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El mecanismo de Frank-Starling.
Cuando hay una disminución del volumen latido se presentara un vaciamiento
incompleto de la cavidad, de modo que el volumen de sangre que se acumula en
el ventrículo durante la diástole es superior a lo normal. Este mayor estiramiento
de las miofibrillas, al actuar mediante el mecanismo de Frank-Starling, induce
un mayor volumen latido en la contracción subsecuente, que ayuda a vaciar el
ventrículo dilatado y mantener el gasto cariaco anterógrado.
Mecanismos compensatorios de la insuficiencia cardiaca.
Tanto el mecanismo de Frank-Starling (se pone en acción por la elevación
del volumen diastólico final ventricular) como el incremento de la fuerza
contráctil (derivado de la hipertrofia miocárdica por el aumento del estrés
parietal y la activación neurohormonal) sirven para mantener el volumen
latido anterógrado.
Las alteraciones neurohormonales.
Varios mecanismos compensatorios neurohormonales importantes se activan en
la insuficiencia cardiaca en repuesta a la disminución del gasto cardiaco. Tres de
los más importantes implican:
1. El sistema nervioso adrenérgico.
2. El sistema renina-angiotensina-aldosterona.
3. El incremento de la producción de la hormona antidiurética (ADH).
En parte estos mecanismos sirven para aumentar la resistencia vascular
sistémica, lo que ayuda a mantener la perfusión arterial hacia los órganos vitales
incluso en presencia de disminución del gasto cardiaco. Esto es, puesto que la
presión arterial (PA) equivale al producto del gasto cardiaco (GC) y la
resistencia vascular periférica total (RVPT): PA=GCxRVPT un incremento de
la RVPT inducido por estos mecanismos casi puede contrarrestar la caída del
GC y en fases temprana de la insuficiencia mantener una presión bastante
normal. Además que la activación neurohormonal trae con si la retención de
agua y sal, que a su vez incrementa el volumen intravascular y la precarga del
ventrículo izquierdo, lo que eleva al máximo el volumen latido mediante el
mecanismo de Frank-Starling.
La estimulación neurohormonal compensatoria se desarrolla en
respuesta a la disminución del gasto cardiaco anterógrado y la
presión arterial en la insuficiencia cardiaca.
El desarrollo de hipertrofia y remodelamiento ventriculares.
La hipertrofia y el remodelamiento ventriculares son procesos compensatorios
importantes que se desarrollan en respuesta a las cargas hemodinámicas al
transcurrir el tiempo. El estrés parietal incrementa por lo regular en la
insuficiencia cardiaca en desarrollo, como resultado de la dilatación del
ventrículo izquierdo (aumento del radio de la cavidad) o la necesidad de generar
presiones sistólicas altas para hacer frente a la poscarga excesiva. El incremento
sostenido del estrés parietal estimula el desarrollo de la hipertrofia miocárdica y
el depósito de matriz extracelular. Este incremento de la masa de fibras
musculares sirve a modo de mecanismo compensatorio que ayuda a mantener la
fuerza contráctil y contrarresta la elevación del estrés parietal ventricular (el
grosor de la pared es el denominador en la relación de Laplace).
Signos
Los signos de la insuficiencia cardiaca varían con base en la gravedad y la cronicidad
de la condición y pueden dividirse en los asociados a la disfunción cardiaca izquierda y
derecha. Los pacientes que solo tienen compromiso leve pueden encontrarse en un buen
estado.
Un paciente con insuficiencia cardiaca crónica grave puede desarrollar caquexia,
como resultado del apetito deficiente y las demandas metabólicas del incremento del
esfuerzo respiratorio. En la insuficiencia cardiaca izquierda descompensada la
persona puede mostrar tonalidad oscura en la piel por la disminución del gasto
cardiaco y diaforesis, con extremidades frías por efecto de la vasoconstricción arterial
periférica. La taquipnea es frecuente también como la presencia del patrón respiratorio
de Cheyne-Stokes en la insuficiencia cardiaca avanzada y de taquicardia sinusal esta
última debido al incremento de la actividad el sistema nervioso simpático.
En la insuficiencia cardiaca derecha pueden existir hallazgos distintos. La exploración
cardiaca puede revelar un impulso ventricular derecho paraesternal palpable, que
revela el crecimiento del ventrículo derecho, o bien un S3 derecho o un galope S4. Es
posible la auscultación de un soplo de insuficiencia tricuspidea.
