Está en la página 1de 13

UNIVERSIDAD NACIONAL PEDRO RUIZ GALLO

Facultad De Ciencias Biológicas

Área de Microbiología y Parasitología

MICROBIOLOGÍA ACUÁTICA

DISTRIBUCIÓN DE LOS MICROORGANISMOS EN EL MEDIO


ACUÁTICO

➢ Autores: Juan Sandoval Flores


Moreno Tafur Carlos

Diaz Valdera Alex

Infante Requejo Iván

➢ Docente: Dra. Francia Arana Olga.

Lambayeque, agosto 2020


DISTRIBUCIÓN DE LOS MICROORGANISMOS EN EL MEDIO ACUÁTICO

INDICE

I. INTRODUCCION ......................................................................................... 3
II. DISTRIBUCIÓN DE LOS MICROORGANISMOS EN EL MEDIO
ACUÁTICO ........................................................................................................ 3
III. DISTRIBUCIÓN EN EL MAR ................................................................... 4
3.1. Consideración horizontal de las regiones biogeográficas: ................ 4
3.2. Consideración vertical de las regiones biogeográficas: .................... 5
3.2.1. Dominio Bentónico ............................................................................. 5
3.2.2. Dominio Pelágico ................................................................................ 6
3.3. Desde el punto de vista de la iluminación: .......................................... 7
3.3.1. Zona Fótica: ......................................................................................... 7
3.3.2. Zona Afótica: ....................................................................................... 7
IV. LOS MICROORGANISMOS EN EL MEDIO ACUATICO CONTINENTAL
9
4.1. DISTRIBUCIÓN EN AGUAS SUBTERRANESA, MANANTIALES Y
RÍOS 9
4.2. DISTRIBUCIÓN EN LOS LAGOS Y EMBALSES ................................. 11
V. REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS: ........................................................ 13

índice de figuras
Ilustración 5: Zonas del mar ............................................................................... 5
Ilustración 6: Dominio bentónico ........................................................................ 6
Ilustración 7: Dominio pelágico........................................................................... 6
Ilustración 8: Zonas del mar ............................................................................... 7
Ilustración 11: Distribución vertical de las bacterias en lagos........................... 12
DISTRIBUCIÓN DE LOS MICROORGANISMOS EN EL MEDIO ACUÁTICO

I. INTRODUCCION
Prácticamente todas las áreas ambientales conocidas se encuentran
colonizadas por microorganismos que se han adaptado también a los
diferentes sistemas acuáticos existentes en la Tierra. En casi todos ellos
se encuentran microorganismos formando parte de las distintas
biocenosis (comunidades biológicas) con interrelaciones entre todos los
grupos que las forman y cuya distribución, tanto cuantitativa como
específica, es muy diversa y es el resultado de la cooperación e
interacción de todos los factores bióticos y abióticos y, como éstos, está
sujeta a unos cambios más o menos profundos de una manera constante
(Rhodes y Kator, 1990).

Existe una estrecha relación entre la flora bacteriana de las aguas


continentales y la del suelo. Esto es particularmente importante en el caso
de aguas corrientes, por estar expuestas constantemente a la
contaminación procedente del suelo; de ahí la gran dificultad de separar
netamente una y otra flora. Por tanto, muchas de las bacterias que
podemos encontrar en las aguas están presentes también en el suelo.

La vida marina representa un sistema casi completamente entrelazado y


que tiene un delicado equilibrio en ese medio, de modo que cada tipo de
organismo puede encontrar su propio nicho y su propio suministro
seguro de alimento. Los científicos la denominan "Cadena de la vida",
cadena que se extiende desde las criaturas microscópicas hasta los
gigantes del océano.

II. DISTRIBUCIÓN DE LOS MICROORGANISMOS EN EL MEDIO


ACUÁTICO
Las bacterias, cianobacterias y hongos se encuentran ciertamente en
todas las aguas, pero su distribución cuantitativa y específica es muy
diversa. Apenas hay dos ríos, lagos o regiones marinas en las que
coinciden totalmente. En efecto estos microorganismos forman parte de
las distintas biocenosis (comunidades biológicas), cuya composición
depende, lo mismo que su magnitud, de unas condiciones físicas y
químicas muy variadas. Las bacterias y hongos heterótrofos se pueden
desarrollar en la medida que otros seres vivos les proporcionen
sustancias orgánicas utilizables como alimento, compitiendo entre sí y
con otros organismos (algas, protozoos y metazoos). Por su parte
desempeñan un papel importante como base de los nutrientes que
necesitan los protozoos y otros seres. Aunque la alimentación constituye
un factor de especial importancia, la distribución de los microorganismos
está supeditada también a otras circunstancias ligadas a la biocenosis:
por ejemplo: a la producción de principios activos y de sustancias
DISTRIBUCIÓN DE LOS MICROORGANISMOS EN EL MEDIO ACUÁTICO

