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Ezequiel Ander-Egg

Vida, pensamiento y aportes al Trabajo Social


Patricia Duque Cajamarca
Lola Rosalía Saavedra Guzmán
Gina Paola Velásquez Castañeda

Ezequiel Ander-Egg
Vida, pensamiento y aportes al
Trabajo Social
Título: Ezequiel Ander-Egg. Vida, pensamiento y aportes al Trabajo Social

Autores: Patricia Duque Cajamarca


Lola Rosalía Saavedra Guzmán
Gina Paola Velásquez Castañeda

Cajamarca, Patricia Duque


Ezequiel Ander-Egg : vida, pensamiento y aportes al trabajo social /
Patricia Duque Cajamarca ; Lola Rosalía Saavedra Guzmán ; Gina Paola
Velásquez Castañeda. - 1a ed. - Córdoba : Brujas, 2012.
226 p. ; 23x15 cm.

ISBN 978-987-591-327-1

1. Trabajo Social. I. Saavedra Guzmán, Lola Rosalía II. Velásquez Casta-


ñeda, Gina Paola III. Título
CDD 361.3

© 2012 Editorial Brujas


1° Edición.
Impreso en Argentina
ISBN: 978-987-591-327-1

Queda hecho el depósito que marca la ley 11.723.

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Índice

Prólogo......................................................................................11
Prólogo Presidenta del Consejo Nacional de Trabajo Social.....17
Introducción.............................................................................19

Capítulo I Facetas de vida.......................................................23

La Persona............................................................................... 24
Su formación profesional y sus principales referentes intelectuales.. 27
El Profesional - Escritor...................................................... 28
Su relación con Colombia.................................................... 33
Su relación con Antonio García.......................................... 33
Su relación con Camilo Torres Restrepo............................ 34
Ezequiel Ander-Egg y La investigación inconclusa de
Camilo Torres.................................................................................. 36
Las relaciones con la Universidad Colegio Mayor
Cundinamarca................................................................................. 37

Capítulo II Valoración de la obra de Ezequiel Ander-Egg.......39

Generalidades........................................................................ 39
Aspectos metodológicos....................................................... 47
Presentación analítica de la obra........................................ 48
El mundo en que vivimos. 8 ed. Buenos Aires: ECRO, (1973). .48

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Formas de alienación en la sociedad burguesa. Buenos Aires:
Humanitas, (1983)....................................................................60
El desafío de la reconceptualización. Alicante: Humanitas. (1984).........65
¿Qué es el Trabajo Social? Alicante: Humanitas. (1984).............70
Achaques y manías del servicio social reconceptualizado.
Buenos Aires: Lumen Humanitas. (1984)..................................72
El Trabajo Social como acción liberadora. Buenos Aires:
Humanitas. (1989)....................................................................75
Las técnicas de comunicación al servicio del Trabajo Social.
Buenos Aires: Instituto de Ciencias Sociales Aplicadas (ICSA).
(1992).......................................................................................81
Introducción al Trabajo Social. México. Buenos Aires. Lima
Barcelona: El Ateneo (1993). . .................................................84
Periodismo popular. 6 ed. Buenos Aires: Instituto de Ciencias
Sociales Aplicadas – ICSA. (1993).............................................90
Introducción a la planificación. 15 ed. Buenos Aires: Lumen.
(1995). .....................................................................................94
Técnicas de investigación social 24 ed. Buenos Aires. Colección
política, servicios y trabajo social. (1995)...................................99
La planificación educativa: Conceptos, métodos, estrategias
y técnicas para educadores. 5 ed. Buenos Aires: Magisterio
Río de la Plata (1996)..............................................................101
Dialogando con Ander-Egg. Buenos Aires: Lumen Humanitas.
Compilado por Anita Lamas. (1996).......................................106
Metodología y práctica del desarrollo de la comunidad.
Volumen 1. ¿Qué es el desarrollo de la comunidad? (historia,
significado y alcance). Bogotá: Universidad Colegio Mayor de
Cundinamarca (1998).............................................................110
1. Concepto de comunidad........................................................... 112
2. Historia del trabajo comunitario como método y programa de
intervención social......................................................................... 113
3. Significado y alcance del concepto y práctica del desarrollo de la
comunidad.................................................................................... 114
4. Revisión crítica de medio siglo de realización de programas de
desarrollo de la comunidad (1947-1997)...................................... 115

8|
5. Desarrollo de la comunidad local y acción municipal............... 116
Metodología y práctica del desarrollo de la comunidad. Volumen
2. ¿Cómo hace? (aspectos metodológicos y operativos). Bogotá:
Universidad Colegio Mayor de Cundinamarca. (1999)............116
Qué es una reforma educativa. Buenos Aires: Magisterio del
Río de la Plata. (1999). .........................................................120
La problemática del desarrollo de la comunidad. 3 ed. Panamá:
Universidad Especializada de las Américas. (2003)..................122
El trabajo en equipo. Córdoba: Espartaco. (2005). ................132
Metodología de la Acción Social. Jaén - España: Universidad
de Jaén. (2006)........................................................................134
La animación sociocultural en los comienzos del siglo XXI.
Buenos Aires: Lumen Humanitas. Colección Cuadernos de
Trabajo Social. (2008).............................................................140
Los trabajadores sociales en el contexto de un mundo globalizado
condiciones y cualidades. Bolivia: Editorial Máster. (2008)........... 143
Nuevos retos de los profesionales de Ciencias Sociales.
La Atención a los adultos mayores (ponencia). En: Encuentro
Internacional Atención Integral a la persona mayor: una reflexión
para las comunidades. (2008, Bogotá.) Memorias. Bogotá:
Universidad Colegio Mayor de Cundinamarca, 2008 p. 9-46...... 145
La actitud científica como estilo de vida. México. Universidad
Autónoma de Sinaloa, Facultad de Trabajo Social. (2008)............. 147

Capítulo III Visión de Ander-Egg acerca del Trabajo Social en


el Siglo xxi, y la percepción que de él y su obra tienen cinco
académicos ................................................................................151

Precisiones iniciales............................................................ 151


Precisiones iniciales............................................................ 151
1. El trabajo social en el quehacer y el pensar de Ander-Egg........ 152
2. Desafíos, encrucijadas y crisis del trabajo social a
comienzos del siglo xxi, planteados por Ander-Egg...... 162
3. Concepción del Trabajo Social en el marco de las
realidades y políticas sociales............................................ 164

|9
Un nuevo desafío para las políticas de servicios sociales como
consecuencia de la irrupción de nuevos actores sociales................ 167
Para dar un salto de mayor profesionalización............................... 168
Los impactos del proceso de globalización neoliberal sobre la política
social y el Trabajo Social................................................................ 169
La formación de trabajadores sociales............................. 170
Algunas deficiencias significativas.................................................. 172
Tres aspectos fundamentales para la formación de los trabajadores
sociales........................................................................................... 174
La formación permanente de los trabajadores sociales.................. 178
La importancia de la dimensión emocional en la formación de los
trabajadores sociales....................................................................... 180
Los virus de la práctica del Trabajo Social...................................... 181
Saber distinguir entre la demanda laboral y la social..................... 183
Búsqueda de nuevos ámbitos de actuación y de nuevas competencias
en campos tradicionales . .............................................................. 184
Percepción de cinco académicos de
Ander-Egg y su obra............................................................ 189
Rubén Darío Utria Grosser........................................................... 190
Clemencia Gaitán De Rojas.......................................................... 195
Luis Didier Araneda Alfero........................................................... 197
Josefina Acosta Carbonel............................................................... 204
Evaristo Gonzalez Rincón............................................................. 206
Soporte bibliográfico...............................................................221

10 |
Prólogo

Antes de comenzar con la presentación del libro que hoy


tienen a su disposición, quiero explicar cuál es, en parte, la posición
personal respecto del autor a quien se hace referencia y que ha sido
fuente de inspiración de este trabajo investigativo. Es mi intención,
también, dejar expresada la satisfacción personal y profesional de
ser partícipe de esta maravillosa oportunidad de prologar. Un libro
que cuenta de mi maestro, cuya semblanza puedo constatar desde
la cercanía vital, al ser integrante de su equipo de trabajo. Pero ante
todo esta obra, nos relata algo de la trayectoria investigativa y el
ejercicio literario del autor en el campo de lo social.
En esta nueva edición del libro Ezequiel Ander Egg Vida, pen-
samientos y aportes al Trabajo Social de las autoras Patricia Duque,
Lola Saavedra y Gina Velásquez, podrán apreciar el gran legado
intelectual que ha proporcionado este notable autor a la profesión
del Trabajo Social y a las Ciencias Sociales en general.
En dicho legado se evidencia la consolidación de bases teóri-
cas y de prácticas destinadas a generar pautas claras que conduzcan a
mejorar la intervención de los trabajadores sociales y otros profesio-
nales que dedican su hacer al bienestar y desarrollo de las personas,
los grupos y las comunidades. Tales orientaciones direccionan ese
accionar profesional hacia un compromiso con los individuos y los
colectivos más vulnerados y necesitados de la población, inserta en
un escenario cada vez más complejo e individualista como lo es el
de nuestra actual sociedad. Esto se condice con una frase de Albert
Camus que él repite con frecuencia “Yo estoy al servicio de quienes
padecen la historia, no al servicio de quienes la escriben”.

| 11
Es posible reconocer, además, el estilo personal de Ander Egg
como escritor, caracterizado por un lenguaje simple y didáctico lo
cual permite que sus libros sean de fácil comprensión y aplicación.
Esto no ha implicado descuidar la rigurosidad teórica ni científica
como bases fundamentales para los profesionales; tampoco ha
significado la sustitución ni exclusión del aspecto humanista, que
siempre ha encarnado el autor en lo que hace y escribe. Este estilo
por el contrario, representa el sello irrefutable de un escritor apa-
sionado, riguroso y comprometido con las personas y los dramas
sociales, que ha puesto énfasis en transmitir los conocimientos
científicos, metodológicos y técnicos de manera simple, realista y
práctica, para encontrar las respuestas y lograr los resultados que
buscan y necesitan las personas, los grupos o las comunidades en
donde intervienen los trabajadores sociales.
Esta forma de transitar la vida caracteriza a los autores que,
como Ezequiel, son modelos de humanismo e intelectualidad, y
cuya tradición se inicia de manera clara a partir del siglo XIV con
Michel Montaigne quien marcó la tendencia hacia la formación de
un nuevo ideal de hombre, honesto y al servicio del bien público.
Ander Egg es un pensador abierto y dialógico; como tal,
rechaza tajantemente la soberbia de quienes se creen poseedores
de verdades absolutas, tantas veces detentada como estandarte de
sabiduría y, en verdad, esencia de todos los fanatismos. A diferen-
cia de esto, Ezequiel ostenta un afán obstinado que lo estimula
permanentemente a la búsqueda del conocimiento de otras cien-
cias y disciplinas para enriquecer y ampliar su pensamiento y sus
prácticas. De esta conformación personal se desprende una actitud
permeable a los diversos modos de ver y saber, a otros planteamien-
tos, acontecimientos o procesos sociales de la realidad imperante,
que definen la admirable y prolífica capacidad literaria del autor.
Dicha capacidad se ha desarrollado a partir de su visión por aunar
y compartir lo sucedido y vivenciado por muchos otros. Ésta es
la impronta que lo distingue de otros escritores, porque pone de
manifiesto no solo sus postulados, formulaciones y sugerencias, sino
que dilucida otras ideas que, incluso, puede llegar a criticar pero, de
ningún modo, descalificando a sus artífices. Ezequiel Ander Egg,

12 |
igualmente, expresa sus incertidumbres y perplejidades respecto de
aquello que considera digno y necesario de contar de la realidad
social, la cual se transforma constantemente y exige cambios en
la manera de pensar. Esto se ha convertido en el eje fundamental
de su impresionante labor literaria. Pero más importante que su
obra, es su vida. Él nos enseña que hay que vivir y no solamente
existir. “Vivir con pasión, con fuego en el corazón, ilusionadamente,
con amor a todo lo existente”.
De este modo, es posible comprender la autodefinición de
“aprendiz eterno”, ya que en todos sus libros expresa que son obras
inconclusas; de ahí las sucesivas reediciones en las que revisa y
reelabora lo ya escrito. Gracias a sus importantísimos postulados,
búsquedas y aportes puestos al servicio de las Ciencias Sociales
y sus profesionales, generaciones de estudiantes y graduados, de
interesados o vinculados a lo social han sido beneficiados por su
gran legado formativo y educacional.
Todo lo arriba señalado describe indiscutiblemente, el empe-
ño y la dedicación incansable del maestro Ander Egg por contribuir
al Trabajo Social, profesión que él ha denominado amorosa e inten-
samente profesión testimonio de lo humano. Con esta concepción,
Ezequiel realiza un tributo a la vida a través de su literatura: “Mi
vida es la materia prima de mis libros”.
Pero el libro nos permite apreciar la labor investigativa del
autor, realizada durante décadas de trabajo, y que las autoras han
podido proyectar, intentando una síntesis que consideran incom-
pleta. Ellas han elaborado un valioso material bibliográfico en el
cual plasman, de manera amplia, clara y contundente, una recapi-
tulación profunda de los significativos aportes y orientaciones de
este indiscutible científico humanista. Han convertido esta obra
en un texto memorial, que permite transitar el amplio “mapa edi-
torial” del autor. En ella se distinguen, compiladamente, las obras
más trascendentes, y requeridas, por los profesionales de tres áreas
diferentes: trabajo social, educación y animación sociocultural
(aunque circunscribiéndose, con preferencia, a las dedicadas al
Trabajo Social).

| 13
Asimismo, es necesario destacar la gran pertinencia de realizar
este escrito, y la contribución que han hecho las autoras con él,
pues han logrado un relevamiento minucioso de las publicaciones
de Ezequiel Ander Egg, transformándolas en un registro histórico
del proceso de evolución del Trabajo Social y del desarrollo de las
Ciencias Sociales. Este historial se organiza alrededor de valiosas
obras literarias, comprometidas con difundir la información y el
conocimiento. Y esto, a la vez, representa lo que hay de común entre
el autor y sus seguidoras profesionales, las autoras de este hermoso
libro memorial: ellos comparten el objetivo de aplicar y replicar el
conocimiento como disparadores de una actitud científica y hu-
manista de los profesionales que trabajan en el campo de lo social.
Además, este libro no sólo propone al lector la calidad li-
teraria de las obras de este docente investigador, sino también la
inmensa calidad humana que proyecta en sus libros, que son por
ello símbolos de una vida noble e intensa, en la que cada vivencia
humana y profesional ha sido registrada para valorar a los seres que
han sido protagonistas de éstas. A sus 82 años, Ezequiel demuestra
que “la vida es una lucha que nunca termina y dejar de luchar es
comenzar a morir”.
Estas autoras, trabajadoras sociales, revelan una gran com-
petencia investigativa, dado que ponen a nuestro alcance un libro
teórico y humanizador, que espero sea adquirido por muchos
estudiantes y profesionales del área. Ellas no han dudado, tampo-
co, en acentuar el carisma reflexivo, analista y concientizador del
autor, que se refleja en cada descripción y en cada relato, en las
nociones y los planteamientos sobre cómo percibe, cree, conoce
y ha vivenciado el hacer profesional a partir de la intervención
del Trabajo Social. Así, convierten esta obra en un compendio de
verdaderas construcciones ideológicas que han servido y servirán
a innumerables generaciones de trabajadores de lo social.
No serán útiles para aquellos que no asumen la necesidad
de moverse e inquietarse, sino a quienes tengan la legítima aspira-
ción y convicción de contribuir a los diversos enfoques de ver la
realidad y de actuar sobre ella. Y, cómo el mismo lo ha señalado

14 |
de manera tan acertada: “Que las ciencias sociales sean instrumentos
de promoción y liberación humana y que sirvan para la construcción
de una sociedad más justa y fraternal” y “Que los conocimientos cien-
tíficos tengan aplicación práctica y sirvan para las acciones concretas
destinadas a resolver los problemas sociales”.
El maestro Ander Egg ha consagrado gran parte de su vida a
escribir y corregir constantemente sus obras, con lo cual consiguió
mejorar sus escritos y hacer un análisis crítico de sí mismo con la
esperanza firme de ser útil a los demás; inspirándose también en
Confucio, uno de sus admirados filósofos, quien primero “puso en
práctica sus ideas y después las escribió para los demás”. Este modo
de ser y de vivir de Ezequiel Ander Egg ha marcado cada labor que
realiza, y lo ha convertido en un gran escritor y referente social de
quienes apostamos por el quehacer profesional desde la interven-
ción del Trabajo Social.
Para finalizar, este prólogo quisiera manifestar que el trabajo
de estas especialistas nos facilita adentrarnos en un conocimiento
más profundo de este vasto camino de la investigación y la expe-
riencia, generando así la gran sensación de tener en nuestras manos
un enorme caudal informativo y clarificador de un humanista
revolucionario que se ha aventurado por el hacer desde la acción
social y literaria, a partir de su reconocida militancia social.
Los invito entonces a introducirse en este texto memorial
que es homenaje a una labor llena de compromiso y conciencia
social. Los trabajadores sociales agradecemos el esfuerzo de estas tres
colegas colombianas y gestoras de este apreciable material literario.

Romina Valenzuela Domedel


Trabajadora Social chilena
Secretaria Técnica ICSA

| 15
Prólogo
Presidenta del Consejo Nacional de Trabajo Social

Como lector, usted encontrará en este texto la exquisita


disposición que han tenido las autoras acerca del pensamiento y
obra del doctor Ezequiel Ander-Egg, un investigador, un intelectual
estudioso del comportamiento humano y de la realidad social, que
ha aportado mucho al Trabajo Social.
Es admirable la forma sistemática en que las autoras han
organizado la información de las obras del doctor Ander-Egg, lo
cual, sin duda alguna, se constituirá en material de consulta para
estudiantes, profesores y trabajadores sociales.
En un lenguaje ameno y profesional, para enriquecer el libro,
las autoras no sólo se centraron en la lectura de los textos, sino en
los diálogos con el mismo maestro Ander-Egg y las opiniones y
percepciones de eminentes intelectuales e investigadores sociales
de Colombia y Latinoamérica.
Las autoras destacan la esencia de la obra del pensador y la
sencillez del sentido humano con que él hace la propuesta, invi-
tando a quienes toman su referente, llevarlo a la práctica desde su
perspectiva y sensibilidad que le caracteriza.

Rosario Gómez Coronado


Trabajadora social

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Introducción

Cuando se escribe acerca de alguien, la pregunta inicial es ¿por


qué? Porque el aporte de Emanuel Ezequiel Ander-Egg Milano,
ha sido rotundo e intenso en múltiples campos y durante más de
cincuenta años en el Trabajo Social, la educación y la animación
sociocultural, entre otros. Este libro pretende describir su faceta
personal y humana, a diferencia de los presentados en las ciencias
sociales que sólo nos acercan a sus obras científicas. En nuestra
obra hemos sido quizás más memorialistas que biógrafas (ya que la
biografía constituye un complejo género literario del que no somos
especialistas, sino lo que procuramos es dar a conocer un personaje
que ha hecho grandes aportes al Trabajo Social).
Reconocemos la importancia que tiene para los estudios
sociales en general, y para el Trabajo Social en particular, su pen-
samiento científico, sus aportes metodológicos, investigativos, así
como su ser. Importancia manifestada en el ámbito latinoameri-
cano y europeo. De ahí que este proceso haya sido investigativo,
sistemático y exploratorio, como un laberinto en el que se recorre
su producción intelectual, que posibilita nuevas lecturas desde
las suyas propias y acerca de su producción científica. Lo anterior
nos lleva a identificar tanto sus tesis más sobresalientes como sus
aportes al desarrollo teórico práctico del Trabajo Social y, en sí, del
conocimiento científico social.
Al reconocer la integridad y el compromiso de Ander-Egg,
hemos recurrido a diversas fuentes, a múltiples voces, principal-
mente a entrevistas en las que se reconocen personas, situaciones y
experiencias que lo evidencian como un ser en constante preocu-
pación por darle rigurosidad al uso de los métodos, evitando, a su

| 19
vez, el fetichismo metodológico (creer que basta conocer métodos
para crear y transformar la realidad). Retomamos la opinión de
destacados académicos, trabajadores del conocimiento y estudiantes
que, por su relación con Ander-Egg, brindan una amplia perspec-
tiva de su pensamiento y vida.
Nuestro propósito se cumple, en gran medida, en el primer
apartado del libro, en el que reconocemos las mil y una facetas de
Ander-Egg: un ser dedicado al estudio y la transmisión constante
de lo aprendido, en pro de hacer de este mundo -atiborrado de
injusticias, desganos, desequilibrios, pobreza y exclusión- un lugar
mejor. Un ser que cultiva valores esenciales que le hacen sencillo,
sensible socialmente, fraterno en las relaciones interpersonales y de
gran espíritu. Con una capacidad de lectura inagotable, responsable
y organizada. Quien como poseedor de un espíritu activo y em-
prendedor, logra cada objetivo que se propone y que lo ha llevado
a ser reconocido por su austeridad en el modo de vivir. Luchador
incansable por mejorar las condiciones de vida de millones de per-
sonas que sufren en la, denominada por él mismo, “Patria-Tierra”1,
que nunca expresa rencor sino firmeza y convicción profunda,
encarnando en su vida emoción y esperanza.
Nuestra indagación está enmarcada en los contextos que le
han determinado: su país de nacimiento, aquellos que lo han adop-
tado para consolidar su crecimiento y los pensamientos que han
influido su dinámica formación, inquietud y creatividad intelectual.
Lo anterior nos lleva a reconocerlo como uno de los escritores más
prolíficos para el Trabajo Social, cuando desde la década del sesenta
del siglo XX, se acerca a esta profesión, articulando la teoría con
la práctica en cada una de sus etapas (inicios, consolidación y pos-
terior expansión hacia Europa, Estados Unidos y Latinoamérica),
así como en la caracterización del proceso evolutivo del quehacer
profesional. Terminamos este apartado mencionando su última
investigación, Cómo envejecer sin ser viejo. Añadir años a la vida y
vida a los años2. Un ensayo sobre la tercera edad, motivado por su

1  Entrevista realizada en una de su visita a Colombia. Bogotá, 2007.


2  Libro que al momento de la elaboración de nuestro trabajo, se encuentra en proceso
de impresión en la Universidad Colegio Mayor de Cundinamarca.

20 |
proyecto personal de tener una existencia larga y útil al servicio
de los demás; porque también su vida es una articulación entre la
teoría y la práctica.
La preocupación por unir la teoría y la práctica, por lograr
la comunión entre la palabra y el acto, por aplicar las ciencias
sociales, es el leitmotiv de su vida y obra (de su vida, que es una
gran obra, y de cada una de sus obras, en las que ha dejado su
vida). Entonces, claro que sabe conciliar e integrar el horizonte
utópico de sus esperanzas, con una gran capacidad organizativa
y ejecutiva, y sus emulaciones son mucho más que supuestos o
principios ideológicos, filosóficos o científicos. Estudioso y lector
incansable. Es, sin embargo, un pensador que analiza la existencia,
más que los libros, y que materializa en actividades reales lo que
piensa. “Más que pensar los libros, hay que pensar la realidad”,
suele repetir con frecuencia. Y cada vez que piensa, “piensa para
algo, para algunos, para todos”3.
En la segunda parte se compendia la esencia de algunas de sus
obras vertebrales y representativas de una amplia producción, en
las que se abarcan las múltiples áreas del conocimiento científico.
Las hemos descrito desde nuestra perspectiva, por tanto, son una
aproximación al desarrollo de su pensamiento y ocupación. Damos
valor a la invariable actualización, profundización y reescritura de
cada material, hecha por medio de procesos sistemáticos, reflexivos
y críticos que, en sus palabras, “son resultados de investigar, descu-
brir e interpretar hechos y fenómenos”4. En síntesis, convertimos
este libro en una fuente directa para profesionales y estudiantes
de las ciencias sociales y de la educación y en un acceso directo a
la producción teórica de este destacado científico social.
Para terminar, la última parte recoge sus contribuciones al
Trabajo Social. En ella se ofrecen cinco entrevistas que dan cuen-
ta de su relación y aportes al Trabajo Social, articuladas con un
trabajo inédito: “Desafíos, encrucijadas y crisis del Trabajo Social a

3  Entrevista realizada en Colombia 2006.


4  Ibid

| 21
comienzos del Siglo XXI”, elaborado para la Universidad Colegio
Mayor de Cundinamarca, como resultado de sus conversatorios
con docentes y estudiantes de esta institución.
Este libro, siguiendo con el estilo de trabajo de Ander-Egg,
es la “primera versión” de una obra que expresa curiosidad por el
maestro que admiramos, y de cuya vida no hemos podido agotar su
estudio por el vasto material existente. Algunos de sus colaboradores
(Nicolás Korzán, Anaclara Dalla Valle, Ruth Rodríguez, entre otros),
proporcionaron información, tomada de materiales de archivo (co-
rrespondencias, trípticos sobre cursos, recortes periodísticos, etc.),
que permite una aproximación biográfica, en la que reconocemos el
andar, a ratos inaudito e incomprensible, cuestionado, agitado por
sus múltiples actividades y, al mismo tiempo, complementado por la
profunda serenidad y paz que refleja su ser. Su vida es como el telón
de fondo de sus obras, al igual que la de todos los que lo rodean, pues
desborda todo cuanto ha escrito y hecho.
Finalmente, reconocemos el apoyo incondicional e invaluable
de la Universidad Colegio Mayor de Cundinamarca; así como del
Consejo Nacional de Trabajo Social, Ley 53 de 1977 – Decreto
2833 de 1981, con el que se estableció un convenio específico de
cooperación para la publicación del libro. Igualmente, se contó
con las acertadas orientaciones dadas por las trabajadoras sociales
Rosario Gómez Coronado y Clara Inés Rodríguez Hoyos, pertene-
cientes al Consejo; apoyo que, sin lugar a dudas, permitió la cul-
minación exitosa de este proyecto. Así mismo, agradecemos a Juan
Alberto Blanco Puentes, Magister en Literatura Latinoamericana,
al equipo de trabajo y a todas aquellas personas que colaboraron
en la elaboración de este libro.

22 |
Capítulo I
Facetas de vida

La persona
El profesional – escritor
Su relación con colombia

La información de esta parte del texto tiene como fuentes ini-


ciales: una serie de entrevistas que las autoras realizaron en el marco
de eventos académicos organizados en Bogotá por la Universidad
Colegio Mayor de Cundinamarca5, los conversatorios llevados a
cabo en dos instituciones españolas: la Universidad de Jaén6 y la
Diputación de Granada7; y la entrevista concedida por el arquitecto
Rubén Darío UtriaGrosser, el 7 de septiembre de 2009 en Bogotá.
La segunda fuente corresponde a las indagaciones que las
autoras realizaron a partir de la lectura de la obra de Ander-Egg,
así como de la participación en otros eventos académicos8 que

5  Encuentro Internacional sobre Tendencias metodológicas de intervención comunitaria


(Oct., 1997); II encuentro Internacional en Comunidad (Sep., 1998); El Trabajo social
en España, Argentina y Colombia (Mzo., 2004); Encuentro Internacional Atención
Integral a la Persona Mayor: una reflexión para las comunidades (Jun., 2008).
6  X Encuentro Iberoamericano sobre desarrollo local y acción municipal (Feb.-Mzo., 2005).
7  XI Encuentro Iberoamericano de Educación y Trabajo Social (Feb., 2007).
8  Tercer Encuentro Internacional de Desarrollo Comunitario (Ago., 2000); Encuentro
las políticas sociales en la participación comunitaria (Jun.-Jul., 2001); Encuentro
internacional procesos históricos de desarrollo social. Una visión prospectiva (Jun.,
2003); IV Encuentro internacional prospectivas del desarrollo comunitario sostenible
por áreas de intervención (Mayo., 2004); y Encuentro Internacional Gestión social
para el desarrollo humano (Oct., 2006).

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facilitaron la discusión en torno a la producción bibliográfica de
nuestro personaje.
La última fuente ha sido el propio Ezequiel Ander-Egg, quien
entusiasmado, como siempre, con el proyecto que le presentamos,
tomó de su tiempo para mantener asidua correspondencia por
correo electrónico, en un proceso que eliminó distancias y amplió
no sólo las fronteras de la comunicación, sino que nutrió siempre
el diálogo en beneficio del valor dado por su palabra y el aporte
más que preciso al Trabajo Social, del cual hablaremos en los tres
capítulos de este libro.

La Persona

Nació en un pequeño pueblo llamado Bernardo Larroudé


(en homenaje al ingeniero francés que dirigió la construcción del
Ferrocarril Oeste). Este pueblo tiene hoy menos habitantes que
cuando nació Ezequiel hace 80 años (1930). Está ubicado en el
vértice noreste de la provincia de La Pampa, Argentina. A los na-
cidos en esa provincia se les dice pampeanos. De ahí que podamos
hablar del pampeano Ander-Egg.
Su pueblo quiso reconocer su labor y lo declaró ciudadano
ilustre. Por su parte, el gobierno de La Pampa le hizo la misma
distinción, siendo el primero en recibirla. Luego, en Europa, fue
declarado ciudadano del mundo, por su contribución a la convi-
vencia internacional y al diálogo de civilizaciones.
De ascendencia Suiza – Alemana por parte del padre e Italiana
por parte de la madre, ha emprendido la gran tarea de difundir
y preservar los bienes planetarios que constituyen el patrimonio
de la humanidad. Ha dedicado su vida a estudiar y transmitir lo
aprendido, para mejorar un mundo repleto de injusticias, desequi-
librios, pobreza y exclusión social. Cultiva valores esenciales que
lo caracterizan, como: la sencillez, la sensibilidad social, la ternura
en las relaciones interpersonales, la tenacidad que da razón de su

24 |
espíritu emprendedor para lograr cuanto se propone; la austeridad;
añadiendo a lo anterior: estudioso y lector incansable, responsable,
organizado, así como su grandeza de alma, que lo convierten en un
ser especial, un hombre que lucha constantemente por mejorar las
condiciones de vida de millones de personas que sufren en la que
él llama la “Patria-Tierra”. Ha sido deportista, primero futbolista
y luego atleta. Fue campeón en 100 y 200 metros y en la pista
de relevos. Lo primero que se escribió sobre él, fue acerca de sus
excepcionales cualidades deportivas.
Ander-Egg es una persona que piensa la vida y la existencia,
y lo comunica por escrito. Tiene la convicción de que las ciencias
sociales son aplicables y, por lo tanto, la relación o la unión teoría-
práctica es posible. En su caso, esto resulta de una combinación
particular: la mezcla producto de la racionalidad occidental y la
capacidad que proviene en la contemplación del Oriente; asimismo,
Ander-Egg propone que los profesionales trabajen por generar y
socializar los conocimientos con el mayor número de personas y así
lograr la integración del hombre al mundo, la liberación humana
y, por ende, el desarrollo y la calidad de vida, para optar por un
estilo de vida, lejos del materialismo y del egoísmo individualista.
Al renunciar a vivir holgadamente y a las riquezas, algunos
amigos dicen que sufre “la locura mística de San Francisco de
Asís”. Quiere encarnar, por una parte, el mensaje del Sermón de la
Montaña de Jesús, y por otra, lo que él considera que debe “ser el
hombre socialista”. El hombre que no se define por el tener, sino
por el ser, ya que no es más rico el que más tiene, sino el que más
da; y que lo supremo es consagrar la vida al servicio de los demás.
Otro aspecto que nos permite profundizar la vida de Ezequiel
Ander-Egg son sus hijos. Lo queremos ilustrar con un poema que
escribió9:

9  Poema enviado por el autor para esta obra.

| 25
A Graciela Beatriz
Javier Gustavo
Pablo Ezequiel
Guillermo Federico
Alejandro Daniel
Ricardo Emmanuel
En tus seis corazones,
como si fueran uno
de este modo te amo
hijo mío;
os amo
hijos míos.
Amo a uno en los seis
y a los seis en uno.
Y en ellos al universo niño.
Y amo a la Tierra y todo cuanto hay en ella.
Quiero una Tierra no agredida, sino amada,
para que sea la huerta y el jardín que cultiven mis hijos.
Quiero un mundo en los brazos de una siesta de paz,
para que lo arrullen mis hijos.
Quiero un bosque con veredas de amor,
para que se internen mis hijos.
Quiero una montaña alta, como una idea pura
para que en libertad piensen mis hijos.
Quiero el aire puro y escuchar las palabras del agua
y el canto de los grillos y de los pajaritos,
para que canten mis hijos.
Y quiero una humanidad en paz, justicia y armonía,
donde el amor sea posible,
y donde la ternura, que es
lo más humano de lo humano,
también sea realidad.
Ezequiel Ander-Egg

Una referencia más particular tenemos que hacer en relación


con su única hija, Graciela Beatriz, que murió como consecuencia
de la radioactividad que sufrió en el vientre de su madre, en una
central nuclear en Francia. Ha sido el mayor drama personal que
lo marcó para toda su vida.

26 |
Su hijo más pequeño, Ricardo Emmanuel, nació cuando
Ezequiel ya estaba en la tercera edad y a quien llamó el “retoño
de mi otoño”10. Es bien sabido que en los otoños no brotan los
retoños, pero Ricardo lo ha sido en la vida de Ezequiel.
Quizás para compensar la pérdida de su hija, ha adoptado
más de una decena de jóvenes que, por su condición social, no
tenían posibilidades de mejorar sus estudios, pero que descubrió
en ellas un gran sentido de servicio y de militancia social y política.
La presencia de estas hijas ha constituido experiencias vitales que le
han permitido proyectar su pensamiento en el tiempo y el espacio
dentro del ámbito iberoamericano.
Fue sobreviviente de los fusilamientos cometidos por la
Triple A. Al respecto, dice que las pequeñas cosas son las que
transforman el mundo y que siempre recuerda con mucha emo-
ción las que le han motivado para seguir viviendo. En la ciudad
de Mendoza (Argentina) permaneció 31 días tirado en medio de
escombros y sin atención médica; y cuando intentaron fusilarlo,
el 22 de noviembre de 1975, se repetía, según él, un pensamiento
infantil: “La revolución socialista es un huracán; cada militante es
un pequeño soplo. Pero si cada soplo se apaga, el huracán pierde algo
de fuerza... Quiero seguir siendo un pequeño soplo, para ello debo
seguir viviendo”11, obligado por ello a vivir en el exilio en España.

Su formación profesional y sus principales referentes intelectuales


Ander-Egg ha realizado estudios de sociología, ciencia políti-
ca, economía, planificación económica, planificación social y peda-
gogía. Él considera que no es especialista en nada. Su pensamiento,
como dice su maestro Edgar Morin, es fuertemente transdisciplinar.
Si bien ha alcanzado el grado de doctor, no quiere “por su actitud
gandhiana libertaria” que lo llamen por ningún título.

10  Entrevista realizada a Ander-Egg en el año 2005.


11  Ibid.

| 27
Se formó principalmente en Argentina, España y Francia, y
parcialmente en Bélgica e Italia. Si consideramos las más impor-
tantes influencias recibidas, podríamos resumirlas en los siguientes
nombres de pensadores conocidos universalmente: Emmanuel
Mounier, Pierre Teilhard de Chardin, Erich Fromm, Paulo Freire,
Roger Garaudy y, en los últimos años, ha tenido una influencia
muy decisiva de Edgar Morin.
Hay otras influencias y relaciones que han marcado, y
marcan, su pensamiento: Louis Lebret (y el equipo Economie et
humanisme, en Francia), Carl Rogers, Abraham Maslow y toda la
psicología transpersonal. Tenemos que señalar, además, a escritores
españoles que admira por su perspicacia en el análisis de la realidad:
José Luis Sampedro, Javier Marías, Rosa Montero y al portugués,
José Saramago. Es asimismo un lector y seguidor del filósofo Fer-
nando Savater y del periodista Ignacio Ramonet.

El Profesional - Escritor

Su actividad profesional es verdaderamente abrumadora. Una


de sus colaboradoras las ha resumido, indicando sólo el título de las
mismas, en 372 páginas. Por nuestra parte la expresamos sintética-
mente en el currículum vitae que envían desde su oficina, cuando
así lo solicitan para alguna actividad a la que ha sido invitado.
En muchas ocasiones hemos leído, en relación con la produc-
ción escrita de Ander-Egg, la misma expresión: “prolífico escritor”.
Y lo es en verdad. No basta considerar lo que significa el esfuerzo
que representa todo lo que ha escrito; hay que tener en cuenta
las múltiples actividades que ha realizado: asesoría a gobiernos y
universidades, organización de eventos internacionales, proyectar
y llevar a la práctica diferentes programas de acción social, entre
los cuales se destacan los múltiples proyectos de construcción de
vivienda por el sistema de autoconstrucción y ayuda mutua, su
trabajo con los campesinos y con indígenas (en Guatemala en

28 |
particular)… Ezequiel suele decir: “He tenido que escribir siempre
al calor de la militancia”12.
Podemos clasificar su obra escrita en cinco ámbitos diferentes
pero, en el fondo, relacionados entre sí:
• Problemas contemporáneos
• Política social y Trabajo Social
• Animación sociocultural y política cultural
• Educación
• Metodología

A ello hay que añadir tres diccionarios y tres léxicos: Diccio-


nario de Trabajo Social, educación y política; Léxico de animación
sociocultural, Trabajo Social y servicios sociales; y un Léxico de
psicología para trabajadores sociales, animadores y educadores.
Como hasta la fecha (2010) nadie había hecho una presen-
tación de la totalidad de la obra, somos las primeras en hacerlo,
gracias a la colaboración de su secretaria Mariela Elisabeth Cuevas
Rojas, de origen paraguayo.
Considerando las publicaciones individuales (el 92% de ellas)
como coautor y en obras colectivas, a 2009 llevaba publicados 160
libros, siendo los principales:
• Métodos y técnicas de investigación social. 51 ediciones.
Desde la edición 50 se publica en seis volúmenes.
175.000 ejemplares vendidos.
• Metodología y práctica del desarrollo de la comunidad. 34
ediciones. Desde la edición 32 se publica en tres volú-
menes. 110.000 ejemplares vendidos.
• Cómo aprender a hablar en público. 17 ediciones.

Ha sido Profesor visitante en más de 183 universidades del


mundo. Participó como conferenciante en encuentros interna-

12  Entrevista realizada a Ander-Egg en el año 2005.

| 29
cionales, seminarios, congresos y talleres, en los cuales no sólo ha
formado e inspirado a la reflexión a políticos, gerentes, docentes,
estudiantes, líderes y miembros de la comunidad, sino ha sabido
comunicarse con ellos. Director de desarrollo de la comunidad en el
Consejo Federal de Inversiones, Director de Planificación Educati-
va. Asesor de la Secretaría de Cultura de Argentina; Consultor de las
Naciones Unidas en planificación nacional y local, de la UNICEF
en política social. Consultor de la UNESCO para América Latina
en el campo de la política cultural; ensayista argentino de fama
internacional. Tiene más de un millón de ejemplares vendidos.
Publicó su primer libro a mediados de 1958.
Entre los libros que fácilmente permiten conocer su concep-
ción ideológica se encuentran: La actitud científica como estilo de
vida (2009), Formas de alienación en la sociedad burguesa (1978) y
El mundo en que vivimos (1973), que han tenido una considerable
demanda en profesionales de diferentes disciplinas. Sus publica-
ciones y el número de ediciones de algunos de sus libros muestran
cómo la investigación permanente y el trabajo de campo lo llevan
a actualizar, complementar y, en algunos casos, replantear sus
propuestas.
Así mismo, es importante hacer referencia a una de las me-
todologías de intervención, a la cual Ander-Egg ha aportado teo-
rías, reflexiones y publicaciones: la intervención de Trabajo Social
comunitario. La ha denominado “Organización y desarrollo de la
comunidad”, ya que nace dentro del Trabajo Social como tercer mé-
todo, y fuera de Trabajo Social al hablar de planificación. Recuerda
que los primeros libros escritos para el desarrollo de la comunidad
fueron publicados en América Latina. Los pioneros en este trabajo
fueron Rubén Darío Utria Grosser, arquitecto colombiano; Ricardo
Pozas Arciniegas, antropólogo mexicano; y Ander-Egg, sociólogo
argentino. Estas publicaciones se realizaron desde la década del
50 del siglo XX, por los autores citados, que dieron la pauta para
llevar a la práctica el trabajo centrado en el bienestar del hombre.
Utria recuerda que en Colombia no se había escrito nada so-
bre este tema; por aquel entonces, la Presidencia de la República de

30 |
Colombia creó el Departamento de Acción Comunal y se publicó
el libro “La acción comunal como programa de gobierno”, editado
por la Fundación Universitaria de América, en Bogotá en el año
1956. El objetivo del libro enfatiza en la forma como se aplica el
trabajo práctico para vivienda, hábitat de los barrios y retoma el
método de intervención comunitaria.
Estos tres intelectuales formaban parte de un grupo de
expertos internacionales conformado por: profesionales de las or-
ganizaciones CEPAL, OIT, UNESCO, UNICEF; las papisas del
trabajo de comunidad, la norteamericana Carolina Ware y la filipina
Virginia Paraíso, quienes junto con el antropólogo colombiano
Gabriel Ospina Restrepo, alumno de Ware, y los polacos Antoni
Woicisky y WitodLangrod, entre otros, compartieron enriquece-
doras experiencias en América Latina. Una de las características de
este grupo fue la juventud de los latinoamericanos, que lograron
ingresar en los organismos internacionales a temprana edad gracias
a su sentido de la responsabilidad y debido a sus aportes al trabajo
científico social.
Dicha experiencia constituyó un excelente laboratorio en
este tema. Así, por ejemplo, gracias a los propósitos impulsados
por diversas agencias de Naciones Unidas, se llevaron a cabo, entre
otros, el proyecto de Modernización de Los Andes y el Programa
Mundial de Alimentos que iniciaba en ese momento. El objetivo
del primer proyecto fue brindar herramientas a los indígenas y
campesinos, tanto en aspectos de salud y nutrición, como en mejora
de la vivienda e incremento de la capacidad productiva.
En ese sentido y siguiendo los principios del desarrollo de
la comunidad, en la práctica del proyecto citado, no se regalaban
los alimentos, sino que tal acción se combinaba con la organiza-
ción del programa de vivienda; por ello a todo el que trabajaba
en el mejoramiento habitacional se le pagaba con alimentos
(forma de articular nutrición con trabajo comunitario); de igual
forma, quien se ocupaba en la huerta, contribuía a resolver los
dos problemas más relevantes: el alimenticio y el desarrollo de
la comunidad.

| 31
Precisamente, el grupo compartía un lenguaje común, re-
sultado de los aportes a la teoría y a la práctica del desarrollo de la
comunidad y al liderazgo intelectual de la norteamericana Carolina
Ware, quien creó escuela por medio de publicaciones, conferencias
y su participación en eventos acerca de aspectos sociales del desa-
rrollo. Así mismo, Ware hablaba de concebir el trabajo como un
ejercicio de militancia, un acto de misticismo; además afirmaba
que el Trabajo Social no era para burócratas, sino que requería de
un apostolado seglar de servicio a la comunidad y por extensión
a toda la sociedad.
Dicho trabajo en equipo permite el reconocimiento, por
parte de intelectuales, hacia Ander-Egg, como resultado de su
labor profesional consagrada a los aspectos humanos y sociales. Al
respecto, Rubén Darío Utria expresa que “éste sentía lo que hacía,
era un joven comprometido con su generación, con América Latina
y sobre todo con la academia, enseñaba a aplicar el método, pues
siempre estaba pensando en él, planteaba con precisión y convicción
sus argumentos y métodos”13.
Su producción académica es de vital importancia para la for-
mación de nuevos profesionales en las ciencias sociales. Los jóvenes
universitarios reconocen que sus libros son de fácil comprensión y
un apoyo para el desarrollo de sus competencias disciplinares; de
hecho, en los resultados de la investigación “De la teoría a la acción
comunitaria, un camino hacia la transdisciplinariedad” (1999),
de Clemencia Gaitán y Patricia Duque (p. 97), se concluye que la
producción bibliográfica, entre ella el libro Metodología y práctica
del desarrollo de la comunidad (1982) y la metodología “Desarro-
llo de la comunidad”, de Ezequiel Ander-Egg, son los libros más
utilizados por los profesionales que optan en su trabajo de grado
por el estudio y análisis de la intervención comunitaria, en las
universidades (Nacional, Monserrate, Externado de Colombia, La
Salle y Colegio Mayor de Cundinamarca) que ofrecen el programa
de Trabajo Social en Bogotá (Colombia).

13  Entrevista realizada a Ander-Egg en el año 2009.

32 |
Así mismo, en la investigación de Gaitán y Duque, se evi-
dencia que la tendencia que muestra los objetivos en los proyectos
de grado de intervención comunitaria, se refiere a:
“recuperación de la historia, identificación y jerarquización de
necesidades, determinación de recursos y establecimiento de proyectos
o acciones encaminadas a la solución de la problemática específica,
objetivos coherentes con la metodología propuesta por Ander-Egg, la
cual parte de diagnósticos confiables que se constituyen en la base para
el diseño e implementación de programas, de tal manera que éstos den
respuesta a las situaciones o problemáticas identificadas” (p. 97).

Su relación con Colombia

Muchas y variadas relaciones estableció Ander-Egg en los 27


viajes que realizó a Colombia entre 1964 y 2009. Hemos seleccio-
nado tres contactos relevantes para los propósitos de este libro: sus
relaciones con dos personalidades colombianas y con la universidad
que más veces lo ha invitado:
• Antonio García
• Camilo Torres Restrepo y
• La Universidad Colegio Mayor de Cundinamarca.

Su relación con Antonio García

Ambos establecieron una relación muy fuerte, tanto en la


dimensión amistosa como en la científica. Antonio García tuvo
una preocupación especial con Ezequiel, para transmitirle su ex-
periencia en el ámbito de sus trabajos relacionados con la reforma
agraria, el desarrollo de las ciencias sociales y, lo más importante,
pensar las ciencias sociales y desarrollarlas desde nuestra realidad,
aunque teniendo en cuenta los aportes que pudieran provenir de
otras realidades, no sólo de Europa y Estados Unidos, también de
Asia y África.

| 33
Antonio García tenía un afecto muy especial por Ezequiel,
una mezcla de cariño paternal y del afecto propio del maestro a su
discípulo. Ezequiel, que conocía bastante la literatura sociológica y
económica de América Latina, consideraba que se había cometido
una injusticia con él, al no ser mencionado como uno de los ini-
ciadores de la “Teoría de la dependencia”. Por otro lado, estimaba
que, a causa de los años de exilio y los años que había trabajado en
otros países, no era suficientemente conocido en su patria.
Ante esa situación, para reparar la injusticia, le pidió a Anto-
nio que dispusiese de todo un día para hacerle una larga entrevista
sobre el itinerario intelectual y las ideas claves de su pensamiento.
En varias cintas magnetofónicas se grabó la entrevista. Ander-Egg
las llevó a Argentina; en uno de los allanamientos que sufrió por
parte del ejército, se llevaron las cintas y nunca las recuperó.
Habiéndose constituido en Colombia una comisión que,
de algún modo, procura recuperar y hacer conocer a las nuevas
generaciones quién fue Antonio García. Cada vez que Ezequiel
llega a Colombia, le preguntan si recuperó las grabaciones. No hay
esperanza; se ha perdido un importante testimonio oral de uno de
los más ilustres pensadores de colombianos.

