que tiene de desaparecer.

Entre persona y realización de la persona hay un camino que recorrer, el cual sólo le corresponde
hacerlo a cada persona, porque sólo ella puede hacerlo; es un camino que significa irse alejando
cada vez más de la desaparición, la muerte o el fracaso, para irse adentrando con más fuerza en
su propia posesión y en la realidad; por eso la idea del hombre como caminante en la tierra es
una idea central, fundamental, pocas hay tan fundamentales para entender la existencia humana.

Hemos dicho entre persona y personalidad hay un camino que recorrer, un camino que va desde
el ser persona que es lo que somos todos nosotros y para lo cual no hemos tenido que hacer
absolutamente nada y que sin embargo somos perfectas personas, hasta el realizamos
personalmente, esto es, casi como alcanzar todas las perfecciones que podemos alcanzar y que
debemos alcanzar según nuestra naturaleza. Todo lo que podemos llegar a ser ya está de algún
modo en nosotros y lo que nos corresponde es desarrollar con nuestros actos toda esa capacidad.
Esos actos que son como los pasos con los cuales vamos recorriendo el camino que empieza en
la persona y termina en la realización de la persona, haciéndola alcanzar una resonancia muy
elevada, sólo los podemos realizar nosotros mismos; nadie, absolutamente nadie, puede
realizarlos por nosotros. Los demás nos podrán ayudar, orientar, facilitárnoslos, pero en definitiva
la decisión y la ejecución corren exclusivamente por nuestra cuenta, porque si somos nosotros
los que tenemos que realizarnos, nadie podrá hacerlo por nosotros, ya que nadie alcanza la
perfección de su persona por otro.

Estos actos que, volvemos a repetir,

son como los pasos hacia la
personalidad, son actos que se
caracterizan por ser actos marcados
con el conocimiento y la voluntad, es
decir, son actos personales, o lo que
eso es lo mismo, actos humanos muy
distintos de los actos del hombre que
son aquellos en los cuales no
interviene la inteligencia ni la voluntad
total o parcialmente y que no son por
tanto actos personales. Ahora bien,
como toda ciencia tiene su objeto
material, el objeto material de la ética son los actos personales. ´´objeto material´´ estamos
diciendo ´´el conjunto de cosas con las que trabaja una ciencia´´; así pues, la Ciencia Ética trabaja
con los actos humanos.

Como hemos dicho ya en varias ocasiones, es lo mismo actos humanos que actos de la persona;
por tanto, cada vez que la persona realice un acto de estos está afirmando o negando su propia
persona, es decir, está perfeccionando o destruyendo su propia persona.
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El estudiante ya debe haber notado que la libertad tiene un papel fundamental en su propia
realización, pero nosotros queremos advertirle que una libertad cuyo ejercicio se oriente a destruir
y hacer fracasar de manera definitiva nuestra persona no tiene ningún sentido, como no tendría
sentido tampoco que la inteligencia, o el entendimiento, o la capacidad de decidirse, existirán en
función del fracaso personal, que es cabalmente el fracaso más radical.

La ética, pues, no es la ciencia del fracaso de la persona, sino de una realización y perfección.
Ahora bien, dentro del concepto general de la perfección del hombre caben muchos aspectos; por
ejemplo, el de la belleza, el del bienestar económico o social, el de la salud, el del conocimiento y
la educación, etc.; todo aquello que eleve o haga realidad una capacidad o posibilidad de la
persona, en cuanto que es persona, en cualquiera de estos campos, es éticamente bueno, y es
bueno porque se traduce en un bien para la persona, es decir en una elevación, desarrollo o
perfección de ella. Por el contrario, todo lo que merme, paralice o destruya la persona, volvemos
a repetir, en cuanto que es persona, es malo.

Nótese bien que tanto para hablar de lo bueno como de lo malo para la persona, hemos hecho la
advertencia que es tanto persona, y esto es lógico, pues, si es lo bueno para la persona el punto
de referencia es ésta, es decir, la persona, pues todas la cosas son buenas o malas para algo, es
decir, las cosas no son buenas o malas en sí, sino siempre con referencia a algo. Por ejemplo, lo
que es bueno para Juan que es comerciante, es bueno en dos sentidos, el primer sentido en
cuanto que es Juan, es decir persona, y el segundo sentido en cuanto que es un comerciante,
pero puede suceder que una cosa es buena para la condición de comerciante de Juan puede no
serlo para su persona; por ejemplo, una cosa es buena para el comerciante sería un artículo, de
precio muy elevado en el comercio, por una cantidad de dinero ínfima, valiéndose para ello de la
necesidad del que vende, o de su ignorancia, o de otros artificios o maniobras; sin embargo, esto
que es bueno para el comerciante, para Juan el comerciante, no es bueno para Juan en cuanto
persona, y no es bueno porque nadie hace a su propia persona un bien engañando a otra, o
abusando de ella; es decir, que la persona de Juan no se realiza sobre la base del engaño, aunque
puede que el comerciante que hay en Juan sí.

Así sucede con todos nosotros, ninguno podrá realizarse o perfeccionarse arrancando desde la
falsedad o la mentira; por eso decimos que la Ética es ciencia, medio para la realización de la
persona, es como el fin al cual está orientada la ética, que la persona alcance su personalidad a
través de los actos que ella como persona realiza, teniendo como criterio o principio de esos actos
a la persona misma en tanto que es elevada, perfeccionada, realizada, en una sola palabra, en
tanto que la persona se hace un bien a sí mismo con sus actos.

Ese es el objeto formal de la Ética, es decir, los actos de la persona los estudia la Ética desde el
punto de vista del bien o elevación que ella se pueda proporcionar, o del mal que también se
pueda proporcionar.