inhibidoras y los cambios que experimentan las reacción actual y la


proporción de oxigeno. También influyen directamente los factores
físicos y químicos como la luz, temperatura, presión y el quimismo del
agua y los sedimentos. Por tanto la distribución de los microorganismos
en las aguas resulta siempre de la cooperación de todos los factores
bióticos y abióticos y está sujeta, como estos a unos cambios más o menos
profundos de manera constante.

La propagación de las bacterias y zoosporas por medio de sus flagelos se


limita a un espacio relativamente reducido debido a su escaso tamaño,
no obstante las bacterias flageladas pueden alcanzar grandes velocidades
con relación a su tamaño. Los vibriones llegan a desplazarse a una
velocidad de hasta 12 mm por minuto, lo cual corresponde
aproximadamente a 3000 veces la longitud corporal de estas bacterias.
Pero el movimiento propio de los microorganismos no tiene importancia
desde el punto de vista de su distribución en las aguas. Lo mismo puede
decirse respecto a la velocidad de precipitación de las bacterias que viven
libres en el agua, velocidad que supone diariamente solo de 0,5 a 3,2 mm.
En cambio las corrientes, la sedimentación de material detrítico y de
fitoplancton y los animales acuáticos pueden propagar rápidamente los
microorganismos a distancias comprendidas entre unos metros y
muchos kilómetros. Los conocimientos sobre la distribución de las
bacterias, cianobacterias y en especial de los hongos en las distintas aguas
son incompletos. La determinación de estos microorganismos es muy
costosa y difícil y las investigaciones de las aguas no son posibles más que
dentro de ciertos límites.

III. DISTRIBUCIÓN EN EL MAR


Antes de iniciar con la distribución de los microorganismos en el mar
debemos conocer que este medio comprende una amplia zona de
características físico-químicas bastante uniformes y ocupada por los
seres marinos. Como conjunto es el ecosistema más extenso del planeta
Tierra, pero para su más cómodo estudio y considerando distintas
perspectivas, se subdivide en varias unidades o biotopos diferentes, e
incluso dentro de éstos suelen incluirse otros menores.

3.1. Consideración horizontal de las regiones biogeográficas:

• Zona Nerítica: abarca las aguas sobre las plataformas costera y continental y
es la más rica en vida marina.
• Zona Oceánica: el resto del mar a partir del Talud continental. Zona con vida
relativamente escasa en proporción a la gran extensión de mar que abarca.
DISTRIBUCIÓN DE LOS MICROORGANISMOS EN EL MEDIO ACUÁTICO

Ilustración 1: Zonas del mar

3.2. Consideración vertical de las regiones biogeográficas:

3.2.1. Dominio Bentónico


(Del griego benthos = fondo). Se refiere a lo relacionado
directamente con los fondos marinos

• Zona supralitoral o de salpicaduras: por encima


del nivel de las mareas. No es una zona
netamente marina.
• Zona intermareal o intertidal: es la zona que
permanece cubierta o descubierta según las
mareas.
• Zona sublitoral: por debajo del nivel de marea,
zona típicamente marina y muy rica en vida.
• Zona batial: ocupa el talud continental, está
oscura y llega hasta los 4.000 mts.
• Zona abisal: similar en oscuridad a la anterior.
Abarca los grandes fondos marinos.
DISTRIBUCIÓN DE LOS MICROORGANISMOS EN EL MEDIO ACUÁTICO

Ilustración 2: Dominio bentónico

3.2.2. Dominio Pelágico


Lo relacionado con el mar abierto por oposición a los
fondos marinos

• Zona epipelágica: hasta unos 100 mts. la más rica


en vida.
• Zona mesopelágica: poca luz, disminución de la
vida (sobre todo el Fitoplancton).
• Zona batipelágica: hasta unos 4000 m.
• Zona abisopelágica: sin luz, vida adaptada a la
oscuridad, temperaturas bajas y uniformes y
elevadas presiones.