Su relación con Camilo Torres Restrepo

En este libro presentamos una investigación que Camilo


estaba realizando y de la cual Ander-Egg tenía copia y que, logró
posteriormente ser publicada sólo en Europa, pero ahora tenemos la
satisfacción de dar a conocer a los colombianos y latinoamericanos
que lean este libro.
Al tratar de las relaciones de Ander-Egg con Colombia,
merece tratar de manera especial su relación con el padre Camilo
Torres. El primer contacto con Camilo fue en 1964, motivado por
un viaje a Colombia en una misión internacional. Entre las visitas
que realizó, fue a la Facultad de Sociología de la Universidad Na-

34 |
cional de Colombia, para conocer personalmente a Orlando Fals
Borda y a Camilo Torres, a quienes consideraba los verdaderos
iniciadores de la sociología científica en Colombia.
Poco después, en un encuentro en Buenos Aires, con motivo
de un curso que dictaba Camilo Torres para sociólogos y estudiantes
de esa disciplina, en el que Camilo esbozó lo que sería una sociología
crítica. Su tercer y último encuentro fue en Bogotá. Entre los temas
de conversación, el que más le interesó a Ezequiel fue la siguiente
preocupación de Camilo: ¿Por qué los estudiantes universitarios
que, en general, expresan una actitud revolucionaria, una vez gra-
duados van progresivamente dejando de lado esos ideales juveniles?
Camilo entregó a Ezequiel lo que había estado escribiendo sobre el
tema. Poco después Camilo renunció al sacerdocio, fue a la guerri-
lla y murió el 15 de febrero de 1966. Años después Ander-Egg, a
partir de las ideas de Camilo, escribió el libro La rebelión juvenil,
editado por Marciega, una editorial católica de España.
Queremos expresar en pocas frases lo que Camilo Torres sig-
nificó para muchos latinoamericanos. En 1968 ya se había creado
en Argentina el Movimiento Camilo Torres. Nos parece oportuno
expresar algunas ideas y sentimientos que tenía sobre Camilo, uti-
lizando como fuente la nota que el Movimiento Camilo Torres, en
junio de 1968, le envió al Papa Paulo VI con motivo de su viaje
a Colombia para asistir al Congreso Eucarístico. Si bien tiene la
firma de Garría Elorrio, secretario del Movimiento, los pasajes que
hemos escogido reflejan lo que pensaba Ezequiel: “dentro de unos
años, el Cardenal Arzobispo de Bogotá Monseñor Luis Concha,
ocupará un túmulo polvoriento en la cripta de algún templo. Sólo
lo recordará la lápida. Nada más. Nadie más. En cambio, en todo
el Continente se recordará un nombre glorioso en la historia de
las reivindicaciones sociales, de la libertad de los oprimidos y de
la confraternidad humana. Ese nombre es el de Camilo Torres”14.
Como otros miles de latinoamericanos y especialmente co-
lombianos, fue solidario con la carta que Ester Restrepo de Torres

14  Entrevista realizada a Ander-Egg en el año 2007.

| 35
envió al Papa Pablo VI, el 21 de agosto de 1968, solicitándole que
intercediera para recuperar los restos de su hijo Camilo, que sería
su “premio último consuelo”. La madre de Camilo no pretendió
hacer la defensa de su hijo, quería el cadáver de su hijo para rendirle
piadoso tributo y recordarle al Papa que su hijo fue un sacerdote
católico “sacrificado por la defensa de los humildes de su pueblo,
que padecen hambre y sed de justicia”15.
Lo admiró frecuentemente por su testimonio de entrega a
los pobres y porque dio el más alto ejemplo de intelectual cristiano
comprometido con el pueblo.

Ezequiel Ander-Egg y La investigación inconclusa de Camilo


Torres
A Camilo Torres le preocupaba —y quería investigar— la
causa de la inconstancia del revolucionarismo estudiantil. ¿Por qué
la postura revolucionaria que tienen como estudiantes, se diluye o
desaparece después de que tienen un título universitario?
Camilo le dejó a Ezequiel algunas conclusiones provisorias:

- A mayor proporción de estudiantes que provienen de


fuera de la ciudad en donde está situada la Universidad,
mayor revolucionarismo. Conclusión provisoria: en términos
generales se puede afirmar que, a menor dependencia de la
familia, se crea la posibilidad de que se adquiera un mayor
nivel de conciencia y una mayor participación política.
- El revolucionarismo estudiantil disminuye a medida que
se acerca el final de los estudios.
- Las posturas revolucionarias son más frecuentes en las
carreras humanistas o sociales (sociología, economía, ciencia
política, trabajo social, pedagogía, filosofía, etc.). En las
carreras estrictamente técnicas, suelen darse excepciones
notables.
- En las universidades más radicalizadas, donde las posturas
ideológicas se expresan libremente, existe un cierto sudaismo

15  Ibid.

36 |
revolucionario.
- El revolucionarismo en las universidades privadas es más
atenuado que en las universidades públicas.
- El título universitario suele tener el efecto de “carta de
defunción” del revolucionario16.

Ésta es la síntesis de lo tratado entre Camilo Torres y Eze-


quiel Ander-Egg que compartían idéntica preocupación. Ezequiel
expresó en su libro La rebelión juvenil, una serie de conclusiones
importantes para la naturaleza y propósito de nuestro libro, como:
“el universitario debe tener conciencia de su condición de privile-
giado en la sociedad en que vive. No se comprende el mundo, si
no se tiene contacto con los desarrapados del mundo. Es necesario
que los universitarios tengan una real conciencia, que comprender
a los oprimidos incluye la comprensión de la necesidad de abolir
esa opresión. Y esto no se ha logrado, confesaba como parte de su
gran drama existencial”17.
Camilo, sacerdote católico, se hacía eco de las palabras del
Che, que afirmaba: “Cuando los cristianos se atrevan a dar un
testimonio revolucionario integral, la revolución latinoamericana
será invencible, ya que hasta ahora los cristianos han permitido que
su doctrina sea instrumentalizada por los reaccionarios”18.

Las relaciones con la Universidad Colegio Mayor Cundinamarca


Ante todo, podríamos decir que es la institución de educación
superior de Colombia que más veces lo ha invitado. Fue invitado
especial en todos los eventos internacionales que se realizaron en
la última década.
Sin embargo, nos parece importante destacar el suceso en el
cual nuestra universidad fue el factor desencadenante de algo que

16  Entrevista realizada a Ander-Egg en el año 2007.


17  Ibid.
18  Ibid.

| 37
trascendió las fronteras de Colombia. En el año 2008 organizamos
un congreso internacional “Atención integral a la persona mayor:
una reflexión para las comunidades” para tratar todo lo referente
a los adultos mayores. Ander-Egg fue invitado para pronunciar la
conferencia inaugural. Hasta aquí sería una simple crónica de un
evento. Pero la responsabilidad que le encomendamos a Ezequiel
le llevó a profundizar un tema que ya había estudiado y sobre el
cual ya había publicado unos escritos.
He aquí la historia desde sus inicios. En 1998, la Sociedad
Española de Medicina Familiar y Comunitaria buscó personas que,
estando ya en la tercera edad, nunca habían ido al médico. Querían
saber cómo era su estilo de vida. Y, en eso, encontraron a Ezequiel
y se le pidió que escribiera un artículo explicando lo que hacía.
Fue publicado en la revista médica Dimensión Humana y luego
en un libro de bolsillo publicado por la editorial Lumen, El arte
de vivir y la salud. Pero en las limitaciones de un artículo, apenas
se esboza un tema. Insistentemente le pidieron que explicara más
ampliamente lo que hacía. Él siempre contestaba que entregaría
los originales cuando cumpliera 100 años, pues 70 vive cualquiera.
Pero la invitación de la Universidad Colegio Mayor de Cun-
dinamarca lo motivó a elaborar un documento más amplio. El
contenido de su ponencia, publicado en las actas del Congreso, es
apenas un esbozo. El desarrollo completo del tema quedó plasma-
do en el libro Cómo envejecer sin ser viejo, que ya fue publicado en
varios países y que también publicará la Universidad. El libro ha
tenido un gran impacto, nosotros, como universidad y promotoras
del Congreso, nos enorgullecemos por haber provocado este efecto
multiplicador, por el cual muchas personas podrían “añadir años a
la vida y vida a los años”, como es el subtítulo del libro.
A nuestra Universidad le cabe el honor de haber logrado
hacer conocer internacionalmente, en el año 2009, el trabajo que
Ezequiel iba a presentar en 2030.

38 |
Capítulo II
Valoración de la obra de
Ezequiel Ander-Egg

Generalidades
Aspectos metodológicos
Presentación analítica de la obra

Generalidades

En el presente capítulo, reconoceremos en la diversidad de


textos de Ander-Egg una amplia gama de categorías que nos per-
miten identificar las áreas de interés científico del autor. Su preocu-
pación por actualizar, reescribir y profundizar su saber, siguiendo
el desarrollo de procesos sistemáticos, reflexivos y críticos que son
resultado de investigar, descubrir e interpretar hechos y fenómenos,
además de trabajar con académicos y validar su producción en lo
que los trabajadores sociales denominan “trabajo de campo”. Su
panorama interdisciplinario se amplía desde la educación, la salud
y el aunado diálogo con estudiantes de pregrado y postgrado, re-
presentantes de las comunidades y miembros de los gobiernos con
quienes ha establecido vínculos desde hace varios años.
Para las autoras, agrupar las publicaciones bajo estas catego-
rías resultó una mirada interesante, por cuanto permitió identificar:

| 39
• La universalidad de los conocimientos, a pesar de ser
publicados desde Argentina, España, México, Colombia
y Venezuela.
• El trabajo más la construcción permanente y simultánea
hacia esas áreas y categorías, pero con una visión sisté-
mica e integral.
• Las obras relacionadas con lo epistemológico, lo teórico y
lo metodológico, pero con una característica: su escritura
sencilla, la cual motiva su utilización por parte de profe-
sionales y estudiantes; varios de sus libros se constituyen
en textos escritos de manera didáctica, de tal forma que
apoyan los procesos de enseñanza-aprendizaje.
• Las obras escritas en coautoría con reconocidos expertos
sociales.
• La coherencia entre el pensar y el actuar, reflejada por la
obra escrita durante su vida.

Es importante aclarar que con el ejercicio realizado preten-


demos, por una parte, dar una mirada general a las publicaciones
y, por otra, esperamos que el libro también se constituya en una
base para los profesionales y estudiantes de las ciencias sociales y
de la educación, de tal forma que se les facilite el rastreo y, agilice
el proceso que lleva a ubicar el material. Sin embargo, es nece-
sario dejar en claro que la invitación es para consultar y trabajar
directamente los títulos del autor, revisar el material a la luz del
momento histórico en el que fue escrito. No se pretende aquí resu-
mir su obra, ya que ello sería irrespetuoso, no sólo porque eso no
es posible, sino porque se requeriría de un proceso más extenso y
profundo. Por lo anterior, reiteramos que la intención es acercarnos
a la descripción de la obra producida en toda una vida y, con ello,
esperamos motivar al lector a ir a las publicaciones referenciadas.
Comentamos a continuación cada una de las categorías en
que se agrupan las publicaciones:

40 |
TRABAJO SOCIAL: las 45 publicaciones consultadas dejan
ver la preocupación por aportar a la definición de Trabajo Social; a
darle una base epistemológica y teórica como profesión-disciplina,
al método básico y a los niveles de intervención caso, grupo y co-
munidad. De igual forma ha trabajado la relación política social y
Trabajo Social; investigación-diagnóstico y Trabajo Social; Trabajo
Social e interdisciplinariedad; en ese marco es evidente el aporte
en lo metodológico además de incluir elementos que permiten el
manejo de competencias comunicativas y de trabajo en equipo. Se
resalta, también, la elaboración y actualización del diccionario de
Trabajo Social, que se constituye en una herramienta que apoya la
comprensión de la profesión además de brindar vocabulario técnico.
EDUCACIÓN Y PEDAGOGÍA: los 23 títulos consultados
muestran el trabajo sobre la concepción de educación, pedagogía,
currículo y su interés por aportar a los procesos que llevan a opera-
cionalizar lo epistemológico y lo teórico. Sus obras aportan a partir
de contextos y políticas, por ello la relación con: problemática so-
cial, escuela, reformas, didáctica, televisión, interdisciplinariedad,
prospectiva, entre otros. También deja ver el aporte en el marco
de la educación formal y de la educación social; por ello, escribe
sobre educación de adultos, talleres y medios de comunicación.
PLANIFICACIÓNY PROGRAMACIÓN: los 16 títulos
consultados permiten observar su aporte, en esta área, en el marco
de la política, los planes, programas, proyectos y la evaluación. En
esta categoría se destacan las publicaciones que abarcan lo teórico-
práctico de la planificación, pero también aquellas que, presentadas
como guías, constituyen textos que orientan fácilmente la elabo-
ración, presentación, implementación y evaluación de proyectos.
INVESTIGACIÓN SOCIAL: los 11 títulos consultados
aclaran la preocupación inicial por las técnicas de investigación
social. Años más tarde, la producción se orienta hacia lo científico,
(ciencia, método y conocimiento) lo cual constituye el marco para
hablar de los métodos y las técnicas; centrándose en el aporte a
la Investigación Acción Participativa (IAP). Se destacan las obras
dirigidas al Trabajo Social, a los estudiantes y docentes, como apoyo

| 41
para orientar y desarrollar monografías y trabajos de grado.
ÁREA DE ANIMACIÓN SOCIOCULTURAL: para mu-
chos de nosotros, Ander-Egg fue uno de los primeros en América en
hablar de “Animación sociocultural”, conceptualizándola, hablando
de lo metodológico y del principal actor, el animador sociocultural.
Las 10 publicaciones consultadas ratifican lo descrito y evidencian
la producción desde la década de los ochenta del siglo XX.
ECOLOGÍA: aunque no es un área en la que haya un número
significativo de publicaciones, las existentes evidencian la relación
del hombre, la sociedad y el medio y permiten entender algunas
formas de actuar de Ander-Egg, las cuales están determinadas por
la relación descrita.
OTRAS ÁREAS: se consultaron 20 documentos sobre el
capitalismo, la sociedad burguesa, la militancia, el hambre, la
mujer y la mundialización, que dejan ver la relación del autor con
un entorno internacional, nacional y municipal, y el análisis de lo
social visto desde los jóvenes, adultos y ancianos, confirmando la
“visión integral” que maneja Ander-Egg.
A continuación se presentan ocho figuras que sintetizan lo
desarrollado en cada categoría.

42 |
Figura 1. Temáticas abordadas por Ander-Egg en sus obras sobre
Trabajo Social

Fuente: Elaborado por las autoras de esta obra

| 43
Figura 2. Temáticas de los diccionarios publicados por Ander-Egg

Fuente: Elaborado por las autoras de este documento

Figura 3. Temas trabajados por Ander-Egg en el área de Educación y Pedagogía

Fuente: Elaborado por las autoras de este documento

44 |
Figura 4. Temas desarrollados por Ander-Egg en el área de Planificación

Fuente: Elaborado por las autoras de este documento

Figura 5. Temas desarrollados por Ander-Egg en sus publicaciones sobre


Investigación

Fuente: Elaborado por las autoras de este documento

| 45
Figura 6. Temas desarrollados por Ander-Egg en sus publicaciones sobre
Animación Sociocultural

Fuente: Elaborado por las autoras de este documento

Figura 7. Temas desarrollados por Ander-Egg en el área de Ecología

Fuente: Elaborado por las autoras de este documento

46 |
Figura 8. Otros temas desarrollados por Ander-Egg en sus publicaciones

Fuente: Elaborado por las autoras de este documento

Las ocho figuras evidencian el interés permanente por escribir,


la visión integral e interdisciplinaria que fundamenta su obra y la
invitación a construir, a conceptualizar en el marco de las ciencias
sociales. De igual forma, se visualiza su interés por actualizar la
producción, lo cual se refleja en el número de ediciones de algu-
nas de sus obras. El prólogo de las obras y el perfil profesional de
quienes lo elaboran, evidencian la comunicación de Ander-Egg
con reconocidos científicos sociales y, por ende, una producción
integral e interdisciplinaria.

Aspectos metodológicos

Es importante señalar los pasos realizados para llegar a des-


cribir cada uno de los documentos, ellos fueron:
• Lectura del libro o texto por parte de las autoras. Esta
lectura se hizo en tres momentos:

| 47
a. Familiarización con el texto a partir de la lectura del
prólogo, introducción y tablas de contenido.
b. Lectura y señalamiento de las ideas principales.
c. Lectura y señalamiento de las ideas secundarias.
• Descripción del libro, por una de las autoras.
• Lectura de la descripción, por el grupo.
• Ajustes con base en la comprensión grupal.
• Revisión de estilo.

De igual forma, se resalta:


Las obras descritas fueron seleccionadas a partir del uso, desde
el ejercicio profesional de las autoras.
Se pretende dar una visión global de las obras, pero se reitera
la necesidad de ir a las fuentes primarias.
La extensión de la descripción del libro, la estructura y las
citas directas que se utilizan dependen de la profundidad, defini-
ciones y estructura de cada libro.
La descripción del libro se hace utilizando los términos de
las autoras, soportado con citas directas e indicando la página
respectiva en los libros objeto de análisis.

Presentación analítica de la obra

El mundo en que vivimos. 8 ed. Buenos Aires: ECRO, (1973).


La presentación del libro fue realizada por el trabajador social
Juan B. Banneix, quien resalta la relación de lo escrito con la vida del
autor. Situación que se evidencia cuando se hacen ocho ediciones
y cinco actualizaciones; con ello se muestra cómo Ander-Egg no
sólo escribe el libro, sino que lo vive.

48 |
Este libro es una de las tantas respuestas a la necesidad de
conocer la realidad; dirigido a “militantes –no a los técnicos espe-
cializados” (p. 11), con el propósito de ofrecer una visión global de
la problemática fundamental del mundo contemporáneo (p. 11);
ocupado Ander-Egg en poder contribuir al crecimiento de la cultura
popular y no al refinamiento de las elites. Estos ensayos no son
más que forjadores que iluminan de manera parcial y fragmentada
algunos de los problemas principales del mundo contemporáneo,
haciendo un análisis de tipo descriptivo, estudiando más los efectos
que las causas; este modo de proceder obedece a razones pedagó-
gicas, donde prima conocer lo que pasa, para luego preguntar por
qué ocurre (p. 12). El objeto final es inquietar a los lectores a fin
de que se asuma la responsabilidad que le corresponde a cada uno
frente a los problemas capitales de su tiempo, puesto que en ello
“está comprometida nuestra existencia y la marcha hacia lo más
humano de nuestra sociedad y de nuestro mundo” (p. 12).
Es importante la invitación que hace Ander-Egg cuando
afirma que: “la problemática del mundo en que vivimos no se la
puede estudiar mirándola tranquilamente, como se contempla el
curso apreciable de un río majestuoso; hay que estudiarla como
un volcán en erupción dentro del cual estamos nosotros mismos”
(p.13). Con ello nos invita a ver los problemas desde lo histórico,
en contextos de lo macro y de manera interrelacionada.
El libro va por la octava edición, que en 371 páginas y nueve
capítulos, Ander-Egg esboza la descripción de las diferentes pro-
blemáticas que aquejan el mundo actual; ellas son:
• La explosión demográfica (cap. I)
• La expansión de las ciencias y de la técnica (cap. II)
• El problema del hambre (cap. III)
• La revolución de las expectativas crecientes (cap. IV)
• La rebelión juvenil (cap. V)
• La mujer quiere tener historia (cap. VI)
• Formas de alienación en la sociedad burguesa (cap. VII)
• Desarrollo y subdesarrollo: dos mundos cada vez más distantes
(cap. VIII)

| 49
• La descripción se hizo teniendo como referente el docu-
mento original, pero está influenciada por la compren-
sión que hacen las autoras a partir de sus experiencias,
formación e inclusive la relación con Ander-Egg.

• Desarrollo,
• nuevo nombre de la paz;
• Subdesarrollo, nuevo nombre de la guerra.
• La revolución contemporánea (cap. IX)

En el capítulo uno, Ander-Egg describe estadísticamente,


desde la historia y con proyecciones a los años 2000 y 3000, el
proceso de crecimiento de la población, donde más que crecimiento
se habla de “despoblación como una pavorosa perspectiva”, pero a
finales de ese siglo, la población comenzó a crecer, a medida que
se creaban servicios de salud y se introducían técnicas más eficaces,
que favorecían más el índice de natalidad que el de mortalidad,
ocasionándose así la explosión demográfica, descrita desde la
siguiente perspectiva: “si hicieron falta 600.000 años para que la
tierra tuviese 1.550 millones de personas (año 1900), de 1965 en
adelante bastarán 15 años para aumentar esa cantidad. Eso es lo que
se ha denominado, sin hipérbole, la explosión demográfica” (p. 16).
En este capítulo Ander-Egg describe los factores que han
llevado a la disminución de la tasa de mortalidad y al aumento
de nacimientos y de la esperanza media de vida en países ricos
y pobres; también da a conocer estadísticamente la distribución
de la población mundial, invitando a reflexiones tales como “las
regiones subdesarrolladas crecen a un ritmo mucho más rápido
que los países ricos” (p. 19); además analiza la diferencia entre los
países, comparando su población rural con la urbana, teniendo en
cuenta los procesos de industrialización.
El crecimiento demográfico limita el desarrollo económico
y el progreso social, aumenta la brecha entre países ricos y pobres,
genera personas a quienes no se les puede dar respuesta a nece-

50 |
sidades básicas (alimento, educación, vestido, vivienda), lo cual
lleva al incremento de los servicios sociales (o de bienestar), a ello
se aumenta la escasa posibilidad de trabajo agrícola, la concentra-
ción de la población en ciudades capitales, las cuales se desbordan
como centros urbanos. Frente a la elevada tasa de natalidad surge
la exigencia de la paternidad responsable; el número de ciudades
con más de 100.000 habitantes se incrementa notablemente; y
aumenta la contaminación ambiental y por ruido.
Ander-Egg determina dos hechos importantes con relación
al problema demográfico en los países subdesarrollados:
1. “El rápido crecimiento demográfico crea nuevos pro-
blemas, al mismo tiempo que contrarresta el desarrollo
económico y el progreso social de esos países.
2. El aumento de la población en los países subdesarrollados
es más rápido que en los países desarrollados, con lo que
se acrecientan los desniveles del mundo actual, en una
polarización cada vez más acentuada entre países ricos y
países pobres” (p. 26).
Sobre estos aspectos plantea la urgencia de abordar esta
problemática desde diferentes políticas de Estado y diferentes
organismos internacionales.
De igual forma, describe cómo en unos países se da un pro-
ceso de crecimiento acelerado de la población y en otros países se
presenta sobrepoblación. Paralelamente se refiere al fenómeno de la
urbanización el deterioro del medio humano y la disminución de
los recursos; lo anterior en el ámbito global. Luego pasa a descri-
bir esta situación en latinoamerica, haciendo la misma distinción
de cómo ha sido la evolución en el crecimiento poblacional, su
distribución regional, su distribución rural-urbana, cambio de la
pirámide poblacional y la distinción entre la población económi-
camente activa y distribución porcentual de la fuerza de trabajo,
el proceso de urbanización, así como proyecciones de crecimiento
demográfico para los años 2000 y 3000.

| 51
Nos interesa referirnos al S.O.S. que Ander-Egg envía sobre
la influencia de la explosión demográfica en el deterioro del medio
ambiente y la disminución de recursos; el primero, lleva a hablar
de erosión, contaminación por el DDT y otros insecticidas, con-
taminación por sustancias nocivas como el mercurio y el plomo,
extinción de flora y fauna, afectación de ríos y mares por residuos
industriales y petrolíferos, contaminación atmosférica por gases y
eliminación inadecuada de basuras, entre otros.
En este primer capítulo, Ander-Egg toma como referentes
teóricos a Alfredo Sauvy, José Consuegra, Anibal Quijano, Luis
Lebret y organismos internacionales como Cepal, ONU y Celade.
En el capítulo dos, “Expansión de las ciencias y de la técni-
ca”, Ander-Egg deja claro que vivimos en un mundo signado por
la ciencia y la técnica. Afirma que “se está en un mundo nuevo
donde el hombre, mediante un mayor esfuerzo mental y un menor
esfuerzo físico, multiplica día a día sus capacidades, proyectándose a
dimensiones que sólo eran patrimonio de su imaginación o ficción
hace apenas unos años” (p. 57). En este aparte Ander-Egg describe
el proceso de desarrollo científico y tecnológico, y cómo el primero
da paso al segundo, para convertirse en dos acciones paralelas de la
humanidad, cada vez con mayor participación de la misma. Habla
de la revolución industrial (revolución técnica), la segunda revolu-
ción con la automatización y la cibernética, la brecha tecnológica
entre países ricos y pobres. Presenta el cuestionamiento respecto
de si la era tecnológica implica una marcha hacia la desideologiza-
ción y la convergencia de los sistemas. Describe una sociedad de
consumo y unidimensional como la sociedad post-industrial, a la
que presenta también en prospectiva de futuro; habla del shock
del futuro como progreso tecnológico y cambio social.
En ese contexto se refiere a la aparición del telescopio, el
microscopio, el teléfono, las redes, la televisión, el radiotelescopio,
como herramientas evolucionadas que afectan a las familias, pues
éstas no pueden competir, ya que el medio que manejan sigue
siendo artesanal; desde luego esta situación la empeora el ingreso
de los computadores y la cibernética.

52 |
Finaliza este segundo capítulo citando las posibilidades al tér-
mino de la Utopía, la cual describe como la capacidad del hombre
para conocer y amar más, es decir, un hombre que pueda poner al
servicio de la humanidad todos sus inventos, como oportunidad de
crecer y de no destruirse con sus propios inventos. Una humanidad
que supere el crecimiento de su alma con el crecimiento intelectual;
para ello deben manejarse los tres elementos que producen el shock
del futuro, la aceleración, la novedad y la diversidad, por lo tanto,
es importante retomar el cierre que hace el autor: “esto implica y
exige que comencemos a ser el hombre de la nueva época: el hombre
que conoce más y ama más” (p. 87). Ander-Egg cita como refer-
entes teóricos a Robert Oppenheimer, George Friedmann, John
Galbraith, Harvey Cox, Herbert Marcuse, entre otros.
“El problema del hambre” es el tema del capítulo tres, e ini-
cia afirmando: “nadie puede negar que el siglo XX es el siglo de la
ciencia y la técnica, de la liberación de la energía atómica y de la
conquista del espacio sideral. Lo que no es tan fácil de aceptar es
que también es el siglo del hambre y de la miseria” (p. 91). Describe
que el problema del hambre está relacionado con la explosión de-
mográfica y los problemas de producción y distribución de bienes
económicos: más bocas para alimentar y aumentos insuficientes en
las cosechas mundiales, pero su causa principal está en la “injusta
distribución de las riquezas, donde interesan más las ganancias
y el lucro del hombre que el mismo hombre” (p. 91). A esto se
agrega otro hecho nuevo: los que están en la miseria son cada día
más conscientes del bienestar y prosperidad en que otros viven,
de su dignidad humana y de su derecho a liberarse del hambre,
cambiando el estado actual de cosas (p. 91).
Ander-Egg en este aparte describe hechos que se viven
en el mundo actual, paradójicos para la verdadera esencia de la
problemática social, hechos tales como el incremento de dolores
sociales gestados en armamentos, cuando matan por hambre o
por enfermedades causadas por mala nutrición en millones de
hombres (escándalo intolerable en un mundo que sufre hambre);
la subalimentación del hombre y la superproducción de alimentos

| 53
(excedente en granos, trigo, café); hambre y proezas científicas;
para llegar a describir con seria y casi triste profundidad los matices
del hambre, su geografía y una propuesta que intenta resolver el
cuestionamiento sobre la posibilidad de equilibrar la cantidad de
población con los medios de subsistencia. Donde retoma los plan-
teamientos desarrollados por Malthus en 1798, en su ensayo sobre
el principio de la población, haciendo una contextualización del
problema basado en los datos, para así llegar a posturas pesimistas
y optimistas sobre si es posible resolver el problema del hambre en
la sociedad actual y futura.
Los referentes teóricos de Ander-Egg en este capítulo son la
FAO, Naciones Unidas, Paulo VI, Malthus, Josue Castros, Emma-
nuel Mounier, Juan XXIII, Colin Clark, Charles Kellog, entre otros.
Titulando el capítulo cuatro como “La revolución de las
expectativas crecientes”, Ander-Egg retoma a Harold Butler, quien
en el año 1937, siendo Director de la OIT, escribía acerca del “gran
cambio que está conmoviendo la sociedad actual oriental hasta
sus cimientos” (p. 121). Describe lo que Butler quería descubrir:
“un fenómeno que se estaba dando a escala mundial,… en forma
masiva los diferentes pueblos del mundo iban expresando cada vez
más claramente el deseo de una vida más humana, la urgencia que
tienen de alcanzarla, la convicción que tienen derecho a ello y la
necesidad de hacer algo para obtenerlo. Esto es lo que ha denominado
la “revolución de las expectativas crecientes” o “revolución de las
esperanzas crecientes” (p. 121), hecho que Myrdal llama “un factor
histórico enteramente nuevo” (p. 121). Aquí se refleja que el problema
es demasiado complejo y no se explica con el esbozo de este factor, pero
si debe reconocerse que la marcha de la historia en su dinamismo
creciente empuja a los hombres a reclamar más dignidad” (p. 130).

Lo cual lo lleva a esta conclusión: los pueblos estaban toman-


do conciencia de que la pobreza no es una suerte inevitable y que
existen posibilidades de una vida mejor, un mayor nivel de vida,
bienestar; resaltamos la manifestación de esta concepción cuando
se habla de promocionar la mujer y se expresa colectivamente en
los movimientos feministas.

54 |
El capítulo cinco describe “la rebelión juvenil”, mostrando la
importancia que para esta época cobra la juventud en cuanto a su
participación, lo que exige, el poder que ejerce y todo el entramado
filosófico e ideológico que la rodea.
Ander-Egg principia por aclarar un aspecto que debe tenerse en
cuenta: los jóvenes siempre han existido y siempre han sido rebeldes;
el problema surge a partir de la explosión demográfica que eleva el
porcentaje de ellos en el mundo, que son presencia del futuro, pero
también lo son del presente que enfrentan y cuestionan; valores,
principios e instituciones son puestos en tela de juicio (p. 136). En
este contexto invita a ver la juventud no sólo desde lo biológico y psi-
cológico, también desde lo sociológico y lo antropológico, entre otros.
Ello permitirá mayor comprensión sobre las cuestiones que inciden
en la problemática de la juventud, como las inadecuadas estructuras
de las instituciones; el ingreso tardío de los jóvenes en la sociedad,
con un rol específico en el proceso de producción, el desencuentro
intergeneracional y otros (p. 137).
Presenta, entonces, una descripción de la concepción del joven
para ese tiempo, de los jóvenes que se rebelan –los rebeldes sin cau-
sa, los hippies y la rebelión estudiantil-, las características y nuevos
significados de la actual rebelión de los jóvenes, el poder joven, el
poder estudiantil, la rebelión anárquica de la juventud de los países
ricos (“contra” algo, no “para” algo).
Se resalta el espacio que Ander-Egg dedica a Herbert Marcu-
se; nombre íntimamente ligado a los movimientos de la rebelión
estudiantil, ya que estas organizaciones son influidas directa o
indirectamente por algunas de sus tesis, entre ellas: la demanda y
condena de la civilización de la “computadora” y la alienación del
hombre en la sociedad de consumo (p. 161).
Aunque los movimientos estudiantiles (especialmente en
América Latina) no fueron homogéneos, apuntaban la rebelión
revolucionaria hacia la construcción del socialismo: para ello,
Ander-Egg muestra la posición de cinco agrupaciones estudianti-
les de Argentina (FAUDI, Frente de Agrupaciones de Izquierda;

| 55
FNE, Frente Nacional Estudiantil; AUN, Agrupación Universi-
taria Nacional; UNE, Unión Nacional de Estudiantes; TUPAC,
Movimiento estudiantil vinculado a la vanguardia comunista, línea
MAO) frente a la interpretación de la universidad en que viven;
lo que piensan de la universidad, cómo la quieren y su papel de
estudiante en la revolución.
Para finalizar este capítulo, resalta el planteamiento del autor
sobre las figuras, los símbolos para los jóvenes: el Che Guevara,
Camilo Torres y Ho Chi Minh, adhesión e identificación que
responde a razones ideológicas (p. 182).
Como referentes teóricos se presentan a Charles Reich, Mar-
garer Randall, Herbert Marcuse, Emmanuel Mounier, Movimiento
Ateneista y ErnestMannehin.
En “La mujer quiere tener historia”, título del capítulo seis
de este libro, el autor plantea la situación de la mujer: siempre en
desventaja, en situación de inferioridad, subordinación, y lo que
es peor: algunas no tienen conciencia de su situación de sometidas
y alienadas; los hombres tampoco tienen conciencia de que las
someten. Sin embargo, alguien ha tomado la decisión de exigir ser
tratada como persona, en querer tener historia, en querer también
hacer la historia (p. 199); en hacer cada vez más claro y consciente la
propia dignidad, en no permitir ser tratada como un instrumento,
en exigir ser considerada como persona, con igualdad de derechos
y obligaciones, como el hombre, tanto en el ámbito de la vida
doméstica como en el de la vida pública (p. 200).
Desarrolla este capítulo describiendo a la mujer fuera de la
historia, la historia de los prejuicios masculinos y cómo se justifica
hoy la dependencia de la mujer (el mito del “eterno femenino”
como fantasía ideológica): la mística de la feminidad o el modo de
hacer feliz a la mujer en su alienación, la lucha por la emancipación
de la mujer, la liberación de la mujer como parte de la lucha por
la liberación de toda situación de explotación.
Como referentes teóricos presenta a Federico Engels, Juan
XXIII, John Stuart Mill, Mary Daly, Naomi Weisstein, Simone

56 |
de Beauvoir, Betty Friedan, Emmanuel Mounier, Carlos Marx y
Margaret Benston.
En el capítulo siete, se describen las “formas de alienación de
la sociedad burguesa”. Inicia citando el concepto clave para designar
la situación del hombre contemporáneo: ALIENACIÓN. Palabra
que para esta época en las ciencias sociales es usada con mucha
frecuencia. Ander-Egg hace claridad en que estudiará y describirá
la alienación “en una perspectiva sociológica, en una concreción
histórico-social que tiene características estructurales y relaciones
dialécticas entre partes que le son propias: sociedad capitalista bur-
guesa y que produce formas específicas de alienación” (p. 241). Su
propósito es presentar algunas formas de alienación en la sociedad
burguesa actual. Como sociedad burguesa y alienación son expre-
siones que abarcan un análisis más amplio, en este aparte se precisa:
• El alcance que le da al concepto de alienación. Etimo-
lógicamente proviene del latín alienar, que significa lo
ajeno, lo extraño a uno, lo otro, lo que no es uno. En
otras palabras, alienar es lo que hace que el hombre no sea
verdaderamente el mismo, que no sea lo que es, porque
no hace que es propio (p. 244).
• Las características de la sociedad burguesa y el modo
burgués de ser en el mundo.

Para así determinar y describir cómo se da la alienación en:


trabajo, tiempo libre, dinero, consumo, status, publicidad, moda,
cultura importada, moral, religión, amor, sexualidad, burocracia,
vida militar, normas sociales y pautas de comportamiento, la
“adaptación” como alienación (p. 252).
Como referentes teóricos cita a Jean Marie Domenach, Erich
Froom, Max Scheller, Emmanuel Mounier, Wright Mills, Carlos Marx,
Juan José Sebrelli, Federico Nietzche, Herbert Marcuse, entre otros.
“Desarrollo y subdesarrollo: dos mundos cada vez más dis-
tantes”. Es el título del capítulo ocho, que se inicia con el esbozo de

| 57
los fundamentos y premisas para el análisis del subdesarrollo, que
cobra mayor relevancia después de la Segunda Guerra Mundial, y
se reconoce aún más hacia 1750 con la Revolución Industrial y el
capitalismo (p. 278). Clarifica que si bien el análisis del desarrollo
debe hacerse de manera global y totalizante, distingue seis aspectos
principales para el mismo (p. 281): histórico, científico, filosófico,
ideológico, político y el de las técnicas sociales mediante las cuales
se puede inducir al desarrollo (p. 281).
Contextualiza al lector sobre nociones de desarrollo y sub-
desarrollo, su proceso histórico, la brecha que se agranda entre los
países desarrollados y subdesarrollados en los ámbitos económico,
científico y tecnológico. Hace hincapié en la década del 1960-1970,
la cual considera como el decenio de la decepción, el estrangula-
miento de los países subdesarrollados, la concepción de desarrollo
y subdesarrollo y la clasificación de los países de acuerdo con su
grado de desarrollo relativo y la presentación de indicadores para
calificar el subdesarrollo.
Se resaltan las 15 características del subdesarrollo retomadas
de Lacoste: carencia de alimentos, deficiencia de la agricultura,
reducción de ingresos y bajos niveles de vida, industrialización in-
cipiente, reducido consumo de energía, subordinación económica,
sector comercial hipertrofiado, estructuras sociales atrasadas, escaso
desarrollo de clases medias, debilidad de la integración nacional,
subempleo, bajo nivel de educación, natalidad elevada, sanidad
deficiente y falta de conciencia de la población. Estas característi-
cas las complementa con los indicadores de subdesarrollo, de Luis
Lebret (p. 311).
Como referentes teóricos presenta a PiereTeilhard de Char-
din, Alain Birou, Ponciano Toriales, Henrique Cardoso, André
Frank, Guillermo Bonfil, U Thant y Paul Samuelson.
En el capítulo nueve, el último del documento, Ander-Egg
trata el “Desarrollo, nuevo nombre de la paz; Subdesarrollo, nue-
vo nombre de la guerra. La revolución contemporánea”. Aquí el
autor quiere enfatizar el carácter revolucionario de la época (p.

58 |
321) y más específicamente en América Latina, que como parte
de la humanidad, no es ajena a este palpitar revolucionario, donde
en su realidad múltiple presenta polos de crecimiento económi-
co y metrópolis, con niveles de vida semejantes al de los países
desarrollados, pero en su conjunto, el hambre, la marginalidad,
la dependencia y el subdesarrollo, son sus notas distintivas y sus
características definitorias (p. 321). Es así como presenta un cues-
tionamiento sobre si ¿existe en América Latina una situación pre-
revolucionaria? Describe a América Latina en el periodo de 1920 a
1970, presenta los problemas comunes: bajo ingreso promedio, la
acentuada desigualdad en la distribución del ingreso, su estructura
agraria, la industrialización dependiente, la dependencia externa y
su carácter de dependencia, el analfabetismo y la deserción escolar,
la subalimentación y las zonas de hambre, el bajo nivel sanitario,
viviendas inadecuadas o insalubres, la marginalidad de las grandes
mayorías, la revolución de las expectativas crecientes y la violencia
estructural o institucionalizada.
Como referentes teóricos presenta a Bárbara Ward, CEPAL,
Theotonio Dos Santos, Harry Magdoff, Ernesto “Che” Guevara,
entre otros.
Ander-Egg termina el libro con las palabras que creemos
recogen sus planteamientos y sensibilizan al autor sobre la realidad
de muchos seres humanos:

No queríamos mirar
a la miseria.
Pero ella sigue mirándonos
a los ojos.
Si además de informarme,
reflexiona sobre el problema
de los hombres marginados,
ya no podré vivir como antes.
Conocer todo ello y
seguir metió en mi egoísmo
es inmoral.

| 59
Saber de los problemas
y no comprometerme
en la lucha,
es cobardía. E.A. (p. 369)

Finalmente, se resalta el valor de las fotografías utilizadas en


cada capítulo, pues muestran múltiples realidades y recogen lo que
el autor expone con palabras.

Formas de alienación en la sociedad burguesa. Buenos Aires:


Humanitas, (1983).
En este libro el autor reflexiona acerca de problemáticas
en las Formas de alienación en la sociedad burguesa, teniendo en
cuenta que la palabra alienación en aquel momento se usó mucho
entre los profesionales de las ciencias sociales. Y como las formas
de alienación son varias e históricamente cambiantes (p. 13), en
este texto Ander-Egg estudia las alienaciones que sufre el hombre
contemporáneo y en el ámbito geográfico-político en que se desa-
rrolla la sociedad burguesa-capitalista (p. 13).
En el qué de este libro, se analiza la problemática de las formas
de alienación en la sociedad burguesa. ¿Para quiénes? Para un grupo
de personas que tienen en común estar preocupadas por cuestiones
sociales, políticas, culturales y educacionales; para que se haga una
lectura crítica de la realidad, equivalente al desvelamiento de la
misma. Acompaña el autor estos interrogantes con dos categorías:
la cuestión de la ideología y la problemática de la vida cotidiana.
En la cotidianidad se da la alienación, pero detrás de ello existe
una ideologización, situación que lleva a preguntarnos: ¿es posible
ser libre? Interrogante que conduce al siguiente planteamiento:
aprender a vivir, vida cotidiana y desalienación; todo el que anda,
vive; sin embargo, sólo unos pocos viven como personas (p. 19).
Lo planteado debe orientarnos a la construcción de un hombre
nuevo que sólo se puede dar masivamente en el contexto de una
nueva sociedad, permitiendo que el hombre sea alguien, no algo.

60 |
Se estudia y se reflexiona alrededor de la perspectiva socio-
lógica, en una realidad histórico-social que tiene características
estructurales y relaciones dialécticas, el propósito, entonces, es
presentar algunas formas de alienación de este tipo de sociedad.
El tema lo desarrolla Ander-Egg en 206 páginas, agrupadas
en tres grandes partes organizadas en conferencias (p. 14) y con el
siguiente esquema expositivo:
• ¿Qué alcance se le da al concepto de alienación?
• Cómo se caracteriza la sociedad burguesa capitalista y el
modo burgués de ser en el mundo dentro de la sociedad
capitalista monopolista
• Cuáles son las formas de alienación que sufre el hombre
dentro del marco de la sociedad burguesa del último
tercio del siglo XX.

Dicho por Ander-Egg, “las conferencias –y el libro que las


contiene- son parte de un curso para militantes” (p. 14). Con un
nivel de profundización basado en la siguiente fórmula: ni erudi-
ción, ni vulgarización, sino divulgación-concientizadora.
Para Ander-Egg existen otras formas o vías para hacer una
lectura crítica de la realidad: puede hacerse, por ejemplo, a partir
del tema de la plusvalía, del imperialismo, de la ideología, etc. Sin
embargo, le parece que es más iluminador y globalizante hacerlo
desde las formas de alienación (p. 15), pues es lectura crítica de la
realidad el desvelamiento de la misma. El hombre alienado –cons-
treñido desde afuera- tiene la conciencia ocupada por el opresor
(p. 15). Define la lectura crítica de la realidad como “un liberar el
intelecto arrancando de él los velos de la ilusión y del temor” (p.
15), es guía y motivación para la praxis o punto de partida en la
búsqueda de alternativas de superación de unas prácticas concre-
tas; “solo viendo en las alienaciones que impone la sociedad –y que
se es responsable de aceptar-, se tiene la posibilidad de no sucumbir
“al burgués” como ideal de vida, o lo que es lo mismo, al afán de
lucro y el ganar dinero o el tener poder, como lo que da sentido a la
existencia”Ander-Egg (p. 15).

| 61
Más que instruir, procura inquietar para que el hombre pueda
ser capaz de leer su cotidianidad de manera distinta, de desmontar
los mecanismos de dominación ideológica y cultural, de poder
elevar su grado de conciencia a partir de su propia práctica, de
proporcionar elementos para una lectura crítica de la cotidianidad.
Ander-Egg quiere ayudar a ser conscientes de que cada ser
humano es libre para humanizarse o deshumanizarse -tensión de
constante dialéctica en el ser humano, para así ser capaces de asu-
mir la empresa de construir la propia existencia y de transformar
la sociedad. Invita al hombre a asumir el ser personas –con lo que
implica de responsabilidad y de iniciativa personal. El hombre es
un hacerse y, en este hacerse, el hombre debe ser él; identificarse
sólo consigo mismo y no con imágenes que vienen desde fuera de
sí y que con frecuencia le son impuestas, respondiendo a intereses
de quienes pueden imponerlas (p. 16).

Resalta en sus reflexiones que “ser conscientes de las alienaciones


que se sufren, es apenas una dimensión de la praxis de
transformación: cuando no se puede continuar viviendo
la cotidianidad en la que se está inmerso tal como se venía
haciendo, es porque se está haciendo posible una revolución
cultural: un nuevo estilo de vida personal, nuevas formas de
relaciones interpersonales, un nuevo modelo de la sociedad y
nuevos códigos de civilización” (p. 16).

Es importante reconocer que Ander-Egg, en su análisis so-


bre las formas de alienación en la sociedad burguesa, destaca dos
categorías de análisis:
• La cuestión de la ideología y
• La problemática de la vida cotidiana.
Ander-Egg, con sus reflexiones, hace un llamado a descubrir
y dominar progresivamente al mundo; en la búsqueda de una exis-
tencia con sentido humano “…mientras se siga entrampado en este
modelo de civilización y de sociedad, con existencias personales
funcionales a ese modelo, la civilización, la sociedad de todos y la
propia existencia están abocadas a situaciones sin salida, a problemas

62 |
sin soluciones…” (p. 21). Hace un llamado al hombre para que deje
de buscar ser algo cuando puede ser alguien.
En la primera parte del libro, Ander-Egg se ocupa de brindar
al lector una contextualización sobre la alienación, término de moda
para la época; desarrolla su significado etimológico y su aparición
en la historia del pensamiento, hace referencia a la validez científica
del concepto de alienación, la pluralidad de sentidos en el uso del
término para así definir ¿qué es alienación?
Como referentes teóricos, presenta a Jean Domenach, Erich
Fromm, Ruth Anshen, GyörgyMarkus y Paulo Freire. En el con-
texto descrito define alienación, desde lo jurídico comercial, como
la operación o transacción comercial (p. 28); desde lo médico psi-
quiátrico, alienado es el equivalente a estar loco (p. 28). Lo común
es que la alienación exprese la realidad de algo ajeno a sí mismo.
En el significado etimológico del término la palabra proviene del
latín alienus, que significa lo ajeno, lo extraño a uno, lo otro (p. 29).
En cuanto al concepto de alienación Hegel dice que es el ca-
mino por el cual el espíritu se hace sujeto; es el momento negativo
del despliegue del espíritu. Históricamente la alienación la explica
Baver en el ámbito de la religión, cuando afirma que la alienación
religiosa lleva a la deshumanización del hombre. Para Marx, el
fenómeno de la alienación no puede comprenderse sino a partir
de la plusvalía (p. 31).
Ander-Egg muestra el debate que existe sobre la validez
científica del concepto y recuerda que éste suele relacionarse con
diversos problemas sociológicos y psicológicos -identidad, inauten-
ticidad, anomia, mutilación, explotación, esquizoide, privación,
marginación y falta de conciencia, entre otros- (p. 36-37).
Finaliza Ander-Egg este aparte clarificando que alienar o
enajenar designa siempre una forma de deshumanización, de ne-
gación del hombre.
En la segunda parte, Ander-Egg se ocupa por dilucidar si
un modo de ser en el mundo configuró un determinado tipo de
sociedad, o si una sociedad (la capitalista concretamente) ha creado

| 63
un determinado tipo de individuo, con un estilo y formas determi-
nados. Así como el hombre hace a la sociedad, la sociedad también
hace al hombre. El modo burgués de ser en el mundo permite el
capitalismo, pero el capitalismo necesita para subsistir de hombres
con determinadas características. Se estudia esta reciprocidad de
perspectivas en esta segunda parte, con el propósito de explicar una
realidad material y una espiritual, pues el capitalismo no es sólo un
modo de producción, sino también un estilo de vida; uno y otro
aspectos están ligados inseparablemente y producen determinadas
formas de alienación.
Es así como se desarrollan el “ethos”, o modo burgués de ser
en el mundo como estilo de vida, y la sociedad burguesa-capitalista
de la segunda mitad del siglo XX. Finaliza este aparte con rasgos
fundamentales del capitalismo como: la democratización del
consumo, que permite una cantidad relativamente importante de
bienes y servicios; el protagonismo de la clase trabajadora en la
sociedad de consumo; los adelantos científicos y tecnológicos como
factor fundamental en la organización de la vida económica, en
la configuración de la vida social y en las posibilidades inmediatas
de supervivencia del sistema; una sociedad altamente tecnificada
y como rasgo político de la sociedad, ésta cambia debido a la re-
ducción de los derechos y libertades civiles, acompañados por una
tendencia hacia la democracia controlada. Estos son, entre otros,
los riesgos y características en la que enfatiza Ander-Egg.
Presenta como referentes teóricos a Erich Fromm, Roger
Garaudy, Max Scheller, Carlos Marx, Federico Engels y Emmanuel
Mounier.
A partir de la caracterización que hace de la sociedad burguesa
capitalista en su fase de tecnoburocrática de consumo dirigido y
a la luz de la alienación como categoría socioanalítica, Ander-Egg
estudia aquellas formas de alienación más significativas en la actual
sociedad burguesa. Éste es el objeto de la tercera y última parte
del libro, donde intenta responder a los interrogantes: ¿qué formas
específicas de alienación se dan en la sociedad burguesa? y ¿cuáles
son las esferas afectadas por la alienación?

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Presenta las formas más importantes de alienación en la
burguesía, haciendo énfasis en que estas formas se relacionan
entre sí y, a su vez, son interdependientes, y que estas formas de
alienación son efectos no causas: de ahí que se pueda hablar de
esferas o ámbitos de la vida social afectados por alienación. Las
causas se encuentran en las relaciones sociales en las que existe una
apropiación-expropiación de la actividad del otro.
Las formas de alienación más significativas que desarrolla son
las que se dan en: trabajo, tiempo libre, dinero, consumo, status, pu-
blicidad y la propaganda, moda, cultura importada, religión y moral,
relaciones interpersonales, sexualidad, burocracia, normas sociales y
pautas de comportamiento: la “adaptación” como alienación.
Presenta como referentes teóricos a Wright Mills, Carlos
Marx, Erich Fromm, Edgar Morin, Albert Camus, Lamberto Pig-
notti, Vicente Verdú, Roberto Da Mata, Juan Sebrelli, Emmanuel
Mounier, Herbert Marcuse, John Galbrath, Paulo Freire, entre
muchos otros.
Termina el libro con las bienaventuranzas del hombre nuevo,
e invita al lector a ser uno de ellos, que haga parte de una nue-
va sociedad y así ser la respuesta a la gran necesidad del cambio
humano; exhorta a continuar en el trabajo sobre perspectivas de
desalienación o construcción de un hombre nuevo, puesto que
considera que en este libro sólo se ha hecho un diagnóstico.