Pueden desarrollarse derrames pleurales tanto en la insuficiencia cardiaca izquierda
como en la derecha, puesto que las venas pleurales drenan lo mismo en el lecho venoso
sistémico que en el pulmonar. La presencia de derrame pleural puede sospecharse en la
exploración física por la presencia e matidez a la percusión en la cara posterior de las
bases pulmonares.
Diuréticos
Al fomentar la eliminación de sodio y el agua a través del riñón, los diuréticos
disminuyen el volumen intravascular y, con ello, el retorno venoso al corazón.
Los diuréticos deben utilizarse solo si existe evidencia de congestión pulmonar
(estertores) o acumulación periférica de líquido intersticial (edema).
Los agentes que actúan principalmente en el asa de Henle del riñón (furosemida,
torasemida y bumetanida) son los diuréticos más potentes para la insuficiencia
cardiaca. Los diuréticos tiazidicos (hidroclorotiazida y metolazona) también son
útiles pero menos efectivos cuando existe disminución de la perfusión renal, lo
que a menudo ocurre en este trastorno.
Vasodilatadores
Como se indicó antes, los mecanismos compensatorios neurohormonales en la
insuficiencia cardiaca a menudo determinan una vasoconstricción excesiva, la
retención de volumen y el remodelamiento ventricular, como deterioro
progresivo de la función cardiaca. Los fármacos vasodilatadores ayudan a revertir
estos cambios negativos. También numerosos estudios han demostrado que
ciertos regímenes vasodilatadores prolongan en grado significado la
sobrevivencia en personas con insuficiencia cardiaca.
o Los vasodilatadores Venosos (nitratos). Incrementan la capacitancia venosa,
y con ello reducen el retorno venoso hacia el corazón y la precarga del
ventrículo izquierdo.
o Los vasodilatadores Arteriolares Selectivos (Hidralazina). Reducen la
resistencia vascular sistémica y por ello, la poscarga del ventrículo izquierdo,
que a su vez permite un mayor acortamiento de las fibras musculares del
ventrículo durante la sístole.
Algunos grupos generan vasodilatación tanto en el circuito venoso como en el
arteriolar. Entre estos, los más importantes son los agentes que inhiben el sistema
renina-angiotensina-aldosterona.
o Los inhibidores de la ECA. Bloquean la síntesis de la angiotensina II, con lo
que modulan la vasoconstricción inducida por esa hormona en pacientes con
insuficiencia cardiaca. Al ser vasodilatadores mixtos disminuyen la precarga y
poscarga, y favorecen el aumento del gasto cardiaco en el corazón
insuficiente. Se asocia a la mejoría de la clase funcional, aumento de la
supervivencia tanto en los pacientes con IC de etiología isquémica como en
los pacientes con miocardiopatía de otra etiología en fase de dilatación.
o Antagonistas de los receptores de la angiotensina II (ARA II). Se reserva
para los pacientes intolerantes de los IECA. Los ARA permiten una inhibición
más completa del sistema que los IECA.
o La nesiritida (BNP recombinante humano). Es un fármaco vasodilatador
intravenoso disponible para pacientes hospitalizados con insuficiencia
cardíaca descompensada. Induce una vasodilatación rápida y potente,
disminuye las presiones intracardiacas elevadas y aumenta el gasto cardiaco
anterógrado.
Fármacos Inotrópicos Positivos
Incrementan la disponibilidad del calcio intracelular, potencian la fuerza de
contracción ventricular y, por ende, desplaza la curva de Frank-Starling hacia
arriba. Debido a ello, el volumen latido y el gasto cardiaco se incrementan. Por lo
tanto, estos agentes pueden ser útiles para manejar a los pacientes con disfunción
sistólica, pero no a los que cursan con insuficiencia cardiaca con fracción de
eyección conservada.
o Agonistas betaadrenérgicos (dobutamina y dopamina). Se administran por
vía intravenosa para dar apoyo hemodinámico temporal a pacientes
hospitalizados con enfermedad critica.
o Inhibidores de la fosfodiesterasa tipo 3 (milrinona). Esta limitado al
manejo intravenoso de la insuficiencia cardiaca congestiva en pacientes con
enfermedad critica.
o Digitalicos. Incrementan la contractilidad, reducen el crecimiento cardiaco,
alivian los síntomas e incrementan el gasto cardiaco en pacientes con
insuficiencia cardiaca sistólica. También aumentan la sensibilidad de los
barorreceptores, de forma que mitiga el impulso simpático compensador en el
corazón, un efecto deseado que reduce la poscarga del ventrículo izquierdo.