Ilustración 3: Dominio pelágico


DISTRIBUCIÓN DE LOS MICROORGANISMOS EN EL MEDIO ACUÁTICO

3.3. Desde el punto de vista de la iluminación:

3.3.1. Zona Fótica:


Es la parte del mar que está iluminada y abarca las capas
superiores del océano, hasta unos 250 m, que es hasta
donde penetra la luz. A su vez se divide en dos:

• zona eufótica: es la capa más superficial y mejor


iluminada y abarca hasta los 80 m
• zona disfótica: es el resto hasta los 250 m.

3.3.2. Zona Afótica:


Se extiende desde los 250 m hasta el fondo del mar y en
ella ya no penetra la luz.

Ilustración 4: Zonas del mar

La distribución microbiana en el agua del mar tampoco


es uniforme. Amplias zonas del mar abierto padecen
una escasez crónica de sustancias nutritivas lo que hace
que, mayoritariamente, nos encontremos con las formas
más diminutas de microorganismos. Como
consecuencia, es difícil cuantificar su presencia. La
microscopía de fluorescencia ha sido uno de los
métodos que ha permitido la obtención de datos fiables.
DISTRIBUCIÓN DE LOS MICROORGANISMOS EN EL MEDIO ACUÁTICO

Es este de las fuentes termales del fondo marino un caso


excepcional y muy interesante desde el punto de vista
microbiológico y biológico en general. Las últimas
investigaciones indican que una gran cantidad de las
bacterias presentes en estas zonas son sulfobacterias
quimioautótrofas que oxidan el ácido sulfhídrico
procedente de las fallas volcánicas, aunque también las
hay que oxidan el hierro o el manganeso e incluso
heterótrofas. Estas poblaciones bacterianas constituyen
la base nutritiva de extensas poblaciones de bivalvos y
crustáceos, grandes gusanos y otros, hasta no hace
mucho, desconocidos animales que habitan este
particular ecosistema de las fuentes termales del fondo
del océano.

En los mares con acusadas diferencias de densidad, las


más altas concentraciones de bacterias suelen darse en
las capas límite entre masas de agua de diferente
temperatura y concentración salina. Esto se debe a que
en estas zonas, las diferencias de densidad representan
un obstáculo para la precipitación, tanto de bacterias
como de partículas en suspensión. Por ello, además, se
dan también aquí unas más favorables condiciones de
alimentación y las bacterias, no sólo aumentan de
número de forma pasiva sino que pueden reproducirse
con mayor facilidad. Los vientos y las mareas pueden
alterar estas estratificaciones del agua de forma más o
menos temporal, variando por ello la distribución de los
microorganismos.

De acuerdo con todo esto, aunque no hay aun


demasiados datos sobre el número total de bacterias, el
recuento de bacterias saprofítas, mucho mejor
estudiadas, es básicamente más elevado en las aguas
costeras que en mar abierto y, generalmente, desciende
bruscamente a medida que aumenta la distancia a la
costa. En estos momentos no se reconoce ningún género
bacteriano definido como netamente marino por lo que,
como ya hemos indicado, resulta del todo razonable
preguntarse si realmente existen bacterias
específicamente marinas. Lo único que presentan en
común la mayoría de los aislados de las zonas marinas
es su capacidad para sobrevivir y crecer en el agua del
mar. Muchos de estos aislados exigen una concentración
DISTRIBUCIÓN DE LOS MICROORGANISMOS EN EL MEDIO ACUÁTICO

determinada de NaCl cuando se les aísla por primera vez


y muchos son también psicrotrofos o claramente
psicrófilos.

Las bacterias que con mayor frecuencia se aíslan del


medio marino son bacilos gram-negativos y casi un 90%
de ellos corresponden a los géneros Vibrio,
Pseudomonas, Flavobacterium y organismos
relacionados. En el Plancton hay también muchas
bacterias de pequeño tamaño (0.2-0.5 micrometros) no
identificadas que presentan su pared celular con
estructura gram-negativa. Vibrio parahaemolyticus

más abundancia a los 5 000 metros, donde están


preferentemente en el fondo, mezcladas con los
detritos, aunque pueden encontrarse hasta los 11 000
metros. Sus cantidades llegan a ser fabulosas, y se han
contado hasta 420 millones de bacterias por gramo de
fango marino.