El desafío de la reconceptualización. Alicante: Humanitas. (1984).


Presenta una mirada crítica de la reconceptualización del
Trabajo Social en la década del setenta del siglo XX y lo que ver-
daderamente significa en el desempeño del trabajador social el ir
más allá de sus ideas.
En 81 páginas, Ander-Egg analiza de manera crítica y re-
flexiva el proceso coyuntural que en la década del setenta vivió la
profesión de Trabajo Social, desde seis ejes: el servicio social en la
encrucijada, el contexto situacional en que aparece la problemá-

| 65
tica de la reconceptualización, ¿qué es?, diferentes tendencias, un
balance de su proceso con una posición crítica y reflexiva entre la
teoría y la práctica y, hacia el final, su análisis como un ciclo cerrado
y un proceso que continúa.
Cuando habla del servicio social en la encrucijada, lo define
como la coyuntura en la que se encontró la profesión ante la duda
de no saber qué o cuál era el camino a elegir, convirtiéndose en
un reto para los más reflexivos trabajadores sociales, conscientes
de los procesos sociales y económicos que limitaban la profesión
y, a su vez, demandaban la adquisición de nuevas perspectivas de
acción y reflexión, asumiendo la posición de ser “una respuesta a
los problemas radicales de su tiempo” (p. 15).
El texto es un llamado al “despertar crítico”, para los tra-
bajadores sociales, incomodándolos en su pensamiento y en la
manera en que hasta el momento estaban llevando su quehacer y
su reflexión. Convoca a la renovación de la concepción del servicio
social y a que de forma reflexiva y crítica se repensara y recreara
tanto su teoría como su práctica.
Además presenta los factores que motivan la crisis de identi-
dad y objeto en América Latina para todas las ciencias sociales: el
carácter de subdesarrollo de los países que lo integran, la irreparable
dependencia de los países latinoamericanos y la maduración de las
ciencias sociales en medio de la separación del colonialismo cultural
hacia la mirada reflexiva de los problemas más significativos de la
sociedad.
Ello estimuló a que por ser el servicio social la profesión que
más cerca está de la sociedad y sus problemas, ésta inicie su proceso
real de “construcción de una sociedad más humana” (p. 17).
En síntesis, el autor ve la reconceptualización del Trabajo
Social como una coyuntura que invita a sus protagonistas a ir más
allá de las ideas, a que se traduzcan en acciones e intervenciones
concretas y reflexivas el quehacer profesional en pro de un mejor
bienestar y desarrollo humano.

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Cuando describe el contexto situacional en que aparece la
problemática de la reconceptualización, nos lleva a conocer el signi-
ficado, que en ese momento —mediados de los sesenta y década del
setenta— representaron la situación de América Latina; la situación
de la profesión, con sus falencias y limitaciones; la influencia de
nuevas orientaciones en las ciencias sociales; el cuestionamiento
estudiantil y el descubrimiento de la dimensión política e ideo-
lógica de la acción social. En este contexto, al citar autores como
Pablo Netto y documentos escritos en la Universidad Nacional,
se plantean como factores concurrentes: la inoperancia de los
servicios sociales tradicionales, el descubrimiento de la dimensión
política e ideológica, la situación profesional, los cuestionamientos
estudiantiles, las nuevas orientaciones de la sociología y en general
de las ciencias sociales, la visión clasista del trabajador social y la
necesidad de orientar hacia la transformación.
Lo anterior le permite dar una definición de reconceptuali-
zación, desde su concepción etimológica, valiéndose de reflexiones
que sobre las mismas hacen algunos trabajadores sociales, y nos
la muestra como una fantasía que sólo se basó en “frases bonitas”
e ideas revolucionarias, hasta llegar al punto culminante de sólo
ser una catarsis en la que el sistema no permitió ir más allá de las
simples palabras, que no valen de nada sin su accionar.
Aun así, nos sigue mostrando cómo el proceso de la recon-
ceptualización marcó el inicio de tendencias para el servicio social
hacia lo científico, tecnológico-metodológico e ideológico-político;
la constitución de una nueva ciencia; la profesionalización del
servicio social; el mayor énfasis en la práctica del servicio social y
una tendencia con énfasis en la vida: la renovación como desafío
existencial. Al concluir que son variadas las tendencias que se
mostraron para el servicio social en la época de la reconceptua-
lización y que sus protagonistas, “en última instancia”, decidirán
y comprobarán con el transcurso del tiempo la decisión tomada,
deduce que sus productos serán las intervenciones y creaciones
literarias e intelectuales de estos últimos. De igual forma, deja claro
que el proceso de reconceptualización se inicia según los países en

| 67
diferentes momentos y que en cada país tuvo un sello particular
(p. 42), lo cual permitió identificar seis tendencias:

– La tendencia científica, que planteaba la necesidad de constituir


el servicio social como una disciplina científica. Se reconoce en la
fundamentación realizada por latinoamericanos como SennoCor-
nely, Natalio Kisnerman, José Lucera Dantas, entre otros.
– La tendencia metodológica, que para unos se centra en la ingeniería
social, otros la sustentan en lo científico y algunos la plantean bajo la
integralidad. Aquí se enmarca el trabajo de Teresópolis, que desarrolla
dos partes: la primera, referida a la metodología para el diagnóstico;
y la segunda que se refiere a la metodología del servicio social.
– La tendencia que reivindica lo ideológico-político de la profesión
lleva a la profesión a trascender al hacer y a pensar en el para qué
se hace.
– La tendencia en la profesionalización, se da por el afán de lograr
un status para la profesión.
– La tendencia en la práctica es el aporte a la reconceptualización
de los profesionales ubicados en instituciones, en el marco del
empirismo puro.
– La última tendencia la da aquella que implica una nueva manera
de vivir la profesión con los momentos de la realidad soportados
en lo científico.
– Ander-Egg expone el balance de la reconceptualización para el
servicio social a partir de la identificación de tres momentos: un
proceso que se expande en todo el continente, encontrando sus
limitaciones en el orden político; deja muchos propósitos en ideas
-nada concreto en la realidad- y abre el camino para la libertad
de elección del profesional a hacer o disertar en lo que se debe o
debería hacer.

68 |
Diez años después, Ander-Egg manifiesta que la reconcep-
tualización es un ciclo terminado, pero un proceso que siempre
continuará por ser necesaria la constante reflexión de la profesión,
cuyo objeto es una sociedad que no es estática y que, por lo tanto,
requiere su continua observación, reflexión e intervención para
lograr cada día un mejor bienestar.
Enfatiza en que el servicio social, hoy Trabajo Social, no es
una profesión estática ni exclusiva de la ideación de la sociedad,
pues su característica principal es su accionar con la misma, cuyo
fin último sería, entonces, el constante repensar de métodos ade-
cuados de intervención.
En esta publicación el autor cita como fuentes de referencia
a los autores TomikoTanami, Eliana Moreau de Young, José Paulo
Netto, Josefina Acosta, Sela B. Sierra, Teresa Quiroz, Leila Lima
Santos, Luis Araneda, Carlos Eroles, María Scaron de Quintero,
María Gagneten, Feuerbach, Luis Frum, Nidia Aylwin y las Me-
morias del II Encuentro ALAETS. Referencias que abarcan un
extenso período entre 1841 y 1976.
El libro se edita después de 20 años de consagración a la
escritura de Ander–Egg por hacer práctica la teoría para el Trabajo
Social. Reconoce la editorial su espíritu, inteligencia y su práctica
abierta a los cambios de la sociedad y su dinámica. Ander–Egg
afirma: “Cada una de las páginas aquí reunidas son un pedacito de
mi vida; todas juntas representan el porciúnculo de mi existencia
consagrada al trabajo social, no como un fin en sí mismo, sino
como uno de los instrumentos que permitían realizar una parte
de mi proyecto de vida” (p. 7).
Finalmente, resalta su ocupación en una profesión, consciente
de su importancia para la sociedad, al dejar claro para sus lectores
que, si bien siempre se estará en la libertad de pensar y repensar la
ideología y la práctica de la profesión, hay algo que debe quedar
muy claro: la profesión no es una ciencia social cuyo objeto prin-
cipal fuera la ideación de la sociedad y su conceptualización. Otros
aspectos claves para el desarrollo de la profesión son las coyunturas

| 69
políticas y económicas, variables que determinarán el pensar y accio-
nar de los profesionales en todo el transcurso de la historia, por lo
tanto siempre estará la opción para, quien así quiera, poder renovar
y reconceptualizar la profesión. Y en cuanto al marxismo, corriente
que influyó y significó bastante para el inicio del movimiento recon-
ceptualizador, deja claro que éste es simplemente una crítica a un
sistema y no la solución para el bienestar de una sociedad.

¿Qué es el Trabajo Social? Alicante: Humanitas. (1984).


La dedicatoria con la que inicia el libro: “A todos aquellos que
en estos últimos quince años del siglo XX, iniciarán en América
Latina la carrera de Trabajo Social”, muestra a quiénes se dirige;
sin embargo, invita a los profesionales a que construyan a partir
de la reflexión que puede originar la lectura del libro.
En su prólogo, Ander-Egg explica cómo nació la idea de
desarrollar este libro, ante la pregunta insistente que muchos le
hacían respecto de cómo se le explica qué es el Trabajo Social a
alguien que nunca lo ha estudiado.
Por lo tanto, este libro está dedicado a aquellas personas que
no son profesionales, pero que quieren ingresar en el mundo de
esta maravillosa profesión. Su intención es desarrollar una con-
versación con el lector, utilizando un lenguaje sencillo y oportuno,
donde no encontrará respuestas únicas, pero sí la capacidad de
cuestionamiento y reflexión crítica.
Cuatro capítulos desarrollados en 207 páginas, apuntan a
una mirada crítica y reflexiva del Trabajo Social. Por esto, parte
de entender el Trabajo Social como “una forma de acción social”;
define a ésta es como toda actividad consciente, organizada y diri-
gida, ya sea individual o colectiva, que de modo expreso tiene por
finalidad actuar sobre el medio social para mantener una situación,
mejorarla o transformarla (p. 21-22).
Como si se estuviera mirando desde fuera o desde una vi-
trina, en el primer capítulo Ander-Egg presenta una mirada del

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Trabajo Social, esclareciendo su hacer, su metodología y método
y sus principios básicos de actuación.
Describe con detalle los campos de actuación de los trabaja-
dores sociales: salud, empresa, escolar, vivienda, sindicatos, desa-
rrollo comunitario y bienestar social, entre otros, esclareciendo la
diferencia entre cada uno de ellos y, de acuerdo con éstos, presenta
las funciones (implementador de políticas sociales, educador so-
cial) y roles de los profesionales (consultor, proveedor de servicios,
informador, gestor, investigador, planificador, administrador, eje-
cutor, evaluador, etc.) los cuales son coherentes con el lugar donde
desarrollan su labor.
El quehacer del trabajador social se enmarca en principios
filosóficos o ideológicos y en principios de actuación u operativos.
Ander-Egg promueve la discusión y el análisis de éstos a partir de
la relación con el beneficiario, el agente o el método.
Los métodos de los trabajadores sociales, es decir, el cómo se
hace, se presentan en los hechos históricos y representativos que
dan origen a la profesión y las especificidades históricas para cada
uno de los métodos del Trabajo Social. Éstos son: el trabajo con
los individuos y la familia, el trabajo con grupos o el método de
trabajo con comunidades y su proceso de desarrollo y organización
comunitaria. De igual forma, esclarece, independientemente de la
población con la que se trabaje, que existe un método de actuación
profesional, el cual está integrado por la fusión de cuatro compo-
nentes: estudio, programación, ejecución y evaluación.
Mientras invita a los lectores a la reflexión, desde una pers-
pectiva crítica y analítica, Ander-Egg desarrolla el segundo capítulo
con reflexiones sobre el Trabajo Social, el cual, al enfatizar en el
cómo ayudar, se transforma en una profesión. Valiéndose de la
historia y forma de evolución de las culturas mundiales, hace en
cada una de ellas la distinción de las formas de ayuda y como ésta,
con el tiempo, la ejerce un profesional; sigue profundizando en
la reflexión: en si ésta surge desde las formas de ayuda, se puede
denominar como ciencia, tecnología social o praxis científica; para

| 71
llegar a las fases o momentos históricos que han determinado el
Trabajo Social específicamente en América Latina: asistencia social,
servicio social y Trabajo Social; y finalmente, reúne las bases para
que con fundamentos históricos, conceptuales y científicos, se de-
termine la relación existente entre Trabajo Social, bienestar social y
calidad de vida, y así perfilar tanto la profesión como al profesional.
Cuáles son las cualidades, condiciones, conocimientos y
habilidades que se necesitan para ser trabajador social, constituyen
el desarrollo del tercer capítulo; elementos y herramientas que
brindan al lector un conocimiento de la esencia del profesional y
los objetivos de su quehacer; y que ayudan a caracterizar el perfil
del trabajador social y las competencias básicas de la profesión en sí.
El cuarto capítulo contextualiza la profesión y el profesional
en su realidad y en la realidad en la que quiere actuar y por la que
quiere trabajar para una transformación. Está escrito específica-
mente para los trabajadores sociales de Latinoamérica, donde existe
una sociedad basada en la reacción, la revolución y el anhelo de
reforma. El marco referencial que aquí se presenta toma como base
planteamientos de Arturo Jauretche, Herman Kruse, PerreFurter,
Freire Lefebvre, entre otros.

Achaques y manías del servicio social reconceptualizado. Buenos


Aires: Lumen Humanitas. (1984).
Ander-Egg inicia el libro aclarando, desde la advertencia y la
introducción, que algunos de los comportamientos de los traba-
jadores sociales que participaron en la reconceptualización, en el
momento de escribir esta obra, habían sido superados o no estaban
tan generalizados; asimismo, aclara que aunque aquí se refiere al
proceso de la reconceptualización del Trabajo Social latinoame-
ricano, éste estuvo influido por las ciencias sociales y la práctica
política. Señala cómo en la reconceptualización “se produce una
especie de enamoramiento de la cáscara de los vocablos y las frases
infladas y ampulosas” (p.15), en donde el denominador común es
el uso no marxista del marxismo.

72 |
En 68 páginas, Ander-Egg desarrolla el texto en tres capí-
tulos, a saber:
En el primero, considera necesario reafirmar la importancia
del reconocimiento para los trabajadores sociales y la relación de
esta disciplina con el marxismo. Al respecto considera al marxismo
como instrumento renovador del servicio social, como un signo
esperanzador (p. 19). Sin embargo, señala que se incurrió en tres
grandes falencias:
El discurso idealista con ropaje marxista: utilizado por los trabajadores
sociales para hacer uso de su retórica marxista y no para analizar la
realidad y orientar la práctica. De esta manera, alejó la realidad y los
cambios sociales de la interpretación y la teoría que sobre la misma se
debía hacer.
El sectarismo vanguardista: incorporación de las ideas marxistas no
asimiladas a la práctica ni traducidas operativamente en el campo
del Trabajo Social, se va produciendo la configuración de sectas (p.
22) creyendo que son las únicas que poseen la verdad y, por ende,
rechazando las argumentaciones o razonamientos de los otros. Su
validez consistió en decir, con palabras netamente marxistas, la
interpretación que desde el marxismo se podía hacer de la realidad.
El manualismo de corte y confección: cuando ha predominado un
mismo estilo intelectual, no es raro que aparezca un estilo de corte
y confección para el “desarrollo” del pensamiento. Aquí Ander-
Egg señala que convergieron dos razones: la incapacidad de pensar
por cuenta propia y la falta de prácticas concretas sobre terreno en
donde intervienen personas reales con sus múltiples y variadas
contradicciones, con los avances, logros, retrocesos, luces y sombras que
tiene toda realidad.
¿En qué consiste este manualismo? Según Ander-Egg se trata
simplemente de utilizar textos marxistas; expresiones y categorías
marxistas; todo ello sin mucha preocupación por tener referencia
empírica, salvo aquellas que filtra y que sirven para confirmar lo que
dicen los textos (p. 25).

Desde esta perspectiva, la práctica teórica se transforma en una


batalla de palabras. Se razona en función de términos y de categorías
de análisis. La jerga viene a ser más importante que los argumentos;
lo que importa es si se utiliza o no la jerga marxista (p. 27).

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En el segundo capítulo, después de la presentación de
una problemática global que constituye el telón de fondo de los
achaques y manías, se desciende a las manifestaciones o síntomas
de los mismos (éstas no son de todo el proceso, sino de algunos
trabajadores sociales). Que son:
• El uso de la dialéctica “como palabra de ornato”.
• De la ciencia al cientificismo; del cientificismo al dogma.
• Elucubraciones teóricas sobre la “práctica” como fuente
de la teoría, pero sin práctica.
• Agitación política y social supletoria de la militancia
política.
• Esclavos de las ideas de vanguardia.
• Borrón y cuenta nueva.
• Infantilismo revolucionario.
• Desarrollo de una terminología esotérica como modo de
dar status a la profesión.
• La huída a un mundo de quimera.

El último capítulo, “Dialogando sobre achaques y manías”,


se basa en la entrevista que realiza Diana Müller en marzo de 1983
a Ezequiel Ander-Egg, para conocer más a fondo el pensamiento
expuesto en el texto. Enfatiza la entrevista en la explicación del
uso no marxista del marxismo, donde Ander-Egg amplía su teoría,
expresando que los peores estragos intelectuales vienen del dogma-
tismo y el maniqueísmo, de la unidimensionalidad, simplificación
y la falta de diálogo entre la razón y la realidad (p. 54).
En este aparte Ander-Egg expresa y explica lo que para él ha
sido lo sustancial del pensamiento de Marx:
La dialéctica interdisciplinar y el pensamiento polinucleado.
La idea de que la sociedad y la historia configuran a los hom-
bres; considera al hombre artífice de la historia, no simple objeto,
sino protagonista.
Interdependencia de los diferentes elementos que configuran

74 |
a la sociedad y la necesidad de estudiar esas partes en sus mutuas
relaciones y reciprocas dependencias.
Ander-Egg finaliza en el epílogo invitando a la esperanza:
“… mucho más importante que nuestro pensar es nuestra vida; lo
que hacemos con ella: las acciones emprendidas y las obras reali-
zadas para que el amor sea posible. Para ello debemos vivir nuestra
vida viviendo –haciendo parte de la nuestra todas las otras vidas…”
Por esta utopía apuesto
y cada día quiero comenzar a realizarla.
Preparado a todo,
menos a encontrar la utopía realizada.
Dispuesto a esperar,
sin que la esperanza se realice.
Rechazando las quimeras,
que más tarde desencantan.
Aceptando compromisos,
que luego son dolor y gozo.
En esta incertidumbre, oscuridad y titubeo,
sólo sé que hoy
-aquí y ahora-
puedo hacer posible.
Un poco de amor y de ternura.
Esta es:
MI INVITACIÓN A LA ESPERANZA (p. 68)

El Trabajo Social como acción liberadora. Buenos Aires:


Humanitas. (1989)
El autor ubica a los trabajadores sociales en la perspectiva
de tipo profesional que realmente requiere la sociedad, a través
de reflexiones desarrolladas desde 1960, a su vez muestra que el
Trabajo Social una profesión que requiere de sus protagonistas el
ser “testimonio de servicio y entrega personal, como respuesta a
un mundo que se hace inhumano y a una sociedad que ignora al
hombre; en suma como un desafío existencial” (p. 138).
En cuatro capítulos propone defender y caracterizar un Tra-
bajo Social como acción liberadora, como profesión testimonio
de lo humano, compromiso y militancia del desafío existencial.

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Muestra al trabajador social cómo la acción liberadora puede con-
vertirse en una práctica, en un quehacer del profesional, invitando
a cada uno de sus protagonistas a ser agentes reflexivos, a partir
de las ideas que durante los últimos años previos a la edición de
este libro, habían rondado la mente de su escritor. De la misma
forma, motiva e invita a los profesionales a que sean parte y un
aporte (parcial y puntual, pero real) a las luchas de liberación en
América Latina (p. 11).
Habla del Trabajo Social como práctica de acción liberadora
desde una propuesta que nace del desafío que vive América Latina,
en donde el Trabajo Social supera el servicio social y la asistencia, e
invita a trabajar con un hombre sujeto de su propia vida. Sustenta
cómo “la acción liberadora” puede ser una práctica para el Trabajo
Social, cómo lo define y caracteriza, y la invitación es a que sea
una profesión testimonio de lo humano, con una característica de
compromiso y militancia como desafío existencial.
Este documento, insistimos, es una reflexión de Ander-Egg,
en el que muestra la percepción que tiene de la sociedad, cuyo
estandarte parece ser la desesperanza, poco interés en soñar y en
recrear una sociedad con mejores perspectivas, compromisos y
metas por cumplir. Consciente del reto y de sus implicaciones,
escribió este libro, no sólo para profesionales, sino para estudiantes
y jóvenes que quieran incursionar en el campo del Trabajo Social,
invitándolos a la reflexión de su quehacer y al compromiso que
asumen frente al mismo.
Desde un doble enfoque, aborda el tema de “Acción Libera-
dora”: una visión estructural (problemas sociales, políticos y econó-
micos contemporáneos) y desde su percepción y reflexión personal
(potencialidades, cualidades y estructura del carácter humano). Su
reflexión está basada principalmente en la dimensión que tiende a
la acción y estilo de actuación de cada persona, al significado del
factor humano.
La acción liberadora, como una práctica del Trabajo Social,
es sustentada como una de las respuestas requeridas por la socie-

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dad latinoamericana para el mejoramiento en su calidad de vida,
pues es claro al mencionar que la intervención en la sociedad no
es sino el deber ser del Trabajo Social, y además ha de reconocer
la importancia y desde ahora sugerir el trabajo interdisciplinario
para un mejor accionar. Igualmente, invita a que los objetivos de
la intervención apunten al reconocimiento del hombre como su-
jeto, actor y protagonista de su propia historia, la de su entorno y
promotor principal del cambio que requiere para su organización
y movilización. También es importante para el Trabajo Social el
que toda acción que se genere lleve consigo el orden o lineamiento
político. En este contexto, desarrolla el concepto de liberación a
partir de dos supuestos: existe una evolución de la humanidad y
el mundo se hace, transforma y dinamiza por la acción humana
(p. 32).
Como estrategias o pautas para el logro de un Trabajo
Social liberador, ofrece su inmersión con la población objeto de
intervención, donde de primera fuente identifique quién es la
comunidad, qué sabe, qué conoce, con quién trabaja; respuestas
que encontrándolas el propio trabajador social, pueda determinar
la realidad concreta y veraz de la población, dejando de lado toda
realidad enmascarada que impida la generación de acciones futuras
cuyo objetivo principal es el progreso de la sociedad. La acción li-
beradora es una invitación a que con acciones planeadas, reflexivas
y conscientes se logre liberar al sujeto protagonista de su realidad,
de esa situación que lo estanca y que impide su desarrollo.
El significado y las implicaciones del Trabajo Social como
acción liberadora se dan en el marco de cuatro ámbitos: ideológico-
político, teórico-conceptual, operativo y personal (p. 36).
Ander-Egg plantea una definición “de liberación” con base
en dos premisas. La primera: el hombre es un ser que para su
desarrollo requiere la superación de etapas y la evidencia de un
constante crecimiento; y la segunda: el hombre se desarrolla en
una estructura social que crece y evoluciona a partir del propio
desarrollo del mismo. Sintetiza además estas dos premisas en “la
historia del hombre es la historia de la liberación humana” (p. 33).

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Esta última concepción permite al trabajador social reconocer el
valor que tiene la oportunidad de crear y recrear al hombre. Por lo
tanto, y desde esta perspectiva, el trabajador social debe articular
su ejercicio profesional desde lo ideológico, teórico-conceptual,
operativo y lo personal, teniendo como objetivos la concientización,
organización y movilización de los pueblos.
La propuesta de acción liberadora para el Trabajo Social la
centra en la definición que da a la profesión desde este enfoque, y
que leída bajo esta premisa de acción liberadora se puede entender
y comprender. El autor aclara que no es la única ni la más perfecta
definición, pero si es la que responde a la acción liberadora para
una sociedad:
El trabajo social es una tecnología social, cuyas funciones específicas
son la implementación de políticas sociales y la educación, promoción
y animación social y prestación de servicios sociales realizados con
alcance asistencial, preventivo o de rehabilitación. Con estas acciones
se procura desatar un proceso de promoción del autodesarrollo
interdependiente de individuos, grupos y comunidades, según sea el
caso el ámbito de actuación. En la realización de sus funciones se
procura concienciar (concientizándose), movilizar (movilizándose) y
crear los espacios para que la gente se organice para participar en la
realización de proyectos específicos, propios de esta profesión. Cuando
la índole de las actividades lo permite, la gente ha de participar en
sus propias organizaciones, procurando que tengan intervención en
todo aquello que concierne a su propia vida. Con esta participación
se pretende contribuir a la realización de un proyecto político que,
como modelo de la sociedad, significa la modificación (y en lo posible
de superación) de situaciones de pobreza, marginalidad, dominación
o explotación a otra u otras de mayor igualdad, integración social,
solidaridad, libertad y justicia. Este modo de actuación tiene
implicaciones en dos niveles: por una parte, apunta como objetivo
estratégico a la configuración de un nuevo tipo de sociedad, y por otra,
contribuye a crear las condiciones necesarias para un nuevo modo de
ser persona (p. 43-44).

El autor en forma analítica desarrolla cada una de las ideas


centrales que llevan implícitas la definición anterior, enfatizando en
las acciones que el profesional desarrolla con la sociedad en tanto

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concientiza y sensibiliza a la misma para promover finalmente su
participación, ésta entendida como el proceso que se inicia con una
comunidad y cuyo resultado es la toma de decisiones de la sociedad
para generar su propio cambio. Sigue siendo enfático y claro que
este tipo de acciones desde una disciplina no son suficientes para
el cambio social y para su liberación de la presión de una sociedad
burguesa, pero si es importante en la medida en que las acciones
pensadas por el Trabajo Social se originan desde la gente y para ésta,
con el objeto de renovar y, en gran parte del éxito de las mismas,
deben ser ejecutadas por un profesional renovado y autorreflexivo,
consciente de que él también requiere una acción liberadora y que
ésta es un proceso que requiere tiempo.
A partir de la definición, se caracteriza al Trabajo Social como
acción liberadora de la siguiente forma: es una tecnología social (no
tiene cuerpo teórico, pero hay fundamentación), sus funciones son
implementación de políticas sociales y educación, la promoción y
la animación sociocultural (los servicios pueden prestarse a nivel
general o sectorial), su alcance debe ser asistencial, preventivo de
rehabilitación (p. 47); el proceso debe ser de autodesarrollo de indi-
viduos, grupos y comunidades; el Trabajo Social debe concientizar,
generar movilidad, organización y participación, realizar proyectos
propios y específicos del Trabajo Social, modificar situaciones de
pobreza, marginalidad, explotación y, por ende, debe contribuir a
configurar un nuevo tipo de sociedad más igualitaria y más justa,
que permita crear un nuevo modo de ser persona.
Ander-Egg se detiene en el concepto de concientización y
en los equívocos de su definición para comentarlo en el devenir
de la persona humana. De igual forma, el Trabajo Social, conce-
bido como forma de acción liberadora, debe preocuparse por la
promoción y organización de los sectores base, que incluyen las
organizaciones de la acción comunitaria, socioeconómicas y socio-
gremiales. A partir de aquí, analiza la problemática de la margina-
lidad, señalando cinco rasgos: falta de pertenencia y participación,
de integración interna, globalidad, radicalidad y emergencia de la
marginalidad (p. 83-84).

| 79
De igual manera, reconocemos el esclarecimiento que Ander-
Egg hace desde el concepto de Trabajo Social al considerar que su
ideal se encuentra en que quienes lo ejerzan deben sentirlo como
su vocación; entendida ésta como el reconocimiento personal de
aquellos seres que deciden estudiar Trabajo Social, no porque su
principal objetivo sea hacer escalafón en la estratificación social o
por garantizar un nivel de ingreso económico alto; va más allá de
lo material; invita a los profesionales a que hagan del Trabajo Social
parte de su realización personal, parte de sí, lo que conlleva una
“exigencia íntima” y, por ende, un afán constante en desarrollar
las acciones de la manera más consciente y promotora de un real
cambio. Al desarrollar la idea de “exigencia íntima”, la justifica
en que el Trabajo Social va más allá, entonces, del paternalismo
y asistencialismo, logrando combinar la ciencia con lo humano
y con lo práctico. Esta combinación trae consigo la posibilidad
de una real transformación y un ejercicio bien pensado de una
comunidad y hacia ésta, lo que viene a configurar un verdadero
humanismo. Enfoque inspirador para el ejercicio del Trabajo So-
cial, en la medida en que se debe reconocer que el humanismo no
es una teoría, sino un modo de ser (p. 98), el nuevo humanismo
se concibe entonces como “una manera de vivir la condición hu-
mana (p. 102); allí la práctica social debe inspirarse en la realidad
de la persona humana expresada en el respeto a su vida, libertad y
dignidad, en la realización personal y colectiva y en la fraternidad
universal (p.110); ello implica romper con las contradicciones que
obstaculizan el humanismo.
Finalmente, invita a los profesionales en Trabajo Social a com-
prometerse con su servicio, no siendo “neutrales”, sino poniendo en
evidencia un compromiso con las individualidades y colectividades;
infiere que el mantenerse neutral conlleva ser partícipes de un status
quo y no de la transformación real de una sociedad. Al involucrase
se asume un compromiso con la sociedad y consigo mismo, pues
no se puede desligar a la persona del profesional, concluyendo
que es necesario comprometerse en una praxis transformadora del
sistema y de nuestro modo de vivir (p. 125).

80 |
Tal como lo expresa Ander-Egg en el prólogo, éste es una
reflexión para el profesional, para el estudiante y, por qué no decirlo,
para todo aquel que quiera conocer qué es el Trabajo Social. Desde
un enfoque y una perspectiva humana, centrado siempre en la es-
tructura del hombre como ser y no como parte de una estructura
social, permite a los profesionales y a sus lectores identificar el objeto
del Trabajo Social, cuyo epicentro se encuentra en la transformación
de la realidad social, pero sobre todo en la transformación de sus
protagonistas y en la transformación propia del trabajador social;
muestra una mirada de la estructura social, enfatizando en que ésta
es producto del desarrollo y evolución de sus miembros y viceversa;
mirada que deja muy claro las herramientas y la perspectiva que
debe tener el profesional para el ejercicio real de transformación.
Este es un libro que, a pesar de haberse escrito hace más de
20 años, resulta útil para todo aquel que se quiera sumergir en el
mundo del Trabajo Social, definido por Ander-Egg a partir de la
perspectiva de liberación de la sociedad desde su opresión burguesa.

Las técnicas de comunicación al servicio del Trabajo Social. Buenos


Aires: Instituto de Ciencias Sociales Aplicadas (ICSA). (1992).
Una propuesta modesta y sencilla que quiere incidir en el
aprovechamiento de las ayudas visuales en la formación de trabaja-
dores sociales y en el propio quehacer profesional, como formas de
lograr una mejor comunicación, ya sea para transmitir un mensaje,
dar una información de manera más atractiva y comprensible o para
motivar un aprendizaje (p. 13). Se extiende también a profesionales
en educación popular y animación sociocultural.
En 143 páginas, Ander-Egg presenta de una forma didáctica
—cuadros, esquemas, fotografías y otros— cuatro capítulos con
ayudas y medios audiovisuales como complemento y ayuda a la
tarea educativa y como instrumento propio de la tarea profesional
del trabajador social, al trascender la comunicación por medio de
la palabra —ahora con imágenes— e invita a su conocimiento para
una mayor efectividad en el trabajo desarrollado con poblaciones.

| 81
Inicia el documento con los planteamientos de Francisco
Gutiérrez sobre las cuatro cuestiones básicas que se formulan para
planear una comunicación —tema, público, medios, objetivos—
(p.16) y luego sintetiza los elementos de las formas de comunicación
—horizontal y vertical— (p. 17-20).
En el capítulo uno se presentan diferentes ayudas visuales
de uso individual, que sirven de apoyo al orador y que de una
manera integral permiten que la recepción del mensaje se dé en la
población con la que se trabaje. En este aparte se muestran ocho
alternativas de apoyo visual, con sus ventajas y desventajas, el para
qué sirven y el cómo utilizarlas. Enfatiza en cómo se desarrolla la
comunicación para el logro efectivo de objetivos de cambio y el
mejoramiento de una situación problema (pizarra, franelógrafo,
tablero magnético, block de papel, tablero de anuncios, proyector
y retroproyector).
En el capítulo dos expone cuatro medios de comunicación
de difusión limitada como el cartel, el panfleto, el folleto ilustrado
y las exposiciones; define cada una de ellas enfatizando en su uti-
lidad, el objetivo principal de información y la forma correcta de
elaborarlo y emplearlo, así como los aspectos a tener en cuenta en
la redacción, la presentación y la ilustración, entre otros.
El capítulo tres presenta la fotografía, una ayuda visual, que
se usa como complemento de diferentes técnicas, fijando como
principios básicos de la composición fotográfica el fotolenguaje y
los gráficos. En este capítulo Ander-Egg señala la importancia que
en los últimos años viene adquiriendo la imagen como medio de
comunicación y desarrolla, por tanto, algunos conceptos impor-
tantes a tener en cuenta para la utilización de la misma, tales como:
uso de las fotografías, los principios básicos de la composición
fotográfica, el equilibrio pictórico, el manejo de la luz y la sombra,
en fin, poder ser claros en la estructura interna de la imagen y llegar
al esclarecimiento del mensaje que se quiere emitir.
De igual manera, se refiere a la metodología no sólo de trans-
misión del mensaje, sino de trabajo en grupo con medios visuales,

82 |
tales como la del fotolenguaje, al especificar cómo se desarrolla, con
cuántas personas y cuáles son sus objetivos claros de intervención.
El capítulo cuatro retoma la definición de lenguaje audiovi-
sual de J. Ferres, que lo caracteriza como más estimulante, comple-
jo, agresivo y provocador que el lenguaje verbal. Un lenguaje con
alta incidencia de sensibilidad. Más sensitivo que racional. Menos
preciso, más instructivo; además analítico, más penetrante. Menos
riguroso, pero con mayor fuerza expresiva (p. 82). Este aparte, se
refiere a cuatro medios audiovisuales: el montaje audiovisual, la
televisión, el video y el cine-forum; en cada uno de ellos esclarece
su significado, ventajas y elaboración.
Ander-Egg termina el texto con dos apéndices. El primero
titulado “El leguaje y estilo para la comunicación con los sectores
populares”; en éste brinda a los profesionales herramientas claras
y precisas para lograr una comunicación eficaz con la población
—popular— con quien se trabaja, dando a conocer el manejo de
cuatro características fundamentales del leguaje y el estilo capaz de
comunicar: brevedad, claridad y simplicidad, sentido de lo práctico
y reflexión personal. Como siempre, da sus definiciones, el modo
de lograrlo y presenta ejemplos que despejan cualquier duda, ade-
más de clarificar el aprendizaje para los profesionales. El segundo
apéndice, “El uso del color brinda información general sobre los
colores que tienen aplicaciones en la mayoría de las técnicas de
ayuda por la comunicación” (p. 139). Ander-Egg, en el desarrollo
del texto, utilizó referentes tales como Pierre Guinchat (1973); Ll.
Busquet (1977); Frías, Ramsey y Beltrán (1966); A. Jiménez y D.
Navarro (1984), entre otros.
Editado en el año 1992, este texto se convierte en una herra-
mienta para los profesionales, en el que de forma clara, profunda y
práctica les permite adquirir habilidades necesarias para comuni-
carse con las poblaciones populares y es un buen motivador para
la exploración de nuevos medios de comunicación acordes con la
actualización tecnológica y la vanguardia del tiempo. Además, se
puede decir que más allá de ser un instrumento para el ejercicio
profesional, este texto deja en cada uno de los profesionales que

| 83
lo leen la inquietud por estudiar más a fondo la incidencia que las
alternativas de comunicación diferentes a la palabra tienen en una
intervención y en el logro de un cambio deseado en cualquiera
de ellas. Es un texto que invita a la reflexión del diseño y del uso
de estos medios alternativos de comunicación para el logro real y
efectivo de las intervenciones profesionales.

Introducción al Trabajo Social. México. Buenos Aires. Lima Barce-


lona: El Ateneo (1993).
Dirigido a personas que quieran iniciarse en la profesión
de Trabajo Social y a los profesionales en Trabajo Social, para que
logren una visión sintética de los problemas que conciernen al
campo de actuación de la profesión; en otras palabras, introducir
al saber hacer. Ofrece una mirada de qué es el Trabajo Social, los
problemas fundamentales que rodean el desarrollo de la profesión,
tanto en su conceptualización como en su quehacer, y, en últimas,
es una reflexión sobre el Trabajo Social para trabajadores sociales.
Dividido el texto en tres partes y en 155 paginas, Ander-
Egg da a conocer las conceptualizaciones sobre Trabajo Social,
sus problemas, su historia y su desarrollo y algunas características
principales que ayudan a ser un profesional en Trabajo Social.
Desde su compromiso, Ander-Egg invita y promueve a los traba-
jadores sociales a hacer de su profesión testimonio de lo humano,
que aunque en la realidad se vea que es mínima la actuación y la
incidencia en el cambio de una sociedad mejor, este cambio es el
reflejo de la esperanza de todo ser humano por lograr cada día un
mejor bienestar de la sociedad.
La primera parte, titulada “Mirando al Trabajo Social”, se
encuentra dividida en tres capítulos que se desarrollan alrededor de
qué hacen los trabajadores sociales, sus funciones, roles y de cómo
el ayudar se transformó en una profesión. Aquí, Ander-Egg señala
que el trabajador social presta sus servicios en aquellas entidades
que ofrecen servicios sociales y generalmente están supeditadas o
responden a las políticas sociales estatales, aclarando que pueden

84 |
ser instituciones de carácter público, privado o el voluntario, siendo
acordes con los programas de privatización de los servicios, pero
que sólo cambia del ente administrador y no del objeto como tal.
Para mayor comprensión, estructura este aparte con un cuadro que
permite visualizar los agentes de prestación de servicios sociales, y de
donde se configura el desempeño profesional del trabajador social.
De igual manera, desde esta configuración se definen cuáles son
las áreas, campos, sectores y modos de intervención profesionales:
• Área de intervención: al ser la más general, se ubican
allí seis subsistemas que configuran la política social o el
bienestar social, ellos son: salud, educación, vivienda y
urbanismo, empleo, seguros de renta y otras prestaciones
sociales y servicios sociales personales (p. 17).
• Campos de actuación: actuaciones o servicios que se
prestan dentro de las áreas, se constituyen en ámbitos de
intervención propios de la profesión (p. 17).
• Sectores de intervención: grupos de población destina-
tarios de determinadas actividades, como son: bienestar
social de la familia, promoción del bienestar social para
la infancia y la adolescencia, promoción de la mujer,
servicios para la juventud, rehabilitación, inserción social,
entre otras (p. 17-18).
• Modos de intervención: operatividad utilizada con in-
dividuos, grupos, familias, comunidades o funciones que
cumple el profesional consultor, proveedor de servicios,
movilizador de recursos, entre otros (p. 17).
Profundiza en cada una de las áreas y campos de actuación,
así como los servicios y modos de intervención, clarificandole al
profesional la forma como se configuran y los mecanismos de ac-
tuación más utilizados para el logro de una intervención efectiva y
con cambios deseados. Entrega al profesional conceptos claros de
ubicación de los escenarios propios de intervención, así como de
las políticas o escenarios estatales que las configuran, sin distinción

| 85
entre lo público o lo privado.
El capítulo dos, con varios interrogantes: ¿qué es lo espe-
cífico de la profesión? ¿qué tareas le son propias? y ¿cuáles son
sus fines y roles?, esclarece y da respuesta a la incertidumbre que
existe acerca del perfil del trabajador social (p. 33), indicándole al
profesional cuáles son sus funciones, clasificándolas en comparti-
das y específicas. Las primeras son aquellas que también realizan
otros profesionales (implantación de políticas y educador social,
animador-promotor); las segundas, las específicas, se refieren a lo
que hace el trabajador social (consultor, proveedor de servicios,
administrador y ejecutor de programas o movilizador de servicios,
entre otros) (p. 35-36), desarrollando de una manera más profunda
los roles profesionales del trabajador social, definiéndolos como
“aquellos comportamientos, pautas y normas de actuación que
desempeñan quienes ejercen una determinada profesión, en cada
una de las situaciones específicas en que realizan las tareas propias
de su ámbito de actuación” (p. 36). Aquí se señalan roles tales como:
consultor-asesor-orientador-consejero, proveedor de servicios, in-
formador agente de remisión, gestor-intermediario, planificador y
administrador, entre otros; en cada uno de ellos Ander-Egg describe
de manera didáctica cómo se los puede configurar en la realidad.
Sin embargo, es importante destacar la reflexión que desarrolla el
autor en cuanto a que cada rol supone otro rol complementario,
es decir, que el rol del trabajador social no puede olvidar el que lo
complementa, que es el rol del usuario, llevando a la reflexión de
la multiplicidad de roles que se pueden cumplir en el ejercicio de
la profesión y cómo este cumplimiento en ocasiones puede per-
mear el ejercicio de otras profesiones, llegando a configurar la falta
de claridad y certeza de una identidad profesional y se propone
otra reflexión, consistente en que aunque se puedan configurar
múltiples roles en el ejercicio profesional, esto no puede llevar a
los profesionales a sentirse el trabajador social “superman ni su-
perwoman”, por el contrario, con esta multiplicidad de funciones
y quehaceres es importante que el profesional tenga claro su objeto
de intervención, los objetivos de la misma y las funciones básicas;

86 |
en este sentido el trabajador social es un profesional que interviene
con individuos, familias, grupos y comunidades, con objetivos de
prevención, asistencia, rehabilitación e inserción (p. 44).
Ander-Egg en el capítulo tres presenta cómo en la historia,
ayudar al más necesitado se fue convirtiendo en una profesión,
una forma que contextualiza y aterriza más al profesional para el
ejercicio de una ocupación ligada estrechamente con la satisfacción
de las necesidades del ser humano y la procura de su crecimiento
integral. En este aparte se hace un recorrido por el origen de las
tres grandes religiones (judaísmo, islamismo y cristianismo), el
Código Hammurabi (2100 años antes de Cristo), el confucionis-
mo, el taoísmo, el budismo, las formas de ayuda en Grecia y Roma
a inicios del siglo I y el Cristianismo; la influencia del Islam, el
periodo pre-colonial en América Latina; también señala las formas
de ayuda que se desarrollaron en el medioevo europeo (la ayuda
pública, la ayuda y protección social por parte de los reyes y señores,
la ayuda mutua y la limosna) y describe la primera sistematización
del modo de actuar para el auxilio a los necesitados, el “tratado
de socorro de los pobres de LUÍS VIVES”, y así va llegando a las
formas que antecedieron la asistencia social, como lo fueron la
acción benéfico-asistencial y la filantropía, hasta llegar a los hechos
y circunstancias que originan la profesión de Trabajo Social, como
son, entre otros, el surgimiento de la política social y la creación de
las sociedades de organización de la caridad, y finaliza este capítulo
con algunas reflexiones del Trabajo Social en México, ciudad donde
editó el texto.
Con el capítulo cuatro el autor inicia la segunda parte del
libro, mostrando, de una forma conceptual y clara, una definición
del Trabajo Social como profesión y desarrollando la especificación
de cada término que lo compone, “lo social” y “trabajo”, desde las
concepciones históricas, sociológicas y reales, hasta determinar
qué es el Trabajo Social, en qué consiste su práctica y cuáles son
las competencias propias para ser un profesional en Trabajo Social.
Presenta las diferencias conceptuales del Trabajo Social como acción
social, tecnología social y profesión; lo anterior en el marco de

| 87
categoría como servicio social, práctica en Trabajo Social, compe-
tencias profesionales, así como la relación que existe con la política
social, el bienestar social y la calidad de vida. Se plantea el Trabajo
Social como una forma de acción social (p. 80), un término que se
amplía con tres alcances diferentes: para designar una profesión,
hacer referencia a un marco conceptual y metodológico y referirse
a formas operativas de intervención sobre la realidad social (p. 81).
En el quinto capítulo se identifican los modelos o paradigmas
de intervención que subyacen al Trabajo Social. Aquí Ander-Egg
señala la existencia de un paradigma vigente para los años 90 del
siglo XX y propone un paradigma alternativo. A continuación
presentaremos las definiciones que da para cada uno, acotando
que en el texto original se ofrece mayor profundidad al respecto:

Modelo o Paradigma Vigente: el Trabajo Social, tal y como


ha ido evolucionando en diferentes países, ha experimentado un
notable desarrollo y expansión profesional como consecuencia
de la progresiva implantación de modelos institucionales en
las políticas sociales y, concretamente, asociado al desarrollo
de sistemas públicos de servicios sociales. Esta circunstancia
ha favorecido el hecho de que el paradigma o modelo de
intervención social se fundamente o se construya sobre el
binomio Necesidades-Recursos (p. 101).
Modelo o Paradigma de Trabajo Social Alternativo: el
modelo que se propone como forma de intervención social, no
se apoya en el binomio Necesidad-Recursos. Y en esto, no se
hace más que expresar una tradición latinoamericana. No se
trata básicamente de administrar recursos, sino de movilizar
recursos, comenzando por el recurso humano, a través de
una intervención creativa, en cuanto busca dar respuestas
concretas a problemas concretos, en situaciones concretas, con
la participación de la misma gente (p. 103).

De igual manera, se enumeran en el texto los principios y


valores del Trabajo Social, basados en el “Código Internacional
de Ética para el Trabajo Social”. Y presenta un marco ideológico-
político que da la significación y la intencionalidad última al

88 |
Trabajo Social, desarrollando tres marcos ideológicos que pueden
determinar dicha intencionalidad: el conservador, el reformista-
desarrollista y un marco crítico-revolucionario; para finalmente
proponer un marco ideológico-político alternativo denominado
modelo sistémico/ecológico/dialéctico. El autor desarrolla estas
tres categorías y las contextualiza en los ámbitos que denomina
macrosistema, ecosistema, mesosistema y microsistema (p. 119-
120). A este capítulo le incluye un anexo que relaciona principios.
En la tercera y última parte, se centra en determinar cuáles
son las cualidades humanas y los conocimientos necesarios para
ser profesional en Trabajo Social. Como cualidades, señala: sen-
sibilidad social, convicción y confianza en la gente con la que se
trabaja, habilidad para motivar y animar, madurez humana, don
de gentes, fortaleza y tenacidad para vencer dificultades. Como
conocimientos, supone la capacidad para reflexionar en torno a
lo que hace, a lo que no se hace y se debería hacer y a algunas
cualidades técnico-operativas, tales como habilidad para percibir y
tratar, capacidad de análisis, síntesis y traducir ideas en acción, entre
otras. Lo anterior para proponer un trabajador social que consiga
hacer de su profesión un testimonio de lo humano, proponiendo
que el mundo necesita una profesión más técnica, más científica y
unos profesionales especialistas en el humanismo.
La bibliografía que hace referencia en cada momento del es-
crito, se puede ubicar entre los años 1969 y 1991, con autores como
Virginia Paraíso, Demetrio Casado, Juan Barreix, I. Casals-Montse
Obiols, María Luisa Flórez, Celina Iraola, María Italiano Uriarte
(1988), Nidia Aylwin de Barros, José Dantas, Erich Fromm, entre
otros, que coadyuvan a sustentar tanto sus tesis como la historia del
Trabajo Social en América latina, Europa y Norteamérica.
Este es un escrito que, sin duda, previo conocimiento de la
historia, de una manera reflexiva y cuestionante, introduce a los
lectores en el mundo del desarrollo del Trabajo Social, y quizá lo
más interesante sea que no sólo lo presenta, sino que deja en él una
motivación clara para ser protagonista de su propio desarrollo y para
que pueda seguir escribiendo la historia futura de una profesión

| 89
anhelante de desarrollo y de cambio.

