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Ética y Responsabilidad y Estudios organizacionales para la calidad

Docente: Rafael Carvajal Baeza

Estudiante: Natalia Ricardo Villota

Código: 2005056-7884

Texto: “Responsabilidad a los actores Corporativos: La Construcción de


Instituciones en Minneapolis-ST.PAUL”

Autor: Joseph Galaskiewics

El Institucionalismo se reconoce ampliamente como el nuevo enfoque que hace


parte del estudio de los fenómenos sociales, económicos y políticos,
manteniéndose dentro de su concepto una ambigüedad acerca de lo que implica,
en tanto que sus portavoces varían en el énfasis relativo que le otorgan a los
elementos micro y macro, en su ponderación de los aspectos cognitivos y
normativos de la instituciones y al mismo tiempo, en la importancia que atribuyen a
los intereses y a las redes relacionales tanto en su creación como en la difusión de
las mismas instituciones.

Sin embargo, desde la mirada de los autores, se puede distinguir que a pesar de
que existen tantos “neo institucionalismos” como disciplinas sociales, en esta
oportunidad sólo se hace énfasis en uno de ellos, que ha dejado su marca en la
teoría de las organizaciones, y está emparentado con la sociología. Empezando
por decir que el renacimiento del estudio de las instituciones en las ciencias
sociales, surge como reacción a diferentes situaciones, entre las que se destacan:

 La “revolución conductista” que interpretaba las conductas políticas y


económicas como consecuencia agregada de las elecciones individuales.
Los conductistas veían a las instituciones como epifenómenos, como mera
suma de propiedades individuales, despreciando el contexto social.

 Un resurgimiento de visiones como las de Veblen y Commons que se


centraban en los mecanismos a través de los cuales ocurre la acción social
y económica.

 Al esfuerzo captar las durables interconexiones entre la política, la


economía y la sociedad, de funcionalistas como Parsosns y Szelnick.

Todo lo que permite decir, que la durabilidad de las instituciones sociales se


producía a un alto costo, especialmente dentro de un mundo donde las
instituciones habían terminado por convertirse en algo considerablemente más
grande, complejo, y –prima facie- más importante, que la vida colectiva. Pues
según lo argumentado por estos dos teóricos, dentro de los estudios
organizacionales, la teoría institucional ha sido una herrramienta eficaz que en
gran parte, ha respondido a las anomalías empíricas, justo cuando lo que se ha
observado en el mundo ha sido inconsistente frente a las formas en que las
teorías contemporáneas han enfrentado las diferentes situaciones
organizacionales, económicas y politicas.

De ahí que, la mayoría de los economistas del “institucionalismo” asumen que los
actores construyen instituciones capaces de conseguir los emergentes que ellos
desean, sin preguntarse de dónde surgen las preferencias y tampoco consideran
los mecanismos de retroalimentación entre intereses e instituciones que están
haciendo pare de las organizaciones. Por lo cual, los arreglos institucionales se
reconocen como las soluciones más adaptativas, a la hora de tener que enfrentar
problemas de oportunidad, información imperfecta, y costos de monitoreo en las
Instituciones.
Siendo entonces todo lo mencionado anteriormente, la razón por la cual el nuevo
Institucionalismo aplicado al análisis organizacional, se enfatiza ante todo, en las
maneras en que se estructuran la acciones y se hace posible el orden, a través de
unos sistemas de reglas compartidas que por su parte restringen la inclinación y
capacidad de los actores a la optimización. Privilegiando a algunos grupos cuyos
intereses, según los autores, son garantizados mediante recompensas y
sanciones.

Para empezar esta reflexión, es preciso reconocer que el nuevo institucionalismo


se ha venido distinguiendo como un proceso que permanece más atento a la
legitimación y reproducción social, que a las cuestiones de poder, cambio y
eficiencia. Por lo que al querer aplicar lo argumentado por los dos autores, dentro
de mi ámbito laboral, es necesario que haga énfasis en el hecho de que los
ambientes organizacionales están compuestos de elementos culturales y que por
tanto, son las creencias tomadas por ciertas y las reglas ampliamente
promulgadas en ella, las que me pueden servir como fundamento para todo lo
organizacional.

Es decir, que sólo así podré resaltar las restricciones impuestas por la misma
institución y así, distinguir las reglas que guían las conductas de cada uno de los
empleados; buscando con ello, valorar más las acciones humanas que se dan
continuamente, como parte de un proceso de análisis organizacional.

Esto teniendo presente, que las reglas que existen en mi empresa, han sido
construidas por medio de un proceso de conflicto y competencia, que a su vez
permite ordenar y minimizar las incertidumbres que se dan dentro de las labores
diarias desempeñadas y así, poder agregar que la creación e implementación de
nuevos arreglos institucionales, deberán estar asociados con el conflicto, la
contradicción y la ambigüedad que se pueda presentar dentro de las acciones.
Todo en busca de que el funcionamiento organizacional de la misma sea cada vez
más exitoso.

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