IV. LOS MICROORGANISMOS EN EL MEDIO ACUATICO


CONTINENTAL
Prácticamente todas las áreas ambientales conocidas se encuentran
colonizadas por microorganismos que se han adaptado también a los
diferentes sistemas acuáticos existentes en la Tierra. En casi todos ellos
se encuentran microorganismos formando parte de las distintas
biocenosis (comunidades biológicas) con interrelaciones entre todos los
grupos que las forman y cuya distribución, tanto cuantitativa como
específica, es muy diversa y es el resultado de la cooperación e
interacción de todos los factores bióticos y abióticos y, como éstos, está
sujeta a unos cambios más o menos profundos de una manera constante
(Rhodes y Kator, 1990).

4.1. DISTRIBUCIÓN EN AGUAS SUBTERRANESA,


MANANTIALES Y RÍOS

En las aguas subterráneas y de manantial la cantidad de bacterias


es, por regla general, escasa, debido a su pobreza en principios
nutritivos y a la filtración que sufren a través de las distintas capas
de suelo. Dada la escasa concentración de materias nutritivas, las
células suelen ser pequeñas, predominando los cocos más
DISTRIBUCIÓN DE LOS MICROORGANISMOS EN EL MEDIO ACUÁTICO

diminutos y los bacilos cortos (Rheinheimer, 1987) aunque


algunos autores aseguran que los tamaños de la mayoría de las
bacterias observadas no son significativamente más pequeños
que los obtenidos de aguas superficiales ricas en nutrientes
(Hirsch y Rades-Rohkohl, 1983). El espectro de especies varía
mucho según la clase de agua, teniendo una influencia muy
importante la temperatura y la composición de sustancias
minerales (Buchanam-Mappin eta!., 1986; Fillpa aL, 1988; Hirsch
y Rades-Rohkoh], 1983). En las aguas superficiales la flora
bacteriana es generalmente mucho más rica en especies que en
las subterráneas.

También se pueden encontrar grandes oscilaciones en el perfil


longitudinal de los ríos, atribuibles principalmente a la influencia
que ejercen los afluentes, la evacuación de aguas residuales, las
instalaciones portuarias y otros factores entre los que debemos
incluir la autodepuración natural del río. Contrariamente a lo
dicho respecto al perfil longitudinal, tanto el transversal como el
vertical ofrecen diferencias relativamente escasas en lo
concerniente al número de bacterias puesto que la corriente y el
viento remueven constantemente el agua, lo que hace que, tanto
las bacterias como la materia que usan para alimentarse, se
distribuyan más uniformemente. Sólo se pueden advertir
diferencias de cierta consideración en las riberas y en el fondo.

En los ríos y arroyos un factor importante es la velocidad de las


aguas, que influye tanto en el número de microorganismos
presentes como en la composición de las comunidades
microbianas. Las aguas que corren a gran velocidad son poco
productivas y tienen una micropoblación pobre en especies, que
han de adaptarse a las condiciones extremas determinadas por la
corriente.

La biomasa de las bacterias tiene una importancia considerable


pera la biología de los ríos. Así sucede especialmente durante los
meses de invierno en las zonas de clima templado cuando
disminuye intensamente la cantidad de fitoplancton, pero
aumenta la de bacterias y protozoos (ciliados y flagelados) que
utilizan aquél como alimento.

La cantidad de bacterias saprofitas puede aumentar también


mucho de manera transitoria en las crecidas estivales de las
aguas, ya que los terrenos inundados originan intensa
contaminación adicional, a la vez aportan nuevos materiales
DISTRIBUCIÓN DE LOS MICROORGANISMOS EN EL MEDIO ACUÁTICO

nutritivos. En cambio en los ríos que no sufren ninguna


contaminación apreciable a causa de las aguas residuales, no se
produce el ritmo estacional expresado, con un máximo invernal y
un mínimo estival. Tanto el numero total de bacterias como el de
las que son saprofitas dependen en este caso mucho más de los
principios nutritivos producidos en el mismo río, sobre todo por
le fitoplancton.