Periodismo popular. 6 ed. Buenos Aires: Instituto de Ciencias So-


ciales Aplicadas – ICSA. (1993).
El texto publicado contiene el material básico de uno de los
temas desarrollados en los cursos sobre promoción de la cultura
popular organizados por el ICSA en los años ochenta del siglo XX.
Su objetivo principal es el de brindar a los trabajadores sociales y
animadores socioculturales, nociones básicas sobre los medios de
comunicación de masas, más la elaboración de periódicos y otros
medios de trabajo con la gente, desde la comunicación. Hace
parte de varios trabajos que realizó Ander-Egg sobre las técnicas
operativas para trabajadores sociales y animadores socioculturales.
Con 108 páginas, dos partes y algunas reflexiones y anexos,
se compone la estructura general del texto, en el que se reconoce
la invitación de Ander-Egg, a todos los profesionales y a la misma
población, a ser partícipes y protagonistas en la creación de sus
propias noticias.
Ander-Egg deja claro que existen técnicas que se constituyen
en los elementos fundamentales para todo animador o trabajador
social. Ellas son: técnicas grupales, de uso visual y de información-
comunicación; en las últimas ubica la comunicación escrita, la
cual lleva a plantear la necesidad de manejar unos conocimientos
básicos de periodismo.
Dos propósitos fundamentales busca el desarrollo de este
texto: uno, proporcionar el manejo de los elementos mínimos
necesarios para confeccionar un periódico; y dos, dar algunas pis-
tas para que, con el uso de medios alternativos de comunicación
social, se contribuya a desmontar de las variadas formas existentes
de dominación ideológica y cultural (p. 13).
El inicio del texto ofrece una reflexión sobre las técnicas
instrumentales para el trabajo sociocultural, la importancia que
para la sociedad y su evolución recobra el desarrollo tecnológico

90 |
y, por ende, la difusión de la comunicación en estos medios, con-
virtiendo a toda la sociedad en una aldea global; la instantaneidad
de la noticia y su capacidad de dominación ideológica y cultural,
llegando a cualquier rincón de la sociedad; y la transformación de
la comunicación, donde se desconoce quién es el verdadero emisor,
una ocultación o manipulación de la verdad de cada noticia y la
creación de una sociedad más dependiente como lo es la sociedad
latinoamericana, quien sólo recibe información contribuyendo al
logro del principal objetivo de la dominación ideológica.
Lo anterior está de acuerdo con Mourin, con relación a
que esta era de desarrollo de la tecnología y la masificación de la
comunicación, lleva a la sociedad a encontrarse en tres dilemas o
situaciones frente a la comunicación que recibe:
Sobreinformación: superabundancia de información, donde
el receptor del mensaje no tiene la posibilidad de reflexionar
la situación comunicada cuando en el mismo instante se
está informando de otra situación con iguales o similares
características y/o consecuencias para reflexionar.
Subinformación: inmensas zonas de silencio sociológico y
político, se entera la sociedad de hechos importantes varios
meses o días después.
Pseudoinformación o la información ficción: cuando se hace
ver lo que no existe. (p. 18)

Posteriormente, realiza planteamientos sobre la imparcialidad


y objetividad de la noticia y algunas agencias de noticias en ese
marco. Finalmente formula el interrogante: ¿cómo hacer para que
el ciudadano común y corriente sea hacedor y protagonista de sus
propias noticias?; pues con el avance tecnológico, la información se
ve supeditada al poder económico, entonces, se informa no sólo lo
que pueda dar rentabilidad, sino lo que pueda mantener el poder
que da el dinero y, desde esta perspectiva, se ve muy difusa la obje-
tividad e imparcialidad de las noticias y los mensajes que recibe la
gente del común.
Esta reflexión de Ander-Egg es tanto para los profesionales
como para el ciudadano común, existiendo mayor responsabilidad

| 91
en los primeros. Porque deben concientizar a la población acerca
de la importancia de ser partícipes en la creación de sus propios
medios de comunicación y de sus propias noticias de interés, lo
que en últimas conllevará a generar un clima de participación.
Finaliza este apartado brindando información acerca de las
agencias de prensa nacionales, normas de receptores de radio, dis-
tribución de receptores de televisión y libros publicados.
En la primera parte del texto, Ander-Egg brinda al lector
nociones básicas de práctica periodística, donde clarifica los géneros
periodísticos y el arte de la realización periodística. Aquí, el lector
tiene la oportunidad de disfrutar nuevamente del estilo didáctico
propicio para el aprendizaje y la puesta en marcha, no sólo de co-
nocimientos, sino de herramientas prácticas para una real puesta
en escena. También, de una manera clara, concreta y científica,
expone los conocimientos necesarios para la total clarificación de
los elementos requeridos para el manejo de las técnicas operativas
de la comunicación.
En los géneros periodísticos desarrolla el periodismo infor-
mativo (noticia, reportaje, entrevista y crónica) y el periodismo
de opinión (artículo, editorial, comentario, crítica); así mismo,
desarrolla los géneros extra literarios (reseñas, comunicados y or-
menidades); ello lo apoya en la información básica para redactar,
estructurar y valorar la noticia. Estos desarrollos, teniendo en
cuenta que un periódico tiene la prioridad de informar y opinar
sobre determinados acontecimientos (p. 47), se constituyen en la
base para presentar la estructura del periódico desde las bases de
administración, redacción y talleres.
Ander-Egg, al referirse al arte de la realización periodística,
lo centra en el tratamiento del mensaje cuando éste se encuentra
en un periódico que “se dirige a lectores que leen de prisa” (p. 55),
lo cual debe llevar a preparar un buen contenido con una adecua-
da forma. Esta última lleva a tener en cuenta cuatro cuestiones
fundamentales: titulación, ilustración, diagramación y lenguaje y
estilo periodísticos.

92 |
En la segunda parte se encuentra la propuesta que Ander-
Egg presenta a sus lectores: los profesionales en Trabajo Social y
animación sociocultural deben invitar a la población con la que
se trabaja, a que genere sus propias alternativas de comunicación
y de información. Si bien no desconoce la ventaja de tener toda la
información que genera la sociedad entera, recalca la importancia
que la comunidad conozca su realidad desde los procesos que ellos
mismos generan en la elaboración de sus propias noticias.
Por ello, se refiere al periodismo popular como la prensa
producida por el público (p. 73) presentado en tres grupos, cuyas
formas son: audiovisual, oral y escrita; en la última se ubican los
manuales, periódicos, volantes, afiches, entre otros; por lo que pro-
pone crear un periódico como medio alternativo de comunicación,
que cumpla con las siguientes funciones:
• Informativa: hace conocer a la gente lo que acontece para
que ésta comprenda.
• Formativa-educativa: en el sentido que proporcione a
la comunidad elementos para la reflexión crítica de la
realidad, para que se pueda asumir una responsabilidad
real frente al destino que se quiere llevar.
• Movilizadora-organizadora: que motive a la población a
que se organice y movilice en pro de sus propios intere-
ses, descubriendo, a través de la información, las causas
que realmente originan el estancamiento de la sociedad,
y así buscar alternativas de solución congruentes con el
destino que se quiere (p. 83-86).

Una vez, hechas estas aclaraciones y presentados los proble-


mas prácticos a resolver en la realización de un periódico popular, se
enseña el paso a paso de cómo elaborar un periódico: que va desde
los dilemas de cómo establecer el equipo de trabajo hasta la elección
del mensaje, la ilustración, diagramación, entre otros temas.
La bibliografía del texto comprende el periodo 1973 - 1983,
donde se encuentran autores como Arman Matterñart; Edgar
Morin; Manuel Vásquez; Juan Luis Cebrián y Pierre Guinchat.

| 93
El libro finaliza con la presentación de tres anexos. El pri-
mero, “Guía para elaborar un periódico manual”, que sintetiza
la experiencia de un grupo de Perú; esto con el ánimo de que el
trabajo pueda servir a otros grupos. El segundo, “Cómo recoger
información”, que presenta las recomendaciones que hace el CE-
LADER a partir de responder siete preguntas: ¿qué cosa?, ¿quién?,
¿cuándo?, ¿en dónde?, ¿cómo?, ¿por qué? y ¿para qué? Y el tercer
anexo, “Modelo de corrección de pruebas”, muestra un ejemplo
de la simbología utilizada al hacer la corrección.
No podemos finalizar la valoración del libro sin referirnos
de forma destacada a los dibujos, esquemas, recuadros y mapas
conceptuales que facilitan la comprensión del lector.
Un texto integral que invita a la reflexión de la información
real que se recibe con los medios masivos de comunicación y cómo
el avance de la tecnología no impide y no relega el uso de la crea-
ción de medios de información, que se originen alternativos por y
para una sociedad pequeña, y desde allí se configure una verdadera
realidad, que permita el conocimiento de los factores problemas
y los factores de cambio requeridos para el logro de una mejor
calidad de vida, de una promoción de la cultura humana y de una
promoción de una realidad basada en la verdad que existe en cada
uno de quienes estén interesados en promoverla. Una herramienta
metodológica de intervención para los profesionales, efectiva para el
logro de los objetivos establecidos que involucran la real y efectiva
participación de la comunidad, haciéndolos gestores y autónomos
en su propio cambio.

Introducción a la planificación. 15 ed. Buenos Aires: Lumen. (1995).


Libro dirigido a trabajadores sociales, educadores, animadores
socioculturales, estudiantes y a profesionales que pretendan realizar
tareas concretas de una manera organizada e interesados en apren-
der y aplicar algunas cuestiones fundamentales de la planificación,
utilizando recursos instrumentales que permitan decisiones más
racionales, razón por la cual se considera un libro técnico.

94 |
Las tres partes del libro son:

Precisiones conceptuales y terminológicas


Define la planificación desde lo general, conceptualizando-
la, a partir de los problemas que llevan a plantear la planificación
estratégica desde lo macro para llegar a lo micro; por ello se refiere
a la planificación integral, a largo, mediano y corto plazo, con
cobertura nacional, regional y local. Es un texto que va más allá
de cristalizar la planificación en planes, programas y proyectos.
Ander-Egg, retoma planteamientos realizados sobre planifi-
cación por Naciones Unidas, Pandit Nehru, YeheskelDror, Jorge
Ahumada, Carlos Matus, Edgar Morin, Vilfredo Pareto y Peter
Drucker, que dan una visión universal, y de países como Francia,
México, Venezuela y España. Caracteriza la planificación a partir de
los siguientes elementos: proceso preparatorio, conjunto, decisiones
para la acción futura, dirigidos al logro de objetivos preferibles. Por
lo anterior, entiende la planificación como:
la acción consistente en utilizar un conjunto de procedimientos
mediante los cuales se introduce una mayor racionalidad
y organización en un conjunto de actividades y acciones
articuladas entre sí, que previstas anticipadamente,
tienen el propósito de influir en el curso de determinados
acontecimientos, con el fin de alcanzar una situación elegida
como deseable, mediante el uso eficiente de medios y recursos
escasos o limitados (p. 25).

Este concepto presupone que, mediante la planificación, se


tiene establecido el conocimiento real de una situación; coadyuva
a cambiar la situación inicial por una deseada y permite la toma
racional de decisiones futuras. Enfatiza en que la planificación es
una herramienta, un instrumento para aquellos que durante un
proceso programado en conjunto conlleve a la toma de decisiones
para las intervenciones futuras y el logro de unos objetivos propues-
tos y congruentes con la realidad que se quiere cambiar, por medios
adecuados y aprobados por la población objeto de intervención y

| 95
por los recursos disponibles tanto en las instituciones de Trabajo
Social como en los mismos trabajadores sociales.
La planificación puede ser entonces un instrumento para el
sostenimiento del status quo o para la trasformación y proyección
de cambio de una sociedad. Como requisitos para su eficaz im-
plementación, presenta dos perspectivas: la científica, que clarifica
que la planificación puede ser eficaz si instrumentaliza adecuada-
mente las políticas como expresión de un programa de gobierno;
y la perspectiva operativa, en la que la planificación es eficaz si
sus instrumentos reflejan la capacidad de transformación de una
realidad cuando el proceso es mediado por objetivos alcanzables,
la selección de los medios es acorde con los recursos disponibles y
congruentes para el logro de los objetivos y cuando su desarrollo
es llevado en etapas y momentos, dejando de lado el activismo y el
inmediatismo. La planificación resulta realmente eficaz si todo el
proceso conlleva a la toma de decisiones tanto de los profesionales
como de las poblaciones.
Las precisiones conceptuales de la planificación llevan a
Ander-Egg a hablar del carácter instrumental/operativo de los
requisitos; ello le permite analizar la crisis de la planificación
desde la relación de ésta con la racionalidad, la política y la ope-
racionalización a partir de la capacidad para programar y elaborar
proyectos. De igual forma, analiza y establece diferencias entre la
planificación normativa y la planificación estratégica, invitando a
trabajar con este último enfoque.
El autor cierra esta parte contextualizando y profundizando
en los niveles operacionales de la planificación: plan, programa,
proyecto, actividad y tarea en el marco de la cobertura temporal y
espacial. Así mismo, establece claridad en la planificación económi-
ca, la planificación social y la cultural, para motivar a la conversión
integral con el sistema de planificación indicativo, es decir, con la
actuación indirecta del Estado.

96 |
El proceso de programación: sus fases y momentos
Clarifica el procedimiento de operacionalizar la planifica-
ción según los momentos estudio-diagnóstico, programación o
planificación, ejecución y evaluación; lo anterior lleva a desarrollar
aspectos relacionados con objetivos, metas, acciones, tareas, re-
cursos e instrumentos.
Para obtener mayor claridad y tener más elementos, desarrolla
los momentos metodológicos: analítico, normativo, estratégico y
táctico. Finaliza este aporte hablando de los tres tipos de instru-
mentos de la planificación: teóricos conceptuales, mecanismos
político administrativos y metodológicos. De estos últimos, pre-
senta: la demografía cuantitativa, el sistema de indicadores sociales,
la rentabilidad económica, los modos (según grado de abstracción
y según el grado de certidumbre, entre otros), las proyecciones en
perspectiva y la elaboración de proyectos.
Trabaja bajo el lema de “planificar sin actuar es fútil e inútil
y actuar sin planificar suele ser fatal”. Ander–Egg considera dos
dimensiones de la planificación en cuanto organización y raciona-
lidad de las actividades: la primera, considerada como uno de los
momentos y fases de la estructura básica de procedimiento; y la
segunda, los momentos metodológicos de la tarea de planificación
propiamente dicha (p. 81 y 83).
En la primera dimensión encontramos que el procedimiento
como tal de la planificación lleva implícito un método de estudio,
diagnóstico, programación y ejecución. Para una eficaz planifica-
ción, se debe llevar un proceso de identificación de las necesidades
reales de la sociedad sobre la cual se desea lograr un cambio, y ello
presupone la realización de un diagnóstico, base para una planifi-
cación real con objetivos claros, recursos determinados y decisiones
de cambio. En su segunda dimensión, se demuestra cómo se deben
tener en cuenta varias etapas en el momento real de la planificación
—analítica, normativa estratégica y operacional—. Momentos o
etapas claves para el desarrollo reflexivo y exitoso de la planificación.
Y finalmente, en esta segunda parte, se esclarece el paso a paso de la

| 97
planificación, en el cómo se hace y qué instrumentos componentes
se deben tener en cuenta.
El documento define la planificación a nivel macro, la plan-
tea desde lo global, por lo que, en algún momento, la ubica como
planificación estratégica, y en ese contexto la relaciona con el
desarrollo. Por lo anterior, se propone desde lo interdisciplinario;
el texto también muestra la forma de operacionalizarla.

Planificación y prospectiva
Muestra la prospectiva de la planificación, con el objeto de te-
ner una visión global e interdisciplinaria, reconociendo sus alcances
y limitaciones, con el fin de visualizar el futuro desde el presente,
ello a partir de los planteamientos de Bertrand de Jouvenal, Joahn
B. Metz, ErvinLazlo, Ramón Tamames, Oscar Varsaski, Aurelio
Peccei y Louis Lebret; desde los objetivos del plan de desarrollo, la
problemática del desarrollo y la visión antropológica.
El libro presenta como anexo un sistema de indicadores so-
ciales en educación, salud y vivienda. Asimismo, contiene esquemas
y cuadros comparativos que permiten entender el concepto de
planificación desde lo macro e identificar sus fases.
Con esta publicación, el autor demuestra su clara preocupa-
ción por el tema a lo largo de los últimos casi 30 años, pues desde
1969, año en que realizó el primer escrito acerca del mismo, ha
estado actualizando, reelaborando y reconstruyendo este documen-
to, a tal punto que la descripción del documento que se presenta
es la decimoquinta edición y la sexta reelaboración.
Dos propósitos tiene el autor: proporcionar algunos elementos
y nociones básicas sobre planificación, asequibles a los no iniciados,
y adaptar de una manera sencilla y práctica, pero con rigor metodo-
lógico, las técnicas y los procedimientos de programación a las tareas
específicas de los trabajos de base, de la planificación local y de las
actividades propias del trabajo inicial (p. 16).

98 |
Del documento se resaltan los cuadros comparativos y los
esquemas que facilitan la comprensión del lector y la identificación
de éste con las tendencias recomendadas por Ander-Egg, y las
formas como se operacionalizan la planificación, la relación entre
conceptos y la lectura de lo macro a lo micro.

Técnicas de investigación social 24 ed. Buenos Aires. Colección


política, servicios y trabajo social. (1995)
El texto va dirigido a docentes y educadores en general, pues
Ander-Egg considera que cualquiera sea la disciplina que se enseñe,
no se puede permanecer ajenos a los desarrollos científicos y tecno-
lógicos; quien enseña no debe olvidar a quien aprende, por ello hay
que tener en cuenta que los educandos no tienen información y,
mucho menos, formación en el método científico. El docente debe
adquirir un modo de pensar y de hacer de acuerdo con las exigencias
del método científico, lo que seguramente posibilita la participación
en los procesos enseñanza- aprendizaje y la relación con el entorno.
En 424 páginas, a partir de cuatro partes (cuestiones gene-
rales, operaciones básicas del proceso de investigación, procedi-
mientos para la recolección de datos y presentación de datos), y
22 capítulos se invita al lector a entender el método científico en
el marco de lo que significa la investigación social, sin caer en el
fetichismo metodológico y en las recetas; por el contrario, invita
a aprender métodos y técnicas de investigación, propuestos como
una caja de herramientas utilizadas para alcanzar un objetivo.
La primera parte presenta las cuestiones generales sobre
conocimiento, ciencia, investigación social, medición y actitud
científica, lo que permite una comprensión amplia y global del
proceso investigativo. Las categorías desarrolladas se presentan de
una manera interrelacionada a partir de definir la “investigación
social” como el proceso que, utilizando el método científico, permi-
te obtener nuevos conocimientos en el campo de la realidad social
(investigación pura) o bien estudiar una situación para diagnosticar
necesidades y problemas a efectos de aplicar los conocimientos con
fines prácticos (investigación aplicada) (p. 59-60).

| 99
A los elementos de esta definición llega el autor después de
examinar cuestiones como realidad y conocimiento, relación suje-
to–objeto, validez del conocimiento; producción del conocimiento;
saber científico y saber cotidiano, noción de ciencia; diferencia-
ción entre metodología y método científico; investigación básica
y aplicada, teoría, hechos, modelos, medición en ciencias sociales
(niveles de medición y actitud científica), entre otras.
El texto resulta de interés para profesionales y estudiantes
de las ciencias sociales e investigación, por cuanto después de
comprender el marco en el cual deben entenderse las técnicas de
investigación.
La segunda parte, denominada “operaciones básicas del pro-
ceso de investigación”, brinda las herramientas que acercan al hacer
de la investigación social, esto lo desarrolla a partir de la organiza-
ción del trabajo de investigación (formulación del problema, fase
exploratoria, diseño de la investigación, trabajo de campo, trabajo
de gabinete) y el método de muestreo.
La tercera parte del documento presenta en diez capítulos
los procedimientos para la recopilación de datos: la observación,
la recopilación documental, la entrevista, el cuestionario enviado
por correo, las escalas de actitudes y de opiniones, los test y la
sociometría, el análisis de contenido y la semántica diferencial.
Cada uno de estos elementos se definen, se caracterizan, muestran
ventajas y desventajas al utilizarlo, orientando al investigador sobre
cuándo utilizar uno u otro y explicando los procedimientos para
elaborar la técnica como tal.
La cuarta y última parte del documento está centrada en los
aspectos relacionados con la presentación de los datos. Esto lo hace
desarrollando diversas formas (la representación escrita y gráfica).
Por ello trabaja todo lo relacionado con tablas, cuadros y gráficos.
De igual forma, trata lo relacionado con la preparación y estructura
del informe, su estilo y el uso de las referencias. Se destacan los
innumerables ejemplos que desde lo social se muestran.

100 |
Finaliza el documento con un epílogo titulado “Ofrecimiento
de un traje de etiqueta para que andes con vaqueros”, una metáfora
de Bachrach con la cual AnderEgg invita a comprender cómo los
libros sobre técnicas de investigación son trajes de etiqueta y las
investigaciones que realizamos serán un par de pantalones de Va-
quero (423). En otras palabras, este libro presenta en un esquema
estructurado, una serie de pasos lógicos, unos procedimientos que
orientan la práctica de la investigación social con miras a aportar, de
manera creativa, al conocimiento y a la transformación de la realidad.
Un libro dedicado a LUIS ARANEDA ALFERO, con bi-
bliografía citada de AgnesHeller, Mario Bunge, Manuel Castells,
Karl Popper, Bertrand Russell, UNESCO, Gino Germani, Maurice
Duverger, Herbert Spencer, Restituto Sierra Bravo, Selltiz, Danel
Day, entre otros. Realmente muestra las técnicas de investigación
social en un contexto y con fines específicos.
Se destaca del libro la utilización de gráficos, dibujos, esque-
mas, cuadros sinópticos como elementos didácticos que facilitan la
comprensión, el análisis y la interrelación de los diferentes aspectos
abordados.
Después de leer, sintetizar y conversar sobre el documento,
surgen varios interrogantes alrededor de la posibilidad de enten-
der la realidad social a partir del método científico y lo cualitativo.
¿Ello es posible?

La planificación educativa: Conceptos, métodos, estrategias y téc-


nicas para educadores. 5 ed. Buenos Aires: Magisterio Río de la
Plata (1996).
Después de su libro Introducción a la Planificación, Ander–
Egg atiende la solicitud de un grupo de educadores argentinos
para la elaboración de su primera versión, en donde se aplican los
principios y perspectivas de la planificación en la elaboración del
proyecto educativo y del proyecto curricular.

| 101
Su propósito es prestar un servicio a docentes latinoameri-
canos interesados en los problemas prácticos de la reforma educa-
tiva y que quieran aportar su saber y su experiencia a los cambios
propuestos. El libro se elabora a partir de la experiencia española,
punto de referencia fundamental para algunos países latinoameri-
canos que desarrollan para la época, década de los 90 del siglo XX,
reformas educativas. También recoge su experiencia en Argentina,
Bolivia, Paraguay, Chile y Uruguay.
En cinco capítulos y 298 páginas, Ander-Egg desarrolla
planteamientos relacionados con la incursión de la planeación en
el campo educativo: cómo elaborar un proyecto para la educación,
un proyecto curricular, cómo hacer programación en el aula y la
influencia del constructivismo en la educación y su planeación.
El Capitulo I retoma la historia y el momento en que la
educación ve la necesidad de relacionarse con la planificación, con
el fin de determinar las acciones en la educación, de una manera
organizada. Inicia este proceso en el año 1957, con la II Confe-
rencia Interamericana de Ministros de la Educación realizada en
Lima, donde específicamente se buscaba resolver los problemas
cualitativos y cuantitativos de la educación.
Resalta cómo fueron los problemas administrativos y econó-
micos de la educación, el origen de su vinculación con la planeación
y como en los últimos 40 años, (1956-1996) esta relación pasó
por diferentes enfoques: administrativo, económico, sociológico,
pedagógico e integrador con carácter interdisciplinario.
Propone entonces, que exista en la educación una planifi-
cación participativa y, bajo ésta, la coexistencia de dos principios:
organización curricular descentralizada y mayor protagonismo de
los docentes. Conceptualiza programación y participación, dado
que son dos ideas y prácticas que en el modelo curricular son in-
separables, pero que es necesario conocer sus especificaciones para
así establecer una adecuada alianza y funcionalidad de ambas para
un mismo fin.

102 |
En este contexto, define la planificación como el proceso de
formulación y definición de objetivos y prioridades a nivel macro
social o bien en relación con una rama o sector, es un proceso global
(p. 34). La programación se define como:
“el conjunto de procedimientos y técnicas por medio de las cuales
se establecen de manera sistemática una serie de actividades,
previsiones y disposiciones, para formular planes, programas
o proyectos. La programación es un instrumento operativo
que ordena y vincula cronológica, espacial y técnicamente, las
actividades y recursos necesarios para alcanzar, en un tiempo
dado, determinados metas y objetivos” (p. 35).

Como referencias bibliográficas se encuentran OEA-


UNESCO y J. P. Serri.
¿Cómo elaborar un proyecto educativo?, es el interrogante
al que da respuesta el Capítulo II. Como el proyecto educativo
es el “eje vertebrador y la referencia básica de toda la vida de la
comunidad educativa” (p. 48), es fundamental que responda a los
siguientes interrogantes: ¿quiénes somos y qué pretendemos llegar
a ser?, ¿cuál es la especificidad de la oferta educativa? y ¿cómo es
la organización y cómo va a funcionar?
Así mismo, propone como prerrequisitos a tener en cuenta
para el éxito del proyecto educativo: la descentralización del sis-
tema educativo debido a la transferencia del poder de gestión y el
otorgamiento efectivo de autonomía pedagógica y organizativa de
las instituciones y establecimientos educativos.
Será entonces la comunidad educativa en general quien pueda
dar viabilidad al proyecto educativo, pero siempre será el docente
su principal protagonista.
Mediante esquemas y cuadros explicativos, Ander-Egg da
a conocer la forma de desarrollar un proyecto educativo para
cualquier institución escolar. La base fundamental de éste, es el
dar respuesta a los tres interrogantes. Deja claro que este proyecto
educativo “culmina con la elaboración de un documento, que es

| 103
un quehacer cotidiano, es un proyecto viviente…” (p. 51).
El capítulo deja claro que para elaborar el proyecto educativo
de una institución, ésta debe asumir una concepción de educación
y, a partir de los rasgos característicos de la entidad y el análisis de
contexto, hacer su propuesta, que es producto de un proceso par-
ticipativo en donde los docentes deben asumir un rol activo. Los
anexos que se incluyen en este capítulo brindan mayor información
sobre lo que es y no es el proyecto educativo, el marco conceptual
y los consejos escolares y asociación de padres.
Qué es un currículo, cuáles son los niveles de concreción, qué
es el proyecto curricular, cómo se definen las estrategias de enseñan-
za/aprendizaje para alcanzar los mejores resultados, cuáles son los
contenidos de enseñanza, su secuencia, estrategia educativa, formas
de evaluar y en general cómo se operacionaliza el proyecto educati-
vo, son los aspectos que desarrolla en el Capítulo III, denominado
“Cómo elaborar el Proyecto Curricular”. Los elementos descritos
se desarrollan con base en la siguiente definición de currículo: “a
nivel de institución docente: es el instrumento de planificación de
la actividad educativa del centro, constituyendo el eje en torno al
cual se articula el proceso de vida académica de dichas instituciones
y, de manera especial, el conjunto de actividades de los docentes
en el que se expresa todo aquello que el centro educativo ofrece a
los alumnos como posibilidad de aprendizaje” (p. 104).
El currículo es el nexo o fuente entre teorías pedagógicas y
psicológicas, supuestos ideológicos y filosóficos y las situaciones
socio culturales concretas y específicas en donde se va a llevar a
cabo el proceso de enseñanza-aprendizaje. Proporciona una mayor
coherencia a la intervención pedagógica del profesorado y facilita
una reflexión crítica de la propia práctica del docente.
Se considera siempre el currículo como un proceso abierto y
no como un documento en el que está expresado de una vez para
siempre lo que debe hacerse (p. 104).
Aclara la terminología de currículo y los niveles de concre-
ción del mismo para que el lector identifique las especificidades

104 |
del proyecto curricular, describe los supuestos o fundamentos que
apoyan la elaboración del currículo: epistemológicos o disciplinares,
históricos, pedagógicos, socio-antropológicos, psicopedagógicos y
filosóficos.
De igual forma, se refiere a las fuentes para su elaboración: el
diseño curricular prescrito, el proyecto educativo de la institución,
el análisis del contexto y la práctica educativa.
El marco teórico conceptual se concentra en el desarro-
llo de los componentes, los cuales responden a: ¿qué enseñan?,
contenidos, ¿cuándo enseñan?, secuenciación y temporalización,
¿qué, cómo y cuándo evaluar?, estrategias y procedimientos de
evaluación. De igual forma, se incluyen los aspectos relacionados
con la orientación y tutoría, específicamente los esquemas de las
páginas 122 a 125.
Este capítulo finaliza con los aspectos relacionados con la
evaluación, la cual debe trascender el aula de clase, por ello se plan-
tea la necesidad de evaluar el aprendizaje, la enseñanza, el diseño
curricular, el docente y las didácticas, entre otros.
Lo anterior, presentado con esquemas, cuadros y ejemplos
de forma interpretativa, crítica y analítica, proporciona al lector
no sólo elementos operativos, sino elementos que contribuyen al
cuestionamiento del propio quehacer del profesional para su mejor
y continuo crecimiento.
Referencias como César Coll, D.P. Ausubel, Miguel Ángel
Santos Guerra, Abraham Maslow, son también fuente de conoci-
miento para Ander-Egg en la construcción de este capítulo.
El diseño curricular y su real operacionalización cobran
sentido en el aula, cómo programar el aula, es la respuesta que se
desarrolla en el Capítulo IV. Para Ander-Egg, la “Programación de
Aula” es “el instrumento con el cual los docentes organizan su prác-
tica educativa, articulando el conjunto de contenidos, actividades,
opciones metodológicas, estrategias educativas, utilización de textos,
material, recursos didácticos y secuenciando las actividades que han

| 105
de realizar” (p. 197). Ander-Eggespecifica que la programación en el
aula depende de los fundamentos que subyacen a la programación
y las tareas a realizar, sobre las cuales es muy especifico en explicar
cada detalle que lo compone; nuevamente este esclarecimiento es
de forma esquemática, descriptiva y con una huella de constante
cuestionamiento para el crecimiento de los docentes o profesionales
en educación.
Finaliza Ander-Egg con la descripción de los elementos más
importantes del Constructivismo, enfoque que para España, Ar-
gentina, Chile, Paraguay y Bolivia es asumido como el marco de
referencia de las reformas en la educación. Se define el construc-
tivismo en sí, desde la epistemología, la psicopedagogía, las teorías
de aprendizaje y el aprendizaje escolar.
Autores como Edgar Morin, Jean Piaget, Juan Pozo, Lev
Vigotsky, D.P. Ausubel, Coll César y Carl Rogers son fuentes para
la construcción de este capítulo. Se resaltan los mapas conceptuales
que posibilitan la comprensión de los planteamientos.

Dialogando con Ander-Egg. Buenos Aires: Lumen Humanitas.


Compilado por Anita Lamas. (1996).
Texto donde se recopilan las entrevistas y los diálogos más
significativos que ha concedido Ander-Egg hasta el año 1996, y
donde se conoce algo de la personalidad de aquel hombre que por
múltiples años ha acompañado cursos, conferencias y seminarios.
El documento clarifica aspectos de Ander-Egg, como el
concepto que tiene de sí mismo, el balance que hace de su propia
vida, el escritor, el hombre marginal, militante y libertario, las
cuestiones existenciales que subyacen en su pensar, sus principales
influencias intelectuales, su proyección de vida: querer vivir hasta
los 120 años, Ander-Egg y el Trabajo Social en su quehacer y pensar,
Ander-Egg y la educación.
En 95 páginas, el lector puede hacer una aproximación a la
vida de Ander-Egg, casi contada por él mismo. Para hablar de su

106 |
puesto en el mundo, inicia referenciando su país de nacimiento y el
de sus padres, aunque enfatiza en que le faltan raíces más profundas
en un lugar, pues tiene “una conciencia muy clara de pertenecer a
esta nave espacial” (p. 9). Expresa que “pretende vivir en plenitud
de su condición humana en todo lo que ello implica de amor y de
libertad en un hacerse permanente” (p. 10).
Cómo es su estilo externo, cómo hace sus cosas, cuál es su
jornada formal de trabajo, qué lo hace feliz, cómo es su vida cotidia-
na, qué le gusta y qué no, cómo es profesionalmente, son algunos
de los interrogantes que se develan en la primera parte del texto.
Aquí reconocemos en Ander-Egg su dimensión profesional
y personal, tanto que no separa una de la otra y expresa que sus
preocupaciones personales/profesionales dominantes son:
• Que las ciencias sociales sean instrumentos útiles para la
liberación humana.
• Que los conocimientos científicos en el campo de las
ciencias humanas tengan una aplicación práctica y sir-
van para encontrar soluciones a los problemas sociales y
para realizar acciones concretas orientadas a mejorar la
calidad de vida.
• Que el mayor número posible de personas se apropie
de ese saber y de esos instrumentos como medios para
su propia realización, ya sea a nivel individual, grupal o
colectivo (p. 11).
En la segunda parte encontramos aspectos de Ander-Egg,
como su primer recuerdo, lo que más ama y detesta, cualidades
más importantes, su pecado o defecto capital, sus pasatiempos,
el político que más admira, su escritor, poeta, cantante y pintor
favoritos, su mayor sufrimiento y alegría, sus secretos y la actitud
que asume ante la diversidad de opinión.
La percepción que Ander-Egg tiene de sí mismo, de su ca-
rácter controversial es el inicio de la tercera parte, donde se llega
a definir como libre para pensar y para vivir (p.17). Sobre sus
amigos, enemigos, sus grandes sueños, ilusiones y pasiones y sobre

| 107
su humanismo militante y la manera como ha llevado a cabo sus
sueños, hace ver en Ander-Egg esa persona más humana y justifican
o explican mucho de lo que en sus libros propone a sus lectores.
“Que pena de los libros que se escriben, pero que no se viven”
(p. 23). Ander-Egg vive para escribir, pues esto le permite pensar la
existencia y expresarlo por escrito. Estar atento a lo que acontece,
aplicar la “artesanía intelectual”, escucha activa y comprensión
empática, lectura inagotable, son algunos de los métodos y materia
prima para Ander-Egg como escritor, que aparece en la cuarta parte
del libro, donde además se devela la importancia de sus escritos y
el legado de sus palabras: pensamiento y acción.
Sobre la militancia, percepción de la política y quienes la
ejercen, y sobre los fundamentos de su pensamiento, se ocupan la
quinta y sexta parte del texto. Aquí Ander-Egg señala el principal
principio metodológico/operativo que subyace en su trabajo:
Confianza en las potencialidades del ser humano lo anterior está
ligado a su esperanza en la vida, su sentido del humor y la ironía
aplicada para desarrollar un sentido de crítica social.
En la evolución del pensamiento de Ander-Egg han influido
diferentes pensadores. Tema que se desarrolla en la séptima par-
te, donde se describe la forma en que ha ido evolucionando y el
protagonismo de cada influencia. Se describe así: “…en cuanto a
maestros se refiere, se evoluciona desde un catolicismo de derecha, a
una posición más abierta, para inclinarse luego hacia pensadores que
se podrían situar en una rama crítica y de izquierda para encontrarse
con el marxismo y con una mezcla de marxismo, psicoanálisis y
budismo zen…” (p. 47-48). También se señalan las influencias del
ámbito español en el desarrollo del pensamiento de Ander-Egg y
en la configuración de su personalidad.
En la parte octava del libro se devela la preocupación de
Ander-Egg por aprender a vivir, por saber vivir, más vida en el
sentido de una vida plena y una vida más larga. (p. 67), relacionado
con una búsqueda de un nuevo estilo de vida, del “hombre nuevo
para la nueva época” (p. 68), un hombre liberándose de la lógica

108 |
de la sociedad mercantilista, del consumismo y de la desesperada
angustia de posesión sin límites… Se trata, en últimas, de ir bus-
cando nuevas formas de vida, para llegar a vivir una vida plena a
los 120 años. Anhelo, deseo y proyecto que Ander-Egg expresa en
este aparte.
¿Cómo se vincula al Trabajo Social, de una manera tan
directa e influyente cuando su profesión no es ésta? Esta historia
se describe en la novena parte del texto. La vinculación de Ander-
Egg al Trabajo Social se inicia alrededor de 1960, y tres aspectos
influyeron fuertemente para que se relacionase empáticamente
con esta profesión:
- Su preocupación e inquietud militante para trabajar con el
fin de ayudar a resolver problemas sociales y humanos.
- Se iniciaba su preocupación central y casi obsesiva en su
vida profesional: aplicar las ciencias sociales a la resolución de pro-
blemas prácticos, de manera especial los problemas que enfrentan
los sectores más excluidos y marginados de la sociedad.
- Valoración del Trabajo Social por contraste con lo que
hacían otros profesionales de las ciencias sociales. Producción de
algunos cambios con su quehacer (p. 80).
También aquí se conoce el enfoque que Ander-Egg le da a
sus publicaciones y el que en general brinda para el Trabajo Social,
y el sentido de sus obras desde su propio ser y desde las ideologías
o pensamiento más sobresalientes.
Con respecto a la décima parte, en el texto, enuncia la relación
que Ander-Egg establece con la educación, sus primeras publica-
ciones y las apreciaciones que tiene sobre el papel de los docentes,
las formas pedagógicas autogestionarias, las formas de aprendizaje
y también su posición con respecto a las críticas que afirman que
sus aportes ya están superados. Terminamos este análisis con la
poética respuesta que da a esas críticas:

| 109
¡Cuántas veces me mataron,
cuántas veces me morí!
sin embargo, estoy aquí
resucitando…
tantas veces me borraron,
tantas desaparecí,
a mi propio entierro fui…
Sin embargo, estoy aquí… (p. 94).

Metodología y práctica del desarrollo de la comunidad.


Volumen 1. ¿Qué es el desarrollo de la comunidad? (historia, sig-
nificado y alcance). Bogotá: Universidad Colegio Mayor de Cun-
dinamarca (1998).
Texto que Ander-Egg trabaja desde el año 1963, con su pri-
mera edición, y cuyo objetivo no ha sido más que la preocupación
constante por un humanismo de la acción social (p. 19). Del De-
sarrollo de la comunidad es promoción humana, nos permitiremos
transcribir los propósitos de este documento, citados por Ander-
Egg en la escritura de su prefacio para la primera edición (p. 17);
con estos propósitos, el lector estará en capacidad de identificar los
potenciales del documento para el desarrollo profesional en Trabajo
Social, profesión a la que va dirigido este trabajo:

Encontrar una metodología para estudiar las comunidades, mediante


un procedimiento que, teniendo validez científica, permita realizar
los estudios de comunidades sin necesidad que sean exhaustivamente
“afinados”, en el menor tiempo y al menor costo posible, proyectados
con una clara motivación práctica de mejoramiento social, vale
decir: orientados a un “conocer para actuar y para transformar”. La
necesidad de elaborar y perfeccionar un método del tipo propuesto,
surge del problema que enfrenta el especialista en desarrollo de la
comunidad, al tener que conciliar —no como especialista, pero sí
como funcionario o técnico gubernamental— las exigencias políticas
inmediatas que reclaman soluciones a corto plazo, con la necesidad de
estudios profundos y de planeamientos a largo plazo, cuyos “frutos”,
es probable, que no sean vistos por el gobierno que ha propiciado los
estudios. Por otro lado, una técnica de este tipo es hoy exigida por la
situación explosiva de las comunidades marginales.

Elaborar una metodología que pueda ser utilizada con las

110 |
adecuaciones del caso, tanto en programas que cuentan con efectivo
apoyo gubernamental, como en aquéllos que son “tolerados” y marchan
gracias al impulso de los técnicos, o bien en lo que hay que apoyarse
exclusivamente con los esfuerzos de la propia planificación.
Concebir el desarrollo de la comunidad no sólo como fundamento
psicosocial del desarrollo, sino también como instrumento que,
despertando las potencialidades de individuos y organizaciones de
base, ayuda al proceso de cambios estructurales que reclaman nuestras
sociedades.

Organizar los programas de tal manera para que los recursos disponibles,
abundantes o escasos, no se agoten en los gastos de funcionamiento de
la organización burocrática que se monta para promover el desarrollo
de la comunidad.

Un trabajo de desarrollo de la comunidad como el que aquí se propone,


supone la colaboración interdisciplinaria, es decir, la constitución de
un equipo polivalente, pues el desarrollo de la comunidad no es una
técnica exclusiva de ninguna profesión.

Por encima de los aspectos metodológicos y técnicos, esta publicación


muestra al desarrollo comunitario y al Trabajo Social como una
profesión de esperanza humana. Ander-Egg tiene la sólida convicción
de que todos —aun aquellos que están en situación infrahumana—
tienen capacidad para levantarse de su situación y cree que si no lo
hacen es por falta de orientación y porque carecen de una razón para
hacerlo. “El hombre no sólo necesita con qué vivir, sino también y
fundamentalmente por qué vivir” (p. 18).

El desarrollo de la comunidad puede contribuir al mejo-


ramiento social y económico, pero más aún puede contribuir a
mejorar y elevar a los hombres.
En este primer volumen, Ander-Egg presenta un balance
de 50 años de acción comunitaria, analizando lo que ha sido el
desarrollo de la comunidad en la última mitad del siglo XX. Este
balance se presenta a partir de un esbozo general de lo ocurrido.
Dentro de la concepción de desarrollo de la comunidad, ésta
no se relaciona como en años anteriores con el desarrollo nacional,
sino que el desarrollo de la comunidad debe ir articulado a los pro-

| 111
gramas de desarrollo local y la acción comunitaria. Con respecto al
concepto de comunidad y desarrollo comunitario, el análisis histórico
distingue entre la evolución de la organización de la comunidad y
el desarrollo de la comunidad, considerados como procedimientos
metodológicos similares que evolucionan separadamente.
El texto responde a las exigencias sociales, culturales y eco-
nómicas del momento actual, motivando a los profesionales a que
exista una preocupación humana por el otro.
Son cinco capítulos y 133 páginas orientados al esclareci-
miento de los siguientes aspectos:

1. Concepto de comunidad
Previo desarrollo del concepto de comunidad, Ander-Egg
aclara que es preciso tener en cuenta que el trabajo con comunidad
se desarrolla con un grupo, mediante el cual se quiere llevar a cabo
un programa, con el fin de atender a sus necesidades y problemas,
lograr su desarrollo y mejorar su calidad de vida (29). Por eso,
precisa el alcance y significado de los conceptos de comunidad y
desarrollo para luego integrarlos dentro del marco de la metodo-
logía de intervención social ¿qué es el desarrollo de la comunidad?
Para esclarecer el concepto de comunidad, se basa en los
diferentes enfoques dados por la historia y por las ciencias sociales,
y desde diferentes aspectos según el uso de la terminología y, si se
puede decir, la caracterización que se le ha dado a la comunidad
según su función, concluyendo que es un término que se utiliza de
manera analógica y con una gran elasticidad (p. 31), por lo tanto,
expresa que para los métodos de intervención social es necesario
delimitar su alcance.
En cuanto a la determinación del alcance del concepto de
comunidad y antes de precisar el concepto, se establecen algunos
elementos comunes en cuanto a la utilización del mismo, ellos son:
conjunto de personas, territorio, sentido de pertenencia, funcio-
nalidad por la que esas personas están juntas; para así determinar

112 |
los elementos estructurales más importantes: territorio, población,
recursos y formas de interacción; todos ellos descritos con relación
al desarrollo de la comunidad.
Una vez desarrollados los elementos, Ander-Egg propone
una definición que servirá como referencia específica al trabajo
que propone con el desarrollo del texto:
“Una comunidad es una agrupación o conjunto de personas
que habitan un espacio geográfico delimitado y delimitable,
cuyos miembros tienen conciencia de pertenencia o de
identificación con algún símbolo local y que interaccionan
entre sí más intensamente que en otro contexto, operando en
redes de comunicación, intereses y apoyo mutuo, con el propósito
de alcanzar determinados objetivos, satisfacer necesidades,
resolver problemas o desempeñar funciones sociales relevantes
a nivel local” (p. 36).

En cuanto a la noción de desarrollo enfatiza en cómo en la


historia, y especialmente en la historia de la economía, se habla de
desarrollo desde el año 1750 aproximadamente; establece cómo
se ha introducido al desarrollo una serie de precisiones: desarrollo
integral y armónico, el desarrollo unificado, el otro desarrollo para
llegar a la idea actual de desarrollo sostenible (p. 41); se propone
que el desarrollo se base en el “más-ser” y no tanto en el poseer.

2. Historia del trabajo comunitario como método y programa de


intervención social
Introduce al lector en cómo las comunidades primitivas esta-
blecían para su supervivencia formas de ayuda mutua y cómo con
el transcurrir del tiempo estas formas fueron cambiando cuando
desaparecían las comunidades primitivas y llega el Estado como ente
proveedor de ayuda y de organización en las comunidades. Es así
como se centra en los dos métodos de intervención comunitaria: la
organización de las comunidades y el desarrollo de la comunidad;
específicamente, en este capítulo, la evolución en la historia para
cada uno de ellos.

| 113
Sobre organización de la comunidad como método propio
del Trabajo Social, nace en Estados Unidos, se establecen los hechos
que motivaron este trabajo presentando los pioneros en el tema;
también señala cómo se introdujo la organización de la comuni-
dad como método de Trabajo Social, año 1920, como ejemplo
da la creación de la COS (CharityOrganizationSocieties) y cómo
se establecieron los principios de actuación desde este método de
intervención.
Sobre desarrollo de la comunidad, se establece que es un mé-
todo que nace de forma muy diferente al método de organización
de la comunidad, por dos aspectos: nace en zonas rurales en países
subdesarrollados y no corresponde a ningún campo profesional en
particular (p. 58). Y sobre su evolución se habla de cuándo y quién
utilizó el término “desarrollo de comunidad”, los primeros progra-
mas nacionales, el desarrollo de la comunidad como instrumento
de progreso social, la carta magna del desarrollo de la comunidad,
la gestación y evolución del desarrollo de la comunidad en la rea-
lidad latinoamericana.

3. Significado y alcance del concepto y práctica del desarrollo de


la comunidad
En este capítulo, una vez superada la evolución histórica y
reconociendo que ha sido más de medio siglo escribiendo acerca
del desarrollo de la comunidad, son cuatro las perspectivas que nos
permiten acercarnos a este desarrollo:
• método de intervención social
• programa
• proceso inducido
• movimiento

Pero, de estos cuatro factores, Ander-Egg establece que con


mayor frecuencia se ha utilizado el desarrollo de la comunidad
como método y como programa, sobre los cuales enfatiza en el
resto del capítulo:

114 |
Como método, el desarrollo de la comunidad es una forma
de intervención social (p. 81), está en el plano de la práctica y
tecnología social, y la define; se esclarecen los objetivos princi-
pales, sus modalidades operativas, el nivel en que funciona y los
componentes de operación: estudio y diagnóstico, programación,
ejecución y evaluación.
Finalmente, hace una breve descripción del significado, ele-
mentos principales del desarrollo de la comunidad como programa
constituido por proyectos y actividades específicas integradas, el
enfoque sistémico en la acción comunitaria y el desarrollo de la
comunidad en cuanto proceso capaz de desatar una acción social
de tipo sinérgico.

4. Revisión crítica de medio siglo de realización de programas de


desarrollo de la comunidad (1947-1997)
En este aspecto, logra desarrollar un balance de lo que han
sido los programas de desarrollo de la comunidad en los últimos 50
años (1947-1997), señala los aspectos más relevantes de lo aconte-
cido en este campo, los aspectos negativos, pero también aquellos
aspectos sobresalientes, teniendo en cuenta que no hay aplicaciones
metodológicas unidas ahistóricas y atemporales, y estructura la
visión del balance sobre cuatro grandes cuestiones (p. 91):
• El gran espejismo: que el desarrollo de la comunidad
fuere parte esencial de los planes globales de desarrollo.
• Los falsos supuestos en que se apoyaron muchos progra-
mas de acción comunitaria.
• Logros que se pensaban alcanzar, pero que no tuvieron en
cuenta los factores exógenos y las situaciones contextuales
que los condicionaban.
• Las ideas claves del desarrollo de la comunidad que han
permanecido a lo largo de medio siglo.
• Ander-Egg concluye que la idea central del desarrollo de
la comunidad, bien sea como programa o como método,
ha sido la participación y la movilización de los recursos

| 115
humanos (p. 107), los cuales promueven una forma de
compromiso de la voluntad individual y colectiva.

5. Desarrollo de la comunidad local y acción municipal


En el quinto capítulo, Ander-Egg esclarece cómo desde los
años sesenta del siglo XX se habla de la incidencia que el desarrollo
de la comunidad tiene para el progreso de las naciones y como esta
ideología ha evolucionado y cambiado, hasta que en la actualidad
se habla de la incidencia que tiene el desarrollo de la comunidad
en el ámbito local y municipal, para el desarrollo no sólo de las
localidades, sino de las naciones en general, y cómo desde lo local
se concibe el ámbito más adecuado para la acción comunitaria.
También describe la importancia de lo local, en el campo de las
políticas sociales; las potencialidades del desarrollo local, sus limi-
taciones. Para llegar así a las organizaciones no gubernamentales,
los movimientos sociales y la acción municipal.
Dentro de las referencias bibliográficas, Ander-Egg hace
alusión de Luis Lebret, Sergio de la Peña, René Gendarme, Alain
Biron, Ross Murray, Naciones Unidas, Carolina Ware, Carlos
Campos Jiménez, CEPAL, Manuel Castells, José Coraggio y Tomás
Villasante.