Recuérdese que objeto formal de una ciencia es el ángulo, o la perspectiva, o lo que es lo mismo,
el punto de vista desde el cual se aprecia el objeto material; por eso el objeto formal de la Ética
son esos actos humanos vistos desde el bien o el mal que la persona se cause a sí misma.
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Para concluir digamos que la persona va hacia su personalidad, hacia su perfección, a través de
sus propios actos, aquellos actos que realiza en favor o en beneficio de su persona, y que van
realizándola cada vez más, afirmándola cada vez más, realizándola cada vez más, en una
palabra, proporcionándole lo que conocemos como personalidad, que es el eco o sonido de la
persona.

Actividades de control

1. Responda y sustente por qué las siguientes afirmaciones son falsas o verdaderas:

a) Entre persona y realización de la persona hay un camino que recorrer que adelanta
siguiendo las leyes sociales.
b) Los actos que son como los pasos hacia la realización de la persona son actos que
se caracterizan por estar marcados con la inteligencia y la voluntad, es decir, son
actos humanos, o lo que es lo mismo, actos de la persona.

2. Responda las siguientes preguntas:

a) ¿Qué es el objeto material de una ciencia?

b) ¿Qué diferencia hay entre actos humanos y actos del hombre?
c) ¿Cuál es el objeto formal de la Ética?

3. Responda sí o no, indicando el ¿por qué?

a) ¿La ética es ciencia de la realización y perfección de la persona?

b) ¿Lo éticamente bueno es todo aquello que yo juzgo como tal para mí, individualmente
hablando?
c) ¿una cosa puede ser a la vez individualmente buena y personalmente mala?

4. Defina brevemente qué es bien y qué es mal, según la lectura del tema “la persona
humana y la personalidad”.

QUE SIGNIFICA Y EN QUE CONSISTE EL PERFECCIONAMIENTO DE LA PERSONA: Existe

en el lenguaje vulgar un concepto que se repite a menudo y bajo el cual se esconde como
frustración de la persona; el concepto se expresa más o menos en los siguientes términos: “yo
me quisiera realizar”, “quisiera encontrar un trabajo en el que me realizara”, “ahora si van a saber
quién soy yo”; todas estas frases tienen en común un aspecto positivo y un aspecto negativo.

El aspecto negativo es precisamente que la persona aún no ha encontrado el sentido o el camino

o la dirección de su vida, lo que indica hasta cierto punto una frustración. Ese concepto de
frustración es el que más radicalmente se opone al de realización.

El aspecto positivo de las frases anteriores, que son tan comunes en boca de tanta gente, consiste
en el anhelo o en el afán que encierran y que es el de realizarse.
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Sin embargo la palabra realizarse hay que saberla entender; supone hacer real algo; por ejemplo,
cuando nosotros vamos por la calle y descubrimos en la vitrina de un almacén esa herramienta,
ese vestido, ese libro, o esa alhaja que hemos querido siempre, y nos acercamos al vendedor
para preguntarle el costo y este nos da un precio que no está a nuestro alcance, no nos queda
más remedio que dar las gracias y retirarnos. Pasado algún tiempo, volvemos a transitar por ese
lugar y tenemos la sorpresa de que además de continuar allí el objeto que queremos, y también
un aviso en el que se lee: “Gran realización”, el precio del artículo por el que habíamos preguntado
en la primera ocasión es ahora muchísimo más bajo y se ajusta a nuestras posibilidades; es
entonces una realidad que lo podemos adquirir, dejó de ser una quimera o ideal, para pasar a
convertirse en algo no solamente posible sino real. Eso es lo que en fondo hay en todo afán de
realización.

Cuando decíamos que la palabra realizarse hay que saberla entender, nos referimos a que la
realización de la persona no es algo que esté fuera de ella como persona sino que es algo que
está dentro de ella como persona, es decir, que el verbo “realizar” aplicado a la persona es
reflexivo, es decir, se dice “realizarse”, esto es, que la persona a través de sus actos propios va
transformándose a sí misma. El peligro de este concepto “realizarse” estriba, pues, en que la
palabra se le anteponga el prefijo “auto”, que significa “por sí”, pero entendiendo ese “por sí” no
en el sentido de que ella se fija automáticamente las cosas en las que se va a realizar, sin tener
en cuenta su condición de ser personal.

Autorrealizarse, pues, no es vivir o hacer la vida según las leyes y normas subjetivas, sin tener en
cuenta la condición, la estructura y la naturaleza de la persona, sino que en la acción de la persona
en cuanto que es y se sabe ser personal. Por esa razón, más bien que hablar de autorrealización
es más conveniente hablar de realización personal o de perfeccionamiento de la persona.

En este punto coinciden los conceptos “realización personal” “perfeccionamiento de la persona”

en efecto, cuanto más se acerca algo a aquello que corresponde a su naturaleza y a su estructura,
es tanto más perfecto, y ese perfeccionamiento va a su vez alejándolo de la posibilidad de
perderse, de dejar de ser, y aproximándolo o, si se nos permite decir, introduciéndolo más en la
realidad; Es un ser más acabado , más real, más perfecto; eso es precisamente lo que sucede
con nuestra persona, mientras más nos aproximemos, por medio de nuestras acciones, a lo que
realmente, irá aumentando en nosotros el índice o grado de realización o perfección.

El perfeccionamiento de la persona consiste, pues, en ir pasando durante nuestra vida y utilizando

para ello nuestros actos personales, del estado de ser hombre, al de ser perfecto hombre.

Actividades de control

1. Haga un breve resumen en el que aparezcan claras las diferencias entre los conceptos de
“autorrealización” y de “realización personal”.

2. Explique brevemente en qué consiste el perfeccionamiento de la persona.