La cantidad bacterias es muy escasa en el agua de los manantiales


por regla general. Esto es debido a la pobreza de esa agua en
principios nutritivos. El numero total de ellos oscila entre varios
miles y unos centenares de miles por ml y el de las saprofitas,
entre 10 y varios cientos en general. Dada la escasa concentración
de materias nutritivas, las células suelen ser más pequeñas,
predominando los cocos más diminutos y los bacilos cortos. En su
mayor parte se aprecian solo mediante tinción fluorescente al
microscopio óptico

4.2. DISTRIBUCIÓN EN LOS LAGOS Y EMBALSES


En los lagos formados por aguas subterráneas hay muchas
bacterias de las existentes en esas aguas, a las que se pueden
sumar otras especies, en mayor o menor número, dependiendo de
las condiciones físico-químicas. En cambio a los lagos fluviales y a
los embalses afluyen ríos que van a influir en su micropoblación,
siendo esta influencia tanto mayor cuanto menor sea el lago o
embalse, aunque la flora bacteriana lacustre siempre será
diferente a la fluvial debido a las diferencias existentes entre
ambos medios.

El número total de bacterias en lagos y embalses, así como su


distribución estacional, va a depender del grado de
contaminación y del estado trófico de los mismos. En los no
contaminados y oligotróficos el número máximo de bacterias
suele coincidir con la época de mayor producción por parte del
fitoplancton, es decir la primavera, principio del otoño o final del
verano. En lagos y embalses contaminados por aguas residuales
se puede obtener un máximo en invierno como ya hemos
comentado en el caso de los ríos.
DISTRIBUCIÓN DE LOS MICROORGANISMOS EN EL MEDIO ACUÁTICO

En los lagos contaminados por aguas residuales suele aumentar


claramente el número de bacterias saprofitas en invierno. Los
lagos originariamente oligotróficos se convirtieron en eutróficos
en poco tiempo a causa de la aportación de materia orgánica
procedente de los bosques destruidos. La distribución vertical de
las bacterias en zonas de clima templado ofrece grandes
diferencias estacionales (Cbrzanowski y Hubbard, 1988). En la
época cálida la capa superior se calienta, lo que origina una
estratificación estable formada por una capa superior caliente o
epilimnion y otra inferior fría o hipolimnion. La temperatura
desciende con brusquedad entre una y otra, lo que da lugar a una
capa de transición térmica denominada termoclina o
metalimnion. Estas tres capas, mientras dura esta situación, son
totalmente inmiscibles. La estratificación térmica de la época
estival tiene naturalmente una importancia extraordinaria para la
biología; en las tres capas no sólo es muy diverso el número total
de bacterias, sino también su composición específica, su
crecimiento y su actividad (Lovelí y Konopka, 1985 b, c;
Nagata,1984).

Cuando llega la época fría, se produce un enfriamiento de la capa


superior que cae sobre las otras, produciéndose la mezcla de la
columna de agua. Esto está ocurriendo continuamente durante
todo el invierno, por lo que a esta etapa se la denomina de
circulación. Durante esta época la distribución de bacterias es
mucho más uniforme puesto que la columna de agua se encuentra
en mezcla continua.

Ilustración 5: Distribución vertical de las bacterias en lagos


DISTRIBUCIÓN DE LOS MICROORGANISMOS EN EL MEDIO ACUÁTICO

V. REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS:
• RHEINHEIMER, G. 1994. Microbiología de las Aguas. Edit. Acribia. S.A.
Zaragoza. España

• ALBRIGHT, LUJ., McCRAE, 5.1<. and MAY, BUE. 1986. Attached and free-
floating bacterioplanlcton in Howe Sound, British Columbia, a coastal
marine fjord-embayment. Appl. Environ. Microbio!. 51, 614-621.

• ANDERSEN, P. ana FENCHEL, T. 1985. Bacterivory by microheterotrophic


flagellates in seawater samples. Limnol. Oceanogr. 30, 198-202.

• ANDERSEN, P. and S0RENSEN, H.M. 1986. Population dynamics and


trophic coupling in pelagic microorganisms in eutropbic coastal waters.
Mar. Eco!. Prog. Ser. 33, 99-109.

• ABSOLOM, DR., LAMBERTI, 1W., POLICOVA, Z., ZINGG, W., van OSS, C.J.
and NEUMANN, A.W. 1983. Surface thermodynamics of bacterial
adhesion. App!. Environ. Microbio!. 46,90-97.

También podría gustarte