Metodología y práctica del desarrollo de la comunidad. Volumen


2. ¿Cómo hace? (aspectos metodológicos y operativos). Bogotá:
Universidad Colegio Mayor de Cundinamarca. (1999).
Ander-Egg integra en este libro, en relación dialéctica y biva-
lente, la acción y la reflexión sobre la acción; la práctica social y el
pensamiento. Parte del siguiente supuesto: para el desarrollo de este
texto, no bastaba un esfuerzo netamente intelectual, pues aunque es
imprescindible, debió hacerse a partir de prácticas concretas (p. 17).
Este segundo volumen hace referencia a los aspectos meto-
dológicos que desde su primera versión, en 1964, se venía hacien-

116 |
do. Su objetivo es presentar la propuesta de una tarea: aplicar las
cuestiones generales del método científico y la teoría y práctica de
la elaboración de diagnósticos y de la planificación al ámbito del
desarrollo de la comunidad (p. 17).
En nueve capítulos y 255 páginas, se desarrollan precedi-
dos de un aparte que hace precisiones conceptuales al lector, los
siguientes aspectos: el método, el método de intervención social,
el estudio y el diagnóstico.
En el capítulo uno, denominado “El estudio territorial, el
marco histórico y el perfil demográfico”, presenta, en forma de
guía, la manera como el profesional en Trabajo Social puede reali-
zar un estudio de comunidades en un área de intervención. Aquí
presenta un esquema o estructura general de los diferentes aspectos
que puede comprender la realización de un estudio de comunidad
con la cual se quiere llevar a cabo un programa de desarrollo co-
munitario, recomienda que se adecue al número de comunidades
con las que se trabajará, y utilizar diseños propios de investigación
participativa (p. 31).
Ofrece al profesional una herramienta importante para su
primer acercamiento a las comunidades, cuando desarrolla los
aspectos más relevantes: perfil territorial, perfil demográfico y
marco histórico. Ander-Egg muestra la importancia que tiene
para los estudios, cada uno de ellos, así como el desarrollo de las
variables e indicadores más representativos para tener en cuenta
en las comunidades.
En el segundo capítulo, se expone la importancia de recono-
cer en las comunidades los “recursos y potencialidades económicas
de un área”, enfatizando en que este estudio se lleva a cabo a nivel
micro en las mismas, pues es claro que toda comunidad aprovecha y
utiliza recursos de un área más amplia. Aquí se conocen sobre todo
los factores que conciernen al desarrollo económico. Ander-Egg
sigue la clasificación que sobre este factor hace Colin Clark, quien
reconoce tres elementos primarios de la economía (extracción de
recursos naturales, producción agrícola y ganadera; producción de

| 117
bienes; y producción de servicios).
En el capítulo tres -guía-, denominado “estructura social y
problemas del cambio social. Nivel y calidad de vida perfil de los
servicios sociales”, el lector podrá conocer aquellos elementos que
brindan la información más importante a tener en cuenta y sobre
la cual cada profesional debe hacer las modificaciones y/o ajustes
necesarios de acuerdo con la realidad encontrada. Los factores a
tener en cuenta son: perfil de la estructura social; problemas del
cambio social que generan tensiones e inadecuaciones; el grado de
participación de la gente como factor de cambio social; niveles y
calidad de vida y perfil de los servicios sociales. En este apartado,
y como respuesta a la metodología y operatividad, el autor brinda
las clasificaciones conceptuales de los indicadores a tener en cuenta
en el desarrollo de la guía y del estudio como tal.
Hasta aquí, los tres capítulos han sido especiales para estudios
de comunidades configuradas en comarcas, provincias o regiones.
En el capítulo cuatro, “cómo realizar la investigación en co-
munidades de ámbito bien delimitado”, se ofrece una guía similar
a la que se presenta en el texto de la investigación-acción partici-
pativa (1992), la cual se adapta al trabajo de acción comunitaria,
dado que toda acción comunitaria ha sido siempre una forma de
generar una ciudadanía activa (p. 131).
Advierte Ander-Egg que se trata de cuestiones que hay que
resolver cuando se va a hacer un estudio, de cara a realizar una
intervención comunitaria, y no una investigación sociológica (p.
132). Esclarece la importancia que representan, para este tipo de
estudio, la conformación de un equipo de trabajo y la elaboración
del diseño investigativo, para luego dar paso a la identificación
de las necesidades básicas, problemas y centros de interés vividos
y sentidos por la gente involucrada; formulación del problema;
técnicas o procedimientos para recoger datos; trabajo de campo;
ordenación, clasificación y socialización de la información; análisis
e interpretación de los datos; redacción del informe preliminar y
discusión de resultados.

118 |
En el capítulo cinco, “las técnicas de investigación utilizadas
para los estudios de las comunidades”, Ander-Egg presenta algunas
técnicas de investigación social, y sólo algunas, porque no todas
tienen aplicabilidad para este tipo de estudios. Advierte, como
aspecto relativo a la historia de la elaboración del capítulo, que
“cuando no se había desarrollado en el campo de la investigación
social, la perspectiva cualitativa, ésta tenía predominio en los es-
tudios de comunidades” (p. 157).
En este capítulo se indica que son la observación, la entrevista
y el recurso a la documentación, las técnicas de investigación más
utilizadas y utilizables; un buen dominio de las mismas es garantía
de profesionalidad (p. 158). Estas técnicas son meros instrumentos
para la recogida de datos e información.
Las técnicas que se desarrollan en este capítulo son de aplica-
ción para los estudios y el diagnóstico, explicados en los capítulos
desarrollados en el texto completo. Las técnicas a las que hace
referencia son:
• Observación etnográfica.
• Entrevista abierta o semiestructurada in situ.
• Recurso a la documentación.
• Reuniones de grupos, para obtener y contrastar información.
• Uso de mapas.
• Consulta a informantes-clave.
• La triangulación como control cruzado de datos e in-
formación.
• El conocimiento de la realidad proveniente de la práctica
social.
• Pautas y orientaciones para elaborar un diagnóstico
comunitario.
• Pautas para la redacción de informes.
• La programación y elaboración de proyectos comunitarios.

En este documento, editado en 1998 Ander-Egg hace refe-


rencia al cómo hacer, es decir, a la metodología del desarrollo de
la comunidad.

| 119
Qué es una reforma educativa. Buenos Aires: Magisterio del Río de
la Plata. (1999).
Tiene como objetivos aportar a la reflexión sobre el signifi-
cado y alcance de una reforma educativa y alentar la tarea de los
trabajadores de la educación en la permanente transformación
educativa.
Ofrece una visión general sobre el alcance, aspectos y etapas
de una reforma educativa y sus fundamentos (filosóficos, pedagó-
gicos, psicológicos, culturales, administrativos, organizacionales,
legales, etc.), con una perspectiva sistémica.
En 110 páginas y cuatro capítulos, Ander-Egg desarrolla la
educación: recurso fundamental de toda sociedad; cambio social
y cambio educativo; el contexto de las reformas educativas en
América Latina en los umbrales del siglo XXI y en qué consiste
una reforma educativa.
Son los problemas educativos en diferentes realidades el tema
que se trata en el capítulo primero. Inicia Ander-Egg citando la
existencia de elementos comunes cuando se piensa en educación en
cualquier país. Estos elementos caracterizan la educación: su crisis
el ser un factor de transformación social y un recurso básico del
proceso de desarrollo de los países (p. 15); y son estos elementos
comunes los que conducen a la necesidad de emprender reformas
educativas, eje de este libro.
En cuanto a la concepción de crisis educativa, Ander-Egg
esboza el sentido que le han dado en diferentes momentos a este
término, señalando las perspectivas de la UNESCO, el New York
Times y Coombs, entre otras, para finalmente establecer que el
término de crisis, en primera instancia, debe utilizarse en el sentido
originario del término como tal: en su origen griego, se define como
selección —decisión, en su raíz sánscrita se define como limpiar—
purificar; en la concepción de las lenguas europeas que conserva
el sentido originario de crisis en palabras como crisol, acrisolar,
crítica; entonces retoma crisol, que se define como lo que purifica
toda escoria que se ha incrustado a lo largo del tiempo, tomando

120 |
la definición griega, después de hacer un juicio, hay que decidirse
por un nuevo camino (p. 17). Basado en estas concepciones, define
la crisis en la educación desde una perspectiva de cambio de cara
al futuro, además establece que la crisis en la actualidad no será
algo coyuntural, sino el modo normal de “ser en el mundo” y, por
ende, establece como gran desafío de todas las reformas educativas
el “mantener lo esencial de la educación, desprenderse de lo ob-
soleto e incorporar lo nuevo considerado como más significativo”
(p. 17-18).
La educación como factor de transformación social y recurso
del proceso de desarrollo, expresa Ander-Egg, es algo que queda
en la palabra, las leyes, los discursos oficiales y no en la realidad
cotidiana (p. 19).
Al hablar de la reforma educativa, establece que ésta surge de
“la preocupación por adecuar la educación a las nuevas demandas
originadas en los cambios sociales producidos y de los adelantos
científicos y tecnológicos”, y advierte que “una propuesta de
transformación educativa no es válida si no es posible traducirla
en transformaciones prácticas” (p. 19).
Con respecto a los países latinoamericanos que intentan hacer
reformas en la educación, en un contexto donde predomina las
políticas neoliberales, expresa el dilema que surge hacia la actitud
que se debe asumir frente a las reformas. Entre diferentes actitudes
o comportamientos que se pueden asumir, establece los siguientes:
• Jugarlo a todo o nada.
• No hay que participar.

En educación como en todos los órdenes de la vida, es pre-


ferible hacer un aporte positivo, por pequeño que sea, antes de no
hacer nada, por querer cambiarlo todo.
No hacer nada y pasar de todo. Son los docentes “adocena-
dos”, con telarañas mentales.
• No participan y no dejan participar.

| 121
• No sé de qué trata, pero me opongo.

Ante estos comportamientos advierte Ander-Egg: “no hay


que desanimarse, sino que hay que actuar, pero sin descalificar a
quienes no lo comparten, procurando además hacer aportes cons-
tructivos” (p. 22).
En el capítulo segundo se desarrolla lo referente a cambio
social y cambio educativo, toda vez que “la educación no puede ser
considerada aisladamente del contexto político, social, económico
y cultural en que se da” (p. 29). Cuestión básica para analizar el
significado y alcance de toda reforma educativa. El eje de este ca-
pítulo así ¿en qué medida una reforma educativa puede incidir o
producir cambios o transformaciones en una sociedad determinada
o, si se quiere, qué relación existe entre los cambios educativos y
el cambio social? Aspectos que están estrechamente relacionados,
desde las concepciones sociológica y pedagógica.

La problemática del desarrollo de la comunidad. 3 ed. Panamá:


Universidad Especializada de las Américas. (2003).
El libro es presentado en Panamá por Berta Torrijos de Aro-
semena, rectora de la Universidad Especializada de las Américas,
en Panamá, quien deja claro que el texto sintetiza y sistematiza los
documentos que Naciones Unidas publicará sobre el tema, dando
una visión de conjunto de toda la problemática del desarrollo de
la comunidad.
Por más de 20 años, Naciones Unidas ha desarrollado para el
trabajo en el campo del desarrollo de las comunidades, múltiples
documentos valiosos que tienen su valía tanto en el trabajo in situ
como en el desarrollo de ideas y determinaciones propias para que
se trabajen desde el ámbito profesional y lleguen a concretarse en
acciones encaminadas al desarrollo de la sociedad.
Ander-Egg, en uno de sus viajes por América Latina, con-
cluyó que muchos de estos documentos producidos por Naciones

122 |
Unidas, y de gran relevancia para el ejercicio profesional de antro-
pólogos, sociólogos y trabajadores sociales, no son conocidos lo
suficientemente como para servir de herramientas de disertación
y acción en el ejercicio propio de cada profesión. Y no son cono-
cidos, no porque las Naciones Unidas hayan carecido de medios
para la documentación y difusión de las experiencias, sino por lo
que reflejan los hallazgos de Ander–Egg. Este conocimiento ha sido
insuficiente para los profesionales, creándose la necesidad de hacer
un reforzamiento, destacando los principales documentos sobre
desarrollo de la comunidad que Naciones Unidas han proyectado
y sistematizado.
Resalta la atención de los profesionales interesados en el
trabajo con comunidades y el logro de su desarrollo, acerca de
experiencias documentadas por Naciones Unidas, que son real-
mente útiles y que no han sido aprovechadas suficientemente, ya
sea porque no se conocen lo suficiente o simplemente porque se
ignora su existencia (p. 14).
En sus 211 páginas, Ander-Egg muestra al lector nueve do-
cumentos. De cada uno presenta los contenidos fundamentales;
los hechos que marcaron historia alrededor de su composición y
las acciones tomadas por cada una de las organizaciones compo-
nentes de Naciones Unidas; a continuación se describen dichos
documentos:
El primer documento es el que corresponde a “El progreso
social mediante el desarrollo de la comunidad”, (Nueva York,
1955), título del capítulo primero, aquí resalta su objeto principal:
“la política –que se encuentra todavía en la etapa de la formulación
y de experimentación- consistente en promover el desarrollo sano
y equilibrado mediante la acción local” (p. 21) y enfatiza en la
definición que en el documento se da para el desarrollo de la co-
munidad, así como los elementos que deben confluir en la misma
para que logre un desarrollo como tal.
El desarrollo de la comunidad es definido como “un proceso
destinado a crear condiciones de proceso económico y social para

| 123
toda la comunidad, con la participación de ésta, y la mayor con-
fianza posible en su iniciativa” (p. 21).
El documento destaca los centros sociales locales como
instrumentos del desarrollo comunal y hace la diferenciación del
funcionamiento de los centros en países industrializados o insufi-
cientemente desarrollados. Enfatiza en dos proyectos específicos de
desarrollo de la comunidad: los proyectos comunales originados en
situaciones de emergencia y los proyectos experimentales y planes
territoriales.
El documento ofrece lo que para ese entonces se podría llamar
la primera tipología de programas de desarrollo de la comunidad,
distinguiendo seis tipos de programas nacionales (obras sencillas,
reforma agraria y planes de reasentamiento, redes de centros so-
ciales, sociedades y consejos rurales, educación relativa a la acción
de la comunidad, servicios de divulgación agrícola). Señalando los
factores esenciales para la formulación de esos programas (política
nacional, organización administrativa, selección y formación de
personal, recursos, evaluación) y aquellos problemas básicos en la
aplicación de métodos de desarrollo de la comunidad (necesidades
reconocidas, estímulos externos, enfoque inicial, utilización de
organizaciones existentes y creación de nuevas).
Finalmente, Ander–Egg enfatiza en aquellos aspectos relevan-
tes de este documento: Naciones Unidas canaliza los programas de
autoayuda; la Unesco orienta y promueve programas de educación
fundamental, donde se crean centros especializados en educación
fundamental y se da origen al CREFAL; la OIT promovió, para esa
época, la promoción de pequeñas industrias rurales de dimensión
familiar y fomentó la organización de cooperativas; la FAO da
importancia a la extensión agrícola y a las labores de economía
doméstica y demostración del hogar; y en la OMS los proyectos
demostrativos de saneamiento rural empiezan a surgir.
Es en este periodo cuando la expresión “desarrollo de la
comunidad” aparece como un medio instrumental destinado al
logro de determinados objetivos tendientes a la elevación de los

124 |
niveles de vida (p. 41), y se recomienda a los estados miembros de
la organización, tomar como principios de desarrollo de la comuni-
dad el documento que aquí se ha desarrollado y que es base para la
formulación de “Desarrollo de la comunidad y servicios conexos”.
El segundo documento “Desarrollo de la comunidad y
servicios conexos”, (Nueva York, 1960). Considerado como la
carta magna del desarrollo de la comunidad (p. 42) se describe el
documento Que recoge alrededor de 1956 la sistematización de
las diferentes experiencias en el campo de desarrollo comunitario.
Se propone una definición de desarrollo de su comunidad, que
por su integralidad, aplicación real y efectiva al problema de la
sociedad, es considerada como clásica y, por ende, de obligatorio
conocimiento para los profesionales interesados en el tema y que
se convierte en la primera definición oficial dada de desarrollo de
la comunidad por Naciones Unidas:
“la expresión de desarrollo de la comunidad se ha incorporado
al uso internacional para designar aquellos procesos en cuya
virtud los esfuerzos de una población se suman a los de su
gobierno para mejorar las condiciones económicas, sociales
y culturales de las comunidades, integrar éstas en la vida
del país y permitirles contribuir plenamente al progreso
nacional” (p. 45).

Considera, entonces, el desarrollo de la comunidad como un


proceso, compuesto por características fundamentales.
En este documento se ve cómo las Naciones Unidas extien-
den el desarrollo de la comunidad a la zona urbana, que en un
momento dado se desarrolló sólo en la zona rural. Lo anterior
como respuesta a los procesos migratorios del campo a la ciudad,
en todos los países del mundo. Otros aspectos fundamentales, son
la extención del desarrollo de la comunidad a las ciudades, y la
formulación del desarrollo social como un complemento para el
desarrollo económico y político de una sociedad.
El que las Naciones Unidas sigan presentando el desarrollo
de la comunidad como un proceso, en el libro se explica desde

| 125
dos perspectivas: como proceso organizativo y como proceso de
educación que involucra tanto al pueblo como al gobierno (p. 46).
Ander–Egg resalta que la primera parte del documento
está destinada a explicar las funciones de los organismos de las
Naciones Unidas en relación con el desarrollo de la comunidad,
particularmente lo que concierne a organización, administración
y coordinación (p. 49); y en la segunda parte del documento hace
referencia a los principales servicios técnicos que contribuyen al
desarrollo de la comunidad. Con la sola descripción el documento
de las Naciones Unidas clarifica cómo se orienta el desarrollo de
la comunidad en sus realizaciones tangibles después de poco más
de un lustro de experiencias (p. 49).
En el capítulo tres, se da a conocer el informe “Aspectos de
los programas de desarrollo de la comunidad que guardan rela-
ción con la administración pública”, (Nueva York, 1960), como
respuesta a la solicitud de la Comisión de Asuntos Sociales. Este
informe fue realizado por el Servicio de Administración Pública de
las Naciones Unidas, en cooperación con el grupo de Desarrollo de
la Comunidad de la Dirección de Asuntos Sociales (p. 59).
El documento inicia con precisiones de los términos “admi-
nistración pública”, “gobierno local”, “desarrollo de la comunidad”
y los problemas comunes que desde la administración pública se
plantean cuando se pone en marcha un programa de desarrollo
comunal o cuando varios ministerios comienzan a ocuparse en
forma general o multifuncional de la promoción de comunidades
de base (p. 59).
En este informe, las Naciones Unidas proponen tres tipos de
programas de desarrollo de la comunidad, que tienen en cuenta
los criterios de ámbito geográfico, objetivo principal y repercusión
en la estructura de la administración pública; determinando en-
tonces los programas de tipo integrativo, adaptable y de proyecto.
Ander–Egg muestra la definición que las Naciones Unidas da para
cada uno, así como las repercusiones que pueden tener sobre la
administración pública, la instauración de uno u otro tipo desde la

126 |
organización (coordinación de entidades públicas, relaciones entre
las entidades públicas y las organizaciones privadas, descentraliza-
ción), la planificación y hacienda pública, así como del personal
especializado necesario.
El documento destaca cómo las Naciones Unidas enfatizan
en la relación que debe existir entre la planificación social para el
desarrollo y la planificación económica, la planificación local y la
administración de los recursos públicos que se invierten por parte
del Estado. Y culmina presentando la necesidad real de la existen-
cia de un personal técnico reconocido para la dirección de estos
programas y, por ende, para el logro efectivo de un desarrollo de
la sociedad, estos profesionales son los trabajadores sociales. “… es
axiomático que la calidad del personal determina en gran medida
la calidad de la administración pública. La localidad del personal
de la administración del país influye en los programas de desarrollo
de la comunidad y éstos imponen tareas adicionales al personal de
la administración” (p. 70). Los tipos de profesionales que propone
el documento son (p. 71-75):
• Trabajadores Sociales de aldea remunerados, distinguién-
dose entre ellos el trabajador social de aldea de funciones
generales; el trabajador social de aldea polivalente y el
técnico de aldea bivalente.
• Trabajadores y dirigentes sociales voluntarios cualificados.
• La propia población que desarrolló aptitudes técnicas y
de dirección.

La especificación de este tipo de profesionales determina el


tipo de relaciones existentes entre ellos: la necesidad de que este
personal sea técnico y del trabajo en grupo, citando a Goswani
(p. 72) para justificar la relación existente entre el desarrollo de
la comunidad y la jefatura política, la cual nos permitimos citar:
“Estamos firmemente convencidos de que para el éxito del procedimiento
comunal en escala nacional e incluso en los planes y programas de
desarrollo nacional se requiere una filosofía o, por lo menos, un ideal
que tenga suficiente contenido emotivo para proporcionar el impulso
necesario a los programas de acción. Esta filosofía debe ser compartida

| 127
y aceptada por los dirigentes de la política nacional y lo bastante
comprendida y aceptada por un número suficiente de habitantes para
que ofrezca apoyo popular. Un plan que no tenga atracción moral no
pasa de ser un bosquejo” (p. 72-73).

El capítulo cuarto, “Communitydevelopment and economi-


cdevelopment”, (Nueva York, 1963) y como subtítulo, el informe:
“Contribución de los programas rurales de desarrollo de la comu-
nidad al desarrollo nacional de Asia y Lejano Oriente”. Surge de la
necesidad de llevar el desarrollo de la comunidad desde el ámbito
rural, donde inicialmente se concibe a las zonas urbanas, dado
que éstas existen no sólo en los países desarrollados, sino también
en los países subdesarrollados, y su objetivo principal enfatiza en
elevar las actividades de autoayuda y elevar la comunidad local a
la categoría de institución importante para la vida del individuo,
de la nación y del mundo (p. 87).
El informe consta de dos partes: en la primera, desarrolla
una conceptualización de desarrollo de comunidad rural y muestra
el proceso llevado a cabo en Asia y Lejano Oriente, enfatizando
en su contribución al desarrollo económico y cómo se configuran
problemas de organización y administración en los principales pro-
blemas por resolver con este tipo de programas. En general llama
la atención sobre los programas urbanos, ya que hasta la época de
los sesenta el trabajo se centró en comunidades rurales.
El quinto documento “Desarrollo de la comunidad y desa-
rrollo nacional”, (Nueva York, 1963) es el título del Informe de
Naciones Unidas y con el que se desarrolla el quinto capítulo del
texto, producto de la reunión de expertos llevada a cabo en el año
1963, donde se analizaron tres cuestiones que han sido presentadas
al grupo de expertos:
• La noción de desarrollo basada no sólo en crecimiento
económico, sino en evolución, es decir, el papel del de-
sarrollo de la comunidad en el desarrollo global.
• La contribución que las comunidades pueden prestar en
el desarrollo nacional y el modo en que la gente dentro de

128 |
su comunidad facilita o frustra propósitos nacionales en
puntos estratégicos, como en el que la comunidad puede
actuar como elemento amortiguador del choque que
suponen los cambios rápidos y facilitar la combinación
necesaria entre lo viejo y lo nuevo.
• Los procesos de desarrollo de la comunidad pueden
adaptarse a las circunstancias de cada país y a su etapa
de desarrollo para lograr el apoyo popular.

En este informe se insiste en la necesidad de capacitar al


personal responsable del desarrollo de las comunidades. Los traba-
jadores sociales, para que puedan realizar con eficiencia la labor de
estimular y orientar cambios, no deben sustituir los recursos que
se puedan movilizar en las mismas comunidades con los aportes
del gobierno.
De igual manera, se enfatiza en cómo surgen los planes de
desarrollo económico y social, la contribución del desarrollo de la
comunidad a los programas de desarrollo nacional, la función de
los servicios gubernamentales para apoyar y reforzar la acción de las
comunidades locales, los requisitos fundamentales para vincular el
desarrollo de la comunidad a la planificación nacional —destacando
la reforma agraria y cooperativas— y los medios para aumentar
la influencia del desarrollo de la comunidad en las esferas social y
económica.
Como otro aspecto fundamental, el informe desarrolla los
elementos esenciales para reforzar el proceso de desarrollo de la
comunidad (p. 109-113), entre otros:
• Fomento de la participación de las mujeres.
• Formación de dirigentes locales.
• Mejoramiento de la planificación local.
• Formación personal.
• Investigación.

| 129
Finalmente, propone cuáles podrían ser las medidas de
administración y organización de los programas de desarrollo de
la comunidad, donde rescata el papel importante que tienen las
universidades en el proceso de capacitación y la evaluación como
instrumento de medición para los programas, incluyendo el del
aprendizaje en las instituciones de educación superior.
La participación popular es necesaria para el desarrollo econó-
mico y social. El desarrollo de la comunidad, por su metodología
de trabajo, es un medio eficaz para lograr la participación popular.
Bajo este postulado, se desarrolla el Capítulo VI, “La participación
popular y los principios del desarrollo de la comunidad en la acele-
ración del desarrollo económico y social”, conferencia presentada
por la CEPAL en el seminario llevado a cabo en Santiago de Chile
en 1964.
El informe desarrolla tres tesis:
• La participación popular en la aceleración del desarrollo
económico social.
• Los principios del desarrollo de la comunidad y su con-
tribución potencial a los planes de desarrollo económico
y social en Latinoamérica.
• Algunas implicaciones de la utilización del desarrollo de la
comunidad y de la participación popular en la aceleración
del desarrollo económico y social en América Latina.

En cada una de estas partes, el informe brinda las definicio-


nes y concepciones de las tesis y la propuesta metodológica para
lograr un desarrollo, enfatizando en las funciones de los sectores
público, privado y, sobre todo, de los profesionales responsables
del desarrollo de la comunidad.
En el capítulo séptimo, “La participación local en la planifi-
cación del desarrollo”, (Nueva York, 1967), se desarrolla un análisis
de las experiencias de Pakistán y la India sobre las posibilidades
prácticas de la participación local en el proceso de planificación,
con el fin de analizar particularmente la relación existente entre

130 |
el desarrollo de la comunidad y la planificación en general. En el
texto, Ander-Egg logra exponer aquellos elementos que cobran
importancia para América Latina.
En este informe, las Naciones Unidas invitan a la comunidad
en general a que, por los procesos metodológicos y por la realidad
que los rodean, no se deje de lado la teoría base fundamental de
un desarrollo planeado, concebido sistemáticamente para el logro
de un cambio que redunde en el mejoramiento de la sociedad. Por
lo tanto, se exponen conceptos que, establecen la diferencia entre
el desarrollo de la comunidad como enfoque o como programa, se
especifica el valor del desarrollo de la comunidad como inversión,
se enfatiza la planificación en la práctica y cómo la participación
popular incide en las formas de administración y organización
gubernamental y, finalmente, se muestran los resultados de una
investigación relacionada con la planificación del desarrollo de la
comunidad.
El capítulo octavo, tiene por título“Policyissuesconcernin
gthefutureevolution of communitydevelopment”. Aunque para
la fecha de publicación del libro de Ander-Egg, este documento
no estaba publicado por Naciones Unidas, lo incluye en el texto
considerando su importancia y calificación como un estudio ex-
cepcional que replantea y reformula cuestiones estudiadas en los
informes desarrollados en los capítulos anteriores.
Como aspecto fundamental, se señala la gran acogida del
desarrollo de la comunidad, y prueba de ello es el aumento de los
asesores proporcionados por Naciones Unidas a los países, en el
año 1960 se nombraron 22 expertos en 13 países y para la fecha de
este estudio (1966) el número de expertos era de 71 en 31 países.
Especifica también en los impactos que el desarrollo de la
comunidad había logrado en los diferentes países donde se había
implementado esta técnica y se desarrolla todo un estudio, deter-
minando los aspectos conceptuales y la propuesta metodológica
del desarrollo de la comunidad, enfatizando su incidencia en los
desarrollos local, regional y global.

| 131
El texto culmina dejando al lector un último informe en el
que simplemente lo invita a reflexionar en su quehacer profesional
y a cuestionar nuevamente el desarrollo de la sociedad desde la base
del desarrollo de la comunidad.

El trabajo en equipo. Córdoba: Espartaco. (2005).


Es un libro de bolsillo, dirigido a los trabajadores sociales,
animadores socioculturales, educadores sociales y psicólogos
sociales, que en su trabajo y en su quehacer profesional quieran
operativizar y optimizar su labor de una manera cooperada basado
en el trabajo en equipo.
El propósito del libro es presentar brevemente los aspectos
sustanciales de las cuestiones operativas del trabajo en equipo. Es
un ensayo ligero, concreto y práctico que comparte la experiencia
del trabajo en equipo.
En 105 páginas y siete partes, Ander-Egg muestra cómo el
trabajo en equipo es una necesidad insoslayable para actuar en
una realidad social de complejidad creciente y de múltiples in-
terdependencias (p. 17). Después de analizar la definición desde
el diccionario (Real Academia Española de la Lengua) y el origen
etimológico del termino, propone la siguiente noción de equipo
de trabajo: “se trata de un pequeño número de personas que con
conocimientos y habilidades complementarios, unen sus capacida-
des de cara al logro de determinados objetivos y a la realización de
actividades orientadas hacia la consecución de los mismos”. (p. 17).
El trabajo individual y colectivo propio del equipo, se realiza
dentro de un contexto socio afectivo caracterizado por un clima
de respeto y confianza mutua, así como satisfactorio y gratificante.
La nota característica de un equipo es el espíritu de com-
plementariedad y apoyo mutuo en la realización de actividades y
tareas, de las que todos se consideran responsables, como grupo
cooperativo que tiene un propósito común.

132 |
Desde el punto de vista operativo, la distribución de respon-
sabilidades individuales y del trabajo conjunto se realiza mediante
una adecuada coordinación y articulación de tareas (p. 19). Las
categorías incluidas en esta definición se constituyen en la base
del documento.
En las siguientes páginas, Ander-Egg brinda al lector los pasos
para lograr un efectivo trabajo en equipo, desde las condiciones
para que dicho trabajo sea posible (convicción de la importancia
y las ventajas de trabajar en equipo, existencia de una tarea o
actividad que se realiza en conjunto, existencia de una estructura
mínima de organización y funcionamiento, acuerdo básico sobre
la metodología de trabajo y existencia del sistema relacional que
se produce dentro de una dinámica interna de funcionamiento),
pasando por las características, exigencias y requisitos (objetivos
comunes y valores compartidos, número limitado de miembros,
estructura organizacional y funcional, normas de funcionamiento
y disciplina interna, complementación humana e interprofesional,
comunicación fluida y transparente, atención personal y búsqueda
del espíritu de equipo, implicación personal y vivencia de perte-
nencia a un equipo, capacidad para superar y resolver conflictos y
oposiciones), las normas de funcionamiento (puntualidad, saber
escuchar, aportar al trabajo en conjunto), la evaluación del equipo
y las reuniones que realiza. Aquí desarrolla la evaluación de la pro-
ductividad y el funcionamiento, luego presenta los instrumentos
de evaluación:
• El termómetro del trabajo en equipo, elaborado por
Schmidt y Tannembaun.
• El esquema McGregor, para analiza la eficiencia del grupo
de trabajo.
• El esquema de Edgard Schein, para analizar la efectividad.
• La evaluación del estado del equipo, de Roger Fisher y
Scott Brown (p. 79).

Ander-Egg, antes de referirse a los elementos relacionados
con la evaluación, enfatiza en el coordinador y sus funciones y

| 133
las cualidades para animar un equipo de trabajo. Estas funciones
las resume en cuatro puntos: proporcionar pautas de actuación;
supervisar lo que se hace; obtener resultados del trabajo conjunto;
alentar, animar e influir a los miembros del equipo, nunca mani-
pular (p. 67).
Con relación a las cualidades, profundiza en la cordialidad,
capacidad de escucha activa y empatía, sensibilidad, tacto y pa-
ciencia, saber integrar los antagonismos y manejar los conflictos,
imparcialidad, capacidad analítica, saber pensar con claridad y
rapidez, sentido del humor, vitalidad y entusiasmo y saber hacer
preguntas.
Basado en su propia experiencia, y tomando aportes de la
psicología de grupo y de la administración, Ander-Egg logra de
una forma didáctica y científica presentar cómo se desarrolla un
trabajo en equipo y la importancia que éste cobra para el éxito
de los trabajos con poblaciones. Es enfático cuando afirma que el
trabajo en equipo no es propio de los científicos y profesionales
como lo afirma el Diccionario de la Real Academia Española de la
Lengua, sino que es propio para cualquier acción que requiera la
cooperación de muchos y, por ende, su participación.
Finaliza con la presentación de seis anexos que profundizan
en aspectos relacionados con la empatía, la escucha, la inteligencia
emocional en el trabajo, las emociones que dinamizan un equipo
de trabajo, las emociones mortales para un equipo de trabajo y
las variables (recursos, procesos, tareas) acerca de la calidad de un
trabajo en equipo.

Metodología de la Acción Social. Jaén - España: Universidad de


Jaén. (2006).
Con el prólogo de Yolanda María de la Fuente Robles, direc-
tora de la Escuela Universitaria de Trabajo Social de la Universidad
de Jaén, se presenta un libro que sirvió de material de apoyo para
el desarrollo del “X Encuentro Iberoamericano sobre desarrollo
local y acción municipal”, realizado por la Universidad de Jaén en

134 |
el año 2006. Aquí, Ander-Egg integra los aportes hechos por él en
el área de metodología y métodos de investigación social y acción
social, todo ello para analizar la problemática de las metodologías
de intervención social.
Ander-Egg deja claro que si bien la tendencia es referirse a
la relación metodología de intervención y cambio social, él basará su
tratado en Metodologías de intervención social, por dos razones:
no hay una metodología de intervención social; y existen varias,
diversas y ninguna metodología que sea en sí misma, instrumento
de cambio (p. 15).
En 152 páginas Ander-Egg desarrolla lo que ha denominado
“siete cuestiones”:

1. Acerca del método y la metodología.


Cuestión que desarrolla con la diferenciación de los términos
metodología y método, tomando el primero como estudio del mé-
todo y profundizando este último desde la concepción de estrategia
cognitiva y estrategia de acción, para así llegar al esclarecimiento de
la naturaleza de los métodos de intervención social, desde donde
se desprende la tecnología social, y la define como:
“conjunto de conocimientos acerca de procedimientos es-
pecíficos que, expresados en acciones humanas y fundamentados
en el conocimiento teórico proveniente de las ciencias sociales y
en las exigencias del método científico, están intencionalmente
orientados para actuar con la mayor eficacia y eficiencia posible
sobre un aspecto de la realidad social” (p. 26).

Ander-Egg enfatiza que no está dentro de las finalidades de


las tecnologías sociales expresar el tipo de transformación que se
quiere en la sociedad, sino que se enfoca en el logro de objetivos
prácticos, por ello el planteamiento que toda tecnología social
tiene una cuádruple dimensión: científica, metodológica, práctica,
ideológica-política y filosófica (p. 27).

| 135
2. Formulación de los métodos de intervención social
Desde siete consideraciones hace referencia a la formulación
de los métodos y a su aplicación en cuanto forma de abordar la
realidad con el propósito de actuar sobre ella:
Todo método de intervención social es, en su formulación, una
reducción/simplificación de un proceso de estado dentro de un sector
delimitado y determinado de la realidad social. Aunque existan
bases que fundamentan el inicio del método, la realidad condiciona
la aplicación del mismo y, como la realidad social es cambiante, el
método debe adaptarse a la diversidad de nuevos hechos que pueden
darse en cada coyuntura (p. 34).

El tipo de abordaje de la realidad que tiene todo método de


intervención social depende de cuatro factores principales: primero,
un marco de referencia del sistema de ideas que da explicación de
la sociedad, el hombre del mundo, del cosmos que apuntan a lo
que debe ser; segundo, los condicionamientos histórico-sociales y
culturales en la que surge y en las que se aplica el método; tercero,
participantes directos en los acontecimientos, es decir, la coherencia
y competencia de quienes aplican el método; y cuarto, la reacción de
los actores sociales implicados.

No se puede afirmar que el concepto de métodos de intervención


social es aceptado en el campo de la acción social, pues la variedad de
prácticas sociales lleva a la existencia de un pluralismo más amplio
en este tema.

El proceso de retroalimentación (entre los aspectos metodológicos y


la realidad concreta en que se aplica) es tanto más fecundo, cuanto
mayores son la creatividad, el talento, la imaginación y el sentido de
lo concreto que tienen quienes aplican el método, dando respuestas
concretas a problemas específicos en situaciones particulares.

Como los métodos de acción social están condicionados por su


realidad histórica y espacial, no se puede pretender que exista la
formulación de uno solo de ellos.

No se puede formular un método de intervención social basado en


referencias bibliográficas y teorías sociales; éste debe ir acompañado
y sobre todo ser coherente con la práctica.

136 |
Los métodos en las estrategias de actuación no son ni preocupaciones
dogmáticas ni recetario de actuación. Toda aplicación rígida o mecánica
de un método es un modo “no metodológico” de emplearlo (p. 37).

3. El trasfondo oculto de la formulación y la aplicación de


los métodos de intervención social.
Con el desarrollo de este apartado, Ander-Egg da a conocer,
a quienes diseñan y aplican los métodos, que existen supuestos
metateóricos desde donde se interroga la realidad y son los que
determinan el modo de actuar. Este es un trasfondo para el Traba-
jo Social, ya que los elementos subyacentes pueden plantearse de
maneras diferentes (p. 47). Ellos son:
Ideología como sistema de representaciones y significaciones: creencias,
opiniones e ideas que conforman la conciencia social, bajo la forma de
una representación mental y significados desde los cuales el individuo
filtra la percepción de la realidad (p. 49).

Cosmovisión o filosofía subyacente: vista desde la idea que se tiene


de cinco elementos hombre - sociedad – historia - cosmos – DIOS.
La concepción de éstos determina la forma de ver y actuar en la
realidad. Y la filosofía, entendida desde dos aspectos: valores que dan
intencionalidad normativa y pautas de actuación al propio quehacer
profesional y las formas de actuación social en su conjunto y a los
principios que subyacen en cada uno de los métodos de intervención
en particular (p. 49).

Modelo de problemas y soluciones: un instrumento que se utiliza


como recurso interpretativo del pensamiento y las prácticas de un
determinado cuerpo profesional, con el fin de facilitar la formulación
de los métodos de intervención social y nunca son sustitutos de la tarea
de analizar e interpretar.

El trasfondo ontológico, gnoseológico, lógico y epistemológico son aspectos


para tener en cuenta porque influyen o determinan directamente
los métodos y las teorías sociales, como vemos en el siguiente cuadro
resumen:

| 137
Trasfondo Definición

Ontológico Naturaleza y especificidad de la realidad

Relación entre el sujeto/observador/conceptuador u


Gnoseológico el objeto/observado/conceptuado. Utilización de las
diferentes modalidades del saber.

Lógico Reglas del conocimiento correcto

Cómo y cuándo puede generalizarse un saber


Epistemológico científico y cómo se formaliza y articula un conjunto
de conocimientos para formular una teoría.

4. Referencia de diferentes desarrollos metodológicos en el


ámbito de la acción social.
En este apartado se muestran los primeros intentos por
sistematizar metodológicamente las formas de acción social y se
retoman las obras de los pioneros en Trabajo Social, Luis Vives y
Mary Richmond, así como a Tomás Chalmers, Federico Azanam y
Elberferd, quienes propusieron métodos y técnicas de intervención
social. Analiza los elementos más representativos en estas formu-
laciones que siguen vigentes.
Ander-Egg señala cuáles son las metodologías en el ámbito
de la acción social, indicando que no existe una única forma de
intervención social y que existen diferentes métodos que promue-
ven la participación, en orden de aparición en el tiempo, describe:
Trabajo Social, desarrollo de la comunidad, educación de adultos,
educación popular, investigación-acción participativa y animación
o promoción sociocultural (p. 59).
5. Estructura básica del procedimiento que subyace en los
diferentes métodos de intervención social.
Todas las metodologías de acción social tienen una estructura
metódica subyacente. Ella comporta cuatro aspectos principales,
independientes del campo de intervención: el estudio-investigación

138 |
con el resultado de diagnóstico de la situación, la programación de
las actividades para la intervención social, la ejecución o desarrollo
de las mismas y la evaluación (p. 80).
6. Factores que en las dos últimas décadas han influido en la
reformulación de los métodos de intervención social.
Se esboza de manera crítica y analítica, la elección que a cri-
terio de Ander-Egg se configuran en los factores más sobresalientes
que influyen en los cambios históricos-sociales que se producen en
la humanidad y que están directamente relacionados con la formu-
lación de los métodos de intervención: critica la infecundidad de
las ciencias sociales, la sofisticación metodológica y su pretendida
apoliticidad y aideologicidad; la nueva concepción del desarrollo; la
aparición de los nuevos movimientos populares y las organizaciones
no gubernamentales; la importancia creciente del progreso local;
las nuevas técnicas y procedimientos que se han incorporado en los
métodos de intervención social; y las estrategias de supervivencia
que dan lugar a sus propios oficios.
7. Significado e implicación de la participación en las meto-
dologías de acción social.
La participación en este apartado cobra gran importancia,
pues es la palabra con la que resume “la quintaesencia de los
métodos de intervención social que tienden a producir cambios
sociales…” (p. 127), definida como el acto ejercido por un sujeto/
agente que está involucrado en un ámbito donde tiene posibilidades
de tomar decisiones (p. 128)
Además de lo anterior, Ander-Egg establece y analiza el
sentido de las seudoparticipaciones; el porqué se frenan los proce-
sos participativos; propone algunos de los principios básicos; los
diferentes grados, modos y niveles; la propuesta de un aprendizaje
para la misma; sus implicaciones operativas en la investigación,
el diagnóstico, la programación, la realización y la evaluación; y,
finalmente, la cooperación y el trabajo en equipo como formas de
operacionalizar la participación.

| 139
Concluye ofreciendo, a modo de epílogo, su análisis frente al
otro tema que se pidió desarrollara en la ponencia: en qué medida
las intervenciones sociales contribuyen al cambio social.
En la bibliografía citada, se encuentran referencias de Mario
Bunge, Pierre Bordieu, Tomás Kuhn, CEPAL, Paulo Freire, Louis
Lebret, entre otros.

La animación sociocultural en los comienzos del siglo XXI. Buenos


Aires: Lumen Humanitas. Colección Cuadernos de Trabajo Social.
(2008).
El libro presenta la ponencia central presentada por Ander–
Egg en un congreso sobre animación sociocultural. Allí se hace una
reflexión sobre su quehacer en el siglo XXI, desde la perspectiva
del significado, la función y el papel que puede tener la animación
sociocultural (p. 3):
1. La animación sociocultural como una forma de interven-
ción/acción circunscrita a un sector bien delimitado de la realidad.
2. Lo que acontece en el siglo XXI: características que se han
mundializado como consecuencia del proceso globalizado.
Para hablar de la animación sociocultural en la primera
década del siglo XXI, parte del supuesto de que se tienen claras
sus características y, aunque no hay acuerdo en su definición, se
encuentra que las instituciones la promueven, las personas realizan
acciones que se consideran formas de animación, las organizaciones
no gubernamentales la perciben como el método y se reconoce
como una actividad propia de la política cultural.
La función y el papel de la animación sociocultural en el ám-
bito de las políticas públicas y en el ámbito de la sociedad civil par-
ten de definir la política cultural “como el conjunto de operaciones,
principios, prácticas y procedimientos de gestión administrativa o
presupuestaria que sirven de base a la acción cultural del estado” (p.
7) y de preguntarse cuántos países incluyen en esta política cultural
la animación sociocultural, para concluir que hay exclusión. Sin

140 |
embargo, muestra cómo en la sociedad ocurre lo contrario, y la
animación sociocultural adquiere protagonismo que se visualiza
en la forma de actuar de organizaciones y movimientos sociales.
Señala que en los últimos años, el Estado, aunque tenga la
responsabilidad otorgada desde la UNESCO de generar la ani-
mación sociocultural en los países, poco a poco ha trasladado este
accionar a las organizaciones privadas, integradas por la sociedad
civil, que aunque no sea de su completa responsabilidad, han hecho
de las organizaciones estamentos que promueven de manera muy
comprometida la animación de la cultura, generando procesos de
movilización, capacitación y renovación de la disciplina como tal.
De igual forma, es importante ver cómo la animación socio-
cultural ha permeado en las disciplinas del Trabajo Social y de la
educación, pues desde éstas se ha ido recurriendo a la animación
sociocultural como forma de estímulo y motivación en estos campos
de acción socioeducativa.
Especialmente en el Trabajo Social y en el desarrollo de la
comunidad, se ha incorporado la animación sociocultural con la
“finalidad de estimular la iniciativa y la participación de las co-
munidades en el proceso de su propio desarrollo y en la dinámica
global de la vida sociopolítica en la que están integradas” (p. 11).
Dentro de la disciplina de la enseñanza, la animación sociocultural
se interrelaciona conjuntamente con la ecuación permanente y la
educación para adultos (p. 11).
Ander-Egg promueve una caracterización de la sociedad en
el siglo XXI, señala sólo los aspectos más significativos relacionados
con la cultura y que pueden ser de interés para los agentes o los
trabajadores de la misma:
La cultura en un contexto de frivolidad intelectual, donde
predomina el uso del televisor como medio de transmisión
de cultural, la cual no es otra que la del mismo sistema
de consumo cuyo objetivo no es otro que el convertir a los
ciudadanos en teleadictos y vidiotas (P. 16), es un contexto
de superficialidad, vulgaridad y vaciedad que caracteriza el
modo de ser de la mayoría de la gente.

| 141
La animación sociocultural frente a tres manifestaciones
de la cultura a comienzos del siglo XXI, en este aparte
establece una clasificación para lo que puede ser la labor del
animador sociocultural en diferentes contextos: la cultura
museal (pasada), la establecida (aceptada) y la viva (asume).
Enfatizando en que es la cultura viva la que interesa al
animador, dado que el objetivo principal es desarrollar la
capacidad de captarla en cuanto emergente, lo anterior dado
que es la cultura viva la que contiene los hechos portadores del
futuro que conducen a un cambio autónomo desde la base,
ya sea promovido por el Estado u otras instituciones, es en
ese contexto que define animar como dar vida y por ende el
animador es incitador de ella (p. 19).
Una nueva cultura como antídoto a la globalización neoliberal.
Aquí Ander-Egg propone la creación de una cultura emergente
que responda a la crisis coyuntural por la que atraviesa la
sociedad en general, en su modelo de civilización y un estilo de
vida basado en que el hombre del siglo XXI tiene que ser una
mezcla de la racionalidad del mundo occidental y la capacidad
de contemplación del mundo oriental (p. 31). A ello, llega a
partir de entenderla de varias maneras: como adquisición de
un conjunto de saberes, como forma de ser, hacer y de pensar,
como creación de un destino personal y colectivo (p. 22).
Algunos hechos que expresan una cultura emergente
alternativa, son: la afirmación de la propia personalidad como
derecho a singularizarse; la búsqueda de una comunicación
interpersonal profunda y auténtica; el desarrollo de la
dimensión erótica y psicodélica de la cultura; el carácter
transgresor de la cultura emergente y el retorno a la naturaleza
/ la vida sencilla. Ander-Egg hace una invitación a todos sus
lectores a recobrar un estilo de vida más completa y más plena,
siendo y no teniendo (p. 45).

En 47 páginas, Ander-Egg socializa su propuesta ante los


nuevos retos que afronta la animación sociocultural en el siglo
XXI, dejando como reflexión la siguiente:
Como el animador sociocultural es una persona de acción,
estas reflexiones son una invitación para hacer del futuro
algo que es necesario traer al presente. Si en estos hechos

142 |
emergentes están la cultura viva y la cultura que prefigura
el futuro inmediato, comencemos a construir ese futuro, pero
abiertos a una creatividad y a un cambio cuya apertura es
infinito, al mismo tiempo que desmitificamos estas nuevas
formas, porque en ella —como en todas las fases del proceso
civilizatorio— hay aspectos desalienantes liberadores, y los
hay también alienantes (p. 45).

Finaliza el texto con un dibujo que caracteriza al animador


sociocultural desde lo personal, profesional y técnico; dichas ca-
racterísticas integradas constituyen su perfil.

Los trabajadores sociales en el contexto de un mundo globalizado


condiciones y cualidades. Bolivia: Editorial Máster. (2008).
Esta publicación contiene la intervención de Ander-Egg en
el VIII Congreso de FENEETS, realizado en los días 14, 15 y 16
de noviembre de 2007, en la Facultad de Trabajo Social y Desa-
rrollo Humano de la Universidad Autónoma de Nuevo León. El
tema central del congreso fue el “Trabajador social y el desarrollo
humano; esenciales para una sociedad mejor” (p. 5).
El prólogo de la licenciada MargothNin Saavedra resalta
la importancia que Ander-Egg da a las condiciones, cualidades y
potencialidades que deben tener los profesionales en Trabajo Social
y muestra el deber ser de la acción profesional y personal para un
desarrollo humano.
En 70 páginas, Ander-Egg señala las cualidades humanas
bases para la concepción de un Trabajo Social progresista y critico,
preocupado por el desarrollo humano como prioridad absoluta (p.
9). Y esto se expresa en un compromiso del profesional con el ser
humano con el que trabaja o, dicho de una manera más ajustada al
pensamiento de Ander-Egg, con el ser humano para quien trabaja
y no con el cliente como en algunas instancias se les determina. El
objetivo principal de la ponencia es inquietar, motivar, llegar a las
mentes y corazones de los trabajadores sociales, para dar a conocer
las cualidades y las condiciones que deben tener, para desarrollar a

| 143
nivel personal las potencialidades que tiene la profesión, en el desa-
rrollo humano (p. 11).
La tesis central de la ponencia es la concepción de que las tareas
propias del Trabajo Social y las cualidades humanas desempeñan un
papel más preponderante que los conocimientos y el dominio de los
métodos y las técnicas (p. 12). Hace un llamado al profesional para que
reconozca al ser humano (factor importante y vital para su ejercicio
profesional) como tal y no como objeto o cliente de la intervención
profesional; sin dejar de lado obviamente el uso y la creación del pen-
samiento lógico, es decir, la teoría y el pensamiento científico.
Lo anterior está justificado en que el enfoque de la forma-
ción de los trabajadores sociales en la actualidad es tecnocrático,
racionalista, mecanicista, con un mayor o menor enfoque cienti-
ficista, según las facultades (p. 13). Y es desde éste donde se separa
lo humano de lo técnico y, por ende, se está más interesado en el
método que en el desarrollo de la humanidad. Es más fácil que un
profesional interesado por la humanidad se preocupe por organizar
y dar cientificidad a la forma de ayudar, y no que un tecnócrata
se preocupe por el desarrollo de lo humano.
El propósito fundamental del documento es destacar las
cualidades humanas que parecen ser más importantes y necesarias
para los trabajadores sociales; especialmente para aquellos que quie-
ren realizar una acción de promoción y liberación humana de la
sociedad en la que viven. No sirve, entonces, para los profesionales
que se conforman con ser gestores o burócratas (p. 13-14). Estas
cualidades están señaladas desde dos perspectivas: el temperamento
y carácter del trabajador social y el estilo de vida personal del mismo.
Las cualidades que propone como básicas y sobre las cuales da
un desarrollo conceptual y contextual, donde caracteriza la importan-
cia para el Trabajo Social y en especial para el trabajador social son:
Sensibilidad social y sentido de solidaridad. Define la
sensibilidad como la capacidad que tiene la persona para
advertir e interpretar lo que les acontece a otros u otras personas
y sentir la responsabilidad de hacer algo por ellos (p. 15).

144 |
Mística y vocación de servicio. Expresados en atención persona-
lizada y en el interés que se manifiesta por el otro (p. 21).
Habilidad para sensibilizar, motivar y animar. Cualidades
para quienes trabajan con la gente y quieren que participen,
capacidad de movimiento.
Don de gentes. Capacidad de buenas relaciones interpersonales
y de potenciar eventos (p. 29).
Convicción y confianza en que la gente puede liberar sus
potencialidades para realizarse como persona y resolver sus
problemas. Confiar en la gente (p. 32).
Madurez humana. Supone asumir lo que uno es y tener
aprecio de sí mismo (p. 37).
Fortaleza y tenacidad para enfrentar las dificultades.
Estilo personal capaz de sustentar los principios y valores de
la profesión.
El compromiso como síntesis y culminación de las cualidades
de un trabajador social para quien el desarrollo humano tiene
una centralidad en su quehacer profesional.

Finaliza el documento con la presentación de un anexo que


explica el significado de desarrollo humano, las tres capacidades
básicas que contribuyen al desarrollo humano (capacidad de em-
patía, escucha activa y diálogo), su relación con la calidad de vida;
pensamiento positivo y desarrollo humano.

Nuevos retos de los profesionales de Ciencias Sociales. La Atención


a los adultos mayores (ponencia). En: Encuentro Internacional
Atención Integral a la persona mayor: una reflexión para las comu-
nidades. (2008, Bogotá.) Memorias. Bogotá: Universidad Colegio
Mayor de Cundinamarca, 2008 p. 9-46
Con una intervención de vanguardia para las nuevas situa-
ciones de la población y en concordancia con el crecimiento de

| 145
la población adulta en todo el mundo, Ander-Egg participó en el
encuentro internacional de atención integral a la persona mayor,
con varios propósitos (p. 11):
Ofrecer un panorama general de la población mayor en su
dimensión demográfica, desde diferentes perspectivas, teniendo
en cuenta aspectos subyacentes del campo de la medicina.
Considerar las tareas que los profesionales en Trabajo Social,
animación sociocultural y educadores pueden desarrollar con
este tipo de población.
Presentar información indispensable para actuar desde los
conocimientos básicos a fin de desarrollar un trabajo eficaz
con los adultos mayores y que esté impregnado de un profundo
sentido humanista.

En 36 páginas se desarrolla la siguiente propuesta: inicia con


datos estadísticos de Naciones Unidas sobre el crecimiento de la
población mayor en el siglo XXI y las proyecciones que ésta tiene
para el año 2050, el 21% del total de la población será mayor de
60 años para época (p. 13). Un aspecto importante es que este
crecimiento poblacional tiende a ser ocupado especialmente por
las mujeres, siendo el 55% de la población mayor de 60 años y el
65% de los adultos de más de 80 años, es decir, 2/3 de los octo-
genarios (p. 14).
Manifiesta que el envejecimiento de la población no es un
fenómeno propio de este siglo, pues ya en el siglo XX se presentó
el envejecimiento de la población. Junto a la evolución en el cam-
po de la medicina, al haberse logrado tener mayor claridad sobre
el proceso de envejecimiento y las causas principales de muerte,
se involucra también la aparición de factores sociales y culturales
asociados a la longevidad.
Estas proyecciones traen consigo la existencia de nuevas nece-
sidades y demandas sociales, generando así que el Trabajo Social sea
partícipe en las políticas sociales encaminadas a lograr la autonomía
de los mayores, tratando de mantenerlos sanos, independientes y
formando parte activa de la sociedad (p. 15).

146 |
Continúa esclareciendo la pregunta de casi todos los seres
humanos: ¿cuántos años podemos vivir? (p. 17); y explica que con
un proceso propio de investigación y exploración, muchos de las
profesiones que trabajan con la tercera edad afirman que se puede
vivir hasta casi 120 años.

La actitud científica como estilo de vida. México. Universidad Au-


tónoma de Sinaloa, Facultad de Trabajo Social. (2008).
A lo largo de tres capítulos y 90 páginas, Ander-Egg propone
que la actitud científica de un profesional se muestra como estilo
de vida. Tal como expresa en la contratapa:
“Desde hace medio siglo, cuando publiqué mi primer libro
—1958— hasta hoy, toda mi obra ha estado inspirada en
dos preocupaciones principales: que las ciencias sociales sean
instrumentos de promoción y liberación humana y que sirvan
para la construcción de una sociedad más justa y fraternal.
Que los conocimientos científicos tengan una aplicación
práctica y sirvan para las acciones concretas destinadas a
resolver los problemas sociales”.

También lo expresa en el prólogo, cuando afirma: “Para


tener actitud científica, tenemos que aprender a pensar”. Luego
continúa: “¿Qué supone y exige aprender a pensar? Ante todo,
aprender a pensar es siempre aprender a pensar por sí mismo. [...]
La enseñanza de la investigación social tendrá que ser, ante todo, un
aprendizaje para aprender a pensar, una forma de estimulación de
la imaginación y del espíritu crítico”. Concluye con que “aprender
a pensar, también, es saber detectar dónde están los problemas y
dónde están las posibles soluciones”.
En el primer capítulo, “¿Qué es y en qué consiste la actitud
científica como estilo de vida?”, define la actitud científica como
“una predisposición a ‘detenerse’ frente a las cosas para tratar de
desentrañarlas: problematizando, interrogando, buscando respues-
tas y sin instalarse nunca en certezas absolutas. La admiración y
el asombro son lo que motiva y moviliza la interrogación de la

| 147
realidad o, para ser más precisos, la indagación de un aspecto de
la realidad” (p. 13). Concluye la definición inicial de esta manera:
“La actitud científica no se expresa tanto en disponer de un mayor
y mejor bagaje de conocimientos, sino en la capacidad de unir la
racionalidad con la experiencia de vida cotidiana, manifestando
un modo de ser, de pensar y de hacer” (p. 15).
Más adelante, estipula que la cuestión esencial de la actitud
científica es la búsqueda de la verdad, aunque no lo propone como
estímulo esencial para la misma. Tras la negación de todo intento
de verdad absoluta, define al auténtico científico como “alguien que
interroga y pregunta, aunque no siempre su interrogación sea una
pregunta correcta y no siempre obtenga respuestas”. La verdad, a su
vez, no es definitiva, ya que cuando se ha llegado a ésta se buscan
“nuevas sendas con la finalidad de lograr la mayor concordancia
posible entre lo que se afirma como verdad científica y lo que en
efecto es la realidad, sin saber en qué medida hemos alcanzado
el conocimiento de la misma” (p. 19). También considera que si
uno quiere tener actitud científica, “debe estar siempre dispuesto a
dejarse interpelar” y “de ponerse en duda, de interrogarse,” (p. 21),
para evitar caer en dogmatismos. El primer capítulo finaliza con
el desarrollo de las formas de ser que expresan una actitud cien-
tífica. Estas son: tenacidad, perseverancia y disciplina; sinceridad
intelectual y capacidad para objetivar.
En el segundo capítulo expone los obstáculos para el desarro-
llo de una actitud científica. El primero de ellos es el dogmatismo,
al cual define como “un modo de funcionamiento cognitivo total-
mente contrapuesto al modo científico de conocer la realidad. Se
expresa en la tendencia a sostener que los propios conocimientos
y formulaciones son verdades incontrovertibles” (p. 41); los dog-
máticos, a su vez, no discuten sus teorías o doctrinas y valoran los
hechos a priori de la observación de los mismos. El segundo obstá-
culo constituye lo que Nietszche llamaba “el espíritu de gravedad”,
que consiste en “la convicción de que las actuales estructuras de la
sociedad y su jerarquía de valores son algo indiscutible” (p. 45); este
obstáculo produce rigidez y petrificación en el modo de pensar, y
genera “un culto supersticioso a lo establecido y la instalación en

148 |
el conformismo” (p. 46).
El tercer obstáculo es el etnocentrismo o provincianismo
cultural, que constituye “la tendencia a ver los procesos sociales,
valores, costumbres, instituciones, papeles sociales y todo aquello
que forma parte de una sociedad bajo la óptica de la propia cul-
tura” (p. 47).
El último obstáculo mencionado es el uso de los argumentos
de autoridad como criterio de verdad; con los casos de Galileo y
Lisenko, expone los peligros del uso de este método y concluye: “En
el ámbito de la ciencia, no valen los argumentos de autoridad como
criterios de verdad. Más aún, en la ciencia no hay autoridad” (p. 54).
El tercer y último capítulo se refiere al aprender a pensar. En
él distingue el saber pensar del saber estudiar, y también el saber
pensar del aprender. No obstante, reconoce que hay formas de
aprendizaje que ayudan a aprender a pensar: por ensayo y error,
descubrimiento, innovación y significancia. Expresa que “apren-
der a pensar científicamente exige una disposición permanente
para desechar categorías obsoletas del pensamiento”. Después de
discurrir sobre el saber pensar, presenta una serie de operaciones
mentales para el pensar científico, y propone aprender a pensar la
complejidad de lo real, la simplificación de las ideas, la búsqueda
del paradigma de la complejidad —a la que no hay que confundir
con la complicación—, la necesidad de recuperar una perspectiva
global y pensar la realidad en su complejidad. Opone a esta última
el obstáculo de lo que llama “la barbarie de la especialización y el
fetichismo del fragmento”, en el que previene frente al peligro del
especialísimo, en favor de la interdisciplinariedad.
Hasta aquí la presentación analítica de la producción inte-
lectual de Ander-Egg, la que permite la identificación de algunos
“rasgos característicos”, dignos de ser destacados, sin que su enu-
meración implique un orden de jerarquía o prelación:
El “horizonte histórico” de sus publicaciones cubre un perio-
do de 35 años, transcurrido entre el año de la primera publicación
(1973) y la última de dichas publicaciones 2008.

| 149
La sólida y amplia fundamentación teórico-conceptual de
sus obras, se manifiesta en el número, origen y postura intelectual
e ideológica.
El énfasis especial que otorga en sus escritos a los aspectos
“metodológicos” inmersos en un marco ideológico, filosófico y
teórico.
La sistemática y reiterada utilización de la “Mayeútica”, como
recurso para la presentación y el tratamiento de sus argumentacio-
nes y del Método Histórico-crítico para ubicar contextualmente
su “discurso”.
El establecimiento de adecuados niveles de equilibrio, in-
terdependencia y complementariedad entre la teoría y la práctica.
Así mismo, entre tres de los “carismas” distintivos de su perfil;
“la docencia, la investigación y la producción intelectual”.
La estructura, contenido e intencionalidad de sus obras con-
cebidas y desarrolladas teniendo como destinatarios prioritarios
a los (las) trabajadores(as) sociales profesionales y en formación,
pero reconociendo y asumiendo que “Un trabajo de desarrollo de
la comunidad, […] supone la colaboración interdisciplinaria, vale
decir, la constitución de un equipo polivalente: pues el desarrollo de la
comunidad no es técnica exclusiva de ninguna profesión ...”
La forma didáctica de presentación y sustentación de sus
postulados, basada en una premisa que puede resumirse utilizando
sus propias palabras cuando afirma de manera categórica que “Sigo
prefiriendo la utilidad de ser entendido aunque luego me critiquen por
simple, al falso honor de pasar por un autor difícil de comprender”19.
La rigurosidad en el diagnóstico de la problemática social
de América Latina, tanto en sus causas eficientes como en sus
manifestaciones, complementado con el que él mismo denomina
como “una visión utópica de futuro”.

19  Entrevista realizada a Ander-Egg en el año 2008.

150 |
Capítulo III
Visión de Ander-Egg acerca del Trabajo
Social en el Siglo xxi, y la percepción que
de él y su obra tienen cinco académicos

Precisiones iniciales

1. El trabajo social en el quehacer y el pensar de Ander-Egg


2. Desafíos, encrucijadas y crisis del trabajo social a
comienzos del siglo xxi, planteados por Ander-Egg
3. percepción de cinco académicos de Ander-Egg y su obra

Rubén Darío UtriaGrosser – Clemencia Gaitán de Rojas


Luis Didier Araneda Alfero – Josefina Acosta Carbonel
Evaristo González Rincón

Precisiones iniciales

El capítulo III desarrolla cuatro apartados:


1. El Trabajo Social en el quehacer y el pensar de Ander-Egg.
Para este tema se escogieron dos entrevistas concedidas por nuestro
personaje en momentos diferentes. Las ocho primeras preguntas
hacen parte del libro “Dialogando con Ander-Egg” (1996, p. 79-

| 151
83). Del contenido de las respuestas, Ander-Egg considera que lo
dicho allí sigue siendo válido para describir la mirada que él tiene
sobre el Trabajo Social. Esta entrevista se complementa con otra
posterior, en noviembre de 2009, que está sintetizada en las últimas
cinco preguntas.
2. Desafíos, encrucijadas y crisis del Trabajo Social a
comienzos del siglo XXI, planteados por Ander-Egg. Aquí el
autor deja en claro 16 aspectos (relación Trabajo Social y ciencias
sociales, política social, teoría y acción social, formación del Tra-
bajo Social y trabajo en equipo, entre otros) investigados durante
varios años por Ander-Egg y donde expone que el Trabajo Social,
como profesión-disciplina debe afrontar aún situaciones a veces
desconocidas y difíciles que caracterizan a la sociedad actual y, por
ende, debe plantear nuevas formas de acción social.
3. Percepción de cinco académicos acerca de Ander-Egg
y su obra. El tercer apartado está constituido por entrevistas que
muestran la percepción que tienen cinco académicos acerca de
Ander-Egg y su obra;

1. El trabajo social en el quehacer y el pensar de


Ander-Egg

Esta entrevista realizada a Ander-Egg, muestra que el Trabajo


Social es una profesión-disciplina eminentemente aplicada, en la
que a partir de entender lo social, se llega a trabajar con individuos,
grupos y comunidades en la búsqueda de transformaciones. A
continuación se transcriben las ocho preguntas y sus respuestas,
que en el libro “Dialogando con Ander-Egg” muestran una visión
y posición que hoy se pueden evidenciar y que continúan vigente.
1. Siempre ha llamado la atención —y esto ha sido motivo de
comentarios entre trabajadores sociales y otros profesionales— que tú,
siendo ajeno a este campo, hayas escrito tanto sobre el Trabajo Social.

152 |
¿Cómo explicas esta circunstancia de tu vida?, ¿cómo “llegaste” al
Trabajo Social?
—Fue por accidente. En 1960 me encontraba en Francia to-
mando cursos sobre planificación económica y planificación social
en el IRFED, de sociología en la Sorbona con George Gurtvich y
Raymond Aron, y de antropología con Levy Strauss en el College
de France. Alguien de Argentina, que tenía responsabilidades en
el ámbito político/administrativo, me invitó a regresar al país para
trabajar en el primer organismo de planificación creado en Argen-
tina (el Consejo Federal de Inversiones). Acordamos que podía
incorporarme a trabajar en un estudio sobre recursos… Al llegar al
país, el lugar estaba ocupado. Tras unas semanas de incertidumbre,
me ofrecen un trabajo como director de un equipo de desarrollo de
comunidades y ello me llevó a asumir la dirección de un pequeño
equipo ya existente, formado básicamente por trabajadores sociales.
Hasta entonces, en mi corta vida profesional sólo había
trabajado en el ámbito de la economía. Las nuevas funciones me
llevaron a otro campo de actuación vinculado directamente con
problemas sociales… Allí me encontré con el Trabajo Social; para
ser más estricto, con algunos trabajadores sociales que no eran
precisamente un espejo para “apasionarse” por la profesión o para
valorarla positivamente. Sin embargo, más allá de situaciones y per-
sonas circunstanciales, fui descubriendo los valores de la profesión,
que hasta ese entonces no conocía en absoluto… Tan ignorante
era, que hablaba de visitadoras sociales.
2. ¿Qué fue lo que te hizo valorar la profesión?
—No lo sé muy bien, pero hay tres cosas que tengo claras y
que influyeron fuertemente para relacionarme empáticamente con
el Trabajo Social y tener una creciente valoración de esta profesión.
Ante todo, mi preocupación e inquietud militante para trabajar
con el fin de ayudar a resolver problemas sociales y humanos.
En segundo lugar, porque ya se vislumbraba en mí lo que sería
una preocupación central y casi obsesiva en mi vida profesional:
aplicar las ciencias sociales a la solución de problemas prácticos,

| 153
de manera especial los problemas que enfrentan los sectores más
excluidos y marginados de la sociedad. Y hubo un tercer hecho,
que podría llamar “valoración del Trabajo Social por contraste” con
lo que hacían otros profesionales de las ciencias sociales. Mientras
éstos declaraban que “no se trata de interpretar al mundo, sino de
transformarlo”, al mismo tiempo que escribían artículos (incluso
libros) que nadie leía y hacían investigaciones que nadie utilizaba,
había trabajadores sociales que en su modesta —y a veces menos-
preciada— tarea ayudaban a mejorar la situación de la gente más
humilde. En ocasiones eran sólo “parches”, pero esos “parches”
aliviaban dolores y pesares humanos. Claro que estas acciones no
“cambian las estructuras”, ni atacan las causas de los males sociales,
pero hacen algo, muy poco, que es más que escribir artículos que
no tienen ninguna repercusión. Nuestra vida es útil, no cuando
decimos “deberíamos hacer”, sino cuando hacemos.
3. Sabes que algunos profesionales ajenos al Trabajo Social han
considerado despectivamente que hayas consagrado una parte im-
portante de tu vida al Trabajo Social, considerando que esto es poco
científico… Algunos han afirmado, por ahí, que has hecho eso porque
no tienes nivel para ser sociólogo. ¿Qué respondes a esas críticas?
—No sé muy bien qué responder a todo esto. El que critiquen
cualquier cosa que hago o escribo, sólo me lleva a que examine mi
manera de actuar o mi modo de pensar, pues puedo estar equivo-
cado, y la crítica me ayuda a ser mejor. Pero sé muy bien que ni el
elogio, ni la crítica cambian el valor de lo que hace una persona… La
respuesta a tu pregunta anterior contesta parcialmente una parte de
la que ahora me formulas. ¿Qué es tener nivel sociológico? ¿Decir
con palabras ininteligibles lo que todo del mundo sabe por sentido
común? ¿Hacer investigaciones y escribir papers que sólo sirven para
incrementar el currículum vitae?... ¿Cuántos libros no se han escrito
sobre la problemática de los niños de la calle —por poner un ejem-
plo—, sin haberse acercado nunca a un niño que se encuentre en
esa situación?... Estudios, estudios y más estudios sobre problemas
sociales, que a veces se han traducido en suculentos contratos para
los “expertos” en ciencias sociales… No tendré nivel sociológico

154 |
de acuerdo con ese baremo academicista, pero tengo sentido ético y
compromiso real con la gente. No niego que me produce una cierta
repulsión la candorosa y pedante logomanía de los académicos que
piensan que escribiendo “papers”, en lo posible como muchos están
en inglés, creen que cambian la sociedad o resuelven los problemas
sociales. En las ciencias sociales que son incapaces de descender de
las abstracciones a los problemas de la gente.
4. ¿Sabes que con los 30 volúmenes sobre temas relacionados
directamente con el Trabajo Social y otra docena de libros que tratan
indirectamente problemas vinculados con el Trabajo Social (como ani-
mación sociocultural, educación, etc.), eres la persona que —a escala
mundial— más ha escrito sobre el Trabajo Social?
—Alguna vez he escuchado tal afirmación y, de ser cierto, no
sería para mí ningún orgullo. Cómo pienso que ese dato carece de
importancia, no he hecho nada para confirmarlo. Es una cuestión
que no me preocupa. Por otra parte, escribir mucho no significa
que haya hecho aportes importantes, sólo significa que he dado un
pedacito de mi vida a esta profesión, y esto lo hice en cuanto creí
que era una persona que sería para mejorar, de alguna manera, la
situación de algunas personas, grupos y colectivos.
5. Alrededor de 1993 comenzaste a reelaborar tus obras comple-
tas sobre Trabajo Social. ¿Estas haciendo tu versión definitiva?
—Nunca podré hacerlo. Hace tiempo escribí que toda cien-
cia, toda técnica, todo pensamiento, toda vida, está siempre en
un permanente devenir. De ahí que, cuando termino cada libro,
me digo a mí mismo: todo corregido y reajustado, reformulado y
reelaborado, pero nunca terminado… Todo cuanto escribo es bio-
degradable; lo es también la nueva versión de mis obras completas
sobre Trabajo Social y en todos los otros campos que abordo en
mis libros.
6. Se ha dicho que, dentro del Trabajo Social, expresas una
corriente humanista y que tu enfoque es ecológico/sistémico, ¿estarías
de acuerdo con esta afirmación?

| 155
—En líneas generales diría que sí, pero creo que habría que
hacer algunas precisiones y conceptualizaciones, habida cuenta de
que incorporo elementos de muchas perspectivas, pero en lo sus-
tancial, soy lo que acabas de decir. Algunos lo han repetido desde
que Carlos Eroles confirmara que yo representaba la corriente
humanista del Trabajo Social. Soy humanista en todos mis ámbitos
de la vida (entre la que se incluye mi actividad profesional), por
eso hablo del Trabajo Social como profesión de testimonio de lo
humano.
He de señalar que, dentro del Trabajo Social latinoamericano,
no hay clara conciencia de los modelos de intervención en Trabajo
Social, como son los psicodinámicos, de intervención en crisis, be-
haviorista, marxista (con su variante, marxista radical), psicosocial
de comunicación, ecológico-sistémico, de resolución de problemas,
cognitivo, de modificación de conducta, humanista existencial…
Este último, combinado con el ecológico-sistémico, es lo que refleja
mejor mi pensamiento y lo que he tratado de desarrollar en mis
libros y aplicar en mi práctica.
7. Sobre tu tesis de “Trabajo Social como acción liberadora” se ha
dicho que son reflexiones más políticas que científicas. ¿Qué dices a ello?
—No creo que haya nada en el campo de las ciencias sociales,
y menos aún en el ámbito de la intervención social, que no tenga
una implicación política. En ese sentido, la afirmación, observación
o crítica, es válida. Sin embargo, he de agregar que todo modelo
de intervención social tiene una intencionalidad y esa intenciona-
lidad tiene una dimensión política, que de ningún modo significa
partidista. En el campo de las ciencias sociales y de los métodos de
intervención social, nada es apolítico o aideológico.
Ya que me has formulado esta pregunta, quiero decir también
que asumir el Trabajo Social como acción liberadora es una postura
o toma de posición entre otras; y a quienes no la compartan, no
por eso los considero malos trabajadores sociales… Hay muchas
formas de concebir el Trabajo Social; mi práctica y mis libros re-
flejan una entre otras.

156 |
8. ¿Alguno de tus libros sobre Trabajo Social sintetiza tu pen-
samiento en este campo?
—No hay cambio ninguno que sea una síntesis total; el libro
que más se acerca es la Introducción al Trabajo Social, en 378 pági-
nas. Pero dos de ellos, por su naturaleza, de algún modo lo son: el
Diccionario del trabajo social y Metodología del trabajo social. Algo
parecido ocurre con todos los libros de metodología (Metodología
y práctica del desarrollo de la comunidad, Metodología y práctica de
la animación sociocultural…), en los que tengo que reiterar/repetir
ideas sobre investigación, diagnóstico, planificación y evaluación,
desarrolladas de forma más amplia y específica en otros libros que
tratan expresamente esos temas, pero que se aplican en ámbitos
diferentes. (Dialogando con Ander-Egg. Pág. 79- 83).
Las cinco preguntas que se presentan a continuación fueron
surgiendo durante la elaboración de este libro, con el propósito
de profundizar y conocer el punto de vista que el autor tiene de
los temas planteados en ellas. Se contó con el apoyo de Mariela
Elizabeth Cuevas, quien entrevistó en Bogotá a Ander-Egg, en
noviembre de 2009.
9. ¿Para ti es importante que el Trabajo Social tenga memoria
histórica?
—No sólo el Trabajo Social necesita saber de dónde viene,
todas las profesiones lo necesitan. Pero si consideramos la cantidad
de libros que se han publicado sobre la historia de la sociología,
el contraste es inmenso. Lo mismo podría decir de la psicología,
economía, etc.
Cuando no se tiene memoria histórica, ya se trate de una
persona, un pueblo, una nación o, en un ámbito más limitado, en
una profesión, no existe una experiencia mínimamente sistemati-
zada. Con ello se corre el riesgo de repetir errores, de recomenzar
caminos que ya se habían hecho. A veces, profesionales del Trabajo
Social que se consideran “vikingos” o “colonos” descubridores, no
de nuevas tierras, sino como iniciadores de nuevos caminos de la
profesión, ya sea como “Trabajo Social alternativo”, como inicia-

| 157
dores de un nuevo Trabajo Social, suelen decir o proponer lo ya
dicho, con un nuevo ropaje pretendidamente científico, haciendo
formulaciones expresadas en declaraciones ampulosas con las que
ocultan su patética indigencia intelectual. Fraseología barata y es-
tereotipada. Amurallados en sus libros, mejor dicho, en los libros
que consideran sus textos sagrados.
Hay quienes se consideran los teóricos de un Trabajo Social
crítico y revolucionario, hablando de aparatos ideológicos del Esta-
do, plusvalía, clases sociales y haciendo declaraciones tremebundas
contra el imperialismo, pero el Trabajo Social revolucionario no
aparece. Me hacen recordar a Horacio en su Arte poético, cuando
hablaba de aquellos escritores que anuncian pomposa y solemne-
mente que han escrito una gran obra y al final, “se ponen de parto
los montes y nace un ridículo ratón”.
Se ha dado el caso de un trabajador social que publicó un
librito en el que pretende ser la primera interpretación marxista
del Trabajo Social, pero… su trabajo es una tarea de “corte y con-
fección” de textos marxistas y, al analizar algunas cuestiones de la
profesión, escribe una “historia” que es la negación de lo que es un
análisis marxista... Por ejemplo, muestra su menosprecio al trabajo
que San Vicente de Paul realizaba con los pobres, haciendo un
análisis de su obra, con las categorías que se utilizan en la segunda
mitad del siglo XX para valorar las formas de intervención social.
Basta con contextualizar lo que hizo San Vicente de Paul, para va-
lorar su obra y considerarlo como precursor de lo que luego llegó
a ser el Trabajo Social.
La memoria histórica, en todos los ámbitos, nos sirve para
saber de dónde venimos, en donde estamos y hacia dónde podría-
mos ir. Para esto último se necesita algo más: tener un horizonte
utópico.
10. ¿Cuál ha sido tu presencia y participación en el proceso de
reconceptualización?
—El proceso de reconceptualización surge en los años sesen-
ta, promovido por trabajadores sociales. No cabe duda que, como

158 |
ha dicho en su momento Juan P. Netto, el “proceso de reconceptua-
lizaciónconstituye el paso más relevante de la historia del Trabajo
Social latinoamericano”. Alrededor de 1965, el Trabajo Social entra
en una etapa crítica. La realidad social sacude la placidez profesional
y se empieza a hablar de reconceptualización. No estoy seguro que
el término haya sido el más acertado, pero fue como una consigna,
una bandera que animaba y alentaba un cambio en la profesión.
Surge en el cono sur de América Latina y luego se extiende
por toda América Latina. Su impacto se prolonga más o menos una
década, siendo el comienzo de la década del setenta, el momento
estelar de este proceso que, como explicó en su momento Luis
Araneda, la profesión fue cuestionada y puesta en tela de juicio
por diferentes sectores —estudiantes, profesionales y docentes—
que veían en ello una incompatibilidad con los requerimientos de
la sociedad… Hoy se trata de un proceso cerrado a finales de la
década del setenta y comienzos de los ochenta.
11. ¿Quiénes fueron para ti los grandes protagonistas?
—Procuraré no ser injusto, puesto que mi respuesta me
permite señalar con quiénes tuve una mayor cercanía vital. Quie-
ro referirme a aquellos que lamentablemente ya no existen. Al
mencionarlos, es un pequeño homenaje, porque tuvieron ciertas
características no compartidas por el conjunto de la profesión. Me
refiero a: Nidia Aylwin de Barros (chilena), Herman Kruse (uru-
guayo), Seno Cornely (brasileño), Sela Sierra, Natalio Kisnerman
y Carlos Eroles (argentinos). Todos dejaron su sello en la profesión
por su capacidad, su profesionalidad y su compromiso. En todos
ellos hubo algo en común que permitiría dar un gran salto a la
profesión si hubiese suficientes “imitadores”: se caracterizaban
por su labor dialógica y democrática y un sentimiento tolerante y
respetuoso frente a diferentes propuestas, perspectivas y enfoques;
además, tenían inquietudes culturales que trascendían el ámbito
de la profesión.
Pero debo mencionar a otros: Luis Araneda, para quien caben
todos los elogios que hice a los pioneros antes mencionados; Luis
María Frum, asesinado por la dictadura militar en Argentina; a la

| 159
gente del grupo ECRO en Argentina. Juan Barreix, Luis Fernández
y Norberto Alayón. De ellos, Alayón es quien luego se proyecta en
el tiempo. Reitero, no son los únicos; son con quienes tuve más
contacto. Ha habido otros muchos que impulsaron este proceso.
12. En algunos de tus libros hablas de ideología ¿a qué te refieres,
a la ideología del Trabajo Social o al tema de la ideología dentro de
la profesión?
—Aludo a las dos cuestiones, pero principalmente a la
segunda: el tema de la ideología dentro de la profesión. Hasta
mediados de la década del 60, para la mayoría de los trabajadores
sociales la ideología, lo ideológico, era algo que no tenía que ver
con la profesión.
Algo parecido ocurría en las ciencias sociales. La tesis del fin
de la ideología tenía plena vigencia en el mundo académico (la so-
ciología, la economía, la antropología, etc.) y en todos estos ámbitos
se había anunciado el fin de las ideologías. ¿Para qué preocuparse
por la ideología, si era algo “muerto”? Consecuentemente se lo
consideraba como no relevante. Galbraith decía que “lo que deter-
mina la forma de sociedad económica, es el conjunto de aspectos
operativos de la tecnología y de la organización, no las imágenes
ideológicas”, y Harvey Cox sostenía que “la tecnología, más que
las ideologías, es el motor de la mayor parte de las revoluciones de
mañana…” La China actual (año 2010) ¿no nos revelaría la verdad
de estas afirmaciones?
No se pueden rechazar en bloque las afirmaciones de Gal-
braith, Cox y otras de parecido contenido (Bell, Lipset, Aron).
Sería una grave simplificación. Ciertamente lo ideológico no es
un factor científico. Pero a comienzos de los sesenta, Wright Mills
y Meynaud expresaron algunas dudas. Una década después (año
1976), Pierre Bourdieu y su equipo hicieron una crítica radical a
la pretendida aideologicidad de las ciencias sociales.
Quisiera señalar que nunca se menciona a los autores lati-
noamericanos que antes que los nord-atlánticos habían criticado la
neutralidad de las ciencias sociales, es decir, su carácter a-ideológico

160 |
y apolítico. Antes que los autores europeos antes citados, comen-
zando por Antonio García, hablaron de las ciencias sociales como
producto de importación y como instrumento de colonización
pedagógica. Y esto fue un obstáculo, un encubrimiento ideológico
que dominó al Trabajo Social latinoamericano hasta el proceso de
reconceptualización.
La pretendida actitud aideológica y apolítica ha servido
para adormecernos y dejarnos tranquilos en nuestra dependencia
intelectual… Estas preocupaciones son las que me llevaron a tratar
el tema de manera especial en el libro Sociología de la liberación y
liberación de la sociología y en otro relacionado con las formas de
acción social: ideología, política y Trabajo Social.
13. Por último, queremos hacer referencia a su libro El Trabajo
Social como acción liberadora. Se ha dicho, como crítica formulada
por algunos trabajadores sociales, que es un libro de fuerte contenido
ideológico y político.
Estimo que no están equivocados al hacer estas observaciones.
Mi punto de partida al escribir este libro, y no sólo este, ha sido
el siguiente: todos vivimos en una sociedad determinada y en un
momento histórico determinado (es una verdad de perogrullo);
ahora bien, no vivo en un limbo inexistente, sino en una patria
latinoamericana que sangra por sus venas abiertas, como conse-
cuencia de las injusticias y desigualdades sociales y, en los últimos
años, debo agregar, por los estragos sociales de la globalización.
Aceptar esta situación revela una total falta de sensibilidad
social, de solidaridad, una falta de lo más elemental de cultura
política, de una patética ingenuidad o expresión de una plácida
instalación en la placidez burguesa y del egoísmo que ello conlleva
para no tener problemas con los poderosos, que a su vez son los
explotadores. Enfrentarlos no me permite trepar la pirámide de la
consideración social; y, con toda razón, te acusarán de subversivo,
pues quieres subvertir, un orden social caracterizado por una vio-
lencia estructural, encubierta por la ideología dominante y por las
formas de alienación cultural.

| 161
La otra alternativa es considerar y actuar para recambiar las
estructuras sociales, políticas, económicas que oprimen y enajenan
a la mayoría de los seres humanos. Hacer esto se llama liberación,
expresada en su triple dimensión: nacional, dejar de ser países de-
pendientes; sociales, que tiende a la superación de la dominación
de clases; y personal, crear las condiciones para que hombres y
mujeres tengan un estilo de vida más humano y solidario. Todo
ser humano es un absoluto, la liberación, que es una más plena
realización como persona, es un imperativo.
Cada uno de nosotros tiene que optar, y una opción autén-
tica implica compromiso… Acepto que critiquen mi postura en
relación con un Trabajo Social liberador. Pero me pregunto: ¿esta
opción por qué no ha de expresarse también en las profesiones?
Permitidme que termine esta respuesta con unas palabras de Ber-
tolt Brecht: Qué tiempos estos en que hablar sobre árboles es como un
crimen, porque supone callar tantas alevosías.
Hablar sólo de conceptos teóricos, de procedimientos estadís-
ticos y métodos de investigación, hablar sobre árboles en la metáfora
de Brecht, es un crimen. Hablar de liberación, es hablar del drama
de millones de desarrapados de la tierra… Eso es lo que cuenta.

2. Desafíos, encrucijadas y crisis del trabajo social


a comienzos del siglo xxi, planteados por
Ander-Egg20

Toda persona, pueblo, nación, país y aun la humanidad en


su conjunto enfrentan a lo largo de su proceso evolutivo diferentes
encrucijadas y desafíos. Esto también acontece en todas las pro-
fesiones. Para estas jornadas destinadas a trabajadores sociales, se
pone en consideración, a modo de temas de reflexión, de diálogo y
de búsqueda de alternativas, una serie de cuestiones que de ningún

20  Enviado por Ander-Egg para esta obra; las autoras aportaron en revisión y síntesis.

162 |
modo pretenden agotar esta problemática.
Un desafío es afrontar una situación peligrosa o difícil. Lleva
también una cierta connotación de encrucijada: se cruzan dos o más
caminos o alternativas y es difícil saber cuál seguir. A la situación
de desafío y encrucijada, se liga la idea de crisis, palabra que se ha
instalado entre los componentes que caracterizan a la sociedad
actual y a la vida individual. También hay crisis en las profesiones,
especialmente en las ciencias sociales y en las diferentes formas de
acción social (el proceso de reconceptualización fue la primera gran
crisis del Trabajo Social en América Latina). Al hablar de crisis (sea
del Trabajo Social, o de lo que fuere), no hay que considerarla sólo
como una situación grave. La palabra crisis además significa juicio,
necesidad de decidirse por un nuevo camino. Éste es el alcance
principal dado a este criterio.
Se habla de crisis económica, social, política, energética,
medioambiental, moral, etc. En el mundo en que vivimos, lo
normal es vivir en crisis. Y en el ámbito más limitado de las pro-
fesiones, también se habla de crisis. Palabra que tiene un doble
alcance: mutación que acaece en el desarrollo de un proceso y que
constituye un momento decisivo en un asunto de cierta relevancia,
cuyas consecuencias son importantes; también tiene el significado
de “limpiar, purificar”: en ese sentido, una crisis no siempre es dis-
funcional, ya que puede constituir un importante factor de cambio
y de transformación que impulsa a buscar nuevos caminos y, en
última instancia, elegir el que se considera más viable y posible
para la circunstancia que se está viviendo.
Desafío, encrucijada y crisis en el contexto de un mundo que
cambia aceleradamente y en el cual el cambio es cada vez más ace-
lerado, que sitúa a la sociedad en una dinámica de la provisoriedad.
Esta situación es inédita en la historia de la humanidad. Y, además,
en un mundo de complejidad creciente y de comprensión retardada
acerca de lo que pasa; en esta era de incertidumbre y perplejidad
se debe vivir y actuar.

| 163
Se tiene el derecho a soñar un mundo y una sociedad dife-
rentes, y como un trocito de ese sueño, también se puede soñar
una profesión diferente: un Trabajo Social liberador. Es un sueño
o ideal que tiene poca vigencia, porque hoy lo que tiene prioridad
entre los graduados universitarios es asegurar un puesto de trabajo
(esto es lo rentable), aunque se tenga que recurrir a un oportunismo
camaleónico.
Cada uno opta, según su propio proyecto de vida… Si admi-
tir que la sociedad no es lo que debiera ser, que la vida no es como
debiera ser, se podría aprovechar la crisis en que se está inmerso
como posibilidad de transición a algo diferente.
Para ello, se necesita el convencimiento de que más no es
sinónimo de mejor y que ser más humanos es más importante que
tener. Se anda holgado de cosas que se tienen, pero faltan razones
para hacer opciones que impliquen cambios profundos en nuestras
vidas.
En el contexto descrito, visualiza el Trabajo Social a partir
de dos categorías: la concepción del Trabajo Social en el marco de
las realidades y políticas sociales y la formación de trabajadores
sociales; a continuación se desarrollan:

3. Concepción del Trabajo Social en el marco de las


realidades y políticas sociales

Ander-Egg entiende el Trabajo Social como una profesión


que, a partir de realidades complejas, debe explicarse a sí misma
y explicar su especificidad, lo que ha llevado a que históricamente
se presente un problema de identidad: ésta aparece, desaparece
y reaparece; en otras palabras, hay una indefinida identidad que
acompaña la profesión desde su nacimiento.
Lo anterior influye necesariamente en la delimitación de roles
y funciones, con relación al primer. “El rol del Trabajo Social” hay

164 |
dificultad y porque no decirlo contradicción, pues tiene un rol
profesional múltiple y, a la vez, no definido claramente.
El trabajador social interviene con diferentes grupos pobla-
cionales, da respuesta a situaciones y problemas sociales diversos,
algunos se mantienen en el tiempo, pero su caracterización cambia;
es decir, no es lo mismo abordar la problemática del desplazado
hoy, que hace diez años; y es en ese contexto que el trabajador
social debe asumir funciones, roles y tareas en las que puedan ir
de lo simple a lo complejo.
El Trabajo Social, al no ser ciencia sino profesión-disciplina,
se apoya en marcos teóricos, metodológicos y en técnicas de las
ciencias sociales, que le sirven como marcos de referencia y a los
cuales hoy también les aporta. Teniendo en cuenta que las teorías
no son para iluminar conceptos, sino para iluminar la realidad, ellas
proporcionan los conocimientos teóricos que iluminan y orientan:
• La comprensión de la realidad sobre la que se va a actuar
y su contexto
• La praxis profesional.

La profesión, la formación profesional y cada profesional


en concreto, ha de tener en cuenta que cada una de las ciencias
sociales (sociología, economía, antropología, ciencia política) y las
ciencias humanas, no son una realidad homogénea. Existen dife-
rentes enfoques que tienen implicaciones diferentes, ya sea para la
interpretación de la realidad como para la propia praxis profesional.
Las teorías de referencia pueden aportar al profesional una
mejor comprensión de la realidad sobre la que se va a actuar; pue-
den también ofrecer informaciones relevantes para el trabajo, que
no ha obtenido en su investigación. Quizás lo más importante sea
la posibilidad de iluminar la práctica.
Puede darse un cierto eclecticismo en la elección de las teorías
de referencia, puesto que según sea el ámbito o campo específico,
se puede recurrir a uno u otro marco teórico, escogiendo el que

| 165
se considera más relevante para orientar la acción en un ámbito
concreto.
Las teorías de referencia se hacen operativas (en el sentido
que se aplican al quehacer profesional) con los modelos del tra-
bajo social. No existen teorías para la práctica en sí misma, sólo
se hacen operativas con estos modelos.
No se pueden mezclar indiscriminadamente diversas teorías
de referencia. Sin embargo, podrían aplicarse diferentes teorías (y
los consiguientes modelos) según sea el sector o el área de inter-
vención y la naturaleza del problema a tratar.
Históricamente en el Trabajo Social, con cierta frecuencia, ha
existido una cierta esquizofrenia entre teoría y práctica. Se enseñan
asignaturas teóricas que corresponden a determinados marcos u
orientaciones, y luego los modelos de actuación se apoyan en otros
supuestos teóricos que, a veces, ni profesores ni alumnos saben
muy bien en qué consisten. Uno de los desafíos para la profesión
es articular teorías de referencia que constituyen el apoyo científico
con modelos de Trabajo Social y aspectos prácticos y operativos
de la profesión.
La situación descrita no ha cambiado del todo, aunque que
en la actualidad se habla de formación por competencias en el
marco del modelos pedagógicos que centran el proceso de ense-
ñanza–aprendizaje en el alumno.
Desde la perspectiva global de la política social, en América
latina se hace necesario formular y llevar a la práctica un sistema
público de servicios sociales. Del mismo modo que ya existen
sistemas públicos de servicios de salud, de seguridad social y de
educación, y se están desarrollando, aunque de forma incipiente, los
de cultura y vivienda. Desde fines de los años ochenta del siglo XX
se viene planteando la necesidad de organizar un sistema público
de servicios sociales, como un derecho de todos los ciudadanos,
similares a los de educación y salud, y que se ha concretado en los
llamados estados de bienestar.

166 |
Los componentes de este sistema girarían en torno a cinco
elementos principales:
• Un ámbito específico de actuación: atender a necesidades
sociales y a movilizar los recursos humanos.
• Una oferta específica de servicios y prestaciones sociales.
• Una red de equipamientos para la prestación de estos
servicios.
• Una legislación que establezca el marco prescriptivo de
funcionamiento de dichos servicios.
• Un presupuesto específico y discriminado, como tienen
los servicios de salud y de educación.

A pesar de la aceptación que existe entre los especialistas


acerca de la necesidad de organizar este sistema público dentro de
los programas de bienestar social, en América Latina no ha habido
un desarrollo de los mismos, ya sea por la crisis del “Estado de bien-
estar” (nunca plenamente configurada), como por la vigencia de
las ideas neoliberales, que son un obstáculo para ampliar y mejorar
la prestación de servicios sociales. Aunque nuevos aires soplan en
nuestro Continente, no se vislumbra un cambio de esta naturaleza.

Un nuevo desafío para las políticas de servicios sociales como


consecuencia de la irrupción de nuevos actores sociales
En las últimas décadas del siglo XX surgieron nuevos actores
sociales para atender los problemas más acuciantes de la gente, y
que no son atendidos por el Estado, cuya presencia se reduce al
mínimo, ya sea por incompetencia o como consecuencia de haber
aceptado los postulados neoliberales acerca del recorte del gasto
social.
El surgimiento de estos nuevos actores sociales, ya se trate de
movimientos, organizaciones o asociaciones de base, redes sociales,
minorías activas o grupos de incidencia, ha significado un nuevo
panorama en el ámbito de la acción social. A ello se añaden las
ONG para el desarrollo. Muchas de ellas, organizaciones finan-

| 167
ciadas por agencias de cooperación, han ampliado considerable-
mente el abanico de los actores que actúan en el ámbito de lo
“social”. Consecuentemente, es indudable que los municipios y
los programas de acción comunitaria deben tener algún tipo de
relaciones, de coordinación, de articulación y, si es posible, de
apoyo recíproco con estas instituciones.
Esta articulación es muy importante en relación con los
servicios sociales que se prestan desde la administración pública,
en los ámbitos nacional, provincial o municipal.

Para dar un salto de mayor profesionalización


Señalamos tres cuestiones que nos parecen más relevantes:
• Tener un mayor dominio en cuanto a lo que significa y a
las implicaciones prácticas para la profesión, de la teoría
general de sistemas y del enfoque sistémico, esto ha lo-
grado un buen desarrollo en el trabajo social con familias.
• Elaborar modelos propios de la profesión, que son los
puentes entre la teoría y la praxis profesional.
• Tener un sistema de servicios sociales, del mismo modo
que existen sistemas de educación, de salud y de seguri-
dad social. Con este concepto se expresa una concepción
global e integral de la organización y funcionamiento de
los servicios sociales, cuyo propósito es el de constituir
en la práctica un modo funcional, coordinado y articu-
lado, de modo que evite la duplicación y dispersión de
los servicios.
Los componentes que configuran un sistema de servicios
sociales se deben estructurar en torno a cinco elementos principales
descritos anteriormente así:
• Un ámbito específico de actuación: atender a necesidades
sociales y a movilizar recursos humanos.
• Una oferta específica de servicios y prestaciones sociales.
• Una red de equipamientos para la prestación de estos
servicios.

168 |
• Una legislación que establezca el marco prescriptivo de
funcionamiento de dichos servicios.
• Un presupuesto específico y discriminado, como tienen
los servicios de salud y de educación.

Los impactos del proceso de globalización neoliberal sobre la


política social y el Trabajo Social
El modelo neoliberal de globalización, bajo el dominio de
las multinacionales, los verdaderos amos del mundo y la nefasta
influencia del eje de la perversidad (FMI, BM y OMC), ha pro-
ducido en las últimas décadas tal nivel de estragos sociales, que
exigiría una mayor necesidad de profesionales del Trabajo Social y
mayores recursos. En la realidad, los recortes de los gastos sociales
y la privatización de servicios, que habían sido responsabilidad del
Estado, han llevado a un estrechamiento del mercado de trabajo
para la profesión.
¿Qué hacer en cuanto cuerpo profesional? ¿Qué es posible
hacer? ¿Cómo hacerlo en una situación de crisis que afecta a todos
los países? Éste es el gran desafío y encrucijada del Trabajo Social
a finales de esta primera década del siglo XXI.
No son las declaraciones revolucionarias (o pretendidamente tales)
las que ayudan a dar respuestas adecuadas. Ander-Egg sugiere sobre la
estrategia a seguir:
a) Ser realistas: conocer bien las condiciones objetivas y
subjetivas que existen en el momento histórico en que
se actúa. Para ello, que la cabeza piense lo que los pies
pisan. En otras palabras: pensar más la existencia que
pensar los libros.
b) Superar el sentimiento de impotencia que, como explica-
ba Camus, proviene de que nos separaban más las razones
para luchar.
c) No dar respuesta a nuevos problemas, con viejas catego-
rías de análisis, o viejas formas de actuación.

| 169
d) Ser capaces de aprovechar el territorio virtual.
e) No actuar por impulsos transitorios o coyunturales,
sino con objetivos claros y propuestas realistas. Hacerlo
preferentemente dentro de organizaciones.
f ) Asumir un compromiso solidario y militante para enfren-
tar las estrategias sociales de la globalización neoliberal
y las consecuencias negativas del recorte de los gastos
sociales, que inciden en el campo profesional.

La formación de trabajadores sociales

La cuestión básica que hay que preguntarse es la siguiente: ¿los


procesos de enseñanza-aprendizaje desarrollados desde facultades y
escuelas de Trabajo Social permiten que los graduados de las mismas
estén en condiciones de aplicar los conocimientos que reciben en la
labor profesional, que luego deben realizar cuando hayan terminado
sus estudios y comienzan a trabajar en lo que es su profesión?
Si la diferencia entre los conocimientos teórico/prácticos
recibidos durante su formación y los conocimientos y habilidades
requeridas en el trabajo profesional es muy marcada, esto significa
que hay deficiencias muy serias en la formación.
En muchos países, a pesar de las mejores intenciones, el
distanciamiento entre lo que se enseña y lo que son las exigencias
de la práctica profesional sigue estando presente.
El Trabajo Social es una praxis social (y algo más en cuanto
a su intencionalidad); consecuentemente, en la formación de los
trabajadores sociales, el núcleo o tronco básico de lo que se enseña
debe tener como centro de referencia la práctica profesional.
También la formación teórica sería más relevante y signi-
ficativa si se realizara a partir de este enfoque y no desarrollando
temas que, ni directa ni indirectamente, se relacionan con el propio
quehacer profesional.

170 |
Una cuestión básica a discutir y a la que se le debe dar res-
puesta es acerca de la duración de la carrera, es decir, el tiempo
necesario y suficiente para una adecuada formación.
Ander-Egg siempre ha considerado inadecuado, en el campo
del trabajo social, copiar de otras experiencias (aunque sean exito-
sas). Pero, al mismo tiempo, considera que es útil conocerlas para
mejor reflexionar a partir de lo nuestro.
La duración de los estudios de Trabajo Social en Europa:

No. Países Duración de la carrera en años


1 Países de la Unión Europea 2
2 Reino Unido 3
3 España 4
4 Francia
5 Alemania
3 y medio
6 Dinamarca
7 Grecia
8 Suiza
4
9 Países Bajos
10 Italia
11 Portugal 5
12 Finlandia
13 Alemania (título superior). 4

En Europa, con el proceso de convergencia de los estudios


universitarios, expresado en la Declaración de Bolonia (1999), to-
das las licenciaturas (Trabajo Social, sociología, antropología, etc.),
tienen una duración de cuatro años. La formación se prosigue con
un máster de uno a dos años y el doctorado en tres años. Ander-
Egg dice: “cuatro años son suficientes, siempre que se superen
ciertas deficiencias”.

| 171
Algunas deficiencias significativas
a) Insuficientes asignaturas específicas sobre la profesión.
b) Inclusión de asignaturas innecesarias como epistemología o
lógica. Y otras para incorporar amigos que sirvan para asegurar
espacios de poder, o cediendo a la presión corporativa de
campos profesionales ajenos al Trabajo Social.
c) Currículum distorsionados, según sean las directores/as o
decanos/as (ajenos a la profesión) que incorporan colegas
(amiguismo corporativo) de su profesión, o amigos que
sirvan para asegurar espacios de poder dentro de la facultad o
departamento.
d) Como consecuencia de lo anterior, se suelen elaborar planes
de estudio como resultados de presiones ajenas a lo académico,
a lo científico y a los principios de la planificación educativa.

Por otro lado, se desconocen las cuestiones básicas de cómo


elaborar el plan de estudios (o currículum), pues no se tienen en
cuenta las pautas de la planificación educativa para realizar esa
tarea, que supone dar respuesta a seis cuestiones:
• Qué enseñar: contenidos.
• Cuándo enseñar: cuestiones de temporalización y se-
cuenciación.
• Cómo enseñar: estrategias pedagógicas.
• Qué, cómo y cuándo evaluar.
• Orientación y tutoría.
• Atención a la diversidad, como exigencia de una educa-
ción personalizada.
• Necesidad de una adecuada articulación entre:
• Asignaturas teóricas.
• Asignaturas de apoyo.
• Metodologías de acción social.
• Prácticas.

Lo descrito se presenta de una manera marcada en la década


de los años noventa del siglo XX, situación que hoy (2010), deja

172 |
algunas secuelas que todavía se evidencian en el trabajo en aula y
que ha llevado a la realización de análisis permanentes en la bús-
queda de acercar las formaciones a la realidad.
En la figura 9 aparece una visión sintética de lo que debe abarcar
la formación en Trabajo Social:

Figura 9. Aspectos que deben tenerse en cuenta en la formación


de trabajadores sociales

Fuente: elaborado por las autoras para este documento.

| 173
En América Latina, Europa y África se plantea una formación
generalizada; no tendría sentido graduar a un trabajador especia-
lizado. Así mismo, en el nuevo enfoque de la formación univer-
sitaria, esto se resuelve con la propuesta universalmente aceptada
de formación permanente: la especialización se realiza después de
haber obtenido el título de pregrado.

Tres aspectos fundamentales para la formación de los trabajadores


sociales
La formación de los trabajadores sociales comporta diferentes
aspectos. Ander-Egg se limita a unas breves reflexiones sobre tres
cuestiones fundamentales: a) la formación teórica, b) la formación
en investigación social y c) la práctica profesional. Estos tres as-
pectos están lejos de agotar el tema de la formación, pero son los
más importantes.

a) Formación teórica
Se ha encontrado en diferentes países una formación genera-
lizada, como consecuencia de cierta irresponsabilidad de los profe-
sores responsables de enseñar asignaturas teóricas como sociología,
psicología, economía, antropología y ciencia política. Ander-Egg
conoce profesores que enseñan algunas de estas asignaturas en dos o
tres facultades diferentes, con el mismo programa o contenido. Hay
cuestiones en estas ciencias que son básicas para la comprensión
de las mismas, pero también hay temas que son más pertinentes
a una u otra carrera.
Cinco reflexiones sobre la formación teórica:
1. Tener en cuenta que no es lo mismo formación teórica
que formación libresca. Ander-Egg puede adquirir cierta
erudición en cualquiera de las disciplinas y, al mismo
tiempo, ser incapaz de utilizar aportes teóricos que ellas
proporcionan para conocer problemas concretos de la
realidad, sea económica, social, psicológica, etc. Y dar

174 |
significado a una masa de hechos que parecen inconexos.
2. Estrechamente relacionado con lo anterior, hay que tener
muy en claro que la teoría no es para conceptuar conceptos
(que es lo que ha llevado a que algunos sociólogos trans-
formen su disciplina en una geometría del espacio social),
sino que la función más importante de una teoría es para
conceptuar la realidad, para iluminar la comprensión de la
misma. Describir o explicar por qué, cómo y cuándo se dan
determinados fenómenos o procesos sociales. Existe, además
una reciprocidad de funciones entre teoría e investigación
empírica.
3. Con frecuencia se dice: “Esto no sirve porque es pura
teoría”. Si no sirve no es por ser teoría, sino por ser una
mala teoría. Conviene recordar lo que decía Lewin sobre
este asunto: “No hay nada más práctico que una buena
teoría”.
Cuando el concepto de teoría se relaciona con la práctica
y viceversa, se suscitan no pocas confusiones. La más
grave y de nefastas consecuencias es considerarlas como
contrapuestas, ignorando la reciprocidad de funciones,
lo mismo que entre teoría e investigación.
• La teoría se trata de ideas abstractas, de generalizaciones.
Avanza por la reflexión contrastada con la realidad.
• La práctica se refiere a cuestiones concretas. Avanza ha-
ciendo algo y mejorando la forma de hacer.
4. Considerar que toda práctica es ateórica y que la teoría
no tiene que ver con la práctica, es un obstáculo u obs-
trucción para cualquier tipo de formación profesional.
5. Por último, resultaría más útil que quienes enseñen las
asignaturas teóricas (y esto en parte también vale para
quienes enseñan investigación social) conozcan la me-
tamorfosis que se ha producido en la ciencia desde la
última década del siglo XX.

| 175
b) Formación en investigación social
Con respecto a la formación en investigación social, si bien lo
básico es conocer los métodos, técnicas y procedimientos propios
del método científico, no debe reducirse a ello. También tiene que
ser una forma de estimulación de la imaginación sociológica y un
aprendizaje para aprender a pensar científicamente. Necesitamos
un pensamiento reflexivo para emanciparnos de la simplificación
en el análisis de la realidad.
En cuanto a las investigaciones que realizan los trabajadores
sociales para llevar a cabo sus labores específicas, Ander-Egg plantea
las siguientes sugerencias prácticas:
• Aplicar la regla de estudiar “tanto cuanto” se necesita
para actuar. En el campo de la problemática social, hay
superávit de estudios y un déficit de ejecución. Esto
también ocurre en el Trabajo Social; en ciertas circuns-
tancias, se estudia más que lo que hace falta conocer para
actuar; se recogen datos de la realidad que no interesan
para las actividades que se van a realizar. Aunque sea una
información válida, en cuanto refleja algunos problemas
o necesidades, es una información estéril y produce un
gasto de tiempo y energía sin fruto alguno.
• Evitar caer en el fetichismo metodológico, es decir, creer
que con sólo haber estudiado métodos y técnicas de
investigación social se tiene la capacidad para hacer un
abordaje investigativo acerca de la realidad sobre la que
se va a actuar. Centrarse en el método que se va a utilizar
y no en la situación problema sobre la que se va a actuar,
es la expresión típica del fetichismo metodológico.
• No hacerle perder el tiempo a los estudiantes en largas y
complicadas explicaciones sobre epistemología. El estudio
de la epistemología, la reflexión epistemológica es útil, va-
lioso y necesario cuando se tienen planteados problemas
epistemológicos. ¿Algún estudiante de Trabajo Social,
sociología o cualquier ciencia tiene planteados problemas
epistemológicos? Algo elemental en la pedagogía con-

176 |
temporánea es la necesidad de que todo aprendizaje sea
significativo. ¿Qué significatividad puede tener enseñar
epistemología en los primeros años de una carrera? Es
un doble disparate, ya sea desde el punto de vista de la
didáctica o, si se quiere, de las estrategias pedagógicas y
desde el punto de vista de la misma formación científica.
• Una consideración especial requiere lo referente a la en-
señanza de la estadística. Basta conocer las características
de personalidad de quienes eligen la carrera de Trabajo
Social, que son personas a quienes no le van las matemá-
ticas. Y si queremos plantearlo de manera más profunda,
la teoría de las inteligencias múltiples (tan útil para la
orientación y tutoría para la elección de una carrera) nos
revela que entre los diferentes tipos de inteligencia que
todos tenemos, unas nos capacitan para determinados
estudios y, en otras, somos subdesarrollados mentales.
A Ander-Egg le consta, por conocimiento directo de
lo acontecido en diferentes escuelas de Trabajo Social
de distintos países, que la estadística es un hueso duro
de roer. En algunos casos, los estudiantes, para aprobar
esta asignatura, han gastado más tiempo y energía que
el destinado a las asignaturas propias del Trabajo Social.
Una pregunta elemental y de sentido común: ¿Qué cono-
cimientos de estadística utilizan los trabajadores sociales
en su práctica profesional? ¿Qué conocimientos se estima
oportuno que tengan? Hay que enseñar estadística, pero
¿cuánto? ¿qué temas? y ¿cómo enseñarla?

c) La formación práctica
Ander-Egg reitera la idea: la formación de los trabajadores
sociales debe tener como centro de referencia la práctica profesional:
es la noción clave, el ámbito fundamental del quehacer profesional.
Para la formación de los trabajadores sociales y luego para su
práctica, lo importante no es que sepan hacer formulaciones teóricas
ni que utilicen procedimientos metodológicos muy sofisticados que

| 177
poco sirven para conocer la realidad [preciosidades metodológicas].
Lo que tiene importancia y centralidad indiscutible, de acuerdo
con la naturaleza propia del Trabajo Social, es la práctica.
Ante todo, hay que tener en cuenta que la práctica del
Trabajo Social y todos los métodos de acción social, tienen tres
componentes:
• Uno emocional, que alude al modo de relacionarse con
los otros, es decir, la expresión anímica que se implica en
su relación con los otros. Se expresa en la capacidad de
diálogo, de empatía y de escucha activa. Hace referencia
a las cualidades profesionales.
• Uno profesional, relacionado con el quehacer propio del
Trabajo Social: un conocimiento básico de los problemas
personales, grupales y sociales que constituyen los ámbi-
tos de actuación profesional. Saber aplicar los métodos,
técnicas y procedimientos de los que se vale el Trabajo
Social, ya sean propios (caso, grupo y comunidad) y los
que provienen de otras disciplinas y metodologías (inves-
tigación, elaboración de diagnósticos sociales, programa-
ción con particular énfasis en la elaboración de proyectos
y la evaluación de programas y servicios sociales). Como
es obvio, deben adaptarse a las necesidades propias de la
profesión y al trabajo en equipo.
• Uno ideológico que, subyaciendo a la racionalidad
científica y las formas de actuar, proporciona un marco
de referencia que condiciona la manera de abordar los
problemas, de proponer soluciones y la explicitación de la
intencionalidad de las actividades u opciones que se toman.

La formación permanente de los trabajadores sociales


El paradigma de la sociedad del conocimiento ha cambiado
la idea de una educación “para” toda la vida, a una educación “du-
rante” toda la vida. Todo graduado universitario es un producto
inacabado; consecuentemente, la educación es una tarea perma-
nente e inacabada para todos los seres humanos.

178 |
En cuanto a la formación permanente de los trabajadores
sociales, ya se tiene una experiencia de unos cuantos años en Amé-
rica Latina. Ahora hay que consolidar esos proyectos, especialmente
mejorando la calidad de los mismos.
Sin que tengan una organización formalizada, en todo el
Continente se hacen muchos cursos y jornadas de reciclaje de corta
duración. Éste es un signo positivo que revela la preocupación de
una parte de los profesionales del Trabajo Social por su formación
permanente.
El “aggiornamiento” se ha realizado principalmente en cuatro
niveles:
• postgrado
• especialización
• maestría
• doctorado

Existe una necesidad de realizar cursos de Didáctica para


el Trabajo Social, especialmente para quienes son docentes en las
facultades y escuelas de Trabajo Social. Los trabajadores sociales,
en general, no tienen formación pedagógica, es decir, no se han
capacitado en todo lo referente al cómo enseñar. Este déficit no
es exclusivo del Trabajo Social. Los médicos, ingenieros, abogados
y otra gama muy amplia de profesionales carecen de formación
específica para la docencia.
Hay otro aspecto de la formación de postgrado que conviene
destacar. En los últimos quince años, (1995-2010) un número
creciente de trabajadores sociales realiza estudios en una variada
gama de cursos de postgrado, sobre todo de especialización, que no
son específicos de la profesión, pero que han ayudado a reforzar su
formación en algunos campos de actuación. Esto revela inquietudes
muy positivas que los lleva a ser profesionales mejor formados. Es
de esperar que esta preocupación por la formación permanente
tenga consecuencias visibles a no largo plazo. Y que permita a los
trabajadores sociales ejercer y actuar en otros ámbitos.

| 179
La importancia de la dimensión emocional en la formación de
los trabajadores sociales
Si el Trabajo Social es, o puede ser, una profesión testimonio
de lo humano, eso no se logra con profesionales químicamente
puros: inodoros, incoloros, insípidos, con olor a lavanda inglesa,
incapaces de vibrar frente al sufrimiento ajeno.
Si no se pone sentimiento en la práctica profesional, ésta se
vuelve opaca, burocrática. Se trabaja sin ilusión y, como consecuen-
cia de ello, las actividades y tareas se realizan sin entusiasmo. Con
ese estilo, es muy difícil motivar y movilizar a la gente para que
asuma algún tipo de protagonismo en la solución de sus problemas
y, menos aún, que participe para tratar de resolver los problemas
colectivos.
La importancia de lo emocional ya fue destacada hace va-
rios siglos por Leonardo da Vinci: “Cualquier saber nuestro tiene
sus principios en los sentimientos.” Alexis Carrel, Premio Nobel
de Medicina, se expresaba de manera parecida: “No es la razón,
sino los sentimiento los que conducen al hombre a la cumbre de
su destino”. Por su parte, Albert Einstein, quien es una expresión
máxima del pensar científico, decía: “Los sentimientos son la fuerza
fundamental de toda creación humana, por más sublime que tal
creación parezca ante nuestros ojos”.
En la educación tradicional, las emociones han sido escasa-
mente consideradas. El énfasis ha estado puesto en la razón, en la
dimensión cognitiva, consecuentemente se ha menospreciado lo
que queda fuera de la racionalidad. Como consecuencia de ello,
existe un analfabetismo emocional generalizado.
Esta perspectiva o concepción del ser humano, que considera
que la nota distintiva del mismo es la racionalidad, es una forma de
empobrecimiento vital. El ser humano es razón, pero es también
sentimientos, emociones, pasiones; risa, llanto, tristeza. Lo que
nos hace verdaderamente humanos es la mezcla/combinación de
todo ello.

180 |
La afectividad y el mundo de los sentimientos conciernen a
las cuestiones más profundas y hondas del ser humano. Sin em-
bargo, mucha gente tiene miedo de expresar sus sentimientos y
emociones. Como seres cariñosos y eróticos que somos, tenemos
que aprender a expresar con libertad y naturalidad nuestra emocio-
nalidad. No hacerlo es un bloqueo que impide la expresión plena
de nuestra personalidad. Por otro lado, las emociones constituyen
una parte importante de los mecanismos de motivación que, como
todo educador sabe muy bien, desempeña un papel relevante en el
proceso de aprendizaje y en muy variadas formas de acción para el
logro de diferentes objetivos.
Goleman, en su libro sobre La inteligencia emocional, al hablar
de los acuerdos cooperativos entre cabeza y corazón, pensamiento
y sentimiento, nos dice: “Este circuito explica por qué la emoción
es tan importante para el pensamiento eficaz, tanto en la toma
de decisiones acertadas como en el simple hecho de permitirnos
pensar con claridad”.
Decíamos al comienzo que durante muchas décadas, en el
ámbito de la educación, se dio prioridad al desarrollo cognitivo de
los alumnos. A la luz de los aportes de la neurociencia y de ciertas
corrientes psicológicas, se ha puesto de manifiesto que los afectos
y sentimientos nos hacen más inteligentes y más creativos y, sobre
todo, más sensibles y solidarios. En el sistema límbico, especial-
mente en la amígdala y sus interacciones con las áreas corticales
involucradas con la cognición, es la forma en que las emociones
inciden sobre la cognición y viceversa. Esto explica por qué las emo-
ciones influyen sobre el pensamiento eficaz y la toma de decisiones.

Los virus de la práctica del Trabajo Social


Ander-Egg llamó “virus de la profesión” a ciertas tendencias
y modos de actuar que resultan nocivas a los principios éticos y a
los aspectos más sustanciales de la práctica profesional. Del mismo
modo que la salud de los seres humanos (y también de las compu-
tadoras) puede ser atacada por virus, esto también acontece en la
práctica del Trabajo Social. He aquí algunos de esos virus:

| 181
a) Tendencia a la burocratización, que se da en algunos
ámbitos muy institucionalizados, en los cuales los trabaja-
dores sociales terminan siendo simples gestores. Su estilo
de trabajo se caracteriza por lo que Max Weber llamaba
la “impersonalidad formalista” del que actúa sin odio y
sin pasión, o sea, sin “amor” y sin” entusiasmo”.
b) Tendencias al puro activismo, en un accionar constante
por resolver problemas puntuales o coyunturales, sin
tener claro el para qué de su accionar profesional; el
activismo suele estar ligado al asistencialismo.
c) Una tercera tendencia es la expresada por algunos tra-
bajadores sociales que trabajan exclusivamente como
profesores. Esta situación se agrava al no tener ninguna
participación en la vida ciudadana. Este virus se manifies-
ta en lo que Ander-Egg llamo el delirio intelectualoide.
Ejemplo de ello es la propuesta en la que se destaca que
lo más importante de la profesión es alcanzar “una sólida
formación teórica, acompañada por producción de co-
nocimientos a partir de la investigación que nos permita
analizar políticas sociales globales y sectoriales en relación
con los planes económicos vigentes”. Se pregunta a quien
lee estas notas: ¿cuántos trabajadores sociales conocen que
hayan sido contratados para estas tareas? Otro de los deli-
rios es considera “la intervención social como gramática”
y, a partir de ello, ofrecer “una semántica propositiva del
Trabajo Social frente a los desafíos de la globalización”.
Esto expresa la pedante logomanía de los académicos que
escribiendo “papers” (algunos con muchas citas marxistas)
creen que con eso producen cambios sociales. Más aún,
en el Trabajo Social latinoamericano, ha habido profesio-
nales que se autodenominaron “intelectuales orgánicos”,
a la vez que se consideran la vanguardia esclarecida de la
profesión. Grandes críticos de los aparatos ideológicos
del Estado, pero toda su vida profesional la vivieron
“chupando teta” de esos aparatos.

182 |
d) Otra tendencia generalizada en esta profesión, es suponer
que tienen un buen dominio de las técnicas grupales y que
saben trabajar en equipo, es el individualismo. El triste
final del CELATS (Centro Latinoamericano de Trabajo
Social) y las convulsiones, desencuentros y tensiones que
las agrupa en la Asociación Latinoamericana de Escuelas
de Trabajo Social, es prueba de ello. Algo parecido suele
ocurrir en casi todos los países. Esta situación se agrava
porque los que más critican a los colegios profesionales,
son quienes no colaboran y viven en un permanente
“quejido”; miran desde el balcón, pero no hacen nada.
Todo esto, en ciertas circunstancias, es exacerbado por
una especie de darwinismo: lo que importa es deteriorar
al otro.

Buen remedio a todo esto, sería que existiese en la profesión


un talante democrático:
El que no piensa como uno política o ideológicamente no es un enemigo
ni un adversario: simplemente es alguien que piensa diferente. No
todas las ideas y posturas políticas tienen igual valor, pero todas las
personas merecen respeto.

Saber distinguir entre la demanda laboral y la social


Esta responsabilidad le corresponde en un primer momento
a la universidad. Ella debe tener en cuenta la oferta educativa que
hace: carreras o títulos que ofrece, número de graduados que estima
necesarios en cada profesión y calidad de la formación que ofrece.
Todo ello debe estar relacionado con las oportunidades laborales
que el mercado ofrece para cada una de las carreras. Se supone que
eso se hará teniendo en cuenta el desarrollo del país, la situación
económica y los cambios y procesos sociales. La formación y los
conocimientos que ofrece una profesión, no es garantía ni segu-
ridad alguna de obtener un puesto de trabajo en lo específico de
la profesión.

| 183
Desde la universidad, hay que preguntarse: ¿Qué pasa cada
año cuando los nuevos graduados de Trabajo Social se asoman
al mercado laboral? ¿Qué posibilidades tienen de trabajar en lo
específico de la profesión? Estas preguntas valen para la totalidad
de los graduados en ciencias sociales.
Se ha constatado que cada año es más difícil acceder a un
puesto de trabajo relacionado con la profesión. En casi todos los
países, se encuentran trabajadores sociales que trabajan en la recep-
ción de los hoteles, de cajeros en los supermercados, en agencias
de viaje, etc. Ningún trabajo honesto es indigno, pero es frustrante
para cualquier persona que ha estudiado, no poder trabajar en
aquello para lo que se ha preparado.
Ésta puede ser una de las preocupaciones de las facultades y
escuelas de Trabajo Social, estén o no insertas en una universidad.
Tampoco debe ser ajeno a los colegios de profesionales de Trabajo
Social. Para ello conviene tener bien en claro que, en toda profesión,
hay que distinguir entre:
• las demandas laborales efectivas y reales: lo que tradi-
cionalmente se ha venido haciendo en un determinado
campo profesional y, en donde, de ordinario, se consigue
un puesto de trabajo en la profesión;
• y la demanda social: cada época histórica genera nuevas
necesidades que se transforman en demandas profesio-
nales específicas. Se trata de las demandas potenciales
derivadas de los cambios que se producen en la sociedad,
por ejemplo: las demandas producidas como consecuen-
cia del envejecimiento de la población. Si la profesión
no está presente en ese segmento del mercado o no se
prepara para ella, otras ocuparán su lugar.

Búsqueda de nuevos ámbitos de actuación y de nuevas


competencias en campos tradicionales
a) El envejecimiento de la población y la necesidad de
ayudar a los adultos mayores se perfila como el ámbito

184 |
que ofrece mayores posibilidades de empleo para los
trabajadores sociales. Constituye un reto de tal magnitud
que no tiene precedente en la política social. El trabajo
con la tercera edad es un ámbito laboral que pueden ocu-
par, además de los trabajadores sociales, los psicólogos,
animadores, educadores sociales, pedagogos, etc. Los
trabajadores sociales deben formarse si quieren ocupar
este espacio laboral. Médicos, gerontólogos y geriatras se
ocupan de los adultos mayores en lo que es específico de
su profesión, pero fue un ámbito muy poco atendido por
los servicios sociales y aun por el sistema sociosanitario
de protección social.
En los últimos años se ha ido produciendo un paulati-
no avance del Trabajo Social y los servicios sociales, en
cuanto una mayor profesionalización en el campo de la
tercera edad.
b) También existen posibilidades en el campo de la ecología,
dentro de él, todo lo concerniente a la educación ambien-
tal y actividades participativas para la acción ambiental.
Cuando en 1975 se inició el Programa Internacional
de Educación Ambiental, promovida por UNESCO-
PNUMA, no se había registrado ninguna propuesta de
intervenir en este campo, por parte de trabajadores socia-
les. En los años ochenta, se propusieron —y Ander-Egg
tuvo participación en ellos— algunas jornadas o cursos
cortos para la educación ambiental y sensibilización eco-
lógica por parte de trabajadores sociales. Estimo que esta
idea no se ha consolidado dentro del campo profesional.
c) Otra área que ya ha sido atendida por la profesión, es el
trabajo con discapacitados físicos, psíquicos y sensoriales,
pero que se podría ampliar con labores de inserción social
encaminadas a que las personas que se encuentran en esa
situación encuentren ámbitos estimulantes que ayudan
a lograr una mejor calidad de vida.

| 185
d) Los servicios sociales municipales exigen que en nuestros
países se vaya organizando un sistema de servicios socia-
les. Quizás las facultades de Trabajo Social y los colegios
profesionales tengan que ocuparse y preocuparse para
que esto pueda ser realidad. Para ello, es necesario que
dentro de la profesión madure la idea de una concepción
sistemática e integrada de los servicios sociales, articula-
dos dentro de un sistema.
e) La labor en lo que se ha dado en llamar estrategias de
supervivencia, que se refieren a:
- Asegurar niveles nutricionales mínimos: comedores y
huertas populares.
- La generación de ingresos, a partir de microproyectos o
microemprendimientos.
- En el campo de la salud, para atender a los sectores más
marginados, que no suelen tener acceso a los servicios de
salud.
- Para resolver problemas del hábitat popular.
f ) Mejorar las formas de actuación en campos ya tradicio-
nales como son los de salud y educación.
g) Un ámbito casi totalmente inédito para los trabajadores
sociales, es trabajar en el proyecto de ciudades educa-
doras. Propuesta que está estrechamente ligada al desa-
rrollo de la comunidad. Unos pocos trabajadores sociales
están trabajando en este campo, que es una forma de dar
protagonismo a la acción colectiva, en la búsqueda de la
reconstrucción del espacio público. La idea central de
esta propuesta, consiste en que la ciudad se transforme
en un ámbito de educación: aprender de la ciudad y en
la ciudad.

186 |
Las autoras de esta obra dejan claro que cómo entender lo
social, el Trabajo Social (objeto, roles, funciones) y cómo formar
trabajadores sociales son tres categorías que fueron planteadas por
Ander-Egg y que hoy siguen analizando y tratando de consolidar,
ello se visualiza en:
La afirmación realizada por Liliana Patricia Torres Victoria,
presidente del Conets en 2004, cuando al instalar el Seminario
Nacional sobre la formación en Trabajo Social, dice “El nuevo orden
mundial plantea a la profesión cambios en sus roles y el Trabajo
Social no puede ser ajeno a ello. El nuevo contexto, el emergente de
la globalización viene planteando nuevos desafíos ético-políticos y
ético-metodológicos a la profesión de Trabajo Social en contextos
latinoaméricanos y en Colombia. La intervención en lo social tiene
como finalidad asumir la problemática de la exclusión, desintegración,
heterogeneidad, singularidad en el contexto de la globalización y en
los contextos particulares de la intervención profesional. Esto implica
asumir el reto de abordar el conocimiento de lo social en una doble
relación global-local y obliga a que la formación académica en Trabajo
Social se deba consolidar como acción social inteligentemente llevada,
abordando y/o generando competencias sociales. Lo descrito implica la
construcción del conocimiento desde lo interdisciplinario; comprender
y explicar el escenario de intervención desde la perspectiva del actor, su
vida cotidiana, su percepción de lo social, el papel de este actor en el
escenario en que se desenvuelve”.

Cuando se considera el Trabajo Social como una profesión con


capacidad de aportar a la resolución de ciertas problemáticas que
aquejan a los seres humanos y limitan el desarrollo social. Para
ello, las funciones del Trabajo Social deben estar desde la prestación
de servicios de bienestar social, en una perspectiva en la que, por un
lado los diferentes actores sociales constituyen, en forma consciente y
voluntaria la cooperación y la subsidiaridad, y por otro, el trabajo
profesional se proyecta bajo conceptos de cogestión, buscando el
consenso, la concertación, investigando y participando con los actores
sociales en un proceso de cambio (Cifuentes, 2003), lo anterior invita
a la relación sujeto-sujeto.

El pensar la formación del trabajador social desde los siguientes


compromisos:

| 187
- Revisión permanente de los planes de estudio a la luz de los cambios
que se están dando en el contexto nacional, regional, local.
- Fortalecer la formación epistemológica y teórica, buscando una
acción profesional cada vez más fundamentada.
- Fortalecer la formación ética y política que permita una formación
sólida en valores, principios y alto compromiso social.
- Cualificar la investigación formativa basada en una sólida
formación científica, así como estimular la práctica de sistematización
de experiencias profesionales.
- Estimular la construcción de nuevos campos de intervención
profesional.
- Estimular la formación postgraduada de docentes.
- Mejorar las metodologías y relaciones pedagógicas profesor-estudiante.
- Fortalecer alianzas y trabajo en red con universidades y organizaciones
gubernamentales y no gubernamentales.
- Impulsar la investigación sobre núcleos o problemas de contexto
social (Conets, 2005).

Plantear la construcción del conocimiento desde Trabajo Social con


una visión interdisciplinaria en donde la práctica investigativa se
asuma como un compromiso deliberado que permita la teorización
sobre especificidades sociales realizando investigación social sistemática
y/o sistematización de experiencias.

Contemplar desde lo pedagógico los criterios filosófico-antropológico,


histórico-cultural, social-participativo, científico-tecnológico y ético-
pedagógico. Criterios que orientan la relación docente-estudiante; los
procesos enseñanza-aprendizaje; los currículos y, en general, la práctica
educativa que forma profesionales del Trabajo Social (UCMC,
MOPEI, 2002).

El planteamiento que propone formar por competencias (conocimientos,


habilidades, valores y actitudes integrales en la acción). En el marco
de la unificación Europa se establecen las competencias genéricas,
específicas y transversales (ANECA, 2005).

El análisis que se hace de los programas de Trabajo Social en Colombia


a comienzos del siglo XXI, a partir de las características generales, los
objetivos y perfiles, la estructura curricular vista desde la formación

188 |
profesional específica, la formación en investigación, trabajos de grado y
la práctica, la formación en ciencias sociales y humanas (Conets, 2005).

Lo descrito deja ver que los planteamientos de Ander-Egg se


han seguido trabajando, no sólo lo establecido en las tres categorías
que llevan a preocuparse por entender y aportar al Trabajo Social,
sino que queda claro que deben buscarse las bases epistemoló-
gica y teórica que posibiliten lo metodológico; de esta manera,
se trascienda lo instrumental. De igual forma, queda claro que
la formación no debe centrarse sólo en lo cognitivo, por ello se
valida en la formación lo relacionado con habilidades y actitudes.
La formación en investigación y la práctica como eje transversal
que desde los programas aporta con responsabilidad social siempre
serán aspectos a revisarse en la formación.

Percepción de cinco académicos de


Ander-Egg y su obra
Rubén Darío UtriaGrosser
Clemencia Gaitán de Rojas
Luis Didier Araneda Alfero
Josefina Acosta Carbonel
Evaristo González Rincón

Para ampliar el análisis de sus obras y de los aportes que ha hecho


al desarrollo en general y particularmente a Trabajo Social, recogemos
la visión de destacados intelectuales e investigadores sociales, con el fin
de tener la oportunidad de ratificar la imagen y concepción que ellos
tienen acerca del pensamiento y obra del maestro Ander-Egg, toda
vez que compartieron tiempo, actividades y lecturas.
Son cinco entrevistas, en las que se reconoce el vínculo que
cada entrevistado ha establecido con Ander-Egg y la huella que en
ellos ha dejado para el desarrollo de sus vidas y del conocimiento.
Aunque se contó con una guía, sobre la cual cada académico ba-
saría su relato sobre Ander-Egg, se respeta el estilo de cada una de

| 189
las personas entrevistadas, aquí trascrito: (es importante aclarar al
lector que la entrevista no se presenta a modo de pregunta respuesta,
sino a modo de relato o escrito según el estilo de cada académico).

Rubén Darío Utria Grosser21


Por su alcance colectivo y su desempeño en la organización,
capacitación y movilización de las pequeñas comunidades en la
búsqueda de soluciones a sus problemas locales, los principios
y métodos del desarrollo de la comunidad constituyen quizá la
contribución científica y profesional más importante del Trabajo
Social del Siglo XX.  Y como concepto y práctica de acción social
puede aún seguir haciendo una contribución significativa en los
procesos de educación y concientización de la sociedad en los países
del Tercer Mundo, factor que constituye uno de los mayores retos
en el siglo que se ha iniciado.
Su validez conceptual reside en el reconocimiento de que
los individuos y los grupos afines tienen una capacidad potencial
intrínseca para comprender críticamente su realidad, intentar su-
perarla y reaccionar positiva y organizadamente en búsqueda de
reivindicación y soluciones prácticas a sus problemas. Su poder
instrumental surge de su capacidad para movilizar a las pequeñas
comunidades, —particularmente las marginadas, rurales y urba-
nas— para tomar conciencia crítica de su situación y su poder
de iniciativa, liberar sus potencialidades individuales y colectivas,
desencadenar su capacidad creativa, organizarse como grupo de
acción y movilizarse en procura de soluciones para sus problemas
inmediatos, tanto sentidos como reales. Y su método dispone de
instrumentos eficaces para organizar dichas comunidades e indu-
cirles por la vía educativa nuevos y positivos valores socioculturales,
actitudes constructivas, motivaciones de superación y solidaridad, y
aptitudes para cumplir funciones y trabajos encaminados a resolver

21  Académico colombiano, experto en Planificación urbana, Planificador del Desarrollo,


Miembro de Número de la Academia Colombiana de Ciencias Económicas y Miembro
Vitalicio de la Sociedad Colombiana de Arquitectos. Entrevista realizada a Utria en el año
2009, basado en esto de desarrolló el escrito con base en guía enviada en el mismo año.

190 |
problemas. La construcción, fundamentación y difusión didáctica
de estos principios y métodos constituyen la parte vertebral de la
obra académica y profesional de Ezequiel Ander-Egg.
Con estos enfoques y métodos fueron movilizadas numerosas
y pequeñas comunidades en India, Pakistán, Filipinas, Tailandia,
Egipto y otros países asiáticos y africanos, así como numerosos
latinoamericanos y caribeños, al impulso de las Naciones Unidas
y la Unión Panamericana —hoy Organización de Estados Ameri-
canos— y una pequeña legión de trabajadores sociales, sociólogos,
antropólogos, médicos, educadores y expertos en agricultura, riego,
vivienda, cooperativismo, artesanías y varias otras actividades técni-
cas que surgieron en el ámbito de la asistencia técnica internacional
para llevar a los países los respectivos programas de organización y
desarrollo comunitario. Entre estos legionarios se destacaron por
su inspirada contribución en Latinoamérica y el Caribe, además,
Carolina Ware, Gabriel Ospina, Ezequiel Ander-Egg, Ricardo
Pozas, Tom Girvan, Carola Ravel, Rubén Darío UtriaGrosser,
Maritza Izaguirre, Larry Moore, Carlos María Jiménez, Herman
Kruse, Guillermo Medina, Hugo Torres Goitía, Rosendo Escalante,
Max Miñano, VitolVicicki, Lola Rocha Sánchez, Grisol Ponce de
León, Rudolf Rezsohas y muchos otros.
Fue en este estimulante ámbito de trabajo profesional comu-
nitario en el cual Utria conoció a Ezequiel Ander-Egg, quien en los
comienzos de los años sesenta —y no obstante su juventud—, ya
era un miembro destacado de la misión de las Naciones Unidas y
la OEA que vino a Colombia a organizar y movilizar comunidades
rurales y urbanas. Desde el comienzo le impresionó su entusias-
mo evangelizador, su gran dedicación e inspiración en su trabajo
y su profesional preocupación por los aspectos conceptuales y
metodológicos del desarrollo comunitario. Esta vocación quedó
confirmada con el tiempo en sus tres excelentes volúmenes sobre
el tema: “Metodología y Práctica del Desarrollo de la Comunidad:
Historia, significado y alcance”; “Metodología y Práctica del Desa-
rrollo de la Comunidad: ¿Cómo hacer?”; “Metodología y Práctica
del Desarrollo de la Comunidad: ¿Qué hace?”; y varios otros. Los

| 191
tres primeros han llegado a más de 30 ediciones, y en Colombia
la Universidad Colegio Mayor de Cundinamarca los ha reeditado
y difundido para uso de sus estudiantes y profesores. 
Como lo anota Ander-Egg, por diversas razones en los últi-
mos decenios los programas de desarrollo de la comunidad han ido
perdiendo interés por parte de los gobiernos y particularmente en
Latinoamérica y el Caribe; y también Naciones Unidas, la OEA y
otros organismos de cooperación técnica internacional han venido
desmontando sus actividades en este campo. Considera que ha
sido el propio Ander-Egg —quizá el más inspirado contribuyente
y difusor de sus conceptos y métodos— en una actitud científica
que da fe de su objetividad analítica y su honestidad intelectual,
quien ha hecho una interesante “Revisión crítica de medio siglo
de realización de programas de desarrollo de la comunidad (1947-
1997)” y ha identificado cuatro causas de la crisis.
En la primera, que denomina “el gran espejismo”, señala la
fallida aspiración de que dichos programas llegaran a formar parte
de los planes nacionales de desarrollo, en los cuales los gobiernos
suelen condensar sus políticas, estrategias y programas de desarrollo
del respectivo país. En la segunda, incluye “los falsos supuestos en
que se apoyaron muchos de los programas”, tales como “la conside-
ración de las comunidades como si fueran realidades homogéneas
con intereses compartidos”; y “una concepción ingenua acerca del
comportamiento y conductas de las personas cuando se les proponen
acciones de bien público”. En la tercera, señala la frustración de los
“logros que se pensaban alcanzar, pero que no tuvieron en cuenta
los factores exógenos y las situaciones contextuales que los condi-
cionaban”, tales como “el poder integrado de proyectos sectoriales
y de servicios sociales”;  la “contribución al fortalecimiento de los
gobiernos locales”; “el desarrollo de la comunidad como mecanismo
o instrumento de cambio social”; y “la formación de líderes loca-
les como factor potenciador de la participación popular”. Y en la
cuarta, destaca “las ideas claves del desarrollo de la comunidad que
han permanecido a lo largo de medio siglo”, algunas de las cuales
no tuvieron asidero en la realidad política de los países, tales como

192 |
la integración de las comunidades con la acción de los gobiernos;
que buena parte de los programas se realizaron “en comunidades no
integradas a la vida del país”; que había que “permitirles contribuir
al progreso nacional”; y “que los gobiernos están interesados en el
progreso económico, social y cultural de las comunidades”.
Tiene mucha razón Ander-Egg en el anterior señalamiento
de las causas que han venido desalentando los programas basa-
dos en los principios y métodos del desarrollo de la comunidad.
En efecto, el escenario político comunitario original de los años
cuarenta y comienzos de los cincuenta fue cambiando en forma
acelerada al impulso de la urbanización concentrada, el desarrollo
y la consolidación de la radio y la televisión y su penetración en la
educación rural y en la comunicación social en general; las prácticas
demagógicas y clientelistas de los partidos políticos y sus líderes, el
acaparamiento de los recursos financieros e institucionales de los
programas de desarrollo social por parte del programa  “Alianza
Para el Progreso”, promovido por el gobierno de los Estados Uni-
dos; el control político y sociocultural de las comunidades rurales
por parte de los terratenientes; la explosión de la modernidad y
su incidencia en el cambio social; la irrupción de los partidos y
movimientos revolucionarios y social-demócratas en el escenario
electoral, la introducción de la violencia conservadora en las áreas
rurales y muchos otros factores afines y conexos.
En este contexto adverso, el control y manejo político-
electoral de las aspiraciones de las comunidades, por parte de
partidos y políticos derechistas “modernizados” y “mecanizados”,
desplazaron al movimiento comunitario en los programas sociales
de buena parte de los gobiernos; y la dinámica y la autonomía de
las pequeñas y marginales comunidades, que constituían el eje
de los programas de desarrollo comunitario, fueron quedando a
merced de los nuevos políticos y autoridades locales. Simultánea-
mente, en las ciencias sociales y la academia, particularmente en la
politología, hicieron irrupción nuevos enfoques del Trabajo Social
que comenzaron a otorgar mayor importancia a la dinámica y el
poder de “las masas” que a las comunidades, y a la movilización

| 193
de las multitudes que a las pequeñas comunidades. Por su parte, la
consolidación del sindicalismo como instrumento de lucha social
y política en pro de las reivindicaciones sociopolíticas contribuyó,
en gran medida, al proceso de desplazamiento del movimiento
comunitario. Así mismo, en el campo de los estudios de los pro-
cesos del desarrollo nacional, fue decantándose un enfoque más
incluyente, totalizador y de contenido político de la participación
ciudadana: La participación popular22. Ésta se presentó como un
concepto más acorde con la fisonomía de los movimientos políti-
cos reivindicatorios, como una vía de participación en la toma de
decisiones del Estado y de cooperación por parte de la población
en la ejecución de los programas del sector público, como una
versión latinoamericana; la autogestión en vigencia por entonces
en algunos países “no alineados”, como Yugoeslavia, Libia, Argelia
e India, y como una respuesta a las expectativas de una democracia
popular en boga en ese momento.
Posteriormente, con el advenimiento de las doctrinas políti-
co-económicas neoliberales y su globalización, todos los conceptos
y prácticas de la participación ciudadana y el Trabajo Social urbano
y rural, así como las reivindicaciones populares fueron arrogante-
mente condenados y erradicados; y —recuérdese bien—, quienes
hablaban hace 30 años y siguieron hablando de los potenciales de
la población débil y la participación comunitaria, fueron ridicu-
lizados por los políticos, economistas y académicos neoliberales
como “dinosaurios”.  No obstante, este escenario adverso de “capi-
talismo salvaje” —cuya superación parece cada día más próxima al
empuje de su actual crisis económica sistémica-, los principios del
desarrollo de la comunidad siguen siendo válidos particularmente
en la medida en que los nuevos gobiernos populares rescaten, des-
pojados de todo clientelismo, la iniciativa y la capacidad creadora
y participativa de las comunidades y de la población organizada
en general. Y en esta deseable atmósfera socio-política y cultural,

22  Véase, ejemplo, R.D. Utria: Desarrollo Nacional, Participación Popular y Desarrollo
de la Comunidad en América Latina. UNESCO/CREFAL, Pátzcuaro, México 1969.
Publicado también en la Revista de la Comisión Económica y Social de las Naciones
Unidas, CEPAL, Santiago 1970.

194 |
el pensamiento y el trabajo de Ezequiel Ander-Egg emergerá de
nuevo como un instrumento válido y necesario. 
Rubén Darío Utria retoma el aporte que para él ha tenido
mayor significación en el desarrollo del conocimiento científico y
profesional de Ander-Egg, que consiste en el análisis que hace al
desarrollo de una sociedad, desde la propuesta metodológica del
“Desarrollo de las Comunidades”; rescata su historia, su evolución
y, lo más importante, reflexiona sobre la actual realidad de las co-
munidades, resaltando la validez de esta propuesta científica para el
desarrollo de las comunidades y de la sociedad misma en el futuro.

Clemencia Gaitán De Rojas23


Clemencia recuerda que, como persona. Ander-Egg se defi-
nía como militante, comprometido; era denominado por aquella
época como revolucionario. Esta palabra “militante” trae su origen
en el humanismo marxista. Su compromiso era con la revolución.
Expresa que su contacto con Ander–Egg surgió en la época de la
reconceptualización del Trabajo Social. Lo conoció por primera vez
cuando se estaba estrenando como padre en su último matrimonio
(el cual no conoce) y, entonces, lo pudo percibir como un ser muy
familiar. Podría definir a Ander-Egg como una pareja que ayuda
y que se puede ver como amigo, compañero de trabajo y colega.
La trabajadora social Clemencia Gaitán ve a Ander-Egg
como colega y que tienen intenciones profesionales en común: la
transformación de la realidad. Por los aportes, sin lugar a dudas,
Ander-Egg ha contribuido al desarrollo de la carrera. Como per-
sona, lo percibe como un ser amoroso, cercano y sereno.
Nota un sesgo bastante político, en cuanto sabe dónde está
el poder y cómo llegar a él. Entendiéndose poder no como acción
para transformar, sino para establecer redes de amistad y así alcanzar
sus objetivos.

23  Trabajadora Social de la Universidad Javeriana, Directora del Programa de Trabajo


Social de la Fundación Universitaria Monserrate, Bogotá – Colombia. Entrevista
realizada en Bogotá. 2009.

| 195
Le llama la atención el hecho de que, increíblemente, Ander-
Egg es para Trabajo Social, sin ser trabajador social, un ser que ha
aportado mucho al desarrollo de la profesión. Y este aporte se ve en
las obras que ha publicado, y en la didáctica con las que la presenta,
destacando entre todas, las obras de: investigación y planeación.
Es además conocedora de sus varias carreras y su experiencia como
consultor y asesor en el área de comunidad.
Descubre la obra de Ander-Egg por el libro La planificación
del bienestar social, pues fue la que más le sirvió para el desarrollo
de la política social y todo lo relacionado con el bienestar. En esta
obra se recogen todos los indicadores de bienestar social propuestos
por Naciones Unidas en 1966, lo que aportó mucho en relación
con la medición del desarrollo (en esa época no se hablaba de indi-
cadores como en la actualidad). Considera, y espera no estar mal,
que este documento pudo haber iluminado el informe de Naciones
Unidas. Fue muy novedoso el cómo se expresaban los indicadores y
cómo éstos podrían caracterizar el estado de una población a nivel
de satisfacción de necesidades, a nivel de carencias, etc.
Los libros de Ander-Egg que más recuerda, por su im-
portancia y uso en su carrera son: el libro de cabecera para ella,
Introducción a la planificación (1982) Humanitas, editorial que
también publica el “Diccionario de Trabajo Social” y destaca cómo
el actual “Diccionario de Trabajo Social” retoma algunos trabajos
de Ander-Egg; otro libro es el texto obligado para el trabajo con
la comunidad: “Metodología y práctica del desarrollo de la comu-
nidad”, resalta otros libros que son relativamente más recientes,
como: “América Latina” y los “Desafíos de la política social y For-
mulación de la política social” e “Introducción al Trabajo Social”,
(de Siglo XXI Editores).
Reconoce, con respecto las obras de Ander-Egg, su aporte a la
animación sociocultural, que inició trabajando en el desarrollo de la
comunidad, y otros trabajos como la “Pedagogía Autogestionaria”.
Clemencia Gaitán de Rojas resalta la importancia que repre-
senta Ander-Egg en el quehacer metodológico de la profesión y

196 |
en el haber sistematizado la historia del Trabajo Social. Las obras
iniciales con respecto al Trabajo Social son, para ella, las más re-
presentativas y útiles, dado que fueron las que hicieron parte de
su formación como profesional y como docente.

Luis Didier Araneda Alfero24


Ezequiel Ander-Egg, peregrino de América Latina y del
mundo, procurando siempre la convivencia y las relaciones entre
los seres humanos, sin distinciones de ninguna naturaleza, inclu-
sive de fronteras. Precisamente, por esta razón, hace pocos años
la Universidad de Coimbra de Portugal le concedió la distinción
“CIUDADANO DEL MUNDO”.
Ha sido y es un incansable luchador por la justicia, la equi-
dad y la paz; defensor infatigable de los Derechos Humanos y de
una sociedad incluyente; aliado por siempre de los pobres y nece-
sitados en la búsqueda, para ellos, de una vida mejor; en fin, un
hombre que ha hecho de su vida un auténtico apostolado social y
permanente invitación a la esperanza. Su carácter y temperamento:
siempre alegre, optimista, jovial y comunicativo, no demuestran el
costo que en lo personal, familiar y profesional le ha significado la
defensa cotidiana de los más altos valores del hombre. Superó con
entereza, optimismo y esperanza, las serias lesiones físicas que le
propiciaron la opresión y agresión de las hordas fascistas de su país.
Luchó contra corrientes detractoras y nada impidió, que desde el
exilio siguiera su vida de entrega total al “otro” y a su “madre tierra”.
Ezequiel demuestra su humanismo militante, conjugando en
su actuar cotidiano tanto la idea como la práctica, que en su vida per-
sonal es inseparable de su quehacer profesional y dotado de nutrida
personalidad. Su fructífera trayectoria como hombre auténtico se ha
caracterizado por un extraordinario humanismo, gran sensibilidad,

24  Chileno, Trabajador Social, Profesor de la Escuela de Trabajo Social, Universidad


de Cuenca, Ecuador. Escrito realizado por solicitud de las autoras con base en guía
en el año 2009. Dicho escrito fue revisado en el encuentro realizado en Guayaquil
en el mismo año.

| 197
inmensa solidaridad y calidad como amigo, de una integridad moral
e intelectual a toda prueba, un hombre que no conoce el odio y que
tiene la virtud (aunque a veces le ha significado muchos problemas
y sin sabores) de tener plena confianza en los demás.
Esta breve caracterización de Ezequiel, formada en el tiempo
de conocerle, se explica por qué al pensar en Ander-Egg, se hace en
términos de “EL HOMBRE, EL PROFESIONAL, EL AMIGO”.
Él conjuga esta trilogía total y exquisitamente en su intenso vivir.
Un hombre que ama la naturaleza, al prójimo, que sufre con los
que sufren, que ama a la vida en plenitud. Un profesional que se
ha formado, y se forma a sí mismo, para formar a los demás y que
está perfeccionándose a diario porque es consciente que vive “en
la provisionalidad” -en términos de él mismo-, ya que el mundo
cambia vertiginosamente; en consecuencia, los conocimientos
quedan rápidamente obsoletos, todo lo cual constituye para él, un
imperativo de formación permanente (esto lo ha escrito, o como
él dice: lo ha socializado y lo practica). El amigo, palabra para él
de un inmenso significado que la traduce en su práctica y diario
vivir por el mundo entero, en una entrega y servicio desinteresado
y total al prójimo.
De esta manera se presenta como un hombre auténtico, en el
más amplio y mejor sentido del término. Su vida y obra está siendo
escrita por tres distinguidas profesionales de la hermana República
de Colombia. Tarea esta que merece felicitaciones de cientos y miles
de profesionales de las más amplias disciplinas, especialmente de
los de las ciencias sociales y particularmente del Trabajo Social, no
sólo de (Latinoamérica), sino de todos los continentes.
Si difícil resulta siempre hacer referencia a una persona. No
se diga en este caso, en que hay tanto que decir de este hombre, ya
que es, por esa misma razón, aunque parezca paradójico, complejo
el cómo hacerlo, precisamente por su carácter multi o polifacético.
A Luis Araneda le es complicado referirse a Ezequiel, siguiendo
ciertos patrones, pautas o cánones tradicionales, porque hay que
reflejarlo como es. Él ha sido en su vida total y plena una amalgama
que conjuga lo mejor de todas las facetas que rodean al hombre.

198 |
De ahí que se permita dar “rienda suelta” a sus sentimientos, visión
y percepción de Ezequiel, sin seguir rigurosamente un orden o
esquema predeterminado.
En el ámbito profesional, Ander-Egg culminó cinco carreras
universitarias, alcanzando el grado de Doctor en ciencias políticas
y económicas. Ha incursionado en el campo de la política social,
la planificación social, la economía, el Trabajo Social, la investiga-
ción, de la animación sociocultural, del periodismo popular y de la
ecología, para nombrar las más relevantes. En todas estas disciplinas
ha escrito numerosos textos, ha organizado y promovido encuen-
tros y seminarios para profundizar en sus análisis y, a la vez, para
que sirvan de perfeccionamiento a profesionales en sus respectivas
disciplinas. Tal vez sea ésta una de las muchas características o pecu-
liaridades de Ezequiel que merece ser destacada. No se ha quedado
nunca en sólo aprender y en escribir sus experiencias, que es ya un
medio de transmisión y formación, una especie de vocación en él,
sino que ha estado permanentemente organizando eventos que
tienen precisamente la finalidad de que los profesionales de distin-
tas áreas del saber se formen y perfeccionen. Encuentros que han
tenido el sello “Ander-Egg”, en el sentido de ser tremendamente
participativos, educativo-formativos, con una carga humana que
lleva a todos los participantes a identificarse y compartir en todo,
promueve el intercambio de experiencias, llevando a un mejor y
mutuo conocimiento y a un aprendizaje del otro, que hace que
estos encuentros sean muy enriquecedores.
Ha sido consultor y experto internacional de la ONU,
UNICEF y UNESCO en diversos campos de los que es especia-
lista; catedrático y profesor visitante en más de 175 universidades
de América Latina y Europa y Director académico de más de 100
cursos Internacionales. Sobre su vida y su pensamiento se ha hecho
una tesis doctoral.
En los ámbitos de la paz, la justicia y los Derechos Humanos
ha sido un luchador infatigable para conseguir sus objetivos y alcan-
zar logros. En estos ámbitos, se ha reunido y dialogado con líderes
mundiales de toda naturaleza: ateos, cristianos, judíos, musulma-

| 199
nes, etc.; no se diga con líderes políticos y gobernantes. En estos
precisos momentos (2010) está participando en diversos lugares
del mundo en reuniones y eventos que tratan sobre el problema de
la globalización, tema acerca del cual también tiene publicaciones.
Otra de las “debilidades” de Ezequiel es escribir, es un infa-
tigable y empedernido escritor; trabaja entre doce y catorce horas
diarias, con una disciplina, constancia y tenacidad ejemplares; esto
en todos los aspectos de su vida: en el sueño, en las comidas, en
la reflexión, en la acción (trabajo propiamente). Tal vez su afán de
servir a los demás y de socializar sus cocimientos lo ha llevado a
escribir de esta manera. Su primer libro lo escribió, allá por el año
1954, y hasta hoy ha escrito ya 166, considerando las publicacio-
nes individuales (la gran mayoría), las que ha compartido como
coautor y las obras colectivas. Todos sus libros tienen su sello: el
ser didácticos, claros y amenos, lo que hace fácil su lectura, aun los
más técnicos o en los que trata temáticas complejas y de profundo
contenido científico o filosófico. Se han vendido, de sus obras,
más de tres millones de ejemplares. Hace poco terminó su último
libro, el número 166, que tituló: “Como envejecer sin ser viejo”
en donde narra su propio modo de asumir la vida, qué es lo que
hay que hacer, como dice él, “para vivir 120 años”. Este testimo-
nio demuestra mucho de su personalidad: optimismo, esperanza,
constancia y perseverancia.
En el aspecto político-ideológico, Ezequiel es un hombre
comprometido con los pobres, marginados y excluidos en general.
No es militante de partido político alguno, pero tal vez más com-
prometido y luchador que muchos de los clásicos y tradicionales
revolucionarios. En esta línea, él mismo se declara librepensador
y sólo le preocupa, y por ello lucha, la liberación del hombre, su
superación y para que sea cada vez más persona. Un hombre que
no sabe odiar y que rechaza la opulencia, el despilfarro y la discri-
minación en una sociedad, como dice: “en que hay millones que
sufren de pobreza extrema y miles y miles de niños que mueren de
hambre”. Pluralista por excelencia, dispuesto a escuchar y aprender
de todas las tendencias y corrientes de pensamiento.

200 |
Para complementar lo dicho en cuanto a la personalidad de
Ezequiel, Araneda transcribe una parte de una entrevista que le
hiciera la profesora María Jesús Varilla, de la Universidad de Murcia
(España). Ante una de sus preguntas, respondió: En verdad, he
cometido bastantes errores en mi vida, pero no me deprimo por
ello. Trato de mejorar y me gusta que me señalen defectos y errores
para rectificarlos… otras veces soy controvertido/contradictorio,
porque no encajo en los moldes o etiquetas al uso “marxista”,
“cristiano”, “personalista”, “socialista”, etc. Es la contradicción
que se ve en toda persona que -evitando caer en el dogmatismo,
actuando como buscador de verdad y no como poseedor de ella-,
asume la complejidad de la realidad y admite la parcela de verdad
que viene de cualquier sistema de pensamiento, postura política
u opción ideológica o religiosa” (1995)”, y en otra parte de la
misma entrevista, manifiesta: “Creo que, más que contradictorio,
soy desconcertante en mi búsqueda de coherencia con un estilo
de vida no convencional y con un inconmovible sentimiento de
independencia: libre para pensar y para vivir…” (1995).
Araneda ha dejado para lo último el comentar los aportes de
Ezequiel en el campo del Trabajo Social, lo que es que le permitió
conocerlo y compartir con él muchísimas veces, por ser ésta una de
sus profesiones en las que más se ha desenvuelto. En efecto, decía
anteriormente que ha contribuido, de distintas maneras, en varias
áreas del conocimiento, pero en el Trabajo Social, su presencia,
colaboración, aporte y contribución bibliográfica, especialmente,
ha sido extraordinaria. Es posible que en otras disciplinas haya
también contribuido en forma significativa, pero ligado a esta
profesión es como más lo ha conocido. Y lo curioso e interesante
en relación con esto último, es el ser trabajador social.
Junto a otros profesionales trabajadores sociales, allá por el
año 65 del siglo pasado, promovió e incentivó lo que se llamó la
“Reconceptualización del Trabajo Social”. A este grupo de profe-
sionales se les conoce con el nombre de “Generación del 65”. Este
acontecimiento, con defectos y virtudes, detractores y defensores,
aciertos y errores, constituye un hito en la historia de nuestra profe-

| 201
sión. A partir de ella, el Trabajo Social dio un salto cualitativo en sus
aspectos teórico, ideológico, metodológico, doctrinario, entre otros.
Desde ese entonces, y a partir de ese movimiento que se inició en
los países del cono sur, el Trabajo Social latinoamericano trascendió
las fronteras continentales e inició un proceso de “crecimiento”,
que, con altibajos, se mantiene hasta ahora. Lo más importante y
trascendente es que a partir de este movimiento de reconceptuali-
zación, se forjó un Trabajo Social auténticamente latinoamericano,
tomando conciencia, sus profesionales, de que su quehacer debía
responder a los requerimientos de nuestra sociedad. Se produjo en
esos años un despertar de los trabajadores sociales, con un deseo
extraordinario de perfeccionamiento y actualización nunca visto
antes, no sólo en el Trabajo Social, sino también en muchas otras
profesiones. Y en esto tuvo mucho que ver la presencia y actuación
de Ezequiel, sin desmerecer, por cierto, el aporte y trabajo de otros
colegas. En este contexto, uno de los aspectos relevantes en el que
también tuvo participación, fue en la organización de los llamados
“seminarios regionales latinoamericanos de servicio social”, que
fueron los encargados de llevar la antorcha, por así decirlo, de la
Reconceptualización. Estos eventos que no tenían ningún financia-
miento oficial o de institución alguna, por cuanto aparecían como
disfuncionales en esa época, fueron productos de los esfuerzos de
toda índole, incluyendo el económico, por cierto, de trabajadores
sociales y profesionales de las ciencias sociales que se sintieron
atraídos por ese proceso. El primer seminario se realizó en Porto
Alegre (Brasil); el segundo en Montevideo (Uruguay); el siguiente,
en General Roca (Argentina); el cuarto, en Concepción (Chile) y le
siguieron en Cochabamba (Bolivia), nuevamente en Porto Alegre y
el último en Lima (Perú) en 1974. La situación política que vivía
latinoamerica en esos años, recuérdese que la “década del setenta”,
se caracterizó por brutales y sangrientas dictaduras militares en casi
todos nuestros países, impidieendo que este tipo de eventos se con-
tinuaran realizando y, en general, que se siguieran difundiendo los
postulados y principios de la “Reconceptualización”. Sin embargo,
la “llama” de lo que significó este movimiento, no se apagó, y hoy
sigue encendida, desarrollando otras líneas, con otros actores por

202 |
cierto y, además, en muchos otros lugares del continente, pero
manteniendo aquella tendencia que surgió en los sesenta: la de una
inquietud por el perfeccionamiento, la actualización y la búsqueda
de un Trabajo Social cada día más científico.
Si en ese episodio del Trabajo Social, Ezequiel Ander-Egg
tuvo un destacado e importante aporte, no lo es menos en otro
momento significativo en nuestra historia profesional, refiriéndonos
a la creación del Centro Latinoamericano de Trabajo Social. El
propio Ezequiel, en su libro Historia del Trabajo Social, escribe:
“El CELATS fue creado en julio de 1974 en la ciudad de San José,
Costa Rica, en una reunión realizada antes de la Asamblea de
ALAESS, conforme a lo que ya había convenido el Presidente de
ALAESS, Luis Araneda y el Director del Proyecto de Trabajo Social
del ISI, WilliErl. Nace pues, como organismo de la Asociación La-
tinoamericana de Escuelas de Servicio Social y como concertación
-así se dice en el folleto de presentación- de aspiraciones explicitadas
por amplios sectores de trabajadores sociales latinoamericanos que
en los últimos años han venido planteando una posición crítica y la
búsqueda permanente de un Trabajo Social acorde con los intereses
de transformación de nuestros pueblos”.
Este nuevo organismo, que inicia sus actividades formalmen-
te en enero de 1975, fue determinante para que los trabajadores
sociales se sintieran incentivados para escribir, investigar, asistir
a distintos eventos profesionales. Se inició con el CELATS una
época de mucha producción literaria, de frecuentes congresos,
seminarios y cursos, se desarrollaron proyectos de investigación en
el ámbito del Trabajo Social, se analizaron las necesidades de los
sectores populares del continente y se propusieron acciones para
solucionar esas necesidades, se dictaron cursos de capacitación y
perfeccionamiento, todo ello enmarcado dentro de los objetivos
que se planteó este organismo. Podría decirlo sintéticamente: fue
una época de mucha efervescencia profesional.
Lo anterior es importante porque en la creación del CELATS,
nuevamente estuvo presente la figura de Ezequiel AnderEgg. En

| 203
efecto, dice Araneda encontrándose ejerciendo la Presidencia de
la Asociación Latinoamericana de Escuelas de Servicio Social
(ALAESS), nos contactamos con dirigentes de la Fundación
Konrad Adenauer, de la que dependía el Instituto de Solidaridad
Internacional –ISI-, y que a la postre financiaría este proyecto; él
posibilitó el viaje a Alemania y los contactos necesarios para concre-
tar esta idea, que venía siendo muy sentida entre muchos sectores
profesionales de América Latina y que reclamaban un espacio para
“crecer” profesionalmente en el contexto que lo señalaba AnderEgg
en la cita anterior.
Pero el aporte de Ezequiel al Trabajo Social no queda en
lo antes descrito; igual lo son los textos que, relacionados con la
profesión, ha escrito. Sus obras son muchísimas, algunas de ellas
son: “Qué es el Trabajo Social”, “Introducción al Trabajo Social”,
“Metodología del Trabajo Social”, “Diccionario del Trabajo Social”,
“Historia del Trabajo Social”, “Trabajo Social en la Encrucijada”,
“Desafío de la Reconceptualización”, “Técnicas de Investigación
Social” (cuya primera edición, en 1959, fue un ejemplar de 92
páginas, y ahora son seis volúmenes que suman alrededor de 1600
páginas), “Teoría y Práctica de Desarrollo de la Comunidad”, (así
mismo, que siendo un pequeño libro en su primera edición, hoy
son tres volúmenes). Es innegable que los estudiantes y profesio-
nales del Trabajo Social tienen éstos y otros textos de Ezequiel,
como las obras de consulta diaria; para los profesores son la base de
clases, de lectura obligada para los estudiantes y objeto de análisis
y discusión con ellos.
Para escribir estas líneas, ante el pedido de las colegas Lola
Saavedra Guzmán y Patricia Duque Cajamarca, tuvo que “volver
sobre sus pasos” y recurrir a la memoria, pues estas letras son un
testimonio de cómo se ve a partir de las oportunidades compartidas
con él. Es probable que se haya omitido muchas otras facetas de su
vida, pero en todo ha pretendido ser lo más honesto posible en mis
sentimientos y apreciaciones hacia este hombre, profesional y amigo.

204 |
Josefina Acosta Carbonel25
Recuerda a Ander-Egg como profesional que se enfrentaba
a un exilio, y que compartió con su esposo Antonio García una
ideología y una concepción política.
Inicia refiriéndose a las dos razones por las cuales Ander-Egg,
en los años 60, no tuvo tanta aceptación en el gremio profesional
de las trabajadoras sociales: primera, por no ser trabajador social;
y segunda, porque su posición iba más allá de una concepción
tradicional del Trabajo Social, caracterizada por ser muy estática.
En contraste, Ander-Egg reconoció el dinamismo de la profesión,
pues ésta superaba todo cientificismo social o sociológico, razón
por la cual decidió fortalecer el ejercicio de los trabajadores sociales,
ya que es una profesión dedicada al pueblo.
Define a Ander-Egg como una persona convencida de su que-
hacer profesional, con una fuerte organización mental y dedicado
a trabajar por la gente. De hecho, su pensamiento está dirigido a la
transformación de los pueblos. Es una persona a quien denomina
como “revolucionaria”, toda vez que en él reconoce su posición
ideológico-científica, pues está siempre trabajando y produciendo,
a partir de su continuo ir de un lado para otro entre la teoría y la
práctica. Así mismo, es importante reconocer en Ander-Egg su
constante deseo de motivar en los demás el ejercicio creativo.
Lo recuerda en momentos de convivencia y conversación,
cuando él contaba de su exilio y de sus viajes por España, Ar-
gentina, Chile, entre otros países, en los que promulgaba que el
Trabajo Social es una profesión en la que se puede pensar y hacer.
Además, evoca que él pasó un periodo en Colombia, después de
haber superado la persecución de la que fue objeto en Argentina.
Ander-Egg es un gran amigo de la familia García Acosta,
compartieron viajes en los que cada familia brindó hospitalidad a
la otra. En estas experiencias siempre mostró Ezequiel un gran po-
tencial, un ser realmente incansable, trabajador y que no se detenía

25  Colombiana, Trabajadora Social, docente investigadora de la Universidad Nacional


de Colombia y esposa del intelectual Antonio García, con quien analizó los problemas
sociales latinoamericanos. Entrevista realizada en Bogotá. 2009.

| 205
nunca, siempre creando ideas, planificando obras y replanteando
discusiones acerca del avance del conocimiento. Los temas de in-
terés por aquel entonces, y que no han perdido vigencia, fueron,
entre otros, la situación de los pueblos marginados del mundo,
el florecimiento del imperialismo y las manifestaciones anti-
imperialistas, así como su relación con la crisis en la cooperación
mundial, e inclusive la relación entre industrialización y colonia-
lismo económico. También lo reconoce como el científico social
que ha logrado algo que muy pocos alcanzan: unir la ciencia con
la práctica y con la creación de lo que enseña, ya que en el Trabajo
Social es un asunto muy difícil. Es todo un pensador y al mismo
tiempo pendiente que se realice lo que se planea.
De la producción científica de Ezequiel, lo que más le impacta
por su novedad es el concepto de animación sociocultural, que
permitió a muchos profesionales del Trabajo Social romper con el
carácter tradicional de la profesión. De hecho, la trabajadora social
Josefina Acosta lo puso en práctica en su última etapa laboral en la
Universidad Nacional. Otro de los temas que estrecharon su rela-
ción profesional fue el de la planificación, tema novedoso para la
época y trabajado con dedicación por el maestro Antonio García.
Recuerda el interés de Ander-Egg por dejar testimonio escrito del
pensamiento y obra de Antonio sobre la “Teoría de la dependencia”;
sin embargo, por razones políticas este proyecto nunca se consolidó.
Otra experiencia de vida compartida entre Antonio García
y Ezequiel Ander-Egg fue el haber sufrido el exilio, que se dio en
circunstancias similares. Recuerda que durante el gobierno del
General Gustavo Rojas Pinilla, Antonio tuvo que abandonar el
país para proteger su vida y la de su familia. Además los unía su
común sentido de lucha en beneficio del mejoramiento de la ca-
lidad de vida de los pueblos. Recuerda que la esposa de Ezequiel
llamó muy angustiada un día, pidiendo ayuda para que se llamara
a Naciones Unidas, pues las tropas argentinas habían entrado en
su casa buscando a Ander-Egg. Afortunadamente él pudo escapar y
contar con la ayuda de grandes amigos que lo ayudaron a refugiarse
y a salir adelante. Todavía no se explica cómo Ezequiel logró salir
con vida de esta situación.

206 |
Evaristo Gonzalez Rincón26
Su aproximación al pensamiento y la obra de Ezequiel Ander-
Egg, se enmarca en la especial circunstancia de haber pretendido,
a nivel personal, ejercer como el Maestro, de manera simultánea y
complementaria, la docencia, la investigación y la planificación y,
fundamentalmente, por haber podido autodefinirse en la práctica
como un trabajador de lo social.
Desde esta visión centrada en el ejercicio de la profesión, con-
sidera que en Latinoamérica no ha existido, en los últimos cincuenta
años, ningún trabajador de lo social que no haya recibido en el
ejercicio de la cátedra, la investigación y/o la praxis social el influjo
del Maestro Ander-Egg. Igualmente, tiene la convicción que en el
mundo científico y académico de otras latitudes, su pensamiento y
su obra deberá ser y de hecho ya lo es, referente obligado de quienes
pretendan indagar, sobre lo que ha sido y lo que puede y debe ser
el desarrollo de las Ciencias Sociales en general y de la praxis social
en particular, en esta amalgama de países, llena de potencialidades
y contradicciones llamada Latinoamérica.
Otra circunstancia fundamental es el conocimiento personal
del Maestro, al tener la oportunidad de participar con él, como
ponente, en dos encuentros internacionales realizados en la Uni-
versidad Colegio Mayor de Cundinamarca sobre comunidad y
tendencias metodológicas de intervención comunitaria, en 1996
y 1997, respectivamente.
En este contexto, con el apoyo conceptual y metodológico
del “Método Histórico Crítico”, intenta dar respuesta, a nueve
(9) cuestionamientos que corresponden a igual número de ejes
transversales de análisis, a partir de la lectura de nueve (9) obras
de Ander-Egg. Dichos textos constituyen una muestra represen-
tativa, base para la identificación y descripción de los atributos
distintivos del Maestro.

26  Colombiano, profesor investigador, Exrector universitario, asesor y consultor, autor de


metodologías de intervención comunitaria. Escrito elaborado con base en guía. 2009.

| 207
1. El Método Mayéutico ¿Cómo lo dijo?
La primera característica de la obra de Ander-Egg, es la uti-
lización recurrente y sistemática para su discurso argumental, de
un modelo mental eminentemente mayéutico, que se manifiesta
en cuatro constantes:
• Utilizar la pregunta como estrategia didáctica funda-
mental en contraposición al sistema tradicional, en el
cual la pregunta tenía una intencionalidad eminente y
exclusivamente evaluativa.
• Emplear ese don especial que debería poseer todo docen-
te investigador: el de formular y tratar de responder viejas
preguntas para nuevos problemas y nuevas preguntas para
resolver viejos problemas.
• Haber adquirido la innata capacidad de tratar, la mayoría
de las veces con éxito, de responder predictiva y acertada-
mente las preguntas aún no formuladas, motivado tal vez
por el convencimiento que es “mejor enseñar a pensar que
enseñar pensamientos” y que el verdadero conocimiento
y dominio de un tema puede ser deducido y comprobado
“más por lo que se pregunta que por lo que se contesta”.
• Considerar que la pregunta como estrategia didáctica es
el instrumento más expedito para establecer el diálogo
socrático en la búsqueda y obtención del conocimiento.

2. La forma de presentación y sustentación de su producción


intelectual
Desde el punto de vista eminentemente actitudinal, se des-
prende una segunda característica relacionada con la forma cómo
Ander-Egg presenta y sustenta su producción intelectual, la cual:
• Carece de todo dogmatismo.
• Tiene una inequívoca apertura intelectual, entendida
como el desplazamiento mental o cambio de enfoque,
tránsito de una perspectiva a la otra (Metanoía), para
aceptar y asumir nuevas posturas conceptuales y meto-

208 |
dológicas.
• Presenta y sustenta el diagnóstico que precede y condi-
ciona sus formulaciones teórico conceptuales, así como
sus desarrollos metodológicos, bajo el enfoque de ser
propuestas dialécticas en construcción.

3. Ubicación contextual-historicidad ¿Por qué lo dijo?


Este atributo es determinante para demostrar que en el
“Modelo Mental del Maestro”, la ubicación contextual de la ar-
gumentación tiene en el enfoque histórico una de sus principales
características, como se manifiesta en el diagnóstico que precede
invariablemente a la formulación de sus planteamientos, que in-
volucran el desarrollo histórico del concepto o del tema específico
objeto de estudio.

4. El enfoque sistémico ¿Por qué? ¿Para qué? ¿Para quién?


Uno de los atributos de la obra de Ander-Egg es su especial
capacidad y predisposición de adoptar con criterio de integralidad
y complementariedad las tres actitudes posibles de ser asumidas
frente al ejercicio de cualquiera de sus carismas: la práctica, la
tecnológica y la especulativa.
En medio de la evolución de su pensamiento, Ander-Egg
mantuvo una triple constante:
• Concebir la erudición teórica y el rigor conceptual y me-
todológico, no como valores en sí mismos, sino en cuanto
contribuyen, en una relación simbiótica, a una mejora
continua y sistemática de la calidad de la praxis social.
• Creer y aplicar sistemáticamente el principio según el cual,
la validez y pertinencia de la praxis social, sólo es posible ga-
rantizarla a partir de su sólida y autentica fundamentación
teórica y conceptual y de una eficiente y eficaz metodología
de acción.

| 209
• Considerar que estos campos del intelecto y de la actividad
humana son diferentes, pero no antagónicos ni excluyentes, y
que entre ellos existe una mutua y recíproca necesariedad.

Así mismo, es importante señalar que esta actitud especula-


tiva, respecto a la intervención social, se corrobora en otros caris-
mas, como son la docencia, la investigación y la planeación, que
constituyen una nueva característica susceptible de ser integrada
a su perfil.
En efecto, con la erudición que produce la actitud especu-
lativa, el Maestro trata, con un empeño que linda con la obsesión,
de socializarla con los miembros de la comunidad científica aca-
démica de las áreas que ocupan su intelecto. Procura llevarla a la
praxis, en lo que podría denominarse la erudición al servicio de
la acción. Así, al sistematizar dicha praxis, evalúa su pertinencia y
la incrementa en lo que llamamos la acción, al servicio de la eru-
dición. En síntesis, utiliza sistemática y reiteradamente el diálogo
de la discusión científica.
Surge de esta manera el pensamiento filosófico como un
nuevo atributo del Maestro, al tomar plena validez la siguiente
afirmación: “A la filosofía se encamina solamente una restringida
minoría de hombres dotados y predispuestos para la especulación
(….) la filosofía no es sólo pensar sino también vivir.”.

5. El fundamento disciplinar ¿Por qué se dijo?


A partir del reconocimiento implícito de la multicausalidad
y, por ende, de los multiefectos de los fenómenos sociales, llega
a la conclusión de que las posibles alternativas de solución a las
múltiples patologías sociales, objeto de nuestra praxis, no son ni
deberían ser patrimonio propio y exclusivo de una sola disciplina
ni de un grupo selectivo y excluyente de ellas. Este enfoque podría
resumirse con la expresión de Popper: “Todas las disciplinas son
buscadoras de la verdad, pero ninguna la posee con exclusividad”.

210 |
En este sentido, la obra de Ander-Egg es multidisciplinaria
por contar como insumo básico con las disciplinas de su propia
formación académica y de las demás que sirven de referente para
el desarrollo de sus carismas. Así mismo, es interdisciplinaria en
el proceso de integración y complementación de los diferentes
criterios, enfoque y percepciones propios de cada una de estas
disciplinas, y es transdisciplinar con respecto a los resultados de
la sumatoria sinérgica de los aportes de las dichas disciplinas.

6. Visión contextual de los carismas ¿Quién y por qué se dijo?


Existe una triple relación de causalidad, interdependencia
y complementariedad (enfoque sistémico), entre los tres carismas
distintivos del perfil del Maestro: la docencia, la investigación y la
producción intelectual.
Si se toman estas reflexiones como referentes para elaborar el
perfil del Maestro, puede decirse que su producción intelectual se
fundamenta en un sólido respaldo investigativo, cuyos resultados
tiene como destino primordial la docencia. Por su parte, la función
investigativa es componente estructurante de su labor docente y de
su producción intelectual, y finalmente, la docencia es simultánea
y complementariamente fuente y destinataria de su actividad in-
vestigativa y de su producción intelectual.

7. Los destinatarios de su obra, su población objeto ¿Para quién


se dijo?
El carácter eminentemente pedagógico de la producción
intelectual de Ander-Egg, el cual integra su carisma de docente
con el de investigador, científico, planificador y erudito, permite
inferir que el contenido de su obra puede ser aprendido y com-
prendido, con diversos grados de interpretación y asimilación,
por un conglomerado de personas de muy variada naturaleza,
formación, características, necesidades, expectativas y, por ende,
con diferentes actitudes frente a la praxis social, como lo son los
trabajadores de lo social.

| 211
8. Consistencia, perseverancia, coherencia y persistencia ¿Cuándo
lo dijo?
La interpretación evaluativa de las nueve obras consultadas,
llevan a inferir la existencia de cuatro nuevos atributos, que per-
miten concluir que el pensamiento de Ander-Egg es:
• Consistente en la argumentación con la que sustenta sus
formulaciones teóricas, conceptuales y metodológicas.
• Persistente en el tratamiento de las temáticas que son de
su apetencia intelectual.
• Perseverante en la forma como mantiene en el tiempo,
no sólo su atención en un tema, sino la forma de socia-
lizar los resultados, y coherenteentre lo que piensa, hace,
escribe y enseña.

Igualmente, en la obra del Maestro es característica la inclu-


sión de las fases del conocimiento científico: el diagnóstico asumido
con el mayor rigor en lo conceptual y metodológico; la observación
intencionada y planificada; la descripción objetiva, desprovista de
juicio de valores e histórica; el análisis documentado e integral, con
base en el enfoque sistémico y la ubicación contextual; el pronóstico
acertado y realista y, finalmente, con el planteamiento de hipótesis
y alternativas de solución.
Estas últimas son presentadas y sustentadas sin dogmatismo
como propuesta dialéctica en construcción.

9. Contextualización espacial-territorial ¿Dónde y cuándo lo dijo?


Al igual que afirma Unamuno, se podría decir que para
Ander-Egg, Latinoamérica “no es su objeto de estudio sino sujeto
de reflexión”. El latinoamericanismo, junto con la historicidad son
dos constantes que se interrelacionan y complementan en la obra
del Maestro, cuando trata de responder cómo se ha comportado
históricamente su tema de estudio y cómo ese mismo tema se
manifiesta y se traduce en el ámbito de Latinoamérica.

212 |
Este latinoamericanismo, no sólo tiene un origen de carácter
afectivo, sino que se fundamenta en un profundo conocimiento
y en una adecuada interpretación de las múltiples y complejas
características que hacen esta región.
De este modo, el planteamiento de los nueve ejes temáticos
que constituyen, desde mi punto de vista, el pensamiento y la obra
de Ezequiel Ander-Egg, abren la posibilidad de continuar con esa
aventura intelectual iniciada en buena hora por la Universidad
Colegio Mayor de Cundinamarca y el Consejo Nacional de Trabajo
Social, Ley 53 de 1977, Decreto 2833 de 1981. Precisamente, esta
publicación, es una apuesta utópica de la academia, que consiste
en garantizar la vigencia y el influjo del pensamiento y la obra del
Maestro, sumatoria sinérgica de sus carismas, en un futuro signado
por las potencialidades y las contradicciones.
Antes de culminar, formula algunas asonancias teórico-
conceptuales y metodológicas que tuvo la posibilidad de constatar
entre los lineamientos teórico-conceptuales, los desarrollos meto-
dológicos y los referentes que han orientado, durante cerca de seis
lustros, la praxis profesional de Ander-Egg en materia de concep-
tualización, diseño, implementación y evaluación de modelos de
intervención social.
Metodológicamente, dichas asonancias, se clasifican y pre-
sentan en tres niveles de abstracción: primero, a nivel general; en
segundo lugar, los modelos de intervención y, tercero, el perfil del
trabajador social comunitario. Las argumentaciones del Maestro
se transcriben literalmente, en cursiva subrayada.
a. A nivel general
• La definición del concepto de comunidad, en función
de sus cinco elementos estructurantes: el territorio; la
población; los recursos y servicios y las formas de interacción,
de relaciones y lazos comunes.
• La ubicación contextual del desarrollo visualizado no
sólo desde el ámbito económico, sino bajo los enfoques
de la sostenibilidad, la alternatividad, la escala humana

| 213
y la comprensión de la problemática del desarrollo, como
antropología abierta al futuro, mediante la construcción de
una utopía basada en la razón.
• La visualización del desarrollo comunitario como una
forma o modalidad específica de intervención social.
• La incorporación, tanto en el discurso como en la praxis
del desarrollo comunitario, de los conceptos de enfoque
sistémico y ubicación contextual.
• El fortalecimiento de los gobiernos locales y la descentra-
lización (política, administrativa y presupuestal) como
estrategias prioritarias para crear poder local al servicio
de la gente.
• La participación como prerequisito de la gestión comu-
nitaria, entendida como un derecho y ejercida en función
de una toma de decisión colectiva, en los campos político,
económico y social.
• El rol del desarrollo social en la promoción y obtención
del cambio y de la participación de la gente como factor
de cambio social.
• La función del liderazgo en la instauración de estrategias
de cambio social y la formación de líderes locales como
factor potencializador de la participación popular.
• El carácter interdisciplinario que tiene el Trabajo Social en
cuanto es una tecnología social que exige el concurso de dis-
ciplinas muy diversas.

b. Los modelos de intervención


• La formación del talento humano como su elemento
estructurante.
• El reconocimiento de que todo método de intervención
social es, en su formulación, una reducción de un proceso de
actuación dentro de un sector delimitado y determinado de
la realidad social y, por lo mismo, sujeto a contingencias
y circunstancias contextuales y al horizonte histórico de
cada realidad(ningún método de acción social tiene una
validez a-histórica y a-espacial).

214 |
• El fundamento teórico-conceptual que debe preceder y
orientar todo modelo de intervención, asumido como el
marco de referencia constituido por los supuestos ideológicos,
filosóficos, paradigmáticos, etc. que condicionan el abordaje
de la realidad.
• En la rigurosidad e integralidad que debe caracterizar el
diagnóstico que precede y orienta su diseño y formulación
todo estudio de comunidad debe ser contextualizado e incluir
el perfil territorial, el marco histórico y el perfil demográfico.
• El rigor para asumir la importancia del método, interpre-
tado, a la vez, como estrategia cognitiva y como estrategia
de acción bajo el supuesto conceptual que la validez de un
método de acción social está dada por su eficacia operativa
demostrada en un trabajo concreto, y no por las cuestiones
que pueden plantearse a nivel especulativo.
• La apertura mental y actitudinal con respecto a la relación
de integralidad y complementariedad que debe existir
entre la teoría y la praxis, teniendo en cuenta que una
acción sobre la realidad se transforma en una fuente más
de conocimiento de la misma, y de considerar la práctica
como modo de conocer (o de mejor conocer) una realidad.
• La ubicación contextual de la formación como elemento
estructurante de los modelos de intervención social y, por
ende, la necesidad que el (la) trabajador(a) de lo social,
esté capacitado(a) para saber enseñar y que cuando ejerza la
docencia lo haga con competencia, coherencia y compromiso.
• La sistemática utilización de los fundamentos teóricos-con-
ceptuales y los desarrollos metodológicos formulados en el
contexto de la denominada Planeación Estratégica, definida
como un modo de actuar emergiendo desde la realidad.
• El carácter interdisciplinario que tiene el Trabajo Social en
cuanto es una tecnología social que exige el concurso de dis-
ciplinas muy diversas. La complejidad de la problemática
social no puede ser patrimonio exclusivo y excluyente de
una disciplina en particular, por tanto las alternativas de
solución deben ser asumidas desde diferentes enfoques
disciplinares.

| 215
• La resistencia al cambio, como elemento estructurante
de la problemática del desarrollo comunitario, expresada
principalmente por la no disposición de la gente y las insti-
tuciones para aceptar e introducir innovaciones producto de
factores de índole económico, cultural y político.
• El trabajo en equipo como estrategia prioritaria para: 1)
La optimización de la participación del talento humano,
entendido como un pequeño número de personas que con
conocimiento y habilidades complementarias, unen sus ca-
pacidades de cara al logro de determinados objetivos y a la
realización de actividades orientadas hacia la consecución
de los mismos. 2) La visualización de las reuniones grupales
como un tipo de procedimiento para recoger información
y del énfasis en los efectos de sinergia que se producen como
resultado de la interacción grupal. 3) El reconocimiento de
los requisitos básicos para el eficiente y eficaz funcionamiento
del trabajo en equipo.

c. El perfil del trabajador social comunitario


La imperiosa necesidad de integrar con criterio de comple-
mentariedad los dos componentes constitutivos del perfil del tra-
bajador social comunitario: el académico y el del ejercicio profesional.
El perfil del trabajador social comunitario, como una mezcla
de las características más significativas del perfil del trabajador social,
del educador y del animador sociocultural.
La formación integral, representada en la sumatoria sinérgica
de los cinco objetivos: comprensión de la realidad; conocimiento del
propio quehacer profesional; adquisición de instrumental metodológico
y técnico; fomento a la participación y formación de la personalidad.
El conocimiento y comprensión de los postulados generales
implícitos en las diversas disciplinas, constitutivas de las ciencias
sociales, no con el propósito de sustituir la participación en los procesos
de formación de los profesionales pertenecientes a esas disciplinas, sino
para facilitar su interacción.

216 |
La nueva dimensión del ámbito de actuación del trabajador
de lo social en el contexto de la animación sociocultural, visualizada
como una tecnología social y basada en una pedagogía participativa,
que tiene por finalidad actuar en diferentes ámbitos de la calidad de
vida, promoviendo, alentando y canalizando la participación de la
gente en su propio desarrollo sociocultural.
Finalmente, sobre la base de dos de las obras analizadas:
Formación para el Trabajo Social e Introducción a la planeación
estratégica,planteó el perfil del trabajador social comunitario, que
en síntesis debe caracterizarse por:
• Asumir un sistema de valores dentro de la sociedad en
la cual le toca vivir.
• Estar capacitado para saber enseñar.
• Ser competente, coherente y comprometido, si ejerce
la docencia.
• Tener capacidad de razonar, con rigor científico.
• Experimentar la necesidad de conocer técnicas de co-
municación.
• Interrogar la realidad, pero sobre todo actuar sobre ella.
• Utilizar estrategias cognitivas de exploración, descubri-
miento y resolución de problemas.
• Desarrollar la capacidad de aprender a hacer, de aprender
a aprender y de aprender a convivir.
• Tener la capacidad de transformar la información en
conocimiento.
• Poseer la capacidad de integrar su racionalidad con su
mundo emotivo.
• Ser capaz de reducir la incertidumbre sobre la base de un
mejor conocimiento de la realidad.
• Tener la previsión acerca de lo que puede acontecer de
mantenerse algunas situaciones.
• Poseer la capacidad de establecer un curso de acción
escalonado y continuo.
• Ser capaz de organizar la mente para la acción.
• Aceptar las limitaciones impuestas por la psicología hu-

| 217
mana o por los condicionamientos culturales.
• Tener capacidad de análisis y de síntesis.
• Utilizar una orientación o enfoque global de la proble-
mática del desarrollo.
• Poder ubicarse en contexto: enmarcando la situación-
problema que se estudia, en la totalidad social de la que
forma parte.
• Poseer y utilizar los instrumentos operativos propios de la
planeación en general, la demografía cuantitativa, el siste-
ma de indicadores sociales y la contabilidad económica.
• Emplear sistemáticamente la prospectiva para discernir
los futuros posibles, basada en procedimientos y exigen-
cias del método científico.

Hasta aquí las entrevistas y escritos. Después de la lectura de


estas últimas páginas, se evidencia el nivel de la relación directa o
indirecta de cada uno de los académicos con Ander-Egg, visión que
depende, además, de la formación y experiencia de cada uno de ellos.
El grupo de académicos resalta de Ander-Egg aspectos tales como:
• Su contribución a la construcción, fundamentación y
difusión didáctica de los principios y métodos del desa-
rrollo de la comunidad como contribución científica y
profesional más importante del Trabajo Social.
• Su ubicación política-ideológica.
• La influencia de su formación académica en el desarrollo
de sus carismas.
• La contribución a los desarrollos metodológicos en el
campo de la “praxis” social.
• Las estrategias utilizadas para la presentación y difusión
de sus ideas y planteamientos en su producción editorial
y suparticipación en eventos y certámenes de diferente
naturaleza temática y cobertura territorial.
• Lo “universal” de su personalidad (ciudadano del mundo)
y su “latinó-americanismo” como ámbito prioritario de
su pensamiento y su obra.
• Su permanente preocupación por la formación del Ta-

218 |
lento Humano, el perfeccionamiento del ejercicio pro-
fesional y el fomento de su organización en los ámbitos
científico, académico y aun gremial.

En el anterior contexto aparece un muy variado número de


características y “atributos”, en donde se destacan los rasgos de su
personalidad, su estructura intelectual, ideología y posición política,
visión del mundo, del hecho social y del entorno latinoamericano
y su ubicación “contextual” respecto de otras latitudes.
Mención especial le otorgan al tema recurrente de Ander-Egg
sobre el “rol” que están llamados a cumplir los “trabajadores de lo
social”, independientemente de su denominación específica, en los
procesos de “cambio” en sectores de la población.
Esta especial circunstancia explica el hallazgo de no pocas
similitudes conceptuales y aun semánticas para describir y justificar
dichos atributos en varios aspectos:
• El carácter eminentemente “pedagógico” de su produc-
ción intelectual.
• La integración de su “carisma” de docente con el de in-
vestigador, científico, planificador y erudito.
• Sus atributos de consistencia-perseverancia-coherencia
y persistencia.
• Ubicación contextual-historicidad de su argumentación.
• La formación del talento humano.

| 219
Soporte bibliográfico

Libros de Ander–Egg consultados

ANDER–EGG, Ezequiel. (2008). La animación sociocultural en


los comienzos del Siglo XXI. Buenos Aires: Lumen.
––. Ezequiel. (2008a). Los trabajadores sociales en el contexto de un
mundo globalizado. Bolivia: Master.
––. Ezequiel. (2008b). La actitud científica como estilo de vida.
México: Universidad Autónoma de Sinaloa, Facultad de
Trabajo Social.
––. Ezequiel. (2007). Acción municipal, desarrollo local y trabajo
comunitario. Caracas: Universidad Bolivariana de Venezuela.
––. Ezequiel. (2006). Metodologías de Acción Social. Jaén:
Universidad de Jaén.
––. Ezequiel. (2005). El trabajo en equipo. Córdoba: Espartaco
Córdoba.
––. Ezequiel. (2003). La problemática del desarrollo de la comunidad.
Panamá: Universidad Especializada de las Américas.
––. Ezequiel. (1999). Qué es una reforma educativa. Buenos Aires:
Magisterio del Río de la Plata.
––. Ezequiel. (1999a). Metodología y práctica del desarrollo de la
comunidad: ¿cómo hace? Aspectos metodológicos y operativos.
vol. 2. Bogotá: Universidad Colegio Mayor de Cundinamarca.
––.Ezequiel. (1998). Metodología y práctica del desarrollo de la
comunidad: ¿qué es el desarrollo de la comunidad? Historia,
significado y alcance. vol. 1. Bogotá: Universidad Colegio
Mayor de Cundinamarca.
––. Ezequiel. (1996). La planificación educativa: conceptos,
métodos, estrategias y técnicas para educadores. 5 ed. Buenos

| 221
Aires. Magisterio Río de la Plata.
––. Ezequiel. (1996a). Dialogando con Ander-Egg. Compilado por
Anita Lamas. Buenos Aires: Lumen Humanitas (p. 79-83)
––. Ezequiel. (1995). Introducción a la planificación. Buenos Aires:
Lumen.
–– . Ezequiel. (1995a). Técnicas de investigación social, 24 ed.
Buenos Aires: Lumen. Colección política, servicios y Trabajo
Social.
––. Ezequiel. (1994). Historia del trabajo social. Buenos Aires:
Lumen.
––. Ezequiel. (1993). Periodismo popular. 6 ed. Buenos Aires:
Instituto de Ciencias Sociales Aplicadas.
––. Ezequiel. (1993a). Introducción al trabajo social. México.
Buenos Aires. Lima Barcelona: El Ateneo
–. Ezequiel. (1992). Las técnicas de comunicación al servicio del
trabajo social. Buenos Aires: Instituto de Ciencias Sociales
Aplicadas.
–. Ezequiel. (1989). El trabajo social como acción liberadora.
Buenos Aires: Humanitas.

ANDER-EGG. Ezequiel. (1984). Achaque y manías del servicio


social reconceptualizado. Buenos Aires: Humanitas
–. Ezequiel. (1984a). ¿Qué es el Trabajo Social? Alicante: Humanitas
–. Ezequiel. (1984b). El desafío de la reconceptualización. Alicante,
España: Humanitas.
–. Ezequiel. (1983). Formas de alienación de la sociedad burguesa.
Buenos Aires: Humanitas
–. Ezequiel. (1973). El mundo en que vivimos. 8 ed. Buenos Aires:
ECRO

Libros de Ander-Egg escritos con otros autores

ANDER-EGG, Ezequiel y AGUILAR, María José. (1997).


Cómo elaborar un proyecto: guía para diseñar proyectos sociales
y culturales. Madrid: Instituto de Ciencias Sociales Aplicadas.
–. (1991a). Administración de programas de acción social. Madrid:
Siglo XXI de España.

222 |
ANDER-EGG, Ezequiel y otros. (1991b). La educación de adultos
como organización para el desarrollo social. Buenos Aires:
Magisterio del Río de la Plata.

Otros libros consultados

Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación –


ANECA-. (2005). Título de Grado en Trabajo Social.

CIFUENTES, Rosa María. (2003). Conceptos para leer la


intervención de Trabajo Social. Aportes a la construcción de
identidad. En: Memorias XI Seminario Nacional de Trabajo
Social. Manizales: Universidad de Caldas.

CONSEJO NACIONAL PARA LA EDUCACIÓN EN


TRABAJO SOCIAL, Conets. (1998). Seminario Internacional:
la calidad de la educación en trabajo social. Manizales:
Universidad de Caldas.

CONSEJO NACIONAL PARA LA EDUCACIÓN EN


TRABAJO SOCIAL, Conets. (2005). Marco de fundamentación
conceptual y especificaciones del ECAES para el Trabajo Social.

GARCÍA, Antonio. (1995). De la rebelión a la organización de


los pueblos débiles. Bogotá: Proyecciones de la XI Cumbre del
Movimiento de Países No Alineados, NOAL.

GAITÁN, Clemencia y DUQUE, Patricia (1999). De la teoría a


la acción comunitaria, un camino hacia la transdisciplinariedad.
Bogotá: Consejo Nacional de Trabajo Social.

SIERRA, J_____. (2003). José Consuegra Higgins: El Maestro.


Bogotá: ASCUN

UNIVERSIDAD COLEGIO MAYOR DE CUNDINAMARCA.


2009 Modelo Pedagógico Institucional –MOPEI-.

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Ponencias de Ander-Egg

ANDER-EGG, Ezequiel, (2003). Nuevos retos de los


profesionales de ciencias sociales. La atención a los adultos
mayores. En: Encuentro Internacional atención integral a la
persona mayor: una reflexión para las comunidades (dia, mes,
2008: Bogotá). Memorias. Bogotá: Universidad Colegio
Mayor de Cundinamarca. P. 9-46.

––, Ezequiel. (2006). Gestión social y desarrollo personal. En:


Encuentro internacional gestión social para el desarrollo humano.
(dia, mes, 2008: Bogotá). Memorias. Bogotá: Universidad
Colegio Mayor de Cundinamarca. (p. 11-24).

Fuentes consultadas en internet

ASNAL, Vishi. (22, junio, 2007). El hombre de las mil caras [en
línea]. Consulta: 12, agosto, 2008. Disponible en: http://
ascprofesional.blogspot.com/2007/06/conozcamos-un-poco-
ms-ezequiel-ander.html

ESTÉVEZ, C. (s.f.). Desde la incertidumbre [en línea]. Consulta:


12, agosto, 2008. Disponible en: http://www.nonopp.com/
ar/filos_educ/00/incertidumbre. htm

Impreso por Editorial Brujas • julio de 2012 • Córdoba–Argentina

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